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Antecedentes

La naturaleza fue quien realizó las primeras construcciones subterráneas, construyendo cuevas y
cursos de agua subterráneos, decisivos para el desarrollo de la vida y el equilibrio de los ecosistemas.
La palabra túnel del latín “tunna” y en el francés antiguo “tonnelle” integrado por “tonna” con el
significado de cuero o piel y el diminutivo “elle”, designaba una red de pesca, para luego significar
“camino subterráneo”, en el siglo XVIII (Lombardi, 2006). En el Diccionario de la Real Academia
Española, túnel se define como paso subterráneo abierto artificialmente para establecer una
comunicación. Es por lo tanto, una cavidad que debe ser estabilizada a corto y largo plazo, desde su
apertura hasta su operación. Partiendo de lo anterior, el “arte” de los túneles se crea con la minería.
La mina más antigua se localiza en el cerro de Bomvu Ridge, en Swazilandia en el Sur África (Figura 1.1),
del año 40.000 a.C, en ella el hombre de Neandertal excavaba hematites “piedra de sangre”1 ,
considerada para ritos mortuorios en aquella época.
El hombre utilizo el túnel mucho después como solución para salvar obstáculos o por motivos
prácticos, defensivos y por supuesto religiosos. Los primeros túneles se remontan a principios de los
descubrimientos metalúrgicos, al final de la Edad de Piedra, destinados a la explotación de los
minerales como el sílex o pedernal, material indispensable con el que se fabricaban una multitud de
armas y herramientas; cuando se agotaba en la superficie se seguía la veta por medio de pozos y
galerías. Este proceso debió iniciarse hace unos 15.000 años. Estos túneles se abrían con la técnica del
fuego que consistía en provocar un incendio en el frente de ataque para luego sofocarlo súbitamente
con agua fría: el cambio de temperatura daba lugar al resquebrajamiento de la roca.
Las construcciones funerarias en casi la mayoría de las civilizaciones han encontrado bajo el suelo el
lugar propicio para instalarse. Las tumbas reales del antiguo Egipto, excavadas en roca, gracias a las
cuales y a lo que se ha encontrado en su interior ha sido posible conocer esta extraordinaria
civilización. Las catacumbas formadas por una red increíble de pasadizos, pisos y profundos túneles
que permitían el alojamiento de cientos de tumbas, se convirtieron en un lugar de culto.
Según algunos historiadores, existió un túnel bajo el Eúfrates en Babilonia. Esta obra sería el primer
túnel subacuático y se remontaría al 2160 A.C.; al parecer fue mandado a construir por la legendaria
reina Semíramis para enlazar el palacio con el templo de Belos.
También, hace unos tres mil años, se construían túneles en Asiria, Persia y Mesopotamia para
trasportar en forma segura el agua, protegiéndola de la evaporación que se produciría si la conducción
estuviera expuesta a los intensos rayos solares de estas áreas; estos primeros túneles de
abastecimiento de agua, llamados qanats, también se han encontrado en el suroeste de China, y en
gran parte de Europa. Los qanats transportaban el agua por gravedad, los pozos que delatan su
existencia se utilizaban para su construcción y posteriormente para la ventilación. Otro motivo para la
construcción de túneles era el estratégico, en las antiguas ciudades amuralladas el abastecimiento de
agua se conseguía mediante túneles que aseguraban el suministro en caso de asedio. Este es el caso
del túnel de Siloam, que se terminó en el año 700 A.C. y que llevaba el agua desde los manantiales de
la montaña de Ophel hasta el estanque de Siloam en el interior de la vieja y fortificada Jerusalén.
Hace unos 2.500 años, el arquitecto Eupalinos construyó un túnel de más de un kilómetro de longitud
para abastecer con agua del Monte Castrón a la ciudad griega de Samos. Sus hombres cavaron desde
ambos extremos y se encontraron en el medio. No se sabe cómo evitaron que el túnel se les inundara
pero, con la pendiente adecuada, el agua fluía de un extremo a otro. Cuando Eupalinos construyó su
túnel, sus hombres se abrieron paso a través de roca sólida, que era suficientemente fuerte para
soportar la estructura relativamente pequeña resultante. Sin embargo, los mineros y los constructores
de túneles pronto aprendieron a entibar los techos de sus túneles en terreno menos seguro con
maderos y mampuestos. Los romanos dominaron el arte de los túneles, sobre todo los de carácter
hidráulico, como lo demuestran las redes de acueductos que llevaban agua a las grandes ciudades,
muchos de cuyos tramos eran en túnel. Según Vitruvio (Siglo I D.C.) lo fundamental era un preciso
trabajo de nivelación. Los instrumentos usados para los trabajos topográficos eran las miras en cruz, el
nivel de agua y la plomada. También, siguiendo la costumbre de los etruscos, se desarrolló en el
imperio romano la construcción de cloacas, que resolvían el desagüe de casas y calles. Apenas se
construyeron túneles para calzadas, aunque hay que destacar el de Pansilippo, cerca de Nápoles,
construido para una calzada romana el año 36 a C. y que tiene 1.500 m. de longitud y 4 m. de anchura
que permitía el tránsito en ambas direcciones.

En el siglo XIX con la revolución industrial se producen grandes cambios tanto en lo político, social y
económico, pero sin duda uno de los grandes fenómenos es la invención del ferrocarril, este medio de
transporte es el principal motivo para la construcción de túneles en Chile y el mundo(La época dorada
de la construcción de túneles en Europa), debido a la forma en que se masifico este medio de
transporte y por consiguiente la red ferroviaria, que cada vez más extensa debía salvar cualquier
obstáculo natural por medio de túneles y puentes.

La ingeniería de túneles y obras subterráneas de nuestro país ha tenido un desarrollo notable en los
últimos veinticinco años, como consecuencia del ya muy sólido y sistemático avance de la ingeniería
mexicana desde 1930;

Clasificación de túneles
Clasificación que establece la finalidad para la que se han construido los túneles; así, pueden ser: para
ferrocarriles, carreteras, canales, galerías para abastecimiento de agua o colectores para alcantarillado,
túneles a presión para aprovechamientos hidráulicos o galerías de servicios urbanos.
Las funciones del túnel son diversas: se construyen túneles para transporte, para almacenamiento,
para albergar instalaciones diversas, por necesidades científicas y túneles para protección de personas.
Se podrá decir que es la función más antigua. La construcción de túneles para salvar obstáculos
naturales se práctica desde la antigüedad; podríamos resumir diciendo que en un principio fueron las
conducciones de agua las que necesitaron de la solución túnel, debido a los requerimientos de
pendiente mínima o nula; más adelante el desarrollo del ferrocarril, y posteriormente el desarrollo de
los vehículos automóviles, hicieron necesaria la construcción de túneles por razones parecidas a las
anteriores (evitar fuertes pendientes) pero también por razones nuevas: acortar distancias y ganar
seguridad.
Clasificación de acuerdo con su función
Túneles para transporte: Conocidos como uno de los tipos de túneles más antiguos, estas
construcciones protegen obstáculos naturales. Son utilizados para el transporte de personas, agua
potable o drenaje. El desarrollo de los trenes y vehículos motorizados, hace necesaria la construcción
de túneles evitando fuertes pendientes, acortando distancias y brindando seguridad.
Túneles para almacenamiento: Son diseñados para garantizar la seguridad debido a fuertes impactos
naturales en la superficie. Se utilizan para el almacenamiento de residuos radioactivos, usos militares y
como almacenes subterráneos.
Túneles para instalaciones especiales: Este tipo de túneles se construyen por motivos tanto prácticos
como estratégicos. Algunos de ellos son: las centrales hidroeléctricas, estacionamiento de vehículos y
depuradoras de aguas residuales.
Túneles con fines científicos: Actualmente en países desarrollados, estos túneles se construyen en la
actualidad para investigaciones científicas de difícil elaboración en la superficie, por ejemplo: los
experimentos para un acelerador de partículas subatómicas, entre otros.
Túneles para seguridad y protección: Su función es la de proteger personas tanto militares como
civiles, se construyen para la defensa de ataques nucleares. El desarrollo este tipo de túneles, se basa
en que la estructura resista los explosivos y su preservación durante largo tiempo (Soto, 2004).

Clasificación de acuerdo con su ubicación


Otra de las clasificaciones en el estudio de túneles, para determinar sus características y método
constructivo, es la ubicación estratégica. Es importante debido a las dificultades naturales que hay que
proteger o librar, como son: montañas, ríos, estuarios o mares, las calles de una ciudad, edificios y
otras estructuras. Se pueden clasificar de la siguiente manera: túneles de montaña túneles
subacuáticos túneles urbanos.
a) Túneles de montaña: Si el obstáculo es una cadena montañosa, la construcción de un túnel puede
suponer ahorro y energía. Hay dos soluciones para atravesar una cadena montañosa con un túnel: la
de un túnel corto a un nivel elevado, que es una solución más económica pero exige largas pendientes
y curvas cerradas hasta llegar a una altura elegida. O un túnel largo a un nivel más bajo, con el que se
ahorra en combustible y tiempo, la inversión será mucho mayor, también su manejo será mucho
mayor ya que no se verá afectado por la nieve de los túneles construidos a un nivel más elevado (Soto,
2004).
b) Túneles subacuáticos: La construcción este tipo de túneles para atravesar un río o mar depende del
ambiente. El proyecto de un túnel puede solucionar un problema de acceso a un lugar, cuando los
puentes no sean la mejor elección. La selección de un túnel en lugar de un puente puede salvar un río o
desembocadura dependiendo de cada caso (Soto, 2004).
c) Túneles urbanos: La construcción de túneles bajo una ciudad, se utiliza generalmente en todas sus
aplicaciones al transporte; pero los túneles urbanos más largos son las redes de trenes subterráneos,
abastecimiento de agua y sistemas de alcantarillado, redes de gas, de energía eléctrica, de telefonía
etc.
En este tipo de túneles los problemas de ventilación resultan a veces, complicados, por el hecho de que
no siempre pueden expulsar el aire proveniente del interior del túnel, debido a las restricciones de
carácter ambiental (Soto, 2004).

Clasificación de acuerdo con su aplicación


Túneles de ferrocarril: Con la aparición del túnel en el transporte ferroviario, fue necesaria la
construcción de túneles para atravesar montañas, en zonas costeras, y cruces subacuáticos (Soto,
2004).

Túneles de carretera: La construcción de túneles para carreteras llegó después de la construcción de


túneles para trenes. El perfil longitudinal respeta el mismo modelo que para un túnel de ferrocarril, en
cuanto a las condiciones necesarias para la evacuación de aguas por gravedad, tanto en su etapa
constructiva como su vida útil (Soto, 2004).

Túneles de transporte urbano (metro): Estos túneles tienen diferentes características por sus secciones
sumergibles, son pocas las grandes ciudades que no cuentan con ríos o desembocaduras que cruzar.
No existe el inconveniente de los túneles subacuáticos que precisan descender muy por debajo del
nivel del terreno, ya que es por donde suelen transitar los trenes urbanos.
El sistema de excavación empleado usual es de corte y relleno, su sección suele tener una característica
rectangular y actualmente es base de piezas prefabricadas de fácil y rápido montaje. En túneles
perforados se tiene secciones circulares con el mínimo diámetro, por lo que la exactitud en el trazo de
un terreno de la alineación es muy importante debido al escaso espacio libre entre el equipo rodante y
la estructura (Soto, 2004).

Túneles de conducción de agua: El abastecimiento de agua potable a las ciudades es una necesidad que
se remonta a tiempos antiguos. En este tipo de túneles no existen limitaciones de curvas y pendientes,
la alineación puede ser recta o lo más larga posible. Conviene que sean líneas quebradas, ya que pasan
bajo una depresión que permite abrir nuevos frentes de ataque de excavación.
El perfil longitudinal tendrá todo tipo de inclinaciones sobre todo vertical, siempre que tenga un
gradiente hidráulico que descienda de extremo a extremo. La impermeabilización es importante en dos
aspectos contrarios, por un lado para evitar erosiones importantes por pérdida de agua en tramos en
los que circule a muy alta presión, y por el otro, para evitar infiltraciones que pueden contaminar el
agua cuando el túnel va parcialmente lleno (Soto, 2004).

Túneles de centrales hidroeléctricas subterráneas: En este tipo de proyectos se construyen una


compleja red de túneles con diferentes funciones que son: túneles de acceso desde el exterior hasta la
sala de máquinas y transformadores, túneles que conducen cables, y los propios túneles para la
generación de la energía que se pueden clasificar por sus distintas características, en tres tipos: a) de
descarga libre, b) de alta presión y c) salas de máquinas y transformadores. Generalmente estos
túneles se encuentran en áreas montañosas, ya que dependen del almacenamiento del agua a un nivel
elevado, utilizando modernas estaciones generadoras de energía hidráulica (Soto, 2004).
Túneles para sistemas de alcantarillado: Es necesaria la excavación de túneles en los sistemas de
alcantarillado cuando la profundidad es excesiva para la excavación de zanjas o no se puede afectar la
superficie. Las ciudades tienden a ampliar o modificar sus redes de saneamiento que ya no vierten
directamente a un río o al mar sino que deben pasar por plantas depuradoras. La sustitución o
ampliación de tramos ya antiguos y sin capacidad suficiente a menudo se realiza en túneles más
profundos (Soto, 2004).

Túneles de servicios: Actualmente se está generalizando el uso de túneles para llevar cables y otros
servicios mediante tuberías, sobre todo en las grandes ciudades y en zonas sumergibles. Las redes
telefónicas en túnel permiten el acceso de personal para desplegar nuevas líneas y dar mantenimiento
sin afectar la superficie. Las redes de gas precisan túneles para su uso exclusivo, con instalaciones para
el control de fugas que podría crear una atmosfera toxica o explosiva; incluso se proyectan largos
túneles como almacenamiento y así evitar la superficie (Soto, 2004).

Túneles de almacenamiento: Antiguamente la función del túnel era recolectar agua de lluvia. Ahora su
uso común es almacenar petróleo por tener grandes depósitos subterráneos sin revestir, y la ventaja
de su seguridad contra daños o incendios (Soto, 2004).

Clasificación de acuerdo con su geometría

Contexto de los túneles de carretera en México


La construcción de túneles carreteros en México, data del año 1902, cuando se construyó el primer
túnel en San Luis Potosí, el llamado Ogarrio (Figura 1.11); inicialmente fue una mina, conforme se
explotó se implementó el paso de un tranvía y tiempo después como paso vehicular, bajo las
condiciones de los autos de aquella época. Otro que también se puede mencionar, es del año 1927,
año en que se terminara de trazar la antigua carretera federal México-Acapulco, ubicada en el Cañón
del Zopilote en la Sierra Madre del Sur. Se puede incluir dentro de esta categoría porque en su trazo
original se proyectó un corto túnel, destruido a finales de los años cincuenta (Figura 1.12).
Posteriormente, la construcción de un pequeño túnel en la carretera de Xilitla, San Luis Potosí, que
unía esta población con el camino nacional México-Laredo y que fue inaugurado en 1936; otro muy
corto en la carretera de Cuetzalan, Puebla, destruido a finales de los años cincuenta.
Los primeros túneles de carretera que se construyeron en México fueron: el ubicado en la antigua
carretera federal de México-Acapulco, que se encuentra en el Cañón del Zopilote y data de alrededor
de 1930; un pequeño túnel en la carretera de Xilitla, San Luis Potosí, que unía esta población con el
camino nacional México-Laredo y que fue inaugurado en 1936; otro muy corto en la carretera de
Cuetzalan, Puebla, destruido a finales de los años cincuenta y el mítico túnel de Ogarrio, inaugurado en
1901, pero que funcionó con tranvía hasta 1908, luego con carretones tirados por bestias hasta 1950
en que dio paso a los primeros vehículos motorizados a la ciudad de Real de Catorce. Más reciente fue
la construcción del túnel de acceso a la hidroeléctrica de Chicoasén (1979), con unos 600 m de
longitud, excavado en roca caliza sin revestir. A principios de los años 80 se construyó el túnel
carretero del libramiento de la ciudad de Puerto Vallarta de unos 450 m de longitud aproximadamente.
Poco después se realizaron las primeras obras subterráneas de carretera realmente importantes de
México; el verdadero inicio de la Era de los Túneles Carreteros en México puede datarse en esta misma
década, con los túneles de la Autopista México-Toluca, aunque dicho inicio haya sido muy incipiente.
Aquellas obras estuvieron ligadas a la construcción de las modernas autopistas de cuota que
requirieron especificaciones rigurosas de trazo y en su construcción ya se aplicaron técnicas modernas
de excavación, soporte, mediciones y análisis numéricos

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