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BELMO TE/ JUSTIFICATIVOS

DE ESTRA REBELiON

....... -----------
;, __ - ~~ f
 JUSTIFICATIVOS
DE
NUESTRA REBELION

POR

E .L I A S B E L M O TE PAB ON

1 9 4 2
 JUSTIFICATIVOS DE NGESTRA REBELION 9

INTRODUCCION

ESTIMADO LECTOR

Este libro está escrito exclu ivamente para el pueblo

boliviano y destinado a s.u servicio. Cuando lo leas, no
esperes encontrar en él pensamientos sublimados por el
florilegio de las palabras o el bello decir. Mi propósito
no es presentar una obra literaria donde la musicalidad
de las frases o el hábil jugar de las palabras en los pen-
samientos halaguen tus oídos o tu gu to a la prosa.
Tal proceder no estaría de acuerdo con la finalidad que
persigo, ni tampoco podría cumplirlo con desenvoltura
ya que cuando nací no traje conmigo ningún talento
literario, ni tampoco lo cultivé en mi vida . Más aún,
52647 temo que el embellecimiento de la frase , podría
oscurecer su claridad, y así mi propósito, el que me com-
prendas, quedaría defiraudado o cuando menos men -
guado, cosa que estoy má que decidido obligado,
a evitar.

, nt. ln:muut
G~--ch ie~cnis
Am~.~, .•. 1
- ---- ~ . , , . •• _ •-r;:,:o ..
 10 E. BELMO TE PADON
Habrá quiene califiquen la obra de imple, pero nadie
que e té bien in pirado le atribuu·á falsía u oscuridad.
E tá destinada a decir v rdad compren ibles y pro-
yectar hecho realizables, d ahí u lenguaj e encillo,
de ahí que no e té engalanada de onoridade , pues
he renunciado a la anidad del brillo porque no pre-
tendo er admirado inó comprendido.
En alguno de u acápite es posible que encuentres
ataque a co as que te o,n queridas; si tal ocurre,
acuérdate de que mi propó ito no e contrariarte ni
conquistar tus simpatías, y no olvides que la colec-
tividade , como lo individuos, tienen a ciertos y yerros
que les son, mucha vece , igualmente querido . Algo
más, la pasione ciegan la tranquila apreciación cuali-
tativa de un hecho o ca o y hacen que e juzgue como
bueno aquello que a la luz de la imparcialidad e malo .
AJ. escribir este libro me he impue-to la mi ión no sólo
de reconocer y ponderar los valores superiores, sinó
también la de denunciar los inferiores, in buscar más
r~co~pen a q~e aquella suprema que la propia con-
ciencia obseqwa cuando e sirve a un ideal magno; y el
que mis compatriotas me comprendan. . intelectuales de las alta cla es política .
E l presente trabajo está dividido en dos partes; a la
primera llamo "VERD DES BOLIVA AS"; en ella no me
remonto, en lejano vuelo, a nuestro pasado republicano,
que por la falta de crónicas históricas verídica , no
JUSTIFICATIVOS DE UESTRA REDELION 11
ofrece material muy profundo y claro al análisis y la
deducción. En esta parte, en cortos capítulos, casi com-
pletamente independientes el uno del otro, de cribo lo
pa. ajes de interés social y político que he vivido en
tierras bolivianas; sin embargo, hay algo sub tancial
que los une: el er verídico , primero; y, segundo, el
extender e desde una atalaya política hacia un mismo
pueblo, al pueblo de Bolivia. Si examinando una astilla
se puede dedu_cir la calidad de la madera de todo un
árbol, en igual forma un pedazo de la Hi toria de
nuestro país, - que es lo que también significa esta
obra-, puede darnos la verdad hi tórica boliviana.
No obstante, mi propó ito final no es columbrar el
borroso y l ejano pretérito a través de la de cripción del
proximo pasado, inó, aleccionado por é te, interpretar
con claridad el presente y prever con acierto el futuro.
Cada uno de lo llamado capítulw. independientes
contiene, a pesar de no tener carácter polémico, una
refutación. a los concepto equívocos que predominan,
indebidamente arraigado en la gente encilla y crédula,
y que son sostenidos malévola y con cientemente por
Enla egunda parte del libro, que llamo "PERSPECTIVAS
BOLIVIA -;AS", a gui a de en ayo de un moderadí imo
programa político, eñalo la co a que conceptúo
imperio o o conveniente realiza en Bolivia. Y a vece , /
 12 E. BEL IONTE PADO JUSTIFICATIVOS DE · uESTRA REBELION 13
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a través de la mera crítica de un abuso o error, insinúo espirituales que, pese a todo, aún quedan, y darles
la realización de lo contrario a lo criticado. nueva vida; y a engendrar de nuevo aquellos otros
El pretendido programa, por sí solo, pese a que valores que perecieron al fuego invencible y devastante
constituye apenas un esbozo, encara obras cuya reali- de la pobreza en que se consume nuestro país.
zación reclama enérgica y perseverante acción de varios Es cierto que es sublime, y muy sublime, la virtud
año . Doctrinalmente, busca el bienestar social de en medio de la pobreza. Es sublime porque es heroico
todas las cla es bolivianas y el fortalecimiento de la el conservarla; empero, querido lector, es muy poco
nacionalidad a travé del riguroso aprovechamiento de generalizable; por lo tanto, sin renunciar a ella, debe-
las riquezas territoriales y del trabajo de los hijos de mos bu car aquellas otras virtudes que son patrimonio
Bolivia, bajo la égida nacionali ta. O E OTRA FORMA común de los hogares que viven en paz, en fecundo
SE PUEDE CONQUISTAR EL BIE ESTAR SI O ES APLI- trabajo y en seguro bienestar.
CANDO LA LABORIOSIDAD H MA JA A LA EXPLOTACIO. E
IND STRIALIZACI01 DE LAS RIQUEZAS NATURALES CON
LA FINALIDAD EGOISTA, PERO I "TELIGENTE Y COMU A
TODOS LOS PUEBLOS, DEL PROVECHO UNICO PARA LOS
HIJOS DEL PROPIO PAIS.
Estimado lector :-"-no obstante de que en esta obra
no ataco ni olvido los valores espirituales, quizá me
acuses de excesivo materialismo. En tal caso, te ruego
seas comprensivo,-,ya que no sólo pones en desventaja
con tu juicio el bien tuyo, sinó también el gran ajeno,
el de todos tus compatriotas-y veas que es preferible L
GJ q 6 _¡::iglo de polémicas teorizantes que form nuestro d f)
oon .m , pasado, sucedan siquiera unas décadas de
Gx_¡:¡.GroJ.ismo tendiente a sacar, de los cienos de la
extrema miseria en que vive nuestro pueblo, los valores
 JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REDELION 15

1.- EN LA ESCUELA DE LA VIDA Y DEL

HAMBRE
QUI 1 CE A~OS DE IMPREVISIO r ECO OMICA

Hacia el · año 1914i mi padre desempt>füiba , como

empleado público, un cargo en el tranquilo pueblo de
·Patacamaya. Hasta ese entonces yo no había aun
sentido la acción de la pobreza hogareña obre mis
·modestos vestidos ni contra mi infantil apetito; aunque
creo que cuando nací fué la deficiencia quien me recibió
en sus brazos, siéndome, por tanto , tan familiar que no
notaba incomodidad alguna por u p1·e encia. Verd1:d
es, por ejemplo, que no conocí má di tracciones que
aquellas que la naturaleza obsequia a lo niños ne estos
pobres poblado , o sea_el campo con u riachuelos y
éstos con sus fascinantes pececillo ; lo pedrcg os
cerros que mi teriosamente se gu ta a. cender y clt>. -
ce:m.der; y a veces, como Lujo infantil ·una pequeoa
flecha de elá ticos · o un payaso de palo que indefini-
damente da las mismas -voltereta , parodiando la repfl-
tición incansable de las co a ah urda de · 1a vida. De
állá en cuando, cabalgaba con máximo regocijo algun
chúcaro borrico, naturalmente in pedir permi o al
dueño, quien iempre era ,un magnánimo indígena, cuya

16 E. BELMO , TE PABON
mansedumbre no presentaba resistencia mientras no se
desviara al animalillo en dirección contraria a la de la
recua.
.I /-lho,r Hoy, cuando vuelco la miradá hacia aquell s empo~,
veo que-no obstante de ser pocas las obligaciones
familiares de mi padre - , la modestia económica era
tanta que podría llamarla pobreza lindante con la
incomodidad; pero en esos tiempos de infancia no me
apercibía de aquello; . al haber nacido y crecido on un
/. ambiente así, él me era natural; más aún como casi
todos mis amiguitos vivían más o menos en iguales
condiciones, no tenía elementos de comparación o juicio.
Mi padre, libre de prejuicios sociales, me dejaba parti-
cipar no sólo de la vida hogareña sinó también la del
poblado y la indígena campesina, cuyo idioma comencé
a aprender.
Ignorando la deprimente e injusta jerarquía de clases,
trataba fraternalmente con los niños indígenas, con
alegría y de igual a igual, notando sólo una pequeña
diferencia entre la enseñanza mental mía y la de ellos;
yo sabía leer y ellos no; pero en el resto, en los juegos,
donde la inteligencia natural se manifiesta, n .o sólo me
igualaban sinó que eran hasta superiores. Tampoco pude
notar la cobardía congénita que se les atribuye, ni la
bajeza con que se los culpa; al vivir así en los campos,
junto con los niños de todas las clases sociales más
lf
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 17
pobres, en pleno contacto con la naturaleza, fuí for-
mando un juicio aproximadament~ verídico so e la
clase nativa. Y las leyes de la naturaleza, encarná
en mi espíritu, empezaban a normar mi conducta. En
la ciudad no me habría pa ado tal cosa, las apariencia
sociales y sus prejuicios habrían oscurecido la equidad
de mis primeras reacciones espirituales.
Fué en aquellos tiempos y bajo esas circun tancias
que, por primera vez, escuché alarmantes comentarios
sobre el bajo precio de los metales y especialmente del
estaño, sin poder comprender cómo así tenía que ver
con nosotros el precio de este último producto que mi
padr_e ni compraba ni vendía. Sin em~argo, tran currida
algunas semanas, los haberes fiscales de mi padre fueron
disminuYdos en un 30%, por lo cual la familia hubo ~e
pa ar &_ una vida de incomodidades y suma mode na
a otr peor de semi-desnudez y hambre; mis pies
añonyban los calzados y se lastimaban en la dureza de f
las piedras y el frío del suelo; las moneda diarias que
recibía para las horas del " recreo" e colar fueron upri-
midas; algunas costumbres de sobremesa hogareña,
como el postre de las comidas dominicales y festivas,
de aparecieron y también se suprimió la compra de
pr ndas de ve tir. Lo cumpleaños e fe tejaron ólo
con parabienes nublados por la tri teza paternal y la
pobreza familiar ...
 18 E. BEJ.MONTE PABON
Fué entone que la palabra "riqueza nacional" tomó
para mí una acepción dudo a; hice una i:;encilla compa-
ración : todos dec{an que la posición conómica de mi
padre era envidiable, por ser la má d es aho gada en
aquél poblado, in embargo , no lo parecía. Asími roo
e afirmaba que lo boliviano éramo ricos, muy rico ,
y in embargo, vivíamo s en pobreza. ¿ Era que la
riqueza patria ntrañaba inevitable mi ería ciudadan a?
Y i a la Patria se la imbolizaba con la Madre - m e
preguntaba: - ¿ a mayor riqueza d e ésta deb e corres -
ponder may or miseria para us hijos ?, o ¿ la palabra
riqueza no e inónµna de abundancia , de b ienestar y
comodidad reunidas?
Sin embargo de lo absurdo de estas deducciones, el tiempo
se encargó de demostrarme gue una injusticia humana se
hacía cargo de convertirlas en evidentes: pues éramos y somos
----.. -
ricos para el bien a ·eno y esclavitud miseria nuestra.
Pa ado algún tiempo, hacia fines del año 1914¡ e ,.
comentaba la guerra en Europa y la elevación del precio
del e taño; al mismo tiempo, Jfantasma del hambi:.e
y la desnudez hahí desaparecido poco a poco, y el
hogar paterno retornó a su e tado anterior; subimo de
la miseria e trangulante a la tolerable pobreza. Sin
embargo, nuc tra Patria seguía siendo una de las más·
rica de la tierra, y en eso ro.omentos gozaba de ventajas
excepcionale .
JUSTIFICATIVOS DE L'ESTRA REBELIO 19
E n la hi toria económica del mundo , e elevan como
los monumentos más grandes de la riqueza minera el
cerro de Pot o í y la p roducción e tañífer a de Boliv ia,
tanto qu~ nuestra tierra es conocida exclusivam ente por
sus m etalc . Empero é tos·, durante v arios iglos - en el
mit ado colonial d e ayer, y en la esclavitud del lib erali mo /
0
ecqnómico de hoy, v ary trag~ndo al pueblo de Bolivia y L/ .-v.J
sepult ándolo en u macab r o seno; son y a cientos de
m ile los que acrifica do murieron en est e nuevo e t ilo
de crucificción humana, mientras el r esto del pueblo,
que no vive ni vivió de la funesta labore m.iner a ,
agoniza en la mi ería . u e tro escudo, simbolizando la
riqueza minei-a, ostenta el ceno de Potosí ¿ y lleva algo
que simb ol ice la centenaria e clavit ud que e a riqueza
le ignifica? ¿ Y qué podríamos agregarle qu e repi:esente
a los lejaµos propietarios de ella que nos esclavizan? ...
En aquella época del año 1914, así como má tar d e,
los artículo de primera n ecesidad enían d el exterior
en u n elevado porcentaje, con relación a nue tre con-
su1n o.
Trigo, arroz, azucar, harina y otro mil artículo q.ie
podría producir el u elo bolív.iano en gigantescas canti-
dades y de m ejor calidad enían y vienen aún hoy d I
exterior, debiendo ellos comprarse con las divi a que
la indu tria minera paga o tran fiere al E tado en calidad
de impue to o venta obligada . í, en el año 1914 la
 20 E. BELMONTE PABON
J USTIF ICA TIVOS DE UESTRA HEBELION 21

caída del e taño motivó que el Estado no recibiera las

Más tarde, hacia el año 1930 nuevamente se produjo
divi a nece aria y por cuya e casez se importó, en
una grave caída en la cotización del estaño. El Contralor
menores cantidades a las del consumo, los artículos de
General de la Rep-Ííblica dictó al Ejército una confe-
primera nece idad. Por igual motivo disminuyó el
rencia demostrando más o menos que en el presupuesto
presupuesto de ingresos nacionales, por lo que en el de
de ingresos nacionale~ el estaño, que era su tronco vital,
egre o se redujo en un 30% los sueldos de los empleados
debía figurar con cero; que las obligaciones del Estado
públicos que qu~daron condenados a la miseria. Algo
alcanzaban a 48 millones ( de 18 peniques) de los cu ale
más, como quiera que lo fenómenos económicos están
la mitad correspondían a las obligaciones de la deuda
encadenados unos con otros, rvere~s -que.1 la escasez de
externa, cuyo pago se suspendería por completo; sin
divi as perjudicó también a los importadores y a su
embargo, pese a esta medida, el p1·esupuesto de ingre os
personal de empleados; con los vendedores pasó otro
no alcanzaría a cubrir las obligaciones del Estado. Y que ,
tanto/' las mina arrojaron a sus obreros y empleados,
finalmente, se imponía un régimen de severas economía ,
y el hambre extendida por t_odas partes provocaba una
consistente en la reducción de la planta de empleados
creciente anarquía . Los productos del país deficientes
públicos y di m.inución de hab eres de los restantes;
para cubrir la necesidad y demanda nacionales, ante la
también debían reducirse las importaciones en general
carencia de los que se importaban, subieron de precios
figurando entre ella los artículo de primera n ece idad.
halagados por la demanda; de suerte que el pueblo
Esos quince años, de 1914 a 1930, par~cían demostrar
pobre}con su presupuesto de gastos muy limitado, sólo
que el Estado había tenido por finalidad crear y so t ner
alcanzaba a comprar una cantidad de alimentos menor
una p en;nanente imprevisión, para-llegada una época
a sus necesidades; la penuria alimenticia fué casi general /,
de dificil economía~ l¡mzarse contra el estómago del
}t'mpei:or para nuestro alivio, no como un acertado acto
pueblo imponiéndole abstinencia y hambre. O sea que
del gobierno boliviano, sinó como un fruto casual que
como único remedio aplicaban aquél que empeoraría la
advino como con ecuencia de los problemas europeos,
~nfermedad que debían curar; es decir prescribían al pueblo
se precipitó la guerra mundial del 14 y durante ella se
el hambre en contra de SU, ya largo proceso de desnutrición.
elevaron la cotizaciones de los metales dando a los
Durante el transcurso de eso quince años, no e
países productores sobradas posibilidades.
adoptó ninguna medida ería para <,onjurar la dificul-
 •¡-- •- ' ]11 - -- ---~-• ••-'-•- - -- L -' --• ••• ••• • --• .. -~~

/ ub
22 E. BELMO TE PABO J ST IFICATIVOS DE UEST RA REBEL1O 23

tades y penas del presagiador de 1914. Se eguía impor-
tando, y en mayores cantidade que ante , arroz,
azúcar harinas, ac it , telas, etc., mientra territorio
boliviano inútilmente esp raba la acción inteligente de
un gobierno enérgico que fecundizara u rico eno . Los
producto importados seguían desplazando a sus imi!
lare nacionales. Bolivia continuaba de paí monopro-
ductor en el año 1930, como la fuera l 14; el eje trágico
y único obre el que giraba la economía nacional seguía
siendo el e taño; nada se había hecho para indcpen di-
zar e de su caprichosas alza y bajas, creadoras d la
danza de la inseguridad financiera. Quince años a tra-
vé de lo cuale brillaron grande políticos como
1onte , Saavedra y otros qu tuvieron cntr u manos
el timón del Estado; y in embargo ¿ dónde quedó la
previ ora acción de ellos?¿ Dónde su clarividente mirada
de e tadista ? ¿ Cuál fué la causa del error reincidente?
¿ Fué, aca o, la carencia de talento en ellos o lo~ con -
cepto fal o que tuvieron sobre la conducción económica
de un paí. ? ¿Es que el Partido Repúblicano, enemigo
mortal del Partido Liberal, no tenía una ideología opuesta
que le obligase a realizar aquello que aquél había omitido?
¿ Y i sostenían principios di tintos, siendo la conducción
económica de un pueblo un a unto fundamental político,
· en qué forma pensó Monte y en qué otra Saavedra?
¿ Y en qué e diferencia la obra de éste a la del otro?
La profunda enemi tad de estos dos Partidos hace
u poner id ología diametralmente opuestas; aunque
difícil sería aber en qué con i tieron é ta , y má aún,
cuál fué la divergencia entre eJlas, ya que dos cosas
inexistentes mal pueden oponer e.
LOS PUEBLOS QUE VIVE A EPOCAS PRI.J.'1ITIV AS
CO FIA S DESTI O A L C PACIDAD DE ALG OS
HOMBRES DE ENTRE LOS e ALES ELIGEt s s e
DILLOS. LOS PAISES EVOL CI01 ADOS SOSTIE ºE1- IDEO-
LOGIAS CL RAS Y DELEGA ' UTORIDAD A O O !AS
HOMBRES PARA Q • LAS LLEVE A CABO. Bolivia en
aquellos tiempos vivía aún en el ca o de los primero ,
hoy va inco1·porándose a lo egundo .
¿ Montes, Saavedra y lo otros, tuvieron algún plan
económico para el E tado y para el pueblo?¿ O juzgaron
que lo s e tadi ta que llegan a la pre idencia de una
nación sólo tienen el derecho de acomodar e en una
especie de palco teatral y el deber de contemplar en
silencio lo que otros, en el e c nario económico-nacional,
hacen lo que les viene en gana con el pueblo a quien
aquéllos r pre entan? ¿ Y en este ca o, dónde queda el
concepto que se de prende de la fra e "dirigente de un
pueblo"? ¿ Es que e te concepto e igual al de ''mero
oh crvador", sin voz, ni voto, ni acción? ¿ Con qué fin
los pueblo e asocian en g1·ande ma a y territorio
y forman naciones y eligen u conductore ? ¿ es para
 - - - '. . " ' - . -- ., -- - ... -. - - - - .; ' .., -- -':.' - . --- - --· - . -; -

24 E. BELMONTE PABO
JUSTH'ICATIVOS DE NU E STRA REBELIO N 25

crear el derecho de abuso de los meno o para de:t nder

con mi manera de juzgarlos, que temía estar equivocado
y acrecentar el bien de los más?
y creía de mi obligación no deliberar mientras no tuviese
De esos quince años, en los cuales no se aplicó ningún
remedio al fundamental problema económico, se dedu-
convicción de que estaba en lo cierto; pues, a.:óR era H ,tj
muy joven y mis pensamientos, aun estando bien orien-
cen: o la ineficacia de la grandes figuras políticas que
tado no podían er lo suficientemente claros. La
en ese tiempo cruzaron por el firmamento nacional, o el
otra cau sa era que como a militar me estaba prohibido
anulamiento de las posibilidades de ésto s por un inade-
deliberar sobre asuntos políticost ~ as, si bien era posible /. / },;J
cuado sistema en la organización gubernamental d el
silenciar mi labios, no había quien contenga el curso
E tado boliviano. Durante quince años el Poder L egi -
de mis pensamientos, los que se movían silenciosa pero
lativo perdió u tiempo en inacabables e inútiles polé-
activamente. Sin embargo, más tarde, a medida que mi
micas parlamentarias en las que sólo se desmenuzaba,
conciencia tuvo jmm/ certidumbre de estar en la verdad,
en medio de nefa tas pasiones, el •~aspecto legal" de los
noté que la mordaza militar dañaba mis sentimientos
acto políticos del Poder Ejecutivo, sin preocuparse
nacionalistas, y a sumí la respon abilidad d e propalar
seriamente del "aspecto material del pueblo que represen-
taba". Más aún, transfiriendo graciosa o criminalmente
mis observaciones . bi ,
si como a militar me obli-
gaban a callar, como a boliviano nadie me podía negar el
a firmas extranjeras, y sin previsiones benéficas para el
derecho de preocuparme de los asuntos de mi Patria. Má
bien colectivo, las riquezas territoriales de Bolivia.
aún, convencido de que la institución armada, mantenida
LA LIBERTAD QUE PROCLAMAN Y SIRVE LOS PAR-
en la m ás completa ignorancia d e lo problema vitales
LAME TOS 1 O ES OTRA COSA QUE EL DISFRAZ CO
de la nación,-por desconocer la magnitud de los daño
QUE SE DISIMULA LA ESCLAVITUD ECO OMICA EN QUE
VIVIMOS .
qu~ cau aban los partido políticos-era un instrumento
r fác· , me impuse la obligación de llevar al Ejército mi
En aquél entonces, hacia el año 1930, pe aban sobre
obs~rvaciones, exponiendo mis pen amiento de de un
mí dos razones poderosas que impedían preocuparme
punto de vista militar .
públicamente de los asuntos nacionales que mi mente ( La potencia económica de una nación es no sólo la
captaba. La una, o sea la más fuerte, era que los hecho
ha e sobre la cual e edifica el biene tar ocia! de un
que habían llegado a mis oído eran tan contradictorios
pueblo, inó que también es el cimiento obre el cual se

- rrYvr;v,,d~~f , LarJ ~v樭a~

---1,,,_.,,..-é-r~
r ~ ',z,ee /r~ .J-t.-n,a,i. '!<) J
 26 E. BELMONTE PABO
apoya la fuerza defen iva militar, que tanto Bolivia
nece ita para u eguridad.
1 EJERCITO FUERTEME TE ARMADO , PERO APO-
p ' BLO DES TRIDO Y POBRE ES
A TOE GA O; P ES E r TIEMPOS DE G ERRA DEJA
1ASCARA DE PODEROSO DE LOS TIEMPOS
DE PAZ Y PARECE DEBIL E I iPOTE TE E
TALLAS. Es pue por lo tanto, competencia del
Ejército velar, de de un punto de vista militar, por el
biene t~r de u pueblo, e pecialmente cuando é te sufre
un criminal e indiscutible abandono de sus estadistas.
Los quince años de imprevi ión económica y de inac-
ción gubernamental, demuestran claramente el fracaso
del i tema democrático ¡...¡;'i'l"l'1!'l:,'Tl"l"!ftiv , de ese período.
,-J f I profundo odios.
2.- DIVISIO DE LA FAMILIA BOLIVIANA
ODIOS POLITICOS
Cuando tenía unos diez años de edad, en uno de los
pueblos próximos a la ciudad de La Paz (Viacha)
comencé a conocer la divi ión de la familia bolivian;-en
partidos políticos. Cierta noche se produjo una reyerta
entre vecino ; los unos, en nombre del gobie1·no a cuyo
partido pertenecían, impusieron a golpes ilcncio a lo
otros que vitoreaban al lider opositor, y para tener
27
J U STIFICATIVO S DE UES TRA REB EL IO:'i
-------- •
may or facilidad en su atropello recurrieron a la fu erza
pública policial. E sta se encontraba bajo la órden e
de mi padre, quien, por lo tanto, obligado por su cargo
debía cooperar a la pandilla gobiernista. Empero, no
hizo tal cosa , sinó que e fué olo a r establecer la tran-
J
quilidad con buenas razone. y ecua~idad. ~o~ u-
LAS BA· pue to , lo gobierni ta l e atribuyeron mcump!1m1ento
de su s deb eres O Cl,bardía, motivando, día ma tarde,
su d e titución; los otro le reconocieron su justa Y ca-
ballerosa imparcialidad. Pa ado el de orden , reto~nó ,_ M"
a ca a trayendo consigo ~ imo amargado y ~n armgo t-l
con el cual cambiaba opinione obre la tragedia de lo
pueblos bolivianos divididos en sectas política y por
.
Las autoridade políticas provinciales, e taban de ti-
nada en aquello tiempo , a í como ~ora, no ª. crear ..._
orde , sinó a la persecución opresión de los opo itore ;
/&
/1 l¾der Judicial e taba impedido igual~ente de ad-
ministrar justicia con independencia y equidad, ya qu
su miembros se hallaban con ertido en in trumento
al servicio de odios y abusos.
Empero, ¿ es que la divi ión de lo hombre d~ un
pueblo en partidos políticos no debía er ólo la diver-
gencia de ideología ? Y en una nación dond~ e pro-
clama todos los día la lib rtad de pen amiento, la
. d e cnteno
. • 6- no debía er alimentada ólo
divergencia
 .-----------------
28 E. BEI.MONTE PADON
por razones? ¿ entonces, cómo así se la convertía en
lucha de pa iones negativas, como es el odio que oscurece
todo lo noble que la humanidad tiene?• G· Como- as í es
compatible la libertad propia con el derecho de atropello
a la ajena?
.Quien odia mal puede escuchar la razón ªJ. na., mas ,
quien ama su Patria no sé como pueda aborrecer a sus
conciudadanos componentes de la .. , uh
opo 1c1on g er-
namental. ¿ O e que en el l • , .
engua1e po11t1co nuestro
gob~rnar es ejercer mezquinas venganzas ? El gobernant:
no ~iene eL.derecho de odiar ni a los conciudadanos per-
ver~dos, pues si los hay, los persigue, aisla o anula,
animado no por la revancha, sinó por la defensa del bien
de la comunidad.
~1 correr de los año me aclaró de donde salían estos
odios que dividían el pueblo en partidos que recípro-
camente e eran mtolerantes y arbitrarios. Ese cúmul
de principios razonados que forman las ideologías~
programas políticos no existía. Y si un partido ro -
clamab d · 1 p
a una octnna, os adversarios no tenían oposición
en ~o-ntra de los principios que sostuviese tal doctrina.
Qmza, hasta por el contrario, se apoderaban de ella y la
pre entaban como bandera también propia, especial-
mente en el caso de que tuviese la cualidad de atraer
a la masa del pueblo . Pero sin embarao la di .. , l en la admini tración pública, y e los podría cla ificar
d' t:> , VI ion, e
o 10 y las persecuciones no desaparecían, pes.e a que
JUSTIFICAT[VOS DE NUESTRA REBEI.IO 29
la unidad mental invitara a la ejecución armónica de
lo sostenidó' y proclamado por todos y no rechazado
por nadie .
Toca preguntarse si es que cada uno de estos partidos
sostenía un ideal nacional distinto al de los otro .
La respue ta será negativa; entonce , finalmente, ¿ qué
los dividía? A la cabeza de cada uno de estos grupos
políticos se encontraba un hombre a quien sus adeptos
juraban cooperar en la lucha pre idencial haciendo uso
de los medios llamados legales o de los revolucionarios,
y cuya manifiesta o tácita finalidad era llevar a su
caudillo al poderLpara di frutar de éste con la obligada /
1
complicidad o tolernncia del jefe político cuyos ambi-
cio os anhelos habían servido .
Para ser ecuánime en la crítica es imperio o penetrar
en el espíritu de cada una de la partes que componen
un partido :-el líder, la plana mayor, lo lugartenientes
de la plana mayor, y, finalmente, la masa del partido .
El líder es el futuro presidente de la república, en el
ca o de que el partido llegue al poder; la plana mayor
está compuesta por los ministeriables y aquellos que
ocuparán los cargos directivo principale en la di -
tintas reparticiones fiscale ; los lugarteniente son lo
que ocupan regularmente todos lo puesto re tantes
como burócratas o a piran te a la burócracia; la masa,
 30 E. DELMO ' TE PADO
JUSTIFICA'.)'IVOS DE NUE S TRA REBELION 31

e el resto del pueblo que, en u afán in tintivo de su-

o m enos po ible esperar en el llano que viento m ejores
peración soc~al, nacional y p er onal, se 'J:' -o a la primera
,,u,.u · 1 1 soplen sobre sus proyectadas hazañas ; son los malhe-
secta política que se le haya aproximado , permanece chores afortunado que viven d e los asaltos que dan
regularmente fiel a la causa de ésta sin que nada sepa a nuestra Patria y a nue tro pueblo. E s v erdad, que
de lo que ideológicamente ella bu ca.. en m edio de ellos hay, como en toda regla, su excepción,
. La plana mayor qu e con tituye l conjunto má algunos hombr es que p redican rectificación; empero
mtel .ctual d 1 partido, es r gularmen t e d sl al a la
Patria; pue us componente saben h ien, mejor que
tod_o . lo otros miembros d 1 partido, que el juego
esto son apóstoles d esafortunados que est érilmente e
agit an en medio d e irredu ctib les h er ej e , y son t an
p oco que sus voces quedan silen ciadas por la mayoría
democrática, para la queLun nacion alismo sincero e
L.
)
p_oht1co que e realiza, no es má s que la mascarada o la
imulación de afane nacionalistas que sirven para estupidez o locura. Y así el cinism o llega a ser cualidad
ocultar
. la acción v edada de un cnmma. . l ego1smo
. de de los políticos talentado s, quienes tienen la mayor
facciones personalistas. Unos buscan para sí ho culpabilidad de las d esgracias y atraso nacionale . Las
. d ~~,
ien o estos lo más honestos aunque ~uy dañosos . planas m ay ores de todo los partidos e encuentran
lo , .otro ' lo dine ro d e1 E ta d o, aunque sea é te po-' conjurada en contra del bien patrio, y ha ta tal pun to
bns1mo ,· y los p eores son zos vendidos
. es su acción paralizante que de nada valdría si en el
a intereses con-
trario a la nación y a su pueblo. firmamento nacional apareciera un ge~al conductor
político, mientra los com,pon entes de ésta sigan cam-
Mientras el partido está en el llano buscan destruir
tod · · · d e autoridad; on unos auténticos nihi- p eándo e en la impunidad y en su libertinaje. Y e de
. o prmc1p10
lamentar que pai-a una época de acti_va con trucción
li ta político . La ideología que esgrimen es la de CJ·iticar
todos lo s actos del partido gobernante: si son malos por
nacional sean ellas in.d i pensable , por su preparación /
m ental erían utilizable n el ca o de que se la i-
s
er tale ' y si on bueno porque a ello no le conviene
lencia y di cipline, de que e encuadren en aquello que
reconocer capacidad alguna en el enemigo que bu can
e les ordene y eñale a travé de una clara ideología
destronar y -sub tituir.' eeonom1eamente,
- . por lo regular, política, y de que e la ca tigue everamente cuando
pertenecen a la clase acomodades, tal que le e má
cometan algún acto en contra del bien ocia! boliviano.
 32 E. BELJ\IONTE PABON
Luego, en terc r lugar, aparecen los lugartenientes
de los miembro de la plana mayor, y que son los aspi-
rantes a los puestos públicos subalternos o propietarios
de ellos.
Suponiendo que cuatro sean los partidos políticos
y cada uno tenga a 1.500 a pirante a los cargos públicos,
y uno de dicho partido haya llegado al poder; los
4.500 a pirante de lo otros tres partidos constituirán
la eterna oposición gubernamental.
Lo lugartenientes constituyen la clase menos afortu-
nada de los intelectuale , pues aún en el mejor de los
casos, es decir, en aquél en que sean los dichosos que
obtengan un cargo como retribución a los servicios
prestados a su partido, aquél no siempre estará en
relación a sus necesidade familiares ni a su preparación;
si han ido l;>ien bautizados o gozan de influencias,
obtendrán algún cargo para el cual no son idóneos,
y i no tienen buena relaciones ni méritos especiales
recibirán uno que está por debajo de su eficiencia.
Tanto los unos, -por incapacidad, como los otros por
no estar en cargos superiores para los que serían aptos,
terminan por ser poco útiles .
La economía doméstica de los hogares de los favore-
cidos con cargos públicos tiene por compañera insepa-
rable la deficiencia y las visitas del hambre son frecuen-
tes. Forman la cla e de los intelectuales mendigos de
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELIO 33
favore , cuyas familia ufren el martirio de la in egu-
ridad del pan para el mañana y la deficiencia del pre- L
;:;ente. y si esto le ocurre en lo mejores tiempos Lo ¡
a cuando el propio partido está en el poder, toca
5
preguntar e por sus penas cuando, en la filas de la
oposición, se encuentran en el llano .
Para ellos el pertenecer a un partido e hacer u o del
único medio de vida que el e trecho horizonte nacional
ofrece a los intelectuale bolivianos. Ellos no contraen
obligación con ninguna ideología, ya que ningún par•
tido la tiene; y su de arrollo mental e obradamente
avanzado como para que no e den cuenta que no e
e.·tá obligado a guardar lealtad a un líder en quien no
creen y el cual no profesa doctrina alguna. De ahí que,
re pondiendo a •un imperativo matel'Íal de la lucha _por
el ustento diario, pasan de una facción a otra cualqmera
que con más seguridad le ofrezca un puesto público
o ea el sustento familiar.
n partido sin ideología e pue como un a ta in
bandera a la que nadie, . o pretexto de moral cívica.
e tú obligado a ser leal. · Estos saben que el líder debe
r un medio para la ejecución de idea que bu can la
upei·ación humana, y i no existen aquélla , mal
pueden ~entirse obligado a eguir a o cura a un hombre
· in norte . Si e ha de ofre'1.dar lealtad política a un
hombre, el'á cuando él ea la ncarnación d una doc-
 L I t/-1v-
34 E. BELMO TE PABO '
trina de uperación con la que uno guarda conformidad.
La 1 altad florece allá donde hay ideale y acciones
noble ; Y a vece . ensiblemente, donde la buena fé e
orp1·endida por el engaño; pero en e te ca O no es de
larga ida. Toda otra lealtad e.. simplemente O un
error o una criminal complicidad, y en tale circun tan -
cias es imp rio o r ectificar e.
Ahora bien, el núm ro de lo cargos público ha ido
iempre menor al de miembro de la parte intelectual
de cada partido. De donde ocurre, que cuando un partido
llega al poder, coloca en lo puestos público ólo a una
parte de u contingente intelectual, quedando el resto
n calidad de de contentos que, perdidas la esperanzas,
pa an pública o tácitamente a engrosar la fila s de la
crecida opo ición . Si el número de pue to públicos se
cua~uplicara y en ellos e pagaran ueldo capaces de
cubnr con la necesidade mínima d e lo bogares de lo/ /?.
ocupante , la opo. ición de aparecería automáticamentes
pue ca i todos erían miembros del partido gobernante,
e deduce r_..,,.......,..¡claramente que en las luchas políticas ti
todos buscan encontrar los indispensables medios de vida,
po~ ~star cerrado lo otros horizonte de trabajo O no
exi tir ello , y e creando o abriendo é to cómo se
debe .a ta~ar el mal por su origen. O sea hacer desaparecer
la miseria económica de ros hogares de nuestro. m-
telectuales, facilitándoles labore p..n.tekc.tll-al bien re-
~ A/4{/ 1;f~v<-~ ,1 •
J ST I F 1 A T I VOS D E .\ E .T RA 1\ E BELIO ;\' 35
tribuida , lej os de la aetividade política . Fácil e pues
deducir que el odio politico no es más que un fruto de la
desesperada lucha por •el sustento diario , y no por causas
ideológicas. Más aún , ~a palanca de acción en las llamada
luchas política · es la....enceguecedora miseria.
D ecía que más abajo de esta masa ilustrada y pobre
se encuentra la popular compue ta por los obreros, ar-
tesano , proleta1·ios, te. Estos ven en u caudillo el
icono ante cuyo altar ofrendan todos u afanes in tin-
tivo d e Patria . Esta masa es noble y leal y en el caso
presente, encontramos en ella la buena fé orprendida;
es el pueblo niño de virtuo a cualidades conducido por
gente pervertida. Mentalment«;} incapaz de juzgar lo
actos d e la plana mayor, e el puño armado del partido;
forma las unidades de choque, y sus miembro a í como
aben amar al jefe saben morir por él y odiar a quien
lo ataque . Su acción má obresaliente en la lídes d emo -
crática , es garr·o te en mano ahuyentar a la hue te
enemigas, convirtiendo así la democracia en bandole-
ri mo sectáreo. Así como los lugarteniente se mueven
impelidos por el hambre, é to a falta de pen amiento~
y razones se mueven al empuje de sentimiento o
pasiones; para ello la fé en su caudillo sub tituye al
amor instintivo que todo hombre no extraviado iente
por u país ;. el cumplir con las consignas del partido e
crvir a u tierra. ¡ Qué docilidad y fé ofrecen para er
 36 E. DEL 10 1\ TE PABO
bien fácilmente conducido, ! i qué la timo amente on
y fu ron iempre engañado !
Para ello reer en 1 jefe o caudillo le uficient .
u ciega fé no e razonada, aunque la fe ciega debía r
únicamente mpleada n a untos di ino , inalcanzable.
a la mente humana , por mucho que oh erv n contra-
. entido como aquello de que siendo Dio infinitament
bueno, creara n u enojo el f ueuo eterno de los infierno
y ,de que iendo omnipotente p ermitiera qu u . ángele
se le rebela en. La mente humana que ere en el Creador ,
hace bien en aceptar que ólo él infalible, _ hace mal
en aplicar l a-gra-daf fé a otro hombre qu on tan
falibles que pued~ ~rar lla.J:)tanto como uno mismo. }j
Felizmente, la contienda chaqueña{por u de a. trozo
resultado , rompió con aquella cred';iudad política. n
gran de aliento e apoderó de los espíritus. El pueblo e
retiró de lo partido , se refugió en la de e peranza .
y perdida la fé en su caudillo , qui o bu car el remedio
para su male en su propia fuerza , y e organizó en
~indicato .
Mas, parece que hoy el juego del eterno engaito
político se r einicia. A la par que lo vi jos partido po-
lítico renacen, aprovechándo e del ol ido y de la poca
memoria d e este niño grande que e nuestro pueblo ,
echan u rede para pe car adherente , y el re ultado
empieza a erl halagador. Dentro de alguno año
JU S TIFI C ATIVOS D E N UE S TRA REBELIO N 37
t ndremo Q.uevas inexpe1·tas generacione · el e car-
miento del Chaco habrá ido ya olvidado y retornaremo
a nue tro iejo _ de gra ciado anclare .
Todos los partido políticos de pués de la guel'Ta
chaquoña quedarnn sin militante ra o , y aún ha ta lo '
miembro directivos de aquéllos se p u ieron en la o -
curidad a fin de que el dedo de la acu ación. no lo-
eñala. e. Ma hoy, alen nuevamente a campearse y el
lib ertinaj político . e convierte en un derecho y renacida
co. tumbre.
na trauedia nacional trn con igo el de pertar de un
pueblo porque al través de ella quedan al de nudo u -
J dolencias . E sto ocurrió con el nue tro después del Chaco
y imperio o impedir que el correr del tiempo y nue tro
olvido adormezcan la verdad captada en medio de la
tormenta, y evitar que lo mismo male vuelvan a
cubrir u de nudez con lo conocido ropaje del engaño .
3.- DE CUBRO AL HERM NO I DIO
EL l 1 DIGE ' QUE YO co r ozco
La importancia de lo problema nacionales se de-
termina por el número de habitantes a lo cuale aquello
afectan. Lo que se refieren a nue tra población indígena
on de gran tra cendencia porque omprend n al 70 %
del total de nuestra población.
 38 E. DEI.MO T~ PADO '
uestro indígena e dividen en tre arandes grupo :
I) aquello que ha ta ahora han p erman ecido arraigados
a la tierra formando la cla. e de agricultores, quienes por
el ai lamiento en que viv n , lejo de lo blanco y mes-
tizos, han podido con ervar las cualidade y defecto
humanos que tuvieron ante del coloniaje. E te grupo
es el más importante y debe estar compuesto, más · 0
menos, por el 80% d 1 total de nuestros indígena
nativos. II) Aquello que, de po eído de u tierra
emigraron de lo campo internándo e en las ciudade '
y perdieron allí ca i toda us virtudes, contagiándos~
de nuestros vicios de lo que son descarados portadore
Los vicios nue tros, que apenas alcanzamo a di i-
mular, han hecho verdadera crisis en el indígena de la
ciudades, quien los refleja en forma impúdica y brutal.
Finalmente, III) tenemo el grupo que está compuesto
por los indígena dedicado a labore mineras. Esto
también se encuentran de hechos por lo vicio , y
además por otra enfermedades propias de las labores
mineras.
Fue~a de esto tres grupo principale existen alguno
otro mtermedio de poca importancia.
A todos estos grupo los conocí de cerca, más aún,
conviví con algunos de ellos, como se verá por las relacio-
ne que hago a través del pre ente capítulo . Por lo tanto,
creo tener sobrado elemento de juicio para hacer acer-
J USTIFICAT I VO ' DE NUE TRA flEBELJO,· 39
tada apreciaciones. I o toy en el ca o de la mayoría
de nue tros intelectuale y hombre de E tado que
jamás convivieron con los indígena , que muy poco
salieron de las ciudades y que cometen un grave error
al hacer deduccione apoyándose en sus oh ervacione~
sobre los nativos radicado en la ciudade .
Cuando tenía más o menos doce años de edad, murió
mi padre y el fuerte carácter que me era particular, hizo
que m e rebela e violentamente en contra de todo aquello
que a mis ojos era inju to; e to trajo como con ecuencia
el agriamiento de mi 1·elaciones familiares y mi e pontá-
nea salida del hogar materno.
Me tra ladé, junto con una hermana de mi padre, alma
buena y e píritu tolerante, a la r egión del Lago Titicaca.
donde en ausencia de ella me dí ah oluta libertad, ro-
dap.do a travé~ de mi independiente vida en medio de
indígena agricultore , unas v.ece peones de hacienda,
y otras comunarios. Verda d e que tenía como punto de
apoyo la casa de hacienda en la que mi conde-cendiente
familiar me dejara. Rodé gustoso, compartiendo lo
trabajo , penurias, co tumbre , vida y alegría de lo
indígena de esas tierra . Fué entonces y ahí dond
conocí una parte de la verdade de los calumniado
indígena . Más tarde pude proseguir mis observaciones en
la inmediaciones del puehlito de Capiñata, una pequeña
población de la hermo a y rica provincia de Inqui, ivi.
 40 E. BELMO I TE PABO
donde completamente olo, m que ningún pariente
upiera ni mi parad ro, ganaba mi u tento diario dando
cla e -'?articulare de lectura y escritura a algunos in-
dígenas, o cultivando us tierras y recibiendo por día de
trabajo la alimentación, la vivienda y 20 centavo d
paga. Fuí, pue , peón de indígena ; es decir, peón d e
peone , peón de e clavos. Para muchos este hecho debe
parecerle denigrante, dado lo errado y curio o juicios
que tienen on relación al trabajo humano; para mí no,
pue ellas on las horas que más me dignifican como
a hombre de bien. ¿ No es el trabajo la primera ·v irtud
humana? ¿ o es la aristocracia del trabajo la más meri-
toria, la menos discutible, la que ha abierto el camino al
progreso humano?
E tas sencillas verdades me bastan; algo má , gracia
a aquellas horas conocí de cerca los problema ociale
y económico , y las cualidade y deficiencias de las do
terceras partes de la población boliviana. Tal que cuando
hablo de mis compatriota indígenas, no es repitiendo
juicios de otros ni opinando con ligereza sobre cuestiQne
que no conozco . Fué entonces que aprendí a admirar y
amar, a compadecer y comprender al pueblo nativo.
Mis juicios no son teorías sacadas de un escritorio,
mediante elucubraciones sobre algo desconocido, sinó
verdades captadas en el campo, en la montaña , en los
J STIFICATJVOS DE I ESTRA REBELIO.\' 41
valle . . . n plena naturaleza y forjadas en completa
convivencia con lo. habitante. de ella.
Quien hay a convivido con lo indios agricultores en
lo campos, sabrá que ellos inician us labore diaria ,
cualquiera que sea la estación del año o el tiempo que
rein afuera, antes de que el ol aparezca en el oriente,
0 a má · tardar, junto con el nacer del nuevo día.¿ E que
e to hacen lo· lab oriosos acusadores de la pereza in-
dígena?
E verdad que el rendimiento del trabajo de los na-
tivos es pequeño pe a su gran esfuerzo, pero e to ocurre
por la aridez de la tierra o por la falta de conocimien-
tos científicos sobre la agricultura. En tal caso ju to
erá atx-ibuirle ignorancia, pero jamá pereza.
i se exam.i11ci bien quienes son los que trnbajan en
Bolivia, estaremos prontos en aceptar de que si los indios
se cruzaran de brazos, se produciría algo asi como una
pa.rálisis nacional.
En agricultura, en ganadería, en la construción de
carretera , en las labores mineras, etc., es decir donde
hay trabajo físico, ahí está el indio ofreciendo su genero o
esfuerzo. El total del consumo nacional de producto
agrícolas y ganadero , está formado por el remanente
de la producción nativa . El indígena produce mucho
más de lo que con ume; y ca~i todo lo que con ume -
obra uya, d su ingenio y de su e fuerzo. Económica-
 42 E. BELMONTE PABO N
mente, e un autarca, se alimenta d lo que produce; se
vi te y calza de lo que produce; u vivienda son con -
truidas por sus propios brazo y con sus productos. E .
una e pecie de animal de trabajo que en recomp nsa no
pide ni alimento ni paga; no ofrece su humildad, su
trabajo y u tierras, y nosotro le retribuimo con una
brutal opre ión y con el desconocimiento completo de
us virtud y servic10 .
E verdad que lo indígena radicados en las ciudades
on portadore en elevado grado de casi todos los vicio
y defecto humanos; on borracho , flojos, ladrones,
mentiro o , su'cio , etc ., etc. Sin embargo esto no ocurre
porque lleven congénitamente lacras incurables, sinó
porque en la ciudades recogen el mal ejemplo de los
vicio que con hipocre fa sufren las cla es superiores,
y que aquéllos constituyéndo e en cínico portadore
reflejan in imulación alguna .
Ahora bien, los intelectuales que juzgan y recriminan
a nue tros indio por el olo conocimiento que tienen de
los de las ciudades, cometen un grave error; es pues
enorme la di tanciá moral de éstos a la de los que se
mantienen arraigados en la agricultura y lejos del con-
tacto daño o de lo blancos.
A veces, algunos intelectuale salen de las ciudade
de pa eo a lo pequeño poblados, cuando en é tos
realizan fie ta. religiosa , y en ellas encuentran a
JL; T IFI CA TIVO S DE º LE TRA RF.BELIO'- 43
nuestros indios en estado de total embriaguez. Y ere
yendo que e t e estado e de todos lo día . deducen y
afirman que los indios están tarados por el alcoholi mo;
y sin embargo, ¿ cuál e la verdad? Lo indígena tienen
al año de cinco a eis ·fiestas religio a en las que una
pequeña parte fe tejan recmriendo a lo único ele-
mento distrativo que tienen a la mano y que son su
danzas y el alcohol. Fuera de e ta oportunidade el indio
regularmente no bebe ningún líquido alcohólico.
Má aún, u po ibilidade económica on tan redu-
cidas que no disponen para gastar en dicho vicio. E toy
seguro de que nosotros , lo llamados de cultura superior,
bebemos con más fr ecuencia que los tan injustamente
culpado indígenas ; pue toda r eunión o encuentro de
amigos, toda fiesta social o familiar, todo aniver ario
nacional o departamental, toda fi.e ta deportiva , todo
viaje distractivo o profe ional ... todo , todo lo conver-
timos en motivo de libación alcohólica, y , -m
embargo, muy cínicos, acusamo a lo indígena d un
vicio que en mayor grado lo tenemo no otros .
Los indios agricultore , ean comunario o peone , en
las relacione entre ello on po eedore de una honradez
que podría ser proverbial. A í, sus ca a no conocen
pesado portones, tampoco aben de candado de her-
mética seguridad; u encilla y débile pu rta apenas
las cierran y luego la a guran con una pequeña cuerda
 44 E. BELMO TE PABON
o alambr , no contra vecino. de dudo, a honradez, ya
qu no lo hay. inó en contra de lo daño que lo. ani•
male domé tico pudieran cau ar. Luego , en la eguridad
de que nadie tocará us biene , se alejan a grandes dis -
tancia para ir a la poblacione a . ender u r manentes,
o para ir a cultivar su alejada parcela de tierra.
Cuando r tornan, jamá tienen la angu tia d qu algún
otro indígena le hubiera robado algo; pern í u s pena
y duda on mucha vece ju tas, cuando en la m-
mediacion de u ivi.enda encontraron alaún me tizo
o blanco.
En la relacione de indígena a indígena la mentira
un recur o de conocido; pero í mu cmpl ado como
único y débil elemento· defensivo en contra de lo
atropello de lo blanco y me tizo . 11tfie11te11 por miedo
a nuestra barbarie.
Mucho acu an de codicia y avaricie al indíg~na del
altiplano, y u rotunda negativa. de " janiu utjiti" o
'j aniua" -que ignifican "no hay", "no"- , e han
hecho hasta proverbiales para ignificar inho pitalidad;
pero nadie e molesta en examinar ouále son la cau a_
de la atribuida mezquindad y falta de hospitalidad, y
cuále . on la razone para que lo indígena de lo. valle ·
y llanos del oriente ean generosos .
CO JUSTICIA E LLAMARA TACA '0 AL HOMBRE Q 'E
1 A.DANDO E BIE1' ES, PREFIERE QUE ESTOS SE P DRA. .
J UST IFI C TIVO DE NIJE TRA REBELIOX
.\);'TES DE D. R AL 1 ECESITADO, E 11' .T • TO ERA CALT-
FIC R Dl•: MEZQ1m ro L QUE TEnR.,DO ME1 O DEL
ECES.ARJO P R AC LL R EL H :MBRE DE HIJO .
0
\O p EDE SER CE TEROSO CO1 LO Q E O POSEE.
En s t e ca. o . e enc uentra la mayoría de lo indígena
del altiplauo.
La pl'O imidad a lo grandes centro de con umo , hace
que la ti rra e tén muy valorizada para lo dueño de
hacienda, qui.en e dejan a us colono mi erable parcela
de tierra cuya exigua cosechas apena dan el u tento
alimenticio a lo fami.liare de é to . En tal ca o, fT ncro i-
dad significal"Í~ imprevi ión paterna.
_ lgo má , cuando un vi.ajero de piel blanca o me tizo
pide alojamiento, al alba iguiente, al continuar u cami-
nata, e llevará •consigo, in permi o ni paga, huevo ,
gallina . conejo , cereal e o lo que e té al alcance de u
garra . Y por ncima de esta cau · a aun e tá la arid z
de la tierras que da al labrador tan pequeño remanent
que le impide er dadivoso , má · i el qu pid<'
alojamiento e un taimado, enemigo d la raza nativa.
En cambio, donde la fecundidad de lo valle y trópico
l grande, donde la tierras aun no on tan cotizada ,
y donde lo alimentos abundan y la Yida e regalada.
1 dos lo colono on genero º"· Allí la natural za
impon u ley, y a u imagen , lo hombre~ on
ho pitalario!-.
•
 46 E. B E U!O '< TE P -~ D O "\
Entre lo. autóctono , lo hogare · casi nunca se di-
-uelven por abandono o infidelidad de uno de lo cón-
yug · ; cada uno permanece al lado del otro formando
una unidad de tructible ólo por la mu rte; y aun en
dicho ca o el hogar queda en pie, pues regularmente
lo de cendient permanecen al lado de u proaenitore
cuidando por la vejez de é to . Quien ha con ivido con
lo indígena abe que ha ta el re peto recíproco entre
lo miembro de una familia es una envidiable realidad.
Lo - pueblo que doblan la cerviz sobre la madre tierra
para fecundarla, son, por lo general, po eedores de las
má bella cualidades humanas. Y d entro de e ta r egla
e tá nuestro pueblo indígena. i Ojala que 'Ia felicidad de
nue tros hogare gozara de e tos done que, ignorados
por no otro , exi ten entre lo indio ! Y i nos remon-
tamos a tiempos pretéritos, a tiempos en que la raza de
bronce aún no conocía a los blancos, veremos ·que en el
Imperio Incaico no habían ni prostitutas, ni mendigos,
ni degenerados. Esas taras les fueron desconocidas
mientras el blanco no hollo tierras del Perú.
Obediencia y virtude militare : - la obediencia de
los aborígenes, tanto individual como colectiva, llega al
extremo de la humildad. Su docilidad es consciente
cuando se refiere a deberes que comprende, siendo en
tale caso activa y entusiasta; ma , es inconsciente en
actos que no sabe por qué se le manda o por qué se
•
J I,; 'T I FICATIVOS LJE . EST RA REBELION 47
realizan; y en tal caso su inconsciencia se aproxima a la
de un animal docilizado que por co tumbre ejecuta lo que
se le impone; pero tanto en uno como en otro caso su
disciplina brilla unas vece activa y viril y otras pa iva
y sumisa, aunque en esta última proxima a la rebeldía.
La prueba más irrefutable de tan extrema docilidad,
es su cooperación en la guerra del Chaco. Pues los indíge-
na. no habiendo recibido cultura cívica alguna que le
enseña e a amar la Patria o conocer lo deberes que con
é ta se tiene, para que concurrieran como soldado ,
fu eron los que dieron más sangre y vidas. No por amor,
inó por humilde obediencia. Ellos defendieron algo que
ni siquiera entendían , lucharon en contra de un enemigo
cuya existencia ni geográficamente conocieron.
Sólo se lucha con valor por algo amado , y mal se puede
amar lo ignorado ; de ahí que nue tro indio no dieran
héroes, pero si cubrieron los campos de batalla con már-
tires. Estuvieron presentes en la guerra chaqueña gracia
a u tímida y gran docilidad que,. i en el futuro e bien
aprovechada, hará un día feliz y poderosa a la Patria
boliviana.
Y sin embargo, alguno ignorante de lo valore
nativo , y ha ta sin recordar que en su ena tenían
l honor de llevar algo d·e e a noble angr , acu-
ándolos de cobardía y de er la tie del progre o
boliviano, opinaron que e lo debía e ·terminar a bala.
 48 E. BELMO TE PABO '
I o oh tante, to mi mo p queños buit1·es, cazadore
de indígena , acu an de bárbara crueldad a lo
indio , cuando éstos con hondas, macana , cuchillos y
puñale en alto luchan angrientamente comunidad en
contra de comunidad. Ven el cruento cuadro y in pr -
guntarse por qué batallan lo acu an de barbarie ; igual
acusación habría que hacer a todos los pueblos del mundo,
i conoáendo el horror de su guerra no investigáramo el
porqué de ellas.
oble y heróica e la guerra cuando do nacione
batallan por el derecho que amba creen tener sobre un
territorio. En tal caso brilla el heroi mo al servicio de un
derecho nacional. En el caso de lo indígena acusado ,
la encarnizada lucha es al calor de un derecho comunal;
e decir, por la Patria en pequeño . Allá, por una gran
~uperficie de territorio nacional, acá también por un
pedazo de tierra o parcela comunal. Los indígenas n
este último ca o en la lucha on bravo , heróico y
tenace~ ha ta la barbarie como en todas las guerras de
los pueblo má civilizados, y es porque defienden algo
que aman, algo que conocen, algo que aben les per-
tenece. Allá lo defendido es el derecho territorial de una
nación, aquí el derecho territorial de una comunidad.
iTRASLADAD RSTA PODEROSA F ERZ COMB TI
11·m GE. -A. Q E LA LLAMA! B RB RJE, AL C MPO
' ACJONAL; ENSE AD L I "DIO LO Q E ES BOLIVJ
JUSTIFICATIVOS DE N U1'!STRA REBELIO •
Y LUEGO C LTIVAD SU AMOiR PÓR ELLA HAST COr, -
QUISTAR , A.RECTO Y RESPETO IG 'A.LES AL QUE
TIE E P@R SU ,CGMU IDAD•, Y V-ER,EJ;S COMO · DE ESE
PUEBLO, . A! Q IEi: ACUSAIS DE COB RDIA, SALDRA -
SOLDADOS VM,EROSOS Y HEROES DE DIFICIL EMU ·'A-
GIO !
Rodando. a travé de los campos -agrícolas del alti-
plano, de los valles, de lo yungas, de lo llanos del
oriente, etc., pude vet que rcada región tiene la má
caprichosas formas de retribuir el trabajo de lo peone
agricultores. · En unas se da en retribución el derecho de
cultivar algunas parcela , cuya superficie no legi lada,
aumenta o disminuye de acuerdo a la liberalidad o
sordidez del propietario. Sin embargo, e te si tema ofrece
la ventaja de que el agricultor., mientras cumpla con su
ilimitadas obligaciones y oporte lo abu o del patrón,
e sienta seguro en u condición de campesino.
En otras, sólo se les paga en dinero o e pecie , d ·
donde el labrador, no disponiendo de tierra que cultive
para sí mismo, no llega a gozar de la condiciones de
vida sana de un campe ino. Ocurre, pues, que en
ninguna parte se arraigan ni cuentan con una vida
regular; van ambulando de una propiedad a otra
convertidos en paria sin techo propio ni tierra , sin
tener jamás la seguridad de probar lo fruto que bajo
el esfuerzo de su brazo y cuidado se embraron,
 J STI l.'L C .\T !VOS D E ,\ EST ll A R EBEl, l O~ fil
50 LB LitONTF PABON

de arrollaron prod UJeron.

· r uc l10 - d • é, to , e p cial-
M pronto encontrarán que pueblo cuya faccione on
to •a están también en ]a vanguardia de la cultura
mente en el Orieute. on deudore de grande. uma . .
humana. o es pue en el mero exterior físico o en lo·
A raíz de lo bajo alarios, que no alcanzan a cuhrú:
colore. , o en la uavidad femenina de la epidermis
su necesidades, e obliaan a contraer deuda ante el
donde e han de encontrar prueba irrefutables . obr
dador del trabajo, que e- al mi mo tiempo el presta-
mista, y mientra no cumplen con e ta deuda de las cualidades de un pueblo.
E s verdad que lo factore raciale son determinante
inju~to origeu, quedan ometido a e ta nueva e clavitud.
para que un pueblo alcance las má elevadas cumbre
autorizada por el ilencio democrático.
del progre o y de la cultura. Sin embargo, nada autoriza
TODO PEO~ AG-RIC LTOR DEBE TENER Cü:\10 RE·
a decir que el pueblo nativo de Bolivia ea racialmente
TRIBUCIOl'i A TRABAJO 1 A VIVIR- ' DA CAMPESINA
inferior; pue al contrario, i examinamos u pasada
PROPL\. .Y '1 ' ..\. PARCELA DE TIERRA Q ºE CULTI E
cultura encontraremos en forma irrefutable que 110.
PARA SI :MISMO Y QUE EA TA E. TENSA QUE LE DEJE
fueron lo vanguardi tas del progre o americano pre-
UN ELEVADO REMA. "E. ' TE CAP Z DE C'CBRIR HOLG-A·
colombino. Más aún, quien conozca de cerca la virtude
DAMEl'iTE CO, U OTRAS NECE IDADES.
del alma indígena no e tará lejos de afumar que la
LOS li DIGEl'iA , DESDE SU PREHJSTORIA HASTA
cultura moral c¡ue alcanzara tiene poco paralelo en la
~ E TROS TIEMPO HAN SIDO Y SON AGRICllLTORE ·
bi toria humana. ¿ O e c¡u la cultura e extiende ólo
SI AYER F ' ERO LOS D El- OS : 1 ICO DE LA TIERRA~
a lo.. campo de la ciencia mecánica? ¿ o ha:y una que
CUYOS DERECHOS SE LES ARREBATO BRCTAL y CO-
tm~ca el desarrollo de las virtudes espirituales? ¿ Y no es
BARDEME1 TE, DEBEMOS DEJARLES. POR LO }IE. ·os
pst11 la. que más dificilmente e la alcan::a, _y la que más
AQUELLO Q .E LE PERMITA VIVIR H .MAl\'A.\1 1:ENTE .
fe liciclad .Y armonía dá a los pueblos?
. Mucho intelectuales de uperficial mentalidad O que
La.· ciencia mecánica dan comodidad al cuerpo, la
viven de opinione ug rida , creen de. cubrir inferiori-
arte. distraen lo entido , y la virtude morale dan
d ad racial a travé de la. to cas faccione de nuestro
a;,; y al aría al mundo uperi 1· humano: al e píritu.
i~dí~ena; a é to había que recomendarle. inve tiguen P . b
Lo má · , ublime que tiene el hombr y qu lo diferencia
•1 olo lo pueblo. de raza e belta on uperiore
<l<' lo · anímale e 1 alma; por lo tanto, la cultura de
dentro del progre o humano. E ternos seguros qu
 52 E. DELMO TE PADO
lla es la uprema conqui ta; y ella la ha'hían alcanzado
lo. nativo nue tro ante de que 11 garan la ola ' de
conquistadore europeo ; y hoy aún la conservan',
aunquie un tanto malograda, los indígenas que per-
manecen alejado de la pernicio a influencia de los
blancos.
El estado de Tetraso material en que viven no e
ulpa de ello , inó nue tra: ora porque poco o nada
no hemo preocupado -parra elevaTlos, ora porque
habiendo llo perdido la fé en nue tras buenas intien-
cione , son reaoio a todo contacto con los poseedore
de la civilización material.
esto que llamamos "aversión al progre o" no e
má que la heroica defensa, a travé de siglos, de una
raza tenaz, contra la acción demoledora de otra. Pocos
pueblos habrán sido tan per everantes en u defen a,
y ª<:'· ' vemos una nueva muestra de la vitalidad del
pueblo ativc . Y i queréis conocer la verdad de ello
no esc·· rhéis la palab.-a de lo patrones de hacienda ni
la de la autoridades provinciales, ni la de todos aquellos
que on su expoliadore , y que para cohonestar sus
delitos comparan a e te pueblo con animales llenos de
lacras y vicio .
La división ocial en blancos, me tizos e indígenas e
tan deprimente que el conceptuar de mestizo a un
blanco es un ultraje y el er indígena una trjste ver-
JUSTIFICATIVOS DE NU ESTRA REBELIO 53
guenz,a; creándose a í la má defectuosa e inju ta
jerarquía humana. La aristocracia de la epidermis ha
,borrado la del trabajo , la del espíritu, la de la inteligencia;
es suficiente tener el cuero blanco para entir e uperior
y ari tocrático por mucho qu e se sea un reptil degene-
rado y dañoso a la ociedad, a la familia y a la nación .
Para los sostenedores de tal clasificación, el indio no e
un congénere ni un compatriota ni un hombre y por
digno que sea éste en todo sus acto , para ellos es ólo
un animal. Y i un indígena e eleva por su talento, por
su trabajo o por su fortuna a un nivel social superior
le hacen sufrir tanto por su origen autóctono que extra-
viado se averguenza y reniega de los suyo .
Cuando los indios de una hacienda o comunidad can a-
do y exasperados de lo atropellos del patrón o autoridad
provincial,-en acción de propia ju ticia, ya que para
ellos no existe la humana- ocial-dan muerte al arbi-
trario verdugo, en represalia, e le acu a de be tial
criminalidad y se envía- fuerzas armada para que en
ma a se le acribille a bala. Empero, cuando un patrón
o corregidor como culminación de su abu os mata a un
indio, nadie dice nada, ni un olo carabinero e mue
llegando a veces el autor a gozar de ah oluta impunidad .
¿ E justo este desigual proceder? ¿ Lo acept~ el espíritu
de lo que e llama democracia?
 54 E. ll E l. \I O "\ T E I' ,\ B O \
Para la justa apreciación de los valores ra iales d •
un pu hlo , erá necc ario qu lo indi iduo de é t e
atravie en época de normalidad humana. Pue así como
no se puede apreciar con carácter definitivo la cordura
de un hombre cuando se cncu ntra brío, ni la fuerza
física de otro cuando está enfermo, tampoco e podrá
acar conclu ione definitiva -obre lo valores raciale
de un pueblo ometido a cadena , abu o , penuria y
deficiencia que lo enloquecen, humillan, extravían y
deprimen.
Quien quiera er ju to, aceptará que nuc tro. me tizo
y nativo , a lo cuale e le atribuye un mundo d e
tara , de de hace cinco iofo jamá e tuvieron en un
e tado de normalidad humana que permitiera , acar
conclu ione definitiva d su valore raciale .
Sin embargo, cuando encontramo alguno elemento
ai lado o grupo de é to , alejado d el deprimente
e tado de cosa nacionale y sociale , oh rvaremo ,
gratamente orprendidos que con carácter regular son
po eedore de buena , noble ·y bella cualidade . E ta
circunstancia me h· ce afirmar que lo defecto qu
realmente tienen, no on de carácter RACIAL, . inó me-
ramente CIRCU -sTAr CIAL. En el primer ca o crían
PERMAl'ffi TES, en el egundo SUPRIMIBLES, v
durarán tanto ti mpo como la circun tancia. que lo
motivan.
JIJ T .IFI C ATIVOS DE uE ' TR REBELIO"\ 55
4,.- 0 1 . IVO L 4 TRAGEDI DEL MI
CQ ,.\ 10 OBRERO E ' TRE OBRERO
l preocupar de a unto ~ nacional -, no f'S po
:::iguificativo conocer lo problema de la indu tria ex-
tractiva y el de lo obrero- minero- , ya que aquélla e-
la única y é to lo má numero o y que peor uerte
tienen. Y tanto má claro y completo erá el juicio,
cuanto má sean lo puntos de vi ta desde los cuale
e haya oh ervado el problema . travé- de mi rela-
cione puede notal' e que lo contemplé de de tre po i-
cione : como casi propietario de minas, como peón u
obrero minero y como primera autoridad política en el
principal di trito minero de Bolivia.
Mi e pfritu rebelde y aventurero hizo que -igue~e
rndando y que d esde la regiones altiplánica fuera a
parar a lo valle de Inqui ivi, donde cierto hermano
de .mi padre tenía una mina de plata que era pequeña
y cuyo peone no pa aban de quince; todo ello,
po eído de un noble . entimentali mo de olidaridad en
la de gracia como en la fortuna, y sólo exi tent en
e pfritu compren ivo,, no p dían grande alario
mientra en la mina dura en lo trabajo~ preparatorio
d lo uale aún no recooía producción alguna qu
 56
retribuya lo ga to del propietario. Todos ellos eran
gente encilla, hone ta y laboriosa a la que no era
preciso vigilar durante· las horas de trabajo, loque
realizaban por í mi mo , con e mero, ntu ia mo y
dedicación.
u fiel solidaridad con la difícil situación del patrón
era tan grande que aún sabiendo que en lo minerales
próximos se pagaban alarios mucho má s elevados y
puntuales, no lo abandonaron. Y fué preci o que e-
propietario minero, atraído por las lucha políticas de
aquél tiempo, fuera el primero en renunciar a la pro e-
cución del trabajo en los socavones de su mina. Recién
y aun apenados por la errada actitud del industrial
minero, los obrero decidieron, por fin, salir al encuentro
de las mejores ventaja materiale con que hacía tiempo
inútilmente les habían tentado.
Y yo, por egunda vez en mi aun corta vida, quedé
también libre, en medio del olvido en que e me dejara.
La política criolla, esta vez con la revolución que elevara
al . partido republicano con Saavedra, había tenido la
acción de a,pestesiar a mi pariente, tanto en sus deb eres
de indu trial para con la mina, como en su obliga~iones
familiares para conmigo.
in embargo, yo no noté el abandono, acostumbrado
a estar libre, a sostenerme a mí mismo y ·sin tener miedo
a la vida o a trabajo alguno, quizá hasta contento, me
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELIO~ 57
alejé de la abandonada mina, siempre con los ojos
abiertos y ansioso de conocer nuevas tierras, nuevo
pueblos. Gracias a esta oportunidad, por segunda vez,
me incorporé al grato seno del pueblo humilde, al cual
lo encontré como siempre ufrido y tan di tinto de la
acu aciones que en contra de él e cuchara en el m~ndo
civilizado . uevamente, como antes, rodé por pequeño
villorrios y comunidade , trabajando y conviviendo con
indígena agricultores; recogiendo, como en las regione
altiplánicas, idénticas impre ione obre la virtude de
los nativos. Meses después, atraído por conocer de cerca
las nieves perpetuas y vivir en su contacto, metra ladé
a la eleva da¡; montaña y me pu e a trabajar en uno
minerales donde se decía que pagaban muy bien y donde
encontré algunos de lo obrero que ante e tuvieron
en las minas del hermano de mi padre .
El primer trabajo que con eguí fué en uno desvío
de agua que construían para una u ina eléctrica donde
me dieron la labor de "rumpero", labor que con iste en
tra ladar barreno de lo lugare de perforación a la
fragua donde los aguzan. Había empezado mi trabajo
con gran entu iasmo, ma , a los pocos día tenía llagado
ambos hombres por cargar sobre ello lo pe ado
barrenos; acomodé en las heridas trapos viejos a gui a
de almohadilla , mas ni ella evitaron los dolore que
me cau aba la pesada carga.
 58 E. B F L ~I O '- TE I' .\ IJ O'\'
Ll e«ado l prim 'r día de pago y cubierta · todas mi
obligacione , ·pntí por Yez primera una honda preocu-
pación obre i por mí mi, mo podría o tenerm e; pue
el pequen.o aldo qu me qu daba m e era d ficicnte
para reponer el par de calzado nuevo. qu e , t habían
de he ho en el trabajo , n el continuo i r Y venir a
travé de carpado· y accidentado endero . Tuve qu
renunciar a lo calzado y comprnr un par de abarca,
indígena · . Mi tandard de vida había bajado y el trabajo
en la roma me obligó a renunciar a varia otra
prenda personale que ha ta entonce m e eran indi ·
pen ables . La magnitud de mi nece idade y el número
de ella debían reducir e ha ta lo má elemental, poco
me faltaba para er un cavernícola, empero no siéndome
po ible continuar en tal e tado bu qué nuevo trabajos.
ha ta encontrar en los ocavone la po ibilidad de ganar
más, pero í, trabajando no sólo un jornal, sinó jornal
y medio por día, e decir trabajaba en la punta de día,
como también en la nocturna. En igual forma, y por
idénticos motivos , trabajaban conmigo mucho otro ;
ean ello n i n.o , mujeres, olteros, casado con familia
o anciano . La tragedia en e to trabajo era má grav
que en lo tiempo de e clavitud, pue en é tos el dueño
tenía derecho de vida y venta obre un e clavo, pero
sie"ndo éste una prenda preciosa de trabajo , velaba por
lo meno. porque iga fuerte y se con erv ano. En el
J ST IFI C .\TJ VO . DE "\I.J E ' TIIA KEBELlú 59
a o de la - mina , no oh erva cuidado al uno para
con la salud de los obrero . Cuando llegan por vez
primera a lo socavone entran . anos y robusto y luego
que se 1 ha exprimido toda la vitalidad física, ne·
gándosele más trabajo, e lo e·cup e fu era de ellos. y
no e le p ermite ni permanecer en lo campamento .
La grande mina envían agentes a la regione del
país donde la raza e robu ta, en bu ca de los ejemplare
má ano , fuerte y jóvenes, a lo cuale ofreciéndole,
maravillo a vida, lo r eenganchan y transportan gra·
tuitamente a lo a iento · minero . D e pué de uno·
cinco a diez años de dura labore , esto magnífico
ejemplare humanos terminan en andrajo fí ico , con
los pulmone deshecho por la tuberculó i u otro mal ..
endémico d e la minas y ap ena si pueden o tener
en lo pie ; y e en e te momento , cuando han terminad o
de dar su última aptitud de trabajo , de pué de cinco
a diez años de ardua labor, cuando ya no irven para
nada, cuando no son má que re iduo humano . que
son echado en forma violenta, · orpre iva e inhumana d e
las mina , negándo eles todo trabajo o conmi eración.
o hay duda, los e clavo ufrían meno !
Se reciben hombre jóvene de excepcional fortaleza,
robusto cual toro y luego de exprimirles la última
gota de alud, lo expul an despiadadamente como i
fueran bagazo, como gran paliativo a u peno a

60 E. BELMONTE PABO
trag día 1 ofrecen un burle co cguro obr ro. Digo
burle co porque i el obrero debía recibir la mi erable
indemnización de uno 8.000 B ., cantidad que es una
de las má elevada , la empre a se niega a cumplir con
tal obligación en la seguridad de que pronto triunfará.
Acepta el ser demandada por el enfermo, pobre y sor-
prendido obrero. Este al no tener trabajo ni ahorro
alguno, perdido u derecho a los almacene de víveres
de la mina y a vivir en el campamento, de un momento
a otro, e halla echado en la vía sin más techo que la
fría intemperie y sin más alimentos que algunas limo na ;
sus hijos y u e posa se encuentran en idéntica situación
y la penuria durará tanto tiempo como dure la demanda.
Ante tan de esperante tragedia el pobre obrero boliviano
recurre al viejo engaño, disimuladamente eñalado por
la empresa aunque no claramente ofrecido, de la "trans-
acción", por la que el obrero recibe la décima parte de
u seguro. Y si la empresa paga dicha in ignificante
uma, es porque ella la beneficiará, pues facilita el
alejamiento del odioso pedigueño, quien pagará con
dichos dineros los pa ajes de retorno al terruño que lo
viera partir sano, fuerte, lleno de fé y vitalidad, y que
ahora lo verá llegar con los pulmones deshecho , hara-
piento y escuálido apenas con fuerza para er mendigo,
y contagiando su enfermedad a los suyos y a su
coterráneos.
,
J STIFICATIVOS DE N, ' .E.STRA REBELIO N 61
EL CAPITAJl.lS:MO I TER 'ACIO 'AL O SOLO SE LLEVA
LAS ;RIQ EZ S DE UESTRO SUELO, SI1 O QUE ESTA!-
BLECIE DO , SISTEMA MAS EEROZ QUE .EL. DE LOS
NEGREROS, SUCCIO HASTA LA VIDA DE LOS HABI-
TA TES BOLIVIA OS, O SEA DE AQUELLOS Q "E POR
ORIGE Y DERECHO ACI0 AL SO LOS VERDADEROS
PROPIETARIOS DE LAS RIQUEZAS Q ·E EL EXPLOTA.
Por u parte, los estadistas jamás se preocuparon del
bienes:tar ocial de nuestro mineros, y i alguna vez
mediante un decreto de aparente protección e fijaron
los salario mínimos o se creó el eguro obrero, no se
hizo otra cosa que legalizar la brutal explotación que
sufren nuestros compatriotas. Así, por ejemplo, ante
de la guerra chaqueña, el salario de un barretero o
perforista oscilaba entre sei a diez B . por día. De de
de pué de la guerra se paga i!ntre doce y veinte.
Aparentemente el obrero recibe el doble de ante , in
embargo no es a í y veamo la realidad haciendo , lo
cálculos sobre los salario más elevado . Los 10 B . de
antes de la guerra, al cambio· de 18 penique por B .,
eran iguale a 180 peniques por día; lo 20 Bs. de ahora,
al cambio de 2 penique , on iguale a 40 peniques
e ca o por día. Es decir, ante el obrero ganaba por
día 180 penique y hoy ólo 40. ¿ Es que nue tr
e tadi tas en us afanes ociali tas y patriótico ~ han
dado cuenta siquiera de e te imple y daño o fenómeno?
 62 E. llEl, ~10 :\ TI: P B 0:X
J U. T J F' I C A T 1 \' O D E i\ l l E T R A ll E B E l. 1 O 63

¿Y i e dieron cuenta, qué es lo que hasta la fecha P e e a los poco años de edad que por entonces t enía ,
han hecho para alivianar en forma efectiva tan grave para mí la vida era y a cosa ería . Mi espíritu había ,
anomalía? ¿ E s que el Estado tiene dentro d el país, por inconscientem ente, forjado a travé de mi dura y libé-
lo meno , má autoridad que una de esta empre as ? rrima existencia. Pensaba, preocupado, en mis ilusione
¿ O ES QUE BOLIVIA E1 VEZ DE SER REALMENTE DEMO- en el r ealizable futuro de ellas.
CRATICA, COMO E PROCLAMA, SUFRE L RBITRARIA Cu a ndo era aún muy niño, por un acontecimiento ca-
DICTAD RA DEL CAPITALISMO l. "TER ACIONAL Q E. sual e i~ ignificante, d e cubrí el camino de mi vida y
CONS LTA1 DO SOLO S S PROPIOS INTERE SES, TRATA aprendí a en cariñarme con él. En una r eunión familiar ,
A LOS PUEBLO COMO E CU .YO Y LA. NACIO .'ES los mío a manera d e pasatiempo hacían pregunta a
COMO A COLO_Ti.\ ?
un oráculo; después de ser v arias vece r echazado, a
r egañadientes con eguí que también e pregunta e algo
para mí. Difícil .fué encontrar una pregunta apropiada
5. - :PRIMER E C E TRO CO EL PARL A - p ara mi ' pocos a ños y compr en ión, siendo la única
" qué profesión tendría" . Tre v eces eché la bolita de la
MENTO
· uerte y las tre obtuve curio amente la mi ma re ·
DE SIL sro -A DO POR LA POLITICA ME H GO
puesta modeladora de mi vida: " Será ervidor d tu
lII L ITA R Patria ."
De d e luego, yo no creo en la infalibilidad de lo -
principios del año 1922 r etorné a la ciudad d e La p ronósticos, p ero, in embargo, e ta triple )' única
P az, donde mi madr , informada de mi pre ncia. m e respue ta orientó de de muy niño mi · p en amiento y
impuso el retorno al hogar, cosa que acepté a condición deseos : dió un norte a mis a piracione . un entido a mi
de que m e diera u venia para mi libre elección de ingre ar · vida ; para cumplir con e e mandato del de-tino qui e
o no al Colegio Militar. Su aceptación no e dejó esperar, · er olda do ra o, porqu m e dijo que ervir a la
aunque noté su marcado disgusto. Según ella, mi into- Patria era er soldado. Má tarde, m e dí cuenta que
lerante y fu rte carácter no me ofrecía una larga p r ma- podía r ólo por uno o do año , y que para permanecer
n('ncia n dicho instituto ele riguro a disciplina. n l Ejército de por vida , d bía , f't oldado profe~ional
 __ ,..,'l,..,iw-.,·... ~·... ..,&,..,
64 E. BELMO TE PABO
o sea oficial y antes our ar ,el Colegio Mili,tar. j Con qué
afeoto y veneración contemplaba en aquellos tiempo_
a . cadetes y oficiales, y con quá devoción a los soldado :!
He rodado el mundo a través del espacio ,y de los años,
y aún no he tenido ningún motivo para de.jar de gozar
de iguale sentimientos. , ., .
El deber de ser útil a mi Patria e convirtió en grata
obsesión, y fué guía de mi autoeducación. El er oficial,
ervidor de mi Patria, era mi clara y única decisión;
mas a través de mi pen amientos se me presentó una
,n ueva posibilidad con la que también podía dedicar mi
vida a mi tierra: ser político. En aquél entonces pensé
erradamente, que como oficial mis servidos serían
efectivos y evidentes sólo en caso de guerra; en cambio,
en el campo político, podían serlo en todo momento. Mi
convicciones cavilaban, el amor ya tan desarrollado por
ser militar luchaba contra la idea de que en el campo
civil podía trabajar por mi Patria durante todas las
horas de mi existencia. Aún no me daba cuenta .que un
oficial en tiempo de paz dedica todas su energías a la
institución tutelar de los derechos territoriales de la
República y que en la guerra en holocau to máximo da ·
su sangre y su vida.
El año 1922 tuvo para mí muchos días y muchas
noches llenas de meditación y reflexione , en las que
bu caba columbrar mi futuro; ¿ me dedicaría a ]a
•t,.,1,.1, 1-------, '
JU ST IFICATIVO S DE NUESTRA REBELION 65
política o me haría militar? Un acontecimiento impre-
"..¡ to me dió oportuna respue ta. Durante ese año, en
reemplazo de algún empleado ausente, trabajé en la
Redacción de la Cámara de Senadores como dactiló-
arafo, y la hora libre , que eran mucha , l_a pasaba
escuchando los debates parlamentarios de ambas cá-
mara . T enía delante de mí a lo hombres más eminente
de la política nacional y pensaba que el itial de ello
sería algún día compartido por mí, i mis ueños de e,r
útil a mi tie"I"ra se realizaban por e a vía; la efu ión
patriótica que al comienzo, en las primera esione
sentí, pronto se me convirtió en tristeza y gran de ilu-
, ión: lo llamados honorables repre entante del pueblo,
no eran los ciudadanos super-hombre , ni eran me•
recedore de la admiración y el devoto afecto que en la
clase de educación cívica me inculcaran en el colegio.
Casi todos obedecían a consignas sectarias que en nada
co1itemplaban el bien nacional o el interés del pueblo.
Pa aban semanas enteras dando .cur o a su odio.
político , o en discu ione bizantina obre co a
teó~icas; así podían polemizar todo un período camaral
sohr i el estado de sitio era una medida pre entiva
o repre iva, mientras el pueblo p día eguir u agonía
de hambre, desnudez y mi ria, olvidado de lo tan
pompo amente llamado "padre~ de la Patria". Y o que
había convivido y conocido la pena qu ufren má de
 66 E. BELMO NTE l'ABO
J UST IFI CATIV OS DE ES'fltA IIEBELJON 67

dos millones de habitantes bolivianos, pensé escuchar

Ahí presencié la dictadura más detestable: la dictadura
que estos uper, o para mejor decir, micro-hombre ,
de la indiferencia, porque nadie se conduele de las mi-
dedicaban solícitos us debates a resolver los problemas
serias del pueblo boliviano; la dictadura de la venalidad,
de los parias bolivianos. Pero nada, ni una sola palabra
innegable y visible ante el hecho de que los represen-
a favor de ellos; y si alguno levantaba su voz en pro del
tantes si llegan al parlamento pobres o ricos, salen de
pueblo oprimido, pidiendo la satisfacción de sus má:;
él ricos o millonarios; la dictadura de los odios sec-
~lementales necesidades de vida, 0 por los mellados
tarios, porque no hay partido que al empuje de sus
mtereses nacionales, no encontraba ni el eco que ha ta
mezquinas pasiones no ataque el acierto patriótico que
las frías Y hostiles montañas ofrecen al extraviado ca-
tenga alguno del bando contrario; la dictadura de las
minante. EL PARLAME TO ES COMO U DESIERTO,
Al ULA..t~TE PARA TODO HOMBRE DE PATRIOTICA
vanidades humanas, porque cada uno, en el afán de
ACCION. AHI SOLO CAMPEAN LOS ODIOS, LAS CAMA- sentirse más grande, más genial que los otros, sostiene
RILLAS y LA SUBASTA DE VOTOS A FAVOR DE LOS sus propios errores y ataca todo buen juicio ajeno; la
QUE EXPLOTA A BOLIVIA. dictadura de los r encores regionales, ya que por encima
EL PARLAME TO NO REPRESE TA EL SE TIR de la razón de la patria, del todo nacional, se antepone
NACIONAL, LO TRAICIONA. EL PARLAMENTO O SIRVE la de las partes ;.la dictadura de la irresponsabilidad,
AL PUEBLO: LO ESCLAVIZA y LO ENTREGA ATADO porque cuando se quiere castigar no hay un solo re -
CON LEYES PROPIAS AL CAPITAL I TER ACIOi AL. ponsahle visible. La dictadura del desorden, la tiránica,
EL PARLAMENTARISMO NO SALVARA A BOLIVIA: la anárquica y destructora; es decir, EL DESPOTISMO MAS
TERMir ARA SU OBRA MATANDO A NUESTRA PATRIA. BRUTAL, SOSTE IDO CON LA FARSA DE LAS LIBER-
y LOS DELITOS QUE EL PARLAMEr TO COMETE, NO SE TADES POLITICAS DE LA PSEUDO - DEMOCRACJ , Y
LOS PUEDE CASTIGAR JAMAS, PORQUE LA RESPO SA- REALIZADA TRAVES DE SU SISTEMA REPRESE TA-
BILIDAD PERSO rAL AMADA POR EL HOMBRE VALIE TE 'fIVO, QUE JA.l'1AS E! CAR O ' I EL SE TIR I LA
y DE BIE , SE DILUYE DENTRO DE LA COBARDE NECESIDAD DEL PUEBLO.
PLURALIDAD CAMARAL QUE ES, POR PRI CIPIO Ví claramente que en e e mar de confusas olas, mi
IRRESPONSABLE.
entimientos naufragarían, tragando las más amarga
 68 E. JJ E 1, M O N T E P A JJ O N
J US TI FI e A TI Y.OS DE · EsTRA REBELI o N 69
agua de la de ilu ión diaria. E ta vez mi de i. ión fur
rntunda , definitiva , como claro mi futuro: con. agraria ligereza d juicio , ele aron a lá categoría de juece
mi ida al Ejército. ey cor eand ' a u progenitore , acu aron ·al puehl
En el año 1923 ingresé al Colegio Militar, comprobando boliviano de falta de valor combativo y cohaTdía.
allí que mi fuert carácter era ólo de naturaleza reheld vece píen o que dicha acu ación ha ,sido muy inteli-
ya que ~o entí pe ado el rigor di ciplinario y quizá gentemente hecha, pue la forma má feliz de descargar e
ha~ta tonificó mi e píritu. de la propia re ponsabilidadc e acu ando al pueblo
en la e peranza de que nadie lo d efienda.
6.- L LECCIO Fu ra d e la reflexione que hiciera en uno de lo
DE BOQUERO
capítulo anteriore , al tratar de lo indígena , ahora
VALOR COMBATIVO DE MI P EBLQ
me toca hacer alguna otras, y entre ella conceder
especial at~nción a las que se de prenden de la batalla d
Durante lo cinco 'años de estudios en el Colegio
Boquerón, realizada en lo comienzos de l a guerra o sea
.i\'filitar pude observar que la mayoría d lo cadete
en una época en la que el v alor d el oldado boliviano no
pertenecían a familia mode tas y casi ninguno a la
había ufrido depresión alguna por la derrotas_y e taba
ll:tmadas millonaria . :É to me hacía suponer que lo ·
alentado por la fé en sí mi mo .
eñoritos, hijo de las cla es oligárquicas, no reconocían
Según la obra " uestro zapadore en la Guerra del
Jentro de u cla e debere para con la defen a nacional,
haco" del oficial paraguay o Ba ilio Caballero Irala ,
pese a que eran lo que má aprovechaban de lo men-
rl ej ército guaraní en la acción de Boquerón e componía
drugo. que quedaban dentro del país de la riquezas que
de 11.000 oldado , 32 cañone , 24 lanzamina , 350 ame-
de la Patria . e exportaban, gracias a Ta autorización que
tralladoras entre pe ada y livianas, más 7 .500 fu ile •
us mayore dieron al capitalismo imperialista .
Luego, el mi mo autor aún cuando exagerando un poco,
}Iá tarde, durante la lucha con el Paragua mi
atribuye que el · Ejército boliviano e componía d
anterior juicio quedó · confirmado, pués la mayoría d e
1.000 oldado dentro de Boquerón; 1.200 en el camino
los ""niño bien" brillaron por u au encía en la lide
a ujra y 600 en el camino de Cá tillo a Ramirez, má
chaqueñas. Más aún, ello se constituyeron en los ocero
8 cañone y 50 ametralladora ntre pe ada liviana •
del derrotismo y dada la palabra fácil y caractcrí tica
El afirmar que la up erioridad numérica paraguaya na
 w._- - • ___ ....::.:L:""..·i..1..... _~ ;,./'11,1 _. L. 1., , · - - _ - - - ., ., ::- 1 _.¡ . :... • •• • ; . · ~ •• _.o,'""--~~---- _-__..._.r_,.__-.,;'...-.......-..-- _-:- ~ : ...-...-..•...:- :- -_-:. ........... _--::..,-¡_·_
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70 E. BELMONTE PADON
J US TIFICATIVOS OE ' ESTRA REBEl.1O1\' 71
----- ---- -
aplastante, no es_ pues una invención caprichosa inó Sin embargo, los re ultado de la batalla son ver-
una verdad testimoniada por el mismo P araguay. daderamente sorprendentes. Los diarios de Asunción
Según
. referencias de la prensa de Asuncio'n y comen- publicaron la lista, con nombres y apellidos, de 2.000
tario que c~rculaban en el Paraguay, y que personal- soldados paraguayos heridos en Boquerón y llegados a
mente recogiera, era sabido que de lo 11.000 soldado, dicha ciudad. Hay que considerar que esta elevada
paraguayos, 3.000 fueron distribuidos a frente cantidad de combatientes herido es sólo el rebase de /
d · secun-
ar1os y 8.000 a cercar Boquerón El comand lo hospitales del Chaco y Concepción. Y si grande fué
di - · o paraguayo
proce o así en la suposición de que en este punto el número de heridos es de uponer que el de muertos no
encont b ·d se fuera pequeño. Por lo tanto no sería exagerar si el total
ra a reum o el grueso del Ejército boliviano.
Empero, la guarnición boliviana de Boquer - - de bajas paraguayas entre muerto y heridos se apreci;ua
d - on no paso
e los 7:>0 combatientes, o sea que no era ni la décima en 4.000; y en tal caso, tendremos que 750 soldado·
parte de las fuerzas paraguayas destm" d bolivianos con una muy mediocre potencia de fu ilería
e ª as en su contra. ayudada por cuatro ametralladoras pesada y una pieza
ada soldado b oliviano debía 1uch ar en contra de 10 pa-
raguayos, desproporción pocas veces vista en l hi . de artillería que fué silenciada al comienzo, con factore
mili a stona climatológicos adversos, de pro-vi to de vitualla y en
tar, dados los resultados de la bat a 11 a .
lucha permanente nocturna y diurna de más de veint
A esta significativa diferencia hay que l
. a~~ a días, diezmaron las filas del enemigo en una -proporción
; menos importante del armamento, pues, el enemigo
cinco veces mayor a la del propio efectivo; es decir, que
sponía de 32 cañones de grueso calibre y 24 l .
l d .- , anzam1nas cada oldado boliviano dió de baja a cinco oldado
y a ota c1on respectiva de amet 11 d
1· . ra a oras pesadas y enemigos. Al respecto, el mismo autor paraguayo dice
IVIanas correspondientes a los 8 000 s 0 Id d
Al , · ª os cercantes. en su obra, refiriéndose a Boquerón: - "Hubo lma
go mas, el enemigo peleaba en un ambiente climático desproporción E ORME entre la baja sufrida por
que era el suyo, mientras que los 750 soldados b li . nuestras tropa y la del enemigo lo que no debe atri-
hom.h o VIanos,
. res en su mayoría de los Andes, sufrían la acción buirse a la gran superioridad de .nuestros efectivos".
deprunente de esas regione bajas y d Más aún, la rendición de Boquerón no fué porque
in ect os. e sus venenosos
decayera la moral combativa de u defen ore . sinó
 12 E. BELMONTE PABO
porque agotadas las municiones, no e tuvo con qu 1
eguir luchando. Refiriéndose al valor de lo defen ore
de Boquerón el citado oficial paraguayo, Caballero !rala,
dice: "Con toda hidalguía reconocemos a favor del
en migo SU VAL,OR Y Ail IBGACJO que le permitie-
ron en aquella oportunidad, cumplir con VERDADERO
PATRIOTISMO la misión de cupertura encomendáé:lal
por el comandó uperior boliviano".
Bien examinada la batalla de Boquerón, fué una san-
gr~enta derrota para. el ejército paraguayo, y a tanta.
alcanzaron · u pérdida que el General en Jefe paraguayo,
cuando recibió al Comandante boliviano fde la fuerza ,
defensoras de Boquerón, minutos después de la ren-
dición, e indignó y contristó profundamente al saber
que sólo fueron 750 soldados boliviano los que defen-
dieron Boquerón. Y olvidando los más elementales
principio de corte ía para con el vencido en valeros a
lucha, e portó torpe con él, a la par que en su rostro e
dihuj aba un trágico de aliento; pues, a seguir la re i. •
tencia boliviana con la misma intensidad, pudo haber
dicho parodiando a Pirro "Con otra victoria má como
ésta estoy perdidon, es decir, j derrotado por u propia's
victorias!
Con esta inicial lección, la moral del comando para:
guayo quedó profundamente herida, los oficiale y ol-
dados guaraníe perdieron la fe en í mismos y en la
JUSTIFICA TIVOS DE ' EST RA REBELION 73
ictoria ; y el ej ército paraguayo. in embargo d .,u
crecient e up erioridad numérica, siguió ávanzando tími-
damente y a tienta , cegado y atemorizado por el
de. lumbranté v alor boliviano.
Para aclarar a quien verdaderamente corre ponde el
v alor h eroico de la resi tencia de Boquerón, e nece ario
hacer alguna reflexione .
Mucha vece ocurr , especialmente en la defen a de
plaza cercada ,, que el valor combativo emaná de la
fuerte y valerosa personalidad ·del comandante de la
plaza, que con carácter impositivo ordena tenaz re i ·
tencia; y alguna , niuy pocas, al coraje y tenacidad d
los soldado ; clase y oficiales subalternos.
En el ca o de Boquerón, el comandan-te boliviano no
tuvo n ece idad de ningún acto impositivo o enérgico para
inyectar valor a u oldados. Pue ,. de de una impro-
vi ada ca ama ta , . e preocupaba de la económica dis-
tribución de municione y tropa para la defen a
dejando obrar en ab ~oluta libertad a ~u jóvene oldado~
y oficiale .
El reswltado no pudo ser más. sorprendente: soldados y
oficiales fundidos en un solo puño de acero, hicieron sentir
al enemigo el peso de la disciplina y-el coraje boliviano .
LA BATALLA DE BOQUERO ES U MO UMErTO
HISTORICO AL VALOR COMBATIVO ACIO~ L, C01'
ELLA O SOLO Q EDA HO RADOS LOS Q E E. ' LLA .
 E. BEL.\10:'/TE l'AB Ot\'
L CHARO , SI O QUE SE REHABILITA LA VALENTIA
DE TODO UESTRO P EBLO.
SI MAS TARDE, DESPUES DE BOQUERO ', NUE STRO
EJERCITO SE DESMORALIZO, ESTE FUE FE OMENO
NATURAL QUE FRECUE TEMEr TE HA OCURRIDO A LOS
PUEBLOS MAS AG ERRIDOS, e I DO s s COMAr D N-
TES Y SOLD DOS PERDIERO LA FE El LA VICTORIA.
Así como la seguridad de la victoria alienta el coraj e
y las batalla recién ganadas lo agigantan, así, por
oposición, las derrotas lo deprimen, anulan y u tituyen
con el miedo y la fuga.
Es una lamentable aunqu e inflexible condición huma-
na aquella que hace se tenga mayor di. posición para
vencer y ser héroe, que para er mártir y derrotado. A la
humanidad no le agrada la esterilidad de los sacrificios,
y cuando la pre iente está más dispuesta a dar las
espalda a la lucha que a afrontarla. Dadle fe en la
victoria a un soldado, y él será un valiente. Dadle temor
de la derrota y estará cerca de la cobardía.
Y sin embargo, al soldado boliviano después de tres
años y medio de derrotas, y pese a que siempre com-
batiera en inferioridad numérica y contra una sofocante
superioridad de maniobra y fuego del enemigo, lo en-
contramo aún con el pecho frente a él. Pues parecía
que la derrota acrecentaban el valor de su tenaz
. resistencia.
75
J STIFICAT!VO DF. N ES1'RA MEDELJO:.;
¡ Bolivianos, abrid los ojo d~ la erena contemplación.
comparad la tragedia chaqueña con las guerras de otro
pueblo , y veréis que ois dignos de creer y confiar en
vuestro valor. R ecordad que la gloriosa gesta de lo.
guerrilleros de la Indepen dencia no ha podido. de -
aparecer; ella por razone h ereditaria ha renacido a
travé del tiempo y de la de cendencia. i el mundo
admiró el valor y la tenacidad de ello , es porque co n
sus magnos hechos, rompiendo las puertas del silencio.
penetraron en las páginas glorio. a de la Historia. En
vuestras alma , de cendientes d e aquéllos, e innegahl
que existan 'las vibraciones lumino as de la valentía que
jalonó la marcha de los pueblo hacia la lib ertad.
Dudar de v u estro v alor, sería dudar de la grandeza de
e os titane d e nuestra Historia. E stad eguro que el
-valor combativo de vuestro pechos no se lo domina ni
con mil victorias; pué él renace má viril, inclu o. al
contacto de cada nueva de gracia.!
7.- E EL CAUTIVERIO
SE ME REVELA EL P ELIG RO D EN ESTR L CHA
INTER A
raíz de nue tra frustrada fuga del cautiverio. yo
y mi camarada Patiño fuimo recluí do en ca tigo Y para
mavor eouridad en una mugrienta celda , en la f!' 1 <' •
 76 E. BELMO T F. PABO '
ncontramo a tre - oficiale bolivianos, igualmente ca -
tigado . La hora pa aban lenta y pe ada , n m edio
del calor a fixiante, de un eterno e i~ xterminable
enjambre de moscas y de cuatro parede asquerosa de
la cuales.no podíamo alir, ni aproiXimarno a su puerta ,
en la que do- ojo de vigilancia y una bayoneta ha.cían
dfa y noche perpetua gua.1:dia sobre no otro .
De pué de catorce me.aes, a raíz de que n ec sitaron
dicha celda fuimo incorporado . al acantonamiento d e
oficial boliviano pn 10nero de Cambio Grande
Enorme fué mi pena cuando, a travé. de lo comentario
de mi . camarada , upe- que el Ejército boliviano e
había dividido en tre grande grupo políticos, in
considerar lo graves daños que esta divi ión oea iorlaría
a la conducción de las operacione militare . Uno
oficiale pugnaban por la presidencia de , Toro., pon-
derando u " natural talento" y -cohone tando u com-
probada falta de carácter, aunque nada decían de u-s
vicios, acaso porque los suponían no peligro os; otro
oficiale apoyaban las silenciosas aspiracione del Coronel
Bilbao, quien rechazaba toda propaganda política
mientras durase la guei-ra; sus admirad ore aplaudían ,
en on de propaganda, su carácter y patriotismo, aunqu e
nada decían sobre si tenía o no tanto "talento natural"
como su activo contrincante Toro. Un tercer grupo
aspiraba a que fuera el Coronel Rodríguez el que tomara
J STIFICA TI VOS D EN EST R A II E B EL J O:\' 77
las riend a. cÍ l país. Sen iblemente, ninguno de ello
t enía una idea clara . obre la forma de encarar lo
problema nacionale ; tampoco e ha cía una crítica obr,,.
lo principio poHticos qu eran cau a de la de a troja / .S
. u erte de Boli via. Parecía que se trataba ólo de hombre. ,
d e derrum bar a uno en quien e había p erdido la fé, para
en cumbrar a otro , en el cual aun e la tenía ; el e cenario
, eguiría siendo el mi mo, la obra t ambién, y ólo lo
actore erían nuevo .
El que Toro e declarara sociali ta fué impl em ente
un recur o del que él hizo u so para poner de u lado el
espontáneo movimiento de las masa an io a de cambiar
de destino , cu y a agitación culminante se produciría en la
po tguerra. El socialismo nace y se desarrolla fuertemente
sólo en los espíritus amantes de la colectividad y en aquellos
que desean liberar al pueblo de la opresión de las minorías
P n ar qu Toro a capaz de amar la colectividad, ería
como creer en la buena voluntad que lo ángele caído
declaren tener para la humanidad. La tragedia del Chaco
no dice rotundamente que él amó su - vicios . irvió
u ambicion . .
El Imp eriali mo, qu presentía el derrumb e de lo
partido tradicionale , había infilti-ado en el Ejército,
e~1)lotando con facilidad el vehemente anh lo, qu e
exp rimentaba todo oficial ante el de_a tr del paí d
qu e en la po;;t gu rra e inicia e un período de re ur 0 i-
 78 E. BELMONT.i,; PABO.\
- - - ---- -
miento, de enmienda y de energía. Y ahedor aquél de que
la oficialidad tenía fé en tres de sus jefes, apr ovechó la
favorable predisposición para dividirla, pues la unanimi-
dad a favor de uno solo podía serle peligrosa, ya que se
convertiría en una dictadura donde el capitalismo no
sería quien mande, sinó el jefe que tuviese el apoyo de
todos. Para poder reinar debía dividir al Ejército, como
antes fraccionara a los civiles en sectas políticas. Para
él sólo e trataba d e ubstituir a lo lacayos de levita
con domé tico que u aran guerrera. El éxito, sin em•
bargo, no le fué tan amplio, pues más pudo la conciencia
nacional de los oficiales y excombatientes . Terminada
la guerra, la, doctrina socialista que proclama el amparo
a la clase mayoritaria, o sea a la de los excombatientes,
de ''fuera de la ley" en que se encontraba, se hizo legal
por la fuerza de las c'ircunstancias. Esta es la mayor
derrota que ha podido sufrir el Imperialismo; pues frente
a él se levantó el derecho de vivir de un pueblo.
A medida que llegaban a Cambio Grande nuevos
oficiales prisioneros se confirmaba que la división cau-
dillista del Ejército se acentuaba. Tal que en la post
guerra en vez de una era de liberaciones, tendríamos
una de anarquía, en la que los intereses del Imperialismo
quedarían intocados . Todos estaríamos preocupados en
la lucha por la conquista del poder, mientras que el
calor patriótico de las liberaciones nacionales que naciera
J S'f!FICATIVOS DE , UE TllA REDELIO .\ 79
en el Chaco, se habría enfriado. La lucha sembraría
nuevos odios y acrecentaría los existentes precipitándose
así la destrucción de la unidad nacional en el campo
político; con el resultado final d e que ningún gobierno
sería lo suficientemente fuerte para oponerse al Imperia-
lismo.
Ca i al final de la guerra habían en Cambio Grande
más de 300 oficiales prisioneros, y en ello se notaba,
aunque no en f~rma muy marcada, la división política
de las fuerzas del Chaco. Era de temer que aquéllo al
llegar de retorno a la Patria, aumentaran la hoguera de
las lucha internas. Fué entonces que conceptuando como
un deber imperioso, dí el primer paso político de mi vida:
inicié una campaña ideológica reflexiva sobre la eon-
ciencia d e mis camaradas. Mi actitud pronto tuvo eco
favorable, pues varios oficiales asumiendo igual deber e
convirtieron en apóstoles de la cordura. "Los oficiale
prisioneros debían retornar a la Patria en una actitud
de premeditada y absoluta neutralidad, y sus actos, sin
er influenciados por corriente alguna, debían únicamente
evitar un estado de anarquía interna". Nuestras labores
no fueron realizadas mediante asambleas, inó a través
de charlas de camarada a camarada, donde la re-
flexiones llegaban como por casualidad. Nuestro buen
éxito fué ca i completo; pue poco fueron lo irreduc-
tibles.
 80 E. DELMO 1 TE PABO •
~a vida en Cambio Grande era ferozmente deprimente;
ma de 300 hombre aglomerado como ardinas en un
gran galpón, cuya paredes y techo ran de calamina
debían soportar calores más fuerte que lo de las zona'
ecuatoriale a pleno ol. La noticia · de la Patria eran
de e perante , cada vez nue tro Ejército era echado
má atrá y el número de pri ionero crecía tanto, que
temblábamos ant el desastre final que presentíamos,
E to hacía que el que más y el que menos e tuviera
o emi extraviado o totalmente deprimido. Pero í todo
po eídos de un furor de reacción para la po t guerra,
que e evidenciaba en la gran actividad estudiosa de la
mayorí~. Era reconfortante ver a e a juventud forjando,
en medio de la sombría amarguras del cautiverio, el
arma mental de la futura redención. Vino, in embargo,
algo a turbar nuestra fraternal camaradería; la prensa
paraguaya, cuya lectura nos era permitida de oficio
traía todo lo día endos artículos obre el eparati mo
cru~eño, envenenándonos en. tal forma que alguno
fiec1ales delKollado, m.á sen ihles que ju to y reflexivos,
ompezaron a in ultar sin motivo alguno a lo camarada
de Santa Cruz, quiene ya agriado por la tend ncio a
acción de la propaganda paraguaya, empezal'On a perdei·
la cal~a ante la incompren ión de lo compatriota
su cept1ble . Ante tal actitud vario camarada de]
Kollado no reunimos y acordamo ofr cerle a lo de
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELIO 81
anta Cruz nuestra defen a per onal y darles un voto
de confianza. Tanto ellos como nosotros éramos tan solo
víctimas de la intriga enemiga. El acto · e realizó;
llamamos a los orientale , les ofrecimo que a fuerza d~
puño ilenciaríamos a los que les incomodasen; y le
dimo nuestro voto de confianza. Al final de esta reunión,
kollas y orientales, terminamo estrechándonos emocio-
nado y lle'no de sentimiento de confraternidad. ERA
SUFICIE1 TE QUE UESTROS ESPIRITUS DESPERTARA -
PARA QUE SE HICIERA SENTIR EL MANDATO DE LA
!DAD ACIO AL.
El propósito paraguayo quedo frustrado, pue lo que
el enemigo esperaba éra que los oficial~ cruceño pidiesen
]a separación de acantonamiento; acaso para emplear
este hecho como arma veneno a en la propaganda de
guerra. Mi intervención en este benéfico aunque encillo
acto, fué activa, empero debía cargar con la con ecuen-
cias, pues los burlados paraguayos tomaron us medida .
Al subsiguiente día fuí acado de Cambio Grande junto
con otros tres oficiale rebelde , Saavedra, Arauco y
Arce, para ser fusilados, medida que después fué ubs-
tituída por 1-a de medio ,año de cárcel, condena qu su-
frimos.
La activa y tendenciosa propaganda paraguaya obre
el asunto cruceño, me dió la oportunidad de profundizar
 82 E. BEL,\10 , TE PABO
J ST I J.'ICATIVOS DEN ESTRA lllt'BELJON 83

.en e te problema, al que conceptúo no ólo del Ori nte

SE LE IEGA LA POSIBILIDAD DE B E - EXITO, PERO
inó fundamentalmente nacional.
EL MAS FUERTE SE CA SARA C A DO VEA QUE TODOS
Lo fecunda que es la naturaleza en las regiones de
US ESF ERZOS SOI E VA O, Q F. r r CA SER
Santa Cruz y lo poco poblado hacen que los hombres
CORO ADOS POR LA VICTORIA.
no tengan nece idad de gran esfuerzo para conquistar el
EL HOMBRE MAS CAPAZ, AL VER FRUSTRADOS S S
ustento diario; unas pocas horas de trabajo son ufi-
HO RADOS ESFUERZOS EI L L CHA POR LA VIDA
cientes para me es de sustento. La abundancia da paz a
CL DIC RA MOR LMEl'iTE PARA SATISFACER S ·s .l -
los espíritus y hace que se echen en brazos de la molicie
T RALES NECESIDADES ASPIRACIOr ES.
o se remonten a alturas donde brillan las virtudes y e
Mientra en el Kollado el de eo de progre o nacional
agigantan los grandes ideales. En este último ca o se
se debilita por la difícil y desesperante conquista del
encuentran los hijos del Oriente. Sin embargo, muchos
alimento cotidiano, en el Oriente, libre de . e ta traba,
afumarán que la lu_c ha por la vida es edificante para la
e la primera inquietud de los corazones. Es de ese noble
moral y el carácter de un hombre; y no cometen un error
origen que nace el anhelo de vías férreas que siente el
al hacer tal afirmación. NO OBSTA TE, CUANDO LA LU-
Oriente. Y al no er escuchado en este su de eo de unir
CHA I O ES CORO JADA POR EL FELIZ EXITO, LA DERROTA
la regione de producción con las de consumo, acusa de
ETERNA, LA MISERIA SEGURA Y PERMA E TE, DESES-
olvido a los gobierno .
PERA Y EXTRAVIA Y HACE ; FI rALME TE QUE AGO-
Si se ha de ser ju to, es imperioso darles la razón, pero
TADOS LOS MEDIOS HONESTOS, SE USE DE LAS CLAU-
también pedirles que posen sus miradas sobre los paria
DICACIONES MORALES EN CUYO CLIMA SUCUMBE LOS
del Kollado y vea_n si los mismos gobiernos que e ol-
GRA DES HELOS DEL ESPIRITU, COMO SO LOS Q E
vidaron de los anhelos e pirituales del Oriente, se
SE TIENE POR LA PATRIA.
habían preocupado alguna vez de las lacerantes necesi-
LA CONQU!STA DEL SUSTE TO DIARIO, MEDIA TE EL
dades materiales del pueblo del Kollado. Si se compara la
TRABAJO H01 RADO, DEBE SER SEGURA, PARA Q E EL
vivienda del oriental con la triste choza del campesino o
ESPIRITU, LIBRE DE LASTRES MATERIALES, PUEDA
del minero de los Andes, en ésta se encontrará el cuadro
ELEVARSE y ABARCAR co su VISIO MAYORES HORI-
má patético de la mi ería, del hambre y de la esclavitud
zo. TES. LA L CH.A FORJA A . HOMBRE C A DO ·o que ufre un pueblo. La aridez de la tierras, la ignoran-
 84 E. BEL 10 1 'rE PADO
cia - "ha ta de lo blanco " - de lo medio que
aumentan la producción agrícola , la explotación que
sufren el labrador y el minero, son co a que felizmente
no padece nue tro Oriente. Mientras los hijo del
Kollado, por l olvido y por la complicidad de los
gobernante ufren hambre ya centenaria, el Oriente
1am nta la irrealización de una ya vieja an iedad de
progre o. Los gobiernos 110 comprendieron que el anhelo
oriental de línéas férreas e una imperiosa necesidad del
Kollado. Los ferrocarrile permitirán que el Oriente
vuelque su . ricos productos a lo Andes para satisfacer
el hambre del Kollado, a la par que la an iedad e piritual
de progre o del Oriente erá ervida .
ESTE PELIGROSO PROBLEMA Q E AHORA OS DIVIDE
ES, BIE" - ' ALIZADO, El.. LAZO MAS FUERTE DE IO
NACIO rAL. ORIE rTALES Y KOLLAS ESTAMOS U IDOS
POR EL MIS W OLVIDO DE TODOS LOS GOBIERNOS, y
POR 1 MISMO PROBLEMA, MA1 IFESTADO E LOS
LLA OS COMO U DESEO ESPIRIT AL y E LAS MO TA-
S COMO UNA ECESIDAD MATERIAL, QUE CUA DO SE
LA SATISFAGA SERA LA GARA TIA MAS SEGURA DE
PROSPERIDAD PARA AMBAS REGIO ES BOLIVIA AS.
JUSTIFICATIVOS DE UESTRA REDELION 85
8.- MI V ELTA A LA PATRIA
I GRESO E EL CAMPO POLITICO
Después del largo cautiverio, por fin el año 1936
comenzó el canje de prisioneros, habiendo partido de
Asunción el primer contingente de soldado y oficiale ,
en el que yo estuve, el 2 de Mayo, fecha memorable para
todos no otros porque no sólo renacíamos a J:!.Uestra
condición de humano inó que dentro de poco pisaríamos
la añorada tierra.
Entramos por Y acuiba y acto eguido pa amo ha ta
Villa Monte , donde fuimo recibidos por el .Alto Co-
mando con marcada frialdad . o hicieron formar un
cuadro, y pese a que no llevábamo má arma que
nuestros puños, no rodearon con ametralladora li ta
a abrir u fuego sobre no otros, como si fuéramos
peligrosos y de preciables delincuente . Lo jóvene
oficiales excautivo ardíamos de furia por tanta inju -
ticia y cobardía, pue si bien aceptábamo tener alguna
responsabilidad por haber caído prisionero , abíamo
que nuestros soldado no tuvieron ninguna y que ólo
fueron víctima de lo errore e inmoralidad de quien ,
acaso acusados por us propia conciencia y ternero os
ante u víctimas, no recibían bala en boca.
 86 E. l.l E I.MO:\ TE PADO
Mi alegría de pi ar la amada tierra, quedó ensom-
brecida y e de pertaron entimientos que deseaba
tenerlos por algún tiempo dormidos. Hecho el cuadre,
minutos despué apareció el General de las Tolerancia ,
el mismo .ª cuya bondadosa e indulgente sombra se
campearon lo negociantes de la guerra, y se cometieron
con impunidad toda cla e de delito . No dirigió alguna
palabras vacías, de esas que no se la puede retener en
la mente porque no llegan a formar pensamientos.
El único mérito suyo había sido ser tan anodino qu ,
era la mejor figura para no ofrecer peligro político por
mucho que se le diera el Comando de todo el Ejército.
No así los otros, a quienes por su capacidad, carácter
o ambiciones, debía, no in razón · temer el Pre ident c
Salamanca.
El 5 de Mayo, aprovechando de que estaban 1·eunido
el General en Jefe, el Ministro de Guerra y el Jefe
del Estado Mayor General, les entregué un manifiesto
en el que los OFICIALES EX PRISIO EROS PEDIAMO.
UESTRA SEPARACIO - DEL EJERCITO Y EL SOME·
TIMIE TO A UN TRIBUNAL QUE, DESPUES DE PROCESO,
REI CORPORARA SOLO A LOS QUE RESULTASE - O CUI -
PABLES. Cierto es que esto, indirectamente, implicaba m,
igual proceder para con aquellos que se los sabía culpables
aunque no cayeran prisioneros. Pero, nuevamente la
omnímoda bondad del General en Jefe se hizo presente:
JUSTIFICATIVOS DEN ESTllA REBELIO N 87
se opuso a la necesaria depuración del Ejército. La im-
punidad quedó oficializada y pro iguieron en la insti-
tución armada hasta los que debían ser pasados por la
armas; el manifiesto fué censurado, la voz valiente
portadora de anhelos de depuración del Ejército fué
silenciada, y no se le dió ningún curso; así convenía a
quienes se sabían culpables.
A fines de Mayo, ya en La Paz, y derrocado el go-
bierno de Tejada, fuí invitado por el Ministro de Gobierno
a ocupar la Subprefectura de Uncía, con la referencia de
que era a petición de algunas agrupaciones de ese di ·
trito. En la primera entrevi ta con el Ministro rechacé
la invitación en vista de que estaba decidido a retornar
a mi carrera. El Ministro de Gobierno me reflexionó
argumentando de que en e os momentos más valía la
tranquilidad de un distrito minero que mi decisiones
profesionales y que por lo tanto retorna e al día siguiente,
llevándole la aceptación que una horas de meditación
me acon ejarían; como que así ocurrió.
Algunos camaradas informado sobre mi de tino a
Uncía, conociendo los disturbios periódicos de lo
obreros mineros de ese di trito, me acon ejahan la mayor
prudencia, para no repetir el caso sangriento del Coronel
José Ayoroa. YO CALLABA, PERO SABIA QUE JAMAS
DISPARARIA CO. TRA MIS COMPATRIOTAS POR ERVIR
A r A EMPRESA, O CO 'TRA N DEBIL PARA RECIBIR LOS
 88 E. BEUIO ' TE PABO
FA ORES DE AMO. MAS PREDI P ESTO ESTABA A
HACER LO CO TRARIO, PUES DE SOBRA Y E CARNE
PROPIA CO OCIA A LOS E PLOT DORES DE -MI PUEBLO.
EL HUMILDE RUMPERO DE AYE:8., RABIA ESCALADO YA
MUCHO Y REGRESABA AL SE ro DE LAS MI1 AS COMO
GOBER ADOR POLITICO, PERO SI, AL SERVICIO DE S
YA CLARAS CO VICCIO ES.
Llegado a Uncía, encontré que no exi tía el principio
de autoridad; nadie concurría a una citación policial o
ubprefectural; cuando había alguna dincultad entre
vecinos y e enviaba a uno o do carabineros para res-
tablecer el orden, é tos regre aban sangrantes y molido
a palos y pedrada . Las oficina del Estado, como ser
policías, subprefectura, corregimientos, juzgados, correo
telégrafos, etc ., estaban en edificio de la empresa minera
Patiño; las habitaciones destinadas al Subprefecto eran
también de dicha empresa; a í como los mueble ,
corriente eléctrica y servicio de aguas, etc. De donde
resultaba que un individuo de personalidad débil, e
sentía cohibido y, a través de agradecimiento por los
servicios que inteligéntemente la empresa para su
be~efi.cio organizara, perdía su autoridad y terminaba
por er u servidor. La empresa tenía, cual principado
independiente dentro de la República, una guardia
propia de carabineros, obre la que mandaba el gerente
de la Compañía minera . El Estado daba arma , vestuario
JUSTIFICATIVOS DE UESTRA REBELION 89
---------------------
y legal existencia. Total, toda la I autoridade eran
fichas nominales y el dictador de la Provincia era a la
sazón un tal Pickerin, gerente de la empresa.
Realmente había anarquía 'e n la provincia de Bu -
tillos, cuya capital es Uncía, y problemático me parecía
el poner algún orden; en ella veía reflejada la imagen de
todas las demás; e decir de la Patria toda, con la única
diferencia que aquí se notaba en forma patente la brntal
intromi ión del Imperialismo.
Mi primera medida con i tió en apoderarme del co-
mando militar y político de la fuerza de carabinero ,
pues sin elementos disciplinado de cotlperación nada se
podía hacer. La lucha con la gerencia fué reñida y como
quiera que ninguno transigiera, pasó a conocimiento
del Ministerio de Gobierno quien por decoro militar
más que por político o nacional, pu o la guarnición a
mi órdenes. Tomé de ella un crecido número de cara-
bineros y los distribuí en todas las poblacione de la
provincia, y se inició la lucha por el acato a la autoridad.
Quién no obedecía a la autoridades política debía
abandonar la provincia, o e tar ujeto a permanente
per ecución y sufrir graves ca tigo .
LA A AR QUIA, HIJA DEL DESACATO A LA AUTORIDAD ,
IMPIDE TODA ACCIO CO STRUCTIV A Y ANULA LA PRO-
TECCIO DE LOS DERECHOS LEG LES DE r CIUDA
DA O, D NDO LUGAR A QUE EL MAS FUERTE Y
 90 C. DE UI O ;\ T J,. P A D O i\'
1
ARBITRARIO E CO VIERTA E DUE O DE VIDAS Y
BIE ES. Ante esto conceptos, la desobediencia a la
autoridad fué considerada como la falta más grave,
p erseguida e imperdonable. En mis primeras represiones,
lo vecinos, quizá recordando autoridade pa adas, supu•
ieron que la mía empezaba a parcializar e en contra de
algunos grupo ; empero, poco a poco comprobaron que
todo , cualquiera que sea la cla e ocial o económica, can
o no extranj eros, eran tratados con igual rigor y respeto.
LA EC IMIDAD DE LA JUSTICIA, POR SEVERA QUE
ELLA SEA-C A1 DO ES E BIE DE LA COLECTIVIDAD-
GE E RA DISCIPfiNA Y ARMO IA; SI COMO CUA1 DO SE
LA APLICA CO. TRA SOLO GR PO , C01"VIERTE A LA
AUTORIDAD DE J STA E DESPOTI CA. OC SI0 1 A TDO
REBELDI S, ODIOS Y DESORDEN.
En esto noté que mis cooperadores carabineros co -
metían atropellos so pretexto de energía; y me fué
preciso instruirlos obre el respeto que también debe
tener la autoridad obre los habitantes, sean ellos cul-
pables o inocentes. Mas, las explicaciones no fueron
suficientes y fué necesario castigarlos duramente apro-
vechando d el régimen militar al que estaban obligados.
Poco faltó para que se me rebelasen; sin embargo, el
éxito no e dejó esperar, al poco tiempo en la provincia
había orden y el acato a la autoridad era un hecho, y
hasta el último carabinero era garantía para la paz
ST I F I CATIV O S DE NUE!iT R A II EBELIO ' 91
y amenaza para el desorden. La labor no fué árdua;
si hubo antes anarquía, no era porque los habitant es d e
la provincia fues en de mala índole, sinó porque no había
quien evitase el desorden que unos pocos creaban.
Pasado unos tres m eses, los numerosos carabineros ya
no m e eran necesarios; había una r elativa paz entre
vecino , y entre ésto y las autoridade .
Llegada la época del cobro d e l a Prestación Vial,
comprob é que los indígenas d esd e hacía año no cumplían
con e ta obligación, y que en el presupuesto d e ingre os
de t odo el Departamento de Potosí figuraba la prestación
vial con una cantidad no mayor de 19.000 Bs. La recau·
dación qu e hice en la sola provincia de Bustillos, con-
ideran do incluso que la may oría d e los obrero de la
empre a P atiño habían ya pagado, alcanzó má o m eno
i mal no recue~do, a 17.000 B s. Parecía que el presupu-
esto de ingresos departamentales, en el ítem Pre tación
Vial, había sido calculado sobre los que se recaudaría en
la sola Provincia de Bu tillo .
Con relación a los indígena que regularmente deben
pagar esta obligación con trabajo , todo ello cumplieron
con su deber e incluso aceptaron trabajar por cuenta del
año anterior aquello que no habían cumplido con e ta
Ley; de suerte que la mayoría de los caminos llamados
carreteros de la Provincia, no ólo fueron limpiado
inó ampliado de tres metros de ancho que tenían a
 92 E. DELMO NTE PA BO
cuatro o cinco, p rmitiendo el cruce de coch . , inclu o
en zonas roco a , donde a falta de cargas explosiva. ,
e hizo el trabajo a plan de barreta y músculo . Má~
aún, e con truyeron algunos nuevos. Calculando el valor
de todo tos trabajo se los apreció en unos 200.000 B s ..
in que al E tado le hubie e costado ni un olo centavo:
pue , los buenos indígenas lo hicieron todo. El mérito 110
estuvo en mi persona, sinó en la docilidad y buena voluntad
de ellos; pese a que se les atribuye ser díscolos y flojos .
9.- EL DERECHO DE LOS QUE TRABAJA r
:MI PRI !ERA LUCHA C0 1 TRA EL CAPITALISMO
EXTRA 1 JERO
Vivíamos en aquellos tiempo una época llamada
ocialista, en la que todo los días se expedían decretos
gubernamentales sólo conocidos en la ciudad de La Paz
donde alcanzaban a tener alguna resonancia de pro-
paganda politiquera; mas, a las provincias no llegaban
por mucho que se demandase por ellos. Tenía la en ación
de habitar en el extranjero donde las leyes bolivianas no
tienen acción alguna; o en lugares donde las autoridade
provinciales del Ejecutivo no eran los elementos encar-
gado de la ejecución de tales disposiciones.
J USTIFICATIVOS DE 'NUESTRA llEBELION 93
Frecuentemente los decretos tenían carácter ocialista
v pese a qu Uncía es la pro'Vincin má industrializada,
~or lo tanto obrera, no recibía decreto alguno. Inútile
fueron las Teolamaciones a la Prefectura de Potosí Y al
1ini te.río de Gobierno, y aun a veces, inclu ive, al
1inisterio respectivo; ahí empecé a darme cuenta de que
tal movimiento político sociali ta era sólo un nuevo
ngaño en el que, para fines di tinto a los que e pro-
clamaban, e había izado la doctrina de la justicia
humana. Revisé los archivos de la subprefectura Y
tampoco encontré en ellos ley o decreto alguno de lo
regímene anteriores; el abandono no era pue ólo d e
e a época sinó que también en la anteriore e hahia
efectuado únicamente gobierno de ciudade . A lo
r egímene imperante poco les había importado qué
pa aba en la provincias, po ihlemente porque ella
no ofrecían estabilidad política, ni tenían fuerza alguna
para amenazarla.
La única po ibilidad de con eguir alguno que otro
l creta era comprando los diarios de la ciudad de Oruro
n lo que a veces se publicaban en forma incompleta.
Entr ello cayó en mis manos uno que e refería a la
obligatoriedad de vender el oro metálico a lo banco
nacionale y que prohibía su exportación. Ha ta aquél
entonces había e cuchado frecuente conV'er acione
sobre la gran producción aurífera de la provincia que lo
 94 E. ll EL M O i\ l' ¡; I' ABO \
vecinos calculaban entre cmco a seis kilos mensuales,
cantidades que los rescatadores se encargaban de com-
prar a los indígena . En una investigación que hice en
los bancos de Oruro, La Paz, Sucre y Potosí sobre las
compras de oro que éstos habían efectuado durante ese
año, pude constatar, gracias a que tenían las listas
nominales de los rescatadores-vendedore , que la pro-
vincia alcanzaba a vender máximo de uno a do kilo
mensuales.
Esta insignificante cantidad y la certeza de existir una
mayor producción me inclinó a proyectar una resolución
ubprefectural, reglam.e ntando el cumplimiento del
decreto que obligaba la venta de oro metálico a los
bancos nacionales. Pero, como ésta actitud contrariaba
en algo al decreto del Ejecutivo, la mandé en consulta
al Ministerio de Minas, pidiendo su aprobación. Inútil-
mente esperé una respuesta clara, pues sólo se contestó
felicitándo mi aplicación. Acostumbrado a asumir la
respon abilidad de mis actos, que procuraba no fueran
dañosos al país, promulgué mi resolución provincial.
La disciplina política tan fácilmente impuesta y el acato
a la autoridad dieron un nuevo magnífico fruto: por las
oficina de control provincial, establecidas en la re,
olución subprefectural, pasaron en menos de un mes
más de 16 kilos de oro de rescate que e vendieron en los
bancos nacionales.
JUSTIFICATIVOS DE N UESTRA REBELIO N 95
Esto motivó que se me llamase de La Paz y se me
encomendase la organización de la Policía del Oro; dispo -
sición que me desagradó, 1mes me había encariñado de la
provincia Bustillos, de su vecindario y de mi colega de la-
bores, el Mayor Emilio Cejas, un hombre honesto y diná-
mico , quien de empeñaba el cargo de Alcalde Municipal.
El día en que empezaba a entregar los archivos de la
ubprefectura a mi sucesor, un tumulto de mujeres
furio as, familiares de los obreros de la empresa Patiño,
me dió a conocer que se había declarado una huelga a
raíz de la elevación de precios impuésta por la citada
empresa sobre los artículos de primera necesidad· que
se vendían en los almacenes de la mina. Cuando esta
pobre mujeres, iguiendo la rutina de sus quehaceres
cotidianos, se _dirigieron a lo almacene a proveer e de
lo artículo ne~esarios a la alimentación diaria de u
maridos obrero , e encontraron con que lo precio e
habían elevado sin previo avi o alguno entre el cien al
tre cientos por ciento. E te arbitrario acto significaba
una nueva dentellada del hambr sobre u ya e cuálida
carne y sus raída vestidura . Como prueba de us
afirmaciones me entregaron do listas de precio , la
antigua y la nueva.
Rogué a las justamente apenada mujere que e
calma en y regre aran a sus vivienda y les ofrecí que
procuraría e anule dicho encarecimiento.
 96 E. BEUfO 1 TE PABON
S avecinaba una tormenta huelguista , de aquella
que tanto se tremían por los acto de violencia de lo
obreros. Fácil me habría sido lavarme las manos y
haciéndome a un lado, dejar que el subprefecto entrante
e hici ra cargo de la escabro a ituación; pero sin
cavilar le pedí me dejase atender este asunto, ya que
máximo duraría un par de día , pues ademá él, por no
conocer aún el ambiente, no sabría entendérsela ;
mientras que para mí significaría un acto de cobardía
echarle las brasas a las manos.
Si bien la manifestación de las anteriores razones eran
cierias y sincera , t nía aún otra callada: estando seguro
del abu o de la empre a, no quería dejar la defensa de
mi compatriota obrero en manos inexperta . Feliz-
mente, el subprefecto entrante aceptó de buen grado
mi proposición; la autoridad pro iguió en mis manos.
Acto seguido llamé por teléfono a la gerencia, radicada
en Catavi; hablé con el abogado a esor del gerente. Este
me dió a conocer que el asunto e había ya arreglado
con los representantes de los onrero y b~jo la inter-
vención del Coronel Cárdenas Inspector General de
Policías, que se encontraba a la sazón de visita. No
siendo de su competencia conocer asunto alguno dentro
de mi jurisdicción, contesté que la. empresa debía re-
tornar a sus precios anteriore y que la subprefectura
tomaba tal determinación mientras no le llegase una
JU ST I FI CA TIVO S D E U ESTRA REB ELI O N 97
comunicación d l gobierno ociali ta de La Paz que autori-
za e la incon ulta y otpre iva elevación de precio . Quizá ,
pen· ando ilenciarme con la mayor jerarquía militar,
me echaron encima la del Coronel Cárdena , pasándole
el auricular; yo le manifesté que por mucho que él
pretendiese a umir la responsabilidad de sus acto , yo
no daría cur o a ello , que el acuerdo al cual había llegado
con la empresa era una intromisión en asuntos que eran
de mi ah oluta competencia y que estaban dentro d e mi
jurisdicción. El Coronel Cárdenas, con quien habíamo
aprendido a e. timarno y conocernos bien en el cautiverio,
me dió la razón y me dij o que sólo había intervenido como
ami~able mediador, pidiéndome que fuese a conferenciar
con él, con la gerencia y con los representantes obrero .
Y~ sabía que los delegados de los obreros no serían
capaces de contener el abuso de la empresa, pues si asumían
una acción de infle:t--ible defensa de sus representado
pasada la huelga Sl}ría.n echados brutalmente de sus trabajo .
Y acaso acusados . de comunistas, que e el arma má -
empleada ufrirían persecuciones por donde fueran.
Quien abía como yo - que el 'tirano de Catavi no
ólo ejercía su dicta9-ura obre todo el paí sinó ha ta
sobre u economía y gobernante - , no podía tener f'
en el buen éxito de esto pobre repre entante enviado
por lo uyo al acrificio y al fracaso.
 98 E. B EL MO NTE PABO
--------- - - - - - - - - - - - - - - - -
Me trasladé a Catavi, pero antes hablé con la guar•
nición de carabineros acantonada en ésa. Instruí que
no cumpliera orden alguna que no fuese dada de cuerpo
presente por mí, debiendo por lo pronto quedar en-
cuartelada sin armas ni municiones hasta nueva orden.
Llegado a Catavi encontré reunidos en la gerencia
a tres representantes obreros que en actitud humilde
se mantenían en pie en un rincón, mientras los otro ,
sentados en holgados sillones, mantenían, hasta en esto,
una actitud de impositiva superioridad. Entre ellos se
encontraba el gerente y su asesor jurídico. Este último
me dió a conocer que la elevación de precios daba un
promedio de sólo 30'% y que en este porcentaje también
serían elevados los salarios, agregando a ello que los
representantes obreros y el Coronel Cárdenas estaban
conformes. Empero la verdad era otra, los artículos de
primera necesidad que consumen los obreros como son:
carne, pan, coca, maíz, azúcar, etc., habían sido, como
pude comprobar anteriormente, ele".'ados del 100 al 300 %
y los otros de lujo, cuyos nombres hasta son ignorados
por los obreros y que sirven para los empleados ex-
tranjeros, habían sufrido una elevación del 5 al 10%;
naturalmente que así se podía sacar .el promedio general
del 30%.
Haciendo uso de mis - en este caso gratos - de-
beres, rechacé terminantemente todo acuerdo y demos-
JUS TlliJCATl VOS D E NUEST RA REBELIO N 99
trando el engaño, impuse que la empresa r etornase a los
precios antiguos mientras no venga una autorización
del gobierno tan pomposamente llamado socialista. El
gerente rechazó rotundamente cumplir con el mandato
subprefectura!, alegando que "la empresa no acostum·
braba dar la cara a sus obreros". Entonces habíame
llegado el momento de hacer uso de un excelente y jus-
ticiero medio. Previne que la fuerza armada, (sobre la
que no tenía ya ninguna autoridad el gerente), por dar
curso a los abusos de la gerencia, no se pondría en contra
de los obreros. Atemorizado Pickering ante las con-
secuencias de mi actitud, demandó si tampoco pro-
tegería la vida de las personas; es decir, él preguntaba
por la suya. Yo le r espondí categóricamente: "Ni la de
usted". Fué recién que, indignado y acaso de miedo,
accedió a mi justa imposición y declaró que él declinaba
en manos del Subprefecto la re ponsabilidad por las
pérdidas que la empresa sufriera "hasta que venga la
autorización del gobierno.
Pensando que la huelga estaba detenida, aunque aún
no felizmente terminada, me dirijí a Uncía y mandé un
telegrama urgente al gobierno de La Paz, en el que, a la
par que informaba, le dí a conocer que asistía la razón
a los obreros. El así llamado gobierno fuerte y socialista,
atemorizado por los agentes del accidentalmente derro-
tado dictador de Catavi, contestó instruyéndome que
 100 E. BELMO 1 TE J' ABO '
JUSTIFICATIVOS DE UESTRA REBELION 101

hiciera u o de la fuerza, tomara medidas onérgioa en

pidiendo e le aumentara lo alario , en vista de que
contra de lo ohr ro huelgui ta , y que le extrañaba mi
lo que ganaban no alcanzaba a cubrir su nece idade ,
conducta contraria a la empresa. Es decir, que el gobierno
salían d e l os ocavones. E ta l· ndignación cundía en el
p eudo ociali ta qu ría qu ma acrara a hala a mi
momento en que el ge rente, rabioso, aceptaba mi
compatriotas obreros para servir a lo amos r idente
imposición.
en el extranj ro; pen aron que yo repetiría el caso de
Lo huelgui ta e concentraban poco a poco en el
Ayoroa ma se equivocaron; pue , yo jamá di pararía
socavón "Siglo XX". Esta noticia la recibí de la ge-
en contra de mi pueblo por ervu- a lo despojadore de
rencia , cuando m e encontraba de r egre o en Uncía.
la Patria. Conte té a La Paz que no tomaría medida
Acto seguido me trasladé in guardia alguna al lugar de
alguna en contra de lo obrero por así tirle la razón
lo huelgui ta ju tamente agitados. Hice anunciar mi
y e peraha que el gobierno fuera consecuente en u
presencia y el de eo qu tenía de hablar con ello , para
acto con la doctrina socialista que proclamaba. eguro
lo que le. pedí se reunieran en un solo lugar y guard~sen
cle que nadie se haría cargo de la uhprefectura en
un poco de orden. Así lo hicieron los acu ados de ure-
momento tan peligroso , agregué: que i mis ervicio
flexiva y extrema brutalidad, comprobando que eran
no eran atisfactorio e taha dispue to a dejar el cargo.
má tolerante .que rebelde , más humilde que indi ·
No sé lo q.ue pa aría en la ciudad de La Paz, lo cierto e.
ciplinado y que i recurrían a 1a huelga era porque les
que e me instruyó proseguir hasta que se haya retornado
significaba el último recurso en contra de los atropello
a la calma y se me dió a conocer que el gobierno enviaba
de la empre a.
de de Oruro una delegación mediadora.
La empresa, pese a la elevada cotización del estaño,
Mientra se cruzaban e tas nota , sobrevinieron otro
no tenía interés en producir este metal, porque una
acontecimiento·; la. mujeres h~hían ingresado ya muy
buena parte de las divisa debía obligatoriamente
temprano en la minas a acar a u hombre para
vender al Estado, impo ición que sufría la minería desde
imponerles se declararan en huelga por la cuestión del
lo ti~mpos del conflicto del Chaco y que apenas había
alza de precios. Lo obreros, furiosos por este atropello
disminuído un poco de pué de la guerra. De tal suerte
que era la conte tación brutal y arbitraria a una re -
que por e te motivo la empre a Patiño se veía obligada
petuo. a solicitud pre. entada hacía uno v int día.
a capitalizar en moneda boliviana, que era la que
 E. BELMO NT E PABO
102
recibía a cambio de las divi as; ma , como e to no con-
venía a los amos radicados en el extranjero, esperaba
con calma de que el Estado disminuye e su imposición;
pero sí, mientras tanto, en los socavones había que
orientar los trabajos no a la fa e de producción de
metales sinó a la preparación, para que llegado el mo-
mento pudieran producir y exportar en grandes can-
tidades.
La empresa, para di imular la cau a verdadera
que motivaban u poca producción, pretextaba ante el
gobierno que no tenía obreros alegando que la mayoría
habían sido movilizados para la guerra chaqueña y que
no retornaban. El crédulo Estado para satisfacer la
supuesta necesidad, le enviaba por centenas de aquello
que estaban obligados a trabajar en las minas en com-
pensación de los servicios militare que no prestaran
durante la guerra. Mas, a la empresa no le faltó un nuevo
recurso, echó a los obreros enviados pretextando no ser
especializados.
Se podía deducir que a la empresa le dañaría poco
un paro en los trabajos, quizá hasta le convenía para
tener un nuevo justificativo de su producción sistemáti-
camente reducida. Tampoco consideraría jam.ás la
situación económica nacional, pues las minas estaban
d~s~inadas a servir los intereses de sus propietarios que
VIVIan en el exterior sin tomar en cuenta la desesperante
JUSTIFICATIVO S D E NU E S TRA REBELION 103
situac1on en la que se encontraran los habitantes del
país en que aquellas estuvieran. Podía morirse de hambre
0
de pestes todo el pueblo boliviano, pese a la riqueza
de su suelo, sin tener la más remota esperanza de que la
empresa hiciera algo en su favor; f?alvo el caso en que sus
propios y egoístas intereses así se lo aconsejaran.
Me pregunto: - ¿ cómo a í habría justificado ante mi
conciencia si conociendo esto y otros hechos, m e
hubiese puesto a favor de la empresa y en contra de mi
compatriotas obreros?. Más aún, ¿ si fuera de los asuntos
de carácter nacional, les asistía a éstos la razón?• Me era
suficiente saber que el standard de vida de mis com-
patriotas mineros estaba muy por debajo del bienestar
humano, para pensar que todo acto violento o rebelión
en pro de un mejoramiento de los medios de vida era
en esencia justo aunque en las apariencias del abogadil
,detalle, fuera arbitrario.
I GU PRINCIPIO MORAL ESTABLECE QUE LA FUER-
ZA PUBLICA FUE CREADA PARA OP01\'ERLA A LAS MAYO-
RIAS, EN SERVICIO DE LA ARBITRARIEDAD INDIVIDUAL.
De ahí mi actitud contraria a la empresa, de ahí también
mi terminante declaración al gobierno de que pese a sus
órdenes de adoptar medidas enérgicas no tomaría nin-
guna hostíl en contra de los obreros mineros.
Una vez que los trabajadores estuvieron reunido en
Siglo XX, me mezclé en medio de la muchedumbre
 104 E. BELMO "TE P-ABO
harapienta, udorosa, y enferma, ubi ado en partr
donde pudieran escucharme, pedí que levanta en el
brazo aquellos que trabajaban en mera labores de
preparación. Un crecido número de ello onfirmó mi
deduccione de que a_ la empre a no importándole la
producción podía convenirle la huelga. Lo obrero
comprendieron y aceptaron mis juicio , y habrían retor-
nado al trabajo, mas, como quiera que iempre fueron
vencido por el engaño o la opresión, esta vez alentado
por su furiosas y valientes mujeres , e intieron lanzado
a de afiar al enemigo, dando cara al gerente. Para ello
e encaminaron a Cata vi; el turbión de gente empezó
u movimiento. De Siglo XX a Catavi marchaba una
larga columna de trabajadores, que má parecía una
caravana de e clavos, vestido de ropa terrosas y de -
garradas, con los rostros ~esfigurados por las máscara
de la tierra de los socavones y del udor del trabajo; al
medio, llevaban a sus bravas mujere que recogían
piedras en us haraposas polleras.
Ahora, los obreros no sólo pedían que se retornas
a los precio anteriores, sinó además que e resolviese la
humilde petición que veinte días antes efectuaran y a
la que el despótico gerente había contestado con una
medida brutal y desafiante.
Me trasladé a Catavi, con taté que lo carabinero
• eguían encuartelados y sin municiones, y a fin de que
JUSTTFlCATIVOS DE NUESTRA REBELIO 105
no vean los obreros en el Subprefecto un enemigo que
. e oculta, m planté a la vera d 1 camino y pre encié su
desfile. Había que evitar los excesos de su ju to enojo
y para ello era necesario que eneontraran en la autoridad
un mediador parc;:ializado favorablemente a su s razo-
nables queja . Y a í fué; mi actitud no la tomaron
como de afiante inó de apoyo a ellos. E stablecida la
fé, era posible que acata en de buen agrado las deci ione
uhprefecturales.
Cuando todos hubieron desfilado, me tra ladé a la
gerencia, doude encontré en pleno debate al gerente .
a cinco nuevos repre entantes obreros. Apena entré,
pretendiendo intimidarme dijo el gerente:- "Ahí tiene
los re ultado d e su amparo al obrero, re uelva U d. ahora
la ituación." Jo hice ca o de la palabras del exaitado
y dirigiéndome a lo obreros pedí que el jefe de ello
dije e lo que traía en representación de sus camarada .
E t e no sólo hizo las reclamacione obre el r etorno a
lo precio anteriore , inó que también pedía e atendie e
al pliego que habían presentado días anteriore en el que
insinuaban un racional aumento de sálarios, la con truc-
ción de algunas letrinas e in talacione de agua potable
en algunos campamento y otra reclamacione pe-
queña .
Durante e ta conver acione~, la paciencia de lo
obrero. huelo-uista qu esperaban afuera frente al
 106 E. DELMONTE PADO
- - - - - - - -- - --
edificio de la gerencia se iba acabando ante la larga
espera; comenzaron a vociferar y a echar piedras. Pude
observar que esto ponía nervioso al gerente, pues aun
cuando él procuraba mantener una serena y tenaz
actitud, se notaba de que yo no había echado en saco
roto el avi o que los soldados no estaban destinados a
u defen a; por lo tanto, mal podía estar libre de una
sensación de vértigo o vacío visceral. REGULARME TE
LOS ARBITRARIOS OPRESORES DE UN PUEBLO SON CO-
BARDES, Y DEMUESTRAN CORAJE SOLO CUA DO CUE .
TA CO FUERZAS AJE AS PARA DEFE DERSE.
Fué en estos momentos que interrumpiendo al repre-
entante obrero me dirigí al gerente y le demandé por
las observaciones de la empresa a la solicitud obrera.
En r~spuesta, me dijo que nada tenía que hacer y que
habiendo hecho lo que quiso el subprefecto que siga
éste tomando las medidas que crea conveniente y que
él renunciaba a toda responsabilidad. Sin embargo d e
su perseverante evasiva, sus palabras tenían un algo de
sometimiento que me propuse acrecentar con las piedras
y gritos que seguirían llegando de afuera.
Por lo tanto, procuré alargar la conferencia y dispuse
que cada obrero representante hiciera una exposición
de todas sus quejas. Como era de suponer, llegaron más
pedradas . . . el vocerío crecía . . . y el gerente j cedió !
- Si la razon y la ley no habían sido suficientes para este
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REDELJON 107
irrespetuoso con los derechos de una nación, de un pueblo
fué bastante su propio miedo.
Esta vez, sin ser consultado, intervino en el debate
y demandó por mi opinión, manifestando que procuraría
amoldarse con carácter transitorio a mis medidas hasta
la llegada de la delegación. Impuse que los obreros
seguro de que no aceptarían retornar a sus labore .
gozasen de reposo en su casas hasta que las diferencia
se hayan arreglado con la intervención de la delegación
del gobierno socialista; pero mientras tanto debían
seguir recibiendo víveres, a costa de la empresa, de lo
almacenes de ella. Aceptada mi proposición, la dí a
conocer, personalmente a los trabajadores quienes gus-
tosos accedieron. {Sin embargo, sé que la empresa se
hizo pagar los víveres que dió en esos días.) Estos pobres
parias que apenas conocen el descanso, prefirieron uno
días con comida y sin ganancias a otros con labores,
comida y salarios. En forma pacífica los tan temido
anarquistas y revoltosos, se dirigieron a sus vivienda
y con credulidad eternamente infantil, y sin hacer
bochinche alguno esperaron que la justicia viniese hacia
ellos.
A los dos días llegaba la delegación -del gobierno,
compuesta por el Mayor Francisco Barrero, militar
valeroso y justo y un Sr. Garret. Reunidos en la gerencia,
el gerente les hizo conocer mi marcada animadversión
 108 E. BELM O TE PABO
en contra de la mpr a. Poco de pué la d 1 gación a
uya compo ición m e inco1·poré, entró en esión ecreta,
Iejo de la influencia de la empr a , a tratar la forma
de encontrar una tran acción entre la empresa y lo
obreros. Se plantearon tre a cuatro fórmula , siendo
má favorables a lo obr ro las primeras y menos la
última . Sen ibl mente 1 gobierno, pe e a su pro-
lamado ocialismo no ofrec ría u apoyo a una actitud
impositiva en contra de la empresa, r e ultando que
no otros, los miembro de la d elegación, no nos entíamo
tan fuertes. Pero í, e tábamo decididos a no transigir
en ningún acuerdo que fuera meno ventajoso que
nuestra última fórmula que terminó por er la aceptada.
Ella con i tía en que los alarios y todo los víveres en
forma igual subirían en el 50°/4 . La v entaja práctica de
los obrero estaba en que recibían un aumento del 50%
obre el aldo de u alario ; es decir, si ante m 1
obrero ganaba 10 por día y de ello ga taba 4 en vívere ·,
le quedaba U :r S LDO de 6; ahora ganaría 15 ga taría
6, y SU SALDO SERIA 9.
Grande fué mi alegría al . ver mejorada en algo la
ituación de mis compatriota , obreros ; pero fué mayor
por haber demo trado que la empre a no era una entidad
intocable que podía hacer lo que en gana le vinie e.
Do días despué me au entaba de la Provincia, de-
jando al nuevo ubprefecto en función.
J USTIFICAT I VOS DE NUESTRA REDELION 109
10 .- TORO TITERE DE L F IRM
RAM YO
DEBE C , R EL GOBJEfü - 0 PSE DO - SOCI LI TA
Tra ladado a La Paz y po ionado de la Jefatura
de la Policía del Oro, me d diqué a e tudiar los decreto.
aurífero del gobierno ociali ta, encontrando uno que
me parecía muy inte.re ant , por el cual .se obligaba a
cada conce ionario a producir un gramo de oro por me -
y por hectárea de con ce ión; a la par que e prohibía
la exportación de oro metálico al exterior y se prescribía
la obligación de venderlo a lo bancos nacionales. E n
el ca o de que un propietario de pertenencias aurífera s
no cumplie e con la producción mensual eñalada pa ado
·a lgún tiempo, e le anulaba su concesión.
parentemente la m edida gubernamental era acertada
y la obligación no podía . cr má pequeña; in embargo.
no había que olvidarse de que una buena parte de
nuestras zona aurífera se encuentran en las inhabitada.
e inhó pita vega de lo unga , orata, Mapiri, etc.,
donde no ·i t n vía d comunicación ni medio de:vida .
Mucho ·ecino d e a region y otro radicado e!l
La Paz y otra ciudad , eran lo conce ionario en e, a -
zona. . · e pcraban an io · o qu por ella, e con truya,
 110 E. BELMO TE PABO
algún día, una carretera que les facilite la explotación
así como el transporte de medios de vida, auxilios
medicinales, etc. En espera de esta acción, que por sí
solos no podían realizar, pagaban puntualmente sus
respectivos impuestos.
En consecuencia, la obligación de producir un gramo
por mes y por hectárea, fijado por el aparentemente
magnifico decreto, era humanamente irrealizable yaca-
baría, al no ser cumplido, por anular el derecho de
propiedad minera de los concesionarios.
Al mismo tiempo, el gobierno pseudo socialista de
Toro, fumaba un contrato con la casa minera Aramayo
(aquella que financiara la revolución del Palmar) por el
que ésta podía ser concesionaria de zonas auríferas hasta
100.000 hectáreas. De acuerdo con dicho contrato, el
oro que produjeran esas 100.000 hectáreas podía ser
explotado y exportado libremente por la fuma Aramayo,
sin que tuviera que pagar ninguna obligación ni de las
vigentes ni de las a establecerse en el futuro, sean ellas
nacionales, departamentales, o comunales. Sólo reco-
nocía una obligación, la de entregar de su producción
al gobierno más o menos el l0o/o en calidad de regalía.
En cambio, todos los pequeños concesionarios estaban
terminantemente prohibidos de exportar ni un solo
gramo de oro y no quedaban liberados de ninguna obli-
gación presente o futura.
J US'riFIC ATIVOS DE NUESTRA REBELION l Jl
- - - - · - - - - - - - - - - ----
De acuerdo a estudios geológicos Bolivia tiene en
todo su territorio unas 64.000 hectáreas auríferas. La
casa Aramayo obtuvo derechos hasta 100.000; practi-
camente más de lo que en Bolivia podía encontrarse.
Se entregaba, pues, totalmente dicha riqueza a una sola
fuma minera, que como gran retribución daría graciosa-
mente el 10% como-regalía; y el resto, pese a lo decaída
que está nuestra moneda y a la pobreza privada y
nacional, se exportaría sin ninguna obligación. Es decir,
Bolivia, propietaria por naturaleza, recibía 10, y aquel
que había obtenido derechos excesivos, gracias a un
pseudo socialista se llevaba 90.
Cabe preguntarse ¿ quien era aquí el propietario de.
esta gigantesca riqueza? ¿ La Casa Aramayo-que es
uno de los representantes del Imperialismo Capitalista-
º Bolivia? Positivamente la Casa Aramayo, de acuerdo
a las cláusulas del contrato de referencia.
Sin embargo, en la ejecución se presentaba una difi-
cultad para la casa Aramayo y era que las 64.000 hectá-
reas auríferas que nuestro suelo posee, pertenecían en su
mayoría a varios ciudadanos bolivianos. Si la casa
Aramayo deseaba obtenerlas, para redondear us 100.000
hectáreas, debía comprar las ya concedidas. Pero, los
pequeños concesionarios, que tenían sus futuras espe-
ranzas de holgura económica apoyadas en sus parcelas
auríferas, no estarían dispuestos a transferirlas a precios
 112 E. DELM'ONTE PABO '
de baratija, motivando que la potente ca a ramayo ,
al' no poder 1obt nerla gratuitamente, pagara su legítimo
valor. Ma , no taba di pue ta a erogar dinero para
comprar biene que pór otra vía, inclu o más expeditiva
y rápida, podía adquirirlos en una ola vez y grati .
¡¡El uobierno completaría su programa de favor s! ! 1
efecto, Toro lanzó aquél decreto de aparent conve-
niencia nacional, que obligaba a lo pequeño propie-
tario a producir una cantidad de oro que p e a lo
mínima-un gramo por hectárea y por me - los con-
denaba a perder su concesione , porque no podrían
cumplir con dicha obligación. Como dije anteriormente,
lo alejada de la regiones auríferas, lo escabro o d el
territorio en que ·e encuentran, la carencia de vía de
comunicación, la falta de brazo , las enfermedade tro -
picale etc., impedían aproximar e a ellas ni iquiera
para producir con carácter regular un gramo de oro por
hectárea y por año . Inevitablemente la arbitraria ley
arrebataría el derecho a los pequeñ·o -y entregaría loi;
yacimiento aurífero a la podero a ca a ramayol
quien, haciendo uso de unos pocos centavos en pape,
ella do , lo obtendría regalado . i A todo e to debía
yo cooperar! i Pen aron encontrar en mi un factótum
para us propó itos antinacionales ! E ta vez mi acoión
debía er dirigida contra la u urpadora del oro boli iano
y contra u cómplice el gobierno llamado sociali ta.
JUSTIFICATIVOS DE NUES'l'RA REBELION 113
E te acto anti ociali ta del gobierno no era más que
un índice de la generalidad de sus simulaciones. Si
hubie e sido el único, podía er calificado como un error
o como una excepción. Por lo tanto, la decisión de
derrumbarlo re pondía a una necesidad nacional.
Felizmente el paí no atrave aba la anarquía social
violenta que temí cuando estuve en el cautiverio; la
tolerancia del pueblo boliviano era tan grande, que ese
peligro había pasado pese a que se hiciera cargo del
gobierno el hombre señalado por todos con el dedo de
la ignominia. Sólo quedaba en pié la anarquía del
gobierno, con grave trascendencia para la economía y
moral del país.
En mi propósito de apercibir al pueblo obre lo
alcances que tenían el contrato con la casa Aramayo y
el decreto aurífero de referencia, recurrí a la prensa .
Escribí unos siete artículo en los que poco a poco
desarrollaba la crítica sobre estos dos hecho del go-
bierno; cada día debía publicar e uno, a fin de que
todos en lo posible queda en informados si no era por
fas primeras publicaciones, por las últimas. Como quiera
que yo, por ser militar, estaba impedido de er articu-
lista, me valí de un intermediario, quien pre entó lo
artículos como cosa propia en el diario en el cual
trabajaba. Se alcanzaron a publicar lo tres primeros,
pero cuando presentó el cuarto el director del diario le
 114 E. BEU{O TE PABON
informó que el asunto aurífero no podía seguir siendo
publicado y que además lamentaba no tener ya necesidad
de los servicios de su colaborador. Poco después, llegué
a saber que la casa Aramayo habría pagado a dicho
diario 14.000 Bs. para que suspendiera sus publicacione
y retirase al articulista. Esto llegué a evidenciar poco
más tarde en una reunión en la que se encontraba el
director del diario; y en circunstancias en que man-
teníamos una charla sobre la libertad de prensa en la
que se decía que ésta era el vocero de los intereses
colectivos del pueblo. Ataqué al opinante, que era el
citado director, ac~tando sus juicios como buenos y
como lastimosa la actitud práctica de su · diario; me dí
a conocer como autor de los artículos auríferos que en
forma indiscutible iban en favor de la mayoría a través
de los pequeños concesionarios; artículos, que él, le dije,
recibiendo Bs. -14.000 había rechazado ; el citado di-
rector aceptó con el silencio mi acusación, manifestando,
en descargo, de que él sólo era, pese a su elevada situa-
ción, un simple empleado del diario, sometido a las
órdenes de los propietarios-administradores.
EL SOCIALISMO ES UNA DOCTRINA QUE HA CRECIDO
AL CALOR DE LOS ATROPELLOS DEL CAPITALISMO IM-
PERIALISTA. TODO SERVICIO PRESTADO A ESTE, CON
ME OSCABO DEL BIEN DE LA MA YORIA, O ES SOCIA·
LISMO, SINO ACTO DE PURO LIBERALISMO ECO ro.
J STIFICATIYOS DE NUESTRA REBELION 115
MICO. EL SOCIALISMO VERDADERO BUSCA EL BIE ESTAR
SOCIAL, SIN NEGAR LOS DERECHOS AL CAPITA:, SIEMPRE
QU~ ESTE NO LLEVE AL PUEBLO A LA MISERIA. EL CAPJ-
TALISMO IMPERIALISTA QUE CAMPEA EN BOLIVIA AL
ABSORBER Y LLEVARSE LAS RIQUEZAS Y UTILIDADES
AL EXTERIOR, HA GENERADO EL ESTADO DE POBREZA Y
MALESTAR SOCIALES EN QUE NOS E CONTRAMOS.
Creció en mí la convicción de que, para remediar
tanto la situación aurífera como muchos otros defectos
de la economía nacional, era preciso derrumbar el
gobierno pseudo-socialista y constituir otro que repre-
entara los intereses del pueblo.
Como medidas preparatorias para derrocar al gobierno
pseudo socialista pedí armas y municiones so pretexto
de organizar la policía del oro. Bien sabía que así como
es suficiente un ligero empujón para hacer caer a un
borracho, en igual forma no era difícil derrocar con una
pequeña unidad valerosa a un gobernante ya mareado,
esta vez, por las acusaciones de su propia conciencia.
11.- BUSCH ES EL CONDUCTOR
El GOLPE CONTRA TORO
Fué en ese entonces que por vez primera propuse al
Coronel Busch de que debía hacerse cargo de la con-
ducción del país, tanto para evitar más daño de quien
 _ -
116 E. llEUIOi'i'l'E PABO '
no. gobernaba, como para dar comi nzo al cumpli-
mi nto del. programa político nacionali ta que hacía
tiempo le había delineado y que él aceptara de pué de
largo intercambio d opinione .
Mi deci ión de derrumbar al gobierno de Toro era
tal, que me creía capaz de e te hecho in la concurrencia
de la cooperación material de otros. Pedí a Bu ch me
diera cuatro me es d tiempo; en ello yo tomaría toda
la medida preparatoria ; pues si fácil era derrumbar
a un gobierno, difícil era e tablecer uno inderrumbable
muy e pecialmente cuando él debería encarar proble~a'
que inevitablemente le crearían podero o enemigo .
Bu · ch, posiblemente ya aleccionado por los malo hecho
que conocía del Gobierno y por sus propias reflexiones,
aceptó mi proposicion y concordamos en que desde
e momento obraríamo juntos.
Un es~iidio cuidadoso de nuestra historia, me decía que
las cualidades que má faltaron a nuestros gobernantes
fueron gran y comprobado patriotismo, un carácter capaz de
valerosas acciones en contra los enemigos internos y ex-
ternos del país y honradez incorruptfble. La ausencia de
una o todas estas virtudes había sido un factor anulan.te
de las otras cualidades de la inteligencia.
Busch, si bien ignoraba de asuntos políticos, ofrecía
e a extrañas virtudes probadas una y mil veces a
travé de toda u vida y n el curso de cuatro año d
- • t -1..w -w----- ___ _ -• • ----•- •-•.••- ..__,_ - ••-• ••-.'•••••• •-••--•'••-•
JUSTIFICATIVOS DE UESTRA REBELION ll7
guerra. En compen ación a u impreparación política,
e encontraba en él un gran entido común y práctico,
que brilló e pecialmente en aus accione guerrera .
También había oh ervado en la hi toria nacional, y
en lo afanes político que ha ta e e entonces yo viviera
que la .Presidencia de la R epública era algo a í como
un juguetillo de honor, que en forma rápida debía pa ar
por las manos de quienes de eosos ólo de figurar en la
hi toria política de Bolivia,-la única que ofrecía
honores, por desconocimiento de la d e los abio , filó-
sofo , pen adore y artista , de la de. los genio de la
música, de la pintura, etc.,-veían con agrado que el
período pre idencial durase ólo cuatro escasos año
acortados frecuentemente por revolucione . E stos
cortos períodos imposibilitan la unidad de acción que
requieren las gra!fdes obras nacionáles; má · aún, cada
nuevo gobernante~ al influjo de u ciega vanidad, de hace
la obra de su antece or o, por lo meno , la abandona
y comienza otra que má tarde correrán igual uerte,
LAS FU CIO ES G BERl 1E1 TALES NO H SIDO
CREADAS PARA HOKRAR Y SATISFACER A LOS 1'OTABLES
DE PAIS, Sir ? PARA SERVIR AL P EBLO; a e e pue-
blo que en Bolivia lo gobernantes inju tamentc d -
¡necian y al que les daDia o da verguenza pertenecer.
La duración de cuatro año apropiada ólo para
los que e tán ansio o de honore , pero no para e·
 - _ .. '-,--~A
E. BEL fO 1' E PADON
118 1
que tuviese la decisión de organizar . u país en bien y
seguridad de sus habitantes. LA PRESIDENCIA PUEDE SER
HASTA VITALICIA SI ASI ACONSEJAN LOS INTERESES
COLECTIVOS, pese a los insanos deseos de las secta
políticas o secretas.
En Busch muchos descubrimos al hombre joven, de
gran vitalidad y larga vida, al futuro mandatario que
después de uno o dos años de aprendizaje político se
constituiría en el conductor nacional irreemplazable. Su
coraje, moralidad, su natural talento, su sencillez espiri-
tual incapaz de •marearse con las alturas, nos decían de
su futura aptitud y de su palpable superioridad presente. '
Habría pasado un mes de mi entrevista con Busch,
cuando en forma inesperada fuimos urgentemente
llamados por éste yo y el Sr. Capitán José Mercado al
Estado Mayor General. Una vez presentes nos dió a
conocer la causa de su llamado, que hasta ese momento
ignorábamos. El movimiento revolucionario estaba en
plena marcha con el consentimiento del General Peña-
randa, quien debía hacerse cargo accidentalmente del
gobie!no. El primer paso para el golpe revolucionario
consistía en una circular enviada a los oficiales de todas
las guarniciones, en la que se les daba a conocer la
resolución de derrocar a Toro y se les pedía el nombre
del que debía asumir el gobierno con carácter perma-
nente.
~ nu-'-'<- ____ _,_.,,. , • _-_ _ _ - ;.--• -:.•.--•~'-.,.•--_-'_..,·-~----~-••·..:1-~.:. ·_-:--._:;_,:,:·..-.,-.----.-~,;--_
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELJON 119
Luego nos manifestó que las principales causas para
precipitar el movimiento eran: 1.- que el Coronel Toro
había abandonado por completo sus deberes de "esta-
dista"; 2.-que se había dedicado de lleno a sus viciosas
diversiones privadas; 3.- que en esos momentos, desde
hacía ya varias semanas, en viaje de diversiones, se
encontraba en la región de los baños de Urmiri sin
proyectos de retornar, pese a que se le había enviado
dos noticias urgentes venidas de lugares y fuentes
distintas que daban a conocer que el ejército paraguayo
estaba movilizándose; 4. - que el Coronel Toro, sin
embargo de disponer de una buena época, de relativas
posibilidade económicas-dada la excepcional cotiza-
ción elevada del estaño-y a que no había desaparecido
el peligro de ataques paraguayos, no había gestionado
la compra ni de un solo·proyectil, y que, por el contrario,
había vendido material de guerra aún utilizable junto
con otro inservible, incluyendo en la venta una enorme
cantidad de municiones.
De tal suerte que nuestro ejército apenas si contaba
con arma y municiones máximo para un par de días de
lucha. La actitud del Paraguay era muy distinta, había
reparado todas sus armas usadas y se sabía que la venta
de sus cañoneras tenía por objeto obtener recursos para
la adquisición de nuevas armas de tierra. Además, ins-
truía a sus oldados con el material de guerra flamante
 120 E. BELMO TE PABO
tomado en Picuiba. 5. - Finalment , no había dado
ninguna contestación u orden ha ta e momento ante
la noticia de que l ejército paraguayo e movilizaba·
tal actitud motiivaba una peligrosa paráli is que había
que procurar terminase lo más pronto; pues el Alto
Comando por sí solo ·no podía tomar mu.chas medida
preventi a urgente y nece arias, sin la previa apro-
bación del gobierno.
El golpe de e tado debía producirse n Unniri, donde
una comi ión, compuesta por el Coronel Campero y otro
oficial que aún faltaba, le impondrían a Toro su dimi ión.
Por mi parte, pregunté si.r se había mandado la cir-
cular para lo o:6.ciale , también a las guarniciones pró-
xrma a rmiri y La Paz, cuyo comandante eran parti-
dario de Toro, a lo que Bu ch me conte tó afirmativa-
mente. E to significaba que la comisión que iría a
imponer la dimisión a Toro, trópezaría con la dificultad
de que é te estaría ya protegido por fuerzas armad~s.
No era pues halagadora la misión para los oficiales que
se enfrentaran con Toro, si es que ellos iban in fuerzas
armadas. La idea de sorprender a Toro en Urmiri era
magnífica aunque mal de arrollada; la ventaja e taba
en encontrarlo solo, sin regimientos que lo custodiasen
o amparen.-
Era imperioso no perder ni un solo minuto de tiempo, la
comi ión debía partir lo inmediatamente po ible para
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELJO ]21
llegar donde Toro antes que sus fuerzas de auxilio; se
debía llevar una fracción fuertemente armada por sí
Toro no estuviese ya solo. Ante estas reflexiones pedí er
el oficial q~ faltaba para completar la comisión. Bu ch
que parecía esperar este ofrecimiento, lo aceptó con
mucho agrado. Mi camarada José Mercado recibió la
orden de hacerse cargo, como Segundo Comandante, del
Regimiento de Mirafl.ore ; y yo, tomando su vehículo
y oldados de é te, me pu e en viaje rumbo a Urmiri.
Cuando pasábamos por el Alto de La Paz, e no
comunicó que el Coronel Busch ordenaba esperásemos
las instrucciones que nos enviaba con un e taf ta. ·
Lamenté la pérdida de tiempo, cada minuto podía
ignificar el fraca o o el buen éxito; propuse eguir con
los soldado hacia Urmiri mientras el Coronel Campero
espera e las instrucciones, en iblemente él divergió de
mi criterio y esperamo una hora, después de la cual
llegó por fin el estafeta; traía la orden dada por Peña-
randa de que diésemos media vuelta porque el mo"i-
miento qu,edaba suspendido.
Es decir, Peñaranda no sabía lo que quería.¿ Se había
atemorizado ante la acción en marcha? Pero, conmigo
no jugarían; ólo un justificativo nacional podía detener
mi intervención y aquél era dificil de encontrarlo ante
las causas que motivaron la iniciación del golpe re -
volucionario.
 122 E. BEL\10 . TE PABON
Había que impedir que Toro entrara a La Paz, donde
tenía sociedades civiles especialmente organizadas a u
ervicio y oficiales que lo apoyaban; y como quiera que
el Alto Comando ignoraba lo que Toro hacía en esos
momentos, mal se podía estar seguro de que él no
viajaba ya a La Paz. Por lo tanto, dejé en el Alto a mi
30 hombres armados que era el total de las fuerzas de
que disponía, con la orden de no dejar pasar a nadie
hacia la ciudad y muy especialmente al Coronel Toro,
quien había dejado ya de ser jefe del Estado. Estas
órdenes fueron dadas a un joven oficial a quien lo
conocía como a valiente.
Luego descendí a la ciudad en busca de Busch y de la
poderosa razón que había dispuesto se suspenda el
golpe. Quedé sorprendido ante la noticia de que Pe·
ñaranda ya no quería que se detuviese a Toro porque
tal acto, a su juicio, no ería DIG O y que más bien e
hablaría con él en el Palacio de Gobierno cuando llegue.
Absurdos tan grandes no eran capaces de detenerme.
Cuando pretenden anular un acto necesario recurren al
término abstracto, que ni podrían definir de que una
cosa es o no digna. En la misma forma, cuando quieren
anular un hecho benéfico, pero sí reñido con nuestra
prácticas políticas, recurren a la intocabilidad de lo
fetiches de democracia, constitucionalización, legalidad,
libertades políticas, etc., Podemo desaparecer, sufrir
123
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELIO
graves contratiempos, pero sí estos m edios no deben ser
omitidos. En esa forma, el fin queda al servicio del medio.
Esta vez, el fin era librar al país de un mal gobierno,
derrocándolo; y el medio un acto que se lo suspendía
por habérsele apreciado miopemente como indigno.
Como quiera que estas eran mis convicciones, dije a
Busch de que yo iría a Urmiri pese a las contraórdenes,
y que asumiría gustosamente la responsabilidad de mi
actos, por saberlos indispensables a la Nación. Busch
aceptó mis razones y me dejó hacer. Empero, ¿ qué había
pasado mientras tanto? En medio camino al Alto, m e
encontré con los soldados y el oficial de nuéstra comisión
que retornaban a la ciudad: ¡ Toro había entrado tln ella!
Por lo visto, más pudo en mi joven camarada el respeto
a las jerarquías superiores. Para mí, ya viejo en medi-
taciones, en momentos revolucionarios sólo las reconocía
cuando estaban acompañadas de virtudes patrióticas 'Y
de atendibles razones.
Retorné al Estado Mayor General; Busch y Pe-
ñaranda estaban ya en el Palacio de Gobierno conferen-
ciando con Toro. Acto seguido me trasladé ahí, donde
encontré a varios camaradas jóvene que estaban
ansiosos de conocer el resultado a que llegaría dicha
conferencia. Mucho fué lo que tuvimos que esperar; por
fin a las ocho de la noche más o meno , se abrieron la
puertas de las oficina , saliendo Peñaranda y Busch,
 E. BELMO ' TE PADO
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELIO 125

quien no dieron a conocer que todo e taba arreglado con energía. Este era 1 magnífico acuerdo que daba
en la mejor forma y que i deseábamo conocer detalle lugar a que se dijese que todo estaba favorablemente
no tra ladásemo al E tado Mayor General donde arreglado
ríamo informados por ello . PARECIA Q E SI DICHA CO SULTA, QUE E T AB
Llegado al E tado Mayor General supimos que el EL MA DATO CI ICO Y DISIMULADO: i QUE SIGA TORO!,
acuerdo final con i tía en que el Alto Comando haciendo HABIA HECHO DESAPARECER MILAGROSAME TE TODA
u o de u e taciones de radio transmitiría una circular LAS CA SAS Q E SE ALEGARO HORAS A.l~TES PARA
dirigida y fümada por Toro a las guarniciones; en dicho DERROCAR S EFASTO G-OBIER ro. ¿ Q IZA POR ARTE
documento, de de su amenazante itial de Jefe de )IAGICO LOS VICIOS DEL ESTADISTA SE RABIAN cm; ER-
E tado, n el que aún proseguía, Toro efectuaba una TIDO E VIRTUDES CI DADA S; O LAS SOMBRAS DEL
consulta al cuerpo de oficiales d l Ejército. En ella, PASADO PROXIMOTIE BOLIVIA QUE PESABA T SOBRES
indirectamente ordenaba que cada uno de é tos diga i CO CIE CIASE RABIA ABATIDO A rTE EL S CRILEGIO
quería o nó que prosiguie e él como Presidente, DE r A E GA OSA Y HUMILLA TE OTA CONSULTIVA? .
Tal pregunta debía haberla efectuado una entidad ¿ ACASO, A TE LA OTA PRESIDE '" CIAL, LA VEr TA DE
neutral y no el interesado, meno i éste e taba aún con ARMAS Y MU ' ICIONES RABIA DADO COMO RESULTADO
la autoridad en us man.os; ya que así su consulta e MAS BIE LA PREPOTE CIA DE UÉSTRO DEBIL EJER-
convertía en una clara y odiosa presión obre la con- ClTO Q E RRII COI ADO E r LOS LTIMOS CO TRA-
ciencia de los oficiales a quiene e les obligaba a votar FúERTES ' DE LA CORDILLERA ANDlNA VIGILABA Y DE-
a favor del firmante, so pena de sufrir segura~ persecu- FE DIA TIMlÜO, SI ARMAS I fU ICIO "ES, N ESTRO
ciones en caso contrario . El Alto Comando del Ejército PETROLEOS?. ¿o EL AB illONO E 'I "DIFERE1 CIA AS
había aceptado nada meno que hacer el papel de agente OBLIGAC10r ES DE JEFE DE ESTADO SE HABIAr CONVER·
transmisor de tan detestable documento . Es verdad, que TIDO E SOLICITA Y ACTIVA PREOCUPACIO ?. PAPE·
en todo este tiempo la actitud del Coronel Busch fué L "CHO PORT DOR DE T CI !CA COr SULTA '.'!'O ERA
muy retraída, pues presentía que le impondríamo que CAPAZ DE GE ERAR TA TO MlLAGRO. LAS CAUSAS
él se haga cargo del gobierno en vez de Peñaranda y una QUEDABAN EN PIE, Y LOS OFICIALES AHI PRESE ' TES r O
di culpable delicadeza per onal hacía que no actua e 1 OS H'ARIAMOS E GAT ~AR: iTORO DEBIA DIMITIR!.
s
 126 E. BELMO TE PAB O ,
En representación de mis camaradas, tomé la palabra
y dí a conocer que el curioso documento no hacía
desaparecer las causas del golpe de estado, y más aún,
que la nota firmada por Toro ordenando que cada oficial
diera su opinión, era, más que una consulta una re-
probable presión a la conciencia de nuestros camaradas.
Como rechazaran mis juicios, arranqué la nota de las
manos de quien la tenía y la rompí violentamente en
pedazos. Si el comando fué quien inició el golpe de estado
echando su carta a la mesa del juego político, éramos
ahora nosotros que no permitiríamos que la retire:
- i Toro debía caer!
La destrucción de la nota firmada por Toro causó
gran eferve cencia en el ánimo de los concurrentes, que
momentos antes se sentían ya desalentados ante la des-
orientación y cavilaciones de Peñaranda. Este tomó la
palabra y nos cantó el estribillo zarzuelesco de que por
la tranquilidad de las madres y hogares bolivianos
debíamos detener la revolución; a lo que todos con-
testamos que por el bien nacional el funesto hombre de
Picuiba debía dejar de ser jefe del Estad.o desde esa
misma noche.
Ante nuestra terminante decisión se retiraron por unos
momentos Peñaranda y Busch a sostener algún inter-
cambio personal de pensamientos, luego retornaron y el
primero dijo que él declinaba hacerse cargo del gobierno
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA R E BELIO N 127
y señalaba la persona del Coronel Busch para que
asumiera el poder. La noticia la recibimos con gran
regocijo aunque los acontecimientos al precipitarse,
haciéndolo prematuramente presidente a Busch, nos
quitaban el tiempo y la posibilidad de efectuar la cam-
paña ideológica de la futura revolución política.
E scuchadas las palabras de P eñaranda, nos pu imos
todos en marcha hacia el Palacio de Gobierno; esta vez
los oficiales jóvenes ingresaríamos al despacho presiden-
cial para impedir que el mago del engaño tuviese un
nuevo éxito aprovechando los sentimientos de amistad
personal. Una vez presente Toro, Busch tomó la palabra
y en tono muy tranquilo y amable, que demostraba
claramente que él no tenía ambiciones, le dió a conocer
que los oficiales le imponían su dimisión. En contes-
tación, Toro tomó la palabra y comenzó con una ex-
posición de motivos a través de los cuales pretendía
demostrar que él jamás había deseado la pre idencia y
que si llegó a ella fué por imposición. Faltó poco para
que nos convenciera de que nosotros no habíamos ido a
imponer su dimisión, inó a rogarle siga en el poder para
el bien de la Patrfa. Luego alegó que la dificil situación
internacional con el Paraguay, aconsejaba tranquilidad
política interna y para comprobar lo peligroso del
momento nos leyó los cifrados que anunciaban que el
Paraguay movilizaba u ejército .
 E. BEL)I0 1 TE l'ABON
128
E decir pretendía nuevamente adormecerno con
ofisma ; ma , e ta vez no saldría con la suya . Le corté
u di. cur o y dij e que preci amente lo argumento que
él exponía para permanecer en el poder, imponían su
dimi ión. Necesitábamo un gobierno no d espreocupado
orno el uyo, que orientando serenamente lo aconteci-
mientos evitase la reiniciación de la guerra con el Pa-
raguay; además, que en caso de un conflicto armado
con e e país, ni el pueblo ni el Ejército tendrían fé en él,
dado su funesto pasado; y que cualquier exposición era
inútil y si él no dimitía, la revolución vencería mediante
el derramamiento de angre . En esto me cortó la falabra,
y me dijo que me moderase y que no le levantase la v oz.
Pensó quizá amedrentarme, mas, no obtuvo re ultado.
Contesté con violenta emoción patriótica que mis
palabras y acto e taban inspirados en un entimiento
al cual todos de};>emos respetar y cuyas manifestacione
no tenían la posibilidad de ofender, pero sí la de imponer
el deseo del bien nacional.
Al mismo tiempo , mis manos instintivamente acaricia,
ron la voluminosa pistola que llevaña a la cintura.
Quizá el dolo~ que experimenté cuando la tragedia de
Picuiba, despertaba en mí, induciéndome a liquidar la
cuenta que claman miles de hombres, de mujere de
huérfano ; que ju tamente un pueblo exige.
J USTIFICAT IVO S DE NUESTRA R E BELION 129
Toro prudentemente calló su discurso y dijo muy
quedamente: - "Está bien, DIMITIRE"; y dirigiéndose
a Peñaranda y Busch les invitó a pasar a u departamento
privado a tomar una taza d e café. Cuando salían, le grité
que la dimisión debía ser en el acto y por e crito; ma ,
me era difícil saltar por encima de lo jefes del mo-
vimiento revolucionario, cuya contemporización me
anulaba.
Pensé que la taza de café podía convertir e en una
nueva amigable transacción; lo único efectivo que
teníamos era la dimisión verbal, por supuesto muy débil
ante la feliz alianza entre la a tucia del uno la congénita
conde cendencia del otro y la explicable moderación
de Busch. Inquietamente bu qué la forma de conjurar
el nuevo peligro y encontré que la única era propalar la
noticia de la dimisión por toda la ciudad y poner a í
fin a la comedia que ya no invitaba a hacer u o de la
violencia. Expuse el plan a mis camarada y lo aceptaron;
lo dí a conocer a un viejo coronel y lo de autorizó.
Secundado por mi compañero hice lo que veía como
imperioso: nos trasladamos al diario " La Razón", im-
pusimos tocai-a su sirena de alarma llamando a noticia
extraordinarias y que pusiera en u pizarrilla callejera la
dimí ión de Toro y la ascensión de Busch al poder.
Luego nos trasladamo a Radio Illimani donde orden é
que e tocara el Himno Nacional e intercalada con él , e
 130 E. BELMONTE PABON
diera a conocer la gran noticia política. Pienso que Toro
i no e cuchó personalmente la noticia en las radio-
receptoras de Palacio, por lo menos alguien se la co-
municó por teléfono. A í, la rapoza caía en las rede de
nue tra deci ión; lo lazos afectivos per onales que
tanto explotara, abu ando de lo entimientos cívicos
por ahora estaban cortados. TORO CAYO, pese a las
vacilaciones y compadr río de Peñaranda.
LA PRESIDE CIA DE BUSCH FUE ACEPTADA POR LA
I DISCUTIBLE S PERIORIDAD MORAL Q E EL TE1 IA
SOBRE TODOS LOS ESPIRITUS.
12.--LA CON JURACION E EL CLUB DE
LA PAZ
¿FUÉ PE~ARANDA UN COMPLICE?
Al día siguiente Busch me pidió hacerme cargo de la
Jefatura de la Policía de La Paz. Bien sabía yo que esta
era una de las llaves de la estabilidad material del
gobierno y como Busch, dada la precipitación de los
acontecimientos, no tenía organizaciones propias en las
cuales apoyarse, admití que me era obligatorio proseguir
con l a obra empezada y asumí tal función política .
Recordando la furiosa acción del pueblo cuando la
revolución contra el Presidente Siles, envié fraccione
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 131
armadas de seguridad, para proteger las vidas y bienes
de los caídos del poder. A la par que para impedir que
éstos preparasen un contragolpe, se les impuso, por vía
preventiva, guardar arresto en sus propias casas. Esto
era lo mínimo que se podía hacer contra los derrocados,
ya que de acuerdo a la conciencia general, muchos de
ellos eran culpables de los más diversos delitos y pecu-
lados.
Empero, nuevamente saltó la paternal intervención
de Peñaranda, según quien, tampoco era "digno" privar
de libertad a los ex-gobernante · el señor deliraba con
este término abstracto al cual recurría cada vez que
quería hacer algo que él mi mo no comprendía, pero que
quería justificar. Fueron inútiles mis explicaciones y
resistencia~ se les tuvo que levantar la prohibición de
salir de sus casas; Los caídos, según se había presupuesto,
se pusieron en activos trajines contrarevolucionarios
que terminaron en la desgraciada noche "del Club de
La Paz" en la que también aparece la figura de Pe-
ñaranda.
. La contrarevolución debía estallar el 15 de Julio en la
noche; el 14 en la noche me fué posible conv ncer a
Busch sobre la necesidad de acar del país por lo meno ,
a Toro, y me hice cargo personalmente de ello. El 15 al
amanecer salía Toro e coitado en autocarril rumbo a
Arica, quedando así d cabezado el movimiento uh-
 E. BEUIONTE PABON
132
versivo. En el trayecto hubo un agradable silencio por
ambas parte y lo único qu me dijo fué: - "Extraño
la de lealtad de mi ahijado Belmonte"; yo no le dí re -
pue ta alguna. unca le había ofrecido lealtad política
ya que ésta solo se la. puede brindar no a un hombre, sinó
a sus virtu,des unidas a una ideología nacionalista; pero
él dominado por una ética de compadres en la que los vín-
culos personales se anteponen a los deberes con la nación,
creyó encontrar en mí el mi. mo desorden moral que se
refiere a la prioridad de lo distintos deberes de un hombre.
desorden del que él tanto abusara y gracias aJ cual llegó
poder.
ADIE TIENE EL DERECHO DE SACRIFICAR LOS I -
TERESES COLECTIVOS DE N P EBLO AL SERVICIO DE
SE TIME TALISMOS PERSO ' LES.
El mismo día 15 de Julio retorné a La Paz despué
de escoltar a Toro ha ta la frontera chilena; a eso de la
diez de la noche llegúe directamente a mi domicilio e
ignorante de lo que ocurría en esos momento , me
dispuse a desean. ar; hacía vario días y noches que no
pegaba lo ojos y físicamente me entía abrumado.
poco rato, me buscó un edecán de Palacio para co-
municarme que el Jefe del E tado, Coronel Busch, me
llamaba urgentemente; que había estallado una contra-
revolución y e encontraba n u comienzo , que el
cuartel general de lo revolto o era el Club de La Paz,
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION
133
de donde partían lo delegado incitadore hacia lo
regimiento .
En el acto me constituí en el Palacio de Gobierno,
donde el Coronel Bu ch como a Jefe de Policía me dió
la terminante orden de conjurar enérgicamente el
peligro y como medida inmediata a realizar e, aislar a los
revoltosos de todo contacto con el público y lo re-
gimientos y luego detener a unos veinte individuo qu
e encontraban en dicho Club y cuya li ta para el efecto
me la dió .
¿ Qué había pa ado en el Club de La Paz?¿ Cómo a í
e conocía en Palacio la con piración que decían se
encontraba en marcha y había tenido us comienzos en
dicha institución social? Según lo que e me informó en
Palacio, a fin de que e tuviera en antecedentes, y según
más tarde rumoreaba el pueblo, lo contrarevolu-
cionarios prepararon u golpe para la noche del 15 y
procedieron de acuerdo al iguiente plan: - El General
Peñaranda recibió un banquete ofrecido por los con -
jurados, al que asistió , como u invitado de honor, el
Coronel Busch. Mucho antes de que Üegaran l os dos in-
vitados, una parte de los conjurado e taha ya en dicho
Club preparando el ánimo con bebida alcohólica .
Cuando llegó Peñaranda trayendo a su invitado de
honor, lo conspiradore que e taban ya en estado de
emi-embriaguez, dieron una recepción ho tíl al Pre-
 E. BELMONTE PABO
134
sidente, vitoreando al mandatario caído y echando
muera para el traidor. E decir, e ultrajaba calificando
de "traidor" no ólo al mandatario inó al indi cutihlc
campeón de nue tros héroe de la guerra chaqueña; y se
le insultaba porque, por fín al jado del sistema de
compadrería, antepu o sus entimientos de Patria a los
afectivos que tuviera por un borracho, al cual ahora, su
hermanos de botella vitoreaban.
Según se afirma, lo conjurado buscaban provocar
un revoltijo dentro d 1 Club para ocultar en el desorden
la mano del a esino que, aprovechándose del tumulto,
descargaría su pi tola sobre el mandatario. Pero Busch,
ca i siempre inalterable, no se levantó de la mesa a
castigar a los ofensore como aguardaban los conjurados,
en e pera del trastorno. Se mantuvo sereno mientra
Peñaranda, el banqueteado, n'o asumió ninguna actitud
varoníl en defensa de su invitado de honor.
Al mismo tiempo de cometerse el asesinato, varios
soliviantadores se dirigirían a lo regimientos en los que
habían algunos oficiales a favor de Toro.
Cuando pasaron los regimientos durante el de file 'f
cívico que esa noche se realizaba, por delante de las
ventana del Club de La Paz, varios conjurados salieron
a ellas y con el propósito de preparar el ánimo de los
soldados gritaron vivas a Toro y mueras a Busch. Ma ,
inútiles habían sido sus esfuerzos, pues los soldados
JUSTIFICATIVOS !JE NUESTRA REBELION 135
permanecieron neutrales. i Habría sido impo ible que
atacasen a Busch, nada menos que para servir al culpable
de Picuiba ! i i Habría sido anteponer la cobardía al
valor, la traición al patriotismo!! ¡ ¡ Picuiba, a las
páginas heroicas con que Busch embelleció nuestra
historia!!
Terminado por completo el banquete, recién a los
postres el agasajado Peñaranda tomó una actitud:-dió
por terminada la reunión.
Toca preguntarse ¿ era Peñaranda cómplice en esta
conspiración? Lo probable es que no lo haya ido. ¿ Y si
no fué, por qué no tomó una actitud severa e impuso
respeto para su invitado de honor?¿ o se dió cuenta de
que además se faltaba el respeto a la primera autoridad
del país, a la que él estaba obligado, dada su función de
General en Jefe del Ejército? ¿ Y qué hizo cuando supo
que agente soliviantadores, alido del club, se dirigían
a los cuarteles? ¿ era que con su perniciosa y natural
indulgencia, dejaba obrar a los revolto os, de la mi ma
forma como apañara en la guerra chaqueña a los nego -
ciantes y embo ca dos? . . .
Cumpliendo las órdenes recibidas, tomé un par de
agentes civiles de la policía a lo que apo té para que
vigilasen los movimientos de los conspiradores en dicho
club; tomé contacto con la fuerza que ya habían ido
~nviadas del rcgimi nto acantonado en el cuartel de
 136 E. DE LMO TE PAIIO N
San Pedro· dí in truccione a su comandante para que
con pue to d guardia cerra e la bocacalle que con-
ducían al edificio del Club. Fué contraviniendo lo grito
de "¡Alto!" y " ¡ Media vuelta!" que daban estos pue to.
a lo que e aproximaban o pret endían cruzar, que en-
contraron en iblem ente su muerte dos inocentes, cuyo
único p ecado fué el que todos tienen: no acatar la
órdenes de la autoridad.
Dada e a órdenes pret endí ingresar al Club para
detener a los que e taban en la lista que el Coronel
Busch me diera y que había sido hecha después del
banquete. Mas, m e fué imposible porque m e cerraron el
pa o violentamente pese a que diera a conocer de que
era en nombre de la ley. Tomé varios oldados y alguno
agentes civiles y penetré a la fuerza. La violenta re i -
tencia continuó, iendo imposible imponer orden ni
detener conjurado alguno. Los sediciosos inducían a mis
soldado y agente a di p arar sus arma contra mi per•
ona, lo que, ante la audacia de los subversivo , y el
recuerdo d e que irvieran al régimen pasado , fu eron
poseído por una momentánea vacilación y mostraron
incertidumbre ante mis órdenes; la balanza se pu o a
vacilar y había que cargar con mano fuerte para de·
cidirla a favor. Disparé con mi ametralladora al aire,
esto causó al comienzo un buen efecto, pero cuando
notaron la treta lo ediciosos se envalentonaron más.
J U S T IFIC AT IVO S D E E ST RA R E B EL IO N 131
El tumulto aumentó y en el ataque que lo. sedici o o
hicieron contra la Policía, uno en con tró u m u erte.
La victoria se inclinó al lado d e Bu ch ; mis agente
y soldados se lanzaron r esu eltos a cumplir su d eb er;
mientras tant o, d ecay ó por completo el ánimo de lo
amigo d el culpable de Picuiha. Tomé pre o a lo
que estaban en la lista y dispuse que lo r e tan t e no
abandonasen el local del club h asta el día iguiente.
Luego hice det en er a todo individuo civil que e t u -
viera cerca d e los cuartel e . E verdad qu e d eb í hacer
casi todo personalmente; el p er onal d e la policía e taha
compuesto de elementos favorecido por el r égimen
anterior, y era aún dema iado temprano para confiar en
ello ; p ese a que entreví que aún ello a queahan er vu
al hombre más fune sto del Chaco. Mis funcione ubían
y haj aban de de Jefe de Policía ha ta {tltimo agente o
carabinero. Desde el comienzo, impedí y prohibí ter -
minantemente todo acto de violencia o denigrante en
contra de los d etenidos políticos ; se prohibieron lo
golpes, lo flagelos, los balde de agua fría , etc.; aún el
tratarlo con palabra gro era no e taha permitido;
para mí, cada uno de los contrarevolucionario , podía ,er
un hombre que conspiraba por amar a su tierra.
LA A TORIDAD ESTA FAC LTADA DE HACER ·so DE
TODA LA E ERGIA Q E SEA ECES RI , PERO CA I
 138 E. DELMONTE PABON
CA DE LTRAJAR I TRATAR CO ODIO AL CONS-
PIRADO R.
Al día subsiguiente, la naciente contrarevolución
estaba cortada de raíz, y tuvimos paz interna por
alguno meses.
El uce o del Club de La Paz se ha convertido en
un .instrumento de amenaza que los gobiernos entre-
gui tas e grimen en contra mía. Así, el Presidente Quin-
tanilla pretendió conseguir de que por mi propia volun-
tad, aunque atemorizado por el proceso judicial que él
con intención y subterráneamente removiera, yo declare
desde Europa mi deseo de no retornar a Bolivia. Tal
actitud e la respuesta silenciosa y oculta que dió a la
petición enérgica que algunos oficiales le hicieron para que
yo retornase a Bolivia a fin de garantizar, con mi pre-
sencia en el gobierno, la prosecución de la política del
trágicamente desaparecido Coronel Busch. Política a la
que Quintanilla traicionó pese a su promesa de fidelidad.
ESTE SEGURO EL LECTOR DE QUE SI EN LA HUELGA
DE CATAVI HUBIESE MASACRADO OBREROS, E VEZ DE
ESTAR AHORA PERSEGUIDO, HABRIA GOZADO DE U A
BRILLA TE SITUACIO . HABRIA SIDO EL IÑO MIMADO
DE LA ROSCA Y EL BRAZO ARMADO DEL IMPERIALISMO
E ' CO TRA DE LOS ESCLAVOS BOLIVIANOS, DE MI
PUEBLO.
J US TIFICATIVOS DE NUEST RA REBELION 139
13.- NACIONALISMO E MARCHA
LA REVOLUCION DEL PALMAR
Busch quedó afianzado en el poder, su aprendizaje
comenzaba. Pasados unos dos años, empezaría a dar sus
sorprendentes frutos, aunque al comienzo no serían lo
suficientemente madurados. Apenas empezó su gobierno
le sobrevino una especie de boycott económico; el
estaño que tenía la alta cotización de unas 300 libras la
tonelada, bajó a 170 f, .
Pronto pude confirmar en persona, viendo los do-
lorosos afanes de Busch, que ninguna acción cons-
tructiva podía encarar el gobierno, mientras el Estado
no contara con una podero a economía. En igual forma
la riqueza privada tampoco disponía de fuerzas ufi.-
cientes por no contar con capitales. TODA INICIATIVA
GUBERNAMENTAL, POR PEQUE-A QUE FUERA, TENIA
U1 A COM E INVE! CIBLE MURALLA: O HABIA - 1
DIVISAS NI DI ERO SUFICIE. TE E MONEDA
BOLIVIA A. TAMPOCO SE PODIA I D CIR O IMPO i'ER
QUE LA REALIZARA EL CAPITAL PRIVADO PORQUE
ESTE ERA TAN IMPOTE TE COMO EL DEL ESTADO.
En los primero tiempos asumí una e pecial y difícil
obligación: dar ólida estabilidad material al gobierno
 140 E. BEUIO i TE PABON
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 141

rodearlo de crédito moral ante la oficialidad del Por ese entonce , yo no conocía aun lo gigante ca que
Ejército; de tal uerte, que no me inmiscuí en ningún otro es nuestra riqueza petrolífeTa, ni lo grandio o. alcance
a unto gubernamental por con iderar que además de no que podría tener para toda la ación; i había po ado
er de mi competencia, di per aría mi atención, debili- la mirada ob1·e ella, era porque no quedaba otra que a
tando la ncce aria olidez que debía garantizar al breve plazo no ofreciei-a igualar el progre o . de la
gobierno. naciones vecina . El petróleo, con do año de activo
focho eran lo a unto obre lo cuales habría de- trabajos preparatorios, ofrecía la fa e de una franca
ado pon r el pe o de mi brazo; empero, seguro de que explotación beneficiante · no así las demá indu tria
el valero o oficial del Chaco ya los realizaría por sí solo, q:ue aún podían ser creadas o impulsadas por el e tado:
máximo o teníamo frecuente y larga conversaciones, la agricultura, por ejemplo, requería uno diez a qu.ince
en la que e iban plasmando las línea de la futura años de trabajos previos: experimento , elección de
acción. Por lo pronto, una cosa era clara y definitiva: LOS semillas, preparación de campos, etc.; la ganadería
ofrecía iguale dificultades de tiempo, y en el mi mo
PETROLEOS DEBI SER TIC Y EXCL SIV AME TE
caso se encontraba la industria fabril. Todavía má ,
FISCALES, A QUE EL GOBIER O APOYAR! EL DES-
todas ella nece itaban e le ponga a di posición un
PERT R Y EL DESARROLLO DE 'A 1
UE A ERA ACIO-
fuerte capital que no lo teníamos y que nadie no lo faci-
T L E ' LOS BE EFICIOS Q E SE OBTE1 GAN DE DICHA
litaría. Pues ninguna entidad facilita dinero cuando é t
RIQUEZA. ELLA NO DEBIA CORRER LA SUERTE DE LAS
tiene que ser invertido en fine que no ofrecen una egura
OTRAS, SI ro QUE ESTABA DESTINADA DAR POTE CIA
y pronta olvencia.
ECO OMICA AL ESTADO PARA Q E ESTE HICIERA LO QUE
Digo "segura" porque en el ca o de impul ar cual-
EL CAPITAL PRIVADO POR POBRE NO RABIA PODIDO
quiera de las t1·es industrias mencionada , ólo eontaría
HASTA AHORA; ES DECIR, HACER Q E BOLIVIA EMPIECE con el mercado nacional que no ofrece rendimiento en
SU ERA DE PROGRESO I rn STRIAL, PERO 1 0 PARA divisas, necesaria para pagar lo empré tito a adquirir
SOMETER A LOS COMPO ' E TES DEL P EBLO BOLIVIA O para su desarrollo. Pues, habría sido difícil contar con
A LA CO DICIO DE OBREROS ESCLAVIZADOS, SI O PARA mercado extranjero , que son los que pagan en divi a
ELEVARLOS A LA DE CIUDADANOS BE JEFICIARIOS. porque lo demá paíse vecinos, adelantado como e
 112 E . BELMO ' TE PABON
encuentran en dicha indu tria , apenas si necesitan
alguno que otro producto de ella .
Con los petróleo no ocurría esto, varios paíse vecino
los necesitan por no tener yacimientos o porque la
producción de ello e menor a u con umo; por lo tanto,
teníamos en ellos mercados eguros, dando lugar a í a
que pudié emo disponer de divisa para el pago de los
créditos que se obtuviesen.
Más tarde pude comprobar casi todas mis reflexion~
y deducciones; entre ellas, la que má me alegró fué que
el petróleo era tan solvente que no e necesitaba buscar
créditos ya que ellos le eran ofrecidos.
Dentro de mis meditaciones había dividido la rique_z a
boliviana en tres grandes grupos: - I) aquellas que
están en poder del pueblo y de personas o firmas que
radican y gozan de ellas dentro del país sin exportar sus
utilidades; II) las otras que están en poder de firmas
que las ordeñan desde el exterior y que el único beneficio
que nos ofrecen es dar un esclavizante trabajo a los
hijos de Bolivia; y, III) aquellas que aún están libres y
que per1ienecen al Estado, de las que éste podría disponer
sin crear ningún problema, ni interno, ni internacional.
EL PRIMER PLA DE UESTRO NACIO 1ALISMO CO .
SISTIA EN ORGA IZAR LAS RIQUEZAS LIBRES CON LA
AYUDA DE LOS RESULTADOS QUE OBTUVIESEMOS DEL
PETROLEO . .
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 143
Pero, bien sabíamos que la justamente expulsada
empresa Standard, no daría paz a ningún gobierno que
le negase la propiedad de dicha riqueza. Haciendo uso
de cuantos medios pueda tener a la mano conspiraría o,
encubierta con nombres ajenos o mimetizada bajo la
bandera de algún país, pretendería reaparecer como
propietaria, sin que Bolivia se diese cuenta de ello .
De ahí que, en previsión de sus posibles conspira-
ciones, en las exposiciones informativas que daba yo al
cuerpo de oficiales, estaba incluído que los petróleos
serían fiscales, y daba a conocer las ventaja nacionales
de esta medida y los riesgos que entrañaba en contra
del gobierno. Así informados, los oficiale tendrían, por
sí mismos, el cuidado de no dar fácilmente oídos a los
agentes subversivos de la Standard. Felizmente la
oficialidad joven estaba plenamente conforme con la
actitud que el -gobierno observaba con la riqueza petro-
lífera.
El decreto expropiatorio de las conce iones auríferas
de los pequeños propietarios que beneficiaría a la casa
Aramayo, - tema ya tratado páginas atrás - , con la
ascensión de Busch al poder, no tuvo cur o, con gran
disgusto de dicha firma, la que ademá corría un nuevo
riesgo; las grandes empresas productoras de e taño
estaban sometidas a una desigual escala de venta
 144 E. BELMONTE PABO
obligada de divisa al Estado; mientras la casa Patiño
debía entregar del 42 al 45%, la firma Aramayo e taba
ólo obligada del 20 al 23 % más o menos; esta diferencia
era naturalmente un gracioso obsequio que el gobierno
de Toro le hiciera a través de contratos bilaterale
firmados por el Estado, y que el gobierno de Busch
de-eando anularlo ólo esperaba encontrar un ju ti•
ficativo para explicar dicha medida. Más aún, la ca a
Aramayo debía perder toda esperanza de que el go·
bierno, e ta vez dirigido por Busch, le diera nueva
conce ione que fuesen dañosas a los intereses nacionales.
Por lo tanto, la firma Aramayo estaba en la disyuntiva
de ufrir la intolerancia de un gobierno imparcial o
con pirar contra é te; y e decidió por lo último . .
Dar un golpe de e tado no es co a difícil; pues, desde
ya e cuenta con la infaltable y crecida oposición que
ofrecen todos lo partidos del llano; los que al no
ostener doctrina política alguna a la cual ser fieles, le
e igual que sea este o aquél quien se encarame a la
Pre idencia del país . Además, encuentran en todo cambio
de gobierno una probable coyuntura para escalar hasta
el poder.
Pero ocurre que la pobreza de los adherentes no le
permite financiar revoluciones, de donde quedan a la
expectativa de alguien que se haga cargo de dichas
erogacione .
JllSTIFICATIVOS DEN ESTRA REBELIO 145
Por lo tanto, quien tenga posibilidades de financiar
un golpe, cuenta con el asentimiento de lo que están
en el llano a la espera de cualquier oportunidad que Tos
alve de la miseria, incluyéndolo en el presupuesto
nacional.
La casa Aramayo ofreció y dió los dineros, y el lider
elegido tenía que er aquél que tan sobrada muestra
de fidelidad le había ya dado a través de su pródiga
obsequiosidad con los bienes nacionale , o sea Toro. El
agente di tribuidor de dinero fué Guillermo Gutiérrez
V ea Murguía, a cuya cuenta en Londres, Aramayo le
giró las libras e terlina nece aria que vendida en una
casa comercial de La Paz1....-en bolsa negra-se con·
virtieron en moneda boliviana, que luego e distribuyó
entre los conjurado .
Lo pl'incipales focos de la con piración fueron La
Paz y El Chaco, y lo m dio empleado lo má crimi-
nale.
Vuelvo a repetir, lo que ya dijera hace mucho tiempo :
SE TIENE LA OBLIGACIO r DE CO ' SPIRAR CO TRA UK
MAL GOBIERI º· e DO SE PROCEDE INSPIRADO E r
RAZONES r ACIO ALES; PERO El\" TAL CASO, ELLA
MISMAS PROHIBE ' EL SO DE MEDIOS QUE PUDIERA!.~
DAÑAR GRAVEME TE A LA PATRIA.
Dada la inmoralidad cívica del líder de la ca a
Aramayo, y de todo lo que ya conocemos con relación

146 E. BELMO TE PABON
a é ta y aquél, mal podía er Toro el repre entante de
razone o imperativos nacionales. A través de los medios
empleado e verá claram nte la impureza de sus amhi•
cio os propó itos.
El líder de la casa Aramayo aparece súbitamente en
el Chaco, induce con manifie tos dirigidos a la oficialidad
del Chaco a ecundarlo en su movimiento subversivo,
a la par que dirige un ultimátum al gobierno de La Paz
en el que impone a Bu ch entregue el gobierno a . . .
Peñaranda, en el término de 24 a 48 horas. En La Paz
e pretende comprar con dinero a algunos oficiales y e
lanza volantes en los que se invita a la clase de tropa a
desobedecer y victimar a sus oficiales para luego derrocar
al gobierno; a fin de obtener buen éxito en us criminales
insinuaciones, se incita en los volantes el sentimiento
regionalista de los oldados paceños. Por lo visto , para
la casa Aramayo y u lider todos los medios son lícitos
cuando se trata de proteger los intereses de aquella y
de servir las ambiciones de éste.
Los oficiales del Chaco tenían én aquellos tiempos
una delicadísima misión; el conflicto chaqueño aún no
había terminado y ambos ejércitos, uno frente al otro,
se ofrecían peligros recíprocos. Los paraguayos, desde
sus posiciones, podían contemplar las torre de nuestro
pozos petrolíferos y era de temer que incitados por 1o
' - ··~·~--··~-·--- -- --. --- --·
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELlO 147
fabulosa que es la riqueza del petróleo, podían tomar los
pozos con un ataque sorpresivo.
La Conferencia de Paz del Chaco, hacía sus últimos
esfuerzos y pasaba por una crisis que amenazaba u
disolución sin antes haber conseguido un entendimiento
definitivo que asegurase la paz entre los litigante . Esta
circunstancia era un nuevo peligro, pues el Paraguay
en la desesperanza de afianzar la ocupaciones terri-
toriales mediante un acto legalizador de la Conferencia
de Paz, podía recurrir a un golpe de mano para echarnos
más allá de los últimos contrafuerte orientale de lo
Andes y así aprovechar de la natural y excelente posición
defensiva que las montañas ofrecen, en vez de aceptar
un armónico entendimiento.
El momento era pue a todas luce peligroso a Bolivia,
y lo oficiale de las guarniciones chaqueña , con má
celo que ante , debían e tar eriamente concentrado
en su delicada misión. Sin embargo, la casa Aramayo
no respetó nada, di puso que u lider se pre cotase en
Yacuiba y El Palmar y di trajese peligro amente la
oficialidad con luchas interna que podían provocar
entre ellos divergencias de opinione y deci iones. Una
parte de la oficialidad podía aceptar la invitación de
Toro y secundarlo; otra, ponerse re u ltamente en su
contra. Esta po ible divergencia de criterios pudo dege-
nerar en una lucha armada entre las fuerzas chaqueña ,
 148 E. BEL fONTE PABO '
con el grave rie go d que el enemigo aprovecha e de la
anarquía para arra ar nue tra defensa y apoderarse de
o petróleos . Por noble que hubie e sido ·el fin revolu-
cionario, e ve claramente el empleo de recurso prohi-
bido .
En La Paz ocuuió otro tanto , aunque el peligro no
era de carácter internacional. En el ca o de que la tropa,
e cuchando la incitativa de los volantes sedicio os, hu-
biera a e inado a u o.6.ciale o de conocido categóri-
cam nte u autorida~ e habría sentado un precedente
tan grave que la débil disciplina militar de nuestros
ciudadano habría sucumbido. Omito citar un hecho
aún más grave que el anterior que habría podido dividir
•
definitivamente el territorio nacional.
Fué ante la inconciencia criminal de estos hecho que
Busch, venciendo definitivamente el gran afecto que
tuviera por Toro, ordenó u captura y fusilamiento
inmediato. La orden fué dada rápidamente, quizá
porque Bu ch temía que la voz de sus pasados afectos
por aquél funesto y fal o amigo pudiei;a vencer má
tarde su justo enojo cívico.
Se dice que una revolución es un delito contra la
Patria cuando fraca a, y un heroísmo patriótico cuando
vence. Mas, en este caso, se gane o pierda ¿ servir a la
firma financiadora de la r evolución era escuchar algún
ma~ dato nacional? POR LO ME OS: SI LOS MEDIOS
JU ST lf'lCATIVO S D E ESTRA REBELION 149
AC S , EL F!I OBLE DEBE J STIFICARLOS. E ESTE
CASO MEDIOS Y FI SO P !BLES.
¿ Cómo apareció e te fraca ado golpe de e tado ante
los ojos inocentes del pueblo?. El supuso que sólo e
trataba d e hechos movidos por la ambición de Toro;
él ignoró que al medio, en forma muy encubierta e
agitaban inter eses económico del capitalismo imperia-
lista.
Si e examinaran cuidado amente lo entretelone de
la mayoría d e los golpes revolucionarios, se vería detrás
de éstos a los agentes del capitali mo internacional
naciendo u o de nue tra pobre~a, de nne tros odios
sectarios y r egionalistas, de las ambiciones d e figuración
de nue tro prohombres y, muy e pecialmente, de
·nuestra inocente inclinación al cumplimiento de con-
ceptos míticos . de democracia, libertade política ,
gobiernos legales con parlamento irre pon able Y
otros, que son u s m ejores instrumentos para campear e
triunfal e impúnemente.
En La Paz, los conjurados no encontraron eco fa.
vorable, el orden público quedó alterado · apena por la
expectativa d e los partidos del llano ante lo rumores
de que Toro e taría en Y acuiba organizando la fuerzas
del Chaco para marchar contra el gobierno. •
La órdenes terminantes de Bu ch atemorizaron al
hombre de Picuiba, quien e dió a la fuga ante de que
 150 E. DELMONTI:: PADON
lo capturasen, abandonando a los oficiales que compli-
cara, a que ufran la con ecuencias.
En el ca o de que el Ejército paraguayo hubiese
atacado a las posicione bolivianas, el departamento de
Tarija habría ido el más perjudicado, pues, - además
de perder su zona petrolífera, - por encontrarse más
cerca al Chaco, con us hombres se habría pretendido
contener el sorpre ivo avance del enemigo. La misión
indudablemente habría sido cruenta y de sacrificio, al
tener que tropezar con las fuertemente armadas y bien
organizadas unidades paraguayas.
Sin embargo, el pueblo de la ciudad de Tarija, es-
cuchando sus naturales y nobles sentimiento compa-
sivos, se puso a favor de uno de los culpables que debió
ser fusilado, para quien pidió clemencia. ¡ Es tal la
bondad de nuestro pueblo que está pronto a perdonar,
y es de esta indulgencia colectiva que en forma inescru-
pulosa abusan algunos políticos!.
LOS PUEBLOS DEBE PO ERSE DE PARTE DE QUIE
CASTIGA LOS DELITOS COMETIDOS E CO TRA DE LA
COLECTIVIDAD. LA I DULGE CIA DE P EBLO ES
EL MEJOR- SEMILLERO DE TRAICIO ES E CO TRA DE
LA PATRIA.
JUSTili' ICATIVOS DE NUESTRA REDELION 151
14.- EL PECADO MORTAL DEL UEVO
RE GIMEN
NO SE LOGRA LA DEPURACION DEL EJ~RCITO
En este mismo tiempo, cuando ~e encontraba de
Jefe de Policía, se produjo en la joven oficialidad un
activo movimiento por la depuración del Ejército.
La guerra del Chaco había roto con todas las apa-
rentes virtudes y capacidades militares que eran sos-
tenidas por el rigor de la di ciplina de los tiempos de
paz. En las arenas chaqueñas cayeron los ropaje de la
suficiencia disimulada y así como unos se hundieron en
el descrédito, otros afianzaron su indiscutible y respetable
personalidad.
Las jerarquías militares que en la ante guerra eran
la única base de respeto y acato, quedaron substituida
por las del valor militar, de la honradez y de la capacidad
mental. Cuando un militar hablaba con otro, no po aba
ya las miradas sobre el número y color de estrellas que
llevase en el hombre, sinó sobre aquellas otra que
otorgan las intrín~cas virtudes militares, probada en
la lucha. El respeto obligatorio había sido sub tituido
por el respeto voluntario y con ciente: el inmerecido
por el merecido.
 152 E. BELMO NTE PABON
- - - -- - -- - - - - - - - ------
Terminada la gu rra, se t nía la esperanza que la
demo tración que aquélla hizo obre los valore y nuli-
dades militares, ería apr?vechada para separar del
Ejército aquello de innegable inmoralidad o incapacidad
mental. í lo nece itaba la in titución armada ya que
la prosecución de los malo elementos en su fila ,
legalizaría con la impunidad los delitos que se come-
tieron contra el Ejército y el pueblo en guerra .
Si se quería retornar a la disciplina militar_, había
que e cuchar la ju ta y edificante rebeldía de lo subal-
terno . Era pues ya muy difícil respetar y cumplir
órdenes de quiene llevaban sobre !:iÍ el peso de la
inmoralidad o de la insuficiencia visibles, y que con su
actuación en el Chaco habían denigrado nuestra in titu-
ción y cooperado al enemigo. Queríamos que quedasen
ólo aquellos que por sí mismos eran respetables.
Algo más, el pueblo no tenía ni afecto ni fé por el
Ejército, y esta deprimente situación se a.6.anzaba cada
vez más ante la prosecución de militares que debían no
sólo ser separados como medida depurativa, sinó hasta
juzgados everamente para sentar precedentes que
amenazantes retumben en el futuro. r
LOS PUEBLOS DEBILES, RODEADOS DE PELIGROSAS
ASECHANZAS, ÉSTA MAS OBUGADOS QUE LOS OTROS
A PREOCUPARSE POR LA DEFE SA DE SU P'AIS.
JU ST IFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 153
•
U EJERCITO QUE O MEREZCA LA FE DEL PUEBLO,
DIFICILME TE TE DRA SOLDADOS V ALIENTES.
E s por ello que nosotros los jóvenes ''con el afán
patriótico de rehabilitarlo, p edimo s la separación de
todo aquello que comprobaron en la guerra er malo
elementos.
LAS GUERRAS TIE E LA VIRTUD DE DES UDAR A
LOS DIRIGE TES DE PAIS Y MOSTRAR LOS VICIOS
Y VIRTUDES QUE '.ESTOS .TIE E . LOS PUEBLOS QUE
QUIERE VIVIR O RECTIFICAR S S YERROS DEBE
APROVECHAR DICHA OPORTU IDAD PARA SELEC
CIO AR A SUS CO DUCTORES.
Más todavía, con iderando que un Ejército, en cuyo
seno prosiguen elementos corrompidos, no e garantía
para un buen gobierno , re ultó que tuve la doble
obligación, como . militar y como político, de luchar por
su limpieza; obligación que la a umí resueltamente.
Sen iblemente, la joven oficialidad fraca ó en u
deseo; inútiles fueron todas las peticiones y uge tiones,
pese a que contaron con e~ apoyo de Busch. La tole-
rancia del General en Jefe del Ejército (Peñaranda) se
convirtió esta vez en tenaz defen a de los elementos
malos y como quiera que dicha actitud le creaba cierta
inseguridad en su elevado cargo, e puso a con pirar
contra Bu ch con ayuda de su protegido , u ando como
elemento de contacto entre él y los uyos al Mayor
 154 E. BELMONTF. PABON
Tobar quien, después de evidenciar la conspiración, lo
denunció en presencia de Busch.
E tos hechos hicieron que Peñaranda renunciase a la
jefatura del Alto Comando, pretextando una licencia
temporal. Su sucesor fué Quintanilla, quien para cap•
tar e las simpatías de los oficiales jóvenes ofreció realizar
una radical limpieza, y lo que hizo fué expulsar a pres·
tigiosos jefes por razones de enemistad personal.
E ta necesidad queda en pie y es imperioso el satis•
facerla. En caso contrario, si continuan los malos dentro
del Ejército, sus frutos erán perniciosos en el mañana;
aca o, cuando los jóvenes de hoy, convertidos ya en
hombres maduro , por un mandato de la Patria, tengan
que hacer uso del Ejército, encontrarán una institución
carcomida por la podredumbre que queremo eparar.
Para ese entonces, los enemigos de la depuración
habrán desaparecido por el peso de los años. Y cuando
nosotros, o las generaciones futuras, cargados del pesado
fardo de las trágicas consecuencia , llamemos a las
puertas de los defensores de la podredumbre, tropeza•
remos con la irresponsabilidad y la fría indiferencia de
sus tumbas.
JUSTIFICATIVOS OE NUESTRA REBELIO ' 155
15.- ¿DEMOCRACIA O AUTORIDAD?
BUSCH COMIE ZA A EXPERIMENTAR
Busch, ansioso de ofrecer paz a todos los ciudadanos
bolivianos, abrió las puerta del paí incluso a aquellos
que hacía tiempo se encontraban expatriados por ser
temidos por todos los gobiernos, entre ellos a Don
Bautista Saavedra, el prócer máximo de la democracia
boliviana.
Cuando éste llegó, salieron a su encuentro muchos de
su viejos partidarios y amigos; la manifestación fué
concurrida, pero al compararlas a las apoteósicas de
tiempos pasados se podía deducir que Saavedra se
encontraba en sti decadencia política o que se tenía
ante sí un síntoma inequívoco del estado agónico . de la
fe democrática. El pueblo obrero que tanto en tiempos
pasados le apoyara, hoy, con la credulidad perdida, se
mantenía recogido en sí mismo, máximo aceptaba ser
espectador de la manifestación que se ofrecía a Saavedra
a su llegada. El icono de la democracia había caído, y
su sacerdote más prominente se con umía en la oledad
acompañado por unos cuantos leales y amigo .
Sin embargo, político viejo, conocedor profundo de
la psicología nacional, sabía que jamás a un régimen

156 E. BEL !O NTE PABO
imperante le faltó una fuerte opo ición, compue ta por
lo numero os miembros de los partidos d el llano. Sabia
también qu é tos carecían de jefe de recia personalidad
y que para 'todo ello les era igual quien lo capitanea e.
con tal de que sea un hombre cuyo prestigio les ofrezca
po ihilidades de triunfo en la can adora lucha por llegar
al poder; él contaba con que lo partido del llano e
alinearían fácilm nte a u vera .
Poco día de pué e pu o en activo movimiento;
pe cador amaestrado por lo años y la práctica, echó al
mismo tiempo do redes para llegar al gobierno: la
democrática y la revolucionaria.
El Coronel Bu ch, reconociendo los valores de Saa-
edra, de eaba atraerlo para que por lo menos de vez
en cuando coopera e al paí con sus con ejos. E sto
motivó que dos oficiales, dudando de que éste aceptara
tal ituación, dado el furor presidencial del cual todo
lo abían poseído, )deeirum-o entreví tarlo . Nuestra
~ actituáfué lo más cortés y amable, aunque no qui imo
mostrar muy rápido los verdaderos móviles que no
l habían inducido a visitarlo; y preferíamos que él lo
dedujera dándono así tiempo para escuchar los juicio
que deseábamos conocer.
Al comienzo ·nos pusimos a divagar sobre l o irrealiza-
ble que era la democracia en nuestra tierra por el crecido
porcentaje de analfabeto y por la inmoralidad cívica
- __ ... ·----- __ , _ ... -- -~ ~-- -
J UST IFI CATIVOS DEN ESTRA REBELION 157
de los poco electore . Opinamos que lo que legaliza un
gobierno era la capaciqad política y los actos del que lo
pre ide. La frase "capacidad política" la dijimo
refiriéndono a la generalidad, y él, aco tumbrado a la
alabanzas, la tomó como particular para sí. Con orpre a
e cuchamo que la. opinione de él - el líder de la
democracia - eran iguales a la nue tra , aún cuando
expue ta con brillo y más rotundamente. Tampoco él
creía en el milagro de felicidad de la democracia, y
manife tó que sólo era un medio para llegar al poder
con el asentimiento de aquello qu gustan de lo
trajine electorale ; que LA VERDADERA DEMOCRACI
RADICA EN EL AMOR QUE EL EST DIST TIENE POR
S P EBLO; E CO roCER LAS ~ECE ID DE DE ESTE
Y S TISFACERLAS.
E verdad que estuvimos muy lejo de aearle tan
sen acionale revelacione , nue tro propó ito era de cu-
brir i aceptaría colaborru: a Bu ch in con pirar,
ap1·ovechándo e de la elevada situación que como a
con ejero se le diera. Sin embargo, el e cucharlo me
llenó de alegría: el apóstol poi- excelencia, confirmó y
<lió ma luz a un juicio a robu tecido en mí.
Finalmente, le pregunté i él de eaba interv nir en la
conducción del país; como conte tara afirmativamente,
le rogamo no dijera i le era igual r un conductor
t1spiritual o 1 ería preferible er el conductor visible,
 158 E. DELMO ' TE PADON
propietario de una levada función. Contestó que LA
' ICA FORMA E r Q E LAS IDE S PROPIAS PODIAN
ASOCIARSE A LOS ACTOS, ERA C DO EL REALIZADOR
DE AQ ELLAS ES EL EL MISMO Q E LAS HA DADO A L Z.
Demandé por la función que desearía asumir, a lo que
contestó en forma rotunda: "Unicamente la de director",
"es decir, la de Presidente". Nue tra mi ión estaba casi
terminada, e tábamo ahora má convencidos que
Saavedra no podía cooperar. Si todo los hombres
capaces de Bolivia tuviesen igual actitud que Saavedra
¿ qué ocurriría?.
El mejor estadista fracasará en sus acertados planes
si no cuenta con eficientes y buenos colaboradores. El
rechazo y negativas de los hombres más capaces del
país, equivalen no sólo a un boycott en contra del Jefe
del Estado sinó de la nación toda. Ocurre que apenas un
hombre tiene pre tigio político, por a pirar a la pre-
sidencia del país o por ser dependiente de las consignas
de su secta política, niega cooperación a todo gobierno.
Así, el Jefe de Estado queda en la más profunda orfandad
sin cooperadores capaces. Esto mismo ocurrirá cuando
se tenga un gobierno que enérgicamente ataque a las
viciosas instituciones del país y al servilismo económico
·en que se debate.
ASI COMO E TIEMPOS DE GUERRA TODOS LOS
CIUDADA OS RABILES PARA LAS ARMAS ESTAN OBLI·
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 159
GADOS A OFRECER SU SA GRE Y VIDAS, ASI EN LOS
TIEMPOS DE PAZ, C ANDO ELLOS NO SOi: DE OR·
MALIDAD ·Y BO A ZA, LOS HOMBRES SUPERIORES
ESTAN OBLIGADOS A PRESTAR SUS SERVICIOS. E
TAL CASO, LA RESPO SABILIDAD DEL PLA POLITICO
AL CUAL SIRVE ' , LA ASUME EL JEFE DEL ESTADO,
MIE TRAS Q E LOS OBLIGADOS COOPERADORES DA
SOLO EL TRIB TO DE UN ACTIVO TRABAJO 1E TAL Y
DE SU HO ESTIDAD .
SI EL PUEBLO TIE E DEBERES DE SANGRE Y VIDA
E LA GUERRA, LOS DE LA CLASE DIRIGE TE DEBEN
TENERLOS DE TRABAJO Y COOPERACIO I TELECT AL
E LOS TIEMPOS DE PAZ.
Retornando · a nuestra entrevi ta con Saavedra; a
sus deseos de ser él el jefe del Estado, le objetamos que
·l a hora no le era favor·able, que la conducta que oh er-
vara con el Ejército durante su pasado gobierno había
agriado los ánimos, que muchos oficiales y jefes que
habían sufrido sus ju ta e iiiju tas per ecuciones po-
líticas, hoy estaban dentro de la institución armada y
constituían un grave riesgo contra él; que su actitud de
atacar la guerra chaqueña, en su afán de de prestigiar
a Salamanca, había tenido el grave re ultado de restar
'soldados al Ejército durante la lucha, ya que muchos se
escudaron para no cumplir con us dehere , en las
críticas que él hiciera en aquel entonce , y que e to era
 160 E. BELMO ' TE PABO '
juzgado, por quiene reflexionaban serenamente sobre
su per ona, como un acto de feroz egoísmo político, que
había pue to todo al ervicio de í y de u partido cre-
ando una natural de confianza alrededor de su civismo.
Má aún, que sólo lo gobiernos apoyados en la fuerza,
podían en ese período ser estables, ya que el pueblo
ca i en u totalidad había abandonado el campo político,
dejando a los partidos sin adherentes que les dieran
fuerza. Entonce , Saavedra, incomodado por nuestra
observaciones, en tono violento nos dijo que "sólo e)
pueblo tenía el derecho de elegir su gobernantes y que
él recurriría a ese medio". Tal juicio motivó que le
recordáramos lo que hacía un momento había emitido
con relación a la democracia, a lo que él contestó, que
la fuerza, como las viciada elecciones, on malo medio
para formar gobierno , pero ya que sólo le quedaba el
uso de la farsa democrática, recurriría a ella, seguro de
que la orfandad de jefes en que se. encontraban los
partidos, harían que todos éstos se unan a su alrededor.
LAS PALABRAS DE DO BAUTISTA SAAVEDRA TIE EN
U VALOR HISTORICO Y REVOLUCIO ' ARIO: EL, EL
APOSTOL DE LA DEMOCRACIA, RECO OCIA QUE BOLI·
VIA, TA TO POR EL CRECIDO A ALFABETISMO COMO
POR LA INMORALIDAD CIVICA DE LOS ELECTORES, O éste, de uspender 1~ 9:menazante paz armada, pudo
TE ' IA A SUS CIUDADA OS CUANTITATIVA I CUAL!·
TATIVAME TE PREPARADOS PARA LA DEMOCRACIA.
JUSTIFICATIVOS DF. NUESTRA REBELION 161
Busch pese a la convicción que tenía de lo irrealizable
que es la democracia en Bolivia y de la uplantación qire
se hace de ella cuando se recurre a los a tos electorales,
se ,;ió en la nece idad de hacer u o de ella para a í poder
poner punto final al peligro o a unto chaqueño.
Ambo pueblos, Bolivia y el Paraguay :requerían que
el tr¡itado definitivo de paz a fumarse fuera garantizado
suficientemente por ambos paíse para conceptuár elo
como una verdadera realidad.
Bolivia se encontraba en un proceso lento de revo-
lución hacia la dictadura, que más tarde por í ola
tendría facultades para l egalizar todo acto guhe.1:-
namental. Empero en esos momentos Bu ch atrave aba
una época de experimentación, su claridad política aún
no estaba educada y su actos eran dirigido má por
JUICIOS ugerido · que propio ; lo que impedía que e
declarara dictador. Por lo tanto, nue tro gobierno ante
los ojos de los demás estados como ante lo nue tro
ólo era de facto, in autoridad suficiente para dar validez
a cualquier tratado internacional.
De ahí que, para satisfacer la exigencia d la an-
helada paz, e viera la conveniencia de formar el Poder
Legi lati:vo por la vía electoral. Sólo un <ieber como
justificar lo qu llamo far a democrática; mpero, e
debía ·procurar que el Parlamento e té compue to por
 )62 E. BELMO TE PADON
hombres no afiliado a los viejos y viciosos partido
tradicionale ni vinculado con el capitalismo ínter•
nacional. Todo los representantes debían ser, e~ lo
po ible, de tendencia ociali ta y si hubiesen algunos
miembro del liberali mo económico, éstos debían estar
en aplastada minoría. Más aún, el parlamento debía ser
una entidad de paz, y no agitada por los odios políticos de
los partido tradicionale que brillaron en el pasado por
improductivo y anarquizantes. El parlamento a for•
mar e debía er un poder que coopere al Ejecutivo y no
lo estorbe en u accióu convirtiéndose en foco de eterna
con piraciones.
La violenta sesione en la que e agitaron la más
diversas vanidades y rencores personales, de partidos
o regionale , que tanto agradó e cuchar a tontos e in-
telectualoides y seres enfermos del espíritu, fueron las
que má tiempo absorbieron a los poderes del Estado,
provocando el abandono de us atenciones para con el
pueblo y la_na~ión. En medio de la oscuridad causada
por e ta debilitante lucha de odio y di cusione bizan-
tinas es que caminó triunfante el capitalismo ínter·
nacional; ólo así pudo conseguir la doble ventaja de
llevarse nuestras riquezas y convertir a sus originales pro.
pietarios en peones. Algo más, LA ~UCHA DE ODIOS, LAS
PRETE sro ES VANAS DE SUPERHOMBRIA y SABER,
SU FACIL VE ALIDAD, SILE CIAN LOS SE TIMIE TOS
J USTIF ICATIVOS DE NUESTRA REBELIO 163
OBLES DE ACIO ALIDAD Y MOR POR EL BA 1 DO A·
DO PUEBLO BOLIVIA O.
Todo esto había que prever que no se repita en el
nuevo parlamento y para evitar reincidencia el Ejecu-
tivo debía tener tal autoridad sobre él, que en cualquier
momento pudiera clausurarlo transitoria o definitiva-
mente, una vez cumplida su misión principal: la paz
estable con el Paraguay.
Fué sobre la base de estos proyectos y reflexione
que se organizó el Poder Legi lativo. Quedó encargado
de esta mi ión el Ministro sin Cartera Gosálvez, de quien
e temía que, adquiriendo una mayoría camaral con lo
de su partido, diese la orpresa de hacerse elegir Pre idente
de la República. Injusto eran lo temores, pues si
hubieron leales a la persona de Busch, entre ellos estaba
Gosálvez. Es verdad que éste sometía casi todos su
actos en primer término al acrecentamiento de la
fracción que, disgregada de Saavedra, lo seguía. Tal
que su lealtad pertenecía a aquella en las cuale al fin
se lo convierte en medio.
Pienso que por esta dudas el Ministro de Gobierno ,
así como Busch me delegaron su autoridad para que
en representación de ello , interviniera en el comité
político que con la unión de los disgregados partido
y ocialistas se formaría para las luchas electorale .
Se contaba con que lo grupo de izquierda tenían
 16-i E.B"EL\I :\TEPAJ.ION
- - - - -- - - - - - - - -----------
en u filas ma a electoral, con que sus elemento
estaban doctrinal y per. onalment di tan.ciado del im-
perialismo capitali ta. Como contrario se tenían a los
partido tradicionales, quien e felizmente eran pobre
en número de electore , aunqu neo en exponente
intelectuales unidos estrechamente al capitalismo inter-
nacional a cuyo ervicio r eg ularmente se encu ntran.
La abundancia de elector ociali tas ofrecía pleno
éxito obre la derecha , que t ernero a de que el go-
bierno le opu iera una violenta lucha, en la que este no
había ni iquiera pen ado y de la que no tenía necesidad
para vencer, organizaron una coalición y a í unida e
diri 0 ieron al gobierno pidiendo libertade electorale .
que no e las había ni remotamente negado.
Oh ervaron este proceder porque carente de electore
y ante un gobierno que los cruzaría en el caso de que
hagan u o del cohecho, todo e fuerzo le sería inútil.
Pue ólo con la ayuda del gobierno o con la tolerancia
que éste observara ante lo delito electorales que
cometieran, cotizando lo voto de lo ciudadano ,
podían llegar con seguridad al parlamento. La coalición
fué tan clara y concluyente en u s propó ito que inclu o
llegó, a pedir al gobierno una di tribución d e candida-
tura . Por su parte, el gobierno -nada contestó, pues i
bien e taba di pue to a dar libertade que no había
negado, estaba muy lejo de cooperar a quiene habían
J !JST IFI CAT I VOS DEN EST RA REBELIO N 165
conducido a la nación al es tado de po tración económica
en que e debatía. El ilencio d el gobierno hizo cundir el
pánico entre los valiente de la derecha, quien e , como _
acto de pretendida varonilidad, declararon ab stener
de concurrir a la lu cha electorale ; e ta vez la cobardía
fué má fu erte que la inteligencia, y el ah tencioni mo
de la derecha no dejó libre el campo. Ahora podíamo
t en er la eguridad de contar con un parlamento de
di ciplina y no con uno d e anarquía.
Se invitó a una reunión a lo dirigente de todo lo
pequeños grupos en los que sensiblemente e encuentra
dividido el sociali mo boliviano; e os elemento no eran
los preferidos y a qu la doctrina que proclamaban era
la misma que dirigía los acto aun instintivo d el
patriota Bu ch.
Alguno grupo e unieron, y otros, cuyo e píritu
re pon día a per onali mo , e replegaron a sus posicione
carente d e doctrina políticá . En nada le atrajo
formar un poder legi lativo homogéneo, al ervicio de
principio que ello e grimían como armas de ~ucha.
' El Ministro de Gobierno se hizo cargo de los di trito
del Beni, Tarija y Santa Cruz y el re to el Mini tro
Gosálvez y yo.
En las explicacione que se <lió a los jóvenes oficiale
obre el alcance que tenía la formación del Poder Legi -
lativo e pudo con tatar qu aquéllos temían que d
 166 E. BEL MO i\ TE l' B O i\
Parlamento terminara no confirmando a Bu ch en la
pre idencia, inó eligiendo a Go álvez. La intriga y la
calumnia habían tenido tal éxito que a una sincera
leal¡Iad e la acu aba de olapada traición. Este no es un
ca o excepcional de intriga en nuestra historia política,
inó un mero ejemplo de la generalidad. ana veces
Bu ch, cansado de la impotencia económica nacional
que le impedía la obra con tructiva más pequeña y en
la upo ición de que él j amá la remediaría, se propu o
dimitir el gobierno en mano de Gosálvez, ofreciéndole
de pués todo u apoyo personal. El inju tamente acusado
de traición, rechazó rotundamente las propo iciones de
Busch a quien lo consolaba dándole la eguridad de que
on el tiempo y con la acción política de aparece1 ían
las anulantes dificultade económicas. Más aún, Go ál ez
pudo haberse hecho elegir vicepre idente; pero, pe e a la
eguridad de feliz éxito, renunció a ello. P ero sí, e ver-
dad que él quería algo, y esto lo hacía de frente: agrandar
u naciente partido, in ambicionar per onalmente nada.
Reunido el parlamento en una sola cámara se efectuaron
las elecciones pa~a Presidente de la República; Gosálvez
con u partidarios comprobaron su lealtad, todo ello
votaron por Busch, y en el cómputo total de la Convención
sólo hubieron dos voto en blanco y uno en favor de
Bautista Saavedra, el demócrata. Entre la seguridad de
una dictadura irresponsable y de anárquica democracia;
JUSTlFICATIVOS IJE º UJl:STRA REBELIO 167
--------
o la de una probable totalitaria y responsable, se prefirió
la última. A la licencia democrática se antepu o el
ordenado totalitarismo. TODOS ESTAJ:lA SEGUJWS QUE
EL SOLDADO DEL CHACO, COSTUMBRADO A LOS HECHOS
OBJETIVOS, ASI Q E TUVIERA C01 CEPTOS CLAROS, O
LOS SOMETERIA A LAS I ACABABLES DELIBERACIONES,
SINO QUE LOS IMPO ' DRIA COMO IN PELA BLES MA . ·
DATOS DE LA ACIO .
16.- E EL TIMO DEL ESTADO
HACIA LA LIBERACIO ECO OMICA
Busch en su afán de formar el gabinete que debía
secundarlo durante este período camaral, había e cogido
mi persona para que le coopera e en el Ministerio de
Gobierno. Cuando me propuso tal función, pen é que
mi baja jerarquía militar, pues sólo era capitán podía
hacer suponer a mi camaradas el que yo daba paso a
mis ambicione per onales y que Busch, haciendo uso
de su autoridad, la servía. Esto habría de prestigiado
mondmente al gobierno de Busch, debilitando su esta-
bilidad. Por lo tanto, rogué a éste me diera algún plazo
para contestarle, dándole a conocer que deseaba efectuar
ante una con ulta por lo menos a alguno de los oficiale
que estaban en la guarnición de La Paz. La re puesta
de éstos fué concreta; veían con agrado el que de-
 ,.; •·
168 E. BELMO~TE PABON
empeñas tan elevada función, iempre que de de ella
encarase seriamente el problema petrolífero o ea su real
nacionalismo y sii pronta explotación en gran escala.
Confie o que la mi ión me era agradable, pues estaba de
acu rdo con mis juicios relativo a lo problema que
primero debía re olver el gobierno. Sin embargo, entreví
que la mi ión era engorrosa, por tener que extender mi
acción . obre vario ministerio en los que no tenía sinó
una muy pequeña competencia; pero í contaba para
mi buen éxito con la fé que Busch tenía en mi fidelidad
a u virtude y a nue tras . convicciones nacionalistas.
Dí a conocer a Busch la re puesta de los oficiales y la
misión que me encomendaban; éste aceptó de lleno ya
que me habían dado un encargo que directamente
ooperaría a u plane .
ometida a un cuidado o análi i , ví que la cuestión
petrolera e dividía en cincó problemas: - tres previos
y do po te:riores; previos eran: -
1) La Paz definitiva entre Paraguay y Bolivia;
2) El Tratado con el Bra il; y
3) La conclu ión del pleito con la•·Standard Oil. ·
Lo posteriores a éstos eran: -
a) la adquisición de créditos y los trabajos para la
explotación petrolífera, primero; y
b) la cdnqui ta de mercados sudamericanos donde
vender nuestro productos petrolíferos, 'de pué
JUSTIFICATIVOS DE ESTRA REBELION 169
El tratado petrolífero, felizmente aún no formalizado,
y en con ecuencia modificable o anulable, que Busch
tenía proyectado con el Brasil, era un sub-problema
cuya solución se podía iniciar de inmediato , por ser
independiente de lo otros dos que entre í e taban
peligrosamente correlacionado .
17.- PELIGROSAS NEGOCIACIO ES
CON E•L BRA IL
LA ESTUPIDEZ DE OSTRIA GUTif:RREZ
Durante el tiempo que de empeñé la jefatura de
Policía, el gobierno había firmado lo anteproyecto de
dos tratado con el Brasil; uno obr la con trucción del
Ferrocarril Coruinbá Santa Cruz, cuyo co to inicial
debía er cubierto con el millón de libra e terlina que
aquél país adeudaba a Bolivia; y un egundo al cual me
refiero líneas arriba, obre la explotación de lo petróleo
boliviano mediante ociedade mixta boliviano-bra-
sileras, que destruía el principio de los petróleos fiscales.
Absorbido por mis preocupacione de dar estabilidad al
gobierno y seguro de que é te e taba uficientemente
compenetrado del concepto fi cal de lo petróleo , no
me preocupé en informarme obre tal convenio inter-
nacional; quien me abrió los ojo , dándome a conocer u
 170 E. BEL 10 1 TE PABON
existencia y grave igni:ficado para Bolivia, fué el pres-
tigioso oficial Gualberto illarroel que en su s estudio
militares logísticos había leído el tratado petrolífero
boliviano-brasilero.
Trasladé esta observación a Bu ch, quien, despué
de un cuidado o análisi llegó a confirmar la acertada
observación del entonces capitán VILLARROEL: EL CO ' .
CEPTO FISCAL DE LOS PETROLEOS HABIA SIDO DA~ADO.
El Mini tro Gosálvez que era en aquello tiempo el
a e or admini trativo y doctrinal- ocialista, había e tado
au ente cuando la firma de este acuerdo inicial con el
Brasil, que contravenía lo principios socialistas.
Busch cuando reconoció la inconveniencia de este
Tratado felizmente aun no aprobado, con la grandeza
de ánimo que e caracterí tica de lo hombres superiores,
en vez de aferrarse a su acto o a sus anterio;res juicios,
como hacen los enfermo d e vanidad o amor propio.
reconoció el error, y acordamos que se debía uh tituir
dicho tratado con otro. Sin embargo, ESTABAMOS CO ' .
FO:&MES E QUE EL BRASIL. P DIERA RECIBIR EN
AMIGABLE E TE DIMIE TO GRA DES BE EFICIOS A
CAMBIO DEL TRA SITO DE UESTROS ;I>ETROLEOS POR
SU TERRITORIO, PERO JAMAS A COST DE RE CIAR
L CARACTER FISCAL D;E EL~OS, ESA RIQUEZA ES LA
ULTIMA QUE OS QUEDA Y DEBE SER PARA EL BIE '
DEL PUEBLO BOLIVIA O, COSA QUE SERA IMPOSIBLE
J l:STIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 171
SI SE LA TRA SFIERE AL CAPIT L I TERI CIO ' AL
O AL PRIV DO.
Hecha la primera observación sobre dicho tratado y
pese a la decisión de sustituirlo con otro, . me dediqué
seriamente a estudiarlo encontrando en él muchí ima
otras desventajas grave , siendo la má peligro a la
siguientes : -
1) Destrucción d el principio fiscal , por ponérselo bajo
la d ependencia del capital privado;
2) D estrucción del principio nacional, porque el ca-
pital que intervenía era en parte internacional;
3) Negociados económicos no muy claros con poten-
cias más fu ertes que la propia, y algo parecido al acuerdo
que Bolivia firmara con Chile obre la alitrera , que
tan grave consecuencias tuvo para no otro .
4) Beligro de que el Brasil sea a Bolivia lo que
CuraC}aO a Venezuela en asunto petrolíferos.
5) Intervención de la leyes bra ilera en territorio
boliviano a través de la organización de las sociedades
industriale Qrasileras que explotarían nuestros petróleo
6) Gravedad del carácter ad-perpetuam del tratado,
ya que no había ninguna cláusula que limita e el tiempo
de su duración, fuera de las leyes del país, de dudosa
aplicación internacional.
7) Imprecisión de las cláusulas en un negocio de tanta
tra cendencia económica, indu trial, comercial, inter-
 170 E. BELM0 1 TE PABO '
existencia y grave igni:ficado para Bolivia, fué el pre .
tigioso oficial Gualberto illarroel que en sus estudios
militares logísticos había leído el tratado petrolífero
boliviano-brasilero.
Tra ladé e ta observación a Busch, quien, después
de un cuidado o análisis llegó a confirmar la acertada
observación del entonces capitán VILLARROEL: EL CO '.
CEPTO FISCAL DE LOS PETROLEOS RABIA SIDO DA AD0.
El Mini tro Gosálvez que era en aquellos tiempo el
a e or administrativo y doctrinal- ocialista, había estado
au ente cuando la firma de este acuerdo inicial con el
Bra il, que contravenía lo principios socialistas.
Busch cuando reconoció la inconveniencia de este
Tratado felizmente aun no aprobado, con la grandeza
de ánimo que e característica de los hombres uperiores,
en vez de aferrarse a su acto o a sus . anteriores juicio ,
como hacen lo enfermo de vanidad o amor propio.
reconoció el error, y acordamo que se debía substituir
dicho tratado con otro. Sin embargo, ESTABAMOS CO ' .
FORMES E QUE EL BRASIL P DIERA RECIBIR EN
AMIGABLE E TENDIMIEr TO GR DES BE EFICIOS A
CAMBIO DEL TRA SITO DE UESTROS PETROLEOS POR
SU TERRITORIO, PERO JAMAS A COSTA DE RE CIAR
AL CARACTER FISCAL DE ELLOS. ESA RIQ EZA ES LA
ULTIMA QUE OS QUEDA Y DEBE SER PARA EL BIE '
DEL PUEBLO BOLIVI ro, COSA QUE SERA IMPOSIBLE
Jl:STIFI CATIV OS DE NUESTRA REBELIO 171
SI SE LA TR SFIERE AL CAPITAL TER "ACIO AL
O AL PRIVADO.
Hecha la primera observación sobre dicho tratado y
pese a la decisión de sustituirlo con otro, . me dediqué
seriamente a e tudiarlo encontrando en él muchí ima
otras d esventajas graves, siendo las más peligrosas las
iguientes : -
1) Destrucción del principio fiscal, por ponérselo bajo
la dependencia del capital privado;
2) Destrucción del principio nacional, porque el ca-
pital que intervenía era en parte internacional;
3) Negociados económicos no muy claros con poten-
cias más fuerte que la propia, y algo parecido al acuerdo
que Bolivia firmara con Chile sobre las salitreras, que
tan grave con ecuencias tuvo para no otro .
4) Peligro de que el Brasil sea a Bolivia lo que
Curac;ao a Venezuela en a unto petrolífero .
5) Intervención de las leyes b:r;asileras en territorio
boliviano a través de la organización de la ociedades
industriales bra ilera que explotaría1:1 nuestro petróleos
6) Gravedad del ca1ácter ad-perpetuam del tratado,
ya que no había ninguna cláusula qu_e limita e el tiempo
de su duración, fuera de las leye del paí , de dudosa
aplicación internacional.
7) Imprecisión de las cláu ulas en un negocio de tanta
tra cendencia económica, industrial, comercial, inte~-
 172 E. BELMONTE l'ABO
nacional. te., qu darían a la larga dificultade en u
interpretación;
8) Exce iva exten ión de la zona petrolífera en cue -
tión , pue comprendía las tre cuartas partes del total
d nuestra riqueza calculada.
9) Uso de límites hidrográfico , con olvido de la
pérdida de una exten a zona territorial, al sud del rio
Itenez comprendida entre los ríos Tarbo y Verde, a raíz
d la di tinta de ignación, qu la. parte dieron a esto
do río .
10) ·1n ignificante retribución de 750.000 dólares y
ólo en calidad de pré tamo , que el Brasil daba para
efectuar e tudio . obre la zona petrolífera, a cambio de
la enorme ventaja que él obtenía .
Todo decía que el tratado debía ser u tituido por
otro. Reunido el Gabinete de Ministros de Estado bajo
la presidencia de Busch , empecé la batalla. Pensé que
la lucha ería muy corta, que pronto lo miembros del
gabinete, apercibidos de la gravedad ~el tratado, resol-
verían su anulación y uh titución. Sen iblemente no
fué así, e armaron tres bandos: uno que quería la
aprobación del tratado tal como estaba; c~mpuesto por
lo Generales Ribera y Quintanilla, el primero Mini tro
de Petróleo cuando se gestó dicho tratado, por lo tanto
uno de los principales culpables de la fallas económica
y técnica ; el egundo, antiguo emplea.do de la Standard
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELIO 173
Oíl, quien en repre entación del Ejército y so pretexto
de palabra empeñada, est1.1vo hasta el último momento
porque se aprobase el tratado tal como estaba. A e to
dos se agregó el Ministro Salmón, hombre honesto, quien
pese a ser el defensor visible y activo del tratado, al
último , despué de la luz que dieron lo debate aceptó
u modificación y hasta puntualizQ algunas fallas.
Un segundo grupo era el de los que deseábamo la
ubstitución y que doloro amente tuvimo que re ig-
narnos con la modificación; entre ellos estábamos el
Coronel Busch, quien guardó una actitud de expectativa
durante los debates, el Ministro Foianini y yo.
El tercer grupo era el de los neutrales que má
propiamente podríamo llamarlo el de los indiferente ,
quienes sin embargo terminaron por er favorable a la
modificación.
Como hombre de gran valor informativo, fué llamado
el Ministro de Bolivia en Rio, Ostria Gutiérrez, autor
principal del tratado . Yo no é en qué radique la
personalidad diplomática de e te señor quizá ea en u
don de gentes, que a la diplomacia le e máximo lo qu:_e
el rabo a un perro humilde y in dueño, pue. ólo irv
para adular o humillar e. Aún hoy recuerdo azorado lo
absurdos políticos, internacionales y económico con
que en absoluta ignorancia de la Hí to;r ia y del reali mo
brutal que lo pueblo viven quiso justificar el dicho
 174 E. B E LMO . TE PABO J USTIFICATIVOS DE NUESTRA RED E LION 175

tratado; absurdos que algún día los publicaré. Sin PbDER MULTIPERSO AL, Y ASI REHUYERO EL J ICIO
embargo, no le quedó otra co a que aceptar de que era o LAS SA ero ES DEL F TURO.
necesario modificar el Tratado. Sensiblemente, Busch no m e ecundó, aca o porque
Durante lo debates pud darme cuenta de la igno- no columbrar·a mi propósito: por lo tanto , no se levantó
rancia que ca i en todo reinaba con relación a la acta de lo debates.
tra cendencia del petróleo en lo campo económico En esta grave oportunidad, confirmé el juicio de
interno, internacional, militar, industrial, ocial. Era que la COBARDE IRRESPOr SABILIDAD I DIVIDUAL ES
como hablarle de una realidad objetiva pero invisible A C RACTERISTICA DE TODA FORMA DE GOBIERNO
a la ceguera. Lo campeones de la ignorancia eran MUL TIPERSO AL.
Quintanilla y Ribera; yo no sé si e ta e tupidez era Pasadas una semana o me e los honorable mi-
pagada además de ser congénita. nistros renunciarían us cargo , y no llevarían detrá
Busch sometió finalmente la solución del tan vidrio- de sí ni la esperanza de que se les reconociera gratitud
amente discutido a unto a votación, y se OBTUVO EL por una valiente defensa de lo bienes nacionales, ni la
MEDIOCRE PRODUCTO DEMOCRATICO: SOLO HABIA QUE recriminación de los más grandes errore o traiciones
MODIFICARLO. . que contra la patria hubieran cometido durante su
Habiendo observado que los ministro fundamentaban funciones. L IRRESPO ISABILIDAD HACE QUE SE VIVA
u voto con extrema ligereza, y algunos como Rivera SI PASADO.
y Quintanilla con absurdos, pretendí contenerlos ha- LA u !DAD DE MANDO ES L FORMA DE GOBIERro
1
ciendo que cada uno asumiera, por lo menos en forma QUE 0FRECE MAS RESPO SABILIDAD PERSO AL.
relativa, la re ponsabilidad de su voto y de las razones LOS QUE DESEA COMETER ThlP EMEr TE DELITOS
con que lo fundamentaran. Para ello impuse que se CO TRA LA PATRIA, E ' CONTRARA SIEMPRE
entara en acta, tomando taquigráficamente el discur o REPUGIO E LAS CUADRILLAS DE B DOLEROS
de cada uno de ellos. Emp.e ro, los tan valientes como POLITICOS QUE FORMAr LOS PARLAME "TOS E LOS
tan honorables ministros, enemigos de la respdnsabilidad, PUEBLOS DO DE LA MORAL CIVICA ES NA CUALIDAD
rechazaron repetir s;s votos, SE OCULTARO E EL POCO DESARROLLADA. C TA 1AYOR SEA LA DE-
A O !MATO QUE OFRECE LA PL RALIDAD DE U GE ERACIO POLITIC DE LAS CLASES DIRIGEl TES
 176 E. BEL 10 , TE PABO
JIJSTIF' lCATJVOS OE NUESTRA REBELION 177

DE P IS, TA ' TO 1A E DEBE TE DER A ESTA. autorizaba pro eguir con mi lucha. Por mi parte, tenía
BLECER EL PRI CIPIO DE LA RESPONSABILIDAD para alegar ante el parlamento aún un último recurso
I DIVID AL, RE CIA DO AL SISTEMA DE LO que no lo había enuncia do antes y que e ta vez, a fin
GOBIERNO MULTIPERSO LES. de contar con el asentimiento de Busch, se lo dije: -se
La mera modificación del tratado, pe ó sobre mi trataba de que la zona petrolífera comprendida entre el río
como una grave d erro t a nac·onal
1 ••• era dema iado Parapeti y la ciudad de Santa Cruz era una parte de la
poco y dudoso lo que había ganado para que me que correspondía a las concesiones de la Standard, que
intiera victorio o. ahora, a raíz del tratado con el Brasil también estaba
Sin embargo, eguí luchando ; con eguí hacerme cargo afectada. El juicio de la Standard Oil no e taba aún
de la redacción del pliego de las observaciones para mí concluido ; por lo tanto, no podíamos di ·poner de dicha
mínimas, máxima para ellos, que servirían de ha e a zona para incluirla en el tratado con el Bra il. E st e
la modificacione . Lo redacté per onalmente y como argumento de uperposición de conce iones, e grimido
quiera que temía falsificaciones o substitución de hojas, en las cámaras, pensaba aprovecharlo en tal forma
pu e mi impresión digital a cada una (co a que aco · que el citado tratado observado fuera uh tituido a la
tumbro hacer con todo lo documentos de trascendencia larga, por otl'O favorable a ambas partes, sin peligro
que llevan mi fuma) y así e las entregué al Ministro futuro y sin de truir el concepto fiscal, o por lo m eno
O tria, quien e dió por gravemente ofendido por tan nacional, de nue trn riqueza petrolífera.
desconfiado control. Para mí estaban primero las eguri- P ero í, era imp erio o que este mi proyecto queda e
dades de la Nación, que cualquier amor propio malenten- en secreto ha ta el momento de la acción; cualquier
dido; si bien él quizá no tenía intención de cambia],' el político por mucha confianza que él ofreciera, i no
texto que e le entregaba, cosa de la que yo tenía dudas, había razón que justificase su conocimiento, debía
podía por un descuido uyo , ser otro el que haga la ignorarlo. Sólo Busch y yo debíamo conocerlo.
ubstitución, hecho posible ya que no era poco lo que Ante de continuar, quiero sugerir al lector una ·eria
estaba en juego . y acaso trascendental reflexión: ¿ cuál e la. cau a por
Má tarde me entrevi té con Bu ch quien lamentaba la que la Standard Oil guardó ah oluto y extraño ilencio
no haber podido dar cur o a mi deseo, pero sí, me ante la uperpo ición que el tratado petrolífero con el
 178 E. BEUlO TE PABON
Bra il significaba obre su pertenencia en pleito con
el Estado boliviano y ubicadas al norte del rio Parapetí?
¿ Es que la Standard quizá tenía algún interés común
con el Brasil en el tratado que este paí firmó con
Bolivia? ¿ y cuál ería e te común interés? ¿ Sería que
la expul ada Standard, di frazada convenientemente,
reaparecería a travé de lo indu triale bra ileros que
explotarían nue tros petróleos, orprendiendo a í a ambo
paíse ? ¿ En tal ca o, qué significaría el Tratado petro-
lífero?
Quien conoce o acepta la podero a influencia de la
economía en la historia de los pueblos, encontrará que ese
tratado e peligroso; más aún, encontrará como irrefutable
prueba que la guerra del Chaco tuvo por causa principal
aunque muy bien oculta, nuestra riqueza petrolífera.
A los pocos días de entregado el pliego de observa-
c1one , upe que habían llegado de Rio unas nota
reversales al tratado petrolífero con el Brasil, por las que
le agregarían cuatro artículos reformatorios: -
l.- de limitación de la zona, ya no del Parapetí al norte,
sino del Parapetí al Ichilo, con lo que se reconquistaba
más o menos el 70% de lo cedido anteriormente;
2 .- Las leyes brasilera no regirían en nada dentro del
territorio l?oliviano; _ Quien desee que se controle y se beneficie a la Nación
3.- El E tado boliviano, dentro de la zona de influencia
Parapetí-Ichilo, podía, por cuenta fiscal, explotar los
yacimiento .
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REDELION 179
4.- Finalmente, que más tarde se haría la delimitación
.con meridianos, paralelos, diagonales y puntos geodé-
sicos, en vez de los límites hidrográficos y vagos Ichilo-
Parapetí.
Sensiblemente, no tomaron en cuenta la delimitación
del tiempo de duración del tratado y el de la upre ión
de toda refinería en territorio brasileño. Olvidaron la
observación de que las refinerías serían al petróleo lo
que los hornos de fundición al e taño.
Si una tonelada de petróleo no refinado se vende en
10, la misma tonelada, previa refinación y sin ga to muy
grande, es vendible más o menos en 40. Cuando las
refinerías están en propio territorio se gozan de las utili-
dades con relación a 40, y si no lo están, ólo con relación
a 10.
Si tuviésemos los hornos de fundición de estaño en
nuestro territorio, no pagaríamo el inútil flete de la
impurezas que se exportan inevitablemente con el
estaño, los resultados o utilidades del negocio de la
fundición serían nuestros; el hecho de fundir en nue tro
territorio, salvándono de intermediario , nos permitiría
vender directamente a los consumidores con beneficio
duplicados para el productor minero y para el Estado.
con la producción de petróleo o e taño, deberá luchar
porque las refinerías y fundiciones estén dentro de
Bolivia y no en el extranjero.
 180 E. BELMO ' TE PABO
continuación trascribo el tanta veces citado tratado
v la ob ervacion mínima presentada por mí: -
TRATADO SOBRE SALIDA Y PROVE-
CHAMIENTO DE PETROLEO BOLIVIANO
Los Gobiernos de Bolivia y de los Estados Unido
del Bra il animados del deseo de estrechar sus relacione
económicas y de e tablecer una mutua cooperación
entre los dos paíse , con recíproco beneficio y teniendo
en cuenta las conclu iones y recomendaciones de la
Comisión Mixta Boliviano-Brasileña, uscritas el 30 de
etiembre de 1937 y aprobadas por el protocolo de 25 de
oviembre del mi mo año,re uelven celebrar el siguiente
Tratado y a ese fin nombran sus Plenipotenciarios:
Su Excelencia el Presidente d e la Junta Militar de
Gobiero de Bolivia al doctor Alberto Ostria Gutiérrez,
Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de
Bolivia en el Brasil;
Su Excelencia el Presidente de la República del
Bra il al doctor Mario de Pimentel Brandao, Ministro
de Estado de Relacione Exteriores del Brasil;
Los cuales, después de exhibir recíprocamente sus
plenos poderes, hallado en buena y debida forma,
acordaron lo siguiente: -
JUSTIFICA T IVO S D E UES T RA REBELIO N 181
Artículo I
Los Gobiernos de Bolivia y del Bra il convienen en
efectuar los estudios topográficos y geológicos y en r ea-
lizar los sondajes n ecesarios destinados a determinar el
verdadero valor industrial de lo y acimiento p etrolífe-
ros de la zona subandina boliviana,que se extiende desde
el río Parapetí al norte.
Artículo II
De acuerdo con el protocolo de 25 de noviembre de
1937, su scritos en La Paz, proseguirán los estudio de
la zona petrolífera boliviana iniciado el 25 de enero de
1938, por una comisión de técnicos constituída por
ambos países y necesariamente compue ta por geólogo ,
ingenieros de petróleos, petrógrafos y topógrafo
Artículo II I
Los ga to que requiera la realización de lo estudio
y trabajo a que se refieren los artículos anteriores,
cuyo costo ha sido calculado por la Comi ión Mi.na
Boliviana-Brasileña en un millón y medio de dólares,
así como los honorarios y viáticos de los miembros de
la referida Comi ión Mixta, erán erogados en parte
iguale por los Gobierno de Bolivia y del Bra il.
Artículo IV
Los gasto que realicen lo Gobierno de Boli ia ~'
del Brasil en lo e tudio y trabajo mencionado , 1

182 E. BELMO TE PABON
erán reembolsados por la entidade que obtengan el
beneficio de la explotación de la zona petrolífera boli-
viana y con el rendimiento de ésta. La indemnización
podría ser en especie o en dinero, lo que se determinará
oportunamente y se conseguirán lo intereses respectivo .
con la ta a del 3 ½ por ciento anual, in capitalización.
Fuera del anterior derecho espectaticio no se com-
prenderá ningún otro emergente de la referida explota-
ción petrolífera de la zona subandina boliviana.
Artículo V
El Gobierno del Brasil adelantará, fraccionariamente,
la parte de gastos que le corresponda de acuerdo con
el artículo III, o sea la cantidad de setecientos cincuenta
mil dólares, facilitando de inmediato la cantidad ne·
cesaría para que prosigan los trabajos iniciados el 25 de
' enero de 1938. Posteriormente el Gobierno de Bolivia
contribuirá con la suma de setecientos cincuenta mil
dólares que le corresponde en los mismos gastos.
Artículo VI
El Gobierno de Bolivia en retribución al concurso
que el Gobierno del Brasil presta en la fase preliminar
de los estudios, exploraciones y perforaciones a que
se refiere el artículo I aparte del reembolso convenido
en el artículo IV CO SENTIRA EN ASUMIR EL COMPRO-
MISO DE QUE LA EXPLOTACION DEL PETROLEO DE LA
¡ - - --~• ---•-••. - l-' --• _.._, ••• ,_
JUSTlFlCATIVO OE NUESTRA REBELION 183
INDICAD ZO A SUB DI1 BOLIVI NA SE H G POR
I TERMEDIO DE SOCIED DES MIXTAS BOLIV OBRA-
SILERAS, ORGA IZADAS DE ACUERDO CON LEYES VI-
GE TES E CADA P AIS. Las sociedades así formada
tendrán la obligación de de tinar el petróleo producido,
satisfechas que hayan ido las necesidades del con umo
interno de Bolivia, al abasto del mercado bra ileño
con el propósito substancial de conquistar y con ervar,
dicho mercado y siempre que esta medida no afecte a
la existencia de aquellas sociedade . El remanente del
petróleo que no haya sido colocado en Bolivia ni en el
Brasil podrá exportarse a través del territorio brasileño
o por otra vías, debiendo darse preferencia, en igualdad
de condiciones económicas, a la ruta Santa Cruz-
Corumhá.
Artículo VII
Cuando la producción de los campo petrolífero lo
justifique, el Gobierno de Bolivia con entirá en a umir
la obligación de conceder nece ariamente a empresa
bolivianobrasileñas el privilegio de la construcción y
explotación de oleoducto que, partiendo del centro de
la producción de petróleo de la faja subandina boli-
viana, se dirijan a la frontera bra ileña o a un puerto
sobre el río Paraguay. A su vez, el Gobierno del Brasil
dará toda clase de facilidades para que llegue a hacerse
efectiva la con trucción de lo referidos oleoducto , per-
 184 E. tlELMO º TE PADON JUSTU' ICATIVOS DE NUESTRA REDELION 185

mitiendo libremente, i llegara el a. o, que pa en por ferrocarriles brasileño para dicho transporte no erán
u territorio. en ningún caso, mayore que las que se aplican al petróleo
Artículo VIII
y sus derivados que, de otras procedencias, sirvan para
El Gobierno d l Brasil consentirá en asumu la el abastecimiento del Brasil.
obligación de crear oportunamente una entidad autár-
Artículo XI
quica para que in tale y explote refinerías y us anexo ,
Este Tratado será ratificado por las Alta Parte
cree medio de tran porte y distribuya y venda en el
Contratantes y las ratificaciones se canjearán en Rio de
mercado brasileño el petróleo crudo importado y sus
Janeiro a la brevedad posible.
derivado , dando preferencia siempre, en igualdad de
En fé de lo cual, lo Plenipotenciarios ai:riha nom-
condicione al petróleo boliviano.
brados firrnan y sellan el presente Tratado, en dos
Artículo IX ejemplares, cada uno de los cuales en lengua e pañola
Lo Gobierno de Bolivia y del Bra il con entirán en y portuguesa, en Rio de J aneiro, a los veinticinco día
asumir el compromiso de fomentar por medidas de del mes de febrero de mil novecientos treinta y ocho.
protección eficiente y oportunas, el rápido desenvol- Alberto Ostria Gutiérrez-Mario de Pimentel Brandao.
vimiento de actividades indu triale relacionadas con
el aprovechamiento del petróleo boliviano y a ese fin
concederán también las garantías que se juzguen nece-
saria.
Artículo X
El petróleo y sus derivado de procedencia boliviana,
que se exporten a través del territorio del Brasil, ten-
drán las facilidades del más amplio libre tránsito, de
acuerdo con la doctrina internacional y con los tratado
vigentes entre ambos países. En ese sentido, no abonarán
gravámen fiscal alguno de carácter nacional, estadual
No ta: El Texto en mayúsculas y cursiva está subrayado por
o municipal por concepto de tránsito. Las tarifas de los el autor del libro.
 186 E. DELMO TE PADON
JUST l nCATIVOS DE UESTRA REBELIO ' 187

I STRUCCIO i: ES PARA EL MINISTRO OSTRIA
SOBRE LAS EGOC I ACIO ES QUE SE DEBEN
REABRIR A r TE EL GOBIER -o DEL BRASIL
SOBRE EL TR AT ADO DE SALIDA Y APROVECHA·
MIE TO DEL PETROLEO BOLIVI AI O DE 25 DE
FEBRERO DE 1938 (1)
i tos y estudiados el texto y los alcances del Tratado
sobre salida y aprovechamiento del petróleo boliviano,
su crito en Río de Janeiro en 25 de febrero de 1938, se
instruye para su aclaración en notas reversales.
Siendo preciso que el Tratado o sus reformas hagan
un todo económico sin contradicciones, es necesario
que las Recomendaciones o instrucciones al Ministro
Ostria Gutiérrez tengan no sólo una solución, sino varias,
para que sea viable su exitosa realización.
I STRUCCION UMERO 1 - que contempla las mejores po·
siciones bolivianas dentro del Tratado .(2)
a) En vista a que el artículo No. 1 del citado T1·atado
no hace una delimitación clara de la zona sobre la cual
se efectúen estudios, reconocimientos y sondeos, y que
también se explotará de acuerdo al artículo 6, es im-
prescindible su delimitación tomando en cuenta el texto
(1) Estas instrucciones fu eron el resultado de la desesperada lucha
defensiva que sostuvo el autor del libro, y su redacción fue obra
exclusiva de él.
(2) La instrución número 2 no alcanzó a presentarla por la
premura de tiempo a la que lo sometieron.
de las recomendaciones que señalan la zona comprendida
por los ríos Parapetí e Ichilo. Por lo tanto, esta zona
debe ser delimitada en la forma siguiente : - Por el
Este, partiendo de la intersección del meridiano 64º con
el paralelo 17º bajando rectilineamente en diagonal a
encontrar la intersección del meridiano 63 º con el para-
lelo 18º ; y luego, de dicho punto, baja hacia el ud por
el meridiano 63 º hasta encontrar el rio Parapetí. Por
el Sud, desde el punto de intersección entre el meridiano
63º y el río Parapetí, remontará dicho río hacia el Oe te
ha ta encontrar la intersección con el meridiano 63 ½ º .
Por el Oest~, partiendo de dicha intersección seguirá
por el meridiano 63 ½ 0 hacia el norte hasta encontrar
la intersección con el paralelo 18º y lue go de allí dia-
gonalmente y en forma rectilínea irá a encontrar la
intersección del meridiano 64½ º con el paralelo 17º .
Y finalmente, por el orte, de de este punto hacia el
Este sobre el paralelo 17º hasta encontrar la intersección
con el meridiano 64°, punto inicial de lo límites por
el Este.
Esta delimitación contempla exactamente la reco-
mendaciones dadas por la comí ión boliviana.
b) Los artículos 2°, 3º, 4° y 5º no requieren ninguna
aclaración ni reforma.
c) El artículo 6º hace referencia a que la explotación
del petróleo en la indicada zona se efectuaría por in.ter-
 188 E. B EL M O ,\ TE P A B O 1
m dio de ociedade mixta boli iano-brasileña m
tomar en cuenta la interv nción d l E tado, qu pone
un capital que son lo yacimiento mi mos; tampoco
d termina el porcentaje d dicha sociedades, ni la
compo ición que tendrán la bolivianas; además se olvida
aclarar que olamente el Estado, por medio de u 4o El Estado boliviano e re. erva el derecho , por u
instituciones fi cale (Y. P. F. B) puede hacer explota-
ciones en yacimiento petrolífero . Tampoco se dice i
el E tado por cuenta y rie go propios podi·á explotar
en la zona delimitada, y di poner, en absoluta libertad,
del petróleo así obtenido. Tampoco e hace referencia
a i tendrían libre trán ito por el territorio brasilero, ni
a er vendidos en dicho mercado los petróleos que ex-
plotamo fuera de la zona delimitada. Y, finalmente,
la intervención de las leye brasileras y boliviana obre
dichas sociedades mixtas, no se encuentra bien aclarada.
Por lo tanto, caben hacer la iguientes aclaraciones :-
°
1 El Estado boliviano tendrá del 20 al 30 por ciento
en la producción bruta del petróleo, por dar sus ya-
cimientos que constituyen un fuerte capital.
2° El porcentaje de l as sociedades mixtas corre -
ponderá al 50 por ciento a cada una en derechos y
obligaciones previo descuento, en lo que a utilidade se
refiere, del 20 al 30 por ciento destinado al E tado
boliviano.
JUSTIFICATIVOS DE UESTRA REBELION 189
3º De parte del Bra il las sociedade e tarán com-
puesta s por capital pl'ivado y, por parte de Bolivia,
por entidade fi cale o por Y.P.F.B.-E to tre pri-
mern s punto están de acuerdo con las leye petrolíferai;
vigentes en Bolivia.
riesgo y cuenta, mediante su in titucione fi cale , in
dañar lo derechos ya adquirido por las ociedade
mixta citada , de explotar, in re tricción alguna,
dentro de la zona delimitada y disponer del petróleo
así obtenido, con absoluta libertad.
5º El total de la producción de la ociedade mixta ,
meno del 20 al 30 por ciento que e da al Estado
boliviano e tará destinado tanto al con umo interno de
Bolivia, como al aba to del mercado bra ileño, y 1
remanente que n~ haya sido colocado ni en Bolivia ni
en el Bra il podrá exportar e a travé del territorio
brasileño o por otra vías.
6º Las sociedade bra ileña deberán tar organizada
de acuerdo a la leye del Bra il, y en la explotación
y transporte y en cualquier otra acción dentro del
territorio boliviano, obedecerán a la leye- boliviana .
d) El artículo 7º no aclara n qué porcentaje inter-
vendrán las sociedades boliviana bra ileña ni la con -
titución de ella n consecuencia, cabe in truir e
aclare a í : -
 190 E. BELMONTE PABO
°
1 La citada mpre a tendrán el 50 por ciento en
obligacione y utilidades.
2º De parte del Bra il e tarán compuesto por capi-
tale privado ; de parte de Bolivia de capitales fiscale
de Y.P.F.B.
) El artícula 8° hace referencia a la creación de una
entidad autárquica n territorio brasilero para que ins-
tale y ·explote refinerías, etc., el petróleo crudo prove-
niente de Bolivia, dando preferencia, en igualdad
de condiciones, al petróleo de Bolivia. Pero nada
dice i podremos refinar y separar los distinto
derivado del petróleo en territorio boliviano, petróleo
y derivados que sean destinados nó al consumo brasilero,
inó de otro mercado , y que deban atrave ar el terri-
torio brasilero. Por lo tanto, e preciso aclarar esto
a pectos en la forma siguiente: -
°
1 Cubiertas las necesidade de petróleo en el mercado
bra ilero el remanente podrá er refinado y separar sus
di tintos ubproductos y luego ser exportados por el
territorio brasilero a otros mercado , todo por cuenta y
riesgo de entidades fiscale bolivianas.
f) El artículo 9º debe ser de acuerdo al original.
g) El artículo 10° hace referencia a la exportación del
petróleo de procedencia boliviana, a través del territorio
brasilero, y en él e necesario que se agregue o aclare
de que este derecho erá para todo petróleo boliviano,
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 191
cualquiera que sea su origen. También hace referencia a
las tarifas de los ferrocarriles brasileños que serán
comunes a las que cobran por petróleo procedente de
otras partes; pero como el proveniente de Bolivia
entraña una ventaja económica para el Bra il por la
participación que se le dá en los derechos de explotación,
cabe pues que sean con tarifas diferenciales. Por lo
•
tanto, puntualizando tenemos las siguientes aclara-
ciones:-
°
1 Los derechos y ventajas de tránsito a que hace
referencia el artículo 10°, serán comunes para cualquier
petróleo producido en Bolivia, sea cual fuere su origen.
2º Las tarifas de los ferrocarriles brasileños para dicho
transporte, o sea para petróleo proveniente de Bolivia,
serán las que rijan para el Estado bra ileño, es decir,
con el cincuenta por ciento de rebaja.
h) El artículo 11 °, que es de mera fórmula, no es
necesario tocarlo o alterarlo.
18 .- EL TRATADO DE PAZCO EL
PARAGUAY
LA STA DARD Y EL PLEITO CH QUE..ro
Decía que l a solución del pleito chaqueño y la ex-
pulsión de la Standard tenían una peligrosa correlación.
Si antes de formalizar una paz definitiva entre Bolivia
 192 E. BELMO TE PABON
y el Paraguay, se definía el pleito con la Standard a
fa or nue tro, era posible que esta empr e a-a quien
le era indiferente que las petroleras se encontrasen
dentro de la juri dicción política d e Bolivia o del
Paraguay-aprovechándo e del e tado vidrioso de nue.
tra relaciones con nuestro vecino del Sudeste, le indu-
jera, financiando ella los ga to , a continuar us vie•
torio os avance. militares d el próximo pasado y ocupar
nue tras zona petrolíferas para a í obtenerlas ella por
e a vía.
Por lo tanto, era nece ario que la Standard no nota e
aún la firme resolución que tenía el gobierno Busch de
negarle todo derecho, y, que al contrario, adormecida
por nue tra tolerancia y despreocupación crease la es·
peranza de ser nuevamente la propietaria de esta riqueza
nue tra.
Mientra tanto, e debía procurar el arreglo definitivo
de paz y de limitación territorial con el Paraguay; para
que así alejado el espíritu del pueblo paraguayo de toda
sen ación de dificultades con Bolivia, y dentro de una
atmósfera de paz tranquilizante, no siguiese viendo en
nosotros el adversario de ayer, sinó el amigo que despué
de árdua y valerosa lucha, le daba la mano de franca
amistad. Consolidada así la armonía entre ambos
pueblos, afianzada la confianza incera entre los enemigo
de ayer ante el concenso d e ambos pueblo y demá
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 193
naciones, a la Standard no le sería tan fácil provocar
nuevos conflictos armados entre Bolivia y Paraguay.
Es respondiendo a este plan que el gobierno de Busch,
apenas legalizado, prosiguió con decisión el arreglo
chaqueño, habiéndose obtenido una conclusión favora-
ble a ambas partes: así como el Paraguay daba el
sello de legalidad .,a la ocupación territorial que en la
guerra efectuara, Bolivia conseguía que retrocediera
frente a la zona petrolífera de 100 a 150 kilómetros desde
sus posiciones más avanzadas hacia el este. Esta faja
territorial que retornaba al patrimonio boliviano read-
quirida por la vía diplomática, no se la habría recon-
quistado por la fuerza, y~que nuestra falencia econó-
mica, la depresión moral de nuestro pueblo, la falta de
fé en nuestros altos comandos y, muy especialmente,
la falta de materiales de guerra, nos daban tal impo-
tencia, que más habrían sido los riesgos de nuevas
pérdidas que las seguridades de la más pequeña recon-
quista.
El Paraguay, por su parte, aceptó este retroceso o
devolución territorial a Bolivia, para así derivar los
derechos que le diera la fuerza, hacia los que consolida
el entendimiento pacífico de los pueblos . A no proceder
así, aún hoy seguiríamos soportando la costosa paz
armada y esta situación se habría prolongado hasta que se
rcinioiara la guerra que substituiría una paz sin vencidos
 194 E. BELMONTEº PABON
ni vencedores, pol' otra en la que una de las parte haya
puesto la bota obre el cuello de la otra. En ese caso
habríamos corrido el peligro de perder inclu o la
petrolera , y en el caso de ganar, máximo tendríamos
una parte del árido Chaco en nuestro poder, y una
ituación económica más desastrosa que la presente.
19,- CONTRA LA CORR UPCION DE LA
PRENS
LABOR PREPARATORIA CO TRA LA STANDARD
.Formalizado el arreglo con. el Paraguay, empezó ,mi
labor preparatoria en contra de la Standard. Los pu,p.to
sobre los cuales babia Tle presionar eran: -1) La prensa,
2) el pueblo, 3) el gobierno y- 4) la Co1.1te Supremá' de
Justicia.
Nadie ignoi:;a que·la prensa e una de las institucione
más venales y licenciosas del país y cuyos efectos son
rotundos p.ara anular la acción más acertada del E tado.
Detrás de cada un? de -los diarios regularmente e
encuentran ,parapetadas o firma industriales extran-
jeras, o sectas políticas, o lá venalidad de un director
que vende la pluma de -sus -cooperadore~ al mejor postor,
A veces, hasta un reclame comercial irve al ca~itali$mO
para poner, muy discretamente, la argolla en las narice
JUSTIFICA;¡'lV9S DE NUE T¡{\A REBELION 195
l
del o o periodí tic~. Tal que cua;i.do e C~AM,A. J;'OR LA
LISERjl'AD DE~RENSA, BIE VISTO, O ES E FAVOR l)E
™- O:VI ~p ..DE :LA M YO~IA ~INO ;D.E J. MINORJA
EGOISTA Y CO TRARIA AL I TERES DEL PUEBLO.
Estos ligeros ante.c edente que de cerca los experi-
m·enté y que. feµzmente son del dominio general, me
hacían teme:r que ,la Standard, con má~ aptitud que el
gobie:cno para capitanear nuestra pren a a fue,rza de
dólar.es, te:,;minase do:minándo a ésta en tal forma que,
a tr~yés de, sus artículos desvirtuase los buenos propó-
sitos del gobierno,_r presentáse a,nte lps ojos del fácil-
mente engañable público, como indispensable a la vida
dé larnación, el retoirno de la füma Standard o la trans-
fer;encia de la riq,ueza p.etrole~a ; a otras fumas extran-
jeras, bajo cuyo . nombres e encontraría di frazada la
mii,ma Staµ.dard, ardid viejo aun.que siempre exito a~-
men,te . renovado..
Ahor,a hi n, bajo un régime de gobierno en el que
las ley.es liber~les de imprenta e encop.traban en vigencia,
el solo silenciar a la prensa era ya imposible, y vano
,a nheip ha,bría siq.o e perar~lAlª patriótica compren ión
y ayu~a a:-los n.oble propósito del gobierno.
Durante el gobierno de, facto, como imple Jefe d
Policía, habí~ podi.do silencia:r: cualquier ataque inju to
al go,b,ierl}.9, ,con sólo llam~ la ate,n,ción ,a. lo . director~s
de diarios, o invitarlo. a una in.cera ~eflexión. unque
 JUSTIFICATIVOS DE NU ESTB A REBELION 197
196 E. BELMONTE PABON

virtió en el poder conspirador en contra del

mis palabras, acompañadas de una firme resolución,
Legislativo. Yo seguí callan-do, esperaba que los parla-
decían muy claramente que a la amigable y justa pre-
mentarios se irritasen todo lo que fuera posible contra
vención, podía suceder la dura represión, en caso de
sus atacantes, hasta que elevado el enojo de aquéllos a la
reincidencia.
revancha, lanzaran una ley en contra de la licenciosa
Empero ahora, como Mini tro de Gobierno, gracias
libertad de prensa, ley de la cual yo haría buen uso en
a la existencia del parlamento, no podría evitar aquello
el momento que los diarios se pusieran a favor de la
que tan fácil me había sido como mero Jefe de Policía.
Standard y en contra de los proyectos nacionalistas del
Cualquier medida en contra de la llamada "libertad de
petróleo. El Parlamento no hizo lo esperado, sinó que,
pen amiento" podía motivar que el parlamento, aún
sintiéndose un tanto huérfano de amparo de parte del
influenciado por los sofismas sobre las libertades demo-
Ejecutivo, me emplazó a una petición de informe; es
cráticas, -que presentan la licencia de unos cuantos
decir, se me daba la oportunidad de apoderarme de la
como derecho común-, me llamase a interpelaciones
directiva para realizar- mis callados proyectos. Ademá ,
que terminaran imponiéndome abandonar el Poder
curiosamente, fué la primera vez en la historia política
Ejecutivo . Sel!siblemente estas mis reflexiones no im•
de Bolivia, según yo sé, que el Ministro de Gobierno era
pedían que la venalidad periodí tica colgase amena•
llamado al parlamento no para sufrir interpelaciones
·zante sobre la nacionalización petrolífera. La única
por atacar a la libertad de prensa, sinó a dar explica-
medida que estaba un tanto en mis manos era hacer
ciones por qué no se tomaba medidas represivas contra
coincidir la clausura transitoria del parlamento con la
la licenciosa actitud de ésta. Tal procedimiento me pre-
época crítica de lucha entre los imperativos nacionales
sentaba al parecer como lider de los excesos de la libertad
y el absorcionismo de la Standard.
periodística. · Los diarios, esperanzados en que con sus
En medio de estas cavilaciones, ví que se aproximaba
halagos me sugestionarían, aplaudían ya mis próximas
algo providencial: la prensa inició una violenta
in tervenciones camarales, presentándome como a un ciru-
campaña contra el parlamento. Pensé entonces que
jano del libre pensamiento, que con el bisturí de la lógica
la impunidad de dicha acción périodistica intensificaría
sabría defenderlos, anulando el pretendido atropello del
los ataques, como que asi ocurrió, pues llegaron ellos
parlamento. Por mi parte, seguí callando, sólo me entre-
a una insolencia poco habitual: la prensa se ·con•
 , 1
198 K BELMONTE PAlJON
vi té con Busch a quien dí a conocer mi ' propósitos dé
limitar las libertades de pren a n defen a del Poder
Legislativo y n previsi6n de futuro s ataques al Ejecu'l!ivo.
No qui e darle a cbnocer mi verdadero fin~ el pefrolífero;
sabía ·· que sólo un sepulcrál sil ricio de ni.is ecretos
propósito _podía ·ofrecerme buen éxito, y abía también
que Busch aun no había aprendido a· callar c andel algo
le llenaba de alegría cívica; aprobó in.is p1anes; ·cbh su
a entimiento seguí adelante.
' -En la primera ' esión cathatál obre la' peticfón dr
informe, dí a conocer al parlamento ·que me sórpr ndfa
la_actitud · que é te adoptaba al emplazarme para una
petición de informe en cbntra de la lib 'rtad ' a.e pren a'.
Pues, dado el régimen constitucional po'r el que se atrá-
ve·saba1, la léy• de libertad ; de prensa en' .\rigen.cia dab'a
al periodismo d~.rechos aún maydres ae- aquellos 'q ú
hasta ese momenro ioa 'usando, y que aún e-n el ; casó
de- que ' l'a prensa cometiera'. los 'mayo·res -'-atropello eíl
contra no sóio del parlamento; si'nó del paí tódo, la
sanción. iri~má" qúe p~día1 ufrir despues ,.de un largo
y complicado proceso, era la multad¿ 400' Bs.\Í pór 'bad:a
caso, o ea, ínáS: o menéis~·por · día. ' ·- ,,. • . 1d
_, 'Sin embargo, ' era ímpehúso ·qu ' 'é l 1parlamento·· no
olvidase que · las libertadés en ·ge'n'eral s on á'mplias' o
limitada · <le acuerdo ' a · lo·s p~tíodos' d ~ ségtiridaa o
pe1igro11 pot 1 los tque'i un 'pueb}o1·:atrávies . . §í~ ''en i}<J
JUSTIFICAT I VO OE , ES'l'R REBELION 199
tiempos de guen:a, la libertad de prensa no queda librada
a lo caprichos ae,cuhlquiera, sinó sometida a -l a limitante
inte vencil)D. que la anhelada- •victoria impone. Que e tas
medidas restrictivas no sólo se la tomaba ,en lo mo!'
mem:os•de 'Peligro internacional, sinó también en lo de
interno, como por,ejemplo, cuando la moral pe.riodística
ha sido invadida por la corrupción cívica.
•,Por ' lo ' tanto·,,,.él Ministerio de <¼>bierno esperaba
ansío o que el 'parlamento,-haciendo un a:nªlisis primero
retrospectivo de nuestta historia y luego ,comparativo
,don- la , seguridad: interna ie ,iliternacional de .lo demá
países, de pre_nda i Bolivia goza de eguridad o vive
en· un permanente peligro '.que:- ju tifique ·s.obradamente
las , limitaciones' de la . libe.rtad: 'iás a~n, .., Q DIS-
TINGA El: TBE LA LICE-i lA DE i o.s~CUA :ros y LA
,LIBERTAD DE UN PUEBLO'. , -: r · , ,
''
!1 ·Bien ' sabía que con wi actitud xompía' lanz~ .con _1a
pi:.ensa., pero esto crne era mil vece pref~ril_il a ri:5mpér
-con mi' conciencia- de boliviano y a _renunciar mi .pro-
pósitó de defender lo petróleo' , por miedo al ataque
'Penodístieo . b por ,la vanidad--a su halago,
• En el _•parlamento e . notaban alg.unos síntoma lle
duda; •,mo defendí~ ,la libertad d ~prensa poI me-ro
dogma'tismo, otlto& por s.er •pag!)do con 1_loá, que en -l o
diarios, aparecían a favoi de los apóstoles .de lo que , o
! califico I de. libertinaje;, ·aq.uéllos ~o.-allaha.n , po:r i;n,iedo,. Y
 200 E. DELMONTE PABON
s6lo algunos, que poco a poco disminuían, atacaban
violentamente la peligrosa impunidad de la pren a; y
por ningún lado se aproximaba proyecto alguno de la
ley que yo esperaba.
A tanto llegó la situación que tuve que redactar
personalmente una fórmula de carácter accidental, pero
que en su sencillez y laconismo encontrase todo el poder
que yo buscaba. Pues según ella quedaría facultado para
tomar medidas de "previsión y represión", palabras que
en -sí constituían una real dictadura. Presenté la fórmula
a Busch, a quien ofrecí redactar más tarde el texto de la
ey definitiva. Este, aunque esta vez con alguna dificultad,
aceptó ambos proyectos; el hecho y el por realizarse.
Al parecer alguien había ya influído sobre él, pues temía
que todos se cargasen en contra de nuestra actitud.
Cuando salía del despacho presidencial, tropecé con
el Ministro Gosálvez y, a fin de estar seguro del estilo
jurídico de mi proyecto de ley, le pedí me diera su juicio.
Alarmado, me dijo que era toda una temeridad pre•
sentar tal proyecto. Sin informarlo de mis verdaderos
fines, le dí a conocer que nada me haría declinar de mi
decisión: el citado proyecto sería promulgado. No
pudiendo disuadirme, me acoqsejó que para no com·
prometer al Ejecutivo procurase sea un diputado quien
/ o presente. Sin embargo de no comulgar con mi•
manera de ser, acepté su insistente consejo. Llegado al
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA• REBELION 201
parlamento entregué el proyecto a un diputado, quien
accedió gustoso proponerlo en el debate; empero,
comenzado éste, se notó que el grupo de los que de-
fendían la libertad de prensa había crecido en forma
alarmante, tanto que el citado diputado me devolvió
el proyecto indicándome que el momento era tan des-
favorable que su presentación ofrecía seguro fracaso.
No cabe duda que le sobraba ra~ón. Le contesté que
agradecía su oportuno aviso y que yo haría lo que viese
por conveniente.
LA MASA CASI SIEMPRE HA SIDO ARRASTRADA POR LA
FUERZA DE LOS ACO TECIMIENTOS, Y SI ALGUIE HA
TORCIDO EL CURSO DE ESTOS, O LOS HA DIRIGIDO, HA
SIDO UN HOMBRE SECUNDADO POR UNA MINORIA DE
VALIE TES O DE IDEALISTAS. No podía, pues, es-
perarse que el parlamento por sí solo tomase alguna
decisión. radical. Se notaba ya que el miedo a la voz de
la prensa licenciosa cundía en las filas camarales;
mientras en otros el halago de ésta cada día los embria-
gaba más. Para estos ex-soldados del Chaco que habían
aprendido a no temblar en las batalla , la amenazante
palabra escrita tenía má poder que los proyectiles del
enemigo.
Tomé la palabra después de algún diputado liberal
que nos pintaba que Bolivia vivía el mejor de los mundQ:s
imaginables, gracias a la libertad de pensamiento. El
 1 • q E . DEL 10111'l'E PAB'0'1 1 •
202 JUSTIFICA'rl\ÍÓS DF. UESTRA REBELION 203

honorable daha la triste ·impte ión de contemplar los
de a trozó pPoblemas
1
nacionale . a través de su, acaso,
ha1·tada cartera. Esta cla e de hombres no sólo tienen
la habilidad de m n1:ir a· los Otro·s, sihó ~ue ' llegan 111
cini mó de men tirs entre ello e· incluero . a sí mislllOS.
ólo a í pneden· silencíar la voz de - u inopia con•
ciencias.
' OCURRE, PUES, QUE CUALQUIER E TIDAD POLITICA
O GOMERCI L, AOIP "AL O EXTRA JERA, PODIA. GR.A·
CIAS A LA IMPREVISORA LIBERTAD DE PRE ' SA, ADQ 1-
RIR EA PROPIEDAD MATERIAL Y 'DIRECCIO MENTAL DE
DIARIO, POR MUCHO QUE ESTA FlJERA A TODAS LUCES
E EMIGA DE LA'. NACIO o ~nEL PUEBLO. CUALQUIER
INDIVIDUQ~ FUERE-CUAL FUERE} SU OR1GE O ACIO·
ALIDA.D, DIG O O'MORAI!MEN'l"E DESGALIFfC.A.DO, SE.i\.
UN' HO ' ORABLE CIUDAD.A.NO O •U . DEGE ERADO, 11E·
1A IGUAL DERECHO PARA HA-OER. SO DÉ LAS LIBER-
-TADES DE PRE SA. '.J. ,,
. A: LA SÓMBRA DE ESTA IffB:ElR:r'AD," CU!A.LQUIER PO-
TE €!-A"VECIN.A: O' LEJA k l QUE TWiVJ.ES · I T.ERES ..DE
·SE.l\IBRAR LA A ARQÚIA BF STRO SUELO, O P.RE·
DISPONER A ' NUESi'RO "P EBLO' EN' CO TRA DE, AL&UN
OTRO, PODIA ENVIAR A SUS AGENTES A EDITAR :EN LAIS
CIUDADES PRf OIPALES DE BOLIVIA biARIOS C0
-OÚALES IlLFNARI --,ADEI'..A · 1ÍÉ <sus OSCUROS· PROPO·
1 Si • bien' iii'gúna po-tencfa veciná ·ha 'debido "enviar
,SITOS. IGUA!L GOSí\ P@DlÁ, ÍIAtER -<E~ C~ITÁLISMO I ·
TER ÁCIONAL 'P ,RA CO FU D'r.tt LÁS OPrNio ES DEL
PUBLICO, DE ACUÉRDO A'LO Q E LE · TE'RESE;'ESTE,ES
EL CASO QUE OS OCUPA, ESTE ES EL C SO Q E BOLIVIA
Í'V .DESDE HACl!! V1\.R1AS D'ECADAS; ESTE ES EL½'RUTO
D'E LA 1:íl'AMOSA ''LIBERTAD DE ' PR'.ENS ', f!ED'IANTE' l'.A
CUAL SE SILE Cl'A. A PUEBLO Y SE DEJA LA LIBERTAD
DEPAL2t8RAA UNAM 1 ORIA Qú.E OSO'I'R.OS'LLAMAMO
ROSCA Y QUE' ESTA' .COMPUESTA POR LOS 'AGE TES DEI.
I íFERIA:LISMO •'ECONOMfCO INTER :A:CIONAli.. 1 1:~ · 11•
La prcn a, una v eces,' e · · 1 eco de la epiñión pública,
cuan do el 'puebló' JY6r su ele-vadá' culfufa1 es! capaz· de
hacer ··é entir'; 1 otras, es · mébment'e la qu dirige 1o
modos d pen ar dé' l~ "'ma's a . · encontram en esté
último :éaso y nuestra enferma y 'errád opinión ·pública
e Hél t esliltadO' Óé las m nti.Í:as 'y ofi ma qué oe· filan
e'l 1capi1:alishfo ó fo rddíos 'políticb's a través d'e lo~ diárié '·
'Muchos preténderán afirmar que -dentro de los perio-
d1stas disten ·jóvenes intelectuales qu· ;'repré trotan la
opinión popular;· mlis esth e; fal &! Ello-· on lo' rpriine:ro
sacrificados, pues deben escribir lo ·que us ' direet:oié ·
ordenan ·o · sugteren, ' quienes los llevan ·'impereeptible-
'.níente a cboperar lo -que lo jóvene , si sé díe e'f cuenta,
atámirí' n' ft.rn!os"os. •"Y si 'a lgtmo•· se- rebela,· con la dé ti-
LOS tución se- l'o anulA .f' ;; '·'
,agénte 'pa a •linduc1'rno 'ª odiar a úna ie'.rc ta • Ínn -
1
 204 E. BELMONTE PABON
gable que detrás de cada diario, en forma permanente
o accidental, se encuentran parapetados intereses ex-
tranjeros que, para conservar sus arbitrarios derechos,
fomentan nuestras anarquizantes luchas internas. ¡ Hay
que ver con que habilidad y disimulo aprovechan de
nuestro sentimentalismo e infantil inocencia! Cuando
nos lanzamos a la lucha en el Chaco, nadie nos dijo
de que era para abrir paso a los petróleos hacia el río
Paraguay, pese a que ésta fué la verdadera y fundamen•
tal causa eco o ómica; sólo hablaron de la dignidad na•
cional ofendida y de los derechos patrios que sobre esos
territorios teníamos. Es decir, el derecho político del
Chaco para hacer el papel de esclavos en las petroleras.
UESTRA PRE SA O RECOGE LAS OPI IONES DEL
PUEBLO NI SE HACE VOCERO DE ELLAS, SINO QUE OBE-
DECE A LA DICTADURA MENTAL DEI TERESES CONTRA-
RIOS A LA ACIO ; O SEA DEL CAPITAL I TER ACIO AL,
A CUYO SERVICIO TAMBIE SE ENCUENTRAN LOS PAR-
TIDOS POLITICOS TRADICIO ALES, CO MAS SUS ELE-
ME TOS DE PUBLICIDAD.
LA CONDUCCIO MENTAL Y M,ORAL DE LA PRENSA
DEBE ESTAR U AS VECES EN MA OS DEL GOBIER O
\
PARA QUE ESTE ORIENTE EL PE SAR Y LA MORAL NA-
CIO ALES, OTRAS DEBE SER EL ECO FIEL DE LAS NECESI·
DADES Y SENTIR DEL PUEBLO TODO. DETRAS DE CADA
PERIODICO DEBE ESTAR O EL PUEBLO O ·EL GOBIERNO;
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 205
LA VOZ DE LOS CO DUCTORES O DE LOS CONDUCIDOS;
. ESTE ES EL ESPIRITU DE LA LIBERTAD BE PRE SA y
O EL QUE SE DERIVA DE LOS LICE CIOSOS DERECHOS
QUE SE OTORGA LA OPRIMENTE GARRA IMPERIALIS-
TA I TER ACIO AL. LOS PUEBLOS DE TRO DE SUS
I STITUCIO ' ES ECO OMICAS HAN DADO CABIDA A
LA EXISTE CIA DEL CAPITAL NO PARA SERVIRLO SI O
PARA SERVIRSE DE EL, Y LAS LIBERTADES ARBITRA-
RIAS HAN INVERTIDO ESE ORDE .
Estas y muchas otras reflexiones me tenían doctri-
nalmente en contra de las licencias del pen amiento
escrito, fuera de la causa accidental, aunque vital, de
conjurar los peligros que la veiialidad de la prensa
ofrecían en la lucha contra la Standard.
Haciendo uso de. algunas de las reflexiones anteriores
y de otras, presenté el proyecto de ley. Y el parlamento
que empezaba ya a vacilar, giró violentamente y se-
cundó mi propósito . . . . . pasados algunos minuto , el
proyecto de ley se aprobaba en sus primeras in tancias.
En las siguientes sesiones camarales debía darse por
·c oncluida su aprobación. Cuando se llevaba a cabo la
sesión de la cual definitivamente saldría aprobado, me
encontraba en las oficinas del Palacio y escuché casual-
mente que Busch enviaba un emisario mediante el cual
pedía amenazante al parlamento la no aprobación de la
citada ley en contra de la prensa. Pedí a Busch
 206 )>.BELM ,O,NT!' PAB9 N
_post~rga e algux¡os minuto el envío del. emisario y que
en ello¡5 m e,scucha e algo ~u,e había. callf!do,: - le di a
conocer mi verdadero propó ito: imped\r q_ue la prensa
sea comprada por la Standard. Felizment él accedió, /V(
y a la pocas hora la ley pasab~ al ,Ejecutivo para
u promulgación. Por lo pronto no t~ve ningún pi;opó ito
de usar de ella, pues no debía gastarla~ me la guardé en
la carpeta en e pera del momento oportuno. NA BATA·
LLA PREPARATORI ESTAJ:}A C-AN;\DA, AL MISMO TIEMPO
QUE SE L . CHAB :POJ;t EL TRIU FO DE. O'l;RA CO l.GUAL
FJ1 41,IDAD; LA CO ' Q JSTA DEL P EBLO A FAVO.E DEL
NAGIO ALISMO ,PETROLIFERO ..
. Ordené a las autoridades políticas de Sucre que todo
movimiento popular en contr,a de la Stan,d-ard n.o. debía
ser impedido, al mismo tiempo que dí a conocer a la
agruJ!aCi.o nes obreras y de exqombatiente . las garantías
que _se les ~frecían de que no st:rían m_ole¡¡tados ppr las
autoridad~ en us manifestacion~s a. favw del nacio-
nalisw.o petrolífe;ro . Sucre fué_la , cuna _de l,_a e¡Juchas por
la indepenpencia política de S11,damérica, y hoy le ,t~caba
iniciar el movimiento llbei:t;nio epon,ómico .de Bolivia.
- Tenía planeado. que j_ daba buenos r1,sultados este
primer levantamitnto nacionalist,a en pro de nuestra
:ri!I11El~ª petroljf,c;r~, se le apri:i:ía las -PU.~ t s ,ep. todos lo
demás departamento . Si el pueblo eetapa ~~te .?hligado
a callar .frente a sus explotadores, hoy tendría e1 dere_~ho
JUSTIFICA'l'IVOS. DE NU.ES'f.RA. REBELION .207
de presentarle lucha y ab.atirlos. _LA _ TORIDAD
DEL MINLSTElUQ BE GOBIER O SE PO DRIA DE PARTE
DELA AGIO . SI E LAS GUEJ;lRAS DE .LA I DEPEN-
PE CIA SE RABI L CH:ADO POR CO Q ISTAR EL- DE-
RECHO D.E -GOBE-fü ARSE A SI MISMOS, HOY SERIA ,PA-
RA TE ER EL _DEllECHO A VIVIR.
Según los informativos que me llegaron, el espíritu
de la ciudad de- Sucre se pronunciaba cada vez en forma
má creciente en contra de la Standard. A poco, · ca i
con cárácter sorpresivo, se produjerón iguales movi-
miento e~ Poto f. Mi espíritu e llenaba de gozo al
presentir que sólo sería ñécesario · que ·1a autoridades
dejasen de ser cómplices de la sierpe i:mperialista, pará
que el pueblo proclamara la libertad económica.
Sensiblemente, Ta obra no pudo proseguir; mi inter-
vención fué córtada violéntamente por los mecanismo
del ·capit'alismo internacional.
1
•
, ~20.~1MJS · PLANE'S · EN MAR.Ol:LA:-
LUCHA ABIERTA POR EL PETROLEO
Ii>entro ,de la~, ~edidas p:i;epwatorias sobre la naci9•
nalizacióut de lp ' P~tróleo ,., como dije ant;eriormente, ví
que el gohierl!O er~ un :punto principal, en el qµe e
 208 E. BELMONTE PABON
necesitaba unidad de criterio. Para ello sostuve con•
ferencias con Busch, en las cuales llegamos a las con-
clu ione de que si el parlamento se ponía en contra de
nuestro plan, cosa que era improbable, se lo clausuraría,
quedando a mi cargo la parte ejecutiva de esta medida¡
si algún miembro del Ejecutivo divergía de nuestro
criterio, Busch lo retiraría del gabinete. Antes de esto,
y con la debida oportunidad, se les explicaría los alcances
de los proyectos nacionalistas.
Finalmente, teníamos- el Poder Judicial, ante cuya
Corte Suprema se encontraba en apelación el juicio del
Estado en contra de la Standard Oil Co. Esta institución
influida por el reinante liberalismo económico, en vez
de ser el Poder tutelar de los derechos nacionales era
peligrosamente favorable a los ilimitados derechos del
capitalismo. PARA ELLA, JUSTO HABRIA SIDO AQUELLO
QUE DEFEl"'l'DIA LOS I FINITOS DERECHOS DEL INDIVI-
DUO; PARA MI, JUSTO ES LO QUE O DAÑA ALA COLECTI-
VIDAD O LO QUE NO LE PRIVA DE LOS BENEFICIOS
QUE DEBE RECIBIR.
EL ESPIRIT.U DE LA JUSTÍCIA BUSCA EL BIENESTAR Y
LA FELICIDAD HUMANAS, POR ENCIMA DE LOS DERECHOS
DEL INDIVIDUO. SI SE INVESTIGA CUAL ES EL FUNDA-
MENTO DE LA JUSTICIA, VEREMOS QUE ELLA HA SIDO
CREADA PARA DEFENDER E PRIMER TERMINO A LA
COLECTIVIDAD, REPRESENTADA EN ULTIMO LUGAR
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 209
POR EL INDIVID O, Y O PAR SERVIR A ESTE HASTA
EL E TREMO DE DA AR A AQ ELLA.
Según el liberalismo económico, la propiedad privada
del individuo no tiene límites, ni en la extensión de los
biene po eídos, ni en el u o que de ellos e haga. Según
la amplitud arbitraria de esta doctrina, todo los bienes
del mundo pueden estar en poder de un solo individuo,
al que, al darle el derecho de u so, no se le puede pre -
cribir ningún deber con relación al bienestar del resto
de la humanidad, que en nuestro ejemplo e el todo
meno uno. E te e el fondo criminal del liberali mo
imperante. Unas veces acciona mediante la fuerza contra
las leyes de un pueblo y otras con la concomitancia de
é tas. El último e el caso boliviano, y de ahí el peligro o
ome-timiento de la llamada ju ticia boliviana a través
de nue tra propias leye . Era, por lo tanto, de temer
que la Corte Suprema, influida por el error doctrinal
reinante, fallase a favor de la Standard, pe e a las
contravenciones que esta empre a cometiera y que
sobradamente anulaban, de acuerdo al conti:ato de con-
cesión, el upuesto derecho de propiedad.
Aun en el ca o de que no hubieran habido e ta pe;
queña cau ales de nulidad de concesión, quedaba en
pié la doctrinal de un nuevo oiden moral y económico
que en aquel entonces comenzaba a nacer.
 210 E. BELMONTE PABON
Tres eran los medios que tenía en proyecto para prever
el fallo de la Corte Suprema en el a unto tandard Oil.
1) La Corte que teníamos, de acuerdo a la farsa
democrática por la que pasábamos, no era legal, sinó el
fruto de un gobierno de facto; tal que, so pretexto de le-
galizarla e debía eparar de ella a los elementos que polí-
ticamente pertenecían al liberali mo económico, o que
estuvieran a favor de la Standard; y reemplazarlos
por otro que comulgasen con la naciente revolución
ideológica.
2) En la lucha libertaria económica, la pre ión debía
ser tan fuerte que penetrase en la conciencia de los altos
magi trados de la Corte Suprema.
3) Finalmente, el Poder Ejecutivo, interpretando el
fundamento de la finalidad del compuesto social llamado
Bolivia, no toleraría que una institución propia fallara
en contra de la nación. E EPOCAS DE REVOLUCIO
DOCTRI AL, TODO LO QUE AFIA ZA LOS DERECHOS
DEL P EBLO Y DE LA 1 ACI01 , ES LEGAL.
Mi proyectos ya en marcha, y que posiblemente lla-
marían criminales aquellos que están: al servicio del
Imperialismo capitali ta, se apoyaban en mi firme de-
cisión y en la regia personalidad moral de Busch; pero
para que contase con ella era imperioso que él no dudase
ni un solo instante de mi fidelidad a sus innegables
virtudes cívicas .
JUSTIFICATIVOS DEN ESTRA REBELION 211
Cada vez mi actitud tomaba contorno más claros
para aquellos que tenían interés de protegerse de mis
futuro s ataques.
21.- CARA A CARA CON EL ENEMIGO
ME ENTREVISTA UN ABOGADO DE LA STANDARD
Un buen día ocurrió algo que no tenía previsto; el
primer ahogado de la Standard Oil, Dr. Castor Franco,
se hizo anunciar ante el despacho de gobierno. Me
era difícil deducir el objeto de su visita. Ordené que lo
dejasen pasar inmediatamente; deseaba conocer y tener
frente a mí al hombre con el cual me encontraba ya en
lucha abierta, y me dispu e a mantener inalterable mi
se,renidad. ¿ Qué es lo que quería de mí? ...
No saludamos ambos con fingida amabilidad; yo
con la cortesía que mis funciones me imponían, y él con
la del hombre que representa a una poderosa fuma .
Esta clase de hombres al hablar con una autoridad
nacional, están po eídos de un ánimo muy parecido al
del patrón de hacienda que ordena o habla am~lemente
al representante emipolítico de . sus peones, llamado
hilacata o mayordomo. Esta actitud, aunque atrevida
no es ilógica, cuando se ve que Bolivia no es otra co~a
que una magnífica y exten a hacienda - con peone
 •
212 E. BELMONT E PABON
llamados ciudadanos y con mayordomos hilacatas ele-
vado al rango de dirigente políticos - de lo amos
residente en el extranjero.
El objeto de su visita, según manifestó era obse-
quiarme un folleto que defendía lo " derechos" de la
Standard Oil contra lo d e la Na ción Boliviana, publi-
cado, según upe d e pués, 'en la imprenta del diario
ociali ta " La República". (!Es extraño ver al socialismo
caminar d el brazo . con . el Capitalismo internacional, el
verdugo máximo de todo los pueblo , y más aun,
servirle d e ápoyo en mom entos en que se buscaba ex-
pulsar del te:ritorio patrio a una de sus principales
repre entaciones !)
Agradecí por tan " bello presente", desde luego con
el propó ito de no leerlo, y le manifesté en tono tran-
quilo que si yo hubie é sabido su existencia cuando
estaba aún en la impren ta, habría prohibido su publi-
cación; 'pero ahora, con iderando que era tarde, y a que
en la lista de distribución debía estar yo entre los _
últimos, estaría fuera de tiempo tomar cualquier m edida .
Entonces comenzó ei siguiente diálogo que procuraré
transcribirlo casi textualmente: -
....:_ Pero Sr. Capitán (me dijo con tono p ersua ivo),
¿cuál es el motivo por el que Ud. odia a la Standard?
E toy seguro que de parte suya existe máximo un
mal en'tendido, ya que ella nada hizo en contra de U d.
J USTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 213
- Nada personal (contesté . con tranquilidad) tengo
en contra de la empresa, empero un deber nacional me
impone luchar a favor de mi tierra, y esta obligación es
de mi mayor agrado y nada sería cayaz de hacerme
declinar.
- Señor Capitán, Ud . es demasiado jóven; usted no
se dá cuent~ de la poderosa entidad contra la cual lucha,
ella no sólo es fuerte en Bolivia, sinó en el mundo entero
y donde toma una decisión sale victoriosa. En fin,
nosotr~s no le pedimos que sea nuestro amigo, pero sí
le.aconsejamos, que por lo menos, no sea nuestro enemigo.
Cuente usted con que ia empresa, ·así como es inflexible
para con sus adversarios, es magn~niII}.a y generosa
hasta el extremo con aquellos que escuchan us peti-
• - l - ,.-
ciones. Pida usted lo que quiera y esté seguro que sera
satisfecho ampliamente . No anule u sted, por un ca-
pricho, su brillante prese~te y envidiable porvenir.
Yo le dejé habla1· y cuando hubo t erminado , le con -
testé : -
- Dr. Franco, us palabras y su abierta propo ición
me sorprenden, no por el significado de ella , inó pprque
proceden de un compatriota mío. Si hubíe en venidó de
un súbdito e:x;tranjero, las habría quizá conceptuado
como un acto no inmoral, aunque igualmente las habría
rechazado rotundamente por contraria1· a mi con-
vicciones nac,onalist~as.
 214 E. B EL M O .'I TE P A U O N
Entonce , interrumpiéndome, dijo: -
- Pero Capitán, considere Ud. que yo oy un pro-
fesional que hace muchos años e tá al servicio d la
Standard, por lo tanto estoy obligado a ser fiel con ella.
- Usted se olvida, Dr. Franco (le contesté con tono
reflexivo) que hay una escala de deberes humanos en la
que unos se anteponen a otro . Bien sé que como abogado
está U d. obligado a la empresa, pero si, olvida U d. que
ante de contraer e te compromi o profesional con ella,
ocurrieron hechos trascendentales con U d.; nació usted
en tierras boliviana , y má tarde, a su mayoría de edad,
se hizo usted ciudadano. A través de estos dos hechos
contrajo obligacione que en forma alguna podrá u ted
justificar el haberlas pospuesto ante las que interesan
a la Standard.
A veces es conveniente - proseguí - posar las mi-
radas sobre las virtudes del enemigo y luego convertirlas
en normas de nuestros actos . Viene muy al caso el que
le cuente lo que observara cuan~o estuve en el cautiyerio.
Los galpones en los cuales nos encontrábamos acanto-
nados los oficiales pri ion.eros, estaban rodeados por una
alambrada a lo largo de la cual existían puestos de cen-
tinelas destinados a evitar el que abandonásemo el
acantonamiento. Terminada la guerra, si algún oficial
nuestro deseaba salir fuera de él para cumplir necesidades
personales, se aproximaba al centinela y después de
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 215
- - - - - - - - - - - - - - - -----
entablar amistad con él, le ofrecía unos trescientos pesos
paraguayos si le permitía alejarse del acantonamiento.
El centinela aceptaba la proposición, pero si, pedía el
doble de la suma; el oficial retornaba a los galpones y
arañando conseguía la diferencia con la que retornaba
donde el centinela a quien le entregaba el precio de la
hora de libertad. Este recibía el dinero y muy calmo-
samente se lo guardaba en el bolsillo y luego, aún má
tranquilo, daba un disparo de alarma, a cuyo sonido
aparecían soldados de la guardia, prendían al oficial y
lo metían en un inmundo calabozo.
Luego-continué-Dr. Franco, si yo estuviera en su
puesto procedería más o menos en igual forma; pediría
el doble de lo que gane y vería la forma de enriquecerme
a costa de la empresa, pero el momento de las decisione
procedería de acuerdo a mi conciencia de boliviano. Por
lo tanto, mi sensiblemente no estimado Dr. Franco, ya
sabe usted cuál seria mi proceder en el caso que aceptase
las generosidades de la Standard Oil Co.
Franco se levantó, y muy reflexiva y amigablemente,
aunque en tono profético, me dijo:-
- Señor Capitán. . . le aconsejo no olvidarse que la
Standard es poderosa. Usted se estrellará en contra de
ella.
A lo quince o veinte días se cumplió la profecía.
Sin embargo, por entonces yo no creí en la facilidad con
 216 E.llELMO TEPABON
que la tandar.d cumpliría u amenaza. Temí que e
cometiera un atentado en contra de mi per ona o la de
Bu ch ya que cu~lquiera de e ta dos po ihilidade
sería la forma má segura y expeditiva para que la
acción en contra de Ua fraca ara. También el anula-
miento del Mini tro · Foianini podía er fatal para la
naciorralización del petróleo; pues él era el padre e piri-
tual de dicho movimiento. Fué bajo su directa e indirecta
influencia que Bu ch y yo abrimo los ojos y no
convertimos n los brazo que ejecutarían con fidelidad
u pen amiento . La primera acción de Bu ch, de pué
de las influencias mentales de Foianini, fué imponer al
presidente Toro _la nacionalización de lo petróleo , con
la amenaza de que si no lo hacía lo derrumba;ría del
poder.
22.- LA STANDARD ME TIE DE LA RED
SE ME ACUSA DE CO SPIRADOR
-i:ntendimiento nue tro, con grave daño del E tado y de
Un buen día, se me presentó alarmado un miembro
de la Brigada de Carabineros, unidad en cuya organi•
zación había tenido especial cuidado, poniendo a la
cabeza de ella oficiales valientes, ideali tas, e invulne·
rables en su fidelidad a Busch, y en tono muy sofocado
me participó que la Brigada de Carabineros se había
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELIO 217
negado a cumplir órdenes que en contra mía habían
sido dadas y que se me acusaba de estar preparando en
esos momento las última fases de un golpe de estado
en contra de Busch y a mi favor.
Sin preguntar ~en qué consistieron las órdenes, llamé
por teléfono a Busch, a quien le dije más o meno lo
iguiente;-
-,,Sr. Presidente, sé que la Brigada de Carabineros
ha recibido órdene en contra de mi persona, y que e
me acusa de estar dando un golpe de estado a mi favor
y en contra de Ud. En el caso de que el Sr. Pre idente
tenga siquie¡·a un indicio evidente de ser efectiva la
acusación que se me hace, le agradeceré lo con idere
como suficiente prueba y apoyado en ella tome las más
evera medida en contra mía, tal que irvan de ejem-
plarizador precedente.,- . " "·Señor Presidente, si no se
encuentra, pe e a una ería inve tigación, ningún indicio
evidente en contra mfa, pido en igual forma el castigo
más severo para aquellos que atentan en contra del buen
la obra seria en que estamos empeñado ."
Busch ordenó que me presentara inmediatamente en
su despacho a aclarar dichas acu acione . Llegado a él,
ví que e taban a su lado mis camarada de lucha Mayor
Guzmán y Capitán Banegas; el primero Director -General
de Policías y el segundo, Comandante de la leal Brigada
 218 E. BELMO TE PABON
- -------- ------
de Carabineros. uevam nte repetí lo que por teléfono
le dijera a Busch, quien ordenó al Mayor Guzmán
iniciara su acusación, produciéndose más o meno el
iguiente diáloao: -
Guzmán dijo, dirigiéndo e a mí:-"Todo el mundo
dice que usted está en plena conspiración."
Yo le re pondí:-"Mayor Guzmán, todo el mundo
puede decir lo que quiera, sin que por esto sea cierto
lo que se afirme. Ni e conveniente de que el Gobierno
rija su actos por comentarios callejeros no compro•
hados. Diez conjurados con una noticia falsa, pero sí
po ihle, podrán tener un fácil éxito echándosela al
público, para alarmar al Gobierno, si éste es inexperto.
Pues erá suficiente que oplen al oído de cada conocido
o amigo como noticia muy ecreta y sensacional la
mentira que se hayan inventado, la que los oidores,
-por upue to ignorantes de la intriga - pero sí deseosos
de pre entarse como conocedores de la sensacional
noticia, se encargarán de repetirla indefinidamente. A las
pocas hora la falsa alarma tendrá más velocidad que
el viento y en su vuelo, de boca en boca, llegará a los
oídos crédulos para lo cuales habría sido inventada.
El Gobierno, debiendo regir sus actos apoyándose en
hechos evidente , necesita que el Mayor Guzmán diga
si conoce algo concreto que llegue a ser siquiera un
indicio comprobado o comprobable."
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 219
Guzmán, dirigiéndose a mí, prosiguió: "La última vez
que usted estuvo en la ciudad de Cochabamba reunió
a los oficiales de las Escuelas de Armas y Guerra, para
hablarles en contra de muchos errores del gobierno
actual, del Oriente y de Busch, y se dice que terminó
U~. proponiéndoles un, golpe de estado_a favor de Ud.
Dado el ascendiente moral que goza Ud. dentro de la
oficialidad, ésta habría aceptado su proposición, a ex-
cepción del Capitán Wichtendahl, quien le habría refu-
tado violentamente y rechazado sus proposiciones sub-
versivas. Además, la noche tantos, en tal calle, en tal
número , tuvo U d. una reunión política. Más tarde, en
la noche tal y a horas tantas tuvo U d. otra reunión
política en su casa.''
Guzmán calló y quedó mirándome con la ira con que
un hombre leal ve al supuesto traidor de una causa
común; tanto como yo, él era también una víctima de
la intriga. Habían hecho de él un instru'm ento incons-
ciente de funestos y ocultos planes.
La acusación era grave y la forma audaz y per onal
en que se la presentó le daba todos los visos de evidencia,
pero felizmente había sido tan tontamente tramada, que
apenas se la sometió a examen, se derritió.
La fidelidad de Guzmán había sido más grande que
u alicia-y de ahí que tan fácilmente creyera y
precipitadamente coopera e a la intriga y al atentado
 220 E. BELMO TE PADON
que tramaran en contra mía y que en esos momentos
aún yo ignoraba. Ter.minada la acusación me tocó reba-
tirla: - La citada reunión d e oficiales en Cochabamba
ni siquiera exi tió en proyecto, por lo tanto mal podía
haber incitado a los oficiales a una revolución. Esto era
muy fácil de comprobar por haber un te tigo en contra
citado po:r lo acu adores. Pedí al Presidente qu~
llama e a conferencia telegráfica al Capitán Wichtendahl
en Cochahamba y que, para mayor confianza y seguridad
de él, fuera sometido a. un interrogatorio por los acusa-
dore . Si las respue tas de Wjchtendahl, el mayor testigo
de cargo, no sati facían, propuse que se llame al director
de lo instituto militares y a todos los otros que se
creyera conveniente. Por lo pronto, a fin de que compa•
ren la respuestas, con las declaraciones mías, yo me
anticipaba a declarar lo siguj.ente: -
Las pocas hora que estuve de pa1:¡o por la ciudad de
Cochabamba, fué en COJ.\l.'.l.pañía de la comisión que viajara
conmigo a Santa Cruz, la que estaba compuesta, toda
ella, por partidarios <1.e Busch_. Acostumbrado como
e taha a r~unirme con mis jóvenes camaradas cada vez
que pasaba por alguna guarnición, esta vez en Cocha•
bamba lamenté mu_c ho no disponer de tiempo, y temeroso
de (Jlle mis camaradas pensaz:an que estaba poseído de
vanidad desde gqe ocupara la cartera de Gobierno,
apr.oveché de la única oport~nidad que · se me pr:sentó
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 221
para, por lo menos, enviarles un saludo encareciendo
que me disculpasen el no haber estado a vi itarlos; e to
hice por intermedio de un subteniente de apellido Pinto,
quien entró al hotel donde comíamos los miembros de
la comisión y en cuya pre encía dí el encargo . Fuera
de este oficial ningún otro habló conmigo en esta opor-
tunidad; la tal reunión sub ver iva no existió ni en
proyecto, ni tuve oportunidad de encontrarme con el
Capitán Wichtendahl.
Más con un propó ito de ironía que con otro ·fin pre-
gunté al Mayor Guzmán, si sabía él sobre lo que se
habría tratado en las dos reuniones políticas que él
citaba como motivos de acusación. El Mayor Guzmán
no sabía nada, sólo estaba informado que yo había
a istido a ellas.
L,11 primera de estas d'os reuniones con piradora , fué
una fiesta espiritual de bautizo a una µiña en la cual
los concurrentes eran casi todos bu chi ta , encontrán-
dose entre ellos nada menos que el Capitán Banegas,
presente en é ta y que podía atestiguar de inmediato .
La sospechosa reunión llevada a cabo en mi casa duró
apenas tres inocentes horas, de la que yo e tuve el
tiempo suficiente para cumplir con una obligación
familiar: estar presente en la mesa de fe tejos al cum-
pleaii.o de mi padre político, y a la que concurrieron
sólo miembros de la familia y Jn farmaceutico apellidado
 222 E. BELMO TE PABO
-------- - ----
Valdivie o, relacionado con el Vicepre idente de la
República.
De truída la calumnia ante Busch, pedí que se de.
nuncia e a los que la habían inventado, que se iniciase
una evera investigación, y si al final de ella se compro-
baba que absolutamente nada había en contra mia, se
ca tiga e con la pena capital al jefe de los intrigantes.
Era necesario sentar un precedente para que en lo futuro
nadie juegue con la armonía de los miembros del Go-
bierno.
Curio amente Bu ch, que gustaba poner al acusador
y al acusado frente a frente, esta vez no dió curso a mi
pedido; uno de los primeros intrigantes había sido su
funesto cuñado Carmona~ aquél que estuvo presente en
el supue to uicidio de Busch.
Mas, cuáles l).abían sido las órdenes que se dieron a
la Brigada de Carabineros y que ésta se negó a cumplir?
aquí la tenemos:
23 .- SE ME BUSCA ASESINOS
SE LES FRUSTRA EL PLAN
El Coronel ACOSTA y los MayorE:,s GOITIA y GUZ-
MAN, habían formado una conjuración pa,ra conseJuir
mi asesinato o pr~texto de P,.roteger al gobierno co~tra
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 223
una supuesta revolución que yo habría estado preparando.
El Coronel Acosta fué uno de los más activos cons-
pii:adores en la revolución en contra de Siles, presidente
que fué contrario a la guerra chaqueña, o sea contrario
a los intereses de la Standard que, afanosa , buscaba
abrirse paso hacia el Rio Paraguay. A raíz de esta
revolución, Siles fué substituido por el General Blanco
Galindo, empleado, en aquello's años, de•la firma minera
Patiño en Cochabamba, éste a su vez entregó el poder
a Salamanca quien desde hacía tiempo se había de-
clarado guerrista.
Blanco Galindo era un servidor de la Patiño, Sala-
manca por su criterio guerrista serviría indirectamente
a la Standard. Uuo se pregunta ¿ cómo así o por qué) a
Patiño entregó por intermedio de su agente Blanco
Galindo el gobierno a quien se sabía que secundaría
con su afán guerrista a lo intereses de la Standard?
¿ Q es que la guerra no tendrí~ su desfavorable gravi-
tación económica sobre la minería, por lo tanto, también
sobre la firma Patiño? ¿ O no sería que. esta firma
minera .tenía algún interés común con la Standard que
la indujera a cooperar a ésta en su plan guerrero; pe e
a que el conflicto armado demandaría fuerte contri-
buciones a la minería en general?
LA ,RESPUESTA SE HACE CLARA SI ES EVIDE TE QU~
LA EQUITABLE TRUST DE 1 EW YORK ES UN BA1 CO
 224 E. DELJIIO TE P ABON
DE LA T D RD Y DE L PATI O, MEDI TE EL C AL
AMBOS I TERESES - ESTA - O Y PETROLEO -' SE E '·
CO ITRARI ECO O HCAMEr TE IDOS. ES DECIR,
SI LE IBA BIE AL PETROLEÓ, GOZARIA DE BE E-
FICIOS EL EST ""0 Y VICEVERS .
Se vé pues que Acosta era un agente directo o in-
directo de la Standard a través de su acción revolucio-
naria a favor de Blanco Galindo, el servidor de la
Patiño.
Ademá , Acosta había vendido al Estado por expro•
piación antes de la guerra, la I la de la Luna que se
encuentra en el lago Titicaca, en la suma de más o
menos 75 .000 Bs. Pa ada la ·g uerra, Acosta, o la madre
de 'l, alegaba que el pago había sido irrisorio y pedía
ahora un reintegro de más o menos 150.000 Bs.
Estando como Jefe de Policía me dí cuenta de una
parte de estos antecedentes por es.tar interesado en
dicha isla que la conceptuaba muy apropiada para dar
paz a los nervios de los muy activos · conspiradores.
Aconsejé a Busch que dicha reclamación no debía ser
resuelta inmediatamente, aún en ·el caso de que ella
fuera legal, ya que cualquier resolución favorable al
peticionario sería' juzgada como un arbitrario reparto
de los dineros del Estado, entre los personeros del Go-
bierno dado que Acosta en ese tiempo era su· Ministro
de Estado .
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 225
Más tarde , cuando asumí la cartera de Gobierno,
como quiera que el fallo correspondía a ella, conocí el
a unto en mayor detalle. Los dichos 75.000 Bs., cuando
fueron pagados tenían el valor de 18 peniques por
unidad, y esto e olvidaba intencionalmente el peticio-
nario al pedir el reintegro de 150.000. Por lo tanto,
considerando el reclamo improcedente, ordené que e
me trajese el asunto con fallo en contra de Acosta, lo
que po iblemente lo cargó de veneno.
Por último, Acosta antes de ser Prefecto y Ministro
de Estado, tenía su relaciones familiare con u concu-
ñado Zilvetti Arce, completamente ensombrecidas por
un odio y desprecio recíprocos; mientra para Zilvetti,
Acosta sólo era el "Llockalla de Copacabana" para éste,
Zilvetti era la tonadillera o quizá también (a) "La
Chirusa". Empero, poco después de que Acosta asu miera
la Prefectura, la relaciones se hicieron muy amigable
y al mismo tiempo corrían rumores sobre negociado
en la concesión del impuesto a la coca y en el permi o
de la importación de carnes congeladas en la que Zilvetti
habría recibido acciones liberadas por ~u influencias
ante el antiguo "Llockalla de Copacabana", hoy u
di tinguido y prestigioso concuñado Prefecto, primero,
y Ministro;después. Estos antecedentes irven ólo para
trazar la clase de relacione que entre e o do señore
se habían creado; luego el lector entr everá la conexión
 226 E. BELMO TE PADO
que exi tía entre la Standard, el fraca ado a e inato
que A o ta dirigía en contra mía y lo servicio que
Zilvetti prestara a la tandard.
Según e upo, Zilvetti fué quien llevó a la imprenta
la "República" lo originales del libro en que se defendía
los derecho de la Standard en Bolivia, que páginas
anteriore cité, que me trajo el abogado Franco, el de
la profecía amenazante de que me estrellaría en contra
del poder de la tandard.
Así como hubo entendimiento entre Zilvetti y Acosta
en los asuntos de la coca y de las carne congeladas
¿ no habría que preguntarse si también lo hubo entre
el libro de la Standard y el plan de asesinato en contra
mía? Ambos iban en pro de la enagenación de nuestro
petróleo . - ponderante palabra en pro de Bu ch, de la esperanza
G-OITIA era concuñado de Bu ch, un hombre amable
y muy influenciable, cuyos actos dependían de los pen-
amiento del triste y trágicamente celebre cuñado
CARMO A. Más tarde los vemos a los dos cubiertos
por la ombras y el mi terio alrededor del inc:reible
uicidio de Bu ch, al me de que é te derrumbara la-
intocabilidad de los amos del estaño .
El Mayor Guzmán era un camarada que había actuado
re uelta y valientemente, tanto en la revolución a favor
de Bu ch como en la defensa del gobierno de éste . Era
un hombre en cuya lealtad había que creer, y tan grande
JUST\FlCATlVOS DE UESTRA REBELION 227
fué ella que. muy fácilmente los intrigantes lo cegaron en
cqntra mía, presentando a su celo a: delidadhechosinvero-
síroiles que tuvieron la apariencia de verídicos dada la insó-
lita audacia con que los presentaron. Su actitud en contra
mía, si bien fué errada, no impidió que yo encontrase en
ella algo que me alenta e a su favor: u lealtad por Busch.
Retornando a lo anterior: fueron esto tres eñores
Acosta, Goitia y Guzmán, que conjurados en contra
mía llamaron a dos oficiales de la Brigada de Carabinero
que tenían fama de hombres de acción, valor, y lealtad
por Busch, a quienes comunicaron que yo e taba cons-
pirando a mi favor en contra del Gobierno.
Estos dos oficiales, a la par que todos los otros de la
Brigada de Carabinero , con tantemente escuchaban mi
patria que su presencia significaba en el gobierno y de
la lealtad de todos no otros a u favor . Toda oportunidad
la había aprovechado para inculcar en el alma de la
oficialidad y soldados de esa unidad una voluntad
inquebrantable a favor de Bu ch, y e taba seguro de
que los resultados no defraudarían mi labor. Fué, en
parte, esta con tante acción que había creado no sólo
la lealtad para Busch, sinó la fé en la lealtad mía. Por
lo tanto, los dos oficiales requeridos calificaron de
absurdo la posibilidad de que yo estuviera con pirando,
incluso recordaron que unos do o tre día antes en
 228 E. llELMO NT E PAllO
un banquete en que concurrían los elementos sobre-
aliente de la Policía y Brigada, habían e cuchado que
y o pu e el valor d nue tro héro e del Chaco por encima
de aquél del Pa o de la T ermópila .
Los conjurado dieron a conocer a los do oficiale ,
que no se trataba de que ello dieran fé o nó a la
noticia que les comunicaban , sinó que debían wmplir
con las órdenes que le darían. Afirmaron que la revolu-
ción e taba en plena marcha , que en eso momentos
me encontraba en el Ministerio de Gobierno y que i
alcanzaba alir de allí el movimiento habría triunfado.
Por lo tanto , era n ece ario deten erme sin pérdida de
tiempo , antes de que abandona e el edificio del Mini ·
terio de Gobierno. Lo comisionado para esta detención
eran lo dos oficiales, a quiene dijeron, que como no
ería po ible detenerme,- pues, dado el momento cul-
minante de la re olución y la conocida violencia de mi
carácter en acción, terminaría victimando a los que me
cerrasen el paso- , quedaba una sola po ibilidad:
matarme a mansalva.
Entregaron armas y mup.iciones a los dos oficiales y
les ordenaron trasladar e a mi de pacho, procurar entrar
en él y sin dirigirme ni una sola palabra y menos
escucharme alguna, disparar a boca de jarro sus do
armas automática . Que en el ca o de que no pudiesen
entrar en mi despacho , me espera en en la parte angosta
J U S T IFJ CA 1' 1VOS D E UESTR A R E B EL IO N 229
de las gradas de salida del Mini t erio de Gobierno, y que
ahí, sin cambio de palabras, dispara en su s arma obre mí.
Convenía a los que tenían la p atern idad d e estas
órden es criminales que lo dos ej ccut ores d el asesinato
no escucha en p alabra alguna mía , y a que si y o les
hablaba la calumnia e habría e fu m ado fácilmente,
quedando burlado el presagio de la Stan dard Oil.
Felizmente, lo dos oficiales no cayeron en el engañ o ·
e negaron cumplir la órdene , por ser ah urdas la
acusaciones que se m e hacían y adem ás p orque ellos
ólo estaban obligados a la disposiciones que procediesen
del Comandante de la Brigada d e Carabineros.
E sto obligó a lo conjurado a u ar la autoridad del
engañado May or Guzmán, que como Director General
de Policía tenía la Brigada bajo u mando aunque en
forma indirecta; mas, todo fué impo ible los do
oficiale no se dejaron convencer; entonces, el Mayor
Guzmán, acompañado d e ellos e dirigió al cuartel de
la Brigada de Carabinero con el propó ito de convencer
al Capitán Banega , Comandante de ella, para que é te
ordena e a los do oficiale mi ase inato. e l e dijo que
en eso momento me encontraba n el Colegio :M ilitar
soliviantando a cadetes y oficiale en favor d el golpe de
Estado. Banega , hombr sereno , no creyó en la noticia,
la vió a todas luce falsa y ridícula, notando que el
Mayor Guzmán e taba influenciado por la calumnia de
 230 E. BELMO , TE l' ABO N
la cual e había hecho portador. Banega abía que
para traicionar a Bu ch, lo primero qu yo tenía que
haber hecho , era de armar a la Brigada y retirarlo a
él del pue to de Comandante.
Empe:ro, lo que má bien yo hacía en aquello días
era luchar activamente por dotarla de más arma y
darle a él un comando má amplio y completament.e
independiente. Como Banega no se dejara arra trar
por la i temáticamente alarmante noticia , fraca ó el
plan del ase inato. inguno de los do conjurado.
Goitía y Acosta, fué capaz de realizár personalm nte lo
que a fal o título de medida imperiosa al bien nacional
y al gobierno de Busch, encomendaban a terceros.
A mi juicio, de los tre conjurado do eran cómplice
consciente que actuaban con toda la mezquina bajeza
de su e píritus corrupto ; y uno (Guzmán) el engañado.
Gracia a la erenidad del Capitán Banega s aquella
vez la profecía de la Standard quedó frustrada. Pero no
por eso dejó de seguir actuando; apenas fracasó el ase-
inato, rápidamente divi ó otro plan de ruindad.
Cronológicamente ordenando lo acontecimiento , pri-
mero se planeo mi asesinato y fracasado éste, se apro-
vechó del estado de credulidad en que aún se mantenía
el Mayor Guzmán y se lo lanzó sobre el Coronel Busch
como mi acusador, en la esperanza de que Busch fuera
igualmente sorprendido con las calumnia .
Jl1 S TJFICAT1VOS DE UESTRA REBELION 231
24.- AGENTES MAYORES ME AT CAN EN
VANO
UEVO PL ·, NUEVO FRACASO
Hasta ese momento dos eran lo planes fracasado
el asesinato y la calumnia ante Busch obre la inventada
conferencia revolucionaria con los oficiales en Cocha-
bamba. Pero, el pre agio del ahogado de la Standard
o el oculto designio de la fuerza opresoras de mi
pueblo, no podía quedar sin su fatal cumplimiento; por
lo tanto, e reinició una nueva acción, e ta vez echando
sobre la mesa de juego sus mejores ases : los Generale
QUINT ILL Y RIBERA. Estos do e presentaron
ante Busch llevándole una "sensacional noticia" en
contra mía.
Busch, como primera medida, ordenó mi urgente pre-
encia en su despacho para que en persona e cuchase
lo que sostenían dichos Generales. Una vez presente,
a indicación de Bu ch, Ribera repitió el roen aje que
los Ministros de Estado por su intermedio acababan de
enviar al Presidente: todos lo ministros . presentarían
esa noche a las ocho u renuncia colectiva i no presen-
taba antes yo la mía.
Luego, pensando que yo estaba a la expectativa de
ventajas personale , juzgándome acaso un ridículo
 232 E. BELMO TE PADON
Sancho con far a de quijote co idealismo, como rs
Quintanilla, tomo é te la palabra y en u característico
énfa i a mático, con voz que parecía enida del corazón
y que tanto le irviera para di imular u granujería,
dirigiéndo e a mí, dijo: -
"Estimado Capitán, usted e un hombre inteligenti-
imo, cuyo servicios el Ejército no quiere perder. Ha
luchado u ted ya mucho en política y es necesario que
retorne a nue tro seno. Tiene u ted un puesto en cual-
quier paí de Europa donde proseguirá u ted su estudio
militare . Aproveche de esta hermo a oportunidad."
Faltó poco para que me recomendase , como lo hiciera,
en otra oportunidad, a una mi ión de oficiales cuando
ella fué a despedir e antes de su viaje a Europa: - "En
Europa encontrarán ustedes cosa hermosa , cómprense
· prenda finas de vestir . . . (y sacando un pañuelo de su
bol illo, con ademán bataclane co, pro iguió :) a í, por
ejemplo como este lindo pañuelo de puro hilo, estético."
(Naturalmente también dicho con tono asmático y con-
movedor.) Estas fueron las únicas fra es de despedida
de este " abio" agente de la Standard; que tuvo el
triste talento de fingirse siempre el loco y el extravagante
caballero, para a í ocultar su olapado egoísmo y pi•
cardía.
En igual forma e expresó Ribera. Este, a quien todo
lo consideraron capaz y preparado, tuvo un olo acto
J USTIF ICA TIVOS DJ,: •uES TRA REBELJON 233
d inteligencia: supo callar para ocultar u incapacidad.
Su silencio supo rodearlo con el mi. terio de las nomias,
y como estuvo varios años en el exterior, se le creía
iluminado por las luces del saber . i Barata credulidad,
como si no hubie en tontos p_o r todo el mundo .
Tomé la palabra despué de Quintanilla y dije: -
"Sr. Presidente, agradezco la magnífica proposición
que me hace el General Quintanilla. D e de el punto de
vista de mis intereses personales, m e es mil veces prefe-
rible gozar de las gratas ventajas que éste me ofrece con
un viaje a Europa, a permanecer ab orbiao en activi-
dades políticas, en la que la calumnia pre enta la mayor
lealtad como la má mugrienta traición. Pero í, e con-
veniente que el General Quintanilla epa que por
encima de mis intereses personale e tán mi debere
de boliviano. Ellos me dicen que i espontáneamente
deja e este pue to, cometería un delito igual al del
soldado que en media batalla deserta de u fila . Ante
la indiferencia patriótica de la mayoría de lo miembro
del gabinete, y ante la carencia en ello de un norte
ideológico-político que conduzca al paí , veo que m.i
persona, ·si bien no es insustituible, e nece aria. Por lo
tanto , pueden presentar todos los ministro u renuncia,
yo no presentaré la mía . Sólo en el ca o de que no cuente
más con la confianza suya, o u ted crea que no le e ya
necesaria mi colaboración dejar ~te cargo."
 234 E. BEL 10 ' TE PAilON
Ante mi respuesta, Busch hizo citar a lo Illln1stros
de E tado a una e ión urgente para antes de las ocho
de la noche, o sea poco ante de que venciera el plazo
del ultimátum de renuncia colectiva. Faltaba media
hora para que e cumpliera dicho plazo y e taban ya
todos reunido en el salón de espera. Busch les invitó
a pasar y abrió la se ión con la iguientes palabras:-
" Señore Ministro , lo he llamado para pedfrles un
poco de cordura y reflexión. El momento internacional
por el cual atrave amo con el Paraguay, impone que
nue tro gobierno e pre ente unido ante las mirada de
las potencia extranjera . En estos instantes una re·
nuncia colectiva de ustede , equivaldría a una desauto•
rización a la política internacional que observo en el
pleito con el Paraguay. Por lo tanto, les agradeceré
po tergar la renuncia colectiva con que amenazan si el
Ministro de Gobierno no pre enta la suya. Señore
Ministros . . . "
En esto fué interrumpido por uno de los ministros,
quien dijo:-"Señor Presidente, u ted disculpe, yo no
é de que renuncia se trata." Luego otro: "Señor Pre-
idente, yo no conocía tal proyecto de renuncia." Y así
sucesivamente. TODO F E E PRESE rcIA DE LOS DOS
DELEGADOS DE LA ME TIRA: RIBERA Y QUI TA rrLLA,
LOS DOS AGE TES DEL IMPERIALISMO QUE HACE TIEMPO
VIVE DISFRAZADOS CO ESTRO !FORME MILITAR.
JIJSl'IFJC.:ATIVOS DF. NUESTRA REilELION 235
- --- - - - - - - - - - - - ~
Sólo el Ministro de Hacienda, Palacios, el Papa Negro
de la Rosca, o sea de los ervidores del Imperialismo,
golpeando la mesa se puso a hablar vehementemente de
la de astroza situación económica nacional.
Nada tenía é ta que ver en ese momento y ademá
•
no podía constituir un ataque en contra mía; mientra
él y los otro remediaban la d ese perante ituación del
erario nacional con paliativo de carácter transitorio
y dañoso para el pueblo, yo buscaba atacar el mal por
suba e. Ello arrojaban a emple.ados públicos condenán-
dole así a quedar en la calle con más sus niño y mujere .
y aumentaban el hambre de los demá por di minuir su
haberes. Yo pretendía hacer que Bolivia ejerciera in-
t eligentemente el derecho de propiedad de sus riquezas
y que las ponga al servicio del pueblo.
Por mi parte, esperaba ansioso que Busch, e tallase
en contra de los dos mentirosos, los aca e a empellone
de su despacho y ordenase un ejemplar ca tigo. Ma
e to no ocurrió: ¡ Crecía en mi alma un gran de aliento,
la impunidad alentaría a los intrigantes, ha ta darle la
victoria!
Este tercer golpe también les frasca ó, mas no por
ello declinarían. Aún estaba yo en pié, por lo tanto no
le faltaría nuevos elementos para atacarme. E ta vez,
Quintanilla y Ribera creyeron que Busch, ante la m-
ventada amenaza de renuncia de todo el gabinete, me
 236 E. BELMONTE PABON
pediría la mía. Supu ieron que yo aceptaría gustoso ante
la per pectiva agradable de viajar a Europa. o con -
taron con que yo rechazaría, y Busch citaría a e ión
urgente a los mini tros. El cha co fué magnífico, aunque
la impunidad no quedó atrá .
25.- IRO I S DEL DESTINO
CAIGO DERRIBADO POR MI PROPIO !DOLO
Como Busch aún era inexperto en política, y dada la
elevada buena fé de us sentimiento , que le hacían
creer en la moral de lo demás, podía ser fácilmente in-
fluenciado, en especial cuando la acción partía de lo
seres que él amab_a y que formaban su hogar. Esta
nueva vez los conspiradores harían uso de esa perniciosa
influencia en mi contra.
En aquello tiempo Bu ch pasaba por un período
psíquico muy difícil. La trayectoria de su vida había
sido siempre alegrada por el aprecio de cuantos le
conocieron. Cuando muy muchacho, en medio de la
salvaje naturaleza de las elva , por su natural inteli-
gencia, por su gran valor, por u excepcional fortaleza
física y por su espíritu ecuánime y protector del débil,
era el jefe natural de cuanta banda infantil se formaba.
En el Colegio Militar durante todo el tiempo de sus
JUSTIFICATl VOS DE . ESTRA REBELION 237
estudios, fué el cadete ejemplar a quien regularmente se
le eximía de todos los castigos colectivos y a medida que
corrían sus años era cada vez más querido, más popular
y aplaudido, llegando a la verdadera apoteósis durante
sus heróica acciones guerreras en el Chaco. Nunca sus
oídos habían e cuchado la dura censura ni la acre y
malévola crítica; tal que no aco tumbrado a luchar en
contra de estos males, no e sabía si sería fuerte o débil
para resistirlos cuando lo atacasen.
Cuando llegó al Gobierno, era seguro que se ensañaría
la maldad en su contra, ya que el campo político está
envenenado de odios e injustas e inevitables críticas.
En su contra se presentaría una, que era justificada: su
poca preparación mental en asunto políticos, no porque
le faltase natural talento , inó porque no había tenido
aún el tiempo suficiente para obtener la indispensable
experiencia gubernamental.
Al comienzo lo rodearon la intrigas que uno e
hacían en contra de otros para conseguir cargos público
o ventajas personales; pero sí ésto respetaron super-
ona. Dichas intrigas no !uvieron mucho éxito, pese a
que fueron esgrimidas por su esposa y cuñado Carmona.
Sin embargo, éste último de cubrió la forma de obtener
fácil triunfo sobre el ánimo de Busch: era suficiente
decirle que alguien se había expre ado con ésta o
aquéllas palabra ultrajante en contra de su ignorancia
•
 E. BEUIO TE PABON
gubernamental, para que 1 mandatario reaccionara
violentamente en contra del aludido. Fué este recur o
que con ingular mae tría emplearon por intermedio de
la señora Bu ch y Car mona para distanciarme de Bu ch·
y a í cumplir, a la cuarta intentona, el presagio de que
me estrellaría en contra del poder d la Standard.
lo do o tre día de la upue ta renuncia colectiva
de los ministros, a e o de la 14.30 hora en que Buscb
regularmente aco tumhraba estar en u departamento
privado, fuí llamado urgentemente a su despacho. Algo
especial debía ocurrir; e cuché inmediatamente u
llamado . Lo encontré ferozmente contrariado, estaba
rojo , en u ro tro se leía un incontenible enfado. En la
primeras horas de la mañana del mismo día , cuando
tuvimos una entreví ta, u ánimo era jovial y tranquilo.
La causa que lo tenía tan desacostumbradamente
furioso, debíó presentárse en su departamento privado.
Y o no abía, ni podía deducir de qué se trataba. En
tono seco me invitó a que tomara asiento, y luego,
estallante y agriado dijo: - "Esto no puede seguir
má , se dice que todos comentan de que usted no es sólo
el Ministro de Gobierno, sinó también el de Petróleos,
el de Hacienda, el de Relaciones Exteriores .. . el Mi-
nistro de todas las carteras .. . y que yo soy un estúpido
y cobarde al que usted ha ganado la moral y ha con·
vertido en el sillón presidencial sobre el que se ienta y
•
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 239
----- - -- -- ------------
hace lo que en gana le viene. Y lo peor de todo es que
dicen que usted confirma con palabra dicho comen-
tarios"!
Con tono reflexivo, aunque con las esperanzas per-
didas de vencer a la ya muy impune calumnia, le con-
te té: - "Si se fija usted en mis actos, encontrará que
ellos en su mayoría, responden a lo acuerdos que hemos
tomado entre los dos. Si presiono sobre los otros mini ·
terios es porque busco cooperarlo, busco que e realice
aquello que usted ve por conveniente. Más aún, mucha
funciones que son ca i de ah oluta dependencia del
Ministerio de Gobierno, las he delegado a su despacho ,
para que así usted no vea en mí un absorvente, y ademá
porque esos asuntos no tienen correlación con el pro-
blema petrolífero cuya dirección, con asentimiento
suyo, he asumido".
En esto me cortó la palabra diciendo: "¡ o deseo
escuchar más!" Esta vez Busch estaba indignado, con
esa indignación que en muchas otras ocasione yo la
había ansiado inútilmente, por ejemplo cuando la
calumnias e intrigas anteriore que en contra mía e
hicieron.
La injustici~ ya me tenía el ánimo can ado y próximo
a estallar. Sin embargo, viendo que era imposible eguir
colaborando en medio de la de confianza que haría que
todos mi actos sean maliciosamente interpretados, y
 240 E. BELMO NTE l' ABO
eguro de que Busch ufriría por largo tiempo la acción
de influencias perver a , le conte té: - "Comprendo su
propó ito, usted de ea que ya no le colabore, por mi
part no presento dificultades, e toy di pue to a redactar
mi renuncia de inmediato".
Tuve la impre ión de que Busch e alivianaba de algo
muy pe ado con mi palabras." i, e trata de ello", me dijo
y acto eguido tocó un timbre llamando a su secretario
privado, a quien le dijo con énfa i impo itivo: "Redacte
usted la renuncia del Sr. Mini tro de Gobierno". El
Secretario, dudando de lo que oyera, se quedó mirando
a ombrado, y con lo ojos muy abiertos, en un estado
de ubconciencia e imaginó retornar a sus épocas de
soldado y contestó mecánica y militarmente: "E u
orden mi Coronel, redactaré la renuncia del Mini tro
de Gobierno" y alió del despacho. Era la primera vez
que él veía furioso a Busch.
Esta actitud de que pretendie e echarme delante dr
la narices un documento que con carácter impo itivo
debía firmar, me indignó tanto que en forma ya violenta
dije a Bu ch:" o acostumbro firmar ninguna nota cuyo
texto no esté de acuerdo con mi criterio, y menos por la
fuerza. Por lo tanto rechazo su orden". ·
Bu ch, más enojado todavía, se puso de pié y con tono
violento y decidido me dijo: "Firma usted el documento
o no ale vivo del Palacio". La injusticia hizo que per·
JUS T IFlCATIVOS DE N U ESTRA REBELION 241
diera el control obre mi mismo, tal que en tono aún
má elevado y resuelto contesté: - "Puede hacer lo
que le de la gana, p ero esté seguro que prefiero me
aquen de aquí muerto antes que con iga u sted cometa
yo un acto de cobardía, al someterme a una arbitraria e
. . . . ..,,, ,,
mnecesana 1mpos1c10n .
Busch, rojo de ira, al escuchar mi insolente tono,
cosa que quizá jamás le pasó en su vida, por haber sido
iempre temido y ecuánime, salió del lugar donde estaba
en u escritorio y, dirigiéndose por la parte des ocupada
· , coléncamente:
de la sa1a, grito · - " u ste d fu mara, " . "N o
firmaré j amá ". "Sí, u ted firmará" ... y echó mano a su
pistola; empuñé igualmente la mía y refuté: - "Sepa
usted que no tiene delante a .u n cobarde".
En estos momento en que nue tra arma , decidida
y rabiosamente empuñadas, salían ya de los bolsillos,
para cometer con ellas la barbaridad de a e inarno ,
dando la más grande victoria a la intriga del Imperiali -
mo, en forma quizá providencial penetró precipitada-
mente en el despacho el Mini tro Go álvez, qi.úen con
los brazos en alto, en actitud de de esperación y de
clamar calma, se puso entre lo dos furiosos, y nos gritó
lo que más efecto tendría en nue tro jóvenes corazones:
- "¡ Por Dios, calma, calma, ustede se olvidan de su
sentimientos patrióticos. Esto dañaría gravemente a
Bolivia" !. Y o no é i fué la pre encia de un tercero
 E. BELMONTE PABON
242
o las exclamaciones reflexiva de é te, que nos calmó·
ambos quedamos mirándonos fieramente, aunque ya un
tanto tranquilos. Retornamos a nuestros asientos a invi-
tación de Gosálvez, que imbólicamente se puso al medio
y procuró amistuarno . Sin embargo, Busch in istfa en lo
que yo rechazaba. El tono volvió a veces a hacerse agrio.
Sólo cuando le dije que era conocido que lo hombre
verdaderamente valiente respetaban el valor ajeno.
aunque sea el del enemigo, y que ahora, en el caso nuestro
ocurríá lo contrario, ya que e pretendía hacerme
cometer una cobardía, declinó u imposición y yo quecé
libre de redactar mi renuncia, cosa que la hice de in-
mediato. Acto eguido Busch contestaba a mi nota y
nombraba Ministro de Gobierno a Gosálvez.
Como única gracia pedí que mi nuevo destino militar
fuera lo más lejos de la ciudad de La Paz dentro dc.l
territorio boliviano, ya sea al Oriente o por las regiones
de Cobija. Esto me fué negado y Bu ch medió a conocer
que mi destino era Europa. Inútiles fueron mi prote tas,
esa resolución quedó en pié; según los consejos que
e cuchaba Busch; se me debía alejar de Bolivia todo lo
que fuera posible.
A los pocos minutos llamó el General Quintanilla por
teléfono a Busch, y se produjo la siguiente conversación
escuchada por mí y Gosálvez: -
J UST IFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 243
- "Diga usted señor Presidente, ¿ tiene ya alguna
novedad con relación a Belmonte ?" (Por supuesto Quin-
tanilla debió ignorar la presencia mía y de Gosálvez.)
-"Sí mi General, él ha presentado su renuncia".
- "¿ Dice usted que ha presentado su renuncia?"
- "Si, mi General."
- "¿ Y la ha hecho por escrito?"
- "Sí, General, ha renunciado por escrito ."
- "¿ Y usted ya la aceptó?"
-"Sí, ya la he aceptado."
- "¿ Ha recibido ya él la nota suya de aceptación?"
- "Si, mi General, ya la t'iene en sus mano ."
- "No se olvide que hay que despacharlo fuera de
América."
- "Sí, General, su destino e Europa."
- "Si usted me lo permite, señor Presidente, me
gu taría sugerirle algunos nombres para la cartera de
Gobierno.''
- "E tarde mi General, el nuevo ministro e Go-
sálvez."
-"Pero ... es fácil que usted desista de esa elección."
- " o, mi General, el eñor Go álvez ha ido ya
po esionado."
- " h ! í?; pues de todas maneras lo felicito Pre-
idente."
- "Gracias, mi General."
 244 E. BELMONTE P BO
JUSTIFICATIVOS DE ESTRA REBELION 245

egún hora de pué e me revelara, pa ados poco - "Que lástima, pero en fin no importa, loco, lo fun-
minuto de la anterior con ver ación, se captó el siguiente damental era que saliese Belmonte."
diálogo ntre el General Quintanilla y el Bufete Calvo, - "Bueno, bueno, ya lo tenemos, así que felicidades
donde atienden lo a unto litigio os de la Standard Ñato."
y otros del Imperiali mo. -Felicidade , loco.
- "Hallo . . . Hallo ... Ñato?" (E e es el apodo de -Adios.
uno de lo abogado del Bufete Calvo.) -Adios y mucha gracias, loco.
- "Si, en persona, ¿ hay algo de nuevo loco?" (Loco
e el apodo de Quintanilla por detrá ; y el bufete Calvo Mi mente como quien contempla en la o curidad los
tiene el derecho de decír elo de frente y en persona.) jalones hilvanados de mi derrota, deja pasar en mono -
- "Tengo una noticia ~n acional para · ustedes." sílabos, silencio amente, pero con certeza deductiva las
- "¿ na noticia ensacional, en estos tiempos?" palabras: -
-"Si, una muy gi·ande . . . Belmonte ha renunciado" ¡ La Standard . . . el doctor Franco . . . u pre agio ...
( dicho triunfalmente). Ribera y Quintanilla ... El Bufete Calvo del Imperia-
lismo ... la esclavitud económic3 y política de Bolivia ...
-(Todo emocionado) "¿Belmonte ha renunciado?
¿ por escrito?" y también de Sudamérica !
Y así, en silencio, podemos hilvanar nuevamente
- "Si ... sí, por e crito."
hechos posteriores: - el decreto de iete de junio ...
- "Caramba, pues, este e el momento en que má
la muerte de Bu ch ... la ucesión de Quintanilla en la
hay que influir sobre Busch para que lo eche."
Presidencia ... la reoi-ganización del liberali mo eco-
- "Y a no es nece ario nada, Busch le ha aceptado y
nómico a través de lo partidos tradicionales ... el
la contestación la ha recibido ya Belmonte. Su nuevo
triunfo del lmperiali mo .
destino es Europa, lo má lejos de Bolivia."
MIEI TRAS LOS I TERESES ECOl o neos DEL GRAN
- "¡ Caramba, que bomba! ¿ Y se sabe quién será el CAPITAL INTER ACIO AL O SON TOCADOS, ESTE NOS
nuevo Ministro?"
DEJA GOZAR r A RELATIVA LIBERTAD A TRAVES
- "Sen iblemente, Gosálvez." DE LA CUAL CAMPE LOS ODIOS DE P RTIDO, LA
 J USTIFICATIVOS DE ' UEST RA REBELION 247
246 E. BELMONTE PABON
- --------- - - - - -
MISERIA DEL PUEBLO, LA FALTA DE RESPETO A LA
AUTORIDAD, U.LES C SI TODOS ORI GI ARIAME TE
26.- LA CARTA QUE NO ESCRIBI
CAUSADOS POR EL CAPITALISMO INTERNACIO AL.
Pero, apena hay algún gobierno que, en su afán de CREDULIDAD PAGADA O PUERIL
liberar a la nación y a u pueblo ataca sus intereses, el
El objeto de este libro es delinear una ideología
pulpo imp erialista reacciona inmediata y enérgicamente
política nacional, de ahí que me es sumamente desa-
y como en un escenario de muñecos, - toma los hilos de
gradable referirme a un tema, como el de la carta fal-
nuestros odios de nación a nación, de partido a partido,
sificada Belmonte-Wendler. Al efectuar una especie de
de caudillo a caudillo, de civiles a militares, de región
defensa personal , desciendo de las alturas desde las
a región, etc., y haciendo u so de la licencio a libertad
cuales se contemplan los intereses colectivos, al plano en
de prensa y pensamiento, de la miseria del pueblo, de la
el que, sin más horizonte que el de lo gu anos, sólo se
falta de honradez y disciplina cívica - manipula desde
pueden observar las pequeñeces del individuo aislado.
las sombras y dirige la comedia de títeres en la que in-
Sin embargo, si nada dijese sobre tan bullado a unto, lo
conscientemente hace tiempo actuamos, con la fatal
aceptaría como cierto, con mi silencio; y los juicios
creencia de que aun somos independientes. Derrumba
errados que a raíz de él se formaron no sólo quedarían en
y eleva gobiernos; presenta a los políticos capaces como
pié, sinó que se confirmarían indebidamente; toda
nulos; a los patriotas como a traidores, y a sus servidore
acusación no absuelta constituye una incógnita sus-
como a superdotados, superhombres de nuestro fuma•
pendida sobre la conciencia, de ahí que me es imperio o
mento político, por mediocres, falsos o inescrupulosos
iluminar con la verdad este ingrato acontecimiento.
que sean.
Sólo así destruiré la tenebrosa invención y daré
tranquilidad a aquellos compatriotas que creyendo
en mí fueron paralogizados por la infame calumnia.
Lejos de mí está el buscar una justicia en la cual
no creo y de la que nada espero; y que e tá organi-
zada para defender no a un pueblo ni a us auténticos
 -
248 E. DELMONTE PABO '
f /.
líderes, sinó a la Rosca y al Imperialismo . Tampoco
intento convencer al actual j efe del Estado boliviano,
Peñaranda, que la tal carta Belmonte-Wendler fué una
falsificación, ya que él mismo mani.6.e ta no creer en su
legitimidad. También me e imperioso de armar con la
verdad a aquéllos que se mueven en la penumbra de la
falsedad, y que explícita o tácitamente asociados,
viendo en mi persona un eminente peligro en contra de
sus ocultos o descarados manejos contrarios a la nacio-
nalidad, en actitud de previsora defensa, pretenden
anularme. Con e tas líneas rompo la censura con que
Peñaranda silenció la voz del acusado, y llevo al co-
nocimiento del pueblo lo que el gobierno calló y ocultó
al país. Finalmente, la carta falsificada Belmonte-
W endler es un ejemplo magnífico para demostrar a mi
pueblo cómo se anula a los hombres que están al servicio
de él.
La inculpación e encarable desde do puntos de
vista: - primero, si es falsa o evidente; y segundo,
- si alcanza a destruir o no el prestigio político y pro•
fesional de mi persona. Y o trataré el primer aspecto;
el segundo, lo dejo a las r eflexiones de cada lector y al
juicio que tenga sobre mi moral ciudadana.
Mi actuación política fisonomizó tanto mi persona
que nada difícil era deducir que, si bien los agentes del
Imperialismo habían conseguido mi expulsión del go·
JUSTlFTCATIVOS DE "UESTRA REBELIO 249
bierno de Busch y del suelo de mi Patria, no por ello
habían destruido mis convicciones ni anulado mi futura
acción. Muy por el contrario, el contratiempo sufrid
en carne propia, me confirmó que TODA I ITERVE CI01
ECO OMICA IMPERIALISTA IMPLICA O DEVIENE E1 AR- -
BITRARIA I TROMISIO POLITICA. CREA DO ASI COLO-
IAS ECO OMICAS, CO EL I CREIBLE Y POMPOSO
TITULO DE ACIONES LIBRES, DO DE A LA SOMBRA
DE LA A ARQUIA DEMOCRATICA QUE ELLOS LLAMAN
LIBERTADES POLITICAS, SE SUFRE LA DISIMULADA,
SECA TE Y BRUTAL DICTAD RA I r TER ACIO AL DEL
IMPERIALISMO.
Es con el propósito de anular mi intervención en la
política boliviana que terminaron por acusarme de trai-
ción, apoyando dicha calumnia en una carta que no
escribí y en una supuesta revolución que sólo debió
existir en la fantasía de los calumniadores y en la
credulidad pueril del gobierno . Sólo la mentira podía
serles un arma eficaz en contra mía. 1;ara presentarme
indigno a mi pueblo, había que fraguar una calumnia
ya que en mis actos sólo encontraban una clara y
resuelta lucha contra los sojuzgadores de mi tierra y a
favor de mi pueblo.
A los enemigos de nuestra Patria, que no pudieron
comprar mi conciencia, ni tuvieron éxito en la búsqueda
de asesinos, en la imposibilidad de hacerme desaparecer
 250 E. BELMONTE PABON
presentándome como a un nuevo suicida, no les quedó
otra cosa que pre entarme como traidor a Busch.
para excluirme del gobierno de é te y expulsarme de
Bolivia. Ahora me pre entan como traidor a mi tierra
con la intención de de truir la fé que algunos puedan
tener en mi per ona · y a í cerrar al peligroso enemigo
las puertas del campo político en el que ellos impúnes
campean. En tierra donde reina la pseudo democracia
- es fácil que el Imperialismo, - a la par que hace de u.
estúpidos y dócile muñecos grandes personalidades
mediante su medio de propaganda como la prensa y
círculo políticos que lo sirven, - reduzca a la nada o llene
de infamia a quien se le opone con energía y patrioti mo.
Así como afirmo rotundamente no haber tenido con-
tacto alguno con ninguna potencia extranjera, no he
de negar que desde 1934 se ha iniciado un movimiento
revolucionario, no de facto, sinó ideológico en el cual
participo y que e tá en contra de todos aquellos indivi•
duos y gobierno contrario al nacionalismo de la eco-
nomía boliviana' y a la atención social de su pueblo.
Descripción cronológica:
V arios meses ante de salir a luz la carta falsificada,
el gobierno de Bolivia e encontraba ya temeroso de
que me trasladase a Sudamérica, y a fin de presentar un
atajo, mediante sus agentes, removió el proceso del Club
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBEL~ON 251
- - - -- -- - - - ----
de La Paz-que estaba ya archivado como sumario ju-
dicialmente concluído-presentándomelo como amenaza
de seguro presidio. Al efecto, realizaron la siguiente
comedia: - me enviaron un cablegrama anunciando que
me suprimían del cargo de Agregado Militar y ordenaban
me pusiera a disposición de la justicia. Como respuesta
pedí bagajes y viáticos. No se trataba de trasladarme
a Bolivia sinó de atemorizarme para conseguir que sea
yo quien no quiera retornar; tal que pasados unos tres
0 cuatro días, siguió el segundo acto de la comedia;
llegó un nuevo cablegrama por el que me nombraban
Adjunto Aereonáutico (?), creando, por primera vez,
e te cargo en la Legación boliviana en Berlín. Sin duda
alguna e peraban que yo temblaría ante las dificultades
que el retorno a Bolivia podía significarme y creyeron
que me sentiría feliz de seguir desterrado con un cargo
oficial.
Más tarde,-siempre antes de la carta falsificada-,
el gobierno boliviano in truyó a nue tro Encargado de
regocios en Berlín para que me tuviera bajo rigurosa
vigilancia e impidiese mi salida del territorio alemán,
debiendo además dar parte inmediato cada vez que me
ausentase de Berlín.
En fecha 5 de julio, de pués de dificultosas trami-
taciones de autorización, ya que el alto comando alemán
me negaba el permiso de viajar en auto por su territorio,
 252 E. BEL 10 ' TE PABON
dada la re triccioue de guerra, me ausenté de la capital
en tren con e] iguiente itinerario: - Berlín- Saa]feld-
Viena-Linz-Salzburg-Munchen- Berlín. Poco ante,
de mi partida, nuestro Encargado de Negocios, a tiempo
de comunicarle mi viaje, a la par que le daba mi re•
corrido me rogó que de cada una de las ciudades donde
e tuviera , le mandara noticias. Al mismo tiempo, me
con ultó sobre si debía dar parte a Bolivia sobre e ta
mi au encia de Berlín. Como yo no tuviera absoluta•
mente nada en mi conciencia y no encontrando ningún
inconveniente en que se diera parte, le dije que podía
proceder como gustase. Por lo tanto, tal noticia fué
enviada, según entiendo, en fecha 6 de julio.
El objeto principal de mi viaje era concurrir a la
célebre semana hípica anual de Munchen a realizarse
entre el 20 y 27 de julio y visitar la exposición militar
"La Victoria en el Oeste" que se exhibía en la. ciudad
de Linz, ubicada entre Munchen y Viena. Aprovechando
la proximidad a la línea de mi viaje en que se encontraban
Sa~lfeld, Viena y Salzburg, ciudades célebres por su his•
tona Y cultura, y que pe e a mi larga estada en Alemania.
aún no las conocía, decidí visitarlas en esa misma opor·
tunidad y pasar en ellas algunos días.
En fecha 5 de julio en la tarde partí de Berlín y llegué
a Saalfeld con el exclusivo propósito de visitar"La Gruta
de las Hadas" en la que el compositor W agner inspirara
JUSTIFICATIVOS DE UESTRA REBELION 253
una de us más célebres producciones musicales; de ahí
en recorrido directo pa é a Viena, luego a Linz, man-
teniendo comunicación de cada una de e ta localidades
con nuestro Encargado de Negocios. Tanto que cuando
de Bolivia le consultaron por mi presencia, aquél con-
te tó que me encontraba en la ciudad de Linz.
Ignorante de lo que pasaba, eguí viaje a la tierra
de Mozart; de Salzburg proseguí a Munchen con el
propósito de concurrir a la citada semana hípica.
En un hotel de Munchen, adonde llegu_ el 23 de julio 1-i
de 1941, a tiempo de llenar la papeleta policial de
alojamiento en la que esc1:ibía mis generales como boli-
viano en función de Agregado Militar, etc., el conserje
del local me preguntó si yo ignoraba que mi paí había
roto relaciones con Alemania. Pensé que el empleado
del Hotel se equivocaba y se confundía con alguna otra
nación, pue estaba muy lejos de creer en tal aconte-
cimiento ya que ningún antecedente vidrio o e había
presentado en los últimos tiempo . El conserje, sin
embargo, insistió y ampliando detalles me dijo que el
Mini tro de Alem~nia en La Paz había ido expul ado
y que su paí había hecho lo propio con el repre entante
boliviano en Berlín, dándole tre días de plazo para
abandonar el territorio.
Temiendo ser detenido y expul ado d territorio
alemán y a í no contar con el tiempo uficiente para
 254 E. IIELMO TE PAIIO 1
arreglar mis equipajes y asuntos per onales en Berlín,
me escabullí de la presencia del conserje, y en el afán
de con tatar lo que me dijera, compré diarios encon-
trando en ello la confirmación de la recíproca y aún
inmotivada expul ión de diplomático . Luego me em-
barqué en el primer tren que partía hacia Berlín.
La noticia publicadas obre las dificultades diplo-
máticas eran vagas y yo no abía si la expul ión de
miembro de nuestra Legación era exten iva a todos,
y mucho menos o pechaba iquiera que mi nombre
hubiera ido mezclado en tal ama ijo diplomático.
Llegado a Berlín creí conveniente no aper onarme ante
los miembros principale de la. Legación, y en la e ·
peranza de que la ca a de nuestro agregado civil
Villanueva no estuviera bajo control policiario, desde
un teléfono público tomé comunicación con él. o lo
hice de de mi alojamiento porque deseaba llegar/ in que
nadie se diera cuenta de mi presencia y- a í di ·
poner del tiempo necesario para arreglar mi valija .
Villanueva me dió a conocer de que nuestro Encargado
de Negocios, señor Flores, había sido ya sacado del
territorio alemán y que en esos momentos se encontraba
posiblemente en Suiza, juntamente con el Agregado
Civil ielsen, de quien e uponía su retorno ya que
sólo fué .acompañando al primero; que nue tro Cón ul
General en Hamburgo se había hecho accidentalmente
J ST IFICATlVOS DE NUESTRA REBELIO 255
- ----------
cargo de la Legación, y que se ignoraba lo que podría
pasar de un momento a otro. Pregunté si sabía que el
señor Flores hubiera dejado a alguien el dinero en
marcos que yo dejé en depósito en la Legación. También
le demandé i se sabía cuál era la cau a por la que se
había producido el extrañamiento del Encargado de
egocios . Villanueva ignoraba ambas co as, in embargo
había e cuchado algún rumor de que yo me encontraba
mezclado en la danza de la expul ión de Ministros
aunque ignoraba detalle .
Por la noticia de illanueva, si bien podía dirigirme
con seguridad a mi domicilio , quedé intranquilizado
ante aquél rumor de que mi nombre danzaba en lo
último acont_ecimientos. Tuve la e peranza de que ólo
fuera un rumor; pues en mis actos nada encontraba que
pudiera comprometer la relacione entre lo pueblos de
Bolivia y Alemania.
Al día siguiente recibí una nota del Agregado iel en
en la que, en u párrafo principal me decía : 'Si u ted
aun no e tá enterado por otro medio, en poca palabra
le informo lo siguiente: el ábado 19 según cable pa ado
por la Cancillería, dice que en Bolivia e descubrió una
revolución en la que e taba complicado el Ministro
alemán, razón por la que lo declararon per ona ingrata.
Alfredo (Encargado de cgocio ) que tu o que comu-
nicar e to per onalmente n la Cancillería alemana,
 256 E. BELMO TE PABON
también fué declarado per ona no grata y se le dió tre
día de plazo para alir. La Legación, el archivo, según
in truccione de Bolivia ha ido entregado al Cónsul
General Saavedra Suárez, quien está en Berlín. Otro
pormenores y cosa relacionada con u ted se los daré
per onalment el día lune , ya que supongo que u ted
regre ará el ábado 26. Demá es decirle que a u ted
también lo hacen "cómplice" de esta nueva revolución,
La in truccione obre "vigilar u pasos" han ido
nuevamente repetida .-Los fondo que u ted tenía en
la Legación me lo entregó Alfredo. Yo los guardo y el
lune e lo entregaré."
Encontrándome en Viena recibí un de pacho tele-
gráfico de nue tro Encargado de egocios en el que me
comunicaba que había llegado un telegra~a para mí y
que me pedía autorización para leerlo y comunicarme
su texto telefónicamente; o bien enviármelo por correo
Le contesté qu; me lo envía e a Linz donde me tras•
la daría al día siguiente. En efecto, recibí el telegrama :
él había sido trasmitido desde Buenos Aires; lo firmab a
un tal Fritz, de conocido para mí, quien decía muy
cinematográficamente : - "Atención robaron carta te·
mo posibilidad peligro para usted .-FRITZ." /.
Si yo hubiera e tado en contacto con la Cancillería
alemana y en el ca o de haber escrito la tal falsifica da
carta , esta noticia dada por el amable y comedido Fritz
J!JSTIFICATIVOS DE UESTRA REBELION 257
en cablegrama abjcrto, es decir no cifrado, la habría
recibido directamente de mis supuc tos cómplices ale-
manes que, por razonamiento aún e colino, debían
también conocer el anunciado robo de carta . Además
se observa que nuestro simpático Fritz estaba muy
informado obre mi >correspondencia < con el Mini tro
alemán, pues no olamente se refiere en su comedido
cablegrama a una carta, sinó a varias.
Ruego al lector acompañarme en las siguientes re-
flexiones :-planeada la falsificaciqn de la carta y la
farsa de la revolución, el procedimiento ejecutivo que
proyectaron lo fal ificadores posiblemente fué el 1.-
guiente: -
1° Se instruye a la Legación de Bolivia en Berlín para
que dé parte de toda ausencia de mi per ona.
2° Se recibe la noticia esperada má o menos el 7 de
julio, en la que posiblemente se anunció : -a) que mi
retorno a Berlín sería a fines de julio, de acuerdo al
itinerario que entregué a nuestra Legación; y b) que
el objeto del viaje era concurrir a la semana hípica de
Munchen entre el 20 y 27 de julio.
3° Por lo tanto, lo fal ificadores tienen la seguridad
de que a mediados de julio e taré au ente, tiempo que
juega mucha importancia en la carta a falsificarse .
 258 E. DELMO TE PABON
4° Con la noticia 2º y 3º, se falsifica la carta; e la
f cha con 9 de junio y e me hace opinar en ella de que
la revolución d be e tallar a mediados de julio o sea en
l tiempo que, po itivamente aben los falsificadorc no
e taré en Berlín.
5º Luego, má o menos el 15 de julio los falsificadore
pre entan la carta a Peñaranda; é te, a través de u
l ctura, iente que e le hunde el piso . .. la revolución
e inminente. . . e tá en plena marcha. . . unas hora
má ella habrá e tallado. . . Belmonte, dado su anun-
ciado viaje aéreo-y el ahle de Flore que avisa u
au encía de Berlín,-.- debe e tar ya a uno poco kiló-
m tro de La Paz, dispuesto a lanzarse en paracaída (?).
como publicara unos me es antes un diario de e a
ciudad . . . E preci o tomar medidas de emergencia i
e quiere conjur~ el golpe ...
En la carta no se cita ningún nombre, pero e habla
de muchos amigo . Deténga e, en con ecuencia, a todo
lo que iendo opo itores al gobierno simpatizan con
Belmonte. Empero, la central revolucionaria es la Leaa-
ción de Alemania, cuyo ministro aprovecha de us in-
munidade diplomática . Peñaranda no tiene la capa·
cidad intelectual uficiente para medir las con ecuencia
internacionale que en momento de conflicto mundial
ignifica u:na acción contra cual quiera de la potencia
en lucha; má si e actúa obre la per ona de un reprc·
JUSTIFICATIVOS DE . ESTRA REBELION 259
elltante diplomático. Y, en su afán do conjurar e
peligro, declara persona ingrata al Mini tro Wencller
obligándole a abandonar el territorio boliviano en el
perentorio plazo de tre días.
6º Los falsificadore han triunfado. Suponen que Bel-
monte está anulado políticamente al pe ar obre él la
acusación de traición a la patTia.
7º Empero, inve tigaciones po teriore pueden des-
nudar la farsa . Es preci o dejar caer lo telones para
siempre. Hay que echar tierra al asunto. A Belmonte
no se. le debe ni escuchar. Una censura rigurosa debe
hacer e cargo de ello.
8º En la carta falsificada, en vez de "mediado de julio"
debió decirse "mediados del próximo" ya que ella estaba
fechada en junio. Pero el falsificador oh esionado por
hacer coincidfr mi anunciada au encía en julio-que
el Encargado de egocio Flore comunicó cablegráfica-
mente-e cribe con precipitación "mediados de julio ',
olvidando que u inventada carta e tá fechada en junio .
9º Pasados lo momentos de mayor nerviosidad y aleja-
da la inminencia del inventado pero creído derrumbe, el
mismo ingenuo Peñaranda entrevé que todo ha sido un
engaño y tiene la inceridad irresponsable de manife tru:
u dudas obre la autenticidad de la ca,rta y lar volución.
'I Al día iguiente de mi llegada a Berlín, e decir,
el 24 de julio, me hice pre ente en la L gación de Bolivia
 260 E. BELMONTE l'ADO
y pregunté al encargado interino i había alguna noticia
oficial con relación a la culpabilidad que se me atribuía
en la dificultade diplomáticas. Se me contestó que no
y que ólo corrían rumore . Opiné ser oportuno, pe e
a la carencia de noticia oficiale , cablegrafiar a Bolivia
dando a conocer que el My. Belmonte había declarado
oficialmente ante la Legación de que toda noticia que
afirma e er verídica la conspiración en concomitancia
con Alemania contra el gobierno Peñaranda era falsa.
El encargado interino objetó que no era prudente tal
proceder y que había que e p rar algo oficial ante de
transmitir mi declaración. Argumenté que quizá para
ese entonces la información de mis declaraciones sería
tardía , ya que llegarían después que el gobierno hubiese
con umado sus actos al influjo de las informaciones
falsa ; y que i bien eran posible las rectificaciones en
fos a untos de ca1ácter interno, en los internacionales
sólo queda asumir las consecuencias ; insi tí que el
conflicto armado podía hacer que los actos diplomáticos
bolivianos de ese momento sean interpretados como un
ingreso de nuestro país dentro del torbellino político
internacional; finalmente, para convencer sobre la con·
veniencia de enviar mi declaración, afirmé aun de que
si Bolivia tenía interés en romper relaciones con un
Estado, debía proceder decorosamente sin apoyarse en
hechos falsos.
JUS1'11''ICATIVOS DE . ESTRA REBELION 261
Inútiles fueron todas mis reflexione , y como por mí
mismo no podía enviar nota cablegráfica alguna, p_orque
dada la e tricta censura de guerra, las oficinas para el
efecto exigían autorización especial o sellos de Legación
para transmitir cualquier de pacho al exterior, me
re igné a esp rar que llegase algo oficial que permi-
tiera dar curso a mi declaración.
Y así fué, al día siguiente fuí consultado por el
Ministerio de Relaciones Exteriores alemán i gustaría
pasar por sus oficinas a absolver una pregunta. Si bien
yo conocía aproximadamente el edificio del Ministerio
de Relaciones, no sabía por qué calle ni número debía
ingresar, ni a qué repartición había de dirigirme. Era
irónico ~ 1 acusado de connivencia revolucionaria ,-1 ~ -
con el Ministerio de Relaciones alemán, buscar a tientas /a
el aun desconocido despacho de sus supuestos cómplices.
Por fin de pués de algunas vueltas y revueltas, encontré
el de pacho que había insinuado mi pre encía. En él,
un eñor que no hablaba español y que yo no ahía quien
era, me pidió le manife tara i yo mantenía alguna
correspondencia postal u otra con el Ministro alemán
en La Paz. Y o conte té que absolutamente ninguna y
que incluso no conocía ni de vista al citado Ministro.
El que me interrogaba resultó ser el Subsecretario de
E tado W oermann, quien acto eguido me alcanzó una
carta y me preguntó i yo la había e crito. La leí, e taba
 262 E. DEL 10 ' TE PADO '
en alemán, y re ultó r la traduc ión de la famo a carta
fal ificada Belmonte-W ndl r qu tanta re onancia tuvo
en el mundo en ese tiempo. Conte té al sei1or Woerman
que e a carta era fal incada · le a 0 radecí por habérmela
mo trado y le dij que inmediatamente daría a conocer
a mi gobierno obre la ilegitimidad de ella. El eñor
Woermann me ofreció la cooperación de la pren a para
el ca o en que yo qui i e hacer uso de ella. gradecí
u ofrecimiento y me re er é el aceptarlo de acuerdo
a lo que viese po1· conveniente y me despedí. E l hecho
me era finalmente ya claro. S culpaba al Ministro
W endler y a Alemania d complicidad en una revolución
que e me atribuía haber gestado en contra del gobierno
Peñaranda. E ta era la cau a por la que se p~ ieron en
peligro la relaciones boliviano-alemanas.
Seguro estaba de que el gobierno boliviano apoyaba
u acto en informa~ione fal a , y dada la tra cendencia
internacional de tal proceder y del momento que el
mundo vivía, ví que me era imperio o hacer u o de
todo los medios, aunque fue e con meno cabo de mi
reputación per onal, pai-a romper la fácil credulidad d
Peñaranda. Redacté por lo pronto un cablegrama diri-
gido a Peñaranda y a su colaboradore militare y ci-
vile , en el que decía: -
"Por el bien de mi Patria y a fin de que u gobierno
no prooeda de acuerdo a informaciones falsa declaro:
JUST!•'ICATIVOS DE UESTRA REDELIO 263
que es completamente falso el que yo hubiera tenidp
ni tengo relación alguna revolucionaria con el gobierno
alemán o con su Ministro en Bolivia. Por lo tanto, no
he escrito ni recibido nota alguna del señor Ministro
alemán w endler. ESTA DECLARACIO ' O B se DE-
FE DER MI PERSO A, SI O SERVIR A MI P ATRI . T L
Q E VERIA CO ' GRADO QUE EL GOBIERNO DE BOLIVI
. O MODIFIQ E L S MEDIDAS Q CO TR 1I HUBIERA
TOMADO. Atentamente. Belmonte."
Sensiblemente el Encargado de egocio interino de
la Legación de Bolivia, no aparecía por parte alguna,
tal que para que me recibieran el cablegrama en las
oficinas de correos, tuve que recurrir al sub ecretario de
Estado W oermá~ que me consiguió la nece aria autori-
zación.
Empero, e_l cablegrama, pese a la erenidad de u
redacción, podía ser entrepapelado y olvidado, también
podría sufrir la censura de lo adulone del gobierno y
así no llegar a mano de su principales destinatario .
No era pues un elemento de gran fuerza que pudiera
consegu¡;_. el fin que me prop~aja ·• e to e , convertir la
barata credulidad de Peñaranda por lo meno en una
racional incertidumbre o duda. Me quedaba un recur o.
harto azaroso: la declaración pública, ante la pren a
mundial. Ella tenía el poder máximo para golpear en
 264 E. BELMO TE PABO
lo oídos del gobierno y en la cabeza dura de lo
infantilmente orpr ndido . D ecidí hacer uso de ella,
pe e a que entreveía que tal actitud sería juzgada en
perjuicio mío. Sin embargo, lo fundamental era evitar
el mal paso que temía Bolivia diera apoy ada en el error,
Me aper oné al Mini terio de R elacione Exteriores y
pedí me facilitaran hacer uso de la prensa, como se me
había ofrecido. También dí a conocer que mis declara•
ciones erían dada por e crito a fin de evitar errores
de interpretación periodí tica o tergiversacione por
falta de precisión. En fecha 26 de julio ante la pren a
mundial leía la iguiente declaración:- "El Gobierno
de mi país ha tomado desusadas medidas contra el
Ministro de Alemania basándose en una carta que dicen
que yo he e crito de de Alemania al Ministro W endler
en La Paz, y que el Gobierno boliviano, como lo ha
publicado, la. ha recibido de una potencia extranjera.
Esta supuesta carta, de la que yo me he enterado por
primera vez por su publicación, no ha sido nunca escrita
por mí.
En interés de la verdad y en ·interés de las relacione
entre el pueblo alemán y el mío, considero mi deber
declarar aquí, ante los representantes de la Prensa
Mundial, bajo mi palabra de honor como oficial, que yo
no he dirigido nunca al Ministro Alemán W endler ni
· est a carta ni ningún otro escrito. Esta carta es una
J U STIFI CAT IVO S D E NU ESTR A R E B E LION 265
fal sificación. En Bolivia saben que y o he considerado
siempre como mi deber más sagrado, servir los intereses
de mi Patria. Y o sé que desde hace mucho tiempo se
me persigue a causa de esta actitud mía por fuerzas polí-
ticas y organizaciones secretas. E stoy convencido de
que este e el motivo por el que se me atribuye esta
carta, y a í, con esta falsificación, atacar tanto mis
honradas intenciones nacionales, como, al mi mo t iempo,
al Gobierno del Reich Alemán.
Después de enterado del monstruoso reproche que se
me hace he comunicado a mi Gobierno lo siguiente: - .. "
(Texto del cabiegrama transcrito anteriormente)
Acto seguido envié al gobierno de Bolivia un cable
en el que comunicaba lo siguiente: - .,,
"Fin dar mayor fuerza veracidad mi cable 26 julio
y así evitar que su gobierno proceda basado informes
falsos, hice uso de la prensa para afirmación rotunda
no haber tenido comunicación alguna con Mini tro
Wendler.-Declaración anterior fué hecha pese a daños
personales que yo pudiera sufrir por interpretaciones
capciosas sobre mi actitud.-Atentamente.-Mayor
Belmonte."
Con lo que dí por terminada mi acción para romper
la fácil credulidad gubernamental. C MPLI CO EL
DEBER DE DAR A CO OCER LA VERDAD. ERA COMPE•
TE CIA ·DEL GOBIER O INVESTIGAR QUIE ES ERAN
 266 E. Il EL ~l O N TE i' Ali O .
LOS A TORES DE L F LSIFICACIO QUE OCULTOS
irn ILES LO NIMARO -. r " ~ -,:V.Jv,,w 1 Q..
Pa aron treinta y tanto día y no llegó ninguna
noticia oficial con relación a mi ituación, p se a que
la pren a uiza hacía tiempo había comunicado que yo
fuí u pendido de la función diplomática que de empe·
ñaba en Berlín y que había sido r tirado del Ejército
de Bolivia. Con el objeto de aclarar, envié el siguiente
cablegrama : -
" egún publicó nited Pres 24 julio alto comando
boliviano habríame dado baja Ejército.-Pe e tiempo
tran currido aun no r cibí comunicación respectiva.-
Agradeceré aclararme ituación.-Atentamente.-Ma-
yor Belmonte."
Recibí la siguiente re puesta:-
"Ago to 25.-Pongo en u conocimiento que por
orden General o. 741, de 24 julio último, ha ido usted
dado baja Ejército en razón HABERSE CO¡\f PRO·
B-AD O u delito traición a la Patria."
. Pedí el envío de mi pasajes y haberes devengado ;
y como quiera que mi pi-esellcia habría sido desagradable,
tanto para los falsificadoi-es como para los crédulos me
conte tai-on con el ilencio; Más aún, el gobierno de
Bolivia llamó duramente la ate~ción a nuestro Encar·
ga·d o de egocios interino por haberme facilitado, en
cumplimiento de u ineluctable deber, la vi ación de
J 'ST IF'ICATIVOS DE ESTJlA REDELION 267
tránsito por el Brasil a Bolivia, y le instruyó me nega e
toda cooperación en mi traslado a Sud América. E,
decir, el gobierno que debía estar interesado en atrapar
al acusado, comprobar su delito y condenarlo, no sólo
huía del culpable sinó que "también rehuía de organizar
un proce o legal que evidenciase el hecho imputado.
Tal actitud es explicable, temía la verdad porque posi-
blemente ya , e había dado cuenta del engaño .
~) JA ~ Al ~
t La carta falsificada y su análisis.-
El único documento de la supues_ta conjuración uti-
lizado por el gobierno boliviano como suficiente prueba,
fué la ca1·ta falsificada Belmonte-W endler; dada la
trascendencia de los actos a que precipitó era indispen-
sable probar su autenticidad, pues mientra exi tan
falsificadores no todo escrito debería er considerado
como propio de la per ona cuyo nombre :figura al pie;
más aún, i hay obrado intere e y odio en juego, que
podrían inducir a la uplantacione .
Si de oficio no tuvo el gobierno el prudente proceder
de evidénciar su autenticidad, por lo menos debíó haber
oh ervado tal conducta ante las rotunda negativas del
upuesto autor.
El texto de la carta fal ifi.cada, publicado en 'La
Prensa'' de Buenos ir , e el siguiente:-=

268
"Excmo. Doctor Ernst Wendler, La Paz. E timado
eñor y amigo :-T ngo el agrado de acusar recibo de
u intere ante carta en que me comunica la ge tione
que Ud., su personal en la l egación y nuestro AMI-
GOS CIVILES Y MILIT RES BOLIVIA OS llevan a cabo
en mi país con tanto éxito.
"Me dicen lo amigos de la Wilhelm tra e que por
informacione recibidas de usted, e acerca el momento
de dar nuestro golpe para librar a mi pobre paí del
gobierno débil de inclinaciones completamente capita•
li tas . Y o voy más allá. Creo que el golpe debe fijam
para mediados de julio, pues lo considero el momento
propicio y repito que es el momento propicio, pues, por
su informacione al ministro de relaciones exteriores en
Berlín, veo con agrado de que todos los cónsules y
AMIGOS DE TODA LA REP BLICA DE BOLIVIA, Y ES-
PECIALME TE E - UESTROS CE1 TROS MAS AMIGOS,
COMO COCHABAMBA, SA TA CRUZ Y BE I, donde han
preparado el ambiente, han organizado nuestras fuerzas
con habilidad y energía.
"No cabe duda de que TENDREMOS Q E CO
CE TRAR UESTRAS FUERZAS E COCHABAMBA, ya
que siempre se ha prestado preferente atención a este
punto . Sé por algunos AMIGOS MIOS QUE SE SIGUE
REU IEr DO SI MOLESTIA ALGU A DE LAS AUTORI·
DADES y que se SIG E HACIE DO EJERCICIOS OC·
.-_ - . .: . -.- . --. ·--- . .,_-.--:- - . -•:,.·.;_ . . :. .,--::-- .:-_ _·,..:~·
.' • ....
JUSTIFICATlVO~ DEN ESTRA REBELION 269
T R OS. Además veo que SE HA AC ºM LADO BUE. AS
CA! TIDADES DE BICICLETAS, lo qu F CILITARA r ES,
TROS MOVIMIE TOS DE OCHE, YA Q E LOS AUTO-
MOVILES Y CAMIO ES SO DEMASIADO BULLICIOSOS.
"Por e o croo que durante la próxima semanas e
debe obrar con muchísimo más cuidado que anterior·
mente para de pi tar toda clase de so pecha . Deben
evitarse reuniones y las instrucciones se deben dar de
persona a per ona en lugar de darla en las reunione .
"Naturalmente que la entrega inicua del Lloyd Aéreo
Boliviano al imperiali mo yanqui es un inconveniente,
ya que yo pensaba tomar el control de esta organización
inmediatamente a mi llegada a la frontera del Bra il
pero esto lo salvaré con los amigos de aquí, pues mi
vuelo lo haré acompañado por otro avión que me eguirá
todo el camino.
"Remo recibido lo plano detallado y mejorado
de los lugares de aterrizaj e más conveniente . E to me
hace ver una vez más que u ted y u per onal efectúan
un trabajo gigantesco para la realiz-ación de nuestro
r. plan, todo en bien de Bolivia.
"Tomo especial nota de lo que me escribe u ted, re·
ferente al ELEME. TO JOVE DEL EJERCITO. Efecti•
vamente, yo siempre he contado con ellos y serán ello
sin duda los que mejor cooperarán en la magna obra
que llevaremos a cabo en mi patria.
 270 E. BELMO TE PABON
"Como le digo más aniba, e. necesario que obremo
con rapidez pue el momento e oportuno. Hay que
de hacer el contrato del "wolfram ' con Estado Unidos
y anular o n último caso, modificar su tancialmente
lo contrato de e taño con Inglaterra y E tado Unido .
"La entrega de nuestras línea a intere es de Wall
Street es una traición a la patria. En cuanto a la Stan-
dard Oíl, que tanta actividad demuestra por una so•
lución honorable para 'restaurar el crédito de Bolivia',
e to e criminal. De de mi corta estadía en el gobierno
vengo combatiendo esto. ¡ Que afán de entregar el paí
a E tado Unido so pretexto de una ayuda financiera
que nunca vendrá! E tados Unido seguirá su política de
antaño: conseguir grandes ventajas a cambio de pequeños
empré titos que ni siquiera se nos permita manejarlo .
Bolivia nece ita trabajo y disciplina. Debemos copiar,
aunque sea mode tamente, el grandioso ejemplo de Alema- ·
nía de de que a umió el poder el nacionalsocialismo".
"Ese famo o tratado· de Ostria con el Brasil es un
verdadero crimen. Una vez que controlemos la situación,
este será uno de los primeros asuntos que cambiaremo .
Desde el gobierno, con apoyo de mi buen amigo Foianini,
e hizo lo po ible por que no e formalizara dicho tratado,
Claro e tá que el famoso canciller entreguista Ostria e tá
completamente influenciado por el capitali mo y i
fuera él ya seríamos una colonia americana."
J USTIFICATIVOS DE N ESTRA REBELIO 271
''Espero la última palabra suya para salir en vuelo
de aquí para empezar la obra que salvará a Bolivia
primeramente y posteriormente a todo el continente
sudamericano de la influencia norteamericana. Muy
pronto seguirán el ejemplo los demá países y ólo
entonces, con un solo fin, con un solo ideal y con un solo
jefe supremo salvaremos el porvenir de Sud América
y comenzaremo , repit~, una era de depUiación, de
orden y de trabajo."
"Hasta muy pronto, señor ministro. (firmado) Elía
Belmonte".
Un superficial análi i de eJla habría sido suficiente
para dal' con lo primero· indicios de u falsificación.
Así tenemos : -
1° ¿ Es posible que el Mayor Belmonte, que de empeñó
el cargo d e Jefe d~ Policfa de La Paz, con la única misión
de conjurar toda revolución en contra de Busch, no se
hubiese dado cuenta del rie go que corría su upuesta
Revolución al escribir una carta tan detallada y no
cifrada?
2° Cómo a í, estando en contacto con el Mini terio de
Relaciones Exteriores alemán, e ta institución le permitió
tal envío sin el uso de clave? ¿ Es que el Ministerio no
tendrá tal servicio, no oh tante el e tado de guerra?
3° Dada su enorme tra cendencia, ¿ por qué no e
envió la carta, previamente cifrada, por vía cablegráfica?
 E. BEUIO TE PABON
272
4° i la carta fué encontrada en valija diplomática
¿ querría decir que el My. Belmonte no pensó que en
una época, como la actual, de conflictos tan grave , en que
se juega la uerte de millone de hombre , la violación
de la correspondencia, ea cual fuere, djplomática o
normal se convierte de necesidad en derecho recíproco
de la parte en guerra?
Sº Si fué por correo normal ¿.no habría sido detenida,
en primer término, por el servicio de cen ura alemán el
que con las observaciones sobre la ·imprudencia del
My. Belmonte la habría devuelto al Ministerio de
Relaciones Exteriores?
6º La redacción de la carta; ¿ corresponde al estilo del
Mayor Belmonte? ¿ o parece ella una estudiada de ·
cripción cuya aparato a amplitud e tá más bien de ·
tinada a sorprender la buena fe de los que la lean y no
a tomar acuerdos finale para un golpe de mano? El
Mayor Belmonte, que no es ni un ingenuo ni un imbécil ,
máximo habría escrito lo · iguiente: - "Opino fijar
golpe mediados próximo mes. - Sin embargo quedo en
espera sus noticias para trasladarme ésa por vía aérea. -
Mayor Belmonte".
7° Pese a que el My. Belmonte cita como a us
cómplice a elementos civiles y militare en abundancia,
¿ por qué no cita ni un ólo nombre? La pre encia de un
nombre cualquiera habría dado como re ultado un
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 273
testigo en contra de la falsificación; los 'falsificadores
supieron evitar la presencia de testigos de descargo.
Tuve conocimiento que se efectuaron persecuciones
y confinamientos, más con el bajo propósito de dar paso
a venganzas personales que a inve tigar el hecho, sobre
el que no existe ni una declaración de policía judicial con
valor ni aún presuntivo.
"' 8° Finalmente, existe la rotunda negativa del supue -
to autor en cuyo primer cable informativo dijo: - "no
bu co defender mi per¡¡ona sinq servir a mi Patria, tal
que vería con agrado que el gobierno de Bolivia no
modifiqu e las medidas que en contra mía hubiera
tomado". Esta petición sale del tono habitual majadero
de los que buscan _Ia defensa de i mismos. B elmonte
pedía la prosecución de los daños que l e habían causadó
como prueba de fe de que lo que declaraba era cierto.
Encontrados los primeros indicios que denunciaban
1 la falsificación, correspondía verificar en lo que fuese
posible los h echos ocurridos o por ocurrir que en la carta
se citaban. Si la carta era auténtica ellos debían ser
verifiéables : -
- 1° Identificación pericial de la firma; entiéndase,
pericial, técnica legal; no a ojo de ta ador empírico ni
encomendada - como ocurrió en la especie - a per-
sonas que ignora~ de ~sta profe ión.
 JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 275
E. BELMONTE PABON
274
- - --
dades gubernamentales para obtener pruebas irrefuta-
2° Según la carta, muchos . on los cómplices "AMIGOS
bles en contra de cada uno de ' los cómplices, por la
BOLIVIANOS CIVILES Y MILITARES" que intervinieron
sori:resa con que pudieron actuar sobre éstos. Empero,
en e te complot. Por lo tanto , es de suponer que el
¿ cuantos culpables o cómplices fueron d escubiertos ?
gobierno boliviano hubiera apresado a varios de éstos.
¿_Cu~les son los confesos y cuáles los convictos? ¿ Hay
¿ Existe entre ellos siquiera uno que sea cómplice
siquiera uno que el gobierno pueda pre entar como
confeso o por lo menos convicto?
prueba inapelable para justificar su actitud de acusar de
3° Según la carta, E EL COMPLOT ESTARIA CO '·
traición a un miembro de la institución armada del país?
JURADOS EL MAYOR BELMO TE, EL GOBIERNO ALE-
5º La carta dice: . . . TE DREMOS QUE CO CE .
MAN Y S MI ISTRO E LA PAZ. En caso de haber
TRAR UESTRAS FUERZAS E COCH BAMBA. Toca
ido así, ¿ cómo es que la carta, dada su enorme im-
preguntarse ¿ de qué guarniciones deberían haberse tras-
portancia secreta, no se la envió haciendo uso de la
ladado las citadas fuerzas al lugar de concentración,
clave del servicio diplomático alemán? ¿ O es que no
Cochabamba? ¿ Quizá de Oruro, de Potosí, acaso de
hubo ninguna complicidad? ,
Santa Cruz y el Beni, para luego atacar con ellas al
4º ~a fuerza revolucionarias habrían sido organi-
gobierno radicado en La Paz?' !A qué fin tanto movi-
zadas por los "AMIGOS E TODA LA imPUBLICA Y ESPE-
miento de marchas y contramarcha de Oruro a Cocha-
CIALME TE E ' NUESTROS CENTROS AMIGOS COMO
hamba, de Potosí a Cochabamba por Oruro, p.a ra luego
COCHABAMBA, SA TA -CRUZ EL BE I" ... Por lo vi·
contramarchar de Cochabamba a Oruro y de este punto
to, dado lo monumental y extendido del movimiento
_recién iniciar la marcha de ataque a La Paz? ¿Para que
debío ser apreciablemente notorio durante el pe·
tanta bnll:a, concentración de fuerza y movimiento de
ríodo de los preparativos, pues más parecía ser una
ellas, si los gobiernos en Bolivia caen ¡pena ~ lo
marcha triunfal que una revolución secretamente pre·
sopla? 6-lo los gobiernos que sostienen y realizan nobles
parada. Por lo tanto debió ser ventajoso a las inves·
y grande~ i?eales a favor del pueblo y de la Patria, on
tigaciones policiales después de ser interceptada la carta
fal ificada, ya que los conjurados, ignorantes de este tan
¿
fuertes , inderrumbable . E que el nuestro tiene ¡.
quiera ideas claras, concreta que el pu~blo y el Ejército
adver o uce o, no debieron tener un cuidado especial.
c_o nozcan y aprecien como buenas y honestas? ¿ Tiene
! Que ventaja tan formidable e presentaba a las autori·
 276 E. DELMO TE l> ADO
i'quiera un plan, un camino preconcebido? ¿ Sabe lo que
q~ere o, ás bien, no abe ni lo que ignora? ¿ Y si algo
sabe que es y cuando lo aprendió?¿ O el gobierno actual,
más bien, es un barco in vela y in rumbo,_arra trado
por intereses ajeno al paí., por chismes, por intrigas
y hasta por burdas fal ificaciones?
¿ Qué habrían podido las fuerzas del Beni y Santa
Cruz, en sus secreta marchas j a bicicleta! contra lo
factores climatológicos de Cochabamba, Oruro y el
Altiplano en la e tación de invierno? (julio, mes en el
cual debía estallar la revolución). ¿ Se puede aceptar
que e te plan quimérico haya ido preparado por un
militar y aceptado por los oficiales que debían actuar?
6º Según otro aparte de la carta yo habría contado
con "A}HGOS QUE SEGUIAN RE IEr DOSE COMO
A TES SIN MOLESTIA DE PARTE DE LAS AUTORIDA-
DES". Dado que los conjurados ignoraban la caída de la
carta Belmonte-Wendlcr, !que magnífica oportunidad
tuvo el gobierno para caer sobre una de estas reuniones y
detener a los conspiradores con las manos en la ma a y
luego presentarlos a la conciencia y ju ticia nacionale
como culpables? ¿ Ocurrió esto? ¿ E que la prueba acu a·
toria y testimonio máximo es únicamente la carta fal i-
ficáda y nada má que ella? ¿: ha sido ella la que-justi-
fico los pa t>S del gobierno? El 'análisis de la carta da como
resultado o que los personeros del gobierno fueron cóm·
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 277
plices en su fal ificación o que fueron víctimas de un
gro~ero engaño . Lo probable es que hubieron cómplices
y que Peñaranda fue el engañado.
íº La carta presenta como favorable la prosecuc1on
de ciertos ... "E)ERCij:IOS NOCT RNOS". ¿ A qué ejer-
cicios se refieren los falsificadores? ¿ Dónde se efectuaban
éstos? ¿ Qué unidad e participaban? ¿ Y qué tenían que
ver con la revolución?¿ Quién había dado Ía orden de que
se efectuaran? ¿ Qué ofi~iales concurrían a dicho ejer-
cicios? !Se vé que el material de investigación para com-
probar la · tanta veces mencionada conspiración era
abundante! ¿Se hizo alguna investigación al respecto? Y
si no sela efectuó,¿ porgué tant¡ decidía ✓.las con ecuen-
cia .n-o recáerían sólo sobre Belmonte sinó sobre el
p,..aís a través de las actitudes peligrosas de1 gobierno en
el campo internaci.onal?. ¿No es muy sugestiva y curiosa
esta manera de proceu: r de los pei- onero del gobierno?
8° La carta afuma que " ... SE HA • AClJMU-
LADO B E JAS CA.r TIDADES: DE BICICLETAS". Esta
afirmación es la más interesante para profundizar
en la investigación. Constit~ye un hecho concreto,
materializado a través de las bicicleta ., de los co-
leccionadores y de los dadores de éstas. E un hecho
no por ocurrir sinó consumado, de acuerdo a la
mi ma carta . No se trata de meras palabras o cosa
dudosas a realizarse, sinó de un acto efectuado con
,( '.J
278 E. BELMO TE PABON
cuerpo múltiple d 1 delito: la bicicletas. i Y bien,
ingenuo Penaranda-! ¿ qué hubo con relación a ella ?
¿ Es que ' abi encontraste_si-quiera una de ""tanta&,
o· a un dado-r o a un recolector? ¿ E~ qu n<> encontraste._
ninguna, pe e a "su gran cantfdad"?
9º La carta dice refiriéndose a la bicicletas recolec-
tadas: " .... FACILITARA UESTROS MOVIMIE TOS
DE rocHE, YA QUE LOS AUTOMOVILES Y CAMIO E
SO DEMASIADO B LLICIOSOS". Si se analiza tal opi-
nión e encontrará que es absurda. ¿ En qué "movi-
mientos nocturnos" se emplearían las bicicletas? ¿ Sería
·para trasladar, dada su "gran cantidad", regimiento
de un lofal a otro dentro de una ciudad? y en tal ca o
¿ no habría sido preferible se trasladen éstos a pie ya
que son cortas las di tancias y desacostumbrado el ver
columnas de soldados montados en bicicletas, y que al
e tar armados inclusive denunciarían el movimiento?
¿Es que hay siquiera suficiente número de soldado
instruídos en este medio poco acostumbrado de loco·
moción? ¿ Hizo algún conjurado investigaciones sobre
qué soldados sabían montar en bicicletas? y ¿ quién es
el oficial y cuáles los soldados? Aún más ¿ O es que se
pensaba tran portar en bicicleta mediante "MOVThfIE '·
TOS OCTUR OS" las fuerzas de Potosí, Oruro, Santa
Cruz y el Beni al punto de concentración Cochabamba?
i i i Y todo ello, pese a la configuración geográfica, a la
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION
279
falta de caminos apropiados y de costumbre en emplear
tal medio ! ! ! •
10º El "ELEME TO JOVE DEL EJERCITO" habría si-
do·, seg'fin la carta, también có~plice en el movimiento
revolucion rio. Al respecto, si bien Peñaranda aceptó
que yo era e autor de un acto calificado de traición ,
¿cómo así creyo en la posibilidad de que la joven
oficialidad me secundara? ¡¡¡Juzga este General que las
juventudes salidas del J-~ dél Chaco son capaces de
cometer en masa las traiciones que los de su generación
cometieron por cabezal!!
Si yo hubiese cometido traición estoy seguro de que
ningún oficial me habría secundado, y esa convicción
debe ser de t~dos y no sólo mía. Además, al endilgarme
el calificatjvo de "traidor a la patria" po'r un delito que
habría cometido conjuntamente con el "ele ento joven
del / Ejército", ¿no se insulta indirectamente con igual
c líficativo a la joven oficialidad? Menos mal que no
s la primera vez que las minorías sojuzgadora de un
pueblo califican de traidores a lo auténticos patriota . ,
Conclusiones
La actitud desesperada de llevar ante el gobierno
boliviano la convicción de que él sufría un engaño, no
iba en defensa de mi per ona como pude comprobar
a través de uno de los párrafos de mi primer cablegrama:
 280 E. DELMO ' TE PADO
sin embaI"go, no tuve ningµn éxito. ¿ E que la palabra
de un boliviano nó merecen fe, cualquiera que sea la
tra cendencia de ella para s~ Patria, .y cualquiera que
sea el que la dice? \', o e verdad que los aconteci-
mientos de prendidos de o hechqs pudieron tener
grave significación n el futuro d nue tra patria y que
ellos por sí solos aconsejaban decir la v e.ad V pre entante democrático? ·¿ Tiene siquiera, por ca uali-
Ha ta la fecha aún no se ha e cuchado al acusado,
contraviniéndose así a un principio univer almente
aceptado como legal. A un hombre se lo debe tratar
como a inocente, mientra no e le haya comprobado er
culpable; no se le debe dar castigo alguno, mientTas no e
le haya oído. Máximo e pueden tomar medidas preven-
tivas, co1; cargo de indemnización por lo menos moral.
Por el camino que siguieron sólo se llega a un fin : dar
alas a la calumnia, que no requiere pruebas para vencer.
A La frase "traición a la patria" la recibí como un error
/
que no alcanzó a ofender la limpieza de mi conciencia.
Todos aquellos que alguna vez estuvieron cerca de mí
y que alcanzaron a conocer mis inquietude , saben de
que soy capaz de todo , menos de ser desleal a mi país.
Aun en el caso de que hubiera tenido alguna relación con
Alemania o con cualquier otro paí., habría sido bajo la
condición primera del bien de mi Patria y de sus habitantes.
En el caso de qµe fuese _evidente, cosa que no lo es,
el que yo hubiese estado conspirando en contra del
JUSTIFICATIVOS DE OESTRA REBELION 281
Gobierno e Peñaranda, ¿ cómo así habría podido trai•
cionar a · Patria? ¿ es que Peñaranda es Bolivia?
!Podrá µlega e quizá que he traicionado el principio
democrático boliviano! Empero, ¿ es que se puede
traicionar a una sa inexi tente? Y en el caso de que
exi tiese en Bolivia ¿ sería Peñaranda un auténtico re·
dad, el fundamento para ser democrático; esto es, el
estar a favor del puebl9? En la guerra del Chaco
¿ defendió siquiera una óla vez con verdadera energía
la vida y salud del soldado boliviano contra el crimen
de los negociadores de retaguardia que acumularon
sombrías fortunas con la sangre del pueblo armado y
en cruenta lucha?
¿ Demo tró su sagrado amor por el pueblo protegiendo
a los s_oldados y .jóvenes oficiales en contra del vicio e
incontinencia de lo alto comando , que trajeron tantos
y tan trágicos desastres? Por ejemplo,¿ hizo algo efectivo
en contra del autor del de astre de Picuiba? .A todo,
EL COI TESTO CO S I ~ TABLE TOLERA TCI PER-
SO TAL.
Pero, ¿ es que e tiene el derecho de hacer u o de
indulgencia personal privada, cuando se ocupa una
funci<5n destinada a defender lo má sacrosanto que
tiene una nación, cual es la vida de sus defensore y la
Patria toda?
 t

282 l:. BEUIO TE PABON

JUSTIFICATIVOS DE UESTJlA REBELION 283

LA I DULGE CI ARBITRARIA JAMAS PUEDE SER

SI PREVIO ESTUDIO, DE IG ORA -TES E 1 TEMA,
COMPATIBLE CO EL SENTIMIE TO DEMOCRATICO Q E
APARECE DE PROVIDE CI LES E EL.
ASUME LA DEFE SA DE PUEBLO Y LA SATIS.
Para mí, un asno viejo y enfermo entiende tanto de
F CCIO DE S S SA AS I QUIETUDES. ESA IND L-
política, como Peñaranda de conducir a un pueblo, con
GE CIA SE LLAMA TRAICIO POLITICA , DISFRAZADA
/~: la diferencia de que mientras aquél tendrá la natural
DE BO DAD PERSO AL. ,..._ ~'2
prudencia de quedarse de cargador de ladrillos, éste
i fue e verdad que hubiera conspirado contra Pe-
, ' , ,1:,,, ¡ "d .. , cometerá la irresponsabilidad de meterse a conductor.
ñarand~ ¿ cómo a í pu li & comet1 o tra1c10n por
Pero quien sepa que el genio es el resultado del 1 %
pretender derrumbar a un hombre que por su reconocida
de inspiración más el 99% de esfuerzo personal, y
ineptitud es incapaz de representar al pueblo? Más aún,
conozca a Peñaranda en su preparación política, estará
quien e abe inepto para una delicadísima función, y
seguro de que cuando vino al mundo la naturaleza no
la ocupa in embargo, ¿ no comete un acto calificable
le dotó de ese 1 %, ni él en su vida se esforzó por con-
de traición? Quien pretende derrumbar al irrespon able
quistar el 99% restante.
cumple con un deber. ¿ O es que Peñaranda así como
ayer e creyó un genial conductor y estratega de la
gue'rra, sin darse cuenta que su prestigio fué fruto de RECURRO AL FUTURO
la trágica casualidad que se burló de la suerte boliviana,
Agradezco al Destino por haberme dado, a travé de
e con idera ahora un talento superior en materia po•
mi vida y en forma continuada, la oportunidad de co-
lítica? Quien conozca a Peñaranda, ¿ podría afirmar que
nocer de muy cerca los problemas ociales de mi pueblo .
él fué el má eficiente de lo generales bolivianos en el
Pues sólo el hombre que conozca las premi a funda-
Chaco? ¿ Podría afirmar que es el hombre llamado
mentales de la verdad de una nación,· puede plantear,
a dirigir el país en un momento tan trascendental de la
como estadista, con relativo acierto la olución de u
Historia, en e~ue-Bofivia gracias a su riqueza metalífera
problemas.
pudo ganar, el siglo que ha perdido en el pasado?
Habiendo convivido en igualdad de condiciones con
PARECE QUE r • STRA TIERRA ES FECUNDA E:\
los parias de las minas, con los e clavos de los campos,
ILUMI rADOS, Y Q E DE LA l OCHE A LA MAÑA rA,
con los artesanos, con los empleados de comercio, con

-
 284 E. DELMONTE PABO JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 285

los público , con ca i todas la cla es sociales y haberme
preocupado de la penas de é tos, que también la
ufriera en ca:me propia, tengo la certidumbre de poder
plantear los primeros pasos de una ideología nacionalista,
que no deje en el olvido a cla e social boliviana alguna.
Y i no lo hiciera a í, mi conciencia me acusaría por no
cumplir con un deber. Algo má , un plan d tal magnitud
no puede ser realizado por cualquiera, ya que la mayoría
de nuestros estadi ta no tuvieron la oportunidad de
convivir los instructivos y educante dolores y mi eria
de las clases mayoritaria de Bolivia.
SI INDIVIDUO VIVIESE E UN MU DO DE ALE-
GRIAS Y AB NDA1 CIA, DO E 1 O SE CO OZCA EL
DOLOR H MA O, SEA FISICO O ESPIRIT AL, S S SEX-
TIMIE TOS SERIA TALES Q E AL O SABER I COM-
1
PRE DER LO QUE DICHOS DOLORES SIG IFICAN, NO
PODRIA SE -TIR CO iPASIO ALG 11 A POR AQUELLOS
QUE LOS SUFRA Y ME QS TOMAR LA RESOL CIOK
VALEROSA DE L CHAR AFRO T DO GRAVES PELI-
GROS PERSO ALES PARA AMPARAR A LOS AFLIGIDOS.
La vida no es ólo la ucesión de movimiento mecáni•
cos a través d el tiempo y el sp acio, inó que también
es un camino lleno de enseñanzas y sentimientos que ter•
minan por formar una id~ología y moral personales
en cada individuo. En e te proceso, el ambiente es el
más poderoso modelador del corazón y del pen amiento.
El estadista que l;iaya convivido con cada una de las
cla es sociales de su pueblo, habrá recogido en cada una
de ellas en eñanzas que en ninguna otra parte podrá
encontrarlas, y cuando analice lo problemas nacionale ,
sus pensamientos tendrán la cualidad de comprender a
todo el contenido patrio. Su ideología erá amplia y
alcanzará a todo un pueblo y no favorecerá sólo a la
clase a la cual pertenece,-como ocurre con aquellos
que nacieron, crecieron, vivieron y envej ecieron en medio
de la holgura y las edas que son del uso de una minoría
miope en la comprensión de la dolorosa mi ería de un
pueblo-. Es por esto que regularmente los grandes
redentores divinos y los conductores políticos han surgido
ca i siempre de la ma a de los pueblo .
U A IDEOLOGIA POLITIC ES CONJ TO DE PEN-
SAMIE TOS QUE SE HA . CRIST LIZADO A TRAVES DE
UNO O MAS AMBIE 1 TES. ELLA SERA UTIL A SOLA
CLASE SOCIAL, CUANDO E SU GESTACIO' HAYA CON-
C RRIDO SOLO LA I FLUE CIA DE ESTA, Y SERA A LA
GE ERALIDAD CUA DO SE HAYA FORMADO BAJO EL
INFLUJO BE EFICO Y AMPLIO DE TODAS.
Así como un hombre llega a tener a través de u existen-
cia un concepto de amplios o estrechos horizontes de lo
problemas de la vida, a í también si éste dirige, de de
temprano, sus miradas al campo de lo intere e naciona-
les, llegará a formarse una ideología o concepto político
 286 E. DELMO TE PADú
JUSTIFICATIVOS DE NUESTBl REBELIO 287

que contemplará ólo lo problemas de los de su clase o LA SUPERACIO Y EL BIE ESTAR DE TODAS. EL AMOR
lo totale de toda la nación, según las circunstancia A LA PATRIA O ES U SE TIMIENTO MEZQUI O Y
que en u formación hayan actuado e influenciado. OSCURECIDO POR ODIOS, I COMPRE SIO ES Y DES-
A í por ejemplo, dentro de las cla es directoras de PRECIOS, SI O U O AMPLIO E ILUMI ADO POR LA
n uestro paí , amar a la patria es tener sólo el sentimiento SEVERIDAD Y LAS MAS BELLAS VIRTUDES HUMA AS.
nacionalista de defender el territorio o dignidad nacio- AMAR A LA PATRIA ES AMAR Y SERVIR CO. DES-
nale contra las inva iones o los ultrajes extranjeros. INTERES Y SACRIFICIO AL PUEBLO.
Concepto acertado pero incompleto, y fruto del olvido
en que e deja al pueblo. En la .primera parte de esta obra, narro los hechos
AMAR A LA PATRIA ES E PRIMER TERMI O AMAR A verídicos que viviera o pre enciara. Al describirlos, no
CADA O DE LOS PROPIOS CO ACIO ALES. ESE SE · obstante de estar desposeído de todo rencor y no tener
TIMIENTO OBLE POSITIVO Y ADEMAS CO STRUCTIV0, la intención de convertir un noble ideal en objeto mez-
SE MA !FIESTA CUANDO SE tUCHA POR DEFENDER O quino de pequeños insultos personales, me ha ido impo-
CO ' QUISTAR EL BIE YL FELICIDAD DE CADA UNO DE ible omitir los adjetivos que algunos individuos o per-
LOS :MIEMBROS Q E COMPONE LA PATRIA. LA DE-
onas se merecen.
FE rsA DEL TERRITORIO ACIO AL O ES MAS QUE Para que los factos sean· contemplado desde el punto
MA1 DATO DERIVADO DEL AMOR A LOS CO ACIO- de vista del ql¡le los vivió y . que ahora lo narra, es
• ALES, YA Q E LAS RIQUEZAS DEL SUELO SO necesario que é te les dé sus calificativos; y a lo hombre
MEDIO PARA DAR BIE ESTAR MATERIAL AL PUEBLO que actuaron, us adjetivos. Pue , i trato de dirigir la
GRACIAS AL EJERCICIO DEL DERECHO POLITICO QUE opiniones de un auditorio con relación a un hecho que
ESTE TE GA SOBRE DICHO TERRITORIO, QUE LE lo conceptúo delictuo o, no me contentaré con la mera
PERMITE SU APROVECHAMIE TO ECO OMICO. descripción, sinó que calificaré de criminales a su ac-
QUIE AME A BOLIVIA DEBERA, PUES, VER E CADA tores, aunque no haya tenido el menor propó ito de
QUECHUAOAYMARA ' SER HUMA ' 0, COMPATRIO- insultarlos. Lo ultrajes generan odios y on igno de
TA; QUIE AME A BOLIVIA O DESPRECIARA A I · impotencia, y lo que yo busco e un principio de ju ticia
G A DE SUS CLASES, Y POR EL CO TRARIO DESEARA
para p:1i pueblo .
 288 E. BEUIO TE PABO
o e que tenga miedo a la venganza de los dura-
mente adj tivado , inó que creo tener sobrado derecho
para colocarme en la posición del patriota que acu a
y recrimina a lo que cometen actos en contra de su
pueblo. Y quien acusa no se rebaja al insulto, sólo
adjetiva con exactitud para er mejor comprendido.
Las de cripciones anteriores que llamo "Verdades",
son facto que no dicen que i Bolivia continúa por
los extraviado sendero políticos que hasta• hoy re-
corriera, u futuro será más sombrío que su actual pre-
sente. Empero, por creer en la virtudes latentes del
pueblo de mi Patria, y existir posibilidades materiales
para salvar a Bolivia cifro mis esperanzas en el futuro.
En la segunda parte, bajo el título "Per pectivas",
describiré a grosso modo los medio con que se puede
forjar un futuro próspero y grande. Todos los capítulos
son netamente constructivos y las perspectivas que se
exponen están basadas sobre las verdades que en la
primera parte expuse. Es decir, on la cristalización de
mis experiencias política .
Las verdades son dichas sin el propó ito de denigrar
a nadie, aunque tal cosa ocurra; y más bien para que
conocida por la juventud y los hombres activos de
Bolivia, logren éstos comprender el problema funda-
mental de la patria. Las perspectivas las expongo para
que los auténticos bolivianos sepan por qué caminos se
JUST1FICA1"JVO S DE NUESTRA REBELJON 289
puede marchar para alcanzar la pro peridad nacional.
Del conjunto de Justificativos de Nuestra Rebelión,
el lector podrá deducir que, sin una lucha que abarque
a todoe los sectore de la vida nacional y sin la clara
compren ión de lo que se tenga que hacer, quedará en
pie la actual de orientación frente al incierto porvenir.
FELIZME TE LOS HOMBRES DE TODOS LOS PUEBLOS
LLEVA E LO MAS PROFUNDO DE SUS SERES,-ALLA
DONDE ESTAN LOS I OBLES I STI TOS-, EL AMOR A LA
GRANDEZ PATRIA Y A LA FELICIDAD COLECTIVA.
SOLO ESPERA QUE ALGUIE SEÑALE EL CAMI O
CLARO PARA CO QUISTAR MAÑA A MEJOR CO EL
ESFUERZO COLECTIVO Y FECUNDO.
Nadie ama el esfuerzo estéril; pero la victoria, la
acción noble y constructiva y la seguridad del triunfo
del bien ansiado, fanatizan y arrastran ha ta a lo má
indiferentes.
El esfuerzo es estéril cuando no se sabe lo que e
quiere, y también lo es si no hay unión y per everancia
en la lucha por conquistar lo que todo aben y quieren.
SI EL PUEBLO BOLIVIANO PERDIO, Y CO RAZON, LA
FE EN SUS DIRIGE ' TES, LE QUEDA EL DEBER DE CREER
EN SI MISMO Y E r LAS DOCTRI AS POLITICAS QUE CO T
CLARIDAD LE PLANTEE LA SOLUCIO DE LOS PRO·
BLEMAS FUNDAME TALES DEL l 1 DIVID O, DEL ES-
TADO Y DE LA NACIOr .
 290 E. BELMO TE PABON

Esta obra, "Justificativos de Nuestra Rebelión" no

sigue los caminos de la propaganda politiquera des-
tinada a engañar y a crear personajes; ella no está
destinada a levantar a un hombre o a un caudillo, o algo
que sea perecedero, sinó a despertar una fuerza que e
eterna: LA VOLUNTAD Y LA CONCIENCIA DE UN
PUEBLO.

SEGUNDO LIBRO

PERSPECTIVAS
 JU ST IFICA TIVOS DE NUESTIIA REBELION 293

Primera Part e
LA AL V ACION DEL PUEBLO

LOS PRIMERO IMPERATI OS: SANEAR,

EDUCAR , ELEV A R

El pueblo que física mental o espiritualmente no es

sano, jamás llegará a formar una nación fuerte o de
elevada cultura. Lo dones superiore de la naturaleza
humana se elevan obre lo cimiento de la trilogía:
cuerpo, cabeza y corazón. Al decir cuerpo, me refiero
a la alud y fortaleza fí ica del individuo; al mencionar
cabeza, a la cultura intelectual ; y al citar el corazón,
a las cualidades de carácter, corrección tenacidad, valor,
honradez y toda aquellas de orden moral.
La falta de alud corporal aproxima a la muerte, a la
inacción física o a una especie de paráli is. Cuanto má
enfermo esté un er, tanto meno.r ánimo tendrá pa.ra la
acción. Igual fenómeno actúa también sobre un pueblo.
La a ociación de hombres enfermo pod.rá formar un
ho pital o anatorio , pero jamá una nación o un estado .
 294 E. DELMO t T E PABO N
Así como un arquitecto prefiere materiale r e i tente
como el hierro el cemento armado, el hormigón, etc.,
para con truir un edificio capaz de re i tir todos los
embate del tiempo, a í también un estadista debe con-
qui tar mediante la alud fí ica de su pueblo, el robu to
y acerado músculo para formar con él una patria capaz
de contrarre tar toda las contingencia adversas a la
vida y al bien de la naciones y de la humanidad.
El cuerpo humano in salud fí ica es igual a las tierra·
áridas; todo lo que en él se cultive producirá, no
oh tante de los muchos cuidado , fruto escuálido y
raquítico . Las cualidades superiores del hombre se
desarrollan y florecen con más belleza y fecundidad en
los pueblo sanos y robustos.
E verdad que alguna veces obre lo hombros de
un cuerpo enfermizo o raquítico e levanta un cerebro
genial; mas, es también innegable que las enfermedade
o el raquitismo constituyen lamentables lastres, y que
sin ellos la genialidad habría sido más admirable y
fecunda. Lo propio ocurre con las naciones y pueblos.
Conquistada la salud física, recién se tiene el punto
de partida necesario para embellecer tanto la vida del
ser humano en particular, como la de todo un pueblo.
Luego, el cultivo o la EDUCACION de cualquier facultad
superior del individuo fructifica con la exuberancia
qu~ ofrece una salud robusta.
J UST I F I C ATI V Ó S D E NUES TR A R E DE LION 295
Es imperativo político ennoblecer la vida del pueblo
y ELEVARLO a las cumbres de la perfección humana
MEDIANTE LA E DUC CIO DEL CEREBRO Y DEL CO·
RAZON.
La educación empieza en la cuna, recorre toda la vida
y termina sólo en la tumba; la vida es un permanente
e inevitable proceso educativ o. En la infancia e la
madre, acaso instintivamente, quien v a modelando el
carácter y las costumbres del hombre del próximo ma-
ñana. Por lo tanto , educar las muj ere para que sean
buenas madres es prev er la orientación inicial de. cada
ser. E s en el hogar donde se esboza la personalidad
futura y tal vez definitiva , y es la madre quien má
influye en esta escultura espiritual.
Luego prosigue la educación d el individuo a travé
de la escuela; y más tarde, el ambiente social, las lec-
turas, la prensa, las co tumbres nacionale , lo prejuicio ,
defectos y virtudes generales del conjunto social, on
quienes continúan la ininterrumpida acción modeladora
del espíritu. El Estado, como encargado de la con-
ducción del pueblo, debe intervenir en cada período de
la vida humana y en todos los factores educativos má
importante . Solamente a í, la obra de EDUCAR Y
ELEVAR al pueblo será posible y no tendrá vacío ,
puntos muertos o válvulas de escape por donde se e -
curra el buscado buen éxito.
 296 E. DELMO TE PAllON
LA I STITUCIO Q E SAL ARA L y sus derivados; e) otras riquezas como la marítima que
PUEBLO:
EJERCITO PRODUCTOR, CO STRUCT0R
Y AUTOSOSTENIDO (E.P.C.A.)
Planteada la necesidad de levantar el progreso humano
obre la ha e del biene tar económico, toca exponer los
alean.ces prácticos que tendría para Bolivia la existencia
de un EJERCITO PRODUCTOR , cor STR CTOR y AUT0-
SOSTE IDO (E.P.C.A.). Pero ante , son necesarias algunas
con ideraciones previas, que afirmen y prueben u con-
ven1enc1a : -
Si nos detenemos a examinar lo factores que con-
curren en la formación de la riqueza material y econó-
mica de la nacione má floreciente , encontraremo
cuatro fundamentale : -1) Riqueza territorial; 2) Ca-
pacidad de los hombres; 3) Máquina para multiplicar
y implificar el esfuerzo humano; y 4) Capital.
1) Dentro de la riqueza territorial, existen muchos a ·
pecto que podrían clasificarse enlo iguientes grupo :-
a) riqueza del uhsuelo como el carbón, el petróleo, lo·
minerales, etc.; b) riqueza de la superficie, como la
agrícola y la animal, incluyendo dentro de la primera
JUSTIFICATIVOS DE . ESTRA REBELION 297
también la horticultura, la fore tal, la producción de
cereales, etc., y dentro de la última la industria ganadera
beneficia a muchas naciones con la industria pesquera;
d) finalmente, constituye también riqueza para alguna
naciones la fuerza hidráulica, generable con las caída
de agua.
2) Capacidad productora de los habitantes. - El hom-
bre contribuye a incrementar la riqueza de una nación:
a) mediante su cooperación muscular, aporte reservado
a las clases obreras; b) con la cooperación mental de lo
técnicos, ingenieros, químicos, gerente , admini tradore ,
etc.; e) por medio del aporte moral, que debe ser com-
pañero de los otros dos para el mejor rendimiento de todo .
3) El tercer factor, el de las máqu,inas, es el que má
caracteriza a lo pueblos fuerte . El u o de ellas, multi-
plica el rendimiento del esfuerzo humano; o sea que con
la máquinas, un número insignificante de hombres e
empleado en la producción de la misma cantidad d
artículos que ante exigían el trabajo de mucho obrero
quedando la diferencia de brazo en la posibilidad d
er empleada en otros aspectos de la producción general.
4) El cuarto factor, o sea el capital, es el encargado
de mover y combinar lo otro tre , ya sea con la ad-
quisición de riqueza territoriale con la compra e in -
talación de máquina o fábrica , o también en la ob-
 298 E. DEL MO i\ T E P A BO
tención de materia primas que luego puede negociar
o industl'ializar. También se lo emplea para pagar tanto
a lo obrero que aportan su esfuerzo físico como al
cu rpo técnico que contribuye con u capacidad mental.
o e debe perder de vista que en todos los tiempo , el
factor humano-con u manife taciones deesfuerzofí ico
y mental - ha ido preponderante . Sin él, las riqueza
materiale podrían dormir eternamente, por cuantio as
que sean, ofreciendo má bien la paradoja de territorios
ricos habitados por pueblo que viven en eterna pobreza.
Mientras el esfuerzo fecundante d e los hombres no
actúe sobre las riquezas territoriales, de nada servirán
ellas al progre o y al bienestar humanos; las máquinarias
tampoco exi tirían o no servirían de nada. Por último.
tampoco existiría el capital, que no e inó un resultado
del esfuerzo y de la previsión del hombre. Má aún: e
indiscutible la verdad de que el capital es un producto del
trabajo, luego po terior a él. En su formación actuaron
fundamentalmente la previ ión y el esfuerzo humanos.
Observadas las riquezas material y económica de las
naciones en general, veamos de qué se componen las de
Bolivia y cómo a í podríamos usarlas mejor.
¿ Es po eedora nue tra Patria de abundantes riqueza
territoriales?; y en el caso de tenerla ¿ cuál e son su
manifestaciones principale ?. Todos estaremos de acuerdo
J US 'l'I F I CA TIVO DE UEST R A R E B EL J O
299
al afirmar que pocos países on tan privilegiado como
Bolivia. Su misma conformación geográfica, que varía
desde las más altas cordilleras hasta los ardientes llanos
'
va señalando la presencia de casi todas las riqueza
naturales que exi ten en el globo terráqueo: así ora son
las elevadas montañas que no ofrecen us diver o y
preciados m etale , ora las llanuras t r opicale que n o
brindan la prome a d e su gran fec undidad vegetal; ora
los valles que obse quian su s climas intermedios, en lo
qne se vive una eterna primavera. El desnivel de su
territorio , aliado a la abundancia de aguas, ofrece, a cada
paso, considerables fuentes de energía hidráulica. Más
allá, los p etróleos, que hoy constituy en la fuerza motriz
del progre o humano, e peran sólo la acción de lo
hombres bolivianos .
Y si alguna especie vegetal o animal no e encontrara
en nuestro suelo, podríamos con toda seguridad culti-
varla o desarrollarla, dada la diversidad climatológica
que permite encontrar las temperaturas y regiones apro-
piadas a cualquier especie .'7e ~ tal o animal. Como con-
clusión, somos territorialmtnte ricos, y la naturaleza no
ha sido muy magnánima en sus obsequios.
Examinado el factor humano, vimos que él ofrece u
rendimiento físico, mental y moral a la producción de
la riqueza económica. Entre nuestro conciudadanos e
nota una gran deficiencia en su aporte mental· pue
 E. BELMO NTE PABON
300
poco on lo elem ento. t cnicos que tenemos. Esto e
debe especialmente a la deficiente instrucción, ya que
la mayoría de nuc. tra población , que es indígena e
analfabeta en ca i u totalidad. Tampoco se puede
contar con el aporte moral, e pecialmente en el campo
político o gubernamental, que es donde má e lo
requiere. Pues no sólo en él es negativo, sinó ha ta
contraproducente, dados lo fines que persiguen la
cla e dirigente d el país.
Al examinar el factor humano como contribuyente-a
la riqueza económica, debemo con iderar la división de
las clases sociales, egún el aporte de u valore físico .
mentales o morales.
La clases trabajadoras agrícolas , artesanas , minera .
etc., e decir la cla e proletaria , sólo alcanzan a dar
u cooperación física , no pudiendo por ahora esperan
ca i nada de u preparación mental, no por incapacidad
natural, sinó por carencia general de conocimientos
técnicos.
Luego, las clases intelectuales son las que contribuyen
con sus conocimientos técnicos múltiples a la formación
de la riqueza económica del pa-í ; mas, sen iblemcnte,
ocurre que en Bolivia no tenemo , inó en muy pequeña
y deficiente cantidad, e to hombres tan necesario ,
Finalmente, el aporte moral corresponde a toda la
clases, debiendo ser cualidad imprescindible en las diri•
J USTIF1CA1'1VOS DE UESTRA REBELION 301
gentes del país. Al re pecto, en el pueblo boliviano existe
]a profunda y justa convicción de que mayor inmoralidad
cívica que en la cla e de nuestro gobernantes no e
encuentra en ninguna de las otras clases del país. Con-
vicción que constituye una acusación irrebatible y que, al
mi mo tiempo, entraña una entencia punitiva que todos
an iamo se la cumpla.
Considerando el tercer factor o sea el de las máquinarias
on general, en el caso de Bolivia toca decir que u
existencia es tan deficiente, que es común a toda labor
el uso de utensilios manuales de época anteriores a la
aparición de la gran industria fabril.
Es decir, en Bolivia no existe en cantidad digna de
mención e te factor tan podero o para el progre o de lo
pueblo .
Por último está el factor capital, a cuya ausencia en el
campo industrial se acusa el atra o boliviano. Bolivia,
como e dijo anteriormente, ha permitido que las utili-
clade de la riquezas que e exportaron en tiempo
pasados, como la goma, cascarilla, e taño, etc. sean
acumulada en· el exterior, creando oa_pitale que con su
natural dinami mo han beneficiado el poderío industrial
de otras naoione . Y lo que ha quedado en Bolivia, son
la míseras sumas que recogieron los servidores de esto
interc e contrarios a la economía nacional. Por su parte,
el E tado, a travé de pequeño impue tos a la explo-
 E. BE LMO T E P ABO '
302
------- -----
tación de dicha indu tria ha r ecibido también alguna
--
in ignificante utilidad, la mi ma que no ha sido po ible
acumularla en el paí , ya que e taba destinada a la
importación de lo alimento y otros artículos necesario
al so tenimiento de los habitantes del territorio boliviano.
Originariamente, de e t e procedimiento liberal-econó-
mico, de permitir la capitalización en el extranjero, e
que procede tanto la pobreza del Estado como la falta
de capitales privado capace de iniciar una obra ería
de industrialización.
Se ha defendido e ta fuga de las utilidades, afirmando
que lo derechos del capit al internacional debían ser
respetado para no ahuyentarlo de Bolivia, dando
a entender que dichas industrias habían nacido al
empuje de capitales importados y que su existencia era
gracias a ellos, y finalmente que sus propietarios tenían
el derecho de recibir las utilidades, por enormes que
fueran, en el exterior. Sin embargo, bien examinado el
caso, esas industrias han sido nada más que la conse-
cuencia de la explotación de las riquezas que la natura-
leza había puesto en territorio boliviano, por una parte,
y el empleo de brazos del país, por otra. Así, para con-
firmar y aclarar la anterior afirmación, tocaría pregun-
tarse si la fortuna gigantesca de la firma estañífera
Patiño, acumulada en el exterior, es o no fruto de la
riqueza minera de Bolivia. ¿ Es que el señor Patiño
J USTI F I CAT IVO S DE UEST R A RE B E LIO N 303
contó can tan cuantío o capital cuando el hallazgo de
la minas de Uncía, o fueron ella las que le dieron la
fabulo sa riqueza, cu y as utilidades aun hoy acumula
fu era de Bolivia?
Sentemos pues la conclusión de que en Bolivia no
hay capitales capaces de industrializar nuestra tierra y
de que tampoco contamos con la posibilidad de que
vengan del extranjero, como hasta la fecha aun no ha
ocurrido . Pero, así también, aceptemos el principio de
que el trabajo ha sido anterior al capital o sea que con
trabajo humano y riqueza territorial, que es múltiple en
nuestro suelo, se podría aunque lentamente, acumular
grandes capitales .
Hechas las consideraciones anteriores, toca plantear
concretamente qué es lo que Bolivia posee como base
para avanzar en su progreso material-económico; qué
recursos le faltan; y en qué forma podría conseguirlos.
Posee lo siguiente: riqueza territorial imponderable
que ofrece toda clase de materias primas y productos;
y además la fuerza muscular o física de sus habitantes.
No tiene lo siguiente:-capacidad técnica, capitales
ni maquinarias.
Ahora bien, CUA DO LA RIQ EZA PRIVADA O
PUEDE CUMPLIR cor LA ETAPA I ID STRIALIZADORA
Er LA EVOLUCIO , ECONOMICA DE r PAIS, ES EL ES-
TADO Q IE DEBE ASUMIR ESTA OBLIGACIOr . En el
 304 E. BELMO TE PABO ' JUSTIFICATIVOS UE UESTRA REBELlON 305

caso nue tro, es al Ejército Productor, Constructor y un mismo tiempo, in que ninguna de ella pueda con-
Autosostenido (E.P.C.A.) a quien se debe encomendar cluirse por tal motivo en la forma ería que exige toda
esta misión que salve a Bolivia y le dé un vigoroso empresa que busque verdaderos beneíicios al país. Así,
impul o de vitalidad. PARA ELLO HABRA QUE CREAR por ejemplo, si se trata de carreteras, se acostumbra la
Ul NUEVO DEBER AL PUEBLO BOLIVIA O, PERO construcción o reparación de mucha a 1a vez, destinando
ESTA VEZ E PROVECHO E CL SIVO DEL MISMO. para cada una de ellas partidas tan pequeñas que no
Veamo cómo a í e podrían utilizar lo medio de alcanzan ni para su conclu ión ni su buena calidad.
que di ponemos y cómo obtendríamo lo que nos falta. Al res pecto, no debemo olvidar el principio militar de
Factor humano físico, utilizable a través del Ejército que la disper ión de fuerzas debilita todo lo frentes y
Productor, Constructor y Autosostenido, y cuyos brazos que la creación de un núcleo fuerte, protegido por frentes
se pondrían al servicio de la Nación, no ya con el fusil al ecundarios ofrece victoria allá donde e haya aplicado
brazo, sinó con el arado, la pala, el martillo, etc., en el mayor número de fuerzas. E EL ASU TO PRE-
acción productora y con tructiva. SUPUESTARIO QUE OS OCUPA, PIREMOS QUE LA
El factor técnico: en la primera fa e deberá contratare DISPERSIO DE FO DOS Er MUCH S OBRAS TRAE
del exterior verdadera misiones de técnicos, de in- COMO RESULTADO EL FRACASO DE TODAS. LO IM-
genieros, de químico , de agrónomos , etc. PERIOSO ES cor CE t TR R LA MAYORIA DE LOS I -
El factor territorial, o sean las riquezas naturales, tan GRESOS N CIO ALES E t LA OBR MAS VITAL MIE -
abundante en Bolivia : quedarán bajo la dependencia TRAS QUE CON EL S LDO SOLO SE ATIENDA A LAS
del Estado, toda aquellas que aún permanecen libre DEMAS E TAL FORMA QUE EVITE1 SU DESAPARICION.
y que no pertenecen a la propiedad particular; o sea que A í tendríamos en parte alvada la dificultad de la
LAS RIQUEZ S ATURALES AUN LIBRES SERA.' falta de capitales tan necesario para la compra de
SOMETIDAS A LA ACCIO PRODUCTIV DEL~ EJERCITO maquinarias y uten ilio más indispensables, como
A ORGA IZARSE. también para el pago de técnico traído del extranjero.
Factor capital, en la administración pública se observa Más tarde, serán los beneficios obtenidos del rendimiento
que hay una enorme di persión de los fon-dos fiscales del trabajo muscular aplicado a la riqueza territorial, los
porque atienden a muchí imas labore que se realizan a q1ie faciliten siimas cada vez más crecientes .
 306 E. BELMO TE PABON
Como conclu ión, Bolivia tien dos riquezas po itivas:
la qu ofrece su territorio la fuerza muscular de u
habitantes. Pongamos, pue , en acción ambas estrecha-
mente unida ; ella con eguirán el poderío de la nación
boliviana y harán meno pobres a su hijos.
EJERCITO A TOSOSTE IDO
Habíamos ya indicado que en el proceso mundial en
el aspecto de la producción de artículos necesarios a la
vida y al bienestar humano , el hombre contribuía con
tre manife taciones · propia : con su esfuerzo muscular
o fí ico, con su capacidad mental, científica o técnica,
y con us cualidade morales de valor, tenacidad,
honradez, etc., y que bu cando el aporte mayor que
nue tro pueblo podría ofrecer a la creación de dicho
progreso se encuentra principalmente su fuerza mu -
cular, y que su capacidad técnica no la tiene aun
de arrollada para aplicarla en la producción de la gran
industria. Ahora, nos tocaría ver, cómo se podría emplear
y organizar las citada fuerzas físicas o musculare .
Por lo pronto habrá que determinar el número de
hombres empleable y aptos para tal servicio, capacc
de er incorporados al Ejército Productor, Con tructor
y Autosostenido.
Bolivia tiene unos 3.500 .000 habitante - entre
niños, jóvenes y viejos de ambos sexos - , de lo
-- JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA IIEBELION
307
cuales el 5 O%, aproximadamente, pertenecen al sexo feme-
nino que no figura en el pre ente proyecto. Por lo tanto,
habrá que contar sólo con la mitad, o sea con 1.750.000
hombres ; esta cifra comprende a los varones de todas
las edades; es decir, des de un año de edad ha ta lo 60 que
es el promedio de longevidad del hombre boliviano.
Ahora bien , i e desea conocer cuántos hombres hay
de un año de edad, de dos años, de tre , cuatro etc.,
dividiremos dicha cantidad de 1.750.000 por 60 y ten-
dremos 1.750.000..;.. 60 = 29.166, e decir que habrán
29.166 niños de 1 año de edad, 29.166 de dos, etc. , y
29.166 de 59 años de edad y por último 29 .166 de 60 año ;
total = 1.750.000 habitante hombre . Este cálculo tiene
por objeto determinar los efectivo a disponerse por cada
contingente anual, ya que no erán utilizado los 1.750.000
hombres porque los recién nacido , lo de corta edad
así como lo ancianos no ofrecen el factor fuerza Íí ica
aprovechable. Además, no hay que olvidar que esto brazo
erían aprovechados únicamente dentro del E.P.C. .,
por lo tanto, las cla es utilizables e tarán entre las eda-
des en que el hombre concurre a prestar sus servicios mili-
tare a la Patria, o ea entre los 18 y 22 años más o menos.
El grado de mortalidad es diferente en las di tinta
edades del individuo, siendo mayor en la niñez; por lo
tanto, el promedio de 29.166 habrá que reducirlo.
supongamos casi a la mitad, 15 .000 y ésta erá la can-
 308 E. BELMO TE 1' ABO
tidad de oldado que, por contingente anual, disponga
el E.P.C.A. O ea que, finalmente, contaremo con
15.000 hombres de 18 años d edad, con 15.000 de 19 años
e igual cantidad para lo de 20, 21 y 22 años que e
necesitan.
Imponiendo que el ervicio militar obligatorio de uno
o do años ea aumentado a tre en lo futuro se di.
pondría de tres clases en servicio permanente, cada una
de 15.000 hombres con un total de 45.000 plazas. Pero
como quiera que no todos lo ciudadanos podrían con-
currir a este ervicio, unos por inhabilidad fí ica, otros
por pertenecer a la cla es intelectuales, por cuya
preparación y progreso debe velar atentamente el Es·
tado, orientándolas hacia su mejor eficiencia futura; y los
demá por alguna otra cau a, lógico e que esa cantidad
sufra una nueva reducción; de esta manera, los cálculos
no erán estratosféricos, sinó que serán hechos con los
pies apoyados en la tierra, evitándonos el pecar de
optimi tas o ilusorios; reduciéndose, por este motivo la
cifra a 36 .000 que serían lo hombre permanentemente
en servicio, o sea a 12 .000 por cada contingente anual.
De los tres año de ervicio, - o ea de los 6 semestre·
que esto tres años tienen - cinco seme tre serían
destinados a servir a la Patria en lo trabajos de pro·
ducción, u ando la pala el pico, el arado, el badilejo.
etc., debiendo, al mismo tiempo, recibir U A I STRUC-
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 309
CIO PREMILITAR. Finalmente, el último semestre
sería dedicado única y exclusivamente a la instrucción
militar. Por lo tanto, 12.000 hombres por año recibirían
instrucción militar, ya que semestralmente habría un
aporte de 6.000 plazas.
Los períodos de reclutamiento deben amoldarse a
este plan, el cual aconseja que se realice cada seis meses,
debiendo incorporarse a esta organización la cantidad
mínima de 6.000 hombres por reclutamiento.
Si estos 36.000 soldado hubie en de ser so tenidos
por el presupuesto nacional, indudablemente que el
plan fracasaría completamente, dada la poca capacidad
económica · del país. Es por esto que deberá ser auto-
sostenido, lo que se conseguiría poco a poco, a la par
que vaya creciendo la organización y composición de este
Ejército a crearse.
LOGRADO SU AUTOSOSTEr !MIENTO, HABRIAN 30.000
SOLDADOS CUYOS MUSCULOS EN FOR)I PEfu'1A ENTE
Y CONSTRUCTIVA ESTARlA AL SERVICIO DE L
PATRIA, Y 6.000 PREPARA DOSE MILITARMENTE.
Si el reclutamiento e hiciera de inmediato sería
inevitable que en las primeras época el Estado deba
hacerse cargo del o tenimiento de la totalidad de lo
contingentes que deben pre tar dicho erV1c1os ya qu
no estaría aún creado el organi mo productor que lo
autosostenga. Además, tal proceder sería contradictorio
 310 E. 13EL fON TE PABON
------
al plan propuesto, ya que es sabido que ·el presupuesto
nacional no tendría tantos rec11rsos. Es por esto que
todo el movimiento debe iniciár elo lenta y progre ¡.
vamente, a medida que el organismo autosostenedor
tenga cada día ma capacidad productora.
Para empezar la obra, habrá que escoger una zona
entre la unión de los Andes y los llanos del Oriente, hacia
los límites entre Santa Cruz, El Beni y Cochabamba.
E ta región es una de las más favorables para el objeto
propuesto, pues ofrece una exuberante producción
agraria, pecuaria y de materiales de construcción. Su
tierras son más o menos planas, permitiendo el fácil
empleo de la motorización en las labores agrícolas, que
multiplican la capacidad de producción del esfuerzo
humano; tienen, además, un suave declive que evita el
estancamiento de aguas insalubres. También se encuentra
cerca a los desniveles de las montañas andinas, pcr·
mitiendo el fácil aprovechamiento de la energía hidráu-
lica, para la generación de fuerza eléctrica y otras. Es la
zona más fecunda del territorio boliviano y es la parte
intermedia entre las zonas que se deben unir, - Ko-
llado y Oriente - o sea la de producción que es la de los
llanos y la de consumo que es la de las montañas. E
también la parte media del territorio nacional, tal que
su progreso irradiará por igual ~ todo el territorio
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 311
boliviano. Se extiende asimismo sobre regiones petrolí-
feras, circunstancia digna de considerarse ya que este
elemento es uno de los primordiales para la motorización
de toda industria, y entre ellas la agraria. Además,
presenta abundantes bosques, cuyas madera en parte
se podrán utilizar para los modernos motores a explosión
que se alimentan con carbón y madera.
Por lo tanto, la zona generadora de la energía qu ·
eograµdezca a Bolivia, se encuentra en la unión de lo
llanos con los Andes. Luego, deberá también ser la región
por donde atraviesen las vías férreas y carreteras qu
unan el Kollado con Santa Cruz y el Beni, y que prolon-
gadas unan los últimos confines del Oriente y del
Noroeste de nuestro territorio patrio.
Además de este Núcleo Principal, destinado al sos-
tenimiento de los 36.000 soldados, deberán señalarse
otros núcleos secundarios, ubicado uno entre la ciudad
de Trinidad y el Núcleo Principal; otro nucleo entre la
ciudad de Santa Cruz y el Núcleo Principal, y finalmente
un tercero entre las vías férrea del altiplano y los valle
y el Núcleo Principal.
El Núcleo Principal° deberá ofrecer las mayores pers-
pectivas al fin ambicionado, pues deberá ser capaz de
cubrir, por lo menos, la necesidades alimenticia y
vestuarias de unos 500.000 ere , fuera de los 36.000
soldados del E.P.C.A.
 312
Determinada a í la zona aproximada del úcleo
Principal, se iniciarán las iguientes labores: -
Exploraciones aérea en las que se levanten plano
estereofotográfico , qu determinen la zona con exac-
titud , buscando la región más extensa y fecunda cuya
configuración topográfica favorezca a la agricultura
motorizada y a la indu tria ganadera, y en las que
exi tan meno e tancamientos de aguas malsanas o
palúdica , o n u defecto de fácil desecación. ])eberá
ofrecer la po ibilidad de captaciones destinahles al ser-
vicio de agua potable , regadío, y al aprovechamiento
de la fuerza hidráulica para la instalación de generadore
eléctrico , molinos, etc.
Luego e aplicará la fotogrametría para comprobar
las conclu iones sacada en la ·primera exploración y
obtener otros detalles nuevos y necesarios. Ap1·ovechando
la parte planimétrica de las aerofotografía , se deberá
determinar el número de hectáreas cultivables y las
destinada a la ganadería. Calcular luego la po ibilidad
de que con sus productos agrícoias· y ganaderos a explo-
tarse en el futuro, se cubran las necesidades alimenticias
y vestuarias primero de unos 36.000 hombres y luego de
unos 500 .000 más.
Hecha la selección del úcleo Principal (N.P.) e
enviará a él el Primer Destacamento, compuesto de uno
500 hombres, para que e coja dentro de este núcleo los
J UST IFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 313
ectores que más ventajas ofrezcan al objeto al cual se
dedicará dicha región, tomando en cuenta incluso las
proyecciones de su l ejano futuro. Luego procederá al
saneamiento de la región y a u estudio científico. Al
efecto, el destacamento e tará compuesto por técnico
y científicos, y además por oficiales del Ejército de
Linea, como elementos disciplinadores del destacamento
de los soldados que darán su esfuerzo mu cular.
Este destacamento sostenido y provisto por el Estado,
deberá estar dotado de todo lo elemento que a eguren
un buen éxito a la misión. Má. tarde, deberá ser sos-
tenido por el Ejército Productor, y se dará por concluída
su misión cuando haya terminado el aneamiento y
estudio de todo el Nucleo Principal.
Todos los componentes de este destacamento deberán
ser inmunizados contra la fiebres palúdicas, antes de
ingresar en dicha regione .
En su personal técnico figurarán médico e pe-
cialistas en enfermedades tropicales que velen por la
alud del personal del de tacamento; de e peciali tas en
el saneamiento de zonas tropicales; de agrónomos y
químico que determinen la caracterí tica agrícolas de
laf tierra ; de ingeniero que determinen la po ibilidad
de la aplicación de tractores y máquinas que motoricen
las labore agrícola ; de técnicos en la industria fore tal
y maderera, que cla ifiquen y calculen la riqueza de los
 314 E. DELMONTE PADON _
bo que de ingenieros que hagan los e tudio obre la
captación de agua para el servicio potable, de regadío
y generación de fuerza hidráulica; de prácticos que
clasifiquen las arcilla , calera , etc., para la fabricación
de materiales de con trucción. Es decir, se deberá re-
nunciar para siempre, a los procedimientos rutinarios y
empíricos que hasta la fecha han caracterizado a lru
labores del Estado .
El elemento trabajador, como todos los demás, deberá
e tar dotado, en provecho de un mayor rendimiento, de
todo el material y comodidade que asegure la buena
con ervación de la salud.
Todos lo técnicos erán extranjeros con título pro•
fo ionale en orden y si posible con reconocida reputación
y buena práctica anterior. Estos tendrán como in•
mediatos cooperadores a profesioniiles bolivianos, los
que má tarde,- de pués del aprendizaje práctico, serán
lo que uh tituyan a lo extranjeros .
Así que el Primer De tacamento haya saneado y
e tudiado una pequeña parte del N.P., se trasladará
a dicha zona preparada un segundo 'Destacamento com·
puesto de unos 1.000 hombres, con más su planta de
técnico y de comando militar. Cada u~a de las secciotes
técnicas recibirá lo · estudios efectuados por su corre ·
pondiente del Primer Destacamento . Los primeros año ,
este Segundo Destacamento erá atendido por el Pre u·
JUSTIFICATIVOS DEN ESTRA REBELION 315
puesto de Guerra. Más o menos un 30¾ de u personal
será dedicado a la agricultura, a fin de producir a la
brevedad posible, los artículos alimenticios necesarios al
total de los dos destacamentos. El 70¾ restante se
dividirá en grupos menores destinados a div~rsa clase
de labores; una parte, a la preparación de mayore
uperficies agrícolas para sostener a 3.000 soldados más,
que serán los componente del Tercer Destacamento;
otra parte a producir materiales de construcción y vi-
viendas capace de abrigar a los 4.000 hombres que
compondrán el Segundo y Tercer de tacamentos. Entre
los materiales de construcción están por ejemplo, lo
ladrillos, madera , tejas, etc.; otra parte se dedicará a
la captación de aguas aplicables a generar fuerza eléc-
trica, y al servicio de aguas potables del campamento;
otra estará dedica~a a la construcción de depósitos para
víveres; otra a la crianza de animales domésticos de
carne comestible y de rápida . reproducción. Todo, to-
mando en cuenta que con el próximo contingente el
total de fuerzas aumentará a 4 .500 soldado , quienes
deberán tener, por lo meno , su alimentación asegurada,
y si posible viviendas ya construídas.
E l personal técnico del Segundo Destacamento deberá
comprender agrónomos, arquitectos, ingeniero , mecá-
nicos, electricistas, topógrafo , etc., cuerpo anitario y
veterinario, técnico de la industria maderera en la
 316 !:. DELMONTE PADON
fabricación de ladrillo y otro mat riales de construcción
que la región pu de dar a breve plazo y ºi n mucho
sfuerzo.
La maquinarias a emplearse serán todas aquellas que
dentro del plan de po ibilidade del paí se puedan ad-
quirir y que r espondan al fin que e busca; esto e ,
ostener a 36 .000 oldado de los cuales sólo 6.000 deb n
trabajar para sostener e a í mi mos y alimentar vestir
y dar vivienda a los 30.000 re tantes.
Preparadas las viviendas, llenos los depósitos de ví-
veres, listos los campos para sembrar en ellos los pro-
ductos necesarios a 4 .500 soldado , organizada la gana-
dería para el consumo de carne, entrará recién el Tercer
Contingente compuesto d y '3.000 soldados. }• " e!j
Iguales labores que en el .P. deberán realizatse en
los úcleo Secundarios 1, 2 y 3. Aunque el número de
oldados deberá ser en cada uno sólo de 500 soldados.
Los úcleos Secundarios (N.S.) tendrán por objeto
crear medios de vida a los De tacamentos que, partiendo
de ellos unan con carreteras el .P. con las CiudadeR
de Santa·Cruz y Trinidad y las líneas férreas del Kollado.
Concluídas las carreteras, también serán puntos de
apoyo para la con trucción futura de los ferrocarriles
que vinculen los mismos puntos principales.
Las atenciones de saneamiento regional para los .S.
deberán ser tan cuidadosas como para el N .P.
J STIFICATIVOS DE NUESTRA REBEL IO N 317
Todos los contingentes, cualquiera que sea la zona
tropical a la cual ingre asen, deberán previamente e1·
inmunizados contra el mal que má frena la acción del
¡.,rogreso humano en esas regiones: el paludi mo .
Los seis mil hombres di tribuido entre el .P . y lo
.S. deberán dedicarse a producir todo lo artículo
necesario al ostenimiento del total de los 36.000, pero
no ólo en el aspecto alimenticio, inó también en el de
la vivienda y vestuario . Por lo tanto, e a é to a quiene
habrá que dotarlo de organizacione cada vez má
perfecta , en lo que a maquinaria , herramienta , fá-
brica y técnicos e refiere.
Obsérvese bien que esto sei mil hombre , con tituyen
el Organismo Autosostenedor del E.P.C.A. Para evitar
confusiones, será necesario repetir la di tribución de lo
36.000 soldados que lo componen: 6.000 de tinado
auto ostenimiento; 6.000 al Ejército de Línea y 24.000
a las obras de producción y construcción próxima a
indicarse.
También es preciso repetir que cada uno de e to
36.000 hombre ,, los últimos eis me ·es de su s servicio
de 3 años, recibirán in t rucción militar; o ea que lo
5 emestres anteriores servirán a la Patria con la pala
pico, arado , etc. y 1 último con el fusil. Durante lo
cinco primeros semestres recibirán instrucción cívica,
gimná tica y disciplinaria; ademá , erán alfabetizado ,
 E. BELMO T E PABO
318
ca tellanizados e instruidos en las labores a las cuales
e dedicarán de por vida.
Supongamos, pue , que el triunfo del autososteni-
miento es efectivo, y que se pueda disponer de los
brazos de 24.000 hombres sin que signifiquen al país en
lo posible ni un solo centavo. Sobre esa base ideal
empecemo a considerar el empleo de los 24 .000 brazo
di ponibles.
Sin ·embargo, adviérta e antes que n o ólo esto
24.000 erían los ostenido por el organismo auto o tene-
dor, sinó también los 6.000 qu pre ten sus servicios en
el Ejército de Línea. Por lo tanto, el Presupuesto de
Defensa, tendrá grandes economías que deberán ser
empleadas en el pago de técnicos, compra de maqui-
naria , fábricas, etc., de tinadas a la labore del
E.P.C .A.
EJERCITO PRODUCTOR Y CONSTRUCTOR
Para orientar al lector, es preciso anticipar, aunque
muy superficialmente, la aplicación productora y con·
tructora de los 24 mil soldados disponibles; por lo
tanto, vayan unos cuanto ejemplos:
Al servicio del Ministerio de Educación; todo lo
bolivianos sabemos que los escasos edificios escolare
son calamitosos y ofrecen a los alumnos incomodidades
que restan su atención y que los obligan a una vida
JUSTIFICATIVO S DE N U ESTRA REB E LION 319
escolar antihigiénica y antipedagógica. Si se desea
disminuir el analfabetismo, habrá que procurar que la
mayoría de los bolivianos pasen por las escuelas donde
además de instruirse, desarrollen las aptitudes que les
alivianen la lucha por· la vida, aprendan a conocer y
amar a su patria, y adquieran también virtudes. Todo
esto debe sei- obtenido procurando el mejor resultado
y evitando las dificultades de la carencia de locale y
de su pésima calidad. Debemos dedicarnos a la edifi-
cación de locales escolares en cada una de las pobla-
ciones pequeñas o grandes de todo el tenitorio boli-
viano. Para ello se tendrá 24.000 hombres disponibles,
los cuales se dedicarán a esta labor, hasta que
concluyan con un plan de construcciones escolare de
enseñanza primaria. Parte de los 24.000 hombre erán
dedicados a la producción de materiales de construcción,
tal que el Estado no se vea obligado a erogar grandes
sumas que su economía no se lo permite. E tos materia-
les de construcción serán ladrillos, piedra canteadas,
cal, cem.ento, madera, etc., etc. Pero al citar e to
materiales, salta inmediatamente la observación de que
se necesitarán fábricas de cemento, asenaderos que
preparen la maderas necesaria a la edificación, mae -
tranzas que nos faciliten puerta , ventana , etc., a
hechas. Seguidament , e con iderará e te plantea-
miento.
 320 E. DELMO TE PADO
Se ha dicho que el presupuesto de defensa nacional
quedará alivianado con el autosostenimiento de lo
6.000 oldados que irven con el fu il al brazo, por lo
tanto e de estas economía que aldrían una parte de
lo fondos nece ario a la adqui ición de fábrica de
cemento aserraderos, mae tranza , etc., etc. También
el Mini terio re pectivo que e beneficia con lo er•
vicio -en el caso del ejemplo, el de Instrucción-ten-
drá en su presupue to cantidades de tinadas a la con .
trucción de edificio e colares, la que en u totalidad
pa arán a incrementar el servicio productor de lo
24.000 hombres que en e ta fa e estarían dedicados a
dicha construcciones e colares. Además e ha indicado
que la di tribución del pre upuesto de egresos nacionale
no debe sufrir di persión desordenada, dedicándo e al mis-
mo tiempo a varias labores, sinó que deberá ser concen-
trado en gran parte a una o a muy pocas actividades.
Por lo tanto, al tratar e de las edificaciones escolare 1
el pre u puesto· nacional de egreso podrá aumentar la
partidas a ignadas a e ta labor durante uno , dos o má
años . Por consiguiente, la concentración de fondos per·
mitirá contar con el más seguro éxito. Y todo ello, sin
tomar en cuenta otros ingresos extraordinarios como la
creación de nuevas fuentes de riqueza, la explotación
de los p etróleos fiscales, etc., que aumentarári el presu·
puesto de ingresos nacionales.
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 321
Otra parte de los 24.000 hombres estará dedicada a
la edificación escolar con los materiales que reciba.
Tomando en cuenta el gran número de brazos dis-
ponibles, supongamos que 10.000 estén dedicados a la
producción de materiales de construcción y transporte
de ellos, y los otros 14.000 a la edificación propiamente
dicha, y que éstos sean organizados en grupos de 250
hombres. Habrá pues 56 grupos, o sea que en 56 pobla-
ciones, en forma simultánea, se estarían edificando
escuelas. Tomando en cuenta el número de 250 obreros
y el hecho de que la población infantil no es excesiva
en cada pueblo, las edificaciones no serán muy grandes,
tal que se las concluiría fácilmente y con rapidez.
Pero, cuidando de otros aspectos que se expondrá des-
pués, y, además, estableciendo que toda obra del Estado
debe ser efectuada pensando en el futuro, dichos locales de-
berán tener, por lo menos, doble capacidad a la necesaria.
A FIN DE DIG !FICAR LA VIDA DE LOS MAESTROS,
Y APARTARLOS DE LA SITUACION HUMILLA TE Y DE
MISERIA E QUE SE LOS MANTIE E, HABRA QUE
AGREGAR, DENTRO DEL PLA.'l'{, LA CONSTRUCCIO DE
DEPARTAMENTOS DESTI ADOS AL USO PRIVADO DE
LOS PROFESORES Y SUS FAMILIAS.
Agréguese a la acción simultánea de 250 homhres
que cuentan con. todos los materiales listos y acumula-
dos, la cooperación vecinal que no sería en dinero,
 322 E. BELMONTE PABO '
sino en trabajo , en la ayuda de los especialistas que
en las distintas labores de edificación tiene cada aldea
o villa. En tale condiciones ¿ qué pueblo no gustaría
dar su ayuda? !E temas seguros que el triunfo ería
una realidad! !En cada poblado veremos levantar e,
al empuje de la acción colectiva, pequeñas ciudade
escolares!
Otro ej emplo: cooperación al ramo de Gobierno y Justicia .
adie afirmará que nuestras policías, cárceles, sub•
prefecturas, Juzgados de Partido e Instrucción, No•
tarías, etc., etc., cuentan con locales que ofrezcan como•
didad al trabajo, y dignidad a las funcione .
A la par de nuestra s escuelas, también esta repartición
del Estado sufre la carestía y ~ala calidad de edificio ,
imposibilitando la realización del más 1igero plan de
organización. Por lo tanto, paralela a la labor señalada
para la escuelas, habrá que dedicar estos 24.000 hombre
a la construcción de dichos edificios fiscales . Incluyendo
en el plan el que cada uno de ellos deberá tener, como
en el caso de los maestros, viviendas destinadas a los
funcionarios. Por supuesto e~tas labores se las realizaría,
una vez concluidas las escolare .
Otro ejemplo: - En el presente, mucho son lo pro·
duetos que importamos para nuestro consumo, los
mismos que estamos en l,a po ibilidad de producir.
Tomemo como ejemplo el azúcar, para cuya producción
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 323
nacional se dedicaría una parte de los 24.000 hombres
al plantío de grandes cañaverales, otra a la construcción
de pequeños caminos de explotación que unan estas
plantaciones con los ingenios de azúcar, otra a la edifi-
cación e instalación del ingenio, otra a la construcción
'de un camino que una el ingenio con las carreteras o
ferrocarriles que vayan a los centros de consumo , y así
ucesivamentc.
Puesta en marcha la producción, el Estado podrá, i
vé por conveniente 1 .tr~nsferir el derecho de propiedad
de estas instalacione al capital, privado, reservándose
el control de la calidad y lo precios de dicho producto.
Así, se consumiría azúcar nacional y la clivisas que por
este concepto salen al exterior, quedarían dentro de
Bolivia, acrecentando la riqueza nacional, y ello gracia
. '
a la acción del Estado, por el empleo de una pequeñí una
parte de los brazos bolivianos en er aprovechamiento
de su exuberante suelo.
-
Lo que decimos para el azúcar, _podemos decír para
muchos otros productos, como er harina, madera de
construcción, etc.
Los ejemplo anteriores, on suficiente~ para que e
compredan los alcances del pre ente proyecto; LA
MAGNITUD DE EL, DICE MUY CLARAMENTE QUE S
LABOR SERA ARDUA Y REALIZABLE A TRAVES DE
VARIOS OS; pue será muy difícil que al Ejército Pro-
 JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 325
324 E. BELJ\IO TE PABON

ductor, Constructor y Autosostenido, le falte labores

que realizar para el beneficio colectivo. Deberá ser, pues,
una institución permanente y regular
TIERRAS Y PRIMERA LABOR
DEL EPCA.
PRIMERA OBRA DEL E.P.C.A.
Por los ejemplos anteriores, sobre la obra que desa-
rrollará el E.P.C.A. vemos que su centro de aprovi-
sionamiento deberá estar unido, por lo menos, con una
0 Trinidad
carretera que le permita recibir los productos de su
sección autosostenedora situada en el N.P. Por lo tanto
es imperioso que este lugar sea unido, mediante vías
estables o sea utilizables durante todo el año, con las
ciudades de Santa Cruz y Trinidad, y con las vías férreas
del altiplano.
Más claramente: del N .P. deberán partir tres vías :
una hacia Trinidad, otra a la ciudad de Santa Cruz, y

®
Q-•-3 la tercera hacia los ferrocarriles entre La Paz, Oruro
y Cochabamba.

®".
Oruro
- ~ Cochabamba
®
Sta. Cruz:
Con este objeto y a fin de no congestionar de brazos
el N.P., es que se organizarán los Nucleos Secundarios I,
2 y 3 que son intermedios entre los puntos a unir y el
N.P. Por lo tanto, los 24.000 hombres del E.P.C.A. dis-
ponibles serán dedicados a la construcción de dichas
vías, distribuyéndolos entre el N.P. y los tres N.S.
 326 E. BEUf0 1 TE PAllO ,
-- - ---------~
Del N.P. saldrán a la vez tre destacamento : uno
que con truya el camino hacia la ciudad de Santa
Cruz, otro hacia Trinidad y el otro hacia el Kollado por
upuesto en dirección de los N.S. respectivos.
En igual forma del N.S. 1, aldrán do de tacamen to
caminero : uno que construya hacia el N .P. y otro hacia
la vía ferroviaria del altiplano. Del .S. 2 saldrán
un De tacamento en dirección del .P. y otro hacia
Trinidad; finalmente, del . . 3 el uno saldrá en di-
rección del N.P. y el otro hacia la ciudad de Santa Cruz.
En total son 9 D estacam ento Camineros en los que
e dividirán los 24.000 hombres disponibles del E.P.O.A.
Esto camino serán los troncales , que unan el Kollado
con los llano ; por lo tanto el trazo y estudio de ello
deberán re ponder a los fines económicos y nacionale
no ólo del inmediato futuro, inó iquiera de- 200 años.
Deberán er carreteras afirmadas de p rimer orden. o
debe-olvidarse que por medio de ella ; los:24.000 hombre
recibirán tanto su alimentos, ve tuario, etc., como parte
de los materiale de construcción, destinados a las obras
que se van proyectando. · ,J ,.
La proporción de cada uno de estos 9 destacamentos
camineros, será determinada t~cnicamen'te, por la mayor
facilidad y ·-beneficio del uso de los 24.000 ' soldado .
Así, las obríi pueden ser efectuadas simultáneamente
en nueve direcciones, como e indica en el cr.oquis, y
JUSTlFTCATIVOS DE UESTRA REDELION
327
iempre considerando que la acumulación de fuerzas no
vaya a caus_ar congestiones perj udiciales a la rapidez
y perfección de la obra o a la alud de los que trabajan
en ella.
Supongamos concluí da la labor de unir el .P. con
las ciudades de Trinidad y Santa Cruz y los ferrocarriles
del Altiplano; en tal caso los víveres y demás productos
del N.P. que en esta primera fase estaban destinados a
autosostener al E.P.C.A., podrán con facilidad ir al
encuentro __de los 24.000 spldados, los que recién estarán
en condiºione de iniciar sus nuevas labores constructivas.
Ahora ,bien, sin considerar el orden de importancia,
veamos algunas de la. otras labore a la que ería
dedicado el E.P.G .A.
COL0 1 IZACIO- E Il'jMIGRACIO .-
El N.P . o sea donde debe trabajar la fracción auto-
sostenedora, es, según lo anotado anteriormente, una de
las regiones más s~nas y ex.ub~rantes de los trópicos
,bol~vianos 'Y que tiene una superficie capaz de abrigar
una intensa corriente immigrativa de carácter agrope-
cuaria e, industrial. Por lo tanto, cuando se trate de
'
resolver el asunto inmigración y colonización, los 24.000
soldados deberán ser dedicados a la preparación de lo
campos agrícolas ,y ganaderos, de las vivienda y demás
l?iene~ para la recepción de los inmigrante a Bolivia.
 328 E. BELMO TE PABON
Veamos a grandes rasgos la forma en que se realiza.
rían estas labores. Antes recordemos que estas regiones
estarían unidas con carreteras afirmadas y acaso con
ferrocarriles, al Occidente y Oriente bolivianos. Tal que
no sólo contarían con los medios de vida de la región
sinó con los que reciban del Oriente y Occidente.
Gran parte de los materiales empleados en el proceso
de organización del E.P.C.A., ahora ya innecesarios, por
tener las tierras en plena producción organizada, más
la técnica colonizadora del mismo, serían trasladados a
las zonas que se escogiesen para coloni~s de inmigración
de extranjeros, y serían puestos al servicio de la fracción
o destacamento que se dedicase a dichas labores.
Una parte del destacamento ocupado en esta labor,
deberá dedicarse al desmonte, preparación y cultivo do
las superficies destinadas a la producción a largo plazo,
como también a sembrar aquellos productos de los
cuales deberá alimentarse el colono así que llegue. En
igual forma se harán grandes cultivos del producto para
el cual es más apta la región y al que será dedicada
en su explotación industrial.
Otra parte del destacamento estará destinada a la
preparación y acumulación de los materiales de cons·
trucción, de viviendas sólidas para los agricultores in·
migrantes, y de pequeños núcleos céntricos, donde se
construyan los edificios fiscales de la zona, como ser
JUSTlFlCATlVOS DE NUESTRA REBELION 329
escuelas, correos y telégrafos, policías, hospitales, hoteles,
reparticiones técnicas y locales de sanas diversiones.
Las viviendas de los inmigrantes deberán contar con
el mueblaje necesario a una relativa comodidad, y tener
los compartimentos que son propios a un agricultor:
establos, gallineros, etc. A su arribo se les entregará
otros medios más de vida (animales domésticos) y
aquellos que orienten el futuro industrial de la región.
Es decir, cuando llegue el nuevo colono, que encuentre
en la propiedad que recibe todo aquello que le haga
amar y arraigarse a ella. Y no como ha ocurrido hasta
la fecha con ellos, que se los echó en bosques sometién-
dolos a un confort inferior al de los nuestros, sin
considerar que los más pobres en Europa, gozan de
comodidades a las cuales están tan habituados que no
pueden jamás renunciar tan completamente. Esto motivó
que, poco después, los inmigrantes renunciaran al
derecho de aquellas tierras hostiles y sin posibilidades
de un grato futuro. Pues, incluso les faltaba vías
de comunicación que les permitieran transportar y
vender el fruto de sus esfuerzos para así convertir lae
utilidades en el bienestar buscado.
Dadas las ventajas que las colonias del E.P.C.A.
ofrecerían, cabe preguntarse- si cada uno de los boli-
vianos no desearía sentirse un inmigrante poseedor de
un bien que le asegure el pan del presente y del mañana,
 330 E. BELMONTE P ABON
------- -~
a cambio del futuro siempre dudoso y de la constante
amenaza del hambre propia y de los suyos. Es pue
esta la má grande paradoja boliviana: una población
poco numerqsa que muere de hambre y que se desu.utre
pe e a que es po eedora de tierra fecundas y extcn a ,
que ólo e peran la acción de lo músculos boliyi,anos
para dar incalculable fruto .
DICHA ACCIO SERA EFECTIVA CUANDO SAC DAM0
LA PEREZA DE ! SIGLO Y r OS QUITEMOS EL AR-
OTICO D;E AMAR r'A LIBERTAD QUE SOLO 1 O
POCOS LA DISFR TA r Y LA CONVIERTE
DERECHO DE ATROPELLAR AL JJEBII.i Y MA TE ER
LAS MAYORIAS E LA MISERIA.
EL P EBLO BOLIVIA O DEBE BUSCAR PRIMERO LA
LIBERTAD DE VIVIR BlE ., Y ELLO O SERA DIVA-
GANDO E - COSAS ESTRATOSFERIC S 1 J OLVIDANDO
QUE EL BIE IB STAR MATERIAL DE U PUEBLO ES EL
MEDIO CO r EL Q E SE AFIAr ZA SU LIBERTAD Y
CO STITUYE LA BASE DE SU ELEVACIO CULTURAL.
Lo~ bolivianos que deseen colonizar, dichas regione ,
tendrían el q~recho de prioridad, asi como menores
obligaciones de pago que los inmigrantes.
En . este ejemplo, sólo se intenta dar a conocer un
nuevo aspecto del Ejército pr.oductor. El plan mismo
de colonización, en el que se considera muchos otro
aspectos más, queda ampliado oon la _{)resente exposición.
J USTU'ICATIVOS DE NUESTRA REBELIO 331
A YUD ALIME TICIA A LA I FA CIA
Si bien no es notorio a simple vista que nuestros niños
y también nuestro pueblo mueren materialmente de
hambre, deteniéndonos en el examen vereníos que la
falta de alimentos necesarios, es una de las principale
causas que crea un estado de raquitismo infantil . '
debilidad en los adultos, mótivando una menor re i ·-
tencia orgánica a las enfermedades que terminan con
mayor facilidad por matar a los desnutridos. En e o
EL casos podria'mos ·a firmar que la muerte es causada por
un 90% de debilidad y un 10% de enfermedad.
Bien sabido es que poco son los hogares dónde el
niño recibe la alimentación n ecesaria. A fin de alivianar
este mal adverso a la fortaleza física del niño al
aumento demográfico de Bolivia y a la salud del pueblo.
el Estado debe asumir, dentro de sus posibilidades ,
la ayuda a los hogares en la alimentación de la niñez.
Esta labor no le sería imposible, ya que el E tado
sería poseedor de tierras fecundas ya preparada ; de
brazós que la trabajarían; de herramientas y técnico
que las harían más eficientes en la producción y de vía
de comunicación que permitan el tran porte de dicho
productos. Al ruido de las palabras vacía , debe suceder
el del trabajo fecundo y regenerador de todo los done
superiores del pueblo.
 1
:,

E. DELMONTE PADON
332
-- 1:
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 333

FABRICACION DE MOBILIARIO Brigada Colonizadora y Productora de Alimentos para

la niñez.
La región encargada del sostenimiento del E .P.C.A,
Todas ellas dependerían del Jefe Político del Estado,
y la destinada a la colonización, así como aquélla que
y recibirían su cooperación de los Ministerios de Defensa
se reserve , a la producción de alimentos para la niñez,
y Obras Públicas, más el Ministerio para el cual se
es una de las más ricas zonas en maderas de las más
efectúe el trabajo respectivo.
diversas calidades. De acuerdo a nuestro plan, a fin de
El Jefe Político del Estado, tendrá una plana mayor
convertirla en tierras cultivables, sus bosques tienen que
permanente de técnicos, de personal intercambiable de
ser en parte talados, y si nosotros quemásemos su
acuerdo a las labores en marcha.
madera para limpiar el campo, cometeríamos un
Cada Brigada tendrá:-
grave error; mas, si la aprovechamos en la construcción
a) Un Comandante Militar con su plana mayor de
de muebles para el Estado, destinables a escuelas
técnicos y Oficiales del Ejército:
colegios, universidades, reparticiones judiciales, etc.:
b) Un cuerpo de técnicos extranjeros, debiendo cada
etc., habremos dado una excelente aplicación a este
uno de ellos tener por ayudantes a profesionales
material disponible y de tan buena calidad.
bolivianos, quienes más tarde deberán asumir las
funciones de aquéllos;
APUNTES SOBRE LA ORGANIZACION DEL E.P.C.A. c) Un cuerpo de Oficiales de línea y reserva como
Se compondría de las siguientes partes más o menos elementos disciplinadores y militarizantes. Serán
permanentes: - los que hagan cumplir las directivas de labor.es.
Brigada Autosostenedora. d) Un cuerpo de clases de tropa, que comanden ele
Brigada Productora de materiales de construcción y 25 a 100 hombres, de acuerdo a las labores y a la
muebles, etc. fácil y eficaz cooperación a las directivas de tra•
Brigada Constructora de Carreteras, Ferrocarriles y bajos a realizarse. Este cuerpo de clases deberá
Canales. estar compuesto de obreros especialistas reengan·
Brigada Constructora de edificios. chados o movilizados, y que en lo posible presten
11
Brigada de Transportes. servicios permanentes.

'
 334 1'. BELMON 'fE PABO
e) Un cuerpo de profesores de alfabetización, ca.
tellanización y vulgarización científica obr la
labores profesionale a las cuales los oldado·
tengan que dedicarse en su vida civil posterior.
f) Finalmente, tendremos los 30.000 oldados dedi-
cados a dar su aporte mu cular bajo lo comandos
técnicos, y organizado bajo un régimen militar
y di ciplinario .
g) Cada una de las Brigadas tendrá el material de
herramientas y maquinarias, fábricas y demás
utensilios y transporte que le permitan el máximo
de producción con el mínimo d°e esfuerzo, de acuerdo
a las leyes económica de la producción indu tria!
y a la organización científica del trabajo.
h) El estado al ser propietario de las canteras, arcilla
bosques, etc., etc., que se exploten para la pro•
ducción de los distintos materiales de construcción,
y de las tierras destinadas a las labores agrícolas
• y de colonización, pondrá todos estos bienes a la
órdenes del E.P.C.A. Esto a fin de que el uso de
estas materias y recursos o tierras no signifiquen
erogaciones al Estado. Por lo tanto, cada una de
esta Brigadas tendrá como propiedad todo lo que
explote o lo que haga uso.
i) Las erogaciones que cada Brigada forzosamente
tuviera que hacer para el pago de haberes y soste-
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 335
nimiento de soldados, e lo cubrirá en parte con
el presupuesto de guerra, en proporción a los abas-
tecimientos que reciban los 6.000 soldados del
Ejército de Línea; parte con los aporte que cada
Ministerio efectúe como retribución a los beneficio
que cada uno de ellos reciba a travé de las cons-
trucciones o productos del E.P.C.A. La cantidade
respectivas serán determinadas por el Jefe Político
del E tado.
Má aún, el personal de técnico extranjeros
puede en parte ser seleccionado de entre los inmi-
grantes que vengan en bu ca de tierras y a lo
cuales se les podría pagar sus servicios, en parte,
con los derechos que se les -dé ·a otros inmigrante
y liberándolos de las obligacione o compen án-
dolas . A otros se les podría pagar con acciones sobre
las industrias que se organicen con la cooperación
técnica de ellos; pero esto sólo cuando el Estado
transfiera dichos bienes al capital privado. En fin
cuando una tierra es tan rica · como la nuestra, lo
recursos con los cuales se cuenten erán iempre
inagotables, si se los sabe poner en acción.
j) Observación de capital importancia y que debe
merecer cuidadosa atención es la siguiente:- Nada a/,
,
de lo que produzca el E.P.C.A., podrá venderse/ la
público, cuando sea imilar a lo que produzca la
 336 E. BELMON TE PABON
industria privada nacional en cantidad suficiente
a las necesidades del país. Pero sí, podrá exportarse
en busca de mercados extranjeros que le suminis•
tren las divisas que para la compra de maquinarias
y otros efectos necesite. Tampoco deb erá vender
aquello que el propio E.P.C.A. necesite para
cumplir con su labor de construcción nacional.
CONSUMO Y REPRODUCCION
No sólo razones de carácter nacional aconsejan la
conveniencia de la organización del E.P.C.A., sinó que
hay otras de profundo sentido económico universal.
A continuación, tratando de exponer en la forma más
sencilla y comprensible, presentaré una de ellas: -
Cada hombre a tiempo de satisfacer sus más elemen-
tales necesidades personales como son: alimentos, ves-
tuario, vivienda, etc., podría decirse que consume un
determinado número de días de trabajo productivo que
dieron otros hombres. Así por ejemplo, tomando el caso
de los vestidos de lana; en la producción de ellos su·
memos las horas de trabajo que corresponderían a la de
los pastores, a la de los trasquiladores, hiladores, teje-
dores, sastres y de los muchos otros de transportes, etc.,
etc. A la suma de todas estas horas o días de trabajo
llamemos "trabajo productivo" Ahora bien, ocurre que
cada hombre a través de su vida, al atender sus tres
J USTIFICATIVOS DF. NUESTRA REDELION 337
fundamentales necesidades consume, en alimentos y
otros obj etos, un determinado número de días de
"trabajo productivo".
Si en una nación todos los habitantes consumieran
sin producir nada, a corto plazo la nación caería en
ruina económica, ya que en un momento dado no se
tendría más divisas para importar los artículos nece-
sarios al consumo. En cambio, si cada habitante,
mediante su trabajo, productivo en otras actividades,
restituyera lo que consume, ocurriría que saldrían del
país menos divisas que las que retornen, lo que per-
mitiría que el saldo de ellas pueda emplearse en el
mejoramiento de otros aspectos .
En una nación bien organizada es de capital impor-
tancia que se r eproduzca el equivalente de lo que en
ella se consume. Esto no quiere decir que cada uno
pague su consumo haciendo tantos días de pastor, otros
tantos de trasquilador, hilador, etc., etc., sino que,
mediante su trabajo productivo, manifestado en las
más diferentes actividades personales, en lo posible
materiales y palpables, labore en su vida aproximada-
mente tantos días equivalentes como los que importen
la total atención de sus tres necesidades fundamentales .
EL E.P.C.A. TIENE INDIRECTAMENTE EL FELIZ RE-
SULTADO DE OFRECER, A TRAVES DE SUS SERVICIOS,
UN FUERTE APORTE DE TRABAJO PRODUCTIVO QUE
 338 E . BELMOt-iTE PABON J STIFICATIVOS DEN ESTRA REBELION 339
1 •
- ----~
A E DESCARGO DE LA OBLIGACIO r QUE TIE E EL
INDIVIDUO DE DEVOLVER E TRABAJO U A ll ENA EDUCACION DE LAS JUVENTUDES
PARTE DE LO Q E CO S 1A E S VID ; ESTA CON. Es muy necesario efectuar un análisis reflexivo sobre
TRIBUCIO TO IFICA.RA FUERTEME TE LA ECO OMJA los fines que busca la instrucción pública. ¿ Pretenderá
ACIO JAL. ella hacer de cada individuo un erudito, un hombre sin
En el supuesto de que el total de estos días de trabajo especialización alguna que le sea útil en la lucha por
que hemo llamado "reproductivo" fuera mayor al total la vida, y con la que al mismo tiempo ea benéfico a la
de los "consumidos" en toda la nación, se tendría un colectividad?
remanente destinado a mejorar el standard de vida de ¿ Pretenderá hacer de todo ciudadano un médico, un
cada individuo, y aun para la exportación, lo que ingeniero o un abogado ... es decir un intelectual, sin
ignificaría que su equivalente retornaría al territorio tomar en cuenta que así quedarían los campo sin
patrio convertido en nuevos medios de bienestar general. agricultores y los talleres sin obreros?
Esta consideracione sobre la utilidad y beneficio ¿ Es que so pretexto de cultura, se busca destruir, por
del trabajo que llamamos "reproductivo" encomendado la vía de la instrucción pública, las clases intelectuales,
parcialmente al E.P.C.A., no toman aun en cuenta lo agrícolas, manuales, etc., necesarias a la producción y
no menos cuantiosos bienes que significan el aprovecha- a la economía humanas?
miento nacionalista de la riqueza territorial patria ¿ Se hará, acaso, de cada indígena un leguleyo, o de
riqueza que en la nuestra es grandiosa. cada miembro de las clase intelectuales un agricultor
u obrero?
LA I STR CCIO PUBLICA.
T
TIENE L4. Fll ALIDAD DE
PROVEER A CADA UNA DE LAS ACTIVIDADES HUMA.NAS
DE MIEMBROS CAPACES. DEBE BUSCAR, EN PRIMER
TERMINO, LA ELEVACIO E FORMA I rDEFll'l'IDA DE
LA PREPARACIO PROFESIO -AL DE CADA CLASE
PROD CTORA, Y, .E SEG 1 DO, LA C LTURA GE ERAL
DE TODAS ELLAS.
 340 E. BELMONTE PABON
Debe también buscar, sin consideración de clase
económicas o sociales, constante, asidua y cuidadosa-
mente, los talentos y genios naturales, para procurarles
t~das las facilidades que los eleven a las cumbres de la
intelectualidad nacional y a los cargos directivos,
políticos, técnicos y artísticos del país. Estos son los
fines, muy someramente considerados, que busca la
instrucción pública para proveer la utilidad práctica del
individuo al servicio de sí y de la colectividad.
En otras palabras, EDUCAR ES DOTAR AL INDIVIDUO
DE U A PREPARACIO QUE CULMI A DO E UN OFICIO,
PROFESION O CARRERA, LE DE UNO DE LOS MUCHOS
ELEMENTOS NECESARIOS PARA TRIU FAR EN LA LUCHA
POR LA VIDA; PERO SI, SIN OLVIDAR QUE DICHA PRE-
PARACION DEBE ESTAR ORIE TADA A CUMPLIR CON
LAS OBLIGACIO ES DE BENEFICIO QUE TIENE EL IN-
DIVIDUO CO EL COMPUESTO SOCIAL.
La finalidad actual de la instrucción pública está
encaminada meramente a alfabetizar una mínima parte
de las clases indígenas y medias y máximo a sacar de las
superiores algunos profesionales, especialmente abogados
y médicos, dejando el 85% de la población completa·
mente fuera de la acción educacional.
Las posibilidades económicas de cada familia juegan
también aquí su rol, determinando el tiempo que será
posible sostener la educación de los hijos. Los muy
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 3,n
pobres, pertenecientes a las clases superiores y medias,
apenas tienen recursos para cumplir con la instrucción
primaria. Los hijos de los que no son tan indigentes,
pueden cursar algo de la instrucción secundaria y a veces
concluirla. Finalmente, aquellos que pertenecen a
familias de posición relativamente holgada cursan facul-
tades dentro del país; y los hijos de los adinerados
cursan sus estudios en el exterior.
Una reacción benéfica del progreso nacional, desde
el punto de vista de la instrucción pública, deberá
entrañar la conquista del bienestar económico de los
hogares bolivianos.
Pero esto no sería todo, ya que las pocas facultades
que tenemos, darían el resultado de que pasados algunos
años se presentaría una grave crisis por el excesivo
número de abogados y ~édicos, cuyo malestar ya hemos
empezado a sentir. No es pues tarea nacional llenar
aulas de estudiantes sin considerar el provechoso y buen
uso que harán en el futuro de los conocimientos a ad-
quirir. La educación debe, determinar, "la futura
utilidad" del educando: util a la sociedad y útil a sí
mismo.
LA INSTRUCCION PUBLICA NO BUSCA LA DESTRUCCION
DE LAS CLASES SOCIALES DIRECTORAS, SINO EL HA-
BILITARLAS. NO BUSCA HACER DE LOS AGRICULTORES
ARTESANOS O I TELECTUALES, I A ESTOS ULTIMOS
 3~2 E. BELMO TE PABON
CONVERTIR EN CAMPES! OS U OBREROS; SINO, DE
ACUERDO A LA FUNCION UTIL QUE CADA UNO DESEM-
PE~E DENTRO DEL CONJUNTO SOCIAL, PRETENDE
MEJORAR EL RENDIMIENTO DEL I DIVIDUO EN BENE.
FICIO DE SI Y DE LA NACION.
Instruir al indígena será hacer que de agricultor
empírico, se convierta en uno moderno que sepa usar
los métodos que reduzcan los costos de producción, que
multipliquen ésta y mejoren su calidad. Acrecentar el
rendimiento en el trabajo es aumentar los beneficios per-
sonales y también los colectivos.
El Estado debe evitar, por imperativo social, la su•
perabundancia de miembros en algunas profesiones.
Aquellos jóvenes que demuestren aptitudes excepcio-
nales, deben ser cooperados con becas, mediante las
cuales, goc~n de fuerte remuneración económica, que
evitándoles toda preocupación monetaria, les permitan
concentrarse por entero a los estudios que en lo
posible deben realizarse en semi-internados. Agréguese
a este sistema el complementario de enviar a los más
sobresalientes de estos alumnos a perfeccionar sus
estudios en el extranjero, o a realizarlos en facultades
que nosotros no las tengamos.
Al respecto, se debe fundar en cada una de las grandes
ciudades universitarias del Mundo, "LA CASA DEL ES-
TUDIANTE BOLIVIANO". Ella debería estar en un edüi-
JUSTIFI C ATIVOS DE UESTRA REBELION 343
cío perteneciente al Estado boliviano, donde nuestro
jóvenes y sobresalientes cerebros encuentren, sin re-
tribución económina alguna, un hogar donde gocen de
la alimentación, vivienda y demás atención doméstica.
Todos aquellos que no e tuvieron comprendido ni
entre los becado ni entre los postulantes habilitados y
que deseen in embargo estudiar en una facultad,
deberán costearse sus estudios y pagar a la facultad
el derecho de cursar en ella. SI BIE EN PRO DE
LA "LIBERTAD I DIVIDUAL" EL ESTADO PERMITE Q
CADA UNO ESTUDIE LO QUE QUIERE, SE RESERVA EL
DERECHO DE ESTABLECER QUE A CADA O LE
CUESTE SUS ESTUDIOS, CUANDO SE CONTRAVIE E
A LAS PREVISIONES SOCIALES DEL PAIS.
Un intelectual que ha obtenido durante todo su
estudios las más excelentes calificaciones de matemá-
ticas, tendrá derecho a una beca en las facultades de
ciencias económicas, ingeniería, etc., es decir donde lo
e tudios tengan por base las matemática . Pero el mi mo
intelectual no podrá gozar de la beca, por ejemplo, en la
facultad de derecho, en el caso que hubiera demostrado
no tener aptitud para ella y en la que po iblemente
llegaría a ser un mediocre jurisconsulto en vez de un
magnífico ingeniero. Así también a un genio musical
naciente habrá que abrirle las puerta de su arte y
atraerlo a él con el goce de toda clase de privilegios.
 344 E. BELMO TE PABON
En consecuencia, el Estado debe ampliar su coopera-
ción a las Universidades sin destruir su benéfica auto•
nomía, pero sí velando porque el espíritu de ella se
cumpla ; es decir, porque las puertas de las facultades
estén abiertas a las clases modestas e impedir que el
cuerpo docente y el estudiantado sean víctimas de las
acciones politiqueras y sectarias.
ES OBLIGACIO DEL ESTADO PROCURAR QUE CADA
HOMBRE CO QUISTE Y OCUPE EL LUGAR PARA EL QUE
ESTA MEJOR DOTADO.
Todo lo anterior se refiere al cultivo mental; sin
embargo, ésta no es la única finalidad de la instrucción
pública. ¿ Qué nos haríamos con individuos mental•
mente capaces pero moralmente perdidos? ¿ Serían
éstos, por ventura, honrados ciudadanos? ¿ O acaso,
formarían una pandilla de bandidos mentalmente ca•
paces? ¿ O quizá constituidos en sectas políticas serían
los sojuzgadores del pueblo? ¿ O tal vez elevados a los
cargos directivos del país, formarían parlamentos y
gabinetes? Si tal cosa ocurriera, habríamos creado bases
fecundas para intensificar la tragedia nacional y se·
guiríamos fracasando en la finalidad política de la
instrucción pública.
Nos habríamos, pues, olvidado del cultivo de la moral
en el individuo. Sin embargo, esta palabra "moral" es
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 345
muy poco clara y puede tener erróneas acepciones. Así
por ejemplo, dentro de la moral de amistad, algunos
tienen tal concepto de lealtad, que anteponen ésta a los
deberes cívicos. POR AMISTAD SE SECUNDA A UN
CAUDILLO QUE A TODAS LUCES SE LO SABE FUNESTO
AL PAIS; POR AMISTAD, EN LOS COMICIOS ELECTO-
RALES, SE VOTA A FAVOR DE UN HOMBRE DEFICIENTE
O ENEMIGO DE LA ACIO ; POR AMISTAD SE CALLA
UN DELITO COMETIDO E CO TRA DE LA PATRIA Y
QUE DEBIO SER DEN CIADO.
Hay algunos que proceden de buena fe al anteponer
la amistad a los sentimientos y deberes nacionales;
empero, a otros les sirve sólo de pretexto para ocultar
su consciente y delictuosa complicidad.
Cultivado el cerebro, sólo tendríamos realizada una
parte de la instrucción; por lo tanto, también habrá que
cultivar el espíritu, despertando sus naturales instintos
buenos, sembra.n.do otros, anulando los malos y dando
claridad al ord~n de importancia y prioridad de los
buenos.
Dentro de un ideal nacionalista, o sea del individuo
dependiente de la colectividad, el orden de importancia
es: primero la patria, luego la profesión_, a continuación
la familia, después, los camaradas, amigos y relaciones
personales y por último el individuo en sí mi mo. Es
decir, nada que sea dañoso a la moral profesional deberá
 346 E. DELMO TE PADO
ser ometido o pretexto de razones familiares o de lo
otro tre entimientos. sí tampoco, so pretexto de
ami tad, e puede acri:ficar gravemente a la familia.
Uno de los defecto capitale de nuestra educación,
e permitir que crezca dema iado la moral per onal,
cuya principal manifestación peligrosa es el AMOR
PROPIO, a cuyos pies e sacrifican todos los otros
entimiento y debere . A í por ejemplo, quien lanzó una
opinión a todas luces errónea, so pretexto de amor
rpropio deberá so tenerla a cualquier trance, por dañosa
que sea tal actitud. Hay quienes se niegan a comprender
que un hombre es e piritualmente mucho más grande
cuando reconoce su yerro , renuncia a ellos y acepta
la verdad no sólo del amigo sino hasta del adversario.
que cuando pronuncia incluso sentencias sabias y verí•
dicas. Es muy fácil tener razón en un asunto: lo difícil.
pan lo e piritus inferiores, es saber dar la razón al
adversario cuando se reconoce que éste la tiene.
Si no se cultivan las bellas y nobles cualidades del
e píritu, nuestra hi toria seguirá siendo poblada de
traidores de brillante intelectualidad; los partidos
políticos seguirán siendo lo q~e hoy: nido de odios r
agenei~-capitalismo--internacien.-e¼ los--parlam~
seguirán siendo los legalizadores del estado ife e c av1tud
w..ó.mica ..,,.-'f-<IAV""~ ; los cerebros más de tacados
llegarán a ser los más peligrosos ciudadanos ... ae-gtririn
JUSTIFI CAT IVOS DE NUEST RA REBELIO N 347 •
sientl-o-lo a-gtm,.,,.,..-~ aho.g re ele
n~~ El peor flagelo de la humanidad
e el genio desviado y a esta categoría pertenecen los
hombres inteligentes, preparados y sin moral cívica algu-
na. Si posamos nuestra s miradas en el próximo pasado
nacional, encontraremos en sus horas má dificile
seres funestos , de esta categoría que confirman el juicio.
Es pues necesario tener t anto cuidado por la instruc-
ción mental como por la educación moral; y, sin embargo,
aun no habremos cumplido con las cosas cultivable o
educables en un ser humano; pue no falta la tercera y
que también es importante: la educación del cuerpo hu-
mano para darle salud y fortaleza fí icas. Pues nada o muy
poco útil se haría educando el cerebro y el espíritu de un
futuro paralítico, de un perpetuo enfermo o de un mori-
bundo. Su superioridad mental y moral quedarían anula-
das por la inacción o dañadas por la falta de salud corporal.
Entre los tres fines de la educación pública, é te, el
de la salud física, es para nosotro uno de los más difí-
ciles de realizar por la aplastante mi eria de los hogare
bolivianos y del Estado.
En medio de la pobreza hogareña, de la ignorancia
familiar, de la falta de higiene de las viviendas y de lo
males endémicos regionales, la victoria será alcanzada
sólo mediante una lucha titánica que rompa Y anule la
cau as que dan vida a tan terribles adversarios.
. 348 E. DELMO NTE PABON
Tres son, pues, los corceles que tiran el carro de la
superación humana: el de la inteligencia, el de la moral 1
y el de la salud física. Cada uno es indispensable a la
marcha triunfal de la lucha por la vida; la flaqueza de
uno de ellos serviría de lastre a los otros, y de estorbo
al progreso y bien colectivos.
Cada uno de ellos debe ser cultivado de acuerdo al fin
social del individuo y ofreciendo tal robustez que nunca
frene el natural o adquirido pod~río de los otros.
Así, por ejemplo, los valores de un hombre inteligente
no deben sufrir mengua por un cuerpo enfermo o débil,
ni deben hacerse dañosos a la sociedad por una moral
oscura o errónea; ni los valores de fuerza física y buena
salud de un agricultor deben encontrar trabas en su
rendimiento por falta de una cultura mental que lo
habilite y supere en sus faenas.
EL PROBLEMA BOLIVIANO DE INSTRUCCION PUBLICA
O ES MERAMENTE DE ALFABETIZACION, SINO QUE ES
MULTIPLE, Y EN EL MAYOR O MENOR CUIDADO QUE
SE PONGA EN EL ESTA LA PREVISION DEL FUTURO
PATRIO. UN ESTADISTA ESTA OBLIGADO A COLUMBRAR
LOS MISTERIOS DEL FUTURO PARA E CAUZAR, LOS
ACONTECIMIE TOS DEL MAÑ'A A DESDE EL PRESE 'TE.
Gobernar no es sólo satisfacer las necesidades pre·
sentes Y darles una relativa seguridad, sinó también, es
prever con actos las del porvenir y del lejano mañana;
J USTIFICATIV OS DE NUESTRA REBELION 349
y quien quiera edificar un sonriente porvenir deberá
bajar sus miradas a ese mundo pequeño de los hombres
del futuro , al mundo de los niños, que en sí tienen más
personalidad que los ancianos; pues éstos, en nuestra
tierra, son las fuerzas negativas de un pasado lleno de
errores _ ·r; aquéllos son la fuerza eterna y
activa del mañana. El ayer nos ofrece fuerzas que se
derrumban ; la infancia y la juventud son los únicos
elementos con los cuales se puede edificar el porvenir.
Este problema así contemplado, aún desde un punto de
vista de egoísmo paternal, es halagador; pues ellos son
nuestros hijos, lo más caro que tenemos y a través de
cuyas vidas deseamos superarnos. Gobernantes y padres
de familia unidos, deben encarar seriamente la edu-
cación; hay que evitar que ellos vivan también las horas
trágicas de humillación y verguenza que vivimos y
vivieron nuestros predecesores.
LA INSTRUCCION Y SU DEPENDENCIA
DE LA ECONOMIA NACIONAL
Hagamos ahora un poco de números y con sencillos
cálculos veamos cómo se plantea la educación desde un
punto de vista aritmético.
Según las estadísticas oficiales de natalidad, en el
año 1937 se registró el nacimiento de 64.614 niños de
ambos sexos. Sin embargo, dadas las deficiencias de las
---- --~------
350 E. DELMONTE PADO
- - - e_ _ _ _
autoridades que cooperan a la naciente institución
tadí tica, e de suponer que no todos los nacidos en
dicho año hl!bieran sido regí trados. Por lo tanto,
aunque en forma arbitraria, supongamos para nuestro
cálculo que son 70 .000 los nacidos en dicho año. Si todo
ello viviesen y en cada año se tuviese la misma canti-
dad de nacidos, pasado algunos años tendríamos 70.000
niño de un año de edad, 70.000 de dos año , 70.000
de tres .. . etc.; pero por el fallecimiento prematuro
de mucho , upongamos que sólo sean a 50 .000 por año.
Ahora bien, si la in trucción normal y mínima fuera
de sei años, tendríamo seis contingentes de a 50.000
niños cada uno, o sea un total de 300.000 escolinos, para
lo cuales e necesitaría la cantidad de maestro · y
plantele escolares de acuerdo a los principios peda-
gógicos. Por lo pronto, preocupémonos sólo de los pro·
fesore , que de acuerdo a postulados educacionales cada
uno debería tener bajo su dependencia unos 30 alumno;
o ea que necesitaríamos tantos profesores como 300.000
divididos por 30; es decir 10.000 profesores; cantidad
que e. fantástica cuando se piensa en la pobreza de
nuestro impotente presupuesto nacional de gastos. Pues
. uponiendo que cada maestro sólo recibiese el miserable
haber de hambre de 500 boliviano mensuales, signifi·
carían al año 60.000.000 de bolivianos al erario nacional.
Má. aún, considerando que la _pobreza general de lo
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 351
hogares bolivianos impone que el Estado, al mismo
tiempo que costea la instrucción obsequie los útiles es-
colares anuales necesarios a los niños, y calculando que )
aquellos importen un promedio de 100 bolivianos por ../..
niño, tendríamos un egreso de 30.000.000 al año. Es
decir, casi el 0% del erario na.cional serviría para cubrir
diocremcnte tm~ parte de un ramo de las distintas
obli ·ones del Esta o. El presupuesto de Instrucción
actual apenas alcanza a 25.000.000.
Se puede, pues, ver que la instrucción pública es en
primer término un problema económico-nacional; y
mientras no e resuelva éste, la educación de nue tro
pueblo no pasará de ser un anhelo irrealizable.
Prosiguiendo con el análisis : un 20 % del estudiantado,
que deb e formar la clase intelectua_l o directiva del paí ,
no sólo efectuará seis años de E;Studios, sinó por lo
menos doce; el 20% de 300.000 es 60.000, lo que
necesitarían unos 2.000 profesores, y si a éstos se agregan
los de educaciónc ívica y política, los de gimna ia
atletismo, deportes, natación, dibujo, pintura, escultura
música, que en cada e cuela deben haber, el número de
mestros alcanzaría a unos 15.000 profesores y a uno
360.000 alumnos. Nece itando cada profesor una habi-
tación independien,te para el trabajo con sus alumno ,
·e r querirán por lo menos, una 12 a 15.000 hahita-
cione . Y in embargo 1 todo e to erá tan deficiente que
 352 E. BELMONTE PABON
la triple finalidad de la instrucción pública no sería aún
plenamente satisfecha.
Pues, desde ya, el solo hecho de pagar sueldos tan
bajos a los maestros, determina que las cabezas más
capaces no sean atraídas_ hacia un~ institución donde
se vive en eterna miseria. Es imperioso que el profesorado
sea ámpliamente remunerado para que así cada maestro,
al vivir con holgura y dignidad, pueda concentrarse
por entero a su sagrada misión. No olvidemos que en
las manos de ellos estará lo más caro y querido que tiene
un país y un hogar.
INSTRUCCION INTELECTUAL
LA INSTRUCCION INTELECTUAL MASCULINA DEBE
CULMINAR EN QUE CADA CIUDADA.t'iO TENGA UN OFICIO,
PROFESIO O CAJ;lRERA QUE LE SIRVA PARA CRUZAR
CON DESENVOLTURA Y LIBERTAD LAS DIFICULTADES
QUE OFRECE LA LUCHA POR LA VIDA, Y AD.EMAS LE DE
LA FACULTAD DE EJERCER EL DERECHO DE CIUDA·
DANIA, POR ESTAR HABILITADO PARA CONQUISTAR
UN BIENESTAR ECONOMICO O DEPENDIE TE DE LOS
AZAHARES DE LA POLITICA INTER A.
Es decir, en vez de que la instrucción pública sea
sólo obligatoria hasta que se haya cursado el ciclo pri·
mario, debe ser hasta que se tenga una profesión o un
oficio. Por lo tanto, concluidos los estudios primarios
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION
353
dond~ se pondrá el mayor cuidado en la alfabetización
las operaciones aritméticas, el istema métrico-decimai
y los conocimientos más u ados ca i en todos los acto
humanos, deb erán bifurcarse hacia la adqui ición de un
oficio o hacia la prosecución de estudios secundario . .
La instrucción intelectual femenina, dada la mi ión
social y natural que las mujeres deben cumplir ~n las
tierra poco poblada , debe estar orientada a hacer de
cada mujer un~ madre capaz y una eficiente e po a,
cualquiera que sea la clase social a que pertenezca.
Su instrucción primaria debe ser má o meno iaual o
a la de los hombres, pero sí, en vez de continuar con
ofi~ios, deberá enseñárseles economía doméstica , y, en
los último años de e tudio , la atención a lo niño
recién nacido y el cuidai{o para el buen de arrollo y
alud de éstos.
Las mujeres pertenecientes a los círculo intelectuale
y directivos _del país , deberán recibir ademá una e -
merada cultura general para que puestas al nivel mental
de sus futuro e poso , puedan er compañera grata
y comprensiva de aquéllo .
Es pues innegable que seres de distinto nivel cultural
difícilmente forman hogares armónicos; pero sí. no por
eso se descuidará, so pretexto de cultura general, e]
inculcar en la mujere de esta cla e social la vfrtude
perteneciente a esposas y madres modelo .
 354 E. BELMO TE PABO
EDUCACION FISICA
El resolver el problema de la educación física, bu cando
que a través de algunos años el pueblo boliviano esté
compue to de eres sanos y robustos, ofrece mucha
dificultade . La pobreza de los hogares bolivianos hace
que los niño r-eciban una deficiente e irregular alimen-
tación y habiten en vivienda sin ol ni aire, polvorienta
o húmedas, agregándose a ello la ignorancia de lo
padres de familia sobre lo cuidados que requiere la
buena salud de los niños.
Mientra no se resuelva el problema económico de cada
uno de lo hogares bolivianos, las escuelas serán con•
curridas por niños harapientos, raquíticos y sucios. Por
ahora, con carácter tran itorio, la única solución es que
el Estado se haga cargo, en gran parte, de salvar tan
difícil situación, asumiendo obligaciones mayoro qur.
las que tiene actualmente para con la infancia y la
juventud.
Vemos nuevamente que la solución de este problema
es de carácter económico; será pues imperioso, en primer
término, romper con la pobreza individual de los ciuda-
danos bolivianos, creando medios de bienestar general
en todas las familias y en todos lo hogares, sobre lo
que se apoye el saludable desarrollo de la niñez y de la
juventud. Pero para que tal victoria se alcance, tendrían
JUSTJFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 355
que pasar varias décadas durante las cuales se seguiría
ufriendo los daños actuales. Por lo tanto, si es que el
E tado tiene a la mano alguna otra po ibilidad que
requiera menos tiempo, debe hacer u o de ella lo ante
posible. Al respecto, ya se dijo algo aunque en forma
muy ligera y a guisa de ejemplo de las aplicaciones que
tendría el E.P.C.A.; toca ahora detallar tal aplicación.
El trabajo del E.P.C.A. deberá por entero ser dedicado
por algunos años al ramo de la instrucción pública, y
veamos más o menos en que forma : -
En cada población provincial, cantonal y vicecantonal
se deberá hacer lo iguiente: adquirir de cinco a diez
hectáreas de terreno a una distancia no mayor de un
kilómetro del poblado . En ella se edificará:
1.- Una repartición con habitaciones para cursos pri-
marios, con una capacidad mayor en el 50 % a la nece-
aria para lo niño exi tente en el poblado.
2.- Un campo de gimnasia y deportes al aire libre, que
constituirá a la vez un pequeño tadium de la población.
3.- Una sección de baños, de piscina y ducha , o por
lo menos de ducha .
4.- Una in talación de ervicio higiénicos (W.C .) etc.,
5.- Un comedor capaz de dar cabida a todo lo niño
de la pobl~ción má un 50 % de ello .
6.- Una repartición de cocinas y depósito de vívere
con in talacione de ga , petróleo o eléctrica .

356 E. BELMO i' iTE l'ABO
Una de dormitorio la amanos para el total de
lo niño del poblado má el 50%,
8.- na ección con tallere y depó itos d e material para
el aprendizaje de oficio . Y otra d e campo de experimen-
ta ción y e tudio agropecuario para lo niño campe ino .
9. - Kind rgarten para niño de 2 a 6 años.
10.- Pequeño departamento de tinado a la vivienda
de profe ore y u familiare . .
11.- In talaciónpara atencione anitaria , con ultorio
médico , enfermería, etc.
_ lguno compatriota e alarmarán ante t anto aparato
. eguramente tendrán u duda obre la realización
de él; in embargo, no hay que olvidar e que el E.P.C.A.
pondrá al ervicio de tale fine 24.000 hombres, de lo,
que 10.Q00 e tarían de tinado a la preparación, trans·
porte, etc ., de lo materiales de construcción; y lo
otro~ 1°4.000 dividido en 56 grupo , cada uno con
250 hombre , efectuarán dicha construccione en 56 po·
blado. al mi mo tiempo , debiendo , ademá , contar con
la ayuda de brazos y especiali tas que cada población
tuviera y ofreciera. ¿ Qué pueblo no ambicionaría un
plantel modelo para su niño ? ¿ Y cuál sería el que e
niegue a cooperar, no diremo con dinero , ino con un
poco de trabajo y obreros especiali tas?
ES P ES PRECISO O OLVID RSE Q E L S GRA~DE
OBR S QUE BEr EFICIA A LOS PUEBLOS 1 O SE HACE~
JUSTIFICATIVOS DE UE STRA R E BELIO 357
E DI S CO Sli O El A OS Y PER E -
VERA TE Y CO
Al mi mo ti mpo, o un poco má tarde, de acuerdo
a la orgániza ción científica del 'trabajo , el E.P.C . .
aprovechando nue tro rico e inacabables bo que .
con, truirá para dicha. in titucione escolare todo el
mueblaj e apaz de durar iglo por u olidez.
Empero, con todo sto, ·ólo t endremo levantada l a
ha e que pere con u puertas abierta a la nueva_
juventude. a formar e. ¿ Cómo proseguiremo con la
realización de la educación fí ica que no propon emo. ?
0 pudiendo ser bien alimentados en u hogare ,
dado el bajo y debilitant tandard alimenticio del
pueblo boliviano, el Estado asumirá la obligación de
alimentar a la niñez. Por lo tanto , lo runo po~rán
de ayunar y almorzar en la e cuela y e para e te :fin
que e planea la con trucción de comedore , cocina Y
depó itos de vívere . Influenciados por la perezo a
inacción del ambiente, mucho juzgarán impo ible qu
el E stado pueda hacer e cargo del 50% d la alimenta-
icón diaria de lo niño ; in embargo, nuevamente toca
recordar que el E.P.C.A. tendrá los má exten o v
fecundos territorio cultivado y cultivable Y que con-
cluídos lo trabajos de edificación e colar e~o 24.000
hombres nucvam nte quedarán libre ; y, como buena
parte de u labore. agrícola erán motorizada . lfl
 358 E. BEU10 TE l'ABON
producción erá tan grande tomo para cubrir con tal
nece idad y aún con otras muchas má .
LOS IÑ'OS BOLIVIANOS PUEDE Y DEBE SER ALI.
ME TADOS POR EL ESTADO, SIQUIERA E EL 50%, HASTA
QUE EL BIENESTAR ECO O:MICO DE CADA HOGAR SEA
U A REALIDAD. Má aún, la alimentación a dárscle
deberá er abundante, variada y sana, consultaBdo
ha ta la edade en que e encuentran y capaz de
reanimar la decadente alud de nue tro desnutrido
pueblo.
. Aquí no termina aún todavía la acción del E.P.C.A.,
también él puede dar una parte del vestuario necesario
a nuestros niño : uniformes para deportes, para viaje
de vacaciones, para organizaciones juveniles, más la
ayuda extra que los padres de familia pidieran para u
niño's.
El E.P.C.A. deberá tener grandes plantíos de algodón,
lino, etc. y fábricas textiles que produzcan las tela
necesarias a tales fines. También deberá producirse todo
el material escolar posible que el Ministerio de Ins-
trucción reparta gratuitamente; pero sí, este Ministerio
deberá pagar dichos materiales para que así la función
"auto-sostenida" del E .P.C.A. sea evidente.
Los maestros que forman ~na sola unidad con nuea·
tros niños, deberán también gozar de todos los privi-
legios posibles, como ser casa y mesa gratuita, así como
JUSTIFICATIVOS DE UESTRA REBBLION 359
una buena remuneración, para que se dediquen de · por
vida a la noble profesión de educadores del pueblo
boliviano. CADA CIUDADA O QUE TE GA U CEREBRO
BIEN DOTADO DEBE DESEAR SER MAESTRO, PARA QUE
ASI EL ESTADO PUEDA ELEGIR AQUELLOS QUE REAL-
MENTE SON CAPACES O QUE LLEGARIAN A SERLO DES-
PUES DE U A CUIDADOSA PREPARACIO ESPIRITUAL
Y:MEl TAL.
Dentro de las edificaciones se consigna l~vatorios,
baños y duchas porque sensiblemente casi todo lo
hogares, por las calamitosa construcciones, no siempre
disponen de instalaciones higiénicas para el buen aseo.
Por lo tanto, los niños podrán aprovechar las instala-
ciones escolares en un segundo y completo a eo matu-
tino antes de pasar a los comedores. ES DECIR, EL Il'i'O
DEBERA GOZAR E LA ESCUELA DE TODO AQUELLO QUE
LE ES FAVORABLE A LA SALUD Y QUE POR LO PRO. TO
NO E C El TRA E SU HOGAR.
Las vacaciones de fin de año deberán er aprovechadas
para que los niños bajo la <:ll!ección de alguno mae tros
hagan viajes por el territorio patrio, y así tomen contacto
tanto con la vigorizante naturaleza como con u com-
patriotas de los otros pueblos. Es para este fin que cada
escuela debe tener los dormitorios que se señalan en el
programa de edificaciones. Estos viajes no deben costar
nada a los padres de familia; erán cubierto por el Estado

360 E. nE L fO N 1' E p A n o
XAD DEB • E CATIMAR E, TODO DEBE EST R AL
ER ICIO DE L. r I EZ Y J • T D BOLIVIA
IMPERIO O LLE RLES LA ALEGRIA DEL
Q E LIBRES DE L Q E HOY POR TODA
PARTE S FREN, DESPIERTE E ELLO
FI I Z EN SI MISMOS, LA I rTELIGEl CI
T DES 1 ATURALES DE UESTRO PUEBLO.
En la con truccione · e incluye Kindergartens para
lo niño d do a ei año . Cuanto más temprano se
ofrezca a lo niño buena condicione para u alud,
tanto má e habrá previ to u futura fortaleza fí ica.
Pue. é to , como lo otro mayore , también ufren en
us hogare la falta de aire, ol, j ardine para u juego .
etc., etc. Ello también deben er atendido por el
E tado, por la mi mas razone de alud que los otro
de mayor edad.
Aún hay otra entaja derivada del hecho que lo
niño de ayunen y almuercen en la e cuela. Pue a í.
a partir de la iete u ocho de la mañana, durante todo
el día, hasta la ei o iete de la tarde, deberán perma·
necer en la escuela, rodeado , dirigido y cuidado por
un cuerpo de eficiente profe ore , respirando un edifi-
cante ambiente moral. Bien abemo que no todo lo
_hoga1·e boliviano ofrecen una vida favorable a la for·
m ación espiritual de la infancia; por lo tanto, el mayor
tiempo de permanencia en la e cuela en la hora de
__ ...~_ • --· - ~ -_-_ - - - ---- 1 _ --- _ _._._ _,--: - -:----..
JUSTIFICATIVOS DE . ESTRA REDELION 361
má movimiento hogareño, e , indirectamente, b nefi-
r S; E
cioso al espíritu de la niñez. Lo estudio y deber .
IVIR, PARA escolares en lo posible deben er realizados en la e cuela,
élonde desde luego encontrarán más comodidad que en
L FE, LA Cff\. us hogare .
LAS vrn. Todo este procedimiento aligerará enormemente la
carga que lo niño ignifican en el hogar; lo padre de
familia e entirán libre del sufrimiento diario, de la
inseguridad alimenticia de u hijo · y la economía
que por esta razón efectúen, redundarán en beneficio
de la sati facción de otra nece idades familiare .
TA TO LA ECOr OMIA HOGAREl A COMO L 1 FA1 CIA
E.- SI Q EDARA.l~ FAVORECIDAS.
Hay período de la vida en que lo~ quebranto de la
economía del hogar on tan grave que mucha vece
e hunde uno en tal pobreza que ninguna nece idad
puede ser atendida: se carece de alim nto , de ve tuario.
de vivienda, de todo, y tal cosa ocurre con frecuencia
en nue tra tierra por la impre isión económica- ocial
de nue tro estadi ta . En tale períodos, lo padre
de familia podrán dejar a u niño gratuitamente
o a cambio de una pequeña retribución en una e peci
de internado que tengan las e cuela . Tal co a pu d
también ocurrir cuando los padre viajan o fallecen.
LA ESCUELA DEJ;lE ESTAR ORG 1 IZAD EN TAL FORM
QUE PUEDA SER El MOME rTO DIFICILES, l REFl:GIO
 362 E. BELMONTE PABO J USTl .l 'ICATIVOS DE NUESTRA REDELION 363
-- - - -------
GRATO Y SEGURO, Y U SEGUNDO HOGAR PARA UES- este largo período, dentro de e ta institución militar, e
TROS HIJOS. los alfabetizará y castellanizará, se les inculcará los
Todos e to edificios escolares que se construyan en elementos aritméticos necesarios a todo ser humano y
lo pueblo erán útile para lo nmos que vivan en se les dará una orientación profesional. El cultivo de
ello y en u proximidades; pero a aquellos que viven las virtudes del espíritu y de la fortaleza fí ica también
alejados, como en el caso de nuestros indígena agricul- recibirá una cuidadosa atención.
tores, les ocurriría que no podrían participar de Como se verá, la obra del E.P.C.A. es enorme y múl-
tale beneficio , corriendo el riesgo de quedar sin cul- tiple y ella no podrá ser realizada con la rapidez de un
t ura alguna. Por lo tanto, deberá tomarse una medida movimiento lunar, sinó empezada por un gobierno, pro-
que salve dicha dificultad, y la más aconsejable sería eguida por v arios concluida por alguno y disfrutada
que estos niños gocen de internado escolar, debiendo finalmente por la posteridad. Para que tal co a ocurra,
retribuir su padres dicho servicio en productos regio- deberá haber algo común y permanente en todos ellos :
nales que sirvan para la alimentación d e los pequeños UNA IDE TICA Y ACTIVA IDEOLOGIA, COMPRENDIDA,
estudiantes, o en días de trabajo sobre los campos agrí- SOSTENIDA Y DEFE DIDA POR EL PUEBLO.
colas que tengan las escuelas.
Algo más, puesto en plena marcha este sistema, en-
contraremos un crecido número de jóvenes que por
habérseles pasado los años de estudio regular, quedarían
sin educación alguna, pesando gravemente en la futura
cultura nacional, tanto tiempo como vivan. Así por
ejemplo, si hoy ya empiezan a ponerse en · marcha
regular estas escuelas, las generaciones desde los 14 años
de edad quedarían como hasta hoy en un 85 % analfabetas
y sin cultura, ni física, ni moral, ni espiritual.
Empero, los del sexo masculino deberán cruzar du•
rante tres años por el E.P.C.A. como soldados; durante
 ~--'- - - ·-- --- __-_-__

36'! E. D EL \I O :'/ T E P A D O ,
----------- J UST IFI CAT IVO S DE NUEST RA REDELION 365

ME rTo DEMOGR FICO I MIGR TI O por lo m enos busquemo hacerlo con uno y di minuir
EGET TIVO la distancia con los otro .
El aumento de la población boliviana tiene tanta Esta mi argumentación no contempla tan ólo a pee-
importancia como la exi t ncia mi ma de nuestra Patria. tos militares, sinó también humano , naturale ; pu ·
, iendo é ta dependiente de aquélla. on la colectividades e individuos más fuert e los que
i consideramo que Bolivia tiene sólo 3.500.000 absorbieron, ab sorben y absorberán a lo débile . Y en
habitantes contra mayor cifra de cada uno de nue • lo internacional no ólo t enemo la ah orción territorial
política, inó también la t erritorial económica, in qu
tro vecino , encontraremo en e ta diferencia que a
igualdad de preocupacione militare · cada uno de ello& ea, en e ta última , nece aria la po esión de h cho. .
Pero, in embargo mucho ilusos afirman que el
llegaría a tener mayor número de oldados que nosotro :
derecho internacional ha dejado de estar afianzado en
uperioridad que de empeña un gran papel indi cutido.
la fuerza y que existe ólo como un derivado de la
Así vemo s que la Argentina tiene unos 14 millone ,
justicia. A quienes opinen tan can' did ame nte
. , in Tecurrir
Bra il 48 millones, Perú 8, Chile 5; y Paraguay que para
a hecho remoto y ajenos, ha tará recordarle un ca o
la guerra d 1 Chaco e presentó con un millón, tiene,
boliviano.
dado lo prolífico que e u pueblo , de millón y medio a
Pero ante ' alguna re·fl. exiones
· ma, , que para el a1ito1·
do millone . E ta última cantidad aplicada al juicio
·
on a fi rmac10ne . C A[rDO UN P IS HA VENCIDO l1I-
d la guerra chaqueña paree contradecir mi anterior
LITARME TE A OTRO, OCUP LOS TERRITORIOS DEL
afirmación de que la uperioridad numérica juega un
DERROTADO. DICH OCUPACION ES FRUTO SOLO DE LA
papel decisivo; pero no . e olvide el lector que por el
FUERZA. UN POCO DESP ES DE CESADA L HOSTILI-
procedimiento de la movilización con cuentagota
DADES, CUAr DO EL 1 IMO DEL fü CIDO E CAL-
ofrecimo una inferioridad numérica que unida a otras
I . y SE HACE COMPREl SIVO, NTE LA IMPOSIBILIDAD
causa , permitió que el Ejército boliviano fuera batido
en detal. DE READQUIRIR LO PERDIDO TER UNA POR CEPTAR.
EN U TR T DO DE AP REr TE JUSTICI • L OCUPACIOi.
• i bien no e tarea realizable nivelar numéricamente
TERRITORIAL QUE EL VE CEDOR FR CT~ ~:
nue tra población con la de todo lo pueblo ecino .
FUERZ . y ES Q I, E N DICHO TRATADO, E. EL Q .
 366 E. BEUIONTE PABON
LA POSESIO r TOMA EL MATIZ DE SER DE DERECHO,
DE J STICIA, YA QUE CO C RRE LA ACEPTACION DEL
VE CIDO. PERO ¿ ES Q E SE OL IDA, QUE EL VE cmo
PROCEDE SI PORQUE ADA PUEDE EN CO TRA DE
LA F ERZA Q E LE OPRIME? ¿ O ES DIAFA AMENTE
CLARO QUE LA OC PACI01 1 O ES FRUTO DE LA JUSTICIA
SI JO DE LA DEBILIDAD DEL QUE CO CEDE, Y DE LA
FORTALEZA DEL Q E RECIBE, O SEA DE LA FUERZA?
Ahora bien, ¿ no ocurrió esto con Bolivia? No ha sido
una ocupación de fuerza la que efectuaron los paise
que la desmembraron? ¿ Y no ha sido nuestra conti-
nuada debilidad la que nos impuso, pasados algunos
años de ocupación de fuerza, les diéramos el aspecto
legal, mediante algún tratado de compensación? ¿De
compen. acione miserables, que acaso tuvieron por
objeto sacar siquiera una pequeña ventaja de una
enorme pérdida, o presentar al pueblo, este triste palia-
tivo como una equitativa compensación de lo perdido?
Pero ante todo, ¿No fué todo ello fruto de nuestra
impotencia y del derecho de la fuerza vencedora? Claro
que sí. En consecuencia, ¿ SE PUEDE ESPERAR ALGO
DE LA JUSTICIA DE TRO DEL DERECHO I TER ACIO-
AL, CUANDO EL PROPIO PASADO y EL PRESE TE
NOS DICE BRUTALME TE QUE O?
POR LO TANTO, DEBEREMOS, PUE S, HACER TODO
AQUELLO QUE DISMI UYA r ESTRA DEBILIDAD,
JUSTIFICATIVOS Oh NUESTHA REDELION 367
PARA PODER CONSERVAR EL TERRITORIO Q E AUl'í
NOS QUEDA Y TAMBIE EL DERECHO DE EXPLOTAR
EN BENEFICIO EXCLUSIVAME TE UESTRO LAS RI-
QUEZAS QUE ABRIGA; EVIT DO ASI O SOLO LAS
CONQUISTAS POLITICAS, SI O TAMBIE LAS ECO O-
MICAS QUE O TIE1 EN NECESIDAD DE SER TERRI-
TORIALES-POLITICAS PARA SER EFECTIVAS.
Y una de las labores más importante es velar por
nuestro aumento demográfico lo que en parte podrá ser
realizable con el plan mínimo presentado y desarrollado
líneas má ahajo:-
l.- Inmigración de grandes masas europeas, previa-
mente seleccionadas.
2.- Aumento vegetativo de la natalidad.
3.- Disminución de la mortalidad infantil y otras.
4.- Incremento de la educación física para robustecer
la fortaleza orgánica d e los bolivianos.
COLO IZACIO T
Las obras colonizadora agrícola que ~asta la fecha
e han realizado en Bolivia, han sido meras improvi-
. saciones contraproducentes. Sirvieron tanto para de -
salentarnos como de propaganda desfavorable efectuada
por ·aquellos que vinieron como colonizadores.
Las oh.ras efectuadas al re pecto, consi tieron en
traer extranjeros, no siempre agricultores, entregarles
 E. B E L\I O \ T E P A B O i\
368 J lJSTIFICATlVOS UE NUESTRA REBELION
369

una parcelas de tierra exub el'antes, pero no pre-

no obsequiaran por fecunda que ella ea? Y en las
parada y un galpón colectivo para que vivan eu
carta que escrihamo a nue tro familiare y amigos
promiscuidad l'epugnada pol' to do ser humano normal.
en el extranjero, ¿ no le narraríamos nuestro penoso
Pel'o lo má grave de todo, era que si bien el pre ente
fracaso? . Y e ta frase , llena de pesar, ¿ no e levan-
de lo recién llegado e taba lleno de incomodidade , el
tarían como murallas en contra del aumento progre ivo
futuro le amenazaba con ruina egura. Pues, u esfor-
ele la iniciada corriente colonizadora?.
zado trabajo podían dar una magnífica co echa, pero
¿ E conveniente traer europeos, cuyo standard medio
¿ de qué erviría ella i el mel'cado d e consumo le era
de vida e tá por encima del nue tro, para echarlo en
inaccesible por lo distante por la falta de vía de montes vírgene , e perando e adapten a la vida de
omunicación y medio de tran porte? nuestros nativo aun alvajes, y aprendan a vivir la
Má aú todavía en el trabajo efectuado habían con- ele nudez sin esperanza de mejoramiento, iquiera
-umido us ropa herramienta que no podían er remoto?
r epue ta , ya que contaban ólo con vívere imposible E tas tierra así impreparadas para la colonización,
de vender. para a í con la utilidade reponer lo ga tado ólo atraerán algunos incauto , pe1·0 nunca ofrecerán
y mejorar el presente. una corriente de inmigración intensa y con po ibilidade
POR MUCHOS ESF ERZOS Y PRIV ACIOI ES QUE y derecho de hacerla selectiva. o ólo e trata de
El TRAÑE EL PRESE1 TE, EL ES GRATO CUAr DO poblar, inó t ambién de evitar la venida de zángano y
OFRECE E:'{ RETRIB CION N F T RO DE CRECIENTE degenerado que debiliten e ta Patria que bu camo
AMEJORAMIENTO. PE RO, A N EL PRESE TE MA robustecer. ecesitamo hombres que no traigan con-
PLACE -TERO ES INDESE BLE CUA "DO CO D CE A sigo los beneficios de una cultura uperior y tonificante.
PRO "TA Y SEGURA R l.)l" . E ta e una ley humana, Mucho , aca o, supongan que e irnpo ible una inmi:
dentro de la cual debían e tar inevitablemente gración inten a y eleccionada. Empero, i con ideramo-
comprendido lo antedicho inmigrante colono , qu la tierra de Europa ufren una inocultable uper-
quienes fustigados por ella huyeron. hoblación ; donde la frase de "hombres sin tierras" e
Ante un futuro así ruinoso ¿ qué habríamo hecho convierte en blazón d e conquistas, fácil no será ver que
no otro mi mo ? . ¿ o renunciaríamo a la tierra que la " tierras sin hombres" que deseen poblarse, tienen en
 370 E. BELMO ' TE PABON
el presente una magnífica oportunidad; oportunidad
que ya antes han aprovechado en algo los pueblo
americanos vecinos a Bolivia. La superpoblación
europea ofrece, indudablemente la posibilidad de una
inmigración eleccionada e intensa.
No son ólo lo pueblos, que a través de sus nece-
idade irregularmente atisfecha , quienes ven la con•
veniencia de emigrar en bu ca de nuevos y mejore
mundos; son también los gobernantes que sintiendo el
peso de una superpoblación bu can alivianar el mal,
incrementando la emigración de sus súbditos; otro
levantan la bandera guerrera de expansión territorial,
alegando unas vece derechos de seguridad nacional,
y otras raciales, siendo en el fondo nada más que guerras
de previsión económica territorial. Aún más, surge una
nueva causa que permite la inmigración selectiva, y e
el pánico a los horrores de la guerra, que ahuyenta a
lo pueblos y capitales y les señala el camino que conduce
a tierras menos agitada , más tranquilas.
Aún tenemos otra prueba a favor, y ella es la enorme
cantidad de millones de hombres sin trabajo, que no
indica la superabundancia de brazos.
Ahora bien, si' a los favorables factores existentes,
agregamos aquellos que nuestro acierto prepare, ¿no
tendremos éxito bueno?, ¿No gustará a aquellos angus·
tiados hombres tener un nido seguro, de paz, trabajo Y
JUSTIFICATIVOS DE ESTRA REBELION 371
provecho? ¿No sería un imán poderoso el ofrecerles y
darles a su arribo una parcela con sus sembradíos en
producción, una casita campesina e independiente para
cada familia, más algunos animales domésticos, y la
seguridad de vender el fruto de sus posteriores esfuerzos
agrarios, ahí en la puerta de sus casa , o en los centros
de consumo, donde, gracias a las vía de comunicación
construidas para el efecto, puedan transportar lo pro-
ducido? ¿ Y si a e to e agrega la proximidad de una
escuela para sus hijos, etc.?
Tu, compatriota boliviano, ¿ no desearías para tí un
bien así, que quizá aun no lo has conocido,.no obstante
de ser el dueño por na9ionalidad de este f~cundo suelo
y de aquello que se busca dar a estos futuros inmigrantes,
a cambio de las ventajas que nuestra Patria recoja al
abrigarlos en su eno?.
Instituciones del Estado en cada zona a colonizar
Los edificios de estas instituciones, constituirán el
nacimiento de la poblaciones coloniale y ellos serán
más o menos las iguientes:
a) Depósitos colectivos e individuale para vívere
(Warrant).
b) Fábricas que utilicen las materia prima que bajo
una agropecuaria dirigida produzcan los colono .
c) Correo~ y telégrafos.
 JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REDELION
---------373
372 E. BELMONTE PADO '

d) i ienda para obr ro . a) na parte con cultivos destinado al sostenimiento

e) Dir cción lo cal de colonización, cada 5 zona . de la familia agricultora recién llegada. Dentro
f) Agencia del Banco gropecuario cada 5 o 10 zona , de esta parte estará la casa del colono.
g) Escuela y campo de deporte y gimnasia. b) Otra parte de la parcela estará preparada para el
h) Sanatorio , cada 10 zona pa toreo de su reducido ganado, o bien cada zona
tendrá un campo común para todo lo anímale
i)_ Policía cada 5 zona
j) Locale tran f i-ible . con truído por el E tado de lo colones circunvecino .
para hotele , cines, comercio de henamienta . c) Una tercera tendrá cultivos efectuado O por efec•
tela , vívere , etc. tuarse de acuerdo a una política agraria dirigida,
k) Generadora de corriente eléctrica . en la que el Estado eñale el producto a obtenerse.
Por ejemplo, supongamo que ea algodón, o caña
1) S rvicio de agua potable etc . etc .
de azucar, o quina , o maderas, o bien pa tale
Bienes a entregarse a los colonos para ganadería que den carne lana, o cueros, etc.
d) Una cuarta aun no cultivada pero a dispo ición
a) na parcela de tierra de la cual una parte debe
del colono.
estar en producción al entregársele y la otra aún
Todas ella en lo po ible deberán tener continuidad
no preparada.
en su situación, pero también no debe olvidarse que el er
b) ivienda de 5 o má habitaciones, con muebles
muy grandes tiene el inconveniente de alejar mucho a lo
rú tico .
colonos de la naciente población creada para u servicio .
c) Algunos animale de cría y consumo.
El número de hectárea de cada parcela e tará en
d) Herramienta de labranza y otra .
relación a la mayor o m enor fecundidad de la tierra ·
e) Establo para su animales.
y la producción de ella deberá er uficiente a cubrir
f) ervicio de agua potable , i po ihle en la mi macasa.
el sostenimiento holgado de una familia de 10 miembro .
g) Servicio higénico W .C.
Ahora bien upongamo que el producto a obtener e
E conveniente efectuar alguna aclaraciones con rela·
de las hectár as de tinadas a una agricultura dirigida
ción a la parcelas que se entreguen a las familia colo-
sea caña de azucar o algodón . E to implicaría que la
nizadora . Pue cada parcela de tierra se compondrá de:
 374 E. DELMONTE PABON
fábrica a instalarse por el Estado será de azúcar 0
tejidos de algodón. Tanto · el algodón como cualquier
otro producto así obtenido sería vendido por los colono
al Estado o a la fábrica. ¿ Y cuál sería el precio? Tomemo
como ejemplo el algodón: se deberá pagar lo mismo que
en los mercados de los países vecinos, menos un tanto
por ciento que permita a la industria nacional textil
hacer competencia a los productos similares que e
importen a Bolivia y aún pueda conseguir compradores
en el exterior. Así estas zonas no sólo tendrían la
industria agraria sinó también la fabril. Finalmente, lo
argumentado para la producción agraria dirigida, se
extiende a la ganadera y a otras dando lugar a nueva
actividades industriales.
Deberes del colono
¿ Sería posible que demos tantos derechos y bienes,
sin retribución alguna por parte del colono? Claro que
nó. Será preciso que retribuya en algo o si posible en
su justa medida lo que recibió.
Si calculamos el número de jornadas de trabajo que
se invirtieron en la preparación de todos los bienes que
recibió sin pagar nada, y luego le imponemos como
deber mínimo el trabajar sin retribución económica bajo
la dirección del Estado igual número de días, aunque
no continuos, ¿ no constituiría dicho deber una retri'.
JUSTIFICATIVOS DE UESTRA REBELIO 375
----
bución muy pequeña, ya que no se ha incluido en ella
el valor de las hectáreas de tierra que se le entregó,
sinó sólo el trabajo que significó el prepararlas?.
Pues bien, suponiendo que se emplearon 500 jornales
en la preparación y alistamien~o de todo: cása, cultivo ,
etc., y que el colono nos retribuya con otros 500 iguales
que se los emplearía en la preparación de nuevos e
iguales bienes a los recibidos, tendríamos en retribución
otra parcela igualmente dispuesta, la que entregaríamos
a otro colono y así sucesivamente. Pero si just? se ha
de ser, cada colono debería devolver no sólo el trabajo
que costó la preparación de la parcela que recibiera,
sinó que también el valor de las tierras y el del material
invertido en la preparación de su parcela casa, etc.
Y como quiera que lo más efectivo a cobrar es el trabajo,
a la par que lo más interesante al fin de la inmigración
y colonización, el colono deberá trabajar gratis en pago
de todo lo recibido 1.000 jornales que se los empleará
en preparar dos parcelas, pudiendo dicho colono dis-
poner de una de las parcelas así preparadas para ser
cedida a una persona o familiar que él señale, la que
adquirirá sobre dicho bien derechos y obligaciones idén-
ticas a los otros. Es decir, dado el esfuerzo inicial por el
Estado, la colonia obtendría un crecimiento casi auto-
mático. El problema de la colonización habría pasado a ser
una realidad tonificante, que fortalezca nuestra Patria.
 376 E. DELMO TE PADO
------------------------
o olvidemo m mbargo que la obra gigante ca,.
no e hacen con diver ione , sinó con trabajo, energía,
di ciplina, severidad y ancione dura contra lo que
la e torben activa o pa ivamente. E ta obra e taría
encomendada al E.P.C.A.
Algunas previsiones
Bu camo traer inmigración de agricultores, para
arraigarlos como a tales en nue tra tierra ; pero como
quiera que lo biene que le entregamo e tán bien
organizado , no faltaría quiene compren la parcela
y sometan a e clavitud a los que no otro ofrecimo
derecho y libertad; o bien que ésto , recibida la
parcela las vendan y ,levanten el vuelo. Lo primero.
o ea la conocida opre ión feudal, pronto convertiría al
pueblo inmigrado en un ato de famélicos y raquítico
explotado , con grave ñaño para la fortaleza física del
pueblo boliviano . Y lo segundo, nos dejaría burlado el
fin que buscamos : el aumento demográfico .
Para que tales cosas no ocunan, habrá que amarrar
para iempre al pueblo inmigrado a las tiena que e
le entregan, creando lo patrimonios familiares inembar·
gable , inenajenables, infraccionables, ingravables, libres
de impuestos, indivi ibl , inalienables, sólo trasmisible-
por herencia y de cultivo obligatorio. Con el deber de
que el propietario explote per onalmente u parcela.
J US TIFICATIVOS DE NUESTRA REDELIO 377
En ben ficio d ello mismo , e le entrega todos
los der chos de propiedad, meno el de venta, embargo,
arriendo, etc. la muerte del padre de familia queda
como propietario el hijo mayor, el que con lo beneficio
de la propiedad deberá atender a todo lo otros hijo -
hasta la mayoría de edad de ellos, a la madre de por
vida y a la hija ha ta lo 23 años.
Si el hijo mayor renunciara al derecho de propiedad,
pasa éste, in pago alguno, al egundo y a í uce iva-
mente, luego entre la ca ada a la hifa mayor, siempre
que su esposo no tenga otra parcela y se haga cargo
personalmente de la explotación de la parcela así here-
dada. En caso de no existir heredero la parcela retorna
al E tado quien la entregará a otra familia agricultora
no poseedora de parcel_a alguna.
El po ible capital que el padre hubiera acumulado
pa a en el 50% a poder de lo hijos que no heredan la
tierras, y el restante 50% se destina al amejorarniento
de la propiedad, bajo el control del E tado.
El número de hectárea por parcela deberá estar de
acuerdo a las nece idades de familia de 10 miembro
más un 100% para que ni en las malas cosecha ufran
privaciones que dañen la vitalidad de lo agricultore .
Tal que cuando el hogar tenga aun poco miembro
pueda el agricultor hacer economía destinada para
má tarde, cuando ean muchos, por el aumento d lo
 378 E. BELMONTE l'ABON
hijos y la mayor edad de éstos. LAS LABORES AGRI-
COLAS SON LAS QUE MAS ENNOBLECEN EL ESPIRITt:
HUMA O, PUES LO ACOSTUMBRA A GA AR DE ACUER-
• DO AL ESFUERZO REALIZADO .
AUMENTO VEGETATIVO
Si observamos el número de hijos que tiene cada una
de la mayoría de las familias bolivianas, veremos que
los resultados no son alentadores para un aumento
demográfico. Y es más alarmante aún si consideramos
la mortalidad infantil. El aumento demográfieo de los
países vecinos, sin ser grande, es muchísimo mayor
que el nue tro. Empero, todo fenómeno tiene sus causas
que lo provocaron, y nosotros debemos desarrollar una
política demográfica tal que, por ser más perfecta,
ofrezca mayor rendimiento de habitantes que la de
aquellos índices de los países que nos circundan. Y así,
conseguir dentro de un plazo no muy largo, acaso no
muy tardío, una igualdad tranquilizadora con relación
a algunos de ellos.
Mas, cuáles son las causas para que los índices de
aumento demográfico vegetativo sean bajos. Son
muchas, y se manifiestan a través de la pobreza de
todas las clases ociales de Bolivia. Estado de miseria
que es sostenida por criminal apatía en unos y suicida
en otro . Criminal, en las clases dirigentes del paí ,
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 379
porque la conocen, pueden remediarla y nada hacen
en pro de la situación de sus connacionales, a quienes
ven con más desprecio que cariño o misericordia; a
quienes explotan y no sirven y a quienes esclavizan
más y no liberan. Esta pobreza de nuestro pueblo está
al pie del poderío de las clases adineradas, las que
cuando dejan de ser tales, o sea cuando dejan de tener
holgura económica, caen en medio de la más dura
miseria que es lo único que el nivel bajo de un pueblo
desnutrido puede ofrecerles.
Empero, la caída de ellos no es un remedio ni un
paliativo que aliviane este malestar nacional, sólo es
una verdad destinada a decirles que hasta por el bien
egoísta de ellos mismos, debieron elevar el nivel de vida
de todos los demás . Si son sordos a los llamados del
deber, podían haberlo hecho por propia preví ión, para
que elevado el bienestar económico del pueblo, éste le
ofrezca un refugio modesto en el caso de que caigan de
las cumbres económicas y del bienestar en que vegetan.
Es pues imperioso cambiar este miserable patrimonio
por otro más justo y humano .
La mejor edad para tener hijos es aquella en que la
madurez física se encuentra en su plenitud, y que en
nuestros hombres empieza más o menos a los 25 ají.os y
termina a los 35, y en las mujeres entre los 22 y 32 má
o menos. Esto naturalmente varía de acuerdo a las
 E. DELMO TE PADON
380 J USTIFICATIVOS Dt; 1 ESTRA REBELION 381

raza , limas tado d pl nitud o d · caden ia fl ica hijos; que el futuro no será incierto , que por pobre que
de un pueblo. Tomando n cuenta las dadc , que . e . ea no se tenga jamás deficiencia de lo indispensable
0 atribuyo a nu tro pu blo, eríamos que n cada a la con ervación y de arrollo normal de la especie
indi iduo el período mejor para tener descendencia humana: de lo padre , de lo hijos y de toda la familia.
robusta e de 10 año , es d cir entre lo 25 a 35 en lo, D lo contxario nacerán muchos hijos que irán muriendo
hombre y entre lo 22 a 32 n las mujere . Pues i ,e ante de llegar a la virilidad y i llegan a ella no erán
tiene hijos antes de la madur z fí ica de lo padre,, otra cosa que andrajo humano , lastre al bien y
0 sea ante de e ta edade , los hijos erán meno, progre o ociales . INF r CIA Q E S FRE POBREZA,
fue1·tes - como todo lo precoz; y en igual forma i ,e HAMBRE DESr . TRICIO r ORG "lCA, ES PRES
lo tiene muy tarde, cuando lo padres son viejo;. J:'AYORABLE A LAS GARRAS DE L M. ERTE Y ES CO ' ·
veremo que los hijos nacen débile , ya iejo ; cosa que TR RIA AL EGET TIVO.
también e observa en los animales, por ejemplo en lo. Y esto no es todo: no sólo el cuerpo crece carcomido,
caballo , que de de tierno llevan los ignos y manife,· inó también la capacidad mental, a que el cerebro
tacione de la vejez, cuando son descendientes de padre no e má que una part .complementaria del cuerpo
seniles. Y a í también ocurre en la especie humana que humano . , por lo tanto, dependiente de su alud .
no se libra de las leyes de la naturaleza a la cual per· También quedarán afectada el alma la moral y la
tenece biológicamente tanto como las otras especie, ,·irtude humana .
zoológicas. Tom.emo , por ejemplo, el ca o de un empleado
Por lo tanto, es aconsejable que el matrimonio e público: é te con el pequeño ueldo que gana regular-
realice a los 25 año en los hombres y a lo 22 en la mente no alcanza a cubrir la nece idade mínima de
mujeres; y es preci o ge tar entre los 25 y 35; y entre u hogar . nte el raquiti ·roo amenazante de us hijo
los 22 y 32 años de edad, i se quiere una de cendencia y ante la impo ibilidad d at nder con us habere la
robusta. Pero, para formar el hogar, hay que tener demanda del hogar, hu cará po iblemente nuevo r ·
inde~endencia económica, seguridad de que el pan, el curso que no erán fruto del trabajo, ya que é te no lo
abrigo y la vivienda no faltarán ni a los padres ni a lo, alvó de u mala situa ión. O ea que romperá con u
 382 E. BELMONTE PABO
-------
virtude de honradez y recurrirá a medios vedado , entre
los que posiblemente sucumban los valores cívico .
LA ETICA HUMA JASE LA ELEVA MEDIA TE LA CUL-
TURA ESPIRIT AL DE LOS PUEBLOS, SE LA EDIFICA
SOBRE LOS CIMIE TOS DEL BIE ESTAR SOCIAL, Y SE
LA DEFIE1 DE CO LA SEVERIDAD DE LAS LEYES PE-
rALES. PERO I LA CULT RA, I LA EXTREMA SEVERI-
DAD DE LAS LEYES PE ALES, SO CAPACES DE SOS-
TE ER LA HO RADEZ, LA MORAL DEL INDIVIDUO
C ANDO, PESE AL TRABAJO I TE SO Y HO RADO,
S BIE ESTAR MATERIAL ESTA MUY POR DEBAJO DEL
STA DARD MEDIO QUE LE CORRESPO TDE.
Sacrificada la honradez y otras cualidades moralc,
los hijos crecen en un ambiente donde la negación de
las virtudes e connaturaliza con ellos, y en el que el
contravenida se conceptúa habilidad e inteligencia, y
el respetarlas debilidad de tonto ; es decir, se llega al
cinismo público de confundir la virtud patriótica con
la estupidez personal, y la pillería e inmoralidad cívica
con la genialidad. Más aún, estos niños pasan por la
escuelas, colegios y universidade en cuyas aulas también
se forman los futuros conductores del país, quienes i
aún no llevaban ya dichas lacras en la infancia, se
contagian de ellas a través de la vida escolar y univer·
sitaria. Pocos son los niños cuyos padres tienen la suerte
JUSTIFICATIVOS DE NUESTJtA REBELION
383
de poseer una relativa independencia económica que le
permita defender y cultivar las virtudes humana de de
el hogar.
Como resultado, tenemos pues generaciones de seres
físicamente débiles o moralmente peligrosas . Los pri-
meros no ofrecen aptitudes para la lucha por la vida,
ni en bien de si mismos ni en el de la Patria; y lo
segundos no respetarán como ciudadano el bien común,
ni como dirigentes velarán por él.
Es imperioso conseguir que el hombre adquiera, a más
tardar a sus 25 años de edad, una independencia econó-
mica segura y capaz de elevarse de acuerdo al ritmo de
las crecientes obligaciones familiares que demandan el
mayor número de hijo y el desarrollo de ésto .
Supongamos que el mal anterior de la deficiencia e
inseguridad económicas, fuera sub tituído por la bonanza
de recursos suficientes y eguro , no ólo para algunos
hogares sinó para la generalidad de ello , y que dentro
de un estado así desahogado cada pareja conyugal ólo
tuviera dos hijos. Aparentemente parece que dada la
duplicación de la familia de dos a cuatro per ona la
población del país ha debido igualmente duplicar e. Pero
no es así; pues, dentro de las consideracione demográfica
que nos ocupan, uno de los hijos substituirá al padre y el
otro a la madre cuando los progenitores mueran sin
producirse ni aumento ni disminución de la población.
 J US TIFI C ATI'VO S DE ESTRA Rl::BELIO
384 E. B E LMO T E l'ABO N 385

E inclu ive, i uno de lo hijo mucre ante de tener u Como e v é, la primera medida para incrementar el
uh tituto la población disminuirá. O ea que el tener aumento demográfico vegetativo e la de crear la
independencia económica del ciudadano b o}'1viano,
· o por
ólo do hijos por hogar ofrece di minución demo-
lo meno , ayudarlo en la crianza de su hiJ' 0 , d e cargan-
-
aráfica egura.
P9r lo tanto, se desprende que el mínimo para con- ~ole _en algo los ga to que é to y la formación del hogar
unphcan. En el apartado "Educación" e plantea la
ervar la cantidad de habitante o aumentarla un poco
ayuda a todo lo padre de familia , para el manteni-
debe er de tre hijos , y el de 4 o 5 para acrecentarla.
miento de u hijos.
in t;mbargo , ¿ quien se animaría a tener tantos hijo
La ayuda a la formación de lo nuevo hogare , ea
si es para matarlos de hambre y abandonarlos en el
dec~ de lo que recién e ca an, puede ser múltiple:
mundo, in la preparación necesaria para que la lucha
créditos que el Estado ofrezca a las parejas por matri-
por la existencia les ea liviana?.
moniar e, para la adquisición de mueble ; pequeñas vi-
LA P TER -IDAD Q E E S - ANHELO. N T RAL Y
viendas o departamentos alquilables o vendible con
H IA1 o, Y N DEBER PARA cor- LA PATRIA, SE HA
facilidades de pagos. Aumento en un porcentaje racional
CONVERTIDO POR L S CIRCUNSTA CIAS COI C RRE~·
sobre alario y haberes . sean empleados o trabajadore
TES , EN r A DESGRACI PAR LOS BOLIVIA ' OS Y
del Estado o particulares; casas de abasto con precios
E J T DELITO EN co TTRA DE LOS QUE I ACEN.
diferenciale . Economía forzosa en el celibato para
El hombre, a í como los animales, rige mucho de
cuando se casen, etc.
us actos por dos in tintos primordiales: el de conser·
Los crédito deberán ser anulables parcial o total-
vación perentoria de sí, a través de u corta vida; y el
mente a medida que se cumpla con el deber nacional
de u conservación eterna a travé de la descendencia.
de tener hijos; y el di frute de todo lo otro derechos
Y lo que lo di tingue de la bestias es el instinto de
erán su pendidos proporcionalmente o aumentado~
uperación de sí, en í mi mo y a travé de lo hijo .
según el número de aquéllos. Fuertes premio en dinero
Cuando la pobreza del hogar impide el cumplimiento
a la familias de numeroso hijo .
del instinto de superación y amenaza con una descenden·
Todo e to con tituye una mera ayuda, pero no una
cia inferior a los valores de los progenitores, el instinto
liberación económica que e la que el E -tado e tá
de multiplicación de la especie queda afectado .
 E. DELMONTE l'ADO
386
obligado a conseguir, y para que tal deber pueda cum-
plir e deberá liberar al país del _ometi~ento económico.
El jefe de familia que obsequia las nquezas de los su-
yos condena a miseria a los hijos; y este ~s- el caso de
nziestros gobernantes con las riquezas bolivianas, cuyo
resultado es la esclavitud económica del pueblo de Bolivia.
Lo expuesto anteriormente se refiere a las cla es media .
empleados públicos y particulares, intelectuales, etc.,)'
~ a la cla e agricultora y minera, la que casi en u tota•
lidad contribuye muy poco al aumento demográfico.
Entre las clases agricultoras tenemos la de la
regiones frías, la de las templadas o valles y finalmente
la de los llanos, siendo la más prolífica la de lo valle
y la menos la de las regiones frías.
Los agricultores del llano sufren males endémico ·
propios de las regiones cálidas que habitan Y que fren~n
el aumento vegetativo, y esto no obstante de que dis-
ponen de sobrada tierras fructíferas, o sea por lo tanto
de alimentos.
Lo agricultore de las regiones frias y valles no
disponen de tierras suficientes, para que con la pro·
ducción de ellas puedan cubrir todas sus necesidades,
lo que causa un debilitamiento físico y una désnutrición
progresiva de padres e hijos, poco visible a nuestr~s
ojos acostumbrados al mal, y que disminuye la fecundi·
JUSTIFICATIVOS DE 1" ES'fRA REBELION 387
---------------- - - -
dad de aquéllo y la posibilidad de ser fuertes a éstos,
tanto para llegar con seguridad a la edad madura, o
para tener las energías suficientes en la lucha por la vida.
Al indicarse los males de por sí emergen remedios
necesarios para suprimirlos; pero ellos implican acción
bien dirigida y enérgica, acción cuyo primer adversario
es nuestra ya larga inactividad e imprevisión.
En los llanos habrá que sanear los centros más po-
blados y luego los menos, y cada nueva zona a poblarse
deberá ser previamente saneada. En la región de los
llanos, hay un mal verdaderamente grave y endémico,
el que abruma a la población : el paludismo, aunque él
no es invencible, pues al contrario contamos con los
éxitos magníficos que otros pueblos han obtenido, pero
no como triunfo de la indolencia, sinó de la acción, del
esfuerzo pujante y bien dirigido .
La vida en los valles antes era fácil; tanto pobre
como ricos contaban con suficientes tierras, estos como
propietarios, y aquellos como retribución a su trabajo
. agrario al servicio de los latifundistas. La mayoría de
lo productos que se producían en los valles eran con-
sumidos por sus mismos habitantes y había ca i siempr
remanentes o saldos que se perdían. Muchas vece e to
productos no se lo vendía, sinó que eran obsequiados·
por lo tanto, la vida era tan barata que el pueblo en
general bien alimentado era robusto y prolífico.
 388 E. BEU!ONTE PABON
- ---- --
Empero, una obra, ca i iempre de progre en otros
casos, el ferrocarril (por ejemplo Oruro- o habamha)
trajo fenóm no previ. ible , pero no con iderado por
los gobernantes. Lo producto ganaderos y agrícola de de
la exi tencia de la vía de fácil transporte a lo centro,
de con umo (Oruro, La Paz, Poto í) e valorizaron no
iendo ya racional el ob equiarlo o venderlo a bajo pre•
cios, si se lo podía ender al precio elevado de los merca•
dos de Oruro, La Paz, etc. Por lo tanto, ólo a e to precios,
meno el flete d lo ferrocarriles , debería vender e en lo
sucesivo en lo mercado de lo valle . Pero la demanda
de los departamento con umidore obrepasaba la capa•
cidad productiva de los valles que fueron materialmente
vaciado y u habitantes quedaron in exi. tencias
alimenticia indi pen able , pa ando de la abundancia a
la carestía; del bienestar alimenticio general al hambre
y a la pobreza de los más con muy contados beneficia•
dos: los propietarios de tierras. E decir, de aparecieron
las condiciones favorable al aumento vegetativo.
Los hacendado ya no dieron tierras a u. colono .
en la extensión de ante. ; cada palmo de tierras signi-
ficaba tanto quintales de tales o cuales producto ahora
transportable y vendible a buen precio· quedando a í
el pueblo de lo valle ometido a una vida de e ca rz
y su agricultor a di. poner de parcela tan pequeñas que
no le permitieron cubrir más . u necesidade .
- - -~ ~ FlCATlVOS DEN ESTRA REBELION 389
La causa verdadera de e te fenómeno, no e tá sólo
en la falta de humanidad de lo hacendado , sinó
también en que lo valle (Cochabamha) no obstante
de ser hasta la fecha los granero má grande de Bolivia,
no pueden ubrir la demanda de lo mercado de con-
umo , no ob tante de que ca i toda la tierras de
aquello e tán cultivadas y que u hombre on lo
que má trabajan productivamente en Bolivia.
Si Cochabamba tuviese uperproducción, e decir si
cubierta la demanda de lo mercado con umidores, le
queda e un remanente mayor al con umo del Departa-
mento, retornaría el biene tar al pueblo, in contrariedad
alguna para el hacendado. Pero ¿ podrá obtenerse esta
superproducción? ¿ Se ha hecho un cálculo de la cantidad
de hectárea aprovechable y de la probable producción
de ella ? ¿ aún contando con la agricultura intensiva,
ya que la extensiva e ca i completa, cubriría e ta pro-
ducción la demanda?
La succión hecha al departamento de Cochabamha,
amenaza la ruina de la proverbial fortaleza física de
su hombre , y disminuirá el crecido número de hijos
que poi· cabeza antes tenían la familia de lo valles.
Ante de que llega e el ferrocarril, habría ido ne-
esario tener una legi lación agraria, que impidiese
dejar al pueblo de Cochabamba en el e tado actual.
'l'O SE LLAMA PROGRESO L BE ' EFICIO DE UNOS
 E. BEL 10 TE PABON
390
POCOS A COSTA DE LA DES TRICIO Y MALESTAR
DE LA MAYORIA. EL UME TO VEGET TI O ES C0 '·
COMITA TE CO LA FORTALEZ Y BIE EST R FISIC0S
DE p EBLO Y CO LA SEGURIDAD ECOr O UCA
PRESE TE Y F TURA DE CAD HOGAR.
Todo lo dicho para el Departamento de Cochabamba
es también aplicable en parte a Sucrc y a Tarija, ya
que ambos han sufrido iguales fenómenos económico
aunque, felizmente, con menor intensidad.
Lo agricultores de la puna o propiamente del alti-
plano en su poco aumento demográfico, parece que
responden a leyes de la naturaleza, pues ella es escasa en
u reino animal, como es también escualida en el vegetal.
Pero a esta causa habrá que agregar otras dos princi•
pales, una e que por el no empleo de abonos arti:ficiale
e dejan en descanso unas dos terceras partes del
territorio cultivable, a fin de que por la acción del
tiempo quede rehabilitado más tarde. La aplicación de
la agricultura intensiva mejoraría el standard de vida
aumentando la natalidad. Por último, la acción estupe·
faciente de la coca, parece que llega a esterilizar lenta·
mente a quienes la ingieren con regularidad, motivan~o
que desde determinada edad, (35 años) los componentes
de la clase indígena no tengan más hijos.
Finalmente, están los mine:ros como elemento a con-
iderarse en el aumento vegetativo. Pero en este caso.
J UST IFICATIVO S DE "UESTRA REBELIO • 391
una solución favorable es problemática, acaso imposible,
Ha sido y es tan grande el esfuerzo de estos seres y tan
poca la atención que recibieron y reciben, que un
crecido número de ellos, de un 25 a 35 % on tuber-
culosos, y un porcentaje mayor, acaso de un 65% aban-
donan el trabajo o son expulsados por imposibilidad
{ísica. ¿ Qué se puede esperar de esto. obreros que
cuanto más grande fué su rendimiento tanto más per-
dieron u salud? Han dado y perdido tanto que nada
podemos pedirles; pero si, es un deber nacional amci-
liarlos para evitar que el mal prospere y amenace la
salud pública. Debemos imponer que las medida de
previsión sanitaria eviten las causas que convirtieron
e te mal en endémico dentro de la clase de los trabaja-
dore mineros.
Como se observará, el plan de aumento vegetativo de
la población boliviana en su primera fase busca crear
el bienestar humano desarrollando su aptitud física y
natural para que el pueblo sea normalment prolífico.
Conseguido este bienestar, cada familia no tendrá la
angustia actual de tener muchos hijos, ni é tos morirán
en edad temprana por debilidad, o por falta de resis-
tencia fí ica. Mas, con e to, no se habrá hecho aún todo,
pues obre este buen éxito será posible imponer leye
tendientes a crear un régimen agradable, o indirecta-
mente impo itivo -para el aumento de hijo por familia .
 392 E. BEL M O . TE P ABO
IDAD ACIO AL
nalizando d tenidamente la obligacione del E tado
ver mo que ntre la principales figura el velar por
l biene tar material del pueblo.
Dicho bi ne tar d be· con iderarse como irrealizado
cuando la mayoría del pueblo, en toda~ us clase o•
ciale , e fí icamente débil o no goza de buena alud·
·uando el tandard medio de vida es tan pobre que lo
habitante e tán condenado a alimentarse mal, a vestir
peor a vivir en· ciudade y habitaciones que son verda-
dero foco de infección; y menos cuando la mayoría
de conoce hasta los principios elementales de higiene
de tinado a conservar la alud del individuo.
NA DE LAS OBRAS MAS IMPORTA TES A REALIZARSE
EN BOLIVIA, ES LA RECO QUISTA DE LA SALUD DEL
P -EBLO. DE LO CO TRARIO LA DECADEi CIA QUE HOY
VI IMOS SE ACE T ARA T TO , QUE A LA LARGA NO
TENDREMOS HOMBRES SA ros I PARA LA DEFE 'SA
DE ... ESTRO PATRIMO IO TACIO TAL, -¡ PARA EL TRA-
BAJO T 1 1ECESARIO A LA CO SERV ACIO DEL IN-
DIVIDUO COMO A LA DEL ESTADO. TAMPOCO ' ESTROS
HOGARES SE VERA r ALEGRADOS POR M ]ERES SA~A
Y BELLAS KI POR ROB STOS I OS.
Sen iblemente la falta de estadí ticas no impide
eñalar con números exactos lo trágica que es esta
inocultable verdad. Podemo e tar eguro de que año
J STlF ICATl VOS DE ESTRA RRBELlO . 393
tra año el porcentaje de enfermos crece a la par que
di minuye el de lo. sano . ada raro sería que llega. e
un momento en que cada habitante sea víctima de uno
o más male y que Bolivia se convierta en un gran
hospital de enfermos sin cura y sin auxilio e tatal
alguno. Así habríamos llegado a la ima de la decaden cia
de nuestro pueblo y a la desaparición del E tado
boliviano. Actualmente estamos en veloz carrera hacia
t al disolución, bastaría preguntar a cada boliviano ,ú
goza de plena salud o si es víctima de alguna dolencia
crónica, y veríamos que las respuesta darían un alar-
mante porcentaje de enfermo .
Acostumbrados a vivir en un ambiente donde cam-
pean la enfermedades, ocurre que e tamos aneste iado
por nue tra dolencias . y además no faltan elementos
comparativos con relación a la · salud de otro pueblo, .
para darno cuenta de la gravedad de nue tra ituación.
Sin embargo, hay algunos pequeño hechos con-
firmatorio que permiten deducir nue tra debilidad
fí ica; éstos son los concursos internacionale de atle-
i mo y deporte que se realizan en nuestro territorio.
Tomemo como ejemplo los de balompié. i Qué diferente
a pecto presentan los jugadore de lo paí e vecino . y
eso que é tos también e tán lejo de la perfecta salud
colectiva; in embargo, e lo vé alto , fuerte , mu -
culosos, llenos de ida, y no oh tant de u gran cor-
 E. BELMONTE PABO
pulencia, cuanta agilidad en ello En cambio lo.
nue tro , pese a er los más fuertes entre nosotro.
comparado con los vi itante , parecen convalenciente.
recién alidos de algún sanatorio: raquíticos, sin mú .
culos, desnutrido y, in embargo, siempre llenos de
una moral deportiva que hace milagros.
DAR SAL D AL P EBLO ES DAR VIDA A LA ACIO ·,
Y CUALQUIER OBRA Q E SE EMPRE DA PARA ALEJAR
LAS ENFERMEDADES QUE TOS OPRIME , POR D RA
QUE SE LAS MEDIDAS Y EXTREMOS LOS GASTOS.
SERA J STA Y BENEFICA LAS GE ERACIO ' ES PRE-
SE rTES Y FUTURAS.
Investigando la sanidad nacional tres son las cau a
contrarias a la salud de nuestro pueblo: la debilidad fí ica,
las enfermedades y algunos vicios. La primera, la debi-
lidad física, es consecuencia de un ya muy largo proce o
de desnutrición y se la observa especialmente en el
Kollado; la segunda, o sean las enfermedades, dominan
especialmente en el Oriente boliviano; finalmente, lo
principales vicios son la coca en los indígena y el
alcoholismo en los mestizos y blancos.
La aridez de las tierras del Kollado, la densidad de
u población y el desconocimiento · de la agricultura
intensiva, determinan que la producción no e té en
relación al crecido consumo. Además la riqueza agrícola
es tan pequeña que no ofrece la diversidad de producto
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 395
alimenticios necesa;ios al normal desarrollo y osteni-
miento del cuerpo humano. La mayoría de la población,
o sea la indígena y media, sometida como se encuentra
a una brutal y desconsiderada explotación, vive a media
ración alimenticia; las minorías selectas, dependiente
casi en su totalidad de los cargo público , tampoco
tienen una vida mejor: unas época viven en la abun-
dancia y a poco de perder su pue tos pa. an a una
desesperante care tía.
LA POBREZA, EL BAJO STA.."'(I)ARD ALI iEt TICIO Y L
PEN RIAS ECO OMICAS DE 1' ESTROS HOG RES, SO, -
ENEMIGOS DE LA S L BRID D ACIONAL.
Un cuerpo débil, por sano que sea, lleva en í una
enorme predisposición para contraer enfermedade , por
carecer de la nece aria_ vitalidad para contrarre tar
victoriosamente los ataques de las enfermedade . P or
lo tanto, no es suficiente que un cuerpo e té ano, ino
que es necesario que sea además fuerte y robu to; pero
tal cosa no se conseguirá mientras el hambre y la in-
completa o deficiente alimentación sean la compañera
inseparables de los hogares bolivianos.
Se puede tener el estómago lleno, mas no por eso
dejará uno de desnutrirse, si no se recibe la diversidad
de alimentos necesarios a la vida del cuerpo humano.
Y ocurre que la mayoría de nuestro pueblo se alimenta
sólo de aquello que por su bajo precio e tá al alcance
 396 E. BELMO T E PADO '
. upo o din ro di ponible. EL ~ TADO DEBE ABA.
ATAR LA VIDA Y D. R TRABAJO MEDIA JTE EL C LEL
,_;¡ D DA O GA ' E LO UFICIE TE. PERO ANTES DEBER~
R , SOLVER EL PROBLEMA ECO ' OMICO - rACIO AL· Pt;ES
OLO ASI, ROTA LA CADE A DE S ACTUAL IMPQ.
TE:\"CIA. PODRA LIBERAR A S • PUEBLO.
1
:\HE "TRAS HAYA BOLIVIA OS Ql'E E FORM RE.
G LAR ' O P EDAN SATISFACER S '.'?ECE IDADE
POR I MI IOS NI ATE · oER LAS DE S S F ~ULJA , TEi ·.
DREMO PERM.ANE:NTEME ' TE E ' MARCHA EL DEBILI-
TA.MIENTO DE N ESTRO P EBLO POR DES1 UTRICJO.'.
La falta de higiene e otra de la vía por la que
Yictorio amente e mue en la nfermedades destruc-
tora de la anidad nacional. Hay carencia de higiene
n la ciudade , en las vivienda y en el individuo.
Mientra en la poblacione- no e tengan ervicio de
agua potable y ervida y otro medio favorable a la
limpieza, ella ofrecerán eterno - foco de infección ; y en
igual forma la ca a y viviendas donde el pueblo nace,
crece y muere , deben ofrecer condicione higiénica •
Empero, todo e to entraña nuevamente un grave pro·
blema económico , tanto para el E tado como para los
propietario. de inmueble· urbanos y no será realizable
mientra las riqueza de Bolivia no e pongan al . ervicio
e é ta y otra nece idade nacionale .
J USTIFIC T"IVO DE N U E TRA REBELIO i'í
397
La higiene en la ciudad , en la vivienda y en el
individuo on ólo el punto de partida para la marcha
de pueblo sanos en los que no e tá comprendido el
nuestro ; en el Oriente el paludi mo hace estrago , lo.
male venéreo e propagan cada vez má , y el número de
liciados por herencia crece en forma orprendente; en lo
valle las epidemia. y el alcoholismo van de truyendo
la tradicional fortaleza fí ica de los hombre de e a tier ·
ras; en las regione altiplánica el avance de lo male
venéreo es alarmante y lo propio e puede decir del alco-
holismo en la ciudade y de la tuberculo i en la mina .
Un ataque a e to ma les exigirá riguro as medida
de parte d el aobierno, di ciplina y compren ión de part
del pueblo, y grande er ogacione para la ación. 1Ia ,
todo es poco, cuando se abe que Bolivia e tá en el
trance d e morir, o de defender la alud y la fortaleza
física de su pueblo.
Para evitar la enfermedade que por h er encia -e
transmiten de una generación a la otra, 1 Estado debe
intervenir tanto en la formación de lo hogare como en
el derecho de tener descendencia , imponiendo leyes
profiláctica en la que el tener hijo no ea un derecho
para los que llev an el gérmen de male tra 1ni ible que
ean un daño para la comunidad. o eremo en m érica
lo primero en usar e ta rigurosa medida, pues lo -
Estados nido. hace tiempo ya la impusieron
 398 E. DELMO NT E PADO :\'
Q EbLOS QUE TIENE1 MAL.ES HEREDITARIOS CON.
TAGIOSOS, COMO LA SIFILIS, POR EJEMPLO, O DEBERi\i1
MULTIPLICARSE, E BIE . DE LA COMU !DAD y DE
ELLOS MISMOS; El Estado debe facilitarles los medios
para que cumplan con esta necesidad conciencia! para
el individuo y social para la Nación.
En pro de la alud y fortaleza físicas de los niño , el
Estado debe establecer el auxilio a la madre contra
cualquier necesidad durante el embarazo, el parto y la
lactancia, en tal fo1·ma que el niño no sufra deficiencia
alguna. Luego la protección debe continuar mediante
casas cunas y jardines en los que las madres puedan
dejar a sus niños cuando tengan dificultades higiénicas.
alimenticias u otras en el hogar, ya sean ellas de carácter
transitorio o permanente y que ignifiquen un peligro
para la salud o la fortaleza física de la infancia.
La deficiencia alimenticia origina una debilidad ere·
ciente que se trasmite ya con carácter hereditario, cual
si fuese un estigma racial, de padres a hijos, de gene·
ración a generación, y cuyo sombrío nombre se resume en:
PUEBLO DES UTRIDO. Dicho proceso de desnutrición no
se ha producido únicamente en los últimos años, sinó
que procede desde muchas décadas ya pasadas. Para
anular sus efectos y retornar a nuestro pueblo a sus
normale valores físicos, SE 1 ECESITARA U LARGO
J U STIFICATIVOS DE NUES'fRA REBELION 399
PERIODO DE RE TRICIO r, cuyos beneficios se
trasmitan con carácter también hereditario de
generación a generación.
El primer bien necesario a todo ser humano es poseer
un cuerpo sano y fuerte. La salud y la fortaleza física
ofrecen una fácil y hermo a victoria en la lucha por la
vida. Un hombre débil o enfermo corre el riesgo de salir
derrotado o de vencer con ayuda de claudicaciones de
su conciencia de hombre de bien.
LAS MISERIAS MORALES DE ESTRO PUEBLO O
TIENEN POR CAUSA FACTORES DE CARACTER RACIAL,
COMO MUCHOS I JUSTAME TE SOSTIE íE , SI O S
MALOGRAD SALUD, SU DEBILIDAD FISICA, Y EL QUE
E UESTRA PATRIA LA LUCHA POR LA VIDA NO OFRECE
SI O DESE . GAÑOS, YA Q E POR TODAS PARTES SE
TROPIEZA CO LA MISERIA ORGAl IZADA POR LOS EX-
PLOTADORES EXTRA JEROS, POR EL GRA CAPITAL
INTERNACIO AL QUE ACT A EN ESTRECHA COOPERA-
CI01 Y ALIA1 ZA COI LOS DIRECTORES DEL ESTADO.
Nuestra patria, pese a su riqueza es una tierra de
pobres donde la generalidad no puede asegurarse .ni el
sustento diario, no obstante de su mayores esfuerzo y
aún de claudicaciones en todo orden . El capitali mo
internacional ha puesto, para decir en palabras sencilla ,
un solo plato de opa de tinado a alimentar a mucho
 E. B E l, M0 1 TE P A B O J USTIF I CAT I V O S D E UEST R A REB E LIO N 401

e lav ; é to por mucho que ean honrado y laborio-

o . o flojo e inmorale , jamá llegarán a dar e por
alimentado con tan r educida ración. Lo e clavo omo,
no otro , el plato de sopa, los r e iduo económico que
de la explotación de nuestra riquezas nos deja el
l m periali mo. U no de lo re ultado finale de lo
anterior, e que, p o eído de furia d cane hambriento,.
perdemos la claridad de los hechos qu cau an el mal.
y en vez de atacar en acción conjunta y p ermanente al
. i t ema económico liberal, cau ante de tale re ultado
fune to , no ha ciudadano que no e t é di pue to a dar
de dentelladas a otro.
orno e vé el problema económico na cional es, ademá
de anterior, concomitante con su po t erior: la alud
fí ica . e piritual del pueblo . P ero no e pien e que por
re olver el económico quedará automáticamente resuelto
el de la anidad, sinó que aquél servirá de base a é te.
I DIFICIL ES QUE DE TRO DE U1 e ERPO Er FEmlO
HABITE N AL SA rA, ESTEMOS SEG ROS Q E DE 'I
P · ~BLO SA O SE LEVA TARA U A NACION FUERTE Y
FEC 1 DA E tr HEROES Y HOMBRES SUPERIORES.
AQ EL QUE O C E TE CO r S SAL D CORPORAL
COi\lO ARMA E L LUCHA POR LA VIDA, TIE! E, DEfü
DE REC URSO ME ros, Ur LASTRE E CO Tll
B EN EriiPLEO DE SU I TELIGE rc¡ . DE S S
DF,_ Y DE IJ CAR. CTER.
Se gunda Part e
LIBERA CIO DE L A ES CLAVITUD
ECO O IC A
LOS PRIMERO~ IMPERATIVOS:
ACIO A LIZAR ,
INCREME 'FAR Y UTILIZAR
En Bolivia, las principale riquezas territoriale en
explotación no son nacionale ni en lo que e refiere a u
capitalización ni a la firmas que las poseen.
Serían nacionales si los propietario de ella fueran
boliviano o también extranjeros pero í, ambos resi-
~entes en Bolivia. dema , para er nacional debería
capitalizar sus utilidade en nue tro paí , y las firma
industriales que la explotan no e tar regí tradas en el
extranjero, tomando a í una nacionalidad que no es
boliviana.
DEL Cuando no son del paí 1 benefician al capital inter-
IRTlJ · nacional que e acumula en el exterior. Si foeran nacio-
nale , la utilidade quedarían en Bolivia - ya en mano
 E. BELMO 1 TE PABON
402
de súbditos bolivianos o extranjeros radicados ambos.
y con carácter fijo, en nuestro territorio - formando
o acrecentando el capital privado que es el principal
generador de industrias y trabajo.
Bolivia, o ea el pueblo boliviano, con relación a su
riquezas nacionale , es comparable con un individuo que
está muy ufano y contento por ser propietario de una
fructífera hacienda, pero cuyos abundantes producto
se los lleva un extraño cualquiera, y a cuya órdene
ha puesto, además, a su hijos para que trabajen por
una mala paga.
A lo beneficio que el capitalista extranjero recibe.
podría llamar e derecho efectivo de propiedad, y al del
propietario de la hacienda derecho negativo.
El derecho de propiedad no tiene, pue , por objeto
halagar meramente la vanidad, sinó dar el di frute
material del bien poseído a su poseedor. En el ca o
nuestro, por supuesto harto paradógico, cabe afirmar
que el propietario no es la nación boliviana, sinó el
capitali mo extranjero. Por lo tanto, CIO ' ALIZAR
SERA RETOR.J.~AR A BOLIVIA S «DERECHO EFECTIVO DE
PROPIEDAD».
Algunos compatriotas alegarán que Bolivia recibe.
sin embargo, beneficios concedidos por el capital inter-
nacional. Empero, si bien nos fijamos, podríamos com-
parar tal capitalización con la minúscula propina que
JU S 'l'lFICATIVOS DE NUESTRA REBELION
403
el mozo de un re taurant recibe en relación a la cuenta
que va a la caja del propietario; o también podríamos
comparar con un gran fe tm en el que los ávidos miem-
bros del capitalismo internacional se sirven copiosamente
los manjares económicos que toman de nuestro terri-
torio; y que luego, al final de fiesta, conceden a sus
sirvientes - o sea a los bolivianos - que son los ver-
dadero propietarios, gozar el burlesco derecho de
comerse las migajas y los restos del festín. En tales
casos nadie podrá negar que el capitalismo inter-
nacional, por éste o aquél motivo, es el propietario, y
no el pueblo boliviano. Nacionalizar sería retirar de la
mesa a los magnates del Imperialismo y sentar a ella al
pueblo boliviano. O más suavemente, evitar que ningún
nuevo gran capitalista tome asiento, sumándose a los ya
entados, para que a través del tiempo, desaparecidos los
que actualmente existen, queden ólo los hijos de Bolivia;
O SEA SOLAMEr TE BOLIVIA, LA PROPIETARIA POR DERE-
CHO TATURAL DE LAS RIQUEZAS DE SU TERRITORIO.
El fin fundamental para que se nacionalice una riqueza
e _tá en que pa e ésta a beneficiar a la nación (Estado
y Pueblo). El término nacionalizar no entraña única-
mente que el Estado se apodere de la riqueza. Nacio-
nalizar es también hacer, y acaso en primer término,
que las riquezas del paí pasen al poder del capital
privado NACIONAL.
 404 E . BELMONTE PABON
-----
De nada servirá al pueblo boliviano que nue ' lro
t r1:itorio ea rico mientras el errado concepto del
derecho de propiedad iaa permitiendo que los propir.
tario d nue tra riqueza capitalic n la utilidadei
en el e tranjero .
Mediante lana ionalización de nu s tras riqueza halm-
mo dado lugar al nacimi nto de lo principio del "DERE-
CHO EFECTIVO DE PROPIED D ACIO AL". En la actua-
lidad e t e derecho -e teórico , sin evidencia, suplantado.
La mina de Catavi, Siglo ., , Uncía y otra , son
de la familia boliviana Patiño, sin embargo la firmas
indu triale que la explotan al no er regi tradas eo
Bolivia, no on nacionale ; la capitalización de la;
utilidade de ella se la fectúa en el extranjero, donde
al empuje de dicho capitales, a í acumulado . r
levantan indu trias, palacio , ca tillos etc. , beneficiando
a lo paí e donde se lo acumuló. No así en Bolivia.
donde fuera de alguno chalet para verano, no queda
benefrcio alguno en pro del capital privado. Pero, i
esa ingentes utilidades e hubiesen acumulado dentro
de Bolivia, esta sería la época en la que dichos capitales,
re pondiendo a u carácter dinámico invertido en
'
otras indu tria habrían hecho que Bolivia sea un paí
floreciente.
Bien abemo que mucho pueblo necesitan alguno
producto de nue tro uelo, así como nosotros nece ¡.
J l' STI F ICATIVO S D EN E S T RA R E B E LIO 405
..tamos de otro que ellos producen. Y a í cdmo no e
fácil renunciar a lo que nos facilitan, no se trata de que
no otros le neguemo. lo que de nuestra tierra se pueda
e:irtraer. Sólo demandamo un régimen de equidad en el
que ninguna de las partes ea ojuzgada o esclavizada.
L TE TCIOr DE LOS RECIPROCOS L TERESE S REALI-
ZADOS BAJO EL AMPARO DE LA EQUIDAD, DEBE SER
J ESTRA ! ORMA DE co D CT -E CO OMICA cor LOS
l; DUSTRIALES Y CAPITALISTAS EXTRA . JEROS.
E s imperioso 1 ° impedir la desnacionalización de
nuestra riquezas aun lilire ; 2° I r CREME TAR u ex-
plotación ~Y 3 ° UTILIZAR su rendimiento en bien del
pueblo y de la nación.
ECESARIO INCREME TO DE LA RIQUEZA
PRIVADA
Los debere primordiale de un E tado son con ervar
la integridad territorial de la ación y procurar un
creciente biene tar a los habitantes de ella.
Pero, mejor examinada la finalidad del primer deber
- la conservación del territorio - , e verá que e para
poder cumplir con el segundo, o ea con el hi ne tar, con
el cual guarda concomitancia. P ES LA POSESION PO·
LITICA DE TERRITORIO, PER fITE EL APROVECHA-
MIE rTo DE S S RIQUEZAS rATUR LES ORG IZAD
E r BIE r DE LA COLECTIVIDAD LA C AL PERTENECE.
 406 E. BELMO 1 1'E PABON
--------- -- - -
POR LO TA TO, SE OBSERVA QUE EL CO CEPTO DE
POSESIO POLITICA DE TERRITORIO, E TRA~A
TAMBIEr EL DEL APROVECHAMIEr TO ECO OMICO DE
SUS RIQ EZAS E BIE1 DE SUS HABITA TES.
Sólo así e concibe que estos habitantes obligados
por un deber, que es hijo del derecho de propiedad,
tomen las arma y salgan en defensa de dichos territo•
rios, cuando un vecino trata de arrebatárselos. Y que
en esta defensa ofrenden en aras de la Patria, del bien
común, sus vidas y la suerte de los suyos, quiene
pasan el peligro de sufrir penurias por la muerte de lo
familiares en los campos de batalla. ES POR ESTO QUE
LOS PUEBLOS RINDE CULTO A LOS QUE CO MAS
VALOR O INTELIGENCIA DEFE DIERON EL DERECHO
COMUN: EL PATRIO SUELO.
Pero aqui observamos que para que existan tan ex•
tremos y sagrados deberes, el derecho de posesión de
un territorio por una Nación debe ser coexistente con el
económico que exige el beneficio ~e las riquezas en pro·
vecho exclusivo de su pueblo.
Ahora bien, si políticamente una Nación es poseedora
de un territorio y económicamente lo enajena autori·
zando que lo exploten en beneficio del extranjero y no de
los suyos, ¿ cumplirá el Estado que en tal forma procede,
con el deber de conseguir el bienestar de los suyos?.
JUSTIFICATIVOS DE U ESTRA REBELION 407
¿ Es compatible el alimentar, vestir, dar vivienda,
educar, alegrar, etc., a un pueblo, con el acto de obse-
quiar al capitalismo internacional las riquezas destinadas
a conseguir tales alimentos, vestidos, viviendas, etc.?
Pues bien, cuando las personeros de un gobierno, que
son los representantes del pueblo, entregan al capita-
li mo internacional los bienes territoriales ¿ cometen o
no un acto de traición en contra de la Patria, en contra
del bien de su habitantes y de las funciones guber-
namentales?.
¿ Y aquellos que toleran el estado de cosas que así
encontraron al llegar al gobierno, no se hacen cómplices
de la traición?
AGREGUESE QUE LOS CIUDADA1 OS DE LOS PAISES
QUE ASI YERRA , PAS N DE LA CATEGORIA DE PRO-
PIETARIOS A LA DE SIMPLES PEONES; SIENDO POR LO
TA TO DOBLE LA EXPLOTACIO QUE SUFRE LA ACIO :
LA DE SUS RIQUEZAS TERRITORIALES Y LA DE SUS
HOMBRES. 1\'IAS A , A ESTOS LTIMOS SE LES DELEGA
EL DEBER CIVICO DE DEFE 1 DER HASTA CO.r S S
VIDAS C AJ: DO POTE CIA VEC A TRATA DE APO-
DERARSE DE DICHAS RIQ EZAS, Q E PRACTICAMEl TE
, ' 0 LE SO YA PROPIAS, QUE O LAS DISFR T , Y Q E
SOLO SIRVE DE MEDIO Y CA SA PARA ESCLAVIZARLOS.
La explotación extranjera a la cual me refiero, línea
arriba, está con tituida por aquella indu tria que han
 4.08 E. DEL M O TE P A B O
a umulado y aún hoy acumulan el total de la utilidade
en el exterior. Antes, como una arbitrariedad que con-
ceptuaban Derecho atural los partidarios del lihera-
li roo económi o; hoy o pretexto de que i~portaron
capitales.
Analicemos el caso de las industrias cuya iniciación
e debe a capitales traídos del exterior. ¿ Es por este
encillo hecho que perderemo nuestra condición de
propietario de las riqueza cuya explotación imple-
mente la han iniciado? ¿ Y no consideraremos en nuestro
cálculo el capital humano de nuestros conciudadano
en el trabajo? Algo más: ¿ si los salarios que ellos reciben
onde hambre y debilitamiento racial de nuestro pueblo?.
Es decir, regalamos nuestra riqueza territorial y sacri•
ficamo trabajo, salud, angre y vida de nue tro pueblo,
en aras de un istema que no trae pobreza y tiene
condenada a Bolivia a desaparecer lentamente.
i Bien, que vengan capitales del exterior y recojan
beneficio ; pero í, las utilidades de aquellos, de lo
capitalistas extranjero , deben ser limitadas por lo
derechos del propietario de la riqueza natural que se
explota, es decir, de la ación boliviana.!
o es suficiente el ofrecimiento de unas cuanta ma·
quinarias y técnicos y algunos millones en moneda
extranjera, empleados en la explotación de alguna
riqueza natural de nuestro suelo, para luego en coro·
J ST IFI CAT I VOS DE UESTRA REBELIO 409
------------------
pon ación llevar e ingentes e ilimitadas utilidades. Si 1
total de un capital importado en maquinaria , etc., por
ejemplo es 100, lno sería obradamente retribuído 1
amortizada dicha inver ión obtuviese como pro vecho
o beneficio otra cantidad igual; e decir, que habiendo
importado a Bolivia 100 exporten de ella 200 y qu e ta
suma sea extraída en el plazo y forma que les plazca
a los mi mos indu triales; y en un tiempo no mayor
a 10 año . ? ¿ Y que a continuación e capitalice dentro de
Bolivia toda utilidad po terior; y que las maquinaria
y demá s in talaciones que costaron los 100 importado
queden dentro de Bolivia, pue to que fueron amorti-
zado con la mitad de los 200 que tendrían el derecho
de acumular en el exterior? .
Sen iblemente, esto no ocurre. Traen 100 y tienen el
derecho de llevar e millone , y seguir exportando
utilidade por tiempo y urna indefinida . i Y e to , aun
en el ca o de que fue e verdad que hubieran importado
capitale !
E verdad que e] E tado recibe una pequeña parte
a travé de impuestos que deben alcanzar a un diez por
ciento sobre las utilidade exportada .
Para aclarar má la inju ticia que tal proceder
ignifica, hagamo un ejemplo con en.cilla compara-
cione : - supon.gamo haber heredado diez caja d
acero, cada una con 100 monedas de oro, que
 410 E. BELMO TE PABO
erían, en el caso que nos ocupa, las riquezas naturale
del territorio boliviano. Si ocurre que no tenemos la
llaves ni abemo , por lo pronto, cómo abrirlas por
nue tra cuenta, deberemos recunir a una segunda
persona, a un técnico. En e to pasa por las proximidade
de nuestra casa un extranjero que lleva en la mano un
soplete para fundir acero - dicho soplete repre entaría
a las maquinarias - y nos ofrece abrir todas la cajas,
u ando u citado in trumento. Pero nos propone dejarnos
sólo el 10% de las monedas de oro que dentro de cada
una de las caja hubiera y llevarse el resto. Por lo tanto
de cada caja nos dejará 10 monedas de oro y 90 serán
la que él se lleve. Indudablemente, que rechazaríamos
la pretensión, y le preguntaríamos cuánto vale u
oplete, cuánto cobra por día de trabajo y -cuánto día
tardaría en abrir cada caja; si las respuestas fueran:
- el soplete cuesta 40 monedas de oro, cada caja puede
abrirse en un día, con un costo de 5 monedas por jornal,
nue tra contrapropuesta, y esto muy dadivo a, sería:-
"Señor, le pago el doble de todo lo que ha pedido usted
o sea 80 moneda por su soplete y 1 O por día de trabajo
o por apertura de cada caja, y proceda de inmediato
con su labor".
En el primer caso, o sea el que corresponde a la pro·
puesta del extranjero, de las 1000 monedas de
oro que contienen nuestras 10 cajas, sólo recibiríamo
JUSTJFlCATlVOS DE NUESTRA REBELION 411
100 y 900 serían las que se lleve el propietario del
soplete.
En el segundo caso, o sea en el propuesto por nosotros,
820 monedas de oro quedarían en casa y 180 se ex-
portarían al extranjero.
¿No habría sido bien retribuí do el extranjero, pro-
pietario del soplete? i Claro que sí! Pero, sin embargo,
podríamos ser aún más bondadosos con él, le per-
mitiríamos incorporarse a nuestra familia, hacer que
viva en nuestra tierra y que ea propietario de todas las
monedas de oro que exi tan en las cajas, menos la
180 que deberían exportarse para cubrir el capital
importado más su utilidad del 100 por 100; todo esto
a condición de que con el total de las monedas de oro
que nos tocaba, pida .más maquinarias y que al e tilo
del soplete sean aplicadas en la explotación de nuevas
riquezas, cuyas utilidades deberán quedar siempre en
casa, en nuestra tierra.
Así habríamos nacionalizado toda explotación y la
crecientes utilidades se acumularían definitivamente
dentro de Bolivia, dando bienestar, cada día mejorado,
a cada uno y a todos lo boliviano ; pue , no pudiendo
fugar la riqueza por consecuencia natural, habría
holaura
t,
económica dentro del paí , el trabajo sería bien
pagado, y el bienestar privado como el estatal se toni-
ficarían. El capitalista sería inicialmente un extranjero
 412 E. BEUIO JU TIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 413

pero má tarde, u hijo , nieto etc ., nacidos en BO1·IVla· , ~iblemente, la intelectualidad boliviana, aquella que
heredarían la fortuna· y la riqueza al er distribuída fo1· ma nue tra oligarquía gubernamental.
por e ta nueva vía, iría cada vez ampliando el círculo El pulpo económico, del sistema actual, tiene sen-
de lo beneficiado . Habríamos creado , indudabl emente, iblemente tan adheridos sus tentáculos obre la vida
el capital y la riqueza privadas. de la nación boliviana que i pretendiéramo de pojarno
violentamente de él, u ventosa de eguridad, al
A í, por e ta vía, uno de lo debere primordiales del
de pr nder e, harían sangrar el cuerpo boliviano con
E tado~ cual e con eguir un creciente bienestar para
peligro de muerte y probabilidad de fraca o en el
los habitante de la ación e habría cumpJ" d
. , ' i o en parte. propó ito.
y la posesion natural del suelo patrio no sería meramente
• Pero í e to no quiere decir que durmamo en la
política sinó también económica y en explotación. Así
inacción. Algo e debe hacer, y e e algo progre ivo puede
serí~ más justo y menos falso el conc<lj)to de propiedad realizárselo sin peligros de muerte, y con la eguridad de
nacional.
llegar al éxito.
La reflexione anteriores son aplicables en el caso HABR Q E EMPEZAR POR ~O CONCEDER MA ::.\11\"-
que el capital industrial sea importado y no para G r DERECHO SIMILAR A LOS Q E B SCAMO SU-
cuando e · · ·
. a ongmanamente nacional; pues, en tal ca o. PRIMIR. ES DECIR, TODO DERECHO DE EXPLOT CIO:\"
mdudable e indiscutiblemente, tiene el deber de acumular (M:I::'füRA, GRARIA, GA ADERA, MA~ FACTURER.1,
u utilidades dentro de B 1· • . . . , ETC.) A CREARSE CO C PITALES ºACIONALES ESTARA
. o ivia, por no asi tule runguu
derecho de capitalización en el exterior. SOMETIDO A LA OBLIG CIO DE C PITALJZ R DEX-
ensiblemente en el
,
. .
presente, 1a orientación eco- TRO DE BOLIVIA.
nómica de Bolivia real', lí • . . TODA CO CESI01 A CAPITALES IMPORT DOS CO · .
. iza una po tica contraria a la
anteriormente apuntad JI l TEt DRA LA OBLIGACIO IGUALME TE DE GJ PITALI-
a , Y e a es a causa de la pobreza
fi cal v privada . es 11 ZAR E r BOLIVIA Y SOLO EL DERECHO DE EXPORT R
, , por e a que no hay ca,pital nacional
capaz de industrializar el país; ni habrá mientra DE LAS "TILIDADES EL MO TTO DEL CAPITAL IM-
tengamo en vigo lí . PO RTADO MAS EL CIE POR CIE TO; O SE , OTRA
r una po tlca económica contra-
producente y al · • d l CANTIDAD IGUAL COMO UTILIDAD MAXIMA~ E r OTRAS
' servicio e a cual se encuentra en·
'
 414 E. IJ ELMONTE PABO
PALABRAS, EL Q E IMPORTE 100, E EL MEJOR DE
LOS CASOS PODRA S CAR MA IMO 200 E TOTAL.
L EGO HABRA T MBIEN QUE PODAR, POR LAS VIAS
LEGALES Y AMIGABLES, TODOS LOS TE TAC LOS PE.
Q Er OS QUE PERTEr ECEr AL CAPITALISMO I 1TER.
1 ACIONAL ABSORBENTE. Y, FI ALME TE, A TRAVES
DEL TIEMPO IMPIDIENDO LA CO CESI01 DE nJEVO
DERECHOS cor TRARIOS LA AGIO EL p LPO CAPJ.
TALISTA, CO SUMIDO LO Q E HOY POSEE, TERMINARA
POR DERRUMBARSE SOLO SIN 1AYORES PELIGROS Y
E roJOS; SU DES P ARICIO SERA EL EPITAFIO A LA
TUMBA DE TA r CALAMITOSA POLITICA ECONQMICA.
Para incremen tar la importación de capitale extran-
jeros e puede contar iempr e con la cooperación de
paí es que como retribución tendrían la preferencia en
la venta de nuestras materias primas y demás producto ,
y la compra de las manufacturas y maquinarias que
nece itamos y que tengan ello , o ea un intercambio
de productos con la intervención directiva de los Es-
tado . Un ejemplo: trigo argentino por petróleo bo-
liviano.
ES NECESARIO .REITERAR QUE EL ESTADO TIE IB
POR MISIO : 1 °. incrementar el bienestar de los
habitantes: 2°. conservar los territorios que constituyen
la Nación; y 3º . aprovechar las riquezas de éste, en el
máximo grado, en bien de la colectividad.
J UST IFICA T IVO S DE NUESTRA REBELION 415
-- -------------
¿MISERIA O BIENESTAR?
Prevención
Todos los principios económicos a enunciarse, serán
elementale , pero sí, seguirán un ordenamiento dirigido
a sacar conclusiones propias para nuestra Patria, y
estarán lo más cerca de la verdad que necesitamos
cono,cer y buscamos encontrar, y finalmente, trazarán
los prolegómenos o la introducción a una doctrina que
desarrollada más ampliamente, podrá constituír una
ideología política que enarbolen los bolivianos, para
liberar se y liberar a la ación de la esclavitud que se
llama MISERIA, y cambiarla por la lib ertad , o genera-
dora de libertades y derechos que el autor llama BIE-
NESTAR.
Economía Política
La industria y el Capital.- Riqueza E tatal Y Ri-
queza Privada. - La función de amba en la industria-
lización del país.
Industria y Capital. - Toda industria por pequeña que
ea necesita para su creación y desarrollo , además de
var:os requisitos, el del capital. Sin éste, sería i~pos~le
el pago de obreros y técnico , la compra. de ma~anas,
la construcción de edificios para las mstalac1ones, la
adquisición de las materias primas a industrializarse o

416 E. DEL 10 1 TE PADO
la compra de tierra o ub u elo a xplotar e, lo fondo
de tinado al capital de res erva , etc., etc.
EL e PITAL E i FACTOR IRREr r CI BLE p R.\
LA RE CIO DE L 11 D STRI S DES RROLLO.
Riqueza estatal y privada. - hora bien, el capital
puede e tar en poder del E tado o en 1 de u habi-
tante , formando en e te caso la riqueza privada y en
aquél la e tatal. También puede estar di tribuído entre
ambo po eedore., cuyo conjunto Uamaremo capital
nacional.
Sigui ndo nue tro análi is, siempre d es de un punto
d i1,ta boli iano , tendremos que, para el pago de
obrero nece itaremos moneda boliviana ; para el de
t écnicos tanto de aquélla como divisas , ya que algunos
serían contFatado del extranjero; para la compra de
maquinaria , divi-as; para la matex:ias primas a indu ·
trializar e, moneda boliviana i son nacionales y divi a
i on importada, , etc ., O ea qu los capitale deberán
tener dos fuerza adqui itiva , una en el exterior con
divi a que e giren de Bolivia, y otra en el interior con
pe o bolivianos ; la divi as , destinadas a pagar la
co a que recibamo del exterior; y lo Bs ., nuestras
obligacione en el interior.
Pero nuestra riqueza privada, ademá de ser impo·
tente, para crear indu tria , e tá compue ta ólo de
moneda nacional, tal que para adquirir fuerza adqui i-
___.... --.. -_.._.._- .... ,_ . =_-----..---:..:..·....r. . ----- .,_-_-_-:..-..·:..-..-,
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 417
tiva en el exterior y cumplir allí con su s obligacione
deberá recurrir a la convertibilidad de sus billete en
divisas. Quien deb e hacerse cargo de esta tran acción
e el E . tado; es decir , el Estado debe r ecibir moneda
nacional y entregar por ella divisa .
Empero, si el Estado también es impotente, por su
pobrPza, y apena tiene divisas para cubrir las neces1-
dade alimenticias de su pueblo, ¿ de dónde sacará
di,isas para la industrialización del país; e decir , para
atender una obligación nueva e impostergable? Se vé,
pues, que s imperioso crear primeramente la riqueza
estatal o recurrir al capitalismo extranjero, cuyo pro-
pietarios residentes fuera de Bolivia al enviar sus
capitales a ésta tendrán por finalidad primera el lucro.
Cuanto más crecido sea éste, tanto más buen éxito
habrán obtenido en su finalidad. Por esta vía nosotros
habremos cambiado la esclavitud presente en que
vivimos, por una servidumbre en la que los males de
la primera habrán sido agravados por la explotación
y pérdida del resto de nuestras posihilidade industriales,
empeorando nuestro estado actual de factoría.
Se debería recurrir al capitalismo extranjero ólo en
el caso de que se tenga el cuidado de evitar el exceso
de utilidades que acostumbra recoger.
Tenemos, pues, que al carecer de riqueza estatal y
privada, cuyo conjunto llamamos ya " riqueza
. .
nac1onal" ,
 E. BELMONTE PABON
418
·stamos obligado , mientras ubsistan e ta adver a
circunstancia , a seguir sufriendo ese atraso, esta
parálisis, en oposición al progreso creciente y peligroso
de nuestros vecinos sudamericanos. Hoy por hoy, el
progreso materialista es la mejor garantía de paz y
poderío internacionale . El deber de vivir como nación
y como hombre, impone el de conquistar este progre o.
Pero, ¿ cómo conquistarlo? Creando la fuerza industriali-
zadora de la Nación: creando capital, creando la riqueza
estatal e incrementando vigorosamente la privada. Pero
muchos e preguntarán ¿ cómo y de dónde a car e ta
riqueza? ¿No sería suficiente la estatal para indus-
trializar el país? Y refiriéndose a la persona del autor
preguntarán:-¿ y que es del atribuído socialismo del
My. Belmonte, que ahora nos habla a favor del capital
privado? ¿ o es que el socialismo ya no tiene una
posición antagónica con el capital privado?
A continuación, con sumo agrado, el autor re ponde
a las preguntas anteriores que, personalmente, e la
adelantó durante sus estudio y meditaciones.
Creada la riqueza estatal y habilitada por los capitale
que disponga para in talar industrias fiscales, no sería
suficiente para industrializar la ación. Entendiéndo e
por industrialización, en un entido amplio, no a una
rama de la industria, sinó a toda us mann tacione
desarrollable en el pre ente y en el futuro, en sus má
JUSTIFlCA1'IVOS DE UESTRA REBELIO ·
419
diversas posibilidades que en nuestra tierra serán
deslindadas unas veces por las ·materia que dispon-
gamos o podamos comprar; otras por los beneficios que
ellas ofrezcan; por los mercados a conquistar, o por la
necesidades propias que determinarían la cuantía de u
consumo interno; etc.
En el sin fin de las industrias existentes en la actua-
lidad, hay muchísimas que sólo pueden prosperar bajo
el amparo de la iniciativa privada que es particularidad
del capital privado y no del estatal; es decir, el capita-
lismo estatal, por muy potente y bien dirigido que sea
nunca contará con.la aptitud creadora del interés per-
sonal del propietario de una industria (por supuesto a
igualdad de posibilidades económicas) y por el contrario,
tendrá como enemiga la indiferencia paralizante de su
empleados públicos. Existen pues, muchas industrias en
las que sólo el ojo del amo o los cuidados de éste, pueden
engordar el caballo, o darles vida y prosperidad. Como
también hay otra en las que esta condición de inicia-
tiva privada, e ecundaria y hasta innecesaria. Por lo
tanto, si el capital estatal se apoderase de todas las
industrias, triunfaría en algunas y fraca aría en la
más, y muy especialmente en nuestro país donde todavía
es proverbial la irre ponsabilidad y de interés de lo
empleado público , agregándose a ello que carecen de
conocimientos técnicos . Por lo tanto mayores crían
 420 E. BELMO N T E PA BON
los daños que la Nación sufra que lo beneficios obte-
nibles ; cosas que nadie está autorizado ni a desearla ,
menos realizarlas.
e deduce, que e conveniente e imperioso,
qui re tener buen éxito en la industrialización del paí ,
establecer que el Estado deja a la acción del capital
privado el derecho de propiedad sobre la mayoría de
las industria , delimitando cuále serán las exclu iva-
ment~ estatales, tema a tratarse en otro capítulo.
Ahora bien, si es efectivo que sólo la iniciativa privada
puede tener buen éxito en varias manifestaciones de
la industria, y que aquélla es un privilegio del capital
privado ¿ no reconoceremos, para bien propio, que e
deber el incrementarlo?
Queda establecido como premisa que para una efec-
tiva industrialización, se ·r equiere tanto de la riqueza
estatal como de la privada, y que ambas hay que
incrementarlas, acaso, más propiamente, crearlas.
El pre upuesto de la Nación dividido en dos grandes
ramas llamadas de Ingresos y Egresos, constituye el
capital estatal. Si nosotros comparamos éste, con los
de los paí es vecino , y aun incluso con los de alguna
provincias de éstos, quedaremos dolorosamente sor·
prendidos de la enorme diferencia existente a favor de
aquéllos y aún de éstas; y tendremos a la vista, por la
vía comparativa, nuestra indiscutible impotencia es·
JUSTn· 1cATJVO S DE NUESTRA REBELION 421
tatal. Y tanto mayor será nuestra confusión al pensar
que tenemos un territorio ilimitadamente rico.
Ahora bien, si nos fijamo s en el presupuesto nacional
e de egres os, veremos que una buena parte de él está
destinado a pagar los su eldos del personal de empleados
públicos y sostener el mecanismo administrativo, y otra
parte, muy pequeña, a caminos, edificios, fomento indus-
trial, etc. ; esta parte podría llamarse presupuesto de
construcciones y sería la única disponible para destinarla
a la industrialización del país. !Pero esta es tan iruiigni-
ficante ! , Pues su cuantía es nula para encarar
seriament e y a breve plazo la industrialización del paí
con fondos público o :fi cales . En conclu ión, no exi te
capital estatal.
Igual cosa pasa con el capital privado, en lo que a
su poder industrializador se r efiere. En nuestra tierra
se llaman millonarios o ricos a lo que apenas han
dejado de ser pobres y han conquistado un relativo e
inseguro biene t ar económico. Sin embargo , si sumá-
semo el total de los dineros utilizables que ellos di -
ponen, veríamos que estas cantidades, aun en el caso
que pudieran ser convertibles en divisas , no tendrían
ni una mediocre capacidad industrializadora. no de
nuestros conocidos millonarios es el señor Carlos Diez
de Medina , quien en los últimos años se dedicó a la
con trucción de un Hotel en La Paz; e t e eñor, ant
 422 E. BEL,MO , n ; PADON
JUSTTFICATIVOS DE ' UESTRA REBELION 423

de concluir la citada obra inti6 que us disponibilidadc

capital privado ni para iniciar la industrialización del
e agotaban y qu un peligro de quiebra e le avecinaba. país.
Pero, ¿ e posible que un simple hotel, hubiera hecho AHORA BIE , LOS QUE PREGUNTE SOBRE EL
zozobrar a uno de nue tros má conocidos potentados? SOCIALISMO DEL MY. BELMONTE, DEBE SABER
Es inexplicable! Pero ¿ cómo e que en otra naciones QUE EL JAMAS PROCLAMO UN SOCIALISMO INTER-
sudamericanas, en la A1·gentina por ejemplo, se encuen- ACIONAL, I ACEPTO COMO BUE AS LAS DOCTRINAS
tran a cada paso grandes instalaciones, superiores a la QUE ACIERON E OTROS CLIMAS SOCIALES Y QUE
del señor Medina, y en número considerable, y lo IEGAN EL DERECHO A LA PROPIEDAD PRIVADA.
propio en la mayoría de los otros países vecinos? Lo EL SOCIALISMO BOLIVIA O O DEBE E TRAÑAR
millonarios de esos países son realmente tales, por lo LA MUERTE DEL CAPITAL PRIVADO, SINO QUE SOLO
tanto, capaces de obra de gran envergadura descono- DEBE A fULAR SUS ABUSOS, PONIENDOLO, ADEMAS,
cida para nosotros. Lo nuestros aun no constituyen SIN DESTRUIRLO, AL SERVICIO DE LA COLECTIVIDAD.
la clase capitalista que el país necesita para industria- Como bolivianos debemos proclamar, no aquello que
lizarse. Y i no existe esta clase ¿ cómo es posible que nos alucine, agrade y arrobe, sinó lo que en el terreno
incluso la ataquemos? y si la necesitamos, ¿ cómo es de las realidades posibles, sea conveniente a nuestra
posible que no la incrementemos? Patria y a la felicidad de todos nuestro conciudadano .
Siguiendo con el análisis, veremos que en Bueno Llevando, per onalmente el espíritu militar al campo
Aires, para er llamado millonario, se requiere tener político como oldado, el Mayor Belmonte antepone lo
como mínimo unos 4, 5, 6, 7 o más millones de pesos benéfico para Bolivia, a cualquier doctrina por bella
argentinos, que convertidos a nuestra moneda son que sea. Las doctrinas deben ser utilizadas cuando
alrededor de 30, SO o 60 y más millones de bolivianos. generen bienes; por lo tanto, jamás serán aceptadas
En nuestra tierra no es necesario tener tantos millones, como subyugadoras; pero sí como esclavas al servicio
con 1, 2 o 3 sobra para tener el título de potentado. nacional. El socialismo proclamado en esta obra es
Más aún, ¿ cuántos millonarios hay solamente en Buenos boliviano, y no aquél o aquellos que nacieron al calor
Aires, Y cuántos en Bolivia toda? Aquéllos son incon• de justificativos- extraños a los problemas bolivianos,
tables, Y los nuestros reunidos no llegan a formar el o en otras tierras.
 424 E. DELMO TE PABO J USTIFIGATIVOS DE º UES TRA REBELION 425

NEGAR EL DERECHO DE EXISTE CIA AL CAPI- er privadas. Las que no sean dañada por la lentitud
TAL PRIVADO SIGNIFICARIA RE UNCIAR AL DERECHO administrativa del Estado, pueden ser estatales.
DE PROPIEDAD PRIVADA. EMPERO, COMO ESTA E 5.- Las industrias que no ofrezcan una seguridad ab-
U ANHELO QUE ALIENTA LA ESPONTA EA oluta en pro del buen éxit~ y de la readquisición del
ACCION H MA A, CORRERIAMOS EL PELIGRO DE capital invertido, deben ser privadas . Las que significan
E TRAR E UNA APATIA PARALIZANTE. LOS BIEt ES eguridad para los capitales invertidos, pueden ser
MUEBLES E INMUEBLES, ANSIADOS POR TODOS, estatales.
O SO OTRA COSA Q E U A DE LAS FORMAS 6.- LAS Q E TE GA UNA FUERTE TRASCENDENCIA
EN QUE SE MA !FIESTA EL CAPITAL, Y AQUELLOS ECONOMICA SOBRE TODA LA VIDA DE LA ACIO Y Q E
SO BUSCADOS POR EL SER HUMANO ADEMAS DE REUNA CO IDJCIO ES ESTATALES, DEBERA SER UNI-
S~R INDISPE SABLES A SU BIENESTAR. CAMENTE ESTATALES. Y SI SUS CONDICIONES LAS HA-
BILITA PARA SER PRIVADAS, PODRAN SER TALES ,
¿ Cuál ería el campo indu trial del capital privado y PERO CON UNA VIGOROSA I TERVE. CIO - DEL ESTADO,
cuál el del e ta tal? PARA PONERLAS E PRIMER TERMI O AL SERVICIO DEL
l.- La indu tria que requieren para su buen éxito BIEN PUBLICO Y E SEGUNDO AL DE LOS PROPIETARIOS.
la iniciativa per onal, pueden ser privadas. Las que no Estos dos últimos números 5 y 6 por la gran impor-
requieran é ta, pueden ser estatale . tancia que tienen, merecen ser aclarado .
2.- La indu trias que tengan un mecani mo que El Estado debe marchar, en lo posible, sobre un
ofrezca dificultade al control de la honestidad de su terreno que le ofrezca seguridad, ya que cualquier
empleado , deben ser privadas. La que ofrecen un fácil fracaso de él redundaría inevitablemente en males para
control pueden er estatales. sus habitantes. En el caso de la minería por ejemplo,
3.- La industria que tengan una admini tracióu ocurre que un crecidísimo porcentaje de la persona
complicada, podrán ser privadas. Las de admini tracion y empresas que se dedican a ella fraca an y todo
sencilla e tatale . sabemos que el buen éxito en ella depende en 1~
4.- Las industria que requieran, por su naturaleza mayoría de los casos de la buena o mala fortuna.
medida rápida y que no deban sufrir retardos. pueden También e verdad que tenemos grandes mina como
 426 E. BELMO TE PABO '
la de Patiño, Arama o, Hoch child y otras que tienen
una producción regular y enorme y donde el riesgo de
pérdida por pobreza de las vetas es casi nulo. Pero no
debemos olvidar que ellas corresponden a esos poco
casos afortunados urgidos como excepción de un mar
de ca os fraca ado . Por estas con ideraciones, el E tado
no debe correr el riesgo de éstos últimos, que son los
más, por conqui tar un éxito dudoso y raro que es el
de los primero , má aún si tiene otras fuente de
mayor trascendencia económica no sólo nacional sinó
ha ta mundial, a las que puede d dicar su atención.
Pienso que esta ligera explicación, con premisas que son
del dominio general, es suficiente para convencer a los no
obcecados; y a aquellos que lo on, habrá que pedirle
sigan leyendo con calma, y acaso con mayor atención,
si es que u re istencia se basa en el interés nacional.
Existe la afirmación anterior de que las industrias
que tengan una fuerte trascendencia económica sobre
la vida de la Nación y que reunan condiciones para ser
estatales, deben ser estatales. Antes, es preciso hacer
algunas consideraciones y de ellas se pasará a la ex-
plicación probatoria.
Al decir "vida de la Nación" se implica a la vida de
todos sus habitantes, de todas sus industrias, de todas
s·us manifestaciones de vida y de todas las instituciones
del país: Ejército, Comunicaciones, Industria, etc. Al
J UST I FICATI VOS DE "UESTRA REDELION
427
--------
decir "fuerte trascendencia conómica" no se exagera
ni se comete un pleona mo.
Sigamos aclarando: En la vida de los habitantes se
observan tres n ecesidades imperio as que son : la alimen-
ticia, la v estuaria y la vivienda. Sati fecha e ta tres con
carácter regular, se puede alcanzar un estado superior que
e llama felicidad humana. Para que ésta sea efectiva y
no efímera debe apoyarse en el bienestar material, ya que
en medio de la mi eria, del hambre, de la desnudez, las
alegrías son fugaces y son sólo un remedo de la felicidad .
o es posible disfrutar de verdadera y durable alegría
cuando el hambre y la desnudez son el pan y el abrigo
de los hijos, de la esposa, del hogar. Esta tres nece ida-
de son las ha e obre las que se edifican la belleza o
el dolor del vivir, y no ~ueden ser olvidada en este
acápite si se piensa que la economía política busca el
bienestar material de los habitante de una Nación,
como punto de partida pa-i:3; conquistar la cualidade
superiores del espíritu humano . E difícil que una
planta nos obsequie la alegría que emana de la belleza
y del aroma de sus flores, si crece en tierra árida y
miserable. La humanidad obedece a iguales leyes: alma
sana en cuerpo sano.
Empecemos citando una de las industrias que tiene
fuerte trascendencia económica nacional: LA DE LOS
PETROLEO S.
 428 E. BELMONTE PABO
Todo el proceso de la civiliza ión materiali. ta de hoy
e mueve ha jo el poderío de las maquinarias: las fábrica
má diver a , la producción de vestido , alimento ,
ornamentos mueble , materiales de construcción; la
fabricación de arma municione , etc., etc., tienen por
fuerza motriz el PETROLEO, el carbón o la fuerza hi-
dráulica . Todo los tran porte de materias primas, de
la producción mundial, on efectuado en vehículo
cuya fuerza motriz es generada por uno de esto tre
factore ; la luz del alumbrado , la cocina de gas o
eléctricas, la corriente eléctrica u ada en los hogares,
igualmente on generadas por una de estas maravillas.
Y entre ellas el PETROLEO ocupa el primer puesto
y va día tras día desplazando a las otras dos generadoras
de energía. Es el portador de la victoria en las guerras
y del progreso en la paz.
Para medir u importancia en el progreso mecánico
del mundo obre el cual se apoya el bienestar material
de la humanidad, supongamo que el petróleo, dejara
de existir súbitamente en el mundo. ¿ Qué e lo que
ocurriría? ¿No se produciría una parálisis casi general
en la industria mundial? ¿ y aquélla no tendría una
fuerte y catastrófica consecuencia dentro de la economía?
y en el desastre ¿ no quedaría arrastrada toda la hu·
manidad y en ella el pueblo boliviano? Quien conoce
e to, ¿ podría negar que el petróleo desempeña un rol
J USTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 429
importantísimo como generador del biene tar humano?
Por lo tanto, tiene, pue , e te producto una :FUERTE
TRASCE DE ClA E~ LA VID DE LOS PUEBLOS Y
~ACIONES, y felice aquello que tengan en su terri•
torios tal riqueza.
i bien el petróleo no de aparece tan sorpresivamente
ocurre que , por otra vía e llega a parecidos resultado
dañosos; así por ejemplo, cuando se lo vende a precios
tan altos que encarecen todo los productos en cuya
obtención interviene.
Supongamos que en Sudamérica se elevara el precio
del petróleo y de sus derivados a cuatro veces su valor,
o sea que lo agricultore de América que emplean .
petróleo en u maquinaria motorizada recargarán el
precio de costo de u producto con el aumento que
ufrió el petróleo utilizado en u faenas; los vehículo
en lo que se transporten esto producto agrícola - ,
igualmente elevarán su- fletes , por igual motivo. E ta
elevaciones subirán proporcionalmente el precio de
venta de los producto agrícolas. Tal que un padre d
familia que tenía un presupue to normalizado en u
gastos hogareño , entirá que por la elevación de lo
artículos alimenticio queda desequilibrado Y por e ta
causa empezará a desmoronarse el bienestar y tranquili-
dad hogareño . Igual el vación ufrirán los precio d
las prenda d ve tir, ya que las indu trias textile . de
 430 E. DELMO , TE PASO ,
cueros, calzados, etc., elevarán us precios para reem-
bolsarse la cuadruplicación del precio del petróleo que
consumen. Y así sucesivamente. Por lo tanto, e inne•
gable que la industria petrolífera es de la más grande
trascendencia económica nacional.
Ahora bien, supongamos que el petróleo, en vez de
ubir de precio, bajase considerablement hasta vendér-
elo dentro de la nación al precio de costo. ¿ no redun-
daría, por iguales razones, en el abaratamiento de todo
los artículos , en cuya preparación u obtención se con-
ume petroleo? i Claro que sí !
Empero, si el petróleo perteneciera al capital privado.
considerando la psicología del industrial capitalista,
¿ cuál sería el industrial que renunciando a las utilidades,
venda su petróleo al precio de costo, por el solo, y para
él estúpido, propósito de dar bienc¡tar a un pueblo que
quizá hasta desprecia y pisotea? Eso no hará ninguno.
El precio de venta que ellos fijen estará determinado
no por causas de beneficio social, que ellos siempre
sacrificaron, sinó por las utilidades cuyo único !imitador
es la competencia de productos iguales de otras firmas,
i es que con ellas no han acordado ya un idéntico
precio de venta que no les dañe pero sí les asegure
mayores utilidades.
Pondremos un ejemplo, para mayor claridad: Sigamos
las meditaciones de un industrial petrolero cuyos
J STJF'IC ATIVO S DE NUESTRA REBELION 431
yacimientos se encuentren en las proximidades de Santa
Cruz; si el precio de la gasolina importada, puesta en
Santa Cruz fuese 1.50 Bs. el litro, el industrial propie-
tario de dichas petroleras bolivianas, deseoso de ap o-
derarse d e este mercado, venderá el litro de gasolina
al precio que le dé mayor utilidad, ut ilidad para la
cual vive, trabaja y m edita, y sólo limitada, en este
caso, por el precio de 1.50 Bs. Si vendiese a 1.6~ B .,
nadie le compraría; y si lo hiciese a 1.50 Bs. al público
le sería igual económicamente comprar el suyo o el
importado ; pero i vende en unos cuantos centavos
menos, la plaza será suya. Al precio de 1.45 Bs . prefe-
rirán todos su producto. Ahora bien, ¿cuál será el
precio de costo de la gasolina puesta en Santa Cruz?
Esto para él deberá ser siempre un gran y útil secreto.
Empero, no ·renunciará a las mayores utilidades; y
estemos seguros que es tan pequeño el precio de costo
como grande el de venta.
Si el litro costase sólo 10 centavos y lo vendiese a 15,
los agricultores motorizarían sus faen as obteniendo el
resultado de centuplicar la producción y bajar lo
precios de sus productos, llegando éstos a ser accesibles
a todo los bolsillos y en cantidades suficientes a las
necesidades alimenticias. Pero, el omnipotente, oculto
detrás de los "derechos de concesionario" jamás se some-
terá a efectuar dichas consideraciones y venderá al
 432 E. B ELMO TE PABON
precio que mayore utilidades le ofrezca, o sea egún
el ejemplo propue to, a 1.45 Bs.
Además de las reflexiones anteriores, la industria
petrolera tiene todas las cualidades para ser estatal.
Y, dada la riqueza evidente que tenemos y sus ya
determinados horizontes, reune todas las condicione
para ser fiscal, esta ta].
Es.a sencilla digresión tiene por objeto, aclarar lo
alcances del planteamiento No. 6 y, al mismo tiempo
determinar que su principal aplicación, y acaso única,
recae sobre los petróleos.
LA MISERIA O BIENESTAR DEL PUEBLO BOLIVIANO
ESTA E RELACION DIRECTA Y DEPENDIE TE E
ALTO GRADO DE LA ENAGENACION DE LOS PE-
TROLEOS O DE SU EXPLOTACION FISCAL.
Así como la humanidad se encuentra dividida en do
clases sociales principales: la capitalista y la proletaria,
esta división alcanza también a las naciones. Las una
son burguesas cuando tienen el control de los medio
de producción; las otras son proletarias cuando ólo
pueden ofrecer su trabajo como cosa propia .
Bolivia, pese a las cuantiosas riquezas de su suelo,
por estar éstas enagenadas, y porque los bolivianos sólo
tienen la fuerza de sus músculos que les permite ofrecer
su trabajo, ocurre que es una nación proletaria.
J US TIFI C ATIVO S IH N " ES 'l'RA JI E BELIO •
433
El sistema político qu rige a Bolivia ha hecho de
ella una nación proletaria ; y i e tiene el imperativo
de orear un orden nuevo , un orden revolucionario, un
orden que haga «BOLIVIA PARA LOS BOLIVIANOS• ,
debemos comenzar por destruir el orden antiguo, el orden
de los partidos tradicionales, el orden que entregó Bo-
livia al Imperialismo.
Así como el sistema hurgué para triunfar nece itó des-
truir el sistema feudal nosotros necesitamos atacar y des-
truir los baluartes que ujetan la economía de Bolivia a
un régimen de privilegios y explotación ·que ha conver-
tido la nación en impotente y su pueblo en mendigos.
AL CAPITALISMO INTERNACIONAL MO OPOLISTA
DEBE SUCEDER EL CAPITALISMO ACIONAL, DONDE
LA LIBRE CO CURRE .CIA ESTE PROTEGIDA SOLO
CONTRA LA COMPETE CIA EXTERIOR, Y DONDE EL
CAPITAL ESTE SOMETIDO AL PRINCIPIO SOCIALISTA
DE QUE SU EXISTE CIA SE JUSTIFICA POR EL SER-
VICIO QUE PRESTA AL BIENESTAR DEL PUEBLO.
El sistema político actual genera miseria; el primer
paso hacia el bienestar sólo será posible destruyendo el
orden actual y ubstituyéndolo por otro que confronte
el bienestar social del pueblo y el derecho que Bolivia
tiene a beneficiarse con sus riqueza .
Los males del Imperialismo son diversos y tienen aún
otros aspectos desfavorable como aquél que sufren los
 434 E. BELMO TE PABON
pueblos de alguna naciones proletarias con un malestar
económico más depriment que el de las clases trabaja-
doras de los paí e hurgue e . Para demostrar el a crto
anterior, analicemos dos casos: el del trigo y el de los
metale que se exportan de Sud América a Europa.
Dentro del mecanismo productivo desde su obtención
en tierras de América, hasta u consumo o industriali-
zación en Europa ínter ienen una larga serie de obrero ,
oficinista ,. técnicos, etc. En esta labor humana hay
algunos trabajadores que, estén en Europa o en Sud
América, ofreéen ah olutamente el mismo trabajo; por
ejemplo: los cargadores en los puertos o estacione
ferroviarias de ambos continentes. Sin embargo de la
idéntica clase de trabajo, esto es" cargar y descargar fardo
de los mismos productos", los obreros de Bolivia ganan
por día unos 5 Bs., equivalentes a 10 centavos de dólar,
y los de Europa ganan de 2 a 4 dólares diarios, ( es decir
de 200 a 400 centavos de dolar) o sea de 20 a 4,0 veces
más, y equivalente a más o menos de 100 a 200 Bs.
por día cosa que apenas gana un Ministro de Estado.
Si comparamos a los cargadores del puerto de Bueno
Aires con los de Europa, mientras los de este continente
gozan de relativo bienestar, aquellos apena tienen un
techo bajo el cual dormir.
Lo que se dice con relación a los cargadores es común
para todos los miembros restantes de los sistemas in-
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION
435
dustriales y comerciales del trigo y de los metales, y lo
propio con relación a los demás producto de expor-
tación.
¿ Cuál es el principio que pueda justificar t an grandes
diferencias en el bienestar humano? ¿No deberían ganar
los obreros sudamericanos el doble que los europeos,
ya que los productos - trigo, metales, etc., - por ser
extraídos de tierras de nuestro continente son por
origen de los habitantes de Sud América? ¿ o podemos,
con sobrada razón, afumar que nuestros obreros bo-
livianos pertenecen a una clase sub proletaria, y que
desde nuestros Ministros de Estado, hasta el último
ciudadano por su muy pequeño y dudoso bienestar,
componen, desde un punto de vista económico, un
pueblo de proletarios; es decir: una nación proletari?
LOS MEDIOS PARA INCREMENTAR LA
RIQUEZA GENERAL
¿ Cómo así se puede incrementar el capital estatal
y el privado?
¿ Quizá con la agricultura, acaso con la ganadería,
o tal vez con la manufactura? ¿ o con la minería? Hemo
dicho que necesitamos, a breve plazo, incrementar los
capitales estatal y privado para darles fuerza indus-
trializadora; o sea, · darles en primer término, fuerza
adquisitiva en el exterior, para la compra e importación
 E. DEL fO TE PABO
436
d maquinaria qu implican la instalacione de toda
indu tria. Por lo tanto, ólo disponiendo de divisa
podremos adquirir dichas maquinarias; y sólo dispon-
dr mos de divi a , exportando materias o producto
bolivianos, cuyos equivalentes n moneda extranjera
retornen a Bolivia.
Veamos ahora i con la exportación de producto
agrícola y ganaderos, como es el caso de la rgentina,
podremos incrementar a breve plazo el capital nacional.
En la actualidad la agricultura y ganadería boliviana
son casi inexistentes. Si mal p u eden cubrir algo de
nuestras nece idades alimenticias, ¿ cómo a sí podrán
ten er un r.emanente exportable, capaz de generar
riqueza? Tal es u. inexistencia que la producción de las
patatas, por ejemplo, u producto autóctono, originario
de lo Andes, es tan deficiente que todos los años debemos
importar para cubrir nuestras necesidades; e incluso
en este afán, recurrir a Europa que hace 6 siglos ni
conocía este tubérculo.
in embargo, habrá alguien que aconseje organizar
la industria agraria para incrementar la riqueza nacional.
Pero ¿ cuánto tiempo necesitaremos para coronar con
el triunfo de que ésta sea capaz de constituir la base del
capital nacional? ¿ quizá un año , dos, tres, acaso 5 años?
Aun contando actualmente con el capital, la victoria
ería obtenida, por lo menos , después de 10 años de
437
ya que las obras preparatorias on múltiples y de
lenta ejecución por naturaleza. Habrá, pues, que cons-
truir carreteras, ferrocarriles, no improvisados sinó. que
por su perfección, tengan gran capacidad de transporte
y fl etes reducidos. Habrá que efectuar un largo proce 0
de experimentos agrícolas con miles de semilla • y en
las distintas zonas de nuestro múltiple territorio; habrá
que determinar la riqueza y cualidades de cada. r egión,
con el análisis de sus tierras y determinar mediante la
observación meteorológica sus leyes regulares de tem-
p~ratura humedad, etc., bajo cuyo amp aro se encuentra
parte del éxito agrario; habrá que crear medios de vida
en cada una de estas zonas, instalar todo un gran sistema
de regadíos y comprar las diver as maquinarias nece-
sarias. ¿ Y para todo ello serán suficientes 5 años de
buena voluntad? N o, sensiblemente no. La indus-
trialización agrícola es lucha de tit anes , en la que el
capital podrá abrir las puerta del triunfo; es decir, el
capital que no tenemos aún y que por ironía descamo
en el presente caso crear por medio de la agricultura.
Para que nuestra agricultura llegue a ser una in-
dustria generadora de riqueza, deberá buscar su paralelo
con la Argentina; pero el triunfo de este pueblo es el
fruto de más de un siglo de labor.
Se ve, pues, que la agricultura está muy lejo de
ser la generadora, a breve plazo, del capital que ne-
 438 E. DELMONTE PABON
cesitamo . Con la ganadería pasa otro tanto y, acaso,
ella es má delicada que aquélla; pues, su crecimiento
y multiplicación y experimlentos de aclimatización,
etc., son más lentos , y cuando le ataca una epizootia,
los estragos son peore a un mal año de cosecha, ya
que el daño no e restablece tan pronto, al año siguiente.
como ocurre en la agricultura.
Ahora, pasemo a considerar la industria fabril, como
fuente generadora de capital o riqueza a breve plazo.
Al primer golpe de vista, evidenciaremos la ausencia
de industrias, porque las que existen están en un grado
muy incipiente. Como nues_tro afán es encontrar la forma
de crear el capital nacional, a fin de que con él indus-
trialicemos Bolivia - para que nuestro pueblo goce de
la gran ventaja que ofrece dicha superación económica-,
caemos en el círculo vicioso de la carencia de capital
nacional, porque no tenemos industrias, y no tendremo
industrias mientra no tengamos capital.
Nos resta considerar la minería, industria existente
en gran escala en nuestro territorio, no sólo capaz sinó
generadoTa de grandes riquezas. Pero ¿ cómo así es que,
no obstante de su fama mundial y vieja, y cada vez
renovada, no ha formado el capital naciona que anhe·
losos necesitamos para la creació de nuestras industrias?
¿Dónde, en qué manos se han a umulado sus grande
e innegables beneficios? La respuesta es dolorosa, ello
J US'f TFI CATIVOS DE NUEST RA REBELION 439
se acumularon en el exterior e increm entaron el capital
internacional. Parodiando a alguien podremos decir que
fuimos la vaca lechera que se ordenó desde afuera .
Es decir, es en el ext erior donde se acumularon los
capital es q ue produjo esta grande y única riqueza na-
cional en explotación. Es al capitalismo extranjero a
quien , d entro del campo económico, del que tanto
necesitamos, ha beneficiado y robustecí o.
Este es el resultado funesto que con su, abandono e
indiferencia provocaron todos los partidos político
bolivianos y el sistema político nacional.
Quien conozca el poder internacional político del
capital imperialista sabe que la riqueza minera en actual
explot ación, está casi definitivamente perdida . Mucha,
veces el capitalismo ha comprobado ser más fuerte que
los estados, y si consideramos la debilidad del nuestro,
será prudente tomar medidas de preví ión para evitar
que agrande sus intereses en Bolivia . Ca o contrario, el
incremento de la riqueza nacional será impo ible .
Sin embargo, por hoy, aun contamos con el factor
que, sin correr riesgos, y con resultados cien veces má
poderosos que a minería, puede generar riquezas e -
tatales y privadas, y a breve plazo; es decir, los petróleos.
¿ O es <P.le éstos s ~uirán ca¡nmo de nue tr p rdido
metales? ¿ Es que ello , en vez
vivir bien y ser podero os, serán el cúmpla e de la en-
 440 E. BELMO 1 TE PABO JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 441

•
tencia, de muerte decreta<;la n contra de Bolivia hace limitado , pueden en algunas industria , e pecialmente
un iglo al establecerse el liberali mo conómico dentro nuevas , obtenerse mayores porcentajes; pero cuando
de nuestro país? ¿ es qu,é el petróleo será la nueva vaca tal cosa ocurre, los capitalistas que buscan por ley
a ordeñarse1 dei;de el xterior? Nó, mil veces no! HOM- natural los mayores beneficios o intereses, invaden
BRES, MUJERES DE .MI PATRIA, JOVE ES GENERACIQ. dichas industrias, en las que luchan con el arma del
ES DE ELLA, OS CO J RO POR EL BIE DE VOSOTROS menor precio y mejor calidad, ha ta que encuentran
MISMOS Y DE LA PATRIA. !PASAD DE LA CQNVIC- su límite que es del 6 al 10 por ciento anual.
CION CLARA QUE TENEIS, A LA ACCION VIOLENTA, También se presentan casos de utilidades mavores
ARROLLANTE; A LA ACCIO QUE CASTIGUE Y JAMAS al 10%, como en ]os monopolios que son concedido
PERDO E A LOS TRAIDORES. LA ZAD UN NO! QUE por los Estados sobre alguno artículos, lo que al
CO STITUYA¡ LA MAS PROFUNDA Y ETERNA RE- carecer de competidores, son vendidos a precios las má
VOLUCION OCTRI AL Y QUE SEA EL MANDATO de las veces arbitrarios . Además, ocurre muchas otras ~

TUTELAR SOBRE TODAS LAS RIQUEZAS A ORGA I- que varias firmas industriales productoras de los mismos
ZARSE E BOLIVIA. UN O! QUE SEA DADO POR PO- artículos , a fin de no hacerse una competencia !imitadora
BRES Y RICOS, POR HOMBRES Y MUJERES, POR I- de su utilidades, se ponen de acuerdo y fijan precio
ÑOS Y A CIANOS. NO! QUE EMERJA DE CUARTELES, que les aseguren utilidades muy superiores al 10%-
COLEGI ' S Y TEMPLOS Y RETUMBE E LOS LLANOS, Estos entendimientos no sólo se realizan entre industria
VALLE Y CUMBRES. O! QUE BORRE LA MISERIA establecidas dentro de un mi mo paí , sinó también
DE lÍESTRO S HOGARES Y LA PERPET A DUDA DEL entre las establecidas en diferentes .
PAN DEL MAÑA A. U O! QUE TRIU FE Y SE CO . Ahora bien, existe una industria cuyo porcentaje de
VIERTA Er U A AFIRMACIO utilidades es incalculable, y ella es la petrolífera. E ta
LICIDAD. es la más favorable a nuestro plan de crear capitale
nacionales, como base para la indu trialización general
Cómo así podemos incrementar el capital estatal con del país.
los petróleos? Casi todas las industrias regulares gozan · Muchos de buena íe y otros de muy mala, preguntarán
un 10% de utilidades promediales sobre el total del con qué capitales e iniciaría dicha industria. A lo que la
capital invertido . Con carácter excepcional y por tiempo respuesta no e deja esperar: si un hombre que ademá
 442 E. BEL {O TE !'ABO
4
de ser holgazán no tiene bien inmueble alguno, e
presenta a un Banco, in ninguna garantía a conseguir
un préstamo , 9ebe estar seguro que la institución ban-
caria le negará rotundamente el facilitarle crédito al-
guno, por mucho que ofreciera pagar elevados interc e
y rápida amortización.
Pero si el mi mo holgazán tuviese una propiedad con
la cual garantizar el préstamo que desea conseguir, el
eñor banquero , dudoso de que el prestatario pudiera
cumplir con su obligaciones bancarias y en el temor
de que para hacer efectivo el cobro quizá tenga que
recurrir a un juicio en el que consiga el remate de
la propiedad afianzada dados los riesgos que corre, le
facilitará en préstamo una cantidad muy limitada y
con fuertes intereses.
Ahora bien, i al Banco recurre un industrial, cuya
fábrica prospera regularmente y que tiene gran demanda
de sus artículos que no la puede cubrir por lo pequeñas
que son sus instalaciones, y pide un préstamo para
duplicar la capacidad de su fábrica, el Banco gustoso
se lo facilitará. Si los intereses que le pide el Banco
fueran muy elevados, podrá recurrir a otro, comprobando
luego que entre banqueros se establece una competencia
tanto para prestarle la cantidad que necesita como en
reducirle los interese . Es decir, las instituciones han·
carias, que viven de efectuar pré tamos, así como niegan
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 443
- - - - - - - - · - - - - -- -
conceder créditos a un insolvente, no sólo buscan a lo
de segura solvencia, sinó que hasta se los discuten,
ofreciéndoles créditos a bajos intereses y mejores fa-
cilidades de amortización.
Por Jo tanto, se ve que existen industrias de poca
como de gran solvencia. Una industria cuanto mayor
sea la uti.iidad que ofrece al capital que en ella se invierte,
tanto mayor será su solvencia. Y, por ende, la facilidad
de adquirir préstamos con grandes ventajas de amorti-
zación y a muy bajos intereses. Entre éstas, el petróleo
ocupa el primer lugar.
Es decir, ninguna industria a establecerse en Bolivia,
podría tan fácilmente conseguir empréstitos como la 'I(
petrolífera. Y ninguna como ella, dadas sus gigantescas
e incalculables utilidades, podría amortizarse tan rá-
pidamente. Ninguna como ella podrá a brevísimo plazo
(cinco años) constituír un caudal poderoso creciente
y casi inagotable de capital estatal. Finalmente, ninguna
como ella tiene un mercado tan seguro. Aquí toca,
aunque muy someramente, recordar algunos cálculo
efectuados en años anteriores.
Con nueve millones de pesos argentinos se podría
instalar dos zonas de explotación y tener aún un 30%
de dicha suma para respaldo contra cualquier falla .
Es de advertir que estos cálculos fueron efectuado
con el espíritu más pesimista multiplicando todos lo
 444 E. BELMONTE PABO
factore en contra por 2 o por 3 y dividiendo los favora-
bles aún por má , tal que las conclusione tienen segura
realización.
Estas dos zona de explotación, de acuerdo a lo~
eálculos efectuados contarían con todas la in talacione
más moderna y podero a de perforación de poi s, con
instalacione de gran capacidad de re:q.namiento con
edificio de admini tración, vivienda de obreros, oleo-
ductos de gran capacidad desde los yacimientos ha ta
encontrar la líneas de transport ferroviario, más toda
la instala iones complementarias. Adquirido el em•
préstito y transcurrido un año empezaría a llegar el
material, tal que después de unos tres años máximo,
en total cuatro años, empezaría la producción en gran
escala, debiend~ ~htenerse por las ventas de / un año
Y de un solo yacimiento, pese a que e hubieran alistado
dos, la fantástica suma de 50 millones de pesos argen·
tinos . E decir, a los cinco años de efectuado el em•
préstito, se estaría en la posibilidad de pagarlo y tener
una utilidad de 30 millones de pesos argentino.s, despué
de haber pagado el último centavo gastado. Y desde el
segundo año de producción se obtendría la increible
utilidad de unos 50 millones, sin tomar en cuenta el
segundo yacimiento . Pues, quien conozca lo pequeños
que son los gastos de sostenimiento de la industria
petrolífera, Y sepa lo grandios a que es la riqueza de
JUSTIFICATIVOS DE NUESTR<I. REBELIO 445
nuestros yacimientos, verá que estos cálculos no son
fruto de una fantasía optimista. Los gastos de explo-
tación alcanzarían a unos dos millones de pesos argen-
tinos y el saldo gigantesco de 48 millones convertidos
a nuestra moneda, representaría una cantidad casi igual
a nuestro presupuesto nacional de ingreso ; pero con
una circunstancia favorable : casi el total del presupuesto
nacional se invierte en el pago de la administración
pública, quedando un saldo muy pequeño empleado
en algunas construcciones; no así con el sal do de los
48 millones de pesos argentinos que en su totalidad .
serían utilizables en incrementar la riqueza general '
Por lo tanto, todo el enorme saldo de utilidad pe·
trolífera formaría el capital estatal bu cado, y serviría
1 para industrializar el país e incrementar el capital pri-
vado. Por ejemplo, se- comprarían lo materiales Y
fábricas más necesarias a la indu tria alimenticia, ves·
tuaria y de construcciones, y se las instalaría todo por
cuenta del Estado. Lue o una buena parte de ellas, o
ea por lo meno lar que respon an a -;s conctíciones
que las obligue a ser del capital privado, serían trans·
feridas mediante la venta de acciones al crédito Y al
contado, al capital privado. Por supuesto, este proceder
:ería como una cadena interminable, renovada cada
if-erencia de--qtte ez tonifrc
carit-alisme int naei-onal, crearía el nacional. Y esta
 446 E. DELMONTE PADO
vaca lechera qu Bolivia n ería má ordeñada de de
el ranjero.
Ahora bien todo lo afirmado líneas arriba fi raen
las ciencias económicas, cuyos principios h n sido usados
en forma s ncilla para que adoctrinen y sean compren-
didos a través de ejemplos amoldados al ca o boliviano.
Sin embargo, no sería nada raro que los agente al
servicio del Imperialismo acechante de toda nuestr
riqueza y en e pecial de la petrolera, ataquen es
cálculos acusándolos de ingenuo , con el único propósito
de distraer y paralogizar la atención del puebl . Este
método es muy conocido y lo prueba la oampaña
de encadenada en contra de las entidade fiscal.es
petrolíferas, desprestigiándolas como ine¡>{as e w-
capaces . Esta propaganda de desprestigio o debe ser
aceptada por ningún boliviano auténticamente patriota.
Los cálculos anteriores no son fruto del -~ ago de sala•
rio de traición, ni la venta de conocimientos a lo
enemigos del país, sinó el resultado de cuidadosos estu·
dios, análisis y deducciones hechas desJe el único punto
de viJta que puede orientar la verdad: el patriotismo.
JlJSTlFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 447
LAS FABRICAS Y SU UBICACIO
Se observa que una gran parte de nuestra incipiente
industria fabril se va acumulando en contadas ciudades
andinas. Si bien se tiene la ventaja que los productos
elaborados son distribuídos en los centros inmediatos
donde más se los consume, es necesario considerar i
existen desventajas en la ubicación de las fábricas.
En la región andina, el costo de vida es muy elevado
cuando se lo compara con el del oriente boliviano a
raíz de la fecundidad agropecuaria y lo campos ili-
mitados de ésta y la aridez y pocas superficies cultiva-
bles de las montañas.
Los obreros como elementos indispen ables a toda
industria, en las montañas necesitarán altos salarios
para atender sus necesidades y no así los que trabajan
en las regiones de tierras genero as.
La diferencia de alario tiene una gran significación
en el precio de costo de los productos fabricados, muy
especialmente cuando se los exporta, ya que entran en
mercados donde no cuentan con el prot ccionismo que
a sus producto nacionales todo país da.
Además, las materia primas de origen vegetal o
animal se encuentran o encontrarán en primer término
en regiones de mayor riqueza agrop?cuaria, o sea en lo
llano del oriente. Ubicar la fábr· as en ella , será tanto
-5"
 448 E. DELMO TE PABO
como traer los hornos de fundición de staño a las puerta
de los ocavones de las minas de donde extraemos
este metal; pues se evitaría pagar el transporte del
• M
impurezas que recargan enormemente el precio de costo
Finalmente, para la ciudad de La Paz, la acumulació~
de indu trias en ella le es un grave peligro. Al tener la
fábricas un innegable valor militar, en caso de conflicto
armado sería inútil declararla ciudad abierta. La aviación
enemiga con sus bombas de demolición e incendiaria.
daría no ólo fin con las fábricas sinó con toda la ciudad
dada la construcción de sus edificios tan favorables a 1:
destrucción y a la llamas.
Por lo tanto, no sólo por razones de carácter eco-
nó_mico, sinó también por las de seguridad, es imperioso
evitar una excesiva acumulación de fábricas en ciudades
próximas a las fronteras vecinas.
SISTEMA IMPOSITIVO
Volvemos a repe t"ir que uno de los principales .fines
de la a_socia~ión humana en naciones fué el conquistar
un _meJor bienestar material y conservar el que ya
tuvieran. Por lo tanto , t o d o I o que contravenga a este
fin es un error que en propio daño cometen los pueblos,
o un abuso de las autoridades instituídas por ellos.
. Dentro de este error o abu o se encuentran muchos
impuesto y especialmente lo derechos aduaneros que
JUSTIFICATIVOS DE NUES'l'RA REBELION 449
pagan los artículos de primera necesidad que por no
producir nuestro suelo o producirlos en menor cantidad
al consumo nacional, se importan.
Supongamos que Bolivia no produzca nada de harina
ni tejido para vestuario, y que ambo , harina y tejidos,
se importen. Siendo aquélla y esto indispensables al
biene tar material alimenticio y ve tuario del pueblo,
el Estado , cumpliendo con una de las finalidades de su
existencia, debe procurar que dicho bienes, harina y
tejido , se vendan a los precio má baratos, para que
estén al alcance de todos los bolsillos y en las cantidades
necesarias al bienestar material. Empero, i el Estado
poseído de un errado afán de cobrar los mayore derechos
aduaneros a cuanto producto se traiga del exterior,
impone fuertes derechos de importación a la harina
y tejidos de nuestro ejemplo, encarecerá e tos bienes en
forma proporcional a los gravámene que sufrieran en
las aduanas, imponiendo que lo bogare más pobre.
no disfruten de ellos, o los gocen en una cantidad menor
a la necesaria al mínimo de bienestar.
Los derechos de aduana que pagan los artículos
importados ºt ienen por finalidad o proteger los pro-
ducto similares nacionales contra la competencia ex-
tranjera, o creal" recursos económicos destinados a
robustecer el erario nacional. Pero sí, ninguno de estos
dos justificativos, ni el de proteccionismo a la propia
 450 E. BELMONTE PABON
producción, ni el enriquecimiento del erario nacional
on suficientemente fuertes, como para justificar el que
e dañe el bienestar material del pueblo.
Otro ejemplo: En Bolivia no tenemos ninguna fábrica
de camiones a la cual debieramos proteger, pero sí
tenemos una gran necesidad de ellos, dados los pocos
ferrocarriles con que contamos para los transporte .
Sin embargo, los camiones están sometidos a impuestos
de importación como si fueran prendas de lujo . El resul-
tado es que, habiéndose elevado el precio de compra del
camión a través de los impuestos de importación, se
obliga al propietario del vehículo a elevar los fletes de
las cosas que transporte, como por ejemplo patatas u
otros alimentos, los que a su vez uben de precio, y
quien paga es natlll'almente el po re pueblo.
El fin princpal que actualmente se busca en Bolivia
con los gravámene aduaneros a la importación, no
es proteger. a las industrias nacionales, porque si a í
fuera no se las cargaría con impuestos tan fuertes que la
hacen morir al nacer. Por lo tanto, el objeto principal de
dichos derechos aduaneros e -#oveer de recursos al
paupérrimo erario nacional. Empero, la pobreza estatal
es consecuencia de la política liberal económica que
permite la capitalización n el exterior d las en_or;me
utilidades de la explotación e nuestras riquezas terri-
toriales. Si aquéllas hubiesen qi'tedado dentro del país,
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 451
oy formarían, invertí as en una poderosa y múltiple
industria boliviana, la has-e de nuestw erario nacional.
Si-n-emhai;g s_a g.e.;.Íi el Estado explotase
por propia cuenta algún producto, como el petróleo por
ejemplo, tendríamos que sus gigantescas utilidades for-
marían la base de la riqueza e.statal; y no sería necesario
apretar más el cinturón sobre el ya muy vacío estómago
del pueblo mediante impuestos indirectos que dañan la
economía doméstica, o directos que impiden el acre-
centamiento de la riqueza privada, como ocurre en
Bolivia y en los países en los que el pueblo y el Estado
son i g u a l m e n t e ~ indigentes.
Lo·s impuestos directos deben gravitar sobre una parte
de las utilidades de la propiedad privada y del capital en
tal forma que aquélla y éste no se debiliten, sinó que por el
contrario, por lo menos _se conserven, y si posible crezcan.
NORMALMENTE LA APLICACION DE LOS IMPUESTOS
INDIRECTOS DEBE EMPEZAR RECIE CUAr DO EL
BIENESTAR GE ERAL DEL PUEBLO ESTE POR E CIMA
DEL STANDARD MI IMO DE VIDA. ES DECIR, NO
DEBE- CAER SOBRE LO INDISPE SA.BLE AL BIENES·
TAR MATERIAL DEL - I DIVIDUO, SlJ.'fO SOBRE LO
SUPERFLUO.
A nuestro juicio, standard mínimo de vida es aquél
que permite una normal conservación y multiplica~ión
de la especie humana, sin menoscabo de su salud DI de
sus cualidades superiores .
 452 E. BELMONTE PABON
PARADOJAS ECONOMICAS
Efectos de la desvalorización de nuestra moneda.
400 millones de deuda
Hacia el año 1930 el peso boliviano de l00
centavos
era equivalente más o menos , a 18 peni ques; h oy
d espués de la Guerra Chaqueña tiene la fue
. . . , rza ad'.
qumt1va de sólo 2 peniques Esta desvalo . . ,
· nzac1on se
debe a que el instituto emisor de billetes, el Banco
Central, echó a la circulación, a raíz de las necesidades
fiscales de la c~tada guerra, tal cantidad de billetes papel
que se produJo una gigantesca inflación. Es decir si
a~tes de la contienda chaqueña se tenía 40 millones, de
billetes emitidos, después de ella se tuvo más o menos
400 millones.
A raíz de esta inflación, el Estado debe al Banco
Central cerca de la misma cantidad de 400 ill d emisor para presentar al Estado como u deudor de los
b 1· · m ones e
o ivianos, emitidos por dicha institución para dárselos
al Estado.
Ahor~_bien, si nos .fijamos con cuidado, llegaremos a la
c_on_clus10n de que no fué el Banco quien prestó al Estado
smo que fué el pueblo poseedor de los 40 ill , todas sus autoridades, el ejemplo presentado, no es una
desvalorizados ·o sea de a 18 . m ones aun no
' peniques por Bs., quien dió
ese trih uto a la defensa nacional.
Pues si el ciudad X Los directores del Banco Central que presentaron
' ano era poseedor de 20.000 Bs,,
éstos eran equivalentes, al camb1'0 de
18 peniques,
JUSTIFICATIVOS DE NUESTBA REBELION 453
a 360.000 peniques. El valor de estos mismos 20.000 Bs.
después de la guerra, al cambio de 2 peniques, es de solo
40.000 peniques, o sea que el poseedor de los 20.000 Bs.
habrá perdido 320.000 peniques. Por lo tanto, al
efectuarse la inflación quien dió su tributo fué Juan
Pueblo a la Nación y no el Banco emisor al Estado.
Sin embargo, tenemos que el Estado es ahora deudor
del Banco y para cumplir con dicha obligación deberá
caer con impuestos sobre el pueblo, quien sufrirá una
nueva disminución de su fortuna. Esto nos dice muy
claramente, que el ya desvalijado poseedor de los
20 millones de Bs. de nuestro ejemplo, sufrirá en nombre
de las leyes económicas que nos rigen, un nuevo asalto.
Debe ser sorprendente el equilibrio de sofismas eco-
nómicos y malabarismos numéricos que hace el Banco
400 millones de Bs. emitido .
Seguramente que invocando la sapiencia de los gran-
des economistas liberales, con citas traídas por los cabe-
llos, se pretenderá justificar tal actitud. Pero, pese a
teoría sinó un hecho sufrido por cada uno de los posee-
dores de algunas economías o dineros .
al Estado como deudor: - o tuvieron miedo a dicha
institución bancari~ o carecieron de sentido común
 454 E. DELMONT E l'ADON
para aceptar como justo algo que a todas luces e veía
absurdo . ¿ O tal vez estarían intere ado personalmente
en que tal contrasentido pa e comó un hecho legal? E
verdad que al amparo de las leyes inspiradas en el
liberalismo económico, el atropello y el a alto a los
bienes de la colectividad, es un hecho brutal conferido
como derecho a las minorías adineradas dominantes.
El salario de los obreros mineros
Antes de la Guerra chaqueña en los distritos minero.
el jornal de un barretero o perforista era de unos 10 Es.
o sean 18.0 peniques al cambio de 18 peniques . Pasada
la guerra el malabarismo económico liberal puso un
nuevo huevo de oro para el capitalismo internacional,
pese al régimen pseudo-socialista que rigió en la post-
guerra. Pues, actualmente, cada barretero o perforista
gana 30 Bs. por jornal, que al cambio de 2 peniques por
Bs. corresponden 60 peniques, en vez de los 180 de antes.
Mientras se proclamaba desde el Gobierno el triunfo
del socialismo, el gran capitalismo, antagónico a toda
justicia social,,seguía sus avances de opresión económica.
LA ECONOMIA EN NUESTRA HISTORIA
E_s una verdad innegable el gran rol que la Economía
ha jugado en la Historia de nuestras relaciones con los
paísee vecinos. La guerra del 79 tvvo por causa única
.,
JUSTIFICATIVOS DE NUEST R A REBELION 455
y manifiesta la riqueza salitrera y guanífera del litoral;
la pérdida del Acre fué una consecuencia de los intereses
económicos de la goma; finalmente, aunque con hábil
encubrimiento, en la guerra chaqueña, además de la
causa aparente territorial, exi tió la oculta del petróleo .
Y así como en el campo internacional sentimos la
marcha triunfal del imperialismo que nos arrebata
tierras, en el interno lo vemos en absoluta y señorial
posesión de nuestras principales riquezas explotables.
Negar esta realidad histórica y despreocuparse de
evitar sus efectos, ha sido el dogma político que ha
regido a Bolivia desde su independencia de España.
Así como al dominio político de] peninsular sucedió el
del criollo, al absorcionismo colonial siguió el del capi-
talismo internacional; en el escenario político sólo se
vió un cambio de hombres y de explotadores; mientras
tanto, los principios económicos y sociales se man-
tuvieron los mi mos. Las riquezas territoriales y su
beneficios siguieron siendo de extraños; socialmente el
pueblo continuó el camino del coloniaje; el indio quedó
como pongo y el mestizo como mi ero proletario. Sólo
el de piel blanca dió un salto grotesco al escenario
directivo y se hizo oligarca . Sin embargo, tanto éste
como indígenas y mestizos continuaron debatiéndose
en invariable malestar social. El malestar socia] es el
factor más poderosamente determinante ·de la decaden-
 456 E. DEL:1<O 1 TE PABON
cia moral, civica y privada de los c'udadanos bolivianos.
decadencia con la cual se sigue a n hoy e cribiendo las
páginas de la Historia naciona /
Para variar el cur o de la Historia boliviana, e
necesario librarse de la influencia ·del capitalismo inter-
nacional. Empero, e ta libe ación no será conqui tada
mediante la expul ión de las firmas imperialistas que
tienen intereses en Bolivia, ni negándose a cumplir
con las obligaciones que tenemos con él a través de
la deuda externa.
La obligacione qu{ Bolivia ha contraído con el
Imperialismo capitali ta on inexcusables. Una acción
de negarlas o no réspetarlas, sería para que Bolivia
sufra primero, una -iintervención y luego sea definitiva-
mente sometida; e te no , ería el primer ca o que e
registre en la Hi toria de los pueblos poco previ ores.
pues ella está llena de semejantes hechos.
Tenemo , pu.e , por propia seguridad nacional, la
obligación de ie petar lo intereses que tiene el gran
capitalismo s bre nue tros metales, y la de cumplir
nuestras obli aciones de la deuda externa.
Felizment , sólo son do los factores económico en
contra de Jolivia, sobre los que el capitalismo inter·
nacional a,étúa . Uno está formado por la gran parte de
nuestra ri{¡ueza metalífera en explotación; el otro factor
está co stituído por la deuda externa.
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 4S7
El primero puede con el tiempo desaparecer, si se
tiene el cuidado de que el capitalismo internacional no
adquiera mayores derechos ni sobre la riqueza minera
ni sobre otra alguna, y sólo goce de los intereses que
actualmente tiene en disfrute hasta que ellos se agoten.
El segundo factor , el de la deuda externa puede des-
aparecer sólo con el pago de la misma, pero sí para ello
se deberá contar con la explotación fiscal de los petróleos
fuera de otros recursos de menor cuantía.
Este planteamiento aparentemente favorable al im-
perialismo, es muy posible que desagrade a muchos
amigos políticos, empero me es preferible contar hasta
con su enemistad antes que aconsejar algo que con abso-
luta seguridad haga de Bolivia, a corto plazo, una colonia
definitiva y de sus ciudadanos esclavo para iempre.
Cumplidos aquellos dos factore , se podrá decir que
Bolivia pasará a vivir una fase de libertad efectiva y
de fecundo nacionalismo, en la que la economía esté
al servicio de nuestro pueblo y de su historia. sí
la rebelión libertaria del yugo penin ular, que no tuvo
por finalidad un mero cambio de jerarc~s español~s ~on
verdugos nacido en tierras de América, habra ido
recién realizada. La acción emancipatoria ha sido
defraudada y es imperioso proseguir avanzando hacia la
conquista del principio social económico de que lasriqu~~as
bolivianas sean explotadas en beneficio de la nac1on.
 458 E. BEL 10 1 TE PABON
-------
FANTASIA DE LA BALANZA COMERCIAL
Nuestro grandes economistas, aquellos que componen
la Ro ca, o en otros términos más claros, los agentes del
lmperiali mo Internacional económico, nos presentan
los saldos positivos de la Balanza Comercial como el
indice de nuestro inmejorable bienestar económico.
Así por ejemplo, según ellos el A O 1918 ES U O DE
LOS MEJORES, porque en él las exportaciones llegaron
a más de 182 millones de Bs. (de 18 peniques) y la
importaciones sólo a menos de 35 millones, dando el
gigantesco saldo positivo de 147 millones.
Estos 147 millones habrían sido realmente un saldo
positivo tonificante a la nación, si ellos hubiesen quedado
en Bolivia, sea en poder del Estado o aumentando la
riqueza privada. El capital nacional habría crecido en
esa suma equivalente más o menos a 30 millones de
dólares. Esta equivalencia no sólo se la hace por mera
comparación, sinó porque el saldo positivo es en divisas.
Suponiendo que esta suma se la hubiese invertido en
líneas férreas, y tomando como tipo de comparación el
costo de menos de 15 millones de Bs . del F.C. Viacha
Oruro de 202 Km. de extensión, habríamos tenido con
los 147 millones lo suficiente para construir una línea 10
veces más larga que la distancia Viacha Oruro, o sea
para cerca de 2.000 Km. de líneas férreas.
JUSTIFICATIVOS DE UESTRA REBELION 459
Trasladando al terreno plano como el de Oruro·
Viacha, habríamos tenido para las siguientes línea
férreas: Santa Cruz-Corumhá, Santa Cruz-Y acuiba y
Santa Cruz-Trinidad, que hacen una distancia menor a
los 2.000 Km . ; ESTE HABRIA SIDO EL GIGA TESCO
RESULTADO SI ESOS 147.000.000 DE BS. DE AC ERDO
A LA DOCTRI A ACIO ALISTA PROCLAMADA E ESTA
OBRA O H BIESE FUGADO, ¿SI SE OBTIENE ESTE
RESULTADO CON EL SALDO POSITIVO DE SOLO AÑO,
CUAL HABRIA SIDO EL ESTADO DEL PROGRESO BO·
LIVIANO, SI EN VEZ DE UN AÑO HUBIESEMOS OBSER-
VADO PERMA ENTEME TE UNA POLITICA ECONOMICA
IGUAL?.
Bien visto ¿es que el capitalismo internacional ha
prestado alguna utilidad a Bolivia al llevarse, año tras
año , los beneficios de la Balanza Comercial?. _¿Y el
sistema· político que tal cosa permite, puede ser calificado
de acertado? ¿Puede contar con algo a su favor que
aún justifique su impávida existencia? lE QUE SE
APOYA ESTE FUNESTO SISTEMA, SI NO ES E EL ADOR-
MECIMIENTO CIYICO DE MUCHOS, E '.LA CRIMINAL COM-
PLICIDAD DE UNOS POCOS y EN LA IG ORA CIA DE LOS
MAS?
Siguiendo con nuestras reflexiones númericas, tenemos
qu e en el periodo de sólo diez años, de 1910 a ~920, los
. . , que fuaaron de Bolivia asc1enden a
sald os pos1t1vos b
 E. B E LMON T E PABON J US TIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 461
460

776 millon de Bs. (de 18 peniques), los que a través En el tot al de las inversiones en lo F errocarriles
de 20 año , o sea hasta 1940, puestos al interés mínimo señalados, habríamos gastado apenas 1.013 millones de
de sólo el 5 % anual, se habrían duplicado. E s decir, se Bs. quedá ndo un aldo a favor de cerca 500 millones de
habrían convertido por lo menos , en 1.532 millone Bs. utilizable en pro del silencio de los lectore pe imista
equivalentes a más de 300 millones de dólar-es y sufi.
' y de nuestro enemigos rosqueros.
cientes para construir las iguiente. líneas férreas: - Este habría ido el r esultado, que tiene la apariencia
de fantasías de un visionario con sólo cumplir durante
Cochabamba-Chapare ... 104 millones; de 410 Km 10 años, el principio económico cuyo u so n adie pu ede
Chapare-Santa Cruz .... 60 404 en justicia prohibirno : - LAS RIQUEZAS DE BOLIVIA
" " "
Chapare-Trinidad .... . .. 60 404 DEBEN SER PARA LOS BOLIVIA OS.
" "
Trinidad-Riberalta ..... 90 606 En un iglo de vida republicana, las líneas férrea
" " "
Villazón-Tarij a-Villa- construidas en t erritorio boliviano apenas alcanzan a
montes .............. 208 ,, 820 2.251 kilómetro con un costo de meno de 255 millone
"
Sucre-Charagua ......... 208 820 de Bs. y agregándose que la mayoría, por pertenecer
" " "
La Paz-Sorata-Pelechuco 208 820 al capital internacional, s on ajenas. Y si algunas son de
Santa Cruz-Corumbá ...
" " "
45 606 ,. propiedad fiscal, e puede afirmar que ellas son el precio
" "
Santa Cruz-Y acuiba . . . . 45 ,, 6.06 del endeudamiento naciona~ .
Santa Cruz-Trinidad ....
" "
45 606 Haciendo una comparación tendríamos: -
" " "
10 año habrían dado 6 .102 Km. de líneas férrea
Totales ... . ...... 1.073 millone 6.102 Km.
nacionale , propia , sin deudas; y un saldo de 500 mi-
Estos ligeros cálculos están hecho obre la ha e com· llones de Bs.- Un siglo nos dió 2.251 Km. ajeno y con
parativa de los ferrocarrile s Oruro-Viacha y Oruro• deudas.
Cochabamba. El primero tiene una extensión de 202 Km. E sorprendente ver como los gobierno pasados, a la
a través de territorio plano y costó 15.000.000 de Bs. par que contemplaban y ponderaban las favorables
El segun.do, de 205 kilómetros, territorio accidentado y balanzas comerciales de Bolivia, contraían fuertes
descendente y que costó 52 millones de Bs. deudas con el exterior para atender las reducidas
 462 E. BELMO 1 TE PAllON
nece idades nacionales. Y aún es mucho má alarmante
e incomprensible el verlos entregando, una tras de otra,
sin excepción alguna las riqueza nacionales al lmpe•
rialismo, in sacar ninguna consecuencia rectificatoria de
la política económica, ante el enriquecimiento del
capital extranjero a base de la pobreza del país y de sus
habitantes.
Es incomprensible saber que Saavedra, - el mago de
nue tra política, apurado por conseguir un empréstito
leonino y al mismo tiempo, sin fijarse en lo que a travé
de los metales se perdía con la propiedad del capitali mo
internacional-, entregó la riqueza petrolífera para que
siga un camino igualmente contrario al poder económico
de la nación y al bienestar social de su pueblo, pese a
los presagios del patriota Ahel lturralde.
Los resultados económicos de los diez años, sobre los
que hemos hecho reflexiones, pertenecen especialmente
a la exportación áe nuestra enajenada riqueza minera.
Las minas en, poder de firmas extranjeras semejan
pequeños insectos caídos en la gigantesca telaraña
mundial de los intereses del capitalismo internacional,
el que casi siempre es más fuerte que los estados .
A proseguir con esta política de obsequiar nuestras
riquezas, como lo hiciéramos con los metales, Bolivia
seguirá el camino que hace un siglo recorre: EL DE S
SEGURA CONSUNCIO .
JUSTIFICATlVOS DE "iUESTRA REBELIOl'i 463
Por lo pronto, la única ri eza aprovechable de in-
mediato es la petrolífera. Lo beneficios que ella puede
dar a Bolivia son mucho mayores que los de la perdida
minería. Todo latido patriótico, para ser sincero y bien
orientado, debe traducir'se en primer término en la
exigencia impositiva de que los petróleos no sean cedidos
en ningún caso al capital internacional, y sirvan para
crear, lo antes posible, la riqueza nacional; más aún,
igual camino de nacionalismo económico deben seguir
todas las riquezas aun no enajenadas.
NUESTRA AGRICULTURA Y SU FUTURO
1.- Agricultura empírica, extensiva e intensiva. Es ne-
cesari<\,. una exposición semididáctica, dando las más
simples definiciones de agricultura, a fin de que se
comprenda mejor lo imperioso a efectuarse en Bolivia,
y cuáles son las posibilidades con las que contamos.
Agricultura empírica, es la que realizan nuestros indí-
genas agricultores, sin el empleo de máquinas ni abonos,
y sin con iderar la composición de la tierras, lo grados
de humedad, temperatura, etc., y a la cual se aferran
los propietarios de haciendas. Es decir, sin emplear ni
la fuerza de los motores ni maquinarias que a igual
esfuerzo humano cultive mayores superficie ; ni el uso
de abonos, ni métodos científicos que a iguales uper-
ficies cultivadas se obtenga mayor producción y que
 464 E. BELMO TE PABÓ
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION
465

permita todo los año hacer uso de todo lo territorios

Es preciso considerar que la agricultura extensiva o
cultivable , en vez de dejarlos en repo o para que por
motorizada requiere que la configuración topográfica
la acción del tiempo e abonen.
ofrezca territorios planos o con declives que no impo-
Agricultura extensiva, es aquella que motoriza las
sibiliten el uso de la maquinaria agrícola; y que estas
labores agraria y emplea máquina en casi todas las
superficies no sean tan pequeñas y aisladas, porque el
faenas de preparación de campo iembra, deshierbe,
uso de maquinarias no daría un favorable resultado
cosecha, graneo, etc. La agricultura motorizada tiene
económico, como ocurriría en el caso que tuviésemos
la gran ventaja de economizar las fuerzas humanas,
toda una colección de ellas para cultivar con su ayuda
pues, con la ayuda de ella, a igual número de hombres
apenas unas pocas hectáreas por año. Por lo tanto, los
y días de trabajo, se obtiene mayor cantidad de hectá-
territorio a cultivarse con máquinas, deben ser extensos
reas cultivada .
como son los que ofrece el oriente boliviano y, en menor
Agricultura intensiva, es aquella que usa toda clase
grado, el altiplano.
de abonos y métodos científicos para que por la acción
En cuanto a los valles, no todos ellos son tan grandes
de ellos, se multiplique la producción por hectárea
o llanos, tal que un estudio previo diría cuáles deberían
cultivada.
ser motorizados. Finalmente, tenemos 1a región acciden-
2. - Características geográficas de Bolivia. Considerando
tada de las montañas donde no e conveniente el empleo
las características geográficas para los cultivos ex-
de la motorización, porque no ofrece superficies planas
tensivos, podemos dividir el territorio boliviano en
extensas o porque su territorios, por su declive, impo-
cuatro zonas, que por orden de importancia erían: la
sibilitan la motorización, salvo en contadas labores.
primera, muy extensa, la de las planicies tropicales y
Para l a agricultura intensiva, dividiremos el territorio
tórridas, comprendidas entre la cordillera de los Andes
boliviano también en las misma cuatro zonas, y ve-
y las fronteras con el Paraguay y el Brasil, y que
remos, que la que menos abonos necesita es la de los
abarca las tres quintas parte de nuestro territorio; en
llanos del oriente, por ser de tierra vírgenes y fecundas;
segundo lugar, la meseta altiplániea; en tercero, los
luego tenemos la meseta altiplánica que es árida por
amplios valles; y finalmente, en cuarto, la región acci-
su clima, y por haber sido explotada desde hace siglos,
dentada de las montañas.
tal que es la que necesita má abonos; la de los valles
 466 E. BELMO TE PABON
---
y la de las montañas tienen zona que a veces requieren
mucho abono como otras poco. Pero sí todas necesitan
que sus tierras sean analizadas para determinar en qué
productos son más aptas. La irrigación, fundamental
en la agricultura en general, es necesaria en las cuatro
zonas en que hemos dividido el territorio nacional.
3.- Infiuencia de los petróleos y otros combustibles.
El precio de los combustibles a emplearse en la motori-
zación agraria, juega un rol preponderante, pues si éste
es muy alto, puede llegar a anular el resultado econó-
mico que con la motorización se busca, ya que afectará
al precio de costo de los productos vegetales que se
o_btengan con su ayuda. Esto ocurriría, por ejemplo
s1 las fuentes petrolíferas estuviesen_ muy alejadas de
las zonas agrarias, o el transporte del combustible a
ellas fuera muy caro. Y especialmente , si este pro-
ducto tan importante, se encontr~ n manos cie
st
indu ~iales 4nesm:u o i.OS que cobren por él precios
)11:!Utarws. 0 ocurre na a de esto en el caso boliviano
que tiene sus fuentes petrolíferas en gran parte dentro
de _la zona principal de los llanos del oriente o que
coli nd an con él. Por lo tanto, los precios de venta del
petróleo y sus derivados (parafina, Nafta, aceites lubri-
cantes, asfaltos , gasoli na, k erosene, etc.) no serían afec-
tados por los transportes, ya que están a la mano del
JUSTIFICATIVOS DE UESTRA REBELION
467
lugar en que se los necesita. Además, si se conservan como
fiscales, siendo interés del Estado fomentar la industria
agraria, los carburantes se venderían a precio de costo.
Pocas tierras como el oriente boliviano son tan privi-
legiadas para la industria agraria: incomparablemente
fecundas, ofrecen su conformación plana apropiada
para la motorización; enormemente grandes, se prestan
para una obra de magnas proyecciones sociales y nacio-
nales; y finalmente con extensos y excepcionalmente
ricos yacimientos petrolíferos que empiezan en la fron-
tera argentina hacia Bermejo, Villa Montes, siguen al
norte hasta la ciudad de Santa Cruz, luego cambian su
curso hacia el N.N.O. hasta encontrar la frontera con
el Perú, en cuya proximidad, como prueba irrefutable
de su existencia tenemos el río llamado Kerosen.
EL FUTURO AGRARIO BOLIVIA O DEL ORIENTE ES
GRANDIOSO, Y ES PRECISO TENER EL CUIDADO DE
QUE SUS UBERRIMOS CAMPOS :r SEAN UTILIZADOS,
COMO LAS OTRAS RIQUEZAS DEL SUELO ATRIO, PARA
ESCLAVJZAR AL PUEBLO BOLIVIA O Y DEfüLI'F-AR MAS- .
ESTRA PATRIA.
Más aún, a medida que la ciencia progresa, se per-
feccionan los motores que emplean carbón o madera en
vez de gasolina, y nuestro oriente, prodigioso en todo,
también ofrece sus gigantescos bosques. Es decir, nada le
falta, todo está ahí, esperando tan sólo la acción humana.
 468 E. BELMO TE PABON
- 1
4. Centros de producción y consumo.
Desde un punto de vista agrario, se llama centro de
.
consumo a las regiones que más productos vegetales
consumen y que corresponde a las más pobladas de un
país, como la comprendida por La Paz, Oruro, Cocha-
- bamba y Potosí en el caso nuestro. Y son centros de
producción los q~e más producto agrícolas producen,
como es Cochabamba para Bolivia, pe e a que no puede
cubrir con su productos el consumo nacional.
En Bolivia, se observan dos zonas principales, una su-
mamente poblada y árida y con pequeña producción
agraria y que es la del Kollado ; y otra poco poblada,
sumamente fecunda y extensa que es la de los llanos,
aunque, sensiblemente, aun no cultivada. Por lo tanto,
el centro de CO :r smm por su densa población es el
Kollado, y el centro "ATURAL de producción está en
el oriente. E verdad que una anormalidad económica
ha permitido que la segunda, pese a su s inigualables
cualidades no se hay a puesto todavía en evidencia
activa, radicando la causa principal de tal hecho en la
desidia de los gobernantes y en la falta de carrete11as
que vinculen ambos centros. En el capítulo E.P.C.A.
se señala la forma de conseguir la construcción de dichas
carreteras.
J USTIF ICATIVOS DE NUESTRA REBELION 469
5.- R eflexiones sobre la economía de fuer zas humanas y la
, ]Íiultiplicación de su rendimiento por la motorización.
~
. SeJ;1tando p~emisas para sacar conclusiones tendremo&:
1.- Si la población total de Boli'Via alcanza por lo
menos a 3.500.000 y de ella, por lo menos el 50% es
indígena campesina agrícola, tendremos que cerca de
1.750.000 son los dedicad-os a las labores agrarias.
. 2.- Si el promedio de la longevidad de los nativos es
de 60 años, de los cuales trabajan 30 años, entre los
't
18 y 48 de edad, tendremos, más o menos, 875.000
agricultores activos de ambos sexos .
3.- Si más o menos la mitad de estos 875.000 trabajan
en regiones motorizables como el Altiplano y el Oriente,
su,pongamos que son 450.000 los que podemos tomar en
nuestros cálculos de economía de fuerzas.
4.- Si un H.P. (caballo vapor) desarrolla la fuerza
de 4, 5 hombres y disponemos de 2.000 tractore de
a 50 HP y cada uno es servido por 5 hombres, tendremos
una energía igual a la de 450.000 agricultores, producida
sólo por 10.000 hombres.
5.- O sea que 10.000 agricultores provistos de 2.000
tractores de 50 HP cada uno, harán el trabajo de
4,50.000. Por lo tanto habremos he.cho una economía
de 440.000 agricultores que luego, sin perjuicio de la
 J U STIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 471
4.70 E. BEL MONTE PABON - - - - -- -
. 1~.000.000 de dólares, que significan una cantidad fabu-
producción, podemo emplearlos en otras labore .
. losa para un individuó cualquiera, per
6.- ¿Cuáles crían las citada otras labores ? S~guida-
· una Nación. ¿ o importam s en 'ver cerca de
mente se indican alguna :
ÓO .000 dólares anuales?. Así que nosotros cubramos
a) aumentar nuestra producción agraria hasta supri-
con ,n,uestra propia producción e ví e es,
mir la necesidad de importar producto que pode-
64} , dólares ¿no servirían para cubrir un empréstito
mos producir en nuestro territorio, por jemplo:
que hubiésemos destinado a la compra de dicho equipo
trigo, arroz, azucar, patatas, algodón, cebada, etc.,
agrícola?. ¿Y donde quedaría el beneficio económico
b) construir carretera y ferrocarriles que unan la
de 440.000 agricultores empleables en otras labores?
· grandes zonas agrícolas y ganaderas hasta ahora
Y sin embargo, ¿es éste el único medio?. ¿No existen,
inexplotadas,
acaso, otros? ¿No podemos 1mpo:n r un préstamo la
c) construir represas para el regadío agrícola, etc.
minería, en el caso de que no consiguiésemos un em-
7 .- Alguien preguntará ¿y con qué se mantienen a
préstito? Con los mismos resultados económicos de la
estos 440.000 individuos?. La producción que ello
disminución en la importación de víveres, ¿no estaría
rendían no ha desaparecido y de ella seguirán viviendo.
el Estado en condiciones de cumplir fácilmente con
Sólo el esfuerzo muscular de esos 450.000 ha sido
dicha obligación? Más aún, ¿no e~ a raíz el derecho
reemplazado por los 2.000 tractores y sus sirviente .
arbi ario de capitalizar en el que má
Al no haber desaparecido la producción que los atendia
uso li'.' o fa . ería, que ho ustria
en sus necesidades sólo hay un problema de distribución
agropec aria ni fabril? .
de aquélla, y no de carestía. El primer caso implica una Todo aumento de la producción nacional ¿no dis-
solución de orden interno realizable; no así la carestía minuiría en su equivalente la importación?. Y toda
0 disminución de producción que significaría una crisis·
disminución en la importación, ¿ no significa economía
económica nacional. de divisas, que el primer tiempo servirían para pagar
8.- Otros preguntarán ¿y con qué dinero se comprarán la deuda de lo J millones de dólares y más tarde para
los 2.000 tractores citados?. Supongamos que el precio otros fines?. La solvencia del Estado, en e te caso, es
promedia! por )nidad con más su equipo de máquinas innegable; por lo tanto sus posibilidades de crédito son
agrícolas sea def .000 dólares. En tal caso necesitaremos

•
 472 E. DELMONTE PABON
realizables aunque en un marco limitado por las posi-
bilidades del mercado interno. Y i agregamos a nuestra
solvencia las grandes posibilidades de nuestra riqueza
petrolífera, no sólo que podemos, sino que habrán
ofertas de crédito, siguiendo la ley natural económica
de que los bancos buscan clientes que ofrezcan seguras
garantía de amortización y pago de intereses. la
mayor garantía consiste en la inversión de los capitales
en in~ustrias o fines capaces de reproducir, multiplicando
a corto plazo, las sumas invertidas.
Es inevitable que los pensamientos de este ligeto
bosquejo tengan sus tenaces e irreductibles opositores,
y ellos serán los importadores mayoristas de los artículos
a producirse dentro del país (trigo, algodón, azucar,
etc.). Pero, ¿ cuántos son estos importadores benefi-
ciados? ¿ Son, acaso, muchos? ¿ forman la mayoría de'
la Nación?. Y i ellos son -pocos, y si 1-os resultados son
benéficos a la colectividad, ¿no es imperioso el" no
considerar el daño que se les pudiera causar?.
Para cumplir con lo anterior es indispensable que
desde el primer paso a darse en este problema, se
TE GA U T GOBIERNO PARA EL QUE LO LEGAL 1 0
SEA EL RESPETO AL ES DO DE COSAS EXISTE TES,
SINO SOLO AQUELLO QUE RESPO DA A U IMPERA-
TIVO DE BIE
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 473
El espíritu e lo legal no defiende la conservación del
individuo aisla o y absorbente, sinó la de la humanidad,
representada en este caso por la Nación y su pueblo.
Y esta moral polí ·ca es necesario imponerla en Bolivia:
JUSTO ES TODO L QUE BENEFICIE Y DEFIE DA AL
PUEBLO, Y CRIME Ji;S TODO LO QUE LE PERJU-
DIQUE O ATAQUE.
Este es el postulado de la ley suprema que debe gober-
narnos, siendo secundario el tribunal que lo haga cumplir.
Justo puede ser también to progreso individual o de
minorías, siempre que no signifiq\le daño a la colectividad.
6.- Riquezas de agotamiento. y riquezas de reproducción,
su. influencia en la vida de los pueblos.
Riquezas de agotamiento son aquella que no se las
puede reproducir, como por ejemplo la minera y la
petrolífera. A medida que se extraen los metales de
una mina, poco a poco, en forma implacable, se acaban,
y terminan por quedar sólo los huecos de lo cuales se
extrajeron los metales y que no podrán ser rellenados
. por poder humano alguno. o así con la riqueza, por
ejemplo, agrícola, pues, ella de cada grano que se echa
al suelo, se reobtiene 10, 20, 100 veces más de él y la
tierra en la que se lo sembró está posibilitada a efectuar
esta reproducción todos los años por tiempo ilimitado.
Igual cosa, aunque con algunas variantes pasa con las

474 E. DEL JONTE PABON
-----------
riqueza ganadera y fabril. Estas son las riquezas repro-
ductivas.
Por lo tanto, el bien y progre o que ofrece la riqueza
minera que es agotable, no tiene una duración inde-
finida como requiere la seguridad del bienestar social;
pues allá donde hubo gran actividad humana motivada
únicamente por la minería, no existirá ninguna así que
esta riqueza se haya agotado. Y para seguir con este
análisis no será necesario dirigir las miradas a ejemplo
que nos ofrezcan países lejanos. Para nuestras deduc-
ciones bastan, pues, con los fenómenos ocurrido
dentro de nuestro país. El ejemplo más saliente de la
industria de agotamiento o riqueza agotable no repro-
ductible es la minera de Potosí, cuya capital tuvo en
el tiempo de su auge metalífero 160.000 habitantes, y
más tarde, cuando éste decayó, se redujo a 8.000. Igual
cosa pasa con muchas otras pequeñas poblaciones mineras
altiplánicas, y tal fenómeno nos dice que si se desea con-
servar el progreso de las actuales ciudades y poblados
mineros, será imperioso hacer que su vitalidad no esté
apoyada únicamente en las riquezas de agotamiento.
Ahora bien, lo que se dice para todos estos pequeños
pueblos bolivianos, se debe decir para Bolivia, ya que
la vitalidad de ella gira en primer término alrededor de
la agotable riqueza metalífera. Es, pues, un deber
impostergable, el cambiar el eje económico nacional, de
-· ~-· . ·........ -·-· ..-...
JUSTlf' ICATIVOS DE NUESTRA REBELTON 475
las riquezas agotables a las de reproducción como son
la agrícola, la ganadera y la industria fabril.
Es verdad que la riqueza minera pudo haber jugado
un rol excepcionalmente favorable y benéfico a la vita-
lidad del pueblo boliviano y a la potencialidad conti-
nental de Bolivia. Y tal habría ocurrido si las enormes
utilidades de ella se hubieran acumulado dentro de
Bolivia. Pues, como el capital es por naturaleza diná-
mico, habría sido invertido en la creación y organización
de las riquezas reproductivas. Empero, el error más
grave de los partidos tradicionales fué permit~,. auto-
rizar y aún fomentar la fuga al exterior de las utilidade.s
que produjo la minería y de toda otra fortuna, m~tI-
vando que hoy no tengamos ni industria reproductiva
ni capitales con qué crearla.
Nos queda como último recurso la riqueza petrolífera,
también agotable, la que no debe seguir el camino . ~e
la minera, sinó que se la debe utilizar en la creac1on
del potencial económico nacional y en el inc~emento de
las riquezas reproductivas y en primer térmmo la agro-
pecuaria.
 JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 477

Tercera Parte

LA VERDADERA DEMOCRACIA
BOLIVIANA

PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD

Si investigamos cuáles son las bases en que se apoyan

las relaciones del individuo dentro del conjunto social,
encontraremos que son los deberes que éste tiene
con los demás y los derechos que en reciprocidad
recibe de ellos.
Así, por ejemplo, los deberes de respetar la propiedad
y vida ajenas, convertidos en el derecho que tienen los
demás a la propiedad privada y a la vida, hacen que
por reciprocidad equivalente, los miembros del com-
puesto social asuman iguales deberes u obligaciones
para con t"l individuo, concediéndole idénticos derechos
para su vida y bienes. Luego, resulta que quien no
cumple con una obligación preestablecida no tiene por
qué gozar el derecho equivalente al deber contrariado.
Ahora bien, en vista a que la naturaleza humana es
tal que cada individuo pretende rehuír sus deberes y
 478
-----
E. BELMO TE PABO
-- - JUSTlFlCATIVOS DE NUESTRA REBELIO N
obligaciones y gozar de los derechos que el conjunto
social confiere, la colectividad ha creado en resguardo
de sí misma instituciones represivas destinadas a con-
tener, por medio del castigo, el incumplimiento de las
obligaciones del individuo.
Por esta vía, al imponer que cada miembro del con-
junto social sea punido por sus actos, cuando éstos
signifiquen un ataque al derecho de los demás, se ha
creado el PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD INDIVJ.
DUAL.
Considerando que la principal división que existe
entre los miembros componentes de un conjunto social
es la de gobernados y gobernantes, observaremos que
los juicios anteriores se refieren a las relaciones de lo
gobernados entre sí; y a la de éstos con el Estado.
Empero, así como se establece la responsabilidad indi-
vidual del gobernado en sus relaciones con los demá
gobernados o con el Estado, con mayor razón deberá
instituirse LA RESPO. S BILIDAD POLITIC A de los go-
bernantes para con sus dirigidos; con mayor razón,
porque los actos de éstos tienen mucha más trascendencia
social. Así, por ejemplo, la d sidia de un Ministro de
Estado, causará muchos más perjuicios que la de un mero
ciudadano, pues la de aquél puede provocar la parálisis
o el desorden en toda una gran repartición nacional,
mientras que la pereza o descuido del mero ciudadano,
479
apenas le causará daño sí mismo o a su hogar, sin
llegar a tener nunca..,.t rascendencia como en el caso del
gobernante.
Ahora bien, dentro de las instituciones del Estado,
existen algunas donde la autoridad es unipersonal, como
en el caso del Alcalde Municipal, y otras en las cuales es
multipersonal como en el Poder Legislativo. En el
primer caso, es poi¡ihle establecer le RESPO. SABILIDAD
POLITICA PERSO AL y en el segundo nó, porque ella se
diluye dentro de los muchos miembros que componen
las cámaras, las que sólo pueden ofrecer una RESPON-
SABILIDAD COLECTIVA, en la que el individuo, miembro
de la cámara, queda libre de toda sanción personal
punitiva.
E LAS ACIONES EN LAS QUE LA MORAL POLITICA
DE LAS CLASES GOBERNANTES O ESTA PERVERTIDA,
EL PRI CIPIO DE "LA RESPO ' SABILIDAD POLITICA
PERSO AL" O ES TAr NECESARIO ~OMO fü AQUELLAS
EN QUE ESTA CORRUPTA. O SEA, DESDE r PUNTO DE
VISTA MORAL, CUA TO MAS PUREZA CIVICA EXISTA
TA TO MAS COI E ' JE TES SERAl~ LOS GOBIER OS
ALES. y H BBA-- QUE li' CLIXAR IAS
POR O"--S'1r-'ú--
IPERS bES, E C SO CWTR RIO, YA
QUE SOBRE ELLOS SE PUEDE HACER EFECTIVA LA•
RESPO SABILIDAD POLITICA PERSONAL. PE!O SI, EN
ESTE LTIMO CASO, ES CONDICIO INEXCUSABLE QUE EL
 480 E. BELMONTE PABON
GOBERNANTE 6Nrett; RIJA SUS ACTOS DE ACUERDO A UN
PLAN POLITICO PRECONCEBIDO Y APROBADO POR EL
PUEBLO; POR QUE DE LO ca TRARIO TE DRIAMOS LA
DICTAD RA DE S VOL TAD Q E PUEDE SER TIRA•
ICA Y ARBITRAR! . ADEMAS, EL PUEBLO CARECERIA
DE ELEME ' TO DE ca TROL SOBRE EL C AL APOYE
LA' EFECTIVIDAD DE LA RESPO SABILIDAD POLITICA
PERSO L Cl'OR 01.:I'l'IOO.
En el caso boliviano, dada la infancia política de
nuestro pueblo, y la per ersión cívica de las clases
directoras del paí ocur gue la CONCIE CIA
JAMAS SE/4.l,BERGO •
bijará en el f turo ientras o se s;¡íi:ee la co ciencia
cívica de electore y gobernantes.
Como en el pasado, actualmente se silencia con el
sistema parlamentario a todo patriota que, apercibido
de la funesta farsa representativa, quiere librar a su
pueblo de mayons desgracias. El sistema parlamentario,
carente de ~,oda responsabilidad personal, éompuesto
po.l' una mayoría de rufianes y negoci
losos, sin ningún interés or las cosas de aís, es quÍfn
determinó la debacle naci p.al. Esta verda es conocida
casi de todos, tanto de lós uenos ciudadanos como de
los malos,'y muy especialmente de estos últimos que la
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REB ELION 481
crearon X practican. La diferencia está en que algunos
denuncian sta ve,rdad, otros la callan to\erantes y los
corrompidos iegan; e incluso ,Proclaman ·hipócritas!
la infalibilida perfección de dicho organismo y de la
Con, titució que lo sostiene.
ien sabemos que entre los políticos abundan los
malos y que un 80% de ellos son capaces de negar Dio y
Patria, p or saciar sus vicios y pasiones, como también, y
esto es muy verídico, por asegurar el mendrugo de pan
a us familiares, en cuya lucha muchos sucumben
sacrificados. Pero si bien esto último puede disculparlos,
no por ello desaparecen las graves consecuencias. Y son
e cate :va d6 oralmente ineptos, los que invaden las
cámaras y componen el Poder Legislador de la Nación:
SO ELLOS LOS QUE NOS .MAND y constituyen la dic-
tadura parlamentaria, irrespQnsable no reprimible
y ON TAMB~ ELLOS ~~NES CO SOLIDARON CON
LEYES DERECIIQ ARBITRARIO DE LOS Q~ SE J,\EVA-
RON y vAN NUEhRAs RIQUE As. \
Felizmente el tiempo se ha encargado de demo trarnos
cómo mandan y gobiernan. ¡ Cómo podrá ser si el 80 %
de ellos ingresan al parlamento con la decisión de er-
virse sólo a sí mismos y no a la Nación!
HAy U A SOLA FORMA ca SAGRADA POR LA HUMA 1-
DAD PARA CONTENER Y REPRIMIR LA :MALDAD DE
LOS HOMBRES RUI ES, Y ES CASTIGA DOLOS POR S S
 482 E. BELMONTE PABON
- -- ---------------- ----
DELITOS. PERO POR OPOSICION TENEMOS QUE "LA
MEJOR ARMA, DEFENSIVA PARA UN CA1 ALLA O En estos casos, ¿ se puede, por ventura, personificar al
TRAIDOR, ES LA IMP r IDAD PERSO AL, AMPARADA, E
ESTE CASO, BAJO LA IRRESPO rsABILIDAD COLECTIVA".
¿ Es que hasta la fecha se ha encarcelad ,tfflnurdl9 a algún
senador o diputado por su funesta actuación parlamen-
taria? Y si tal cosa no ha ocurrido, ¿ será tal vez porque
todos elloo, desde que se fundó la República, hasta
nuestros días, fueron puros, honestos e incapaces de
recibir coimas para aprobar contratos o hacer con-
cesiones contrarios a los intereses del país?
Aun en el supuesto de que cada uno de éstos se sin•
tiere un hombre amante de su tierra y de sus congéneres,
cosa que no ocurre sinó excepcionalmente entre los nues-
tros, la pluralidad de cerebros, de psicologías, de clases
sociales, de razas diversa; y de posibilidades económicas,
jamás formará una unidad mental armónica.
Toda ideología por perfecta y benéfica que sea, al
pasar por las manos de tantos intereses encontrados
quedará manchada, deformada, inconocible, si no hecha
trizas y convertida en absurdos. Agréguese a esta falla
original del sistema parlamentario legislativo, la in-
moralidad e indiferencia más criminales que caracterizan
a los nuestros. Más aún, y esto es lo más grave y des-
corazonante: LA IRRESPONSABILIDAD PERSONAL
para lanzar, firmar o votar acuerdos o leyes, que a todas
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION
483
· - - - - - - ---4--- _ _ ,..._ _ _ _ _ __
,,
'
luces con.stituye.n r-aiáon la ación.
responsable, para siquiera castigar el daño, ya que
éstos son regularmente irreparables? o, ¡ la respon-
sabilidad personal no existe, queda diluída dentro de la
colectividad camaral ! Pero ¿ es posible ~e en un país ,
donde son mayoría los políticos ~O:H¼l)ÍftM preválezca
aún un sistema gubernamental, en el que no prime el
principio de~ responsabilidad, como garantía contra la
inmoralidad reconocida y hasta proverbial de dichos
políticos? ¿ No sabemos acaso que «la impunidad da
alas al culpable,? ¿ Hemos olvidado que hay una sola
forma consagrada por la humanidad, para reprimir y
contener la maldad? ¿ No sabemos, insistiendo, que la
mejor defensa para todo canalla es cubrirse con la
irresponsabilidad plural?
Ahí está la primera falla de nuestra Constitución,
fatal para nosotros y para nuestra Patria. La respon-
sabilidad política E~rsonal debe ser .la espada ti,¡telar
de nuestra nación, arma qu~ r+"ftiNH'l-NI de
siempre suspendida sobre sus dirigentes .
Se dirá que la responsabilidad recae en el Presidente
de la República. ¿ Pero es que se ignora que él es un
simple subalterno, un me1·0 ejecutor, por ley, de las
resoluciones parlamentarias?¿ Qué puede un mandatario
que es el primer sometido a la anarquía mental y moral
 484 E. BELMONTE PABON
de las cámaras? 150 representantes con voto resolutivo,
deliberan y fallan en última instancia sobre los más
diversos temas del Estado: economía, relaciones inter-
nacionales, sanidad, educación, comercio, industria,
vialidad, ejército, etc., todo lo hurgan, sin que la
acción de ellos responda a un plan nacional previo;
sinó de acuerdo a los intereses privados, venalidades
y pasiones de cada uno de ellos en particular o de sus
facciones en el mejor de los casos. Cada uno de los
150 tiene voz y voto sobre cada tema. Pero ¿ es que
serán los parlamentarios una corte de sabios, de genios,
o de eruditos? ¿ Es nuestra tierra tan fecunda en super-
dotados? La verdad es otra, todos lo sabemos: son
sólo políticos leguleyos; uno que otro es técnico, uno
que otro es patriota, ¿ y qué son los demas?
En vez de un conjunto de irresponsables, con facul•
tades resolutivas sobre todo asunto, ¿ no sería preferible
y acertado tener una organización en la que las distintas
ramas técnicas de la administración y gobierno nacio·
nales, sean dependientes de secciones dirigidas por
profesionales especializados en los ramos respectivos,
y que dentro de sus labores exista una responsabilidad
personal clara y bien delimitada, y que obren de acuerdo
a una ideología política planteada previamente y luego
aceptada por el pueblo? Pero sí, en tal caso, la respon•
sabilidad en primer término debe pertenecer al Jefe del
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION
485
Estado ; éste, para asegurar la honestidad y dinamismo
de sus cooperadores, deberá tener plenos poderes direc·
tivos y punitivos sobre ellos y sobre la dirección política
del país.
En tal caso, el voto resolutivo en asuntos fundamen•
tales correspondería a un solo hombre, al Jefe Político
del Estado; el detalle ejecutivo sería de la respon-
sabilidad de los técnicos. Aquél señalaría la dirección
de marcha del país; el cuerpo consultivo de técnicos
indicaría los posibles caminos a recorrer para cumplir
con la :finalidad apuntada por el Jefe Político, quien
asume la responsabilidad en primer grado, y, con los
poderes supremos que tiene, responsabiliza a cada Jefe
de repartición sobre el buen éxito y manejo de la
misión que se le encomendase. Por su parte, el Jefe
Político se hace responsable moral y materialmente ante
el pueblo. Es verdad que este hombre deberá ser un
político de clara y práctica visión y esencialmente
ejecutivo; pero es más probable que en cada década
nazca uno de éstos a que nuestros ciento y tantos
parlamentarios sean una corte de geniales estadistas,
o que con ellos se haga un hombJ.!e de Estado.
Ningún país es fecundo en estadistas geniales, menos
el nuestro, donde los pocos que nacen quedan en la
sombra del semianalfabetismo o son estrangulados por
la acción absorbente de la mayorías parlamentarias
O } ~~ E. BELMONTE PABON -,--__ ~ J U STIF!CA1'1VO S D E NUESTRA REDELION
( , { /
y por la incomprensión de un pueblo engañado por el
Aofisma de quiene desea con rvar indefinidamente
este e tado de co a decadentes.
Entre los genios anulados aparecen magníficas figuras
en el escenario de nue tra historia patria: Sucre, Santa
Cruz, Linares, fonte , Saavedra y algunos otros, todos
ellos derrotados por la vicio a formas políticas de
gobierno y la impunidad de partidarios y opositores,
como también, todos ellos con ideologías incompleta
que sólo se referían a uno o pocos aspecto s de la vida
nacional. Así Sucre anheló la conservación de nuestro
patrimonio territorial y la comprensión armoniosa de
la familia boliviana. Santa Cruz fué uno de los má
amplios, pero su preocupación máxima radicó en unir
políticamente los territorios que histórica, racial y
culturalmente forman una sola familia. Y él también
fué absorbido, más que por la oposición de otras nacio-
nes, por la acción socavante de los propios. Linares fué
el más inflexible e intolerante con la inmoralidad cívica,
siendo ésta la causa fundamental para que lo aislaran
hasta los que más· obligados le estaban. Montes, en su
fiebre de dar progreso a Bolivia, abrió las puertas al
liberalismo económico a través de monopolios sin control,
y permitió la prosecución de la salida de nuestras
riquezas metalíferas y gomeras sin qu e ellas tuviesen
la obligación de capitalizarse dentro del territorio
487
-----
patrio, a fin de crear con dichos ingresos el capital
nacional; incrementó intensamente el Ejército, pero se
olvidó de que nada pueden brazos fuertemente armados
si como punto de apoyo tienen un cuerpo débil, enfer-
mizo y anémico.
Nada se podrá con un Ejército de soldados famélicos
que apenas pueden cargar el fu sil. La fortaleza física
y las cualidades m entales y morales de un pueblo son
los fundamentos de la institución armada, sólo así
ella podría ser provista de soldados· sano , fuertes,
inteligentes y v alerosos, y esto se consigue incrementando
la economía de los hogares, hasta elevarlos a un nivel
por lo menos humano de bienestar. Pero, si las líneas
generales de la economía nacional decretan pobreza por
el ausentismo, los hijos del país están obligados a mi-
seria, y a que del hogar nacional más es lo que sale y
casi nada lo que a él retorna.
El error capital de la política de Montes fué descuidar
el aspecto económico nacional, por dejar libre acción
al succionante liberalismo económico; era pues preciso
darse cuenta que Bolivia no ofrecía horizontes favor_a bles
para que los capitales por propia iniciativa se acumularan
en nuestro territorio; siendo, por lo tanto, una medida
-de previsión conseguir que se quedasen por la vía im-
positiva a·quellas utilidades capitale q:µ_e por .derecho
nacional estaban ohligados a ~apitalizar oentro de Btr-
 488 E. BELMO TE PABON
livia, para que con esta riqueza se diera lugar al naci-
miento de la industria boliviana.
Saavedra, uno de los más sobre aliente , perdió
tiempo y claridad mental en medio de las más violentas
luchas de pa iones y odios políticos, y trató el problema
económico a base de empréstitos, dejando deudas que
por largo tiempo embarazarán aún a Bolivia. Vivir en
bonanza a base del crédito es propio de la imprevisión
y el gastar ingresos extraordinarios, como son los
empréstitos, en presupuestos ordinario , no es medida
que concordase eón la genialidad que se le reconocía.
La verdad es que tanto este estadista como todos los
otros tuvieron por delante un poder superior, el parla-
mentaiio, con el cual debían transigir, o u-y inter-
......_...,,,.....,_,..._,capitalismo con. suma facilidad pnd onretí!r
Bolivia a una brutal plotacion .
Aun en el caso gue tengamos • un parlam nto en el
~ -
I gue sus mi moros n acuerden ningún compronns
se-ii il con l capltális o inrernaciorrai, veríamos que
ni así habría entre ellos entendimiento: dividido por
odios de partidos o banderíos, estarían tanto los unos
como los otros prontos al ataque de cualquier iniciativa
del bando contrario, por buena o mala que ella sea. Poco
les importaría que la Patria zozobre, lo importante les
sería que los contrarios no ganen terreno. · Cada uno
querría ser un orador de fuste, un hombre superior; si
JUSTIFICATIVOS D E N ESTRA REBELION 489
alguien tuviera razón, preciso sería quitársela, negársela
cínicamente, so pena de quedar en grado de inferioridad.
Si alguien cometiera un error, si afirmara un absurdo,
se sentiría obligado a no ceder por amor propio, como
si el parlamento estuviese destinado a dar triunfos a las
debilidades humanas de sus componentes. Todas estas
faltas, ¿ no son acaso, frutos de la irresponsabilidad
personal? ¡ Impúnemente se niega la razón al contrario,
y en igual forma se reafirma un error propio, por mucho
que tal conducta llegara a constituir la sentencia de
muerte de un pueblo!
Más aún: ¿ cómo así se legaliza la existencia de los
parlamentos? ¿ con las elecciones? Pero ¿ quien no sabe,
cuál de los bolivianos ignora o no conoce la corrupción,
la farsa y la inmoralidad cívica de éstas? ¿ ~i@n D.9
sab que cuand-o se dice que llas no fueron libres,
quiere decir que el Gobierno pagó- a lo e~tor o les
impuso candidatos únieos? Y cuando ellas fueron libres,
¿ quién ignora que las sectas políticas se encargaron de
embriagar a las masas, de comprar sus votos, y que a
palos e ahuyentó a los contrarios? Más aún ¿ quién
negará que estas luchas siembran odios profundos
entre los ciudadanos, muy especialmente en los pueblos
pequeños, donde cada vecino conoce a todos los otros,
a la par que es conocido por ésto ? Para mayor calamidad
nacional, quién se atreve a dudar que detrás de los

~ ,......,-----
;¡
partidos, regularmente, se ocultan empresas industriales
· conttbernios- facilitan el dinero pat:.a toda
e ta far a de trágica con ecuencia ?
Pero les que la corrupción, la venalidad, la inruo•
ralidad cívica y la farsa electoral, más los odios en que
-e divide a la familia boliviana, son base suficiente y
digna para convertirse en el derecho más honroso de
un hombre, cual es representar a un pueblo y dirigir los
destinos de su patria?
o esperemo pues, que salga medida sabia y moral
alguna de esta manada de gansos insaciables y peli-
grosos que asaltan el derecho de gobernar valiéndose
del medio más cobarde y menos varo il. ¡ En nuestra
tierra, al son de himnos de libertad.e política se forjan
los anillos de las cadenas que nos estrangulan!
¿No sería preferible conquistar el derecho de gobernar
asaltando el poder de frente, valiéntemente, sin engaño
al~o, haciendo uso de la violencia que derroque a los
impostores, pero sí a condición de tener un programa
político valiente, claro y que sea del conocimiento público
y cuente con el asentimiento general?
JAMAS LA DECIDIA O LA INDIFERENCIA MORAL DE
LOS MAS PARA cor LA PATRIA PUEDE SIGNIFICAR u~
DEBER DE RESIGNACION PARA QUIEN VE EL ENGA~O.
I UNA PROHIBICION DE ATACAR LA FARSA. NINGUN
PRINCIPIO MORAL ORDENA HACERSE COMPLICE DE
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 491
- --------
~
LA INMORALIDAD PORQUE LOS DEMAS LA TOLERE r_
NADIE PUEDE OBLIGARNOS A QUE SUFRAMOS ESTA
SUPLA TACIO Y SUS CO SECUE CIAS. UK MANDATO
SUPREMO COMO ES EL QUE FLUYE DEL AMOR QUE SE
TIENE POR TODOS LOS CONGE ERES QUE ACIERON
EN LA TIERRA DE UNO, ORDENA REBELARSE Y CREAR
LA AUTORIDAD DIRECTIVA SOBRE EL PRINCIPIO DE LA
"RESPO SABILIDAD PERSO AL", Y. QUE LA COLEC
TI :A CAMARAL SOLO SIRVI0 Y SER IRA PARA E ·
CUBRIR Y DEJAR SIN CASTIGO A LOS DELI TCUE 'TES
Y CRIMli ALES POLITICOS.
El Jefe Político sobre el cual se cargue la responsa-
bilidad personal sería, por un lado, amenazado por el
castigo si no cumple su deber o promesa, y por el otro
halagado por la apoteosis del reconocimiento, si es leal
a su aprobado progra~a. Está, pues, obligado a ser
bueno por las malas o por las buenas; por el castigo o
por la gratitud y la gloria.
Donde se diluye la responsabilidad personal, ni se
teme el castigo, ni se espera la gratitud futura, porque
ni aquél amenaza ni ésta halaga. Ante tal perspectiva
se requiere ser sobrehumanamente virtuoso para perse-
verar en los buenos propósitos y actos. Pero esta virtud
es, sensiblemente rara, y jamás se presentará en mayoría
en los parlamentos, y menos en el nuestro, donde la
moral cívica de las clases dirigentes es muy pobre.
 492 E. B ELMO NT E l' A BON
La democracia es el si tema gubernativo con el que
e busca satisfacer las necesidades de un pueblo y rea-
lizar los anhelos que lo lleven hacia la superación per-
onal y nacional.
hora bien, la facultad de diri ir a una Nación puede
er delegada a vario individuos ' a uno solo. El par-
lamentario pertenece al primer caso, es decir a muchos,
y e el que tenemos; pero ¿ por qué va a ser esta la única
forma; más aún, si ella ha fracasado?¿ Por qué no puede
er un solo hombre? Si nuestro defecto máximo es el de
la responsabilidad diluída hasta crear la impunidad,
entreguemos la dirección del E stado a uno solo para que
así al asumir éste la plenitud de poderes tenga también
la responsabilidad personal máxima. Pero, para tan
grande concesión de poderes, será preciso que exista
una ideología política comprensible y sencillamente
presentada, que norme y controle las líneas fundamen-
tales de los actos del Jefe Político. ¿Es que existe temor
alguno para dar tal paso? ¿ sería acaso la primera vez
que tal cosa ocurra? ¿ No están en ejercicio de plenos
poderes y en forma permanente ese hato de parla-
mentarios, sin que siquiera sepamos que es lo que
harán; sin programa político ni freno alguno que reprima
la marcha triunfal de sus vicios? Luego, ¿ no es el
multipersona] un sistema que tiene ya un siglo de fra-
JU STIFICATIVO S DE N UESTRA REBELION 493
casos, al que finalm ente, de frente, sin eufemismo
debemos r enunciar? ¿ O es que por sei: complacientes
con los ·n s que deseen una diputación, con-
servaremos el si tema de la pluralidad personal e irre ·
ponsable?
Seguramente estas ideas tendrán sus detractores, lo
raro sería que ellos no se presenten. Los unos, acaso no
malos ciudadanos, por alai:de de con ocimientos en poli-
tica, Uevando la brutal realidad presente al campo
teórico, acaso, nos digan que lo pueblos tienen los
gobiernos que se merecen, o que vivimos en el mejor
de los mundos posibles; pero todas estas divagacione
no destruirán la realidad de la que e tamos ya cansado :
la de teorfas que nos dejan sin p_a n, ni techo, ni abrigo
ni alegrías; ni seguridad nacional. Otros atacarán a
manera de disculparse o defender e, empero toda defensa
será nula ya que el presente y el pasado patrio lo
acusan: los delitos en contra de lo colectividad no
tienen di culpa o justificación posible. Acaso puedan
tener perdón en pro de una nueva vida de regeneración.
Más aún, las verdades de nuestra historia constituyen
acusaciones y argumentos irrebatibles.
Necesitamo un progi:ama, una ideología política que
señale el camino por el cual decidamos avanzar; un
programa que entrañe la conquista del bienestar humano
que aún no nos dió el pasado· un programa que no sea
 494 E.DELJIIONTE l'ABON
--- - --
delineado por un hombre de escritorio, ignorante de la
diversidad de los problemas nacionales, sinó por uno
que conozca la causas que los determinaron.
na ideología inspirada en erdades vividas en medio
de toda las clases nacionales, es pues la representación
aproximada de los anhelos de la colectividad, y ella
podría constituir el mandato colectivo, para cuya eje-
cución delega el pueblo poderes discrecionales a un solo
hombre, a una sola voluntad, a un solo responsable. En
tal caso existe un control sobre los actos del Jefe
del Estado, o sea el programa político en el que palpite
la conciencia nacional, que interprete las necesidades
y los anhelos de los boliviano . Y sea la esencia de la
voluntad democrática,. y no como en el caso de nuestro
istema parlamentario en el que no se ha presentado
programa político alguno que sirviese de norma de con-
ducta a los legisladores, ni de control del pueblo
sobre éstos: Agréguese que en el último caso, no reina
el principio de responsabilidad personal.
La fe en una autoridad no debe basarse en la sola
moralidad y capacidad mental de quien la ejerce, sinó,
Y muy especialmente, en la responsabilidad de sus actos,
los mismos que deben amoldarse al programa político
proclamado, aceptado y secundado por toda la nación
Y que es la interpretación de la voluntad de ésta.
En la larga lista de los vicios o enfermedades del
JUSTU' lCATIVOS DE NUESTRA REBELION
··-----
495
espíritu, está la inmoralidad de los gobernantes, y ésta
puede hacer presa hasta en las almas más sanas y tem-
pladas; de ahí que a la fe política que inspiren las
virtudes de un estadista, es imperioso agregarle algo
que le obligue a perseverar en tan bellas cualidades.
EL PRI CIPIO DE RESP01 SABILIDAD SE E CUENTRA
ESTABLECIDO CASI EN TODAS LAS ACTIVIDADES HU-
MANAS Y CON TANTA MAYOR RAZO DEBERA IMPERAR
ALLA DO DE LOS ACTOS DE GOBIER TO PUEDE -
DAÑAR O BE EFICIAR O A NOS POCOS SERES SL. O
A TODA A ACIO .
Algunos parlamentarios estaran conformes en que
subsista el estado de impunidad, y tal conformismo se
lo comprende fácilmente, cuando se sabe que el amor
a la responsabilidad es un sentimiento bello y raro que
sólo florece en el corazón de los hombres valientes. Los
cobardes y culpables se ocultan gustosos en el anonimato
que les ofrece una autoridad multipersonal.
LA AUTORIDAD MAS DESASTROZA ES LA COMPUESTA
POR MUCHOS HO iBRES, CUAI,'DO E ELLA LOS MALOS
CIUDADA ros ESTA EN MAYORIA. SOLO LAS NACIONES
EN LAS QUE EL AMOR A LA PATRIA Y AL PUEBLO ES LA
PRIMERA VIRT D CIVICA DE LAS CLASES DIRIGE TES,
PUEDEN CONTAR CON AUTORIDADES COLECTIVAS EN
LAS QUE LOS MALOS ESTEN EN IMPOTEr TE MI ORIA.
Por lo tanto, estas institucione colegiada llamadas
 496 E. BELMONTE PABON
parlamentos o gabinetes, son inapropiadas para nosotro ,
y no debemos fiar en una mora] que aun no existe en ella .
No e debe pues aceptar más la existencia de podere
irresponsables, donde campee la inmoralidad cívica.
donde lo enemigos de la Patria, elevados a la categoría
de dirigentes, se precien de perspicaces y vivos cuando
cometen alguna barbaridad, y donde públicamente se
burlan o dudan con intencional descaro de las virtudes
cívicas de algunos pocos que pasan como anormales y
locos en un ambiente del que se expulsó el culto a la
Patria .
La misma Constitución actual y todas las anteriores
facultan y facultaron al Legislativo a entregar al Jefe
del Ejecutivo la uma de los poderes del Estado, en
caso de peligro nacional sea este interno o externo. Tal
concesión de plenos poderes es el expediente mediante
el cual los del legislativo ordenan al Ejecutivo sacar la
castañas del fuego. Verdad que el acto es benéfico, pue
la rapidez ejecutiva de un gobierno dictatorial aprovecha
valientemente en hechos el tiempo que los parlamento ,
sin asumir responsabilidad personal, lo perderían en
inacabables polémicas. Los parlamentos renuncian teme-
rosos y delegan la plenitud de poderes en manos de la
dictadura, porque saben que si bien los pueblos son
tolerantes en tiempos de peligros no muy visibles, son
inflexibles cuando el fuego quema ya sus espaldas.
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 497
Empero, ¿ qué hechos o acumulación de hechos
pueden poner a la patria en peligro? La respuesta no
se dejará esperar: se dice que la patria está en peligro,
cuando algo amenaza al bienestar de su pueblo o a la
exi tencia de la Nación o de su libertad, pudiendo ser
las causas tanto de origen interno como externo.
Si antes de que se hayan producido los daños, se con-
ceden plenos poderes, para que se conjuren los peligros,
¿ con cuánta mayor razón no se deberá hacer uso de
este recurso si no se trata de un mero riesgo sinó de
la marcha triunfal de la catástrofe a través de una
centuria?
¿ Podemos decir que Bolivia está sólo en peligro
o, con más propiedad, afirmar que sufre un proceso
continuado de a gonía y disgregación; de disgregación
por descomposición interna, y por mermas territoriales
que en forma regular se han producido a través de un
corto período de tiempo, y que se producirán con
mayor gravedad si no creamos un estado de cosas que
contenga la devastación?
¿ Podemos afirmar que no entrañan peligrosa descom-
posición interna: la inmoralidad política de nuestra
clases dirigentes, inmoralidad que se hace patente en
los mil y mil negociados sucios y dañosos de todos los
días; la falta de respeto y la oposición sistemática a toda
autoridad nacional; la división de la familia boliviana
 498 E. BELMO TE PABON
---- ---· - ~ -
por intolerancias y odios de bandos políticos sin doc-
trinas y con caudillo ; los odios regionales, donde el
sentimiento fraternal de la connacionaJidad ha sido
reemplazado por la enemistad provincial o departa-
mental; la impunidad de todos los delitos en contra de
la colectividad y la Patria; el odio a la institución
armada del paí , ha ta el punto de negarle la razón de
existir, pese a que en los confines del territorio patrio
no alumbra el sol de la paz y que se levantan grande
y lúgubres incógnitas o se ven nubes cargadas d
invasión, guerra o pérdidas territoriales y olvidando
que la máxima y única garantía de paz internacional
es la mayor capacidad defensiva de una Nación; la
salud carcomida de nuestro pobre pueblo desnudo,
hambriento y sin techo; y la inmoralidad e indiferencia
cívicas de nuestros ciudadanos? Todo esto, ¿ no cons-
tituye la anarquía en marcha destructora? ¿ Merece
acaso otro nombre? ¡ No se trata de meros peligros
próximos o lejanos: son olas sucesivas en libre acción
demoledora!
Si al nacer Bolivia fué grande, rica, dotada como
ninguna otra nación sudamericana de industrias en
plena producción y de fama mundial; si fué en ese
entonces una patria de horizontes claros y risueños,
diremos una nación poderosa y respetada por los
vecinos y a la que los pueblos de los territorios fronte-
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION
-.. --- 499
rizos deseaban pertenecer, hoy, por qué después de un
escaso siglo de vida, la vemos en plena decadencia,
despedazada desde fuera y corroída desde dentro?
Trealt ad, ¿ podremos afirmar que ni
siquiera está en peligro? Sólo una ceguera intencional
y obtusa no aceptará reconocer esta irrebatible verdad
histórica; acaso por no darse el trabajo arduo de contener
la avalancha y luchar en contra de la descomposición
definitiva.
Con certeza, podemos afirmar que Bolivia va desa-
pareciendo bajo la acción de la debilitante anarquía
interna: Es imperioso salvarla, entregando el timón a
una sola mano segura y responsable para que opere
rápida y enérgicamente. Rápida y enérgicamente ...
y a una sola mano. . . porque estas cualidades no son
propias de los parlame~tos, donde se pierde tiempo en
polémicas, y de donde jamás salen medidas enérgicas.
Lp parlamentos- ..son cuna y reducto de charlatanes,
pesada cruz d alientes- y sordina de patriotas.
Energía presupone heroísmo, fuerza, concentración
poderosa de voluntades y acciones en un solo sentido;
el parlamento entraña debilidad por la dispersión de
voluntades en las más contrapuestas direcciones.
LA ENERGIA NACIO AL es el producto de una voz
aliente y responsable; de un programa que manda
impositivo y de un pueblo que, disciplinado y consciente
 500 E. B E LMO NT E PABON
d la hora grave, cumple riguroso con las órdenes del
J fe Político. La energía colectiva manifestada en la
acción disciplinada, es portadora casi siempre del
triunfo nacional y de la felicidad individual; y es el
re ultado de un programa que señale el camino a re•
correr, de un hombre que ordene la marcha y de un
todo que obedece.
Pero todo lo antel'Íor exige una transformación del
sistema político.
La herencia nacional que recibimos e un algo que
se derrumba, y en el que en forma ininterrumpida se
consume nuestra patria bajo la acción destructora de
gigante cas pérdidas territoriales; de encono~ regionales .
que debilitan la unidad nacional; de la decadencia
física de nuestro pueblo, por desnutrición en las regiones
áridas y por enfermedades endémic~s én las fecundas;
y finalmente por la acción destructora de la inmoralidad
cívica que campea impune en gobernantes y gober·
nados.
La contención de e tos males, no se conseguirá con
meros paliativos. Requiere u.na revolución violenta, no
sólo de hechos que castiguen, reparen y supriman los
males y sus causas, sinó aún más: de una transformación
ideológica, cuya marcha se inicie hoy para terminar
después de algunos años de metamorfosis en una vic·
toria que se eleve ella misma como la fuerza tutelar de
JUSTIF'ICATIVOS DE N UES T RA REBELION 501
la propia transformación alcanzada. Esta deberá ser la
herencia que nosotro s entreguemos a las próximas
generaciones.
Pero, para alcanzar dicha meta, se requiere que todos
marchen por un solo camino, pues si son muchas las
rutas, el pueblo disperso impedirá que la patria unida,
por lo tanto fuerte, sea capaz de alcanzar su anhelada
cumbre: n ecesitamos una sola ideología, que no entrañe
deliberaciones retardantes, o peor si paralizantes, como
las que hasta hoy nos rigieron; una sola voluntad, una
autoridad única que asuma en máximo grado aquello
que nos es extraño: LA RE SPO SABILIDAD GUBERNA·
ME 1TAL, pero sí u.na responsabilidad consciente.
No puede, pues, haber revolución ideológica, si se
sigue haciendo uso de un anticuado mecanismo político
cr eado para un fin, que ahora nosotros acusamos y cuyo
resultado es el desastroso presente nacional.
Si se sigue haciendo uso de las mismas instituciones
políticas que hasta l a fecha nos rigieron, tendremos
inevitablemente los mismos funestos resultados que nos
legó el pasado con los agravantes de la reincidencia
futura.
Los sistemas de gobierno no son inconmovibles como
los dogmas; aquellos buscan la felicidad en la vida real
que es cambiante; mientras que éstos buscan fines subje•
·tivos en el campo de lo inmutable, como la divinidad.
 502 E. BELMONTE PABON
Un si tema de gobierp.o puede ser bueno o malo de
acuerdo a las épocas, a los pueblos, y hasta a los factor
telúricos. El nuestro, 1 represent ativo multip ersonal, ha
fracasado. La pluralidad indi ciplinada de cabezas no
genera la unidad de pensamiento que, convertida en
órdenes claras, terminantes, es el punto de partida
de la acción triunfante cuando la colectividad la
secunda.
En la naturaleza toda dispersión es ley de debilita-
miento. La victoria no es de lo dispersos. La concentra-
ción de voluntades entraña el mando único y éste im-
plica re ponsabilidad política personal.
Si el jefe del Estado, en posesión del mando único
traiciona al programa político aprobado por el pueblo,
éste puede hasta condenarlo a la pena capital. A los
parlamentarios, por su irresponsabilidad colectiva y por
ser muchos no se los puede ni encarcelar.
CONDUCCION ESPIRITUAL DEL PUEBLO
Considerando que aun en los pueblos más cultos la
masa ha sido y es sugestionable, es deber del Estado
velar porque ésta no sufra influencias perniciosas. Esto
aconseja que todos los medios que directa o indirecta-
mente sirven para la conducción espiritual de un pueblo,
deben estar sometidos a cuidadoso control del Estado.
JUSTIFCCATIVOS DE NUESTRA REBELION 503
La prensa, la radio, las conferencias y espectáculos
así como son generadores de cultura, pueden, cuando
se extravían, ser portadoras de la degeneración de un
pueblo, o destructoras de las virtudes cívicas y buenas
costumbres, r.vidora11 de lo que explotan y
estrangulan a la- a6ión. Y en el caso que esto último
ocurra ¿ es que el Estado deberá quedar cruzado de
brazos, o jugará a la redondilla con los dedos pulgares?
Si él tiene la obligación de intervenir. ¿ dónde comienza
esta obligación y dónde termina? ¿ Es que esta delimi-
tación será idéntica en todos los pueblos y tiempos?
¿No deberá estar de acuerdo a la época de peligro o de
tranquilidad, revolucionaria o conservadora por la cual
atraviesa? ¿ En tiempos en que la licencia amenaza
- destruir los valores de un pueblo, la intervención direc-
tiva del Estado será de igual intensidad que en tiempos
en los que reina un ord·e n constructivo y moral?
LA CO DUCCIO ESPIRITUAL DE ' PUEBLO NO
DEBE OBEDECER A INTERESES CO TRARIOS A ESTE,
NI MOVERSE AL EMPUJE DE LOS CAPRICHOS INTER-
MITENTES DE CUALQUIER SECTA O PARTIDO, ESTA-
DISTA O POLITIQ ERO.
En nuestra tierra la libertad es tan grande que a
cualquier extranjero o ciudadano por descalificado que
este sea, le está permitido intervenir sin control alguno
en lo más delicado que tiene un pueblo: en la con-
 504 E. DELMONTE PABON
ducción de su moral y conviccion es p olít icas y privadas.
Q ·enes crearon dichas e;xtremas libertades;· fueron
ómplices de aquellos que tiene interés e que
reine le anarquía en nuestra nación, ¿ o pensaro que
los genio del mal s n una mer invención religios ?
La conducción espiritual de un pueblo es una de las
más nobles actividades humanas; y así como existen
especialistas para la defensa y desarrollo de la salud
física, con mayor razón debería tenerse hombres de
probada capacidad y especializados profesionalmente en
la conducción y desarrollo de las cualidades positivas
del alma de un pueblo. El noble derecho de ser con-
ductor del espíritu de toda una nación, no es un derecho
común a cualquiei: cura dero, inmoral e ignorante o no
interesado por la felic1da e un pueblo.
ASI COMO DESPUES DE MULTIPLES PRUEBAS Y ES-
TUDIOS SE EXTIENDE TITULOS MEDICOS PARA LA
ATE "CIO DE LA SALUD DEL PUEBLO, CO MAYOR
RAZO . SE DEBE EXPEDIR DESPUES DE UN CUIDADOSO
EXAME DE ANTECEDE TTES PERSO ALES, POLITICOS
Y DE PREPARACIO ME TAL, A TORIZACIO "ES PARA
INTERVENIR EN LA CONDUCCIO ' ESPIRITUAL DE UN
PUEBLO.
Los campos científico y literario pueden estar abiertos
a cualquier extranjero o individuo, empero los campos
políticos, económicos y los que se refieren a las cos·
JUSTIFICATIVO S DE NUESTRA Rl>DELION 505
tumbres del pueblo deben ser sólo para los bolivianos
más calificados.
Dado que en Bolivia la mayoría de los habitantes
son analfabetos, ocurre que cualquier acción cultural
por medio de la palabra escrita tendría efecto sólo sobre
una pequeñísima parte de nuestro pueblo. En cambio,
la palabra hablada ofrece mayores posibilidades; pues
sólo sería necesario hacer que llegue a los oídos de
aquellos a quienes se quiere cultivar. Esto no es impo-
sible, cuando se conocen las enormes ventajas y posi-
bilidades técnicas que la radio ofrece a este fin. Mas,
se debe tomar en cuenta que por no estar castellanizados
todos aquellos a quienes se desee dirigir, el plan de irradia-
ciones deberá efectuarse en sus principales dialectos. Por
lo tanto, la radio ofrece mayores horizontes que la prensa.
Los espectáculos en general no pueden ser muy fre-
cuentes, y además de ser algunos muy caros la acción
de ellos es muy limitada por los pocos espectadores
que en cada función u oportunidad tienen cabida, a
excepción del cinematógrafo que es el más barato y
móvil. Empero, las películas no tienen siempre lo
motivos que nosotros necesitamos. Por lo tanto, la
prensa y los espectáculos pueden estar de tinados a la
parte más culta de la Nación que reside en las ciudades,
y la radio a todas las clases culturales de nuestro pueblo,
por lejos que se encuentren de los centros principalee.
 506 E. BELMO TE l'ABO
Supongamos que en el afán de conquistar la indepen-
dencia ::tlimenticia nacional, se pretendiese intensificar
el cultivo de las patata , a fin de consumir sólo la
nacional y no importar más d el extranjero. En tal caso
se efectuaría una intensa campaña instructiva sobre el
cultivo de e te tubérculo y sobre su significación naciona-
lista dentro de la economía del país. Prensa, radio ,
películas culturales, conferencias, etc., deberán realizar
una acción conjunta, in tructiva e intensa sobre toda
la nación. La prensa, las películas culturales y las con-
ferencia realizarían su acción sobre la gente culta y lo
propietario de hacienda· y la radio tendría especial-
mente acción sobre los agricultores, a través de pequeño
receptore populares que en cada hacienda o comunidad
debe obligatoriamente existir y escucharse por lo menos
una vez semanalmente o tantas veces como sea necesario.
LA RELIGIO Y EL ESTADO
La dañosa vanidad per onal de cada individuo ha
crecido tanto que, así como se conceptúa "hombría de
pelo en pecho" el no respetar autoridad ni ley alguna,
así también ocurre con los asuntos religiosos.
Muchos intelectuales, para afianzar su sapiencia ante
el juicio de los demás, califican de ignorancia el profesar
una fe y, llegado el caso, se averguenzan declarar que
pertenecen a una confesión. Algunas personas pertene-
JUSTJFJCATIVOS DE NUESTRA REBELlON 507
cientes a las clases mayoritarias,-es decir a las del
pueblo medio y no dado a intelectual, y en cuyo ambiente
se cultiva la valentía como cualidad primera del indi-
viduo, admirada y respetada-, conceptúan errada-
mente como signo de timidez el profesar una fe religiosa,
o el creer en la existencia de un Dios. Sin embargo,
estos mismos a través de las más diversas supersticiones
y de creencias, a veces hasta pueriles, reconocen de
hecho la existencia de una voluntad que e tá por encima
de la humana.
A l os que califican de ignorancia o timidez el profesar
una fe, conviene recordarles que los ejércitos espirituales,
los de las religiones, están llenos de genios y sabios,
héroes y mártires; que creer en un Dios es también
aceptar la bondad de los preceptos religiosos que reglan
la feliz, o por lo menos pªcífica, convivencia humana.
El Cristianismo, cultivando los bellos dones del espí-
ritu, se apoya en la bondad humana, cuyas expresiones
máximas son el perdón y la caridad; el perdón que evita
la venganza y la prosecución de las luchas; la caridad
que ablandando el corazón humano le hace ofrecer
bienes en vez de males.
Los pueblos evolucionados tienen la aptitud de com-
prender los mandatos de las leyes que sostienen un
orden de convivencia social. Los legisladores de los
pueblos ~primitivos recurrieron para ser oídos a los mis-
 508 E. BELJIIONTE PABO
{ 509
terios de las religiones. sí, el descanso dominical que
es una medida esencialmente social, fué dictado por la
religión y acatado por la fe. Los legisladores de lo
pueblos evolucionados no son ya sacerdotes y no re-
curren a la fe, sinó a las luces humanas de la razón.
La masa de nuestro pueblo pese a sus bellas cuaüdades,
es aún primitiva. De ahí que la religión, cuya ayuda
necesitamos, debe ser considerada con suma atención
desde un punto de vista social y político, · ' fanát'
o. fanatizant~.
Examinando la trascendencia del cristianismo a la
luz del sereno patriotismo, veremos que contiene una
finalidad política callada, pero profunda e incontestable.
Ambas, la buena política y el sano cristianismo, buscan
la felicidad y el bienestar del hombre y de su hogar;
la política mediante el deber civil y las penas judiciales;
el cristianismo por medio de los preceptos religiosos y
la ameJ].aza de castigos ultra terrenos. Hay innegable
identidad en el fin terreno, aunque diverso sea su modo
de actuar; la re1igión recurre a la bondad del corazón,
la política al deber de acatar la ley; aquella amenaza
con castigos hasta eternos, después de la muerte, ésta
con las penas corporales inmediatas.
Ambos buscan el bienestar y la felicidad de los
hombres, el cristianismo lo realiza con caracter universal,
aunque sin negar los derechos a las naciones. La -política
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION
lo hace con carácter nacional, aunque sin atacar el bien
de los demás hombres del mundo. Por lo tanto, no se
atacan, se respetan, se cooperan se complementan. El
cristianismo se profundiza hasta 11egar al más allá de la
felicidad celestial del individuo; la política, previsora,
traza la felicidad terrena de hoy y del futuro, no sólo
para el individuo sinó para los pueblos constituídos en
naciones.
La religión es pues un factor altamente apreciable
dentro de las finalidades del bienestar social de un
pueblo. Sin oponerse a la política de los estados, que se
refieren a los bienes temporales, y sin intervenir en ella
la coopera con su fecunda acción espiritual. Son dos
fuerzas que cualquiera que sea el tiempo jamás debían
oponerse en el campo objetivo y que siempre, sin que ni
siquiera haya necesidad de que se pongan de acuerdo,
marchan unidas en el subjetivo. El Estado atentaría en
contra de sí mismo y d: su pueblo si atacase la religión.
Así como la religión es un factor cooperante de las
finalidades fundamentales el Estado, es igualmente
peligrosísima cuando en sus filas reina la anarquía.
La principal y mas temida anarquía e la que
surcre de la lucha de religiones credos opuestos, como
b
aquella que vivieron los pueblos, hoy 'ª mad~ros, ~el
viejo Mundo. Al nue tro, que aún tá en su mfanc1a,
 510 E. BELMONTE PABON
- ---- -~ ·•-'-··•·
y . acaso máximo en su adolescencia, hay que evitarle
el mal que azotó a los pueblos de aquél. En el caso
nuestro, la previsión no es difícil de realizar ya que sólo
se trataría de conservar y defender la unidad católica
legada por España o, por lo menos, impedir que, 80
pretexto de libertades de credo, tomen asiento con goce
de derecho social, doctrinas contrarias a las de Cristo.
Más tarde, si no se toman en el presente las medidas
que protejan el futuro de nuestro pueblo, lo veríamos
espiritualmente dividido y agrupado en armas alrededor
de iglesias, pagodas, mezquitas, etc., adorando a dioses
opuestos unos de los otros, cuyos templos se habrán
convertido en una especie de fortalezas desde donde
salgan las órdenes de lucha armada entre los miembros
de la familia boliviana. La guerra civil o descomposición
social sería un hecho, aunque originada por causas
religiosas. No seríamos los primeros -en ser víctimas de
las luchas religiosas ni tampoco los últimos, pues fueron
ya muchos otros y será aún aquellos pueblos que
permiten que, a la sombra de las obsequiosas libertades
de credo nazcan y se agiganten problemas que son de
fácil conjuración con previsiones oportunas.
Libertad no es dar licencia al nacimiento o ejercicio
de cosas que están en contra de lo que siendo bueno en
esencia, como el Cris.tianismo, abarquen a la generalidad
boliviana. Pues en nuestra tierra casi todos tenemos
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA IIEBELIO N 511
- -- - - - - - - - - - -
la misma fe religiosa: los indígenas que forman el 70 %
, de nuestra población, son en su totalidad cristianos ;
los mestizos y las clases modestas son también cris-
tianos y en especial las mujeres, y con muy pocas
excepciones entre los hombres; finalmente, en el círculo
de las clases adineradas e intelectuales encontraremos
que el 100 % de las mujeres son cristianas , y que sólo
un porcentaje reducido de los hombres alardea no
profesar credo alguno.
Habrá quienes al leer estas líneas opinen como
razonable argumento de op osición que actualmente no
existe problema religioso en Bolivia y que no hay
peligro de futuras luchas religiosas, ya que nuestra
gente no es fanática. Habrá que darles la razón, pero
recordándoles que el propósito del presente plantea-
miento no es atacar un · mal existente, sinó conjurar
uno que se avecina al amparo de_las libertades que
gozan los inmigrantes asilados en nuestra Patria.
Aún algo más; si bien nuestro pueblo no ha hecho
notar su fanatismo, es porque no ha sido tocado todavía
en su credo. Amenazad su religión y veréis como surgen
las feroces garras del noble león que por disfrutar en
paz su patrimonio espiritual, no tuvo por qué adoptar
una postura de guerra, ni de intransigencia fanática.
El estado está en la obligación de defender la unidad
religiosa de su pueblo. De lo contrario, a largo o corto

512 E. BE LMONTE P ADO N
plazo , por la diverg ncias espirituales, se prnvocarán
conmocione psíquica , ma erializables en guerras y
anarquía, que dañarán la tranquilidad y bien del pueblo.
EL EJERCITO Y LA POLITICA
Si examinamos cuidadosamente nuestra historia, así
como también los tiempos que hemos vivido y el pre-
sente, sacaremos la conclusión de que ha sido y es el
Ejército quien ha sostenido, derribado o impuesto
gobiernos. Nada nos dice que esta intervención desa-
parecerá; y pocos son los políticos que puedan decirnos
en qué radica la causa principal que tal efecto genera.
Igual fenómeno se observa en algunos otros países,
por mucho que exista en ellos, como en el nuestro, una
enérgica prohibición constitucional para que la institución
armada se inmiscuya en política. Por lo pronto cabe
afirmar que tal intervención no es fruto de la buena o
mala calídad de los componentes de un Ejército, sinó
que es el resultado de causas más lejanas y profundas,
y que están en las características sociales por las que
atraviesa la vida de un pueblo.
Se observa que en algunos países el Ejército está
únicamente dedicado a sus labores militares y no
aparece su intervención en el campo político: así, por
ejemplo, en Francia, Suiza, Alemania, Inglaterra, Es-
tados Unido , Italia Portugal y otros, Desde luego,
.
JUSTIFICATIVOS DE N tfu T11 4. REBELION 513
e tos nombres nos dicen que estamo citando las nacione
cuyos pueblos tienen el más elevado nivel cultural de
la humanidad; cosa que juega un rol preponderante.
Si todo un pueblo es culto y cada habitante a su
mayoría de edad está habilitado mental y moralmente
para actuar en po1ítica, tendremos que má o menos
el 73 por ciento de la población total marnulina interviene
en política . Ese 73 % se fracciona en paTtidos políticos
de gran cantidad numérica, que con sus crecida fuerzas
ofrecen apoyo material a la estabilidad de los gobiernos
que hubieran elegido, creando, por lo menos, una especie
de equilibrio en contra de la fuerza del Ejército. En
estos mismos países la composición del Ejército, en el
caso de que el servicio militar fuera de dos años, alcan-
zaría escasamente a un 3 % de la población masculina.
Se alegará de que este 3 % está armado y que el 73 %
de ]os elementos civiles actuantes en política no tiene
armas; sin embargo, ocurre ademá que el 73 % es fuerte
no sólo por una razón cuantitativa sinó también porque
su poderío está consolidado por otro factor muy superior :
la conciencia clara de todo pueblo culto, que hace que
los gobiernos se eleven o caigan al empuje de fuer~as
ideológicas. Además los oficiale de sus ejército , también
de elevada cultura, confiados en la moral cívica de sus
conciudadanos dejan a éstos el campo político en la
seguridad de que el país es llevado por bueno rumbos.
 •
514 E. BELMONTE PABON
En nuestro país así como en otros de incipiente cul-
tura, es ensible y naturalmente mayor la diferencia
numérica entre los ciudadanos apto a ejercer derecho
políticos y la composición del Ejército. Desde luego
en Bolivia tenemo la poderosa influencia del semi-
analfabetismo de mestizos y blancos, y el completo de
nuestros 1.600.000 indígenas; factores que disminuyen
enormemente el número de actuantes en política. Por
lo tanto, esa cantidad del 73 % con que cuentan los
países cultos, queda gravemente reducida en el caso
boliviano; siendo indudable e indiscutible su influencia
numérica.
Agrégase a esto el factor cultural; pues la mayoría
de los muy pocos que intervienen en nuestra política,
como electores o elegidos, carecen a tal punto de pre
paración mental, que regularmente no conocen los
problemas bolivianos. Tampoco tienen virtudes cívicas;
y lo que hacen es estrangular la natural y exuberante
vitalidad de la nación boliviana.
Ante esta carencia de valores mentales y moral~,
y al medio de ~os impotentes y reducidos partidos, se
eleva la única fuerza existente, la del Ejército, como
árbitro de la estabilidad de todos los gobiernos .
Lo sensible es que esta fuerza, prohibido como le está
el conocimiento de asuntos políticos o sea nacionales,
ignora lo que realmente conviene o daña a Bolivia. Esta
JUSTIFI CAT IVOS DE UES'fRA REBELION
515
ignorancia de la realidad nacional es aprovechada por
todos los partidos para influir perniciosamente sobre
la buena fe de la oficialidad del Ejército, y así conseguir
la intervención de la fuerza material de éste en derrum-
bar, elevar o sostener gobiernos.
Hay, pues, una sola forma mediante la cual se con-
seguiría que el Ejército haga un mejor uso de su fuerza,
y que evite que sus oficiales sean víctimas del eterno
engaño político. Ella es reconocer su intervención en
política, dentro de la práctica, como inevitable; así lo
dicen la lógica y la verdad de nuestra historia y la de
otros pueblos; aunque en lo teórico sea muy bello el
principio prohibitivo. Partiendo de tal conclusión es im-
imperioso hacer que tal fuerza no sea más ciega ni esté
00
manejada por políticos inescrupulosos, que se aprovechan
de la juvenil y natural vehemencia patriótica de los
oficiales para inducirles a revoluciones de facto contra
cualquier gobierno. Es pues preciso dar a conocer a· cada
uno y a todos los oficiales del Ejército, a través de
cursos y conferencias adecuadas, los problemas funda -
mentales que entrañan la vida o muerte de Bolivia;
que estos problemas elevados a la categoría de doctrina
políticas que busquen el bien patrio, sirvan de guía
intelectual al empleo de la fuerza del Ejército, y de
anulamiento a las mentiras de los politiqueros pro-
fesionales que buscan la ayuda de los regimiento para
 E. BEU1ON'.I'E PABON
516
atacar, sostener o instituir gobiernos, consultando sólo
us intereses personales o sectáreos.
MIE TRAS EL EJERCITO SEA LA UNICA FUERZA
PO DERABLE E EL PAIS ESIMPRESCI DIBLETOMARLO
E CUE TA DE TRO DE LA VIDA POLITICA NACIONAL;
. O PARA QUE ACTUE CO CARACTER ACTIVO E LAS
LABORES POLITICAS O ADMINISTRATIVAS, SINO PARA
QU~ ILUSTRADO SOBRE TALES ASUNTOS, SEA.,CAPAZ,
POR SI SOLO, DE JUZGAR LOS ACTOS DE GO-
BIERNO, LIBRA DOSE ASI DE LOS SOFISMAS TA TO
OPOSITORES COMO PARTIDARIOS DEL REGIME IM-
PERA TE. Así por ejemplo, si un oficial sabe muy
claramente que la enajenación de nuestras riquezas
al imperialismo internacional y la fuga de capitales al
extranjero causan la miseria de nuestro pueblo y la
impotencia nacional, no ofrecerá apoyo algunó al
gobierno que pretendiera conducir al país por tales
caminos. Y al contrario, será un leal sostenedor de
todo gobierno nacionalista. Tanto en el primer c so
como en el segundo, no sería un elemento ciego e in -
fluenciable por las falsedades de los políticos.
Los oficiales deben ser ilustrados cuidadosamente
sobre los fundamentos de la economía nacional, sobre
los de la vitalidad del pueblo boliviano y del poderío
patrio; deben dirigir sus miradas hacia este campo,
sin que ello implique que participen en la conducción
JUSTIFICATIVOS DEN ESTRA REBELION 517
política del país; pero sí para que por el conocimiento
claro de estos problemas queden inmunizados contra
enores políticos.
Entonces tendre os un c erpo de oficiales que cons-
tituya la guardia de os fundamentos de la vítalidad de
Ja patria boliviana, cont.ra todo gobierno no nacionalista .
Entonces esta manga e zánganos, de pólíticos de oficio,
que dan vueltas al ededor de los cuarteles para soli-
viantar al Ejército, no te drá más éxito. Entonce
habrá desaparec'ido , en gran parte, la anarquía nacional
que es cooperada y apreciada s retamente por el im-
perialismo conómico internacion 1, quien, m· entras
nosotros nos deshacemos en inacabah,les luchas ' tes-
tinas, disfruta, explota y abusa de las riquezas huma as
y na~rales de Bolivia.
En consecuencia, e impone crear dentro de la ofi-
cialidad del Ejército un claro estado mental y con-
ciencial sobre los asuntos vitales de la ación y del
pueblo para que no sean así ni la calumnia ni las men-
tirosas alabanzas de opositores y partidarios del gobierno,
las que dirijan el inevitable empleo de la fuerza armada
en contr a o favor de un ·régimen, sinó la verdad y un
conocimiento claro de los problemas matrices de la
Nación.
Es forzoso amoldarse, en forma comprensi a, a la
impositivas realidades bolivianas, no sosteniendo pro•
 518 E. BELMONTE PADON JUSTIFICATIVO DE UESTRA REBELION 519

hibiciones que nunca se cumplen; sino, por el contrario,
creando e tados racionale que eviten mayores desastres
y sean benéficos para nuestra patria.
EL EJERCITO SEGUIRA PESA DO E1 UESTRA
BALANZA POLITICA, Y LO IMPERIOSO ES DISCIPLI-
AR MENTALMENTE ESTA FUERZA Y EVITAR QUE
CO TINUE SIENDO CIEGA. O POR ESCO DER LA-
CABEZA DEBAJO DEL ALA Y CERRARNOS EN PRO-
HIBICIO ES, ABSURDAS POR LO EXTREMAS, VAMOS
A CAMBIAR EL CURSO DE LOS ACONTECIMIENTOS
QUE E FORMA REGULAR E INFLEXIBLE SE REGIS-
TRAN EN LAS PAGINAS DE NUESTRA HISTORIA.
Capacidad moral de la joven oficialidad
Sólo en el caso de que estuviera pervertida la moral
cívica de la joven oficialidad de nuestro Ejército se
podría afirmar que toda intervención política de éste
dañaría al país . Felizmente, tal cosa no ocurre; sino que,
por el contrario, ella es una de las partes más sanas de
la nación, y veamos c6mo asi.
La vida de reclusión que se lleva en el Colegio Militar
y la prohibición de leer periódicos, revistas y diarios,
y el no participar en las luchas internas del país, obligan
;
a una existencia alejada de las inmoralizantes actividades
políticas. Crecen, pues, los jóvenes cadetes en estado de
absoluta inocencia política .
Sensiblemente, no se puede decir lo mismo de nuestra
1
juventud estudiosa civil, cuyas aulas son invadidas por
las más perniciosas influencias políticas, al colmo de que
estando apenas en el proceso de mera formación mental
- que no da derecho a la acción, sinó máximo a la obser-
vación cuidadosa de las luchas sociales - salta pre-
matura y noblemente inspirada, aunque desastrosa-
mente influida, de las aulas a las manifestaciones ca-
llejeras. Y esta práctica inconsciente es la mejor gimnasia
para la futura falta de escrúpulos cívicos. Es ahí, donde '
nuestra juventud civil empieza a sufrir engaños.
Juventud significa natural pureza y buena fe y tam-
bién inexperiencia. Esta inexperiencia políticamente
entraña un peligro para la moral cívica de nuestra
juventud; e por ella que del ambiente venerable de las
aulas, se precipita inconciénte a la mugre de la política.
La juventud estudiosa universitaria está obligada a
conocer el proceso político de la nación, pero es errado y en
daño de su futura conciencia ciudadana que tan prema·
turamente aparezca en el campo de la acción política.
Siguiendo nuestras observaciofes, veremos que esta
juventud también está bajo la perniciosa influencia
hogareña donde regularmente los familiares, con los
cuales forzosamente convive, sufren el arrastre de la
vorágine y virulenta política. No así nuestros jóvenes
cadetes, que por su aislamiento familiar están libres de

1
 520 E. BELM O TE PABON
tan desgraciada circun tancia. Agréguese a e te favora-
ble estado de no influencia, el que los cadete reciban,
dado el acrificado fin del Ejército, un más esmerado
cultivo del amor a la Patria, a cuyos servicios se con-
gregan d por vida .
Con lo anterior no terminan la oh ervacione· .
Veamo ahora la influencia de lo factores económicos
en los estudiantes civiles y en los cadetes cuando
egresan ya profesionalizado de sus re pectivos institutos.
Los estudiante civile e incorporan a la desesperante
lucha para conseguir el sustento diario, esto si no han
sido ya arrastrados por ella antes de que pudieran
terminar sus estudios. Y como quiera que muy pocos
son los campos que ofrecen trabajo aún menos los
puestos que en ésto quedan. para l elemento nacional,
ocurre que no tienen cabida dentro de otra actividad
que no sea la politiquera. Los partidos les ofrecen como
recompensa un puesto público. Empero, son pocos lo
puestos públicos y muchos los pretendientes. Lo que no
tienen cabida dentro del erario nacional forman la eterna
oposición gnbernamen,t al en la que se ejercitan a posponer
los intereses nacionales y anteponer los suyos propio .
La dolorosa necesidad del sustento diario no satis-
fecho, los hunde en la inmoralidad cívica y en el ser-
vilismo sectáreo. Los partidos políticos terminan por
formar de ellos lo revoltosos de todas las hora y los
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 521
opositores de todos 1os gobiernos, mientras no pertenez-
can a las filas gubiernistas o no tengan un cargo público.
No ocurre así con los egresados del Colegio Militar,
quienes al incor rarse a la clase de oficiales, tienen a
través de sus haberes, aunq:!!e en forma mediocre, dada
la pobreza general del país, la posibilidad de atender
sus necesidades diarias. Aislad s como estuvieron
durante sus estudios en el Colegio Militar, ocurre que
también se rompieron de facto los vínculos de depen-
dencia económica familiar, tal que dentro de este
concepto , ni ellos existieron ya para sus familiares ni
éstos para ellos.
A través de esta reflexiones no se pretende acusar a
nuestro jóvenes compatriotas civiles; pues si la clase
de ellos está enferma de un mal y no así la de los egre-
sados del Colegio Militar, no es porque aquéllos sean
en sí malos, ni ésto congénitamente b enos; estudiantes
y cadete , civiles y militares salen del mismo pueblo, y si
hay alguna diferencia es porque ambas pasan su juventud
por circunstancias tan diforeñtes, que distintos deben
ser los resultados finales de transformación personal.
AFIRMEMOS -P ES CO ALEGRIA Y SL PROPOSITO
DE OFE JDER A ADIE QUE LAS IRTUDES CIVICO MO-
RALES DE LA JOVE OFICIALIDAD GARA TIZA LA
FUTURA BUENA ORIE TACIO POLITICA DEL EJERCITO
Y DEL PAIS.
---
 522 E. DELMO ' TE PADON
En las últimas décadas de nuestra historia, militare
de alta jerarquía, han asaltado con frecuencia el gobierno
y han gobernado el país en nombre, como ellos dicen.
de la oficialidad del Ejército. Sin embargo, si se pre-
guntase a cada uno de los componentes de la oficialidad
militar, sobre i tales gobiernos fueron efectivamente
fruto de la voluntad de la institución armada
recibiríamos la respuesta de que la mayoría de los
oficiales en nada se mezclaron y que ni siquiera fueron
consultados, ni menos más tarde informados; y por lo
tanto, sacaríamos la conclu ión de que se suplantó una
voluntad colectiva. Es decir, nuestros generales suplan-
taron la voluntad del Ejército, como los partidos
gobernantes la del pueblo. Sin embargo, en cada una
de estas revoluciones o cambios de gobierno, veremos
que aparece la activa intervención armada de algunos
oficiales, la pasiva de muchos que se dejaron arrastrar
sin saber por qué, dentro del movimiento, y la contem-
plativa e indiferente del resto que forma la mayoría.
Así ocurrió el año veinte cuando cayó el partido
liberal; y así cuando la caída del presidente Siles, quien,
si bien se examina fué el gobernante más previsor en la
defensa nacional al dotar de cuantioso material bélico
a nuestro Ejército; y sin embargo, fueron algunos
oficiales y jefes, muy noblemente inspirados, que bajo
influencias nefastas derrumbaron, cegados, a ese go-
JUSTlFICATIVOS DE UESTRA REBELJON 523
bierno. Y en ese entonces también se suplantó la vo-
luntad del Ejército al gobernar en su nombre.
Y en igual forma en los demás golpes de Estado,
incluso en l del Coronel Busch, en cuya elevación al
poder tomó arte activa el autor del presente libro:
pero, consecuen e con su manera de pensar y convencido
de que era necesario informar al cuerpo de oficiales
jóvenes, sobre los puntos fundamentales económico ,
que encararía el gobierno, se inició una serie de con-
ferencias, aunque no regulares, en varias guarniciones·
conferencias que fueron esautorizadas, primero, por
Peñaranda, por entonces _C omandante en Jefe del
Ejército, y, má tarde, por su sucesor Quintanilla, aunque
éste al principio dió su hipócrita aceptación v~rbal
que luego, posiblemente instru1 o y sobornado por la
Standard Oil, cuyo empleado f é por mucho tiempo,
evitó que se llevasen a cab , mediante la salida de mi
persona fuera del gobierno d Busch y de Bolivia.
ASI QUE LA OFICL.UID ill SE I ' TERIORICE DEL SER-
VILISM DE LOS PARTIDO POLITICOS, DE LA ESCLA-
VITUD E O MICA Er QUE BOL A VIVE, DEL DAÑO
QUE LA NACIO SUFRE, LA ~RZA ARMADA E
PONDRA E CONTRA DEL IMPERIALlSJi O CAPITALIST
Y A FAVOR DEL IJEBLO BOLIVIANO.
La cuidadosa in trucción política del Ejército, debe
durar tanto tiempo como sea necesaria, hasta que la
 524 E . BELMO TE PAB0 1
cultura cívica y mental del pueblo boliviano ea elevada,
y 1 bien tar económico d éste ea tan bueno que us
aptitudes ciudadana no ucumban ante la amarga
e insegura conquista del ustento diario. O St,a hasta
que la mayoría del pueblo . encuentre moral y econó-
micamente habilitado para lo ejel'cicio cívico , y pueda
formar !rrande partidos político uya triple fuerzas
numérica , morales y me tales sean el sostén material
e ideológico de los gobier s que ellos instituyan.
I UTORIDAD O HAY FUT RO
PATRIO
E tal el de orden que en nuestro país exi te, que el
respeto a la autoridad es una cualidad de conocida.
Reina el concepto que quien la falta , e todo un valiente;
y se hace culto de la contravención a todo lo que ella
ordene . Toda autoridad es hundida en el ridículo para-
lizante y ninguna se libra de la burla que empequeñece
y denigra; el ataque empieza contra el primer manda-
. tario y termina en el guardián callejero. El que más y
el que menos, justos y canallas, propios y extranjeros,
todos tienen el extraño gusto de la desobediencia, en
beneficio in~irecto del capitalismo inte~nacional qu1"
apro cha de nueat-ra anarquía
Pero ¿ no nos damos cuenta que la autoridad no
podrá ser fecunda en un ambiente en que los insultos
JUSTIFICATIVO D E NUE TRA REBELIO 525
y las carcajada la mar anyanulan?. Tal proc der, ¿no
constituye un e tad permanente de anarquía?. JAM S
E ACATARA DE BUE T GRADO A A A TORIDAD
Q E ADIE RESPETA, POR M CHO Q E ESTA SE 1J.
TENTICAMEi TE DEFE T ORA DEL BJ NEST
T
Se dirá que e ta crítica tiene mucho Jugare comune
y un lenguaje vulgar; quienes así afirmen no e equi-
vocan . Pero epan llo que e a línea no tán e crita
para lo políticos irreductibles y sabihondo , que viven
cerrado en la fortaleza de su capricho a va idade
o en la criminale : con ignas de artido inó ara el
pueblo que e sencillo y compren :ivo.
Para di culpar esta falta de r espeto o acato a la
autoridad, e alegará que es culpa de la mala calidad
de los individuos que la ejercen. Es verdad que en las
provincias la primera autoridad política es el individuo
que más se embriaga, convirtiéndose en el ciudadano
más peligroso porque dispone de soldados, arma , cala-
bozos y autoridad.
Se alegará también, que la arbitrariedad, si bien e
temida, jamás pudo ser respetada. Sin embargo, nada
se remediai-á negando el re peto a la autoridad, ea esta
buena o mala. Bs pues preferible des on e Ji:.eate
al ruín que l jerc y derribarlo po la ley o la violencia;
.m-ás aún, castigarlo severamente sentando dw:o px
 526 E. BELMONTE PABON
de o anulemo 1 principio d autoridad que es
indi pensable eterno por ólb tener ei/gusto de con-
trariar a estos canallas que pasan y iuuer~n.
/
Las causas que más contribuyen a la mala calidad
de nuestra autoridades son la irresponsabilidad de ellas
y la impunidad de los delitos que cometen. La impunidad
es más frecuente a medida que uno eleva la vista a las
altas esferas políticas, las cuales son impotentes para
imponer a las subalternas una rectitud que ellos no la
observan.
Se ve claramente que nada se conseguirá atacando
en primer término con severas sanciones a los pequeños
funcionarios, sinó sancionando a los que mal usan su
elevada autoridad e infectan el ambiente de los subal-
ternos con el ejemplo de sus contravenidas funciones.
Tan funesta enfermedad no será a1iviada atacando a
los efecto ,. es pues imperioso remontarse a las fuentes,
a los primeros dirigentes para imponerles severos e im-
placables precedentes que disciplinen a superiores y sub-
alternos.
Si el Jefe Político del Estado, de reconocida moral
e inteligencia nacionalista, enérgico e intolerante, tu-
viese la facultad de castigar con la pena,m ~ a incluso
hasta a un ministro culpable, ¿ quien desearía estar en
el pellejo de tal ministro? ¿ qué Secretario de Estado
sería capaz de hacerse culpable?.
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 527
Muchos, especialmente aquellos que se sienten can-
didatos a funciones elevadas, afirmarán que no es
admisible el que un Ministro de Estado sea castigado
on la pená e muer'te, Pero, ¿es que las sancione
penales son sólo aplicables contra el humilde ciudadano
que cometió un delito que apenas daña a unos cuantos
del compuesto social? ¿No deberá aplicárselas con mayor
razón y energía a los altos funcionarios, quienes al
cometer el más pequeño delito dañan con él, casi
siempre, a toda la colectividad nacional?
¿No constituye el alto funcionario algo así como un
engranaje principal dentro de la gigantesca maquinaria
colectiva, y que si él marcha mal, produce efectos desas-
trosos en grandes sectores de la vida de la nación?
Si a un ciudadano por haber robado o herido a un
congénere, se lo encarcela por años, ¿ qué sanci?n deberá
aplicársele a1 funcionario cuyas faltas no dañan sólo a
un hombre, sinó a todó el país?.
¿ O es que los funcionarios de alta jerarquía son
impecables? ¿No es vox populi que el ser Ministro
es el mejor priyilegio para hacer toda clase de negocios
sucios? ¿ Qué hará el jefe político de la nación para
contener esta inmoralidad que llevará al fracaso todo
proyecto, por bueno que él sea? ¿No se vé que la severa
intolerancia es la única arma eficaz que nos queda?
¿ O es que vamos a seguir contemplando indiferentes Y
 528 E. BELMONTE PABON
resignados que est anga de libertinos, cubiertos con
lo :más di e-rso füs rae ofrciales, siga destruyendo
todo posible sistema de orden?
NO OLVIDEMOS QUE LA A ARQUIA ES EL CAMPO
ABO_ ADO PARA LOS RUFIANES, DONDE PERDIDOS
EN EL DESORDE , COMETE IMPU EME TE LA MAS
DIVERSA CLASE DE DELITOS E ' CO TRA DE LA NACION.
Seguro estoy de que estos extraños pensamientos
llenarán de miedo a muchos y alarmarán a algunos
eufemistas del derecho teórico que es el escudo detrás
del cual se esconden los contraventores al bien nacional;
pero sólo nos interesa la opinión de los no culpables,
l eblo, cuyos pensamientos se pretende inter-
pretar.
Sin embargo, aconsejable es que se respete el principio
de autoriélad, pues de nada serviría si más tarde sur-
gieran hombres ecuáni~es, enérgicos y rectos, ya que
la falta de respeto a las funciones de que estuvieran
investidos anularía su capacidad constructora y crea~ora.
La conquista de la felicidad de un pueblo se asemeja
a la conducción de una batalla. Desde los altos comandos
hasta los últimos soldados, todos deben obedecer con
sus actos a la idea directriz que busca la victoria. Así
también en los tiempos de paz y en las luchas por la
conquista del bienestar humano, desde los más altos
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 529
magistrados hasta los más humildes ciudadanos, todos
deben cumplir con la ley; una omision puede ser tan
grave como la deserción de jefes o soldados en tiempos
de guerra.
EL ASALTO A LA NAVE DEL ESTADO
La especie humana, respondiendo a impulsos instin-
tivos de conservación, se agrupa en grandes organiza-
ciones colecti"\-\as, con territorios delimitados, que se
llaman naciones, por medio de las cuales, aunque in-
conscientemente, busca su bienestar.
Dicho bienestar puede ser amenazado ya por fuer~as
externas, como son las invasiones que las naciones
vecinas pudieran efectuar, o también por fuerzas internas
como las que emanan de la inmoralidad cívica de algunos
ciudadanos.
Contra el primer peligro, el externo, cada nación se
precave organizando ejércitos para su defensa, por ser
estas instituciones de fuerza los únicos cimientos sqbre
los cuales se afirma el derecho de una nación para ser
respetada por las otras.
Contra los peligros internos se establecen disposi~
ciones llamadas leyes, que prescriben las relaciones de
los individuos entre sí y de estos con el compuesto social
que forman. A fin de que alguien se encargue de conjurar
 530 E. BELMONTE PABON
los peligros externos e interno , se crean organismos
Jlam~dos gobiernos, que según su origen o composición
pueden ser monárquicos, teocráticos, aristoc~áticos, etc. ,
Entre ellos, como expresión máxima de la genuina
voluntad de cada uno de lo componen tes del conjunto
social llamado nación, tenemos los gobiernos demo-
cráticos, o sean los elegidos por Bolivia desde su funda-
ción, hoy motivo de nuestro análisis.
Etimológica y filosóficamente el término democracia
significa "Gobierno del pueblo para el pueblo".
Tal definición está compuesta de dos frases que son
"GOBIERNO DEL PUEBLO" y' "GOBIERNO PARA EL
P EB_LO". La última significa "para el bien y servicio
del pueblo" y constituye la finalidad de tal sistema; y Ja
primera frase gobierno del pueblo, es decir "ejercido por
el pueblo" es el medio con el cual se garantiza el cum-
plimiento de la segunda. Como se puede entrever,
LA Dfil!OCRACIA COMO FI ALIDAD ES MAS VALIOSA
QUE LA DEMOCRACIA COMO MEDIO.
Pues si se nos da a escoger entre la "desgracia del
pueblo" como resultado del uso del "medio demo-
crático" o la "felicidad del pueblo" conquistada por el
uso de "un medio no democrático", nadie dudará en
decidirse por la última proposición. Y si bien se observa,
la última es la realización de la "democracia como
finalidad".
1 USTIFICA TIVO.S DE NUESTRA R EBEL ION 531
Ahora bien, el ser gobierno del pueblo implica que
cada uno de los componentes del conjunto social tendrá
el derecho de conocer sobre todos los negocios. públicos
y resolver sobre ellos. Pero para que tal cosa pueda
ocurrir, sin dañar gravemente a la colectividad, será
imperioso .q ue el nivel cultural del pueblo sea tan elevado
que todos estén habilitados para poder intervenir en los
asuntos públicos.
Así como los ·h ombres necesitan llegar a la mayoría
de edad para conducirse por sí mismos, así también los
p.u.eblos t para regirse a sí mismos necesitan llegar a la
mayoría de edad política; cosa que sólo se la puede
conseguir mediante un elevado nivel mental y moral
de los componentes del conjunto social. De lo contrario,
la democracia no será realizable y bajo el nombre de
ella se .ocultarán otra clase de sistemas políticos, tal cual
pasa en muchos pueblos.
En Bolivia, si consideramos a sus 3 millones de habi-
.tan-tes, y el principio de que sólo los hombres desde los
veinte años de edad deben intervenir en política, ten-
dremos que el número de ciudadanos debería alcanzar
a medio millon más o menos. Ahora bien, ¿ cómo así
se puede afirmar que el sistema político que tenemos
~ea : democrático, cuando sólo uno mil son los que
participan en los plebiscitos o comicios electorales, en
:vez de medio m.illón?. ¡ Sólo participan u 0% del total!
 JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REDELION 533
532 E. BELMONTE PADON

graves consecuencias aún no hemos terminado de sufrir

¿ Es que se llama democracia al imperio de la arbitraria
ni vivir.
y errada voluntad de los menos sobre los más? ¿ y a
Fué esta minoría que, acaso tratando de encontrar
esto no se debería llamar más propiamente, la tiranía
un medio que explique la presencia de sus componentes
oligárquica disfrazada de democraci ? 0
en el gobierno, instituyó el sistema democrático. Pero sí,
Más aún, esta pequeña cantidad de 6-6' mil ciudadanos,
se olvidaron del fin que busca la democracia, poco 0
que se agrupan en los más diversos partidos políticos,
nada les importó el bien de la colectividad boliviana:
¿ reunen condiciones mentales para delegarles facultades
LOS INDIGENAS QUEDARO E IGUAL ESTADO DE
electivas?.¿ Tienen una suficiente preparación como para
ESCLAVITUD; mas aún, con las esperanzas perdidas de
distinguir por si solos entre lo que conviene y lo que
recobrar, conforme Jas promesas de la guerra de la inde-
daña al pueblo boliviano? ¿ Estos \ mil son capaces
pendencia, su antigua US'Urpa--da libertad.
~e luchar con inteligencia y sin claudicaciones por los
Para todos, menos para las minorías de las cuales
mtereses de los tres millones de habitantes?
salieron los magistrados, en nada cambió el paso del
El fin que busca el sistema democrático es el bien del
coloniaje a la República; pués sólo se cambió de amos:
pueblo, y el medio que emplea es el sistema político en
ayer los peninsulares, más tarde los criollos h ós
el cual cada ciudadano conoce de los negocios públicos.
agen.tes del apitali mo in.te~cional. ¿ Es que en las
Cuando se fundó nuestra república, el primer acto
guerras de la independencia se luchó tanto, por tener
democrático habría sido ver si el pueblo del Alto Perú
solamente el derecho de que unos cuantos nacidos en
estaba conforme en constituirse en un Estado separado Bolivia fueran nuestros dirigentes? En el derecho
del Bajo Perú, con el cual hi tórica y racialmente
político de gobernarse a sí mismos, ¿no se comprendía,
for~aba. un~ sóla_ unidad~ Pero, sin embargo, una pe- ante todo, la posibilidad, diremos la seguridad, de un
quena mmona atribuyéndose derechos arbitrarios, acaso mejor vivir, que debía venir en brazos de la ansiada
en el afán de ser también directora y creadora de una libertad?. ¡ E derroche de tantos sacrificios, sangre y
república libre, cuya libertad se la debía a· la sangre vidas, el holocausto de tantos mártires, no /fueron en
derramada en las batallas, y no a los acuerdos de pro de que una arrogue la rgu,llosa facultad
escritorio que ellos tomaron, la separaron del Bajo Perú,
de gobernarnos despótica ente!
creando un Estado débil, rodeado de fuertes, y cuyas
 JUSTHlCA.TIVOS DE UESTRA REBELION 535

., Indudañlemente que se luchó por una causa de Debieron haber previsto que la libertad política, el
benéficos y límpidos horizontes, ¡ mas, los hechos nos derecho civil, y la tranquilidad moral y espiritual de
dicen que el resultado ha sido defraudado! A las leyes un pueblo son imposibles sin un previo bienestar material.
peninsulares sucedieron, .a través de un sfo-Io ,9 de libertad
• SE OLVIDARON QUE PARA TODO CIUDADANO EL MUNDO
mal usada, ·o de eyes dél gx:an capital qu ESTA REVUELTO, NO HAY JUSTICIA SOCIAb Y TODO
... po su naturaleza materia · 1·1sta --y su caracter ' ·
1mperson ál
( GOBIERNO ES MALO, CUA mo PESE A sus HONRADOS
es intolerante y brutal. ESFUERZOS Y TRABAJO NO PUEDE LLEVAR A SU
Bolivia al libertarse de la península, saltó a la vida HOGAR EL SUSTENTO NECESARIO, Y QUE LA PRO-
antes._,,,de te e laJ
e,x eriencia sufici~nte;
.,, I",,¡ 1
y ,.,
después, 5aró
,-"j'),/" ...
LONGADA MISERIA ANARQUIZA SUS VIRTUDES CI-
en las opresoras ga a el ran capital. El esulíado.__ VICAS Y PRIVADAS. TAMPOCO TOMARON EN CUENTA
· d"1genc1a
es 1a 1n ·"' en s ogares ~y 1a 1mpotenc1a
. . de1 E s- QUE · LA DECADENCIA DE UN ESTADO EMPIEZA ES-
tado y la Nación. ¡ Hoy que sabemos qué es lo que nos PECIALMENTE POR LA MISERIA DE SU PUEBLO.
impide respirar, vivir, se impone el deber de levantarse Si el propietario de una casa, mina o parcela de
y proseguir la lucha por la libertad! ¡POR LA LIBERTAD tierras agrícolas, entrega su propiedad a otro individuo
ÉCONOMICA! y le dice: - "le entrego esta propiedad, puede usted ex-
En vez de dar derechos políticos al pueblo, que mal plotarla, a condición de que la mayoría de los beneficios
y en daño de · sí mismo emplearía, dada la infancia sean para usted y, además, de que yo trabaje en ella
política en la que aún" vivía, habría sido preferible como su peón, pudiendo usted agarme cualquier salario,
analizar cuidadosamente en qué se basa el bienestar de por ridículo que él sea", habrá creado las bases más
un pueblo. Pronto se habría visto que así como el seguras para su esclavitud.
individuo aislado apoya su bienestar en el disfrute y Otro tanto pasa con una nación, y esto ocurrió y sigue
buen uso de su pr piedad, así tamb · én las colectivid des ocurriendo con Bolivia. El espíritu del derecho de la pro-
deben apoyar su el rincipio 8.e ~ . piedad privada, debió haber extendido sus alas y cubieq:o
que los bienes territoriales de una nación, deben ser con su sombra benefactora el de la propiedad nacional.
usados en primer término en provecho de la colectividad Si nuestros estadistas se hubieran preocupado de que
. '1
nac1ona. se realizara EL FI r DE LA DEMOCRACIA, aunque sin
 536 E. BELMONTE PABON
hacer uso, por lo tanto, del MEDIO DEMOC RA TIC O, in-
dudablemente que Bolivia, dado lo favorablemente que
está dotada de múltiples riquezas, con el inteligente
aprovechamiento de ellas, habría obtenido los medios
necesarios para elevar la cultura de su pueblo; y en estos
tiempos, acaso ya habríamos estado todos, moral y men-
talmente habilitados para ser ciudadanos y realizar la
democracia en sus dos aspectos: como medio y como fin.
Mas, hoy la situación que ocupamos es la diametral-
mente opuesta; el FIN DEMOCRATICO DE BIE ESTAR
se ha convertido en miseria eselavizante; y el
MEDIO DEMOCRATICO que busca que los pueblos se
rijan a sí mismos. está completamente anulado, tanto por
el crecido número de los que no toman parte en las
actividades polítii as, como por la incapacidad de casi
1
e] total de esos ~ mil ciudadanos que militan en los
partidos políticos. í) o
1
Si esta minoría de ~ mil estuviera compuesta de
ciudadanos de alto nivel cívico y moral, y que además
tuviera capacidad de discernir con acierto sobre las
cosas necesarias a Bolivia, podría llegar a representar
con buen resultado a los 3 millones de habitantes. Pero,
sensiblemente, tal cosa no ocurre, resultando como
consecuencia la más detestable e impune tiranía colee•
tiva de los partidos políticos, y la irresponsabilidad
inmoral de los gobernantes.
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 537
Examinando las actividades políticas sucedidas a
través de nuestra historia, encontramos la presencia de
cinco grupos principales: el más elevado y también m{ls
pequeño es el de los oligarcas que constituyen los direc-
torios de los partidos políticos, por cuyas manos, en
forma casi rotativa, pasa y pasó el gobierno del país;
otro segundo grupo, compuesto en parte por los buró-
cratas, es el de los adherentes a los partidos políticoE;
un tercer grupo, acaso numéricamente igual al segundo,
está compuesto por ciudadanos que, pese a su cultura, no
intervienen en política; un cuarto, hoy disgregado
lo forma la masa de los partidos; y, finalmente, un
quinto, integrado por la crecidísima masa de analfabetos
que nada saben de negocios públicos y sobre los cuales
ninguna acción ejercen.
El primero, segundo, cuarto y parte del tercer grupos
t rman esa insignificante cantidad de más o menos
.000 individuos; y el quinto y el saldo del tercero
forman el resto que se eleva a cerca de medio millón.
De donde se saca ]a consecuencia que la democracia
como medio cae por su hase, y si se proclama su infa-
libilidad es sólo para engañar al pueblo.
4
Esto • individuos actuantes activos en política,
de quienes depende la marcha o estancamiento de
nuestro país, son los que menos independencia econó-
mica tienen. Por lo tanto, la dolorosa inseguridad del
 538 E. DELMONTE l'ADON JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REDELION 539

sustento diario, los pone a merced de quienes les echan la inmoralidad cívica y los engaños pueden ser esgri-
unos mendrugo , que no deberá llenarlos por completo; midos sólo por ruines y cobardes. Salvo el caso que
y así, por el _hambre organizada, tenerlos siempre dichos recursos se los usara como medio inevitable para
bajo su dependencia. Gracias a esta nueva esclavitud, llegar al poder y desde él suprimirlos hasta que desapa-
Bolivia sojuzgada y conservada como una colonia rezcan los vicios que desvirtúan los actos cívicos.
eco ' ica. E&te es uno de los frutos de la famosa DEMOCRACIA REPRESE TATIVA ES EL ARTE DE GO-
«<} mocracia boliviana como medio.> BERNAR A OMBRE DE U1X PUEBLO PARA LLEVARLO
Todos ansían libertades, los unos para tener el cuTioso POR CAMINOS DE BO ,A.NZA Y SEGURIDAD. PERO ES UN
gusto de elegir gobernantes cualquiera que sea la calidad ARTE QUE CASI ' CA SE LO HA REALIZADO Y QUE,
de ellos, y unos pocos para gobernar. Ahí acaban las aspi- LAS MAS DE LAS VECES, SIRVE PARA SUPLA TAR LA
racione . Todos olvidan que este ejercicio de elegir o ser VOLUNTAD CIUDAD A.
elegido e uno de los medio , entre los muchos que hay, EL LIBERALISMO ECONOMICO QUE T~IE SE
para conquistar el fin del bienestar y felicidad humanos. DISFRAZARA CO EL TITULO DE DEMOCRACIA Y
La exr,resión máxima de la democracia .,boliviana es QUE PROCLAMA EL DERECHO INDIVIDUAL A LA
que esos mil, que apenas alcanza al dos por ciento PROPIEDAD, TERM!J."'iO POR CO CE TRAR LAS RI-
de nuestra población, tengan la libertad de concurrir a QUEZAS DEL MUNDO EN. MUY POCAS MANOS, NE-
los comicios electorales ¡ y hay que ver en qué forma! GANDO ESTE DERECHO COMUN, EN OMBRE DEL
Esa es la moral cívica en la que se apoyan los gobiernos CUAL SE ESTABLECIO, A LA MAYORIA DE LOS HOM-
democráticos. j o se comprende cómo puedan ser BRES, QUIENES POR ESA VIA PERDIERO , ADEMAS,
legales! ¡ Salvo que, así como la fuerza es la brutal SUS LIBERTADES E GENERAL, Y QUEDARO SOME-
legalizadora de los actos internacionales, sean el cohecho, TIDOS POR SUS MAS ELEME TALES NECESIDADES
el atropello, la subasta de votos, la embriaguez y ]os DE VIDA (ALIMENTOS, VESTUARIO Y VIVIE DA) A
31
mil contubernios de ese %, los fund&mentos del ESTA MODERNA Y MAS DURA ESCLAVITUD. DE ESTE
derecho político de dirigir a tres millones de habitantes FENOMENO, CONTRARIO AL BIE ATURAL, TAM-
de un pueblo ! La fuerza puede estar en manos de -POCO SE LIBRARON LAS GRANDES ORGANIZACIONES
hombres valientes, capaces y bien intencionados; pero HUMANAS COMO sor LAS ACIO ES QUE ESTAN
 540 E. DELMO ' TE PADON
E CLAUSTRADAS E LA ESCLAVIT D COLO IAL ECO-
OMICA.
El liberalismo económico e pues el más audaz su-
plantador de la voluntad del pueblo que en la historia
humana se registra, y su arma más eficaz es y ha sido
la falsa democracia, en la cual incitan a los pueblos a
luchar por una libertad política que estos no la com-
prenden y por el fetichismo de la normalidad institu-
~ cional, haciéndoles creer en la panacea electoral.
D'e e un punto de vi ta económico-nacional, todos
los partidos p 'tic.Q.s tradicionales fueron y son liberales,
y es, por lo tanto, impeno e arles a éstos el derecho
de existencia, si se quiere arrebatar capitalismo inter-
nacional su instrumento más dócil y út .
En Bolivia es impostergable realizar EL FI DE LA
DEMOCRACIA, esto es, conquistar el bien humano; pero
para ello es preciso renunciar al prematuro medio que
nos han impuesto y en cuyo fetichismo aún pretenden
hacernos creer, para seguir esclavizando a Bolivia apro-
vechándose de la inocencia popular aliada a la inmora-
lidad de los gobernantes . Es preferible que el pueblo se
decida por una doctrina política que interprete y realice
sus necesidades, a que insista en elegir hombres que en
el gobierno sean sus sojuzgadores.
Mientras el poder político se encuentre en manos de
los sirvientes del imperialismo económico, la constitución
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 541
de todo nuevo gobierno, por la vfa llamada legal-
democrática, no dejará de ser una pantomina, en la que
las fuerzas libertadoras socialistas, quedarán burladas,
saliendo de los comicios electorales triunfantes, como
siempre, sus contrarias.
No otra cosa pasó en las elecciones presidenciales de
Peñaranda y su contendor del F.I.B. Arze, quien pese
al talento que tuvo de presentar su candidatura casi
con carácter sorpreEivo, fué vencido por las derechas.
Sin embargo, en dichas elecciones, a través del crecido
número de votos que el pueblo dió a favor de Arze, se
demostró el cansancio boliviano por las cadenas impe-
rialistas. Pero también se comprobó que ni por sorpresa
serían ellas rotas ni por la vía de la pantomina plebisci-
tar-ia. Pudo haber obtenido Arze el 100% de los votos,
y esté seguro que no por ello habría llegado al gobierno.
Peñaranda O cualquier otro agente del liberalismo
económico habría sido el ungido con la presidencia
constitucional; pues al parlamento, si le faltaban ra-
zones le habrían sobrado pretextos para anular los
derec~os presidenciales tanto de Arze como de cualquier
otro enemigo del imperialismo.
Nadie, y menos el secante capitalismo internacional,
ent~egará de buena gana a las fuerzas soci~istas, sus
adversarias, so pretexto de libertades polít1c~s y ~e
elecciones libres, el instrumento más útil a su existencia.
 E. BELMO TE PABON
542
Cualquier acto electoral, cuantos mayores visos tenga
de libertad, será tanto más una perfeccionada comedia
de engaño; desde ya cuenta para tal acto teatral, con
la inmoralidad cíviéa de los partidos políticos. Además,
rio debemos olvidar que LAS LIBERTADES POLITICAS
CO EL ANZUELO DEL HAMBRE SECO IERTEN EN
ESCLAVITUD ELECTORAL.
EN ESTAS CIRCUNSTA CIAS UN ACTO DE VIOLENCIA
PARA LLEVAR AL PODER A LOS QUE E CARAN LA DE-
FENSA DEL DERECHO ATURAL DEL BIENESTAR HU-
MANO DE LOS BOLIVIANOS, SERIA UN ACTO A TODAS
LUCES LEGAL. ¿ O ES QUE SOLO AL INMORAL ENGA~O
PUEDE LLAMARSE LEGAL ?
Más aún, ¿ puede ser legal un gobierno cuyos actos
son negativos a la vida nacional? ¿ Y cómo !lSÍ un golpe
revolucionario en contra de ta] gobierno puede ser ilegal?
Algo más, si no sólo se trata de derrumbar a unos cuan-
tos hombres sinó a todo un sistema político acusado por
!a historia, de incompatib]e con la felicidad del pueblo.
PERO SI, CO ·cLUIDA LA REVOLUCION DE FACTO,
DEBERA EMPEZAR LA REVOLUCION DOCTRINAL. LA
PRIMERA SER.\. REALIZADA E UN I STANTE, LA DOC-
TRINAL SERA UNA MARCHA INTERMINABLE DE ACON-
TECIMIENTOS EN EL TIEMPO, E EL ESPACIO Y EN LOS
ESPTRITUS BOLIVIANOS.
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REDELION 543
La de facto no consultará la engañada voluntad del
pueblo, pero sí la interpretará; la doctrinal deberá dar
bienestar a éste y respeto a la nación boliviana.
Los actos benéficos para el pueblo constituyen la
meta de toda legalidad. Este gobierno de facto se le-
galizaría no por medio de una denigrante farsa electoral,
sino por el bien que enérgicamente busque para la nación
y el pueblo.
La acción se iniciaría suave, pero en todo momento
inflexible y enérgica, y su intensidad deberá crecer en
forma regular y arrollante. Deberá ser como lo rios
patrios que empiezan en cristalinos arroyuelos y termi·
nan ·en majestuosas y fecun-dantes corrientes .
El espíritu de la doctrina política que se embandere
será destruir el fenómeno paradoja! do un pueblo paupé-
rrimo que habita una de las tierras más ricas del mundo.
-Las guerras de la independencia americana conquis-
taron la teórica igualdad ·d e los hombres ante la ley;
la lucha que iniciamos conquistará el derecho práctico
a la vida, al bienestar y a la felicidad humanas.
Si el régimen imperante haciendo uso de recurso
lícitos, dejara que el pueblo elija sus dirigentes, e impi·
diera que el cohecho sea empleado por los capitalistas,
se podría tener la esperanza de que, después de un gran
movimiento ideológico que gozase de absoluta libertad
durante su desarrollo, los dirigentes de dicha doctrina
 544 E. BELMONTE PA BON
política tomen el poder. Per o mientras se haga uso de
medios ilícitos para conser var el gobierno, la violencia
será el único medio , p ara con quistarlo .
ieB-o!a
.V
S1. b"1en Ia . es un /..r ecurso regularmente
censurable, es loable cuando es el resultado de un
imperativo nacional y de una determinación t ranquila
y serena.
Si el primer recur o de la razón es el derecho, el
postrero es el de la violeno·a. Si el camino m ás bello
de los imperativos h acionales es la honestidad cívica,
el más doloroso y el último es el de la razón impuesta
por la fuerza.
Los instintos de conservación y de multiplicación de
la especie humana, manifestados a través del deseo de
bienestar y seguridad, son los que han determinado la
formación de los gobiernos; empero si estos o el sistema
de ellos contraviene a los fines que explican su existencia,
¿no será justo y hasta obligatorio el derrumbarlos escu-
chando los imperativos de la naturaleza humana?.
Llegar al poder por asalto, sin consultar la voluntad
de unos cuantos irresponsables, pero si representando
el sentir instintivo y silencioso de un pueblo explotado,
es mas valioso que llegar al poder mediante el fraude
electoral, para traicionar los imperativos colectivos .
¿ Cuál es preferible, la violencia varonil y noblemente
inspirada, o el cobarde engaño? Más aún, ¿ si la violencia
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELIO 545
no será empleada contr a el pueblo, sinó contra aquello
que lo sojuzgan?
Aquéllos llegan al poder mediante el fraude pa a
• ,. " ( .s
esclavizarlo; es preferible llegar por la vías de :l ·o..
len · para libertarlo. ¿ O es que se p1·efiere el eufemi mo
hipócrita y cobarde, a la verdad violenta y audaz?
Asaltada la nave del Estado, anulado sus traidore
conductore , recién se la podrá poner en marcha hacia
puertos de bonan za y felicidad. ¿ O es que pensaís que
por l a vía electoral os van a dejar subir a ella, a vosotro
que os e. taís ahogando, para regocijo y di frute de ello ?
SOLO E r DOS CASOS EL SIM LACRO ELECTORAL
LLEGAR A SER BE FICO: PRIMERO, CU NDO
ODER POR 1 GOBIERl O DE TR.Af SIC10 -,
CIALIST , E TREGUE POR LA VIA
ELECTORAL A OTRO
G DO, C ANDO LAS RELn. .... JLV>N'-"'s I TERNACIOI ALE
CO r LOS DEMAS ESTADOS VECI OS 1 DO I 1-
PO GA r LA APARIE ' CIA LEGAL CONSTIT CI • ~
Un golpe de estado pu ede ser t ambién un acto dem o-
crático, cuan do se lo r ealiza buscando el fin fundamental
de la democracia; ¡ cu ando es para el bien individual y
colectivo de un pueblo!.
CompTéndase bien, que acá no se pr oclama la legalidad
de cualquier golpe de estado, pero í su moralidad como
postr er recurs o de l o derechos vit ales de un país, p ue
 E. BELMONTE PABON
546 JUSTlF' ICATivos DE NUESTRA REBELION
547
. . . capaz
no hay ningún prmc1p10 . de legalizar la esclavitud

de pueblo alguno. . . fo de un golpe de estado

. el fracaso n1 e1 trmn ,
No son ru · 1 · , 1 fines
. es pue d an J·ust1"ficarlo o recriminar o, smo h'os
qmen . • n y los me d'10s de los cuales se izo uso.
que lo mspiraro FIN DE LA DEMOCRACIA, y más PROGRAMA REVOLUCIONARIO
REALICEMOS EL ' , . da ho ar PRINCIPIOS BASICOS
d el bienestar econom1co de ca g
ta1·de, cuan o , d las virtudes ciudadanas, cuando DEL BOLIVIANISMO MODERNO
na garant1a e
sea u d d nuestros connacionales tengan
todos y ca a uno e ] t' as ESTABLEZCAMOS EL CAMINO DE NUESTRA ACCION
. d or lo menos, e ec iv ,
aptitu es, p EDIO MECANICO », PARA
EMOCRACIA COMO M
1.-Deseamos el progreso de Bolivia bajo los auspicios
GARANTIZAR «LA DEMOCRA CIA COMO FIN HUMANO ».
«LA D
de paz internacional y trabajo. ,.....,.,.._~
2.-Exigimos que Bolivia sea libertada de la ~a~..
económica en que su pueblo y la Nación agonizan.
3.-Exigimos que el Ejército Productor Constructor y
Autosostenido sea la fuerza constructora de nuestra
Nación.
4.-Exigimos ~ Y.
que los petróleos .hacionales sean ex-
plotados ~ -iG _ ~
por el Estado y
para beneficio boliviano.
5.-Exigimos que las riquezas de nuestro ~ sean
;;,,,

explotadas para provecho de los que por derecho

original son propietar'os, e decj¡: _pa,¡:a ei-ptre-hlo-
- ~ pu..
..1- D_J.,___• I
ue-nu.uv. . ~"";f_ t ...
,6
~ - -~
,,. ,oe ' •
6.-Exigimos que se incrementen la riqueza privada
y el póder económico del Estado.
 548 E. BELMONTE P BO
.
7 .-Reconocemos el derecho de existencia al capital
nacional, cuando él no e ontrario a los intereses
del pueblo y de la ación.
8.-Exigimos que la propiedad privada sea .res etada
y fomentada mientra e té en ~WMi:l0f!. bien
social y nacional.
9.-Exigimos que los principio económicos que nos
rijan, no pongan la alud , la energías y la vida de
nuestro pueblo al ervicio d capital y de la in-
dustria, sinó que é tos justifiquen su exi tenci por
las utilidades que den al pueblo y a la ación .
10.-Exigimos que lo habitantes de Bolivia y los re-
sidentes en ella sean 1o propietarios de nuestras
riquezas y que no seamos más los peones de los
que las explotan desde el extranjero.
11.- Exigimos que al capitali mo internacional mono-
polista reemplace el capital nacional de libre con-
currencia sometido a control social y estatal.
12 .-Exigimos que la utilidades de la explotación de
to4a industria o riqueza nacional se capitalicen
dentro de Bolivia.
13.-Exigimos que todo bien e industria pertenezcan a
la riqueza rivada...o a la estatal; y que las pertene-
cientes al capitalismo extranjero sean a la larga
nacionalizadas .(d,,,.. ~~ ~)
JUSTIFICATIVO S DE N UES 'rRA REBELION
549
14.-Deseamos que se eleve el standard de vida y el
nivel cultural y espiritual d todos los bolivianos.
15.-Deseamos que el si tema impositivo gravite sobre
lo superfluo y no sobre lo indispensable al bienestar
material.
16.-Deseamos q~e el ~ ema impositivo no de truya la
riqueza~ ona ni estrangule nuestra industria.
17.-Deseamos que el pueblo de Bolivia no dependa de la
importación en sus alimentos y vestuario más in-
dispensable , que puedan producirse en el país.
18.-Deseamos que el sentimiento patrio no se exprese
sólo en el afán de defender el territorio nacional
sinó en la convicción y deci ión activa de que us
riquezas deben ser para los habitantes de Bolivia en
el amor que se tenga por lo hijos de esta tierra y en
la acción para darles hiene tar material y espiritual.
19.-Deseamos que lo hombre de Bolivia no luchen
más por caudillos o partidos in doctrinas, o por
doctrinas que no contemplen la solución radical
de los problemas económicos y sociales.
20.-Deseamos que a los rencore y actos del caudillismo
sectario, sucedan las lucha ideológicas, y que lo
ideales nacionalistas substituyan a todo principio
que vaya en contra de la colectividad o de la ación.
21.-Exigimos que se inicie una nueva era, revolucio-
naria, en la que las leyes del pasado sólo sean
 550 E. BELMONTE PABON
µvJ.r.,..,.., M
válidas cuando no contravengan al nae vo ofiten
<le casas a -erea-rse. .¡- ,,,
22.-Deseamos un gobierno fuerte con ampli&S podet es
y responsable, en vez de gobiernos débiles, ~
personal&¡¡., cobardes e irresponsables.
23.-Exigimos que justo sea sólo aquello que vela o no
ataque al bien de los habitantes de Bolivia
.p.eteneia d u t-ado.
24.-Exigimos que la justicia basada en principios demo-
liberales sea anulada y substituida por otra que
esté inspirada en el bienestar social de todas las
clases de la Nación boliviana. Es decir, en principios
que contemplen como superiores y primeros los
derechos de la colectividad y los de la Nación.
25.-Exigimos que las razones y derechos del pueblo y de
la Nación estén por encima de los del individuo
absorbente.
26.-Exigimos que los delitos cometidos contra el interés
del pueblo o de la Nación sean castigados severa-
mente f9F tt!H>Utiafes- e1tpecia1.es.
27 .-Exigimos que los derechos políticos no sean con-
feridos sinó a aquellos ciudadanos que por sus
aptitudes para la lucha por el sustento diario sean
independientes económicamente: que por sus vir-
tudes personales sean hombres de bien; y que por
sus sentimientos sean auténticos nacionalistas.
JUSTIFlCATIVOS DE NUESTRA REBELION 5S1
28.-Queremos que al siglo de decaden cia y miseria de
nuestro pueblo, sucedan tiempos de surgimiento y
bienestar.
29.- Deseamos que la desnutrición centenaria de nuestro
sta o encare seria y enérgicamente
la reconquista de la salud física de nuestro pueblo.
32.-Pedimoe que el Estado intervenga activamente en
la alimentación y defensa de la salud de la infancia.
33.-Deseamos el aumento demográfico, vegetativo e
inmigrativo.
34.-Deseamos la castellanización y alfabetización de todo
habitante de Bolivia, y el cultivo de nuestros
dialectos nacionales .
35.-Pedimos que las expresiones artísticas del alma de
nuestra raza nativa y de su folklore sean desarro-
lladas, cultivadas y defendidas de las perniciosas
influencias extranjerizantes.
36.-Exigimos que todo habitante tenga una profesión,
oficio o carrera que le asegure el triunfo en la lucha
por el sustento diario propio y de los de su hogar.
 552 E. DELMO 'TE PABON
3 7.-Exigimos carreteras asfaltadas y cementadas, y
ferrocarriles que unan los centros de producción
con los de consumo, todos los departamentos entre
sí, y vayan hasta los confines más alejados de nuestro
territorio.
38.-Deseamos una enérgica intervención del Estado para
impulsar el desarrollo de la agricultura intensiva y
extensiva.
39.-Exigimos que a todo indígena, así que lo solicite,
se le dé tierras, ya que el pueblo autóctono es por
excelencia y derecho agricultor. Estas tierras deben
estar previamente preparadas para la producción
y deben ofrecer seguro y sano bienestar a las
familias campesinas.
40.-Deseamos que las parcelas de tierras destinadas a la
colonización aprovechen a sus pequeños propietarios
y no puedan ser acaparadas por nadie.
41.-Exigimos que la conducción espiritual y mental del
pueblo, sea un derecho ejercido sólo por los más
auténticos bolivianos y el Estado, y sea en repre-
sentación exclusiva de los intereses colectivos y
nacionales.
42.-Exigimos la unidad re]igiosa como medida pre-
ventiva contra luchas de credo que podrían pre-
sentarse en el futuro. Los extranjeros que inmigren
JUSTIFICATIVOS DE NUESTRA REBELION 553
a nuestra tierra, pueden conservar su confesión,
pero no difundirla.
43.-Exigimos que todos los bo1ivianos estén instruidos
sobre los fundamentos políticos y económicos en
que deben apoyarse el progreso y poderío de la
nación y el bienestar y felicidad del pueblo.
44.-Exigimos que nuestro proceso revolucionario só]o
concluya cuando se hayan realizado todos los puntos
postulados.
45.-Proclamamos el derecho a la revolución cuando se
debe reemplazar hombres para encumbrar doctrinas
políticas de impostergable ejecución en Ja conquista
del bien nacional. Por lo tanto:
46.-Nos declaramos partidarios de la violencia política,
cuando esta actitud sea fruto de una resolución
serena, y cuando, agotados todos los medios pací-
ficos, quede como postrer recurso para imponer las
razones de la colectividad.
4~ o n e m o ~ g a r , · olenci~
· hnnl>'rl~t1'!'1":sn-es~' ____/
'
 JUS1'1~' 1CATIVOS DE NUESTRA REUELIO 555

PROCLAMA

¡Jóvenes de todas las clases y confines de la patria

boliviana! ¡ Hombres de todas las edade que tengaís
vuestras almas límpias de la podredumbre política;
compatriotas que por la miseria hubieseis claudicado
y que tengáie ansias de rectificación; U IOS, no a
la sombra de un hombre, sinó a la luz de una cau a
clara en ideas, práctica en hechos, y levantadla como
doctrina política que oriente el caminar de nuestra
patria y su pueblo a través de la historia .
El suceso grandioso del mañana puede nacer sólo al
conju~o de la unión, de la decisión heroica y de los
perseverantes esfuerzos de todo un pueblo, y no de un
solo hombre como creen los contemplativos.
Las páginas más brillantes de la historia han sido
escritas por pueblos en marcha hacia un idea], ora
escuchando las tablas de Dios anunciadas por un
redentor, ora los mandamientos de la patria proclamados
por un. hombre.
 556 E. BELMO TE PABO '
Lo ridículo e tá tan cerca de lo sublime, que un
reformador político, pasa por loco o por gran estadista,
egún vaya solo en el camino de sus nobles afanes o lo
secunde su pueblo.
La idea es necesaria y ella pertenece al individuo,
la acción es indispensable y ella pertenece al conjunto.
Creadores d~ ideas pueden ser muchos, pero el pueblo
es uno solo; de ahí que aquéllos son máximo necesarios
y la unión de éste es insubstituíble.
Sin vuestro concurso las más bellas doctrinas no
pasarán de ridículas teorías, a sí como un pequeño y buen
pensamiento se convierte en algo sublime cuando el
pueblo con su unión lo secunda. ¡ Bolivianos de verdad,
yo os conjuro: UNIOS !
Si no queréis que los acontecimientos os dominen
y arrastren, si queréis someterlos al imperio de vuestra
voluntad, empuñad todos el mástil de vuestra bandera,
levantadlo en alto y llevad vuestra e~seña por el camino
de su resurrección.
Si sabéis lo que queréis, y podéis conquistarlo, ¿pre-
feriréis, sin embargo,la cobarde resignación de los esclavos,
a la peligrosa vida, llena de gloria y alegrías espirituales,
de los hombres valientes?. ¡ Os asiste el derecho al
bienestar; os asiste la obligación de conquistarlo! La
victoria no es de los cobardes, o de los inconstantes.
Sólo pueden vencer los que luchan y perstveran.
JUSTIFlCATl VOS OE UESTRA REBELlON 557
No esperéis que un hombre aislado os dé la victoria,
vosotros deberéis intervenir ofreciéndole, por lo menos,
vuestro a sentimiento tácito y una activa y productiva
disciplina. Si él sigue los pasos de vuestro credo y con-
vicciones, tendréis a través de sus actos la dictadura de
v uestra voluntad en beneficio de vosotros.
La revolución que proclamo no entraña un mero
cambio de gobierno o un golpe de Estado; es un mo-
imiento ideológico. Mis pensamientos no buscan elevar
o derrumbar a un hombre, sinó poner en evidencia una
convicción, servir a un pueblo.
Si nuestros mayores lucharon denodada y heroi-
camente por la libertad política , hoy nos t(}ca luchar
por a 1n · oL<
· d epen d enc1a ,-<,. . .#l-~
econom1cayumca ga> ant'1a
de aqu élla, del progreso de una nación, de la cultura
y bienestar de un pueblo. uestros antepasados nos
legaron la igualdad de lo hombres ante la ley, nosotro
luchemos por fundar la SEG DA REPUBLICA , en
la que el derecho político el económico sobre nue tras
riquezas territoriales se encierren en una sola fórmula
humana: FELICID D Y BIENESTAR DE T PUEBLO,
GRA DEZA DE UNA TACIO .
Dejad que la conv icción ideológica, resonando en todo
campanario, baje al corazón de cada uno de los hogares
bolivianos y a su conjuro, levantaos de vuestra postra-
ción y uníos en la lucha, para marchar hacia la Victoria.
 558 E. BELMONTE PABON

Mas, no olvidéis que una ideología es apenas un PRIMER LIBRO

rumbo en medio del agitado mar de la historia. Sólo
VERDADES
con decisión con voluntad con unión, con perseverancia
con pasión y con fe colectivas, se llega a puerto seguro:
Primera Parte:
no se naufraga, se vence, SE TRIUNFA.
A:iq-os DE APRENDIZAJE

l.• EN LA ESCUELA DE LA VIDA Y DEL HAMBRE

Quince años de imprevisión económica. . . . . . . . . . . . . . . . 15
Agosto de 1942.
2. DIVISION DE LA FAMILIA BOLIVIANA
0

Los odios políticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26

3. º DESCUBRO AL HERMANO I DIO
El indígena que yo conozco 37
~- º CONVIVO LA TRAGEDIA DE LAS MINAS
Como obrero, entre obreros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
5. PRIMER ENCUENTRO CON EL PARLAMENTO
0

Desilucionado por la política me hago militar

' 6. º LA LECCION DE BOQUERON
f Valor combativo de mi pueblo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
7. º EN EL CAUTIVERIO
Se me revela el peligro de nuestra lucha interna 75
8. 0 MI VUELTA A LA PATRIA
Ingreso en el campo político . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
9. º EL DERECHO DE LOS QUE TRABAJAN
Mi primera lucha contra el capitalismo extranjero . . . . 92
10. º TORO - UN TITERE DE LA FIRMA ARAMAYO
Debe caer el gobierno pseudo-socialista ...... . ........ 109
11.º BUSCH ES EL CONDUCTOR
El golpe contra Toro ............... . ................ 115
12.º LA CO JURACI01 E EL CLUB D E LA PAZ 26. º LA CARTA QUE NO E SCRIBI
¿ Fué Peñaranda un cómplice? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130 ¿ Credulidad pagada o pueril? ... .. ....... .. ... . . . . .. , 247
0
13. º NACIONALISMO E MARCHA 27. RECURRO AL F UT URO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 283
La revolución del Palmar .. . ..... ..... . .. . .. .. .. . .. .. 139
t ~ AJ./ ('~..:._·
14. º EL PECADO MORTAL DEL EVO REGIME
o e logra la depuración del Ejército . . ... .. .. .. ..... 151
SEGU 1 DO LIBRO
15. º ¿ DEMOCRACIA O A TORIDAD?
Busch comienza a experimentar .. ..... . ...... . . . . ... . 155 P' E R S P E C T I V A S
16. º E EL TIMON DEL ESTADO - 1
Primera Parte:
-
Hacia la liberación económica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
17. º PELIGROSAS EGOCIACIONES CO E L BRASIL LA SALVACIO DEL PUEBLO
La estupidez de Ostria Gutiérrez . ... . ... ...... .. . .. . 169
.a) Los primeros imperativos: Sanear, educar, elevar ....... 293
18.º EL TRATADO DE PAZ CON EL PARAGUAY
b) La institución que salvará al pueblo: -El Ejército Produc-
La Standard y el pleito chaqueño . .. . ...... . ..... . ... 191
tor, Constructor y Aut?sostenido (E.P.C.A,) ............ 296
19. º CO TRA LA CORR PCIO DE LA PRE -s A
Labor preparatoria contra la Standard . . . . . . . . . . . . . . . . 194
. J) Educación de las juventudes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 338
d) Aumento demográfico, inmigrativo y vegetativo . . . ..... 363
20.º MIS PLA ES EN MARCHA
Lucha abierta por el petróleo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207 e) Sanidad Nacional . .... , . . .. .. . ...... .... ... . .. . . . ... . 391

21. º CARA A CARA CO E L ENEMIGO

211 Segunda Parte:
Me entrevista un abogado de la Standard
LIBERACIO DE LA ESCLAVITUD ECOr OMICA
22. º LA STANDARD ME T IE DE LA RED
Se me acusa de conspirador ...... . . . .. ... . . .. . . .. ... 216 a) Los primeros imperativos: acionalizar, Incre~ entar;
23 . º SE ME B SCA ASESli OS Utilizar . . ... . . .. . . ... .. .. . . . . . . .... . ... . .. . ..... . . . . 401
Se les fru tra el plan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 222 b) ec~sario incremento de la riqueza privada ..... . . . .... . 405
U. º AGE TES MAYORES ME ATACA E V.A O e) l Miseria o bienestar? (La ind u tria y el capital, riqueza
Nuevo plan, nuevo fracaso ..... . ... .. .. . ........ .. . . 231 estatal y riqueza privada, función de éstas en In industriali-
25 .º IRO IAS DEL DESTI O zación del país) ......... ... ....... .. ..... . ........... 415
Caigo derribado por mi propio ídolo . . . . . . . . . . . . . . . . . 236 d) Los medios para incrementar la riqueza en general . .... 435
e) Las fábricas y su ubicaci6n ..... . ..... . ... . ... . ....... 447
f) Sistema impoaitivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44a
g) Paradojas econ6micas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . 452
h) La economía en nuestra Historia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 454
i) Fantasía de la Balanza Comercial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 458
j) Nuestra agricultura y su futuro . . . ........ . ...... . . . . 463

Tercera Parte:
LA VERDADERA DEMOCRACIA BOLIVIANA

a) Principio de responsabilidad . . .............. . . . .... . .. 477

b) ConduccióJ espiritual del pueblo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 502
e) La Religi6n y el Estado ....... ... . .. . . .. . . ... . ...... 506
d) El Ejército y la política ... . ....... . .... . . . .... . ... . . 512
e) Sin autoridad no hay futuro patrio ......... .. ........ 524
f) El asalto de la nave del Estado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 529

Cuarta Parte:
PROGRAMA REVOLUCIO ARIO ....................... 547

Quinta Parte:
PROCLAMA ...•.•••.••.....••...•••...... • ••..•• • <• " · · .. 555
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