DINÁMICA DE LA ACUMULACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE N EN CAPSICUM

CHINENSE JAQ.*

Salvador M, P1.; Borges G., L2.; Pérez G., A2.; Pinzón L., L2.

1).Profesor-Investigador del Instituto Tecnológico de la Zona Olmeca,

Prolongación de Ignacio Zaragoza S/n. Villa Ocuiltzapotlàn ,Centro, Tabasco.
Correo electrónico: 1pchoco336@hotmail.com 2). Profesor-investigador del
Instituto Tecnológico de Conkal. Km 16.3 antigua carretera Mérida- Motul, Conkal,
Yucatán. C.P. 97345. Apartado postal 53D. Col. Itzimná, Mérida, Yucatán.

RESUMEN

Se cuantificó la distribución y acumulación de nitrógeno en chile habanero

(Capsicum chinense Jaq.) de la marca comercial seminis, en una densidad de
plantación de 1.8 plantas m-2. Las dosis de fertilización evaluadas fueron: T1300,
T2240, T3180 y T4120 kg ha-1 de N. Se realizaron cuatro muestreos destructivos
cada 25 días entre los 40 y 115 días después del trasplante (DDT), para
determinar la masa seca y analizar el contenido de nitrógeno en los diferentes
órganos de la planta. No se observo diferencias significativas entre tratamientos
en la acumulación de biomasa y en el contenido de N, por tanto, con el suministro
de 120 kg ha-1 de N se cubre la demanda nutricional del cultivo. La mayor
acumulación de biomasa y N se tuvo entre los 40 y 65 DDT en hojas. En cuanto a
la biomasa de frutos el mayor peso se tuvo a los 115 DDT.

Palabras clave: nutrientes, masa seca, órganos.

INTRODUCCIÓN

La fertilización es después del agua el segundo factor limitante en la producción

hortícola, el cual tiene como objetivo principal restituir al medio de crecimiento las
cantidades de nutrientes absorbidas por las plantas. La demanda nutrimental de
un cultivo está en función de la producción de biomasa y la distribución de la
materia seca entre los diferentes órganos de la planta lo cual juega un papel
fundamental en la producción (Peil y Gálvez, 2005). De acuerdo a Landis (1989)
existe una relación característica entre la concentración de un ion nutriente en el
tejido de la planta y su crecimiento. Rincón et al. (1995) señalaron que la
concentración de estos elementos en las plantas obedece a diversos factores,
entre los que podemos mencionar; las condiciones del medio donde se desarrolla
la planta, la época del año y la tecnología de producción, incluso existen
variaciones de una especie a otra. A pesar de los estudios realizados para
optimizar la fertilización, en chile habanero existen pocos trabajos que determinen
la acumulación de nitrógeno en sus diferentes órganos de la planta (Martínez et
al., 2006). La mayoría de los trabajos de nutrición se han enfocado a la aplicación
y manejo de fertilizantes, la interacción entre el riego y los abonos orgánicos y los
efectos de los abonos orgánicos sobre el rendimiento (Dzib y Uribe, 2006; Soria et
al., 2002; Tun., 2001). Por lo anterior el presente trabajo tuvo como objetivo
principal, evaluar la acumulación y distribución de N en órganos de plantas de
chile habanero en respuesta a diferentes suministros de nutrientes.

MATERIALES Y MÉTODOS

La presente investigación se llevo a cabo en el campo experimental del Instituto

Tecnológico de Conkal Yucatán. En un cultivo de chile habanero de la marca
comercial séminis. Se evaluaron diferentes dosis de N: T1 (N300); T2 (N240); T3
(N180) y T4 (N120) aplicados en el riego. Para este trabajo se utilizó un diseño
experimental de bloques completos al azar con cuatro repeticiones, cuya unidad
experimental por tratamiento fue de 24 m2 con 45 plantas cada unidad,
sembradas a una distancia de 2 m entre hilera y 40 cm entre plantas, de las cuales
39 constituyeron la parcela útil. Se realizaron cinco muestreos destructivos de
plantas, la primera se hizo antes del trasplante, la segunda a los 40 días después
de la siembra y los siguientes tres a un intervalo de 25 días hasta los 115 días de
edad. Las plantas muestreadas fueron fraccionadas en tallos, hojas, flores, frutos y
raíz, y secadas en una estufa de aire forzado a 65 ºC. Como variables respuestas
se tuvieron: altura de la planta, acumulación de materia seca y la distribución y
acumulación de N en los diferentes órganos de las plantas, el cual se determino
por el método de Kjeldahl.

RESULTADOS Y DISCUSIONES

De acuerdo a Berstch (1995) la dosis de fertilización óptima se obtiene cuando se

alcanza el mayor índice de asimilación. En este estudio se observo que un
incremento en la fertilización de nitrógeno no significó un incremento en la
producción de biomasa y acumulación de este nutrimento en los diferentes
órganos. Los resultados estadísticos mostraron diferencias no significativas
excepto en la producción de biomasa de la flor (Figuras 1 y 2). En cuanto la altura
de la planta se tuvieron diferencias significativas siendo T1 diferente al tratamiento
T3 a los 90 días DDT

Figura 1. Altura promedio de las plantas de chile habanero a diferentes días

después del trasplante.
Figura 2. Acumulación de masa seca por órgano a diferentes días después del
trasplante.

La distribución de la masa seca según el órgano vegetativo muestra que las hojas
aportan el 49% hasta los 65 DDT, decreciendo posteriormente hasta el final del
periodo del cultivo, dando lugar al incremento de masa seca por parte de los
frutos, semejante a lo obtenido por, Marcussi et al., 2004; Rodríguez y Pire., 2003;
Rincón et al., 1995; (Figura 3).
Figura 3. Distribución de masa seca por órgano a diferentes días después del
trasplante.

La figura 4 y 5 presentan la acumulación de nitrógeno a lo largo del ciclo del

cultivo y su distribución relativa según los órganos vegetativos. El análisis de
varianza no detecto diferencia estadística significativa entre tratamiento para la
variable acumulación de nitrógeno por órganos (Figura 4). Sin embargo en el
análisis porcentual de N, el contenido de éste mineral disminuye con la edad de la
planta en todos los casos.

Figura 4. Acumulación de nitrógeno por órgano a diferentes días después del

trasplante
La concentración de nitrógeno más elevada se encontró en las hojas (Figura 5). La
evolución de la concentración foliar durante el periodo de cultivo se caracterizo por
una tendencia ascendente hasta los 65 días después del trasplante, descendiendo
hasta el final del periodo del cultivo. La concentración foliar en la etapa media del
cultivo (65 DDT) fue del 5.6 % similar a lo reportado por otros autores (Marcussi et
al., 2004; Rincón et al., 1995; Pire y Colmenarez., 1994) y disminuye hasta 4 % a
los 115 DDT.

Figura 5. Distribución de nitrógeno a diferentes días después del trasplante.

CONCLUSIONES

La producción de biomasa y acumulación de N no se afecta con el incremento de

la fertilización nitrogenada. El suministro de 120 kg ha-1 de N cubre la demanda
nutricional del cultivo, presentándose la mayor acumulación de N en hojas seguido
de tallos, frutos y por último la raíz. La mayor producción de biomas a los 65 DDT
se presentó en las hojas y la mayor producción de biomasa a los 115 DDT se
presentó en frutos.

REFERENCIAS

Bertsch, F. 1995. La fertilidad de los suelos y su manejo. Asociación

Costarricense de la Ciencia del Suelo. San José C: R. 157 p.
Dzib, E, R. y Uribe, V, G. 2004. Fuentes de fertilizantes y su respuesta en el
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Landis, T.D. 1989. Mineral nutrients and fertilization. In: Landis, T.D; Tinus R.W;
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Peil, R. M. y Galvez, J. L. 2005. Reparto de materia seca como factor
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