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EXPRESIÓN Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

ACTIVIDAD EVALUABLE [A1]

ALUMNO: GABRIEL SOLER

La comunicación y sus reglas

Escribir un relato donde se manifiesten los diferentes elementos de la


comunicación. Incluya no solo el concepto de modelo, sino las competencias
comunicativas, las normas y roles implicados. Presente en este relato un
conflicto, un problema de comunicación en el que se pueda observar el origen y
resolución del conflicto. Para esto es necesario explicar los conceptos
brevemente y hacer un análisis de la situación comunicativa. Debe contener su
historia o relato un dónde ocurre, quiénes son los que intervienen, qué pasa, por
qué pasa y cómo es que ha pasado ese conflicto de comunicación.

-Cliente: Me rompí una pierna cruzando la calle, me atropellaron

-Abogado: ¿Cómo fue el siniestro? ¿Me cuenta los detalles por favor?

-C: Siniestro es el tipo que me atropelló. Estaba cruzando y vino a toda velocidad, cuando lo ví era tarde, corrí
pero me la dio en el costado de la rodilla.

-A: ¿Dónde pasó?

-C: En la Avenida Panamericana

-A: ¿Usted iba caminando en la Panamericana?

-C: Si, como sólo había un puente como a 500 metros, me mandé por el medio esperando que pasen los
autos, crucé la colectora, después la parte del medio donde van rápido, ya estaba terminando de cruzar pero
en la colectora del otro lado no me dí cuenta que había una bajada de autos que entraban… Entró uno muy
rápido y no tuve tiempo de saltar las paredecitas de cemento y me agarró en la pierna, di un par de vueltas en
el asfalto por el golpe, me raspé todo al costado pero ya casi se me fue, pero me rompió re mal la pierna. Me
pusieron un montón de clavos y hace tres años que no puedo moverme como antes.

-A: Ya lo veo que fue una grave lesión. Lo que pasa es que iba caminando en un sector donde está prohibido,
señor. Y uno tiene dos años para reclamar por esto, después ya prescribió la acción.

-C: Y si, pero estoy todo roto igual. El tipo me chocó y siguió de largo. Eso está mal. Conozco un montón de
gente que por un accidente de tránsito le pagaron muy buena plata, cuanto más lastimado estás, más te
pagan, ¿no es así Doctor?

-A: Es verdad que la persona tenía que parar para ayudarlo, y que las aseguradoras pagan por las lesiones
según su grado. Pero todo depende de cómo fue el caso, y en su caso hubo un incumplimiento suyo de las
normas de tránsito, y no tenemos la información del automóvil. Conseguirlo no es sencillo y aunque lo
descubrimos, la aseguradora va a rechazar el caso por la culpabilidad de la víctima, usted. Probablemente
nos obligarían a ir a juicio, sabiendo que ni siquiera se admite el caso porque ya pasaron más de dos años
después del accidente.

-C: Pero me gasté $60.000 en tornillos, tuve que juntar y pedirle a todo el mundo. A parte no puedo trabajar
porque soy peón de albañil y tengo tres hijos. Algo está mal acá! No puede ser que un tipo con guita me
rompe todo y mi familia sale perdiendo. No vine antes porque estaba recuperándome.

-A: No puedo hacer nada, es un caso muy complicado, de hecho y de derecho. Es una pérdida de tiempo y de
dinero.

-C: ¿Pero cómo me va a decir eso Doctor? Usted tiene que defenderme, tengo derecho a un abogado.

-A: Claro que lo tiene pero la ley es clara sobre la prescripción de la acción por daños, y las normas de tránsito
son claves para determinar culpas.

-C: Esto no va a quedar así. Te voy a denunciar al Colegio de Abogados por discriminación. Me estás
discriminando por ser pobre, porque no podes ganar plata conmigo.

-A: Lo lamento señor, no hay nada que pueda hacer por más que quiera ayudarlo.

En ese momento ingresa la secretaria del abogado, al percibir la situación tensa y que la comunicación solo
empeora, intenta actuar como encodificadora del mensaje para lograr la comprensión del mismo por parte del
cliente. Como marca la lectura sobre la teoría de la comunicación, con el ejemplo del periodista especializado
en una materia, no siempre el emisor o fuente y el encodificador son la misma persona. La situación se
resuelve de la siguiente manera…

S- Hola Señor, acá tiene un vaso de agua… Lo que el doctor intenta decirle es que ya ningún abogado puede
hacer nada, que la cosa está mal pero así funciona. Es como ganarse la lotería pero no ir a buscar el premio.
Si no fuiste a cobrarlo a tiempo, estas frito. Le pasa a la gente. Por más que le hayan arrancado la pierna, si
pasan más de dos años y no le metiste una demanda, no te salva ni Dios. Acá ni siquiera sabemos quién fue
el maldito que te lastimó. Tu reclamo es justo, pero la Justicia a veces no. Te rechazan lo que sea si no lo
hiciste a tiempo. Y no se encargan de buscar al que atropelló. No queda otra, es una tristeza y lo lamentamos
sinceramente por no poder ayudarlo.

C- En serio es así, Doctor?

Ab- Si

C- Que desgracia la mía… Disculpeme que me calenté con usted. No podía entender que tengo tanta mala
suerte…

En el presente relato se narra un caso hipotético en el marco de la comunicación entre un abogado novato y
un potencial cliente, que se desarrolla en el Estudio del profesional, donde se le exige al letrado un remedio a
una situación en la que el profesional -por motivos evidentes- no va a involucrarse. Es una situación común y
hay un claro problema de comunicación en varios aspectos. El profesional intenta desde su rol de agente de la
Justicia pero sin la empatía necesaria para llegar al otro, explicar que ya no tiene facultades para ayudar al
cliente (si es que alguna vez las tuvo, por cómo se presentó la situación). El cliente reacciona defensivamente
ante la negativa fundada en cuestiones jurídicas, que si bien algunas son de público conocimiento –cuando se
cuenta con las competencias culturales- como la prescripción de una acción, hay un gran sector de la
población que no tiene la educación ni la experiencia para entender cómo funcionan ciertos aspectos de la
Justicia. La falta de empatía y el rol que el abogado ejerce hacen que el lenguaje del letrado sea confuso para
quien no tiene las competencias lingüísticas suficientes, la interacción entre ambas partes es defectuosa y se
interpreta erróneamente el mensaje. El “cliente” siente que está siendo víctima de una destrato personal
exclusivo contra él –por sus determinaciones psicológicas-, que se le está negando un derecho
arbitrariamente y amenaza con atacar personalmente al profesional para canalizar su frustración. El
profesional, por las restricciones del universo del discurso que debe (o cree que debe) utilizar, no explicar de
manera pura y dura que no va a conseguir para el cliente algún rédito de la situación, al menos de forma
honesta y por medio de la Justicia en su rol de abogado. Por todas las diferencias enumeradas, el modelo de
producción del abogado y el de interpretación del cliente son muy diferentes y el mensaje sufre “ruido” y no
tiene fidelidad porque no materializa el objetivo, que no es otro que el cliente desista de buscar un pleito
judicial. En eso es clave la intervención encodificadora de la secretaria, que logra -además de entender las
competencias y determinaciones del cliente- trasladar con las palabras y gestos necesarios (conforme a las
competencias lingüísticas y paralingüísticas del cliente) un mensaje que logra inmediatamente el efecto
deseado.

Analizando el contexto real que inspira el ejemplo, suele ocurrir que los clientes pretenden del profesional o
técnico –ya sea médico, abogado, contador, maestro de obra, etc.- que arregle situaciones que están más allá
de su propio alcance, que son inadecuadas, inseguras o incluso solicitan al profesional actuar por fuera de los
procedimientos convencionales para lograr una consecuencia que se considera justa o simplemente posible.
Recordando que la obligación profesional es una obligación de medios, es decir de seguir procedimientos, a
diferencia de las de resultados que implican justamente materializar un objetivo. En el caso de no seguir el
procedimiento y resultar en daños es responsable quien tenía que cumplir con su deber conforme los
reglamentos. Un típico caso de reclamo por “mala praxis” se desmonta así. Porque toda o casi toda actividad
profesional se encuentra dentro de marcos normativos de procedimientos a seguir, y es la defensa del
profesional –en este caso un abogado frente a una denuncia en el Colegio Público- demostrar que actuó
conforme a los procedimientos preestablecidos por la ley, y no simplemente que toma cualquier trabajo para
cumplir con los deseos de su cliente fueran cuales fueran.

Ya en lo que respecta exclusivamente al modelo de comunicación, resta definir los conceptos utilizados para
elucidar el análisis.

Rol: Es lo que se espera de una persona en la posición o función en la que se encuentra. Se tienen
expectativas en base a la prescripción, que son las reglas de acción de dicha función, lo que se espera que
haga una persona en su situación. La descripción es lo que se termina haciendo. En el ejemplo dado, el
cliente esperaba que el abogado lo defienda y el abogado termina rechazándolo.

Empatía: No hay mucho para explicar más que lo que dice el diccionario, que es la capacidad de ponerse en
el lugar del otro, de aprender quién es quién en el sistema de pertenencia.

Interacción: Entre los roles y la empatía.

Estos tres elementos son herramientas que ayudan a definir el qué, el cuándo y el donde.

Canal: Es el medio a través del cual se transmite el mensaje.

Competencia lingüística: La comunicación depende no sólo del idioma usado sino de los códigos, es decir de
la forma en la que se usa el lenguaje. El dialecto, la jerga, el vocabulario, los términos, todo influye para la
elección de las palabras por el emisor y la comprensión del receptor de la relación entre lo que se dijo y lo que
se quiso decir, si tienen un conocimiento de la lengua que les permita producir y decodificar el discurso de
acuerdo a lo que se quiere transmitir.

Competencia paralingüística: Son códigos corporales que influyen mucho en el campo verbal. Lo
paralingüístico es lo que conocemos como lenguaje corporal. Puede transmitir confianza o desconfianza al
receptor. Son las miradas, gestos, pantomimas, suspiros, tonos de voz, velocidad del habla, cadencias,
suspiros, postura corporal, y todo lo que acompaña a la expresión humana, incluyendo los silencios. Son muy
relevantes porque indican la actitud del emisor, de ahí la confianza o no del receptor.

Dentro de lo paralingüístico, la kinésica estudia los movimientos, las posturas, las expresiones faciales y los
gestos que tienen valor comunicativo. Los saludos son gestos autónomos.

La proxémica refiere a la proximidad física entre las partes de la comunicación, ya que el contacto físico o la
distancia que guardan los interlocutores varían en cada cultura aunque se conocen muy bien ciertas pautas
generales. Un buen ejemplo en la política son los saludos presidenciales, de los cuales se saca mucha “tela”
en el periodismo, por la forma de estrechar la mano, quien extiende más su brazo y quien menos, etc. Las
formas de saludar con un beso en la mejilla, sin un beso, o besando las dos mejillas, abrazos entre amigos, o
entre parejas, etc. Todo lo que puede indicar el tipo de relación entre las personas (de poder, de afecto, etc.).

Competencia ideológica y sociocultural: Son por un lado los valores sociales, lo que está bien o mal
considerado socialmente, variante que difiere según la cultura. En la comunicación es clave que se compartan
objetivos o percepciones sobre el mundo para que se considere “idónea” a la otra persona y así se pueda
tomar el mensaje con buena fe basada en una comunión de valores. Por otro lado son también las
competencias “enciclopédicas”, es decir, el conocimiento en general sobre el mundo que tienen las partes. No
es lo mismo un diálogo entre eruditos de un tema, que entre dos personas de campos distintos (ej: médico y
pintor) o de una persona instruida con alguien sin instrucción, como de alguien que conoce los cinco
continentes con otro que nunca salió de su pueblo natal.

Determinaciones psicológicas: Es lo que las partes consideran tanto de sí mismas como de la otra parte. Las
posturas que se adoptan en la comunicación dependen mucho de esta consideración. Recordando que lo
emocional condiciona a la razonabilidad, lo psicológico es a su vez lo que da forma a dichas emociones. Si las
partes se sienten capaces, si ven al otro como aliado o como amenaza (y tantas variantes que como personas
pueden surgir), acaba influyendo en lo que se quiere transmitir o en su entendimiento.

Restricciones del universo del discurso: El emisor no dice “lo que quiere decir” directamente y de la primer
forma que le surge. Un buen ejemplo es lo que uno le comunica a un ser querido, con mucha confianza, sobre
algo que le pasa en el trabajo. Lo que termina expresando en el trabajo puede ser similar pero el lenguaje, el
tono y los gestos son totalmente distintos. La situación impone restricciones que si no se respetan, la
efectividad de la comunicación puede perderse. Convenciones sociales, tradiciones y costumbres que indican
qué tipo de discurso es correcto en cada situación. La relación que une a las partes (amigos, pareja, profesor-
alumno, ciudadano-autoridad, etc) implican mayor o menor formalidad, limitan lo que se puede y cómo se
debe decir..

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