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Teoría del Consumidor

La teoría del consumidor parte de las preferencias de un individuo y tiene


como objeto determinar qué elección realizará un consumidor entre los
bienes que tiene disponible y dentro de los que puede adquirir con los
recursos que dispone. En lo que sigue y, a menos que luego se diga lo
contrario, todo lo dicho se referirá a la teoría del consumidor a la teoría
neoclásica habitual.

La teoría del consumidor afirma que los individuos siempre eligen adquirir
los bienes que le proporcionen mayor utilidad (satisfacción), explica el
comportamiento de cada persona es racional y subjetivo, y va de acuerdo a
su escala de valoración de las necesidades.

En otras palabras, la teoría del consumidor nos muestra la forma en que los
consumidores buscan maximizar la satisfacción de sus necesidades, esto lo
logra a través del mejor uso de su ingreso, adquiriendo los bienes y
servicios que le proporcionan más utilidades. Cada consumidor tiene
diferentes necesidades, diferente valoración hacia ellas y diferente nivel de
ingreso, pero finalmente su comportamiento es similar en toda ocasión y es
en base a la utilidad marginal que le proporcionara cada unidad próxima a
adquirir como elige que bienes o servicios adquirir.

Curva de Engels

Esta curva muestra la relación entre la cantidad consumida de un bien y el


nivel de renta, dados unos precios que se mantienen constantes, esta curva
muestra cómo varía la demanda cuando varía la renta y todos los precios se
mantienen constantes.

Las curvas de Engel relacionan la cantidad consumida de un bien con la


renta.

Se dice que un bien es normal si la curva de Engel del bien tiene pendiente
positiva.
Se dice que un bien es inferior si la curva de Engel del bien tiene pendiente
negativa.

Teoría Postkeynesiana del Consumidor

La teoría del consumidor postkeynesiana difiere abruptamente de la


anterior al admitir que las preferencias tienen una estructura lexicográfica
incompatible con la existencia de una función de utilidad escalar. Así el
consumidor dividiría los bienes entre categorías y preasignaría una parte de
la renta a cada categoría distribuyendo entre los bienes de cada categoría
posteriormente el presupuesto. Existe una cierta evidencia empírica de que
los consumidores gastan su dinero de esta manera. Las ideas básicas
proceden de Nicholas Georgescu-Roegen y Herbert Simon de la escuela
behaviorista. Los principios básicos son:

1. Racionalidad Procedimental (Herbert Simon). El consumidor se


regiría por reglas o hábitos no compensadores.
2. Saciedad (Georgescu-Roegen). Más allá de un umbral finito la
necesidad queda satisfecha y consumir más unidades no aumenta la
satisfacción o "utilidad".
3. Separación (Lancaster). El consumidor divide los bienes y
necesidades en diversas categorías, débilmente relacionadas
(medidas a partir de las elasticidades-precio cruzadas).
4. Subordinación (Georgescu-Roegen). Las necesidades están
jerarquizadas y subordinadas unas a otras.
5. Crecimiento (Georgescu-Roegen, Pasinetti). El tiempo y el aumento
de ingresos permiten pasar de una necesidad a otra de forma
escalonada.
6. Dependencia (J. K. Galbraith). Las necesidades están influidas por la
publicidad, las modas, la cultura y los amigos.
7. Herencia (Georgescu-Roegen). Las elecciones de hoy están
condicionadas por las elecciones de ayer. De acuerdo con esto a
medida que mejora o empeora la renta de un consumidor las
variaciones de las cantidades consumidas serán dependientes de las
del pasado más que decisiones optimizadoras.

Racionalidad Procedimental

Se ha comprobado empíricamente que la gran mayoría de decisiones de los


consumidores son espontáneas y se basan en rutinas o procedimientos que
no atiende a más de uno o dos criterios. Los consumidores no examinan
sistemáticamente todas las opciones posibles, salvo para ciertos bienes. Los
procedimientos dependen mucho más de la costumbre previa que del
análisis racional de todas las posibilidades. Ese medio para decidir, llamado
racionalidad procedimental, proporciona un medio rápido y sencillo de
tomar decisiones, un procedimiento de optimización riguroso entre todas las
posibilidades podría ser inadecuado. Por tanto, podemos decir, que un
consumidor con información limitada y conocimientos limitados esta siendo
racional al escoger métodos procedimentales de elección, pero este tipo de
racionalidad no es la racionalidad optimizadora que presupone la teoría
neoclásica.

Saciedad o saturación

Más allá de cierto umbral finito consumido, una necesidad queda satisfecha
y consumir más unidades asociadas a esa necesidad no aporta ninguna
satisfacción adicional. Eso implica matemáticamente que a partir e cierto
valor finito de la cantidad consumida la derivada de la utilidad marginal se
anula idénticamente. Las consecuencias de este principio han sido
analizadas por Georgescu-Roegen.

Separación

De acuerdo con este principio introducido por Lancaster, el consumidor


subdivide sus elecciones y necesidades en diversas categorías, débilmente
relacionadas unas con otras. Eso implica que los cambios en los índices de
precios de un tipo de productos asociados a una determinadas necesidades,
no afecta prácticamente a las cantidades consumidas de otras categorías,
ya que las categorías son básicamente independientes. Así difícilmente una
cantidad insuficiente de alimento puede ser compensada por una mayor
cantidad de oferta cultural, dado que probablemente el alimento y el deseo
de ocio pertenecen a categorías diferentes de deseos y necesidades.

Este principio postkeynesiano contrasta con las hipótesis típicas de la teoría


neoclásica donde cualquier disminución en la cantidad proveída para una
necesidad puede ser compensada por una cantidad superior de otro
producto.

Subordinación

Las necesidades son a menudo jerarquizadas, subordinadas unas a otras.


Este principio se asocia a menudo a la pirámide de necesidades de Abraham
Maslow. Según el principio de subordinación la distribución del presupuesto
no consiste en maximizar una utilidad entre bienes disponibles, sino que los
bienes situados en un nivel jerárquico no son consumidos a menos que
estén mínimamente satisfechas las necesidades de bienes de los niveles
jerárquicos inferiores. Esto puede implicar en algunos casos que orden de
preferencias de combinaciones de bienes siga un orden lexicográfico. Si eso
sucede entonces la función de utilidad asociada a la utilidad marginal tiene
que estar representada por un vector cada una de cuyas componentes
estaría asociada a un determinado nivel jerárquico de necesidades.

Crecimiento

Este principio tratado por Georgescu-Roegen y Pasinetti establece, que el


tiempo y el crecimiento de la renta disponible para un consumidor hacen
que sus preferencias evolucionen escalonadamente y el acceder a niveles
de renta superiores hace que se consideren necesidades que previamente
no habían sido consideradas.

Dependencia

El principio de dependencia es el reconocimiento de que los gustos


dependen de la publicidad, las modas, el grupo social al que pertenece el
agente económico, y no simplemente de unos gustos autónomos objetivos.
Este principio fue señalado inicialmente por John Kenneth Galbraith.

Herencia

El principio de herencia establece que las preferencias actuales de un


consumidor dependen de su historia pasada de consumo. Es decir, las
elecciones de hoy están condicionadas por las elecciones de ayer. Esto hace
que la dinámica de consumo a lo largo del tiempo, no depende de
maximizar una función de utilidad objetiva e inmutable, sino que nuestra
historia de elecciones pasadas puede ser lo más determinante en la
configuración de nuestros gustos actuales. Esto hace que las preferencias
de los agentes económicos sean altamente dependientes de su historia
vital.

Comentario
En muchas de las ocasiones simplemente compramos algo porque
queremos hacerlo, sin preocuparnos en si realmente lo necesitamos o si de
algo nos podrá servir. Esto es lo que sin duda se ve muy seguido en una
sociedad de consumo como se ha vuelto la nuestra en los últimos tiempos,
pues las muchas personas llegan en un momento dado de sus vidas a
querer comprar todo cuanto ven tan solo para satisfacer un hambre que de
nada les beneficia, pues consumen artículos que en ningún momento llegan
a usar pero como los ven en oferta los adquieren sin pensar en las
consecuencias que esto les ocasionara, pues para poder gastar en todos
esos bienes a los que no les sacan ningún provecho tienen que dejar de
consumir otros bienes, que es de lo que nos habla precisamente la teoría
neoclásica del consumidor.

Mesografía:

• Lavoie, Marc, La Economía Postkeynesiana. Un Antídoto del


Pensamiento Único, Icaria, España 2005, pp.144
• www.angelfire.com/bc3/valle/capitulo5.htm

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