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Los procesos cognitivos son aquellas reglas transformacionales a través de las que los sujetos seleccionan la
información que finalmente será atendida, codificada y almacenada para su posterior recuperación cuando
sea necesaria. Normalmente para realizar esta tarea nuestro cerebro se basa en la utilización de heurísticos,
que son unas reglas que sigue el cerebro de manera inconsciente cuando se le plantea un problema,
reformulándolo para transformarlo en uno más sencillo de resolver de manera prácticamente automática.
>> Artículo relacionado: Cómo los sesgos cognitivos afectan a nuestras decisiones diarias
Sin embargo, este proceso puede dar lugar a sesgos cognitivos, que pueden ser de índole negativa. Cuando
estos sesgos negativos hacen referencia a problemas emocionales es a lo que Aaron Beck (1967) llamó
distorsiones cognitivas. Estos esquemas negativos típicos de las personas depresivas les llevan a cometer
una serie de errores de procesamiento de la información, que le permitían afianzar la validez de sus
creencias irracionales y manteniendo así su estado depresivo.
Beck (1967) diferenció primeramente 6 distorsiones cognitivas, pero fue en 1979 cuando Beck et al., las
ampliaron a 11:
Finalmente, de entre todas las aportaciones tanto de Beck (1979) como de otros autores como Freeman y
DeWolf (1992) o Freeman y Oster (1999), Yurica y DiTomasso (2004) recogieron las 17 distorsiones
cognitivas más frecuentes para los terapeutas y psicólogos cognitivos presentes tanto en pacientes con
depresión como en pacientes con otros trastornos. A continuación las explicamos y damos algunos ejemplos
de cada una de ellas:
1. Inferencia arbitraria. También denominada como “saltar a las conclusiones”. Es el proceso de obtener una
conclusión negativa en ausencia de un evidencia empírica que la pueda avalar de forma
suficiente. Ejemplo: “No voy a aprobar el examen porque soy un desastre”.
2. Catastrofismo. Se da lugar cuando se evalua una situación con el peor resultado posible, tanto de lo vivido
como de lo futuro. Ejemplo: “Es mejor que no haga el examen porque lo suspenderé y seré lo peor”.
3. Comparación. Cuando se produce una tendencia a compararse con los demás de manera que se llega a la
conclusión de que se es mucho peor que los demás. Ejemplo: “A pesar de que estudio no consigo sacar
mejores notas que mi compañero”.
4. Pensamiento dicotómico. Es decir, cuando el pensamiento o es blanco o negro. Se colocan las experiencias
propias o de los demás en categorías que solo tienen dos opciones opuestas (bueno/malo;
positivo/negativo; posible/imposible). Ejemplo: “Si no saco un 10 en el examen seré un perdedor”.
5. Descalificación de lo positivo. Cuando se descalifican las experiencias o rasgos positivos de la persona.
Ejemplo: “Aprobé el examen, pero fue de suerte.”
6. Razonamiento emocional. Cuando las opiniones son formadas sobre uno mismo basándose solo en las
emociones que experimenta el sujeto. Ejemplo: “Tengo miedo a subir al avión, es muy peligroso volar” o “No
voy a tocar a ese perro, los perros muerden”.
7. Construcción de la valía personal en base a opiniones externas. Cuando mantenemos una valía personal en
función de terceros. Ejemplo: “Mi entrenador me dice que son muy malo con el balón, seguro que tiene
razón” (espero que ningún entrenador le diga eso a un niño) o “Mi novio dice que soy tonta, seguro que
tiene razón”.
8. Adivinación. Pronosticar un resultado negativo, una emoción o un acontecimiento futuro y creerse esas
predicciones como verdaderas. Ejemplo: “Estoy seguro de que aunque estudie me pondré nervioso en el
examen” o “seguro que fallo el penalti”.
9. Etiquetado. Cuando una persona se etiqueta a uno mismo o a otros de forma peyorativa. Ejemplo: “Soy
feo”, “Soy el peor jugador del mundo”.
10. Magnificación. Tendencia a exagerar lo negativo de un rasgo, situación, acontencimiento o persona.
Ejemplo: “He fallado el penalti decisivo, se acabó mi carrera deportiva.” o “No le ha gustado el regalo
sorpresa, seguro que me deja”.
11. Leer la mente. Cuando una persona cree que otra está pensando negativamente en ella sin evidencia de
ello. Ejemplo: “Mi padre piensa que soy un inútil, aunque no lo diga”, “El entrenador en el fondo no confía
en mí”.
12. Minimización. Proceso por el cual se minimiza o quita importancia a algunos sucesos, rasgos o
circunstancias. Ejemplo: “Me ha dado un beso de buenas noches pero podría haberme dado más”, “me han
llamado tres veces para salir pero podrían haberme llamado más veces”, “Solo me ha regalado una flor, no
me quiere”.
13. Sobregeneralización. Se trata de extraer conclusiones basándose en unas pocas experiencias o aplicarlas a
una gama de situaciones no relacionadas. Ejemplo: “Se me ha quemado la comida, nunca sabré hacer nada
correctamente”, “No me han pasado el balón para marcar, seguro que tampoco quieren quedar para ir al
cine”.
14. Perfeccionismo. Cuando se realiza un esfuerzo constante por que una representación interna o externa de
perfección se cumpla sin examinar si es razonable, muchas veces por evitar una experiencia subjetiva de
fracaso. Ejemplo: “Para no marcar gol, mejor ni juego”, “Si no me sale la comida perfecta es mejor ir a comer
fuera”.
15. Personalización. Cuando se asume una causalidad personal a una situación, evento o reacciones de otros sin
que haya evidencias que lo apoyen. Ejemplo: “Pepe y Manuel se están riendo, seguro que es de mi”, “La
profesora me mira mientras corrige, seguro que me suspende”.
16. Abstracción selectiva. Proceso de focalizarse solo en un aspecto, detalle o situación negativa, de manera
que se magnifica su importancia poniendo la situación entera en un contexto negativo. Ejemplo: “Soy lo
peor, he perdido la goma de borrar”, “Seguro que suspendo, se me ha olvidado el bolígrafo de la suerte”.
17. Afirmaciones con “Debería”. Son las expectativas o demandas internas sobre las capacidades o habilidades
personales o de otros, pero sin analizar si son razonables en el contexto en el que se dicen. Ejemplo:
“Debería haberse dado cuenta de que estaba mal y no seguir preguntándome”.
Referencias bibliográficas:
Beck. A.T., Rush, A.J., Shaw, B.F. y Emery, G. (1979). Cognitive Therapy of Depression. The Guilford Press. Nueva York. Publicado en castellano en
Desclée De
Brower, 1983.
Yurita,C.L. y DiTomasso, R.A. (2004). Cognitive Distorsions. En A. Freeman, S.H. Felgoise, A.M. Nezu, C.M. Nezu, M.A. Reinecke (Eds.), Encyclopedia of
Cognitive Behavior Therapy. 117-121. Springer
¿Qué son las distorsiones cognitivas?
Las distorsiones cognitivas son aquellas maneras erróneas que tenemos de procesar la información, es
decir, malinterpretaciones de lo que ocurre a nuestro alrededor, generando múltiples consecuencias
negativas. Las personas que padecen depresión tienen una visión de la realidad en la que las distorsiones
cognitivas juegan un papel principal.
En mayor o menor medida, todos podemos presentar alguna vez, algún tipo de distorsión cognitiva.
Saber detectarlas y analizarlas, nos ayudará a tener una mente más clara, desarrollando actitudes más
realistas y sobre todo, positivas. Os presentamos a continuación cuáles son las distorsiones cognitivas más
importantes:
Personalización
Por ejemplo, el hijo de Ana, ha realizado un examen y ha suspendido. Ana piensa que ha fracasado en la
educación de su hijo, que ha cometido algún error porque si lo hubiera hecho bien su hijo hubiese
aprobado.
Se filtra lo negativo, lo positivo se olvida. María ha hecho para su cumpleaños una tarta de queso, y ha
invitado a nueve amigas. A casi todas les gusta el pastel de María, excepto a Laura que dice que la
mermelada que lo cubre no está demasiado buena. María se siente mal y piensa que la tarta es un desastre.
(Sólo se ha quedado con lo negativo, ha omitido totalmente los aspectos positivos).
Sobregeneralización
La sobregeneralización es la tendencia a creer que si algo ha ocurrido alguna vez, ocurrirá otras
muchas veces. Por ejemplo, a Pedro le ha dejado Sonia después de dos años y medio de relación. Pedro
piensa “nadie más me querrá”, “nunca encontraré a nadie que quiera estar conmigo”.
Maximización y minimización
La distorsión cognitiva conocida como Maximización y minimización consiste en magnificar los errores
propios y los éxitos de los demás, y minimizar los propios éxitos y los errores de los otros. Por
ejemplo: “Me dan igual los éxitos que haya logrado en el pasado, ya no tienen importancia. Lo que importa
ahora es que he cometido ese grave error.”
Pensamiento polarizado
El pensamiento polarizado consiste en valorar los acontecimientos de forma extrema, sin tener en
cuenta los aspectos intermedios. Ver las cosas blancas o negras, falsas o verdaderas.
Por ejemplo, “Si no consigo que este trabajo quede perfecto no habrá servido para nada el esfuerzo, será
un desastre” o una persona que no encuentra trabajo que piensa “soy incompetente e inútil”. Es una de las
distorsiones cognitivas más utilizadas en las discusiones con los demás cuando empleamos términos como
“siempre”, “nunca”, “todo” o “nada”.
Razonamiento emocional
El razonamiento emocional se refiere a la suposición, por parte de las personas de que sus emociones
reflejan como son las cosas. Creer que lo que se siente emocionalmente es cierto necesariamente.
Si una persona se siente irritada es porque alguien ha hecho algo para irritarle. “Me siento incompetente,
luego soy incompetente” o “Lo siento así, por consiguiente tiene que ser verdad”.
Los “debería” o “tengo que” son creencias rígidas e inflexibles acerca de cómo debería ser uno o los
demás. Las exigencias centradas en uno mismo, favorecen la autocrítica, mientras que las dirigidas hacia los
demás favorecen la rabia, la ira y la agresividad.
Algunos ejemplos pueden ser, “debería haber sido más atenta con mi marido y así no me hubiese dejado”,
“No debo cometer errores”, “los demás deben actuar bien conmigo” o “tengo que gustar a todos”.
Inferencia arbitraria
Otros tipo de distorsión cognitiva es la Inferencia arbitraria que consiste en dar por hecho
determinadas suposiciones, aunque no exista evidencia por ello. Hay dos formas de hacerlo:
Adivinación del pensamiento. Creer saber lo que piensan los demás y por qué se comportan de la forma que
lo hacen. “Lo que quiere es ponerme nervioso”, “Lo que quiere es reírse de mí”, “Siente pena por mí” o “ella
está contigo por tu dinero”.
Adivinación del futuro. Esperar que las cosas salgan mal, sin permitirse la posibilidad de que sean neutras o
positivas. “Voy a suspender”.
Etiquetación
«Etiquetas» peyorativas para describirse a uno mismo, en lugar de describir los hechos o cualidades
con exactitud también es otra forma errónea de pensamiento. Por ejemplo, “Soy un inútil” en lugar de
“He cometido un error pero a veces no lo cometo”. Ahora que las conocéis, trabajar con ellas, es lo más
importante. ¡Adelante!
Los 8 tipos de distorsiones cognitivas
¿Qué clases de distorsiones cognitivas existen y cómo logran engañarnos?
Sabemos desde hace tiempo que no son los acontecimientos en sí mismos los que desencadenan nuestras
emociones sino la interpretación que hacemos sobre ellos. Es decir, cómo los percibimos y de qué modo
los interpretamos.
Detrás de cada sentimiento de tristeza, rabia, miedo o angustia puede haber un pensamiento que está
ocultando o disfrazando la realidad. Es por ello que en ciertos trastornos como la depresión, la ansiedad o
las fobias, las distorsiones cognitivas juegan un papel principal.
En este artículo explicaremos cuáles son los tipos de distorsiones cognitivas más frecuentes y en qué
consiste cada una de ellas.
Por tanto, es de vital importancia pararse a pensar en la validez de estos pensamientos, ya que podríamos
estar sufriendo por causas irreales.
La mente humana es muy compleja y en ocasiones nos perdemos en ella y no somos capaces de
diferenciar realidad de ficción.
Las distorsiones cognitivas son interpretaciones erróneas de la realidad que llevan al individuo a
percibir el mundo de manera poco objetiva, además de disfuncional. Se presentan en forma de pensamientos
automáticos y desencadenan emociones negativas que dan lugar a conductas no deseadas o desadaptativas.
De este modo se genera un bucle, porque estas conductas disfuncionales acaban reforzando los esquemas
cognitivos que las generaron, de manera que la dinámica se mantiene o incluso intensifica.
Se expresan a menudo en términos de imperativos categóricos: “tendría que”, “debería”, “he de…”.
Se vivencian como espontáneos, aparecen de repente en la mente sin ningún desencadenante aparente.
Son mensajes breves, específicos y discretos y a menudo se presentan en forma de imagen visual.
Son aprendidos.
Existen un gran número de errores cognitivos en los que las personas caemos una y otra vez. A
continuación describiré algunos de los más frecuentes, con un ejemplo para que sea más sencillo
comprenderlos.
A raíz de un caso aislado generalizar una conclusión válida para todo. Ejemplo: “Juan no me ha escrito,
la gente siempre se olvida de mí”.
2. Abstracción selectiva
3. Inferencia arbitraria
Emitir juicios o extraer conclusiones de manera rápida o impulsiva, basándonos en una información
incompleta o errónea. Ejemplo: “me dice que no para hacerse la dura, las mujeres son así”.
4. Sesgo confirmatorio
Tendencia a interpretar la realidad de manera que confirme nuestras creencias previas. Ejemplo: “me
he equivocado, si es que ya sabía que yo no sirvo para esto”.
Pensar que en un futuro los problemas mejorarán por sí mismos sin tomar una actitud proactiva. Ejemplo:
“mi jefe me está explotando, pero estoy tranquilo porque el tiempo pone a cada uno en su sitio”.
6. Lectura de pensamiento
Presuponer las intenciones o cogniciones de los demás. Ejemplo: “me miran porque estoy haciendo el
ridículo”.
Creer saber cómo será el futuro y actuar conforme a ello. Ejemplo: “no voy a ir a esa entrevista de
trabajo porque sé que no me van a contratar”.
8. Personalización
Suponer que todo lo que la gente hace o dice tiene que ver directamente con uno mismo. Ejemplo:
“Marta tiene mala cara, debe de estar enfadada conmigo”.
Existen técnicas en psicoterapia que inciden directamente en este tipo de distorsiones, y son las
llamadas técnicas de reestructuración cognitiva. En ellas, el profesional ayuda al individuo a identificar las
creencias erróneas que ha desarrollado hacia el mundo, y posteriormente ambos trabajan juntos para
desarrollar pensamientos y formas alternativas de interpretación de las situaciones.
Así, el psicólogo ayuda a que la persona aprenda a cuestionar la validez de sus propios esquemas
cognitivos y a sustituirlos por pensamientos alternativos más realistas, que le harán sentir emociones más
positivas y por tanto que serán favorables a la hora de tener conductas más útiles para vivir en mayor
armonía con su entorno.
LAS DISTORSIONES COGNITIVAS
Las distorsiones cognitivas son esquemas equivocados de interpretar los hechos que generan
multiples consecuencias negativas: alteraciones emocionales como consecuencia de la perjudicial
creencia en los pensamientos negativos, conflictos en las relaciones con los demás donde es posible
que las interpretaciones erróneas generen conflictos, o en la manera de ver la vida dando lugar a
una visión simplista y negativa.
Distorsión nº 6: Se agrandan las cosas negativas y Repasa o haz una lista con los
no se perciben o se desvalorizan aspectos positivos de ti, de los
las positivas en uno o en los demás, o de tu vida.
demás.
El negativismo Haz un cálculo de las
Una forma característica del probabilidades o porcentajes
negativismo es la realización de reales tanto de los aspectos,
presagios y predicciones rasgos o hechos negativos
negativas: “seguro que no como de los positivos (la
aprobaré”, “cuando tenga que probabilidad de que el examen
acudir a la cita, seguro que caigo me salga bien es de un 30%, y
mal”. mal, un 70%).
Distorsión nº 8: Las cosas son tal y como nos Esta distorsión es muy común
hacen sentir. Si me siento un y deberás estás muy alerta para
perdedor, es que lo soy, si me que tus sentimientos no te
siento poco atractivo, es que lo engañen.
El razonamiento emocional soy, si otra persona me hace sentir
odio es porque es odiosa. Por tanto, siempre que te
sientas mal es una buena
oportunidad para reflexionar si
estás haciendo un
razonamiento emocional de
tipo distorsionado.
Emplea la reflexión y el
razonamiento objetivo cuando
te sientas muy cargado de
emociones, ya que estas te
pueden estar mintiendo.
Distorsión nº 10: Creer saber lo que piensan los Las opiniones que puedas tener
demás y porqué se comportan de sobre los demás son hipótesis
la forma en que lo hacen: “ella que tendrás que comprobar con
está contigo por tu dinero”, evidencias y confirmaciones.
La lectura del pensamiento “piensa que soy un inmaduro”, “lo
(proyección o que quiere es ponerme nervioso”, Duda de tus opiniones hasta
interpretación del “lo que quiere es reírse de que tengas claras
pensamiento ajeno) mí”, “piensa que soy un confirmaciones de ellas.
estúpido”.
Distorsión nº 11: Pensar que todo lo que la gente Prueba y comprueba que los
hace o dice tiene que ver de comportamientos de los demás
alguna manera, para bien o para tienen algo que ver contigo.
mal, con uno.
La personalización No se deben sacar
Por ejemplo, si a un amigo lo conclusiones a no ser que
vemos con mala cara pensamos tengamos evidencias claras y
que estará enfadado conmigo por pruebas razonables.
algún motivo, “algo le habré
hecho”.
Distorsión nº 12: Se escoge algo negativo de uno, Cambia los motivos donde se
de los demás o de las concentra tu atención.
circunstancias y se excluye el
resto: un empresario ha tenido Si son motivos de pérdida o
El filtraje (o atención éxito en el 90 % de sus negocios, abandono, centra tu atención
selectiva) pero está obsesionado por en todos aquellos que suponen
aquellos en los que ha fracasado. atención, afecto o valoración.