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BASES CONSTITUCIONALES DEL DERECHO COMERCIAL

1.- Qué es la Constitución Económica

“Constitución Económica en el Derecho Constitucional está reflejada por “el


conjunto de normas que delinean el marco jurídico fundamental para la
estructura y funcionamiento de la actividad económica”. (Francisco Fernández
Segado)

La Constitución Económica o Constitución Económica formal: “marco jurídico


fundamental de regulación de la iniciativa privada, el derecho de propiedad y la
acción reguladora del Estado en la economía”. (César Ochoa Cardich)

Beckerath: Constitución Económica como la ordenación de la propiedad, del


contrato y del trabajo, de la forma y extensión de la intervención del Estado, así
como la organización y técnica de la producción y la distribución.

STC Nº 008-2003-AI/TC, definición sobre Constitución Económica: “normas


orientadas a establecer las pautas básicas sobre las que se fundan el régimen
económico de una sociedad” (fundamento 3), … “Y es que dichas disposiciones
que suponen el establecimiento de un plexo normativo que tiene como finalidad
configurar el ámbito jurídico en el cual se desarrollarán la actividad económica de
nuestro país, y cuyo propósito es que la actuación del Estado y los ciudadanos
sea coherente con la naturaleza y los fines del Estado social y democrático de
Derecho” (fundamento 8).

2.- Principios del régimen económico en la Constitución de 1993. Cuales


son dichos principios (artículos 58 al 65 de la Constitución)

“Principios generales, o bases de la Constitución Económica del Perú de 1993:


a.- El principio de subsidiariedad del Estado y el pluralismo económico
b.- La economía social de mercado
c.- El principio de Libre Competencia y la defensa de los consumidores
d.- Las garantías de la inversión nacional y extranjera”. (César Ochoa Cardich)

“De acuerdo a nuestra Constitución Política del Perú, la Economía Social de


Mercado, presenta las siguientes características:
a.- Intervención Subsidiaria del Estado en la Economía.- El Estado peruano
puede intervenir subsidiariamente en el ámbito de la producción o distribución de
bienes o en la prestación de los llamados servicios, solo cuando se encuentre
fehacientemente acreditado que por la inacción de la iniciativa privada, dicha
provisión no atiende las demandas de la población. Debemos tener en cuenta
que de acuerdo a lo antes señalado, no significa que el Estado quede excluido
de desempeñar permanentemente su función de orientar el desarrollo sostenible
del país, motivo por el cual nuestra carta magna le impone el deber de ocuparse
principalmente en áreas de salud, educación, infraestructura, etc.
b.- Libre mercado.- El mercado es el espacio donde confluyen ofertantes y
demandantes para realizar el intercambio de bienes y servicios, en él se forman
las condiciones de los contratos bajo las reglas económicas que rigen su
funcionamiento. Pero el estado tiene un deber fundamental en este tipo de
actividades que es vigilar y facilitar la libre competencia, además de la protección
de los consumidores que se constituyen como agentes económicos de
importancia para el mercado.
c.- Actuación solidaria del Estado.- La Economía Social de Mercado se
enmarca en la concepción del estado; que es caracterizado por nuestra
Constitución como un Estado Social y Democrático de Derecho. En tal sentido, el
régimen económico se encuentra guiado por valores democráticos, participativos
y tienen como finalidad alcanzar el bienestar social compartido de la población.
d.- Libertad para el ejercicio de la actividad económica.- La Constitución
Política del Perú de 1993 establece que la iniciativa privada es libre,
garantizando de esta manera la libertad de empresa, industria, comercio y la
libertad de trabajo”. (Manuel Arnaldo Castillo Calle)

“ … los principios rectores de la economía, incluidos en la Constitución, son los


siguientes: el principio de la libre iniciativa privada ejercitada dentro de una
economía social de mercado; el rol orientador del Estado en la economía; la
coexistencia de diversas formas de propiedad y de empresa; y, la defensa del
consumidor”. (Marcial Rubio Correa)

3.- La iniciativa privada es libre. Economía social de mercado (artículo 58)

Artículo 58: “La iniciativa privada es libre. Se ejerce en una economía


social de mercado. Bajo este régimen, el Estado orienta el desarrollo del
país, y actúa principalmente en las áreas de promoción de empleo, salud,
educación, seguridad, servicios públicos e infraestructura”.

Iniciativa privada libre

“Preside los principios generales en materia económica de la Constitución la


norma que establece que la “iniciativa privada es libre”. Quiere esto decir que
cada persona tiene el derecho a desarrollar las actividades económicas que
considere de su preferencia dentro de la sociedad, desde luego cumpliendo las
normas que regulan dicha iniciativa”. (Enrique Bernales Ballesteros)

Economía Social de Mercado

“En el caso del Perú, el sistema económico constitucionalizado es el de una


economía de mercado del estado Social, es decir, el de una economía social de
mercado, con valores no solo económicos, que suele dejar un amplio margen de
acción al poder político para configurar un modelo económico, resultado de la
combinación de elementos heterogéneos, procedentes de las distintas formas de
concebir la economía de mercado e inspirados tanto en postulados del
neocapitalismo contemporáneo como del socialismo democrático” (Baldo
Kresalja)

“El Tribunal Constitucional ha desarrollado el concepto dándole las siguientes


características: “La economía social de mercado se caracteriza,
fundamentalmente, por los tres elementos siguientes:
a.- Bienestar social; lo que debe traducirse en empleos productivos, trabajo
digno y reparto justo del ingreso.
b.- Mercado libre, lo que supone por un lado, el respeto a la propiedad, a la
iniciativa privada y a una libre competencia regida, prima facie, por la oferta y la
demanda en el mercado; y, por otro, el combate a los oligopolios y monopolios”.
c.- Un Estado subsidiario y solidario, de manera tal que las acciones estatales
directas aparezcan como auxiliares, complementarias y temporales” (Expediente
STC Nº 0008-2003-AI, 11/11/03, FJ 13.a)
4.- Libertad de trabajo, libertad de comercio, libertad de empresa o
industria (artículo 59)

Artículo 59: “El Estado estimula la creación de la riqueza y garantiza la


libertad de trabajo y la libertad de empresa, comercio e industria. El
ejercicio de estas libertades no debe ser lesivo a la moral, ni a la salud, ni a
la seguridad públicas. El Estado brinda oportunidades de superación a los
sectores que sufren cualquier desigualdad; en tal sentido, promueve las
pequeñas empresas en todas sus modalidades”.

Libre iniciativa privada y libertad de empresa, comercio e industria: “Aquella


libertad que se reconoce a los ciudadanos para afectar o destinar bienes de
cualquier tipo (principalmente de capital) para la realización de actividades
económicas para la producción e intercambio de bienes y servicios conforme a
las pautas o modelos de organización típicas del mundo económico
contemporáneo con vistas a la obtención de un beneficio o ganancia” (Martín
Bassols)

“La libertad de empresa consiste en la posibilidad de crear libremente personas


jurídicas dedicadas a actividades lucrativas, en las distintas formas que ellas
asumen. A través de este principio, la Constitución permite que se discuta la
constitucionalidad de las normas que, de una u otra manera, atenten contra
aquél. La disposición que comentamos no impide la regulación, pero sí excluye
las normas y procedimientos que interfieran con el libre establecimiento y
desarrollo de las empresas”. (Enrique Bernales)

“La libertad de comercio consiste en la posibilidad de hacer circular libremente


los bienes de la sociedad. Es comprar y vender en el mercado, tanto nacional
como internacional, sujeto a las regulaciones y limitaciones que se establezcan
pero que, en ningún caso, podrán estorbar lo esencial de esta libertad”. (Enrique
Bernales)

“La libertad de industria consiste en la posibilidad de ejercer actividades


productivas o de servicios sin más límites que los que establecen la Constitución
y las leyes”. (Enrique Bernales)

5.- Pluralismo económico. Papel subsidiario del Estado en la actividad


empresarial (artículo 60)

Artículo 60: “El Estado reconoce el pluralismo económico. La economía


nacional se sustenta en la coexistencia de diversas formas de propiedad y
de empresa. Sólo autorizado por ley expresa, el Estado puede realizar
subsidiariamente actividad empresarial, directa o indirecta, por razón de
alto interés público o de manifiesta conveniencia nacional.
La actividad empresarial, pública o no pública, recibe el mismo tratamiento
legal”.

Pluralismo económico

“En la doctrina mercantilista el pluralismo económico se ha desarrollado bajo el


concepto de igualdad jurídica entre los competidores, siendo éste uno de los
pilares del derecho de la competencia. Este régimen de paridad en la
competencia al que se someten tanto la empresa pública como la empresa
privada constituye una garantía para la empresa privada puesto que la empresa
pública ha de someterse a las reglas de juego del sector privado para sobrevivir
en el mercado. Así, el pluralismo y la coexistencia empresarial se interpretan en
armonía con el principio de subsidiariedad del Estado”. (César Ochoa Cardich)

El principio de subsidiariedad

El Tribunal Constitucional ha desarrollado el contenido básico de subsidiariedad:


“Principio de subsidiariedad se constituye en un elemento de vital importancia
para el Estado democrático de derecho, ubicándose entre la esfera de la
descentralización institucional y la autonomía de lo social, en cuanto principio
que inspira un proceso de socialización de los poderes públicos.
Consecuentemente, el principio de subsidiariedad surge en el constitucionalismo
moderno como una técnica decididamente útil para lograr la pacificación social o
la resolución de los conflictos mediante el respeto absoluto de los derechos y
libertades individuales, y tiene como fin la restructuración del equilibrio entre lo
público y lo privado según una adecuada flexibilización que acentúa la
concepción democrática del ordenamiento estatal”. (Expediente STC Nº 0008-
2003-AI, 11/11/03, P, FJ 19).

6.- La libre competencia (artículo 61)

Artículo 61: “El Estado facilita y vigila la libre competencia. Combate toda
práctica que la limite y el abuso de posiciones dominantes o monopólicas.
Ninguna ley ni concertación puede autorizar ni establecer monopolios.
La prensa, la radio, la televisión y los demás medios de expresión y
comunicación social; y, en general, las empresas, los bienes y servicios
relacionados con la libertad de expresión y de comunicación, no pueden
ser objeto de exclusividad, monopolio ni acaparamiento, directa ni
indirectamente, por parte del estado ni de particulares”.

“Principio de la libre competencia: hay competencia imperfecta, es inviable una


competencia pura; existe una conformación del mercado en que coexisten la
libertad de competencia como formulación del principio rector y de determinados
factores monopolísticos, que caracterizan al modelo por las siguientes variables
básicas:
a.- libertad de acceso al mercado y multiplicidad de empresarios.
b.- Carencia de homogeneidad de los productos o servicios y carácter sustituible
de los mismos.
c.- presencia en cada mercado de los denominados poderes económicos que
manipulan, directa o indirectamente, la oferta, la demanda y los precios.
d.- tendencia a la concentración de grandes empresas que configuran
situaciones monopolísticas.
e.- intervención del estado en la economía para regular la vida económica de los
distintos sectores y mercados, así como para desarrollar directamente
actividades económicas.
f.- existencia de un determinado grado de competitividad entre las empresas”.
(César Ochoa Cardich)

“Promoción de la libre competencia. El Estado debe promover la libre y leal


competencia, tanto interna como externa, con el fin de garantizar a las personas
mayores y mejores opciones. Asimismo, debe corregir las prácticas que la
restringen y sancionar los abusos de la posiciones de dominio, evitando la
sobrerregulación de carácter adjetivo tanto del Gobierno central como de los
gobiernos departamentales y municipales. El Estado puede establecer
mecanismos de fiscalización de los procesos de concentraciones empresariales”.
(César Landa Arroyo)

7.- La libertad de contratar (artículo 62)

Artículo 62: “La libertad de contratar garantiza que las partes puedan
pactar válidamente según las normas vigentes al tiempo del contrato. Los
términos contractuales no pueden ser modificados por leyes u otras
disposiciones de cualquier clase. Los conflictos derivados de la relación
contractual sólo se solucionan en la vía arbitral o en la judicial, según los
mecanismos de protección previstos en el contrato o contemplados en la
ley.
Mediante contratos-ley, el Estado puede establecer garantías y otorgar
seguridades. No pueden ser modificados legislativamente, sin perjuicio de
la protección a que se refiere el párrafo precedente”.

“La libertad de contratación se garantiza, disponiendo que los términos


contractuales no pueden ser modificados por leyes u otras disposiciones de
cualquier clase. Es más, los contratos ley, mediante los cuales el Estado puede
establecer garantías u otras seguridades, no pueden ser modificados
legislativamente. El Tribunal Constitucional ha sido enfático en las garantías del
contrato ley”. (Raúl Chanamé Orbe)

“Esta norma estatuye para los contratos el principio de los derechos adquiridos
en materia de aplicación temporal de normas y, por consiguiente, de aplicación
ultraactiva de las disposiciones que estuvieron vigentes al tiempo de
perfeccionamiento del contrato, y que sean posteriormente modificadas”.
(Enrique Bernales Ballesteros)

Contratos ley
“33. El contrato ley es un convenio que pueden suscribir los contratantes con el
estado, en los casos y sobre las materias que mediante ley se autorice. Por
medio de él, el Estado puede crear garantías y otorgar seguridades,
otorgándoles a ambas el carácter de intangibles. Es decir, mediante tales
contratos-ley, el Estado, en ejercicio de su ius imperium, crea garantías y otorga
seguridades y, al suscribir el contrato-ley, se somete plenamente al régimen
jurídico previsto en el contrato y a las disposiciones legales a cuyo amparo se
suscribió éste”. (Contrato-ley; definición, STC 0005-2003-AI, FJ 33)

8.- Garantías para la inversión nacional y extranjera. Iguales condiciones


(artículo 63)

Artículo 63: “La inversión nacional y la extranjera se sujetan a las mismas


condiciones. La producción de bienes y servicios y el comercio exterior
son libres ……

“Frente al tratamiento constitucional diferenciado de la inversión nacional y


extranjera contemplado en la carta magna anterior, cuyo artículo 137º facultaba
al estado para autorizar, registrar y supervisar la inversión extranjera directa y la
transferencia de tecnología foránea, siempre que estimularan el empleo, la
capitalización del país y la participación del capital nacional, contribuyendo al
desarrollo en concordancia con los planes económicos, la Constitución vigente
establece taxativamente que la inversión nacional y extranjera se sujetan a las
mismas condiciones, añadiendo que la producción de bienes y servicios y el
comercio exterior son libres. Solo si otro país o países adoptaran medidas
proteccionistas o discriminatorias perjudiciales para el interés nacional, el Estado
podrá adoptar medidas análogas”. (Raúl Chanamé Orbe, 2009)

9.- Libre tenencia y disposición de moneda extrajera (artículo 64)

Artículo 64: “El Estado garantiza la libre tenencia y disposición de moneda


extranjera”.

“Es una norma instrumental que está orientada a impedir constitucionalmente el


establecimiento de sistema de control de cambios. Obedece, o es más bien una
reacción de ortodoxia neoliberal, contra las políticas de control de cambio que
han existido en el Perú, particularmente en las tres últimas tres décadas. Pero no
puede menos que llamar a sorpresa que un país se autoimponga
constitucionalmente una restricción de manera tan explícita, referida a un asunto
variable y de carácter técnico, que no debe ser tratad dogmáticamente. Hoy en
día la estabilidad de una moneda no depende más –por lo menos
exclusivamente- de la política monetaria interna, ni siquiera en el caso de los
países más desarrollados del planeta”. (Enrique Bernales Ballesteros)

10.- Defensa de los consumidores y usuarios (artículo 65)

Artículo 65: “El Estado defiende el interés de los consumidores y usuarios.


Para tal efecto garantiza el derecho a la información sobre los bienes y
servicios que se encuentran a su disposición en el mercado. Asimismo
vela, en particular, por la salud y la seguridad de la población”.

“La protección de los consumidores y usuarios. El Estado debe promover y


proteger el interés de los consumidores y usuarios, exigiendo el cumplimiento de
los derechos que la ley les otorga, en especial los vinculados a su seguridad,
salud, educación e información oportuna y veraz, combatiendo cualquier clase
de discriminación”. (César Landa Arroyo)

“El Estado Social de Derecho se funda en el principio de la soberanía del


consumidor, habilitando a éste a gozar de derechos fundamentales económicos.
Así, los usuarios y consumidores pueden intervenir en la fase de formación del
contrato, en cuento a precios y tarifas, en composición y calidades de los
servicios, como en la ejecución de los mismos, a través de sus asociaciones y
las reclamaciones en defensa de los derechos económicos de los ciudadanos”.
(César Landa Arroyo)

“13. Pero nuestra Constitución no sólo ha previsto una protección de los agentes
económicos, sino que expresamente declara que el estado defiende el interés de
los consumidores y usuarios (artículo 65). De modo que, si bien protege a los
agentes económicos, ´con igual énfasis protege al individuo generador de
demanda, es decir, al consumidor o el usuario´ (Exp. 0008-2003-AI/TC). Esta
disposición constitucional constituye un límite a la actuación de las empresas en
una Economía Social de Mercado”. (Protección a los consumidores como límite a
la actuación empresarial, STC 0518-2004-AA, FJ 13)

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