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Sexto semestre
Genética molecular bacteriana
Unidad 2. Transferencia de material
genético y selección bacteriana
Índice
Presentación
Las bacterias ocupan una posición única en el mundo biológico (Srivastava 2013). Sin ir
muy lejos podemos evidenciar su relevancia al revisar el microbioma humano
, donde por ejemplo, por cada centímetro cuadrado de superficie de la piel hay unas
10,000 bacterias, en la que existe una gran diversidad de especies. Para darnos una idea,
si utilizamos el ecosistema del suelo como analogía del ecosistema de la piel humana,
considerando que esta puede tener distintos nichos: "la axila podría ser tan diferente del
tronco como una selva tropical de un desierto" (Fredricks 2001).
Si deseas conocer más acerca del Microbioma humano, revisa el siguiente recurso:
Pero ¿cómo es qué se conoce la identidad y fisiología de las bacterias si son tan
numerosas y diversas? El método tradicional ha sido aislar o separar las bacterias de las
muestras biológicas y cultivarlas en el laboratorio, siendo una labor lenta y costosa, ya
que se presenta complicada en términos de determinar las condiciones óptimas de cultivo,
como temperatura y nutrientes. Se estima que de todas las bacterias que existen en el
planeta, sólo se han cultivado menos del 1%. Afortunadamente, la tecnología avanza a
pasos agigantados y la biología molecular ha permitido el desarrollo de nuevas áreas de
investigación en este campo, como la metagenómica, donde a través de utilizar técnicas
similares a las que se utilizaron para descifrar el genoma humano, ahora se emplean para
la identificación de las diferentes especies de bacterias en nuestro planeta (Cárdenas
Guzmán, 2012).
Y ¿para qué y por qué nos interesaría conocer las diferentes especies bacterianas? Las
respuestas pueden ser muchas, desde el punto de vista de las ciencias de la salud,
definitivamente el identificar aquellas especies patógenas se puede relacionar
directamente con la búsqueda de medicamentos; algunos casos de bacterias claramente
identificadas han sido utilizadas como sistemas modelo de estudio que han permitido
comprender más de la estructura celular, el metabolismo, relaciones estructura-función de
proteínas, el crecimiento y reproducción bacteriana (Srivastava 2013).
En este sentido, la Unidad 1 del curso proporcionó las bases fundamentales de los
procesos moleculares que se expresan en las bacterias, en otras palabras se esboza el
flujo de la información genética en los procariontes, más ahora la tarea es desentrañar, en
forma detallada los mecanismos de regulación de la expresión genética y cómo este
conocimiento puede contribuir al desempeño eficiente de la biotecnología en cuanto al
desarrollo de bacterias genéticamente modificadas (BGM).
Propósitos de la Unidad
Competencia específica
Temario
Asociado a lo anterior, además de contar con todo este conocimiento previo que facilita a
la biotecnología la elección del mejor sistema para poder transmitir la información
genética de una forma dirigida, resulta crítico contar con un bagaje amplio en cuanto a las
Por ejemplo, la capacidad infecciosa de una bacteria patógena reside en que contiene la
información genética necesaria para colonizar, invadir y/o producir sustancias tóxicas
causantes de la enfermedad. Es importante puntualizar que dicha información se
transmite y se hereda a la siguiente generación, por lo que resulta necesario conocer su
funcionamiento genético. El hecho de que estos microorganismos sean de relativo fácil
manejo en el laboratorio, ha favorecido que podamos utilizarlas para sintetizar productos
útiles para distintos sectores (Betancor et. al. 2006).
Por ello, en esta Unidad revisaremos las estrategias de transferencia que pueden
manifestar las bacterias con objeto de recombinar su material genético y de este modo
adquirir cambios como la resistencia a ciertos antibióticos u otras drogas.
2.1.1. Recombinación
Muchos microorganismos producen enzimas que modifican y digieren o rompen ADN, los
cuales son llamados sistemas de modificación-restricción, y son análogos a un sistema
inmune en cuanto a su función, es decir son protectores porque pueden inducir cambios
con objeto de lograr la sobrevivencia de la especie. En ciertas bacterias, el propio ADN
puede ser modificado en secuencias específicas a través de una enzima de modificación,
la cual puede cambiar una base por otra; por su parte, una enzima de restricción solo
realiza un corte (digestión) cuando reconoce una secuencia en específico. Las enzimas
de restricción suelen identificar secuencias palindrómicas, que son iguales si se leen en
una dirección, o en la dirección contraria, como las palabras oso o ala.
-5'CCCGGG3'- -5'TAACCG3'-
-3'GGGCCC5'- -5'GCCAAT3'-
Secuencias palindrómicas
En estas secuencias dependiendo de la posición del corte, implica que queden extremos
con características particulares, por ejemplo en forma escalonada y se definen como
extremos cohesivos o pegajosos, porque pueden hibridar nuevamente (Figura 3). Si ahora
los extremos no quedan escalonados sino rectos, se denominan extremos romos y estos
no hibridan fácilmente (Figura 3):
Una vez que las enzimas ejercen su acción, se produce un conjunto definido de diferentes
segmentos, mismos que pueden visualizarse si se utiliza una electroforesis, ya que los
fragmentos pueden separarse por su peso molecular, en un proceso que es análogo a la
separación de proteínas:
Para que se reúnan las hebras cortadas, se requiere de la acción de otra enzima que es
la ADN ligasa, la cual cataliza la formación del enlace fosfodiéster necesario para que se
unan las hebras del material genético. Para que la recombinación sea exitosa es requisito
que la nueva secuencia se transcriba y traduzca en una célula y que además se replique.
La recombinación sucede tanto en eucariontes como procariontes, e implica la generación
de un nuevo genotipo como resultado del intercambio de material genético entre
secuencias homólogas de ADN de dos orígenes diferentes.
A diferencia de las células eucariontes, las bacterias sólo tienen un único cromosoma.
Por tanto, para que suceda la recombinación, el cromosoma homólogo debe ser
transferido de una bacteria donadora a una receptora, si se considera que el cromosoma
donador debe ser homólogo con el receptor, entonces es de esperarse que ambas
bacterias pertenezcan a la misma especie o a especies muy relacionadas. Por tanto, la
recombinación bacteriana sucede si y solo si sucede una transferencia del material
genético, fragmento de ADN, de la bacteria donadora hacia una célula receptora y se
manifiesta porque dicho fragmento se puede transcribir, traducir y replicar en la célula
aceptor. Si no hay recombinación, el fragmento de ADN de la bacteria donadora se
pierde, porque no se puede replicar de forma independiente.
2.1.2. Transformación
No todas las bacterias pueden captar este ADN exógeno, cuando lo conservan en
forma estable e interaccionan con el mismo, se dice que son competentes. Esta
competencia depende de la presencia de un sistema de captación de ADN específico y
que se encuentra asociado a la membrana celular. Como ejemplos de bacterias
competentes se encuentran Haemophilus influenzae, Neisseria sp, Streptococcus
pneumoniae, etc. Aun cuando no todas las especies de bacterias pueden ser
competentes, esta se puede inducir en el laboratorio al generar alteraciones en la
membrana celular (Betancor et al. 2006).
Dentro de las técnicas comunes para inducir la competencia se encuentra la
electroporación, que consiste en la aplicación de un pulso eléctrico. También se puede
utilizar agentes químicos como el cloruro de calcio, y el choque térmico es una
herramienta ampliamente utilizada. Es importante precisar que no en todas las células
procariontes se puede inducir la competencia y lo usual es probar más de una técnica
para alcanzarla.
2.1.3. Conjugación
Acorde a lo anterior, el primer requisito es que se establezca una unión entre las bacterias
involucradas sujetas a ser modificadas genéticamente:
1) Debe existir un acercamiento físico entre ambos tipos celulares, lo cual se alcanza a
través de organelos de superficie como el pili, el cual se localiza en la bacteria donante
del plásmido y uno de sus objetivos es identificar y promover el acercamiento a la célula
receptora.
2) Una vez establecido el puente de comunicación entre los dos tipos celulares, comienza
un flujo de material desde la bacteria hacia la célula receptora, donde los sistemas de
secreción bacterianos, se encargan de producir y excretar diversas moléculas que no solo
pueden favorecer el fortalecimiento del puente de unión, sino también la entrada de
factores de virulencia y el ADN candidato a ser insertado en el cromosoma de la célula
Transferencia de genes
Bacteria sensible al Ácido Nalidíxico.
Bacteria donadora que acarrea el Bacteria resistente al Ácido Nalidíxico.
plásmido resistente a ampicilina
amp
bacterias que contenga genes de ambos progenitores. Por ejemplo, en los experimentos
mostrados en la Figura 5, una cepa (la donadora) lleva un plásmido que le confiere
resistencia a ampicilina, mientras que la segunda cepa no tiene el plásmido pero tiene una
mutación cromosómica que la hace resistente a ácido nalidíxico. Después de la
incubación del cultivo mixto, una muestra es transferida dentro de un medio que contiene
ambos antibióticos. Ninguno de los progenitores puede crecer sobre este medio, por tanto
las colonias que se observen serán debido a la transferencia de una copia del plásmido
del donador a la célula receptora. Este evento tiene una elevada sensibilidad, ya que se
ha observado que basta con que 1 en 106 células receptoras haya obtenido una copia del
plásmido transferido, es suficiente para que se obtenga un crecimiento de la progenie en
el medio provisto por los dos antibióticos.
MECANISMOS DE CONJUGACIÓN
Pilis Plásmido
Donador
Cromosoma
El pili hace contacto con el receptor
bacteriano
Receptor
Transconjugante Donador
Figura 6. Transferencia de ADN por conjugación (Tomado de Dale y Park, 2004).
Hay que hacer notar que este es un proceso de replicación. Así, si bien se ha
puntualizado la transferencia de plásmidos de una célula a otra, lo que realmente significa
es la transferencia de la copia de un plásmido. La cepa donadora todavía tiene una
copia del plásmido y puede involucrarse en posteriores apareamientos con otros
receptores. Es también digno de mención que, después de la conjugación, la célula
receptora tiene una copia del plásmido y puede transferir la copia a otra célula receptora.
Las consecuencias pueden ser la diseminación de un plásmido a través de una población
mezclada.
Donador Receptor
El plásmido es cortado
Pareja de
en un sitio específico,
apareamiento
oriT
Sintesis de ADN en el
donador por extensión Hebra simple
del extremo terminal transferida
3’ de la hebra cortada
ADN transferid
es copiado en la
célula receptora.
Figura 7. Mecanismo de transferencia por conjugación de ADN plasmídico. Para mayor claridad,
solo el plásmido es mostrado (Basado de Dale y Park, 2004).
No todos los plásmidos son capaces de ser transferidos a otra célula, los plásmidos que
pueden hacerlo, como ya se había comentado previamente, son conocidos como
plásmidos conjugativos. En algunos casos los plásmidos conjugativos son capaces de
promover la transferencia (movilización) de un segundo plásmido no conjugativo de la
misma célula donadora. Esto no sucede por casualidad y no todos los plásmidos no
conjugativos pueden ser movilizados.
La movilización involucra un gene mob, el cual codifica una nucleasa específica, y el sitio
bom (=oriT, el origen de la transferencia), donde la nucleasa mob hace un corte en el
ADN. ColE1 tiene los genes para la transferencia de ADN, pero no trae consigo los genes
requeridos para la formación de una pareja de apareamiento. La presencia de otro
plásmido (conjugativo) permite que el donador pueda formar una pareja de apareamiento
con la célula receptora y así puede usar su propia maquinaria para acarrear el ADN
transferido.
Algunos plásmidos pueden ser movilizados sin importar el gene mob, dicha movilización
depende sobre la habilidad de la nucleasa mob del plásmido conjugativo para reconocer
el sitio bom del plásmido a ser movilizado. Esto sólo funciona si los dos plásmidos están
estrechamente relacionados. Por otro lado, el sitio bom es esencial para la movilización.
Este es un factor importante durante la modificación genética promovida por la
conjugación, la remoción del sitio bom de un vector plasmídico asegura que el plásmido
modificado no podrá ser transferido a otras cepas bacterianas.
El plásmido F
Cepas Hfr
lac Cromosoma
a
Escisión Integración
d
Escisión aberrante
Delecion e
de lac
c
Plásmido F
Una ventaja de este sistema es que las células que contienen el plásmido no expresan los
genes necesarios para la transferencia de plásmido a menos que exista un receptor
adecuado en las proximidades. Esto no sólo reduce la carga metabólica en la célula, sino
que también significa que no están expresando antígenos de superficie (tales como pili
conjugativo) que podrían ser reconocidas por el sistema inmune del huésped.
Transposones conjugativos
Transposones conjugativos tales como Tn916 difieren de los plásmidos en que se replican
y heredan como parte del cromosoma. No hay forma estable de replicación independiente
como la hay con un plásmido. Sin embargo, una inspección más detallada del método de
transferencia (Fig. 9) muestra que existe una similitud significativa a la transferencia de un
plásmido. En particular, Tn916 contiene un origen de transferencia (oriT) que es bastante
similar a la que se encuentra en muchos plásmidos. El primer paso en la transferencia es
la escisión del transposón a partir del cromosoma, usando enzimas transposón-
codificadas (Int y Xis) que están relacionadas con los responsables de la integración y la
escisión del bacteriófago lambda. Produce una molécula circular que se asemeja a un
plásmido en todos menos un rasgo vital - que no tiene un origen de replicación por lo que
es incapaz de ser copiados en la forma normal. Sin embargo, ya que tiene un sitio de oriT
y lleva los genes tra necesarios para la transferencia conjugacional, es como puede ser
transferido a una célula receptora.
Escisión
Donador
Iniciación
de la transferencia
a partir de oriT
Hebra sencilla
transferida y
circularizada
Síntesis de
la segunda
hebra
Receptor
Integración
2.1.4. Transducción
Estas partículas de transducción son capaces de infectar una célula receptora, ya que la
información necesaria para la unión y la inyección de ADN se realiza por las proteínas de
la partícula del fago, cualquiera que sea el ácido nucleico que contenga. El segmento de
ADN transducido se puede inyectar en una nueva célula huésped.
No todos los bacteriófagos son capaces de llevar a cabo la transducción. Los requisitos
básicos de un fago transductor eficaz son que, la infección debería dar como resultado un
nivel apropiado de la degradación del ADN cromosómico para formar fragmentos de
tamaño adecuado en el momento adecuado para el envasado y que la especificidad del
proceso de envasado debe ser comparativamente baja.
Infección lítica
Infección del
receptor
Recombinación con
el ADN del huésped
Fragmento de ADN
transducido
Transducción especializada
Algunos fagos (fagos atenuados) son capaces de establecer un estado conocido como
lisogenia, en la que se reprime la expresión de genes del fago y de replicación del fago.
En muchos casos, el profago se inserta en el ADN bacteriano y se replica como parte del
cromosoma. Cuando empieza la lisogenia y el fago entra en el ciclo lítico, que se escinde
del cromosoma por recombinación entre las secuencias en cada extremo del profago
integrado. Si este evento de recombinación ocurre en el lugar equivocado, una región
adyacente de ADN bacteriano se incorpora en el ADN del fago. Toda la progenie de este
fago contendrá entonces este gen bacteriano que por lo tanto, será transducido a una
frecuencia muy alta (efectivamente 100 por ciento por partícula de fago) una vez que el
fago transductor ha sido aislado. Dado que el ADN transferido se limita a una región muy
pequeña del cromosoma, el fenómeno se conoce como transducción especializada (o
restringida). Esto es muy similar a la formación de plásmidos F' mencionados
anteriormente (véase la Figura 8). Al igual que con los plásmidos F', ahora es mucho más
fácil añadir genes lambda ADN creando recombinantes in vitro.
Otro fago que se ha empleado de forma similar es el fago Mu que tiene la ventaja de
insertarse en múltiples sitios en el cromosoma por un mecanismo tipo transposón. Por lo
tanto, es mucho más fácil para crear una amplia gama de fagos transductores
especializados con Mu que se puede utilizar tanto en el mapeo genética y en
mutagénesis.
Durante los últimos años el público está cada vez más alarmado por los nuevos datos
científicos en los medios de comunicación sobre la conexión entre el abuso drogas en la
medicina, la industria agroalimentaria y la agricultura, y la aparición y propagación de
bacterias resistentes a drogas. La resistencia de bacterias a drogas va en aumento. Más
de 150 drogas antibacterianas están disponibles, los cuales se clasifican en 20 diferentes
clases y 10 de estas clases tienen objetivos específicos de acción, incluyendo las paredes
y membranas celulares, ácidos nucleicos y proteínas y la síntesis de ácido fólico. Con un
menor número de nuevas drogas que llegan al mercado, el problema de resistencia a
drogas que ya están en uso se ha convertido en una crisis de salud pública. Un estudio
estima que los costos hospitalarios directos de la gestión de resistencia a drogas en los
Estados Unidos son de $ 100 a 10,000 millones de dólares al año, y la Oficina de
Evaluación de Tecnologías de Estados Unidos ha estimado que los costos hospitalarios
mínimos de 5 tipos de infección nosocomial (por ejemplo, infección de la herida quirúrgica
y la neumonía) debido a la resistencia a drogas fueron de $ 4500 millones de dólares por
año.
Cada droga actúa en un sitio específico dentro de la célula bacteriana. Por ejemplo,
algunos se dirigen a las paredes celulares (por ejemplo, bacitracina, cefalosporinas y
penicilinas), otras tienen como blanco la membrana celular (por ejemplo, los ionóforos y
polimixinas), componentes de las células responsables de la síntesis de proteínas (por
ejemplo, aminoglicósidos, cloranfenicol y tetraciclina), ARN (por ejemplo, rifamicinas),
ADN (por ejemplo, ácido nalidíxico y quinolonas) o particulares vías bioquímicas tales
como la síntesis de ácido fólico (por ejemplo, metotrexato y sulfonamidas). Por lo tanto,
cuando surgen organismos resistentes, su resistencia es específica a drogas particulares.
Las bacterias han desarrollado diversos mecanismos para transmitir rasgos de resistencia
a otros miembros de su propia especie y para otras especies. Rasgos genéticos para la
resistencia a drogas se codifican en dos lugares en bacterias: los cromosomas y los
elementos extra-cromosómicos (plásmidos y transposones). Las mutaciones pueden
provocar que los genes cromosómicos que por lo general codifican para sensibilidad a las
drogas, comiencen a codificar resistencia; tales mutaciones se producen a razón de uno
por millón a uno por mil millones de células. Los elementos extra-cromosómicos
(plásmidos y transposones) son piezas más pequeñas de ADN circular, cada uno
equivalente en tamaño a aproximadamente 1% del cromosoma bacteriano. Los plásmidos
pueden ser no conjugativos o conjugativos; este último puede moverse desde una
bacteria a otra.
El intercambio genético es otro mecanismo por el cual los plásmidos resistentes a drogas
se pueden mover entre bacterias (Figuras 6, 7 y 9). Algunas bacterias son consideradas
como "promiscuas", porque una vez que han adquirido plásmidos resistentes a drogas,
realizan la transferencia de la resistencia tanto entre la misma especie como con otras
especies bacterianas con independencia del medio ambiente (es decir, si las drogas están
presentes o no).
La genética bacteriana está pasando por una fase interesante de su historia. Las nuevas
metodologías y comprensión concomitante de la biología molecular han dado a los
científicos nuevos conocimientos que hasta ahora es complicado estimar su impacto final.
La genética bacteriana se está convirtiendo en una herramienta poderosa para el estudio
de sistemas genéticos diferentes al de las mismas bacterias, así como desarrollo de
procesos aplicables a problemas específicos a nivel industrial, ecológicos, farmacéuticos,
u otros problemas específicos en desarrollo (por ejemplo, problemas de fermentación y
problemas bioquímicos).
Así, dentro de la genética bacteriana hay varias herramientas, algunas de las cuales
serán abordadas en los presentes tópicos.
Los plásmidos han jugado un papel muy importante en la evolución bacteriana ya que
célula que contuvo, en su momento, un plásmido puede haber tenido una ventaja
adaptativa sobre las bacterias libres de plásmidos. En los últimos años, su importancia se
ha incrementado enormemente debido a su aplicación en la investigación en ingeniería
genética como un portador de ADN recombinante, y les ha traído reconocimiento
generalizado. Una célula bacteriana puede o no llevar a un plásmido o puede llevar más
de un tipo o de copias de un plásmido. Los plásmidos que a menudo han sido
comparados con los organismos vivos mediante la aplicación de los mismos atributos que
se hace en busca de virus. Por lo tanto, un organismo'' es el elemento unidad de un linaje
continuo con una historia evolutiva individuo''. Esta definición se ajusta muy bien sobre los
virus, plásmidos, y ciertos transposones, todos los cuales han sido considerados para
pertenecer a una familia de organismos primitivos. La característica común entre estas
unidades es su replicación, el mantenimiento, y la difusión.
Así, los plásmidos son moléculas circulares de ADN de doble cadena que constituyen una
unidad de replicación independiente del cromosoma, razón por la que pueden presentarse
en más de una copia dentro de la célula bacteriana. Los plásmidos representan uno de los
principales agentes que contribuyen en la diseminación de la resistencia antimicrobiana.
Contribuyen en la expansión de importantes determinantes de resistencia, promueven la
transferencia de genes horizontal entre especies no relacionadas, Curiosamente, los
plásmidos fueron identificados en cepas de bacterias no relacionadas que se aislaron de
áreas geográficamente muy separadas sin ningún problema epidemiológico involucrado.
Los plásmidos provienen de familias de bacterias que prevalecen importantemente en
forma natural, normalmente poseen múltiples determinantes genéticos que les confieren a
las bacterias la resistencia a múltiples clases de antibióticos. Pero además contienen
factores de virulencia y sistemas adicionales que promueven su estabilidad y
mantenimiento en la bacteria hospedera en diferentes condiciones ambientales (Carattoli
2013).
Los bacteriófagos (fagos o para abreviar) son simplemente los virus que infectan
bacterias. Ellos jugaron un papel central en el desarrollo de la biología molecular,
especialmente en nuestra comprensión de la estructura del gen, la expresión y son
también importantes en el laboratorio y en la naturaleza como proveedores de medios por
los cuales los genes se pueden transferir de una bacteria a otra. Con el desarrollo de la
clonación de genes, los fagos se llevaron en un papel adicional como vectores para la
clonación de ADN.
En muchas de sus propiedades básicas, los fagos son similares a otros virus. Ellos
contienen ARN o ADN encerrado en una capa de proteína. El fago infecta mediante la
unión a un receptor específico en la superficie de la bacteria y el ácido nucleico entra en la
célula. Algunos de los genes del fago (los genes tempranos) se expresan casi de
inmediato, utilizando enzimas del huésped pre existentes, en general, éstos codifican para
las proteínas necesarias para la replicación del ácido nucleico del fago. A continuación, se
realizan varias copias del ácido nucleico del fago, y la expresión de los genes tardíos
comienza: estos genes son los que se necesitan para la producción de la partícula del
fago. La naturaleza de la transición desde la primera expresión del gen a la expresión
tardía del mismo varía entre diferentes fagos. Las partículas de fago se ensamblan y la
célula sufre lisis, liberando una serie de partículas de fago, cada uno de los cuales pueden
luego pasar a infectar otra célula bacteriana (véase la Figura 12).
Lisis Empaquetamiento
del ADN en las
cabezas del fago
En la práctica, dichos ensayos son realizados generalmente con el cultivo bacteriano (las
células indicadoras) y el fago suspendido en agar blando que se vierte como una
sobrecapa en la parte superior de una placa de agar, en lugar de esparcirla en la
superficie. Esto le da a una placa de tres dimensiones, que es más fácil de ver.
Algunos bacteriófagos, tales como (lambda), no siempre entran en el ciclo lítico descrito
anteriormente. Estos fagos son llamados temperamentales y pueden establecer una
relación más o menos estable con la célula huésped, conocido como lisogenia. En este
estado, casi todos los genes del fago están completamente reprimidos, como es la
replicación del ácido nucleico, por lo que no se producen partículas de fago hasta que se
rompe el estado lisogénico una vez más. Los bacteriófagos temperamentales por lo
general producen placas en una capa de agar utilizando un indicador bacteriano
adecuado ya que muchas de las células infectadas se lisan en lugar de convertirse
lisogénicas. Sin embargo, como las células que entran en el estado lisogénico seguirán
creciendo (y son más resistentes a una posterior infección), las placas serán turbias en
lugar de las placas claras se observan con un fago virulento (por ejemplo, un fago que no
puede establecer lisogenia).
Muchos fagos se han caracterizado en mayor o menor medida, los principales ejemplos
son todos los virus que infectan a E. coli. Estos vienen en una variedad de formas y
tamaños como se muestra en la Figura 13, incluyendo estructuras simples y pequeñas
como X174 y MS2 a estructuras más complejas con cabezas y colas identificables
(lambda, T4) y estructuras filamentosos tales como M13.
Figura 13. Morfología de algunos bacteriófagos seleccionados. Hay que hacer notar que la
estructura filamentosa del fago M13 es muy larga y no puede ser tomada su representación en
este esquema como representativa de su verdadero tamaño (Dale y Park, 2004).
proteína se polimeriza. Con fagos filamentosos tales como M13 el ADN del fago
proporciona la plantilla o molde.
El montaje de M13, donde las proteínas de la cubierta del fago se polimerizan alrededor
del ADN, hace un marcado contraste con fagos más grandes, tales como (lambda) y T4,
en donde el DNA se empaqueta en cabezas de fagos vacíos pre formados y por lo tanto
el tamaño de la cabeza del fago se define por las proteínas de las que está compuesto. El
tamaño y la complejidad de estas estructuras requiere un enfoque diferente para su
producción, la polimerización espontánea sería demasiado ineficiente y las estructuras
son generalmente inestables hasta que están completas. El ensamblaje de estos fagos se
dirige por lo tanto por la presencia temporal de un número de proteínas adicionales, que
se eliminan antes de la maduración final del fago (véase la Figura 14). Estos
componentes que ayudan con el montaje, pero no están presentes en la partícula final se
denominan proteínas de andamiaje.
Subunidad
de la cápside
Estructura
Ensamble madura
Figura 14. Montaje del andamiaje. Ensamble de fagos complejos con la asistencia de proteínas
andamios. Estas se eliminan una vez ensamblado la estructura (Dale y Park 2004).
Se definirá, antes de proseguir, que es una cepa bacteriana. De acuerdo con la primera
edición del Manual de Bergey’s de Bacteriología sistemática, “una cepa se compone de
los descendientes de un solo aislamiento en cultivo puro y por lo general se compone de
una sucesión de cultivos que en última instancia son derivados de una sola colonia inicial”
(Dijkshoorn et al. 2000).
Así, dada esta definición, podemos mencionar que hay cuatro tipos de bacterias, de las
cuales se obtienen cepas bacterianas de interés práctico para la actividad humana. Estos
tipos de bacterias son:
Staphylococcus aureus
El Staphylococcus aureus es una bacteria Gram positiva de forma esférica que crece
entre los 10° y45°C, con un pH de entre 4 y 9. Sin embargo, su temperatura óptima de
desarrollo está comprendida entre los 30° y 37°C, y el rango óptimo de pH oscila entre 7 y
7,5.A pesar de no ser esporógenas, las bacterias estafilococos muestran una notable
resistencia a las condiciones ambientales desfavorables. Generalmente, se encuentra en
el agua, en la piel y en las mucosas. Cuando se introduce en nuestro organismo, puede
generar infecciones de distinta naturaleza.
Pseudomonas aeruginosa
Enterococcus faecalis
Dentro de las especies de procariontes clasificadas como Gram positivas, los enterococos
representan una especie que suele estar presente de forma natural en la microbiota
intestinal de los animales, aunque también pueden estar presentes en las plantas e
insectos. Acorde a lo anterior suelen ser empleados como indicadores de contaminación
fecal en el agua y en los alimentos. Las condiciones de crecimiento que las favorecen,
involucran temperaturas entre los 10o y los 45o, incluso pueden sobrevivir a 60o durante un
tiempo de 30 minutos; en medios con soluciones de NaCl al 6,5% y pH de 9,6.
Los enterococos son bacterias dotadas de un bajo poder patógeno pero poseen genes
que codifican la resistencia a algunos antibióticos y, por consiguiente, logran sobrevivir en
ambientes en los que éstos son muy utilizados. De hecho, en los últimos 15 años, han
sido frecuentemente causa de infecciones hospitalarias (Jett et. al. 1994).
Como las cepas bacterianas suponen cada vez mayores retos para la salud humana,
incluyendo aumento de la virulencia y la transmisibilidad, la resistencia a múltiples
antibióticos, la expansión de los espectros de acogida, y la posibilidad de manipulación
genética para el bioterrorismo. Se han creado nuevas herramientas para la tipificación de
cepas bacterianas o la identificación de las bacterias a nivel de cepa, es particularmente
importante para el diagnóstico, tratamiento y vigilancia epidemiológica de las infecciones
bacterianas. Este es especialmente el caso para las bacterias que exhiben altos niveles
Así, durante las dos últimas décadas, los métodos moleculares han reemplazado
progresivamente ensayos fenotípicos para describir cepas bacterianas. En teoría, hay dos
sistemas de tipificación distintos: fenotipificación y genotipificación. El fenotipo bacteriano
es determinado por la morfología de las colonias en diversos medios de cultivo, pruebas
bioquímicas, serológicas, patogenicidad y susceptibilidad a los antibióticos. Más
recientemente, la genotipificación, que se refiere a la discriminación de las cepas
bacterianas en función de su contenido genético, se ha convertido en la tipificación
ampliamente utilizada para una cepa bacteriana debido a su alta resolución. El perfil
genético de una cepa dada generada por un método de determinación del genotipo
específico puede ser tan único como una huella dactilar. Por lo tanto, genotipificación
también se conoce como huella de ADN.
Ahora bien la elección de dichos agentes para la selección bacteriana va a depender del
sistema de expresión que se utilice, es decir, en el caso de un plásmido, el uso de un
antibiótico determinado dependerá de que dicho vector de expresión tenga el gen que le
confiere la resistencia al antibiótico (Figura 11).
A continuación se presentan los pasos generales para determinar el éxito del evento de
transferencia del material genético a través de valorar su transmisión a la progenie por su
resistencia a una droga que fue adquirida por la célula receptora, siendo el principio para
la obtención de una bacteria genéticamente modificada.
Actividades
Autorreflexiones
Cierre de Unidad
comprender el significado biológico y evolutivo de este evento, resulta además, ser una
estrategia para el desempeño de la biotecnología con objeto de generar organismos
genéticamente modificados y que a través de esta adquisición de nuevo material genético
pueda ser una herramienta para su aislamiento.
¿Sabías que existe una normatividad para el manejo de los organismos genéticamente
modificados? puedes enterarte al respecto:
Ley de bioseguridad de organismos genéticamente modificados. Recuperado de
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LBOGM.pdf
Fuentes de consulta
Arutyunov, D., Frost, L. S. (2013). F conjugation: Back to the beginning. Plasmid 70:18-32.
Betancor, L., Gadea, P., Flores, K. (2006). Genética Bacteriana. Temas de Bacteriología y
virología médica. 2a Edición. Uruguay: Universidad de la República.
Carattoli, A. (2013). Plasmids and the spread of resistance. J. Med. Microbiology, Vol.
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