Lenguaje humano y Oralidad:

La oralidad primaria es propia de las culturas iletradas, donde no se tiene relación

con la escritura.

La oralidad secundaria está vinculada a la era moderna, con la aparición de los

medios de comunicación –televisión, radio, etc-. Intervienen en ella los aparatos electrónicos
ya que necesita de la escritura y la impresión para desarrollarse plenamente.

Con respecto a la oralidad terciaria, puede decirse, es propia de nuestro tiempo.

Permite la combinación de la voz, imagen y sonidos mediante los hipermedios –por ejemplo
las videollamadas-; habilitando una comunicación interactiva.

Oralidad formal y Espontánea

En los diarios intercambios orales que realizamos, somos capaces de regular el

lenguaje a la situación comunicativa pertinente. Para ello nos valemos de determinados
registros que pueden clasificarse mediante las esferas sociales formales o informales.

Las situaciones informales tienen relación con lo cotidiano, donde los interlocutores
poseen una relación simétrica –dos estudiantes en el recreo, por ejemplo-. Se caracteriza por
un no respeto de los turnos, un habla veloz, la utilización de lenguaje coloquial, etc.

Las situaciones formales en cambio tienen lugar entre interlocutores que poseen una
relación asimétrica y jerarquizada –por ejemplo, un docente con sus alumnos-. Se distingue
fuertemente el respeto en los turnos de habla, tecnicismos, etc.