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1. ¿QUÉ SON LOS HABITOS DE ESTUDIO?

Un hábito de estudio es una costumbre, los hábitos de estudio se refieren a cómo nos
acostumbramos a estudiar y a realizar el trabajo escolar.
La perspectiva interna de los hábitos de estudio tiene que ver con el estado físico y
emocional del estudiante. Lo físico fundamentalmente involucra el sueño, la
alimentación y el ejercicio. El trabajo intelectual está condicionado por la salud física y
el bienestar corporal, pues el cuerpo debe estar en buen estado para que el cerebro
pueda enfocarse en el aprendizaje. Es necesario que el niño o adolescente duerma
entre 7 y 9 horas, que tengan una dieta rica en fósforo, calcio y vitaminas. El desayuno
es esencial para que el estudiante pueda ser capaz de realizar un trabajo escolar de
calidad. El ejercicio y el descanso son factores muy importantes. Un estudiante
cansado y sobrecargado de actividades no puede dedicar el tiempo y esfuerzo que
requiere el estudio tanto en la escuela como en la casa.

2. BENEFICIOS DE LOS HABITOS DE ESTUDIO

La adquisición de hábitos de estudio aporta importantes beneficios a los pequeños,


son fundamentales para su desarrollo académico, su proceso de aprendizaje y para su
desarrollo general, ya que los hábitos se generalizan.
A. Los hábitos de estudio les permitirán lograr el éxito académico y el logro de sus
metas. La consecución de un buen rendimiento en el estudio está determinado
por el dominio de hábitos.
B. Se adquieren habilidades que les permitirá organizar su tiempo, esto es obtener
mejores resultados en menos tiempo.
C. Los hábitos van a contribuir a la formación de un auto concepto y una autoestima
académica adecuados.
D. Ayudan a la construcción de aprendizajes significativos. El hábito propicia la
construcción de aprendizajes de forma tranquila y segura, comprendiendo,
construyendo y asimilando lo que aprenden de forma efectiva.
E. Les aporta seguridad y confianza.
F. Se favorece el éxito en diferentes aéreas de la vida y con ello la felicidad. El hábito
es una forma de trabajar que se extenderá en momentos futuros a distintas
facetas de la vida.

3. FOMENTAR EL HÁBITO DE ESTUDIO

A. Enséñale a organizar tareas. Antes de comenzar a estudiar, planifica las tareas con el
pequeño, elabora un orden de tareas.
B. Proponle metas accesibles y a corto plazo. No pretendas conseguir grandes logros,
empieza por cosas que puedan conseguir el niño o niña. Por ejemplo, ponle a estudiar
una página.
C. Enséñale a estudiar poco a poco y no estudiar demasiado a la vez, de esta forma se
construyen aprendizajes significativos y se da tiempo para la asimilación de conceptos.
D. Planifica horarios con los niños y niñas. Lo importante no es el tiempo que dediquen
a cada cosa, si no que cumplan los horarios programados.
E. Haz que estudie las mismas horas cada día. Para hacer el hábito debemos practicar
diariamente.
F. Fija metas específicas y claras. Es importante antes de comenzar a realizar una tarea
saber qué objetivo queremos lograr. Estas metas pueden ser estudiar dos páginas,
hacer cinco ejercicios, etc.
G. Haz que empiecen por lo más difícil y dejen lo más sencillo para el final. Lo más
sencillo requiere menos esfuerzo, por lo tanto al hacerlo así evitamos que se
desanimen por cansancio.
H. Enséñales a dedicar tiempo al repaso. Para que los aprendizajes se mantengan y se
construyan es importante repasar los conceptos.
I. Evita distracciones, el lugar de estudio debe ser tranquilo, silencioso y sin
distracciones.

J. Refuerza sus logros. Cada vez que cumpla con lo planificado, debemos reforzar al
pequeño.

4. BUENOS HÁBITOS DE ESTUDIO

A. Tiempo y horario determinado.

B. Lugar fijo de estudio.

C. Seleccionar el momento adecuado: Planificar.

D. Memoria evocativa activa.

E. Lectura rápida del texto y de las imágenes.

F. Guión estructurado.

G. Imponerse pequeñas metas.

H. Eliminar elementos distractores.

5. REFLEXIÓN:

Los hábitos de estudio mejoran el rendimiento de los alumnos con y sin dificultades
para aprender. Para ello es necesario, centrar el estudio de los alumnos desarrollando
una técnica y una actitud adecuada, de forma que se fomente en el alumno el sentido
de responsabilidad, organización, paciencia y empleo de estrategias para alcanzar el
éxito escolar.

El tiempo de estudio es un tiempo de calidad personal, que beneficia al desarrollo


intelectual, facilitando el proceso de maduración, de autonomía y de construcción de
una personalidad más fuerte. El alumno será capaz de ser independiente, no
dependiente, esforzarse y aprender a confiar en su potencial de aprendizaje, lo que le
permitirá descubrir en él su mejor tesoro, lo que es capaz de hacer por sí mismo,
crecer en conocimientos, emociones, actitudes y valores personales.

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