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Cultura y desarrollo humano.

Junio 06 de 2018
¿La verdad encomendada?, ¿reivindicación de la identidad en comunidades indígenas de
Colombia a través de la integralidad?

Es propio de las relaciones sociales de la ideología neoliberal, la incubación de procesos


de mitigación de las respuestas a pueblos ancestrales indígenas; que, en su devenir, sirven
de fundamento para la creación de mecanismos de acción colectiva por la preservación de
identidad cultural de exclusión y adaptación del modo de ser de la cultura colonial y posterior
modelo capitalista. Por su parte, la construcción del estado colombiano formaliza una
multiculturalidad que disimula una colonización étnica a través de las organizaciones que
interactúan con las comunidades indígenas.
Las luchas de emancipación, de los pueblos indígenas, para abordar el caso colombiano,
pretender reivindicar su identidad cultural que fue tergiversada en los modos de dominación
colonial. Sus modos de manifestación e insurgencia desafían las estructuras de dominación
sociopolítica y epistémica de un estado colonial que se enmascara en los modos del
desarrollo del capitalismo, menciona (Walsh, 2008)
La estructura hegemónica neoliberal del mercado, en su concepción de mundo globalizado,
pretende una cosmovisión de una sola cultura. Por medio de estructuras que reflejan una
historia universal, han desprestigia las versiones propias de un desarrollo económico,
político y social de las comunidades indígenas en Colombia que no encajan en el devenir
de la civilización occidental.
La historia universal, adaptada en las organizaciones educativas colombianas, crean
hombres y mujeres al servicio del capital, en cuyo margen de acción, se adapta la población
no perteneciente al ser del entorno social colectivo del modelo económico.
La integración de las comunidades indígenas, cuya naturaleza y comprensión es más
completa del ser del mundo, se ha ido socavando por la interacción de los otros “cultura
occidental”. Por tanto, la complejidad de la identidad cultural de sociedades marginadas
sopesa un pasado, que se construye en redes de interacción del yo (población de una
comunidad indígena) frente a los otros (naturaleza u otras comunidades).
Por tanto, la visión que el yo ha creado, percibir a los otros a través de símbolos, ritos,
vestimenta que se han convertido en tradiciones y costumbres, estas a su vez fomenta la
intercambio dentro del yo, como un cuerpo cultural con unas formas de comunicación.
Internamente el cuerpo cultural, posee una lengua como medio de comunicación, que es
su interacción reconstruye cada memoria individuos de la comunidad que se referencia en
su conjunto como la memoria colectiva que se adapta en un tiempo y espacio, alude (Franco
, 2003)
Ese autoconocimiento del cuerpo cultural, es la base del conflicto que prevalece en el
colectivo de comunidades indígenas a lo ancho del país, en tanto que, el modelo
hegemónico a permeado en las consignas del legado de pueblos indígenas. La aurora de
construcción de un estado moderno que recoja estas formas desconocidas del ser de la
otra parte de la población del país, propugno a crear un vínculo a través de la constitución
política de 1991.
Cultura y desarrollo humano. Junio 06 de 2018
Esas luchas históricas de los pueblos ancestrales que parcialmente son reconocidas en la
carta magna de 1991 en los territorios indígenas, tiende a disimulan por medio de la
“multiculturalidad que sustenta la producción y administración de la diferencia del orden
nacional volviéndola funcional a la expansión neoliberal” (Walsh, 2008)
Los territorios indígenas que disponen de “autonomía” son sopesados por el papel
normativo que les subyuga la constitución, y por medio de esta se propugna a la interacción
responsable con las comunidades. Ese intercambio del Estado colombiano frente a las
comunidades se ejerce a través de organizaciones que en gran parte son ONG’S delegadas
por instituciones de carácter internacional como lo es la UNESCO, el BID y la ONU.
Al contemplar estos mecanismos de intercambio, sopesan presuntamente ideologías de
dominación, por tanto, que muchos de estos organismos son compuestos por banqueros
internacionales que reglamentan políticas a favor del capital extranjero. Por otra parte, la
inversión extranjera que incursiona en los territorios, en favor del detrimento de los recursos
en los territorios indígenas, principalmente tiene el anclaje en las organizaciones de carácter
público delegadas por el Estado colombiano.
Por ello, las entidades públicas que componen la administración de país, debe suponer un
desarrollo común que desprenda unas lógicas con el fin de encaminar a la identidad de una
nación, que respete las múltiples identidades que prevalecen en la demografía colombiana.
Atender a esto significa repensar las maneras de actuar de la Administración Publica en
cada territorio que este encaminado por unas posturas y políticas de cambio que
representen los verdaderos valores y principios en la unión de la diversidad del pueblo
colombiano.
Elementos que vienen desde la antropología y la sociología deben orientar las maneras de
ser de la sociedad en su conjunto, atendiendo a la tolerancia y visión de un desarrollo que
nos permita el cuidado del medio ambiente y de las formas asociativas existentes,
reclamando en nuestros representantes territoriales las formas más acertadas del devenir
de las nuevas generaciones, que se configuraren en el surgir de las comunidades
ancestrales indígenas.

Referencias
Franco , F. (2003). Memoria: encantamiento por más de lo mismo o el poder de la
redención. Jicara, 13.
Walsh, C. (2008). Interculturalidad, plurinacionalidad y decolonialidad: las insurgencias
político-epistémicas de refundar el Estado. Tabula Rasa, 22.

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