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Sancho VII, el Fuerte, rey de Navarra que vivió entre el 1194 y 1234, fue
descendiente del rey Sancho VI "el Sabio", de la dinastía Jimena y hermano de
Berenguela de Navarra, mujer de Ricardo Corazón de León.
El Rey Sancho tuvo un descendiente que falleció a los 15 años al caer desde un
caballo, pero a parte tuvo varios hijos ilegítimos y un descendiente de ellos soy yo el
verdadero rey, o mejor dicho, emperador de España.
Me pertenecen Francia, Portugal, Italia y varias colonias, pero todas me las han
arrebatado. Yo sé que cuando muera Juan Carlos me darán el reino porque si no el
pueblo se va a levantar y ni me quiero imaginar qué consecuencias puede traer eso.
He enviado cartas a 40 embajadas, a la defensoría del pueblo, al tribunal supremo,
al ministerio de defensa y no sé a cuantas instituciones más reclamando mi derecho
a ser Rey, pero solo me ha respondido una, la de Brasil, diciéndome que al ser
extranjero no tengo jurisdicción en asuntos internos de ese país y que hable con mi
embajada. También he viajado a Portugal y a Francia, para hablar con unos
abogados y reclamar mis derechos, pero me han dicho que ellos no quieren meterse
en esos asuntos por que están muy ocupados.
Todos los médicos de aquí son ladrones, matan a la gente por unas pelas, porque
descienden del Rey Felipe II, otro usurpador.
Ah, por cierto, con ese doctor no quiero hablar porque está lleno de pelos y eso no
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es bueno, no me da confianza.
Con estas palabras inicio una serie de entrevistas con un paciente al que llamaremos
Délico. Délico fue el dios romano de la profecía, de la luz, ganadería, agricultura y
sobre todo de la verdad. Délico es un hombre soltero, alto, robusto, de edad media o,
mejor dicho, de mediana edad, de ojos suspicaces y una sonrisa picaresca que esconde
algo de complicidad y secretismo.
Délico es el menor de tres hermanos, con los que ha compartido una criaza muy
tradicional. Tiene un hermano varón que vive con su esposa e hijos y una hermana en
silla de ruedas, con la que compartía el hogar hasta hace un mes. La hermana se fue
de casa, al ver que Délico dormía con un cuchillo bajo la almohada y después de
sufrir unas graves amenazas por parte de éste.
El historial de Délico se remonta hasta hace 23 años; cuando comenzó diciendo que
desde su nacimiento lo han tratado de una manera distinta al resto, por lo que sabe que
es una persona muy especial; también decía tener el cuerpo ocupado por Cristo y
hablar con él, se atribuyó la capacidad de saber lo que la gente está pensando, dejó de
comer porque había comulgado sin confesarse, sentía que lo perseguían, presentó
llantos inmotivados y se aisló en casa leyendo libros de parapsicología y quiromancia.
También cuenta cómo viajó a Madrid para insultar al Rey puesto que éste insulto a
Délico cuando hacía la mili, y cómo habló con su tía para decirle que su hija, es decir
su sobrina, no era hija suya si no del mismo Délico.
Para sus hermanos ha sido muy difícil el control de la medicación y se han percatado
de un cambio en su manera de actuar desde hace un año aproximadamente. Notan
alteración del comportamiento, risas inmotivadas y discursos incoherentes. Llama la
atención la preocupación que tienen los hermanos sobre la economía de Délico;
comentan que éste gasta mucho dinero en combustible, hace largos viajes sin
descansar y visita a toda clase videntes y de adivinadores.
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Una de las primeras cosas que me enseña Délico es una vena recta en el dorso de la
mano derecha, símbolo inequívoco de que por sus venas corre sangre azul. A la vez
me da toda una lección de historia con respecto a su linaje. Me explica con precisión
abrumadora todo su árbol genealógico paterno y cómo la historia le ha quitado tierras,
riquezas y sobre todo el reconocimiento del pueblo.
Así es como Délico me mete en una era muy anterior a la mía, una era medieval
gobernada por reyes, duques y marqueses, claro, y también de batallas, matrimonios
por conveniencias y de traiciones políticas. Por momentos confundo el despacho de
psiquiatría por un aula de clases de historia.
Al preguntarle por su vida sentimental, hace alusión a una mujer con la que salió hace
20 años. Se trata de Doña Inés, Emperatriz de China, actualmente exiliada en tierras
Argentinas. A pesar de no volverla a ver ni hablar desde esas fechas, confirma
continuar con la relación sentimental y se lamenta por estar destinados a recorrer el
mismo camino, lleno de calamidades e injusticias.
Cuando le pregunto si compartió esta privilegiada información con sus padres cuando
estos aún vivían, me responde que nunca fue necesario, pues a pesar de ser su padre
un humilde agricultor, Délico estaba seguro de que este sabía la verdad y no había
necesidad de hablar de esto. Con respecto a su madre, tampoco discutió dichos temas,
ya que ella, según su apellido materno, era descendiente de Inglaterra, para ser más
exacto, del Rey Arturo de Camelot, y tampoco había necesidad de hablar de ello.
Esta claro que estamos ante un paciente de estructura psicótica con un cuadro de
trastorno delirante, que hasta podríamos llamar, como una vez escuche en la unidad,
delirio medieval. Pero cuales son las causas o motivos que llevan a una mente humana
a delirar. Sabemos que no solo estamos hablando de un síntoma, o del error en un
sistema operativo o programa de ordenador; estamos hablando de un fenómeno que
cumple con una determinada función.
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Es en 1911 cuando Freud, a raíz del caso Schreber, definió al delirio como una
tentativa de curación, de reconstrucción del mundo exterior por restitución de la libido
a los objetos, privilegiada en la paranoia y hecha posible por el mecanismo de la
proyección, que permite que lo abolido dentro le vuelva al sujeto desde afuera. Lo ve
como un trabajo razonante al que se entrega el sujeto para intentar remediar el
desequilibrio general introducido por la psicosis y lo vincula de una manera
paradigmática con la paranoia, concibiéndolo como un medio para que el sujeto se
defienda de un aflujo de libido homosexual.
Pero cuál es la fuerza que mueve todo este mecanismo. No es otra cosa que el manejo
de la Libido del Yo, o mejor dicho, el mal manejo del Libido del Yo al que conocemos
como narcisismo.
El narcisismo fue descrito inicialmente por el psicólogo Binet en 1887 para nombrar
un tipo de fetichismo, y una década después fue Havelock Ellis en 1898, quien utilizó
por primera vez la expresión “Narcissus like” para caracterizar en su aspecto
patológico esta forma de amor dirigido a la propia persona; a continuación, Näcke
(1899) utilizó la palabra “Narcismus” para significar ya una verdadera perversión
sexual. Freud (1910) usa por primera vez la noción de narcisismo (término que él
habría reemplazado de buena gana por el más eufónico de «narcismo») para explicar
la elección de objeto entre los homosexuales, explica cómo éstos se toman a sí
mismos como objeto sexual; parten del narcisismo y buscan jóvenes que se les
parezcan para poder amarlos como su madre los amó a ellos. Pero para Freud, el
narcisismo tiene también el carácter de una perversión cuando absorbe la totalidad de
la vida sexual del individuo, como consecuencia de una fijación en las pulsiones
parciales sin que haya la represión neurótica. No obstante, constituye un estadio del
desarrollo de la libido, intermedio entre el autoerotismo y la elección de objeto; esto
permitiría una primera unificación de pulsiones sexuales. Estos mismos puntos de
vista los vuelve a explicar en su obra Tótem y tabú de 1913. Sólo la fijación en ese
estadio con la unificación de las pulsiones sexuales y sus formas excesivas serían
responsables de una patología.
Para la teoría de Freud y la de Melanie Klein, los instintos y las pulsiones son
primordiales para la formación del narcisismo. Para Heinz Kohut, dentro de su obra
Análisis del Self , estos instintos y pulsiones tienen un rol secundario; afirmando que
lo prioritario es la relación del Self con el Object Self. El niño nacería en un mundo
perfecto y optimista, lo que daría origen al Self, pero al sufrir frustraciones y no ser
satisfechas sus necesidades, este Self no se integraría en el Yo ni se relacionaría con lo
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exterior, el Object Self. Ante esta deficiencia, el Yo no puede recibir la carga libidinal
del objeto causando una baja autoestima y un gran daño en el narcisismo. Así mismo
entiende a la psicosis, no como una regresión de los instintos, si no como una
regresión narcisista.
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relación intersubjetiva, sino la interiorización de una relación.
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o en parte, se ha internado por el camino de la regresión y reanima los imagos
infantiles.
Pero ¿como podemos ver esto en Délico? Entendiendo que es un hombre de campo,
de padres humildes y para quien el trabajo físico tiene una gran relevancia, ya
podemos comenzar a intuir el simbolismo que tiene su delirio dentro de una más que
complicada formación del narcisismo.
Esta es una manera de cómo lo abolido desde dentro vuelve desde afuera; es decir,
aludiendo a una especie de principio de conservación de la energía libidinal, se busca
un equilibrio entre la “libido del Yo” (catectizada en el Yo) y la “libido del objeto”.
Cuanto más aumenta una, más se empobrece la otra. El yo debe considerarse como un
gran reservorio de libido de donde ésta es enviada hacia los objetos, y que se halla
siempre dispuesto a absorber la libido que retorna a partir de los objetos. Así se puede
llegar a retirar la libido de la realidad exterior y hacerse propia.
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libido” sexual conduce a una carga libidinosa del Yo, la cual produce la perdida del
contacto con la realidad. Bleuler, inspirado en la noción freudiana del autoerotismo,
intentó explicar a partir de ella una característica esencial de los esquizofrénico
consistente en “la predilección por la fantasía en oposición a la realidad y la
inclinación a divorciarse de la realidad”; denominó tal tendencia “Autismus”. no
olvidemos que para algunos autores el autismo es un enquistamiento en el narcisismo
primario. Karl Abraham (1908) respecto a la misma noción del autoerotismo escribió:
“la característica psicosexual de la demencia precoz es el regreso del paciente al
autoerotismo, y los síntomas de su enfermedad son una forma de actividad sexual
autoerótica”, también dijo: “el paciente cuya libido se ha apartado de los objetos, se
ha colocado a sí mismo contra el mundo. Se encuentra solo y se enfrenta a un mundo
que le es hostil” y concluye diciendo: “el enfermo mental transfiere sobre él solo, en
cuanto es su único objeto sexual, toda la libido que la persona sana vuelca sobre los
objetos vivientes e inanimados de su contorno, y en consecuencia su sobreestimación
sexual está dirigida hacia él solamente y asume enormes dimensiones”.
No está de más esclarecer las diferencias que Freud hizo entre la esquizofrenia y la
paranoia, tomando en consideración la afectividad total o parcial de la represión, la
profundidad de la regresión y el mecanismo específico de la formación del síntoma.
Demarca a la esquizofrenia como un éxito completo de la represión, profunda
regresión autoerótica y la patogenia del síntoma sustancialmente alucinatoria; y a la
paranoia como el triunfo sólo parcial de la represión con la posibilidad de desarrollar
una reconstrucción delirante, regresión menos profunda al narcisismo y con un
mecanismo de formación de síntoma esencialmente proyectivo. Según Racamier la
proyección paranoica está precedida por una negación de la realidad y acompañada
por una anulación retroactiva. Con esta proyección se tranquiliza a quien proyecta
acerca de lo que experimenta y todavía acerca más acerca de su existencia. Así mismo
ve al sentimiento de persecución como una correspondencia a una mediana avenencia
entre la soledad e intimidad con relación al objeto.
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El paranoico utiliza la libido de una manera narcisista como mecanismo de defensa,
convirtiendo fácilmente, por medio de la racionalización, un delirio persecutorio en
un delirio de grandeza. Claro ejemplo de esto, es cuando Délico me dice: “cuando
voy a una discoteca y ninguna chica quiere estar conmigo, significa que todas son
hermanas mías y por tanto no pueden estar conmigo”.
De esta manera, para Délico, no hay más mujeres para él después de su madre. Ante
un delirio de grandeza, con una acaparación de la libido en el Yo no hay espacio para
el Otro. El enamoramiento es un potencial terrorista para el individuo y su libido
narcisista. El fracaso sexual puede hacer correr el riesgo de abandono o rechazo por
parte de objeto. Por consiguiente si deja la libido en el objeto sexual entra en potencial
peligro de ser víctima de la angustia de castración.
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gobernado por una fuerza que sólo trataba de defenderse.
El día acordado, Délico me recibe con una gran sonrisa, estaba contento porque
acababa de contratar una chica para que le cocine y le atienda. Mientras que hacía
gala de tan buen estado de ánimo, me llevó a conocer su pequeño reino; mostrándome
sus tierras, sus placas solares, sus graneros y, como era de esperar, su casa, cuya
puerta estaba coronada con el escudo en piedra de su apellido. Luego me llevó a
conocer las ruinas de castillos medievales de los alrededores para finalmente llegar al
restaurante acordado. De entrante eran unas sabrosas lonchas de cecina del Reino de
León, de plato principal pulpo al estilo gallego y como postre un sabroso flan de
huevo casero. Está de más decir que las raciones también estaban algo sublimadas y la
conversación fue tan deleitante como la comida. Me llamó la atención el grado de
satisfacción que tenía la mirada de Délico al verme comer, como si se tratase de un
maestro enseñando ciertas habilidades, ocultas para el resto de los mortales, a su
privilegiado aprendiz.
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Doctor, me han pasado estas cosas; es que no tengo escapatoria, yo sólo quería ser
reconocido, pero ahora no puedo escaparme. En la iglesia del pueblo hay un
cuadro de corazón de Jesús, y a pie del cuadro dice: el corazón de España para
Jesús. Yo no quiero milagros, imagínese la que se montaría; yo sólo quiero que me
dejen trabajar hasta que llegue mi jubilación. Si quieren reconocer mi reinado y
darme la corona bien, pero si no me da igual, por eso no tengo hijos, para que no
sufran como yo.
El otro día mientras pensaba en la gente pobre y sufrida de África, se cruzó por mi
camino un joven alto, atlético y negro, un hombre que no he vuelto a ver en el
pueblo. Ahí entendí cual va a ser mi destino después que muera. Me voy a
reencarnar doctor, me voy a reencarnar en Kenia, seguro, como hijo de un gran rey
o de un gran guerrero, así podré ayudar al pueblo, heredaré el poder de los negros
y seré reconocido por todos ellos”.
No deja de ser abrumadora la certeza que tiene Délico sobre su linaje o sobre sus
destino sobrenatural. Ya conocemos esta certeza en pacientes de estructura psicótica;
pero ¿qué es lo que me dice Délico en la ultima conversación?, ¿cómo está
funcionando el narcisismo en dicho momento?
El estado de júbilo que presentó cuando contrató a una chica para su hogar, no es sino
un sustituto anaclítico de los primeros objetos sexuales. Los primeros objetos sexuales
son aquellas personas que están ligadas a la protección y cuidado, sirviendo a su vez
para la formación de los objetos externos. Así por medio de la cuidadora, Délico,
encuentra mayor estabilidad para la libido objetal. Al volver la libido al objeto,
disminuye la angustia narcisista y por ende la psicótica, mejorando la sintomatología
paranoica.
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La estructura psicótica de Délico se compensa debido a la eficiencia de las buenas
relaciones conservadas en un sector del Yo, gracias a los oficios de uno o dos rasgos
obsesivos. Cuando Délico esta trabajando en el campo es cuando la trama delirante se
deja de lado para dejar paso a la libido que se relacione con el objeto, el campo, el
cual le retribuye múltiples satisfacciones regresando la libido a su Yo haciendo al
mismo más fuerte y compacto.
Délico ha encontrado así, una forma de disminuir su angustia y entablar una mejor
relación con la realidad. De la misma manera, yo he encontrado una mejor forma de
entender la psicosis y me gustaría pensar, que ante una nueva meta narcisistica, Délico
estará menos angustiado y así pueda seguir disfrutando de la locura como sólo
algunos elegidos tienen el poder de hacerlo; pues allí donde el amor despierta,
muere el Yo déspota y sombrío.
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