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UNIDAD CUATRO: PROCESO INFLAMATORIO Y DE REPARACIÓN CELULAR: Es un proceso que comienza luego de la agresión

subletal de tejidos y termina con la curación completa.

Los signos clínicos por Celso son enrojecimiento, tumefacción, calor y dolor. Se conocen como signos cardinales de la inflamación. El
enrojecimiento se debe al incremento de sangre en la parte inflamada. La tumefacción ocurre también por el aumento de flujo sanguíneo
y la presencia adicional de sustancias, que salieron de los vasos sanguíneos hacia los tejidos circundantes y se designan exudados. El
calor asimismo resulta de la mayor afluencia de sangre. El dolor se atribuye al aumento de la presión sobre las terminaciones nerviosas,
por el efecto tóxico de las sustancias irritantes. Galeno agregó la pérdida de función como quinto signo cardinal. El dolor, inhibe los
movimientos musculares, la tumefacción mecánica y la destrucción tisular, contribuyen a la pérdida de función.

El organismo presenta dos tipos de potentes armas defensivas: anticuerpos humorales y células reactivas, especialmente leucocitos. La
función de la inflamación con sus efectos hiperhémicos, es la de colocar estos mecanismos de defensa en contacto inmediato con la
sustancia irritante o con células que fueron lesionadas por ésta. La ausencia de inflamación es incompatible con la vida y peligrosa. Las
enfermedades de origen inmunológico, como la fiebre reumática, artritis reumatoide, glomerulonefritis y lupus eritematoso diseminado,
se asocian a reacciones inflamatorias, sin un beneficio aparente y efectos nocivos. El proceso inflamatorio, especialmente en su forma
aguda, en principio es un fenómeno circulatorio que involucra modificaciones en la cantidad y calidad de sangre que llega a la zona
afectada.

Las causas de la inflamación pueden ser: organismos patógenos (toxinas), venenos químicos, agresiones térmicas y mecánicas,
reacciones inmunológicas.

SECUENCIA DE LOS HECHOS VASCULARES EN LA INFLAMACIÓN

Constricción momentánea: Los vasos se estrechan de inmediato como resultado de una acción de estímulo beneficiosa antes que el
mismo ejerza su efecto completo.

Dilatación de los vasos: Esta es rápida, recibiendo mayor cantidad de sangre arterial estableciendo el estado de hiperemia. La
vasodilatación por la relajación del músculo liso de la pared arteriolar y del esfínter precapilar. Otra característica notable es el incremento
del número de capilares visibles en la zona inflamada. De mayor importancia en el desarrollo de la dilatación y aun en mayor proporción
en la alteración de la permeabilidad vascular, son los denominados mediadores químicos. A la dilatación de los vasos se asocia un
incremento de presión sanguínea en los capilares y vénulas. Con relación al retardo del flujo, se produce un lento incremento de la
permeabilidad de vénulas y capilares, esto hace que las grandes moléculas de proteínas y de la sangre y algunos eritrocitos salgan
hacia los tejidos.

Modificaciones en la velocidad de flujo. La pérdida de fluidos desde la sangre, incrementa la viscosidad y también cierto grado de
aglutinación de los leucocitos tiende a retardar el flujo. Estos factores intervienen además en el aumento de la presión hidrostática de
los capilares. La simple dilatación de éstos y de las venas que sigue a la dilatación de las arteriolas aferentes, indudablemente
proporciona espacio suficiente como para que el flujo se haga más lento. De esta forma el retardo acrecienta la estasis y se establece
la congestión pasiva.

Modificaciones en el flujo sanguíneo.. En el torrente sanguíneo normal, los eritrocitos están en el centro del flujo, siguiendo las leyes
físicas. Pero cuando éste se hace más lento, los elementos sólidos más pesados dejan el centro y se distribuyen en forma pareja. Esta
situación favorece la salida de eritrocitos y lo mismo se puede decir para las pesadas moléculas de albúmina y globulina. Estas últimas
son las portadoras de los "anticuerpos humorales

Marginación de los leucocitos. Los leucocitos sanguíneos presentan movilidad individual. La mayoría de ellos se encuentra a lo largo
de las paredes de los vasos, de los capilares dilatados y desarrollan cierta capacidad de adherirse a la pared de los vasos, asimismo el
endotelio lesionado se convierte en una superficie viscosa.

Diapédesis (migración) de los leucocitos. Proceso de salida de los leucocitos hacia los tejidos adyacentes. La fuerza que los atrae
hacia los tejidos inflamados se denomina quimiotaxis. Los leucocitos polimorfonucleares se mueven a lo largo de la superficie endotelial
hasta que alcanzan la unión entre dos células endoteliales. A través de la hendidura entre ambas, introducen sus seudópodos, atraviesan
el endotelio y migran a través del mismo y de la membrana basal hasta que alcanzan un punto por el cual pueden rebasarla hacia el
espacio extracelular. Los linfocitos .Su migración es más tardía e involucra el pasaje a través de las células endoteliales, y no entre ellas.
Los quimiotácticos para los neutrófilos que parecen más importantes incluyen los factores bacterianos solubles, un factor derivado del
complemento (C3) y un factor asociado al complemento (C567a).

Diapédesis de los eritrocitos. Los eritrocitos pueden salir por las soluciones de continuidad interepiteliales provocadas por la migración
de leucocitos o por hendiduras producidas en el endotelio por mediadores químicos. Las células rojas tampoco se adhieren al endotelio
capilar y no tienen efecto alguno en el proceso inflamatorio, pero como en algunas oportunidades su número es grande, la inflamación
se designa hemorrágica.
Exudación de suero. En el tejido inflamado el agente causal lesiona las células a tal punto que muchas de sus moléculas grandes y
complejas se desdoblan a compuestos más pequeños y éstos entran a formar parte de la linfa. De esta manera se incrementa la presión
osmótica extravascular. La presión hidrostática en el extremo venoso del capilar también está aumentada. Ambos factores tienden a
facilitar la transferencia de líquido de los vasos hacia los tejidos. De esta forma, grandes cantidades de líquido exudan dentro de la zona
inflamada. La densidad de este exudado se acerca a la del plasma y todas las proteínas del mismo, incluyendo el fibrinógeno, aparecen
en él. Esta es una situación muy beneficiosa debido a que éste líquido diluye en forma importante las sustancias tóxicas formadas dentro
del organismo introducidas desde fuera. El suero sanguíneo lleva globulinas y anticuerpos.

MEDIADORES QUÍMICOS DE LA INFLAMACIÓN

Histamina. es la iniciadora de la respuesta vascular temprana, solo la mantiene durante unos 30 a 60 minutos, a partir de este momento
es reemplazada por otros mediadores que mantienen la reacción vascular retardada o prolongada. La histamina se encuentra
ampliamente distribuida en los tejidos, en los gránulos de los leucocitos basófilos y mastocitos. Luego de una agresión de cualquier
naturaleza, la histamina se libera de dichos gránulos, probablemente a través de una acción enzimática.

Serotonina. En la mayoría de las especies animales posee efecto vasoactivo. Está presente en las plaquetas y en el sistema nervioso
central.

Quininas. Las quininas bradiquinina y kalicreína son mediadores que mantienen la reacción vascular después de la respuesta inicial
de origen histamínico y se asocian a la producción de dolor en la inflamación. Se producen a partir de precursores como plasmina y
factor Hageman activado, actúan sobre la kalicreína.

Prostaglandinas. Estas derivan de ácidos grasos e intervienen en el fenómeno inflamatorio, en la respuesta prolongada y en los
fenómenos de quimiotaxis. La PGE1 y PGE2 median el incremento de la permeabilidad vascular, potencian el efecto de la histamina y
bradikiquinina en la producción de dolor y actúan como pirógenos produciendo fiebre. Se forman a partir de ácidos grasos provenientes
de los fosfolípidos liberados durante la destrucción celular.

Otros factores permeabilizantes. En virtud de su capacidad para inducir la vasoconstricción y disminuir la permeabilidad vascular, la
epinefrina y la norepinefrina son agentes antiinflamatorios notorios. De la misma forma, la dopa y la dopamina, dos intermediarios en la
formación de norepinefrina y epinefrina también lo son.

Efectos anti inflamatorios de los glucocorticoides. Ninguna sustancia endógena o farmacológica posee propiedades anti
inflamatorias tan potentes y efectivas como los glucocorticoides de la corteza adrenal. conticoesteroides suprimen la mayoría de las
reacciones del proceso inflamatorio, bloquean el incremento de la permeabilidad vascular, impiden la exudación de células inflamatorias,
alteran la destrucción intracelular de bacteria se impiden la unión antígeno-anticuerpo.

RESUMEN DE LAS MODIFICACIONES VASCULARES EN LA INFLAMACIÓN


1. Vasoconstricción transitoria.
2. Vasodilatación.
3. Incremento de la presión hidrostática (respuesta inicial mediada por reflejos axónicos, histamina, quinina y serotonina).
4. Aceleración de la velocidad de flujo.
5. Incremento de la permeabilidad.
6. Exudación de líquido.
7. Marginación de los leucocitos.
8. Migración de los leucocitos.
9. Diapédesis de los eritrocitos.
10. Retardo y estasis sanguínea

La inflamación aguda puede seguir una de las siguientes evoluciones:


Resolución completa, con recuperación normal de la zona inflamada; cuando la lesión es leve, quemadura superficial y poca destrucción tisular.
Curación por cicatrización, sustancial destrucción tisular, en tejidos que no se regeneran y abundante exudación de fibrina.
Abscedificación, que se produce principalmente en las infecciones por microorganismos piógenos.
Progresión a la inflamación crónica.

La inflamatoria crónica tiene algunas características particulares que permiten su descripción. Clínicamente, la inflamación crónica en
distintos órganos aparece de una de las tres formas siguientes:
 Puede seguir a una inflamación aguda, por persistencia del estímulo o por alguna interferencia con el proceso de curación
normal. Por ejemplo, la infección pulmonar por algunas especies de bacterias puede comenzar como una inflamación aguda
(neumonía), pero la persistencia de los microorganismos o de sus productos puede dar lugar a destrucción tisular, prolongación
de la inflamación y absceso pulmonar crónico.
 2. Los brotes repetidos de inflamación aguda pueden ser también responsables, sufriendo el paciente brotes sucesivos de
fiebre, dolor e hinchazón. En este caso, el estudio histológico muestra signos de inflamación aguda, curación (entre los brotes)
e inflamación crónica. (colecistitis) y riñón (pielonefritis).

 3. Puede comenzar de forma insidiosa, como una respuesta prolongada, de bajo grado, sin episodio agudo sintomático clásico.
En enfermedades como la artritis reumatoide, la tuberculosis y la patología pulmonar crónica. Estas enfermedades se producen
en las siguientes circunstancias:

 Por infección persistente por microorganismos intracelulares (bacilos tuberculosos) de baja toxicidad pero evocan una reacción inmunitaria.
 Por la exposición prolongada a sustancias no degradables pero potencialmente tóxicas (silicosis y asbestosis).
 Por reacciones inmunes, especialmente las que se perpetúan frente a los tejidos propios del individuo (enfermedades autoinmunes)

Las características histológicas de la inflamación crónica son:


1) infiltración de células mononucleadas, principalmente macrófagos, linfocitos y células plasmáticas;
2) proliferación de fibroblastos y en muchos casos, de pequeños vasos sanguíneos,
3) incremento del tejido conectivo (fibrosis)
4) destrucción tisular.

La infiltración de monocitos y macrófagos es un componente particularmente importante de la inflamación crónica a las 48 horas
constituyen el tipo celular predominante. Cuando el monocito llega a los tejidos extravasculares se transforma en una célula mucho más
grande, el macrófago, que puede ser “activado”.

La acumulación de macrófagos puede tener lugar de tres formas, predominando cada una de ellas en diferentes tipos de infección:

Abastecimiento continúo de monocitos de la circulación, que da lugar a liberación de factores quimiotácticos. Numéricamente, ésta es la fuente
más importante de macrófagos.
Por proliferación local (división mitótica) de los macrófagos tras su emigración de la sangre.
Por prolongada supervivencia e inmovilización en el foco inflamatorio. En irritantes de baja virulencia, como los lípidos inertes y las partículas
de carbón. Debido al gran número de sustancias con actividad biológica que produce, el macrófago es una figura central en la inflamación
crónica.

Otros tipos celulares presentes en la inflamación crónica son los linfocitos, células plasmáticas, eosinófilos y células cebadas. Las células
plasmáticas producen anticuerpos dirigidos directamente contra antígenos persistentes en el foco inflamatorio o contra componentes
tisulares alterados. Los linfocitos son movilizados en las reacciones inmunitarias mediadas por anticuerpos o por células. Los linfocitos
activados producen linfocinas y éstas son importantes estimuladores de los monocitos y macrófagos; producen quimiotactismo sobre los
monocitos y activación y diferenciación de los macrófagos.

Los productos de los macrófagos activados a su vez, influyen sobre la función de las células T y B. Los eosinófilos en reacciones
inmunitarias mediadas por la IgE y de las infecciones parasitarias.

Aunque los leucocitos polimorfonucleares suelen ser considerados el rasgo característico de la inflamación aguda, muchas formas de
inflamación crónica, que duran varios meses, continúan conteniendo grandes cantidades de neutrófilos y forman pus. En la
actinomicosis, una infección por microorganismos con una particular capacidad para atraer a los neutrófilos, el centro de la lesión
muestra abundantes neutrófilos meses y años después de la infección inicial. Por el contrario, la presencia de linfocitos no siempre
significa que la inflamación ha estado presente durante un largo período.

INFLAMACIÓN CRÓNICA GRANULOMATOSA


Patrón característico de inflamación crónica, denominado inflamación granulomatosa. Las enfermedades granulomatosas, como la
tuberculosis y la lepra. Los granulomas son cúmulos pequeños, de 0.5 a 2mm, de macrófagos modificados, denominados “células
epitelioides”, generalmente rodeados de un ribete linfocitario. Los macrófagos tienen un citoplasma rosa pálido.

Otra característica del granuloma es la presencia de células gigantes, tipo Langhans o cuerpo extraño. Estas se forman por coalescencia
y fusión de células epitelioides. . Su diámetro puede llegar a 40-50 mm y pueden contener hasta 50 núcleos. A veces estos núcleos se
distribuyen en la periferia, También se forman células gigantes en presencia de grandes cantidades de material no digerible, y en
ocasiones se acumulan alrededor de un cuerpo extraño y sus núcleos aparecen dispersos.

En un granuloma puede haber fibroblastos, células plasmáticas y, a veces neutrófilos, pero para el diagnóstico de inflamación
granulomatosa es necesaria la presencia de células características (la célula epitelioide). El diagnóstico de inflamación granulomatosa
en un ganglio linfático limita significativamente el número de causas posibles. En la práctica clínica las causas más frecuentes son las
reacciones a cuerpo extraño, la tuberculosis y la sarcoidosis. En la tuberculosis el granuloma se denomina tubérculo y clásicamente se
caracteriza por la presencia de necrosis caseosa central. En contraste, la necrosis caseosa es rara en otras enfermedades
granulomatosas. Los patrones morfológicos de otras enfermedades granulomatosas pueden ser lo bastante diferentes como para
permitir un diagnóstico razonablemente preciso al patólogo con experiencia;

Dos factores parecen determinar la formación de los granulomas. Presencia de microorganismos (bacilo tuberculoso) o partículas (como
el aceite mineral, polisacáridos complejos y polímeros) no digeribles. Además estudios experimentales indican que la inflamación
granulomatosa es potenciada o requiere la presencia de inmunidad mediada por células frente al agente invasor, los productos de las
células T activadas.

Inflamación granulomatosa es inflamación crónica, caracterizada por la acumulación de macrófagos modificados (células epitelioides),
que pueden deberse a diversos agentes, infecciosos o no. Para la formación de granuloma parece ser necesaria la presencia de irritantes
poco digeribles, de inmunidad mediada por células T (con producción de interferón-

PATRONES MORFOLÓGICOS EN LA INFLAMACIÓN AGUDA Y CRÓNICA

La intensidad de la reacción su causa específica y la localización introducen variaciones morfológicas en los patrones básicos de la inflamación aguda y
crónica. Por ejemplo, el líquido, proteínas y células de un exudado dependen de la causa específica y de su intensidad.

CLASIFICACIÓN DE LA INFLAMACIÓN DE ACUERDO AL TIPO DE EXUDADO

Luego de pasadas las etapas iniciales descritas la inflamación puede remitir o continuar, dependiendo de la naturaleza del estímulo. Dichos estímulos
estudiados bajo el título de causas, hacen que el curso de la inflamación adopte distintas características, de tal forma que ésta varía con la causa. La
naturaleza química de los agentes, los productos de necrosis tisular y, en el caso de las bacterias, las exo y endotoxinas, probablemente condicionan el
proceso. Morfológicamente dicho proceso varía con las características del exudado.

INFLAMACIÓN SEROSA.
Se caracteriza por la exudación de suero sanguíneo, un líquido albuminoso y claro, equivalente al edema inflamatorio. Es especialmente frecuente en
las cavidades serosas, debido a las grandes áreas de superficie bien vascularizadas y a la delgadez del mesotelio. La inflamación serosa también ocurre
en los pulmones, en los estadios iniciales de ciertas neumonías. Las ampollas y vesículas, por la picadura de abejas, quemaduras de segundo grado o
en enfermedades como fiebre aftosa, estomatitis vesicular y exantema vesicular, son ejemplos de inflamación serosa localizada.

Aspecto macroscópico. El líquido acuoso llena las cavidades orgánicas o los espacios tisulares son muy semejantes al plasma sanguíneo y no se
distingue con facilidad del líquido correspondiente al edema. La presencia de pequeñas cantidades de fibrina adherida a las superficies comprometidas
y la opacidad debida a la presencia de escasos leucocitos, indica su origen inflamatorio. El tinte rojizo, proviene de un pequeño número de eritrocitos.

Aspecto microscópico. Se observa un precipitado homogéneo y teñido de rosa, los espacios naturales están distendidos por el mismo y, en otros casos
dichos espacios son creados artificialmente, como en vesículas. En el precipitado con leucocitos y vestigios de fibrina. Hay además vasos hiperhémicos
y congestivos.

Causas. Este tipo de inflamación se produce casi siempre por la acción de irritantes de acción moderadamente severa y a menudo transitoria. En las
cavidades serosas, prácticamente se debe a una infección. Referido a este hecho las cavidades articulares constituyen una excepción, dado que la
presencia de exudado seroso, o el exceso de sinovia, resulta con frecuencia de las distintas formas de traumatismos. En las cavidades peritoneal, pleural
y pericárdica, En el canal medular y en la cavidad cerebral los organismos responsables provienen a menudo del colon, la mayoría de las infecciones
virales y bacterianas. En los pulmones la causa más común es la infección bacteriana o viral, con reacciones de tipo purulento o fibrinoso. Irritantes
químicos que producen inflamación serosa en los pulmones, es el cloroformo. En forma similar a la mencionada picadura de abeja, desde las hormigas
y serpientes.

Significado y efecto. El primer efecto del exudado seroso es el de diluir el material con el cual se mezcla. Esto es muy ventajoso si hay toxinas, dado
que la forma más efectiva de debilitar el efecto local de ellas es diluirlas unas mil veces. En caso de que el huésped posea anticuerpos para la toxina, el
exudado seroso es de utilidad para ponerla diluida en contacto con los anticuerpos del suero. La inflamación serosa es relativamente leve, ya que
eliminando la causa el líquido se reabsorbe con celeridad.

INFLAMACIÓN FIBRINOSA.
Formación de un exudado que contiene gran cantidad de fibrinógeno, que coagula para formar fibrina. Afecta principalmente a las serosas y mucosas y
es frecuente en el saco pericárdico. Las mucosas del tracto respiratorio, desde la faringe hasta los alvéolos pulmonares, la pleura y el peritoneo, las
sinoviales y la mucosa del intestino.

Aspecto macroscópico. Una superficie opaca y turbia en vez de lisa y brillante, a medida que el proceso avanza aparece una cubierta blanquecina y
velluda de material filamentoso. A veces la fibrina se presenta enrojecida por la presencia de sangre, o densa y dura y se denomina seudomembranosa.

Aspecto microscópico. La fibrina se observa adherida a la superficie que la produce. Algunas veces las fibrillas de fibrina pueden aparecer entre las
células epiteliales o mesoepiteliales de la zona que la generan. Estas últimas sufren necrosis debido a la acción tóxica del irritante que promueve la
aparición de fibrina. Pequeña y variable cantidad de suero precipitado, leucocitos y aún eritrocitos.
Causas. Se produce por el ataque de ciertos microorganismos, como bacilo de la difteria, en humanos, el organismo Necrophorus, Fusobacterium,
Salmonella, produce enteritis fibrinosa del cerdo y el virus de la laringotraqueítis de las aves. Por los virus de la enteritis infecciosa felina, fiebre catarral
maligna y peritonitis infecciosa felina. La inflamación fibrinosa se produce principalmente sobre superficies serosas y mucosas. Las quemaduras a veces.

Significado y efecto En lo que respecta a la zona inflamada, la fibrina probablemente cumple varios propósitos útiles. Evita la pérdida sanguínea y
protege los tejidos subyacentes de nuevas irritaciones.

INFLAMACIÓN PURULENTA.
presencia de pus de color y consistencia cremosas. Su color amarillento cremoso varía al azulado o verdoso cuando entre las bacterias se encuentra
Pseudomona aeruginosa . La característica definitoria del pus es la presencia de granulocitos polimorfonucleares netrófilos. Sus elementos constituyentes
son neutrófilos vivos o necróticos junto con células muertas del tejido preexistente, mas o menos licueificadas. . El absceso se define como una colección
de pus circunscrito. Cuando está bien desarrollado posee una cápsula o pared de tejido fibroso que lo separa de los tejidos vecinos.

Aspecto microscópico. La presencia de leucocitos neutrófilos dentro o sobre un tejido justifica el diagnóstico de inflamación purulenta. Se observan en
abundancia pero es necesario que sean más numerosos que los linfocitos acompañantes.

Causas. Se produce por la acción de las bacterias piógenas. El miembro principal de este grupo es el Actinomyces pyogenes y sus semejantes C.renale
y C.equi, la Pseudomona aeruginosa y raramente E.coli. El bacilo tuberculoso forma pus en las etapas iniciales de la infección y la meningitis tuberculosa
puede ser purulenta. Los cocos y corinebacterias superan a todos los demás en frecuencia, importancia y potencia piógena. O por inyección directa en
los tejidos de varios irritantes químicos, como ocurre con la trementina.

Significado y efecto. Es una rápida y violenta reacción contra los organismos irritantes. Junto con la notable microfagia y restantes actividades de los
neutrófilos, existe una efectiva producción de anticuerpos humorales, así como también fiebre, situaciones todas que actúan como defensas potentes.

INFLAMACIÓN HEMORRÁGICA.
Gran cantidad de eritrocitos que abandonaron sus canales normales por diapédesis para exudar a una superficie corporal o hacia tejidos cercanos.. Este
tipo de inflamación ocurre en la intimidad de los tejidos en enfermedades tales como carbunco, pasteurelosis y púrpura hemorrágica, también involucra
superficies mucosas. Los pulmones la pueden presentar. Dentro de las manifestaciones más comunes de este tipo de exudado están la gastritis y enteritis
hemorrágica.

Aspecto macroscópico. Un material de coloración sanguínea, fluido o semisólido pero generalmente coagulado y de consistencia gelatinosa, se observa
sobre una superficie o en la intimidad de los espacios tisulares.

Aspecto microscópico. En el exudado los distintos elementos de la sangre no están presentes en proporciones normales y los constituyentes más
característicos de un exudado, tal el caso de la fibrina, leucocitos o ambos son siempre más abundantes que en la sangre normal. Distribución más difusa,
proviene de una zona y no de uno o varios puntos como sería el caso de una simple hemorragia.

Causas. Microorganismos muy virulentos y los envenenamientos agudos con ciertas sustancias químicas cuando entra en contacto en forma concentrada
con la mucosa digestiva u otras, Entre estos elementos podemos destacar el fenol, arsénico y fósforo.

Significado y efecto. Es de rápido desarrollo y suele anunciar un precoz y fatal desenlace, aunque en algunos casos suele remitir con la misma rapidez
cuando se elimina la causa.

INFLAMACIÓN CATARRAL O MUCOSA.


El componente característico de este tipo de exudado es el mucus, el cual proviene más de las células que de la sangre. El mucus es producido por las
células epiteliales, por eso es que la inflamación catarral o mucosa está limitada a las mucosas que se abren en las membranas o por las glándulas
mucosas unicelulares.

Aspecto macroscópico. Presencia de un fluido claro y viscoso que contiene mucina.

Aspecto microscópico. La cantidad de mucus es rápidamente visible como bandas de mucina azuladas o grisáceas adheridas a la mucosa que lo
produce. El incremento de células caliciformes puede ser muy evidente.

Causas suaves o de corta duración. Incluyen infecciones bacteriales y virales de baja virulencia. El resfrío inicial constituye inflamación catarral. En
etapas avanzadas el exudado puede hacerse purulento. Los irritantes químicos leves pueden producir inflamación mucosa. En el intestino, los alimentos
irritantes tienen la capacidad de desarrollar inflamación catarral. La inhalación de considerables cantidades de polvo.

Significado y efecto. El flujo de mucus tiene un efecto protector, pues tiende a barrer la sustancia irritante. Si ésta se elimina, la secreción remite y el
epitelio perdido se repone rápido por proliferación de células que sobrevivieron en distintos sectores.

INFLAMACIÓN LINFOCÍTICA.
En infecciones del sistema nervioso central, en los islotes de Glisson (espacios portales) del hígado con o sin hepatitis y en el riñón, en infecciones tales
como la leptospirosis aguda.

Aspecto macroscópico. Cuando el único componente es la infiltración linfocítica el proceso no puede reconocerse macroscópicamente.
Aspecto microscópico. Los linfocitos se acumulan en los tejidos, en forma aislada o formando cúmulos, en otros aspectos estos tejidos son normales
o muestran algo de hiperemia. Con frecuencia dichos linfocitos forman una corona más o menos completa alrededor de los vasos sanguíneos de los
cuales migraron.

Significado y efecto. Las encefalitis virales generalmente terminan en forma fatal. La principal función de los linfocitos es la mediación en las respuestas
inmunológicas.

INFLAMACIÓN GRANULOMATOSA.
Un granuloma es una reacción inflamatoria crónica que consiste principalmente en un cúmulo de macrófagos, que pueden clasificarse en dos tipos
principales, los granulomas por cuerpo extraño (suturas de seda, astillas y aceite) y los granulomas por hipersensibilidad (Mycobacterium tuberculosis,
hongos, helmintos y sus huevos).Histológicamente consisten en una colección de macrófagos, muchos de los cuales presentan abundante citoplasma
eosinófilo y grandes núcleos pálidos que los asemejan con células epiteliales.

Tejido de granulación. Un proceso importante dentro de la inflamación es la formación de tejido de granulación que no se debe confundir con el proceso
de inflamación granulomatosa. El nombre deriva del aspecto macroscópico del tejido, su superficie a simple vista parece compuesta por muchos gránulos
rojos, siendo en realidad los extremos romos de los ramilletes de nuevos capilares que crecen perpendicularmente a la superficie.
MECANISMOS DE LESIÓN CELULAR
Los mecanismos moleculares responsables de la producción de la lesión celular son complejos. Como hemos visto la lesión celular puede deberse a
múltiples causas y probablemente no existe una vía final común en la muerte celular.

1.- Punto bioquímico específico en que actúa un agente lesivo hay cuatro sistemas intracelulares especialmente vulnerables: a) el mantenimiento de la
integridad de la membrana celular, (homeostasis osmótica de las células sus órganos); b) la respiración aerobia (fosforilación oxidativa y ATP) c) la
síntesis de las proteínas enzimáticas y estructurales, y d) la preservación de la integridad del aparato genético de la célula.

2. Los elementos estructurales y bioquímicos de la célula están tan estrechamente relacionados, que independientemente de la localización de la agresión
inicial, la lesión en un determinado punto conduce a una amplia variedad de efectos secundarios. Por ejemplo, la alteración de la respiración aerobia
afecta a la bomba de sodio.

3.. Las manifestaciones morfológicas de la lesión letal tardan más tiempo en desarrollarse que las lesiones reversibles. Por ejemplo, la hinchazón celular
es un cambio morfológico reversible y puede aparecer en pocos minutos: sin embargo, los cambios microscópicos inequívocamente significativos de
muerte celular no aparecen en el miocardio hasta 10 ó 12 horas después de la isquemia total y además sabemos que en un período de 20 a 60 minutos
se producen lesiones irreversibles.

4. Las reacciones de las células a los estímulos nocivos dependen del tipo de estímulo, de su duración y de su intensidad: así, las pequeñas dosis de
una toxina química, o la isquemia de corta duración, reversible. Las dosis altas de la misma toxina o la isquemia más prolongada pueden dar lugar a la
muerte celular instantánea, o a una lesión irreversible.

5. Las consecuencias de la lesión celular dependen no sólo del tipo y de la gravedad del estímulosino también del tipo, estado y adaptabilidad de la
célula. El estado nutritivo y hormonal, así como las necesidades metabólicas de la célula.

A continuación nos vamos a centrar en cuatro causas y mecanismos frecuentes de lesión celular: la lesión hipóxica, la lesión inducida por radicales libres,
incluyendo el oxígeno activado, algunas formas de lesión química y las lesiones producidas por los virus.

LESIONES ISQUÉMICA O HIPÓXICA

La lesión celular reversible. El primer punto de ataque de la hipoxia es la respiración anaerobia de la célula, es decir las fosforilación oxidativa por la
mitocondrias. A medida que disminuye la tensión de oxígeno dentro de las células, se produce una disminución de la fosforilación oxidativa y disminuye,
(ATP). Esta pérdida de ATP – la fuente de energía- tiene amplios efectos sobre muchos sistemas de la célula. La disminución de ATP y el incremento
asociado de (AMP) estimula la actividad de glucólisis anaeróbica, dirigida a mantener la fuente de energía celular, generando ATP a partir de glucógeno.
Por lo tanto, el glucógeno se agota rápidamente. El ATP también se genera de forma anaerobia a partir del fosfato de creatinina, por la acción de la
creatina cinasa.

Una de las manifestaciones más precoces y frecuentes de la lesión isquémica es la hinchazón celular aguda, causada por una alteración en la regulación
del volumen por la membrana plasmática. Para equilibrar esto, el sodio se mantiene a una concentración intracelular inferior a la extracelular mediante
una bomba de sodio dependiente de energía (Na, K-ATPasa), que también mantiene la concentración de potasio significativamente más alta en el interior
de la célula que en el exterior. El fracaso de este transporte activo, debido a la disminución de ATP y ATPasa, hace que el sodio se acumule en el interior
de las células, difundiéndose potasio al exterior. Esta ganancia neta de solutos se acompaña de un aumento isoosmótico de agua y por consiguiente
hinchazón celular.

Lesión irreversible. Si persiste la isquemia se sigue una lesión irreversible. No existe una explicación bioquímica aceptada universalmente para la
transición entre la lesión reversible y la muerte celular. Sin embargo, la lesión irreversible se asocia morfológicamente a intensa vacuolización de las
mitocondrias, incluyendo las crestas, intensas alteraciones de las membranas celulares, hinchazón de los lisosomas y si se produce reperfusión de la
zona isquémica, entrada masiva de calcio a la célula. En la matriz mitocondrial aparecen grandes condensaciones floculentas y amorfas. Las células
pueden perder también metabolitos esenciales, vitales para la reconstitución de ATP, disminuyendo así aún más los fosfatos intracelulares de alta energía.
La disminución del pH junto a los cambios en la composición iónica de las células, da lugar a la lesión de las membranas de los lisosomas seguida de la
salida de sus enzimas al citoplasma y activación de las hidrolasas ácidas. Los lisosomas contienen ARNasas, ADNasas, proteasas, fosfatasas,
glucosidasas y catepsinas. La activación de estas enzimas conduce a la digestión enzimática de los componentes celulares, que se pone de manifiesto
por la pérdida de ribonucleoproteínas, desoxirribonucleoproteínas y glucógeno, así como por cambios nucleares que se describen más adelante.

Tras la muerte celular, los componentes celulares se degradan progresivamente y se produce un amplio escape de enzimas al espacio extracelular y por
el contrario, la entrada de macromoléculas extracelulares desde el espacio intersticial a la célula muerta. Finalmente, la célula muerta puede llegar a ser
sustituida por grandes masas de fosfolípidos en forma de figuras de mielina. Estos son luego fagocitadas por otras células o degradadas a ácidos grasos.
Puede producirse la calcificación de estos residuos de ácidos grasos en forma de jabones.

Mecanismos de lesión irreversible. La duración de la hipoxia necesaria para producir la lesión celular irreversible varía considerablemente según el
tipo de células y el estado nutritivo y hormonal del animal. También es importante el estado nutritivo de las células.

Hay dos fenómenos que caracterizan la irreversibilidad de la isquemia y señalan a los dos hechos más contributorios. El primero es la imposibilidad para
revertir la disfunción mitocondrial (pérdida de la fosforilación oxidativa y generación de ATP) tras la perfusión y oxigenación y el segundo es la instauración
de profundas alteraciones en la función de las membranas. El agotamiento de ATP contribuye claramente a las consecuencias estructurales y funcionales
de la isquemia..

Existen muchos datos que señalan que el factor central en la patogenia de la lesión celular irreversible es la lesión de la membrana celular. La membrana
celular consiste en un mosaico de lípidos y proteínas formado por una capa bimolecular de fosfolípidos y proteínas globulares inmersas dentro de la doble
capa lipídica. Para el mantenimiento de la normal permeabilidad y volumen celular es esencial la integridad de la membrana plasmática. En los primeros
estadios de la lesión irreversible se produce la pérdida de la regulación de volumen, el aumento de la permeabilidad a las moléculas extracelulares, como
la insulina y los defectos de las membranas demostrables ultra estructuralmente. Varios mecanismos bioquímicos han sido identificados como
contributorios a esta alteración de la membrana:

1. Pérdida progresiva de fosfolípidos. Aumento de la degradación o disminución de la síntesis.


2. Alteración del citoesqueleto. Activación de las proteasas, lesiones de las conexiones entre el citoesqueleto y la membrana.
3. Lesión por radicales libres. Los radicales libres de oxígeno parcialmente reducido son moléculas altamente tóxicas que producen lesión de la membrana
y otros constituyentes celulares.
4. Productos de degradación de los lípidos. Tienen un efecto detergente sobre las membranas o se insertan en la doble capa lipídica y se intercambian
con los fosfolípidos de la membrana con la posibilidad de producir cambios en la permeabilidad y alteraciones elctrofisiológicas. En las células con
marcadas reducciones de ATP existe una alta correlación entre el nivel intracelular de ácidos grasos no esterificados y la lesión celular reversible.

RADICALES LIBRES Y LESIÓN CELULAR

Los radicales libres son especies químicas que tienen un único electrón en su orbital externo. El radical es extremadamente activo e inestable y reacciona
con sustancias químicas orgánicas o inorgánicas (proteínas, lípidos, hidratos de carbono), con moléculas de las membranas y ácidos nucleicos. Los
radicales libres inician reacciones autocatalíticas en las que las moléculas con las que se relacionan y convierten en radicales libres, propagando así la
reacción lesiva en cadena. Antiradicales libres: antioxidantes endógenos (ceruloplasmina y la transferina) o exógenos (vitamina E, cisteína, D-
penicilamina) y enzimas (catalasa, glutatión peroxidasa, superóxido dismutasa). Ejemplos de lesión producida por radicales libres.

Lesiones químicas. La toxicidad de muchas sustancias químicas y fármacos puede ser atribuida a su conversión en radicales libres.

Inflamación. Los metabolitos tóxicos del oxígeno, producidos por los leucocitos y otras células en el curso de la inflamación, juegan un papel importante
en la producción de lesiones tisulares y en la elaboración de agentes quimiotácticos.

Destrucción de las bacterias. Las bacterias fagocitadas por los leucocitos son destruidas en los fagolisosomas. La acción letal sobre las mismas
depende en gran parte de la explosión oxidativa que tiene lugar en los leucocitos durante la fagocitosis, con la producción de radicales de oxígeno.

Lesiones por radiaciones.. Se sabe que el OH y H producidos por radiólisis se unen a las bases de los ácidos nucleicos y extraen hidrógeno de las
pentosas, liberándose radicales orgánicos libres.

Toxicidad por el oxígeno y otros gases. La exposición a altas concentraciones de oxígeno, ozono y otros gases, produce lesiones pulmonares, acción
que también parece estar mediada por la formación de radicales libres.

Envejecimiento.supone que la formación de estos radicales es más frecuente en los organismos envejecidos, dando lugar a peroxidación de los lípidos
y lesiones de las membranas. Teóricamente el incremento de la peroxidación de los lípidos en el envejecimiento puede ser consecuencia de 1) la
formación continuada de los radicales, producidos por agentes externos, 2) la menor disponibilidad de antoxidantes o 3) una pérdida o disminución de la
actividad de ciertos compuestos o enzimas que catalizan la inactivación de los radicales libres tóxicos.

LESIONES QUÍMICAS: Las sustancias químicas producen lesión celular por uno de estos mecanismos generales

1) Algunos productos químicos pueden actuar directamente, combinándose con algún componente molecular u orgánulo celular crítico. Por
ejemplo, en la intoxicación por cloruro de mercurio, el mercurio se une a grupos sulfidrilo de la membrana celular y a otras proteínas, produciendo
un aumento de la permeabilidad e inhibición del transporte dependiente de ATPasa. En tales circunstancias, la lesión más importante se
produce en las células que utilizan, absorben o concentran el tóxico (en el caso de cloruro de mercurio el tubo digestivo y el riñón).

2) La mayoría de los demás tóxicos químicos no son biológicamente activos sino que deben ser convertidos en metabolitos tóxicos, que son los
que actúan en las células diana. Aunque estos metabolitos pueden producir lesiones de las membranas y celulares por enlace covalente directo
a las proteínas y lípidos de las membranas, con mucho, un mecanismo más importante de lesión de las membranas es la formación de radicales
libres reactivos y subsiguiente peroxidación de los lípidos, como se ha referido anteriormente.

LESIONES CELULARES INDUCIDAS POR VIRUS

Los virus que producen lesiones celulares son de dos tipos: 1)citopáticos/citolíticos, que producen diversos grados de lesión celular y muerte y 2)
oncogénicos, que estimulan la replicación en la célula hospedadora y pueden inducir tumores

El primero es un efecto citopático directo, en el que las partículas virales, que se replican rápidamente, interfieren con algún aspecto del metabolismo
celular y producen así la lesión.
El segundo mecanismo implica la inducción de una respuesta inmunológica contra antígenos virales o celulares, alterados por el virus, y la destrucción
celular por los anticuerpos o por reacciones mediadas por células. Por ejemplo, la lesión de los hepatocitos por el virus de la hepatitis B es mediada por
citólisis inducida por los linfocitos T. Los virus más directamente citopáticos tienen (tropismo viral), debido en parte a la presencia de receptores de
membrana en la célula hospedadora. Las interacciones entre los virus y los receptores permiten que el virus se una, entre y lesione la célula hospedadora.

Tras su adherencia, el virus penetra en la célula por diferentes mecanismos como fagocitosis, endocitosis en vesículas rodeadas de membrana, y por
fusión directa del virus encapsulado con la membrana celular. Tras su entrada en la célula, comienza la activa replicación del virus.

1) la lisis celular, aparentemente debida a una grave alteración del metabolismo celular, causada por una explosiva replicación viral: Muchos virus alteran
la síntesis de proteínas y macromoléculas por las células hospedadoras. Por ejemplo, el poliovirus inhibe la formación de las secuencias de genes
reguladores que inician la síntesis de proteínas. El efecto final es la lesión de la membrana celular, con pérdida de la regulación de volumen y finalmente,
la muerte celular.

2) Algunos virus, incluyendo los poxvirus y reovirus producen alteraciones del citoesqueleto, como ruptura de los filamentos intermedios de vimentina y
desorganización de los microtúbulos.

3) A veces las células responden a la infección por el virus del sarampión o del herpes con la formación de células sincitiales o multinucleadas gigantes,
que se forman por fusión de células. Esta fusión parece requerir la inserción de glucoproteínas virales en las membranas de la superficie del hospedador
y un efecto viral sobre el citoesqueleto.

4) Ciertas células infectadas por virus desarrollan cuerpos de inclusión, nucleares o citoplasmáticos, que contienen viriones o proteínas virales. Hay que
recordar que en un extremo del espectro de las interacciones entre el virus y las células está la muerte celular, en el otro extremo está la transformación
producida por los virus oncogénicos.

Al concluir la exposición de la patogenia de las lesiones celulares producidas por la hipoxia, sustancias químicas y virus hay que reseñar varios puntos.
Las células sufren lesiones bioquímicas mucho antes de mostrar alteraciones de su estructura. Las alteraciones en un punto del interior de la célula tienen
ramificaciones que afectan a otros sistemas del hospedador. Una piedrecita que se tira en una piscina sólo produce un ligero chapoteo, pero las ondas
se propagan y finalmente afecta a toda la piscina. La lesión irreversible puede no ser consecuencia de la afectación de un único foco o sistema sino la
sumatoria de muchas alteraciones que finalmente sobrepasan la capacidad de adaptación de la célula. Sea cual sea el talón de Aquiles de la célula,
existen procesos bioquímicos que cuando se dislocan conducen, con el tiempo, a cambios detectablesmorfológicamente

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