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ABDOMEN
aparición de la obstrucción, su grado y la magnitud de la con- que evita su reconocimiento. Los cambios del colédoco des-
taminación bacteriana de la bilis son los principales factores pués de la migración de un cálculo han sido señalados como
que determinan los síntomas resultantes. Así, la obstrucción signos indirectos de esta situación, pero requieren de un ope-
aguda transitoria en general causa cólicos biliares (estudios rador muy entrenado y de estudios reiterados. De cualquier
recientes demuestran que el 30 % de los cólicos vesiculares manera, el estudio ecográfico es de suma importancia para la
son en realidad migraciones litiásicas transpapilares), mien- evaluación de una litiasis coledociana, ya que además aporta
tras que la obstrucción que se desarrolla en forma gradual puede otros datos que contribuyen al diagnóstico y al eventual trata-
presentarse con prurito e ictericia solamente. Si las bacterias miento (dilatación del a vía biliar en forma uniforme o secto-
proliferan, puede producirse colangitis (véase el apartado co- rial, características de la vesícula, etc.) (fig. 38-35). La eco-
rrespondiente). grafía transendoscópica puede ser de utilidad en el diagnósti-
Laboratorio. Los principales elementos son los que resul- co diferencial con tumores periampulares (fig. 38-36).
tan de la obstrucción parcial o total de la vía biliar, con au- La tomografia computada, si bien puede ser más sensible
mento de la fosfatasa alcalina y la bilirrubinemia (véase que la ecografía, no es de uso corriente por razones de costo
Colestasis). El valor pico de la bilirrubina en la coledocolitiasis en el diagnóstico de la coledocolitiasis, excepto cuando se re-
es de 2 a 10 mg/dl en más del 90 % de los pacientes ictéricos quiere el diagnóstico diferencial con obstrucciones de origen
(valores más altos deben hacer pensar en una obstrucción neoplásico de la zona periampular.
neoplásica). Los valores de fosfatasa alcalina que se hallan La colangiografía retrógrada endoscópica (fig. 38-37) es
más de 5 veces por encima de lo normal también deben hacer más específjca, pero su empleo está limitado a aquellos casos
pensar en otro tipo de obstrucción, generalmente por estenosis. en que se necesita confirmar el diagnóstico para optar por una
Diagnóstico por imágenes. La radiología simple es de poco conducta terapéutica o como paso previo al tratamiento
valor ya que es excepcional que permita la visualización de endoscópico de la litiasis coledociana. La morbilidad de este
los cálculos, teniendo en cuenta que éstos sólo son radiopacos procedimiento no hace aconsejable su utilización en el resto
cuando tienen calcio (cálculos pigmentarios), y la mayoría son de los pacientes, en los que la ecografía y las posibles altera-
de colesterol. ciones de las enzimas hepáticas, junto a la historia clínica,
La ecografía es menos sensible que para el diagnóstico de pueden hacer sospechar el diagnóstico, que será confirmado
litiasis vesicular; se ha referido una sensibilidad del 50 %, pero durante el acto operatorio con una colangiografía intraope-
cuando existe dilatación de la vía biliar ésta es muy superior. ratoria transcística.
Particularmente difícil es el diagnóstico de cálculos de la vía La colangiografía por punción transparietohepática, de fá-
biliar no dilatada y de ubicación distal, por el gas duodenal cil realización en la vía biliar dilatada, también tiene una gran
Fig. 38-35. Litiasis coledociana. La ecografía muestra: /, vesícula biliar; 2, litiasis coledociana; 3, vía biliar; 4, sombra acústica.
586 SECCIÓN VI. ABDOMEN
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LITIASIS INTRAHEPÁTICA
Fig. 38-38. Drenaje coledociano. Colocación de un tubo de Kehr. HD, con-
ducto hepático derecho; Hl, conducto hepático izquierdo: C,, conducto
cístico; Co, colédoco; K, tubo de Kehr; Du, duodeno; P, sutura del colédoco. Definición. Los cálculos se hallan en los conductos biliares
intrahepáticos, incluidos ambos hepáticos proximales a su
unión, aunque estén fuera del parénquima hepático (Mishina,
1982). La asociación con litiasis en el resto de la vía biliar
extrahepática no modifica esta denominación.
Epidemiología. La hepatolitiasis es más frecuente en paí-
tamiento ya referido de extracción de los cálculos puede ses del este de Asia, como Japón, China, Corea, Taiwán e
agregarse una anastomosis coledocoduodenal, que permitirá Indonesia. La tasa de prevalencia varía de acuerdo con el área:
en caso de cálculos olvidados su eliminación a través de la en Japón es del 3,9 % y en Taiwán del 50 % (Nakayama, 1980).
comunicación biliodigestiva y evitar así posibles cuadros de La prevalencia de la enfermedad en Occidente es baja (0,6 a
colangitis muy riesgosos en este grupo etario. La misma solu- 3 % según Lindstrom, 1977; Simmi, 1979). En América latina
ción se puede adoptar cuando existen estenosis distales benig- la prevalencia es más alta, ya que se han informado tasas de
nas como consecuencia de una litiasis coledociana de larga hasta 7 % (Bove, 1963).
data (fig. 38-40, A-C). Anatomía patológica. Los cálculos intrahepáticos son
Si la litiasis es además intrahepática, o la exploración sobre todo de bilirrubinato de calcio, compuesto principalmente