Você está na página 1de 12

ANALISIS: BREVE HISTORIA DE LA REVOLUCIÓN MEXCANA

LOS ANTECEDENTES Y LA ETAPA MADERISTA.

JESUS SILVA HERZOG.

DAVID XIQUES FLORES.

MATRÍCULA: 2163014437

LICENCIATURA: FILOSOFÍA.
INTRODUCCIÓN.

El presente trabajo intenta reflejar las principales causas por las que estalló la
revolución, comenzando por la creación de los primeros círculos liberales, cuya
importancia es fundamental para entender las causas por las que suscitó el
descontento, bien entrados los primeros años del siglo XX.

La represión del régimen, la miseria de un pueblo que pedía tierras y pan desde 4
siglos antes, el proletariado, hundido en la miseria y la explotación, el descontento
social, todo esto se fue acrecentando más y más, acosta de los distintos
pensadores, intelectuales, quienes ejercieron una fuerte influencia sobre estos.

Sin embargo, el libro de Herzog se centra mayormente en la etapa maderista, no


sin antes establecer los parámetros que jugaron los diferentes papeles en la
revolución, los distintos Planes y manifiestos, que los grupos lanzaron, cuando el
país entró en una etapa de hastío social.

La crisis política, comenzada por la entrevista Díaz- Creelman, las huelgas del
proletariado, la prensa de oposición al régimen, el partido Liberal y los clubes
liberales, fueron preparando el terreno para la revolución, quien fuera
representada en principio por un hombre de firmes convicciones liberales y
democráticas, que creyó que podría cambiar a los hombres, un hombre espiritista
que creía en la paz y en el ejercicio de la democracia, pero que, sin embargo,
cegado por las palabras “Sufragio efectivo, no reelección”, nunca pudo ver los
verdaderos problemas que acongojaban a un pueblo de 11 millones de
campesinos: el problema agrario.

La revolución mexicana es un suceso histórico complicado, que necesita verse a


profundidad y desde diferentes perspectivas si se quiere llegar a entender
realmente, requiere de conocer los diferentes documentos, los diferentes grupos,
tanto intelectuales como sociales, los diferente problemas y la concepción que los
grupos tenían de ellos y como podían resolverse.

De lo que si no hay duda, es que la revolución mexicana, fue levantada


principalmente por los grupos campesinos y todos los diferentes planes
promulgados desde 1910 a 1912, tiene como principal problema el del
latifundismo, y la urgencia por la restitución de las tierras a los pueblos.

El análisis termina con la decena trágica y el asesinato de Madero y su


vicepresidente Pino Suárez, a costa de la traición de Victoriano Huerta.
LOS ANTECEDENTES Y LA ETAPA MADERISTA.

Dentro de los antecedentes de la revolución, cabe destacar al primer Club Liberal


llamado “Club Liberal Ponciano Arriaga” formado por Camilo Arriaga, y Juan
Sarabia, Antonio Díaz Soto y Gama, Librado Rivera, Rosalío Bustamante,
Humberto Macías Valadez, José y Benjamín Millán, Carlos y Julio Uranga, Víctor
Monjarás, entre otros.

La reunión de todos estos clubes liberales fue el 5 de febrero de 1901, en la


ciudad de San Luis Potosí. En esta confederación resaltaron los discursos de
anticlericalismo y antiporfirismo. Por supuesto, la represión del gobierno se hizo
esperar hasta la segunda reunión, el 24 de enero de 1902. Los principales
organizadores fueron arrestados, acusados del delito de sedición.

En 1903, se reorganizó el club liberal en la Ciudad de México, con los mismos


fundadores y algunos nuevos integrantes como Ricardo y Enrique Flores Magón,
Santiago R. de la Vega, Luis Jasso, entre otros. A su vez, algunos de ellos
publicaban en periódicos de oposición en contra del régimen. Varios de estos
integrantes fueron pronto perseguidos y encarcelados unos meses en la cárcel de
Belén. Algunos tuvieron que refugiarse en Canadá como Ricardo Flores Magón y
Juan Sarabia, al cumplir su condena.

El documento más importante de estos clubes liberales fue el “Programa del


Partido Liberal y Manifiesto a la nación”, firmado en San Luis Missouri el 1 de julio
de 1906 por Ricardo y Enrique Flores Magón, Antonio I. Villareal, Juan y Manuel
Sarabia, Librado Rivera y Rosalío Bustamante, el cual circulo clandestinamente
por todo el país. El documento integraba ideas renovadoras de tipo social, político
y económico. Este documento influenció a diferentes grupos y personas, que
posteriormente fueran participes de la revolución así como en la Constitución de
1917.

En 1907, el general Díaz tenía 77 años. El sistema político porfirista comenzó a


vislumbrar problemas, así como una lucha interna entre sus miembros por ver
quién se quedaría con el poder, sabiendo que don Porfirio no era eterno. Con
estos problemas, sus colaboradores, dejaron de informar al dictador, ya no
tomándolo tanto en cuenta, pareciendo una política subterránea contra Díaz, lo
cual era inaceptable para él.

En 1908, salió la luz una entrevista hecha a don Porfirio, en una revista
norteamericana llamada Pearson´s Magazine, su redactor fue James Creelman.
Sin duda alguna, la entrevista Díaz-Creelman, suscito una fuerte crisis política y
una enorme conmoción por todo el país. En esta entrevista se trataron temas
políticos de enorme trascendencia.
Lo más destacado de la entrevista, es que Díaz decía que dejaría el poder al
cumplir 80 años, en el año de 1910 y que el país estaba preparado para la
democracia, además de que apoyaría al partido de oposición que intentara lanzar
una candidatura para la presidencia.

Esta entrevista pareciera que fue una estrategia para que salieran a la luz las
maniobras de sus colaboradores, de lo cual sospechaba. Lo que es evidente es
que las declaraciones comentadas en aquella entrevista animaron a los partidarios
y enemigos del régimen a iniciar actividades políticas en todo el país, despertando
a las grandes masas aletargadas durante un cuarto de siglo. Más tarde veríamos
que esto fue una burla para el pueblo mexicano.

En el año de 1908, comenzó a circular un libro llamado La sucesión presidencial


de 1910, escrito por Francisco I. Madero, un burgués, con ideales democráticos,
liberales y espiritistas, perteneciente a una de las familias más ricas del país. El
principal objetivo de libro era el de lograr la formación de un partido político,
denominado Partido Nacional Democrático.

En 1909, se organizaron varios partidos políticos. Unos a favor de Díaz y el


vicepresidente Corral, y, otros sin este último, los demás en contra del régimen. El
primer partido político, surgió bajo el nombre de Partido Democrático, con
personajes como Benito Juárez, hijo, Jesús Urieta, Manuel Calero, entre otros. La
mayoría profesionistas e intelectuales de prestigio nacional. Publicaron el
manifiesto de su partido el 1 de abril de 1909. Sin embargo, varios desertaron por
miedo al régimen.

Por otra parte se encontraban los grupos reyistas, cuya fórmula política
contemplaba el general Bernardo Reyes como vicepresidente y Díaz como
presidente.

A costa de esto, el general permaneció callado, no negó, pero tampoco aceptó la


postulación, pues no quería serle desleal al dictador. Sin embargo, Díaz le tenía
desconfianza, incluso hasta le aborrecía, más tarde exilio a Reyes a Europa;
Reyes aceptó, por ser leal a Díaz.

Bien pronto, salieron de la escena política los reyistas y el Partido Democrático,


quedando en contienda los reeleccionistas (Díaz y los antirreleccionistas (Madero),
todo esto a principios de 1910.

El partido antirreeleccionista estaba formado por Emilio Vázquez Gómez como


presidente, Madero y Toribio Esquivel como vicepresidentes, entre otros, cuyo
periódico era el Antirreeleccionista, cuyos redactores eran Cabrera, Vasconcelos,
y Federico Gonzáles. En la asamblea celebrada el 15 de abril de 1910, Madero
quedó como presidente y Vázquez Gómez como vicepresidente.

Madero hizo un recorrido por todo el país, o cubrió la mayoría de la república en


su campaña política, con lo que ganó bastantes simpatizantes, al principio poca
gente iba a escucharlo, pero después, creció el número de gente, hasta llegar a
formarse verdaderas muchedumbres, motivados y seducidos por los ideales de
aquél hombres, firme en sus convicciones liberales y democráticas. Prontamente
se convirtió en un activo líder político. Así mismo, fue objeto de burla y desprecio
por la burguesía y tachado de loco, al tratar de competir por la presidencia contra
Díaz.

Díaz, por otra parte, tenía apoyo del clero y de las fuerzas económicas más
poderosas del país, puesto que siempre tuvo favoritismos por estos. Eran, en este
aspecto, demasiado conservadores, pues gozaban de muchos privilegios y no
querían ningún cambio, por lo que algunos comenzaron a preocuparse por el éxito
de Madero en su gira por la república.

Los discursos de Madero, prácticamente hablaban únicamente de una lucha


democrática, en la cual creía fervientemente.

Aun sabiendo de los problemas económicos y sociales, Madero seguía creyendo


que una reforma política resolvería todos los problemas del país, y que, el pueblo
no necesitaba pan, sino libertad. Sabemos que esto no era cierto, los problemas
económico-sociales eran la principal causa del descontento y de la miseria en la
que se encontraba el país en aquellos años.

El 3 de junio de 1910, Madero salió a Monterrey a su última gira de propaganda


electoral. Las elecciones debían verificarse a fines de este mes.

En este estado, hubo varios mítines hechos por Maderistas y seguidores, con gran
éxito popular. El gobierno no resistió más, pues, temían por el éxito de aquél líder
político, al darse cuenta de la popularidad de este y el 7 de junio fueron
aprendidos Madero y Roque estrada y trasladados a San Luis Potosí, acusados de
incitar al pueblo a la rebelión. Esto hizo que su popularidad creciera, quien
aparecía ante el pueblo como una víctima más de la represión del régimen.

Salieron bajo fianza el 22 de julio, después de las elecciones presidenciales,


celebradas el 26 de junio. Como era de esperarse, una vez más, Díaz ganó la
presidencia, a causa del fraude electoral y de manera ilegal.

Madero salió el 6 de octubre de San Luis, yéndose a Estados Unidos, más


preciso, a San Antonio Texas y ahí lanzo su Plan de San Luis, fechado el 5 de
octubre. Firme en su ideal democrático y políticamente coherente, desconocía
aquellas elecciones, pues no podía aceptar un fraude de ese grado. En ese plan,
desconocía a Porfirio Díaz y se declara presidente provisional y hacía un llamado
al pueblo mexicano a levantarse en armas el 20 de noviembre de ese mismo año y
fue mandado a México a través del correo.

El artículo más notorio fue el 3, en el que trataba el problema de las tierras, lo que
causó meses más tardes, el levantamiento de los campesino en diferentes lugares
del país. Sin embargo, el problema fue tratado con cierta delicadeza, dejando
sujetas a revisión la restitución de tierras despojadas, todo de acuerdo a la ley,
demostrando la legitimidad de estas a través de sus respectivos títulos.

Madero creía fervientemente en las palabras “Sufragio efectivo, no reelección”,


pero, a pesar de haber llamado al pueblo a la revolución, este nuca tuvo
tendencias radicales, y mucho menos revolucionarias, pues era un pacifista y
reformador político, incluso hasta en eso, solo de una manera tenue, esto fue lo
que llevó a su gobierno a la decadencia más adelante.

En este Plan, no se hablaba de resolver problemas económicos y sociales, que


eran los principales problemas del país, en estos aspectos era demasiado pobre,
sino que era estrictamente sobre cambios políticos, excepto por el mencionado
artículo 3°.

Había mucha gente que en verdad conocía los problemas fundamentales de


México, entre las principales estaban:

1.-El caciquismo.
2.-El hacendismo.
3.-El peonismo.
4.-El fabriquismo.
5.-El hacendismo.
6.-El cientificismo.
7.-El extranjerismo.

Estos eran los problemas que agitaban al país y que necesitaban ser resueltos
con urgencia. La revolución parecía inevitable y venía esclareciéndose desde las
huelgas como la de cananea o la de río blanco unos pocos años atrás, a costa de
la influencia del Partido Liberal y sus tendencias radicales, infundadas a los
proletarios.

Llegó el 20 de noviembre, hubo varios levantamientos: Pascual Orozco en San


isidro; Abraham Gonzáles en Chihuahua; Francisco Villa en San Andrés; José de
la Luz Blanco en Santo Tomás, y otros levantamientos importantes en Durango y
Coahuila. A principio fueron grupos pequeños de hombres, pero conforme el
tiempo pasó, se fueron acrecentando hasta llegar a formar guerrillas que solían
derrotar a las tropas del gobierno.

El 14 de febrero de 1911, Madero llegó a ciudad Juárez, acompañado de algunos


partidarios, esto entusiasmo a los revolucionarios, y, en marzo-abril de ese año,
Zapata y los campesinos se lanzan a la revolución en Morelos, seducidos por el
artículos 3° del Plan de San Luis. Las tropas del gobierno parecían ser
insuficientes para combatir tantos levantamientos y la situación militar del régimen
comenzó a sufrir problemas.

Limantour, regresa de Europa y tiene una conferencia con Vázquez Gómez,


Venustiano Carranza y algunos familiares de Madero, temiendo por una
intervención por parte de los Estados Unidos, y se notaba una cierta preocupación
por restablecer la paz lo más antes posible, pues estos dejaron de ver con agrado
al gobierno Porfirista e incluso, veían con simpatía la causa revolucionaria,
disimulando la compra de armas que pasaban de Estados Unidos a México,
incluso llegaríamos a sospechar que hubo un apoyo de parte de su gobierno a
Madero.

El mayor éxito de principios de la revolución son los Tratados de Ciudad Juárez,


podría decirse que fue un tratado Burgués-Porfirista, sin embargo, este fracasó. El
general Díaz lanza un manifiesto el 7 de mayo de 1911, en el que anunciaba que
dejaría el poder cuando su conciencia se lo dijera. Ciudad Juárez cayó en manos
de la revolución y esta parecía haber triunfado.

En la ciudad de México se anunció la renuncia de Díaz y el vicepresidente Ramón


Corral para el 24 de mayo. El expresidente salió de la ciudad de México para el
puerto de Veracruz el 25 de mayo y salió rumbo a Europa el 27 de mayo.

Don Francisco León de la Barra ocupó la presidencia provisional el 26 de mayo,


de acuerdo con Madero y el tratado. Madero llegó a la república el 7 de junio, en
una marcha triunfal, entre agitaciones de las masas y uno que otro inconforme,
esperando el momento de la venganza.

Para junio de 1911, Madero gozaba de gran simpatía en toda la república, sin
embargo, fue un blanco fácil para la prensa porfirista, y comenzaron los ataques
hacía su persona, debido a la oposición de la Oligarquía, por su temor a que aquél
pudiera resolver el problema de las tierras.

Comenzaron a menguar el prestigio de Madero, a través de caricaturas políticas,


el semanario más importante de caricaturas se llamaba Multicolor, de igual
manera desprestigiaron a su hermano Gustavo Madero y a otros que formaban
parte de sus colaboradores.
A costa de múltiples problemas, hubo rompimientos entre Madero y los que
estaban de lado de los Vázquez Gómez, así como disensiones con los grupos
anarquistas, bien pronto comenzaron a notarse los problemas antes de las
elecciones, se veía a lo lejos el descontento de muchos grupos, y el advenimiento
de nuevos levantamientos y el resurgimiento de la revolución.

Las elecciones primarias fueron el 1 de octubre y las secundarias 15 días más


tarde. Triunfó el Partido Constitucional Progresista, quien postuló a Madero como
presidente y a Pino Suárez como vicepresidente. El 6 de noviembre de 1911,
Madero ocupó la silla presidencial.

Su gabinete quedó conformado mayormente por porfiristas y familiares, por lo que


posteriormente fue acusado de nepotista y traidor a las causas revolucionarias. A
pesar de los problemas, Madero seguía creyendo fervientemente en las palabras
“Sufragio efectivo, no reelección”, lo cual no servían en nada para resolver los
problemas y la miseria de todo un pueblo.

La popularidad de Madero disminuyó en toda la república, en comparación a


cuando había llegado a la república en junio.

La prensa se encargó de atacar a Madero y a su hermano, con múltiples apodos y


críticas hacía sus personas, así como a otros integrantes de su gabinete, sin
embargo, Madero, hombre de firmes convicciones liberales y democráticas, nunca
hizo nada para parar aquellos ataques.

Días antes de que ocupara la presidencia, ya se había redactado el Plan de


Tacubaya, en el que se desconocían a su gobierno y proclamaban a Emilio
Vázquez Gómez como presidente de la república, tachando a Madero de traidor a
la revolución.

También fue lanzado el Plan de Ayala, por los zapatistas, publicado en el Diario
del Hogar a principios de diciembre, en el que de igual manera, tachaban de
traidor a Madero y exigían la restitución de las tierras, en vista de lo proclamado
en el Plan de San Luís y una reforma agraria. A esto se suma el Plan de la
Empacadora, lanzado por Pascual Orozco, el 25 de marzo de 1912, en el que
decía que se lucharía por el Plan de Tacubaya y el Plan de Ayala, advirtiendo
además, influencias del Manifiesto del Partido Liberal de 1906.

Todos estos planes, tenían bien claros los verdaderos problemas del país, que
eran de naturaleza social y económico, principalmente les preocupaba el problema
de las tierras.

Las tropas de Madero y las de los Zapatistas, hicieron derramar demasiada


sangre, los campesinos siempre se negaron a entregar las armas, la condición
siempre fue la restitución de sus tierras, pues era la causa por la que se habían
lanzado a la revolución.

Otro documento importante fue el Manifiesto del Partido liberal Mexicano, lanzado
por Ricardo Flores Magón, que en ese momento ya expresaba claramente sus
ideales completamente anarquistas con algunos ideales comunistas.

A pasos lentos, el gobierno Maderista fue produciendo sus primeros cambios, creo
la comisión agraria, sin embargo, se veía que iban a pasos muy lentos. Los
cambios en estas materias eran de la mayor urgencia a resolver, lo cual originó
que la crisis y el descontento se acrecentaran cada vez más. Todos veían que la
revolución volvería a estallar.

Ya para 1913, específicamente el 8 de febrero, circulaban rumores en la Ciudad


de México de que se preparaba una asonada militar. Más de dos mil hombres,
encabezados por Manuel Mondragón, pusieron en libertad a Bernardo Reyes y
Felix Díaz; Felix se había levantado en armas el 16 de octubre de 1912 y había
sido aprehendido después del fracaso de su rebelión.

Reyes se puso al frente de los sublevados y ordenó la marcha hacía Palacio


Nacional, con el propósito de tomarlo. El tiroteo fue inevitable y Reyes cayó
muerto de un balazo en la frente durante la batalla.

Madero recibió noticias y de inmediato se dirigió a Colegio militar, en vista de que


el general Lauro Villar, fue herido durante la batalla, Madero le cedió el mando a
Victoriano Huerta. Madero se dirigió después a Palacio Nacional para atender los
asuntos que las circunstancias le exigían.

La batalla se expandió por las calles de la capital y se extendió por varios días.
Huerta sacrificó a sus soldados, a costa de sus estúpidas estrategias, pues quería
deshacerse de los sospechosos de firme adhesión al Gobierno legítimo. Los
maderistas comenzaron a sospechar de sus intenciones.

Algunos allegados del gobierno sabían que los felicistas eran ayudados por los
porfiristas económicamente, con armas y vivieres. Huerta no ofrecía menos ayuda,
ordenaba a las tropas de tal manera que los “enemigos” sufrieran el menor daño
posible durante los primeros días de la Decena trágica.

El 16 de octubre, Madero desconfiando de la lealtad de Huerta, mandó a llamarlo


para que le diera una respuesta de cuando acabaría con la rebelión. Huerta le juro
lealtad y le prometió que todo acabaría al siguiente día.
El factor decisivo, fue la intervención del embajador norteamericano Henry Lane
Wilson, quien decía que Madero estaba loco y debía de estar en un manicomio.
No era ajeno a los arreglos entre Huerta y Felix Díaz.

El martes 18 de febrero, Huerta ordenó la detención de Madero, Pino Suárez y


otros secretarios de estado. Quedaron prisioneros en Palacio Nacional, a costa de
la traición de los generales y del 29 batallón. Madero, siempre bondadoso, crédulo
y confiado, pagó muy caro al confiar el Huerta.

La decena trágica dejó un saldo de dos mil muertos y seis mil heridos, entre los
que pelearon y también gente pacífica víctima de su curiosidad.

Madero y Pino Suarez presentaron su renuncia el 19 de febrero. El día 22, fueron


sacados de Palacio Nacional y separados en distintos automóviles, posteriormente
fueron asesinados. Desde luego, fue señalado responsable de este acto de
traición: Victoriano Huerta.
CONCLUSIONES.

La revolución comenzada por Madero, nunca dio muestra de una verdadera lucha,
más bien, una de ficción, a pesar del triunfo, Madero nunca fue un revolucionario.
Hombre de buena fe, de ideales democráticos y liberales, espiritista, pacifista,
tenía como objetivo cambiar a los hombres, pero además, para él, el problema
fundamental siempre fue el problema del poder y de la democracia, es evidente
que sabía de los problemas que tenían en la miseria a la mayor parte del pueblo,
pues recorrió todo el país durante su campaña política, sin embargo, siempre
estuvo de lado de la legalidad, de resolver los problemas de manera pacífica y
esto fue lo que le trajo demasiados enemigos.

Para la mayor parte de los intelectuales y de la población, el problema por el que


debía lucharse, era de carácter económico, principalmente el problema de la tierra
y del proletario. Madero, por otra parte, les ofrecía a los pueblos, no el pan que
exigían, sino la libertad y nunca vio el problema del latifundismo como los demás,
tal vez porque venía de una familia burguesa o por otros motivos, de todas
maneras, la actitud de Madero siempre se opuso a esas tendencias radicales, que,
son notables en cualquiera que se llame revolucionario.

Las revoluciones tiene como principal objetivo destrozar el sistema por completo,
para crear uno nuevo, en esta revolución, era notable que solo se tiró al dictador,
mientras que la mayoría de los porfiristas y científicos seguían estando en el
poder, el Tratado de Ciudad Juárez, y posteriormente, el gobierno de Madero hace
evidente esto.

Desde principios de la revolución, era notable que no todos los grupos apoyaban a
Madero, pues sus intereses, clases, movimientos e ideologías eran de naturaleza
diferente. Los intelectuales y jefes de los grupos revolucionarios sabían que se
necesitaba una radical reforma agraria, así como otras reformas económicas y
sociales; mientras que Madero siempre tuvo como prioridad el problema del poder.

El Plan de Tacubaya y el Plan de Ayala, dan visto bueno de esto, si bien, nunca
hubo una completa paz por parte de los Zapatistas al comenzar el gobierno de
Madero, la lucha se acrecentó, fundamentalmente por la desesperación de los
campesinos, sedientos de justicia y de tierras.

No hay duda de que la incompetencia de Madero para gobernar, la actitud de la


prensa contra el gobierno de este, y la actitud de oposición de los diferentes
grupos, así como la ambición de Huerta y Felix Díaz y su traición cometida al
terminar la decena trágica, que culminó con el asesinato de Madero y Pino
Suarez, hicieron resurgir posteriormente a la revolución, cuya herida dejó abierta
sobre el seno de la patria y cerrada a medias.

Você também pode gostar