Você está na página 1de 2

ESTRELLA DE INSTAGRAM

Thalía cumplió
LIMA,
LUNES 27 DE
47 años en
AGOSTO DEL
2018
pleno renacer
en las redes
sociales PÁG. 8
ROLLY REYNA

La escritora
Carmen Ollé
recuerda al
poeta Enrique
Verástegui, su
pareja durante
muchos años,
a un mes de su
fallecimiento.
[PÁG. 2]

CRUZAR LOS
EXTRAMUROS
-2-
Tema del día lunes 27 de agosto del 2018

ARCHIVO PERSONAL
en el Distrito XVI, un barrio
Fotografía familiar residencial, en las buhardi-
de Enrique llas de un séptimo piso. Esos
Verástegui junto cuartos estaban destinados a
a la poeta y autora las empleadas del hogar, pero
de este artículo, los parisinos los alquilaban a
Carmen Ollé, y la hija los extranjeros. El edificio de
de ambos, Vanessa la calle George Mandel, por
Verástegui. ejemplo, ubicado cerca de la
PlazadelTrocadero,eraenor-
me y las habitaciones las ocu-
paban africanos o españoles.
La mayoría de poetas y pinto-
res peruanos tenía un cuarto
en el séptimo piso de ese ele-
gante predio.
Se organizaban recitales
en locales prestigiosos como
la librería Shakespeare and
Company, charlas intermi-
nables, partidos de fútbol en
el Bois de Boulogne, peregri-
nacionesalatumbadeVallejo
en Montparnasse y tertulias
hasta el amanecer.
Enrique y yo escribíamos
y trabajábamos en aquello
que se nos presentara: él en
alguna feria como vigilante;
yo, limpiando casas. Vanes-
sa se quedaba en la Escuela
Maternal, donde había in-
gresado desde los tres años
y donde podía permanecer
incluso en días feriados hasta
las seis de la tarde.
En los años ochenta la co-

El ángel con
rolly reyna
lonia peruana se dispersó
y regresamos a Lima, justo
cuando estallaba la violencia
de Sendero Luminoso. Mu-

guitarra y las
cho antes de eso, a mediados
de los 70, cuando supe que
había empezado a escribir su
maravilloso “Monte de goce”
en un hospital, percibí que

alas desplegadas
estaba frente a un verdade-
ro ángel. Yo ya había leído
sobre los dramáticos desti-
nos de Nietzsche, Van Gogh,
Hölderlin y Trakl. Y Enrique
pertenecía a esa grey. Creo
que por eso nuestros cami-
nos se bifurcaron: él necesi-
filósofo y matemático. taba más, todo un mundo de
Enrique Verástegui Entonces éramos jóvenes
y solo pensábamos en el amor
lectores, que felizmente tuvo
en los últimos diez años de su
y en la poesía, aunque la polí- vida, cuando su fama empe-
A un mes de su fallecimiento, un tica en los años setenta, bajo zó a crecer, especialmente
sentido recuerdo del poeta peruano. el influjo de las revoluciones
soviética, china y cubana, fue
entre los jóvenes.
Dejamos de vernos duran-
Un texto que habla sobre el amor, el determinante en la concep- te mucho tiempo hasta que
desarraigo y el desborde creativo de ción del mundo y el rechazo
al capitalismo entre los inte-
nació Stéfano, nuestro nie-
to querido, en el 2007. Aho-
un autor inigualable. lectuales peruanos. Los cafés ra recuerdo que el último li-
delCentrodeLima,dondepa- bro que le presté en junio, un
sábamos gran parte del tiem- mes antes de que falleciera,
lastareasdomésticas.Suvalo- po de enamorados –y que no fue “Alexandr Blok” de Nina

C
CARMEN OLLÉ
racióncomocreadorexigíade tenían nada que envidiar a La Berberova. Le gustó mucho
parte del lector una califica- Rotonde o al Café de Flore de e incluso escribió un artícu-
onocí a Enrique ción superior; en ese sentido, París–, se repletaban de ar- lo sobre esta obra. Al dárselo
Verástegui, el án- Enrique podía ser abruma- tistas, diletantes nocturnos y El poeta, hace un año, captado en Cañete, la ciudad donde creció. por el Día del Padre, me dijo:
gel de los cabellos dor si alguien no era también políticos trotskistas. Muchos “Es uno de los mejores libros
crecidos –como un gran lector o lectora de la andaban con su librito rojo de hón había una biblioteca bien que me traes”. Por eso me ex-
se reconoce en sus poemas–, tradición lírica occidental y Mao y eran seguidores de la surtida. Subíamos por la ca- trañó que me lo devolviera
cuando él tenía 25 años y ya oriental. Fue su madre, do- revista literaria francesa “Tel rretera a pie para pedir pres- después de leerlo con avidez.
había publicado el notable ña Romelia, quien despertó Quel”, fundada por Philippe “Me tados libros, aunque ya ha- Generalmente los textos que

da la noche tonteando por La hechizaron sus


poemario “En los extramu- en él su vocación, ya que ella Sollers. Nos pasábamos to- bíamos comprado una canti- le llevaba, sean nuevos o de
ros del mundo”. Fue en una recibía siempre unas revistas dad irrisoria cuando vivimos nuestra antigua biblioteca
fiesta en casa de una amiga religiosas en las que se publi- Colmena, en las librerías para ojos dormidos siete meses antes en Barcelo- –lamayoríadenuestroslibros

res imperdibles, y en los jardi- y sus pasos


detrás del antiguo cine Tauro, caban artículos de ciencia y “expropiar”algunosejempla- na. Allí nos visitaban Roberto aún yacen embolsados en Ca-
adonde asistieron poetas y ar- literatura. BolañoyBrunoMontané,dos ñete desde el terremoto del
tistas. Cuando lo vi entrar me Sentados en el parquet, nes de las plazas nos besába- de vaquero poetas jóvenes chilenos, que 2007–, pasaban a formar par-
hechizaronsusojosdormidos cerca de la ventana, en la ca- mos libremente. La policía no perdido en acababan de llegar de Méxi- te de la colección que mante-
y sus pasos de vaquero perdi- sona de Lince de mis padres, se metía, solo miraba. co. Fueron ellos y la pareja de nía en casa de sus hermanas,
do en su mundo interior, de la conversábamos hasta altas su mundo escritores catalanes Carlos quienes lo cuidaron con celo
misma manera en que me ha-
bía fascinado su poesía.
horas de la noche con una bo-
tella de ron o de vino y los in-
—El largo viaje—
En 1976 viajamos a España
interior”. Trías y Cristina Fernández
Cubas nuestros únicos ami-
y mucho amor.
Pocos días después de su
Nuestra relación estuvo faltables cigarrillos. Me contó gracias a una beca literaria gos en Barcelona. muerte –no sé bien por qué–,
signada desde el principio de que, siendo un adolescente y en Menorca, en la isla de La tramontana, el viento lo revisé, vi que estaba subra-
nuestro casamiento entre su en Cañete, integró una célula Mahón, alquilamos un de- frío que viene del norte de Es- yadocomoacostumbrabaha-
alta autoestima como poeta partidaria de izquierda indu- partamento frente al Medi- paña, nos hizo dejar Menorca cerlo, con las hojas dobladas,
virtuoso y la hiperestesia; en- cido por el boticario de San terráneo. Vivíamos práctica- y viajar a París, donde encon- y releí lo que había resaltado.
treunagransensibilidadfren- Vicente. Enrique se inclinaba mente aislados, rodeados de tramos a todos nuestros com- Quedé conmovida con unos
te a las artes, el conocimiento por las ideas marxistas, ad- menorquines que hablaban patriotas autoexiliados por versos de Blok señalados con
científico y la sencillez más miraba a los filósofos de esa un dialecto catalán; el mer- diversas razones. Enrique, yo lapicero y trazos tembloro-
prístina, pues fue un padre hondacomoSartre,Marcuse, cado quedaba lejos, pero en y nuestra hija Vanessa llega- sos: “El día transcurría /en
amoroso que nunca esquivó y a otros como Wittgenstein, el centro del puerto de Ma- mos en 1978 y nos alojamos una dulce locura”.

Você também pode gostar