El estrés:

Buceta, J.M., Bueno, A.M., y Mas, B. (2001), definen el estrés, como

una respuesta general del organismo frente a demandas internas o
externas que en principio resultan amenazantes, consistiendo,
fundamentalmente, en una movilización de recursos fisiológicos y
psicológicos para poder afrontar esas demandas.
El estrés es una respuesta adaptativa, sin embargo, el exceso
cuantitativo o cualitativo de estrés, consecuencia de la exposición a
situaciones potencialmente estresantes y de la falta de recursos
apropiados en el sujeto para hacer frente a tales situaciones, así como
de la baja valoración cognitiva y emocional del sujeto de sus
capacidades de respuesta frente a esas demandas, o como el resultado
del agotamiento de un organismo que debe estar sobrefuncionando
con frecuencia para manejar las situaciones que podrían afectarlo,
puede perjudicar seriamente el rendimiento y la salud de las
personas, y constituirse como un importante determinante del bajo
rendimiento y uno de los principales factores de riesgo de las
enfermedades más comunes del mundo occidental. (Buceta, Bueno, y
Mas, 2001)

Como señala, AA.VV. (2010), el estrés es una interacción compleja

entre la capacidad personal de gestión que cada ser humano tiene y
las demandas del medio; las diferencias de respuesta y afrontamiento
determinarán la aparición del estrés negativo, y ante la misma
situación, habrá sujetos que se estresarán y otros que la resolverán de
forma satisfactoria e incluso saldrán reforzados de la experiencia.

Con respecto a México, considero que, entre los factores vinculados

con el estrés en la población, se encuentran entre otros, los
económicos, los ambientales y los factores sociales como la violencia.
Por otro lado, los datos aportados por la Universidad Autónoma
Metropolitana (2017), señalan el estrés laboral como un problema
grave y en crecimiento en México. Aspectos como la inseguridad,
precariedad, incertidumbre, salarios muy bajos, jornadas laborales
muy prolongadas, actividades repetitivas o vacías de posibilidades
de desarrollo de capacidades y potencialidades, reflejan en gran
medida la situación laboral. (UAM, 2017). Sin duda, y aunque
dependerá de cada sujeto, todas estas condiciones pueden derivar en
un estrés prolongado con secuelas negativas en la salud física y
mental.

Fuentes de consulta:
AA.VV. (2010). Manual de control del estrés. Madrid: CEP, S.L.
Buceta, J.M., Bueno, A.M., & Más, B. (2001). Intervención Psicológica
y Salud: Control del estrés y conductas de riesgo. Editorial
DYKINSON, S.L.
UAM (2017). Estrés laboral. Semanario UAM, vol., 19(22) pp. 4-5.