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COLEGIO ALFA Y OMEGA

NIVEL PREPARATORIA
SEMESTRE II

“LA UNIDAD DEL CUERPO DE CRISTO”


Romanos 12:4-5

Trabajo presentado como proyecto de investigación de la materia de:

MORAL

ALUMNO
Hernández Hernández R. Alejandra

PROFESOR

González Juárez Jesús

Reynosa, Tamaulipas 11 de mayo de 2018


INTRODUCCIÓN
El cuerpo humano sirve como la perfecta metáfora del pueblo de Dios en la Tierra. Está

compuesto por muchas partes que son muy diferentes entre sí, pero como resultado del Espíritu

Santo en nosotros, se produce una armonía de voces y la unidad en la misión. La iglesia es un

cuerpo constituido por muchos miembros que proceden de toda nación, raza, lengua y pueblo. En

Cristo somos una nueva creación; las diferencias de raza, cultura, educación y nacionalidad,

entre encumbrados y humildes, ricos y pobres, hombres y mujeres, no deben causar divisiones

entre nosotros. Todos somos iguales en Cristo, quien por un mismo Espíritu nos ha unido en

comunión con él y los unos con los otros. Debemos servir y ser servidos sin parcialidad ni

reservas. Por medio de la revelación de Jesucristo en las Escrituras participamos de la misma fe y

la misma esperanza, y salimos para dar a todos el mismo testimonio. Esta unidad tiene sus

orígenes en la unicidad del Dios triuno, que nos ha adoptado como sus hijos.

La familia de Dios está compuesta por gente de todo el mundo. La Biblia dice: Está escrito que

el mesías tenía qué morir y resucitar al tercer día. En su nombre, y comenzando desde

Jerusalén, hay que anunciar a todas las naciones que se vuelvan a Dios, para que sus pecados

les sean perdonados.

A través de todas las sagradas escrituras, hay referencias a que todas las naciones han sido

incluidas en el perdón de Cristo, de esta manera se le da la bienvenida a la familia de Dios


La familia de Dios incluye a millones de individuos que provienen de distintas tierras, tienen

culturas diferentes, así como distintos gustos, puntos de vista y formas de comunicarse; y estos

elementos son apenas una muestra de lo mucho que se podría mencionar. A veces, estas

diferencias no son complementarias. La gente entra en conflicto sobre:

 La música que se debe tocar en la iglesia

 Cómo se debe predicar el evangelio

 Qué comidas se deben servir en los convivios que organiza la iglesia

Sin embargo, Jesús nos dice que debemos de ser un pueblo unido. La Biblia nos ofrece una

indicación importante al decir: Por lo tanto, el que está unido a Cristo, nueva criatura es. Es

cierto que debemos reconocer nuestras diferencias; pero al mismo tiempo debemos recordar que

nuestro punto más importante de identificación, es que todos fuimos hechos a imagen de Dios y

nuestro corazón ha sido renovado por el espíritu santo. Además, todos descendemos de Adán y

Eva, y todos hemos sido redimidos por medio de Jesucristo. Estos factores comunes deben pesar

más que cualquier diferencia que nos separe, porque es ellos está el poder que nos une.

JESÚS Y SUS DISCIPULOS

Cuando los discípulos caminaban con Jesús, antes de su crucifixión, discutían mucho entre sí.

Había incomprensiones y hasta disputaban sobre cuál de ellos era el más importante de todos.

Entre los discípulos, había gente bondadosa, fogosos predicadores, pecadores y hombres de

negocios, pero cuando llegó el día del pentecostés, aprendieron por fin a actuar como un solo ser,

y el resultado transformó al mundo.


UNA MISMA MENTE

Justo antes de que Jesús ascendiera al cielo, les dijo a sus discípulos que esperaran en Jerusalén

hasta recibir el espíritu santo. En ésa época de sus vidas, había razones para sentir temor, los

cristianos no eran muy populares en esos días, y era muy peligroso seguir a Cristo. Sin embargo,

Jesús les dio que cuando viniera el espíritu santo, ellos serían testigos en Jerusalén, Samaria y en

toda la región de Judea. Era una misión gigantesca, considerando que los seguidores de Jesús no

eran-relativamente-mas que un puñado, no mucho más de veinte. Esos veinte debían cambiar al

mundo. ¿Cómo harían eso? Uniéndose y siguiendo las palabras del maestro.

LA UNIDAD DE LA BIBLIA Y LA IGLESIA

La unidad del Espíritu. El Espíritu Santo es la fuerza motriz que impulsa la iglesia a la unidad.

Por su medio, los creyentes son llevados a la iglesia, por él son “todos bautizados en un cuerpo”

Dichos miembros bautizados deben experimentar la clase de unidad que Pablo describió como

“la unidad del Espíritu” El apóstol enumera los componentes básicos de la unidad del Espíritu:

Hay “un cuerpo, y un Espíritu, afirma, como fuisteis también llamados en una misma esperanza

de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre

todos, y por todos, y en todos”. Las siete repeticiones de la palabra uno, enfatizan la unidad

completa que Pablo tiene en mente.

La unidad en la diversidad. La unidad bíblica no significa uniformidad. La metáfora bíblica del

cuerpo humano demuestra que la unidad de la iglesia existe en la diversidad. El cuerpo tiene

muchos órganos, y todos contribuyen al funcionamiento óptimo del cuerpo. Cada uno realiza una

tarea vital, pero diferente; nadie es in-útil. Este mismo principio opera en la iglesia. Dios

distribuye sus dones “repartiendo a cada uno en particular como él quiere” creando una
diversidad saludable que beneficia a la congregación. No todos los miembros piensan de la

misma manera, ni todos están capacitados para realizar la misma obra. Sin embargo, todos

funcionan bajo la dirección del mismo Espíritu, fortaleciendo la iglesia en la medida que se lo

permiten sus capacidades recibidas de Dios.

La unidad hace que los esfuerzos de la iglesia sean efectivos. En este mundo, desgarrado por

la disensión y los conflictos, el amor y la unidad entre los miembros de iglesia de diferentes

personalidades, temperamentos y disposiciones, testifica a favor del mensaje de la iglesia con

mayor poder que ninguna otra cosa. Esta unidad provee evidencia incontrovertible de su

conexión con el cielo y de la validez de sus credenciales como discípulos de Cristo (Juan 13:35).

Comprueba el poder de la Palabra de Dios. Los conflictos entre los profesos cristianos han

producido disgusto en los no creyentes, y han levantado lo que probablemente sea el mayor

obstáculo a su aceptación de la fe cristiana. La verdadera unidad entre los creyentes aplaca esta

actitud. Cristo declaró que sería una de las principales evidencias ante el mundo de que él es su

Salvador

La unidad revela la realidad del reino de Dios. Una iglesia verdaderamente unida revela que

sus miembros son serios en su expectativa de vivir juntos en el cielo. La unidad en el mundo

demuestra la realidad del reino eterno de Dios. En las vidas de quienes viven de este modo, se

cumple el siguiente pasaje bíblico: “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos

juntos en armonía!”
CONCLUSIÓN
Muchas de nuestras diferencias se originan en Dios mismo, para beneficiar el cuerpo de Cristo,

que es la iglesia. La Biblia dice, que si bien todos tenemos el mismo espíritu santo en nuestros

corazones, se nos ha concedido habilidades diferentes y específicas-dones-que pueden ser usadas

para la gloria de Dios.

1 corintios 12: 20-26 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo

puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de

vosotros. Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;

y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los

que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. Porque los que en nosotros son

más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al

que le faltaba, para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se

preocupen los unos por los otros. De manera que, si un miembro padece, todos los miembros se

duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. Todas las

partes de nuestro cuerpo están interconectadas en forma asombrosa. Si pensamos en cuando

alguien fallece por fallo cardiaco, sus dedos, manos y piernas ya no funcionan y por ende, el

cuerpo tampoco funciona. Lo mismo sucedería con los pulmones, arterias o cerebro, dejarían de

funcionar y aún, si solamente perdieras una pierna o brazo, un ojo o una mano, eso afectaría a

todo tu organismo.

La iglesia de Dios está formada por partes individuales que han sido llamadas a trabajar unidas-

dentro de sus diferencias-para cumplir un propósito común.

Cuando se logra esto, la iglesia se convierte en una fuerza admirable e incontenible y le da

la gloria a Dios.

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