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Revista CES Psicología

ISSN 2011-3080
Volumen 4 Número 2 Julio-Diciembre 2011 pp. 29- 46 Artículo de investigación

Diferencias de género en afrontamiento


y violencia en la pareja
Gender differences in coping and violence in couple
relationships
José Moral de la Rubia1, Fuensanta López Rosales1 ,Rolando Díaz Loving2 y
Yessica Ivet Cienfuegos Martínez2 *

1
Facultad de Psicología, Universidad Autónoma de Nuevo León, -UANL-, México
2
Facultad de Psicología, Universidad Nacional Autónoma de México –UNAM-
e-mail.: jose_moral@hotmail.com

Forma de citar: Moral de la Rubia, J., López R., F., Díaz L., R. & Cienfuegos M., Y. I. (2011). Diferencias de género en afrontamiento y
violencia en la pareja. Revista CES Psicología, 4(2), 29-46.

Resumen
Este artículo tiene como objetivo estimar diferencias de género en el afrontamiento de
problemas de la pareja y estudiar su relación con violencia en este contexto. Se realizó un
estudio ex post facto transversal. A una muestra no probabilística de 223 mujeres y 177
hombres mexicanos con pareja heterosexual (51.5% mantenían relaciones de noviazgo, 47.5%
estaban casados y 1% vivían en unión libre) se les aplicó la Escala de Estrategias de Manejo
de Conflictos y Cuestionario de Violencia en la Pareja. Se observó una prevalencia del patrón
de agresor activo, en el que la persona es incapaz de modificar su postura, adopta estrategias
de evitación ante el conflicto y aparenta acomodarse, pero finalmente ejerce violencia contra
la pareja, la cual reacciona con violencia cuanta más pasividad el agresor mostró durante el
conflicto. Este modelo es válido para ambos géneros, aunque posee más potencia
explicativa en hombres. Se hacen sugerencias para enfocar la terapia.

Palabras clave: Conflicto de Pareja; Violencia de Pareja; Violencia Doméstica; Estrategia de


Afrontamiento; Diferencias de género; Afecto.

Abstract
This paper aims to estimate gender differences in coping with couple relationships problems
and studying its relation with violence in this context. A cross-sectional ex post facto study
was carried out. The Scale of Conflict Management Strategies and Couple violence
questionnaire were administered to a non-probability Mexican sample of 223 women and 177
men with heterosexual couples (51.5% of participants were dating relationships, 47.5% were
married and 1% lived with a partner). Scale strategies for conflict management and violence
in couple relationships questionnaire was applied. It was observed an active aggressor
pattern, where the person is unable to modify his/her position and adopts evasive strategies
before the conflict and seems to be fit. But finally violence appears against the couple, who
reacts with violence the more passivenesses the aggressor showed during the conflict. This
model is valid for both genders, though it has more explanatory power in men. Some
suggestions to conduct the therapy were made.

Key Words: Couple Violence, Domestic Violence; Coping Behavior, Gender Differences, Affect,
Conflict; Marital Conflict.

*
Agradecimientos: A Carlos Díaz y José Luis Jasso, ex alumnos de la Facultad de Psicología de la UANL, por su ayuda en el trabajo de
campo.
JOSÉ MORAL DE LA RUBIA, FUENSANTA LÓPEZ ROSALES, ROLANDO DÍAZ LOVING Y YESSICA IVET CIENFUEGOS
MARTÍNEZ
Diferencias de género en afrontamiento y violencia en la pareja

Introducción que restauren y mejoren la relación, d)


negociar la solución, su evaluación
¿Qué se entiende por afrontamiento? conjunta y vías alternativas en caso de
Folkman (2011) define afrontamiento dificultades, e) comprometerse en su
como los esfuerzos cognoscitivos y/o implementación y f) ejecutar el plan de
conductuales que se desarrollan para acción con las evaluaciones y
manejar las demandas específicas correcciones planeadas. Por el contrario
externas o internas generadoras de la evitación, falta de comunicación y
estrés; se distingue entre estrategia como desconsideración hacia la pareja agudiza
una modalidad de afrontamiento los conflictos y suele llevar a situaciones
contingente a la situación y estilo como de violencia (Díaz & Sánchez, 2002).
un conjunto de estrategias de
afrontamiento asociadas a varias Un conflicto de pareja afrontado de forma
situaciones, de ahí que la estrategia es inadecuada se cronifica y usualmente
más específica y cambiante frente al lleva a peleas, violencia, distanciamiento
estilo que es más general y estable y desamor. Precisamente la violencia
dentro de cada persona. Como estilos de puede definirse como una forma de
afrontamiento se suelen distinguir: imponerse en situaciones de conflictos
centrado en el problema y centrado en la vulnerando los derechos o voluntades de
emoción. El primero se refiere a los la otra parte. Por el contrario, un
esfuerzos dirigidos a la fuente del estrés afrontamiento eficaz, basado en el
para modificarla o eliminarla y buscar diálogo y la negociación, previene los
una solución, y suele tener efectos más problemas de violencia y preserva el
positivos para la salud y las relaciones. El amor (Díaz & Sánchez, 2002). Thomas y
segundo se refiere a los esfuerzos Kilmann (2009) describen 5 estrategias
encaminados a regular emociones básicas para manejar los conflictos,
derivadas de la situación, y evidencia incluidos los de pareja: colaborar,
peores resultados. Este mismo autor comprometerse, competir, evitar y
señala, basado en varias investigaciones, acomodarse. Las dos primeras
que el género masculino se asocia con el estrategias se asocian con cohesión y
estilo centrado en el problema y del desarrollo, y las tres últimas con
femenino con el centrado en la emoción. violencia y cronificación de conflictos.

Los conflictos en la pareja constituyen Existen muchas investigaciones sobre la


una fuente importante de estrés en violencia centrada en la mujer como
adultos y adolescentes. Como elementos víctima del hombre (Castro & Casique,
presentes en el afrontamiento eficaz de 2005; Cervantes, Ramos & Saltijeral, 2004;
un conflicto de pareja, siguiendo a Heise & García, 2002; Ramos & Saltijeral,
Goldring (2004), se podrían señalar: a) 2008). Cuando se sabe que no es un
analizar el conflicto, llegando a la raíz de fenómeno unidireccional (Álvarez, 2009;
los desacuerdos e identificando el Archer, 2002; Fiebert, 2004; Zarza &
problema clave, b) comunicación abierta Froján, 2005) y que, en el tema de la
para clarificar las diferentes perspectivas violencia en pareja, las teorías que
y comprender el punto de vista del otro, sobredimensionan los aspectos de la
c) buscar o generar salidas que permitan cultura patriarcal y la asimetría de poder
lograr un acuerdo entre las partes en de género cuentan en el presente con
conflicto, y que no sólo lo resuelvan sino apoyo empírico limitado en los países

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occidentales (Dutton & Nicholls, 2005), destreza en violencia psicológica,


aunque éstos no dejan de ser asimismo el ser mujer aumenta la
determinantes relevantes (Vargas, 2008). probabilidad de usar objetos
Así, hay propuestas teóricas que hablan contundentes o punzantes contra la
de los círculos de violencia ante los pareja en los casos de violencia (Becerra,
problemas de cohesión y convivencia Flores & Vásquez, 2009). En la sociedad
(estresores) que enfrentados de forma patriarcal, como la latina, la violencia
inadecuada conducen a dinámicas contra el varón es despreciada y de pocos
negativas (Bonem, Stanely-Kime & países se conocen estudios sobre la
Corbin, 2008; Díaz & Sánchez, 2002; violencia específica de mujeres contra
Dutton, 2006). A pesar de estos varones, aunque sí existen. Uno de ellos
señalamientos, es escasa, especialmente es un estudio de 2005 hecho en Australia,
en México, la investigación que el cual muestra que casi uno de cada 3
contempla a ambos sexos tanto en los varones (29.8%) es víctima de violencia
aspectos de violencia recibida como de pareja (Australian Bureau of Statistics,
ejercida en ámbitos cotidianos, a lo que 2006). Otro estudio realizado en 1999 en
contribuye la perspectiva de género, este mismo país estimó que 32.3% de los
actualmente muy fuerte en el campo de hombres reportó abuso físico o
estudio (Dutton, 2006). emocional por parte de su pareja actual o
anterior (South Australian Department of
Debe señalarse que las investigaciones Human Services, 1999).
de violencia en la pareja con muestras en
las que participan ambos sexos, ya sean En Estados Unidos de América, Tschann,
procedentes de población abierta o de Pasch, Flores, VanOss Marin, Baisch y
estudiantes universitarios, reportan que Wibbelsman (2009), con una muestra de
la diferencia por sexos de violencia en la 223 adolescentes de 16 a 20 años, hallan
pareja no es significativa o los promedios que el 27% de las mujeres y el 24% de los
de victimización son mayores en hombres hombres se declararon perpetradores de
(González & Santana, 2001; Rathus & violencia física contra sus parejas; y el
Feindle, 2004; Thompson, Basile, Hertz & 22% de las mujeres y el 33% de los
Sitterle, 2006), lo cual se observa también hombres se declararon víctimas de la
en los ámbitos forenses según datos de violencia física ejercida por sus parejas.
estudios empíricos de revisión o meta- En otro estudio, aplicado a una muestra
análisis (Álvarez, 2009; Fiebert, 2004). de 285 adolescentes mexicanos, alumnos
de enseñanza media, se halló que el
Precisamente algunos investigadores 5.23% de las chicas y el 3.23% de los
sugieren que las estadísticas oficiales de chicos declararon que habían ejercido
violencia contra los hombres violencia física (arrojar objetos, dar
frecuentemente infravaloran el fenómeno patadas, golpear, dar puñetazos, dar
social (Álvarez, 2009; Thompson et al., bofetadas, empujar o ahogar) contra sus
2006). Un estudio realizado en Lima parejas, al menos una vez durante el
concluyó que, dentro del orden de las último año; además, 3.5% de las chicas y
emociones y vivencias, ambos sexos 2.6% de los chicos declararon haber
cuentan con importantes capacidades de repetido el maltrato físico de tres a cinco
agresión, pues la necesidad femenina por veces, y el 1% de los chicos y de las
compensar su desigualdad física frente al chicas declaró haberlo repetido más de
varón, las conduce a aumentar su seis veces durante el último año (Antônio

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&Hokoda, 2009). En el estudio con 5,836 Participantes


adolescentes finlandeses, el 22% de los
chicos y el 6% de las chicas declaran Se empleó una muestra no probabilística
haber sido víctimas de violencia física de incidental de 400 participantes
sus parejas (National Research Institute voluntarios. Como criterios de inclusión
of Legal Policy, 2009). se requirieron: saber leer y escribir, ser
mayor de edad, tener pareja heterosexual
Considerando estos antecedentes, la (matrimonio, noviazgo o cohabitación),
presente investigación tiene como residir en Monterrey o su zona
objetivos: a) describir las diferencias de metropolitana y proporcionar el
género en afrontamiento de los consentimiento informado para participar
problemas de la pareja y 2) observar su en el estudio. Como criterios de
relación con violencia en la pareja tanto exclusión se consideraron: no ser capaz
recibida como ejercida, proponiendo y de comprender las instrucciones y
contrastando un modelo general válido contestar el cuestionario de forma
para ambos sexos. Así, este estudio de incompleta o desatenta (a juicio del
enfoque psicosocial pretende aportar un encuestador).
modelo que integre estos aspectos,
considerando en qué grado es diferencial 56% (223 de 400) de los participantes
entre hombres y mujeres. fueron mujeres y el 44% (177) hombres,
habiendo significativamente más mujeres
Se espera, de acuerdo con lo reportado que hombres (χ2 (1, N = 400) = 5.29, p =
en la literatura, que las mujeres y los .21), aunque la diferencia fue pequeña
hombres presenten unos promedios (6%). La media de edad en la muestra fue
equivalentes en las escalas de violencia 30 años, la mediana 26 y la moda 20, con
ejercida y recibida, con la posibilidad de una mínima de 18 años, máxima de 64 y
mayor victimización en hombres (Álvarez, desviación estándar de 10.45 años,
2009; Fiebert, 2004; González & Santana, siendo las medias de edad entre hombres
2001; Rathus & Feindle, 2004; Thompson y mujeres estadísticamente equivalentes
et al., 2006; Tschann et al., 2009), un (t(397.58) = -1.25, p = .21).
afrontamiento más activo en los hombres
(Folkman, 2011), mayor violencia recibida 56% (222 de 400) reportó tener estudios
ante un estilo pasivo de afrontamiento y de licenciatura 27% (109) de bachillerato,
ausencia de negociación al provocar que 12% (49) de secundaria, 3.5% (14) de
se agudicen los conflictos de pareja (Díaz posgrado y 1.5% de primaria (6). La
& Sánchez, 2002; Ladd, 2007) y la mediana y moda correspondieron a
presencia de un círculo de violencia ante estudios de licenciatura. El promedio de
el afrontamiento pasivo y déficit del escolaridad fue equivalente entre los
activo (Bonem et al., 2008; Dutton, 2006). hombres y mujeres encuestados (U =
18646.5, ZU = -1.06, p = .29). El 49% (195
de 400) de los participantes señaló estar
Método soltero, 47% (190) casado, 3% (11)
separado o divorciado y 1% (4) en unión
Se trata de un estudio descriptivo- libre. Los solteros se encontraban en
correlacional con un diseño ex post facto relaciones de noviazgo. La distribución
transversal realizado mediante encuesta del estado civil fue equivalente entre los
a participantes voluntarios. hombres y mujeres encuestados (χ2 (3, N

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= 400) = 2.37, p = .50). El 53% (195 de acomodación, evitación y tiempo, explica


370) dijo no tener hijos y el 47% (175) sí. el 26.19% de la varianza total y se puede
Entre los que tenían hijos, el número denominar estilo de afrontamiento
varió de 1 a 5, con una media, mediana y pasivo. Debido a la heterogeneidad de
moda de 2 y una desviación estándar de los seis factores que integran la escala,
1. Su media fue 12,850 pesos mexicanos una puntuación total no está justificada;
(unos 1000 dólares), con una mediana y en su lugar se emplean los dos factores
moda de 10,000 (unos 800 dólares) y de segundo orden. La consistencia
desviación estándar de 10,514 (unos 841 interna del factor de segundo orden de
dólares), variando de 700 (unos 56 estilo de afrontamiento pasivo con sus 13
dólares) a 60,000 (unos 4800 dólares). ítems es alta (α = .73), al igual que la del
de estilo de afrontamiento enfocado a
Instrumentos resolver el conflicto con sus 17 ítems (α =
.86). Los valores de consistencia interna
Escala de Estrategias de Manejo de de los factores de primer orden varían de
Conflictos, versión corta (EEMC, Arnaldo, .89 (afecto) a .51 (automodificación) con
2001). Consta de 34 ítems con un rango un promedio de .71. Las distribuciones
de respuesta de 1 (“nunca”) a 5 del estilo de afrontamiento enfocado a
(“siempre”). Todos directos, salvo el ítem resolver el conflicto y el factor de tiempo
32. Mide las estrategias y estilo de se ajustan a una curva normal. Las demás
afrontamiento de la persona en distribuciones se desvían de la
situaciones de conflicto con su pareja normalidad.
íntima. Se compone de 6 factores:
negociación con 7 ítems (p. ej., “discuto Cuestionario de Violencia en la Pareja
el problema hasta llegar a una solución”), (CVP; Vargas, 2008). Por una parte evalúa
afecto con 5 ítems (p. ej. “utilizo palabras violencia recibida de la pareja. Esta
cariñosas”), tomarse un tiempo para primera parte se compone de 27 ítems
reflexionar o buscar el momento con un rango de 5 puntos: de 1 (“nunca”)
oportuno (tiempo) con 6 ítems (p. ej. a 5 (“siempre”). Todos ellos son directos.
“espero a que las cosas se calmen”), En la presente muestra la consistencia
evitación con 4 ítems (p. ej. “me alejo”), interna de los 27 ítems es alta (α = .96),
automodificación con 5 ítems (p. ej. al igual que la de sus 4 factores: violencia
“analizo las razones de cada uno”) y física con 6 ítems (p. ej. “mi pareja me ha
acomodación con 3 ítems (p. ej. “termino empujado con fuerza”), psicológica con 7
cediendo sin importar quien se ítems (p. ej. “vigila todo lo que yo hago”),
equivocó”). En la presente muestra, al económica con 6 ítems (p. ej., “utiliza el
factorizar los seis factores de estrategias dinero para controlarme” y sexual con 8
de afrontamiento se obtienen dos ítems (p. ej. “me critica como amante”),
componentes de segundo orden que variando de .89 a .87, con un promedio de
explican el 65.06% de la varianza total. El .88. Las distribuciones del puntaje total y
primero está definido por los sus 4 factores son asimétricas positivas y
afrontamientos de negociación, apuntadas, alejándose de la normalidad.
automodificación y afecto, explica el Por otra parte evalúa violencia ejercida
38.87% de la varianza total y se puede contra la pareja. Esta segunda parte se
denominar estilo de afrontamiento compone de 11 ítems directos con un
constructivo o enfocado a resolver el rango de 5 puntos cada uno (de 1 “nunca”
conflicto. El segundo está definido por a 5 “siempre”) y 2 factores: violencia

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psicológica con 6 ítems (p. ej. “he llegado espera de instituciones socio-sanitarias
a insultar a mi pareja”) y otro tipo de fue incidental y no intencional.
violencia (no psicológica) con 5 ítems (p.
ej., “he llegado a lastimar físicamente a Se pretendía lograr una equivalencia de
mi pareja”). En la presente muestra la sexos y un tamaño muestral de al menos
consistencia interna de los 11 ítems es 400 participantes para tener potencia
alta (α = .89), al igual que la de sus dos estadística en análisis estructurales
factores (.88 y .74). Las distribuciones del según las recomendaciones para tales
puntaje total y los dos factores se alejan técnicas (Brown, 2006). No obstante, los
de una curva normal. Los perfiles son hombres fueron más reacios a participar,
asimétricos positivos y apuntados. alegando falta de tiempo, además eran
Ambas partes se administran separadas e más difíciles de encontrar en los espacios
intercaladas por otras escalas. y tiempos en que se levantó la muestra.
El abordaje de los participantes se realizó
Procedimiento de forma aleatoria, intentando alternar
entre hombre y mujer.
La escala y el cuestionario fueron
aplicados y los datos capturados por Se solicitó el consentimiento informado
estudiantes de últimos semestres de para la participación en el estudio,
licenciatura, entrenados por la segunda garantizando el anonimato y
autora del artículo, quien coordinó el confidencialidad de la información de
trabajo de campo. La participación de los acuerdo con las normas éticas de
estudiantes fue voluntaria y no investigación de la Sociedad Mexicana de
remunerada. Los dos instrumentos de Psicología (2007) y American
medida fueron administrados de forma Psychological Association (2002). La tasa
individual en las casas particulares, calles de participación de quienes
peatonales y parques públicos (81%, 325 suministraron el consentimiento y
de 400), así como en las salas de espera respondieron a los dos instrumentos de
de cuatro instituciones socio-sanitarias medida fue del 89% (400 de 450), siendo
(19%, 75 de 400), como son el Sistema 79% (177 de 225) en hombres y 99% (223
para el Desarrollo Integral de la Familia de 225) en mujeres. El trabajo de campo
(DIF) de Nuevo León, el Hospital se realizó de marzo a mayo de 2010.
Universitario Dr. Eleuterio González, la
Clínica #6 del Instituto Mexicano de Análisis estadísticos
Seguro Social (IMSS) y la Unidad de
Servicios Psicológicos de la Facultad de Las diferencias de medias entre hombres
Psicología de Universidad Autónoma de y mujeres se contrastaron por medio de
Nuevo León. la prueba t de Student para muestras
independientes. La relación entre las
Se tomó cierto porcentaje de la muestra estrategias y estilos de afrontamiento con
en instituciones socio-sanitarias para la violencia (ejercida y recibida) se
garantizar una mayor varianza en las estimaron por el coeficiente de
escalas de violencia. Precisamente, en el correlación producto-momento de
DIF y la Unidad de Servicios Psicológicos Pearson, regresión lineal múltiple
se ven más casos de parejas en crisis y (Stepwise) y análisis de senderos
situaciones de violencia. No obstante, el (Mínimos Cuadrados Generalizados). Se
criterio de selección dentro de salas de contemplaron cinco índices de ajuste

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para el análisis de senderos: dos Resultados


descriptivos básicos (prueba ji-cuadrado
[χ2] y cociente entre ji-cuadrado y sus Diferencias de género y correlación entre
grados de libertad [χ2/gl]); uno violencia recibida y ejercida
poblacional de no centralidad (residuo
cuadrático medio de aproximación Al contrastar los estilos y estrategias de
[RMSEA] de Steiger-Lind); además dos manejo del conflicto de pareja sólo existe
índices comparativos (índice de bondad diferencia significativa de medias en la
de ajuste [GFI] de Jöreskog y Sörbom y su estrategia de afecto (t (396.38) = 5.56, p <
modalidad corregida [AGFI]). Los valores .03); los hombres reportan emplear con
de buen ajuste para los índices son: p de más frecuencia las manifestaciones de
χ2 > .05, χ2/gl < 2, RMSEA < .05, GFI > .95 afecto en estas situaciones. Hay
y AGFI > .90; y los valores adecuados son: diferencia significativa en violencia
p de χ2 > .01, χ2/gl < 3, RMSEA < .08, GFI recibida de la pareja y sus 4 factores; las
> .85 y AGFI > .80. Los cálculos se medias son más altas en hombres. El
realizaron con SPSS16 y AMOS7. promedio de violencia ejercida es
equivalente en hombres y mujeres tanto
en el puntaje total como sus dos factores
(véase Tabla 1).

Tabla 1. Diferencia de medias entre sexos en manejo del conflicto de pareja y violencia
Escalas Género Descriptivos Levene Student
y sus factores Rango N M DE F p t gl p
Manejo del conflicto
Afrontamiento Muj de 17 223 63.99 11.31
3.20 .07 1.17 398 .24
constructivo Homb a 85 177 65.24 9.65
Afrontamiento Muj de 13 223 37.95 7.87
2.06 .15 -0.08 398 .94
pasivo Homb a 65 177 37.89 7.17
Racional y Muj de 7 223 27.98 5.22
1.45 .23 0.04 398 .96
Negociación Homb a 35 177 28.00 4.74
Muj de 5 223 17.25 5.43
Afecto 5.56 .02 2.16* 396.38 .03
Homb a 25 177 18.33 4.60
Muj de 6 223 20.22 4.14
Tiempo 0.18 .67 0.12 398 .90
Homb a 30 177 20.27 4.27
Muj de 4 223 9.29 3.80
Evitación 4.08 .04 -0.69 388.71 .49
Homb a 20 177 9.04 3.52
Auto- Muj de 5 223 18.76 3.26
1.08 .30 0.45 398 .66
modificación Homb a 25 177 18.90 3.01
Acomo- Muj de 3 223 8.44 2.92
4.54 .03 0.52 392.94 .61
dación Homb a 15 177 8.58 2.59
Violencia recibida de la pareja
Puntaje Muj de 27 223 43.42 21.30
1.42 .23 2.60* 398 .01
total Homb a 135 177 49.10 22.15
Muj de 6 223 9.43 5.17
Económica 2.56 .11 2.30* 398 .02
Homb a 30 177 10.66 5.50
Muj de 7 223 12.16 6.06
Psicológica 0.56 .46 2.02* 398 .04
Homb a 35 177 13.44 6.49
Muj de 6 223 9.73 5.42
Física 2.11 .15 2.26* 398 .02
Homb a 30 177 10.98 5.62
Muj de 8 223 12.10 6.17
Sexual 1.31 .25 3.09** 398 .00
Homb a 40 177 14.03 6.22
Violencia ejercida contra la pareja

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Diferencias de género en afrontamiento y violencia en la pareja

Muj de 11 223 20.69 8.60


Puntaje total 0.14 .71 0.65 398 .52
Homb a 55 177 21.24 8.28
Muj de 6 223 12.68 5.65
Psicológica 0.19 .66 0.03 398 .97
Homb a 30 177 12.69 5.19
Física, sexual Muj de 5 223 8.01 3.74
2.33 .13 1.40 398 .16
y económica Homb a 25 177 8.55 3.88
* p < .05 y ** < p < .01.

Existe correlación directa, significativa y violencia recibida de la pareja, al igual


moderada entre la violencia ejercida y que las estrategias (factores de primer
recibida (r = .59, p < .01). En la muestra orden) de evitación, negociación,
conjunta la varianza compartida es del acomodación y automodificación. La
35%, en varones es de 49% y en mujeres estrategia de afecto tiene correlación en
de 26%. la muestra conjunta y de mujeres. La
estrategia de tiempo es independiente en
Relación entre manejo del conflicto y las tres muestras. La correlación más
violencia recibida de la pareja fuerte es con evitación. Se reporta más
violencia, cuanto mayor es la evitación, el
En las tres muestras (conjunta, de afrontamiento pasivo, y se reporta menos
mujeres y hombres), los dos estilos de violencia cuanto mayor es la negociación,
afrontamiento (factores de segundo el afrontamiento constructivo y la
orden) tienen correlación significativa automodificación (véase Tabla 2).
con el puntaje total de la escala de

Tabla 2. Correlaciones de violencia recibida con manejo del conflicto


Violencia recibida de la pareja
Conjunta Mujeres Hombres
Manejo del conflicto
(N = 400) (n = 223) (n = 177)
r p R p r p
Afrontamiento constructivo -.26** .00 -.25** .00 -.30** .00
Afrontamiento pasivo .32** .00 .31** .00 .34** .00
Reflexivo-Negociación -.28** .00 -.26** .00 -.32** .00
Afecto -.13** .01 -.17* .01 -.12 .10
Tiempo .02 .61 .04 .59 .01 .88
Evitación .43** .00 .41** .00 .48** .00
Automodificación -.21** .00 -.18* .01 -.27** .00
Acomodación .27** .00 .26** .00 .28** .00
* p < .05 y ** < p < .01.

En la muestra conjunta se calcula un afrontamiento pasivo, explicando el 42%


modelo de regresión por pasos del criterio. Los índices de tolerancia e
progresivos para predecir violencia inflación de la varianza reflejan falta de
recibida con los dos estilos y cinco colinealidad, al ser próximos a uno. El
estrategias de manejo del conflicto (sin modelo indica que se recibe más
tiempo), además de la violencia ejercida. violencia en la medida que se ejerce más
En su segundo paso el modelo introduce violencia y se muestra un estilo de
las variables de violencia ejercida y afrontamiento pasivo (véase Tabla 3).

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Tabla 3. Modelos de regresión para predecir violencia en pareja en la muestra conjunta


B EE Beta t p r rp rsp Tol FIV
Violencia recibida de la pareja (Segundo paso)
(R = .65, R2 = .42, R2aj. = .43 y EEE = 16.45)
Constante -13.35 4.59 -2.91 .00
Violencia ejercida 1.45 0.10 .56 14.62 .00 .59 .59 .56 .99 1.01
Afr. pasivo 0.76 0.11 .26 6.83 .00 .32 .32 .26 .99 1.01

Violencia ejercida contra la pareja (Segundo y último paso)


(R = .67, R2 = .44, R2aj. = .44 y EEE = 6.31)
Constante 27.71 2.20 12.57 .00
Violencia recibida 0.20 0.01 .52 13.65 .00 .59 .56 .51 .95 1.05
Automodificación -0.85 0.10 -.32 -8.31 .00 -.43 -.38 -.31 .95 1.05
Método: Stepwise.

Debe mencionarse que en su tercer paso contra la pareja. Sólo el afrontamiento de


se introduce la variable evitación, en el acomodación es independiente. El de
cuarto la de acomodación, generándose automodificación es el más
mucha colinealidad, y en uno quinto se correlacionado (-.43) y el estilo pasivo el
expulsa el afrontamiento pasivo, menos (.10). Se reporta más violencia
reduciéndose en parte la colinealidad y contra la pareja en la medida que el
explicándose el 43% del criterio. Este conflicto se maneja más con evitación y
modelo final refleja que se recibe más afrontamiento pasivo; por el contrario, se
violencia en la medida que se ejerce más reporta menos violencia en la medida
violencia, pero a su vez en la medida que que se afronta más con
se evita más los conflictos y se muestra automodificación, estilo constructivo,
más acomodación ante los mismos. negociación, afecto y búsqueda del
tiempo oportuno. En mujeres se observa
Relación entre manejo del conflicto y las mismas correlaciones, salvo que el
violencia ejercida contra la pareja estilo de afrontamiento pasivo resulta
independiente. En hombres los dos
En la muestra conjunta los dos estilos de estilos están significativamente
manejo del conflicto y cinco de las correlacionados, así como los factores de
estrategias tienen correlación primer orden, salvo el de afecto (véase
significativa con la violencia ejercida Tabla 4).

Tabla 4. Correlaciones de violencia ejercida contra la pareja con manejo del conflicto
Conjunta Mujeres Hombres
Manejo del conflicto (N = 400) (N = 223) (N = 177)
r p R p r p
Afrontamiento constructivo -.40** .00 -.43** .00 -.35** .00
Afrontamiento pasivo .10* .04 .02 .81 .23** .00
Reflexivo y Negociación -.32** .00 -.32** .00 -.31** .00
Afecto -.25** .00 -.33** .00 -.13 .07
Tiempo -.15** .00 -.14* .03 -.16* .04
Evitación .32** .00 .21** .00 .48** .00
Automodificación -.43** .00 -.43** .00 -.44** .00
Acomodación .08 .10 -.03 .70 .24** .00
* p < .05 y ** < p < .01.

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En la muestra conjunta se calcula un con la automodificación, y la violencia


modelo de regresión por pasos ejercida pronostica violencia recibida
progresivos para predecir violencia (modelo 1). Este modelo presenta todos
ejercida contra la pareja con los dos sus parámetros significativos, incluyendo
estilos y cinco estrategias de manejo del la correlación directa entre
conflicto (sin acomodación), además de automodificación y afrontamiento pasivo
la violencia recibida. El modelo introduce (r = .16, p = .01), explica el 22% de la
dos variables: violencia recibida de la varianza de la violencia ejercida y 42% de
pareja y automodificación, explicando el la violencia recibida, mostrando buen
44% del criterio. Los índices de tolerancia ajuste a los datos (χ2 (1) = 0.20, p = .65;
e inflación de la varianza reflejan falta de RMSEA = 0, GFI = 1, AGFI = .99) (véase
colinealidad al ser próximos a uno. El Figura 1). Si el modelo se estima por la
modelo indica que se ejerce más modalidad multigrupo, separando a
violencia contra la pareja en la medida hombres y mujeres, el ajuste sigue
que se recibe más violencia de la misma y siendo bueno (χ2 (2) = 0.91, p = .64; GFI =
se muestra escasa automodificación ante .99, AGFI = .98, CFI = 1, RMSEA = 0), con
los conflictos (véase Tabla 3). todos los parámetros significativos en
ambos sexos, salvo la correlación entre
Modelo por análisis de sendero afrontamiento pasivo y automodificación
en hombres (r = .01, p = .84), cuando sí lo
Se estima un modelo por análisis de es en mujeres (r = .23, p < .01). El modelo
senderos, en el que los dos tipos de explica más varianza en hombres (25%
violencias son variables manifiestas ejercida y 52% recibida) que en mujeres
endógenas y la estrategia de manejo del (20% ejercida y 35% recibida) y la
conflicto de automodificación y el estilo predicción de la violencia ejercida por el
pasivo son variables manifiestas estilo de afrontamiento pasivo tiene más
exógenas. La falta de automodificación peso en hombres (β = .23) que en
pronostica violencia ejercida contra la mujeres (β = .14).
pareja, el afrontamiento pasivo predice
ambos tipos de violencia correlacionando
.22

-.46
Violencia
Automodificación e1 Ji-2 (1) = 0.20
ejercida
contra la pareja p = .65
Ji-2/gl = 0.20
.18 .56 FD = 0.001
.16
.42 GFI = 1
Violencia AGFI = .99
Afrontamiento .26 e2 RMSEA = 0
recibida
pasivo
de la pareja

Figura 1. Modelo 1 estandarizado del agresor activo.

Si el modelo se estima con la violencia violencia ejercida por el afrontamiento


recibida como determinante de la pasivo deja de ser significativa (β = -.02,
ejercida, la vía de predicción de la p = .71), así que se elimina (modelo 2). El

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modelo explica el 35% de la violencia RMSEA = .19; GFI = .96; AGFI = .81)
ejercida y 12% de la ejercida, mostrando (véase Figura 2).
mal ajuste (χ2 (2) = 30.21, p < .01;
.35

-.31 Violencia
Automodificación e1 Ji-2 (2) = 30.21
ejercida
p < .01
contra la pareja
Ji-2/gl = 15.11
.18 .52 FD = 0.08
.12 GFI = .96
Violencia AGFI = .81
Afrontamiento .35 e2
recibida RMSEA = .19
pasivo
de la pareja

Figura 2. Modelo 2 estandarizado del agresor reactivo.

El ajuste mejora considerablemente si se violencia ejercida y 22% de la recibida


contemplan como determinante las (véase Figura 3). Al hacer el cálculo por el
estrategias de evitación y acomodación método multigrupo para hombres y
como predictoras de la violencia recibida mujeres, el ajuste resulta de adecuado
en lugar del afrontamiento pasivo. En (RMSEA = .08) a bueno (GFI = .97, AGFI =
este segundo modelo redefinido .90), aunque se rechaza por la prueba ji-
evitación y acomodación correlacionan, cuadrado (χ2 (8) = 26.35, p < .01) y el
así como evitación y automodificación. El cociente χ2/gl es mayor de 3 (3.29). Los
modelo tiene un ajuste de aceptable (χ2 porcentajes de varianza explicada son
(4) = 11.93, p = .02; χ2/gl = 2.98; RMSEA = mayores en hombres (53% versus 35%
.07) a bueno (GFI = .99, AGFI = .96), todos ejercida y 25% versus 22% recibida); otra
los parámetros son significativos y se diferencia es que la acomodación tiene
incrementa la varianza explicada, menos peso en hombres (.20 versus .12) y
pasando a explicarse el 42% de la la evitación más (.45 versus .36).
.42

-.32 Violencia
e1 Ji-2 (4) = 11.93
Automodificación ejercida
p = .02
contra la pareja
Ji-2/gl = 2.98
-.26 .53 FD = 0.03
.22 GFI = .99
Violencia AGFI = .95
.39 e2
Evitación recibida RMSEA = .07

.16
de la pareja
.31

Acomodación

Figura 3. Modelo 2 estandarizado redefinido del agresor reactivo.

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Discusión
En este estudio, ambos géneros ejercen
Diferencias entre sexos en afrontamiento violencia con la misma frecuencia. El
promedio corresponde a rara vez, como
Las diferencias autorreportadas entre se observa al dividir media del puntaje
hombres y mujeres en manejo del total por el número de ítems (1.90). A su
conflicto son mínimas y no se observa un vez, los hombres se quejan de recibir más
estilo de afrontamiento más activo en los violencia de sus parejas femeninas que
hombres, como se esperaba (Folkman, las mujeres de sus parejas masculinas, en
2011). En otro estudio realizado en todos los factores; los encuestados se
México en parejas casadas que se refieren sobre todo a aspectos de
enfrentan al diagnóstico de cáncer de un menosprecio, desvalorización y
hijo también se encontró esta semejanza desatención. Al igual que con la violencia
(Moral & Martínez, 2009). La única ejercida, la frecuencia de violencia
diferencia entre ambos sexos radica en el recibida es baja, correspondiendo a rara
afecto. Las mujeres en situaciones de vez (1.70). Debe señalarse que al
conflicto no tienden a expresar afecto con contrastar las medias por datos
base en nuestros datos, y probablemente emparejados (dentro de cada
se reserven dichas expresiones para las participante) el ejercicio de la violencia
situaciones de armonía (Díaz & Sánchez, tiene un promedio significativamente
2002); por el contrario, los hombres mayor que el ser víctima de violencia (DM
intentan paliar el conflicto con más = -0.20, t = -5.65, p < .01), más en
frecuencia con manifestaciones de afecto, mujeres (DM = -0.27, t = -5.23, p < .01)
con base en nuestros datos, y que en hombres (DM = -0.11, t = -2.44, p
probablemente son menos afectuosos = .02), dentro de una muestra de
que las mujeres en periodos de armonía población general o no violenta.
(Díaz & Sánchez, 2002). No obstante, las
manifestaciones de afecto masculinas no Como en el sub-apartado de
poseen ningún efecto sobre la violencia procedimiento se señaló, la porción
en la pareja; cuando las femeninas grupo de participantes extraídos de
aminoran la violencia. Por lo tanto, ámbitos socio-sanitarios (un quinto)
parece que las muestras afectivas de la fueron escogidos bajo un criterio
pareja cuando el conflicto está presente incidental y un intencional, por lo que
no son valoradas por la mujer, pero sí por finalmente no contribuyen a dar una
el hombre. mayor representación de personas
violentas en esta muestra no
Cabría interpretar desde la teoría del probabilística.
ciclo de la violencia (Walker, 1979) que
esta tendencia se deba a un subconjunto En un principio parece que estos datos
de mujeres que están siendo violentadas van contra las expectativas de muchos de
en sus relaciones y a hombres que usan los estudios contemporáneos, centrados
el afecto como forma de evitar que la exclusivamente en la mujer como víctima,
pareja femenina abandone la relación. Al en consonancia con la sugerencia de la
carecerse de datos emparejados de World Health Organization en 1999, como
hombres y mujeres no se puede las investigaciones de Castro y Casique
contrastar esta hipótesis. (2005). Labrador, Fernández y Rincón
Diferencias entre sexos en violencia (2010), Nayaran, Chambers, Shah y

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Petesch (2001), Olaiz, Rojas, Valdez, Más allá de los argumentos dados, sería
Franco y Palma (2006) y Ramos y importante evaluar el efecto de la
Saltijeral (2008), pero no así los estudios deseabilidad social en sus aspectos de
que contemplan de forma simultánea a autoengaño y manejo de la impresión en
ambos sexos (Álvarez, 2009; Fiebert, 2004; el autorreporte de la violencia (Paulhus,
Rathus & Feindle, 2004; González & 2002), cuando el presente estudio carece
Santana, 2001; Thompson et al., 2006), en de datos al respecto, por lo que se
los que se reportan niveles equivalentes recomienda en futuras investigaciones
de violencia o mayor victimización en el incluir la variable de deseabilidad social.
hombre, incluyendo violencia grave
(asesinatos). Tampoco debe ignorarse que, en esta
muestra no probabilística, el nivel de
Una interpretación que elimina la violencia es bajo y probablemente sin
discrepancia de nuestros datos con la consecuencias forenses; así, en el grupo
expectativa de mayor victimización de población representado por la
femenina y agresión masculina de la muestra, la violencia femenina parece
perspectiva de género es que las mujeres destacar más. Por el contrario, si nos
atenúan sus reportes de quejas y los fuéramos a un tipo de violencia con
hombres los incrementan de forma consecuencias forenses, especialmente
sensibilizadora, a su vez las mujeres una violencia denunciada, en un país
exageran sus reportes de actos violentos como México, claramente destacaría la
y los hombres los infravaloran, violencia de los hombres sobre las
considerando el efecto de la deseabilidad mujeres. Las campañas oficiales se
social desde un sesgo de autoengaño en centran exclusivamente en la atención a
las mujeres y manejo de la impresión en la mujer frente a la violencia masculina y
los hombres. las pocas denuncias de hombres reciben
muchas trabas y resistencias en su
Si se pondera en su justa medida el tramitación (Strauss, 2005).
sesgo sensibilizador de las mujeres hacia
la violencia masculina, especialmente Relación de afrontamiento y violencia
sexual, que existe en la sociedad
contemporánea, en la que se fomenta y Entre las correlaciones y en los modelos
refuerza las denuncias, especialmente en de regresión se destacan la
el grupo social de mujeres jóvenes de automodificación para el ejercicio de la
clases bajas y medias (Nayak, Byrne, violencia en ambos géneros, y la
Martin & Abraham, 2003; Nayaran et al., evitación y pasividad para el ser víctima
2001), la atenuación femenina de la de violencia. Entre el estilo pasivo y la
violencia no es una expectativa clara. evitación existe un problema de
Debe señalarse que, en los estudios de colinealidad que provoca que la variable
justicia en las relaciones íntimas en segunda expulse a la primera del modelo.
población general, sí hay más percepción El estilo de afrontamiento pasivo,
de inequidad en las mujeres que los matizando el evitar el conflicto, con el
hombres (Arbach & Álvarez, 2009; Jory, dejarse (acomodación) y la prudencia
2004), pero en los aspectos de violencia (tiempo). En los modelos de senderos se
no hay mayor percepción de victimización contempla el afrontamiento pasivo frente
frente a los hombres (Álvarez, 2009; a la evitación, lográndose mejor
Arbach & Álvarez, 2009). resultado en porcentajes explicados y

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ajuste. Por lo tanto, la combinación de terapeutas, como Perrone (2006). El


dejarse, evitar y exceso de prudencia es problema se evita, la tensión crece y
mejor predictor de ser víctima de finalmente la persona que juzga que
violencia que el simple evitar el conflicto. abusan de ella estalla, lo que libera
tensión. Todo aparentemente se suaviza,
Veamos a continuación los modelos más pero nada se arregla ni realmente
complejos de predicción. El primer cambia, porque no se negocia,
modelo estimado lo podríamos repitiéndose una y otra vez el mismo
denominar del agresor activo, el cual ciclo. Lo que a se corresponde bien al
muestra falta de flexibilidad o capacidad modelo de afrontamiento de Thomas y
para modificar su perspectiva y Kilmann (2009), en que se inspira la
necesidades, además de una tendencia escala de medida empleada
pasiva a manejar los conflictos,
evitándolos y dilatándolos. Finalmente, El modelo del agresor activo no es
ante los conflictos estalla y ejerce exclusivo de hombres, aunque explique
violencia, recibiendo a su vez violencia de más varianza. Su ajuste del modelo es
la pareja, a lo que contribuye la pasividad bueno para ambos sexos, considerando
hasta el momento mostrada. El segundo que son los hombres encuestados los
modelo lo podemos denominar del que más se quejan de violencia, y ambos
agresor reactivo:. Recibe violencia de la géneros reportan ejercen violencia con la
pareja por su pasividad, pero finalmente misma frecuencia, la cual es baja en esta
reacciona ejerciendo violencia contra la muestra. El contraste multigrupo, al
misma, contribuyendo en este punto su separar a hombres y mujeres, revela un
inflexibilidad, pero no su pasividad; por matiz interesante. La automodificación es
lo tanto, si la persona fuese pasiva, pero independiente del estilo de
no inflexible, sería sólo víctima de afrontamiento pasivo en hombres, pero
violencia. De estos dos modelos el no en mujeres, lo cual es consonante con
primero tiene buen ajuste a los datos y el las expectativas de género (Folkman,
segundo muestra mal ajuste, pero mejora 2011), y es un aspecto relevante para el
de forma sustancial al considerar enfoque terapéutico. La mujer más
evitación y acomodación como pasiva en su afrontamiento tiende más a
predictores correlacionados de violencia cambiar sus opiniones e interpretaciones
recibida en vez de afrontamiento pasivo, ante las situaciones de conflictos.
pasando el ajuste a ser adecuado. Asimismo, este análisis revela que el
modelo de agresor reactivo también
Así, en esta muestra de hombres y explica más varianza en hombres,
mujeres mexicanos prevalece un agresor tendiendo a ser las mujeres receptoras de
activo que no sabe manejar los conflictos violencia más acomodaticias y los
de pareja. Lo que nos lleva a un punto hombres más evitadores, esto es, la
importante de la intervención. Deben mujer aguanta o finge y el hombre huye o
superarse las posturas de inflexibilidad y evita.
pasividad ante los conflictos por parte
del perpetrador, buscando posturas
flexibles y activas para superar la Limitaciones y conclusiones
violencia en la pareja (explosiones de
violencia o ataques de ira), lo que da Como limitaciones del estudio debe
sostén empírico a las afirmaciones de señalarse el carácter no probabilístico de

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la muestra. Aunque su tamaño grande patrón de agresor activo, incapaz de


nos permite alcanzar potencia alta en las modificar su postura, que ante el
pruebas de contraste, toda generalización conflicto adopta estrategias de evitación
debe manejarse como una hipótesis y aparenta acomodarse, pero finalmente
aplicable a una población semejante de ejerce violencia contra la pareja,
gente joven, con escolaridad e ingresos reaccionando ésta sobre todo cuanta más
mayores que el promedio nacional pasividad previa muestra el agresor. Este
(Instituto Nacional de Estadística, modelo es válido para ambos géneros,
Geografía e Informática [INEGI], 2005). A aunque posee más potencia explicativa
favor de nuestros datos cabe señalar los en hombres, entre quienes la varianza
coeficientes de consistencia interna altos, compartida por ambos tipos de violencia
el potencial de manejo numérico y la (ejercida y recibida) es de la mitad,
congruencia de la naturaleza de cuando es de un cuarto en mujeres.
autoinforme de los mismos, cuando
medidas de otra naturaleza pueden Se recomienda enfocar la terapia hacia el
limitar la fuerza de las asociaciones por desarrollo de formas activas de manejo
problemas metodológicos, de de conflictos, relacionadas con la
confiabilidad y validez cruzada. negociación, capacidad de cambio,
afabilidad y actitud positiva. Finalmente
En conclusión, en esta muestra de se sugiere replicar en estudio con una
participantes jóvenes, de clase media y muestra probabilística estratifica por
nivel alto de escolaridad, el hombre se género de población abierta o general
queja de recibir más violencia de su para confirmar los hallazgos obtenidos,
pareja femenina que la mujer de su asimismo incluir un instrumento de
pareja masculina, y ambos sexos medida de deseabilidad social para
reportan ejercer violencia con la misma evaluar su efecto en el reporte de
frecuencia, aunque el nivel promedio de violencia.
violencia es bajo (rara vez). Se observa un

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Recibido: Septiembre 2010 Revisado: Abril 4 2011 Aceptado: Noviembre 9 2011

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