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Los eventos privados: del conductismo

metodológico al interconductismo*
Private events: from methodological
behaviorism to interbehaviorism
Recibido: marzo 18 de 2010 Revisado: abril 23 de 2010 Aceptado: agosto 8 de 2010

Roberto Bueno **
Universidad de San Martín de Porres, Lima, Perú
Universidad Nacional Federico Villarreal, Lima, Perú

Resumen
Como supuestos eventos solo accesibles a un observador, los llamados
eventos privados plantean un reto importante a la Psicología Conductista.
El problema de los eventos privados fue abordado desde las tres variantes
históricas del conductismo: el conductismo metodológico, el conductis-
mo radical y el interconductismo. El argumento básico de las dos últimas
perspectivas, y que las diferencia de la primera, es que los eventos privados
están comprendidos en el marco de una ciencia objetiva de la conducta. El
análisis de estas distintas posturas permite comprobar el gradual avance de
la teoría de la conducta, en el tratamiento de este tema, hacia una visión
enteramente monista.
Palabras clave autor
Conciencia, conductismo, eventos privados, interconductismo, introspección,
subjetividad.
Palabras clave descriptores
Historia de la psicología, epistemología, Skinner, Kantor, Ribes.

A b s t ra c t
As supposed events being accessible to a unique observer, private events
posit an interesting challenge to a behavioristic psychology. Three his-
SICI: 1657-9267(201112)10:3<949:EPCMAI>2.3.TX;2-Y torical variants of behaviorism dealt with the problem of private events:
methodological behaviorism, radical behaviorism and interbehaviorism. The
basic argument of the two last views, and that distinguishes them from the
Para citar este artículo. Bueno, R. (2011). Los
former, is that private events are comprised into the scope of an objective
eventos privados: del conductismo metodológico al
interconductismo. Universitas Psychologica, 10 (3), science of behavior. The analysis of these accounts permits us to confirm
949-962. a gradual advance in behavior theory, in dealing with this issue, toward a
totally monistic view.
Key words author
*
Ensayo teórico. Behaviorism, consciousness, interbehaviorism, introspection, private events,
**
Escuela Profesional de Psicología. Av. Tomás Mar- subjectivity.
sano 242, Lima, Perú. E-mails: bueno@psicologia. Key words plus
usmp.edu.pe; robuenoc@hotmail.com History of psychology, epistemology, Skinner, Kantor, Ribes.

Univ. Psychol. Bogotá, Colombia V. 10 No. 3 PP. 949-962 sep-dic 2011 ISSN 1657-9267 949
R oberto B ueno

Introducción eventos accesibles sólo al hablante (usualmente,


eventos debajo de la piel)” (p. 403). El término
El término evento privado se adoptó en la teoría “encubierto”, por otro lado, se refiere a eventos
de la conducta para hacer referencia a ciertos que, bajo ciertas condiciones, son poco o difícil-
supuestos eventos que ocurren en un individuo mente accesibles, pero de los que no se predica
dado y que solo él puede observar, o a los que solo que sean intrínsecamente privados, en el sentido
dicho individuo puede tener acceso. En la medida ya mencionado. Si las condiciones de observación
en que parecen constituir una realidad innegable, mejoran, usualmente mediante instrumentos, y
pero no sujeta a la inspección pública, siempre puede entonces accederse a dicho evento, este
han planteado un reto interesante a la Psicología deja de ser “encubierto”. Suele aplicarse el térmi-
Conductista. En lo que sigue, se tratará de mostrar no ‘encubierto’ en relación con la actividad de los
las visiones que acerca del problema de los eventos órganos y sistemas internos. Watson (1919, p. 14;
privados y, con menor énfasis, la conciencia, han 1924, p. 15) había descrito a tal actividad como
mantenido el conductismo metodológico, el con- respuestas internas o implícitas. Sin embargo, se tra-
ductismo radical y una variante contemporánea taba de eventos no intrínsecamente inobservables:
del interconductismo. El objetivo de este análisis “Las respuestas internas o implícitas son difíciles de
es poner de relieve la gradual desmitificación del observar, no a causa de que sean inherentemente
tema de los eventos privados, mostrando que, al distintas de las respuestas externas o abiertas, sino
abocarse a él, la Psicología Conductista ha avanza- simplemente porque están escondidas a los ojos”
do desde una postura todavía compatible con una (Watson, 1924, p. 15).
visión dualista hacia una estrictamente monista El siguiente ejemplo subraya la diferencia entre
y, por lo tanto, plenamente concordante con sus lo encubierto y lo privado. Las respuestas autonó-
fundamentos filosóficos. micas características de una reacción emocional
son detectables, algunas a simple vista (abiertas)
Eventos encubiertos y eventos privados y otras solo con ayuda de instrumentos (encubier-
tas). En cambio, la experiencia emocional, que su-
Los eventos son ocurrencias en entidades con- puestamente se expresa a través de esas respuestas,
cretas (Clavijo, 2007). Un hecho corresponde al se considera privada, en el sentido de ser comple-
estado en que pueden encontrarse determinadas tamente inaccesible a otros, ya sea a simple vista
cosas (hecho estático), o a un cambio en dicho o con instrumentos. De ahí que, como lo indica
estado (hecho cinético). Por tanto, un evento es Alcaraz (1982),
una subclase de hechos cinéticos -eventos son los
hechos cinéticos que transcurren rápidamente-, (…) el estudio de las reacciones encubiertas o el de
y los eventos, como cualesquier hechos, siempre la actividad cerebral concomitante, no resuelve el
transcurren en las cosas concretas (Bunge, 2006, problema de la investigación sobre la subjetividad
p. 16). En la teoría de la conducta, los eventos pri- (…) el registro de una respuesta encubierta nos di-
vados suelen ser descritos como hechos “dentro” ce poco acerca de lo que se tiene como experiencia
del individuo que no pueden conocerse social o subjetiva. (p. 36)
públicamente, a menos que el propio individuo los
reporte. Donahoe y Palmer (1994), por ejemplo, Aunque en ocasiones las respuestas encubier-
afirman que los eventos privados son “el mundo tas han sido tratadas como componentes de los
interno del individuo, por ejemplo, los estímulos eventos privados (por ejemplo, Tourinho, 2006),
que se originan bajo la piel, a los que cada persona debe decirse que las respuestas mismas, aunque no
tiene un acceso único” (p. 361). Hablando sobre sean aparentes a un segundo observador, nunca son
la conducta verbal, Catania (1998) señala que los privadas. El hablar inaudible es una respuesta en-
eventos privados son “en la conducta verbal, los cubierta, pero siempre pública y verificable, como

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evento que puede ser registrado sensorialmente de psicológico especial, una peculiar manera de traba-
manera directa o a través de instrumentos, en la jar que (el psicólogo) debe adoptar en su estudio de
medida que es un evento físico. Sin embargo, cuan- los fenómenos mentales? La respuesta es: No. Su
do se afirma que respuestas de esa clase son eventos método es el de la ciencia en general” (Titchener,
privados, quizá se quiere decir que lo privado no 1915, p. 19). Por tanto,
son las respuestas mismas, sino su contenido o signi-
ficado, esto es, lo que se dice, lo que se ve o lo que (…) el método de la psicología (…) es la observa-
se siente, es decir, la experiencia que se dice que ción. Para distinguirla de la observación de la ciencia
acompaña a la actividad organísmica. El evento física, la cual es inspección, un mirar a, la observa-
privado está constituido, entonces, según la con- ción psicológica ha sido llamada introspección, un
cepción usual, por todo contenido o experiencia mirar dentro. Pero esta diferencia de nombre no
solo accesible al individuo y que acompaña, o in- debe cegarnos con respecto a la semejanza esencial
cluso conduce a, la respuesta, encubierta o abierta. de los métodos. (Titchener, 1928, p. 20)

De la Psicología introspectiva al Pero, como observó Leahey (1992), varios au-


Conductismo metodológico tores norteamericanos expresaron desde comien-
zos del siglo XX muchas dudas e inconformidades
De alguna manera, la adopción del método intros- respecto de la Psicología introspectiva. De algún
pectivo era la respuesta comprensible en el marco modo, el pronunciamiento de Watson (1913) vino
del primer intento por introducir métodos científi- a formalizar, y a dar un nombre, a esas diversas ex-
cos en Psicología. El método elegido, obviamente, presiones. Fueron varios los argumentos de Watson
respondía a las características supuestas del objeto (1913) en contra de la introspección, como método
de estudio. “La Psicología es la Ciencia de la Vida psicológico, y de la conciencia, campo explorado
Mental, tanto en sus fenómenos como en sus con- mediante dicho método, como objeto de conoci-
diciones. Los fenómenos son cosas tales como las miento de la Psicología. Respecto de la introspec-
que llamamos sentimientos, deseos, cogniciones, ción, señaló lo impreciso de su lenguaje, atribu-
razonamientos, decisiones, etc.”, escribió William yendo a esa deficiencia los frecuentes desacuerdos
James (1890, p. 1). Si la física debe, metodológi- entre los observadores. Otra de sus objeciones
camente, observar las cosas que están a nuestro enfatizaba el hecho de que ninguna ciencia prac-
alrededor, la Psicología, rama científica de similar tica la introspección. Y en cuanto a la conciencia,
status, debe emplear el mismo método, solo que su fueron dos los principales reparos. En primer lugar,
objeto de estudio no son esas cosas externas, sino la interpretación de un resultado experimental no
las internas: “para el psicólogo, entonces, las men- requiere en absoluto describir –ni por observación
tes que él estudia son objetos [cursivas en el origi- directa, ni por inferencia- los contenidos conscien-
nal] en un mundo de otros objetos” (James, 1890, tes del sujeto. El individuo responde de manera
p. 183). Los contenidos accesibles a la observación precisa a las condiciones experimentales, de modo
se denominaron colectivamente la conciencia. La que describir una estación intermedia entre esas
introspección se consideró entonces un acceso condiciones y la conducta resulta del todo inne-
directo a estos contenidos: “introspección signifi- cesario. En segundo lugar, Watson (1924) también
ca (...) mirar dentro de nuestras propias mentes y indicó que el estudio de la conciencia correspondía
reportar lo que descubrimos allí” (James, 1890, p. a objetivos de conocimiento propios de la tradición
185). E. B. Titchener, el reconocido introspeccio- filosófica dualista, como, por ejemplo, el problema
nista, estaba convencido de que la introspección de las dos sustancias, mente y cuerpo, objetivos
era una variedad de observación científica, en que, según él, transcendían las metas del conoci-
nada esencialmente distinta de la observación miento científico. Para Watson, la conciencia solo
practicada en otras disciplinas: “¿Hay un método era un instrumento para hacer la observación de

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las cosas y no un objeto para ser observado. Como que dependen de eventos (estímulos) internos. Y
él mismo lo expresó: seguidamente afirma que, al igual que en la física,
la Psicología se ocupa solamente de las experien-
[Se] puede hacer omisión de la conciencia en un cias de origen externo, procedentes de la conducta
sentido psicológico. A partir de esta premisa, con- “manifiesta” (observable, pública, etc.) de orga-
cluimos que la observación de “estados de concien- nismos diferentes del observador. Esta posición se
cia” es tan poca tarea del psicólogo como lo es del justifica señalando que solo las manifestaciones o
físico. Podemos llamar a esta posición el retorno al eventos “externos” son “públicos” y “verificables”.
empleo no reflexivo e ingenuo de la conciencia. En Los eventos internos, aun cuando son tan físicos
este sentido, se puede decir que la conciencia es el como los externos, resultan ser difícilmente detec-
instrumento o herramienta con la cual trabajan to- tables y su reporte por el individuo no es verificable.
dos los científicos. (Watson, 1913, p. 176; el mismo En consecuencia, si bien no se desecha del todo
texto es repetido en Watson, 1914, p. 27) el material de las experiencias de origen interno,
estas se consideran con suma cautela. En suma, el
La cita presenta el postulado fundamental de postulado fundamental del conductismo metodo-
lo que después Skinner (1945) llamó conductis- lógico, entendido de esta manera, es el siguiente:
mo metodológico. Según Hayes, Wilson y Gifford solo los eventos que el observador capta mediante
(1999), la postura de Watson respecto, específica- sus exteroceptores constituyen datos científicos,
mente, de los datos fundamentales de la Psicología pues solo estos se prestan para lo que sus partidarios
(al margen de otros aspectos de su trabajo), y al estipularon como el requisito básico del método
menos como se expresa en el pasaje citado, cons- científico: la observabilidad pública.
tituyó una forma de conductismo metodológico, Spence (1948) afirma que estas tesis fueron
pues, para Watson, “aun si las actividades mentales avaladas, o eran compartidas, por positivistas ló-
u otros no movimientos existieran, ellos no podrían gicos como Carnap y Feigl y por el operacionismo
constituir el objeto de la psicología científica por- de Bridgman. En realidad, fue la posición esen-
que era imposible conseguir un acuerdo público cialmente asumida por psicólogos como Edwin
respecto de su ocurrencia” (p. 153). En suma, el Boring y S.S. Stevens. El mismo Spence, según
conductismo metodológico consiste en aceptar la Smith (1986, p. 19), estuvo “afiliado a una forma
existencia de eventos privados y, a la vez, en su modificada de positivismo lógico y veía a éste como
exclusión de toda consideración científica, por no una orientación metodológica apropiada para la
ser públicamente observables. En esencia, esta mis- psicología”. Pero tal postura, apoyada por (o en)
ma caracterización del conductismo metodológico el positivismo lógico y el operacionismo, nunca
es compartida por autores como Zuriff y Staddon dejó de ser, en los hechos, dualista. Primero, la
(citados por Uttal, 2000, pp. 23-24). experiencia continuó siendo parte de un mundo de
Un escrito representativo de esta posición es subjetividad, accesible solo mediante introspec-
el artículo clásico y muy citado de Spence (1948). ción, y en consecuencia, privada. En otras palabras,
De acuerdo con Spence, el conductista asume una el conductismo metodológico aceptó la concepción
posición según la cual los datos científicos, inclui- dualista tradicional, según la cual existe un mundo
dos los psicológicos, se encuentran en la experiencia físico públicamente observable que constituye el
inmediata del científico. Afirma, explícitamente, objeto de conocimiento de la ciencia, y otro esen-
que el psicólogo tiene como tarea imponer orden cialmente privado, ajeno a la observación cientí-
y significado en los hechos proporcionados por la fica, pero en el que, entre otros fenómenos, exis-
experiencia inmediata. Spence continúa propo- ten las sensaciones en las que se refleja el mundo
niendo una diferencia entre aquellas experiencias público. Y segundo, porque la práctica de definir
sensoriales derivadas de acontecimientos externos operacionalmente los términos que hacen referen-
(estímulos externos) al individuo, de aquéllas otras cia a la subjetividad (y los términos mentalistas en

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general), solo perpetuaba el uso de tales términos, Una adecuada ciencia de la conducta debe consi-
como descripciones de eventos supuestamente derar los eventos que tienen lugar debajo de la piel
reales pero ocultos. Ambos resultados fueron cri- del organismo, no como mediadores fisiológicos de
ticados por Skinner (1945). Para Skinner, el mundo la conducta, sino como partes de la propia conduc-
de la experiencia no simplemente debe ser asumido, ta. Esta ciencia puede tratar con dichos eventos sin
a la manera de un instrumento mediante el cual se asumir que ellos tienen alguna naturaleza especial
practican las observaciones, y en donde habitan los o que deben ser conocidos de alguna manera espe-
datos, sino que ese mismo mundo es también parte cial. La piel no es tan importante como un límite.
de la conducta que hay que explicar. Y además, el Los eventos privados y los eventos públicos tienen
problema de los términos mentalistas no es el de las mismas clases de dimensiones físicas. (Skinner,
formular para ellos definiciones objetivas, es decir, 1963, p. 953)
operacionales, como si tuvieran un referente real.
El problema de tales términos radica, más bien, Por tanto, los eventos privados no deben cons-
en hallar las condiciones objetivas en las cuales se tituir problema alguno para una ciencia de la con-
usan o, dicho en el lenguaje contemporáneo, tratar ducta. Dos son las ideas fundamentales. Primero,
el uso de tales términos como respuestas verbales los denominados eventos privados son realmente
y determinar las contingencias de reforzamiento eventos concretos que ocurren dentro del indivi-
de las que dichas respuestas verbales forman parte. duo, pero son de naturaleza física. Segundo, dichos
Para finalizar esta sección, es importante tam- eventos pueden ser observados por el individuo en
bién recordar que con la excepción de Spence y quien ocurren, pero la posibilidad de realizar dicha
de algunos otros, pocos de los más importantes observación se concreta por medio de procesos (de
conductistas cuya carrera profesional se desarrolló aprendizaje) públicos y observables. Estas ideas
en plena efervescencia positivista lógica, se vieron fundamentales fueron expuestas repetidamente
particularmente influidos por alguna variante de por Skinner (p. ej., 1945, 1953, 1963, 1974) y
dicha filosofía (véanse, por ejemplo, Hatfield, pueden explicarse con más amplitud del siguiente
2002; Smith, 1986). Skinner, en particular a par- modo.
tir de 1945, mantuvo puntos de vista encontrados Skinner comienza sosteniendo que “una peque-
frente a las concepciones del positivismo lógico ña parte del universo está contenida dentro de la
y del operacionismo (véase, por ejemplo, Moore, piel de cada uno de nosotros. No hay razón por la
1985). Por otro lado, muchos de aquellos conduc- que esa parte debería tener un status físico especial
tistas consideraron seriamente la necesidad de a causa de que exista dentro de estos límites” (Skin-
abordar el problema de la conciencia, como fue el ner, 1974, p. 21). Esa pequeña parte de universo
caso, por ejemplo, de Lashley (1923) o de Tolman es la estimulación propioceptiva e interoceptiva, la
(1927), y obviamente, de Skinner. El objetivo, por estimulación proveniente de la propia actividad del
supuesto, no era hacer un estudio introspectivo de organismo. Dicha estimulación es esencialmente
la conciencia, sino llegar a explicar los fenómenos privada, en el sentido de que no puede afectar a
conscientes en el marco de una teoría general de nadie más excepto al individuo que la produce.
la conducta. Por tal razón, Skinner señala que “la respuesta del
individuo a un diente inflamado (…) no es como
La posición del conductismo radical la respuesta que cualquiera otro puede dar a ese
diente en particular, debido a que nadie más pue-
Los eventos privados, según Skinner, constituyen de establecer la misma clase [cursivas añadidas] de
el mundo debajo de la piel, el universo psicológico contacto con él” (Skinner, 1953, p. 257). El proble-
interno, del que una ciencia de la conducta debe ma de la privacía, entonces, se plantea únicamente
necesariamente ocuparse: porque existe cierta clase de estimulación interna a

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la que solo su poseedor puede acceder. Pero dichos liza a nivel encubierto. Incluso, la misma respues-
estímulos privados son, en algunos casos, genera- ta verbal puede volverse encubierta. Y en cuarto
dos por respuestas encubiertas, incluso verbales. lugar, una respuesta verbal adquirida en relación
Así, el mundo privado está hecho de estímulos ge- con ciertos estímulos públicos, puede emitirse
nerados por la actividad verbal o no verbal, innata también en presencia de estímulos privados simi-
o aprendida, del organismo. lares o que comparten ciertas propiedades con los
Para Skinner, la adquisición del autoconoci- estímulos públicos. De esta manera, el análisis de
miento se da como un proceso conductual y, en Skinner “es, con mucho, un análisis de cómo una
consecuencia, es susceptible de observación y aná- comunidad verbal podría enseñar a sus miembros
lisis. En lo fundamental, describió tal proceso como a usar términos subjetivos para describir eventos
un aprendizaje de respuestas, verbales entre ellas, privados (e.g. un dolor de muelas)” (Schneider &
controladas discriminativamente por la estimula- Morris, 1987, p. 34).
ción interna. El observar o describir eventos priva- Sin embargo, observa Skinner, nunca será per-
dos significa, entonces, emitir respuestas, verbales fecta la correlación entre los eventos públicos en
o de otro tipo, a la estimulación interna. En suma, los que se basa el reforzamiento de las respuestas
básicamente, no existe una diferencia fundamental verbales y los eventos privados a los que esas res-
entre describir eventos externos y describir eventos puestas deben quedar asociadas. Es por esto, y
internos, pues en los dos casos, se trata de respues- por el hecho de que no se dispone de todos los
tas discriminadas a objetos y eventos concretos. Sin receptores capaces de captar todos los estímulos
embargo, el proceso de entrenamiento de la des- privados, que el autoconocimiento jamás será más
cripción de eventos privados tropieza con ciertas exacto que el conocimiento de los eventos externos
dificultades, dado que el instructor no tiene acceso (Skinner, 1974). Con todo, el análisis de Skinner
a los estímulos privados que deberán adquirir una muestra que el autoconocimiento es un producto
función discriminativa respecto de las respuestas social: “Ser consciente, como una forma de reac-
verbales que está enseñando, lo que no le permite cionar a la propia conducta de uno mismo, es un
reforzar las respuestas apropiadas del aprendiz, es producto social (…) sólo porque la conducta es
decir, las respuestas verbales correctas a los estímu- importante para la sociedad, la sociedad a su vez
los privados del aprendiz. Estas dificultades se supe- la hace importante para el individuo” (Skinner,
ran parcialmente con base en que muchos estímu- 1945, p. 277).
los privados están correlacionados con diferentes Friman, Wilson y Hayes (1998) citan un co-
clases de eventos públicos. Se puede resumir lo que mentario de Zuriff, quien había señalado que “no
podemos llamar los cuatro mecanismos mediante hay evidencia actualmente disponible de que (…)
los cuales se aprende el autoconocimiento. En pri- estos eventos privados son estímulos en el sentido
mer lugar, el reforzamiento se puede administrar de conformarse a las mismas leyes que sus contra-
con base en estímulos públicos que acompañan partes abiertas” (Zuriff, 1988 citado por Friman et
regularmente a estímulos privados. En segundo al., p. 707). La respuesta de Friman et al., consistió
lugar, se puede administrar con base en respuestas en citar evidencia de que los eventos privados pue-
que suelen acompañar a los estímulos privados. En den adquirir propiedades discriminativas o cons-
tercer lugar, el reforzamiento puede procurarse a tituir relaciones de equivalencia entre sí, es decir,
respuestas que describen la conducta abierta del que los eventos privados funcionan como cualquier
hablante. En este caso, en virtud de que la con- otro estímulo. Sin embargo, los eventos privados
ducta tiene componentes también encubiertos (la estudiados en los experimentos citados eran real-
estimulación propioceptiva generada por la acti- mente estímulos privados (es decir, según hemos
vidad del sujeto), la misma descripción reforzada visto ya, estímulos propioceptivos o interocepti-
queda asociada a esos componentes encubiertos, vos). Algunos de esos experimentos concernían a
pudiendo ser evocada cuando la conducta se rea- la discriminación de drogas o discriminación de los

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efectos subjetivos de las drogas. En casos así, se puede hablamos de respuestas verbales a los componentes
mostrar que esos efectos (cambios somáticos pro- encubiertos de la propia conducta, lo que se siente
vocados por la sustancia) actúan como estímulos no dependería tan solamente de la forma física de
capaces de controlar respuestas abiertas. Branch tal conducta (o respuesta), sino, básicamente, de
(2006, pp. 411-413) comentó que, al margen de su función, esto es, de las contingencias. Es decir,
su interés intrínseco, estos estudios tienen impli- cuando el sujeto aprende a describir eventos priva-
caciones para investigar empíricamente el control dos, no aprende solamente a responder con esta o
de la conducta por eventos privados. Sin embargo, aquella palabra específicas a determinadas condi-
la respuesta de Friman et al. y los comentarios de ciones corporales específicas, sino que el término
Branch dan por sentado precisamente lo que Zuriff empleado puede quedar también asociado a las
cuestiona: que los eventos privados realmente sean circunstancias en que ocurre la conducta asociada
solamente los estímulos privados. Desde una visión a tales eventos y las contingencias de la que forma
skinneriana, la única posible respuesta a Zuriff era, parte. Es de presumir, por ejemplo, que el empleo
más bien, que los eventos privados (sentimientos, de términos como culpa, miedo o remordimiento
sensaciones, etc.) se igualan a los estímulos priva- queda asociado al mismo tipo de eventos encubier-
dos (o sea, estímulos de naturaleza interoceptiva o tos, pero el uso de uno u otro de esos términos de-
propioceptiva) básicamente por razones filosóficas, penderá también de las circunstancias específicas
ontológicas. En realidad, es posible que ninguna en que surge el estímulo privado, entre las cuales se
evidencia –al menos por el momento- pueda pro- encuentra el agente que administra el castigo. En
bar que tal identidad es verdadera. el análisis original de Skinner (1945) no se preveía
En sus trabajos más recientes, Skinner fue po- esta nueva posibilidad, la cual acentúa más bien
niendo énfasis en la idea que se puede resumir el papel de las contingencias situacionales, por
así: “lo que sentimos son condiciones de nuestro encima de las propiedades físicas de los estímulos
cuerpo, la mayor parte de las cuales están estre- privados, en la determinación de lo que se ve o se
chamente relacionadas con la conducta y con siente introspectivamente en la situación.
las circunstancias en las que nos comportamos” Dos objeciones pueden oponerse a la visión del
(Skinner, 1975, p. 43; véase también Skinner, conductismo radical sobre los eventos privados.
1974). Esas declaraciones implican que no se puede Primero, tal análisis mantiene la existencia de
diferenciar diversos contenidos de lo que se siente eventos que son físicos (y por tanto, existentes con
solamente sobre la base de la topografía de los anterioridad a toda observación y/o descripción por
eventos físicos involucrados. En otras palabras, parte del individuo) y, sin embargo, solo accesibles
puede haber distintas respuestas verbales frente a a un observador. Como se señala en el pasaje ya
un mismo estímulo privado. Este punto debe con- citado de Alcaraz (1982), el registro instrumental
siderarse en relación con la definición de una ope- de tales eventos no resuelve el problema, no solo
rante como respuesta funcional. Lo que define a porque el instrumento o su actividad distorsionan
una operante no es solamente (ni básicamente) su el evento registrado, sino, principalmente, porque
topografía, sino las contingencias de las que forma el instrumento solo proporciona lecturas que para
parte (Skinner, 1969, cap. 5). La misma respuesta el observador constituyen estímulos exterocepti-
puede tener funciones diferentes, es decir, consti- vos. La única forma de hacer realmente accesible a
tuir operantes diferentes, en función de las contin- un segundo individuo un evento privado producido
gencias específicas en las que está integrada (y por en otro, es que exista alguna conexión entre los
tal razón, no es lo mismo respuesta que conducta. sistemas nerviosos de ambos. Kantor (Pseudon-
La respuesta es simplemente un evento físico, en ym: Observer, 1981) y Ribes (1982) señalaron que
tanto que la conducta, si cabe la siguiente simpli- hablar de eventos concretos pero invisibles a la
ficación, es tal evento físico en relación funcional observación pública, contiene todavía un residuo
con otros eventos, externos al sujeto. Por tanto, si de dualismo. En segundo lugar, muchos términos

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que describen presuntos eventos privados, como tiempo. Al clavar, por ejemplo, el efecto de la res-
pensar o ver, y que parecen referirse a actividades puesta es inmediato, está presente en la situación.
encubiertas, bien podrían ser simples reificaciones En la sustitución referencial la función de la res-
del lenguaje ordinario (Ryle, 1949). Muchos con- puesta no es provocar un efecto físico inmediato,
ductistas usan liberalmente tales términos, como sino una más compleja, la de introducir nuevas
descripciones de eventos privados. Como Ribes contingencias en la situación para otro individuo
(2004) señala, parece que no han advertido que, o para uno mismo. Las contingencias introducidas,
por ejemplo, el término pensar no se refiere a una además, no existen en virtud de las características
actividad concreta, sino a muchas y muy variadas físicas de los eventos así relacionados, sino que han
actividades en las que hay respuestas implicadas, sido construidas socialmente, son convencionales.
tanto abiertas como encubiertas, así como a las Esta posibilidad de introducir contingencias en la
circunstancias en que tales actividades se realizan. situación implica, entonces, que el sujeto responde
En tal caso, la búsqueda de respuestas encubiertas a eventos o propiedades no presentes físicamente
que correspondan a cosas como pensar o ver sería en la situación. Estas propiedades de un objeto no
una empresa vana. presentes físicamente en ese objeto, existen en la
medida en que son atribuidas socialmente a él y
Un análisis interconductual: los constituyen, por tanto, las propiedades conven-
eventos privados como instancias cionales de dicho objeto-estímulo. Por propieda-
de eventos sustitutivos des convencionales, o socialmente atribuidas, del
objeto-estímulo debe entenderse las relaciones
Como un desarrollo a partir del metasistema pro- funcionales convencionalmente establecidas entre
puesto por Kantor (1924-1926, 1958), Ribes y dicho objeto o situación y determinadas formas
López (1985) diseñaron una taxonomía de la con- de respuesta. En las interacciones sustitutivas,
ducta en la que cobra una importancia trascen- la respuesta mediadora debe también, necesaria-
dental la distinción entre los eventos psicológicos mente, poseer una morfología convencional, es
presustitutivos y los sustitutivos, distinción que es decir, arbitraria respecto de las propiedades físicas
fundamental para situar adecuadamente el proble- de los eventos a los que se responde. Como veía-
ma de los eventos privados. Los individuos pueden mos, la morfología del acto de clavar no puede
interactuar con los objetos y eventos bajo contin- ser arbitraria respecto del efecto requerido en el
gencias que dependen de las propiedades físicas o objeto-estímulo. Sin embargo, si la respuesta no
de las propiedades ecológicas o de las propiedades es a propiedades físicas sino convencionales del
convencionales de dichos objetos y eventos. La objeto-estímulo, dicha respuesta no requiere ne-
conducta operante es un caso de interacción con cesariamente de una determinada morfología, que
las propiedades físicas de los objetos. En tal tipo se corresponda físicamente con los cambios de
de conducta, la relación contingencial se da entre estímulo relacionados con aquélla. En suma, las
eventos de estímulo y de respuesta presentes física- interacciones sustitutivas referenciales suponen
mente y, además, la existencia de tales relaciones el responder al objeto-estímulo, en términos de
se posibilita estrictamente por las características las prácticas culturales que estipulan la reacción
físicas de los eventos relacionados. Por ejemplo, la apropiada a dicho objeto-estímulo, a su vez en
relación entre el acto de clavar un clavo (respues- función de un contexto o circunstancias sociales
ta) y el efecto de introducirlo (estímulo) es posible determinadas.
solo en la medida en que la respuesta adopte una La interacción sustitutiva referencial se da
morfología determinada, adecuada a dicho cambio como un proceso de mediación de las acciones de
de estímulo particular. En una relación operante no otro, o de uno mismo, respecto de una situación u
se da la relación funcional entre una respuesta y, objeto particular, al que se llama ‘referente’. Pero
por ejemplo, un cambio de estímulo distante en el es una forma de mediación en la que tanto el me-

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diador, o referidor, y a continuación el mediado, o tal respuesta solo tiene un efecto físico inmediato.
referido, interactúan no con las propiedades físicas Asimismo, una respuesta a un estímulo con morfo-
del referente, en el marco de contingencias que logía convencional (un estímulo producido por la
existen en virtud únicamente de dichas propie- respuesta convencional de otro), pero no teniendo
dades, sino que interactúan con sus propiedades tal respuesta una función sustitutiva, sería la de
convencionales, lo que equivale a decir, que inte- una paloma que pique un disco en respuesta a la
ractúan con el objeto en el marco de contingencias palabra impresa picar. La paloma está respondiendo
construidas socialmente. El término sustitución únicamente a la pauta física de la palabra impresa.
tiene precisamente el sentido de ‘remplazo’. En La lectura sustitutiva, en cambio, implica entrar
la sustitución referencial el mediador remplaza, en contacto con aquellos eventos o propiedades,
para el mediado, las contingencias a través de las no físicamente presentes, de los que trata el texto.
cuales este último interactúa con el referente. Sin Con estas bases es posible emprender la ta-
embargo, esta función de sustituir contingencias rea de re-conceptualizar al menos una categoría
para el mediado, solo puede cumplirse si el media- particular de lo que usualmente se llama eventos
dor es también, previamente, capaz de interactuar privados: aquellos que consisten en la valoración
convencionalmente con el referente. Esta última particular que cada individuo da a sus propias
aclaración es pertinente respecto de la crítica a la reacciones cuando se comporta en situaciones
definición de conducta verbal propuesta por Skinner definidas culturalmente. En esta categoría se in-
(1957), quien la señalaba como la conducta cuyo cluye preferentemente la mayor parte de lo que
reforzamiento es mediado por otro individuo. De en el lenguaje ordinario llamamos sentimientos,
este modo, siguiendo un ejemplo del propio autor, sensaciones, dolor y cosas por el estilo. El punto de
la presión de la palanca por parte de la rata sería partida de este análisis es la constatación de que
una forma de conducta verbal (un mando), en la pueden existir, de hecho existen, algunos eventos
medida que el reforzamiento de tal respuesta es originalmente no aparentes, o no visibles, incluso
mediado por el experimentador. Sin embargo, la para la persona en quien ocurren, aunque el pro-
presión de palanca por la rata no sustituye contin- blema de los eventos privados no es en realidad un
gencias para el experimentador. En la sustitución problema de eventos no aparentes que el individuo
referencial ambos, mediador y mediado, se compor- reporta. Como observó Ribes (1982):
tan sustitutivamente respecto del objeto-estímulo.
Como se dijo, la convencionalidad (arbitrarie- Dada la existencia de eventos no aparentes, incluso
dad) de las propiedades de los eventos de estímulo para la misma persona que los produce mediante su
y de respuesta propios de las interacciones susti- reactividad orgánica, el problema se formula en tér-
tutivas, permite que la respuesta pueda realizarse minos de la génesis de las descripciones sociales que
independientemente de las características físicas permiten al individuo responder a dichos eventos
del objeto al que se responde. E incluso, el objeto físicos en la forma de eventos referenciables como
puede hallarse físicamente ausente, lo que confi- “acontecimientos privados” o “eventos internos”
gura aquello que Kantor (1924) llamaba una res- (…) el problema se desplaza de la suposición de que
puesta implícita (obsérvese que aquí, implícito se usa existe en efecto un mundo privado interno, que ad-
en un sentido muy distinto de como lo empleaba quiere funcionalidad hacia el exterior por medio de
Watson, 1919, 1924). Por otro lado, como indican las autodescripciones que el individuo realiza vía el
Ribes y López (1985), el simple uso de una res- aprendizaje de cómo referirse a ese mundo, hacia el
puesta con morfología convencional (por ejemplo, análisis de cómo la comunidad lingüística, mediante
la emisión del sonido de una palabra) no implica las convenciones descriptivas, crea o construye en el
necesariamente sustitución de contingencias. Una individuo que alcanza un nivel particular de evolu-
respuesta con morfología convencional, pero sin ción conductual, formas reactivas que le permiten
función sustitutiva, sería la de decir ¡hola!, cuando referirse a interacciones con otros y con su propia

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reactividad (antes no aparente incluso a él como a lo que estamos analizando como eventos priva-
eventos), en términos propios que corresponden a dos. Ribes insiste en que en los auténticos even-
la funcionalidad pública y social de dichas interac- tos privados, la función estimulativa de la propia
ciones. (pp. 19-20) reactividad, es generada socialmente. Es claro que,
en tal caso, estamos hablando de una función esti-
La cita precedente prefigura el abordaje que mulativa no simplemente física sino convencional.
propone Ribes para el problema. Su análisis puede Este proceso de hacer aparente la propia reactivi-
plantearse de la siguiente manera. dad para el individuo no se da en cuanto el niño
En primer lugar, y en contra de lo sostenido por comienza a hablar, pues en esa etapa de desarrollo
Skinner, en principio existe en el individuo tan sus respuestas morfológicamente convencionales
solo reactividad biológica. A su vez, dicha reacti- no tienen necesariamente una función sustitutiva.
vidad carece, como expresa Ribes, de funcionalidad Es necesario que el niño comience a interactuar
psicológica, lo que define a tal evento como un no sustitutivamente con las cosas, pero el proceso no
estímulo, un evento sin función de estímulo. En se detiene ahí, ya que los eventos privados apare-
consecuencia, según Ribes, es inexacto afirmar que cen en cuanto el individuo se convierte él mismo
la conducta de describir eventos privados, consiste en referente. El evento privado es, entonces, la
en respuestas verbales discriminadas a estímulos relación sustitutiva que el individuo establece
internos. En segundo lugar, la función de estímulo con su propia reactividad, la que consiste en una
de los eventos internos de respuesta es, según la respuesta convencional a las propiedades conven-
expresión de Ribes (1982), socialmente construida: cionales de su propia reactividad, y en cuanto tal
reactividad (sea motora, verbal o de los órganos
(…) no todo evento o relación física aparente o no internos) participa en una interacción con otros
aparente posee necesariamente funciones psicoló- bajo la regulación de normas culturales. Como lo
gicas y (…) los eventos o relaciones no aparentes resume Ribes (1982):
que adquieren dicha función sólo pueden hacerlo
a través de la reactividad lingüística que las “cons- El acto lingüístico de referir descriptivo de eventos
truye” como tales (…) la identificación de la propia “privados” no corresponde a una “identificación” de
reactividad, y su posterior influencia como estímulo, eventos concretos que tienen la propiedad de “priva-
sólo es factible en la medida en que se trasciende cía” o “internalidad” (…) sino que constituye, como
dicha reactividad directa lingüísticamente, y es la forma de interacción con la propia reactividad en
interacción implicada en la respuesta lingüística la un contexto social –es decir, frente a la reactividad
que vuelve aparentes y explícitos a los eventos que, de otros- el evento privado mismo. (p. 24)
como componentes de una circunstancia físicoquí-
mica y biológica, son no aparentes e implícitos a otro En el episodio llamado evento privado, el in-
observador (…). (p. 23) dividuo responde a los estímulos originados en su
propia reactividad de la manera en que socialmente
En estos y otros pasajes, Ribes utiliza los térmi- se prescribe una respuesta a dicha clase de estímu-
nos lenguaje y lingüístico para referirse a aspectos los, pero, precisamente, el carácter de la respuesta a
de las interacciones sustitutivas. Ahora bien, la la reactividad es, por convención, el apropiado a la
reactividad biológica propia podría tener, en al- conducta de la que forma parte dicha reactividad y
gunos casos, funciones estimulativas, induciendo a la situación en que la misma ocurre. Es decir que
ciertas respuestas a sus propiedades físicas única- la respuesta a la propia reactividad que se concrete
mente. Por ejemplo, las correcciones posturales en en una circunstancia dada dependerá, por norma-
respuesta a ciertos estímulos propioceptivos, a su tividad social, de un contexto proporcionado por la
vez generados por cambios en la propia postura, conducta de la que forma parte esa reactividad, la
etc. Tales casos no corresponderían propiamente situación en que ocurre la conducta y la conducta

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de los otros, presente y futura, frente al episodio. por ejemplo, respuestas somáticas condicionadas a
Está claro que es la normatividad social la que estímulos que anticipan un castigo. Pero en tanto el
determina la manera en que todos estos eventos individuo transite aún por niveles pre-sustitutivos
se relacionan entre sí. Por ejemplo, esa normati- de desarrollo, las respuestas somáticas generadas
vidad dicta la pauta de reacción que otros han de por tales castigos, o amenazas de castigo, no pue-
seguir frente a una conducta específica de algún den sentirse como vergüenza y, si seguimos a Ribes,
individuo, dada una situación en que tal conducta es posible que tales respuestas sean en todo o en
se produce. Cuando se habla de la valoración o del parte inaparentes incluso para el propio individuo.
significado de la propia reactividad, se está haciendo En la etapa sustitutiva persiste la posibilidad de
referencia, precisamente, al hecho de que dicha que las respuestas somáticas asociadas al castigo se
reactividad ocurre en el marco de este contexto. activen si la conducta castigada se repite. Es lo que
Por eso se da el caso de que la reactividad que for- puede suceder si alguien es observado desnudo en
ma parte de muchas formas distintas de conducta una situación valorada socialmente como inapro-
pueda ser prácticamente la misma y, sin embargo, piada, es decir, una situación del tipo de aquellas
lo que se experimenta subjetivamente puede variar que involucraron alguna forma de castigo. Pero,
de un contexto a otro. Por ejemplo, un individuo en la etapa sustitutiva, no solo se produce una
puede interpretar sus propios latidos cardíacos reacción somática frente a la situación (posibilidad
fuertes y rápidos como miedo o como placer o como que, como queda dicho, tiene sus orígenes en la in-
emocionalmente neutros, en función del contexto en fancia del sujeto), sino que ahora tal circunstancia
que se produce tal reactividad, como lo mostró el se experimenta como vergüenza. La sustitución de
famoso experimento de Schachter y Singer (1962). contingencias ocurre en la medida que el sujeto no
Lo que cambia de un caso a otro no son las carac- responde a las propiedades físicas de su propia reac-
terísticas físicas de las respuestas somáticas, sino tividad -suscitada bajo esas circunstancias-, sino
el contexto en el que estas ocurren. que responde a ella como es socialmente prescrito
De acuerdo con lo examinado, las respuestas que debe responderse bajo dichas circunstancias.
verbales que describen eventos privados, lejos de Es decir, como hemos visto, responde a su propia
describir un mundo interno, describen más bien (si reactividad de una manera que, por normatividad
cabe sostener que describen algo), eventos obser- social, corresponde al contexto en el que tal reac-
vables y públicos: la conducta propia, el contexto tividad surge, el cual incluye la conducta de la
social o interpersonal situacional, la normatividad que tal reactividad forma parte (como escapar;
cultural y la historia del individuo a través de la véanse p. ej., Lindsay-Hartz, De Rivera & Mascolo,
cual dicha normatividad adquiere sus funciones 1995), a la situación en que ocurre la conducta y
reguladoras (Bueno, 1993). Hablar de la tristeza la respuesta de los otros, presente y futura, a tal
no es hablar de algo que transcurre en el interior, conducta dada la situación, que en este caso es-
sino que es hablar acerca de cómo uno interactúa pecífico es una de censura y desaprobación. Como
en un contexto social específico, con su propia han explicado algunos autores, la gente avergon-
reactividad y con los otros. zada es la que se siente expuesta (Smith, Webster,
Podemos ilustrar brevemente esta concepción Parrott & Eyre, 2002).
mediante una descripción del sentimiento de ver- Por último, cabe recordar que las respuestas con
güenza. Como señalan Thomaes, Stegge y Olthof función sustitutiva referencial siempre son respues-
(2010), la vergüenza “involucra conciencia de la tas a eventos o situaciones particulares (Ribes &
desaprobación ajena” (p. 224). El sentimiento de López, 1985), como, por ejemplo, sentir vergüenza
vergüenza, como muchos otros, está relacionado respecto de una situación u objeto específico. Una
con el castigo y con sus efectos emocionales. Gené- función psicológica todavía más compleja, la susti-
ticamente, tiene como más remoto antecedente al tución no referencial, implica, en primera instancia,
aprendizaje de respuestas que anticipan un castigo, la posibilidad de interactuar con las respuestas que

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tienen función sustitutiva. Es lo que puede ocurrir, son incorporadas a la situación (…) lo que sucede
por ejemplo, en algunos casos de solución de pro- a continuación en el mundo de la conducta abierta
blemas. Supongamos un individuo que resuelve el no es sólo el resultado del shock o de su historia con
problema A, y a continuación resuelve el problema el shock. Es un resultado de todo ello, más todas las
B. Si el sujeto ha verbalizado las soluciones, pero funciones de estímulo derivadas y las contingencias
estas son distintas para cada problema, se puede sociales/verbales comprometidas por el hablar de la
decir que ha interactuado con ellos de manera persona. (pp. 182-183)
sustitutiva referencial, es decir, ha interactuado
separadamente con dos situaciones específicas. Si, En suma, los eventos privados son casos parti-
por el contrario, ha elaborado una regla general (a culares de las interacciones sustitutivas. En con-
partir de su previa verbalización de cada uno de los secuencia, no representan ningún problema para
dos problemas), y ha procedido a resolver dichos una teoría objetiva de la conducta, ni, en última
problemas en virtud de dicha regla, su conducta instancia, para el Conductismo como marco filo-
se ajusta a uno de los niveles más sencillos de la sófico de la Psicología. Tampoco, y en la misma
sustitución no referencial. Sin embargo, a diferen- medida, constituyen un objeto de estudio especial
cia del primer caso en que el individuo tendría que separado e independiente de la conducta, por lo
idear una nueva solución para el problema C, pro- que no existe razón alguna para destacarlos me-
bablemente diferente de la empleada en los otros diante un término propio como si constituyeran
problemas, en el segundo caso el individuo puede una categoría de eventos, de alguna manera, radi-
continuar aplicando la misma regla en la solución calmente distintos de otros procesos conductuales.
de muchos problemas distintos. De igual manera,
es posible que un individuo pueda interactuar Conclusión
con sus propias diversas y distintas experiencias
de eventos privados, generando más complejas ex- El tratamiento dado a problemas particulares res-
presiones de su mundo interior (Ribes, 1982). Las ponde siempre a una lógica más básica, por ejem-
sensaciones experimentadas frente a un evento A y plo, a unas bases ontológicas y epistemológicas
otras distintas experimentadas frente a un distinto definidas. De este modo, cada versión del con-
evento B podrían, sin embargo, sintetizarse en una ductismo postuló visiones diferentes en cuanto
nueva forma de vivencia, del mismo modo en que al status científico de los eventos privados. Para
las descripciones verbales de dos problemas distin- aquellos adherentes al conductismo metodológi-
tos pueden sintetizarse en una única regla general. co, que se consideraron cercanos al positivismo
La naturaleza esencialmente sustitutiva de los lógico y al operacionismo, el mundo era reflejado
eventos privados, de alguna manera es reconocida en la experiencia consciente, pero tal experiencia
en el siguiente pasaje de Hayes et al. (1999): consciente no era en sí misma un objeto de obser-
vación ni de análisis, dado que sus contenidos no
A medida que los humanos aprenden a discriminar eran públicamente verificables. El conductismo
y hablar acerca de eventos privados, la ocurrencia radical reconoció también la existencia de eventos
de eventos privados trae un conjunto separado de con- privados, en la forma de estímulos que solo afec-
tingencias a la situación [cursivas en el original] (…) taban a un único individuo, pero propuso que, en
Por ejemplo, supongamos que una persona recibe tanto estímulos, estos no eran en lo esencial dis-
un shock eléctrico en una cámara experimental. tintos en su naturaleza, de los eventos públicos. La
La persona, como la rata, se sobresaltará y se sentirá conducta, como un todo, estaba integrada tanto
ansiosa. Pero cuando la persona se siente “ansiosa” y por eventos públicos como privados. Por último, el
es consciente de tal sentimiento, las muchas reglas interconductismo, de una manera aún más radical
aprendidas sobre la ansiedad (es mala, significa que que el conductismo radical, propuso que los even-
eres débil, debe ser resistida, podría dañar mi salud) tos privados son puras construcciones sociales y no,

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