Robot cortacésped.

Navega por el pasto de una manera inteligente, usando como punto de referencia
un cable que se usa cercando el área del jardín que se quiere podar. Para ponerse
en marcha cuenta con una batería de autorecargable, que hace que el robot regrese
a su estación de carga si no tiene energía suficiente.

También tiene un sensor que le permite establecer una ruta y evitar los obstáculos,
dar la vuelta y moverse para otro lado. Asimismo, incorpora una alarma contra
robos; si el aparato se levanta del suelo deja de funcionar y una alarma suena,
obligando al usuario a ingresar un PIN para que pueda volver a funcionar.

Sensores

Tiene una batería recargable que emplea electricidad para mantener un jardín
medio.

Funciona cortando "poco y a menudo", diseñado para podar un par de milímetros

de césped varias veces a la semana, en lugar de tener que lidiar con plantas
crecidas en extremo, y esto lo hace con su estructura llena de sensores que le
ayudan a orientarse alrededor de los arbustos evitando preciadas flores.

Como otros aparatos similares (como las aspiradoras hogareñas robotizadas tipo
Roomba ), usa una combinación de sensores para detectar obstáculos sólidos en
su camino o marcadores en forma de alambres enterrados que demarcan el área
que el jardinero prefiere que evite.

Algunos robots como los Automower de Husqvarna pueden ser controlados

remotamente por GPS usando un iPad, pero según el profesor Chris Melhuish,
director del Laboratorio de Robótica Británico, el GPS por sí solo no es lo ideal para
trabajar un jardín de tamaño medio.
"El micro-GPS no es lo suficientemente bueno", explica, "pero no necesitas tener
algo enterrado. Puedes establecer una línea de marcadores, que pueden ser de
rayos infrarrojos o microlasers".