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Introducción
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son aquellas causadas por
microorganismos que se transmiten, o por intercambio de fluidos en las
relaciones sexuales.
.Las principales vías de transmisión son las mucosas de la boca, los órganos
genitales y el ano, debido a que sus tejidos cuentan con las condiciones
ideales, de humedad y calor, para que la infección se desarrolle y se transfiera.
¿QUÉ ES EL VIH?
El VIH o Virus de la Inmunodeficiencia Humana es un
retrovirus que ataca al sistema inmunitario de la persona
infectada. El sistema inmunitario es la defensa natural de
nuestro cuerpo frente a los microorganismos infecciosos,
como las bacterias, virus y hongos capaces de invadir
nuestro organismo.
En concreto, el VIH ataca y destruye los linfocitos CD4,
que son un tipo de células que forman parte del sistema
inmune y que se encargan de la fabricación de
anticuerpos para combatir las infecciones causadas por
estos agentes externos.
Cuando esta multiplicación se produce, hay copias del virus circulando por la
sangre (el número de copias del virus es lo que se conoce como Carga Viral) y
se reduce la cantidad de células CD4 del organismo, que acaba produciendo una
deficiencia inmunitaria. En este momento el organismo pierde capacidad
defensiva, provocando que la persona que lo sufre tenga más probabilidades de
contraer otras infecciones o de desarrollar enfermedades relacionadas con el
VIH, conocidas como enfermedades oportunistas. Están provocadas por agentes
que, ante sistemas inmunes que funcionan con normalidad, no causan ninguna
enfermedad. Solamente cuando el sistema inmunitario está muy debilitado,
aprovechan la “oportunidad” para desarrollar infecciones.
Sin tratamiento, generalmente toma 10 años para que alguien con VIH
desarrolle SIDA. El tratamiento desacelera el daño que causa el virus y
ayuda a que los infectados se mantengan sanos durante varias décadas
La cura no está cerca. Los mayores expertos en sida están reunidos en Durban (Sudáfrica) en
la antesala de la conferencia internacional sobre la enfermedad, que comenzará el lunes. En
el simposio Hacia una cura, que desde hace cuatro años se viene celebrando antes del
congreso, han puesto en común los últimos avances y las líneas de investigación para llegar a
ella. “Pero una cosa es segura”, afirma Anthony Fauci, director del Instituto Estadounidense
de Alergias y Enfermedades Infecciosas: “Si alguno de los aquí presentes le da una fecha
para ese hallazgo, le está mintiendo”.
El problema es la incapacidad del sistema inmune para enfrentarse al virus. Mientras que los
demás se suelen quedar en las superficies celulares y son fácilmente identificados, el VIH
penetra en el ADN de las células ocultándose y despistando al organismo. “Tenemos el reto
de propiciar algo que nuestro cuerpo no es capaz de hacer por sí mismo”, resalta Fauci.
Si bien eliminar por completo al virus de las personas infectadas es una aspiración, la
comunidad científica se daría más que por satisfecha si en el medio —incluso largo— plazo se
diera con la tecla para que los pacientes lograran mantener la carga viral a niveles
indetectables en plasma. Es lo que consiguen las modernas terapias antirretrovirales (ARV),
que propician que las personas seropositivas puedan hacer una vida normal y reduzcan
tremendamente (entre un 95% y un 97%) el riesgo de infectar a otras.
“Con 37 millones de personas viviendo con VIH y otros dos millones de nuevos afectados
cada año, una aproximación efectiva para curar o lograr una remisión significativa sería un
avance innovador en la salud global. Todavía estamos en una etapa inicial, pero se han
producido hallazgos reseñables”, asegura Françoise Barré-Sinoussi, que ganó el premio
Nobel por descubrir el virus.
Existen varias líneas de investigación para encontrar una cura. La mayoría de ellas maneja la
idea de reforzar al sistema inmune para que pueda defenderse. Esto se puede hacer por
distintos métodos que, sin embargo, hasta ahora han fracasado. Uno de ellos es hallar una
vacuna, que no solo podría ser útil para evitar la transmisión a población sana, sino también
para ayudar al sistema inumne de los portadores a controlar al virus. Se parte de una que se
probó en Tailandia entre 2003 y 2006. Consiguió unos resultados modestos (31% de
efectividad), insuficientes para generalizarla, pero sentó las bases para posteriores
experimentos que se han realizado con modificaciones para mejorarla. Los resultados
esperanzadores de un estudio que verá la luz el martes permiten ya afirmar que un nuevo
ensayo a gran escala empezará en breve con varios miles de pacientes implicados en el sur
de África. Esta fase será crucial para determinar la capacidad de protección de esta novedosa
variante de la vacuna.
Una tercera vía para dar con la sanación es la de las células madre. De hecho, solo existe
constancia de una persona en toda la historia que se haya curado; y fue por este método. Es
el conocido como paciente berlinés, que además padecía leucemia y recibió un transplante de
médula. Los médicos buscaron un donante con una mutación genética llamada delta-32, que
inmuniza al portador de la mayoría de las cepas del VIH. Un consorcio europeo conocido
como Epistem monitoriza pacientes que han recibido trasplantes de médula para comprobar si
se puede replicar este caso. Hasta el momento no ha sucedido. Los resultados, conocidos
este sábado en Durban, muestran significativas reducciones de la carga viral, si bien no se
descartan rebotes. De forma parecida, varios estudios buscan la manera de insertar células
madre que propicien este rechazo al virus. Pero siguen siendo métodos agresivos cuya
implementación no es hoy día segura. Incluso si se hallasen formas de conseguirlo sin riesgos
sería, a priori, una fórmula muy cara, solo aplicable en países ricos, y no donde están los
mayores focos de VIH, según coinciden los expertos consultados.
A pesar de estas tenues luces de esperanza, queda mucho camino por recorrer en la
búsqueda de una cura para el VIH. Los esfuerzos en investigación se vienen multiplicando en
los últimos años: de los 80 millones de euros que se invertían en 2012 hemos pasado a 183
en 2015. Con solo 17 millones de personas recibiendo tratamiento antirretroviral frente a los
20 millones que carecen de él, algunos activistas abogan por poner el foco en cubrir a todos
los enfermos. Los expertos que forman el comité en busca de una cura de la Sociedad
Internacional de Sidaexplican que los esfuerzos para hallar una sanación no se deberían
detraer de los programas de prevención y tratamiento. La prioridad, coinciden, es el control del
virus. “Sin embargo, es un imperativo que los donantes, los Gobiernos y la comunidad de
personas implicadas en la lucha contra el sida haga viable y sostenible la inversión económica
para la investigación de una cura para el VIH”, concluyen.
¿QUÉ SON LAS INFECCIONES DE TRANSMISIÓN SEXUAL (ITS?)?
Las ITS son enfermedades infecciosas, que pueden transmitirse de una persona a otra durante una relación
sexual vaginal, anal u oral.
Las ITS afectan a todos independientemente de la orientación sexual o identidad de género. Desde el
comienzo de la vida sexual podés estar expuesto/a a estas infecciones.
Las más frecuentes son la sífilis, gonorrea, clamidia, herpes, hepatitis B y C, VIH y VPH.
La mayoría de las ITS se pueden prevenir usando preservativo y, en caso de que tengas alguna de estas
infecciones, son tratables y muchas de ellas se curan.
• Embarazo ectópico
• Ardor al orinar.
• La mayoría de las ITS se pueden prevenir usando preservativo desde el comienzo de la relación sexual.
• Consultando al profesional de la salud ante cualquier síntoma ya que la mayoría son tratables y muchas
de ellas se curan.
• Si estás embarazada, es importante que vos y tu pareja se realicen los análisis para –en el caso que sea
necesario – ambos puedan tratarse y evitar transmitírselas al bebé.