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Un planteamiento para la acción, más allá de las ideologías

Visión estratégica de la coyuntura


peruana
A pesar de todo lo que hemos vivido en el Perú, la sociedad parece no haber entendido las
relaciones causa-efecto de los condicionantes de nuestros últimos 50 años, ni la capacidad
para evaluar el espacio-tiempo en que tendremos que desarrollarnos en el futuro.

Lima-Perú, 06/05/2015

1. Fuerzas Externas
a. Mercados Externos

En términos relativos, la economía del Perú es muy pequeña comparada con los
mercados con los que comerciamos. Por ejemplo: el crecimiento de 7% de la
economía china equivale a dos veces el PBI peruano (US$ 400 mil millones).
Nuestras exportaciones agroindustriales vienen creciendo a dos dígitos anuales y
este año ya recuperaron un importante crecimiento.

Si produjéramos más minerales o más madera, no tendríamos problema para


venderlos en los mercados internacionales. En consecuencia, se puede decir, que
la situación restrictiva o de menores precios de la demanda global, no debería
afectar nuestra capacidad de seguir exportando y creciendo en nuestra
participación del comercio mundial.

b. Revolución Tecnológica

El mundo está entrando en una revolución tecnológica que cambiará


sustancialmente nuestra forma de vida y trabajo. Esta revolución se debe al
desarrollo de la digitalización, robotización, inteligencia artificial, impresiones 3D,
biología sintética y otros desarrollos que amenazan ser sumamente disruptivos con
el empleo de las próximas décadas, tanto el de los más capacitados, como el de
menos capacitación.
Una expresión de este fenómeno es que la economía global se está
desindustrializando y desmaterializando (hoy llevas tu cámara de video, GPS, y
linterna en el teléfono). La industria crea cada vez menos empleo y se considera
que ya no es el camino al desarrollo de los países más pobres, como lo explica
Arvind Subramanian, el principal asesor económico del Primer Ministro de la India,
Narendra Modi.

2. Objetivos Internos
a. Crecimiento Económico

El crecimiento económico es indispensable para la creación de empleo, la reducción


de la pobreza y la acción social y de desarrollo del Estado. Evidentemente, este no
es el objetivo final del desarrollo, sino el medio para lograrlo. Sin crecimiento no se
podría aumentar la inversión en educación, salud, infraestructuras y desarrollo
tecnológico.

Según múltiples estudios de especialistas e información del INEI, el crecimiento de


los últimos 15 años ha explicado entre el 70 y 80% de la reducción de la pobreza.
Al menos 80% de la reducción de la pobreza es por el crecimiento

b. Generación de Empleo

La PEA del Perú crecerá desde unos 15 a aproximadamente 22 millones de


personas el 2050. No solo tenemos que mejorar las condiciones de empleo actuales
(con una informalidad laboral de 70%), que carece de los derechos más
elementales; tenemos que mejorar las capacidades de nuestros trabajadores
mediante intensivos y muy efectivos programas de capacitación; y tenemos que
generar nuevos empleos para los jóvenes que se incorporaran al mundo laboral los
próximos años (lo deben hacer en mucho mejores condiciones educativas).

c. Reducción de la Pobreza

La pobreza total en el Perú es aún mayor a 23.5% y, la pobreza extrema de 4.1%.


Es cierto que en los últimos quince años la pobreza se redujo desde 57%, pero no
nos podemos quedar ahí.

Además, tenemos que reducir los niveles de anemia en niños menores de tres años,
que el año pasado (2014) llegaba a 46.8%. Un nivel inaceptable, bajarlo debe ser
una de las principales metas sociales.

Solo reconociendo la realidad podremos corregir los errores de la política social y


económica - En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo.

3. Agendas Internas
a. Agenda Política

Tres elementos: lograr una buena Gobernanza; establecer un sistema nacional de


partidos políticos que representen efectivamente a la población e; implantar la
meritocracia como el único camino para la selección, promoción y remuneración de
los funcionarios públicos.
El Mundo carece de una Gobernanza Global para el Siglo XXI e Instalemos un Estado
Meritocrático en el Perú.

b. Agenda Social

Este punto abarca una revolución educativa, mejoras en salud, fortalecimiento de


nuestras instituciones, el desarrollo de las infraestructuras internas y el avance en
investigación y desarrollo, especialmente de carácter tecnológico.

Educación: El diagnóstico es claro y compartido, un atraso sustancial con


respecto al resto al mundo de ayer. Si tomamos en cuenta, los desarrollos
tecnológicos indicados en el punto 1.b. (revolución tecnológica), la brecha a
superar es muchísimo mayor. Una mejora gradual de la calidad de la
educación, no nos permitirá incluir a nuestra población como parte del mundo
tecnologizado del futuro. Lo que necesitamos es una verdadera revolución, un
“Big Bang”, como lo se dijo en el último CADE.

Tenemos que emprender una revolución educativa y Dignifiquemos el rol de


los maestros.

Salud: La salud es una de las áreas en que el cambio tecnológico será más
notorio y de mayor impacto en la calidad de vida. Necesitamos que nuestros
peruanos más pobres, tengan la capacidad de financiar, o recibir del Estado, el
acceso a los mejores instrumentos de prevención y cuidado de la salud que
serán de uso común en el resto del mundo.

Instituciones: Una de las agendas más difíciles de superar. Incluye mejora del
Sistema Judicial, la Policía, la Seguridad Ciudadana, la derrota final del
terrorismo, el control del narcotráfico y la abolición de la corrupción.

Infraestructuras: La brecha de infraestructuras llega al 50% de nuestro PBI,


unos US$ 100 mil millones. Cerrarla tiene un objetivo doble, mejorar nuestra
competitividad y democratizar el acceso al mundo moderno. Uno de los
mayores limitantes es su financiamiento, que requiere acceso a fondos
suficientes y el diseño de una estrategia que permita un proceso efectivo y
acelerado.

Investigación y Desarrollo: El gobierno ha establecido incentivos fiscales


para la inversión en (I+D). Además, debemos reconocer que durante los últimos
15 años ha habido una revolución tecnológica en todos los sectores de la
economía. Esta se ha hecho sin registro oficial, muchas veces sin patentes y
alejada del mundo académico. Su naturaleza ha sido de innovación productiva.
Es necesario promover un mayor acercamiento de los sectores productivos con
la academia, privilegiando la transferencia de tecnología y la mejora de los
procesos productivos.

4. Capacidades Internas
El Perú tiene reservas o capacidades productivas no explotadas en múltiples sectores
como consecuencia del “apagón productivo y de inversión” de los 60, 70 y 80s, años
en que la inversión privada estuvo proscrita.

Tenemos cómo multiplicar nuestra producción en: Minería, sector que solo explora y
explota menos del 2% del territorio nacional (las áreas concesionadas se prestan para
confusión). Tenemos muchos proyectos en ciernes que podrían multiplicar nuestra
producción por tres o cinco veces. Madera, donde solo producimos una ínfima
proporción de lo que hace Chile (exporta más de US$ 6 mil millones) y en el que
nuestro potencial es de por lo menos cinco veces el chileno. Solo en la sierra tenemos
7 millones de hectáreas para reforestar. Acuicultura, sector que está prácticamente
virgen y que podríamos desarrollar en ríos, cochas y mares.

Igualmente, tenemos un gran potencial para incrementar


nuestras Agroexportaciones, el Turismo, Bionegocios, y Manufactura vinculada a
nuestros sectores primarios, como lo hemos hecho los últimos años que, ha permitido
que hoy tengamos el sector industrial más grande competitivo y exportador de nuestra
historia. La minería: generó un ciclo virtuoso de crecimiento.

En resumen, el Perú, país bendito, tiene como multiplicar su nivel productivo, la creación
de empleo y la generación de recursos fiscales, como no la tiene ningún otro país. Este
potencial nos permite generar riqueza para cerrar las brechas sociales, ponernos al día en
educación, salud e infraestructuras, creando empleo de calidad para afrontar el salto
tecnológico que nos permita nivelarnos con los países más desarrollados y poder sumarnos
con éxito a la “tercera revolución industrial”.

Hasta antes de la revolución tecnológica podíamos considerar que teníamos unos 20 años
para ponernos al día. Ahora el tiempo se ha acortado, probablemente nos quedan solo cinco
años para hacer el trabajo de superarnos. Ya no podemos cometer más errores.

Si no empezamos pronto a desarrollar nuestro potencial, quedaremos condenados a una


situación social y económica de discapacidades que no tenemos por qué aceptar.
Esperamos que este análisis de las fuerzas que condicionarán nuestro futuro, nos sirva para
tomar conciencia de la realidad y comprometernos con la acción, superando debates inútiles
y las trampas políticas e ideológicas que todavía nos tienen atrapados en la pobreza.

El reto de los peruanos


Sí podemos ser una gran nación
Hace un año, el Comandante General de Operaciones del Pacífico, Vicealmirante Fernando
Cerdán Ruiz, presentando un recuento de las acciones desplegadas por la Marina de Guerra
del Perú, con ocasión de la emergencia originada por el ‘niño costero’, lleno de orgullo y de
esperanza, nos dijo a un grupo de ciudadanos: “Por un tiempo, fuimos una gran nación”.

Muy pocos días después, bajo la ‘media batuta’ de PPK, su bancada, las de las izquierdas
y la de Fuerza Popular, regresamos al desgobierno y a la continuación de la cadena de
desaciertos a la que fue condenando nuestro maravilloso país, a ese ‘país infinito’ que no
acertamos como enfilar sostenidamente al bienestar general.
No hace falta describir nuestra situación actual, todos la conocemos y la sufrimos. Más allá
de una recuperación parcial de nuestra economía, aguantada por la mala política que nos
gobierna, seguimos sin norte y sin confianza en el futuro.

Lo importante es no perder de vista nuestra naturaleza, nuestras capacidades y nuestro


potencial. El Perú y los peruanos somos grandes, solo necesitamos una mejor clase
dirigente.

Para ello, los ciudadanos de a pie, como le gusta decir a muchos analistas, tenemos que
informarnos de nuestra realidad e impulsar a los dirigentes políticos, empresariales,
gremiales, académicos, mediáticos, intelectuales, a que pongan de sí lo mejor que tienen.

Tras el ejemplo de nuestros hinchas

Enderecemos el 2018
El 2018 se bautizó como el “Año del Diálogo y la Reconciliación Nacional”.
Posteriormente, en su discurso de investidura como Presidente Constitucional de la
República, Martín Vizcarra, sentenció: “Lo que ha sucedido debe marcar el punto final
de una política de odio y confrontación, que no ha hecho otra cosa que perjudicar al
país”.

Sin embargo, el juego de los políticos peruanos va en la dirección contraria. Desde los
primeros días del gobierno de Vizcarra, todas las tiendas políticas, con la excepción
(temporal) de Fuerza Popular, se han esmerado en renovar y agravar los ánimos de
confrontación política, en debilitar el mandato de Vizcarra, y en arrinconarlo en su soledad
nominal, donde poco a poco va perdiendo fuerza de espíritu para imprimir su naturaleza más
ecuménica a un gobierno que los peruanos no queremos dar por perdido.

Los peruanos acabamos de dar una de las mejores representaciones de nuestra naturaleza
de buenas personas, en el Campeonato Mundial de Fútbol en Rusia. Efectivamente, el
comportamiento de nuestros hinchas en Rusia, nuestra alegría, nuestro amor al Perú que
todos queremos ver mañana, el orgullo de lo nuestro, que hemos gritado con lágrimas en
los ojos entonando: “Contigo Perú” y "Cómo no te voy a querer", ha conmovido a todo el
planeta e impactado a los analistas globales más sofisticados.

Esto configura una suerte de sándwich socio-político. Por un lado, un presidente que
apuesta por la unión de los peruanos; por otro, un pueblo que canta su identidad. Y al medio
una clamorosa clase política que ya no responde a ninguna vibración de deber y
responsabilidad.

Ese ‘sándwich de unión y amor por el Perú’, debe cambiar de relleno. No se trata de
expulsar ni de aplastar el relleno. Se trata de forzar a los políticos a escuchar a la población,
a reconocer sus errores, a tener un momento de humildad y entender que su encargo no es
jugar al poder, no es servirse de su posición para aparecer en más fotos, no es inventar la
pólvora (menos si está húmeda). Su deber es simplemente administrar temporalmente
el bien común.

Basta pues de malograr el año 2018. Este tiene que ser el año en que los peruanos
entendamos que el camino que tenemos por delante para alcanzar la prosperidad, es un
camino muy difícil, un camino en el que no podemos perder más tiempo.

La Estrategia para la creación de empleo y generación de riqueza en el Perú durante los


próximos 20 años; explicando que era necesario que, cuanto antes, optáramos por la
estrategia de desarrollo que nos permitiera acumular riqueza aceleradamente, para dirigirla
a nivelar a nuestros pobres con la población global y evitar que el nuevo mundo de la robótica
y la inteligencia artificial los dejara en los arrabales de la globalización. Traté de enfatizar
que no nos queda mucho tiempo, quién sabe si 20 años.

Pero esos políticos, clamorosos, siguen en su empeño destructivo contra nuestro futuro.
¿Quiénes han capitaneado la oposición al gobierno de presidente Vizcarra? Nada menos
que los miembros del Partido de PPK: Mercedes Aráoz, Juan Sheput, Carlos Bruce y Gilbert
Violeta. Además, por supuesto los seguidores de Arana y Glave, más, desde afuera,
Verónika (Agenda) Mendoza, et al. Y después de unos días de tranquilidad, los seguidores
de Keiko Fujimori, quién atacó injustamente a Cillóniz, el mejor gobernador del Perú, ya
están también por la libre.

Lamentablemente, el presidente Vizcarra se está dejando acorralar. Parece que ya se olvidó


de su magnífica invocación por la unión de los peruanos. Lógico, el presidente no tiene quién
lo defienda y la soledad puede ser mala consejera.
Señor presidente, se dijo, el 7 de junio pasado, ¡Usted no está solo!. Lo acompañamos 30
millones de hinchas del Perú. Usted está por encima de todos los políticos. Vuelva a
convocarnos para mirar adelante, todos juntos en la difícil gesta del desarrollo.

Para superar la pobreza


Estrategia para la creación de empleo y
generación de riqueza en el Perú durante los
próximos 20 años
Lima-Perú, 02/07/2018

El Mundo

Dentro de 20 años, el mundo habrá sufrido una gran transformación de sus procesos
productivos, logrado un sustancial aumento de la productividad y mejorado el bienestar
general.

La ‘cuarta revolución industrial’ habrá dejado de ser una fuente de especulación sobre sus
impactos económicos y sociales. En el mundo, la robótica, la inteligencia artificial y los
algoritmos habrán generado una sociedad con relaciones disruptivas entre la creación de
riqueza, empleo, tecnología, ingresos y bienestar, tal como las vemos hoy día.

Las sociedades más ricas, aquellas que lideren la gran transformación productiva y marquen
el acelerado cambio tecnológico, gozarán de condiciones de vida muy superiores a las de
las sociedades que no estén en la frontera de desarrollo y adopción de las nuevas
tecnologías.

El Perú

Nosotros estamos tarde como para ser parte de la vanguardia de dicha revolución. No
hemos acumulado ni capital humano, ni físico, ni tecnológico; no hemos acumulado
suficientes activos como para transformar aceleradamente nuevas formas de creación de
riqueza.
Sin embargo, sí tenemos la capacidad de producir y de exportar muchos de los productos y
servicios que las viejas y nuevas sociedades afluentes no producen (y que demandarán)
para mantener sus altos niveles de bienestar.

El Perú puede producir y exportar las mejores frutas y hortalizas del planeta, magníficos
peces y mariscos, buenas variedades de madera, diversidad de minerales y fuentes de
energía, así como servicios de turismo y gastronomía.

Si nos dejamos de complejos y superamos los paradigmas que desvían la orientación


de nuestras políticas productivas, podremos multiplicar nuestra oferta de dichos
productos y servicios y recibir una compensación económica que nos permita:

 Acumular capital
 Mejorar nuestras infraestructuras
 Desarrollar nuestro capital humano
 Generar empleo en un mundo que sustituye empleo por máquinas
 Dotar al Estado de los recursos necesarios para la gestión pública

Desde un punto de vista conceptual, la ‘cuarta revolución industrial’ transformará todos los
procesos intermedios entre los elementos de la naturaleza y su usufructo por el ser
humano. Los sectores de "servicios de alojamiento y alimentación", manufactura y
transporte serán particularmente vulnerables (como explica Martin Wolf del Financial
Times).

En otras palabras, uno de los sectores que verá una mayor transformación será el sector
industrial, donde los saltos de productividad generados por las nuevas tecnologías harán
que sea muy difícil competir, sin su plena adopción.

Pero un buen mango, o una magnífica palta, uva, espárrago, arándano, alcachofa o melón,
no serán producidos por máquinas, ni se sustituirá la participación de los seres humanos por
las nuevas tecnologías. Como tampoco sucederá con los langostinos, erizos, lenguados o
paiches, ni con nuestras variedades de madera y minerales. La sustitución tampoco se dará
en los servicios que facilitan una visita a Machu Picchu, Kuelap y el Cañón del Colca, o el
disfrute de un buen ceviche, lomo saltado, chupe de camarones o arroz con pato, por lo
menos, no en un mediano plazo.

Todos estos productos y servicios son parte de ‘nuestra gran ventana de oportunidad’, un
gran stock productivo, que debe ayudarnos a recuperar buena parte de los años perdidos, en
los que impedimos la inversión privada (60s, 70s y 80s) y que después volvimos a malograr,
multiplicando regulaciones que disuaden la inversión, sembrando una cultura anti-inversión
privada en el sector público, permitiendo que pequeños grupos de poder saboteen las
inversiones en nombre de sus falsos ídolos ambientales y sociales (paulatinamente desde
el 2000 y a todo vapor desde el 2011).

Análisis

El Perú debe apoyarse en nuestra amplia y magnífica dotación de recursos naturales, cada
vez más necesarios y valiosos para los países más ricos. Recursos que podemos producir
y multiplicar, para traer del exterior (desde las empresas y consumidores más ricos del
planeta) los recursos económicos que nos permitan avanzar hacia el pleno empleo y la
mejora de capacidades humanas, en un mundo sin empleos.

Si les explicamos a nuestros ciudadanos los beneficios de asumir un desarrollo estratégico,


que aproveche nuestro potencial en el nuevo mundo de la robótica y la inteligencia
artificial, seguramente tendremos la comprensión y el apoyo para emprender la gesta del
desarrollo sin avanzar un paso y retroceder dos, como venimos haciendo hace un buen
tiempo.

No debemos dejar que grupos de interés político, ideologizados, sigan envenenando las
mentes de nuestros ciudadanos sin contrarrestar sus mentiras y sus mitos. Estos grupos
han capturado buena parte de los medios de comunicación, tanto a nivel nacional como en
provincias. Además, tal como ha sucedido en otras sociedades, también cuentan con el
apoyo de los académicos más activos en política (por ejemplo, los mediáticos profesores de
economía de la PUCP), así como con la desidia de los líderes empresariales y sus gremios.

Algo muy importante a registrar es que no nos queda mucho tiempo, por ello debemos trazar
una estrategia de desarrollo que movilice, aceleradamente y consistentemente, nuestras
capacidades durante los próximos 20 años.

 Dentro de las dos siguientes décadas nuestra población seguirá envejeciendo hasta
agotar nuestro bono demográfico
 Las tecnologías seguirán evolucionando, y podrán empezar a aparecer las fábricas
verticales de frutas y hortalizas mediante reproducción celular, la explotación masiva
de minerales en los fondos marinos y en asteroides, eliminando nuestras actuales
oportunidades de generar riqueza
 Si no emprendemos cuanto antes una verdadera revolución educativa, corremos el
riesgo de que las brechas que separen a nuestra población más pobre de los
ciudadanos del nuevo mundo de la ‘cuarta revolución industrial, los dejen para
siempre en la marginalidad social, como lo afirma el historiador israelita, Yuval Noah
Harari.

En los próximos meses podemos movilizar el país hacia el crecimiento integral y


sostenido, promoviendo agresivamente la inversión privada para desarrollar nuestros
recursos naturales, las infraestructuras y el turismo; además de emprender las reformas
políticas e institucionales que nos acerquen a los estados de derecho modernos;
desburocratizando y simplificando drásticamente la paralizadora normativa actual y, por
supuesto, alentando un salto cuántico en educación y salud.

Objetivo

Nuestra meta debe ser que el PBI crezca un 7% anual.

Un 7% de crecimiento anual da un crecimiento acumulado de 100% cada 10 años. Eso


significa que podríamos llevar nuestro actual PBI de aproximadamente US$ 200,000
millones a US$ 800,000 millones en 20 años.

Además, con el mismo ritmo de crecimiento, nuestras exportaciones podrían pasar de los
US$ 50,000 millones actuales a US$ 200,000 millones en 20 años. Lo interesante es que, si
efectivamente privilegiamos la producción y exportación de frutas y hortalizas, madera y
minerales, entre otros, dichas exportaciones dejarían en el Perú un porcentaje muy alto de
su valor de venta en el extranjero, a diferencia de las exportaciones de productos
manufactureros, que dejan un valor muy reducido en el país. Por ejemplo:

 La exportación de un polo de buena confección, que se vende en Miami a unos US$


80, le deja al productor local un 8 a 12% (según Oppenheimer, solo 8%)
 Las frutas frescas, como la palta Hass, que se puede vender a unos dos euros por
unidad en un supermercado inglés, deja en el Perú algo más de un 60% de su precio
final.
 Los concentrados de cobre, la exportación de minerales más básica, deja en el país
aproximadamente un 86% de su valor en destino.
Por lo tanto, por donde se mire, tenemos que acumular la mayor riqueza posible en el
menor tiempo posible y canalizarla para nivelar a nuestra población, especialmente a
los más pobres, con los ciudadanos del mundo de la ‘cuarta revolución industrial’.

Estrategia

Maximizar la creación de riqueza, volcando al país a poner en valor nuestros recursos


naturales y nuestros servicios de turismo y gastronomía:

1. Multiplicando los flujos económicos desde el exterior, mediante los altos márgenes
de nuestras exportaciones, así como inversiones productivas y en infraestructuras.
2. Incorporar a la sierra alto andina a los brazos de creación de riqueza de la
gastronomía y las agro-exportaciones, apoyando el Programa de Sierra Productiva.
3. Emprender una verdadera revolución educativa, dejando el paradigma de la
educación masiva y centrando el aprendizaje en el liderazgo del alumno.
4. Desburocratizando y simplificando la gestión del Estado.
5. Imponiendo la meritocracia en todas las funciones del Estado.
6. Emprendiendo la reforma política, del sistema judicial y de la descentralización.
7. Imponiendo transparencia absoluta en los procesos de apropiación de recursos en
el Estado y adoptando las mejores prácticas internacionales para el control de la
corrupción.

“Hay, hermanos, muchísimo que hacer” (César Vallejo)


¡El mejor momento es hoy!

Las Políticas Sociales en el Perú


21/09/2011

INTRODUCCIÓN
El presente artículo ofrece un breve análisis de dos aspectos de las políticas sociales en el País (La
Educación y La Salud) en base al último reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI),
el cual nos muestra indicadores de la Reducción de la Pobreza en el último quinquenio (2006-2010)

LAS POLÍTICAS SOCIALES Y EL FUTURO PRÓXIMO.

Si partimos de las definiciones, las Políticas Sociales son aquellos servicios que brinda el estado como los
servicios básicos de la educación, la salud, la administración de justicia, los programas alimentarios, el
apoyo productivo a la población pobre, la formación de capital social (capacidades de la población como
conjunto para enfrentar constructiva y colectivamente sus problemas), e incluso aspectos culturales.

Según Daniel Olesker, en una economía capitalista y, más aún, en un país dependiente, las políticas
sociales se diseñan sobre la base del cumplimiento de dos objetivos:

 La integración de la sociedad
 La amortiguación de las desigualdades propias de las relaciones de producción capitalistas

Por tanto, las políticas sociales en el Perú, serian clasificadas de la siguiente manera:
En primer lugar, están las políticas de prestación de servicios públicos como es de salud, educación,
vivienda, seguridad social, luz, agua, etc.
En segundo lugar, están aquellas políticas que tienden a compensar los efectos de la exclusión como son
las políticas de empleo, el seguro de desempleo, los subsidios de alimentación, la protección a la infancia,
etc. Dentro de estas últimas están aquellas dirigidas a los sectores de mayor exclusión y que no pueden
quedar en el marco del proceso social y económico que genera un nivel básico de desigualdad y un nivel
agravado de exclusión.

Si bien es cierto, el crecimiento económico viene acompañando a nuestro país desde hace más de dos
lustros, la población y el gobierno tienen la gran responsabilidad, y es que los primeros no se deben
acostumbrar a recibir sin ninguna señal de cambio y el segundo no utilice a estos programas como un
instrumento político.
A modo personal, creo que los ciudadanos, así como el gobierno debemos ser más respetuosos y dignos
para con nosotros mismos.

POBREZA

En el caso de nuestro País, que aún cuenta con el 31.3 % de población en condiciones de pobreza, analizar
e investigar las acciones que se realizan en los diferentes programas orientados a reducir la pobreza
requieren desde nuestra opinión un permanente seguimiento y monitoreo.
La pobreza de mi país, más que un mal de la sociedad es algo así como una herencia cultural, siempre los
que son pobres están ligados de algún modo a lo andino, pero esto no hace a que sea un elemento de todo
el constructo social que forma la sociedad peruana. El problema se debe creo a que ninguno de los expertos
en pobreza entiende bien esta dimensión, los trabajos existentes son más que opiniones con cierto criterio
económico monetario y de corte social, quizá para entender este fenómeno necesitamos de un nuevo
planteamiento que nos permita identificar elementos de esta condición sin mesclar factores como los
económicos, sociales, políticos, religiosos, etc.
Una nueva disciplina o ciencia, es lo más justo, además el hombre sea caracterizado por buscar diferentes
respuestas a un problema, quizá en esta búsqueda de la respuesta a la pobreza encuentre el orden y el
sentido de todas las cosas existentes en la naturaleza y resuelvan nuestros males que nosotros mismos lo
hemos creado.

EDUCACIÓN

En el aspecto educativo, el informe expresa que durante el año 2010, una de las características de la
población, en situación de pobreza, es presentar menor capital educativo que la población no pobre. Así,
mientras que el 56,0% de los pobres y el 70,8% de los pobres extremos mayores de 15 años de edad,
solamente lograron estudiar algún año de educación primaria o no tienen educación, los no pobres con este
nivel educativo es el 25,5%.
Los pobres y los pobres extremos que alcanzaron estudiar algún año de educación secundaria son el 37,7%
y 27,6%, respectivamente; en cambio, los no pobres con educación secundaria es el 42,5%. Solamente el
6,3% de los pobres y el 1,6% de los pobres extremos alcanzaron estudiar algún año de educación superior
(superior no universitaria y universitaria), mientras que los no pobres que tienen este nivel es el 32,0%.

Es entonces urgente averiguar la efectividad de los programas, como JUNTOS, por ejemplo, que cuenta
con tres componentes importantes para identificar: Salud – nutrición, Educación e Identidad, por lo cual
éstos indicadores son claves para identificar los índices del nivel educativo de la población en situación de
pobreza, de nuestro país. Así podremos ver la efectividad de estos programas derivados de las políticas
sociales promovidos por el gobierno.

SALUD

Según el mencionado informe, sobre ‘El Acceso a los servicios de salud’ del año 2010, la población pobre
y pobre extrema que cuenta con seguro de salud fue elevada, alcanzando la cobertura de 71,6% y 80,0%,
respectivamente. Los no pobres que tienen seguro de salud es el 61,3%.

De acuerdo con el tipo de seguro al cual acceden los pobres, pobres extremos y pobres no extremos
acceden mayoritariamente al Seguro Integral de Salud (SIS) con 66,0%, 78,6% y 60,3%, respectivamente.
En el caso de la población no pobre el 26,7% tiene cobertura de ESSALUD, el 27,4% al SIS; el 7,0% tiene
otro tipo de seguro (seguro privado o de las fuerzas armadas o policiales). Respecto a lo observado en el
año 2009, la población en situación de pobreza con seguro de salud se incrementó en 3,5 puntos
porcentuales, en 4,8 puntos porcentuales en los pobres extremos y los no pobres 3,4 puntos porcentuales.
Por tipo de seguro, tanto en pobres como en no pobres, el acceso al Seguro Integral de Salud se incrementó.

En el quinquenio 2005-2010, se registró un incremento importante del acceso de la población pobre en 43,3
puntos porcentuales al SIS y de 20,0 puntos porcentuales de la población no pobre. El incremento
significativo de la población cubierta por un seguro de salud se debe a la implementación del Seguro Integral
de Salud (SIS), como un sistema de aseguramiento público subsidiado, que tiene como meta avanzar hacia
el aseguramiento universal.
En circunstancias de crisis económica, que ahora ningún país es ajeno a sus efectos, vale mencionar el
primer objetivo de la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza (MCLCP), el cual establece y
recomienda lo siguiente: Ampliar y reforzar la protección social y la lucha contra la pobreza, garantizando
los recursos necesarios para los servicios universales vinculados a salud, nutrición, educación, agua y
saneamiento básico y acceso a la identidad; así como los programas sociales focalizados vinculados a las
acciones de lucha contra la pobreza.
Si bien, nuestro país, durante el año 2010 creció en un 8,9% y ahora según el informe: Perspectivas de la
economía mundial al día del Fondo Monetario Internacional (FMI), proyecta que para el 2011 la economía
peruana tendrá un avance de 6,6% y para el 2012 uno de 5,9%; por lo tanto, sacar adelante los programas
sociales en el Perú, en términos económicos, está asegurada su viabilidad.
Desde la perspectiva antropológica, cómo hacemos que éstos indicadores sean, realmente logrados y, no
solamente, un fin político. Pues, desde la perspectiva nuestra, antes que esto sea un reto para el gobierno,
es un reto para el modelo económico. Nuestra responsabilidad, es que debemos evaluar las políticas
sociales como una combinación de políticas de prestación de servicios públicos, políticas de amortiguación
de las desigualdades sistémicas y políticas de reducción del impacto de la exclusión. Sin embargo, ésta
perspectiva, aún sigue siendo postergada y entendida como algo externo a los programas.

En nuestro País resulta fundamental que se aborden estos temas con un criterio de conjunto e
interdependencia y multidisciplinariedad aunque existan organismos estatales que tengan sus propias
reglas de juego, objetivos y metas, dado que dicha interacción es vital para lograr el desarrollo humano,
que es la razón de ser de las políticas sociales.
Al mismo tiempo creemos que las políticas sociales deben ser diseñadas centralizadamente –entendida
esto como el centro del problema- más allá de su ejecución descentralizada y en coordinación y no
subordinación a las políticas económicas.

CONCLUSIONES:

 Todas las políticas sociales deben de estar orientadas a la integración de la sociedad y amortiguación de
las desigualdades propias de las relaciones del sistema económico imperante
 Si bien los indicadores que se muestra en el último Informe del INEI, sobre La reducción de la pobreza en
el Perú, es estadísticamente saludable; sin embargo, muchos de éstos, en comparación a otros países, de
América Latina, nuestro país aún batalla por la superación de la pobreza.
 En todos los programas, derivados de la Política Social del País, se debe incorporar criterios de interacción
e interdependencia con multidisciplinariedad, en el control y seguimiento de cada uno de estos programas.

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