Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
MIRADA A LA VIDA
Pero, al mismo tiempo, podemos observar otro dato que llama la atención:
¡Cuántas veces cada uno quiere “tirar” por su lado, sin tener en cuenta
la fuerza de la unión y del grupo! Tantas actitudes de vida y tantos
comportamientos concretos nos “hablan” de este fenómeno, aunque no
sea fácil encontrar una “explicación” a este hecho contradictorio y que se
da en nuestra vida. Ahí están los estudios que nos ofrecen unas
conclusiones no fáciles de entender, pero que son irrefutables.
De ahí que los evangelios destacan el empeño que Jesús mostró de cara
a crear una COMUNIDAD en torno a él, con vistas a la propuesta que
planteaba: el PROYECTO DEL REINO que era la misión que él
asumía como propia como deseo del mismo Dios, a quien él llamaba
Abbà-Padre. Así, en diversas ocasiones, los evangelios nos recuerdan cómo
Jesús explica un mensaje determinado a este grupo de seguidores; o que se
retira a un lugar solitario con vistas a estar tranquilo con ellos y así poder ir
“creciendo” tanto en la comprensión del mensaje, como también en el
proceso de ir sintiendo esa fuerza del grupo de cara a la TAREA-
MISIÓN que les iba a quedar cuando no estuviera él presente.
Todo este proceso, nos deja unas “CLAVES” que son necesarias tener
en cuenta y cuidar con vistas a esta tarea. Por eso, vamos a tomar una
doble referencia de textos evangélicos para descubrir todo el contenido
que él cree que es necesario tener en cuenta. Vamos a adentrarnos en esos
testimonios evangélicos para intuir cuanto ahí se nos está ofreciendo. Así
podemos captar cuanto él nos propone y a lo que nos invita.
HOY Y AQUÍ
Y para terminar… todo esto será posible, a pesar de las debilidades de los
suyos, porque la fuerza está en el mismo Señor: “Soy yo quien os he
elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto
dure”. Aquí está la raíz de esa Comunidad, con toda una vida
compartida; sólo desde aquí es posible asumir el reto y el desafío que
supone ser SU COMUNIDAD.
HOY y AQUÍ, para nosotros… ¡todo está claro! Seguro que el proceso
vivido por el grupo de Jesús nos viene como “anillo al dedo”. También hoy,
para cada uno de nosotros, para cada Comunidad que nos preciemos de ser
de Jesús. ¡Acaso, cuántas veces hemos olvidado las claves y… así nos ha
ido!
Padre bueno,
que en Jesús te haces cercano a nosotros.
Tú lo quisiste así,
y por eso enviaste a tu Hijo amado,
para que estuviera en nosotros y con nosotros,
y así no nos sintiéramos huérfanos ni abandonados.
PLEGARIA
CANTO