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Resumen
La nutrición cerebral adecuada y suficiente mantiene la integridad estructural y funcional de
las neuronas.
Diversos estudios confirman que la desnutrición en los primeros años de vida afecta el
nivel cognitivo. Un alto porcentaje de los niños que obtienen muy bajo rendimiento escolar
El cerebro en los humanos es el órgano más importante, por lo que la exigencia energética
La desnutrición en los primeros años de vida podría afectar el crecimiento de las personas,
pero es posible lograr posteriormente, una mejoría a través de una buena alimentación, ya
que el niño continúa creciendo hasta los 18 años. Hay, sin embargo, una notable excepción
que es el cerebro y, en general, todo el sistema nervioso. la desnutrición durante los primeros
dos años de vida, podría inhibir el crecimiento del cerebro y esto produciría una reducción
permanente de su tamaño y un bajo desarrollo intelectual; los primeros dos años de vida no
sólo corresponden al período de máximo crecimiento del cerebro, sino que al final del primer
año de vida, se alcanza el 70% del peso del cerebro adulto, constituyendo también, casi el
gradualmente cada vez más, según van evolucionando los circuitos neurales específicos
para las distintas funciones. Aunque las funciones en cierta medida se localizan.
El desarrollo temprano del cerebro depende de que uno tenga las experiencias adecuadas; el
cerebro joven es una parte muy reactiva y “plástica” del cuerpo, con un elevado número de
neuronas y conexiones entre ellas. Los caminos entre las varias partes del cerebro se van
estableciendo siguiendo las conexiones más activas, formando sistemas que sirven de apoyo
Hipótesis
del neonato y el correcto funcionamiento del mismo, si no se tiene una dieta que suministre
los niños después del nacimiento, la mielinizacion no se podrá llevar a cabo y por tanto
está altamente desarrollado, y tiene alrededor de un cuarto del peso que alcanzará en la
edad adulta, a pesar de que el peso corporal total sea aproximadamente un décimo del peso
normal de un adulto.
Cuando nace un niño, su cerebro ya contiene los 100 billones de células cerebrales
especializadas, las “neuronas” o “materia gris”, que componen el cerebro adulto. Las
40 días de embarazo.
Todas las partes del cerebro humano son importantes, los hemisferios cerebrales del
prosencéfalo son el rasgo más llamativo. Cada hemisferio comprende cuatro lóbulos (frontal,
parietal, occipital y temporal), con distintas funciones cada uno. Dentro de cada lóbulo,
De los cuatro lóbulos, los frontales son los más grandes. Las áreas del lóbulo frontal están
asociadas con toda una serie de procesos que van desde el control motor hasta “funciones
rodea.
El lóbulo occipital sirve para procesar las informaciones visuales e incluye áreas
asimismo para las emociones (la amígdala). El prosencéfalo es el portal de entrada de todas
las informaciones sensoriales y regula los procesos sensoriales y motores que son
funciones básicas como la respiración y el batido del corazón, además de tener un rol
específicas responsables de funciones particulares, ningún sector del cerebro funciona jamás
independientemente de los demás; cada función específica concierne toda una cantidad de
“regiones” que colaboran como partes de una red neuronal dedicada a dicha función.
¿Qué es lo que se desarrolla?
Una gran porción del crecimiento cerebral tiene lugar antes del nacimiento del niño, primero
mediante la creación de neuronas y luego mediante las numerosas conexiones axónicas que
Justo antes de nacer y durante el primer año de vida se constituyen los sistemas y caminos
cerebrales, a medida que van sobreviviendo las neuronas frecuentemente activas y van
muriendo las neuronas activadas con menor frecuencia. Mientras se van formando las vainas
de mielina en torno a las fibras nerviosas al final de la gestación y durante la primera infancia,
áreas específicas del cerebro y algunas de ellas se lateralizan en uno u otro de los dos
hemisferios cerebrales. Dado que los distintos elementos del cerebro tienen su propio pico de
los cuales el cerebro está menos ocupado en tareas externas, sin dejar por ello de
superficie externa: la corteza cerebral. Sin embargo, la mayoría de las estructuras del
cerebro son subcorticales: están debajo de la corteza. La corteza cerebral humana, como la
de todos los demás mamíferos, es básicamente una gran hoja fina y plana de
de la evolución es responsable de los pliegues cada vez más complicados, con la formación
de hendiduras y lóbulos característicos, por crecer dentro del espacio más bien reducido del
que consta de seis capas distintas, cada una de las cuales tiene su propia mezcla de tipos de
neuronas y de conectividad. Esta estructura estratificada es como una torta con capas de
bizcocho esponjoso, crema y mermelada, que difieren en cuanto a la densidad relativa de las
distintas partes. Durante el desarrollo prenatal, los estratos de la torta se van construyendo
“de adentro hacia afuera”, a medida que las neuronas recién nacidas se desplazan más allá
proceso que se llama “migración activa”. Algunas toxinas prenatales pueden perturbar este
proceso de migración neuronal. Del mismo modo que las capas de la corteza cerebral se
o regiones destinadas a las distintas funciones particulares. Las neuronas de cada área son
reclutadas para prestar servicio en cada uno de los sentidos, para trazar mapas más
complejos entre los distintos sentidos o para enviar órdenes a las regiones subcorticales que
se ocupan del control motor. Hay un debate irresuelto entre los científicos a propósito de la
influencia de la actividad concreta de las neuronas mismas. Lo que está fuera de duda es
que, cuando el niño nace, la corteza todavía muestra un grado de plasticidad considerable y
las dimensiones de algunas áreas funcionales pueden aumentar o disminuir según las pautas
Desarrollo y nutrición
Todos los nutrientes necesarios para el desarrollo y el funcionamiento del cerebro del feto
su torrente sanguíneo y la placenta, al torrente sanguíneo del feto. Después del nacimiento
los nutrientes provienen de la leche materna, si ésta amamanta, o de una fórmula para
bebés, además de los suplementos alimenticios que se introducen en la dieta del neonato.
Los estudios de resultados cognitivos (Benton, 2008) indican claramente que la alimentación
temprana modifica las estructuras físicas del cerebro del cual dependen estas funciones,
pero las pruebas concluyentes a favor de este argumento escasean. Esto se debe en parte a
que los datos provenientes de los estudios llevados a cabo con animales son difíciles de
extrapolar para que abarquen a los seres humanos. No existían métodos adecuados para
examinar la estructura cerebral humana en seres humanos vivos hasta que los progresos de
efectivamente causa muchos de esos cambios proviene de estudios por imágenes neurales
en experimentos aleatorios controlados, pero hasta el momento son relativamente pocos los
que se han efectuado. Las investigaciones con animales y los estudios cognitivos han
decisivos en el desarrollo cerebral El nivel de hierro, por ejemplo, puede afectar la síntesis
de los neurotransmisores, mientras que los ácidos grasos afectan su emisión. Las diferencias
núcleo caudado, que es una estructura neural relacionada con el coeficiente intelectual
de varones recién nacidos estaba relacionada con un mayor volumen de la materia blanca en
sugerido que los ácidos grasos polinsaturados de cadena larga fomentan el desarrollo
transmisión neural.
Mielinización y desarrollo cognitivo
forma parte de la “materia blanca” del cerebro. Se acumula creando vainas alrededor de las
fibras nerviosas (axones) y aislándolas de manera parecida al aislamiento plástico que cubre
los cables eléctricos. la mielinización empieza durante los últimos meses del embarazo y
ritmo más lento, todo a lo largo de la infancia y la adolescencia. Sin la funda de mielina la
mayoría de los axones transmite los impulsos eléctricos despacio, formando una serie de
ondas, pero cuando se crean las vainas de mielina, los impulsos pueden saltar de una
sección a otra, transmitiendo las señales más rápido y asegurándoles un viaje con menor
axones. Las vainas consiguen este resultado evitando que las cargas eléctricas “filtren” fuera
del axón. El crecimiento cerebral y, por lo tanto, el crecimiento de la materia blanca, es más
veloz durante los dos primeros años de vida, especialmente en la parte frontal del cerebro,
señales axónicas y aumenta su velocidad. Una dieta que suministre la cantidad suficiente de
el embarazo y a los niños después del nacimiento, es esencial para que la mielinización se
lleve a cabo sin interrupciones. Existen pruebas de que la carencia de vitamina B12 durante
estos dos períodos potencialmente decisivos puede inhibir la mielinización de los axones y se
sabe que los trastornos en los que se interrumpe la mielinización también están relacionados
con impedimentos en las funciones cognitivas. El tratamiento para la falta de vitamina B12 en
los neonatos puede producir mejoras en estas funciones en pocos días, aunque algunos
problemas pueden persistir a largo plazo (Stollhoff y Schulte, 1987). Aparte de los efectos en
desarrollo infantil, ya que afectan también a los cuidadores; si un niño es menos capaz de
Los efectos indirectos de este tipo no se limitan a la mielinización, sino que se manifiestan
Una buena dieta, para las mujeres embarazadas y para los niños pequeños, es importante
oxígeno al cerebro; el retardo en el desarrollo del sistema inmune con riesgo incrementado
para el desarrollo normal. Hay evidencia suficiente que soporta el concepto de que los
periodos críticos corresponden a etapas de competencia celular para expresar cierto tipo de
genes. Los momentos de mayor susceptibilidad del sistema nervioso para ser afectado por
factores nutricionales van desde la mitad de la gestación hasta los dos primeros años de
funciones intelectuales por reducción del número y función de las células gliales, retardo en
desarrollo está ligada a la etapa cronológica en que sucedan los eventos neuro-ontogénicos,
4. Mielogénesis.
Los nutrientes son críticos para el óptimo desarrollo y función cerebral, ciertos nutrientes tienen mayor
efecto sobre el cerebro que otros, además de la notoria influencia que tienen el momento y la
PROTEÍNAS
memoria espacial, este último compartido con el sistema colinérgico; la tirosina actúa
NUCLEOTIDOS
Los nucleótidos son unidades básicas de los ácidos nucleicos ADN y ARN, son
Los nucleótidos mejoran la maduración del sistema inmune en niños, tanto a nivel celular
Existe amplia evidencia sobre la utilidad del ácido fólico en la prevención de defectos del
tubo neural. Una ingesta diaria de 400 mcg de ácido fólico durante el periodo
misma), reduce el riesgo entre un 16 y un 79% (zonas endémicas) para defectos de cierre
HIERRO
El hierro es un elemento esencial, encontrado en todas las células de los seres vivos
funciones.
Son componentes estructurales de todos los tejidos siendo indispensables para la síntesis de
la membrana celular en el cerebro, la retina y otros tejidos neurales. Los LCPUFA hacen la
tercera parte de todos los lípidos de la sustancia gris cerebral. El ácido araquidónico (AA) se
neurotransmisores, al igual que el ácido docosahexaenoico (DHA) , sin embargo éste último
Conclusión.
Gracias a las investigaciones y los estudios cognitivos se revelo que ciertos micronutrientes
2000; Lozoff y Georgieff, 2006). El nivel de hierro, por ejemplo, puede afectar la síntesis de
los neurotransmisores, mientras que los ácidos grasos afectan su emisión. Las diferencias en
caudado, que es una estructura neural relacionada con el coeficiente intelectual verbal.
Durante el embarazo se inicia la formación del cerebro y del resto del sistema nervioso. Esta
Sin el desarrollo que alcanza nuestro cerebro serían imposibles el lenguaje y el pensamiento
necesario para respirar, metabolizar alimentos e incluso par eliminar los desechos. Regula y
coordina cada uno de los movimientos que realizamos, voluntarios e involuntarios, todas las
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