Venancio

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B 65 93 9 49 1s Prefacio Rafael Huertas* Es pata mi un gran honor prologar una obra con un enfoque historiografico tan interesante y prometedor como la que el lector tiene ‘en sus manos, Si hace unos afios la prestigiosa investigadora Yonissa M. Wadi se consagraba con A histéria de Pierina (2009), una aporta~ cidn fundamental a la historia de las subjetividades, en esta ocasién ha sabido rodearse de un selecto grupo de acreditados especialistas que reflexionan con gran solvencia sobre estas Narrativas sobre loucuras, sofrimentos e traumas Se trata de un libro que, en mi opinién, se sitiia en la estela de lo que a partir de los aitos ochenta del siglo XX comenzé a denomi- narse la historia de la medicina desde la perspectiva del paciente. Una tendencia historiografica que venia a aplicar, en el Ambito de la salud, la propuesta de algunos historiadores sociales de hacer una historia “desde abajo”, toda una tradicién que se remonta, por ejemplo, a los trabajos pioneros de George Lefebvre sobre la vision los campesinos en la Revolucién francesa, © a las aportaciones de los historiadores marist britinicos de los afos sesenta (Thompson, Hosbawn) em- peflados en dar protagonismo a las “vietimas.e la historia” o en hacer Ja historia de Ia “gente corriente”. La historia de la medicina “desde abajo” implicaba, pues, tener en cuenta cl punto de vista del paciente, coro propuso Roy Porter, a perspectiva del Homo patiens, en expre~ sin de Heinrich Schipperges ‘Como es sabido, desde aquellas contribuciones originales, en los altimos tiempos se han desarrollado variantes de gran interés proce- dentes, en general, de ls llamados estudios culturales. La importancia = Doutor em Medicina e Cirurgia pela Universidade Complutense de Madre doutor honors causa pela Universidade de Buenos Aires, com pés-doutorado na Universidade de Paris VII Professor de Investigagio no Instituto de Hist6- ria, do Centro de Cigneias Humanas e Socais do Conselho Superior de Invest {gagdes Cientificas (CSIC. Madr). Autor de mais de uma eentena de publicagdes fem revistas nacionais o internacionais (American Journal of Public Health, History of Psychiatry, International Journal of Mental Health, Journal of the History of Neurosciences, Journal of Spanish of Cultural Studies, entre outras) capitulos de livros coletivos e livrps como {Qué sabemos de? La locura (CSIC ‘La Catarata, 2014) e Historia cultural dela psiquiatria (La Catarata, 2012). ‘otorgada a los grupos subalternos como sujeto histérico ha introducido elementos de reflexién fundamentales, como los que tienen en cuenta el grado de adhesién, negociacién o resistencia de dichos seetores a los discursos y précticas hegemdnicas. Se hacia necesario, en este sentido, ‘descentrar cl lugar de la enunciacién” del experto y considerar otros lugares de enunciacién, el de los subalternos del conocimiento oficial, el de los no-expertos, el de las victimas: mujeres, obreros, colonizados ‘¥, Por Supuesto, enfermos y locos. Las narrativas sobre locuras, sufrimientos y traumas que son analizadas en este libro parten, en muy buena medida, de estas pre~ ‘misas. Sus autores descentran el Iugar de la enunciacién y estudian, a través de los relatos de sus protagonistas, la experiencia del dolor, de la enfermedad y del sufrimiento, esos parémetros tan dificiles de medir con las herramientas de la ciencia positivista y “objetiva”. Unas narra- tivas euyo soporte puede ser muy variado: cartas, historias clinicas, diatios, relatos autobiogréficos, obras de creacién, narrativas orales, tc. Toda una literatura que nos ofrece informacién sobre la vivencia de ln enfermedad, o del trauma, desde la perspectiva del sujeto que la fre, sus preocupaciones, sus angustias y sus miedos. Es evidente que dichas narrativas contrastan con otras, las de los médicos que etiquetan y diagnostican con pretendida objetividad cientifica, pero que tampoco estén libres de sus propias emociones a la hora de gestionar Ia locura, Ia enfermedad y, en definitiva, el sufri miento de otro ser humano. De hecho, la llamada medicina narrativa hha Iegado a ser propuesta como un camino en el trinsito desde un paradigma de conocimiento disciplinar, que alguna vez pretendié ser completo, verdadero, objetivo y universal, hacia un modelo més complejo que reconozca la imposibilidad de separar absolutamente al observador de lo observado en un determinado contexto, La propia subjetividad del observador, y los elementos socia- les y culturales que la conforman, interviene también en el proceso de nombrar, etiquetar y definir a las personas. Existen sesudos ¢ im- portantes estudios sociolégicos sobre la “teoria del etiquetado” (la- eling theory) sobre los que no es el momento de extenderse aqui, pero merece la pena comentar que cualquier etiqueta de un producto ‘© mercancfa sirve fundamentalmente para dos cosas: informar sobre su precio y sobre su calidad. Cabria preguntarse si, en el fondo, la etiqueta diagnéstica (al menos en psiquiatria) no desempeiiaria esa funcién: informar sobre la “calidad” de un ser humano que puede ser menos “valioso” que otro. No olvido que el diagnéstico en medicina es también, y sobre todo, una convencién del lenguaje profesional para que los facultativos sepan a qué atenerse en su prictica cotidiana, pero resulta evidente que en aquellos terrenos en los que la medicina entra en relacién con Ia sociedad que la rodea, lo normal y lo patolégico de- {jan de ser valoraciones objetivas para convertirse en decisiones socia les, especialmente en disciplinas de tanta trascendencia social como la psiquiatria, Esta decisién se la arroga en no pocas ocasiones el poder ue, utilizando con mejor 0 peor fortuna el conocimiento cientifico y fa sus expertos es capaz de marginar o reducir a grupos de personas consideradas peligrosas, Gi A este respecto, me parece muy interesante, y bastante con- secuente, que junto 1a locura — objeto de Ia mayoria de los capitulos ~ aparezea la lepra. Locura y lepra aparecen histéricamente empa- rentadas a través del estigma que generan. De hecho, como Michel Foucault explic6, en el loco del siglo XIX convergen los modetos de Ja lepra y de la peste. La intervencién sobre el leproso tiende a ser indiviualy estigmatizante; al leprogo oe le margin, ae le sepa, se Ie excluye, oda vez que representa un sueto eontaminado y “sucio” ue es preferible no ver. Su exclusion socal se justifca en un ideal de “Sociedad limpi’, La peste sin embargo, en tanto que enfermedad catasrica,cuyo contagio amenazala vide In commonida, require tnedidaspoiciales, cordonessanitarios, estrict vigilanca de personas y mercancias, obligada separacién entre sanos, sospechosos y con indos. En definitiva, I intervencion sobre la peste requiere medidas colectivas que persiguen el ideal de una “sociedad disciplinada”, Esquemas diferentes pero no incompatibles: en el asilo psiquidtrico podemos identificar de manera simbélica ambos modelos: la locus, como la lepra, sera portadora de un estigma que producir’ rechazo social: al loco se le encierra y se excluye (como a los leprosos), pero se le aplicardn pricticas disciplinarias individuales y colectivas (como las aplicadas @ los apestados). EI manicomio, como el lazareto, estara sujeto a unas dindmicas que funcionarén en un doble sentido: por un lado, aplicando una divisién binaria sistematica: locos-no locos; peli- _grosos-inofensivos; limpios-sucios, Por otro, el de la asignacién coer- citiva y la distribuci6n precisa del espacio: quién es, dinde debe estar, cémo reconocerlo,c6mo vigilitio. Maneras de actuar que, de un modo ‘utr y con las correspondientes modificaciones, se han mantenido en el disenio de las politicas asistenciales. ‘Aun asi, y siendo muy evidente las consecuencias sociales y cculturales del llamado proceso de medicalizacién y de las propias prieticas médicas, no cabe duda que, con pretendida y cinica ncutra- lidad, el modelo biomédico més claramente establecido y aceptado en Ia actualtidad se basa en la bisqueda incansable de evidencias irrefuta- bles, datos positives o pruebas concluyentes, que arropen su dis de “objetividad” y cientifismo. El modelo biomédico desarma, cuando ‘no ignora, los relatos, las narrativas de los pacientes, porque pone el foco en las enfermedades y no en los enfermos, Existen naturalmen- te muy honrosas excepciones y tanto desde la Atencién Primaria de Salud como desde la Salud Mental comunitaria, tanto los médicos de familia, como los psiquiatras, psicélogos clinicos y trabajadores so- ciales, pueden ofrecer modelos de atenci6n alternativos, que propicien 1a introduccién del sujeto en la clinica, concediendo Ia importancia que tienen a los relatos de los pacientes y a las diversas narrativas _generadas en su entorno. Resulta evidente, y algunos capitulos de este libro son una buena muestra de ello, que nuestra narracién constituye nuestra identidad y que, como aseguraba Oliver Sacks hace treinta aiios, todos tenemos una historia biogrifica, una narracién interna, ‘cuya continuidad y cuyo sentido define nuestra vida, En definitiva, pienso que el punto de vista del paciente nos da claves para valorar que lo bio en el ambito de la salud no tiene por qué ser solo lo biolégico, también puede y debe ser lo biogréfico; solo i podremos considerar la importancia de la experiencia de la enfer- medad y de la subjetividad del enfermo, comprender la violencia del diagndstico y del estigma, y apreciar los procesos de negociacién y de resistencia que se establecen entre los pacientes, los profesionales y la sociedad. Este libro aborda, a través de estudios de caso cuidadosamente clegidos y brillantemente ejecutados, toda esta problematica. Locura, lepra y experiencias traumiticas diversas se dan cita en unas pigi- rnas que transmiten al lector emociones y experiencias absolutamente apasionantes y que demuestran que el suftimiento puede ser capaz de canalizar tura discursiva de consecuencias diversas pues la relacion entre el que scribe y el que lee, entre el que habla y el que escucha, es casi siempre a través de la expresién oral o escrita, de generar una cul- 0 asimétrica y requiere de “pactos” sobre los que pivotan elementos de autoridad, sumisién o resistencia, que explican las modalidades tex- tales y los contenidos de las distintas narrativas. ‘No es mi funcién en este momento analizar en detalle y uno ‘a uno los contenidos concretos de los capitulos que conforman esta obra. Lo que si he intentado es exponer algunas ideas que creo pueden situar y, sobre todo, animar al lector a adentrarse en los trabajos que 1 continuacién se reproducen, Creo sinceramente no exagerar si digo que Narrativas sobre loucuras, sofrimentos e traumas esté llamado a ser un libro de referencia, por la calidad de las investigaciones que lo sustentan, pero también por Ia forma de hacer historia. Ya me he referido al marco tedrico y metodoldgiconue aporta la “historia desde abajo", pero permitanme insistir para terminar que en las Narrativas ‘que estan a punto de leer hay una apuesta por hacer Historia eon ma- yyseulas. No une historia positivista, descriptiva, acumulativa, com- placiente con el pasado y acritica con el presente, sino otra historia: analitica, hermenéutica y critica, que interpela al pasado para pensar el presente y para actuar o propiciar actuaciones suficientemente fun- damentadas. Una historia de los enfermos, y no de las enfermedades, aque presta la maxima atencién ala subjetividad de la persona y en la que el pathos y el eshos, y no solo al logos, se conjugan en el nicleo mismo del pensamiento, del discurso y del compromiso de Yonissa M. ‘Wadi y el resto de autoras y autores en esta gxtepcional obra colectiva, Apresentagiio Yonissa Marmitt Wadi Narrativas sobre loucuras, sofrimentos e traumas € 0 resultado benfazejo de encontros diversos entre pesquisadoras ¢ pesquisado- res, brasileiros e estrangeiros, proporcionados pelo projeto Género, Instituigdes ¢ Saber Psiquiderico em Narrativas da Louewra, Este projeto, desenvolvido no ambito da Universidade Estadual do Oeste do Parana (UNIOESTE), contou com o apoio financeiro do Conselho Nacional de Desenvolvimento Cientifico e Tecnolégico (CNPq) e seus parceiros, por meio de diversos editais, # teve como intuito principal explorar e compreender narrativas de pessoas consideradas loucas — ‘doentes mentais’, ‘portadores de transtornos mentais’, ‘pessoas com sofrimento psiquico”.. ~ que viveram experiéncias de internagao em instituigdes psiquidtricas Em momentos diversos de trocas - eventos, bancas, pesquisas de campo... - germinaram ideias que levaram a coordenadora do proje~ to ¢ organizadora deste livro ao encontro de pesquisadoras e pesquisa- dores que dele fazem parte, participantes de primeira hora do projeto u interlocutores encontrados ao longo do caminho, Esses momentos de didlogos tornaram-se também o locus de escuta de narrativas diver- ‘sas (dos médicos aos chamados enfermos, passando por autoridades pliblicas ¢ leigos), visualizadas em diferentes fontes, como processos civis, documentos clinicos ¢ administrativos, obras literérias e entre- vistas orais, A andlise das fontes ¢ a posterior construgio dos textos ue ora apresentamos neste livro evidenciam narrativas configurado- ras de politicas piblicas relacionadas A satide, identificadoras de certas doengas, ou de subjetividades diversas de pessoas comuns que teste ‘munham suas vidas. 0 livro composto por oto eapitulos. No capitulo que abre o ssisténcia psiquidtrica nacional: narrativas para uma politica pilblica no contexto brasileiro (1940 a 1970)", Ana Teresa Acatauassit Venancio e André Luiz. de Carvalho Braga (Fundagio Oswaldo Cruz/ Brasil), apresentam as narrtivas constituidas por diferentes instincias ‘governamentais brasileiras, para a organiza¢ao de um érgio especi- fico que se incumbisse de centraizar as ages em torno do projeto «de uma assistneia psiquidtricg indubitavelmente nacional. Os autores livro, B analisam as linhas de continuidade e descontinuidade presentes nas diretrizes de Bstado, entre 1941 e 1970, quando o Servigo Nacional de Doengas Mentais (SNDM), foi transformado em Divisio Nacional de Saiide Mental (DINSAM), ¢ para tanto utilizam um conjunto variado de fontes, que reiine ideias, informagSes, projetos ¢ resultados produ- zidos por atores sociais espectficos e que circulavam no interior do Estado, expressando as narrativas do poder pilblico sobre a assisténcia psiquidtrica ¢ dos psiquiatras com ela preocupados Teresa Ordorika Sacristin (Universidade Nacional Autonoma do México/México), em “Las historias clinicas: narraciones ities para cl anslisis de la psiquiatrizacion de la sociedad”, segundo capitulo do livro, apresenta uma reflexio teérico-metodolégica sobre as possibi- lidades de abordar os documentos clinicos (especialmente os gerados ppelo ingresso de alguém em uma instituigdo psiquidtrica) como um tipo especifico de narrativa, que tem cédigos particulares e estandar- dizados, constituinde-se como um objeto material que condensa o exercfeio clinico a partir da linguagem. Segundo a autora, uma abor- dagem que considere os documentos clinicos como narrativas é muito proveitosa para entender as caracteristicas locais da medicaliza\ permitindo localizar © que é compartilhado e o que é proprio de cada citcunstaneia, No terceiro capitulo, “Problematizando o mundo: vida institu- cional ¢ subjetivagao no “falatétio’ de Stela do Patrocinio”, Yonissa Marmitt Wadi (Universidade Estadual do Oeste do Parana/Brasil) e Telma Beiser de Melo Zara (Instituto Federal do Parand/Brasil) explo- ram as ‘narrativas’ dessa mulher negra e pobre que, apos ser diagnos- ticada como esquizofrénica, viveu 30 anos internada em instituigBes manicomiais da cidade do Rio de Janeiro. Stela falava poeticamente © suas falas foram gravadas, posteriormente publicadas em livro, e, segundo as autoras do capitulo, elas revelam as percepgdes de Stela sobre seu lugar no mundo e no mundo institucional, com seus saberes, suas praticas e as relagdes tecidas em seu interior, onde se entrelagam diversos marcadotes sociais que definem os contornos de tais relagies; ‘a0 mesmo tempo, revelam o olhar de Stela sobre si mesma, evidencian- do sua constituigdo como sujeito na experiéneia da institucionalizagao, Em “Intimagées do éxtase feminino: dois momentos da cultura da histeria em Portugal”, quarto capitulo do livro, Tiago Pires Marques (Universidade de Coimbra/Portugal) analisa a disputa de narrativas centre psiquiatria e teologia, bem como o processo dinamico de ne- 4 ‘gociagdes © compromissos entre ciéncia ¢ religi8o, em torno de um fendmeno extraordinario: 0 chamado éxtase, que como sinal de uma afetacdo do individuo pelo divino redobra a sua ambivaléncia quando ‘se manifesta em mulheres. Analisando o éxtase & luz de nogdes de incorporagdo, 0 autor destaca a sua dimensio de ayéncia corporal, mostrando como 0s corpos extiticos responderam ativamente as ob- servagdes que, em diferentes contextos, 0s tomaram como objeto. No quinto capitulo, “Rastros de vidas: loucura e interdigao civil na Comarca de Guarapuava-PR (1940-1950)", Abigail Duarte Petrini (Universidade Estadual do Oeste do Parana/Brasil) analisa processos de interdigio, produzidos nas décadas de 1940 e 1950, na Comarca de Guarapuava, estado do Parané. A ayjora considera-os como uma possibilidade de compreenstio das redes de relagdes sociais constitui- das naquela época © naquele lugar ~ especialmente as relagdes dos sujeitos com suas familias e suas propriedades, urbanas ou rural que operam valores ¢ Iugares sociais possfveis ¢ constituem deter- minados sujeitos como passiveis de interdiggo por loucura. Partindo desta premissa busca dar densidade as vidas das pessoas ditas loucas ¢ ‘40s conflitos e percalgos de suas existéncias José Augusto Leandro ¢ Silvana Oliveira (Universidade Estadual de Ponta Grossa/Brasil), no sexto capitulo intitulado “Lepra ¢ narrativas de sofrimento na Argentina: consideragdes sobre 0 li- ‘10 Dolor y Humanidad”, analisam algumas narrativas reunidas no livro de mesmo nome, organizado e editado pela instituigho filantrépi- «ca Patronato de Leprosos, e publicado em Buenos Aires, em 1937. Os abjetivos do texto segundo os autores so, por um lado, ‘demonstrar que o conjunto das narrativas do livro constitui um evento politico que buscava a aderéncia ao discurso da necessidade de implementa- 0 da ei do isolamento compulsério para doentes de lepra no pais e, por outro, adentrar pelas narrativas, buscando as possiveis variagdes de sentido das experiéncias do ‘ser leproso” naquele momento, ou seja, entender, pelas narrativas, as dores das vidas as margens do mundo dito sadio. Em “E estava tudo bem até comecar a guerra: sofrimentos ¢ essentimentos em narrativas orais de uma refugiada da Segunda Guerra Mundial no Brasil”, sétimo capitulo deste livro, Méri Frotscher ¢ Marcos Nestor Stein (Universidade Estadual do Oeste do Parani/ Brasil), analisam a narrativa de cunho testemunhal de uma mulher, Katharina H., deportada da Iugoslivia para ser submetida a trabalhos Is forcados na Ucrinia, ao final da guerra, ¢ que posteriormente migrou para a colénia de Entre Rios, situada na cidade de Guarapuava, estado do Parana, Segundo 0s autores, seu desafio no capitulo foi articular o respeito devide ao testemunho, como possibilidade de discurso histé- rico, ¢ a necessidade de submeté-lo A critica, refletindo sobre o papel central do sofrimento, do sacrificio ¢ sobre os usos da meméria no pre- sente da enunciago, além, entre outras quest de género e de gerasao que marcam a narrativa. No capitulo oitavo, que fecha o livro, “Narrativas de sofrimen- to, narrativas de formagio: reflexdes sobre @ autobiografia de uma refuginda da Segunda Guerra Mundial”, Beatriz Anselmo Olinto (Universidade Estadual do Centro-Oeste/Brasil e Méri Frotscher (Universidade Estadual do Oeste do Parané/Brasil),refletem sobre outra narrativa de sofrimento, gestada por uma mulher sobrevivente da Segunda Guerra Mundial. Trata-se agora de Ursula B., uma agri cultora, também moradora da coldnia de Entre Rios. O texto foi escrito quando ela estava com 78 anos, em 1996, em um caderno entregue 0s seus descendentes, com 0 objetivo declarado de narrar uma experiéncia de vida para as futuras geragdes, dentro de sua propria familia, cons- ‘ruindo assim uma espécie de pedagogia para o futuro, representado pelos seus descendentes. A leitura histérica proposta pelas autoras foi ada reconfiguragio da narrativa, na qual a interpretagio do processo de subjetivagio da narradora apresenta-se como um efeito proprio de uma narrativa de formagao. ‘Trata-se, portanto, de reflexdes que buscam compreender nar- rativas que emergiram em situagGes limitrofes da existéncia humana, ‘em situagdes que escaparam de uma instituida normalidade cotidiana, iuitas delas destinadas ao esquecimento, gestadas em meio a relagdes 8, das especificidades ‘complexas que envolvem politicas, poderes e saberes em temporali-

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