La Apología de Sócrates

La filosofía o “forma de vida” ,esta expresada en como vemos la vida y formamos nuestra
propia verdad. ¿Pero que es la verdad? En el ejercicio práctico, es él cual nos lleva a lo
más profundo de nuestras propias percepciones, en cuanto a nuestra vida y entorno, el
que nos permite crear un pensamiento puro y verdadero, esto muchas veces nos lleva a
ver la realidad en contraposición a lo que pensamos, por eso realidad y verdad están
unidas para lograr llevar a cabo su propia significancia.

La verdad no es absoluta, ni muchos menos tiene que ver solo con la significancia
perceptiva que le damos, sin duda existen personas que enriquecieron la literatura como
grandes filósofos, entre ellos Sócrates, él amaba la sabiduría pero jamás se jactaba de
poseerla como propia, concebía que la palabra del hombre era importante, introdujo a
través de diálogos el conocimiento, lo cual en esa época era vista como una guía del
conocimiento de la vida, de lo bueno y lo malo, la mayéutica conocida como la refutación ,
se refería en como Sócrates respaldaba la verdad en cada pregunta y respuesta, podía
dejar a muchos de sus discípulos en la ignorancia misma, esta técnica era validada por
mucha gente de la época, sin duda un aporte en el conocimiento esto fue posible gracias
a la técnica que ayudaba a la profundización en la vida interna y conocimiento por medio
de conceptualizaciones que sirvan de fundamento el cual los dirigía a un fin el de poder
conocerse y encontrarse a sí mismo llegando a la ansiada verdad.

El gran filósofo Sócrates, bajo su lecho en juicio, apelaba enérgicamente en todas sus
intervenciones a entregar su verdad, la confianza imperaba en él, y esperaba demostrar
que los atenienses crean en su discurso de defensa. En muchas ocasiones, sentimos esta
impotencia en demostrar lo que para uno es su verdad absoluta, pero para el resto, solo
dichos para juzgar si se cree o no. Sócrates detenido y enviado a juicio por sus grandes
adversarios, principalmente acusaciones hechas por el filósofo Milito y otros sofistas, lo
acusaban directamente de corromper a los jóvenes y no creer en los Dioses del estado,
estos mantenían muchas diferencias,
entre unas de las principales es que estos decían ser especialistas en el saber, mientras
que Sócrates proclama “Solo se, que no sé”. El filósofo en sus interpelaciones conmueve
a los atenienses y les obliga a seguir buscando la verdad y que encuentren su sentido
racional en sus vidas, esto lo diferencia de los demás, pregunta y muestra cuan
insuficientes son las respuestas, siempre intento demostrar su verdad, aun así desestimo
con fundamentos cada acusación otorgada, tenía una confianza admirable en sus dichos,
pero cuidaba menos en su causa, que del triunfo de sus doctrinas morales. La apología
de Sócrates, nos recuerda, en el pesar de cientos de mujeres, madres, esposas e hijas,
de detenidos y desaparecidos durante el gobierno militar en Chile, que por mucho tiempo
han luchado e implorado una verdad y justicia, buscando por años una respuesta, nunca
contestada, son personas que intensamente están intentando demostrar su verdad de los
hechos y en muchos casos son ignorados y poco creídos, lamentablemente con el pasar
de los tiempos, muchas de ellas han muerto esperando esta verdad, o más bien, al morir
en este intento. Como no asemejar a lo que paso con Sócrates, que después de tantos
intentos de demostrar su verdad y cuando finalmente, luego de sus interpelaciones, e
intentar demostrar la verdad de los hechos, lo condenan a su muerte, sin creer en sus
fundamentos entregados, de igual manera de estas madres que mueren esperando esta
ansiada verdad, de la desaparición de sus hijos.

La filosofía en nuestros tiempos sin duda ha cambiado, no le hemos dado la importancia

en cuanto a lo que realmente significa, si bien es cierto, no es bien entendida como un
factor que prima hacia una verdad absoluta , mientras que para algunos ven en la
filosofía un tipo de pensamiento más literario y abstracto, pero no como algo que se
relacione directamente con nuestras vivencias, sin embargo podemos considerar lo
errados que estamos en esta apreciación, ya que nuestra propia realidad es la que
sucede posterior a nuestras experiencias vivenciales, desde ahí surge nuestra exclusiva
verdad.