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Antes de crear una institución propia de los aymaras quechuas,


los caciques, apoderados y otros representantes de las
comunidades de toda la República de Bolivia, desde 1912
protagonizaron una lucha incansable, tanto individual como
colectiva contra los usurpadores de tierras comunitarias, los
abusos cometidos por las autoridades locales y los vecinos de los
pueblos rurales.

Los caciques principales que han destacado por su lucha, entre


1912 y 1933, fueron p   
,   ,
    ,   ,  
  ,     y    . Estos además de
defender las tierras comunitarias, buscaban la instalación de
escuelas indígenas en sus comunidades.

Entre los propugnadores de creación de escuelas se distinguió


    , quien en 1920 en calidad de profesor
ambulante había establecido escuelas en su propia comunidad
de    , lo cual posteriormente motivó a
protagonizar una sublevación de comunarios contra el
corregidor y los vecinos de esa.

Más tarde aparece otra figura, se trata de   


 !  y sobre éste nos ocuparemos más adelante. En el
lado peruano, el movimiento indígena también llegaba a su
auge. En 1914,  "  #$ (Teodomiro
Gutiérrez Cuevas), Jefe Supremo de los Pueblos Indígenas y
Generalísimo de sus Ejércitos, tenía ya organizado su Estado
Mayor, su cuartel, su Bandera y asimismo estableció sus ramas
(cuotas) de dinero seguramente para sostener la guerra indígena
contra las explotadores. Para cortar los abusos de una vez por
todas, el mejor camino propuesto para salir de esa situación fue
la restauración del %  & (Vasallo 1979).

Entre los indígenas aymaras de La Paz no faltó la iniciativa e


interés de fundar un centro educacional a nivel nacional para
todas las comunidades (ayllus) de la República de Bolivia.
Mientras las autoridades educativas se esforzaban por establecer
las escuelas normales rurales en el altiplano, los propios
indígenas ya sean comunarios, colonos de haciendas o citadinos
se lanzaron a la creación de un centro educativo que coadyuve la
enseñanza y el movimiento reivindicativo de sus tierras.

En ese sentido la institución que se creó constituía de hecho un


centro generador de ideas y hombres entrenados en la lucha
contra el sistema imperante. Esta institución al principio fue
denominada la ³p'#()*(#
#'p+,'³.

La ³Sociedad República del Collasuyo´ fue fundada en la ciudad


de La Paz, el 8 de agosto de 1930 (1), por el indígena Eduardo
Leandro Nina Quispe, siendo así uno de los destacados
impulsores de la educación indígena. Desde entonces la
Sociedad o el ³Centro Educativo Collasuyo´ tuvo múltiples
actividades. A los diez días de su fundación, el 18 de agosto de
ese año, la primera impresión sobre su presidente fue reflejada
en los siguientes términos: ³El esforzado indígena Nina Quispe,
que en un arranque de eclosión cívica ha resuelto iniciar la
fundación de la República del ³Collasuyo´ a base de su - 
."    ³.

Por otra parte, el semanario ³Claridad´, órgano de prensa de la


ciudad de La Paz, correspondiente a 7 de diciembre de 1931,
comentaba sobre la admirable labor de Nina Quispe, puesto que
éste había estado trabajando silenciosamente ³por la grandeza
del Collasuyo, dedicándole todas sus atenciones y energías, para
su resurgimiento, dejando a un lado la política y las inútiles
discusiones sobre el origen de la crisis mundial´.
Ni tanto disparate que en ese momento embargaba ³la atención
de todos los mandatarios del mundo´, sino que firme y
convencido seguía ³instruyendo a los suyos y dotándoles del
tributo del saber´. Este comentario no era exagerado. Entre los
años 1928 y 1930 los fundadores de escuelas indígenas en las
regiones altiplánicas, especialmente en La Paz, fueron Eduardo
Leandro Nina Quispe,    Inca Lipe y su esposa,  
#  & , quienes promocionaron numerosos alumnos. Así,
Eduardo L. Nina Quispe en la escuela de la calle Yanacocha
(ciudad de La Paz), en 1928, promocionó 21 alumnos, en 1929,
2.000 alumnos y en 1930, 2.681 alumnos. Por su parte Manuel
Inca Lipe y su esposa en la comunidad de    del cantón de
p  /0  de la provincia '"  &, promocionó
74 alumnos, el 12 de noviembre de 1930 y en 18 de diciembre de
ese año, 51 alumnos.

El ³#  1#  &´ era una institución


comunitaria de ayllus, su dinámica de accionar se encontraba
expandida en las comunidades de la república, cuyos linderos o
mojones lo separaban con las demás de la América.

La República de Bolivia como en la actualidad hacia 1931 estaba


dividida en nueve departamentos: Chuquisaca, La Paz,
Cochabamba, Potosí, Oruro, Santa Cruz, Tarija, Beni y El
Litoral. Esta división política ha sido mantenida y obedecida en
su ordenamiento por todos los bolivianos para conservar la
libertad.
Pero la mayoría de la población boliviana históricamente ha sido
siempre indígena con raíces culturales preincaica e incaicas. Los
idiomas aymara y quechua eran hablados por la mayoría de la
³raza indígena´, el castellano lo hablaban los blancos y mestizos,
a quienes los indios debían considerar como sus hermanos.

Los miembros de la nueva institución eran ³todos los delegados


e hilacatas de las distintas comunidades del departamento de La
Paz´ situadas en las catorce provincias: Murillo, Ingavi, Los
Andes, Omasuyos, Larecaja, Muñecas, Camacho, Caupolicán,
Loayza, Sicasica, Pacajes, Nor Yungas, Sur Yungas e Inquisivi.

Desde luego, el ³Centro Educativo Collasuyo´ pareciera que no


causaba sospecha entre la oligarquía gamonal sino que contaba
con la simpatía de algunos personajes importantes del país y
estudiosos de las culturas pretéritas del Qullasuyu.

Así el 26 de diciembre de 1931,   &, estudioso


de la cultura de Tiwanaku, respondiendo al oficio de Nina
Quispe le decía: ³me cabe indicar que el acto de la expresada
colocación de la kantuta sobre la Wiphala, con la asistencia de
los representantes indígenas, caciques y elementos
representativos´, programado para el día domingo 27 de ese mes
a horas 15:00, se llevaría a cabo en el local del Club Bancario,
donde funcionaba ³la exposición indianista´ y donde se esperaba
para honrar ese ³solemne acto, por parte de la clase indígena en
su mayor número posible´.
Seguramente para ese acto, Nina Quispe también invitó al señor
 -  con el propósito de contribuir a
los festejos de la p"  (  . El presidente de la
República, contestando a su invitación, en fecha 28 de
diciembre de ese año, le deseó que todos los trabajos de la
Sociedad presidida por Nina Quispe, ³tengan por mira la
grandeza de Bolivia, que es nuestra patria común´. También el
Ejército de Bolivia a través del Estado Mayor, el 2 de enero de
1932, respondiendo a un oficio del señor presidente del ³Centro
Educativo Collasuyo´, fechado el 30 de diciembre de 1931, le
expresó haber recibido los boletines en los que se hacían las
transcripciones de peticiones de varios comunarios hechas a los
poderes públicos.

Resaltaba que ha sido muy plausible la actitud asumida por la


³raza indígena´ en todo lo que se refería ³a levantar su nivel
moral y cultural´, y sobre el servicio militar le manifestó que se
ha impuesto desde hace mucho tiempo la obligación de
encaminar y encausar las actividades de los conscriptos por
medio de la persuasión. El trato que se dispensaba al soldado
hasta ese momento, era en forma humanitaria y de ³absoluta
igualdad´. Al mismo tiempo, al igual que el Presidente de la
República, les deseó felicitaciones y prosperidad a todos y cada
uno de los miembros de la mencionada institución indígena.

La creación de la ³Sociedad República del Collasuyo´ al


principio no fue combatida por sus adversarios por que sus
actividades no estaban orientadas contra los intereses de los
llamados ³blancos´. Pero seguramente nadie se habría
preguntado cuáles eran los objetivos que perseguía esa
institución dirigida por los propios aymaras.

Claro está uno de los objetivos principales era la educación y


subsidiariamente la extensión cultural indianista. Sin embargo,
entre sus actividades se incluía la publicación de documentos
relacionados al movimiento indígena, más que todo los
relacionados a la cuestión de tierras. Esta última ha de ser uno
de los puntos cuestionados por sus enemigos para ser destruida
posteriormente.

Eduardo L. Nina Quispe, con el objeto de fortalecer y asegurar el


funcionamiento de la institución. Que dirigía y dadas las
circunstancias desfavorables para sus buenos propósitos, tuvo
que buscar a veces el apoyo de un gobierno de turno o
simpatizar con éste.

El 5 de octubre de 1932, Nina Quispe, al conocer los asechanzas


de los enemigos del gobierno, cursó una nota de protesta al
Excmo. señor Presidente de la República, Dr.   
p "  , manifestándole que estuvo ³hondamente
conmovido por la incomprensible momentánea de parte de
algunos elementos impresionables que han llegado al punto de
faltar a la autoridad cometiendo un desacato´, por ese motivo, la
Sociedad que presidía hizo llegar ³su voz de protesta contra
semejantes actitudes´, y se congregaba ³alrededor de la
autoridad suprema de la nación, para que continúe su camino´.
La respuesta del presidente de la República no se dejó esperar.
De manera que, el 6 de octubre de 1932, le respondió diciendo
que ³tengo grato manifestarle que quedo muy agradecido a su
voz de protesta, ya que ella está inspirada por un desinteresado
patriotismo´.

A pesar de todo ello, el presidente de esa institución indígena,


fue combatido por algunos elementos políticos, ya sea dentro o
fuera del gobierno, quienes empezaron a conspirar contra su
funcionamiento.

Así el  - 1 '"  &, el 14 de


noviembre de 1932, informando sobre los sucesos de
 " al señor prefecto de La Paz, entre otras cosas, le
manifestó que era ³indispensable establecer una estricta
vigilancia´ sobre las actividades de los indígenas Santos Marca
T¶ula y Eduardo L. Nina Quispe, éste último profesor de escuelas
indígenas, quienes ejercían ³una poderosa influencia sobre los
comunarios del Departamento´ de La Paz.

A los diez días de esta denuncia, el 24 de noviembre de 1932, la


autoridad judicial le había decomisado todos los documentos
personales de Eduardo L. Nina Quispe, todo el archivo del
³Centro Educativo Collasuyo´, y como también su
correspondencia oficial, pero no habría logrado, ³con este
medio, conseguir los papeles comprometedores´ con la
propaganda comunista. Sindicación no comprobada. La
represión empezó no solamente decomisando la documentación
de la mencionada institución sino también con la detención de
algunos de sus miembros. Más adelante, Nina Quispe manifestó
al prefecto en los siguientes términos:

³Ya que nuestra acción cultural se refleja por nuestra


documentación y actuaciones oficiales, de las que se comunica a
las autoridades constituidas, probándose que no realizamos
manifestaciones ocultas, queremos poner en su conocimiento de
que nuestros arrestados han sido sometidos a torturas y
vejaciones de parte de ciertos individuos, lo que pongo en su
conocimiento para que sirva disponer la libertad de ellos´.

De ese modo la institución fue afectada con la detención de


algunos de sus miembros y cuya libertad exigía el mencionado
Nina Quispe. El celo político, más que cualquier otro factor, fue
determinante para la destrucción de la ³Sociedad República del
Collasuyo´ (o Centro Educativo Collasuyo) que había impactado
su funcionamiento en el ámbito nacional. Después el presidente
y los demás miembros de esa institución tuvieron que buscar
algún apoyo del poder político del Estado y de la iglesia para
salvar su existencia como tal, pero era muy difícil para enfrentar
a sus enemigos que tenían todo apoyo político y poder de
decisión.

El 23 de enero de 1933, Eduardo L. Nina Quispe y su secretario


de actas,  p , se dirigieron con mucha
reverencia al Ilustrísimo señor '- 2
manifestándole que la p 3/ que presidían
deseaba proseguir sus labores bajo los auspicios de ³Nuestra
Señora Madre, la Virgen de La Paz´, cuyo culto se celebraba el
día siguiente.

Entonces como quiera que la defensa de tierras comunitarias era


uno de los objetivos de la institución, le rogaron diciendo
³quiere poner bajo su generosa protección las gestiones
pendientes al reconocimiento de los títulos coloniales sobre sus
pertenencias, así como las de las tierras de   y 4  
#.15, que en estos momentos detentan el pueblo de
Guaraní´. En cuanto a los soldados bolivianos que se
encontraban en el Chaco, dijeron ³queremos a su sagrada
imagen rogar por la vida y salud de nuestros hijos que combaten
en el Sud Este defendiendo la soberanía nacional, hollada
salvájemente por el rapaz Guaraní´. Además de su adhesión y
recuerdo, ofrecieron para el día siguiente ³una coronación de
kantutas a la Santísima Virgen de Nuestra Señora de La Paz´.

Siguiendo siempre a los mencionados indígenas, se puede


percibir que ellos no contaban con alguna garantía ni defensa.
Sin embargo, el 25 de enero del mismo año, Eduardo L. Nina
Quispe, presidente de la Sociedad y Juan de Dios Sirpatico,
secretario de actas, solicitaron al prefecto del Departamento de
La Paz su autorización para celebrar en la Basílica una misa de
acción de gracias por el país con la asistencia de la ³Sociedad
República del Collasuyo´, portando su estandarte.
Además, el objeto de esa solicitud era para advertir a la
autoridad prefectural que el acto religioso no sea confundido
con los actos políticos, por que como quiera que ese sencillo acto
al que debían concurrir los caciques, delegados representantes,
jilaqatas y alcaldes de las comunidades, podían ser utilizado por
la policía por algunos émulos propios para señalar como acto de
indisciplina o subversión, dados los prejuicios comunistas que
dominaban al señor jefe de investigaciones, rogaron a esa
autoridad que previniera a la policía no tomar ³ninguna medida
de violencia´.

Pero no sabemos todavía si ese acto ha sido llevado a cabo o no,


dado que el celo político por las actividades de los miembros de
esa institución indígena cesaba en asechar su continuidad.

Después de un mes, el 28 de marzo de 1933, Eduardo L. Nina


Quispe y Manuel Inca Lipa, mediante un oficio se dirigieron al
prefecto manifestando estar ³profundamente indignado por la
sindicación de comunista que se ha permitido hacer el señor
 /2#31 haciéndose eco de la denuncia de un
individuo descalificado llamado  .' 
' , quien ha tenido la habilidad de sugestionarlo a aquél
haciéndole creer -con versiones- absolutamente falsas,
inspiradas por un ruin y mezquino sentimiento de venganza, por
las fechorías cometidas en p  /   ³.

A pocos días de ello, efectivamente Nina Quispe y otros


Indígenas son detenidos bajo el pretexto de que ellos hacían
propaganda comunista. El 5 de mayo de 1933, los indígenas
Alejandro Quispe y Manuel Inca Lipe hicieron conocer su
protesta al prefecto del departamento de La Paz manifestando
de que ³hace ya más de una semana han sido sometidos a
detención los indígenas Eduardo L. Nina Quispe, Mariano
Quispe, Esteban Machaca y otros´ a quienes se los acusaba de
realizar ³propaganda comunista´, lo que para ellos era una
falsedad puesto que habían ³demostrado por innumerables
pruebas y atestaciones´, siendo que sus actividades mismas no
eran ³sino tendientes a la instalación de escuelas de
alfabetización de los indígenas que se encontraban ³sumidos en
la ignorancia mas grande´; así, como también tenían cuidado de
que sus títulos de ³propiedad sean arreglados conforme a los
títulos revisitarios´ que han conseguido desde el año 1884.

En ese entendido las actividades de los detenidos eran


suficientemente claras y se encontraban ³a la vista de las
autoridades y particulares´; par tanto, no constituían de
ninguna manera como actos delictivos, puesto que obraban con
autorización de las mismas autoridades, ³quienes han
autorizado los poderes que los indígenas comunarios´ en forma
legal.

Entonces los mencionados indígenas peticionarios se


preguntaban ¿Cuál era pues el motivo por el cual se los
perseguía y sometía a detención a los indígenas ancianos?. El
motivo era el pretexto de haber realizado la propaganda
comunista (o reclamo de la delimitación de sus tierras). Los
referidos detenidos se encontraban recluidos en el cuartel de
carabineros sin proceso alguno, pues el iniciado hace algún
tiempo contra algunos representantes indígenas encontraban
ante el juzgado primero de Instrucción, donde han prestado sus
declaraciones indagatorías y luego han sido puestos en libertad,
esto ³seguramente por no haber suficiente prueba´ en contra de
ellos por los su puestos delitos denunciados.

Sin embargo, nuevamente parece que se tratara nada más que


causarles molestias con arrestos todo hasta cierto punto, por
orden del Fiscal de Distrito que no sabia por qué motivo se ha
ensañado con ellos acusándolos de comunistas, lo cual no
podían comprender y pensar en ello, ya que como indígenas
eran propietarios de sus tierra, por cuya delimitación iban
reclamando y sólo este podía ser el motivo por el cual eran
detenidos.

Por consiguiente, los peticionarios, esposas e hijos de los


detenidos nada tenían que ver con esa clase de trajines que se
sindicaba, esto estaba en la conciencia de los mismos sindicados
por que ellos jamás se dedicaban a otra cosa que a buscar un
futuro honorable para los indígenas a quienes representaban;
todo ello realizado de acuerdo a los sentimientos patrióticos y de
acuerdo también con las autoridades, puesto que éstos además
les han autorizado para que ellos se ocupen de esa ³tarea de
alfabetización´.
Entonces no habiendo otro motivo que justifique tales
detenciones, suplicaron que su autoridad se manifieste si es que
no conoce el atropello que están cometiendo con nuestros
representantes, para que con su espíritu verazmente justo y
patriota, se sirva ordenar la libertad de los indígenas nombrados
y que se encuentran sufriendo una detención injusta en el
cuartel de carabineros, sometidos a trabajos forzados. No se
sabe cuál fue la respuesta del prefecto y su actitud con relación a
ese reclamo.

Sin embargo, el 18 de marzo de 1934, el teniente coronel


  $/  , Comandante de la Legión Cívica,
dirigiéndose al señor prefecto del Departamento de La Paz,
informaba manifestando ³debo dejar que la Legión Cívica que
inició una laboriosa campaña contra los comunistas,
adelantándose a la última sublevación indígena del altiplano ha
tomado medidas contra uno que se titulaba nada menos que
Presidente de la República de Colllasuyo llamado Eduardo Nina
Quispe, indígena que valiéndose de su condición de fundador de
escuelas rurales, consiguió imponerse sobre la enorme raza
indígena tejiendo, indudablemente, una vasta organización
subversiva´.

En esos momentos, el mencionado Nina Quispe y sus


compañeros ya se encontraban presos en el Panóptico ³con
pruebas suficientes de cargo´ según la Legión Cívica.
Posteriormente, Eduardo L. Nina Quispe, según René Arze, fue
liberado, pero seguramente ya no pudo reorganizar la Saciedad
República del Collasuyo.

NOTA.- Estos datos son recogidos de las fuentes primarias, que


aún falta escudriñar mucho, sobre la ³Sociedad República del
Collasuyo´ y sus miembros que la dirigían, nos permite
reflexionar por el momento por no ir todavía a más allá de su
estudio exhaustivo cómo una institución creada por los propios
indígenas al cabo de dos años de su funcionamiento, a pesar de
ser recibida al principio con simpatía por las altas autoridades
del gobierno, los intelectuales y los mismos representantes de
las comunidades de La Paz y del interior, fue atacada
abiertamente por los gamonales através de los medios de
represión y otras organizaciones, como ser la Legión Cívica, con
el pretexto de sublevación y de realizar propaganda comunista.

D  


 

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  @ 
 
  


 

  

Para los pueblos indígenas, sometidos a dominación colonial,


fue muy difícil guardar memoria de su pasado, estigmatizados
como neófitos por la ideología colonialista, ¿qué valor podrían
tener sus conocimientos? La memoria, el conocimiento fueron
desvalorizados como superstición, materia prima para la
hechicería y por tanto objeto de extirpación; todo recuerdo de
libertad debía ser extirpado en beneficio de la colonización. Así
hoy el estudio del pasado indígena, durante su era de libertad y
soberanía, está sometido a la re lectura de crónicas escritas por
los mismos conquistadores; sin embargo en la oscuridad del
tiempo pasado es posible vislumbrar algo de luz, los pocos
indios que aprendieron la escritura dejaron testimonio de una
memoria guardada y cultivada en función de la vida social y
política de los Andes.

Don Joan Santa Cruz Pachacuti S. nativo del Qullasuyu, en su




  
  @ ., refiere cinco
edades, de las cuales las primeras pueden ser consideradas
míticas y las tres históricas:

1. #   (qallaq pacha). El tiempo del principio, del


empiezo, comienzo, el orígen.

2.  &  6 El tiempo de la oscuridad, del que no existe


memoria.

3.     ³y como cada uno cogieron lugares baldíos


para sus beviendas y moradas´, es el tiempo de la inocencia, de
la pureza, el primero que corresponde a la cultura, de
apropiación de los espacios territoriales, la industria.

Juan Santa Cruz Pachakuti, el cronista del Qullasuyu, a quien


debemos esta periodización, rememora como las naciones que
posteriormente conformaron el Tawantinsuyu ³benieron de
hazia arriba de Potosí´ en un estado de guerra tribal ³tomando
los lugares, quitándose cada uno de las compañías en los lugares
baldíos´ (Joan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui 1993:f3, p187).

4. %   6 ³cadal día abía gran falta de tierras y lugares, y


como no abían, cadal día abian guerras y discordias que todos en
general se ocupavan hazer fortalezas y assi cadal día an abido
encuentros y batallas sin aber la paz en este tiempo combates y
guerras injustos, que los unos y los otros estavan jamás seguros,
sin alcansar quietud´ (Pachacuti Yamqui 1993:f3, p187-188).

5. (   6 Durante el tiempo de guerras apareció Tunupa,


que favoreció a un cacique llamado Apo Tampo, del que fue
descendiente Manco Capac, el primer inka (Pachacuti Yamqui
1993:f6, p193-194). En la relación del cronista la identificación
de Tunupa con Santo Tomás no importa mucho, sino la
periodización y la significación que tiene en ella la formación del
Tawantinsuyu. Fue Manco Capac, casado con su hermana Ypa
Mama Uaco que ³assi comensó poner leyes morales para el buen
gobierno de su gente, conquistándoles a los ynobedientes
muchas provincias y naciones del Tawantinsuyus´, no todos
fueron absorbidos con violencia sino que también ³Benieron
ellos mismos de sus bellas gracias con presente ricas´ (Pachacuti
Yamqui 1993:f9, p197).

El tiempo histórico, de los inkas además de caracterizarse por la


Ley y el órden, también lo fue por la pluralidad étnica ³Y assi
que los bestidos y traxes de cada pueblo fuesen deferente, como
en hablar, para conocer porque en este tiempo no echavan de
ver y conocer a los yndios qué nación o que pueblo eran y para
que más sean conocidos los mandó que cada provincia y cada
pueblo se escogiese o hiziesen de donde descienden o de donde
vinieron´ (Pachacuti Yamqui 1993:f8v, p.198). Esta es la
memoria del pasado libre que, durante los tempranos años
coloniales, quedó testimoniada por los pocos indígenas que
lograron algún dominio sobre la escritura. Sin embargo, ¿qué
ocurrió despues? Y ése después es un largo período que se
extiende en el país desde el año de 1538 hasta 1952, 414 años de
existencia colectiva bajo una abyecta condición de servidumbre,
donde la luz del conocimiento a través de la lectura de textos,
obviamente en idioma español, estaban penados con la
extirpación de ojos, y la libertad de movimiento con la cortadura
de tendones. El año de 1538 es el año de la invasión y conquista
española del Qullasuyu y 1952, es la revuelta indígena que
socaba profundamente las bases de un Estado asentado en el
pongueaje y lo obliga a su vez a conceder una ciudadanía formal
a los indios, que poco antes eran considerados poco menos que
bestias. La concesión de la ciudadanía supuso la puesta en
marcha de una política de asimilación, cuyo principal
instrumento debía ser la escuela, a través, primero de la
alfabetización y luego de la aculturación. La asimilación pasaba
y pasa por el aprendizaje de la historia de la Gesta Colonizadora,
la admiración al heroísmo de los Pizzarro, Valverde y Almagro,
la universalización de la religión crisitiana, la civilización
occidental, etc.; y todo en idioma español. Así el retroceso a un
estado de obscuridad fue más que real ³Tutay pacha´. Sin
embargo, la necesidad de natividad que requería el ³proyecto de
construcción nacional´, pasaba por la adopción de la historia
indígena de resistencia, especialmente de los movimientos
anticoloniales de 1780-1781, historia que no tiene relación con la
realidad política y social actuales. Con esta invasión de
³conocimiento´ prestado qué quedaba, ¿qué podía quedar en la
memoria colectiva indígena?, otra vez se patentizaba el acto de
extirpación, esta vez a través de la ilustración y la modernidad
contra lo indio, calificado como tradicional e incluso retrográdo,
entonces la palabra cultura se convirtió en sinónimo de español
y costumbres criollo mestizas.

En la perspectiva indígena el colonialismo fue el retorno forzado


al tutay pacha, al tiempo de la oscuridad.

Sin embargo, el colonizador en su obra de destrucción y barbarie


no pudo percatarse de las formas y técnicas de recopilación y
conservación de la memoria, hasta ahora se ha sostenido que
fueron los kipu, un registro mnemotécnico contable y se creía
que era la única forma de registro. Gracias a la perspicacia de
Pedro Cieza de Léon, sabemos que los inka.

³Tuvieron en tanto sus memorias que muerto uno destos


señores tan grandes no aplicava su hijo para si otra cosa que el
señorío, porque era Ley entre ellos que la riqueza y aparato real
del avìa sido rey del Cuzco no lo oviese otro en su poder ni se
perdiese sus memoria; para lo qual se hazía un bulto de mantas,
con la figura que ellos ponerle querían, al qual llaman el nombre
del rey ya muerto y salían estos bultos a ponerse en la plaza del
Cuzco quando se hazían sus fiestas en rededor de cada bulto
destos reyes estaban sus mujeres y criados y benían todos,
aparejándole allí su comida y bevida pórque el demonio devía de
hablar en aquellos bultos, pues que esto por ellos se usva. Y cada
bulto tenía sus truhanes o desidores questavan con palabras
alegres contentando al pueblo; y todo el tesoro quel señor tenia
siendo bivo, se estava en poder de sus criados y familiares/ y se
sacaba a las fiestas semejantes con gran aparato; sin lo cual no
dexavan de tener sus ³chacras´ ques nombre de heredades,
donde cojían sus mayzes y otros mantenimientos con que se
sustentavan las mugeres con toda la demás familia destos
señores que tenían bultos y memorias aunque ya eran muertos´
(Cieza de León: 1985: 28-29).

Los bultos no fueron solo privativos del inka, sino una práctica
generalizada en los pueblos de Los Andes, así hasta ahora los
ayllus del Qullasuyu, los conservan, como repositorio de
conocimientos, saberes y testimonios. Son las autoridades
jilaqatas y mallkus que se ocupan de su resguardo y yatiris
especializados se ocupan de su interpretación.

¿Cuál es el peso de un pasado del que no se guarda memoria?.


Expresado de otro modo, ¿qué peso puede tener la memoria oral
indígena frente a la memoria escrita? En un país como Bolivia,
donde las relaciones coloniales se mantienen intactas, la
memoria escrita autoidentificada ella misma como ³historia´ ha
tenido un peso opresivo, cual es el de legitimar una realidad, un
órden eminentemente colonial como normal, e incluso como
nacional. Esta historia, a diferencia de su definición filosófica
como sinónimo de libertad en un proceso continuo de cambios,
es en verdad una narrativa perversa, cuyos objetivos son: el
olvido de la identidad, los derechos y la libertad por los pueblos
indios.

La reconstrucción de la historia indígena, ineludiblemente pasa


por la consideración de políticas coloniales aplicadas por los
reinos de España y por la república criolla. La primera concibió
un orden con pueblos nativos subordinados, en su nueva
condición de indios a la casta de colonizadores europeos y la
segunda se concibió como república libre de indios, para ello
solo esperaban su desaparición lenta y gradual, incluso fecharon
el año de 1878, como el inicio defintivo de tal proceso (Censo
General de la República de Bolivia 1900: 35-36). Durante el
colonialismo español, al menos en sus años inciales, la política
de aculturación de la élite indígena dió como resultado una
evidente preocupación por parte de los mismos en dejar
testimonio escrito de su pasado, ellos fueron: Garcilaso de la
Vega, Felipe Guaman Poma de Ayala y Joan Santa Cruz
Pachacuti Salcamguaygua, Este destello de luz se apagó
prontamente, la mayoría indígena tendría solo noticias
referenciales a fines del siglo XX

La asimilación, como política de Estado, fue iniciada recien a los


127 años de independencia (1825) a través de la escuela cuyos
programas y contenidos adoctrinaban a los indios en una nueva
identidad, que tenía la virtud retórica de desindiar a todo un
colectivo acostumbrado a fuerza de látigo a pongear(palabra
andina que refiere servilismo).

Esta situación fue inédita y llena de emociones para los indios,


denominativos como ³compañero´ y ciudadano resonaron en
todos los rincones del país indio, entonces de pronto los indios,
en especial las comunidades cercanas a los centros urbanos
tuvieron que asumirse mistis, incluso blancos!. Sin embargo
como la odiada y temida indiada, cuya imágen fantasmagórica
aún resonaba con sus japapeos(grito de guerra india) en el
imaginario criollo/mestizo, la asimilación y la concesión de la
ciudadanía no pasaron de ser una fórmula que rápidamente se
convirtieron en pongueaje político prestamente controlada y
administrada por los sindicatos camapesino y el partido de
gobierno, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).

Mientras esto ocurría desde la perspectiva del Estado boliviano,


la sociedad indígena enfrentaba una crisis de transición en su
desindianización, su identidad se debatía entre formar parte de
la nación boliviana como hermano campesino y/o continuar
manteniendo su identidad. Fue en esta coyuntura que el año de
1976, el jóven Juan Condori Uruchi escribió ³Los aymaras
somos todo un pueblo´, y no solo clase; fue el comienzo de un
proceso de autoidentificación y de enfrentamiento a la absorción
hacia la ³nación´ boliviana. Lo de Juan Condori Uruchi puede
considerarse también como el advenimiento de un nuevo ciclo
que se caracterizó por el pensar propio.
De la asimilación, administrada a través de la educación, surgió
una primera generación de indios alfabetos, la mayoría en la
profesión de abogados, que se animó a pensar de manera
distinta al catecismo nacionalista. La lectura de algunos textos
de épica indígena, especialmente los referidos a las rebeliones
anticoloniales, constituyeron el acelerador ideológico inicial que
dieron lugar a la formacion de grupos como 15 de Noviembre, el
Movimiento Universitario Julían Apaza y el Mink¶a.

El surgimiento de la historiografía india/aymara fue parte de


este proceso, sus aportes realizados tanto en forma individual
como colectiva, estuvieron orientados por el objetivo de escribir
la historia de resistencia y lucha contra el colonialismo; sin
embargo, el interés no era meramente historiográfico, sino de
carácter teórico, por cuanto su comprensión no solo beneficiaba
al conocimiento sino también a la formulación de una acción
política que apunte a la descolonización. Uno de los principales
iniciadores, Roberto Choque Canqui, partió básicamente de la
duda respecto a una narrativa, desde todo punto de vista
extraña, incluso a nuestra fisonomía. Existía alguna veracidad
en la paternidad de la ³patria boliviana´, personificada por los
generales venezolanos Simón Bolivar, José Antonio de Sucre y
toda su cohorte de mártires criollos. Para probar fue requisito
desarrollar un trabajo empírico en los archivos, el rastreo no de
la historia indígena, sino de la historia criolla de la gesta. Esta
preocupación se plasmó en una obra aún inédita La situación
social y económica de los revolucionarios del 16 de julio de La
Paz, (1979) . La revisión emprendida por Choque situó en toda
su magnitud colonial a los héroes del catecismo, impuesto a los
indios a través de la escuela. Retrocediendo a los primeros años
de la colonización, en su partida hacia el Antisuyu el Inka
Mango dejó dicho a su pueblo: ³Lo primero que hareís, será que
a estos barbudos que tantas befas a mí me an hecho, por me fyar
yo dellos tanto no les creaís cosa que os dixieres, porque
mienten mucho..´ (Titu Cusi Yupanqui 1570/1992:51). Así la
duda fue el principio de la reconstitución de la memoria
indígena, de la historia del Qullasuyu que ha constituido la
plataforma de un proceso que hoy se expresa en manifestaciones
nacionales por la libredeterminación: el Qullasuyu otra vez y
para Siempre!

A Roberto Choque correspondió aperturar un camino y el curso


hacia la reconstitución ha correspondido a una generación de
historiadores, principalmente aymaras, cuyo esfuerzo constante
se plasma en aportes fundamentales para la restauración del
Qullasuyu. Sus componentes: María Eugenia Choque, Esteban
Ticona, Waskar Ari, Germán Choque Condori conforman un
colectivo de investigadores cuyo objetivo es establecer las bases
de una memoria que permita el salto al futuro, al pachacuti
(cambio de mundo), al Qullasuyu libre y re establecido.

La memoria indígena se construye con registros propios, con


registros escritos por españoles e indios ladinizados, la
construcción de esta memoria es la historiografía aymara, que
siempre se orientará hacia la restitución de derechos hacia el
pachakuti, el retorno. El mismo Inga Mango, al partir hacia
Willkapampa dejó dicho:

³Ya me parece se ba haziendo tienpo de partirme a la tierra de


los Andes, como arriva os dixe, y que me sera forzado detenerme
allá algunos días. Mirad que os he dicho y pienso dezir agora
ques/ que mireis quanto tienpo a que mis aguelos e visaguelos e
yo os hemos sustentado y guardado, favorecido y gobernado
todas vuestras casas, probeyendolas de la manera que abeis
abido menester, por lo qual teneis obligasción de no nos olvidar
en toda vuestra vida, vosotros y vuestros descendientes, ansy a
mí, como a mis aguelos y visaguelos y tener mucho respeto y
hazer mucho respeto y hazer mucho casso de my hijo y hermano
Titucusy Yupangui«´ (Titu Cusi Yupanqui 1570/1992: 50)

La esperanza siempre de la restitución, en la retirada del Inka


hacia Willkapampa, de los caciques y mallkus que una y otra vez
enfrentaron al colonialismo, fundando, refundando una y otra
vez el Tawantinsuyu. Fue Rimimaki en el Altiplano puneño,
luego Eduardo Nina Quispe, que presidió la República de
Qullasuyu? Así en toda la primera mitad del siglo XX el sueño de
la restauración fue la idea que impulsó sueños de libertada y
llevó a extremar esfuerzos en la defensa del ayllu y el territorio
contra la última ola de colonización, esta vez bajo el liderazgo
gamonal peruano o boliviano. Despuntando el siglo XXI, el
camino es retomado desde el Qullasuyu hacia la reconstitución y
a la restitución, el movimiento de ayllus, de mallkus ha dado la
señal inicial, refundar el país a través de una Asamblea Nacional
Constituyente. Y, en el pensamiento refundar no es más que
reconstituir el Qullasuyu otra vez y para siempre!

Ñ  
   
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  ##$

El aymara altiplánico, ó simplemente aymara, es un


lenguaje andino hablado por un millón y seiscientos mil
personas, en las proximidades del lago   . Más
precisamente, según los últimos censos de Bolivia y Chile (1992)
y del Perú (1993) existen 1.237.658 aymaristas bolivianos,
296.465 aymaristas peruanos y 48.477 aymaristas chilenos.
También existen varias comunidades de las provincias
argentinas de Salta y Jujuy que se autoproclaman aymaristas
aunque no hablen esta lengua. El aymara altiplánico tiene dos
lenguas hermanas: el 7 % y el    , ambos hablados,
todavía, en algunas provincias serranas de Lima. Desde el siglo
XIX algunos estudiosos como  &"8
p-  *   y  #6   sospecharon de un
parentesco entre estas tres lenguas. Fueron los trabajos
lingüísticos de   60 " , durante los años 60 del
siglo XX, que confirmaron plenamente esta conjetura. Hardman
mostró que el aymara altiplánico, el jaqaru y el kawki son
miembros de una misma familia lingüística a la que ella
denomina de familia ü . Por otro lado,   
denomina a esta familia de  . Recientemente,  
#9 " propone que la denominación de esta
familia sea "  . El argumento de Cerrón-Palomino es la
necesidad de nomenclatura simétrica con respecto a la familia
lingüística   , donde nombres como  no fueron
aceptados. En estos primeros años del siglo XXI, de acuerdo a la
información que poseemos y con mucha aflicción, podemos
decir que el kawki puede estar extinto; mientras que el jaqaru,
con base en  (Yauyos), se debate en la lastimante agonía de
ser hablado por unas pocas millares de personas tupinas, casi
todos ellos viviendo en la ciudad de Lima. Esto hace prever que
en una o dos generaciones el jaqaru, segundo miembro de la
familia aymara, también pase a pertenecer a la clase de las
lenguas extintas.

Por otro lado, la teoría de un posible origen


común, una misma lengua madre, del aymara y el quechua
parece estar quedando sin validez. R. Cerrón-Palomino, M. J.
Hardman, entre otros, señalan que el error fundamental de los
partidarios del   "  :'&/ ;, como es
denominada esa supuesta lengua madre común, es que sus
argumentos están basados solamente en la comparación del
aymara altiplánico y la variedad del quechua cuzqueño-
boliviano y no de todas las familias de ambos lenguajes. Es
plausible que conjeturar alguna teoría a este respecto tiene que
ser un resultado de considerar las familias lingüísticas, con la
mayor completitud posible, de ambos lenguajes como son el
Quechua I (Huayhuash) y Quechua II(Huampuy) y todas sus
sub-familias diseminadas en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y
Argentina así como a la familia jaqi ó aru ó aimara y sus
lenguajes/dialectos aymara(altiplánico), kawki y jaqaru. Esto
llevaría a la reconstrucción hipotética del proto-quechua y del
proto-aymara que, según parece, están a buena distancia de un
origen común.

El primer estudio gramatical y lexical del lenguaje


aymara fue hecho por el jesuita italiano  1*, a
finales del siglo XVI, mientras cumplía su misión en
 :#  8 ;6 Bertonio estudió al aymara usando
como referencia a la gramática latina. Durante los cuatro siglos
siguientes a Bertonio los otros estudios del aymara continuaron
a tener como marco de referencia a los modelos gramaticales
indoeuropeos. Se considera al trabajo de  , en 1963,
como el primer estudio del aymara usando conceptos de la
lingüística moderna, sacudida de los defectos de los anteriores
estudios. Posterior a Ross aparece el equipo de lingüistas de la
 
% 
bajo la dirección de M. J. Hardman. Todos
los estudiosos de la lengua aymara reconocen que los resultados
de esta escuela son de los más importantes hasta ahora
conocidos.

La representación alfabética del lenguaje aymara ha merecido


más de 30 propuestas diferentes, a comenzar con la del propio
Bertonio. Buena parte de estos sistemas fueron inadecuados
para la realidad fonémica del aymara. En los años 60Ļs el
profesor boliviano  ,  , un aymara hablante
miembro de la  
% 
propone el alfabeto sobre el
cual está basado el actual alfabeto unificado ó . Este
alfabeto tiene carácter oficial, reconocido por Decreto Supremo
DS-20227 del 9 de mayo de 1984 por el gobierno boliviano y
también por Resolución Ministerial RM-1218 del 18 de
Noviembre de 1985 por el gobierno peruano. En Chile es
reconocido como el / "  aymara. Este es un alfabeto
fonémico con 26 consonantes y 3 vocales (Figura izquierda).

De acuerdo a la categorización clásica de las lenguas;


 1 8 /   y   , el aymara es una
lengua aglutinante. Mientras que de acuerdo a la clasificación
moderna que tiene una escala contínua desde lenguajes
 3 hasta los lenguajes <, el aymara está en la
zona de los lenguajes sintéticos. Una otra característica del
aymara es su sistema de cuatro personas gramaticales. El
carácter aglutinante aymara se debe a las propiedades de sus
dos clases morfológicas fundamentales:  3 (verbos,
sustantivos, adjetivos) y  ü. Las raíces verbales y los sufijos
son elementos morfológicos sin ningún significado por si
mismos. Mientras que combinando adecuadamente estos
elementos morfológicos se puede expresar cualquier tipo de
ideas. Para el profesor boliviano (1.= 5".ü ,
atrás de las reglas de esta combinación de sufijos existe dos
estructuras independientes; una estructura lógica y una
estructura algebraica. La estructura lógica sería la 1 
propuesta por 6  %5 durante las primeras décadas
del siglo XX. Mientras que la estructura algebraica sería
específicamente la de los  "2 9>:$>;.
Comprobadamente el aymara posee más de 200 sufijos propios
y prestados. M. J. Hardman calcula que combinando
adecuadamente sufijos y raíces verbales se puede alcanzar hasta
363.394.720 formas verbales diferentes.

Como la educación oficial en Bolivia, Perú y Chile es en español


y considerando que esta educación monolingüe no es de las
mejores, mal se puede esperar una educación bilingüe
castellano/aymara ó castellano/quechua. Sin embargo existen
instituciones y ONGs que vienen difundiendo el lenguaje
aymara oral y escrito por fuera de medios oficiales. En ésta labor
se destaca  p = - de La Paz perteneciente del
arzobispado de Bolivia y que cuenta con apoyo financiero
español. Su programación diaria de 15 horas es integralmente en
aymara y contiene programas de alfabetización y difusión de la
cultura aymara. Todo esto junto con la edición y publicación de
textos básicos escritos en aymara. Otro centro destacado, y con
mayor rigor académico, es el Instituto de la Lengua y Cultura
Aymara :(#;, también ubicado en La Paz, es dirigido por el
renombrado profesor y lingüista aymara Juan de Dios Yapita.
Posee importantes publicaciones sobre gramática y sociología
aymara. Finalmente debemos mencionar el brote de
diccionarios aymara en Internet, siendo el mas importante la
publicación del Vocabulario completo de Bertonio en
/  6/.

    
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  ##$

Posiblemente el principal aporte cultural de la antigua cultura


aymara, a la humanidad, sea la domesticación de la
  :   ;. Cuando los españoles conquistaron al imperio
Inca encontraron a la papa cultivada y consumida en todo el
territorio Inca. Sin embargo, en la meseta del Titicaca, como en
ningún otro lugar, encontraron mas de 200 variedades. Los
antiguos aymaras también fueron pioneros en inventar la
técnica de deshidratación de la papa, con fines de almacenaje.
Esta papa deshidratada es obtenida y consumida masivamente
hasta los días de hoy y es conocida como 
? (chuño).
Dependiendo del procedimiento particular usado puede tener
otros nombre, 
& 

, etc. Esta técnica de
deshidratación de la papa es basada en el aprovechamiento de
las condiciones climáticas de los 4000 metros de altura de la
meseta del Titicaca. La papa es expuesta alternada y
constantemente, durante 2 semanas, a los quemantes rayos
solares diurnos y a los congelantes fríos nocturnos.

Después de la conquista española del imperio incaico, la papa


fue rechazada como alimento por los españoles, por
aproximadamente 2 siglos. En algunas partes de Europa era una
planta decorativa. Fue en Irlanda, que no tenía otras alternativas
alimenticias, donde la papa se convierte rápidamente, en
alimento exclusivo. Esta dependencia se manifiesta
dramáticamente cuando aparece una plaga que acaba con
cosechas enteras de los Irlandeses. Hasta ahora ellos recuerdan
esa calamidad como la å%
. A partir de la aceptación
de los irlandeses, después de los ingleses (patata inglesa), la
papa es aceptada en todo el mundo como un alimento de primer
orden. El término  , y sus derivados como patata, batata,
etc; es de origen caribeño y fueron los ingleses quienes lo
acuñaron.

Las antiguas sociedades aymaras eran necroteístas, es decir cada


muerto se convertía en un Dios que tenía que tener su   .
El acabamiento de la chullpa era conforme la jerarquía del
difunto, a mayor jerarquía mejor elaborada la chullpa. Los
conjunto de Sillustani y Cutimbo son ejemplos de sepulcros de la
antigua élite de los Collas y los Lupaqas. Estos vestigios de
Sillustani y Cutimbo permiten establecer que los antiguos
aymaras desarrollaron de manera independiente la gran
arquitectura de la piedra, con finos acabamientos y tamaños
colosales. Como la construcción de la chullpas, de la élite, exigía
gran precisión, es fácil deducir que instrumentos de metales
mezclados como el bronce eran del dominio pleno de los
antiguos Collas y Lupaqas. Además, claro está, de otros puros
como el cobre, oro, etc.

Obviamente en los andes siempre se ha cultivado la música.


Pero recientemente se conoce como "   a la
música cuyo núcleo ejecutor es compuesto por 4 instrumentos:
 (siku),   /, -"- y   . El siqu es de origen
aymara y al grupo de músicos que lo tocan/danzan se les conoce
como  . Esto porque en aymara 9 es un sufijo
quedenota actor/ejecutor, de manera que siquri, en aymara,
significa el tocador/ejecutor de siqu. El charango es de creación
posterior a la conquista española, pues originalmente los
instrumentos de cuerda fueron desconocidos en los andes.
Antiguamente eran hechos con la caparazón del armadillo que
en aymara es conocido como  . la mayoría de
historiadores sostienen que el khirkhinchu fue creado en la zona
aymara en el siglo XVII.

Hasta los años 60 estos instrumentos fueron rechazados por los


pobladores de la urbes y solo eran tocados por los indígenas en
zonas rurales y remotas. A partir de la segunda mitad de los
años 60 la ü 1   inicia un movimiento político-
cultural de carácter contestatario. Esta actitud toma como
símbolo un movimiento musical denominado de  '


o también 
" 
que es exclusivamente ejecutado por
los 4 instrumentos musicales indígenas. Los primeros
exponentes de esta  '

 son Victor Jara, Inti Illimani,
Kollawara e Quilapayun. Posteriormente esta música es
difundida y aceptado por estudiantes de los otros países
andinos, especialmente de Bolivia y Perú, que en la época
estaban bajo gobiernos militar/dictatoriales. A comienzos de los
años 80 la  '

 deja a un lado su mensaje político y es
aceptada comercialmente transformándose en (


.
Ahora existen cientos de grupos practicantes de esta música
tratando de alcanzar algún éxito comercial. En este empeño, es
muy frecuente verlos actuando en las plazas y estaciones de los
metros de ciudades europeas y de EEUU. Solo pocos de ellos ven
estos esfuerzos coronados.

Existen muchas  5  de origen aymara. Están clasificadas en


dos grupos: 


'
 y 

 
. Los orígenes de
las danzas nativas se remontan a épocas anteriores a la
conquista española, por lo tanto tienen pocos elementos de
origen europeo. Infelizmente, estas danzas son escazamente
aceptadas en las urbes siendo únicamente practicadas por los
aymaras rurales. Ejemplos de éstas danzas: Sikuris, Pinkillus,
Chaqallus, Lawa K¶umus, Chuqilas, K¶usillos, etc.

Por otro lado las 



 
 son las danzas con origen
posterior a la conquista española. Así, poseen elementos
aymaras y europeos de manera equilibrada. La mas conocidas
de estas danzas, como 



&
  
)  *

 

& ! tienen su orígen en Oruro, son ampliamente
aceptadas y ejecutadas en los centros urbanos de la meseta del
Titicaca. Su vestimenta, llamada traje de luces, a semejanza de
los trajes de los toreros españoles esta riquísimamente
ornamentada por fantasías haciendo que su adquisición/flete
sea a un costo elevado. Una curiosidad es que hasta la década 50
del siglo XX estas danzas de trajes de luces eran desconocidos en
Puno. Hasta entonces, la fiesta de la candelaria puneña era
únicamente celebrada con danzas nativas.

ù  
 
   
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 @ 
  ##$

Por ³pueblo aymara´ entendemos al conjunto de


individuos que tienen como lengua materna al aymara y
también a las personas y grupos que claman para sí su
identificación como aymaras. No existe un subgrupo étnico
exclusivo del aymara y recíprocamente el lenguaje aymara no
puede ser considerado una exclusividad de ningún subgrupo
étnico. Esto porque diferentes subgrupos étnicos tales como los
! 8   8! 8#  / 8   8
#18# 86 hablaron aymara desde tiempos
pre-incaicos hasta siglos post-incaicos. Geográficamente estos
grupos estaban asentados en diferentes lugares de los actuales
departamentos de Lima, Ica, Huancavelica, Ayacucho, Arequipa,
Apurimac, Cuzco y norte de Puno, zonas de Cochabamba y
Potosí localidades, hoy, de habla quechua. Los apellidos
 "  y ! , linguísticamente son de indiscutido orígen
aymara y son de los más numerosos en diferentes regiones
andinas e inclusive urbes del Perú, Bolivia, y Chile. Sin embargo
por el proceso histórico de avance del quechua y castellano
sobre el aymara muchas personas con estos apellidos claman
por una identidad quechua antes que aymara. Otros ni siquiera
eso, planean, si no lo han hecho antes, cambiar Mamani ó
Quispe por un apellido europeo.

Básicamente, existen tres corrientes


teóricas explicando el origen geográfico de la lengua aymara; ;
en el altiplano del Titicaca (teoría localista del aymara
altiplánico), -; en los andes centrales del actual Perú, ; en el
norte del actual Chile. La versión localista es conexa con el
estado %   sosteniendo que el aymara convivía con las
lenguas   y  @ & , siendo el pukina la lengua de
mayor prestigio hablada por la clase gobernante. El principal
exponente de esta teoría es el arqueólogo norteamericano 
7  . Cualquiera que sea la veradad sobre la lengua de
Tiwanaku, un recuento de la discusión sobre el origen
lingüístico, étnico e histórico de los constructores de la ciudad
de Tiwanaku comienza con #5 , el primer europeo a
documentar sus observaciones de esta región, en el siglo XVI.
Cieza de Leon recoge versiones de los aymaristas pobladores de
la época señalando que Tiwanaku fue una modelo y las ruinas de
Tiwanaku fueron siempre un lugar sacro dentro del estado Inca.
En el siglo XVII * -<#- observa, y luego publica, que el
nombre aymara de Tiwanaku es &! (La piedra
central). Despues de esto Tiwanaku fue olvidado por los
estudiosos y cronistas, posiblemente solo saqueadores lo tengan
frecuentado. Con el adviento de las repúblicas la destrucción y
abandono de Tiwanaku por parte del estado e iglesia bolivianas
se dió hasta los primeros decenios del siglo XX. Miles de piedras
de Tiwanaku fueron usadas para construir edificios y templos de
las localidades próximas. En esas circunstancias llega a Bolivia
6 & a quien se debe mucho de la fama de Tiwanaku.
De manera radical, Posnansky lanza su teoría de Tiwanaku
como siendo la cuna de todas las culturas de la América pre-
colombina. Sin embargo según esta teoría los actuales indios
aymaras no pueden ser descendientes de los constructores de
Tiwanaku una actitud preconceptuosa, muy del agrado de las
autoridades y élite bolivianas. Como resultado de esto en los
textos escolares no se menciona ni siquiera como remota
posibilidad que la inmensa mayoría de amerindios bolivianos
sean los orgullosos descendientes de los constructores de
Tiwanaku cuyas ruinas son reconstruidas en nombre de una
discutible restauración.

Kolata sostiene que la razón fundamental del fin del estado


Tiwanaku fueron las variaciones climáticas relacionadas con el
recientemente estudiado fenómeno ³El Niño´. Posibles sequías
de varios años de duración podrían haber destruido a este
estado altiplánico cuya economía, como de todos los pueblos
andinos antiguos, estaba basada en la agricultura.

Después de la decadencia de
Tiwanaku surgieron otras sociedades aymaras, políticamente
organizadas, siendo los más importantes los reynos Lupaqa, y
Qulla. Los (  sin ninguna distinción denominaron por
Qullas a todos los aymaristas y también todo este territorio
junto con las tierras mas australes pasó a ser el !  &.
Pedro Cieza de Leon acentúa estas denominaciones denotando
por meseta del Collao a la meseta del Titicaca y, también,
denotando por Collas a todos los aymaristas (Cap. XCIX de
Crónica del Perú). No hay consenso sobre la manera en que
habría sido la conquista de los territorios aymaras por el imperio
Incaico. Unos sostienen que los incas anexaron pacífica y
respetuosamente a los aymaras para luego asimilar su cultura,
una analogía de lo que los griegos fueron para los romanos. Sin
embargo, otros sostienen que hubo cruentas guerras para la
conquista del territorio y estados aymara, y que durante el
dominio inca hubo bastantes rebeliones. Cualquiera que sea la
verdad, los incas no consiguieron imponer el quechua sobre el
aymara, por lo menos nó en la meseta del Titicaca. Cerron
Palomino sostiene que en realidad  /  
/- (   &"  . La expansión del
quechua en el Qullasuyu es post-conquista española.

La    ? del imperio de los Incas se inicia


cuando 150 aventureros españoles supuestamente invitados del
Inca  %  lo engañan y lo toman rehén. Como la sociedad
teocrática de los incas atribuía a su gobernante poderes divinos,
los otros líderes del imperio tardaron a comprender la crítica
situación de su monarca. Esta inconsciencia es la única causa
que puede explicar razonablemente el porque no fue movilizado
de manera rápida, como correspondía, el poderoso y numeroso
ejército imperial en aras del rescate de Atawallpa. En ese
entretiempo de varios meses, entre la captura y la muerte del
Inca, estos pocos españoles fueron capaces de comprender las
pugnas entre la diversidad de pueblos que estaban bajo el
dominio incaico y de esa manera ganar aliados entre éstas
naciones que veían a los españoles como sus liberadores del
imperio. Después de matar al Inca, los españoles contando con
el respaldo militar y logístico de millares de nativos, rebeldes al
dominio inca, fueron practicamente invencibles en los
momentos decisivos de esta guerra de la conquista. Bastarían
pocos años para que éstos aliados nativos se arrepientan de su
fatal error. Pero ya era muy tarde, el imperio estaba destruido y
todos sus pobladores, inclusive estos aliados, reducidos a
condiciones subhumanas. Durante la colonia el status de los
aymaristas y todos los otros nativos fue peor, inclusive, a la de
los esclavos africanos pues éstos últimos tenían algún valor en
dinero mientras que la ³indiada´ se podía obtener gratis.
Millones de aymaristas y otros indígenas murieron, forzados por
los encomenderos que contaban con el consentimiento de las
autoridades políticas y eclesiásticas españolas. Esta matanza
alcanzó las mayores cifras en las minas de 3 cuya riqueza
de plata fue despilfarrada, entre otras cosas, en la llamada
³armada invencible´. Este fue un verdadero / por el
que hasta ahora los descendientes de los antiguos nativos
andinos claman una declaración formal de arrepentimiento y
disculpas, tal como aconteció en *  en abril del 2000.

Después de la batalla de Ayacucho en 1824, que fue la última de


la guerra de independencia, todos los territorios habitados por
los aymaras estaban en el seno del territorio peruano. Pero un
año después, en 1825, líderes de la región del  ,
motivados por intereses personales y el centralismo limeño,
deciden que esta ex-audiencia se convierta en la nueva república
de Bolivia. El lago Titicaca y los aymaristas fueron separados en
dos partes perteneciendo cada una a diferentes países. Años más
tarde estalla la /    3 que enfrentó Chile contra
Perú y Bolivia. Como las batallas decisivas de esta guerra
estuvieron geográficamente enmarcadas en los antiguos
territorios de los Lupaqas y Qollas se puede deducir la alta cuota
de sangre aymara derramada en esta guerra que ha carecido de
cualquier sentido para el pueblo aymara. Chile ganó esta guerra
y con eso conquistó importantes territorios
 @ 3 de Bolivia y Perú que mayoritariamente
eran poblados por aymaristas. De esta manera intereses ajenos
fueron los que los separaron a los aymaristas en los senos de tres
repúblicas diferentes.

La independencia de España, de los países sudamericanos, en


poco o nada mejoraron la condición de los aymaristas y otros
nativos. Es más, algunos historiadores sostienen que su
situación empeoró. Hasta recientemente la práctica del " 
+
era una forma sutil de esclavitud en las casas de los ricos
gamonales de Bolivia y Perú. Estimativas actuales sostienen que
el 80% de los 1.6 millones de aymaristas estén viviendo en las
ciudades desempeñando actividades económicas informales y
periféricas. El 20% restante vivirían en el medio rural laborando
en la pequeña agricultura y pastoreo en las peores condiciones
de miseria. Como los castellano hablantes de las urbes son
intolerantes con las lenguas nativas, un aymarista es forzado a
aprender el español y consecuentemente ocultar su idioma
materno hasta a sus propios hijos que por lo general solo hablan
español. Esto resulta en la alta tasa de decrecimiento de los
aymara hablantes que amenaza con la extinción del aymara
como lengua viva.

Durante casi todos los años del siglo XX siempre existieron


personajes y organizaciones que se decían representativas de los
aymaras. La poca confianza/entusiasmo que consiguieron
despertar es porque los líderes de estas organizaciones casi
siempre abandonaron a sus representados una vez que ellos
obtuvieron beneficios para sí propios. Pese a todo esto, debemos
reconocer a algunos líderes aymara que han realizado un trabajo
honesto y entusiasta por la causa aymara. Las voces de ellos
demandando el reconocimiento de la los valores del pueblo
aymara, el respeto por la identidad y lengua, hacen que el
³PachaKuti´ (tiempo de vuelta) se transforme de una lejana
esperanza en algo factible. Este movimiento que se nota en
muchos documentos y sitios esparcidos por Internet, nos
permite afirmar que el revigoramiento de la lengua y cultura
aymara parece tornarse una bella realidad. Puede ser que esté
comenzando un nuevo capítulo en el libro de la historia del
pueblo aymara.

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