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Phot) mmerllcuas) Primera edicién, 1976 © Instituto Nacional de Antropologia e Historia Segunda edicion, 1962, corregida Primera reimpresion, 1987 © EDITORIAL ALHAMBRA MEXIGANA. S.A. de CV. ‘Amores 2027 3100 Mexico, DF. GNIEM 1031 Reservados todas los derechos. Ni la totalidad, ni pparte de este libro pueden reproducirss o transmit thtiizando medios electronicos © mecanicos, por fotocopia. grabacion, informacién, anulado, uv otro Sistema, sin permiso por escrito del ecitor ISBN 968 444 023 5 ESPARIA EDITORIAL ALHAMBRA, S.A 28001 Madrid, Claudio Coello, 76 Dolegaciones: (08008 Barcelona. Enrique Granados, 61 48014 Bilbao. Ine, 12 8008 Granada. Pza. de las Descalzas, 2 45005 La Coruna. Pasadizo de Pernas, 13 28002 Madrid. Saturnino Calieja, 1 33008 Oviedo. Avda. del Cristo, 9 38004 Santa Gruz de Tenerife. General Portier, 14 41012 Sevilla, Reina Mercodos, 35 46003 Valencia, Cabillers, 5 47914 Valladolid. Gavia, 3 50008 Zaragaza, Goncepcidn Arenal, 25 Argentina EDICLE Juncal 4649/81 1425 Buenos Aires Gubierta: Margarita Gilardi Impreso en México — Printed in Mexico 21. Bachofen La evolucién de la familia como institucién social La preocupacién etnoligica tiene origenes muy remotos, como se ha mostrado en el volumen sobre Los precursores. Las fuentes princi- pales de la actitud etnolégica han sido la relacién con culturas extra has a la propia; la constatacién de sus diferencias, y la experiencia de 'a transformactén répida de las sociedades. Estas tnismas circunstan- Gias son, precisamente, las que dan origen al pensamiento evalucio- nista. La etnologia y la idea de la evolucién estén unidas desde su nacimiento en el mundo clasico y nunca se han separado por com- pleto. El registro etnolégico de las culturas del mundo y la historia de las sociedades humanas, una vez que pusieron en claro la existencia de una indudable secuencia desde el salvajismo a la civilizacion, habtan conducido a una teoria de la evolucién social y cultural. De la misma manera, el catdlogo de la creacién propuesto por Linneo, tan pronto como hizo patente ta ordenacién de las seres vivos desde lo simple a lo complejo, tenia que desembocar en una teorta de la evolucién biold gica. La experiencia de las revoluciones burgwesa e industrial acentud el predominio del pensamiento evolucionista en las ciencias sociales, lo mismo que en las naturales. A lo largo del proceso que se trata de documentar en este volumen, las teorias evolucionistas se hicieron etnocéntricas de manera cre- ciente, Se imaginé que la civilizaciin occidental y el hombre europeo constituian el nivel mds alto de la evolucién biolégica y socioculiurat entendida como progreso lineal. Las sociedades, culturas y gentes no oecidentales se consideraron como estadios de un camino recorrido, como simples etapas pretiminares y aun como casos de degeneracién, Se desvanecié casi por completo la atenciin que los precursores de la einologia habian dedicado a las culturas del resto del mundo, y se dejé de estudiarlas en sus propios términos. La ciencias sociales, on parti- cular la soctologia, la economia y la historia, se concentraron on el quehacer, en el pasado y en el destino de Occidente. El conocimiento let 162 JURISTAS Y ETNOLOGOS etnolégico, luego de haber desempenado un papel decisivo en la for- macién del pensamiento evoluctonista, queds fuera de las nuevas corrientes, casi relegado a satisfacer la curiosidad por lo exético. El renacimiento del interés etnolégico a mediados del siglo xix se relaciona de manera directa con una nueva oleada de la expansion imperialista, reproduciendo lo ocurrido durante los siglos xv y xv1. Al masmo tiempo que se desmoronaba el sistema colonial centrado desde el siglo xvi en Espaiia, Inglaterra integraba un nuevo sistema colonial dinamizado por el capitaliome industrial, al que se fueron agregando Francia, Alemania, Estados Unidos, Rusia y Japon. Era la epoca del repario de Africa, Asia'y Oceania entre las potencias; de la expansién territorial rusa y norteamericana a costa de sus vecinos, y de la impo- sicién del neocolonialismo sobre la América Latina recién liberada del dominio ibérico. La influencia de estos acontecimientos en la historia de la etnologia aparece con maxima claridad cuando la antropologia se instituciona- liza como actividad académica y profesional. O sea, en el periodo de desarrollo y consolidacién de las escuelas de Tylor en Inglaterra, de Durkheim en Francia, de Boas en Estados Unidos, y de las corrien- tes histérico-culturalistas en el centro de Europa. Por eso no nos ocuparemos ahora de estas cuestiones. El siguiente volumen de la Historia de la etnologia estard dedicado a la etnologia académica, a los etndlogos profesionales y a sus relaciones con los poderes imperia- les y los pueblos colonizadas. El segundo factor decisivo en el renacimiento del interés etnolégico proviene del derecho comparado y de la historia del derecho. Los ‘primeros grandes etnélogos modernos fueron juristas en su mayoria: Bachofen, Maine, McLennan, Morgan. Sin ellos resulta imposible comprender tanto el resurgimiento de la etnologia, como los temas predilectos de los etndlogos del siglo x1x y de la antropologia social del xx (familia, parentesco, herencia, propiedad, etcétera). Esta coyun- tura histérica requiere alguna explicacion. Elataque de Herder a las aspiraciones de uniformidad y universa- lidad del racionalismo burgués habia contribuido a generar la pode- rosa corriente del romanticismo nacionalista. Los romdnticos busca- ban en el pueblo la esencia auténtica de una cultura nacional, que deseaban oponer a los efectos objetivos de las revoluciones burguesa ¢ industrial y a los esfuerzos deliberados para reducir las diversas cul- turas europeas a un comin denominador. En ninguna otra parte de la sociedad estos esfuerzos resultaron mas claros y eficaces que en el campo del derecho, El Cédigo de Napoleon, esa enorme tentativa de reordenamiento social después de la tormenta de la revolucién, fue impuesto a Francia y sirvié de modelo para otros paises. BACHOFEN 163 La tremenda presién uniformadora, que era a la vez consecuencia y condicién del desarrollo de la sociedad burguesa, se ejercia en todos los niveles y aspectos posibles: en la organizacién centralizada del sistema politico; en la racionalizacién burocratica; en la imposicién de una sola lengua del estado nacional; en el establecimiento de la ensenanza oficial obligatoria; en el sistema métrico de pesos y medi- das; en la estandarizacion de los productos manufacturados. El Cé- i digo Napolednico consagraba, de manera especial, el principio de la familia sometida a la autoridad del padre; la degradacién de la mujer en la sociedad, y la ipopiedad privada sin restricciones. El régimen legal de la familia pasaba a ser una forma de la propiedad del padre, ) el régimen de propiedad privada se reconocia como el principio ' ordenador de toda la sociedad. En oposicién a estas tendencias hacia la uniformidad reglamen- tada se movilizaron fuerzas muy poderosas, ligadas al nacionalismo y al romanticismo. Es decir, a los movimientos de defensa de la persona- lidad ¢ integridad de las culturas, de los derechos de las minorias yde la persistencia de los grupos sociales en peligro. La escuela historicista y comparativa del derecho se ubica con facilidad en este contexio hist6rico y toma con rapidex orientaciones etnolégicas. El jurista suizo J. J. Bachofen (1815-1887) constituye el punto de partida obligado para el examen de la relacién entre el derecho y la etnologia. Estudio en Berlin con Federico von Savigny, figura prin- cipal de la escuela historicista alemana, y se dedicé primero a la his- toria del derecho romano. Hacia 1842 comenzé a interesarse en la arqueologta romana y de manera particular en los mitos y stmbolos del mundo cldsico. A estas cuestiones dedicé varias publicaciones impor- . tantes. Su fama en la etnologia procede, sin embargo, de la obra Das Mutterrecht (El derecho materno) aparecida en 1861, que ha sido Vamada la primera historia cientifica de la familia como institu- cién social. El derecho materno, aunque basado casi exclusivamente en da- tos de Grecia y Roma, aspira a ser una teoria universal del origen y evolucién de la familia. Se sabe ahora, gracias a los manuscritos de Bachofen que quedaron sin publicar, que realizo lecturas muy am- plias de la literatura eogrdfica de todo el mundo, y que siguis con mucha atencién los trabajos de sus contempordneos dedicados al ‘mismo tema, como McLennan, Lubbock, Morgan y Tylor. Hacia 1873 Bachofen habia comenzado a estudiar el sistema avuncular, comparando su situacién en el mundo clasico, entre los germanos y en la India. La tesis principal del Mutterrecht no es, como se ha dicho con reiteracién, el llamado matriarcado. El dominio completo de la mujer 164 HURISTAS ¥ ETNOLOGOS en la sociedad, 0 al menos un dominio tan extenso como el ejercido por el hombre, es una situacién que nunca ha podido ser demostrada ni en el pasado ni en el presente. Lo que ocurre, por lo general, es que algunos investigadores confunden los sistemas de descendencia matri- lineal y la preeminencia de las mujeres en ciertas actividades (religio- sas, magicas y aun econémicas), con el llamado matriarcado. Sin embargo, no escasean los que siguen proponiendo grandes interpreta- ciones evolutivas, psicoldgicas y sociolégicas, basadas en una institu- cién que la etnologia moderna ha relegado a la condicién de mito Bachofen aspiré a demostrar que la familia nuclear, monégama y patriarcal, consagrada por el cristianismo e impuesta por el Codigo de Napoleén y otros semejantes, no es un hecho natural y universal, ni tampoco la iinica forma concebible de institucién familiar estable. Sostiene que existe un estadio en el que no hay familia organizada, y que hay un proces de evolucién de las instituciones familiares que pasa por el derecho materno antes de alcanzar el régimen patriarcal. Bachofen relaciona los fenémenos de la descendencia unilineal del parentesco con todos los demds aspectos de la sociedad y de la cul- | tura: los mitos, la religion, la organizacién politica y econémica, la propiedad, la herencia, etcétera. Desde este prunto de vista, puede ser considerado no sélo como el iniciador de los estudios sactolégicos y comparativos de la familia, sino también. como un precursor del enfo- que estructural-funcionalista de la antropologia social. Los textos siguientes provienen del Mutterrecht. He utilizado el volumen antolégico de Bachofen, Mith, Religion and Mother Right (Nueva York, 1967). Resulta interesante consultar la obra de su discipulo y colaborador mds importante, Alexis Giraud-Teulon, Les origines du marriage et de la famille (Ginebra, 1884). De seguro no es accidente histérico que, después de la muerte de Bacho- fen, Giraud-Teulon se convirtiera en uno de los colaboradores de Durkheim, cuya teoria sociolégica ejercié una influencia determi- | nante en la escuela briténica de aniropologia social. i EL PRESENTE trabajo se refiere a un fendmeno histérico que pocos han observado y nadie ha investigado en toda su amplitud ... el derecho matriarcal ... El término es nuevo y la situacién familiar que se designa es desconocida . . . El periodo cultural al que perte- nece . ., nunca ha sido estudiado con seriedad . .. Nos encontramos levados a tiempos anteriores a la antigiiedad clasica, a un munuo muy viejo de ideas en su totalidad diferentes de las que nos son conocidas ... Me propongo investigar todos los aspectos de la cul- BACHOFEN 165 tura matriarcal, revelar sus rasgos diversos y la idea fundamental que los une. De esta manera confio restaurar el cuadro de un estadio cultural que yace por debajo del desarrollo mas tardio 0 que fue destruido por él en su totalidad. De los documentos relacionados o pertenecientes al derecho matriarcal, aquellos que se refieren a los licios son los mas claros y valiosos. Herodoto dice que no nombraban a sus hijos segtin los padres, como hacian los helenos, sino de forma exclusiva segun sus madres; sus genealogias trataban sélo de la linea materna y el status de los hijos se definia con exclusividad de acuerdo con el de la madre. Nicolas de Damasco completa este testimonio diciendo que sdlo las hijas tenian derecho a la herencia... todas estas costumbres son manifestaciones de una sola concepcién funda- mental... No hay desorden, sino sistema; no hay fantasia, sino necesidad. Se han descubierto concepciones semejantes en otros pueblos. La limitacién del derecho de herencia a las hijas entre los licios, tiene paralelo en la obligacién limitada a las hijas de sostener a los padres ancianos. También esta en la misma linea la concepcién basica de los cdntabros de que las hermanas deben prover de dote a sus hermanos, de lo que informa Estrab6n. Todos estos rasgos compo- nen un solo cuadro y nos llevan a la conclusién de que el derecho matriarcal no esta confinado a un pueblo particular sino que marca un estadio cultural... En consecuencia, lo que debe preocuparnos no son tanto las similaridades entre fenémenos aislados, sino la unidad de la concepeién basica. Polibio, al mencionar la genealogia patriarcal de las cien familias nobles locrias, agrega dos observacio- nes que hemos confirmado en el curso de nuestra investigacion: 1) el derecho materno corresponde a un periodo cultural que precede al sistema patriarcal; 2) comenzé a decaer sélo con el desarrollo victorioso del sistema paterno, Al ocuparnos no sélo de los datos individuales sino de las pers- pectivas generales, debemos subrayar la importancia de la tradicién mitica . .. En vista de la posicién central del derecho materno enire los pueblos griegos mas antiguos, debemos esperar que este sistema se refleje en los mitos... que se convierten asi en una fuente im- portante para nuestro conocimiento de las instituciones matriarca- les ...No existe un rasgo del sistema matriarcal que no pueda ser documentado de esta manera, aunque no todos los paralelos pue- den tomarse de un solo pueblo... Las tradiciones miticas y las estrictamente historicas nos presentan cuadros muy semejantes del sistema. En la cultura matriarcal resulta evidente la homogeneidad de 166 JURISTAS ¥ ETNOLOGOS una idea dominante. Todas sus manifestaciones salen de un solo molde ... La primacia de la madre en la familia no puede conside- rarse fenémeno aislado. Es incompatible en su totalidad con una cultura como la del periodo clasico griego. La opcién entre los sistemas paterno y materno debe permear la vida entera. La homogeneidad de las ideas matriarcales esta confirmada por la preferencia por el lado izquierdo frente al derecho. La izquierda pertenece al principio pasivo femenino; la derecha al principio activo mascu"no Las costumbres y habitos de la vida civil y religiosa, las peculiaridades del vestido y tocado y ciertos usos lin. icos revelan la misma idea... y su estrecha relacién con el foc materno, Owa manifestacion no menos significativa ... es la primacia de la noche sobre el dia... la identificacion de la noche con la izquierda . . . la cuenta del tiempo por noches, la pre- ferencia por la noche para librar batallas, reunirse en concejo, dar justicia y practicar los rituales del culto . . . La extension de la misma idea nos permite reconocer la preferencia por la luna sobre el sol, por la tierra sobre el mar, por lo oscuro de la muerte sobre lo luminoso del crecimiento, por lo muerto sobre lo vivo, por los funerales sobre los festivales, como caracteristicas necesarias de la edad en que predominé lo matriarcal . .. Pueden encontrarse otros ejemplos en la posicién favorecida de la hermana y del hijo mas joven. .. La significacion de las hermanas entre los germanos fue revelada por Tacito... Hasta aqui hemos subrayado los aspectos juridicos del derecho materno, pero ahora debemos indicar su significado ético. Las formas juridicas nos sorprenden por su contraste con lo que nos hemos acostumbrado a pensar que es la organizacién natural de la familia. Los aspectos éticos despiertan resonancia en un senti- miento natural que no es ajeno a ninguna edad... La estrecha relacién entre padre e hijo... . requiere un grado mas alto de desa- rrollo moral que el amor maternal, este misterioso poder que per- mea por igual a todas las criaturas. El amor paternal aparece mas tarde. Las relaciones que estan en el origen de toda cultura, de cada virtud, de cada aspecto noble de la existencia, son las que existen entre madre e hijo, que son de amor, union y paz en un mundo de violencia... En este estadio la mujer es la depositaria de toda cul- tura, de toda benevolencia, de toda devocién, de todo cuidado por los vivos y duelo por los muertos. El helenismo es hostil a este mundo... El desarrollo patriarcal subraya un aspecto diferente de la naturaleza humana, que se re- fleja en formas e ideales sociales por entero diferentes . .. El pa- triarcado sigue al matriarcado, y el matriarcado fue precedido por

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