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Universidad San Francisco de Quito

Literatura y Género LIT 0350

Caso de estudio: “Armario” de Paco Vidarte

Inti José Burga Amaguaña

Quito, 15 de julio de 2018


Buenas tardes con todos.

Me presento ante usted su señoría, la audiencia y el jurado como Inti José Burga, el
abogado representante del señor Francisco Javier Vidarte Fernández, conocido como
Paco Vidarte, filósofo, escritor y activista gay. Vengo a defender el caso de una demanda
levantada por el señor Vicente Rosero, en la cual acusa al señor Vidarte, de que su obra
llamada: “Armario. La vida privada del homosexual o el homosexual privado de vida”,
es un instrumento que fomenta a la violencia, dado el hecho de que su hijo lo agredió
físicamente luego de haber leído el texto del señor Vidarte.

Algo que cabe es importante mencionar señores del jurado, es que el hijo del señor
Vicente Rosero, el joven Cristian Rosero dio una serie de golpes a su padre debido a que
su padre lo trataba siempre lo catalogaba de “maricón”, lo cual lo realizó por medio de
insultos y agresiones (físicas y psicológicas) que su padre había practicado con
anterioridad en contra de su hijo. Yo, estoy aquí para afirmar que la obra realizada por
señor Vidarte no es un instrumento que incita a quien lo lea a cometer actos de violencia.
Este texto lo que busca la verdad y trata de brindar paz, no sólo a los principales lectores
que está dirigido que son las personas homosexuales que viven ocultas dentro de ese
espacio oscuro denominado “armario”, al que se refiere el señor Vidarte en su libro, sino
también al resto de la sociedad, de todas las etnias, de todas las clases y posiciones, para
que puedan tener una nueva forma de ver las cosas y en sí abran los ojos y se den cuenta
de que las personas homosexuales son personas normales tal y como lo son las personas
heterosexuales. A continuación, voy a presentarles distintos puntos que nos permitan
tener una mejor idea de mi argumento.

He leído algunas obras de este autor, y he repasado varias veces la lectura a la que hace
referencia nuestro demandante, y en ningún punto del libro “Armario” del señor Paco
Vidarte incita a la violencia por parte de una persona homosexual hacia una persona
heterosexuales, y mucho menos encuentro algo que incite violencia hacia los padres de
una persona homosexual, a las que el señor Vidarte se refiere como personas que viven
atrapadas en un armario.

Les aseguro señores del jurado que en la lectura del señor Vidarte lo que se busca es por
medio de la literatura llegar a una igualdad de género, tanto como entre personas
heterosexuales y homosexuales, como el resto del mundo. Y esto se puede apreciar al
momento en que el señor Vidarte nos da una breve explicación de lo que significa estar
dentro del armario y salir del mismo. Vidarte explica que ninguno de los heterosexuales
sabe o tiene la más remota idea de lo que realmente significa estas dos frases que acabo
de mencionar, ya que no han vivido lo que viven los homosexuales, así como los gays y
lesbianas. Estas personas por ser discriminadas tienden a ser agredidas muy
frecuentemente, tampoco podían gozar de los mismos privilegios y derechos que tenía
una persona heterosexual, eran personas mal vistas ante la sociedad y por ende sufrían de
una notable violencia por parte de sus agresores.

Para reforzar mis afirmaciones acerca de la ausencia de contenido literario que fomente
la violencia hacia los heterosexuales en la obra del señor Vidarte, “Armario” quiero
recordarles que hay una parte del contenido en el que menciona que justamente a lo largo
de la historia la mayoría de personas heterosexuales sólo creamos palabras “peyorativas,
irónicas, ofensivas, ridiculizantes, condescendientes o divertidas” (Vidarte, 2000) para
personas que aman a otras de su mismo sexo, este hecho se evidencia en la acusación del
señor Raúl Montesdeoca, y yo velo en los derechos de mi cliente argumentando que fue
él quien incitó a la violencia y agresividad, la cual en este caso se da de una persona
heterosexual a una homosexual.

En este texto también se recuerda que siempre gays, lesbianas y trans han optado por
ocultar su propia identidad y personalidad, es decir quienes son verdaderamente, para
complacer a sociedad, misma que margina, lastima, silencia y discrimina a quienes no se
ajustan a los estereotipos que han establecido bajo los criterios de ciertas personas a
manera de formar un conjunto de ideales que establezcan qué rumbo debería seguir la
sociedad, analizando lo que está bien y está mal para la mayoría de personas. Entonces,
una de las preguntas que deberíamos hacernos bajo un criterio crítico y pensando tanto
en las dos partes del caso es: ¿quién realmente fue agredido, el señor Raúl Montesdeoca
por haber sido golpeado por su hijo y catalogándolo como “maricón” a manera de insulto
(evidenciando un maltrato físico y psicológico) o el señor Alejandro Montesdeoca por
mostrar una respuesta, ya sea de manera voluntaria o involuntaria, ante el maltrato que
recibía por parte de su padre, el cuál recalco fue realizado por un largo periodo de tiempo
debido a las preferencias sexuales de las cuales se han alegado en el presente juicio?

Puedo decir que el demandante realizaba desde hace mucho tiempo prácticas
homofóbicas y de odio en contra de su hijo. La homofobia genera prácticas de exclusión,
maltrato, injuria y otros actos de agresión, inclusive letales, contra quienes, en su actuar
cotidiano, revelan una orientación sexual o de género diferentes de las socialmente
consideradas coherentes con su “sexo”. La metáfora que se puede sintetizar del contenido
del libro “armario” capta el silencio e invisibilidad que la opresión homofóbica que
impone. Todas las personas que viven una sexualidad no heterosexual atraviesan dicha
experiencia.

Permítame decirle su señoría, al resto del jurado, así como a todos los presentes. El
armario o closet como muchos lo llaman, es una institución de represión, control,
invisibilidad y castigo al silencio que impone la sociedad. Representa esa experiencia de
invisibilidad a un esquema ya establecido de identidad sexual a la que toda persona gay
se ve sometida. Según los autores: “Se trata de una estrategia defensiva ante
circunstancias externas hostiles y violentas, que resulta en un modo de reclusión, silencio,
disimulo e invisibilidad. Es impuesto por la sociedad, que presupone la heterosexualidad
como norma.” (Vidarte, 1999). Lejos de garantizar el derecho a una vida privada deseada
por las personas homosexuales, se presenta a la vida fuera de ella como no deseable,
produciendo así cierta indignación. Bajo esto, velo a favor de la situación de mi cliente
Paco Vidarte, y haya logrado especificar debidamente mis puntos para que se sustente mi
afirmación de que el libro no tiene ni ha demostrado incitaciones a la violencia haciendo
el uso de la literatura.

Muchas gracias por la atención.

Referencias:

Vidarte, P. (s.f.). Ética Marica. Armario. Recuperado el 13 de julio de 2018 vía D2L.
Clase de Literatura y Género. Profesor Diego Falconí. Fuente:
http://www.hartza.com/armario3.htm

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