Alerta antifascista en Suecia

En una encuesta realizada en julio anterior la competencia por ganar las elecciones en
Suecia tienen en una carrera cerrada al partido socialdemócrata (centro - izquierda), a los
moderados (centro - derecha) y al partido demócrata sueco (derecha dura) muy cerca el uno
del otro. Las elecciones serán el próximo 9 de setiembre y se teme una eventual victoria del
partido de extrema derecha que hace discursos euroescépticos, anti migración, anti
musulmán y en algunos casos, fascistas.

Una competencia nuevamente que coloca entre las opciones a partidos de corte extremo
hacia el espectro más conservador, anti integración, rayando hasta de xenófobos, tendencia
que se ha ido viviendo de manera distinta en otros países de la Unión Europea entrando en
el dilema no si ganan propiamente (lo cual ya sería lo suficientemente malo), sino que sean
una oposición muy recalcitrante, populista y que incentiven masas de indignados quienes
terminen enfocando sus malestares solamente contra las minorías que puedan considerar las
culpables de las crisis sociales del país.

Cuidado con el fenómeno en Suecia y los efectos alrededor. Recordemos que el año pasado
se dieron las elecciones en otro país nórdico (Noruega) y se eligió a una coalición
conservadora y populista de derecha que se opone a las olas migratorias. En 2019 se
llevarán a cabo elecciones en Dinamarca y Finlandia, dos países con altos indicadores socio
económicos para sus ciudadanos, pero marcados también de tener ciertas políticas
nacionales con matices discriminatorios, fenómeno que se hace cada vez más frecuente.

Habrá quienes señalen esta situación común de necesarios, en sustitución a políticas

migratorias que eviten los ingresos excesivos, pero también esto puede marcar fuertes
enfrentamientos entre quienes siguen la idea de la mano dura contra el número tan grande
de inmigrantes y grupos radicales que puedan aprovechar el impasse para impulsar una
agenda funcional a sus doctrinas radicalizadas, en este caso grupos fascistas y movimientos
panislamistas o de Islam político que querrán echar mano de la carta del inmigrante
perseguido y discriminado, principalmente musulmanes.