El taller consiste en 9 propuestas. Cada una de ellas es
presentada con música y proponiéndole al grupo diferentes actividades. Sobre una de las paredes del salón está escrito muy grande: “Si hoy fuera el último día de tu vida ¿qué harías?”. Debajo de esta frase hay 9 carteles colgados y tapados. Son las 9 propuestas que se irán descubriendo a lo largo del taller. Cada propuesta será ambientada con una melodía distintiva y con luces adecuadas.
Desarrollo.
El coordinador dice: “Si hoy fuera el último día de tu vida
¿qué harías?”. El primer cartel es destapado y lee:
1. “¿Confesarías Tus Pecados?”
Se le entrega a cada integrante el escrito “Los Dos
Agricultores” (ver más abajo). Una vez que todos la reciben, el coordinador lo lee en voz alta. Luego de leerlo le pide a cada joven que escriba, a continuación del relato, sus pecados no confesados o sus secretos más escondidos que lo separan de Dios. Mientras ellos escriben se oye un tema musical adecuado a la situación. Cuando todos finalizan el coordinador los guía en una oración de confesión, explicando que no hay nada que la sangre de Jesús no pueda limpiar. (Nota: Una variante es que el relato esté pegado sobre la cruz. Otra variante es que luego de leer el relato se les entregue a cada joven una lista de pecados y allí marquen los suyos propios y luego, en un acto simbólico de renuncia, los tiren).
LOS DOS AGRICULTORES
“Una vez había una pareja de agricultores que no se
llevaban bien entre sí. Un gran barranco separaba sus dos granjas, pero como señal de su mutuo odio, cada uno construyó una cerca de su lado del barranco para dejar al otro afuera. Sin embargo, con el tiempo, la hija de uno de ellos conoció al hijo del otro y se enamoraron. Decididos a no dejarse separar por los odios de sus padres, derribaron la cerca y usaron la madera para construir un puente sobre el barranco. La confesión produce eso. Confesar nuestros pecados es construir puentes de regreso a la presencia de Dios. Pero aquellos secretos que procuramos esconder, aún de Dios mismo, levantan una cerca entre Él y nosotros. ¿Guardáis algún secreto o escondes algún pecado que no queréis que ni Dios lo sepa? Si es así, tu corazón está lejos de Él. Los que guardan secretos se alejan de Dios. Los que son sinceros se acercan y lo confiesan. Hoy podéis construir un puente que te acerque a Dios. Hoy podéis confesar lo que hay en tu corazón. Hoy, Él quiere y puede perdonarte”.
El coordinador vuelve a decir: “Si hoy fuera el último día
de tu vida ¿qué harías?”. El segundo cartel es destapado:
2. “¿Perdonarías a los que te Lastimaron?”
En un costado hay una gran cruz. En el otro costado hay
un gran corazón. En el corazón hay colgados pequeños carteles con frases de resentimiento, odio, deseos de venganza, amargura y dolor. Por ejemplo: “Jamás voy a perdonarte”. “Nunca olvidaré lo que me hiciste”. Etc. El coordinador hace una breve reflexión sobre el perdón y un llamado a renunciar a los rencores. Luego invita a cada joven a que pase, saque del corazón uno de los carteles y lo clave en la cruz. Mientras van pasando, se oye un tema musical. Finalmente, el coordinador los guía en una oración de renuncia y de perdón. Cuando todos los carteles son quitados del corazón, se puede leer: “Ahora Soy Libre”. (Nota: Una variante es que los carteles del corazón estén en blanco y cada joven después de recoger uno escriba en él su propio dolor o resentimiento, y luego vaya y lo pegue sobre la cruz).
El coordinador repite: “Si hoy fuera el último día de tu vida
¿qué harías?” Se muestra el tercer cartel:
3. “¿Orarías por los que Sufren?”
Se forman grupos, se les entregan revistas, diarios, afiches
y se les da un plazo de 15 minutos para realizar un colaje que exprese dolor o sufrimiento, con el propósito de hacerles tomar conciencia de aquellos que sufren por diferentes motivos. Mientras trabajan la música ambienta el lugar. Luego cada grupo explica brevemente el sentido de su collage, y se invita a los jóvenes a orar por aquellos que sufren. El coordinador insiste: “Si hoy fuera el último día de tu vida ¿qué harías?” Se presenta el cuarto cartel: 4. “¿Le Dirías Te Amo a los Demás?”
Sobre varias mesas hay frases escritas que expresan amor.
Por ejemplo: “Sos muy importante para mí, te quiero”. “Gracias por tu amor y tu cuidado. Yo también te amo”.
El coordinador lee algunos versículos que hablan del amor
y explica brevemente el valor del amor. Luego invita a los jóvenes a escoger una de las varias frases que hay en las mesas. Cuando todos tengan una frase, el coordinador les dirá que busquen a una persona (que no sea el mejor amigo, ni la pareja), le digan la frase y se la regalen como expresión de amor.
El coordinador repite: “Si hoy fuera el último día de tu vida
¿qué harías?” Se muestra el quinto cartel:
5. “¿Pedirías Perdón por tus Errores?”
Sobre las mesas hay tarjetas con versículos bíblicos que
hablan sobre sanar las relaciones, sobre el pedir perdón, etc. El coordinador explica que pedir perdón es una manera de sanar a los que hemos lastimado. Les pide a los jóvenes que piensen en quiénes han lastimado (padres, familiares, amigos, pareja, etc.), y que luego cada uno de ellos escoja 2 versículos bíblicos que les entregarán a las personas que lastimaron luego de pedirles perdón. Si las personas a las que han lastimado se encuentran en el lugar, ese es el momento para ir y pedirles perdón.
El coordinador dice nuevamente: “Si hoy fuera el último día
de tu vida ¿qué harías?”. Se descubre el sexto cartel:
6. “¿Buscarías al que se Alejó?”
El coordinador explica la diferencia entre el que se alejó porque no quiere saber nada con la vida cristiana (a ese no hay que ir a buscarlo) y el que se alejó porque fue lastimado, o por debilidad, o por ignorancia, o porque nadie se ocupó de él, o porque pecó y siente que para él ya no hay perdón, etc. (a esos sí hay que ir a buscarlos). Cada joven se comprometerá a buscar a alguien que se haya alejado y le llevará una tarjeta de ánimo y de invitación. El coordinador propondrá un tiempo de oración en parejas o tríos para orar por los que se alejaron y para volver a ganarlos.
El coordinador vuelve a decir: “Si hoy fuera el último día
de tu vida ¿qué harías?”. Se muestra el séptimo cartel:
7. “¿Le Hablarías a Otros de Jesús?”
El coordinador hace formar grupos de tres y les pide que
se compartan entre ellos cómo conocieron a Jesús y que habría sido de ellos si no tuvieran a Cristo. Luego se los desafía a comprometerse a ganar a sus compañeros y a llevarlos a Encuentros.
El coordinador repite una vez más:
“Si hoy fuera el último día de tu vida ¿qué harías?”. Se descubre el octavo cartel:
8. “¿Invitarías a Cristo a Tu Vida?”
El coordinar invita a pasar a dos o tres jóvenes de
diferentes edades para que compartan su testimonio con el resto. Estos testimonios están previamente chequeados, y deben ser bien diferentes uno de otro. Luego de que los jóvenes concluyen, el coordinador, o uno de los mismos jóvenes, hace un llamado a recibir a Cristo e invita a orar.
El coordinador dice finalmente:
“Si hoy fuera el último día de tu vida ¿qué harías?”. Se descubre el último cartel:
9. “¿Le Seguirías Creyendo a Dios?”
El coordinar explica que es relativamente fácil creerle a
Dios cuando todo está bien, o cuando las cosas se dan como las soñamos, pero qué difícil resulta creerle a Dios cuando hay problemas, cuando todo parece que está en contra nuestro o cuando es el último día de nuestra vida. Mientras se oye un tema musical, el coordinar lee promesas incondicionales del amor, de la presencia y del cuidado de Dios sobre nuestras vidas. Finalmente se reparten tarjetas con promesas bíblicas entre todos los jóvenes y adolescentes y se los desafía a llevarlas consigo o a ponerlas en lugares visibles para recordarlas cada día.