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cuyos antecedentes inmediatos los ubicamos en la segunda mitad del siglo XVIII. Los
acontecimientos o factores externos como la Ilustración y la Revolución francesa, tuvieron un
papel destacado en este proceso histórico, sin embargo, fueron las condiciones internas de
desigualdad, explotación y miseria en la mayoría de la población, las que detonaron una guerra
violenta y prolongada. La lucha armada se alargó durante 10 años, de 1810 a 1821, en los cuales
podemos distinguir cuatro fases o etapas.
La Independencia de México no fue un hecho aislado, fue producto de una serie de factores tanto
internos -acontecimientos que se desarrollan en la Nueva España-, como externos –lo sucedido en
otras regiones o lugares pero que tiene repercusión en la Nueva España-. Entre los factores
externos y los factores internos destacan
Con la llegada de la familia de los Borbón a la corona española en 1700, con Felipe V, se
implementaron una serie de reformas de carácter económico, político-administrativo, militar y
cultural, con el objetivo de fortalecer el Estado y obtener más ingresos. Carlos III (1756 a 1788)
nieto de Felipe V, fue quien impulsó de manera decidida estas reformas.
El aumento de los impuestos y la creación de nuevos impuestos que empobreciendo aún más al
pueblo y generaron descontento en los criollos.Gran inconformidad de los criollos por la expulsión
de los Jesuitas en 1767.
Del “grito de Dolores” el 16 de septiembre de 1810 hasta la muerte de Don Miguel Hidalgo y
Costilla el 30 de julio de 1811
La violencia del estallido insurgente hizo inevitables el saqueo y la rapiña. Ni siquiera sus dirigentes
pudieron impedir que así ocurriera. Hidalgo y sus partidarios perdieron muchas simpatías por ello.
En esta etapa destaca la participación de los criollos: el padre Don Miguel Hidalgo y Costilla, los
militares Ignacio Allende y Juan Aldama y los corregidores Don Miguel Domínguez y su esposa
Josefa Ortiz de Domínguez como iniciadores del movimiento armado. La participación de miles de
personas (100,000) de los estratos sociales más bajos fue decisiva en el desarrollo de la guerra.
Miguel Hidalgo le imprimió un carácter social a la guerra a través de los decretos promulgados en
la ciudad de Guadalajara en diciembre de 1810 y su periódico.
Decreto para la abolición de la esclavitud, los tributos (gabelas) y el uso del papel sellado.
Decreto para la devolución de las tierras, también ordenó la eliminación del monopolio de la
pólvora.
Fundó el periódico El despertador americano que sirvió como medio de propagación de las ideas
independentistas.
Al principio, el ejército insurgente controló importantes regiones como San Miguel el Grande,
Celaya, Salamanca y Guanajuato (después de tomar la Alhóndiga de Granaditas). Los miles de
seguidores no tenían ninguna preparación militar ni armas de guerra, por lo que cayeron muertos
o heridos o desertaron frente al Ejército realista comandado por Félix María Callejas.
En las diferentes campañas militares: del Monte de las cruces, de Aculco, o de Puente de
Calderón, el ejército insurgente fue perdiendo hombres y fuerzas y los dirigentes fueron apresados
y asesinados; las cabezas de Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y Jiménez fueron
trasladadas de Chihuahua a Guanajuato y colocadas en las cuatro esquinas de la Alhóndiga de
Granaditas como escarmiento
A la muerte de los principales caudillos, la dirección del movimiento quedó a cargo del sacerdote
José María Morelos y Pavón, quien, junto con otros caudillos, formó un ejército disciplinado
militarmente e imprimió el carácter político al movimiento a partir de la organización de un
Congreso Constituyente y la promulgación de la Constitución de Apatzingán (1814) en la que se
consignó la soberanía de la nación, la división de poderes, la abolición de las castas y el reparto de
la riqueza, entre otras cosas.
A pesar de la insistencia de Ignacio López Rayón que señalaba que la soberanía residía en el rey
Fernando VII, el Congreso se reunió con dos diputados elegidos popularmente y seis nombrados,
entre ellos Ignacio López Rayón. El Congreso de Anáhuac se inauguró el 14 de septiembre de 1813
en la ciudad de Querétaro, allí José María Morelos, presentó el discurso "Sentimientos de la
Nación" en el que plasmó su ideario político. El 6 de noviembre, el Congreso suscribió la
Declaración de Independencia redactada por Carlos María de Bustamante, donde se asentaba que
la América Septentrional rompe y disuelve la dependencia del trono español.
En octubre de 1814 se promulgó el "Decreto Constitucional para la libertad de la América
Mexicana", primera Constitución de México, que tuvo gran influencia del ideario político de
Morelos, a pesar de ello, las diferencias entre el Congreso y José María Morelos fueron
permanentes.. A pesar de la insistencia de Ignacio López Rayón que señalaba que la soberanía
residía en el rey Fernando VII, el Congreso se reunió con dos diputados elegidos popularmente y
seis nombrados, entre ellos Ignacio López Rayón. El Congreso de Anáhuac se inauguró el 14 de
septiembre de 1813 en la ciudad de Querétaro, allí José María Morelos, presentó el discurso
"Sentimientos de la Nación" en el que plasmó su ideario político. El 6 de noviembre, el Congreso
suscribió la Declaración de Independencia redactada por Carlos María de Bustamante, donde se
asentaba que la América Septentrional rompe y disuelve la dependencia del trono español.
.Constitución de Apatzingán
La división de poderes:
Legislativo: Cortes
Judicial: tribunales
La libertad de imprenta
En esta etapa el ejército insurgente estuvo conformado por hombres leales y valientes como los
hermanos Galeana: Pablo, José Juan y Hermenegildo; los Bravo: Miguel, Víctor, Maximiliano,
Leonardo y Nicolás, además de Vicente Guerrero, José Mariano Herrera y Mariano Matamoros.
Dicho ejército obtuvo importantes victorias militares, poniendo en peligro la estabilidad del
gobierno Novohispano. La derrota de los insurgentes fue producto de varios motivos:
Después de estas acciones militares, los insurgentes que no pidieron el indulto fueron cayendo
poco a poco, para 1819 solo quedan algunos brotes guerrilleros como los de Pedro Ascencio y
Vicente Guerrero.
Desde la promulgación del Plan de Iguala el 24 de febrero de 1821 hasta la entrada del Ejército
Trigarante a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821
Hacia 1820, después de 10 años de guerra, la Nueva España se encontraba en crisis económica y la
población estaba cansada. Mientras tanto en España, los liberales lograban el restablecimiento de
la Constitución liberal de Cádiz, obligando al rey Fernando VII a jurarla, con lo cual el gobierno
recayó en la Junta que convocó a las Cortes, incluyendo a los representantes de las colonias
americanas. En 1820, la Junta proclamó una serie de decretos en contra del poder de la iglesia:
La abrogación de la Inquisición
En la Nueva España, el virrey Apodaca y la real Audiencia fueron obligados a jurar la Constitución
liberal de Cádiz y aplicar las medidas expresadas, situación que afectaba los intereses y privilegios
de los grupos de poder como la Iglesia, los grandes comerciantes, los altos jefes del ejército y los
terratenientes. Estas élites conservadoras decidieron acabar con el dominio español para seguir
conservando su poder, para ello designaron al criollo Agustín de Iturbide como jefe militar para
unir sus intereses con los de los principales caudillos insurgentes.
Poco a poco el Plan fue ganando adeptos, tanto del lado de los criollos como de los españoles, el
virrey Juan O´Donojú formalizó la Independencia del Imperio Mexicano (como se llamó en ese
momento) mediante la firma de los Tratados de Córdoba con Iturbide. Los tratados señalaban que
se ofrecería la Corona a Fernando VII “o al que las Cortes del imperio designen”, mientras tanto
gobernaría una junta provisional. O´Donojú hizo la entrega formal de la Ciudad de México el 27 de
septiembre de 1821 a las tropas del Ejército Trigarante al mando de Iturbide.
Plan de Iguala
Tratados de Córdoba
En síntesis podemos señalar que la independencia de México no se logró con la guerra, sino que
fue una consumación negociada entre los representantes de los grupos del poder y los caudillos
revolucionarios. Así mientras los ricos terratenientes, alto clero y militares, conservaron sus
privilegios, al pueblo solo les ofrecieron una independencia que no entendían, con leyes que les
eran ajenas e incluso contrarias a sus intereses.
Estado-nacion mexicano
- Introducción
Con la consumación de la independencia, después de 10 largos años de lucha, la situación del país
fue de crisis generalizada tanto económica como política. Los nuevos dirigentes se enfrentaron a la
difícil tarea de la reconstrucción económica y la construcción de un Estado nacional y sus órganos
de gobierno que permitieran la estabilidad del país, en medio del feroz acoso de las potencias
capitalistas: Estados Unidos, Francia e Inglaterra; quienes ensayaron, en nuestro país, todas las
formas posibles de intervención extranjera.
-Estado-nación mexicano.
La constitución de un Estado nacional mexicano fue una tarea difícil que se realizó a lo largo del
siglo XIX y principios del XX, concretamente hasta después de la Revolución de 1910. Durante la
primera mitad del siglo XIX fueron los años más intensos y violentos.
De manera inmediata, la independencia de México sólo existió en el papel. Hacia 1821 no estaban
las instituciones virreinales, con excepción de la Iglesia y el ejército que se mantuvieron como
instituciones dominantes. La independencia no modificó las características de la sociedad colonial,
cuya población siguió dividida en estratos sociales, incomunicada y aislada en diversas regiones a
lo largo de un extenso territorio.
Pasaron varias décadas para que los grupos políticos que se disputaban el poder crearan las
instituciones y el gobierno capaz de conjuntar (que no integrar) o imponerse a las diferentes
tradiciones de grupos étnicos, a las diferentes regiones geográficas, y a los diferentes intereses.
Primera
Periodo de fuertes pugnas entre dos grupos que se disputan el poder político: centralistas y
federalistas, en medio de la crisis permanente de las finanzas públicas y de la economía en su
conjunto, la pérdida del territorio norte, las invasiones extranjeras y los graves problemas sociales.
El Estado no existe más que formalmente. Monarquía o República
En febrero de 1821 se consumó la Independencia del país con la proclamación del Plan de Iguala,
el cual fue reconocido por Juan O´Donojú, último virrey de la Nueva España. A los problemas y
carencias de antaño se sumaron nuevos conflictos, dificultando la constitución de un Estado
nacional y la creación de instituciones que gobernaran un extenso territorio (cuatro y medio
millones de kilómetros cuadrados) con poca población (siete millones de habitantes) concentrada
en el centro del territorio y con escasos medios de transporte y comunicación.
El nuevo grupo gobernante debía organizar el gobierno, cobrar impuestos para pagar a sus
empleados, hacer frente a la crisis económica y lograr el reconocimiento exterior. Los diferentes
intereses y disputas entre ellos, hacía todavía más difícil la constitución del Estado Nacional,
ensayando diferentes formas de gobierno como la monarquía, la república central y la república
federal.
1824-18351835-18461846-1853
De acuerdo con el Plan de Iguala (ratificado por los Tratados de Córdoba), Iturbide organizó la
formación de la Junta Provisional Gubernativa, la cual designó a los personajes que formarían la
Regencia como una forma de gobierno provisional, el cual quedó constituido por dos órganos de
gobierno:
La Junta Provisional Gubernativa, con funciones legislativas integrada por 38 miembros designados
por Iturbide, entre ellos el ex Virrey O’Donojú, varios miembros de la Audiencia, la diputación y el
Ayuntamiento.La Regencia, con funciones ejecutivas, fue presidida por Iturbide, O’Donojú, varios
funcionarios del antiguo régimen y clérigos de alta jerarquía. Cabe señalar que en estos órganos
no estuvieron representados los insurgentes.
La Junta convocó a elecciones para diputados al Congreso Constituyente que representaría a los
diferentes grupos sociales: terratenientes, militares, eclesiásticos, letrados y profesionales. El 24
de febrero de 1822 se instaló el Congreso en el antiguo templo de San Pedro y San Pablo (Cd. de
México). Desde las primeras sesiones los diputados se agruparon en tres tendencias políticas:
Los borbonistas, quienes postulaban la venida de Fernando VII, o de un príncipe de la casa real de
España, para gobernar el país.Los republicanos, que sostenían el derecho de aprobar un gobierno
republicano para la nación.
Los iturbidistas, que querían que su caudillo Agustín de Iturbide se convirtiera en emperador.
Hacer un llamado a las personas señaladas en los Tratados de Córdoba para ocupar el trono
mexicano.
En 1822 Iturbide se coronó como Agustín I Emperador de México, en medio del desorden político
del país y el desconocimiento de España de la independencia de México. Su gobierno se
caracterizó por el despilfarro de los pocos recursos económicos que se obtuvieron por la vía de
préstamos, lo que provocó inconformidad en el Congreso. Frente a esta situación Iturbide ordenó
la disolución del Congreso.
Hecho que sirvió al General Antonio López de Santa Anna para levantarse en armas a favor de la
República y la elección de un nuevo Congreso con el Plan de Casa Mata. Para calmar los ánimos,
Iturbide restableció el Congreso en 1822. La mayoría de los diputados del Congreso estuvieron a
favor de la declaración de inconstitucionalidad del imperio, poniendo fin al Primer Imperio
Mexicano, Iturbide salió del país con su familia rumbo a Europa.
El Congreso nombró un nuevo gobierno provisional bajo la forma de triunvirato, formado por
Pedro Celestino Negrete, Guadalupe Victoria y Nicolás Bravo, Miguel Domínguez y Vicente
Guerrero como suplentes. Situación que no calmó ni los ánimos ni mejoró la situación, al
contrario, la negativa de los congresistas a nombrar un nuevo congreso, propició que algunas
provincias se declararan Estados libres y soberanos y la separación de las provincias
centroamericanas, con excepción de Chiapas.
Ante la posible desintegración del país, el Congreso convocó a nuevas elecciones para diputados,
se acordó que el número de diputados estaría en proporción con el número de habitantes y no por
grupos sociales, como se había realizado. El nuevo Congreso suprimió la monarquía como forma
de gobierno, adoptando la República.
--Federalismo y centralismo
Desaparecido el Primer Imperio, los diputados del Congreso optaron por la República como la
forma de gobierno idónea, sin embargo, pronto surgió la disputa entre los partidarios de la
República federal (federalismo) y la República central (centralismo).
Centralismo Federalismo
Del latín centra, “un solo lugar” y lismo, “persona”. Es un sistema que concentra el poder y las
funciones político administrativas en un órgano central: el Estado como autoridad suprema, el cual
provee exclusivamente el ejercicio y administración de los derechos públicos y colectivos del país.
Del latín fœdus, “pacto”. El federalismo es un acuerdo de unión entre varias entidades
territoriales llamadas estados o provincias que delegan parte de su autonomía en un organismo u
autoridad general: el Estado. Los estados conservan su soberanía, leyes y autoridades propias.
El grupo conservador compuesto por el alto clero, los militares, los terratenientes y los
comerciantes, optaron por el centralismo como sistema de gobierno porque garantizó la
conservación de sus fortunas y privilegios. Los federalistas, de mentalidad liberal, representaron
las aspiraciones de un nuevo grupo de clase media conformado por: pequeños propietarios y
comerciantes, profesionistas, intelectuales y burócratas.
Los caudillos y políticos se agruparon en torno a dos agrupaciones políticas llamados logias
masónicas:la Yorquina de influencia estadounidense y la Escocesa de influencia inglesa. Los
primeros señalaban la necesidad de establecer una República Federal como los Estados Unidos y
Francia, mientras que los segundos querían establecer una República Central, perfilándose dos
proyectos de nación: el conservador y el liberal.
La división de poderes:
El gobierno federal será defendido por un contingente pagado por los estados y con los impuestos
cobrados en las aduanas.
Constitución de 1824
De acuerdo con la Constitución de 1824 el gobierno federal sería sostenido por un ejército y una
burocracia pagados por los estados. A su vez, los estados mantenían su soberanía en los asuntos
internos con leyes y autoridades propias. Sin embargo, la falta de recursos y los diferentes
intereses del grupo gobernante agravaron la crisis política.
En 1833 Antonio López de Santa Anna y Valentín Gómez Farías fueron electos presidente y
vicepresidente respectivamente. Santa Anna pidió un permiso al Congreso para ausentarse de la
presidencia y se fue a vivir a una hacienda que tenía en Veracruz
Supresión de las órdenes monásticas y de todas las leyes que autorizaban a la iglesia atender
cuestiones que en lo sucesivo serían competencia civil, como el contrato de matrimonio.
Garantía de la integridad del territorio por la creación de colonias que tuviesen por base el idioma,
usos y costumbres mexicanas.
El objetivo de las reformas fue la separación de las funciones de la Iglesia y del Estado, y
subordinar la primera a la segunda con medidas como: eliminación del cobro del diezmo, la
secularización de los bienes de las misiones de California, y la desamortización de los bienes del
clero.
Con relación al ejército se ordenó la disolución de todos los cuerpos armados que se hubieran
sublevado contra el gobierno, se redujo el número de jefes y oficiales del ejército, así como el de
regimientos y se formaron las milicias o guardias nacionales con elementos del pueblo.Las
reformas afectaban los intereses políticos y económicos de la Iglesia y el Ejército, generando su
descontento y exigiendo el regreso de Santa Anna a la presidencia y la suspensión de las reformas.
Santa Anna expulsó del país a Gómez Farías y a varios liberales más y convocó a un nuevo
Congreso dominado por los conservadores.
República Centralista
El Congreso suprimió la Constitución de 1824 y promulgó una nueva en diciembre de 1835 llamada
Las Siete Leyes Centralistas, con ello se implementó la primera República Centralista. El
documento señala:
Se creó el cuarto poder: Supremo Poder Conservador, formado por cinco personas con poderes
absolutos, con facultades para declarar nulas las leyes o decretos, declarar incapacitados al
presidente para gobernar o suspender a la Suprema Corte de Justicia y las sesiones del Congreso
hasta por dos meses, entre otras.
Las disputas entre los federalistas y los centralistas continuaron, alternándose el gobierno. En
1843 un nuevo Congreso Constituyente, al que se denominó Junta Nacional Legislativa, elaboró
una nueva legislación: Bases Orgánicas, estableciendo la Segunda República Centralista y
favoreciendo al clero y al ejército.
El poder legislativo se compuso de una cámara de diputados y una de senadores designados por
los poderes públicos y las asambleas de los departamentos, pero sólo podrían decidir los
integrantes de ciertos grupos privilegiados (militares, clero, terratenientes).
Introducción
Una vez consumada la Independencia de México, la nación se encontraba en una profunda crisis
económica y fuertemente endeudado.
Nuestro país experimentó además diferentes desacuerdos y proyectos políticos en sus primeros
30 años de vida independiente; se instauró un imperio monárquico y varios modelos de república
regidos por 5 constituciones diferentes. La nueva nación ya liberada de España, se enfrentaba el
peligro de invasión de las potencias extranjeras; por otra parte, la tarea más urgente era dar
respuesta a las expectativas políticas, sociales y económicas que los sectores populares suponían
debía traer la Independencia. Es decir, urgía construir un Estado nacional sólido y acabar con las
contradicciones sociales, así como consolidar la soberanía en materia agrícola, comercial,
industrial y financiera.
Para pensar en la recuperación económica de un país en crisis y devastado por una guerra es
fundamental hacernos las siguientes preguntas: ¿Qué necesita una nación para prosperar
económicamente? ¿Por qué la Independencia política lograda en 1821 no implica la independencia
económica? ¿Por qué fue difícil para una excolonia crear medios de producción modernos? ¿Cuál
o cuáles fueron los límites para su desarrollo económico?
La independencia de México se logró a un costo muy elevado. Después de haber sido la colonia
más rica de España, hacia 1821 el país se encontraba en la ruina económica, reflejada en el
abandono de las minas, la reducción de la producción agrícola-ganadera, la interrupción del
comercio interno, la salida de los capitales españoles y la bancarrota del erario público.
La actividad agrícola fue la de mayor dimensión y con ella se vinculaba la mayor parte de la
población, principalmente a través de la explotación de unidades productivas como haciendas,
ranchos y tierras comunales. Dichas unidades productivas se mantuvieron intactas en su esencia
productiva; es decir, se mantuvo el rezagado nivel técnico por los siguientes 50 años sin mayores
variantes. Por lo anterior, no surgieron, al menos de manera inmediata, otras formas de producir
los bienes que los habitantes, en su mayoría población rural, necesitaban para vivir. En contraste,
la actividad minera sí intentó aplicar algunas técnicas nuevas en las explotaciones más avanzadas
ahora con capitales británicos.
El reto para la nueva clase gobernante era no sólo lograr la estabilidad política, sino también el
crecimiento económico. Incluso se intentó recolonizar el territorio, atrayendo principalmente a
extranjeros que quisieran poblar el norte de nuestro país.
El propósito era fomentar el desarrollo de la industria y en 1828 se dictó una ley para la
naturalización de los extranjeros. México necesitaba del reconocimiento internacional, mismo que
aprovechó Inglaterra para imponer sus condiciones comerciales, así como en los empréstitos y
quedándose al frente de las minas más rentables.
La agricultura y la ganadería continuaron siendo las actividades económicas más importantes por
ser el sustento alimenticio de toda la población mexicana. Sin embargo, la situación de la
agricultura fue precaria y difícil. Prácticamente toda la agricultura y la ganadería de esos años se
realizaba en las haciendas casi igual que en la época colonial. Factor que determinaba la
concentración de la tierra en pocas manos y la escasa innovación tecnológica en el campo.
Las regiones agrícolas más importantes, donde se cultivaban maíz y trigo, se localizaban en el
Bajío, Guadalajara, Michoacán y Puebla; el azúcar se producía principalmente en Morelos; el
pulque en los valles de Toluca y Chalco; el tabaco, algodón y café en la región de Veracruz. En el
sureste se cultivaban los colorantes como el palo de tinte, añil y grana cochinilla, mientras que en
los estados norteños, por su vegetación y clima, se criaban ganados.
El predominio de una economía agrícola durante los primeros años del México independiente
implicaba que más del 50% de la fuerza de trabajo se refugiara en este sector. Se pensó que si se
impulsaba este sector se llegaría a producir de tal manera que se obtendrían los recursos
necesarios para pagar los efectos procedentes del exterior. Sin embargo, había otros obstáculos al
desarrollo agrícola; por una parte estaban las condiciones del país y por otra, la carencia de
medios para el transporte de los frutos de la tierra. A lo anterior, se sumaba el atraso de las
técnicas agrícolas. Que continuaban siendo los mismos que se implementaron desde el régimen
colonial. La cría de animales y el aprovechamiento de sus productos eran prácticamente nulos.
Aunque se dictaron leyes para fomentar el desarrollo agrícola del país, no fue suficiente. En 1823
se concedió exención de alcabala, diezmos, primicias y cualquier otro derecho a los nuevos
plantíos de café, cacao, viñas, olivos y a la seda. Algunos otros productos como el algodón y la lana
no quedaban del todo libres de impuestos. Sin embargo, la semilla extranjera que mejorara la
calidad del algodón que aquí se cultivara sí quedaba libre de alcabala, diezmo y todos los
derechos; al igual que el ganado que mejorara las especies que se criaban en México y éste
produjera lana de más calidad.
Sólo hasta que se establecieron las nuevas fábricas de hilados y tejidos, como la fábrica de
Cocolapan en Orizaba Estado de Veracruz y la fábrica de paños de Celaya Estado de Guanajuato, la
producción de algodón se elevó.
En el mismo año de 1823 se expidió un decreto creando la provincia del Istmo (de Tehuantepec)
con el objetivo de fomentar el desarrollo agrícola de sus terrenos baldíos a favor de militares en
premio de servicios y se dieron concesiones a colonos extranjeros y adjudicaciones a favor de los
pueblos indios. En 1822 Esteban Austin, recibió la autorización de introducir 300 familias en el
territorio de Texas y en 1828 se dictó una ley para naturalización de extranjeros; dos años más
tarde se “expidió otra ley sobre colonización en la que se ordenaba el reparto de tierras baldías
entre familias extranjeras y mexicanas dispuestas a colonizar los lugares despoblados del
territorio, proporcionándose a las familias fondos para el viaje, manutención por un año y útiles de
labranza. Esta disposición significó una pesada carga económica para el erario, pues aunque la ley
señaló para este objeto la cantidad de 50.000 pesos, para el año económico 1833-1834 tuvo que
calcularse la cantidad de 200.000 pesos en un presupuesto total de egresos de un poco más de
nueve millones de pesos” (Cue Cánovas. 197).
La minería continuó siendo la actividad más dinámica como en la colonia, dicha actividad dependía
de otros sectores como la sal, el azogue, la madera; todas estas actividades requirieron de diversa
fuerza de trabajo. Aunque la minería era la actividad más dinámica, su tendencia a la baja
prevaleció hasta mediados del siglo XIX.
En la minería hubo distintos intentos de aplicar nuevas técnicas en las explotaciones de oro y plata
con capital británico. Sin embargo, no se cumplieron las expectativas productivas que perseguían,
lo que provocó el derrumbe económico de otros sectores productivos. Las minas eran grandes
consumidoras de sal, de azogue, requerían maderas, animales de carga, granos, forrajes y
alimentos en general. Además requerían pólvora, hierro, acero, herramientas y maquinaria. Así, a
menor prosperidad para las minas, menor oportunidad para otras actividades. Las cifras de
producción de 1820-1840 fueron menores que las del periodo de la guerra de 1810-1820, la
recuperación de este sector se fue dando hasta mediados de siglo.
Una empresa que hizo importantes inversiones en la explotación de plata fue la “Compañía
Minera de Real del Monte” en el distrito minero de Pachuca Hidalgo, con capital de origen inglés.
Esta compañía sobresalió por sus inversiones que ascendieron a un millón de libras esterlinas; la
administración, gestión empresarial y asuntos técnicos estuvieron bajo control de ciudadanos
venidos de Gran Bretaña. Los procesos de extracción de plata tradicionales fueron sustituidos por
nuevos avances tecnológicos que hicieron más eficiente la producción; aunque en algunos casos
coexistieron con métodos arcaicos.
Mapa de las minas de Pachuca y Real del Monte fue una región minera que data desde la época
colonial y durante el siglo XIX se mantuvo como región importante en la extracción de la plata.
Mina Real del Monte. Actualmente el pueblo conserva la influencia inglesa en su arquitectura;
mantiene los techos rojos de dos aguas al puro estilo inglés.
A pesar de que el sector minero fue impulsado desde el gobierno, algunas empresas mineras
enfrentaron diferentes obstáculos manifestándose en un lento crecimiento del sector minero en
comparación con el periodo, incluso, de la guerra de independencia. Por ejemplo, algunas minas
se inundaban fácilmente como resultado de su abandono durante la guerra de independencia;
otro factor importante que afectó a la minería fueron la escasez y el alza del precio del mercurio
(azogue) debido a la especulación y monopolio que tenía sobre él la “Casa o Banca Rotshchild” de
Inglaterra. Lo anterior, provocó que la inversión en minas por parte de los ingleses retrocediera e
incluso se dio una ruptura temporal de relaciones diplomáticas entre México y Gran Bretaña.
Para 1821 se instauró el primer arancel que se denominó “Arancel General Interior para Gobierno
de las Aduanas Marítimas en el Comercio Libre del Imperio” con el cual se clasificaban los
productos comerciados en tres grupos:
de libre exportación,
de importación prohibida
Por ejemplo, todo artículo relacionado con la ciencia y tecnología podía entrar libremente al país
sin pagar impuestos; otros como los productos semifacturados y materias primas de plano estaban
prohibidos; los que quedaban fuera de las clasificaciones anteriores pagaban un impuesto para
poder entrar al país.
Por otra parte, en 1830, con el gobierno de Anastasio Bustamante se intenta una política de
modernización tecnológica introduciendo métodos modernos de manufactura en las fábricas.
Pero, ¿de dónde obtener los fondos que financiaran la modernización de manufacturas y además
compitieran en precio con las importadas? La propuesta fue que el Estado ayudara a los artesanos
con capital, con maquinaria moderna y con asesoría técnica necesaria y que se obtuvieran los
fondos suficientes de un impuesto que se cobraría a los productos textiles que entraran al país.
El papel de las propuestas económicas más sólidas fueron las de Lucas Alamán en el mismo
periodo de Anastasio Bustamante. Al principio Alamán sostuvo que el fomento a la minería traería
como consecuencia la recuperación de la agricultura y de las artes con lo cual se alcanzaría la
prosperidad nacional. Para 1830 fue un aguerrido defensor de la necesidad de fomentar las
manufacturas. Rechaza la idea de que sólo las prohibiciones e impuestos a la importación
favorezcan la industria e insiste nuevamente en la aportación por parte del Estado en capital,
maquinaria y asesoría técnica para modernizar las manufacturas. Además considera que la
industria textil es la que debe impulsarse para dejar de depender de textiles extranjeros que son
un bien consumido por las clases populares. Por lo que considera esencial que el gobierno
estimule las fábricas modernas, nacionales o extranjeras.
México nació a la vida independiente reconociendo las deudas contraídas por el gobierno virreinal
desde el 17 de septiembre de 1810 hasta el 27 de septiembre de 1821. A lo anterior se sumó el
hecho de que los ingresos no eran suficientes para los gastos de la administración pública. Es decir,
se atravesó por una época de escasez de capitales, principalmente de capital líquido. De inmediato
se recurrió a los préstamos con Gran Bretaña. El gobierno mexicano obtuvo préstamos en Londres.
Un importante préstamo fue el otorgado por la Casa Goldschmidt en 1824 por 3,200,000 libras
esterlinas, equivalentes a 16 millones de pesos, que entre intereses, comisiones y deducciones
varias sólo se percibieron 5,686,197 pesos, es decir, ¡un tercio del total del préstamo! Se solicitó
otro empréstito con la Casa Barclay por la misma cantidad y se obtuvo en seguida sumando un
total de 32 millones de pesos; lo cual ocasionó un pago elevado de intereses que tampoco se pudo
cubrir.
Esa situación orilló a solicitar más préstamos: ¡ahora para pagar el servicio de la deuda! Este
escenario fue aprovechado por prestamistas especuladores o agiotistas que prestaban dinero al
gobierno a plazos largos, beneficiándose económica y políticamente; generando un círculo vicioso
y pernicioso en contra de los fondos públicos que cada vez se veían más limitados por las enormes
obligaciones del gobierno hacia el pago por concepto de deuda.
Oro: Esta moneda hacía alusión a Iturbide como emperador y al reverso aparecía un águila
coronada. Se mantuvo vigente hasta 1897.
Plata: El reverso con el escudo más parecido al actual apareció con las monedas de plata que se
acuñaron como propias de México independiente desde 1824.
Con lo visto hasta aquí, podemos observar que con la independencia política no se realizó un
cambio en la estructura económica del país.
Lo relativo al comercio, tanto sus métodos como sus sistemas reprodujeron los mismos del
régimen colonial. En la teoría se hablaba de un comercio libre y abierto a todas las naciones, pero
en la práctica se aplicaba una política muy proteccionista que prohibió que entraran los artículos
que se producían o que se producirían dentro del país, para evitar que las mercancías extranjeras
desplazaran a las nacionales. Por otra parte, se pensó que cobrando altos impuestos al comercio y
solicitando dinero prestado a otro país se obtendría capital suficiente para impulsar una industria
nacional. En la realidad no sucedió así, debido a que fue imposible obtener impuestos del
comercio interno, la deuda externa se despilfarró en otros sectores menos en inversión y los
impuestos provenientes de comercio exterior no fueron suficientes para financiar a la industria.
Intervenciones Extranjeras
- Introducción
Una de las formas más efectivas para oficializar dicho reconocimiento fue la firma, con dichas
naciones, de tratados comerciales. A pesar de la buena disposición de los gobernantes mexicanos
para cumplir las condiciones impuestas por los países extranjeros, las presiones del exterior fueron
diversas y variadas. Durante los primeros treinta años de vida independiente México se enfrentó al
intervencionismo de:
Estados Unidos de América Intervenciones militares y anexiones del territorio .Inglaterra Presiones
financieras, comerciales y diplomáticas .España Intentos de invasión militar con el objetivo de
recuperar el territorio perdido Francia Intervenciones militares por intereses económicos.
Contexto
A finales del siglo XIX se aceleró la expansión del capitalismo; los países más desarrollados técnica
y científicamente como Gran Bretaña, Francia, Holanda, Bélgica y posteriormente Estados Unidos
y Alemania extendieron su hegemonía a todo el mundo, apropiándose de la riqueza y los recursos
naturales de los países de África, Asia y Latinoamérica (necesarios para la industria), mediante el
comercio desigual, las presiones diplomáticas, las intervenciones militares y la transferencia de
recursos a través de inversiones y préstamos.
Maquina a vapor
En este contexto mundial adverso, los países hispanoamericanos, incluido México, lograron su
independencia sin ayuda del exterior y con la oposición de España, que les negó el
reconocimiento, y el restablecimiento del “viejo orden” por el Congreso de Viena (1814) y la Santa
Alianza, cuya ideología dominante fue el conservadurismo. A diferencia de los Estados Unidos,
México no obtuvo el apoyo financiero y militar de otros países como Francia y España para
independizarse.
Inglaterra
La Gran Bretaña fue un Imperio conformado por Inglaterra y Escocia mediante el Acta de Unión de
1707. En 1801, al integrarse Irlanda, se conformó el Reino Unido de Gran Bretaña, nombre que
permanece en la actualidad. Por la importancia económica y política de Inglaterra, su nombre es
usado como sinónimo de Gran Bretaña.
Hacia 1821, cuando México logró su Independencia, Inglaterra era el país capitalista más
desarrollado en el ámbito industrial, comercial y financiero; tenía ricas colonias en Asia y África,
era la principal productora de manufacturas y disponía de capitales para realizar inversiones en el
exterior, tanto directas como en forma de préstamo. Además contaba con la marina de guerra
más poderosa.
Así, en 1826 se firmó el “Tratado de Amistad, navegación y comercio” entre los Estados Unidos
Mexicanos y la Gran Bretaña, con lo cual, además se pensó poner freno al expansionismo
estadounidense.
A partir de ese momento aumentó el interés europeo por México en diversos ámbitos:
diplomáticos, mercantiles, artísticos, académicos. El primer diplomático británico en México fue
Henry George Ward para confirmar el reconocimiento de México por parte del Imperio Británico
como nación independiente.
De 1835 a 1846, durante la república central, Gran Bretaña se consolidó como el principal socio
comercial de México, así como el primer proveedor de maquinaria y textiles y el destino de los
productos mineros; Gran Bretaña importó hasta dos terceras partes de los metales extraídos de
México. La posición geográfica de México también fue aprovechada como puente entre el
Atlántico y el Pacífico, entre Europa y Asía y los países andinos. Gran Bretaña también intervino en
varias ocasiones como mediador en conflictos entre México, Francia y Estados Unidos.
De acuerdo con el investigador mexicano José Luis Ceceña, la inversión directa inglesa en México
se hizo en la explotación de recursos naturales, especialmente los metales preciosos donde
alcanzó la cantidad de 10 millones de pesos, provenientes de 7 compañías inglesas, cifra alta para
esa época. (México en la órbita imperial, 33.)
Estas inversiones recibieron todo el apoyo de altos funcionarios del gobierno mexicano, como fue
el caso de la empresa inglesa “United Mexican” con una inversión de 4 millones de pesos, que
contó con el apoyo de Lucas Alamán, quien fuera presidente del consejo de administración de la
empresa y Secretario de Asuntos exteriores en los gobiernos de Guadalupe Victoria y Anastasio
Bustamante al mismo tiempo. Situación que reflejó la asociación de altos funcionarios del
gobierno con los inversionistas extranjeros.
La inversión indirecta se dio mediante préstamos otorgados por compañías inglesas al gobierno de
México, en condiciones muy desventajosas para nuestro país necesitado de recursos. Los
préstamos otorgados inflaron sustancialmente la deuda externa, sirviendo como mecanismo de
presión en contra del gobierno mexicano.
Guadalupe Victoria, primer presidente electo de México, fue el único en terminar su periodo
presidencial de 4 años, debido a la estabilidad económica, producto de los préstamos otorgado
por compañías inglesas: en 1824 por la Casa Goldschmidt y Cía. de Londres y en 1825 Casa Barclay
Herring Richardson y Cía., en los siguientes términos:
Interés 5% 6%
Comisión 8% 6%
la compra de armas
En síntesis, de 1824 a 1854, la Gran Bretaña logró ejercer una gran influencia sobre México a
través del comercio convirtiéndose en el más importante socio comercial del país, así como el
principal proveedor de maquinaria y textiles y los capitalistas ingleses fueron los prestamistas del
gobierno mexicano. También intervino como mediador entre México y Estados Unidos en 1836 a
raíz del proceso de independencia de Texas; entre México y Francia en 1839 a causa de la Guerra
de los Pasteles y en 1848 al fin de la guerra México-Estados Unidos.
-La construcción del Estado nacional mexicano a partir de 1821 fue un proceso paralelo a la
expansión territorial de los Estados Unidos de América.
Política expansionista Federalismo mal entendido que impidió el apoyo al gobierno federal
La nación estadounidense fue el más agresiones infringió a México, practicando desde las
presiones diplomáticas hasta la intervención armada que culminó con la perdida de la mitad del
territorio mexicano en 1848.
Los Estados Unidos de América se formaron en 1783, después de ganar por la guerra su
Independencia de Inglaterra, la cual tuvo el apoyo en armas y dinero de Francia. El territorio
original era de 13 colonias en la franja costera del océano Atlántico al norte del continente
americano. Desde ese momento, el gobierno implementó una política expansionista que permitió
extender su territorio original mediante varios mecanismos:
• Colonización al oeste eliminando hasta casi hacer desaparecer a los indios americanos del
norte.
• Por el tratado de paz de Versalles se cedieron las tierras de Luisiana oriental, que en 1773
Inglaterra había arrebatado a Francia. Más tarde, compraron la Luisiana occidental a Napoleón I,
con lo cual su territorio llego a colindar con el del Imperio español.
• La anexión de Florida occidental en 1812 fue el primer avance registrado por los Estados
Unidos en terreno colonizado por España (Nueva España). En 1819 se anexó la península de
Florida por el tratado Adams-Onís.
• Anexión, por la guerra con México, de los territorios de Texas, Arizona, Nuevo México y
California, hasta los ríos Colorado y Grande. Compra de la Mesilla en 1853 al gobierno mexicano,
representado por Antonio López de Santa Anna.
James Monroe
Los Estados Unidos instrumentaron los siguientes mecanismos de presión sobre México con el
objetivo de adquirir territorio:
Contexto
A finales del siglo XIX se aceleró la expansión del capitalismo; los países más desarrollados técnica
y científicamente como Gran Bretaña, Francia, Holanda, Bélgica y posteriormente Estados Unidos
y Alemania extendieron su hegemonía a todo el mundo, apropiándose de la riqueza y los recursos
naturales de los países de África, Asia y Latinoamérica (necesarios para la industria), mediante el
comercio desigual, las presiones diplomáticas, las intervenciones militares y la transferencia de
recursos a través de inversiones y préstamos.
Maquina a vapor
En este contexto mundial adverso, los países hispanoamericanos, incluido México, lograron su
independencia sin ayuda del exterior y con la oposición de España, que les negó el
reconocimiento, y el restablecimiento del “viejo orden” por el Congreso de Viena (1814) y la Santa
Alianza, cuya ideología dominante fue el conservadurismo. A diferencia de los Estados Unidos,
México no obtuvo el apoyo financiero y militar de otros países como Francia y España para
independizarse.
Inglaterra
La Gran Bretaña fue un Imperio conformado por Inglaterra y Escocia mediante el Acta de Unión de
1707. En 1801, al integrarse Irlanda, se conformó el Reino Unido de Gran Bretaña, nombre que
permanece en la actualidad. Por la importancia económica y política de Inglaterra, su nombre es
usado como sinónimo de Gran Bretaña.
Hacia 1821, cuando México logró su Independencia, Inglaterra era el país capitalista más
desarrollado en el ámbito industrial, comercial y financiero; tenía ricas colonias en Asia y África,
era la principal productora de manufacturas y disponía de capitales para realizar inversiones en el
exterior, tanto directas como en forma de préstamo. Además contaba con la marina de guerra
más poderosa.
Así, en 1826 se firmó el “Tratado de Amistad, navegación y comercio” entre los Estados Unidos
Mexicanos y la Gran Bretaña, con lo cual, además se pensó poner freno al expansionismo
estadounidense.
A partir de ese momento aumentó el interés europeo por México en diversos ámbitos:
diplomáticos, mercantiles, artísticos, académicos. El primer diplomático británico en México fue
Henry George Ward para confirmar el reconocimiento de México por parte del Imperio Británico
como nación independiente.
Sir Henry George Ward GCMG (1797-1860) fue un diplomático, político y administrador Inglés.
De 1835 a 1846, durante la república central, Gran Bretaña se consolidó como el principal socio
comercial de México, así como el primer proveedor de maquinaria y textiles y el destino de los
productos mineros; Gran Bretaña importó hasta dos terceras partes de los metales extraídos de
México. La posición geográfica de México también fue aprovechada como puente entre el
Atlántico y el Pacífico, entre Europa y Asía y los países andinos. Gran Bretaña también intervino en
varias ocasiones como mediador en conflictos entre México, Francia y Estados Unidos.
De acuerdo con el investigador mexicano José Luis Ceceña, la inversión directa inglesa en México
se hizo en la explotación de recursos naturales, especialmente los metales preciosos donde
alcanzó la cantidad de 10 millones de pesos, provenientes de 7 compañías inglesas, cifra alta para
esa época.
Estas inversiones recibieron todo el apoyo de altos funcionarios del gobierno mexicano, como fue
el caso de la empresa inglesa “United Mexican” con una inversión de 4 millones de pesos, que
contó con el apoyo de Lucas Alamán, quien fuera presidente del consejo de administración de la
empresa y Secretario de Asuntos exteriores en los gobiernos de Guadalupe Victoria y Anastasio
Bustamante al mismo tiempo. Situación que reflejó la asociación de altos funcionarios del
gobierno con los inversionistas extranjeros.
La inversión indirecta se dio mediante préstamos otorgados por compañías inglesas al gobierno de
México, en condiciones muy desventajosas para nuestro país necesitado de recursos. Los
préstamos otorgados inflaron sustancialmente la deuda externa, sirviendo como mecanismo de
presión en contra del gobierno mexicano.
Guadalupe Victoria, primer presidente electo de México, fue el único en terminar su periodo
presidencial de 4 años, debido a la estabilidad económica, producto de los préstamos otorgado
por compañías inglesas: en 1824 por la Casa Goldschmidt y Cía. de Londres y en 1825 Casa Barclay
Herring Richardson y Cía., en los siguientes términos:
Interés 5% 6%
Comisión 8% 6%
la compra de armas
En síntesis, de 1824 a 1854, la Gran Bretaña logró ejercer una gran influencia sobre México a
través del comercio convirtiéndose en el más importante socio comercial del país, así como el
principal proveedor de maquinaria y textiles y los capitalistas ingleses fueron los prestamistas del
gobierno mexicano. También intervino como mediador entre México y Estados Unidos en 1836 a
raíz del proceso de independencia de Texas; entre México y Francia en 1839 a causa de la Guerra
de los Pasteles y en 1848 al fin de la guerra México-Estados Unidos.
La relación entre México y España, en este periodo de estudio fue muy conflictiva a pesar de que
el ejército mexicano derrotó a las últimas tropas españolas que se mantenían en el país en la
fortaleza de San Juan de Ulúa, Veracruz, en 1825; gracias al bloqueo naval que el ejército
mexicano estableció con los buques financiados mediante los préstamos ingleses.
Conspiración de 1827
A principios de 1827 el fraile Joaquín Arenas encabezó una conspiración para derrocar al gobierno
mexicano y restaurar la soberanía española en México. Arenas fue derrocado y la conspiración
desarticulada.
La conspiración fue el motivo para que el Congreso emitiera en 1827 la “Ley de Expulsión” de
todos los españoles residentes en México, con la consecuente salida de la mayoría de los
españoles, entre comerciantes y terratenientes llevando consigo su riqueza. Situación que afectó
seriamente a la actividad económica de México.
El monarca español Fernando VII no se resignó a perder la que había sido su colonia más rica,
anhelando su reconquista. El reconocimiento de la independencia de México se dio, después de la
muerte del monarca, por la reina viuda María Cristina en representación de su hija Isabel II. En
1836 el ministro mexicano Miguel Santa María y el jefe de gobierno español firmaron en Madrid el
Tratado de Paz y Amistad entre ambas naciones.
El mismo año en que España reconoció a México como país independiente también lo hizo el
Vaticano, en diciembre de 1836 con el “Tratado Santa María–Calatrava”, por el nombre de los
firmantes. Aunque México mantuvo al catolicismo como religión de Estado desde el primer
momento de su independencia con el Plan de Iguala, no fue suficiente para normalizar las
relaciones con la Santa Sede.
Los diplomáticos son de suma importancia para establecer relaciones cordiales con los demás
países. Durante el siglo XIX, el gobierno mexicano tuvo excelentes personajes dedicados a
establecer los nexos con los países extranjeros y lograr el reconocimiento del país.
Lucas Alamán
A pesar de los intentos realizados por el gobierno mexicano, el reconocimiento de Francia se dio
solamente hasta 1830, por el rey Luis Felipe de Orleans, a cambio de formalizar las relaciones
comerciales entre ambos países. Ese mismo año envió al agente comercial Fernando Mangino
como ministro plenipotenciario con rango de encargado de negocios.
A pesar de los riesgos que representaba para México el comercio con la segunda potencia
europea, poseedora de grandes flotas mercantes, el gobierno firmó con Francia dos tratados de
comercio:
El primero fue la “Declaración del 9 de mayo de 1827” con en el cual México otorgó a Francia el
status de nación más favorecida, aseguraba reciprocidad comercial y protección de los ciudadanos
de ambas naciones, libres de servicio militar y préstamos forzosos. Este Tratado no fue ratificado
por el Congreso mexicano porque Francia no hacía explícito el reconocimiento de la
Independencia de México.
El segundo se firmó en 1831 con el representante francés Manuel Eduardo de Gorostiza, también
fue rechazado por el Congreso mexicano porque se garantizaba la libertad de culto a los franceses,
en contra de lo establecido en la constitución de 1824.
Para 1832, el ministro francés barón Antoine Louis Deffaudis, insistió en la firma de un comercio al
menudeo para sus nacionales que llamó “convención provisional”, vigente mientras se negociaba
un tratado definitivo. Aunque fue aprobado por el gobierno de Santa Anna, el Congreso la rechazó.
Como respuesta, el ministro Deffaudis, utilizó las reclamaciones, “reales o imaginarias, justas o
injustas”, que varios franceses presentaron en contra del gobierno mexicano (por daños causado a
sus comercios) como medida de presión para obligarlo a firmar un tratado de libre comercio,
exigiendo el pago inmediato de una suma enorme de indemnizaciones.
El ministro francés rompió las relaciones con México y abandonó el país. A principios de 1838,
volvió acompañado de algunos buques de la armada francesa que se estacionaron frente al puesto
de Veracruz, exigiendo el pago de 600 mil pesos (10% del presupuesto anual del gobierno),
incluida la de un pastelero francés de 70 mil pesos -de allí el nombre de “Guerra de los pasteles”- y
la firma de un tratado comercial que diera a los franceses residentes libertad para comerciar al
menudeo.
A principios de 1839 se iniciaron las negociaciones entre México y Francia, contando con la
mediación del ministro inglés Richard Pakenham. El tratado de paz se firmó el 9 de marzo de 1839
en Veracruz. El gobierno mexicano aceptó pagar los 600 mil pesos y anular los préstamos forzosos,
pero se negó a concederle a los franceses más libertad de comercio al menudeo, ofreciendo dar el
mismo tratamiento comercial que se daba a todos los extranjeros. Francia, a cambio retiró su flota
de guerra y renunció al pago de la indemnización por los gastos de guerra.
A pesar de haberse logrado la paz, los problemas internos del país hicieron imposible cubrir la
deuda, la cual creció de manera exorbitante. En 1862, la suspensión de pago de los intereses de la
deuda por el presidente Benito Juárez fue el pretexto para justificar una nueva invasión militar a
México. Independencia de Texas (1836)
-El Álamo, San Antonio de Béjar, Texas. Influencia de Estados Unidos en México 1821-1854
La construcción del Estado nacional mexicano a partir de 1821 fue un proceso paralelo a la
expansión territorial de los Estados Unidos de América.
Política expansionista Federalismo mal entendido que impidió el apoyo al gobierno federal
Los Estados Unidos de América se formaron en 1783, después de ganar por la guerra su
Independencia de Inglaterra, la cual tuvo el apoyo en armas y dinero de Francia. El territorio
original era de 13 colonias en la franja costera del océano Atlántico al norte del continente
americano. Desde ese momento, el gobierno implementó una política expansionista que permitió
extender su territorio original mediante varios mecanismos:
• Colonización al oeste eliminando hasta casi hacer desaparecer a los indios americanos del
norte.
• Por el tratado de paz de Versalles se cedieron las tierras de Luisiana oriental, que en 1773
Inglaterra había arrebatado a Francia. Más tarde, compraron la Luisiana occidental a Napoleón I,
con lo cual su territorio llego a colindar con el del Imperio español.
• La anexión de Florida occidental en 1812 fue el primer avance registrado por los Estados
Unidos en terreno colonizado por España (Nueva España). En 1819 se anexó la península de
Florida por el tratado Adams-Onís.
• Anexión, por la guerra con México, de los territorios de Texas, Arizona, Nuevo México y
California, hasta los ríos Colorado y Grande. Compra de la Mesilla en 1853 al gobierno mexicano,
representado por Antonio López de Santa Anna.
James Monroe
Abogado y militar. Presidente de los Estados Unidos de 1817 a 1825.
Los Estados Unidos instrumentaron los siguientes mecanismos de presión sobre México con el
objetivo de adquirir territorio: invasión armada ,independencia de Texas y presiones diplomáticas.
La lejanía, el difícil acceso a la región norte llamado el septentrión, las divisiones internas de los
grupos políticos y la falta de recursos del país impedían regular la situación del norte, al mismo
tiempo que frenar la ambición de colonos extranjeros y acaparadores de tierra, y la política
expansionista del gobierno de los Estados Unidos. Dando por resultado la guerra que culminó con
la separación de Texas (1836) de México y su posterior anexión a los Estados Unidos (1846).
Puedes revisar el mapa El imperio de Iturbide julio de 1822 – marzo de 1823 en el Atlas histórico
de México
Al finalizar la Guerra de México con Texas, el gobierno de Estados Unidos reconoció a Texas como
país soberano de manera inmediata y con miras a anexarla a su territorio. El gobierno mexicano no
reconoció la Independencia de Texas, siendo considerada una provincia rebelde a reconquistar.
Este acto afectó las deterioradas relaciones con Estados Unidos y fomento más su expansionismo
justificado en la “Doctrina Monroe”.
El Congreso de Estados Unidos aprobó la anexión de Texas en 1845 reclamando a México el Estado
de Coahuila y presionando para comprar California y Nuevo México. Estos hechos dieron origen a
un conflicto mayor que culminó con la invasión de las tropas estadounidenses a México, una de las
guerras más injustas de la historia.
El gobierno estadounidense siempre tuvo el interés de apropiarse del territorio norte de México,
hacia 1840 los conflictos entre estos dos países se agudizaron porque el gobierno mexicano no
cedió ante las presiones políticas para vender los territorios del norte.
Tomando como pretexto las reclamaciones de ciudadanos estadounidenses, el presidente James
Polk autorizó al general Zacarías Taylor en enero de 1846 a avanzar sus tropas hacia el río Grande,
territorio mexicano, provocando al ejército nacional que se encontraba en esa zona, a los cuales el
gobierno estadounidense acusó de agresores declarando la guerra en marzo de 1846.
Desde ese momento, el país fue invadido por el ejército estadounidense por diferentes frentes:
Puedes revisar el mapa Guerra México-Estados Unidos 1846-1848 en el Atlas Histórico de México
La marina de Estados Unidos bloqueó todos los puertos del Golfo de México y del Pacífico,
impidiendo el comercio exterior y el pago de impuestos en las aduanas La guerra fue una cadena
de derrotas para el ejército mexicano que se encontraba sin armas ni municiones, sin comida, mal
preparados.
Para retirar sus tropas, Estados Unidos envió a Nicholas P. Trist a negociar un tratado de paz con la
exigencia de obtener los estados de Nuevo México y Alta California, además de libre tránsito por
Tehuantepec. El gobierno mexicano no aceptó tales condiciones y la invasión continuó. Los
estadounidenses llegaron a la entrada de la Ciudad de México; en Tlalpan vencieron al General
Anaya y sus escasas tropas, vencieron en la batalla de Padierna, Churubusco, Casa Mata, Molino
de Rey y Chapultepec. El 14 de septiembre de 1848 el ejército invasor se instaló en Palacio
Nacional.
Mientras tanto el país “no contaba con la preparación ni con la unidad social que se requería y
mucho menos con los recursos económicos necesarios para afrontar una guerra… Fue necesario
recurrir a préstamos forzosos a particulares y al Iglesia y aumentar los impuestos” (López,
2000:135).
El presidente Antonio López de Santa Anna renunció, después de una triste derrota en Cerro
Gordo. El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Manuel de la Peña, asumió el cargo y
negoció la paz, en contra de algunos federalistas que se opusieron.
La invasión de Estados Unidos (1846-1848) fue uno de los episodios más negros de nuestra historia
por muchos motivos: por la sangre derramada de miles de mexicanos, por la incapacidad de los
gobernantes para hacer a un lado las diferencias ideológicas y hacer una defensa efectiva, por la
ambición de militares como Santa Anna, por la mutilación al territorio.
La Reforma Liberal
- Introducción
A mediados del siglo XIX, México no había logrado consolidar su Estado Nación. Eran tareas
pendientes la reactivación económica, la reorganización administrativa y financiera así como la
estabilidad política. La última presidencia de Santa Anna, centralista y autoritaria, agudizó la
confrontación de los proyectos de Nación que defendían dos grupos políticos antagónicos: los
liberales y los conservadores.
Tras el triunfo de la Revolución de Ayutla, cuyo plan contenía ideas generales en torno al
liberalismo como la construcción de la Nación bajo la forma de República representativa popular,
se promulgaron leyes que conformaron lo que se conoce como la Reforma Liberal. Esta se
desarrolló en una situación de pugnas políticas y de enfrentamientos armados entre liberales y
conservadores debido a que estos grupos tenían ideas diferentes sobre la construcción y el
progreso del país.
Los liberales se preocuparon por impulsar cambios que permitieran la integración nacional en
todos sus aspectos y que sentaran las bases para la formación del capitalismo, tal era el propósito
de la “Ley Juárez”, la “Ley Lerdo”, la nueva Constitución de 1857 y las “Leyes de Reforma de 1859”.
Los conservadores también se planteaban la modernización del país, aunque poniendo énfasis en
el fomento de la economía por parte del Estado sin afectar significativamente los intereses
económicos y sociales de las corporaciones tradicionales como la Iglesia y los militares. Ambos
grupos políticos, en su práctica política, económica y social, aplicaron sus preceptos adecuándolos
a las situaciones coyunturales del país.
Con este objeto de aprendizaje podrás estudiar el proceso de Reforma a través de los siguientes
subtemas:
El proceso de Reforma
Revolución de Ayutla
Reforma liberal
Guerra de Reforma
- La revolución de Ayutla-
Durante muchos años, los liberales y los conservadores se venían enfrentando entre sí para
instrumentar su propio proyecto de nación. Fue la revolución de Ayutla (1854-55) la que dio inicio
al predominio del proyecto liberal.
Recordemos que en 1853, tanto los conservadores como los liberales estuvieron de acuerdo en
que era necesario un gobierno fuerte para superar la crisis política que imperaba en esos
momentos. Los conservadores, quienes en ese entonces predominaron en la mayor parte de los
estados, llamaron a Santa Anna, exiliado en Colombia, para ocupar la presidencia.
Venta de la Mesilla
Decreto de impuestos
-Santa Anna
Los liberales desterrados por Santa Anna, como Benito Juárez, Melchor Ocampo, Guillermo Prieto
y otros que residían en Nueva Orleáns y Brownsville, se adhirieron al Plan; Ignacio Comonfort
logró atraer a los liberales moderados, y Juan Álvarez fue nombrando General en jefe del Ejército
Restaurador de la Libertad.
- Liberales y conservadores-
Para que entiendas la importancia de la Revolución de Ayutla, toma en cuenta que surge y se
desarrolla en el contexto de la lucha por la hegemonía entre dos proyectos de nación distintos
representados por los liberales y los conservadores. A través del siguiente cuadro podrás conocer
dichos proyectos:
Desarrollo de las condiciones políticas y económicas que permitan la formación del capitalismo.
Apoyo al crecimiento agrícola, pero sin transformar la estructura agraria propiedad de la Iglesia.
Plan de Ayutla
Santa Anna envió diferentes divisiones militares con el propósito de tomar Acapulco, Costa Chica y
Tierracaliente, pero no lo logró. Las ideas de la revolución de Ayutla se expandieron a otras
regiones del país. Comonfort partió de Acapulco y siguió el itinerario de su campaña para dar el
golpe final a la dictadura, pasó por Zihuatanejo, el Balsas, Michoacán, Jalisco, Guanajuato,
Querétaro y finalmente entró triunfante a la capital el 16 de septiembre de 1855; Santa Anna huyó
de la ciudad de México el 17 de agosto.
El significado del triunfo de la Revolución de Ayutla consiste en que, al tomar el poder político, los
liberales definieron su predominio sobre el grupo de los conservadores y pudieron llevar a cabo su
proyecto de nación.
Ignacio Comonfort, quien a finales de 1855 sustituyó a Juan Álvarez en la presidencia, continuó
con la expedición de leyes reformistas: en junio de 1856 la “Ley Lerdo”, en abril de 1857 la “Ley
Iglesias”.
Presidentes liberales
Benito Juárez
Comonfort, convencido de que no era viable gobernar con la Constitución, se adhirió al plan; pero
los propios conservadores lo desconocieron en enero de 1858, y partió a Estados Unidos. Benito
Juárez, presidente de la Suprema Corte de Justicia, asumió la presidencia del país.
Poco después, Zuloaga, quien había promulgado el plan de Tacubaya, ocupó la capital y fue
nombrado presidente por una junta de representantes de los departamentos, mientras que Juárez
estableció su gobierno constitucional en Guanajuato. En el transcurso de la Guerra de Reforma
(1858-1860), Juárez dictó las llamadas “Leyes de Reforma”, en Veracruz en 1859.
Leyes de reforma
Ley Juárez
Supresión de los fueros militar y eclesiástico para los individuos de estas corporaciones que sean
juzgados por delitos del orden civil, lo que permitiría la igualdad civil ante la ley.
Ley Lerdo
Ley Iglesias
Constitución de 1857
Sin embargo, las leyes liberales se aplicaron sólo a medida que el gobierno liberal se fue
consolidando, sobre todo a partir de la caída del Segundo Imperio. Las “Leyes de Reforma” fueron
incorporadas a la Constitución durante la presidencia de Sebastián Lerdo de Tejada, en 1873,
consolidándose así la separación entre la Iglesia y el Estado.
Los acontecimientos del Plan de Tacubaya tuvieron como consecuencia la salida del presidente
Juárez de la capital y la ocupación de ésta por el conservador Félix María Zuloaga. El 19 de enero
de 1858, en Guanajuato, Juárez publicó un manifiesto en el que declaró restablecido el gobierno
constitucional de la República, iniciándose así la Guerra de Reforma, también conocida como
Guerra de los Tres Años, ya que duró hasta el 1º de enero de 1861. Por lo que el país tuvo dos
presidentes: uno por los conservadores y otro por los liberales. Poco después el gobierno de
Juárez se trasladó a Guadalajara; posteriormente se fue a Colima y desde allí se dirigió a Veracruz,
pasando por Manzanillo y Panamá.
Para que puedas localizar los territorios que ocupaban uno y otro grupo político observa el
siguiente mapa:
Puedes revisar este mapa Guerra de Reforma y la ruta de Juárez de 1858 a 1861
Tanto los liberales como los conservadores buscaron apoyo para su causa en el extranjero. Los
primeros consideraron que el gobierno republicano de los E.U. podía apoyar su proyecto, mientras
que los segundos buscaron apoyo de los gobiernos monárquicos de Europa.
Las tropas liberales estuvieron dirigidas generalmente por oficiales improvisados y no tenían
municiones y pertrechos abundantes, a diferencia de las tropas conservadoras que contaban con
un ejército profesional y con mejores materiales de guerra. Durante 1858 los generales Miguel
Miramón y Leonardo Márquez obtuvieron brillantes victorias sobre las fuerzas liberales, pero esta
situación cambió en 1859.
Contexto Mundial
-Introducciónl
La debilidad del Estado nacional y la suspensión del pago de la deuda externa fueron el pretexto
para que el gobierno francés, en alianza con España, Inglaterra y los conservadores mexicanos,
llevara a cabo la ocupación militar del país o “Segunda Intervención Francesa” en 1862. Las fuerzas
conservadoras europeas y mexicanas impusieron el año siguiente el Segundo Imperio Mexicano
(1863-1867) liderado por Maximiliano de Habsburgo.