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Matrícula: 181769
Correo: al181769@univim.edu.mx
Dentro de la medicina Griega el principal exponente es Hipócrates de Cos (460 a 370 a. C.), el cual se
considera hasta la fecha el “Padre de la Medicina” y también el “Padre de la Biología”. Según la tradición
se dice que descendía directamente de una estirpe de magos de la isla de Cos (actual Grecia) y que
estaba directamente emparentado con Asclepio (hijo del Dios Apolo y de la mortal Coronis, princesa de
Tesalia)
En sus textos se defiende la concepción de la enfermedad como un desequilibrio entre los llamados
humores líquidos del cuerpo, es decir, la sangre, la flema, la bilis amarilla o cólera, y la bilis negra o
melancolía.
Ha sido considerado como el médico más grande de todos los tiempos y basó su práctica en la
observación minuciosa y el estudio del cuerpo humano, además de tomar en cuenta el historial clínico
de los enfermos.
Rechazó las ideas de sus contemporáneos que consideraban que la enfermedad era producida por
supersticiones, como la posesión por espíritus demoníacos o la caída del favor de los dioses, y sostuvo
que la enfermedad tenía una explicación física y racional.
Hipócrates sostenía que el cuerpo debe ser tratado como un todo y no como una serie de partes.
Además mantenía que el proceso de la curación natural podía obtenerse por medio del reposo, una
dieta adecuada, aire fresco y limpieza corporal. Fue el primer médico que tuvo la idea de que los
pensamientos, ideas y sensaciones provenían del cerebro y no del corazón como muchos creían.
Los discípulos de Hipócrates utilizaban el sentido común al tratar a sus pacientes y tenían buenas dotes
de observación. Estaban convencidos de la importancia de la limpieza tanto en los pacientes como en
ellos mismos, los médicos. Se atenían a reglas de sentido común para detener hemorragias, limpiar y
tratar las heridas, reducir fracturas, evitando cualquier extremo y prescindiendo de ritos mágicos
En el campo de la ética de la profesión médica se le atribuye el célebre juramento que lleva su nombre,
que en general es un juramento de respeto para aquellos que impartieron su conocimiento de la
medicina y para los pacientes, así como la promesa de tratarlos con el mejor conocimiento médico.
En un principio era un juramento que debían hacer aquellos que pretendían estudiar Medicina, antes
de recibir el conocimiento o el entrenamiento; pero en nuestros tiempos se realiza al momento de
graduarse como Médicos en casi todas las Escuelas de Medicina alrededor del mundo.
Dentro de los médicos más importantes de los siglos I y II d.C. además de Galeno de Pérgamo, fueron
el romano Aulo Cornelio Celso, que escribió una enciclopedia de medicina; el médico griego Pedanio
Dioscórides, el primer botánico médico científico.
El médico griego Areteo de Capadocia, discípulo de Hipócrates; describe las enfermedades clásicas
como la tuberculosis, la difteria y la epilepsia; para él la Diabetes es una enfermedad fría y húmeda en
la que la carne y los músculos se funden para convertirse en orina. Fue él quien le dió el nombre de
Diabetes que en griego significa Sifón, refiriéndose al síntoma más llamativo por la exagerada emisión
de orina. Él quería decir que el agua entraba y salía sin quedarse en el individuo.
El anatomista griego Rufo de Éfeso es autor de un tratado de dietética, patología, anatomía, y
terapéutica (Artis Medicae Principes) y además célebre por sus investigaciones sobre el corazón y los
ojos.
Sorano de Éfeso, ortopedista griego que recogió información relativa a la obstetricia y la ginecología,
en apariencia basada en la disección humana, y que distinguió las enfermedades por su sintomatología
y evolución. También autor de la primera biografía conocida de Hipócrates.
En lo personal creo que tanto los grandes médicos griegos como los romanos aportaron mucho al
conocimiento del ser humano y la medicina alternativa, sin embargo como todo, hemos evolucionado y
actualmente contamos con más información y más adelantos científicos que nos permiten prevenir y
curar mejor, sin tantos efectos secundarios.
Referencias: