Me siento cuando manoseo tus tetas Como el lechero que ordeña ubres de vaca

Como el crio curioso que tantea el seno lechoso que le amamanta

Mi lengua hipertensa sesgada a tu ugula adentrándose en tu garganta

Mis incisivos afinados ante tus incisivos afinados

hacen que me sienta un enólogo ebrio catando tus babas.

Me siento misionero sobre la diócesis de tu cuerpo

El prepucio seco en la fosa acuosa

Tu jadeante yo enmudecido Tu boca abajo, boquiabierta

Yo sobre ti, como una estampa de cristo escudriñándote

Tu en tu dinamismo de pescado agonizante

Mordiendo la almohada en tu va y ven constante de mar embravecido

Hacia adelante y hacia atrás Hacía atrás y hacia delante

Alcanzando el orgasmo jamás sincronizado Hasta que,

Sin aviso previo ..Bajas nena.

Y ojalá nunca cesara tu lengua con mi escroto

Así como no cesa mi nariz, sobre el bordado rasurado de tu pubis puntillista

Cuando bajo nena

Porqué quiero acoplarme a tu vagina jugosa

Porqué quiero ser siervo de tu clímax y alcoholizarme con su mucosa

Porqué quiero sin preámbulos Penetrar las antesalas de tu útero

Hinchadas las venas compulsivas de mi aplomado tronco

Mis testículos reiterando en tu culo bailarín La palmada jocosa

y mi glandes halando Afligidas lágrimas pre seminales

Me siento más cerdo

Que el cerdo de establo

Cuando quiero darte por .. darte la vuelta

Hacer reiterativas las hondas de tu cadera

Mientras resto absorto en tu caliente perrilla en celo

Cuando quiero hornearme y asfixiarme entre tus nalgas

Cuando quiero padecer entropías mientras te la meto

Cuando quiero que tus gemidos espasmódicos

Hagan trizas los vidrios de la ciudad noctambula

Y que tus jadeos sean más intensos que el amor del carpe teutónico a la patria

Cuando quiero sufrir la claustrofobia de ahogarme entre tus pechos

Y pedirte que me cabalgues, como un ferrocarril descarrilado

Y tu clítoris acuciando al estremecimiento de la entrepierna

Y tu gaznate escupiendo cochinadas arquitectas de mi erección

Y tu melena hecha presa voluntaria de las sádicas sacudidas

Y nuestros sexos más dispuestos, que las artillerías pesadas de la armada invencible

Y más allá de los confines de las mantas seminales

Más allá del sacrilegio del profiláctico de lo que suscita risa, de las feromonas

Más allá de las corridas vespertinas y los alaridos sementales

Solo el mundo, el prójimo que no atiende al pecado

El prójimo que ignora tu goce, mi goce , nuestro goce por el mero goce de amarnos

Y tu y yo rehenes de coitos terapéuticos, y tu y yo antropomórficos entes orgásmicos

Absortos en la consecución de la paz, absortos en la conclusión del hambre

Confrontando crisis pobrezas lastres petrolíferos y las más encarnizadas guerras nucleares

Si seguimos follando tanto