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revolviendo cielo y tierra para que los pobres estudien, otra equivocación, que a los pobres les
sacas de su centro y no te sirven ni para finos ni para bastos, les echáis a perder, convéncete,
en seguida quieren ser señores y eso no puede ser, cada uno debe arreglárselas dentro de su
clase como se hizo siempre, que me hacéis gracia con esa campaña de "El Correo", que yo no
sé como no lo cierran de una vez, la verdad, para que todos los chicos, ricos y pobres, puedan
ir a la Universidad, menudo lío, que eso es una sandez, y perdona mi franqueza, algún día me
darás la razón, que el don Nicolás ese, que Dios confunda, os está enredando a todos y, a la
chita callando, está haciendo su juego, porque, por si lo quieres saber, él es de una extracción
humildísima, su madre lavandera o algo peor, imagina, y aunque en el periódico, por la cuenta
que le trae, dé una de cal y otra de arena, don Nicolás es un tipo torcido, de la cáscara amarga,
te lo digo yo, no te importe que vaya a misa, para disimular, a ver, pero cuando la guerra, por
si lo quieres saber, estuvo preso, y si no lo fusilaron fue por misericordia, que él, en lugar de
agradecerlo, que es lo que debía de hacer, anda a lo suyo, malmetiendo a unos y a otros con su
periodicucho y, por si fuera poco, Oyarzun dice ahora que es librepensador, lo que le faltaba,
ya ves tú, que todas estas cosas las traman los librepensadores, Mario, desengáñate. Desde
luego, cuando le destituyeron fue por librepensador, eso seguro, aunque luego el Moyano, en
vez de afeitarse esas barbas asquerosas, saliera con una de sus gracias, que a mí no me hace
ninguna, de que cómo iba a ser librepensador un hombre que mea agua bendita, ya ves que
ordinariez. Precisamente los librepensadores se distinguen por eso, porque no lo parecen, se
van metiendo sin darte cuenta y te dan el pego, que si fueran por ahí chillando a voz en cuello
"yo soy librepensador", les cerrarían todas las puertas, lógico, como los comunistas, a lo suyo,
ellos se meten, se meten y cuando te quieres dar cuenta te han comido la partida. Por eso y
nada más que por eso, me dolía, cariño, que escribieses en "El Correo" en ese tono, porque a
lo bobo, a lo bobo, estabas haciendo el caldo gordo a las fuerzas del mal, que todavía si te
pagasen, pero, ya ves, veinte duros por artículo, una miseria, que no compensa, que, luego,
cada vez que te veía comulgar me aterraba pensando que pudieras estar cometiendo un
sacrilegio, fíjate, que nunca te lo dije, porque hay cosas que no pueden conciliarse, Mario, por
ejemplo Dios y "El Correo", que eso es como ponerle una vela a Dios y otra al diablo
Y no te pienses que a mí no me apena su desgracia, pero, por fortuna, todavía tengo la cabeza
en su sitio y estoy de acuerdo con Armando en que pretender cargar con todo el dolor del
mundo no es más que un acto de vanidad. Que te pones a mirar, cariño, y la vanidad es lo que
te ha echado a perder, que tú mismo reconocías bien de veces, que escribiendo esas cosas y
comprando Carlitos y dejando que nos retrataran en la Gran Vía y ayudando a los presos, no
aliviabas a los demás tanto como te aliviabas a ti, y entonces empezabas a darle vueltas a sí lo
tuyo, en el fondo, no sería más que egoísmo, que, en definitiva, es lo que siempre he
sostenido. Porque si te agradaba complacer a los demás, ¿por qué no a Solórzano cuando te
quiso nombrar Concejal? ¿Por qué, di? Después de tu choque con Josechu Prados, y de tus
artículos en "El Correo", que llevaban dinamita hijo, y del expediente, y de los antecedentes de
tu padre y de tu hermano, que ésa es otra, la actitud de Fito Solórzano no podía ser más
elegante, me parece a mí, era un cable que te echaba, "tenga, agárrese, borrón y cuenta
nueva". Y, por si fuera poco, ya oíste a Valentina, "entrar en el Ayuntamiento por el tercio
cultural es hacerlo por la puerta grande".
y sobre todo no sé a santo de qué darle tantas explicaciones a un camarero, ya ves tú, un don
nadie, que eso es lo que más asco me da de ti, que con la gente baja te achicaras con lo
sencillo que es darles cuatro voces y, en cambio, con la gente bien, inclusive con las
autoridades, se te soltase la lengua y a desbarrar. ¿Qué se puede esperar de un hombre así,
puedes decírmelo
"ERA TAN VIRGEN COMO TU; PERO NO ME LO AGRADEZCAS, FUE ANTE TODO POR TIMIDEZ
pero, por favor, no te quedes ahí parado, ¿es que no me crees?, te lo he contado todo, Mario,
cariño, de pe a pa, tal como fue, te lo juro, no me guardo nada, como si me estuviera
confesando, palabra, Paco me besó y me abrazó, lo reconozco, pero de ahí no pasó, estaría
bueno, te lo juro, y tienes que creerme, es mi última oportunidad, Mario, ¿no lo comprendes?,
y si tú no me crees yo me vuelvo loca, te lo prometo, y si te quedas ahí parado es que no me
crees, ¡Mario!, ¿es que no me estás escuchando?, atiende, por favor, nunca he sido más
franca, te lo podría jurar, con nadie, figúrate, que te estoy hablando con el corazón en la mano,
escucha, para mí el que me perdones es cuestión de vida o muerte, ¿te das cuenta?, no se
trata de un capricho, Mario, mírame, anda, aunque sólo sea un momentín, por favor, no me
vayas a confundir con mi hermana, me aterro sólo de pensarlo, te lo prometo