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CRIMEN DSW ed 5 CoP CeCe EO LOE Ce Viaje ry ry be profundo Ct delito EL ASESINO PSICOPATA PAU CoM CReILLaCOB ILC aCocw UR nn eeneton con garrote vil por la jurisdiccién ordinaria Viaje a lo mds profundo del delito UN NINO MIMADO esse. En casita, ESE SR oo TD ‘mace concedi todos los cepeichos UNA PASION Oe INGOBERNABLE POR TLORIGEY LAS suseRe: 48, Un asesino con perl de juergusta ¥ vividor, que hacia lo que fuera por satsfacer sus LA PISTA DE UN ‘acon ser ya el «Gran Madrid, {i TRAJE MANCHADO. TADBTENCION DE SANGRE 5 Jrabo, conocido por la alicia co ro el wtefor Morris», comets su gran error dejanco tun maletinsospecko en la tintoreri aa 10 EN cored aes 54 dae orca hams FLAS RAZONES DE [PRR oxa evens eblo de Mari dud as 60 (in): EL ASESINO EE 1 2 dino momento qe Jara- FLIliq — PESeMuDo 62 bo fies gecutal, Ain oy cease manor le que sigve vivo Un jucio de ocko ds atestalo de pblico, y seguido por ls camaras de aixeipete TVE, WMA Tes INIT) Pesarsrapor Con la sola penumbra de un trags- fl Leadon eae ==) .PSICOPATA O 66 AAA Nearer Ector Jess Donia. Diacie Edo: igo Arango yLoreto Co redo, Decide Produ: Jos Mate Drees de Deel de Matstg, Ain él Radeon: musraconals 90 Fu Radar Ps Re. Pesos especiaados: Marvel Marca y France Pures Abele, fa, Sil 8 Mececos Via de Ean Stet de Redbee: Poors Gore. Cora Asso ‘aun Tore Ole er ‘Suse Bae pseaga. doe Ls Gat plo. Fei Gires Pas onreptga. Dav Jess (post. Fatisnn sneer Ck nin fense dimes Mert (aboga. Coe Pozogn Clomegeand Ine fo eres). ton ius ges coms nona oc! Cuno Sipura de Pot. BI Weal tect a seo ee Second ‘ar rs rexel eraco de moa pode vert ena nacre ge ora (or niga del meade, Pio 2s rovd hai i vx de wt ‘jl de SUMARIODEL CRVEN, Coney sonia mas a y spur Seseipcenesy nvr avesatcs (ara Ep ah eDSA open doves 141 25002 Me el Ta (4181067 6. Dior para Expat arco bin, Dis ‘rungs Eanes 5. Carete din {18350 Vora do oer! 20094 a. ra Fataconpain: CaM Fotocapos, S.A. npn: Natu Como Ares Gates, 8. A presen Esa. Pte in Spa. ISBN: 0486622 308 lo coma ISBV: 04 26632 206, Dpto go 27307-1990 "Mae Card Li, 1880, 1 teres ot ra, 190, Stn eave, 30. 78012 Nasi Cade fasciculo dela coleccién le proporciona la vi- sin de un caso de asesinato, Reuniendo la serie completa de SUMARIO DEL CRIMEN tendra, ade- ‘més, un conocimiento més profundo de este deli to: podré juzgar todes las similitudes y diferencias, cexaminar las pruebas y, sobre todo, sacar sus pro- pies conclusiones. Estard més cerca de compren- der lo incomprensible: cémo una persona puede llegar a matar. PLAN DE LA OBRA: 100 fasciculos de 32 paginas, mas cubiertas. 10 Tapas-Revistero. 10 Indices. Uno para cada volumen. Indice General con el fesciculo 100. SSPE U EY UMN nA Maaria. julio, 1958. Cuatro personas fueron terriblemente asesinadas en tres dias. Las muertes hab 7 de una forma premeditada y fria. Era un. hecho sorprendente y amenazador. La pieza suelta del cerebro de un hombre se LOE ORO MULE he aL en un peligro publico. sentirse a salvo mientras J Jarabo estuviera en libertad. 39 = Ss Ss st ant, La Capital estaba tranquila y apacible hasta que un ser que Hevaba dentro una bomba de relojeria desde 2 que nacié, hizo que ésta estallara en medio de pasiones RAND A 10 ingobernables, La sociedad espaiola, que se recuperaba de los desastres de la guerra civil, qued6 F = __ conmocionada por sus erimenes. La curva vital de ee & Jarabo y su rara existencia es materia de estudio para médicos y juristas. x tla cy | ic #% 119d iio de 1958, aba, om E tres nvey fk er dea che an sven, Pain Ranos Serr, do 28 os, te y onda tas anos de os Mara Pez ‘Morris, quien también se hacia lamar Jaime Marth Vaart Joet nine Mentos Mors entrees hos ores ue Tia cxsinanenta ‘Alte sey media ea ade, oad laa deteriods, so al ed de comprventa eer dela que eco prota Eni Ferinde Diy Fabs Lopes Role, Hab con és en to Cee reocmai: a ecepeaci ena ‘arta debates roped de um ess omnes, sang Ber Marin bes ax como de ner una nuvavela 0 tampeto gupta sine rm cert il pests. Ante a pol, dias depts, Taba de arma ue fants erg a le pretaistaI devlustn de nacre tor de Berg, my comprometedrs ue fos estan efi rela on ie qe ts le cn hae, La cita falsa Jarabo insisti6 siempre en que cometi sus crimenes en busca de la citada misiva de amor y que ésta le interesaba atin mis que la sortia, dado que Beryl era una mujer ca ‘sada; pero ni por la investigacié de la poli- cia, ni en la instruccién del sumatio, ni du- ante el argo proceso judicial, apareceia car {a alguna con las caracteristicas seialadas. Acordié con Félix que acura ala tienda, situada en la calle Alcalde Sdinz de Baran: da, 19, antes de que éste se marchara, co- ‘sa que soli hacer los sébados hacia las ocho y media. No obstante, Jarabo nunca tuvo la intencién de acudir a aquela cita. Por el contrario y aunque él diria que no ‘ve porque se encontré con una hermosa ma- jer en el Metro («sabia que me estaban es- perando, pero es que aquella mujer también estaba de aqui te espero», dirfa con tumor), lo mis probable es que ya tuviera fjado un plan distinto: ir directamente al domicilio de Emilio Fernandez Die. Jarabo subid al piso cuarto exterior izquier- da del nero 57 dela calle Lope de Rueda con laintencin de matar. Por eso, entre as nueve y as diez dela noche se destiz6 pro- ceurando que no le vieran en el interior del portal, Abri6 las puertas del sensor con los codios para no dejar huellas. Pulsée! boton de subida con ls flanges segunda y terce- ra del dedo indice. Ya ene piso, abrié el ele- vador usando el antebrazo y cerréncolo otra ver com los codos. Apreté el timbre de la vi- vienda con la ula del pulgar de Ia mano de- recha. Ademés, en el lado izquierdo de su. cintura, Nevaba una pistol del «7.65» mar- ca F.N,, sin funda, lista para disparar. Al- gguien que no va con aviesas intenciones 10 se toma tanto trabajo. Farah ae ac aeeains oon, ‘un indice de criminalidad tal, que los forenses lo califican superior al del Monchito y al del Satands de Logrojio. ROBERTO REYES -ACUSADOR PRTICULAR Le franqueé la entrada la criada Paulina, que se encontré ante un hombre correcta mente vestido, ancho de hombros, de 1,80 de estatura y aspecto muy viril que le pre: ‘unté con mucha educavin por el defo de Ta casa, Fiel a su cardcter confiado, le dei6 entrar sin saber que estaba hablando con su asesino. Paulina, que para abc la puerta ha- bia iterrumpido su tatea de pela judas, su ‘paso ue por la hora que era «don Emilion no tardarét en legar y encamin6 al visitante hacia el salin,ditigiéndose de auevo hacia la cocina, Fachada del comercio sJusfors que esiaba en Alcalde Sainz de Baranda 19, fon ol que transcurrié parte del drama En su interior esperd Jarabo a su cuasta Muerte silenciosa Enese instante, elhombre, que habfe vuel to sobre sus pasos, se abalanzé sobre ella sujetindola por detrés y le clav6 en el pe- cho el cuchillo con el que estaba pelando las judias. La ancha hoja le parti el coraz6n en dos. Acto seguido, el asesino arrastré el ‘cuerpo hasta el cuarto de a vitima, al fon- ode la cocina, y lo deposits sobre la cama, JUL 1958 19-7-58 Asesinato de Paulina Ramos. Emilie Fernandes Diez y Maria Alonso Brevo fen el piso cuarto exterior lequierda de ie calle Lope se Rueda, 57 L788 Asosinato de Félix Lopez Robledo en ls tends sjusfen de la calle Alcalde Sinz de Barada, 19 22:1.58 Delenido cuando va a secoger un trale manchado de sangre a una tintoreria de la calle Orense, 23:2.58 Confieza Ia auioria de los rimones y firma su primera daclaracion ante 12 pollia TAWTO SWHOFI a1 ese a ia herida, que era mortal de neces dad. la mujer debid gritar 0 quejarse. por lo que el hombre rematé su faena goipesndole el erdneo con la plancha. Todo habia trans curtido en pocos minutos y los vecinos no hhabian podido apercibirse de nada porque el agresor, consciente dela prosimidad del es- ccenario del crimen ala escalera, habia uti zado un método silencioso y eficaz. Para sus nuevas asesinatos en las habitaciones inte- lores no le importara tirar de pistola Segundo asesinato Jarabo no tenia nada contra aquellachica de pueblo que acababa de matar: pero en su ce ebro se habia jad la idea no s6lo de recu perar los objetos que deseaba, sino de ver: garse de las ofensas que Emilio y Félix le hablan hecho: y para ello estaba dispuesto Plano de la tienda ‘Juaters con les detalles de la pposicion del cadaver, del lugar en el que estaba sstuada la cala fuerte ¥ de la mesa del telefono con el gue se delats Jarabe. “FL SUNN ARE MEAO UVERDDER UTE BEL PERL” (ASI SE OPINA EN BL CAIRO) OPORTUNIDAD PARA QUE «K» COMPAREZCA ANTE EL CONSEJO DE SEGURIDAD), EL_MOVIL FUE EL. ROBO Ha sido detenido el autor de los cuatro asesinates descubiertos ayer ‘Se trata de un chantajista y contrabandista [SReVrers ESPECIALES ql or JU CAME { Ha sido detenido el autor de los} iyexzscnm~ — eraneresee perena cuatro asesinatos descubiertos ayer) 3) scene ann : sete —- | (iti pigine sing oe cbt. re dane de «PUEBLO» que la criada murio simplemente por no ser del 22 de julio quella su noche libre. 1958 en al que Poco después, y apenas repuesto del tra~ eens bajo de matar, Jarabo se preparé para eje- leet crm raat thc each — nie rts acoer ls subi Ja puerta del piso, Bra Emilio, que entra no ala tragedia y apresurado, hacia el cuar~ tode bat. Ali, de espaldss 2 la puerta, fue sorprendido por el intruso, que le inmovl- 26 bajéndole la americana, con la mejor téc- nica de los egéngsters» y apoyandoe la pis- tola en la nuca. Debié ser muy rapido. Sin palabras ni pelea. Jarabo, tocando con la pun- ta del canna piel, apret6 el gatllo. Tras elestampido seco, Emilio se derrumbé man- cchindolo todo de sangre. Su cadaver qued6 ‘en posicin decito prono, con la cabeza en tre la taza del inodoro y el bide. Primera pagina del vespertino ‘*PUEBLOs del 22 do julio de 1958 en la que se destaca la dotencién del autor de Jos cuatro asesinatos y se Je califca de chantaista, Jarabo termind de quitare fa ckaquota, que ‘quedarfa con las mangas vueltas, empapada cen sangre, abendonada en un ined. Regis- 116 minuciosamente a Emilio y le sustrajo efectos personales, el dinero que levara y las laves, El asesino se dirigié al salén donde toms ‘un largo trago de anfs. Entre sus aficiones destacaban las mujeres y e] alcoho. Hasta cel momento, por lo menos la mitad de su vi Estan haciendo todo lo posible para que me maten. Quieren levarse mi cerebro para analizarlo en el laboratorio de la Universidad. JOSE MARIA JARABO dda la habia pasado ebrio o drogado. La otra mitad ge habia ido en seducir mujeres. Pero ahora el alcohol no fue un consuelo: no ha- bia encontrado nada de lo que buscaba, Ni la sortija de diamantes, nila supuesta carta de Bers, ni los diez mil duros concertados para las ocho de la noche que alo mejor Emi- lio podiahaberse traido a casa. Le quedaba, no obstante, revisar la vivienda; pero ten dla que dejarlo para més tarde porque ha- bia vuclto @ ot el tipico sonido de una lave que penetra en la cerradura La muger que entraba trasted un momen- to en la cocina, situnda junto a la puerta, y sacé la basura para que la retirara el porte- ro, Fue tan precipitado que no tuvo tiempo hi de extrafarse de que la criada no estu- viera en su sitio, aunque ya le sjustaia as cuentas ms tarde. Cuando recorrs el pasi= To hasta el salén, que estaba ihuminado, se sobresalté al vera aquel hombre que la mi- raba pldcidamente desde el soli. «:Quién es usted?», acerts a decir, «Soy inspector de Hacienda, Su marido esta detenito por un trafico de oro y divisas que hemos descu- bierto» Plano del piso de la calle Lope de Rueda, 57, con ia situacién en la que fueron encontrades los cuerpos de las tres personas que fueron muerta all Tercer asesinato ‘Aunque estaba al tanto de ls actividades no siempre claras de su marido, aquell le ex: ‘rafié. Not6 que crecia su desconfianza a pe- sar del aplomo con que el desconocido la es- {aba hablando. «¢Dinde est la criada?», pre- ‘unt, «Se lahan levado detenida dos com: paferos mis...». Pero ya Amparo Alonso, Ta duena de la casa, habia descubierto algo cextraio y amenazador en el gesto del hom Ene rose) ret) Eu Tannen a7 AU cre Sauer Baroy Saeco Pereerearceems ert} eats wrelacs tt secre cet Pete eet mercer feo ry aie rea Ce Sorts Eres per ory Sore eee Ree eae ee eceiie tener Pere) a3 ein, MADRID ‘finales de los aos 6, la capital de Es ‘aila, como todo el passe despegaba del ‘trauma de la guerra civil y caminaba ha- ia. desarrollo La vispera de los tres pr- ‘meros crimenes de Jarabo, 18 de julio, ‘100! aniversario del Glorioso Alzamien- to Nacional» como refloja la prensa de la paca, Francisco Franco, el jefe del Este do, habia inaugurado wa inmensa piscina ddol Parque Sindical la mayor de Espaian. Elalcalde de Madrid, conde de Mayalde, inauguré asimismo la placa Conde Valle de Suchill En las Venias habia sido el dia de la presentacién madrilefia de un tore- rolegendari: Curro Romero. Los espatio- les se regocijaban con el éxito de Fede- ico Martin Bahamontes en el viour» de Francia, donde habia ganado el Premio de Ja Montafia. Los almacenes «Manérw anun- ciaban oferta de ropa de caballero:trzjas de muselina, a 298 pesetas; pantalones, 128, Enla vecindad dela trasera del parque del Reto callesde Lope de Rueda y Sainz de Baranda, una zona de clase media y redial donde resiian y tenfan sus ta bajos las victimas, so ostaba desoncade- nando una tragedia que ocuparia los ti lares de los periddicos y la atencién de todos durante mucko tiempo, bre, Tal vez fueron aquellas manchas oscu- as, como sangre, en sus Topas ¥ no quiso oir més. Se dejé levar por el pinico. Salis cen una loca earrera hacia su alcoba, en bus ca de rego. Quiz4 si se hubiera diriido ha- cia la puerta habria conseguida abritia. Pe- ro el error le acabé costando la vida Jarabo siguis répido tras sus pasos, hasta aque ella cay6 0 se eché sobre la cama, asus tada, deshecha, lorosa. No la hizo esperar mucho. Desde que empezé la cartera en el salon empufibs la pistola, que dirigi desde ‘unos veinticinco centimetros hacia el occi- pital de la mules, y dispar6. Amparo murié fen el acto, recostada sobre su brazo dere- ‘ho, con as roils Nexionalas. En su loca ‘escapada habia perdido los pendientes, Cerca de as doce de la nache, a solas en el piso con los tres cadiveres, Jarabo se di- 1gi6 de nuevo al mueble bar y casi termin de goipe con la botela de ans. Luego repa- +6 en que tenia sapicaduras de sangre. Lo aa peor era la camisa y fue al cuarto de bano a asearse. All estaba lo que quedé de Emi- lo. Impresionado por su propia obra, inten- ‘Mii marido siempre andaba con su revélver y ‘dormia con él. No era la conducta de un borracho, era la condueta de un loco. UZ AIAREZ 16 apartarlo de su vista y, antes de cerrar la puerta del cuarto de bano, arrojs sobre el cadéver una toalla grande de bato yla funda de un camisén de sefora que tenia estam- pada la figura de una mufieca. Pero seguia habiendo sangre por todas partes. Jarabo pasé la noche en la casa. Aunque tenia as laves de Emilio no uiso ariesgarse fa que le vieran probindola, una a una, en cl portal. Tuvo tiempo de sobra para mirar por todo el piso y se apropié de algunos ob- jetos como la pulsera de oro de Amparo. Limpio todas las huellas dactilares que ha: bia dejado. Cambis su camisa manchada, que arrojé en el dormitorio, por una de Emilio, CCubrié a ta seftora con un edredén; y en el ccuarto de la criada movié el cuerpo de ésta, rompid la bata que vestia y dejé el cadaver cen una postura obscena. En su mente habia trazado la idea de disponer las cosas como silos muertos fueron el resuitada de una reu- nin desenfrenada que duré demasiado. Por ‘eso en el sal dispuso varias copas, una de elas marcada con carmin que primero se apl- 6 ena boca con una barra de Amparo para dejar la seal dels labios. Mas tarde se aco- cuerpo de Emilio Fernandez Diez caido en el ccuarto de batio do su casa, en la posioion en la que fue encontrado ‘cuando la policfa descubrié los cerimenes, Cadéver del otro ‘duefoo de la tienda de compraventa sJustor, Félix ‘épex Robledo, dquo fue hallado tendido en el suelo fen la trastienda del propio comercio. Amparo Alonso Bravo tue encontrada muerta recostada sobre la ccoleha do Ja cama de su dormitorio. Junto a sus manos estaba un guante que se quits al entrar de la calle, Retrato de estudio del dia de la boda de Amparo y Emilio. Cuando fueron asesinados llevaban muy pocos meses ccasados. Ella estaba embarazada, ‘mod para esperar alas nueve de la mana- 1a, hora en la que se abria el portal La mayor parte del da siguiente, domin- 1020 de julio, la pasé José Maria Jarabo en un estado de semiinconsciencia. Primero, ddurmiendo en el cine Carretas; después, har- Lindose de beber por fod la ciudad, con un paréntesis para lamar a casa de Félix Lé- pez Robedo con el finde asegurarse de que no se habia descubierto su hazaia. A as die de la noche se fue a dormir, totalmente brio, ala pensidn de la calle Escosura 21, piso cuarto, letra C. Cuarto asesinato Al dia siguiente, lunes 21 do julio, se levan- 16 muy temprano. A las ocho y diez minu- No sé si soy un psicépata o no. Ni me importa. Lo tnico que sé es que soy el autor de ‘cuatro muertes; dos quizas un poco mas justificadas, aunque, en realidad, ninguna puede serio. JOSE MARIA ABO) tos le vo el lechero Santiago Gil mientras ‘manipulaba en la cerradura de la puerta sera de la tienda de compraventa wJusfern, seguramente con ls laves de Emilio. A las siez menos cuarto debi6 Uegar al comercio Félix Lépez Robledo. Dentro le esperaba la muerte. Nada mis entrar y mientras toda via estaba de espaldas para cerrar tras de Paulina acompafiada de su novio, con el que pensaba casarse on breve. Sf, Jarabo le sujet6 y le descerrajé dos tiros, ‘uno al ldo del otro, con una identiad tal con los agujeros que habia hecho en los crineos de otras dos de sus vitimas, que las foren- ses informarian al tribunal que los cuatro ti- os «parecian de la misma marca», B} asesino se habia vuelto a poner perdi- dod sangre y cambi6 su traje por uno lim- pio, saques un poco la tienda y no encontrs nil anilo de brilantes ni fa carta de Beryl ‘Antes de marcharse hizo una lamada al ca ‘a del hombre que yacia muerto para inten- tar atraer al local a la compaiera de éste Angeles Mayoral, con el propésito de redon- dear su crimen eliminando a la tinica perso- tna que podria relaconarle con las muertes. Pero, para su desgracia, aquel era el dia de suerte de Angeles Mayoral 4s I nfo José Maria Jarabo ‘con pantal6n corto y gor, haciendo equilibrios sobre una sila fen un jardin que parece Edificio del Colegio de! Pilar, donde José Marla Jarabo cursé sus ‘primeros estudis. José Maria Jarabo estuvo marcado por una madre excesivamente protectora que accedié siempre a todos sus caprichos. A los 13 6 14 afios Hevaba en el bolsillo catorce o quince mil pesetas de la época, con las que invitaba a sus compaiieros del colegio del Pilar. A los 17 afios, a bordo del vapor Magallanes que le levaba a Puerto Rico, sufrié la primera gran intoxicaci6n etilica de su vida, que le produjo un ataque hepatitico. sé Marfa, Manuel, Pa- J blo de la Cruz, Jarabo ¥ Perer Moris (a famibia cambiaria con posterioridad el apellde por «Mortis» nacié el 28 de abril de 1923 en el piso segun- do derecha de a calle Sagasta de ‘Madi, hij legttimo de José Ma- ria Jarabo Guinea, de 30 ahos, y de Maria Teresa Pérez Mortis, de 22, Pue un parto dill del que el nifo se recuperd sin traumas. A los cuatro afios sorprendia 3 la famiia por su inteligencia y sensibilidad. Uno de ls episodios mds recordados de su infancia es ‘que podia reconacer los discos gramofénicos por simple tacto Afos mds tarde, casi al mismo tiempo que le diagnosticaban el padecimiento de una «incipiente ‘esquizofreria de tipo paranoiden, le atribuian una inteligencia de «a, superior a la normal Desde muy pequefo suri lati- rania de una sexualidad préctica- as José Maria Jarabo en una fescena familiar on los tiompos fon los que era aparentemente feliz. Con posterioridad su esposa revelaria los extraiios secretos del matrimonio. ‘mente insaciable: «Yo tenia un de sco bastante grande y necesitaba salir, pero mi padre no compren- 4ia.0.n0 queria comprender eston, cont a los psiquiatras que le tra- taro, El museo de los horrores Quizé el episodio mis dramatico de su adolescencia fue lo que pa- 6 en el domielio familar de Ar- turo Soria durante la contienda, José Maris tenfa 13 atos cuando estallé el canflictoy el hotelito de Ja calle Arturo Soria en el que vi va fwe tomado por una céhula anarquista que establecié abi una scheca». Aquello fue para él co- ‘mo la Visita un museo de los ho- rrores: los milicianos. mataban gente a tiros en el jardin, Eljoven. Jarabo presencis cémmo fe daban et tiro de gracia en la nuca a varios hombres, También en otros luge res de la ciudad pudo ver cosas te rribles como una cabeza cortada cexhibida en Ta punta de una pea La familia se salvé de acabar asesinaca por sus ideas derechis. tas gracias al hijo dela criada que tenfa buena amistad con un mil ciano de la CNT, Ramén Rojas Santa Ana, pero no pudo evitar la pérdida de gran parte de sus bie nes y propiedades El complejo del padre En 1940, para alvidarse de la gue~ rma y cuidar sus negocios all, la familia Jarabo-Pérez Morris se cembarca para Puerto Rico. SiJa rabo adora a su madre porque siempre le da todos los caprichos, de su padre no tiene la misma opi- nidn: «Era irascible y sidico — arma; mi padre maltrataba a mi madre, se recreaba haciendo su ftir ala servidumbre y azotaba a los perros hasta quitarles la vida, En busca de un modelo vitl, se fia en el hermano de su madre: ‘Mi tio padecta un alcoholism pa- reco al mio: brracheras de tres ‘y cuatro semanas sin parar, has- ta que se ponia enfermo y lo te- nian que evar en ambulancia. Ca- dda mes tenia que comprarse un ‘coche nuevo porque los destroza- a en sus borracheras. Este po- lo, que es el que me inici6 a mi, cera mi modelo. Yo veia en él un tipo admirable. Se levaba las mu- jeres de calle, Era elegante, gua- o, escritor. Lo que yo no encon- traba en mi padre, lo encontraba cen él», contaba José Maria a los psiquiatras, Jarabo no logr6 durante su in fancia ni tampoco durante su ado- lescencia centrarse on nade que supusiera un miiino esfuerzo «No posi estudiar —sejustifca ta, pol tension constant. Yo Ipalribuyo ala falta de una cirec- tri en casa, alos gritos cons- ‘antes; si madre me deja hacer Jo que me daba la gana ¥ mi pa- dre me castigaba cuando no debia hacerlo. aida de Jrabo fue por el mis ‘mo camino dela desu oy, aun- «que éste ograria corregise abra- zando una ides mistica que le le- ‘6 a dejar el loool yfordar ialesiaprotestante, el caso de su sabrino fue de mal en peor hasta legar al dtto. Foto de José Maria Jarabo tansmitida por el FBI (Federal Bureau of Investigation) a a olicia espatfola. Esto le sefiald como delincuente porseguido on Estados Unidos, a7 Benen tare (oe eae oa os Parag cn ea eer ine Cet an kcer gy Aree reper Test m Ee Se ono Caos Pei cc merce a CRs TE caa tg amorosas seria la espoleta de sus crimenes. compan de Joo Mas E Jano era devorendo pero Dien dos constates ear ‘caban su rumbo: el alcohol y las mujeres. Era, cops de hace crus con po one tn er, Simian ue muy pes, Trav sos das energie lege F- pee caer cma ce des ‘are Mas, a qo sr legtina cope cz en Poet in, Atl cmta el propo Jaa: preci da brac en cade ave cin, Al estaba tna de fei ii, Sllech oa al nde pty me quel essen eit cna dead el rina el dese La x cope Laz Aa, neces ire Sts Sis has ean aris. Se da un traje y salia a la calle. Poco después vol- vty ae cnaba neyo dee to. Me ete anda sbronae's iat pe alla Sg No coat ane no qua af tsar iran ales, Bt dea cca, me abe lar eal Mega ene tomb, y descended miso po rh eatar en cs, yi mari se haa dessin cou con sombre, en peta coal, con eines 92 pats cso, sto fo aca extn Contents sbi, No er conta de enborscin ea condas duno En cada hotel, pensién, cafeteria, que frecuentaba hay generalmente no una, sino varias mujeres con las que mantiene relaciones. Le agrada estar simultaneamente con varias. DOCTORES ALBERCA Y LLOPS Violencia y humillacién Enla vida cotiiana, Jarabo no dejaba de sor- prender a su joven esposa con episodios in comprensibles: «En més de una ocasin, al llegar la noche, se quedaba en la casa y se cuitaba la ropa, quedndose con el sombre: +o puesto, y caletines y zapatos, y camise: ‘ay calzonells, v se montaba en el palo de Dos camareros del Bar Chécala, José Jiménez Medina y Eugenio Esteban Estoban, fueron testiges on el juicio de Jarabe. Ambos coincidieron en sus declaraciones: ‘Se le vela con frecuencia acompaftado de mujeres guapas. Bebia abundante corvera y-cofiac. Le vimos alegre, pero nunca borracho.» una escoba y se ponia a correr por el bal- cn, 2 cabalito, ala vuelta redonda de la cae sa, Cuando él se daa cuenta de que yo lo estaba abservando, entonces se paraba so- bre el baled y amenazaba con que se iba a lanzar ée la barandas. Su conducta durante la vida conjugal es- tuvo lena de incdentes y asilo declararia su esposa en informe escrito al tebunal que ha- bia de juzgara Jaro: «Mi maride siempre andaba con su revélver y dormia con él de- bajo de la amohata, y en ocasiones de Ia ma yor inimidad, me amenazaba con el revélver», Las boras de convivencia serian tun abanico de sorpresas. El trato de Jara- bo, normalmente caballeroso y seductor con las mujeres, se converta de repente en un arrebato violento: «Muchas veces me pedia un vaso de agua —relata Luz Alvarez—.y al ‘yo dirselo, élo tomaba en la mano. me de- rramaba el agua en la cara y rompia el vaso ye! platlo contra el suelo. En suestra vida ‘matrimonial hubieron otros incidentes que i Dudor y recato no me permiten exponer ple- rnamente, pero que me levaron a la coneia- sién de que yo estaba easada eon un Joco, Habiéndole cogido terror, resolv, en lato 1948, interponer, como interpuse, deman- tae divarcion. Dos afios y siete meses después de Ix bo- da, José Maria fue condenado por un Gran Jurado a mueve anos de prisin por el delta federal de «transportar mujeres con props sitosinmarales»,asunto que habia erapeza- do unmes antes de laceremoniay qu habia continuado durante el matrimonio, La def ric jul de los cangossignifceb en rea liad que Jarabo habia establecido un laboratorio ftogrico al que Uevaba muje resa quienes entre nubes de alcohol y otras drogas, retrataba obscenamente Cuno algunas de esas mujeres se resis tin sus deseos, la golpeaba y malrataba. Al menos dos de elas, le denunciaron. Si ABR 43-NOV 56 290443 So casa con Lue Alvarez Mas, Ingresa en la prisién de Springfield (USA), Eb puesto en libertad bajo flanza de mil délares, Viale fa Nueva York Quebranta su libertad bajo Jianza y se embarca en un avi de Iberia que le lleva 2 Madrid ‘Bu el libro offciat de la casa de compraventa s[usten, td anatada la xecepetén dd la sorta de brillanies de Beryl Martin Jones, entrageda por José Jaime Jarabo Mendoza» 105.46 M49 20550 2156 TAWTO SYHOFI a9 COCHES Y DROGAS Enlosalios cuarenta abo forma ckard-180» colisiond contra un a parte de la minaria privilegia _»Chevzolet al que dobl6 por lami da de j6venes espaficles que po- tad. la velocidad era otra de sus ddan disirutar de la sensacton de aficiones. En Madrid, en los aos lberad de peseer inautomérl. cnevens sq serdo un adlan 1a fortuna familiar y el hecho de tador utizaba vehicules lujosos y residiren Puerto Ricolefacilizban consumia sustancias que no se elprurtode serun adelantado.En pondrian de moda hasta muchos | Taf) suis un accidente grave al atios més tarde. Era consumidor | volante: ese un vOldsmabiler de opio, cocaina, morina y ence ccontra un drbol. Perdié el conoci- rina. En su equipaje habla erin rmiento durante una hora. Losmé- guilas hipodérmicas. Habrian de dicosle administraron morfina, lo pasar al menos diez aios para que ‘quele empujéala drogadiccién. _emperara a hablarse entre los 36- En 1944 conduciendo un ePar- venes de la cultura de la droga | Jarabo despidié el allo 1957 conando con esta bella mujer la noche del 31 de diciembre. Para recordarlo, ‘erdenaron esta foto que eva el sello de «Frias Hos, Brot6n de los Herreros, 58, El fiscal de la causs, Elouterio Conailes Zapatero, que hizo un contundente relato de los hechos, ‘guiendo ol informe de los psiquiatras de la defensa, los dactores Alberca y Llopis, pe: de determinarse que la existenci cotiiana de Jarabo se desenvuelve desde que tiene uso de razén entre juergas, ras, Wicos de todas clases y conquistas amorosas, «a me: ‘nude coeténeas, sin ninguna consideracion ala condicién de las mujeres El engano de Dax «Es unimpenitente juerguista toxicémano, ppendenciero, mujeriego, sin ninguna afcién PALMA BE MALLORCA JAIME MARTIN VALMASEDA al trabajo, sin ningin respeto ni considera cin alos dems. Resaltan ahi sus repetidas broncas, su egofsmo y su frialdad impresio nantes» La demostracin de que esta dispuesto a todo por conseguir ala mujer que en cada ‘momento desea, es la estratagema que uti- liza cuando en el aio 1952 una de sus con- quistas se resiste a entregirsele sin pasar antes por la vicaria. Con un enorme desca ro, José Marfa monta na flsa boda en al calidad francesa de Dax donde cantrata los servicios de un refugiado espafiol que tenia Una de las tarjetas que se hizo para respaldar su ‘alsa personalidad cuando se daba 2 3 conocer como [2 médico 2 psiquiatra. 5 Habla adoptado 5 el nombre de ‘E Jaime Martin J Valmaseda. UN MUNDO CRISPADO Sener se eee ect Perr eser eras Petree ise ce ere aera Bsc Peet Getemgun vert taral mundo ala taun punto de ebulicién, Kruschef pro Poo ccats tario general de las Naciones Unidas y Brecon eet mot Cord es si Pee arenes ner eae iT es ener Peete rant Catron tesa cenlalectura. Ota de susaiciones eran los pitea ster estudios de sacerdote. Aprovechando la finca de unos conocidos suyos, improvisa una la de ceremonias, donde oficia el refugiado, disfrazado de cura. La pareje se da el «sir ante el altar, se celobra cl feliz acontecimien- toon vivas a las navies, lcoces y besos. y Jarabo consuma sus propositos en la no che de bo by tive acess 3335887 Comet: een ee au eens Pere que ella nunca podria sa Ss ere poe rec Peery mos Bl asacerdotes recibi6 del unovion tres- cientos mil francos, pero ya se ha dicho que a Jarabo no le asustaba el precio que debia pagar por una mujer. Su osadta no tenia Ie mites. ne aspecto amoroso, los estudiosos de su easo le comparan con don Juan Tenorio ¥¥ con Giacomo Casanova. Como estos dos Jarabo con una de gus amigas cen diciembre de 1987 tencia con ella me eyettic tac de su adorado waimen WOue el di Peer sae eek cee ere ae errr eters ie prercriea Peer eee tas personajes, vive gestando sin cuento y sal: tando de wa a otra aventura: «Bn una se~ mana le daba yo aire trescientos 0 ‘euatrocientos délares dre) y me legaba répidamente, No son quin- ce millones de pesetas los que he gastado «estos aios (1950-1958), pero muy cerca Sy. A Jarabo le daba igual lo que tuviera que ha- cer para saciar sus impulsos. Ast lo sefala In investigacién de los doctores Alberca y opis que se remontaa su esidencia en los tados Unidos: «Se casé con una sefora que previamente se habia divorciado con ese fin de su marido; pero pronto dejé a la se ‘ora plantada y se fue con an matrimonio, compattiendo su videw Estar todo el dfa con sefioras es normal para mi, lo aguanto perfectamente. Cuando estoy con una mujer guapa, se me olvidan las cosas. JOSE MARIA JARABO [Aquella experiencia terming al cabo de tres meses, cuando las cosas se pusieron feas: ‘21 marido estaba muy alterado y habia mo- vimientos del FBI —cuenta Jarabo—. Me fai La Habana, Estuve tres meses en La Ha- bana y a finales de 1950, vine a Espafan. Aqui, sus fos de falda fueron incontables, Slo tres dias después de haber bajado del avid, conoce a una mujer con la que alter- na, Gregoria Rioja. Como ésta no accede @ sus exigencias, la golpea hasta dejara sin sentido. La mujer lo demuncia al juzgado, ‘Tiempo después convive con una sibditasui- 2a, Constance Dupont, que tambien presenta ‘denuncia por malos tratos y esiones. Segin Constance, durante el periodo que hizo vi- da intima con él, Jarabo la amenaz6 varias, ‘veces con una pistols. José Marfa escribié 2 su admiredo tio de Puerto Rico que en Ma- did sas juerges eran horrorosas» Abandono en la carretera Bn jlio de 1955, dentro de was aberraci: nes en las que se enfanga», recoge en el ‘magnifico coche que conduce a una prosti- tuta de la via piblica con la que pasa la no- che. A la mafana siguiente la leva a pasear por la carretera de La Coruna, De vuelta a Madrid le solcita favores extras, surgidos de sas fantasias sexuales que padece can una frecuencia inustada», que dria el puertorr- quefio doctor Massanet. La mujer no con- cede a Jarabo lo que éste le solicita y él la El entonces inspector Antonio Viqueira Hinojosa,que realizé una Iminuciosa inspeccisn cular do Jos escenarios del crimen. ‘golpea, Je quit el dinero y la arsoja del eo che en marcha, abandondndola en la carre- tera Las mujeres sienten una irresistible atrac- dn por José Maria a pesar de lo que éste las hace y de que, segtin el doctor Massa et, es hisicamente un ser sinafectuoso, con tun rasgo de autosuliciencia y agresivided. Pero Jarabo sabe mostrarse con frecuencia temo, atento y complaciente. Algunas le aman con una entrega total. 0 asi se lo es- crinen: «Te amaré por todo lo que resta de nuestras vias, te juro amor eterno. Nadie pods ocupar tu intimo asilo», Beryl Martin Jones. «Te quiero todo fo mis que se pue- de», Marisol, «Sabes que soy la inica per- ‘ona que tienes atu lado leal y desinteresa da, Sabes que te quiero, Teresa». Jarabo sa bia levantar, en sus enamoradas, pasiones ‘an volcnicas como las que era capaz de sen- tir por ella Del hecho tiene constancia hasta el inspec tor Antonio Vigueira Hinojosa, uno de los po- licias claves de la investigacin: «Las novias, de Jarabo? Bueno, novias, noviss... Eran muchachas que frecuentaban un ambiente social, Jarabo era un hombre galante, agra- dable, elegante. Tenia amistades a monto- nes, Era marcadamente varonil, de buena presencia, Vestia muy bien. Tenia atractivo fico y trato cordial. Légicamente esas no- vias cedfana su conversaciin amena porque hasta entonces él tenia una peligrosiad oct! ta, latenter. No existe una versin exacta que explir que los detalles del matio orden en que Jarabo llevé a cabo os asesinatos. Elabo-

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