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Emergencias
El intenso frío de la muerte
Puno
Sin embargo, fue en el 2002 cuando se dio el friaje más intenso en las zonas
altas, causando un total de 77,427 casos de Infecciones Respiratorias Agudas
(IRA), 2035 casos de neumonías en menores de 5 años y 155 muertes. Para el
2003 se reportaron 100,362 casos de IRAS y 1,627 casos de neumonías.
UNICEF también recibió fondos propios que fueron utilizados para enviar
medicamentos, frazadas, ropa y estufas.
Apurímac
Huancavelica
Otra de las medidas fue apoyar el trabajo de los brigadistas Elite (equipos
móviles de salud) en cada una de las zonas afectadas, a través de la entrega de
equipos como:
Organismos colaboradores
Se ha contado con la ayuda de UNETE (Equipo de Emergencia de las
Naciones Unidas), Save the Children, INDECI, PMA y Asociación de Psicólogos de
Emergencias.
En agosto del 2004, cuando la ola de frío tomó por completo el sur del país,
UNETE ejecutó una completa intervención que incluyó atención de salud, ayuda
para la agricultura y la protección de necesidades básicas para la vida. También
contribuyó al equipamiento de los miembros de las brigadas dotándolos de botas y
Gracias a las experiencias previas que demostraron que los niños más
pequeños resultaban perjudicados por no tener ropa adecuada para enfrentar el
friaje, UNICEF decidió ayudar con provisiones de ropa. Se coordinó previamente
con el Ministerio de Salud para hacer la entrega a través de establecimientos de
salud y municipios.
Teodosia Ancasi, una de las pobladoras más antiguas de Pullani, pensó que
luego de que la época de violencia política terminara lo peor ya había pasado. Sin
embargo, el destino le tenía preparado un dolor mucho más grande. Cuando llegó
la temporada de helada, Teodosia perdió a dos de sus hijos más pequeños.
Literalmente murieron de frío. No tenía cómo cubrirlos. Su cuerpo no alcanzó para
darles el calor que necesitaban y ambos se le escaparon de las manos sin que
pudiera hacer nada por evitarlo. De eso habían transcurrido dos años, y esta vez,
cuando el clima empezó a enfriarse, el recuerdo de aquella desgracia la asustó. No
tenía cómo proteger a sus siete hijos. Las ropas que los cubrían eran insuficientes,
y el más pequeño de todos, de apenas seis meses, se ahogaba en toses
persistentes.
Días atrás, Teodosia había escuchado en una radio local que cuando los
niños tienen estos síntomas puede tratarse del inicio de una pulmonía, y que lo
mejor era acudir de inmediato al puesto de salud más cercano. Convencida de que
esa sería la única alternativa para salvar a su hijo, cogió al pequeño en brazos y
partió en larga caminata hasta la posta de Pulán. Al ver el estado del niño, la
enfermera que atendía el centro de salud procedió de inmediato y le proporcionó
oxígeno para calmarle los ahogos y lo instaló en un ambiente del lugar que contaba
con una temperatura adecuada. Tiempo atrás, este centro de salud se vio
beneficiado con la ayuda que UNICEF, junto a otros organismos, prestó a centros
de salud de las zonas altas, dotándolos del equipo necesario para enfrentar
emergencias. Cuando el personal de salud se dio cuenta de que el niño carecía de
ropas que lo protegieran del intenso frío, le entregaron a Teodosia abrigo para él.