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1.4.3 Patrones de drenaje y pendientes.

Los torrentes fluviales han sido clasificados principalmente por los


patrones de drenaje, los cuales son efecto de los materiales y
controles estructurales de la roca subyacente.
Los patrones de drenaje son un primer indicio sobre la evolución
reciente de las cuencas y los factores que han influido en su
desarrollo.
A continuación se hace la descripción, donde se incluyen los
materiales asociados:
a. Dendrítico: Materiales aproximadamente homogéneos en
composición, sin control estructural. Constituye uno de los patrones
más comunes y se presenta en muchos ambientes.
b. Paralelo: Terreno dominado por una pendiente regional, lo cual le
impone una dirección predominante con cauces paralelos. Este patrón
es común en algunos piedemontes y laderas estructurales plegadas.
c. Enrejado: Es un drenaje paralelo al rumbo de las rocas
sedimentarias plegadas y disectadas, las cuales presentan variaciones
litológicas importantes; por ejemplo rocas blandas o arcillosas y rocas
duras o areniscas.
d. Rectangular: Patrón de drenaje anguloso como consecuencia de la
presencia de materiales duros controlados por un sistema de fracturas
o fallas geológicas.
e. Radial: Sistema de drenaje asociado a un domo o cono volcánico
erosionado. Si el patrón es muy nítido, esto sugiere un volcán activo.
f. Anular: Patrón similar al anterior, que indica una etapa avanzada de
erosión en domo o caldera volcánica.
g. Multicubeta: Patrón irregular de mal drenaje, asociado a depósitos
superficiales ondulados con posible influencia de calizas. Este patrón
es común en las llanuras de desborde.
h.Contorsionado: Patrón aparentemente irregular, asociado con
rocas metamórficas y frecuentemente con influencia de captura (una
cuenca pierde parte de su drenaje a expensas de otra). En la figura
No. 7, se observan los principales patrones de drenaje en las zonas
montañosas (Howard 1967).

Figura No. 7 Patrones de drenaje típicos, los cuales pueden ocurrir a


escalas variables. (Howard, 1967) O

Las pendientes de la cuenca se clasifican de una manera cualitativa


en rangos que van desde pendientes muy bajas hasta pendientes muy
fuertes, pasando por bajas y moderadas. Las pendientes fuertes
están asociadas con la zona de vertientes o de producción y
gradualmente se convierten en pendientes moderadas y suaves a
medida que el río alcanza su nivel de base en la
desembocadura. Variaciones abruptas de pendiente constituyen
indicios de control estructural o litológico local o en caso extremo de
actividad tectónica que pueden modificar, en épocas recientes, el perfil
longitudinal del cauce (Schumm, 1986).

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