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mico, concretamente de una tesis docto- afirma el propio Levinas: «No persegui-
ral, madura, del autor, se comprende muy mos la vana empresa de una “doxografía”
bien que este proyecto más ambicioso husserliana que recogiese el estado de
había de quedar, en todo caso, para inves- todos los resultados de sus análisis. A tra-
tigaciones ulteriores.—JOSEP M. COLL, Uni- vés de una obra consagrada a tantos pro-
versitat Ramon Llull, Barcelona. blemas, intentamos extraer la unidad de
la inspiración fenomenológica, su fisono-
LEVINAS, EMMANUEL, Descubriendo la exis- mía, su mensaje» (p. 35).
tencia con Husserl y Heidegger, traduc- Tras realizar un recorrido por los escri-
ción a cargo de Manuel E. Vázquez, tos husserlianos de Philosophie der Arith-
Editorial Síntesis, Madrid, 2005. metik, Logische Untersuchungen, Philo-
sophie als strenge Wissenschaft, Ideen zu
En esta obra Emmanuel Levinas ofre- einer reinen Phänomenologie und phäno-
ce una interpretación de los planteamien- menologischen Philosophie, Der Krisis der
tos de Husserl y Heidegger, a quienes cono- europaeischen Wissentschaften und die
ció personalmente y se erigieron en fuente transcendentale Phänomenologie y Carte-
de inspiración de su propuesta filosófica. sianisache Meditationen, Levinas extraerá
Cabe destacar que esta traducción de el mensaje que, según su parecer, contie-
Manuel E. Vázquez es de la segunda edi- ne la fenomenología de Husserl: Ésta es
ción, publicada en 1967, de la obra origi- una filosofía de la libertad, en tanto y cuan-
nal En découvrant l’existence avec Husserl to es «un saber que no deja nada al mar-
et Heidegger. La diferencia entre la prime- gen de la razón, un saber “universal”, es el
ra edición, de 1949, y esta segunda radica único medio del espíritu de ser sí mismo,
en la incorporación de una serie de «Nue- de ser libre respecto el mundo» (p. 80).
vos comentarios» (Cap. 5: «Reflexiones Aun defendiendo que la fenomenología
sobre la “técnica” fenomenológica»; Cap. 6: es una filosofía que busca la libertad con la
«La ruina de la representación»; Cap. 7: conciencia trascendental, es decir, aunque
«Intencionalidad y metafísica», y Cap. 8: sea una práctica vital que pretende esta-
«Intencionalidad y sensación») y «Escor- blecer un sujeto autónomo, en el fondo,
zos» (Cap. 9: «La filosofía y la idea de lo según Levinas, esta disciplina no se esca-
infinito»; Cap. 10: «A priori y subjetividad»; bulle de las redes intelectualistas, al asegu-
Cap. 11: «La huella de lo Otro»; Cap. 12: rar que esta libertad procede de un saber
«Enigma y fenómeno», y Cap. 13: «Len- racional —que le impide alejarse de la tra-
guaje y proximidad») que se añaden a los dición que se inaugura en Parménides, y
textos aparecidos en la primera edición que se remonta hasta Hegel, de entender la
(Cap. 1: «La obra de Edmund Husserl»; libertad en los términos de la ratio—.
Cap. 2: «Martin Heidegger y la ontología»; Expresado sucintamente, Husserl en-
Cap. 3: «La ontología en lo temporal», tiende la existencia como un elemento fun-
y Cap. 4: De la descripción a la existencia»). damental en la filosofía pero la desdeña al
El análisis que efectúa Levinas de la seguir confinado en una tradición intelec-
obra husserliana (Caps. 1, 5, 6, 7 y 8), no tualista. No es este el caso, a su vez, de la
tiene la intención de ofrecer al lector un filosofía de su discípulo Martin Heidegger
inventario conceptual de la doctrina feno- (Caps. 2, 3 y 4). En el pensamiento hei-
menológica. Dicho en otros términos, su deggerino, la existencia jugará un papel
pretensión dista mucho de ocuparse sis- decisivo en el momento de dilucidar la pre-
temáticamente de la epoché, la reduc- gunta que ha obsesionado a la historia de
ción fenomenológica, de la Sinnstiftung, la filosofía: la pregunta por el ser.
Erfüllung y demás conceptos que caracte- Levinas lleva a cabo un pormenoriza-
rizan el proceder fenomenológico. Como do recorrido por los puntos esenciales de

© PENSAMIENTO, ISSN 0031-4749 PENSAMIENTO, vol. 62 (2006), núm. 234, RESEÑAS


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la filosofía heideggeriana (explicación del lar, este olvido de lo Otro es un hecho


In-der-Welt-Sein, de la Geworfenheit, Ent- característico de toda la tradición filosó-
wurf, diferenciación entre las disposicio- fica. Más aun, ésta ha tratado de subsumir
nes afectivas (Befindlichkeit) del miedo (der toda alteridad que se le presentaba, en una
Furcht) y la angustia (die Angst, desarro- primera instancia, como problema. Dicho
llo del Sein zum Tode, análisis del tiem- de otra manera, «cuando en la vida filo-
po…). Sin embargo, lo más destacable del sófica (…) surge un tema extraño a esta
discurso levinaseano, por lo que concier- vida, un término diferente —la tierra que
ne a sus reflexiones acerca de la filosofía nos soporta y burla nuestros esfuerzos, el
de Heidegger, se encuentra en su crítica al cielo que nos eleva y nos ignora, las fuer-
existencialismo, corriente en boga por zas de la naturaleza que nos matan y nos
estos años. Levinas considera que estos ayudan, las cosas que nos estorban o nos
autores, que se profesan deudores de la sirven, los hombres que nos aman y nos
propuesta heideggeriana, leen incorrecta- avasallan— dicho término constituye un
mente a Heidegger al enaltecer la existen- obstáculo. Es necesario superarlo e inte-
cia por encima de toda realidad. Ahí se grarlo en esta vida» (p. 240).
encuentra el error de estos pensadores, ya De esta manera, mediante esta absor-
que: «El hombre no interesa a la ontolo- ción, se elimina la especificidad e incon-
gía por sí mismo. El interés de la ontolo- mensurabilidad de lo Otro. Es en este punto
gía se dirige al ser» (p. 100). donde se inicia una relación de poder para
El hombre, en tanto que Dasein (ente con toda realidad que se halla fuera de la
existente) es imprescindible para la onto- conciencia del filósofo. Se despoja de la alte-
logía al ser el único ente que, por esencia, ridad a lo Otro y éste pasa a ser una enti-
comprende el ser. Expresado en otros tér- dad que es aglutinada en lo Mismo.
minos, en virtud de su carácter existente, Levinas defiende una inversión de esta
y a diferencia del resto de entes intra- relación y asevera que es lo Otro aquello
mundanos (que son Vorhanden —presen- que se yergue como lo más significativo.
tes— o Zuhandenheit —se encuentran a la Lo Otro, que es el Prójimo, debe ser con-
mano, a disposición, del Dasein—), al siderado a partir de la idea de lo Infinito
hombre se le desvela el ser. Es en este —que ya apuntaba Descartes—, es decir,
punto en el que el existencialismo yerra aquella idea cuyo ideatum supera su idea,
profundamente al catalogar la existencia intencionalidad que se dirige a aquello que
como absolutum, en su lectura del pensa- no puede abarcar, hablando sucintamen-
miento heideggeriano. te, alteridad que nunca se anula.
Ahora bien, la filosofía de Heidegger A su vez, esta relación con lo infinito
es un pensamiento en el que el ser dispo- que representa el Prójimo debe conside-
ne al Dasein «éticamente indiferente y rarse en términos de Deseo. El Deseo levi-
como libertad heroica, ajeno a toda cul- naseano no se apacigua con la posesión de
pabilidad respecto del Prójimo» (p. 246). lo deseado El Deseo es de lo Infinito —y,
Es decir, en la reflexión heidegeriana hay por ende, poseedor de una lejanía irre-
una despreocupación para con la realidad ductible— que lo deseable suscita. Empe-
más significativa: lo Otro. ro, si se trata de un desear sin saciar,
De esta manera, Levinas aborda (Capí- entonces nos las vemos con un Deseo
tulos 9, 10, 11, 12 y 13, textos que gravi- desinteresado —bondad para Levinas—.
tan en torno a la publicación de Totalidad Tanto el Deseo y la Bondad, al gozar de este
e Infinito) su particular filosofía de la alte- carácter, suponen una ruptura con la rela-
ridad, a partir de la superación tanto de ción del Yo en tanto y cuanto dominio, sub-
las propuestas fenomenológicas como de yugación, de la alteridad. Asimismo, aque-
las ontológico-fundamentales. En particu- llo Infinito que lo Otro suscita es el rostro.

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El modo en el que lo Otro se presenta, y Es una obra solemne, escrita con aten-
que en el presentar mismo supera la idea ción, una atención al esquema general, a
de lo Otro que tengo en mí, no es otra cosa la cronología desde los tiempos preco-
que el rostro. A su vez, lo esencial del ros- lombinos, al reflejo de las convulsiones
tro es la expresión, con lo que en el momen- políticas que han atravesado el continen-
to en que abordamos a lo Otro estamos te, y a cada uno de los países. Observando
recibiendo su expresión que desborda, en con perspicacia las corrientes diversas
todo momento, la idea que implicaría un desde los siglos XVI y XVII hasta nuestros
determinado pensamiento. Sucintamente días de hoy, busca Beorlegui, con agude-
expresado, abordar de esta manera a lo za y método, la línea conductora del pen-
Otro es tener la idea de lo Infinito. Aque- samiento (que venga de donde viniere),
llo que el Yo acoge es una enseñanza que, intenta rehacerse a lo largo de las cordi-
en ningún instante, se convierte en mayéu- lleras y los pueblos desde México a la Pata-
tica. gonia. Nada, ni época alguna queda sin
La revelación, epifanía, del rostro del examinar. Hila con cuidado los distintos
Prójimo pone al descubierto «la vergüen- momentos históricos, religiosa, cultural y
za que de sí misma tiene la libertad que, políticamente y en cada País, sus enlaces
en su ejercicio, se descubre asesina y usur- con el viejo pensamiento europeo. Apare-
padora» (p. 253).—ORIOL ALONSO, Univer- cen reseñadas, desde sus momentos más
sidad de Barcelona. vitales las primeras universidades de
Argentina, Perú, Chile, Colombia, Cara-
BEORLEGUI, CARLOS, Historia del pensamiento cas, México, Guatemala Santo Domingo.
filosófico latinoamericano. Una bús- Y ello a través de los siglos y la formación
queda incesante de identidad, Universi- moderna de la independencia de las nue-
dad de Deusto, Bilbao, 2004, 895 pp. vas naciones.
¿Nombres?, no vamos a reseñarlos,
Habría que empezar por decir, que es sería inútil, porque ahí es donde pacien-
inútil hacer una recensión comprensiva de temente Beorlegui, va esquematizando
esta obra. Y me explico. Hispanoamérica escuelas y personajes, desde el siglo de oro,
o Latinoamérica, desde la perspectiva del hasta nuestros días recientes. Estamos ante
cultivo del pensamiento y del pensamien- una auténtica obra magna, necesaria desde
to puro, o filosófico, es un mare magnum ya para las bibliotecas de las universida-
de siglos, tierras e inquietudes que toda- des, mesa de profesor y consulta de cual-
vía hoy buscan la sedimentación desde la quier alumno o estudioso que quiera
perspectiva de horizontes siempre por deli- situarse ante el panorama casi inabarca-
mitar. ble que la Filosofía, al uso, ha rebrotado a
Las convulsiones de la América Lati- lo largo de más de 500 años por estas tie-
na desde las sacudidas europeas y desde rras latinoamericanas.
hace 200 años, con el acompañamiento De los once capítulos que componen
duro e inmisericorde de los EEUU, no esta obra enciclopédica, si el lector se resi-
dejan mucha perspectiva para el asenta- túa desde el capítulo VI: «El pensamiento
miento de lo que todavía hoy es la bús- filosófico en los inicios del siglo XX», com-
queda, no ya de un pensamiento propio, probará la riqueza y la concreción en la
pero ni siquiera la tranquilidad para des- orientación que Carlos Beorlegui ha sabi-
cubrir las raíces posibles y la metodolo- do imprimir a su obra. Ha sabido hacer
gía en la apremiante búsqueda de una rea- girar la dinámica de la obra hacia sus orí-
lidad que les de a estos pueblos eso, la genes en los albores del siglo XV, hasta lo
identidad de que en esta obra nos habla que él califica siguiendo a los pensadores
Carlos Beorlegui. actuales, como filosofía de la liberación.

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