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2. ¿Cuáles son las condiciones que se presentan para que algo sea museable?
La principal idea del museo es formar un espacio sagrado que se presenta con caja opaca y
compartimentad que selecciona y protege tótems de sociedades primitivas, objetos raros,
curiosos o bellos. La ida de receptáculo, de secreto o de tesoro se asocia a la idea de
museo aún en nuestros días.
5. ¿Cuáles son las principales transiciones que sufren los museos en el siglo XVIII?
Hacia fines del siglo XVIII y principios XIX los museos sufrieron una lenta transición de
carácter privado a público, y la evolución en el espacio de exposición: del ámbito secreto a
galería.
6. ¿Qué pasa con la primera mitad del siglo XIX con este tema?
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Por este periodo los museos comienzan a especializarse- en arte, arqueología, en ciencias
naturales, etc.- y gradualmente se perfeccionan, su aspecto arquitectónico y la
iluminación. Se trata de una suerte de caja ornamentada que se franquea para poder
develar un saber oculto, velado en una sucesión de ámbitos caracterizados por la
acumulación, con ocupación total de los espacios disponibles e interiores
compartimentados.
Se asocia lo bello con algo digno de ser visto, algo que goza del reconocimiento y de la
aprobación general. La idea de orden, de origen pitagórico y la idea de verdad- Platón
consideraba que lo bello es verdadero- se asocian a la noción de belleza. Sin embargo, en
la Antigüedad-tanto para Platón como para Aristóteles-, el arte no siempre se encontraba
asociado a la belleza, pues se entendía como técnica mimética y una técnica se
consideraba bella en tanto permitía la producción de obras sometidas al orden, la simetría
y la medida.
La idea de verdad vinculada a lo bello refiere lo particular de una experiencia sensible en relación
con un universal, una individualidad aislada que refiere lo universal. Al objeto expuesto en un
museo se lo considera digno de ser visto y apreciado universalmente, pues se supone que el placer
o disfrute que provoca su contacto acrecienta el acervo cultural y la propia sensibilidad.
Considerar que la obra de arte se constituye como lugar en el que la verdad se desoculta no
refiere a ninguna relación de imitación entre la realidad y lo representado, sino que se trata de la
verdad en tanto reproducción de la esencia general de las cosas.
11. ¿Cuál fue el discurso del museo moderno surgido en la revolución francesa?
Adorno considera al museo una especie de sepulcro familiar de las obras de arte. Le concede al
museo un sentido negativo que supone la neutralización de la cultura como actitud propia de la
burguesía que logra desactivar todos los mecanismos característicos de las vanguardias. La
operación de neutralización consiste en comprar, comercializar y museificar el objeto artístico,
fenómeno que consigue anular la carga política y revolucionaria de la producción.
El riesgo del actual fenómeno museal se encuentra ligado a la expansión del fetichismo, la relación
de amor y codicia hacia el objeto. Este proceso de estatización generalizada garantiza que
cualquier objeto puede convertirse en objeto estético y por tanto en objeto museable.
15. Abramos el debate: ¿Cuáles son según Oliveras los riesgos de musealizar espacio del horror,
¿Qué opinas?
Para Elena Oliveras el museo es una de las más importantes representaciones sociales de la
memoria que tiene por objeto producir un efecto de conmemoración en tanto forma de
orientación histórica. Sin embargo, explica que la elección de los elementos que se conservan
nunca es neutra, sino que se ocultan y se exaltan aspectos de la historia según las demandas del
presente.
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Por otro lado dice que “la epidemia de la memoria” que se vive en las sociedades mediáticas
occidentales reside en la suposición de que restableciendo la memoria de acontecimientos
pasados, se restablece la justicia.
Elena Oliveras considera como el riesgo fundamental de musealizar los espacios del horror la
decisión de estatizar el horror. Respecto a esto agrega que existe el riesgo de que un espacio
consagrado a la memoria del horror acabe transformado en una feria del horror ya que en lugar de
que la visita promueva la conmemoración, el arrepentimiento o la vergüenza, estimule una
curiosidad malsana a los visitantes.