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SECCIÓN ESPECIAL

REVISIÓN

El Desafío de la Educación y el Aprendizaje en los Países


en Desarrollo
Michael Kremer1, Conner Brannen2, Rachel Glennerster3*

Aviso de traducción: La traducción del siguiente artículo no es una traducción oficial de


AAAS staff. El artículo original esta publicado en la revista Science AAAS El 19 de abril
2013: Vol 340, pp 297-300. DOI:10.1126/science1235350 “The Challenge of Education and
Learning in the Developing World”.

Las evaluaciones aleatorias encuentran que la participación escolar es sensible a los costos
en muchos contextos diferentes: la reducción de los gastos del propio bolsillo, las becas al
mérito y las transferencias monetarias condicionadas; todas estas son medidas que
aumentan la escolarización. El enfoque en la salud infantil, y la entrega de información
acerca de cómo la educación incrementa los ingresos pueden aumentar la escolarización
de manera aún más costo-efectiva. No obstante, entre los escolares, los puntajes de las
pruebas son notoriamente bajos y no responden a aportaciones continuas de un mismo
tipo, tales como la contratación de maestros adicionales, la adquisición de libros de texto, o
la concesión de becas flexibles. En contraste, las reformas pedagógicas que hacen coincidir
la enseñanza con los niveles de aprendizaje de los alumnos son altamente costo-efectivas
para el incremento del aprendizaje, así como lo son las reformas que mejoran la
responsabilidad y los incentivos, tales como el reclutamiento local de maestros con
contratos a corto plazo. La tecnología podría ayudar potencialmente a mejorar la pedagogía
y la responsabilidad. La mejora de la educación pre y post-primaria son los principales
desafíos para el futuro.

Durante las últimas dos décadas, una nueva corriente de evaluaciones aleatorias ha
examinado cómo los países en vías de desarrollo pueden ayudar a (i) que los niños que no
asisten a la escuela tengan acceso a la educación, y (ii) que los niños escolarizados puedan
mejorar sus niveles de aprendizaje, los que a menudo son deplorables. Las evaluaciones
aleatorias pueden ayudar a esclarecer el impacto causal que tienen los programas de las
meras correlaciones, sin embargo, existe un debate en torno a la medida en que los
resultados pueden generalizarse dentro de un marco contextual más amplio. En el presente
escrito, se revisa la evidencia sobre el impacto que tienen algunos programas y se presenta
un nuevo análisis de costo-efectividad. En la mayoría de los casos, se halló un grado
notable de coherencia entre los impactos que tuvieron programas similares en distintas
zonas geográficas. No obstante, el impacto de los programas diseñados para mejorar el
desempeño docente y la responsabilidad de las escuelas parece ser más dependiente del
contexto, y más sensible a pequeñas diferencias en el diseño del programa.

Ampliar el acceso a la Educación

1 Harvard University, Cambridge, MA 02138, EE.UU.


2 Harvard University, Cambridge, MA 02138, EE.UU.
3 Abdul Latif Jameel Poverty Action Lab, Massachusetts Institute of Technology, Cambridge, MA 02139, EE.UU.

*Correspondencia con la Autora. Correo electrónico: rglenner@mit.edu


Las evaluaciones aleatorias confirman sistemáticamente que volver a una escuela más
atractiva desde el punto de vista financiero puede aumentar la participación escolar (1). Los
programas de transferencias monetarias condicionadas (TMC) proporcionan apoyo
financiero a madres en situación de pobreza con la condición de que sus hijos reciban
atención médica básica y asistan a la escuela regularmente. En 1998, en México, el
programa de TMC inicial (PROGRESA) aumentó la tasa de transición de alumnos de
primaria al primer ciclo de secundaria en 14,8 puntos porcentuales en el caso de las niñas,
y en 6,5 puntos porcentuales en el caso de los niños (2). El éxito de PROGRESA suscitó
que más de 30 países establecieran programas similares, muchos de los cuales han sido
objeto de evaluaciones aleatorias, obteniendo resultados similares (3).

La mayoría de los programas de TMC implican transferencias financieras que constituyen


una gran porción de los ingresos de los hogares en situación de pobreza; sin embargo, tres
estudios señalan que incluso transferencias pequeñas pueden tener grandes efectos. En
Malawi, una TMC mensual de US$5 fue tan eficaz como una de US$10 (4). En Kenia, la
entrega gratuita de uniformes escolares (con un costo menor a US$8) redujo las tasas de
deserción escolar entre las niñas en un 3,1%, desde una base de 18,8% (5).

El hallazgo de que pequeños costos a corto plazo pueden influir sustancialmente en las
decisiones de vida, así como tener consecuencias importantes a largo plazo, es coherente
con los conocimientos de la economía conductual (6). La economía conductual también
explica por qué la sincronización de las fechas de pagos de TMC con las fechas de pago de
arancel puede elevar el costo-efectividad de estos programas (7). Los programas de becas
al mérito pueden, simultáneamente, aumentar el acceso a la escolarización y estimular el
aprendizaje, pues motivan a los estudiantes a trabajar más arduamente, a hacer más
tareas, y a asistir más frecuentemente a la escuela (8).

En algunas regiones del mundo existen grandes disparidades de género entre los
matriculados. Los estudios citados anteriormente encuentran que los incentivos financieros
tienen efectos considerables sobre la participación escolar de las niñas. A pesar de los
numerosos debates, existe poca evidencia rigurosa de que la asistencia escolar de las
niñas aumente por la presencia de letrinas para facilitar su cuidado personal durante el
período menstrual. Un ensayo aleatorio realizado en Nepal no encontró ningún efecto de la
entrega de productos sanitarios sobre la participación escolar (9).

Más allá de los costos financieros, la distancia a la escuela también es un factor importante
para la participación escolar, especialmente si existen normas sociales o problemas de
seguridad que dificulten el traslado de las niñas lejos de su hogar. En Afganistán, un
programa que estimulaba a las comunidades a donar espacio en edificios existentes para
fundar escuelas locales aumentó la matrícula de niñas en 42 puntos porcentuales. Por cada
milla de distancia adicional de recorrido para dirigirse a la escuela, la matrícula en escuela
primaria cayó 19 y 14 puntos porcentuales para niñas y niños, respectivamente (10).

Existen dos formas de aumentar la participación escolar que son particularmente costo-
efectivas (11). En un estudio llevado a cabo en el oeste de Kenia (12), la desparasitación
realizada en las escuelas redujo el ausentismo escolar en una cuarta parte, y los
estudiantes de escuelas vecinas también presentaron mayor asistencia debido a que esta
intervención interrumpió el ciclo de transmisión de la enfermedad. Cien dólares de inversión
en desparasitación escolar masiva generarían 14 años adicionales de escolaridad. Los
resultados de seguimiento en Kenia, así como el resultado de pruebas no aleatorizadas de
desparasitación realizadas en el sur de EE.UU., sugieren que la desparasitación genera
grandes beneficios a largo plazo en educación e ingresos (13, 14). Estudios realizados en
República Dominicana y Madagascar hallaron que simplemente informar a quienes
subestiman la correlación existente entre educación e ingresos, sobre cómo el ingreso
medio varía en función de la educación, puede aumentar la participación escolar a un costo
muy bajo (15, 16).

Calidad de la Educación

Aunque las cifras de escolarización se han expandido rápidamente, la calidad es a menudo


deplorable. En India, el 31% de los niños en tercer grado no puede reconocer palabras
simples (17); mientras que en una muestra de escuelas en seis países, el 19% de los
maestros se encontró ausente durante visitas no anunciadas (18).

La Figura 1 muestra un nuevo trabajo que compara el costo-efectividad de 30 programas


escolares de primaria orientados a mejorar los puntajes de las pruebas, sujetos a una
evaluación aleatoria, donde los autores del estudio han puesto a disposición información
detallada de los costos. Estas comparaciones deben ser consideradas como una aportación
más entre otras para la evaluación de las políticas, especialmente, porque algunos
enfoques pueden reportar beneficios que van más allá de los resultados de las pruebas, y
porque una desviación estándar de los puntajes de las pruebas puede acarrear diferentes
significados conforme al contexto. Algunas intervenciones pueden ser más aplicables que
otras en dos loterías particulares (11) (mayores comparaciones, así como los cálculos de
base, se publicarán en el sitio http://www.povertyactionlab.org/policy-
lessons/education/student-learning). La figura izquierda muestra los impactos estimados
medidos en desviaciones estándar (DS) y los intervalos de confianza de 90%. La figura
derecha muestra (en escala logarítmica) el número de DS de mejora en los puntajes de las
pruebas que podrían obtenerse a partir de una inversión de US$100. En algunos casos, los
costos podrían reducirse probablemente si los programas se implementaran a escala; sin
embargo, para mantener la consistencia, en la figura se muestran los costos del estudio.
Los efectos se muestran según su examen en distintos horizontes cronológicos.

Muchos de los programas que aumentaron cuantitativamente la educación también


promovieron el aprendizaje. Por ejemplo, el programa en Afganistán mejoró los puntajes
radicalmente (10); la desparasitación aumentó la tasa de aprobación de los exámenes de
primaria de las niñas en Kenia en un 25% (13); y el programa de Madagascar aumentó los
puntajes de las pruebas en 118 DS por cada US$100 gastados (16).

A pesar de los niveles muy bajos de recursos, la provisión continua de aportaciones


educativas de un mismo tipo sin considerar cambios en la pedagogía o en la
responsabilidad suele tener un impacto muy limitado sobre los puntajes de las pruebas. Por
ejemplo, cuando un programa de Kenia introdujo maestros locales, la reducción del número
de alumnos por clase a cerca de la mitad (de una base de 80) no mejoró significativamente
los puntajes de los alumnos que continuaron con el maestro gubernamental (19, 20). Un
estudio realizado en dos estados de India obtuvo resultados similares (21). En contraste,
una evaluación aleatoria en EE.UU. encontró que la reducción del número de alumnos sí
mejoraba los resultados de las pruebas (22). Una hipótesis para ello es que los recursos
adicionales tienen un impacto mayor cuando la responsabilidad de la escuela es más fuerte.

Fig. 1. Impacto en los puntajes de las pruebas a partir de evaluaciones aleatorias


realizadas en programas de escuela primaria en países en vías de desarrollo.
Resultados extraídos de 18 estudios aleatorios que informan los resultados de los puntajes
de las pruebas. Los gráficos se basan además en los datos de costos proporcionados en
detalle por los autores de estos estudios, y en conversaciones con los mismos acerca del
modo más apropiado de calcular el costo-efectividad. Los datos y cálculos de base se
encuentran disponibles en: www.povertyactionlab.org/policy-lessons/education/student-
learning.
Impacto en los Puntajes de las Pruebas DS adicional por cada US$100 (en
(en DS) con un intervalo de confianza escala logarítmica)
de 90%

Transferencias monetarias no-condicionadas, Malawi (4)


Transferencias monetarias condicionadas mínimas, Malawi (4)
Becas al Mérito para Niñas, Kenia (8)
Escuelas fundadas en aldeas, Afganistán (10)
Suministro de información sobre los ingresos, Madagascar (16)
Reducción del número de alumnos por sala de clases, Kenia (20)
Libros de texto, Kenia (23)
Uso de rotafolios, Kenia (24)
Reducción del número de alumnos por sala de clases, India (21)
Construcción/mejoramiento de bibliotecas, India (36)
Becas del consejo escolar, Indonesia (25)
Becas del consejo escolar, Gambia (37)
Libros de texto para el quintil superior, Kenia (23)
Adición de computadores a las aulas, Colombia (27)
Programa ”Un Laptop por Niño” (OLPC), Perú (26)
Evaluación de diagnóstico, India (39)
Programa de maratón de lectura “Read-a-Thon”, Filipinas (38)
Aprendizaje asistido por computador a ritmo individualizado, India (21)
Maestro interino adicional + seguimiento, Kenia (19, 20)
Educación de recuperación, India (21)
Seguimiento por logros, Kenia (19)
Contratación de maestros, Kenia (20)
Incentivos a los maestros (primer año), Kenia (30)
Incentivos a los maestros (a largo plazo), Kenia (30)
Supervisión por cámara, India (28)
Incentivos a los maestros (segundo año), Kenia (30)
Capacitación para los consejos escolares, Indonesia (25)
Subvención y capacitación para los consejos escolares, Gambia (37)
Elección del consejo escolar y enlace con el gobierno local, Indonesia (25)
Enlace del consejo escolar con el gobierno local, Indonesia (25)

Límite superior del 90% Impacto Límite inferior del 90%

Acceso a la Educación Aportaciones Habituales Innovaciones


Pedagógicas

Responsabilidad Docente Gestión basada en las Escuelas

La evidencia sobre las aportaciones no-docentes también es desalentadora. En Kenia, ni el


suministro de libros de texto adicionales ni el de rotafolios de instrucción aumentaron los
resultados de las pruebas (23, 24). En el caso de Indonesia, la subvención otorgada a
consejos escolares locales para apoyar sus escuelas tampoco mejoró los puntajes de las
pruebas (25).

Algunos estudios de aportaciones brindan pistas sobre por qué estos puntajes no
aumentaron. Aunque el suministro de libros de texto autorizados por el gobierno de Kenia
no tuvo impacto sobre el estudiante promedio, esta medida sí mejoró el aprendizaje de
aquellos que comenzaron el año con niveles más elevados de aprendizaje (23). Este
resultado sugiere que los libros de texto fueron desarrollados en función de los niños con
mejor desempeño. Este estudio dio origen a una serie de evaluaciones aleatorias que
examinaron la efectividad de ajustar los planes de estudio al nivel del niño.
En muchos países en vías de desarrollo, los sistemas educativos y planes de estudio se
centran en los niños que poseen los niveles más elevados de aprendizaje. Una variedad de
estrategias pedagógicas diferentes diseñadas para ajustar el nivel de instrucción al nivel del
niño demostró un alto grado de costo-efectividad para mejorar el aprendizaje. Un programa
educativo de recuperación realizado en India generó un aumento de 3,01 DS en los
puntajes de las pruebas por cada US$100 gastados (21). Un programa en Kenia contrató
maestros adicionales, dividió las clases de primer grado en dos subgrupos, y comparó el
aprendizaje cuando los estudiantes eran asignados a una de estas sobre la base de
preparación inicial o de asignación aleatoria. El seguimiento por nivel de preparación inicial
aumentó los puntajes obtenidos, tanto en los niveles más elevados de preparación inicial,
como en los más bajos. La tecnología puede ser útil para adaptar el aprendizaje a cada
estudiante individual: en India, un programa de aprendizaje asistido por computador (CAL,
por su sigla en inglés) utilizó un software matemático que permitía a los niños aprender a su
propio ritmo, y obtuvo un consiguiente aumento de los puntajes de 0,48 DS (21), o 1,54 DS
por cada US$100 gastados. Sin embargo, los programas CAL no siempre reportan
aumentos significativos en los puntajes de las pruebas, como ocurrió en el caso del
programa “Una Laptop por Niño” en Perú, y en otro de características similares realizado en
Colombia (26, 27). Esto se debe posiblemente a que los programas no adaptaron la
instrucción al nivel de conocimiento de cada estudiante; y en el caso colombiano, a que los
computadores no estaban vinculados al plan de estudios y, por tanto, no se utilizaron
generalizadamente.

En el caso de India, la evidencia sugiere que incentivar la presencia de los maestros en


clase puede mejorar los puntajes de las pruebas (28). No obstante, la eficacia de los
variados enfoques para mejorar los incentivos a los maestros parece diferir en los distintos
estudios. La vinculación del pago de los maestros a los puntajes de los estudiantes mejoró
el aprendizaje en India (29); sin embargo, en Kenia, los maestros respondieron
principalmente enseñando en función del contenido de las pruebas (30). Algunos
argumentan que informar a los padres acerca de las condiciones del establecimiento
escolar puede llevarlos a exigir mejores servicios en las escuelas públicas. Una evaluación
de este enfoque en India no encontró ningún impacto (31), mientras que un programa en
Pakistán encontró que el suministro de información a los padres acerca de las escuelas
públicas y privadas (no de élite) estimula a que las escuelas de bajo rendimiento mejoren su
desempeño, y que las escuelas privadas con mayor rendimiento reduzcan sus matrículas
(32). Un tema importante para el trabajo a futuro es clarificar si estos resultados
contrastantes se deben a diferencias en los detalles programáticos, o bien, a diferencias en
el contexto.

A nivel de comunidad local, los programas que parecen tener más éxito son los que además
de suministrar información, profundizan en temas de capacitación. La introducción de
consejos escolares locales no parece en sí misma mejorar el rendimiento, como tampoco la
capacitación de éstos (25), o el hecho de informar a sus miembros acerca de sus deberes y
desempeños para mejorar la calidad (31). No obstante, el establecimiento de vínculos más
formales entre los consejos escolares y el gobierno, y de una configuración más
representativa a través de elecciones, sí mejoró los puntajes de las pruebas en Indonesia
(25).

Los estudios realizados en Kenia e India encontraron aumentos en los puntajes de las
pruebas al complementar el trabajo de maestros de la administración pública con maestros
reclutados localmente bajo contratos a corto plazo (20, 21). El estudio realizado en Kenia
sugiere en teoría que si el gobierno considerara contratar maestros suficientes para tener
una clase de 40 alumnos en primer grado, la contratación inicial de maestros locales con
contratos a corto plazo y de alrededor de una cuarta parte del salario podría ser
enormemente rentable, mejorando el aprendizaje y reduciendo los costos relacionados con
el sistema actual. Otro estudio realizado en Kenia destacó las presiones que pueden
enfrentar los gobiernos de convertir a estos maestros contratados localmente en
funcionarios públicos; estrategia que podría socavar su eficacia (33).

Una medida más radical sería proporcionar vales a los padres para permitirles escoger
escuelas privadas para sus hijos. Un programa en Colombia que combinó elementos del
sistema de vales y de becas al mérito (los vales se hacían efectivos con la finalización de
grado) dio lugar a mayores tasas de finalización de la secundaria (34). Sería muy útil contar
con evidencia adicional de otros contextos dentro de los países en vías de desarrollo. La
evidencia sobre el impacto total del sistema de vales sobre los puntajes de las pruebas en
EE.UU. es variada; sin embargo, algún grado de evidencia demuestra que se produjeron
beneficios entre la población afroamericana desfavorecida (35). Una hipótesis es que estos
programas tienen un mayor impacto donde los problemas de gobernanza en las escuelas
públicas son más agudos.

Hemos aprendido mucho acerca de cómo ayudar a que los niños sin escolaridad obtengan
acceso a ella y, a partir de las investigaciones, ha surgido una serie de tópicos generales
orientados a asegurar el aprendizaje entre los estudiantes de primaria. El suministro de
aportaciones adicionales que no va acompañado de cambios en la pedagogía o la
gobernanza ha tenido un impacto limitado, mientras que la adaptación de los métodos de
enseñanza para alcanzar los niveles variados de aprendizaje en los países en vías de
desarrollo ha demostrado ser muy eficaz. Existen tres grandes desafíos para la educación
en los países en vías de desarrollo: el uso de la tecnología para mejorar la pedagogía y la
responsabilidad de la escuela; mejorar el acceso a la educación y su calidad post-primaria
de manera rentable; y comprender el rol que tiene la educación privada. En todas estas
áreas, será importante estudiar los impactos a largo plazo sobre el aprendizaje, las
habilidades no-cognitivas, los resultados en el mercado laboral, los resultados en la salud y
la familia, y las actitudes y el comportamiento cívico. Aún nos queda mucho por aprender.

Grandes Desafíos
Utilizar la tecnología para mejorar la pedagogía, la gestión, y la responsabilidad. La
mayoría de las aulas de los países en vías de desarrollo presentan una gran desproporción
en los niveles de aprendizaje. Los programas que intentan adaptar la enseñanza al nivel de
aprendizaje de los niños han demostrado ser eficaces, y la tecnología educativa que adapte
la instrucción a los niveles de conocimiento de los estudiantes podría desempeñar un papel
importante en el futuro. Asimismo, las tecnologías de seguimiento podrían ayudar a mejorar
la responsabilidad, y facilitar la entrega de mejores incentivos dentro de sistemas
educativos donde uno de cada cinco maestros está ausente.

Mejorar el acceso y la calidad de la educación pre y post-primaria. Existe evidencia


sustancial acerca de la forma en que se puede aumentar la cantidad y la calidad de la
educación dentro de las escuelas primarias; sin embargo, se requiere de mucha
investigación adicional en torno a los niveles de educación restantes. Existe evidencia
interesante acerca de que los programas de educación preescolar y de la primera infancia
podrían ser altamente eficaces para mejorar el aprendizaje; sin embargo, hace falta un
mayor conocimiento. La enseñanza secundaria, profesional y superior también son áreas
importantes para la investigación, debido al rápido aumento en la asistencia, los costos
elevados, la inquietud en torno a la pertinencia curricular, y el estado fragmentario del
conocimiento actual.

Desarrollar políticas apropiadas para regular y apoyar la educación en el sector


privado. Las escuelas privadas son cada vez más comunes, incluso entre la gente en
situación de pobreza. Esto se debe en gran parte a la mala calidad de la educación
gestionada por los gobiernos. Sin embargo, muchas de estas escuelas también son de baja
calidad, y se sabe poco acerca de cómo mejorar su rendimiento, o bien, cuál es el posible
rol que desempeña el gobierno en su apoyo y regulación.

Referencias y Notas

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Agradecimientos: Agradecemos fehacientemente a los autores de los estudios incluidos en


el análisis de costo-efectividad por brindarnos datos detallados acerca de los costos del
programa, y por sus opiniones sobre las formas más apropiadas de calcular la relación de
costo-efectividad; al equipo de políticas públicas de J-PAL; a tres revisores anónimos; y a B.
Nordgren por el diseño de la fig. 1.

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