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INSTITUTO PROVINCI AL
DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Dirección de Estudios e Investigaciones
Torre Gubernamental II. 12 y 53. Piso 11. Tels.: 0221 483 3138 / 429 5574
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estudios@ ipap.sg.gba.gov.ar
www. ipap.sg.gba.gov.ar
Autoridades
Secretario de la Gobernación
Ricardo BOZZANI
1
Coordinadora del programa de Finalización de Estudios
Paula PORTA
Contenidos
Anahí MARTENS
Mauricio SCHUTTENBERG
El presente módulo tiene como principal objetivo brindar un recorrido que incluya los
principales temas de debate en torno a la relación del Estado con los movimientos sociales.
En otros módulos se analizaron los cambios en la relación Estado y sociedad1, la aplicación
de políticas neoliberales, el achicamiento de las funciones del Estado, el surgimiento de
nuevas demandas sociales, de nuevas formas de expresión política de los ciudadanos.
1
Formación para el trabajo, Estado y políticas públicas, Gestión Participativa.
En la tercera unidad analizaremos distintos movimientos según sean sus intereses,
identidades, formas de reclamos, etc.
Y en la última, intentaremos reflexionar sobre la situación actual y la nueva relación
entre el Estado y los movimientos sociales.
Leer textos de diversos autores que han investigado el tema; asimismo les sugerimos
películas y páginas web para favorecer la comprensión de las problemáticas
desarrolladas.
Formar grupos de estudio –trabajo para realizar las prácticas de aprendizaje y para
que podamos compartir nuestras reflexiones, interrogantes y experiencias con cada
uno de los compañeros que participan de esta especialización y / o con los
acompañantes educativos.
Además, les sugerimos películas y páginas web para favorecer la comprensión de los
temas desarrollados.
Unidad 1
Presentación
2
Estas empresas tienen varios rasgos en común: en primer lugar, habían sido afectadas por la importación y/o
por sus dificultades de exportación y se encontraban en proceso de quiebra, convocatoria de acreedores o
directamente abandonadas por los empresarios. En segundo lugar, los trabajadores son acreedores o
damnificados, ya que en general la crisis de cada empresa fue precedida por la disminución de los salarios, la
carencia de aportes previsionales, etc.
medio ambiente al arrojar sus desechos al Río Uruguay, compartido por ambos países.
Desde entonces realizaron numerosas marchas y bloquearon en varias oportunidades los
puentes internacionales que comunican a Argentina y Uruguay.
Los movimientos sociales son, en primer lugar, una forma particular de conducta
colectiva que incluye la realización de acciones de protesta por parte de los actores sociales,
organizados para defender identidades e intereses compartidos. Son conformaciones
colectivas, con un sentido del “nosotros”, sin las características organizativas de los partidos
políticos o las asociaciones de interés.
Los protagonistas de los diversos movimientos sociales reaccionan ante una posición
de desventaja en la organización social. La emergencia de un nuevo movimiento social
depende en gran medida de la percepción, por parte de sus actores, de esa situación de
desventaja respecto a otros.
Por lo tanto, los movimientos sociales son espacios de resistencia que incluyen
acciones colectivas de protesta, que cuestionan ciertos aspectos o instituciones y, en
algunos casos, la organización de la sociedad como totalidad. Su finalidad es la modificación
del orden social establecido, sea por medio de la revolución o la reforma.
- A su vez, para que un actor colectivo pueda ser considerado un movimiento social
debe poseer un principio de totalidad. Debe poder definir la lucha contra su enemigo
en el marco global del sistema de acción histórica; o sea, con respecto al conflicto
social general. Por el principio de totalidad, un movimiento social requiere, para
existir, ser capaz de convertir su demanda o lucha sectorial en un problema de
interés general para toda la sociedad.3
3
Al respecto el sociólogo francés Alain Touraine (1987) señala que “la identidad del actor no puede ser definida
independientemente del conflicto real con el adversario ni del reconocimiento de la meta de la lucha”. La
identidad del actor se construye dentro de la estructura de conflicto de una sociedad particular. Por su parte el
italiano Alberto Melucci (1999) se refiere a la identidad como la autodefinición del movimiento (quien es, en
nombre de quien habla), el adversario que alude al enemigo y la última categoría que denomina objetivo social,
hace referencia al tipo de orden social o de organización que desearía darse como horizonte histórico de su
acción colectiva. Melucci establece además, una diferencia entre tipos de movimientos sociales: los reactivos y
los preactivos.
Los nuevos movimientos sociales
El inicio del accionar de estos nuevos movimientos suele identificarse con los
movimientos estudiantiles de 1968 en Francia, las marchas contra la guerra de Vietnam en
todo el mundo y los movimientos por los derechos civiles en Estados Unidos.
● Por su duración
Desde objetivos muy generales hasta finalidades muy especificas. De acuerdo a este
criterio, pueden clasificarse en dos grandes tipos.
Para conocer más sobre estos y otros movimientos, les sugerimos visitar la página
web: www.movimientos.org
Movimientos sociales modernos
Movimiento obrero
En nuestro país los primeros sindicatos surgen entre fines del siglo XIX y las
primeras décadas del siglo XX. El escaso desarrollo industrial hizo que los trabajadores se
organizaran en sindicatos de oficios. Por ejemplo, en 1881 se creó la Unión de Obreros
Panaderos; en 1883, la Sociedad de Obreros Tapiceros; y en 1887, La Fraternidad -
Sociedad de Ayuda Mutua entre Maquinistas y Fogoneros de Locomotoras. La mayoría de
los trabajadores eran inmigrantes que provenían de Italia y España y tenían experiencias de
participación sindical. Las transformaciones económicas que se dan entre 1890 y 1920
influyeron en el mundo del trabajo urbano y las organizaciones obreras. La huelga general
de 1902 reveló la presencia del movimiento obrero en la vida política y social del país.
En las primeras décadas del siglo XX, las ideologías anarquista, socialista y
comunista ejercieron una fuerte influencia sobre el movimiento obrero. El anarquismo tuvo
una importante influencia en la creación, en 1902, de la Federación Obrera de la República
Argentina (una de las primeras organizaciones sindicales que agrupó a los distintos gremios
de oficios). Luego el peso del anarquismo disminuyó, y los socialistas y comunistas se
hicieron fuertes en las décadas siguientes. En 1930 se crea la Confederación General del
Trabajo (CGT).
Como consecuencia de la crisis de 1929 y de la Segunda Guerra Mundial, los
productos que se importaban de Europa comenzaron a faltar y esto impulsó el desarrollo de
la industria nacional. El paisaje de las ciudades se modificó sustancialmente, con el
surgimiento de grandes fábricas y el aumento de la cantidad de obreros provenientes
fundamentalmente del campo.
El MST tiene tres grandes objetivos: la tierra, la reforma agraria y una sociedad más
justa. Quiere una expropiación de las grandes áreas en manos de multinacionales, el fin de
los latifundios improductivos, con la definición de un área máxima de hectáreas para la
propiedad rural. Está en contra de los proyectos de colonización que resultaron un fracaso
en los últimos treinta años, y quiere una política agrícola en beneficio del pequeño productor.
“Nuestro movimiento se propone utilizar tres formas básicas para llevar adelante la lucha por
la reforma agraria:
a) Organizar a los campesinos, que luchan por la tierra en la base, y construir un amplio
movimiento social de masas, que rescate la lucha por nuestros derechos.
c) Desarrollar todas las formas de presión popular para garantizar que el gobierno
desencadene el proceso de reforma agraria (...).
El MST utiliza de las más distintas formas de lucha, pero siempre masivas. Los medios más
utilizados son: manifestaciones en las calles, concentraciones regionales, audiencia con los
gobernadores y ministros, huelgas de hambre, campamentos provisorios en las ciudades o a
la orilla de las haciendas por ser desapropiadas y ocupación de las tierras a ser
desapropiadas (...).
Desde hace quinientos años, los pueblos originarios de América luchan por su
reconocimiento y sus tierras. La conquista de América fue una larga y violenta guerra entre
civilizaciones muy desiguales.
Dos ejemplos actuales de esto son las luchas que llevó adelante el Ejército Zapatista
de Liberación Nacional en México y los conflictos de los mapuches en la Patagonia.
Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de México
Los afectados señalaron en un comunicado que en ese territorio no sólo viven y trabajan
sino que tienen también "sus cementerios y lugares sagrados".
"Los Mbya precisan de estos territorios para vivir asegurándose, como todo ser humano, ser
dueños de la tierra que pisan y en la que construye su casa, no les alcanza con un permiso
de uso que así como es dado por las autoridades de turno puede ser retirado por las
próximas", destacan.
Caciques de tres de las siete tribus Mbya Guarani que habitan esas tierras permanecían en
varias carpas frente al Rectorado, a la espera de una resolución a su pedido de devolución
de las tierras usurpadas.
Perdomo, quien integra la Comisión especial creada por el Consejo Superior para evaluar
alternativas y una salida al reclamo de las comunidades, explicó que "hasta el momento no
hemos recibido ninguna respuesta al ofrecimiento formulado institucionalmente por esa
comisión y que se hizo efectivo hace más de un año".
La comisión creada por el Consejo Superior en 2005 para resolver el litigio con los pueblos
de Misiones que vive
La Comisión, cuyos integrantes realizaron viajes a Misiones y mantuvieron reuniones con los
caciques, propuso conservar para sí la titularidad de sólo 700 hectáreas, donde actualmente
posee edificaciones y terrenos donde los estudiantes realizan estudios de campo.
Propuso, además, otorgar a las comunidades la propiedad de una porción idéntica de tierra
para la edificación de sus viviendas y uso intensivo.
Según la UNLP, de este modo, los pueblos originarios podrán seguir aprovechando las
tierras para la caza, pesca, agricultura, y otras actividades y la UNLP se constituye en
garantía de que nunca se comercializarán esas propiedades.
Práctica Nº 1:
A partir de los casos del Movimiento de los Sin Tierra de Brasil, el Ejército Zapatista de
Liberación Nacional, los conflictos de los mapuches en la Patagonia y de la comunidad
guaraní de Misiones analicen en grupos:
- cuál es su identidad, quiénes son y en nombre de quién hablan;
- cuál es el conflicto, por qué están luchando.
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Bibliografía
Boaventura Sousa Santos, 2001. “Los nuevos movimientos sociales”, en Revista OSAL, N°
5, CLACSO, Buenos Aires.
Falicov Estela y Sara Lifszyc, 2004. Sociología. Capítulo 8. Aique, Buenos Aires.
Martínez y otros, 2006. Internet y lucha política. Colección Claves para Todos. Capital Intelectual,
Buenos Aires.
Melucci Alberto, 1999. Acción colectiva, vida cotidiana y democracia. Capítulo 1. El Colegio
de México. México
Palomino Héctor. “La Argentina hoy. Los movimientos sociales”. Revista Herramienta N° 27.
Octubre de 2004.
Paradera Daniel y Esteban Pintos Andrade, 2004. Sociología. Capitulo 9. Maipue, Buenos
Aires.
Tarrow Sidney, 1997. El poder en movimiento. Los nuevos movimientos sociales, la acción
colectiva y la política. Alianza. Madrid.
Touraine, Alain, 1987. El regreso del actor. Eudeba. Argentina.
Touraine Alain, 1997. ¿Podremos vivir juntos? Iguales y diferentes. Capitulo 3. Fondo de
Cultura Económica. Argentina.
Unidad 2
Cambios en el contexto económico, social y político en la Argentina
post default
Presentación
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Práctica Nº 2:
Elijan una de estas dos actividades prácticas:
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Práctica Nº 3:
En grupo reflexionen acerca de la continuidad/vigencia o no de estas concepciones y formas
de comportamiento ciudadano. Evalúen su pertinencia para el análisis de la realidad
argentina contemporánea.
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4
Sin desconocer las recientes críticas a los indicadores que emplea el INDEC, en este documento se toman los
datos producidos por este organismo,. por ser el órgano oficial de estadísticas y censos del país.
Primera luz amarilla: a pesar del crecimiento logrado, y aun en la mejora en el empleo,
la distribución regresiva del ingreso no se modifica demasiado.
Segunda luz amarilla: se observa una declinación en la generación de empleo.
Tercera luz amarilla: parece haberse detenido la tendencia a la reducción de los
indicadores de pobreza.
Cuarta luz amarilla: se observa un fuerte desfasaje salarial respecto de la inflación.
La investigadora Maristella Svampa (2004) analiza la fractura social que sufrió la Argentina
desde los noventa a partir del auge de los countries y barrios privados.
En plena euforia neoliberal, se acentuaron fuertemente los contrastes sociales. Así a la par
que aumentaba la marginalidad urbana, con la multiplicación de las villas de emergencia y
los asentamientos, los sectores más pudientes se refugiaban en los countries y barrios
privados.
En el marco del proceso de privatización general de la sociedad y el fuerte sentimiento de
inseguridad que se iba instalando entre los ciudadanos, las urbanizaciones privadas
crecieron vertiginosamente. En 1989 había 149, en 1999 se llega a 450, hasta alcanzar unas
600 en el 2004. Para el caso del Gran Buenos Aires en 1994 solo había 1450 familias
asentadas en este tipo de urbanizaciones, en agosto del 2000 el número de familias llegaba
a 13.500. En 2003, luego de la crisis que siguió a la devaluación, la Federación Argentina de
Clubes de Campo calculaba que vivían en urbanizaciones privadas unas 300.000 personas.
La “seguridad” se convirtió en un nuevo símbolo de status.
Según el último censo que realizó el INDEC casi todos los partidos del primer cordón del
Conurbano bonaerense perdieron habitantes. Vicente López perdió un 5,3% de su población
y San Isidro un 2,5%. En la ciudad de Buenos Aires la cantidad de habitantes descendió un
7,1%. Svampa sostiene que parte de esa población, en todo caso la de mayor poder
adquisitivo, se fue mudando a los countries y barrios privados del norte, fundamentalmente
en la zona de Pilar. De hecho, sólo entre 1993 y 1999 la población del partido de Pilar creció
un 115%, pasando de 130.000 a 280.000 habitantes.
Además, el paisaje urbano cambió notoriamente al compás de las privatizaciones, la
desindustrialización y el aumento de las desigualdades sociales. La expansión de
shoppings, hipermercados y multicines transformó enormemente la fisonomía de los
grandes centros urbanos. Mientras, el cordón industrial de ciudades como Buenos Aires,
Córdoba y Rosario fue convirtiéndose en un cementerio de fábricas y pequeños comercios.
Síntesis de la unidad
En los años noventa aumenta el individualismo, la apatía y se pierde el sentido
transformador de la política. A mediados de la década comienzan a surgir las primeras
organizaciones de trabajadores desocupados, producto de las privatizaciones y la
desindustrialización del país. Esto pone en evidencia el fracaso del modelo. La crisis de
2001 produce un quiebre del consenso neoliberal. Marca también la emergencia de
nuevos actores, de nuevas luchas. Es la expresión de un proceso de acumulación de
luchas contra un modelo excluyente y el surgimiento de algo nuevo, marcado por la
vuelta de la política a las calles. A los movimientos de trabajadores desocupados que
venían luchando desde hace rato, se suman las asambleas barriales, las fábricas
recuperadas, las protestas de los ahorristas, entre otros.
A partir del 2003 se comienza a transitar una etapa distinta, superadora de la
crisis. Con el gobierno de Néstor Kirchner se recompone la autoridad política y mejoran
las expectativas respecto al accionar gubernamental. Durante su gestión se reactiva la
economía y disminuye el desempleo, pero el problema de la distribución regresiva del
ingreso sigue irresuelto y se observa un fuerte desfasaje salarial respecto a la inflación.
En cuanto a los ciudadanos podemos identificar tres concepciones y prácticas.
Algunos se limitan a denunciar el funcionamiento del sistema político y a demandar
seguridad, transparencia y control (ciudadanía crítica-antipolítica). Otros, reivindican
nuevas formas de hacer política y plantean un debate sustantivo sobre el proyecto de
sociedad que se pretende. Es el caso de los movimientos de trabajadores desocupados,
las asambleas barriales y el sindicalismo alternativo, entre otros (ciudadanía participativa-
transformadora). Finalmente están quienes abogan por un cambio radical y de ruptura
respecto del sistema de producción capitalista en su conjunto (ciudadanía radical de
ruptura).
5
García Delgado, D.: Estado Nación y la crisis del modelo, Ed. Norma, Buenos Aires, 2002.
Anexo
Para construir los deciles se ordena a las personas perceptoras de ingresos de menor a
mayor en base a su ingreso total individual y se las divide en diez grupos de igual tamaño. El
que contiene a la población con ingresos más bajos se denomina decil 1 mientras que el
último grupo o decil 10 contiene a la población de mayores ingresos.
Estrato
Bajo
14% Estrato
Alto
Estrato 49%
Medio
37%
Cuyo 26,3
Noreste 45,7
Noroeste 39,1
Pampeana 22,6
Patagonia 15,9
Nota: las regiones estadísticas están conformadas por el agregado de aglomerados de la EPH como
se detalla:
Cuyo: Gran Mendoza, Gran San Juan, San Luis - El Chorrillo
Gran Buenos Aires: Ciudad de Buenos Aires, partidos del Conurbano
Noreste: Corrientes, Formosa, Gran Resistencia, Posadas
Noroeste: Gran Catamarca, Gran Tucumán - Tafí Viejo, Jujuy - Palpalá, La Rioja, Salta, Santiago del Estero, La
Banda
Pampeana: Bahía Blanca - Cerri, Concordia, Gran Córdoba, Gran La Plata, Gran Rosario, Gran Paraná, Gran
Santa Fe, Mar del Plata - Batán, Río Cuarto
Bibliografía
Daniel García Delgado y Luciano Nosetto, 2005. La ciudadanía en una etapa de
reconstrucción: Imaginarios y desafíos. Biblioteca Top sobre Gestión Pública.
www.top.org.ar
Daniel García Delgado, 2005. “Conferencia: Distribución del ingreso y pobreza en la
Argentina postdefault”, Aportes para una nueva agenda estatal, La Plata
Subsecretaría de la Gestión Pública, 2005. Plan Trienal de la Gestión Pública 2004 / 2007.
Síntesis. Una gestión publica para la inclusión. Fortalecimiento e innovación para un nuevo
modelo de Estado.
Maristella SVAMPA, 2004. La brecha urbana. Countries y barrios privados. Colección
Claves para Todos. Capital Intelectual, Buenos Aires.
INDEC.Encuesta Permanente de Hogares Continua. Incidencia de la pobreza en el total de
aglomerados urbanos y por región estadística. Segundo semestre 2006.
6
La medición de la pobreza mediante el método de la "línea de pobreza" consiste en establecer, a partir de los
ingresos de los hogares, si éstos tienen capacidad de satisfacer -por medio de la compra de bienes y servicios- un
conjunto de necesidades tanto alimentarias como no alimentarias (entre ellas: vestimenta, transporte, salud,
vivienda, educación, etc.) consideradas esenciales.
Unidad 3
Presentación
“Mi mamá era dirigente gremial en el año 40, era docente rural, quedó viuda y se vino a trabajar a una
fábrica textil, trabajó de operaria y se hizo dirigente gremial y mi abuelo tuvo que venir corriendo
desde Chascomús porque la habían metido presa por comunista. Entonces mi madre funda con otros
compañeros la Unión Obrera Textil que después deviene en la Asociación Obrera Textil, el 17 de
octubre del 45 yo vine acompañándola a ella de Berisso a La Plata y de vuelta caminando, yo tenía
12 años. Vinimos caminando hasta el edificio de la Universidad que nos tiraban piedras. Yo vivía en
Chascomús y me traían los fines de semana de paseo y a veces en verano jueves y viernes; mi
mamá me llevó al frigorífico Swift a la mañana a ver cómo era la cosa. Me quiso mostrar como
trataban a la gente para que viera que el mundo no era como yo vivía con mi abuelo y mi abuela. Ahí
vi que cuando tomaban a los obreros que les hacían falta y al resto los bomberos les tiraban agua con
una manguera de presión para que se fueran. Era antes del 45, los corrían con el agua, los trataban
como animales. Yo tendría 7 años y mi mamá me mostraba lo que pasaba. Siempre estuve en el
trabajo social”. (Testimonios de militantes barriales. Citado en Schuttenberg, 2006).
A modo de ejemplo, Auyero remarca que “las prácticas clientelares de dirigentes políticos y
funcionarios públicos (prácticas de distribución personalizada de favores y bienes con la intención de
obtener apoyo y votos) han sido tradicionalmente vistas por académicos y periodistas como
antagónicas de la acción colectiva. La primacía de este tipo de prácticas frustra el surgimiento de la
protesta. Sin embargo, si miramos de cerca varias protestas en el país vemos que estas redes no se
oponen sino que están profundamente imbricadas en la génesis, el curso y el resultado de varios
episodios de beligerancia” (Auyero, 2002: 37).
El autor analiza lo sucedido en 1996 en Plaza Huincul y Cutral-Có y señala que fueron las redes
políticas pre-existentes las que facilitaron y de alguna manera potenciaron la protesta.
Además, según el autor, hay que tener en cuenta las oportunidades políticas que se producen, como
en este caso se dieron por una división dentro de las elites. “Mientras la radio emitía la ira que
sentíamos –dijo Daniel un manifestante- y convocaba a manifestarse en la Torre Uno sobre la ruta 22,
los taxis y remises locales llevaban a la gente sin cargo. ¿Era ésta una abrupta expresión de
indignación colectiva en la cual los periodistas radiales, los taxistas y remiseros eran sólo los primeros
en reaccionar? Difícil creerlo. Las disputas internas dentro del entonces partido de gobierno, el
Movimiento Popular Neuquino, y en particular las acciones del ex intendente Grittini, quien llevaba a
cabo su lucha interna personal contra el intendente Martinasso y contra el gobernador Sapag,
estaban en la raíz de la movilización” (pág. 38).
No obstante, lo cambiante de las oportunidades políticas supone que los movimientos deben
construir sobre cimientos más sólidos para impedir que las oportunidades se escapen de
entre las manos. Por ello el por qué y para qué de la acción colectiva dignifican y justifican
los movimientos y las estructuras organizativas para alcanzar sus objetivos.
La demanda. Qué piden los actores sociales y cómo lo piden.
La demanda es un elemento central de la protesta no sólo para definir el tipo de acción y
su relación con la identidad o las condiciones estructurales, sino también para evaluar el
rango de alternativas que deja a la negociación y el tipo de conflictividad que presenta.
Las demandas pueden ser: salariales, laborales, de derechos humanos, ecológicas y de
medio ambiente, demandas de derechos sexuales y reproductivos, de igualdad de
oportunidades y discriminación, de seguridad de seguridad social (política educativa, política
de salud, seguridad social), de trabajo y asistencia social directa, de servicios
habitacionales, políticas, etc.
El formato. El modo en que la protesta aparece y se hace visible en la escena
pública. Esto es, si se trata de una huelga, una marcha, un corte de ruta, o cualquier otra
modalidad de movilización. El formato es sumamente importante para entender la identidad
de la protesta, su forma de organización, sus divisiones internas, etc.
El impacto político. El impacto que tiene la protesta en el espacio público. Cómo
reaccionan los periodistas televisivos, radiales y los líderes políticos frente a la protesta,
como se relacionan éstos con los referentes de las movilizaciones y qué influencia tienen
estas relaciones en el desarrollo de las acciones. Importan las consecuencias que producen
las protestas, ya sea en términos de la satisfacción de sus demandas o de las
transformaciones del sistema político institucional.
Como ejemplo del impacto podríamos pensar en las protestas ambientalistas de Entre
Ríos distintas formas que van adoptando con el fin de atraer la atención de los principales
medios y de esa forma amplificar el impacto de las peticiones. Vale recordar el desfile de la
reina del carnaval en la cumbre de presidentes que significó que medios de todo el mundo
tomaran el tema de las papeleras.
Ejemplo de un formato original de protesta que obtiene una repercusión mediática
importante:
No había terminado de acomodarse Tabaré Vázquez en la fila para la “foto de familia” habitual de
las cumbres cuando el murmullo se hizo audible y fue ganando en intensidad. Una morocha con
una bikini mínima de lentejuelas mostraba su escultural humanidad y alzaba, por encima de la
cabeza, un cartel que resultó el mayor golpe de efecto propagandístico frente a 58 jefes de Estado
en la disputa por la instalación de las plantas de pasta celulósica en Fray Bentos: “Basta de
papeleras contaminantes”. En ese momento, Evangelina Carrozo, la reina del carnaval de
Gualeguaychú, pasó a la historia. Militante de Greenpeace por la causa que moviliza a toda su
ciudad y a gran parte de su provincia, asestó un mazazo a la estrategia de Uruguay en el conflicto
bilateral que mantiene con la Argentina y que alcanza su peor punto de conflictividad. Y reforzó, sin
saberlo quizá, el fuerte pedido que el presidente Néstor Kirchner haría, minutos después, para que
la comunidad europea no aplique dobles estándares en el control del medio ambiente en los países
menos desarrollados. La pancarta era elocuente: tenía dos banderas –una argentina y otra
uruguaya– a los lados y la leyenda en letras negras estaba en inglés y en castellano. La muchacha
se paseó durante varios segundos en colaless, como lo hacen las señoritas en las veladas de
boxeo para anunciar un nuevo round, ante las atónitas miradas de los jefes de Estado, formados
como para la foto del colegio. Los guardias de seguridad, que no atinaron a moverse de sus
lugares, pensaban que era parte del protocolo. Comenzaron las risas, los comentarios y el
nerviosismo. Kirchner abrió los brazos y alzó los hombros, expresión gestual de "yo no tengo nada
que ver": Vázquez quedó petrificado, con una expresión similar a la de la Gioconda; el venezolano
Hugo Chávez aplaudió y tiró besos al aire... La foto de la joven entrerriana dio la vuelta al mundo.
Literalmente. No hubo portal de Internet que no tuviera la imagen del incidente en su página
principal. Su audaz manera de impulsar una protesta para evitar que las plantas pasteras se
radiquen sobre el río Uruguay causó sensación. A cada metro en los pasillos del Messe Wien, sede
de la IV Cumbre de presidentes y jefes de Estado de América latina y el Caribe se hablaba de la
arriesgada jugada, de la valentía para ejecutarla y, por qué ocultarlo, de la "belleza suprema" de la
niña. Si hasta los presidentes tuvieron que hablar del tema. "Es una linda chiquilina, algo ligerita de
ropas, pero con un buen cuerpo -dijo Tabaré. Y trató de minimizar la protesta-. Es una militante de
Greenpeace." También le bajaron el tono en Uruguay, donde el ministro de Vivienda y Medio
Ambiente de ese país, Mariano Arana, dijo que la joven argentina había actuado "con ingenio y con
audacia" en la cumbre. "Superar a todos esos patovicas en un organismo internacional, es de
aplaudir", elogió, pero ratificó la postura uruguaya en el tema con un claro "reina del carnaval sí,
bloqueos no". En Viena, el gobierno argentino, por medio del jefe de Gabinete, expresó la sorpresa
por el episodio, dijo desconocer cómo llegó la joven al recinto y desligó cualquier responsabilidad.
(…)
Por Alejandro Di Lázzaro
2. Movimientos sociales y protesta en la Argentina de los últimos años
Ejemplo
Merklen (2005) describe que en 1981 se dan las primeras ocupaciones de tierras
con la invasión de terrenos en la zona sur del Gran Buenos Aires. En un primer momento
las organizaciones barriales crearon un movimiento de base orientado por el objetivo de
la construcción de un barrio (es decir, la producción de un hábitat “normal” por oposición
a la representación de la villa), así como por la promoción de una estructura de
solidaridad territorial. Un segundo momento se inicia inmediatamente cuando las
organizaciones “salen” hacia el sistema político para obtener las intervenciones
institucionales que permitan favorecer la realización de un proyecto de inscripción social
territorializada.
- Por otro lado, las acciones de ruptura de los piquetes y puebladas del interior,
resultado de una nueva experiencia comunitaria vinculada al colapso de las
economías regionales y a la privatización acelerada de las empresas del Estado
realizada en los 90.
Ejemplos
Movimiento de mujeres agropecuarias en lucha (MML), donde se construye
una critica a la política agropecuaria encarnado por las mujeres trabajadoras de la
explotación o esposas de productores en Las Pampa.
Movimiento Cutral Co, que tiene como objetivo la inclusión dentro del sistema
implementando nuevas estrategias y formas de expresión.
Movimiento Cutral Co
La pueblada de Cutral Co es un movimiento de protesta contra el ajuste, que en la
provincia de Neuquén se agrava con la privatización de YPF que provoca el despido de
más de 5000 personas, que al igual que otros movimientos son llevadas adelante por
sectores convertidos en “nuevos pobres”, acciones colectivas que no buscan el poder,
sino trabajo. Apuntan a la defensa y recuperación de las condiciones materiales de las
que gozaron hasta los ‘90. El espacio es la ruta 22, la movilización policlasista con luchas
en las calles, corte de rutas, formas inéditas de manifestarse que rompen con los
anteriores tipos de protesta. La primera de ellas ocurrió en junio de 1996 en un espacio
de seis días, en la que participaron unas 5000 personas situadas en barricadas de
neumáticos encendidos entre las ciudades Cutral Co-Plaza Huincul y se los llamó
“piqueteros”. En este caso como en el MML se integraron personas que no tenían
antecedentes en participación.
En la segunda oportunidad el escenario inicial fue la ciudad de Neuquén en marzo
del ‘97 con la huelga docente pero luego se traslada a las ciudades petroleras, donde un
grupo de jóvenes entre 14 y 20 años llamados “fogoneros” se solidarizan con la protesta
docentes cortan la ruta u se enfrentan con gendarmería.
Estas protestas nacen según Favaro y otros (1997) con “la confrontación que se
inicia con un grupo de jóvenes “desiguales” en la “sociedad de los iguales” y que a
diferencia de los años ’70, no luchan por cambiar el sistema sino por entrar a él (...) El
movimiento de protesta, más que como una acción colectiva ofensiva contra el sistema,
se expresó como el accionar de una población en la búsqueda de su inclusión en éste”
(pág. 16 y 24)
Práctica Nº 4:
En esta cuarta práctica les proponemos que elijan uno de los dos casos
(Movimiento Mujeres Lucha) y Movimiento de Cutral Co), reflexionen en grupo y en
diálogo con los docentes, acerca de las dimensiones para caracterizar los movimientos
sociales: demanda, oportunidades políticas, modalidad, formato e identidad.
Luego de este intercambio grupal, expresaremos en un afiche colectivo nuestra
caracterización de los movimientos sociales
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García Delgado (1994) señala el pasaje del modelo de acción colectiva vinculado a
organizaciones de masas a otro de mayores componentes de acción individual y de
pequeños grupos y movimientos sociales que podríamos sintetizar en el siguiente esquema:
a) Estado social: grandes movilizaciones de masas, sindicatos / “pueblo”
demandas políticas y económicas generales. Conflicto entre capital y trabajo
movilizaciones partidarias y sindicales
Este modelo será reemplazado como resultado de factores que se combinan en tres
etapas: terrorismo de Estado (golpe militar del ‘76), partidización y desencanto (gobierno
radical), gobierno de Menem. Es decir que el cambio en la acción colectiva se viene
produciendo desde hace varios años aunque se termina de consolidar en el tercer momento,
donde ya no se busca un compromiso entre el capital y el trabajo como en el modelo
anterior. Según este autor para lograr el desmantelamiento del Estado Social, los procesos
de recorte del gasto, las privatizaciones, la apertura, la reforma impositiva, el ajuste fiscal,
era necesario “medidas económicas que desarticulen anteriores áreas de solidaridad,
fomenten la delegación y se presenten como inevitables” (García Delgado, 1994: 190)
Las acciones comienzan a guiarse por aspectos más micro y locales, con lealtades
más horizontales y barriales.
En efecto, afirman que entre 1983 y 1988 la mayor parte de las protestas (75%) son
lideradas por los sindicatos, en especial los industriales. Entre 1989 y 1994 el 60% siguen
siendo protestas de matriz sindical, pero la gran mayoría ligada a los gremios ya no
industriales sino más bien los estatales (maestros, empleados de las compañías ahora
privatizadas, etc.). Por último, a partir de 1995 existe una gran dispersión de la protesta.
Florecen las protestas de matriz ciudadana por la justicia, contra la violencia policial, etc.
Según los autores se observan dos fenómenos centrales:
Práctica Nº 5:
En esta quinta práctica les proponemos que reflexionen en grupo acerca del origen del
movimiento piquetero y analicen cómo la construcción de una identidad es esencial para
dicho proceso.
Para realizar esta práctica les presentamos a continuación algunas reflexiones de Melucci y
Aboy Carlés, acerca de la identidad.
Melucci (2002)
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Un odio ancestral, Ernesto Jauretche (extractado del libro Treinta ejercicios de
memoria, a treinta años del golpe. Eudeba: Ministerio de Educación, Ciencia y
Tecnología, 2006.)
Lo que culminó en marzo de 1976 empezó un 16 de junio de 1955. Y yo estuve allí, confiado
y alegre rumbo a mi escuela técnica. Era parte de un pueblo feliz. Y en esa fecha, lo
comprendí en seguida, nos instalaron el odio, la fiebre de la muerte.
Sólo un encono repugnante, demencial y antiguo explica el bombardeo a una ciudad abierta
sin previo aviso. Al mediodía, una Plaza de Mayo colmada de gente. Crimen salvaje como el
de Guernica, pero peor: fue entre compatriotas y de tamaño genocida. Sigue esperando
quien lo pinte. Ese día se desató la ira de los codiciosos, el desdén racista, un rencor
ancestral: el odio de los ricos y poderosos contra el 17 de octubre de 1945.
Ese fatídico junio del '55 se volvió a matar a Manco Cápac, Moctezuma, Guatimozin,
Atahualpa, Siripa, Lautaro, Caupolicán, Amaru, Katari y tantos abuelos de nuestras luchas
por la dignidad, la libertad y la justicia. Igual que en 1856 cuando al valimiento de Mitre se
degollaban gauchos por deporte, como en 1865 se exterminó al pueblo libre del Paraguay
en la guerra de la Triple Infamia, como clavaron en una pica la cabeza del Chacho
Peñaloza, como se suprimió a los indios de la pampa en la Conquista del Desierto, como los
«niños bien» cazaron obreros anarquistas en las jornadas de la Semana Trágica, como se
fusiló a más de mil peones criollos e inmigrantes en la Patagonia Rebelde.
A despecho de tanto ultraje y violencia,
esa Nación, la de la Patria Grande, que
los constitucionalistas creyeron derogada
por arte de magia de la ley, había vuelto a
ponerse de pie un 17 de octubre de 1945:
otra vez los calchaquíes, quechuas y
aymaras, los guaraníes, charrúas,
ranqueles, tehuelches y mapuches, los
gauchos y criollos pobres; todos ahora
hermanos obreros industriales, rubios
vecinos pobladores de arrabales
citadinos, cabecitas negras venidos del
interior, atravesaron el riachuelo y
metieron las patas en la fuente de Plaza
de Mayo, hallaron el templo unitario,
occidental y cristiano: la cabecera de
puente de lo extranjero. Yo había estado,
en brazos de mi madre trabajadora.
En 1955 volvió la revancha oligárquica.
Impunidad y crímenes contra las
mayorías populares: proscripción política,
persecución ideológica y marginación
social, cárceles, torturas y fusilamiento de
trabajadores, de militantes por la
autodeterminación nacional, la
democracia política y la igualdad entre los hombres.
Y cuando dieciocho años después, en los '70, los relegados logramos la solidaridad de la
sociedad blanca, porteña, europea, ellos dijeron BASTA. Estos negros de mierda quieren
ser libres y disfrutar de las riquezas, patrimonio y bienestar que hemos construido a su
costa, sobre su miseria y humillación. Quieren ser iguales a nosotros y compartir nuestros
privilegios. JAMAS. Nunca permitiremos que esos bárbaros amenacen a nuestra civilización.
Y vino el Apocalipsis. Otra vez el aniquilamiento. Treinta mil de nuestros mejores hermanos
cayeron escribiendo una nueva página de las luchas populares por la justicia social, la
independencia económica y la soberanía política.
Yo también estuve aquí. Y vi cómo muchos de los que no entendieron en 1955. Se
arrepintieron luego. Pero ya era tarde.
Ojalá entiendan ahora que no nos han vencido ni nos vencerán jamás, porque somos la
tierra y sólo nos domina el espíritu de la libertad. Que estamos de pie y preparados para
librar nuevos ayacuchos, otra Vuelta de Obligado, renovados cepedas y miles diecisiete de
octubre. Y yo volveré a estar.
“El mismo piquete fue tomado de los piquetes de fábrica, pero esta prolongación
metodológica no fue incorporada mecánicamente, sino transformada bajo la nueva
condición de sin trabajo. (…) Si el trabajador cuenta con la capacidad de interrumpir el
ciclo productivo mediante la huelga, el piquete asume su condición esencialmente
territorial acudiendo a bloquear la circulación de mercancías a través de una acción
directa: el corte de rutas”
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Asimismo, los invitamos a visitar la página web Nexos, programa de articulación entre la
Universidad Nacional de Quilmes y los movimientos sociales. http://nexos.unq.edu.ar
Movimientos de Trabajadores desocupados
MTD Aníbal Verón La Plata
Unión de Trabajadores Cartoneros Argentinos (UTRACA)
MTD 23 de Julio - Allen, Neuquén
Cartoneros de Olivos
Movimiento Teresa Rodríguez - Coordinadora de Unidad Barrial (MTR-CUBa)
Movimiento de Trabajadores Comunitarios de Luján (MTC Luján)
M.T.D La Verdad (Guernica)
Frente Popular Darío Santillán
Movimiento de Unidad Popular (MUP)
Unidad y Lucha (UyL)
Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón
Unión de Trabajadores Desocupados, Ocupados y Changarines (UTDOCH)
Unión de Trabajadores Piqueteros (UTP)
Movimiento Sin Trabajo ´Teresa Vive´
Corriente Clasista Combativa (CCC)
Polo Obrero (PO)
Movimiento de Trabajadores Desocupados de Solano
Movimiento de Trabajadores Desocupados de La Matanza
Barrios de Pie
Coordinadora de Organizaciones Populares Autónomas (COPA)
Frente de Trabajadores Combativos (FTC)
Federación de Tierra Vivienda y Hábitat (FTV)
Frente Unico de Trabajadores Desocupados y Ocupados (FUTraDeyO)
Movimiento Teresa Rodríguez
Asambleas barriales
Cabildo Abierto de Bernal.
Vecinos Autoconvocados de Esquel
Intersalud de las Asambleas Barriales
Foro Juan Bautista Alberdi
Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Godoy Cruz (Mendoza)
Asamblea Vecinal Santa Fé y Pueyrredón
Asamblea Vecinal Balvanera Facultad
Asamblea Popular Parque Chacabuco
Asamblea Popular Palermo Viejo
Asamblea Popular de Olivos
Asamblea Popular Concepción de San Juan
Asamblea Popular de Boedo - San Cristóbal
Asamblea Popular Belgrano-Núñez
Asamblea Popular de Barracas
Asamblea Popular Bahiense
Asamblea Barrial Wilde
Asamblea Barrial Plaza Bélgica
Asamblea República de la Sexta (Rosario)
Asamblea de Banfield
Vecinos Autoconvocados de Congreso.
Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Villa Urquiza.
Asamblea Vecinal de Colegiales
Asamblea Popular de Villa Pueyrredón
Coordinadora en Defensa de la Soberanía y el Patrimonio Público
Cabildo Abierto de Ciudadela
Asamblea Villa Ariza
Asamblea Popular Paternal Diego "Nano" Lamagna
Asamblea Popular de Flores
Asamblea Barrial Manuel Belgrano
Asamblea Florida Este
Asambleas Autoconvocadas de Mar del Plata
Asamblea Morón Centro
Empresas Recuperadas
Transporte Automotor Nuevo Horizonte S.A (TANHSA)
Cooperativa Vinil Plast Ltda.
Cooperativa de Trabajo y Consumo Puerto Vilelas Ltda.
Cooperativa de Trabajo y Consumo Posadas Ltda.
Cooperativa de Trabajo y Consumo Maderera Santiago Ltda.
Cooperativa de Trabajo y Consumo Inimbó Ltda.
Cooperativa de Trabajo Unión Saladeña Ltda.
Cooperativa de Trabajo Textiles Pigüé Ltda.
Cooperativa de Trabajo Textil Pampeana Ltda.
Cooperativa de Trabajo Resurgir Ltda.
Cooperativa de Trabajo Renacer ex Aurora Ushuaia Ltda.
Cooperativa de Trabajo 15 de Noviembre Ltda
Cooperativa de Trabajo Proyecto 1 Ltda.
Cooperativa de Trabajo Producción y Servicios Industrial Laguna Paiva Ltda.
Cooperativa de Trabajo Porcelana Sanitaria Malvinas Argentinas Ltda.
Cooperativa de Trabajo Palmar Ltda.
Cooperativa de Trabajo 11 de Junio Ltda.
Cooperativa de Trabajo Olavarría Ltda.
Cooperativa de Trabajo Obreros VDB Ltda.
Cooperativa de Trabajo Muebles San José Ltda.
Cooperativa de Trabajo Molinera de Saladillo Ltda.
Cooperativa de Trabajo Metalúrgica del Sur Ltda.
Cooperativa de trabajo Malvinas Ltda.
Cooperativa de Trabajo La Prensa Ltda.
Cooperativa de Trabajo Julián Moreno Ltda. C.I.A.M
Cooperativa de Trabajo Hospital Israelita Ltda.
Cooperativa de Trabajo Hospital de Llavallol Ltda.
Cooperativa de Trabajo Herramientas Unión Ltda.
Cooperativa de Trabajo Gráficos Asociados Ltda.
Cooperativa de Trabajo Grafi-Co Ltda.
Cooperativa de Trabajo Galaxia Ltda.
Cooperativa de Trabajo Frigorífico JJ Gómez Ltda.
Cooperativa de Trabajo Frigocarne Máximo Paz Ltda.
Cooperativa de Trabajo Fénix Ltda
Cooperativa de Trabajo ex Textil San Remo
Cooperativa de Trabajo ex-empleados del Frigorífico Minguillón Ltda
Cooperativa de Trabajo Evaquil Ltda.
Cooperativa de Trabajo Entre-Confec Ltda.
Cooperativa de Trabajo Electrounión Ltda.
Cooperativa de Trabajo el Petróleo Ltda
Cooperativa de Trabajo del Transporte Público Confortable Ltda.
Cooperativa de Trabajo Santa Isabel Ltda.
Cooperativa de Trabajo de Salud Ados Ltda.
Cooperativa de Trabajo Cristalería Vitrofin Ltda.
Cooperativa de Trabajo Cristal Avellaneda Ltda.
Cooperativa de Trabajo Copacinox Ltda.
Cooperativa de Trabajo Cooptem Ltda
Cooperativa de Trabajo Coo.Tra.Fri.Ya Ltda.
Cooperativa de Trabajo Comunicar Ltda.
Cooperativa de Trabajo Cintoplom Ltda.
Pueblos originarios
Asociación Cultural Indoamericana
Frente Mapuche Campesino
Comunidad Mapuche Pillán Mahuiza
Consejo Asesor Indígena (CAI)
Comunidad Mapuche Tehuelche 11 de octubre
Comunidad Indígena Guaraní El Tabacal
Comunidad Indígena Río Blanco - Banda Sur / Orán
Organización de Comunidades Aborígenes de Santa Fe (OCASTAFE)
Pu Weche Lafkenche
Bibliografía:
Presentación
Como bien marca García Delgado (2005), luego de varios años en donde
predominaron políticas que posibilitaron la desarticulación del Estado como la disminución
del empleo público (a nivel nacional de 900 mil empleados se pasó a 250 mil), procesos de
privatización que pusieron en manos privadas los principales servicios públicos (por ejemplo
las privatizaciones de ENTEL, YPF, empresas de energía eléctrica, etc., etc.), la
transferencia de responsabilidades sociales a la sociedad (por ejemplo mediante apertura de
comedores barriales ante el aumento de necesidades) y a los gobiernos provinciales y
locales sin los recursos necesarios (el proceso de descentralización puede verse en el caso
de la educación y la salud), se plantea la necesidad de iniciar una etapa de reconstrucción
del Estado. Ahora bien, esta reconstrucción requiere no sólo de una gestión transparente
sino también debe considerarse al Estado como garante del bien común e impulsor de un
proyecto colectivo y transformador.
Pensar en este proceso de reconstrucción del Estado implica revertir las situaciones
de concentración de la riqueza, de exclusión, desindustrialización y desempleo7. En esta
tarea el rol de los ciudadanos es importante, pero no tanto en un papel controlador o auditor
de transparencia, sino como actores de un proceso de cambio. En este proceso los
movimientos sociales -de de derechos humanos, desempleados, obreros, de género,
vecinales, ambientalistas, entre otros- son fundamentales para poder transformar la realidad.
7
Para profundizar estos temas podemos revisar el material del seminario “Formación para el trabajo”
en el que se desarrolló el proceso de empobrecimiento de la población e inequidad distributiva.
1. La relación entre el Estado y los movimientos sociales
Durante la década de los noventa los movimientos sociales tuvieron una relación
conflictiva con el Estado. Desde sus interpretaciones se puede observar que veían que el
Estado estaba realizando políticas contrarias a los intereses de la mayoría de la población.
Por ello, la estrategia política era la de confrontación y la petición de planes sociales para
paliar las angustiantes situaciones de desocupación, pobreza y exclusión.
El año 1997 marca el nacimiento del movimiento piquetero (ver unidad 3); a partir de
allí los cortes de ruta comenzaron a reproducirse a lo largo y a lo ancho del país. Es también
a partir de 1996/97 donde se integran a las protestas que inscriben su acción en una
tradición contestataria más ligada al trabajo en el espacio barrial y la gestión de necesidades
básicas.
En esos años las organizaciones entablaron una relación conflictiva con el gobierno
de Menem y luego con el de De la Rúa. A partir de los primeros estallidos de 1996 y 1997 se
dio un ciclo ascendente de protestas que continuaron con fuerza durante los años 2000,
2001 y 2002.
Las jornadas de diciembre de 2001 tuvieron en común una alta preocupación por la
independencia frente al Estado, las patronales, los sindicatos y los partidos políticos
tradicionales. Esa preocupación se presenta a menudo como bandera, vinculándola con el
rechazo generalizado a la dirigencia política, que toma cuerpo en la frase “que se vayan
todos” y “piquete y cacerola la lucha es una sola”. Ahora bien, en las jornadas de diciembre
también aparece un sentimiento de unidad en torno a un pueblo que expresa su
descontento. Ese descontento logra disimular las distintas posiciones y clases sociales.
"Por primera vez la misma gente del barrio que nos miraba raro nos alentaba, nos decía que nos
cuidáramos y algunos querían venir." Después el militante relata las cargas de la gendarmería, los
vecinos de los edificios que les abrían las puertas, los de los balcones que les tiraban agua fresca,
limones y agua caliente a los milicos (policía y/o militares), las balas que pasaban cerca. En cierto
momento, se encontró avanzando y retrocediendo junto a dos oficinistas de traje y corbata. "¿Y las
diferencias sociales, de clase?", preguntaba un poco estúpidamente el periodista. "No había
diferencias, éramos todos personas, pueblo. Cuando estos (sic) tiran no preguntan de qué clase sos"
(Entrevista a MTD Solano, en Separata argentina).
"... Teníamos la sensación de sentirnos ´´uno´´. Cuando llegamos a la Plaza nos dio temor (...) pero
sabíamos que estábamos participando de algo histórico. Y se notaba mucho la solidaridad, ahí no
éramos piqueteros, no éramos clase media: todos sentíamos la sensación de ser ´´uno´´ (...) Era el fin
de algo y por eso renace la esperanza de algo nuevo" (El 19 y 20 por el MTD de Solano, en Colectivo
Situaciones, 2002: 115).
Luego de los sucesos de fin de 2001 y los primeros meses de 2002, de movilización
permanente, y signados por la radicalidad de las propuestas, se dio paso un proceso de
recomposición gradual de la autoridad estatal y de pacificación del conflicto, a partir de la
estabilización económica, la asistencia social elemental pero eficaz de los planes Jefas y
Jefes y la solución progresiva del conflicto con los sectores medios a partir de la devolución
de los depósitos bancarios. De la misma forma, también comienzan a desarticularse las
asambleas de vecinos que habían tenido un importante desarrollo.
Lo que durante el gobierno provisional de Duhalde había funcionado con la lógica del
reparto de subsidios, cambió hacia propuestas de vinculación más orgánica con los
movimientos sociales. Kirchner se mostró decidido a construir alianzas con parte de los
nuevos actores, como parte de su política de renovación política y de recuperar las
demandas ciudadanas en ese sentido.
A modo de síntesis podríamos afirmar que los gobiernos pueden tener tres grandes
tipos de comportamiento hacia las protestas sociales.
- Primero, puede sencillamente ignorarlas. Las protestas que muestren pocos apoyos
es probable que consigan escasas respuestas del gobierno. Este les prestará poca
atención, creyendo que la protesta se desvanecerá espontáneamente.
- Una segunda respuesta por parte del gobierno podría ser volverse rigurosos con los
manifestantes. Las medidas represivas se suelen emplear para reprimir a los que se
percibe como “trastornos al orden público”. Si el movimiento cobra fuerza, y en
especial si es directamente hostil a las políticas de gobierno, la respuesta podría ser
controlar su impacto mediante el uso de la fuerza.
- La tercera opción es que el gobierno acceda a algunas de sus reivindicaciones y
demandas, y también que las incorpore a su propio programa de gobierno. (Giddens,
1991)
Desde el Estado ha existido una cierta variación de las políticas respecto a lo que fue
la década del noventa y el gobierno de De la Rúa, que privilegiaron las demandas del gran
capital local e internacional. Esta variante se ha acentuado a partir de mayo de 2003 con la
presidencia de Kirchner, que buscó un acercamiento a un sector del movimiento piquetero y
se orientó hacia posiciones más moderadas. Se obtuvieron respuestas positivas, sobre todo
en agrupaciones vinculadas ideológicamente al peronismo o a una visión nacional-popular
más general.
“En esta coyuntura el desafío actual es recuperar el rol del Estado, superar las políticas
sociales de carácter transitorio y asistencial hacia un modelo económico y social en el que el
propósito sea el derecho ciudadano a la inclusión. En este marco, es necesario fortalecer la
gestión pública para que acompañe la inclusión social y promover, fundamentalmente, el
cambio cultural que posibilite asumir al Estado como la institución que reúne y hace efectivos
los intereses superiores de la comunidad”. (Subsecretaría de la Gestión Pública, 2005).
En el plano provincial, como muy bien apunta Marcelo Landi (2007), durante la actual
gestión se han incorporado a la gestión algunos movimientos políticos-sociales tales como:
Evita, Frente Transversal, la Federación de Tierras y Viviendas y el Movimiento Libres del
Sur.
8
Jefatura de Gabinete (2006), Guía de recursos, respuestas para las necesidades de la comunidad.
Para situarnos en el contexto de nuestro país (...), debemos remitirnos a la historia de los últimos 30
años (...), caracterizado como neoliberalismo.
Las organizaciones sociales han recorrido un camino que las legitima para realizar un diagnostico
participativo y colectivo de la realidad territorial y para accionar sobre la misma.
Para cumplir este objetivo es necesario formar redes que permitan enraizar el protagonismo social y
trabajar con las instituciones de gobierno.
Estamos convencidos que son las organizaciones sociales quienes pueden acercar los recursos al
pueblo, para poder así superar políticas clientelares y transformarlas en políticas activas donde cada
uno se convierta en artífice de un destino común, enmarcado en un proyecto nacional y popular.
Movimiento Evita
Recuperar al Estado como instrumento político a favor de los humildes es sin duda la cuestión. La
reconstrucción del Movimiento Nacional es la única garantía de poder resistir a los embates del
enemigo y poder consolidar el Proyecto Nacional en marcha. En esto es fundamental un Estado al
servicio de la organización popular y las organizaciones libres del Pueblo al servicio de la
Reconstrucción del Estado. En la inclusión social está el impulso hacia delante de esta etapa. El
conflicto social no es el enemigo sino el motor de la transformación en la medida en que el Estado
incorpora las contradicciones resolviendo las necesidades en derechos.
Pero la unidad no se declama sino que se construye. Y el movimiento no es una mera idea sino que
implica un ejercicio de la voluntad de muchos compañeros y una forma de organización: por frentes –
para generar la movilización y la acumulación política- y por secretarías –para articular a los frentes
entre sí y a todo el movimiento con el Estado. Una organización de carácter federal donde tengan la
palabra los compañeros y compañeras de cada una de las provincias.
El movimiento que soñamos debe ser capaz de ser síntesis de las luchas de resistencia al modelo
neoliberal y las construcciones políticas que no claudicaron en las banderas históricas, debe ser
capaz de rescatar los actores y las prácticas históricas y actuales del movimiento obrero organizado
en su lucha por la distribución de la riqueza, con un modelo de sindicalismo con un oído pegado a las
necesidades del Pueblo y enmarcado en un proyecto nacional de liberación.
¿Por qué movimiento? El movimiento es acción. La forma histórica de organización que adoptó
nuestro pueblo en sus luchas emancipatorias. Movimiento es unidad en la diversidad. Contiene a las
diversas expresiones sociales y políticas y a la vez las articula en una política única, estratégica. No
es una línea interna, ni una cooperativa para disputar cargos. No es un partido que digita desde
afuera la política de las masas sino el fruto de la organización de estas. El movimiento es una
expresión de la fuerza nacional, popular y federal.
Práctica Nº 6:
Reflexionemos en grupo acerca de la visión que el movimiento Evita tiene del Estado y por
qué se identifican como movimiento y no como partido político. ¿Qué relación podemos
encontrar con lo desarrollado durante el curso?
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Movimiento social Libres del Sur. Extracto del programa
En lo económico
1) Queremos un Estado fuerte, que intervenga en la economía y los servicios, y los regule.
Que controle al poderoso y defienda al débil.
2) Que los trabajadores participen en las empresas públicas y privadas, y los usuarios en las
de servicios.
3) Que haya presupuestos participativos en todos los municipios.
4) Que se renacionalicen el petróleo y el gas.
5) Se reformule el sistema impositivo para aumentar en el tiempo los gravámenes sobre las
rentas y disminuir los que afectan al consumo.
6) Y se regrese al sistema previsional de reparto, alcanzando jubilaciones dignas.
7) Que tengamos un creciente fortalecimiento de la Banca Pública.
8) Con pleno apoyo a la pequeña y mediana empresa, al cooperativismo y a la economía
social.
9) Y se materialice la reforma del régimen de tenencia de la tierra, con apoyo paralelo al
mediano y pequeño productor rural, y dando batalla al monocultivo de soja.
9) Como también sentar las bases para conquistar un salario justo, pleno empleo y trabajo
digno.
10) Avanzando sin descanso hacia una mas justa redistribución de la riqueza.
11) Establecer una defensa incondicional del medio ambiente y la ecología de nuestro país.
12) Y un fuerte apoyo al desarrollo científico-técnico nacional.
En lo social
1) Que tengamos educación, salud y vivienda para todos. Y se deroguen las leyes Federal
de Educación y de Educación Superior.
2) Que exista pleno respeto a los derechos de las mujeres. Entre otros, a tener igualdad de
oportunidades y retribuciones que los hombres, a acceder a los puestos de dirección del
Estado, empresas y organizaciones sociales; como así también a los de responsabilidades
políticas. Que tengan libertad para disponer de su cuerpo y se despenalice el aborto.
3) Pleno respeto a los derechos de los trabajadores, los niños, los jóvenes y los ancianos.
4) Como así también a los de los pueblos originarios.
5) Estamos contra todo tipo de discriminación por ideas, raza, orientación religiosa, sexual,
nacionalidad o por cualquier otro motivo.
6) Y nos oponemos a la concentración de la propiedad de los medios de difusión.
Proponemos la derogación de la Ley de Radiodifusión actual; y apoyo firme del Estado a los
medios alternativos.
7) Estamos por la decidida promoción de la cultura nacional en todas sus manifestaciones.
Declaración de principios de Unión Cívica de la Juventud (futura Unión
Cívica Radical) en el mitin del 12 de septiembre de 1889 en el jardín
Florida
1. Constituir en esta capital un centro político bajo la denominación de Unión Cívica
de la Juventud.
2. Concurrir a sostener dentro del funcionamiento legítimo de nuestras instituciones,
las libertades públicas, en cualquier punto de la nación donde peligren.
3. públicas, en cualquier punto de la nación donde peligren.
4. Levantar como bandera el libre ejercicio del derecho de sufragio, sin intimidación y
sin fraude, y condenar toda intervención oficial en 16s "trabajos electorales.
5. Protestar contra todo acto que turbe o impida el libre ejercicio del derecho electoral
y perseguir el castigo a los culpables por todos los medios legales.
6. Proclamar la pureza de la moral administrativa en todas sus ramas.
7. Hacer propaganda para levantar el espíritu público, inspirando a los ciudadanos un
justo celo por el ejercicio de sus derechos y por el cumplimiento de sus deberes
cívicos.
8. Propender a garantir a las provincias el pleno goce de su autonomía y asegurar a
todos los habitantes de la república los beneficios del régimen municipal.
Programa mínimo del Partido Socialista 1895
Reformas políticas
1. Sufragio universal para las elecciones municipales.
2. Inscripción permanente en los registros cívicos.
3. Sistema electoral proporcional a fin de que estén representadas las minorías.
4. Responsabilidad de los mandatarios públicos.
5. Separación de la Iglesia y del Estado, supresión de las prerrogativas del clero,
confiscación de sus bienes.
6. Supresión de las policías políticas y militarizadas.
7. Supresión de los ejércitos permanentes y armamento general del pueblo.
Reformas económicas
1. Jornada legal de 8 horas para los adultos y de 6 para los de 14 a 18 años, y
abolición del trabajo para los menores de 14 años.
2. Reglamentación del trabajo de las mujeres y prohibición de los trabajos
antihigiénicos o inmorales.
3. En igualdad de producción, igualdad de retribución para los obreros de ambos
sexos.
4. Descanso obligatorio de 36 horas por semana, sin interrupción.
5. Creación de comisiones de vigilancia para inspeccionar las fábricas y las
habitaciones de los obreros, elegidas por los obreros mismos.
6. Responsabilidad de los patrones en los accidentes de trabajo.
7. Creación de tribunales nombrados mitad por los patrones mitad por los
obreros, para solucionar las disidencias que se produzcan entre unos y otros.
8. Abolición de los impuestos indirectos.
9. Impuesto directo y progresivo sobre la renta.
Práctica Nº 7:
Comparemos las proclamas del movimiento obrero de fines del siglo XIX y del
movimiento social Libres del Sur en la actualidad. ¿Cuáles son las continuidades y
rupturas en las demandas? ¿Qué le reclaman al Estado?
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Bibliografía
Recurra a las lecturas y prácticas anteriores, sus apuntes de clases presenciales y responda
a las siguientes consignas: