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Dada posibilidad que me brinda el hacer una lectura condensada y a la vez detallada
de la relación entre el Psicoanálisis y la Filosofía, para validar este seminario; quisiera iniciar
resaltando el hecho de que he encontrado más diferencias que relaciones entre las mismas.
¿Existe relación entre las dos? Si la hay, ¿cuál sería? ¿De qué tipo?
Para ello quiero iniciar hablando de la relación entre Freud y la Filosofía. Como
ocurre con la mayoría de estas, terminando en ruptura y rechazo, aunque siempre nos
acordemos de ese otro que nos jodió la vida. Podemos detallar dos períodos muy bien
marcados de dicha relación.
La relación de Freud con la filosofía fue dispar. A lo largo de 28 años (1871-1899)
alabó a la Filosofía. Y durante los restantes 39 años, hasta su muerte (1990 – 1939), renegó
de ésta. (‘Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido’. —Neruda).
El primero, que sería en el que Freud se encontraba a favor de la Filosofía, que a su
vez se divide en dos partes. La época de 1871 a 1899, en la que la consideraba como la
quintaesencia, en el que podemos considerarlo como adherido a un monismo epistémico, en
Fisicalismo, entendido como esa doctrina filosófica sobre la naturaleza de lo real, que afirma
que todo lo existente es exclusivamente físico, incluido lo mental. En este mismo período
tiene una relación de amistad con Silberstein, con quien busca el puente entre la psicología y
el psicoanálisis (1895). Aquí se propone una aclaración de conceptos que serán de mucha
ayuda.
Freud descalifica a las Ciencias del espíritu, por su carácter especulativo; Wilhem
Dilthey las denominaba como interpretativas, ciencias que intentaban entender el
pensamiento, la voluntad y el sentimiento, no siendo más estos que casos subjetivos. Freud
busca fervientemente inscribir al psicoanálisis en las Ciencias de la naturaleza.
Chárcot decía que hay dos tipos de anatomías, la física y la psíquica. Puede un sujeto
no llegar a ver, sin existir una afección al órgano visual. Es esta la denominada enfermedad
por reminiscencias, de Freud.
(Ejemplo de Ítalo Calvino con su cuento ‘El emperador y el anillo’. Aquí encontramos
que la cura es la nada circundada).
Como hemos dicho, hacia 1900 se publica la Interpretación de los sueños, es aquí
donde Freud muestra sus reservas ante la Filosofía. ¿Cuál es ahora su postura? Le preguntarán
y él responderá: ‘Cuando era joven, me sentía muy atraído por la especulación, pero tuve el
valor de apartarme de ella’.
El psicoanálisis, hacia 1904, se basa en la intelección del carácter inconsciente de
ciertos procesos anímicos, que es la causa de los síntomas patológicos. Lo afirma en la
conferencia, Introducción al Psicoanálisis. Continúa diciendo: Pero no teman ustedes que
esto nos va a precipitar a las profundidades de la más oscura filosofía, nuestro inconsciente
en nada se parece a al de los filósofos, y además la mayoría de ellos no querrían saber nada
de algo psíquico inconsciente.
Y ya en 1905 da la razón epistémica que separa a la filosofía del psicoanálisis:
“Quienes rinden lejano vasallaje a uno de los síntomas llamados filosóficos, contrariarán el
supuesto de lo psíquico-inconsciente, y querrán probar su imposibilidad a partir de la
definición misma de lo psíquico”. Freud sigue empeñado en que el psicoanálisis sea una
ciencia de la naturaleza. Se conocía como ciencia del inconsciente.
Es necesario porque los datos de la conciencia soy muy laboriosos, no nos dan cuenta
de todos los fenómenos anímicos. Por ejemplo, dice Freud que en sanos y enfermos, a
menudo aparecen actos que nos son explicables, por el mismo sujeto, no sabe de dónde le
vienen, ignora que los causa. La conciencia, simplemente, se vuelve un testigo mudo, de que
está sucediendo algo más allá del sujeto, es decir cuando el sujeto se siente rebasado por sí
mismo. (Por ejemplo, la neurosis obsesiva, cuando el sujeto termina una relación y pide para
sí: ¡Que me llame! Y está sentado esperando como un idiota. Levanta el teléfono para ver si
hay señal y no le han cortado la línea, para estar seguro de que puede llamarlo, pero al mismo
tiempo piensa en que mientras revisa el teléfono, si tiene o no señal, puede estarle llamando
su expareja, y por estar en esas no podrá entrar la llamada y cuelga.) Se vuelve una
circularidad de pensamiento ‘y si, sí… y si, no… Este es el infierno del deber en psicoanálisis.
Es algo que rebasa al sujeto, él lo cree y lo siente absurdo, lo sabe, se siente idiota, pero no
puede detenerse.
Por eso es necesario el concepto del inconsciente, porque los datos de la conciencia
son en extremo insuficientes.
La envidia se da entre dos personas. Y se da desde el ‘lo que esa persona tiene debería
ser mío’.
Los celos se dan entre tres personas. Y se da desde ‘el otro tiene algo que me pertenece
porque alguien más se lo está facilitando’.
Para concluir podemos decir que a pesar de la distancia que tomó Freud de la
Filosofía, tomó de ésta el modelo teórico para el psicoanálisis de una psicología
asociacionista fundada en el empirismo, y, con base en esto, asumió la presuposición acrítica
de que el psicoanálisis estuviera en el campo de las ciencias de la naturaleza. Pese a ello los
principales aportes al psicoanálisis vienen de la filosofía y no de los psicoanalistas, como por
ejemplo con Zizek y Alain Badiou. El psicoanálisis es algo muy serio que no se puede dejar
en manos de los psicoanalistas, diría Alfonso Herrera en su Epistemología del psicoanálisis.