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La Metafísica de Baumgarten

Christian Wolff intentó llevar la filosofía leibniziana de la variopinta tonalidad teórica hacia
el encuadre paisajístico propio de la sistemática. Su motivo principal, como él mismo lo
dice en el primer prólogo a sus vernünfftigen Gedancken, fue llevar la educación y virtud a
los hombres para la felicidad del género humano1. Sus obras tuvieron un margen de ventas
(y de ediciones) igualable al que había tenido el Ensayo de Locke en Inglaterra, a diferencia
de que su éxito estuvo consumado en vida; de la llamada Metafísica Alemana se conocieron
doce ediciones hasta 1752, de la Lógica catorce hasta 17542, año de su muerte. En línea
directa y representante igualmente del movimiento ilustrado alemán se encuentra Alexander
Gottlieb Baumgarten (1714-1762) nacido en Berlín.

Cuando se habla de la Ilustración Alemana suele darse un ofuscamiento de su actividad por


los movimientos paralelos franceses e ingleses, desde otro punto de vista el inicio radical es
concebido en los países bajos, lo cual promueve una desinformación general de los
hombres y metas en el país germano, hasta cierto grado tal déficit tiene relación con el
olvido relativamente prematuro de los desarrollos filosóficos que se gestaron bajo la
consigna académica de la revolución intelectual.

Baumgarten conocido por inaugurar la estética como disciplina filosófica, continuó la


tradición tanto cultural como especulativa sobre los hombros de Wolff siendo reconocido
como un buen ontólogo, según apunta Kant en un pasaje de los Prolegómenos3. Éste último
utilizaba y recomendaba ampliamente los libros de aquél, en especial su Metafísica, todavía
en las lecciones de 1794-5 (Metafísica Vigilantus)4 hacía uso de este manual teniendo ya un
desarrollo filosófico tan avezado como formalmente completo. Sin embargo, fue su mismo
influjo el que derribó de las aulas ese libro, aunque hubo otras fuentes que bebieron de él
como Moses Mendelssohn y Salomon Maimon, la pluma del berlinés no fue lo
suficientemente fuerte para mantenerse en la escena filosófica que en Alemania daba paso
al romanticismo e idealismo.

Uno puede preguntarse efectivamente cuál fue la razón de su ocaso, siendo que el más
grande crítico de la metafísica (su demoledor, como muchos dirían) lo aplaudía y promovía
como el más laudable autor en tales materias, el texto era aún rentable en la época de los
setentas, y la formación académica todavía dependía de contextos clásicos como el
sustentado por la filosofía leibniziano-wolffiana. Pero su olvido fue más allá de las aulas,
las historias de la filosofía pocas veces le dedican espacio, y no hubo autor que se detuviera
en el análisis de su sistema, incluso hoy es difícil encontrar un libro entero que trate sobre
su filosofía, en especial, metafísica. Hegel no le dedica ni una página completa en su
Historia de la filosofía, ni siquiera una obra tan específica como El problema del
conocimiento de Cassirer se detiene mucho en su explanación, en otros textos muy pocas
veces es citado y muchas veces vituperado como el ejemplo de filosofía a superar con la
crítica kantiana.

1
Vid. MA Vorrede (Trad. p. 39).
2
Cf. MA (Trad. p. 30).
3
Prolegómenos (AA. p. 326).
4
Cf. Lectures on Metaphysics (pp. 417ss).
Pero hay que empezar por la cosa misma. Calificar a Baumgarten como un filósofo
leibniziano-wolffiano sin más es ignorar simpliciter su actitud y sistematicidad indagativa.
Es cierto que se puede considerar su exposición metafísica como una extensión en sentido
histórico de las pretensiones de aquellos, pero sería más adecuado decir que dentro de su
sistema Wolff y Leibniz5 tienen un papel preponderante en su progreso. Por ejemplo, su
definición de filosofía entra en pugna con la de Wolff, en su Discurso Preliminar el último
la define así: “La ciencia de los posibles en tanto estos pueden ser” (DP §29), en cambio en
su Acroasis Lógica el primero dice: “ciencia de las cualidades de las cosas que son, siendo
conocidas sin fe” (§35). Hymers y Fugate dan dos hipótesis, una es que la definición de
Wolff no discordaría en la explicación de los objetos matemáticos, y por eso la precisión
del otro al decir cualidades, otra es que la definición de Wolff podría confundirse con una
especie del conocimiento histórico cual es la religión revelada 6. La elucidación de
Baumgarten es más clara en su exposición misma de la Metafísica.

El texto comienza con unos prolegómenos a la metafísica. El primero dice: “§1


METAPHYSICA est scientia primorum in humana cognitione principiorum.” La metafísica
es la ciencia de los primeros principios en el conocimiento humano. Que la metafísica,
entendida como ontología o filosofía primera, es ciencia, también lo defiende Wolff en WO
§5, y existe en él una concepción donde convergen los principios del entendimiento con los
del ser, cf. DP §12, que los antiguos hayan hecho declaraciones similares no implica el
mismo sentido en esta época donde las ciencias están representadas por la matemática y la
física. La metafísica es una ciencia porque tiene los primeros principios, y todo
conocimiento de principios es demostrativo en su aplicación, por lo tanto de ella dependen
todas las demás ciencias, (si bien Baumgarten sugiere que no todo conocimiento filosófico
es tratado por la filosofía, idea apuntada por Hymers y Fugate, Ibid.).

Dentro de la metafísica las disciplinas más importantes y que deben desarrollarse para
alcanzar dichos primeros principios son: Ҥ2 Ad metaphysicam referuntur ontologia,
cosmologia, psychologia, et theologia naturalis.” La ontología, la cosmología, psicología y
teología natural. Sobre el término ontología se pueden ver las páginas de Reale 7, Goclenius
fue el primero, después Lorhardus, Clauberg, mientras que Ch. Scheibler dio la distinción
entre metaphysica generalis y specialis. De ellas la ontología es la ciencia fundamental o de
base, es la expresión científica (demostrativa) de la condición natural desarrollada en el
siguiente parágrafo.

§3 METAPHYSICA NATURALIS est cognitio rerum in metaphysica occurrentium solo


usu acquisita, cui accedere artificialem §1 definitam utile est: 1) Ob evolutionem
conceptuum. 2) Ob determinationem conceptionemque primarum propositionum. 3) Ob
continuationem certitudinemque probationum, e. c. “La metafísica natural es el
conocimiento (cognición) de las cosas acaecidas, por su sólo uso, en la metafísica
5
Se puede decir que Baumgarten estuvo más cerca de Leibniz que Wolff, la Metafísica como tal es un texto
de inspiración y carácter leibniziano que sin embargo, no se restringe a repetir sin más las definiciones y
estructuras del de Hannover, de hecho este texto supera en sistematicidad el edificio de los principios de sus
dos profesores principales.
6
Baumgarten, Met. (p. 21).
7
El primer uso que he podido rastrear está en la obra de Goclenius, R. 1613. p. 16. “ὀντολογία o
philosophia de ENTE”. Al cual se refiere también Reale, Giovanni. 1999. pp. 216-7.
adquirida. El explorar su definición como artificial (§1) es útil por: i) la evolución
(desarrollo) del concepto, ii) por las determinaciones conceptuales de las primeras
proposiciones, iii) por el enlace y certeza de las demostraciones (comprobaciones), etc.”
Wolff en la Ontología había realizado la distinción entre ontología natural y artificial, la
primera (cf. §19, §21) está constituida por las nociones comunes (vulgares) confusas de la
ontología, nociones confusas de términos abstractos, juicios generales acerca del ente,
facultad común de la mente adquirida por el uso. La segunda es la ciencia que trata de los
principios todos del conocimiento humano. Baumgarten generaliza tal distinción llevándola
hasta la metafísica misma, si bien la metafísica universal se identifica con la ontología, la
metafísica natural parece ser más abarcante pero mucho más confusa, además el
conocimiento adquirido por su uso no puede ser demostrado o fundamentado (Grund) en sí,
es decir, por la facultad natural, lo cual conlleva incertidumbre en sus resultados, sin
embargo, en cuanto disposición precedente nos obliga a considerarla como ciencia en su
evolución científica (discursiva). Para Kant será más bien el motivo para poder hablar de
una posibilidad de ella como ciencia8.

“La ontología es la ciencia de los predicados más generales del ente” (§4) y estos “son los
primeros principios del conocimiento humano” (§5). El vuelco que presentan las filosofías
de Wolff y Baumgarten va en dirección contraria a la tradición escolástica en cuanto la
metafísica es anterior como condición natural y prolegómeno teórico a la ciencia de los
predicados del ente. Su correspondencia tiene que ver con la inmanencia propia que dio la
filosofía desde los tiempos de Descartes yendo más allá, entrañando así el vínculo
inseparable entre ser y pensar, pero dando prioridad ciertamente al papel del conocimiento.
Suárez había dicho que el objeto de la metafísica era el ente en cuanto ente real (D1, s1,
26)9 y en base a su disposición sistemática de las disputaciones ordenaba las propiedades
del ente, muchas veces en consonancia con los principios, pero esto no es lo mismo que
ordenarlos según el marco propio de la modalidad inaugurado por Leibniz y continuado por
los otros dos. En el caso especial de Baumgarten había que preguntarse primeramente ¿por
qué distinguir metafísica y ontología?

Inicialmente la metafísica es considerada como más general, y contiene a la ontología, es


decir, los principios primeros todos del conocimiento humano son en relevancia y prioridad
ontológicos pero no se reducen a ellos, la ontología en cuanto tal es la más adecuada
referencia directa a la metafísica al indagar las propiedades (predicados) generales del ente,
más abarcante que el mundo, la psicología o la teología (el mismo Suárez ya lo había
considerado así en la primera disputación), por otro lado la ontología cimienta la condición
misma de los entes, es decir, entabla los principios de la posibilidad.

Después de los prolegómenos acerca de la ontología, inician los parágrafos acerca de los
predicados internos universales del ente y la primera sección está dedicada a lo posible.
“Nihil negativum, cf. §. 54, irrepraesentabile, impossibile, repugnans, (absurdum, cf. §. 13,)
contradictionem involvens, implicans, contradictorium, est A et non - A, seu, praedicatorum
contradictoriorum nullum est subiectum, seu, nihil est, et non est. 0 = A + non - A. Haec
propositio dicitur principium contradictionis, et absolute primum.” (§7) “”
8
KrV, Prólogo a la segunda edición.
9
En el Catalogus librorum a viro excellentissimo amplissimo Alexandro Gottlieb Baumgarten p. 103. se
encuentra el registro de las Disputaciones Metafísicas de Suárez.

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