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SENTENCIA CONSTITUCIONAL 1718/2011-R

Sucre, 7 de noviembre de 2011

Expediente: 2010-21251-43-AAC
Distrito: Cochabamba
Magistrada Relatora: Dra. Lily Marciana Tarquino López

En revisión la Resolución pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional, interpuesta


por Lorenzo Fajardo Vilaja y María Cristina Jiménez Zapata contra Eduardo Arze León y
David Aguilar Aguilar, Presidente y Juez Técnico, respectivamente, del Tribunal Segundo de
Sentencia de Villa Tunari del Distrito Judicial de Cochabamba.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la acción

I.1.1. Hechos que la motivan

Por memorial presentado el 7 de enero de 2010, cursante de fs. 24 a 29, los accionantes manifiestan
que, en el proceso penal seguido en su contra por la supuesta comisión del delito de tráfico de
sustancias controladas, que se encuentra a la espera de señalamiento de día y hora de juicio, con el
fin de beneficiarse con la cesación de la detención preventiva, constituyeron fianza de Bs125 000.-
(ciento veinticinco mil bolivianos), para lo que adquirieron un préstamo, que “a la fecha” les urge
cancelar, por lo que solicitaron al Tribunal de Sentencia de Ivirgarzama, autorice sustitución de la
fianza por un inmueble registrado en Derechos Reales (DD.RR.), propiedad de Primitiva Fernández
Terrazas, petición que fue rechazada por Auto de 21 de enero de 2009, aduciendo que el certificado
alodial ofrecido no estaba actualizado, ante lo que subsanaron ese aspecto y en audiencia de 11 de
febrero del citado año, nuevamente rechazaron su petición, señalando que no era suficiente para
cubrir la sustitución de las fianzas obladas en efectivo, contándose únicamente con la autorización
de la propietaria, no así con la autorización de Benedicto Rojas Reque, quien también tendría
acciones y derechos sobre el referido inmueble, situación por la cual interpusieron recurso de
apelación, que mereció el Auto de Vista de 25 de septiembre de 2009, de la Sala Penal Tercera,
declarándolo inadmisible, por no encontrarse la Resolución impugnada en los alcances del art. 251
con relación al art. 403.3 del Código de Procedimiento Penal (CPP).

Explica que, ante la imposibilidad de conformar Tribunal en Ivirgarzama con Jueces ciudadanos, la
causa se remitió al Tribunal Segundo de Sentencia de Villa Tunari, donde volvieron a solicitar la
sustitución, la que por Auto de 3 de diciembre de 2009, fue rechazada, con el argumento de que la
norma en que sustentaban su petición, no permitía sustituir con bienes inmuebles, más aún cuando
eran propiedad de terceras personas, ajenas al proceso, Resolución que al negarles la sustitución
prevista en los arts. 241 y 244 del CPP, vulnera sus derechos e incurre en defecto absoluto, previsto
en el art. 169.3 del referido Código, pues presentaron abundante prueba a fin de dar exacto
cumplimiento a los requisitos exigidos para la procedencia de su solicitud, por ello el fallo debió
circunscribirse a verificar si acreditaba o no el cumplimiento de los mismos y no ingresar a
consideraciones contrarias al principio de potestad reglada que rige las medidas cautelares.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

Los accionantes estiman vulnerados sus derechos a la “seguridad jurídica”, al debido proceso y a la
presunción de inocencia, citando al efecto los arts. 115.II, 116.I y 178.I de la Constitución Política
del Estado (CPE).

I.1.3. Petitorio

Solicitan se conceda la tutela, declarando la nulidad del Auto Interlocutorio de 3 de diciembre de


2009, se ordene a las autoridades demandadas dicten nueva resolución observando lo previsto en el
párrafo segundo del art. 244 del CPP, para la procedencia de la sustitución de fianza constituida en
dinero, por un inmueble de propiedad de un tercero.

I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías

Efectuada la audiencia pública el 13 de enero de 2010, conforme consta en el acta cursante a fs. 35 y
vta., se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ampliación de la acción

El abogado de los accionantes ratificó los términos de la demanda y ampliándola señaló: a) El art.
240.6 del CPP, permite que a título de medida sustitutiva se aplique la fianza económica y que ésta
sea prestada por el acusado o un tercero, además el imputado y el fiador pueden sustituir la fianza; y,
b) Pretenden que se analice la prueba presentada, el avalúo del inmueble, los títulos de propiedad,
ver si son o no idóneos y que el Tribunal se aboque a revisar si se cumple o no los requisitos para
sustituir la fianza con un bien real.

I.2.2. Informe de las autoridades demandadas

Eduardo Arze León, Presidente del Tribunal Segundo de Sentencia de Villa Tunari del Distrito
Judicial de Cochabamba, en el informe escrito cursante a fs. 33 y vta., manifestó que el Auto de 3 de
diciembre de 2009, fue emitido de manera fundamentada, en forma totalmente concisa, respetando
los derechos fundamentales de las partes intervinientes y sustentado en las normas establecidas por
la Constitución Política del Estado y por el Código de Procedimiento Penal, cumpliéndose con el
“art. 221”, por lo que se ratificó en forma plena y extensa en el mismo.

David Aguilar Aguilar, Juez Técnico del Tribunal Segundo de Sentencia de Villa Tunari del Distrito
Judicial de Cochabamba, en el informe escrito cursante a fs. 34 y vta., señala: 1) La norma en la que
los accionante funda su solicitud es el art. 244 del CPP, resolviendo el Tribunal conforme al art. 241
del citado Código, mismos que se encuentran en el Libro Quinto del Código Adjetivo Penal, referido
a las medidas cautelares, abundantemente delimitadas y explicitadas en la jurisprudencia
constitucional, señalando que éstas son instrumentos procesales que no causan estado, siendo
revisables en cualquier momento, tal cual prevé el art. 250 del CPP, entendimiento asumido por las
SSCC 0296/2000-R y 0520/2005-R; 2) La SC “0119/2002-R”, en lo referente a las resoluciones
sobre medidas cautelares de carácter real señala que son apelables, conforme lo establece el art. 251
del CPP, por lo que al existir la vía ordinaria expedita, no agotada por los accionantes, no es posible
activar la jurisdicción constitucional; 3) Los accionantes afirman que los jueces no tienen facultad
de valorar respecto a las medidas cautelares, señalando que solo deben verificar el cumplimiento de
los parámetros objetivos que la ley fija para autorizar la sustitución, afirmación que no encuentra
respaldo ni en el sentido común, ya que el régimen de potestad reglada se refiere a que le está
prohibido al juez aplicar medidas sustitutivas que no sean las previstas en el art. 240 del CPP,
teniendo la obligación de valorar y fundar sus resoluciones conforme mandan los arts. 124, 172 y
326 del CPP; 4) El accionante erróneamente sostiene que las solicitudes respecto a medidas
cautelares o su sustitución operan a sola solicitud, resolviéndose positivamente, en ese sentido se
tiene a la SC “0204/2005-R”; y, 5) Respecto de que no debe probarse ningún perjuicio a objeto de
que proceda la sustitución, la SC “0209/2004-R”, señala que es deber del solicitante demostrar el
perjuicio que conlleva la fianza impuesta, pues en el acta de la audiencia se puede evidenciar que no
se mencionó siquiera cuál era el motivo de la solicitud.

I.2.3. Resolución

Por Resolución 01/2010 de 13 de enero, cursante de fs. 36 a 38, pronunciada por el Juez de Partido,
Mixto y de Sentencia de Villa Tunari del Distrito Judicial de Cochabamba, constituido en Juez de
garantías, se concedió la tutela solicitada, disponiendo: i) Dejar sin efecto el Auto de 3 de diciembre
de 2009, pronunciado por el Tribunal Segundo de Sentencia de Villa Tunari; y, ii) Se dicte una
nueva resolución en audiencia, observando lo previsto en el art. 241 del CPP, verificando el
cumplimiento de los requisitos que prevé el párrafo segundo del art. 244 del CPP, para la
procedencia de la sustitución de fianza constituida con dinero por un bien inmueble propiedad de un
tercero; basándose en la siguiente fundamentación: a) De acuerdo a lo previsto por el último párrafo
del art. 241 del CPP, el imputado y el fiador pueden sustituir la fianza por otra equivalente, previa
autorización del juez o tribunal, por lo que la fianza económica constituida en dinero, puede ser
sustituida con un bien inmueble propiedad del imputado o de un tercero, debiendo un juez o tribunal
sujetarse estrictamente para el efecto a lo establecido en el art. 244 del CPP, tomando en cuenta que
la fianza económica tiene carácter netamente instrumental, no para garantizar el pago de los daños
civiles, sino que el imputado cumpla las obligaciones y órdenes que se le impongan; b) Probar el
daño o perjuicio que estuviese ocasionando la fianza oblada, no es uno de los requisitos que prevé el
art. 244 del CPP, para la procedencia de la fianza económica constituida con un bien inmueble; c)
Respecto al principio de subsidiariedad, en el caso que nos ocupa no existe otro medio o recurso
legal para la protección inmediata de los derechos restringidos, porque la Resolución que negó la
solicitud, no se encuentra dentro las previsiones del art. 251 del CPP, porque no modifica una
medida cautelar, no se la sustituyó o cambió, sino que es la misma medida cautelar impuesta, que
habiendo sido prestada en una de las modalidades se solicita sustituirla por otra, por lo que el Auto
de 3 de diciembre de 2009, no es apelable; y, d) Se conculcó también el art. 7 del CPP, que consagra
el principio de favorabilidad y el art. 116 de la CPE, que establece la garantía de aplicación de la
norma más favorable o principio de favorabilidad.

I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional

Dada la carga procesal, mediante la Ley 040 de 1 de septiembre de 2010, se ampliaron las facultades
otorgadas a este Tribunal a través de la Ley 003 de 13 de febrero de 2010, a objeto de conocer y
resolver las acciones de defensa de derechos fundamentales presentadas a partir del 7 de febrero de
2009; es decir, bajo el nuevo orden constitucional; por lo que, mediante Acuerdo Jurisdiccional
001/2011 de 11 de enero, se procedió a la reanudación del sorteo de causas.

II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan de obrados, se establece lo siguiente:

II.1. Por Resolución de 11 de febrero de 2009, el Tribunal de Sentencia de Ivirgarzama, rechazó la


solicitud de los imputados Lorenzo Fajardo Vilaja y María Cristina Jiménez Zapata, de sustituir la
fianza económica que oblaron en efectivo, por la hipoteca sobre el bien inmueble registrado en
DD.RR., bajo la matricula 3.12.5.01.0001060, a nombre de Primitiva Fernández Terrazas (fs. 19 a
20 vta.); apelada la determinación, fue resuelta por Auto de Vista de 25 de septiembre de 2009,
emitido por la Sala Penal Tercera de la Corte Superior, declarándolo inadmisible (fs. 9 a 10).

II.2. Mediante memorial presentado el 13 de octubre de 2009, María Cristina Jiménez Zapata y
Lorenzo Fajardo Vilaja, dirigido al Tribunal Segundo de Sentencia de Villa Tunari, solicitaron
“señalamiento de audiencia de sustitución de modo de prestar fianza económica” (sic) (fs. 14).

II.3. Por Auto de 3 de diciembre de 2009, el Tribunal Segundo de Sentencia de Villa Tunari, rechazó
la solicitud de sustitución de la fianza económica por la fianza hipotecaria de inmueble (fs. 22 vta. a
23).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

Los accionantes denuncian la vulneración de sus derechos a la “seguridad jurídica”, al debido


proceso y a la presunción de inocencia, aduciendo que en un proceso penal iniciado en su contra por
la presunta comisión del delito de tráfico de sustancias controladas, se beneficiaron con la cesación a
la detención preventiva, para lo cual prestaron fianza económica de Bs125 000.-; posteriormente,
solicitaron al Tribunal Segundo de Sentencia de Villa Tunari, su sustitución por fianza hipotecaria
de un inmueble de propiedad de Primitiva Fernández Terrazas, adjuntando toda la documentación
correspondiente; sin embargo, por Auto de 3 de diciembre de 2009, dicho Tribunal rechazó su
petición, sin realizar una correcta aplicación de los alcances de los arts. 241 y 244 del CPP, pues no
valoraron la prueba documental adjunta, cuando simplemente debían verificar si la misma acreditaba
o no el cumplimiento de los requisitos previstos por el art. 244 del mencionado Código, en vez de
efectuar consideraciones contrarias al principio de potestad reglada que rige a las medidas
cautelares. Por consiguiente, corresponde en revisión dilucidar si tales extremos son evidentes, a fin
de conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1.De la interpretación de la legalidad ordinaria

Sobre el particular, este Tribunal en la SC 0854/2010-R de 10 de agosto, estableció lo siguiente:


“Toda vez que la Constitución reconoce diversas jurisdicciones en las cuales las autoridades con
plenitud de jurisdicción y competencia interpretan y aplican las normas al caso concreto, la
jurisdicción constitucional no puede desconocer esa atribución y generar un desequilibrio entre
jurisdicciones; aspecto que no ha sido comprendido y que en muchas ocasiones ha generado
confusión en el foro jurídico. No obstante, teniendo en cuenta que las autoridades judiciales o
administrativas son seres humanos; y por tanto, falibles se consideran aquellos casos de
interpretaciones evidentemente lesivas a derechos fundamentales, arbitrarias o irracionales,
situación en la cual, de manera excepcional puede el Tribunal Constitucional verificar: …si en esa
labor interpretativa no se han quebrantado los principios constitucionales informadores del
ordenamiento jurídico, entre ellos, los de legalidad, seguridad jurídica, igualdad, proporcionalidad,
jerarquía normativa y debido proceso; principios a los que se hallan vinculados todos los
operadores jurídicos de la nación…".
En ese sentido, este Tribunal tiene una amplia y solida jurisprudencia, entre ellas la contenida
en la SC 0090/2010-R de 4 de mayo, donde se ha dejado claramente establecido que: "…para que el
Tribunal cumpla su labor de revisión de la interpretación de la legalidad ordinaria, la SC
0718/2005-R de 28 de junio, estableció que, es necesario que: 'la parte procesal, que se considera
agraviada con los resultados de la interpretación porque lesionan sus derechos fundamentales,
exprese de manera adecuada y precisa los fundamentos jurídicos que sustenten su posición,
fundamentos en los que deberá exponer con claridad y precisión los principios o criterios
interpretativos que no fueron cumplidos o fueron desconocidos por el juez o tribunal que realizó la
interpretación y consiguiente aplicación de la norma interpretada; asimismo, exponer qué
principios fundamentales o valores supremos no fueron tomados en cuenta o fueron desconocidos
por el intérprete al momento de desarrollar la labor interpretativa y asumir la decisión impugnada;
pues resulta insuficiente la mera relación de hechos o la sola enumeración de las normas legales
supuestamente infringidas; porque sólo en la medida en que el recurrente expresa adecuada y
suficientemente sus fundamentos jurídicos la jurisdicción constitucional podrá realizar la labor de
contrastación entre la interpretación legal realizada por la jurisdicción ordinaria y los fundamentos
que sustentan la interpretación y las conclusiones a las que arribó, con los fundamentos y
pretensiones expuestos por el recurrente del amparo constitucional' .

En consecuencia, excepcionalmente puede analizarse la interpretación efectuada por los jueces y


tribunales ordinarios; empero, es necesario que el accionante a tiempo de cuestionar la
interpretación de la legalidad ordinaria cumpla ciertas exigencias, a objeto de que la situación
planteada adquiera relevancia constitucional, como ser:

1) Explique por qué la labor interpretativa impugnada resulta insuficientemente motivada,


arbitraria, incongruente, absurda o ilógica o con error evidente, identificando, en su caso, las
reglas de interpretación que fueron omitidas por el órgano judicial o administrativo,

2) Precise los derechos o garantías constitucionales que fueron lesionados por el intérprete,
con dicha interpretación, y

3) Establezca el nexo de causalidad entre la ausencia de motivación, arbitrariedad u otra


situación absurda, por no aplicar la interpretación que considera debió efectuarse, y los derechos
y/o garantías que conforman el bloque de constitucionalidad, y que han sido lesionados con dicha
interpretación, explicando sí el resultado, cuál la relevancia constitucional”.

Entendiéndose entonces, que la labor interpretativa de la ley corresponde a la jurisdicción


ordinaria, salvo ciertas excepciones que importen lesión a derechos fundamentales, mismos
que deben ser acreditados, por lo que la jurisdicción constitucional mediante la acción de amparo
constitucional no puede dejar de lado esa atribución, ya que de hacerlo ocasionaría un desequilibrio
entre jurisdicciones.

III.2. De la valoración de la prueba

La jurisprudencia constitucional tiene claramente establecido respecto al tema que,


corresponde a la jurisdicción ordinaria toda valoración de la prueba, salvo excepciones y
requisitos fundamentados, teniendo en ese sentido a la SC 0854/2010-R de 10 de agosto, entre
otras, que dispone: “…este Tribunal a través de las diversas acciones tutelares no puede realizar
una nueva valoración de la prueba sobre la problemática que motivó la decisión judicial o
administrativa impugnada, pues ello sería invadir otras jurisdicciones desnaturalizando la esencia
de esta acción tutelar por cuanto la valoración de la prueba es una facultad de dichas instancias
ordinarias.

No obstante, como toda regla en ciertos casos conlleva una excepción, de manera muy
excepcional el Tribunal Constitucional, puede determinar si se valoró o no la prueba, si se omitió
alguna valoración pese a la presentación oportuna y conforme a ley o la misma resulta arbitraria e
irracional; sin embargo, no puede sustituir la valoración….

Al respecto, a través de la SC 0083/2010-R de 4 de mayo, este Tribunal siguiendo el


lineamiento ya asumido, señaló que la competencia de la jurisdicción constitucional: '…guarda
límite en cuanto a la valoración de la prueba y determinación si existe o no responsabilidad penal,
pues ello es atribución de las autoridades ordinarias (…), denotándose que el accionante haciendo
un uso inadecuado de esta acción de defensa, pretende utilizar al Tribunal Constitucional como una
instancia adicional o complementaria,(…)

Ese es el entendimiento que siempre tuvo y tiene este Tribunal, puesto que existe línea
jurisprudencial en sentido de que: '…la facultad de valoración de la prueba aportada corresponde
privativamente a los órganos jurisdiccionales ordinarios, por lo que el Tribunal Constitucional no
puede pronunciarse sobre cuestiones que son de exclusiva competencia de los jueces y tribunales
ordinarios, y menos atribuirse la facultad de revisar la valoración de la prueba que hubieran
efectuado las autoridades judiciales competentes' SSCC 0577/2002-R y 0977/2003-R, entre otras;
es decir que la competencia en acciones de tutela '…sólo alcanza a determinar -siempre que exista
la acción del agraviado-, si han existido violaciones a derechos y garantías fundamentales dentro
de un proceso por inobservancia de normas de orden procesal o sustantivas...' SC 0938/2005-R de
12 de agosto. Por tanto este Tribunal no puede ingresar a la valoración de la prueba" (las negrillas
fueron añadidas).

En consecuencia, el Tribunal Constitucional puede ingresar a realizar una valoración


probatoria cuando: “a) Exista apartamiento de los marcos legales de razonabilidad y equidad
previsible para decidir (…) o b) Cuando se haya omitido arbitrariamente valorar la prueba y su
lógica consecuencia sea la lesión de derechos fundamentales y garantías constitucionales…" (SC
0965/2006-R de 2 de octubre); situaciones que como no puede ser de otra manea deben
fundamentarse adecuadamente.

III.3.Análisis del caso concreto

De la revisión de la acción de amparo constitucional y su petitorio, de manera clara se


establece que los accionantes estiman vulnerados sus derechos porque habiendo prestado fianza
económica de Bs125 000.-, solicitaron se sustituya por otra hipotecaria, para lo cual presentaron un
inmueble de propiedad de Primitiva Fernández Terrazas, adjuntando la documental correspondiente,
ante lo cual las autoridades demandadas emitieron la Resolución de 3 de diciembre de 2009,
rechazándola, sin realizar a su juicio una correcta aplicación de los alcances de los arts. 241 y 244
del CPP, y sin valorar la documental adjunta, con la cual cumplieron con los requisitos establecidos
por el art. 244 del señalado Código, efectuando consideraciones contrarias al principio de potestad
reglada que rigen las medidas cautelares.
De lo expresado, se colige que los accionantes denuncian una presunta incorrecta aplicación a
la normativa señalada supra, al emitir la Resolución de 3 de diciembre de 2009; sin considerar que
tal como se tiene señalado en el Fundamento Jurídico III.1. de la presente Sentencia, para que este
Tribunal ingrese a una revisión de la interpretación realizada en la vía ordinaria, es necesario que
concurran ciertos requisitos con el objeto de no desnaturalizar los fines de la acción de amparo
constitucional, habiendo constatado que los accionantes no cumplieron con tales exigencias; por
cuanto, si bien hacen una relación de los hechos denunciados e identifican la Resolución judicial
acusada de ilegal y cuya nulidad solicitan, citando inclusive los derechos que consideran lesionados;
empero, no han establecido la conexitud entre la ausencia de motivación y la arbitrariedad incurrida,
por no haber aplicado la interpretación que consideran se debió efectuar, con los derechos y
garantías lesionados con dicha interpretación, explicando cuál la relevancia constitucional, siendo
más bien su fundamentación abstracta, pues no sólo solicitan la nulidad de la Resolución emitida por
las autoridades demandadas, sino también se dicte una nueva en base a su interpretación. En
consecuencia, no es posible ingresar al análisis de la interpretación de la norma legal ordinaria
realizada al caso concreto, que con plena jurisdicción y competencia fue efectuada por las
autoridades demandadas.

Finalmente, no cabe duda que la parte accionante pretende que este Tribunal ingrese a realizar
dicha labor interpretativa de la norma en base a la valoración de la documentación presentada
adjunta a la solicitud de la sustitución de la fianza en cuestión, misma que ya fue analizada por las
autoridades titulares del proceso en cuestión, la cual motivó la emisión del Auto de 3 de diciembre
de 2010, por lo que siendo esta competencia exclusiva de la jurisdicción ordinaria, este Tribunal no
puede ingresar a dicha valoración porque de ser así ocasionaría un conflicto de competencias entre
ambas jurisdicciones, desnaturalizando; por tanto, la presente acción tutelar, como se tiene señalado
en el Fundamento Jurídico III.2 de esta Resolución, por lo que conforme a la jurisprudencia
constitucional mencionada, corresponde denegar la tutela solicitada.

Consiguientemente, el Juez de garantías, al conceder la tutela, no ha efectuado una adecuada


compulsa de los antecedentes procesales y no ha aplicado correctamente los alcances de esta acción
tutelar.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción y competencia que le confiere el art. 3 de la
Ley 040 de 1 de septiembre de 2010, que modifica el art. 4.I de la Ley 003 de 13 de febrero de 2010,
en revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 01/2010 de 13 de enero, cursante de fs. 36 a 38,
dictada por el Juez de Partido Mixto y de Sentencia de Villa Tunari del Distrito Judicial de
Cochabamba; y, en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional.

No interviene el Magistrado, Dr. Marco Antonio Baldivieso Jinés, por no haber conocido el asunto.

Fdo. Dr. Ernesto Félix Mur


PRESIDENTE
Fdo. Dr. Abigael Burgoa Ordóñez
DECANO
Fdo. Dra. Lily Marciana Tarquino López
MAGISTRADA
Fdo. Dra. Eve Carmen Mamani Roldán
MAGISTRADA

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