Y. N.

NEUSTADT

LA APERTURA
CATALANA

EDICIONES MARTINEZ ROCA

BARCELONA
Traducción directa del ruso
por AGUSTÍN PUIG

Revisión técnica
de JOSÉ M.a JUSTE BORRELL
Í N D I C E

PROLOGO Pág. 7
ORDEN FUNDAMENTAL DE LOS MOVIMIENTOS
1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CB 9
«GAMBITO DE DAMA CATALAN»
3. ..., P4D 10
VARIANTE ABIERTA
4. A2C, PXP 10
© 1971 por EDICIONES MARTÍNEZ ROCA, S. A. I
Gran Vía, 774 - Barcelona-13 5. D4T+ 10
5. ..., C1C-2D 11
5. .... A2D 32
II
5. C3AR 40
5. ..., P4A 40
5. ..., P3TD 46
5. ..., P4CD 46
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS 5. ..., P3A 50
Este libro no puede ser reproducido en todo, ni en parte, sin permiso. 5. ..., A5C+ 51
5. ..., C3A 52
5. ..., CD2D 54
5. ..., A2R 58
IMPRESO EN ESPAÑA - PRINTED IN SPAIN VARIANTE CERRADA
4. A2C, A2R; 5. C3AR, 0-0; 6. 0-0 61
I
6. ..., CD2D 64
Depósito Legal: B. 24308 -1982 7. C3A 64
ISBN 84 - 270 - 0006 - 5 7. D2A 77
7. C1C2D 88
Gráficas Diamante, Zamora, 83, Barcelona-18 7. P3C 90
7. D3C 91

5
 II
6. ..., P3A 91
III
6. ..., P3CD 94
IV
P R O L O G O
6. ..., C3A 95
V
6. ..., P4A 95 La apertura catalana viene a ser un hibridismo de la clásica caracte-
rizada por los movimientos P4D y P4AD y la de Retí, y se funda
ESTRUCTURA INDIA principalmente en la acción flanqueante del alfil de rey. Como se sabe,
Variante en la apertura Retí las blancas dan a su adversario la posibilidad de
1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P4A 97 tomar el centro al objeto de presionar luego con sus piezas. En la cata-
lana, lo mismo que en las aperturas clásicas, las blancas tratan de
formar un centro de peones.
I
4. C3AR, PXP; 5. CXP, P4D 98 1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR es el orden fundamental de los
movimientos de esta apertura en que, no obstante parecer inofensiva y
II un poco lenta, las blancas consiguen dominar el centro en algunas va-
riantes, y las negras ven amenazado su flanco de dama. Si éstas intentan
5. ..., D2A 102 simplificar la posición, aquéllas toman la iniciativa y, preponderando
en el centro, pueden variar el plan de su juego para amenazar el flanco
III de rey adversario.
5. ..., C3A 105 El desarrollo de la apertura catalana dio a las negras una importante
cosecha de éxitos, con el uso de la defensa de Niemzowitsch. Pero las
Variante blancas pueden eludir esta popular apertura, mediante 3. P3CR. Al con-
1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, A5C+ 106 trario de la defensa india moderna (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3.
C3AR, P3CD), el bando blanco impide la evolución del alfil de dama en
I esta apertura.
4. A2D 106 El nombre de esta apertura tiene su origen del torneo celebrado en
Barcelona el año 1929; en él, Tartakower la practicó por primera vez, pero
II no hizo el movimiento P4AD. Y así, la relación entre la puesta en práctica
4. CD2D 116 y su denominación es relativa.
El aspecto moderno de la "apertura catalana" ganó popularidad des-
APERTURA CATALANA DESPUÉS DE 1. P4D, P4D; 2. P4AD ... 118 pués del conocido torneo A.V.R.O. de 1938, donde se usó en varias
2. ..., P3AD 118 partidas. Alekhine la empleó con preferencia; Keres y Smislov la enri-
2. ..., P3R 118 quecieron con nuevas ideas, y M. Botvinnik introdujo bastantes reformas
sustanciales en ella, que fue un arma contundente durante los años cin-
I cuenta. Luego, su situación varió: la teoría encontró la forma de que las
negras pudiesen equilibrar el juego; esto hizo que perdiese su validez.
3. C3AR, C3AR; 4. P3CR 118
Pero en el transcurso de estos últimos años se han hallado nuevas
II posibilidades para las blancas, posibilidades que le han dado nuevo
3. C3AD, C3AR; 4. P3CR 123 impulso, contribuyendo a que volviese a practicarse. Korchnoi, uno de
los maestros contemporáneos más destacados, hizo uso de ella en el
III torneo de candidatos del año 1968.
3. P3CR 126 Esta apertura puede derivarse de otras, como el gambito de dama,
la defensa eslava, la defensa india moderna, la apertura inglesa y el sistema
PARTIDAS EJEMPLARES 127 Retí, haciendo una transposición de movimientos.

6 7
 VARIANTE PRINCIPAL
1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR
Diagrama núm. 1
Las posiciones de la apertura ca-
talana que resultan de la variante
1. P4D, P4D; 2. P4AD han sido
agrupadas en un capítulo indepen-
diente.
Situando el alfil al flanco del rey,
las blancas ejercen presión en el de
la dama adversaria y tratan de im-
pedir la evolución normal del mismo.
Situado en el escaque 2CR, dicho
alfil puede intervenir en la toma del
centro, que se efectúa con P4R.
Las negras disponen de tres res-
puestas :
3. ..., P4D, con el fin de cortar
la diagonal 1TR-8TD e impedir que
el adversario forme un centro de
peones. Es conocida esta respuesta
por el nombre de «gambito de dama
catalán».
3. ..., P4A para incitar al peón
4D a que cruce la línea divisoria y,
luego, desarrollar el juego según la
variante moderna de la defensa in-
dia clásica. La posición resultante
tras 4. C3AR caracteriza la apertura
catalana.
3. ..., A5C+, tras lo cual la con-
tienda sigue la trayectoria de las
variantes de la defensa india mo-
derna.
El movimiento 3. ..., P4R!?, con-
tundente para uno y otro bando y
que recuerda al gambito Budapest,
se emplea muy poco en esta serie
de variantes; caso que se emplee,
las blancas deben situar el alfil al
flanco del rey, por cuanto ya se ha
efectuado el movimiento P3CR. Por
ejemplo: 4. PXP, C5C; 5. C3AR,
C3AD; 6. A4A, A5C + ; 7. C3A o 7.
C2D. Y 4. C3AR, PXP; 5. CXP,
P4D; 6. A2C, PXP; 7. D4T+, P3A;
8. DXP5A, A2R; 9. 0-0, 0-0; 10.
C3AD ofrece más posibilidades a
las blancas que a su adversario, que
pierde un tiempo en comparación
con las variantes del gambito Bu-
dapest.
9

«GAMBITO DE DAMA CATALAN»
3. ..., P4D
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR.)
4. A2C
(Ver diagrama núm. 2)
A veces, las blancas efectúan pri-
mero el movimiento 4. C3AR y, des-
pués, sitúan el alfil en la casilla 2CR.
Comúnmente, el juego se reduce a
la variante analizada. Pero las con-
tinuaciones independientes se suce-
den de acuerdo con el orden de
movimientos del gambito de dama
1. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R; 3.
C3AR, C3AR; 4. P3CR, lo cual se
analiza más adelante.
Y las negras tienen que decidir si
tomar inmediatamente el peón 4A o
en las siguientes jugadas, o proseguir
VARIANTE ABIERTA
4. ... PXP
Tomar este peón vale tanto como
prolongar la diagonal en que se
llalla el alfil de casillas blancas y
aumentar su poder de ataque con-
tra el flanco de la dama negra. Sien-
do así, ¿qué sentido tiene este mo-
vimiento? El plan de las negras
5. D4T +
(Ver diagrama núm. 3)
La variante 5. C3AR se analiza
en II; en ella, las blancas no résta-
lo
Diagrama núm. 2
el juego reforzando el punto 4D
para contraatacar posteriormente en
el centro adversario.
consiste en aprovechar el tiempo,
que el contrario pierde en recuperar
el peón, para movilizar las piezas y
emprender una contraacción en el
punto 4D blanco.
La variante cerrada 4. ..., A2R, la
4. ..., P3AD, la 4. ..., P4CR y la
4. ..., A5C+ pueden verse en el ca-
pítulo «Variante cerrada».
blecen inmediatamente el equilibrio
material, sino que continúan des-
arrollando la apertura; posterior-
mente toman el peón 5A con la
dama, y en otras variantes lo hacen
con el caballo (C1C-2D y C x P ) . Las
Diagrama núm. 3 P3TD, se puede atacar inmediata-
mente el centro adversario con 6.
..., P4A. Contra 7. 0-0 conviene opo-
ner 7. ..., P3TD, por cuanto 7. ...,
PXP; 8. CXP da a las blancas la
iniciativa.
Si tras 6. C3AR las negras no ope-
ran por el flanco de la dama al obje-
to de terminar antes el desenvol-
vimiento del otro flanco, pueden
encontrarse con inconvenientes. Ver-
bigracia: 6. ..., A2R; 7. DXP (a
7. ..., P3TD sucede 8. D2A, y las
negras no pueden hacer 8. ..., P4CR,
porque sucede 9. C5R), 0-0; 8. 0-0.
Diagrama núm. 4
negras pueden continuar así: 5. ...,
C1C-2D (A); 5. ... A2D (luego,
A3A) (B), y 5 P3A con los si-
guientes movimientos: C1C-2D y
P4R, lo que verenos en el orden de
jugadas 5. ..., C1C2D; 6. DXP,
P3A.
A
5. ... C1C-2D
Esta respuesta da principio a la
evolución del flanco de la dama: las
negras se proponen jugar o P3TD
con los subsiguientes movimientos . 8. .... P3TD; 9. D2A, P4A; 10.
P4A, P4C (o P3C) y A2C o P4A, sin CD2D, PXP; 11. CXP. Las negras
el previo movimiento P3TD. encuentran obstáculos que impiden
poner en movimiento el alfil de casi-
6. DXP llas blancas. Y el bando blanco actúa
eficazmente en la diagonal 1TR-
Que puede substituirse con 6. 8TD. La partida Eliskazes-Golombek
C3AR. Pero las negras atacan a la (Estocolmo, 1952) prosiguió 11. ...,
dama con P4C después de 6. ..., A4A; 12. C2D3C, A3C; 13. A2D,
P3TD; 7. DXP; y así, ganan un T1R; 14. TD1D, D2A; 15. D x D ,
tiempo para mover el alfil de casillas A X D; 16. TÍA. Este cambio de da-
blancas. Del mismo modo tiene valor mas no mejoró la situación de las
independiente la variante en que las negras. Las blancas ejercen influjo
blancas, luego de 6. C3AR, P3TD, dominante en la posición.
no toman el peón 5A, sino que pro- 8. .... P4A; 9. T1D, D3C; 10. C3A,
siguen desenvolviendo la apertura D5C; 11. D3D, PXP; 12. DXP!,
con 7. C3A (véase el subcapítulo DXD; 13. CXD, C4A; 14. A4A, y
«Las blancas difieren la toma del las blancas aventajan a su oponente
peón 5A»). En vez de jugar 6. ..., en el desarrollo del juego (Geller-
11
Minich, partida de la competición
URSS-Yugoslavia). Si 9. ..., P X P
(en lugar de 9. .... D3C); 10. CXP,
D3C; I I . C3AD, las blancas también
preponderan, pues a 11. ..., C4R si-
gue 12. D5C, y el cambio de damas
no hará que disminuya la presión
sobre el flanco de la dama negra
ejercida por aquéllas. En una partida
Bialas-Van Schellting (competición
República Federal Alemana-Holan-
da, 1964) sucedió 11. ..., C4A?! 12.
P4CD!, C3T; 13. P5C, C4A; 14. A3R,
C5C; 15. C6A!, PXC; 16. DXC5C,
y la situación de las negras fue des-
esperanzadora.
8. ..., T1C; 9, C3A, P3TD; 10.
P4TD!, C3C (a 10. ..., P4A sucede
11. A4A, T1T; 12. TR1D, con ven-
taja para las blancas); 11. D3C,
CD4D; 12. C5R!, P4A (pues se ame-
nazaba con 13. C6A); 13. CXC (si
13. C6A, P x C ; 14. D x T , P x P , las
negras darían una calidad por un
peón y un poderoso centro), CXC;
14. PXP, D2A (a 14. ..., A x P se-
guiría 15. C6A); 15. P4R, C3A; 16.
A3R, y las blancas predominan
(Eliskazes-Prins, Estocolmo, 1952).
Tras 16. ..., AXP (si 16. ..., D x C ? ,
entonces 17. A4A); 17. TD1A,
P3CD; 18. D3A, D2C; 19. TR1D,
no conviene 19. ..., CXP porque su-
cede 20. D3D, P4A; 21. P4CD!,
AXP; 22. C6A y se gana una cali-
dad. Si 19. ..., C2D, se contesta con
20. C4A y se ejerce una fuerte pre-
sión, y si 19. ..., A2D, procede 20.
CXA, CXC; 21. P5R. En la partida
de referencia se jugó 19. ..., A XA;
20. DXA, A2D; 21. CXA, CXC;
22. P5R, y las negras la tuvieron
perdida en el aspecto estratégico.
De lo expuesto, se deduce que el
plan de un desarrollo rápido del
flanco del rey negro no es convenien-
te si el caballo se encuentra en el
escaque 2D.
Otro plan de juego de las blancas
podría consistir en tomar el peón
5A con el caballo.
6. C2D
12
Diagrama núm. 5
6. ..., P4A (también es oportuno
jugar 6. ..., P3TD, y contestar a 7.
Cx.P con 7 P4A y no con 7. ...,
P4CD?, lo cual se analiza más ade-
lante ; pues sucede 8. D2A y 9. C5T,
luego de que la torre negra se haya
retirado a otra casilla).
7. CXP
Diagrama núm. 6
Max Euwe estima oportuno efec-
tuar 7. ..., P X P ; en este movimiento
se basa la partida Petrov-Van Schel-
lting (VIII Olimpiada, 1939), donde
se prosiguió 8. A4A, A2R; 9. C6D+,
R1A. Y comenta: «Las blancas no
tienen realmente probabilidad de
atacar, y recuperar el peón entraña
dificultades». En la sobredicha par-
tida se llegó a una posición más o
menos equilibrada después de 10.
C3A (no conviene 10. D x P A ? , por
suceder 10. ..., P4R; si 10. C x A ,
T x C ; 11. AXP, T4A, las negras
tienen buen contrajuego, y a 10.
CXPCD, A x C ; 11. AXA sigue 11.
..., C4A; 12. D6A, C x A ; 13. D x C ,
D4D; 14. D x D , C x D ; 15. C3A,
P3A, lo que redunda en beneficio de
las negras), D3C; 11. D5C, C4D; 12.
DXD, C2DXD; 13. CX A, TXC; 14.
0-0,CxA; 15. PXC,A3A;16.TR1D,
R2R; 17. CXP. No obstante lo cual,
las blancas usaron esta variante en
la partida Petrov-Mikenas (XII Cam-
peonato de la Unión Soviética,
1940); mas jugaron 11. C4A en vez
de 11. D5C y, tras 11. ..., D5C + ;
12. DXD, AXD + , habrían logrado
preponderar, si hubieran continuado
13. A2D (en la partida hicieron 13.
RÍA), A X A + ; 14. RXA, C5R + ,
15. R1R. De esa manera, las blancas
recuperan el peón, y su alfil ocupa
una posición más activa que el de
las negras.
7. , A 2 R ; 8 . PXP, A X P ; 9 . C3A,
0-0; 10. 0-0, C3C; 11. D2A, A2D;
12. C5R u 11. CXC, AXC; 12. T1D,
A2D; 13. D4TR ofrece a las blancas
mejores posibilidades (Tolusch-Ma-
kagonov, XI Campeonato de la
URSS, 1939). A 13. ..., C4D sucede
14. A5C. Y 11. D3C, A2D (partida
Flor-Euwe, perteneciente al Torneo
A. V. R. O. de 1938) es menos ven-
tajoso para las blancas.
7. ..., P3TD; 8. PXP, AXP; 9.
D2A, C3C. En esta variante, las blan-
cas aún no han movido el caballo
del rey, mientras la posición de las
negras es satisfactoria. Veámoslo:
10. CXC, DXC o 10. C5T, D2A y
la amenaza 11. ..., A X P + . En una
partida Minev-O'Kelly (Berlín, 1962),
las blancas trataron de obtener ven-
taja haciendo 8. A4A y no 8. PXP;
pero la obtuvieron las negras tras
8. ..., P4CD; 9. DID, C4D; 10.
C6D+, AXC; 11. AXA, A2C! (11.
..., D3C hace que el juego favorezca
a las blancas: 12. P x P , C x P ; 13.
AXC); 12. C3A, P5A; 13. P4R,
C4D3A; 14. P5R, C5R; 15. A4C,
P4TD; 16. A2D, CXA; 17. DXC,
C3C. Si 13. 0-0, la respuesta conve-
niente es 13. ,.., D3C. En la partida
de referencia se jugó 13. P4CR?,
pero 13. ..., C2D3A!; 14. A5A, C5A
causó pronto la derrota al bando
blanco.
Intentemos reforzar el juego de
las blancas con 8. A2D!? en vez
de hacer 8. A4A u 8. P X P .
Diagrama núm. 7
A 8. ..., P4CD puede suceder el
aparentemente paradójico movimien-
to 9. D3T y, caso que 9. ..., P X P ,
se prosigue con 10. C6D+, AXC;
11. DXA y 12. DXPD, que ofrece
buenas perspectivas a las blancas.
9. ..., C4D supone perder inmediata-
mente la partida, pues las negras se
ven forzadas a rendirse tras 10.
AXC, PXA; 11. D3R + , D2R (a
11. .... A2R sigue 12. A5T); 12.
C6D + . Y a 9. ..., T1CD puede opo-
nerse 10. C5T (si 10. A5TD, procede
10. ..., PXP), PXP; 11. A4C. Aná-
lisis.
Ante 6. C2D, es digna de conside-
ración la respuesta 6. ..., P3A.
13
 Diagrama num. 8
De esta manera, el bando blanco
ha de perder un tiempo para realizar
el movimiento 7. DXP, mientras el
negro realiza otra contraacción en el
centro con 7. ..., P4R. Verbigracia:
8. P X P , C X P ; 9. D3A, A3D; 10.
CR3A, D2R; 11. 0-0, 0-0; 12. CXC,
AXC; 13. D2A, A2A; 14. P4R, T1R;
15. P3C, A5C; 16. C4A, TD1D; 17.
A3TD, D3R; 18. P3A, A6T, y las
probabilidades son equivalentes (par-
tida Smislov-Keres, perteneciente al
XVIII Campeonato de la Unión So-
viética, 1950.
Igualmente se puede jugar 8.
C1C3A en vez de 8. PXP, para res-
ponder a 8. ..., A3D con el inespe-
rado movimiento 9. C5C.
Diagrama núm. 9
14
Al lógico 9. .... 0-0 sigue 10. C6R!
Y las perspectivas sonríen a las blan-
cas luego de 9 D2R; 10. CD4R.
Por lo visto, 8. ..., C3C conviene-más
que 8. ..., A3D (a 9. D3D debe se-
guirse 9. ..., PXP) o jugar primera-
mente 8. ..., P X P . Análisis:
a 0-0; 10. C3A, P3A; 11. T1D, D2R;
6. ... P3TD
Diagrama núm. 10
La continuación 6. ..., P4AD se
analiza en la variante b, la 6. ...,
P3AD en la c y la 6. ..., A2R en la
II, F; pero en otro orden de movi-
mientos.
1 lov-O'Kelly (Groninga, 1946) ilustra
7. D2A
La variante iniciada con este mo-
vimiento dio a las negras mucho que-
hacer; Alekhine lo propuso cuando
la práctica de la tercera década des-
cubrió que aquéllas podían replicar
a 7. C3AR con 7 P4CD, tras lo
cual 8. D6A pierde eficacia. Esta va-
riante puede verse en el apartado 2.
Más adelante se encontró un antí-
doto contra 7. D2A.
7. ... P4A
Aquí carece de sentido la contra- Diagrama núm. 11
acción 7. ..., P4R porque comparado
con la vanante 5. ..., P3A; 6. DXP,
CD2D; 7. C3AR, A 3 1 ; 8. 0-0, P4R,
las negras han perdido un tiempo
en el innecesario 6. ..., P3TD (véase
la variante 2), y las posibilidades se
inclinarían al bando blanco si se
prosiguiera 8. C3AR, A3D; 9. 0-0,
12. A5C, P3T; 13. C4R!, PXA; 14.
CXA, DXC; 15. P X P , D4A; 16.
DXD, C X D ; 17. PXC, P x P ;
18. TD1A.
En una partida Smislov-Bivschev
(Leningrado, 1951), las negras trata-
ron de desenvolver el flanco de la
dama con 7. ..., T1CD y, luego de
8. C3AR, P4CD; 9. P4TD, A2C; En esta posición de la partida
10. PXP, PXP; 11. C3A, P5C; 12. Smislov-Kan (XV Campeonato de la
C4TD, A5R; 13. D1D, tomar la ini- URSS, 1947) sucedió 9. ..., A4A;
ciativa con el eficaz movimiento 10. C3C, A2T; 11. 0-0, 0-0; 12. A2D,
13. ..., P6C (merece atenderse a D2R (12. ..., C3C era relativamente
13. ..... A3D; 14. 0-0, 0-0, aun cuan- mejor, pues mover la dama supone
do la situación de las blancas es pre- perder un tiempo valioso); 13.
ferible en este caso). Prosiguió 14. P3TD, T1R; 14. A4C, D1D; 15. C3A,
0-0, A7A; 15. D1R, C5R; 16. A4A, D2A; 16. TD1A.
A5C; 17. D1A, CD3A; 18. C1R, lo Lo que caracteriza la ineficacia del
cual pone de manifiesto que la inicia- juego de las negras en la apertura
tiva de las negras es pasajera y que catalana es la constante presión so-
las blancas tienen probabilidades de bre el flanco de su dama ejercida
éxito. por las blancas.
En la partida Alatortsev - Flor
8. C3AR (XVIII Campeonato de la Unión So-
viética, 1950), se jugó 10. ..., A3D
y no 10. ..., A2T.
El bando negro tiene que desen-
volver el flanco de su dama para Diagrama núm. 12
huir la dificultad. La partida Smis-
perfectamente la idea de la apertura
catalana; en ella se jugó 8. ..., PXP;
9. CXP, D3C; 10. C3C, A5C + ; 11.
A2D, C4A; 12. 0-0, CXC; 13. DXC,
A4A; 14. DXD, AXD; 15. P3TD.
Esto simplificó la posición; mas no
resolvió el problema del desenvol-
vimiento del flanco en cuestión. La
preponderancia de las blancas no
ofrece duda. Las negras tampoco
consiguieron equilibrar el juego en
partidas posteriores, donde se hizo
9. ..., A4A y 9. ..., C4A en vez de
9. ..., D3C.
15
 Tras 11. 0-0, 0-0; 12. C3A, T1C;
13. T1D, D2A; 14. D3D, A2R; 15.
A4A, P4R; 16. A3R, las blancas tie-
nen cierta iniciativa; con todo, in-
tentaremos reforzar el juego de
ellas: en lugar de 14. D3D, se puede
hacer 14. A5C y, si 14. ..., P3T, 15.
D2D. Por ejemplo: 15. ..., A2R;
16. A4A, P4R; 17. A3R. La dama
está situada mejor en el escaque
2D que en el 3D. Análisis.
En la partida Taimanov-Bonda-
revski (semifinal del XVII campeo-
nato de la URSS, 1949) se prosiguió
9. ..., C4A; 10. C3C!, CxC; 11.
DXC, D2A; 12. 0-0, A4A; 13. C3A,
0-0; 14. A4A, P4R; 15. A5C. Y la
posición de las blancas es preferible
a la de las negras.
Advertimos que 9. ..., C3CD fue
propuesto por Smislov el año 1947,
cuando se estudiaba un plan para
desenvolver inmediatametne el flan-
co de la dama con los movimientos
8. ..., P4CD y 8. ..., P3CD, que se
analizan en la variante principal.
Diagrama núm. 13
Con el subsiguiente movimiento
CD4D, las negras se proponen cerrar
la peligrosa diagonal, y equilibrarán
el juego si sucede 10. C3C, A5C + ;
11. A2D, A X A + ; 12. C1CXA,
CD4D; 13. 0-0, 0-0; 14. TD1A, A2D.
Pero substituyendo 11. A2D con
11. C1C2D, se evita toda simplifica-
16
ción; se rechaza el ataque del alfil,
y se tienen mejores perspectivas.
Igualmente es viable 11. C3A; veá-
moslo: 11. ..., CD4D; 12. 0-0, D2A;
13. A2D; a 13. ..., CXC; 14. PXC,
A2R procede 15. P4AD! Análisis.
8. ..., D3C es mejor que 8. ...,
P X P, aunque se estime que no equi-
libra el juego y que no se ha deter-
minado definitivamente su valor.
Diagrama núm. 14
9. PXP, AXP; 10. 0-0, 0-0 (como
se verá, comprobado, conviene más
10, ..., D2A y la amenaza 11. ...,
A x P +, por limitar las posibles con-
tinuaciones de las blancas); 11, C3A,
D2A; 12. C1R, T1C; 13. C4T, A3D;
14. DXD, AXD; 15. A3R, C5C
(este movimiento es desacertado;
conviene 15. .... P4CD; 16. C5A,
C3C, porque facilita el contrajuego);
16. A7T, T1T; 17. A4D, y las blan-
cas preponderan (partida Bartz-Klü-
ger, 1950). De acuerdo con el comen-
tario sobre el decimoquinto movi-
miento de las negras se puede hacer
12. A5C en vez de 12. C1R. Si 12.
..., P3T, entonces 13. AXC, CXA;
14. TD1A y, caso de que 14. ...,
A2D; 15. C4R, CXC; 16. DXC,
las blancas se adelantan a su adver-
sario en la acción. Análisis.
En una partida Mikkov-Sorokin
(1955), las negras prosiguieron 11.
..., D1D (y no 11. ..., D2A), y las
blancas también preponderaron si-
guiendo 12. P3TD, D2R; 13. T1D,
P3T; 14. P4CD, A2T; 15. A2C, C3C;
16. C4R, A2D (a 16. ..., CD4D
sigue 17. C x C + , CXC; 18. C5R);
17. CXC + , PXC; 18. D4R. A5T;
19. D4T.
Se supone que 9. ..., DXP (en
substitución de 9 A x P ) , hecho
con el fin de desenvolver el flanco
de la dama por medio de 10. C3A,
P4CD, no altera el valor de la va-
riante. En la partida Rovner-Biv-
schev (semifinal del XVII Campeo-
nato de la Unión Soviética, 1949),
las blancas aprovecharon la vulne-
rabilidad de su escaque 4A y mejo-
raron el juego al término de 11.
A3R, D2A; 12. A4A, D3C; 13. P4TD
(se dijo que este movimiento deter-
mina la superioridad de las blancas),
P5C; 14. C1C, A4A; 15. 0-0, A2C.
Pero las negras jugaron sin preci-
sión; y así, proponemos reemplazar
15. ..., A2C por 15. ..., C4D o por
15. ..., C5C, lo que da a las blancas
poca ventaja o ninguna.
Tampoco se ha visto comprobada
la eficacia del movimiento P4CD,
apoyado por 8. ..., T2T.
Diagrama núm. 15
Partida Donner - Lokvenz (Olim-
piada de 1954): 9. 0-0, P4C; 10.
P4TD, P5C. Aquí es aconsejable 11.
T1D (11. C1C2D, A2C; 12. C3C,
A5R; 13. D1D, P5A; 14. CD2D,
A4D da a las negras ventaja en la
posición, lo cual se produjo en la
partida de referencia), pues la pos-
tura de la torre frente a la dama de
las negras puede ser un obstáculo
para éstas. Se amenaza con 12. C5R.
A 11. ..., D3C conviene responder
con 12. CD2D y proseguir C4A.
Análisis.
1) 8. ... P4C
Diagrama núm. 16
Este audaz movimiento (¡el alfil
de las blancas situado en 2CR no es
peligroso!) se efectuó por primera
vez en la partida Dunkelblum-Euwe
(competición Bélgica-Holanda, 1950).
Las negras abren la diagonal "cata-
lana" e incitan al oponente a que
efectúe 9. C5R (x). 9. PXP y luego
C5R (y), o 9. P4TD (z) debilitan el
flanco de la dama negra. 9. 0-0, A2C;
10. A3R, T1A; 11. P x p , AXP; 12.
AXA, CXA; 13. CD2D, 0-0 re-
dunda en beneficio de aquél.
x) 9. C5R
9. ... C4D
10. AXC
Las blancas se desprenden del al-
fil "catalán" para ganar un peón;
pero las negras lo recuperan y mejo-
ran su posición si sucede 10. C x C ,
17

D X C ; 11. P X P , A2C; 12. 0-0, T1A,
lo que sucedió en la citada partida
y en la que se prosiguió 13. D3C,
A X P ; 14. A2D, 0-0; 15. T1D, D2R;
16. C3A, C3A; 17. A X A , D X A .
Promete poco la tentativa de com-
plicar el juego con 10. C6A, D3C;
11. P4R, D X C ; 12. P X C , P X P 5 D ;
13. 0-0, pues las negras terminan fe-
lizmente el despliegue de sus fuerzas
después de 13. ..., C3A; 14. T1R + ,
A2R.
10. ...
PXA
11. C X C DxC
11. ..., A X C se estima insatisfac-
torio, porque la variante 12. P X P ,
D3A; 13. 0-0, T1A; 14. A3R impi-
de a las negras restablecer la igual-
dad material (a 14, ..., P5D sucede
15. D4R + ).
Murey propuso reemplazar 12. ...,
D3A por 12. ..., D4T + y contestar
a 13. A2D con 13. ..., P5C; 14.
P6A, A6T, y a 13. C3A con 13. ...,
A X P ; 14. A2D, P5C (15. C x P ,
A x P + ).
A 13. C2D sigue 13. ..., T1A y se
recupera el peón, y a 13. D3A puede
seguirse 13. ..., D X D + ; C X D ,
A X P . Si 15. C X P D , entonces 15.
..., A3A.
12. P X P A2C
El propósito de ganar una calidad,
mediante 12. ..., D6T; 13. A4A,
D7C; 14. T1A, A6T, no es realiza-
ble porque lo impide 15. C2D!
En- su manual, M. Euwe estima
que las blancas sacan ventaja si a
15. .... D X P T responden con 16.
D3D. Mas no advierte que pueden
ganar la dama adversaria, prosi-
guiendo 16. C3A, D7C; 17. T1C.
12. ..., D3A; 13. P4CD, A2C es
una transposición de movimientos
de la variante principal. Sólo resta
advertir q u e a 13. ..., P4TD (caso
no se haga 13 A2C) hay que
oponer 14. P4TD!
13. 0-0 D3A
18
Según Euwe, las negras se hacen
con la iniciativa a cambio del peón
sacrificado; pues el flanco del rey,
debilitado por el alfil «catalán»,
puede ser objeto de ataque, en
apoyo de lo cual aduce la siguiente
v a n a n t e : 14. P4C, P5D; 15. P3A,
P4TR o 14. ..., P4TD; 15. A3T,
P X P ; 16. A X P , P5D; 17. P3A,
P4TR. Sin embargo, mantienen la
superioridad material si prosiguen
18. C2D; por lo que las negras han
de buscar otra forma de ataque.
Y) 9. P X P
1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3.
P3CR, P4D; 4. A2C, P X P ; 5.
D4T + , CD2D; 6. D.X.P, P3TD; 7.
D2A, P4A; 8. C3AR, P4CD.)
9. ... AXP
Contra 9. ..., C X P es eficaz la
réplica 10. A3R.
10. C5R T1CD!
Diagrama núm. 17
Sacrificando una calidad, las ne-
gras impiden el enroque del adver-
sario y amenazan seriamente. Adver-
timos que no es oportuno jugar 10.
..., D2A, ni contestar a 11. A X T
con 11. ..., A X P + , pues sucede
12. R1D.
11. C6A D2A
12. C X T AXP+
13. R1D DXC
Las negras han entregado una ca-
lidad por un peón; además, el mo-
vimiento 14. P3R puede cortar la
retirada del alfil 7A; pero Lilienthal
demostró que, tras 14. ..., C5C; 15.
R2R, disponen del poderoso movi-
miento 15. ..., A2C! Aceptar el cam-
bio supone dejar al rey en una situa-
ción peligrosa. Si se restituye la
calidad por medio de 16. A3T,
A X T ; 17. A X C , las negras prosi-
guen 17. ..., C4R y, después de 18.
A3T, 0-0!; 19. R X A , T1A; 20.
C3A, P5C!, recuperan la pieza y
continúan amenazando.
En una partida Kroguius-N. Gu-
sev (1954), se hizo 15. D4R para
impedir el movimiento 15. ..., A2C.
Diagrama núm. 18
La partida continuó así: 15. ...,
CD4R; 16. R2R, P4A; 17. D2A,
A2C; 18. D3C. A q u í recomendamos
no jugar 18. ..., R2A, como se jugó
en ella, sino 18. ..., A X A ; 19.
D X P + , R1A; 20. D X P + , R2R, y
las blancas no pueden defenderse.
z) 9. P4TD
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, P x P ; 5.
D4T + , CD2D; 6. D x P , P3TD; 7.
D2A, P4A; 8. C3AR, P4CD.)
Las blancas no intentan empren-
der una acción táctica en la diagonal
1TR-8TD, sino debilitar el flanco de
la dama adversaria.
9. ... A2C
10. 0-0
La variante 10. P X P C , P X P ; 11.
T X T , D X T no dificulta el juego
de las negras.
10. ... T1A
En la partida Smislov-Korchnoi
(Campeonato de la U. R. S. S. por
equipos, 1967) sucedió 10. ..., A2R,
con objeto de terminar el desenvol-
vimiento del flanco del rey, pero sin
definir la postura de las torres; la
posición se simplificó del siguiente
modo: 11. P X P A , A X P ; 12. A5C,
D3C; 13. A X C , C X A ; 14. P X P ,
P X P ; 15. T X T + , A X T ; 16. C3A,
0-0; 17. P3R, T1A; 18. D3D, P5C;
19. C4T, D3A; 20. C X A , D X C ; 21.
T1D, P3T; 22. D4D, D X D ; 23.
C X D, A X A; 24. R X A, P4R, y cuyo
final resultó más o menos equili-
brado.
También se puede ensayar 10. ...,
P X P D para responder a 11. C X P
con 11. ..., A X A ; 12. R X A , A4A;
a 13. T1D sucede 13. ..., T1A, y a
13. C3C procede 13. ..., A3C.
Citamos asimismo el movimiento
10. ..., P5C. Si 11. P X P , se prosigue
con 11. ..., A X P ; 12. CD2D. En la
partida Flor-Fine (Kemeri, 1936)
sucedió 12. ..., T1AD. Al objeto de
evitar la oposición de la torre 1A
contra la dama, recomendamos ju-
gar 12. D4A (y luego D4TR) y no
12. CD2D.
11. P X P C PXPC
En una partida Zagorianski-Estrin
(Moscú, 1948), el bando negro hizo
11. ..., P X P D .
19
 Diagrama num. 19
Y tuvo una posición satisfactoria
al cabo de 12. D1D, PXP; 13. CXP,
D3C; 14. C3AD, A XA; 15. RXA,
P5C; 16. C4T, D2C + ; 17. P3A,
A2R. Pero el blanco habría mejo-
rado la suya, si hubiera jugado 13.
DXP; verbigracia: 13. ..., A4A (si
13. .... C4A, sucedería 14. D x D + ,
T x D ; 15. T7T, lo que da a éste la
preponderancia); 14. D3D, D3C; 15.
C3A, A3 A; 16. C2D. Si 16. ..., C5C,
entonces 17. C2D4R. Las blancas tie-
nen igualmente la iniciativa después
de 16. ..., T1CD; 17. C3A4R. 16.
..., AX A; 17. RXA es relativamente
mejor, aunque la posición de las
blancas es en cierto modo preferible.
El movimiento 12. D4TD redunda
en beneficio de las negras: 12. ...,
C4A; 13. DXP (es interesante 13.
PXP, C x D ; 14. P x A , T2A!, no
obstante ser insuficiente), C6C!; 14.
D X D + , RXD; 15. T1D+ (a 15.
PXP, que se hizo en una partida
Stetsko-Neustadt celebrada en Mos-
cú el año 1950, sigue 15. ..., A x C ;
16. A XA, C x T ; 17. P7T, lo que
da a las negras ventaja material),
A4D! (pero no 15 R1R?, pues
16. C3A2D, CXT; 17. A x A y 18.
P X P da a las blancas la preponde-
rancia); 16. TXP; de esta manera,
transcurrió la partida Ravinski-Za-
gorianski, Moscú, 1949. Y con 16.
..., CXA! (en dicha partida se jugó
20
16. ..., TXA?; 17. T x T , C x T ; 18.
C3A); 17. C3A, TXC; 18. PXT,
C X P + y 19. ..., CXPAD, las ne-
gras se aseguran la superioridad.
Volvamos sobre la situación que
13. ..., C6C crea en el tablero, para
analizar el no usado movimiento 14.
D4TD?!
Diagrama núm. 20
A 14. ..., CXA sigue 15. PXP,
A3A; 16. D4A, y a 16. ..., AXC
sucede 17. D4T+, que ofrece ven-
taja a las blancas. Por ello, conviene
a las negras jugar 14. ..., CXT!;
15. P X P + , A3A; 16. DXC, A4A.
Análisis.
12.D3C
Contra 12. PXP debe oponerse
12. ..., CXP; así, se evita que la
dama adversaria se sitúe en el esca-
que 3C o en el 3D. Lo cual es rea-
lizable si se hace el rutinario movi-
miento 12. ..., AXp.
12. ... D3C
13. C3T
A esta posición llegó la partida
Keres-Platz (Budapest, 1952). Las
negras optaron desacertadamente
por 13. ..., A3T, y 14. C4A!,
PXC; 15. DXD, CXD; 16. TXA,
CD4D; 17. A2D dio a las blancas
la preponderancia.
Lo conveniente es 13. ..., A3A;
de ese modo, la torre adversaria no
amenazará al alfil, y las negras po-
drán jugar P5A. Si sucede 15. C5R,
CXC; 16. PXC, la posición se com-
plicará ofreciendo posibilidades a
uno y otro bando.
2) 8. ... P3CD
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, PXP; 5.
D4T + , CD2D; 6. D x P , P3TD; 7.
D2A, P4A; 8. C3AR.)
Con este movimiento, recomenda-
do por O'Kelly, lo mismo que con
el 8. ..., P4CD, las negras preparan
la movilización del alfil de la dama
y refuerzan la defensa del peón 4A
para evitar sacrificarlo. A más de
esto, impiden la ruptura del flanco
de la dama que 9. P4T puede pro-
ducir después de 8. ..., P4CD.
9. 0-0
9. PXP, AXP, 10. C5R produce
las variantes del apartado (y), y.
cuya diferencia influye poco en el
valor de la posición: el peón negro
no se halla en el escaque 4CD sino
en el 3CD.
9. ... A2C
10. PXP AXP
11. C3A T1AD
Diagrama núm. 21
Las negras han terminado acerta-
damente la movilización de sus fuer-
zas. La dama blanca ocupa una
posición desfavorable en la vertical
AD. La partida Birnstil - Neustadt
(torneo internacional por correspon-
dencia, 1964-1965) continuó 12. T1D
(hecha por consideraciones de or-
den «general», esta jugada introdu-
ce muchas dificultades), P4CD; 13.
P3TD, D3C; en ella, las blancas se
vieron forzadas a debilitar sus es-
caques blancos y a cortar el paso
de su alfil de casillas negras con
el movimiento 14. P3R, y su situa-
ción fue comprometida al cabo de
14. ..., 0-0; 15. A2D, D2T (la dama
va a situarse en la diagonal, que el
oponente ha debilitado); 16. D3D,
D1T; 17. D2R, C5C; 18. A1R,
CR4R; 19. CXC, C x C ; 20. P4R,
C3A!; 21. P4CD, C5D; 22. D2T,
A3C; 23. P4TD, D1C; 24. PXP,
PXP; 25. TD1A, D4R; 26. R1T,
D4T; 27. P3T (a 27. P4A podía se-
guirse 27. ..., T x C ; 28. A x T ,
C7R!; 29. A1R, A8C; 30. P4T, D5C
y las amenazas 31. ..., A x P y 32.
..., D6T+, y a 31. D2A oponerse
31 A6R), T5A; 28. P4A, TR1A;
29. D2C, P4A!
2
7. C3AR
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, PXP; 5.
D4T + , C1C2D; 6. D x P , P3TD.)
Esta variante es más antigua que
la precedente 7. D2A; en ella, las
blancas admiten el movimiento ad-
versario P4CD, que, como se ha
visto, también puede hacerse si se
hace previamente 7. D2A.
7. ... P4CD
Tras 7. ..., P4A; 8. D2A (o 8.
0-0, P4CD; 9. D2A, A2C; 10. P4T),
se produce la variante que hemos
visto en el apartado 1. Igualmente
se jugó 8. PXP, AXP en varias
partidas.
21
 Diagrama num. 22
9. D4TR, 0-0; 10. 0-0, C4D; 11.
DXD, TXD; 12. CD2D, P4CD;
13. C3C, A3C; 14. A5C, T1R; 15.
A2D, lo que da a las blancas cierta
iniciativa (Smislov-Evans, X Olim-
piada, 1952). Neuekirch y Tsvietkov
proponen sustituir 14. ..., T1R con
14. ..., P3A; 15. A2D, C4A; 16
CR4D, lo cual equilibra el juego
9. 0-0, P4CD; 10. D4TR, A2C
11. CD2D, A2R; 12. C3C, T1AD
13. D4D, 0-0; 14. A2D, C4A; 15
DXD, TRXD; 16. C x C , AXC
17. A5T, T1R; 18. TR1D, A4D:
19. C1R, A XA; 20. RXA, C4D
ofrece a los dos bandos posibili-
dades equivalentes (Keres-Korchnoi,
torneo de pretendientes, 1962).
De lo dicho se desprende que
8. PXP no entraña peligro para las
negras.
Tras 8. D2A, se produce la po-
sición analizada en la variante 1.
El asunto se reduce a saber si 8.
D6A conviene a las blancas.
(Ver diagrama núm. 23)
8. D6A
La idea de este movimiento con-
siste en impedir el P4A, y dificultar
la evolución normal del flanco de
la dama negra. Ahora, la torre ha
de abandonar su casilla, lo que en
22
Diagrama num. 23
ciertas variantes posibilita a las
blancas quebrantar la postura del
peón 4CD, mediante. P4T.
Mas la dama es un bloqueador
deficiente, pues las negras hacen
que se retire, y realizan el movi-
miento P4A.
Otras retiradas de la dama:
8. D3D (no dificulta el juego de
las negras), A2C; 9. P4TD, A5R;
10. D1D, P4A (Donner-Rossolimo,
Amsterdam, 1950). Si no se ataca
la posición del peón 4C y se con-
tinúa 9. C3A, P4A; 10. 0-0, como
se hizo en una partida Reshevski-
Fine (Nottingham, 1936), las negras
avanzan ventajosamente los peones
del flanco de su dama 10. ..., P5A;
11. D2A, P5C; 12. C1D, T1A; 13.
A5C, D4T, y el juego redunda en
favor de ellas. Prosiguió 14. AXC,
CX A; 15. C3R, P6A!; 16. C5R,
A XA; 17. RXA, D4C! Las blancas
pueden igualar opuestamente el
efecto del avance de los peones ad-
versarios.
8. D3C. Podría parecer que la
dama está situada bien en el esca-
que 3C; pero, después de 8. ...,
A2C; 9. 0-0, P4A; 10. PXP, las
negras pueden atacarla con 10. ...,
CXP! Si las blancas no toman el
peón 4A con su peón 4D, aquéllas
no tienen ningún impedimento que
les dificulte desplegar sus fuerzas.
8. ... T1CD
También se usó 8. ..., T2T, cuyo
valor depende de si el bando blanco
puede sacar provecho de tal posi-
ción de la torre.
Diagrama núm. 24
A 9. A3R puede suceder 9. ...,
C4D o 9. ..., C5C. Veámoslo: 9.
..., C4D (o 9. ..., C5C); 10. A5C,
A2R; 11. A XA, DXA; 12. 0-0,
A2C y P4A. «Con lo que las negras
desatan la dificultad», según Alek-
hine.
En un encuentro entre Capablan-
ca y Reshevski (Nottingham, 1936),
las blancas prosiguieron 9. A4A, lo
cual no impidió a su oponente situar
el alfil en 2C. Luego de 9. ..., A2C,
no se puede tomar el peón con la
dama, por suceder 11. ..., AXC des-
pués del cambio de damas y las
blancas pierden una pieza. Capa-
blanca retiró la suya a 1A: 9. ...,
A2C; 10. D1A, y 10. ..., P4A; 11.
PXP, AXP; 12. 0-0, 0-0; 13. CD2D,
D2R dio a las negras cierta supe-
rioridad espacial. A más de esto, la
posición de la dama blanca es desa-
certada.
Por tanto, lo mejor es 9. D2A (o
9. 0-0, A2C; 10. D2A) para sacar
alguna ventaja de la posición de la
torre negra tras 9. ..., A2C; 10. 0-0,
P4A; 11. P4TD.
Diagrama núm. 25
Si 10. ..., D3C, puede hacerse
11. A3R!; a 11. ..., C4D sigue 12.
PXP, AXP; 13. A XA, y las negras
han de tomar el peón con el caballo,
lo que empeora su situación. Pues
continuar 13. ..., DXA; 14. DXD,
CXD; 15. P x P no sirve, porque la
torre queda indefensa. Caso que se
haga 12. ..., CXA (en lugar de 12.
.., AXP); 13. PXD!, CXD; 14.
PXT, CXT; 15. C5R, AXA; 16.
RXA, C3C; 17. P5T, C1T; 18.
T1A, las blancas ganan. A 10. ...,
D1T se puede oponer 11. PXPC,
PXPC; 12. TXT, DXT; 13. C3T,
y las perspectivas de las blancas son
más prometedoras. Análisis.
9. A4A
Aquí se produce también la po-
sición que hemos analizado en la
variante 1, prosiguiendo 9. 0-0, A2C;
10. D2A, P4A; 11. P4TD, T1A. Se
puede hacer 11. ..., D3C en vez de
11. ..., T1A. En una partida Alek-
hine-Yunge (Praga, 1942), las negras
intentaron ganar el peón central con
11. ..., AXC; p e r o 12. AXA,
PXPD; 13. PXP, PXP; 14. T1D
dio a las blancas la iniciativa.
23
 Diagrama núm. 26
La partida prosiguió 14. ..., D3C.
A 14. ..., P4R se responde con
15. P3R!, y si 14. ..., A4A; 15. A4A,
P4R; 16. AXP, CXA; 17. DXA,
el bando blanco gana un peón, por
lo menos; si se juega- 15. ..., T1A
y no 15. ..., P4R, sucede 16. A7C
y no salva la situación 16. ..., P6D;
17. DXP, A X P + por cuanto 18.
R1A.
15. C2D P4R
Era digno de atención 15. ...,
A4A. Si 15. ..., C4R al objeto de
cambiar el caballo por el alfil, su-
cedería 16. C3C, CXA + ; 17. PXC
y las blancas aventajarían a las ne-
gras en la posición. A 17. ..., P4R
sigue 18. P4A, ya 17 T1D su-
cede 18. C x p (18. ..., T x C ? ; 19.
T8T + . R2R; 20. A3R¡).
16. C3C
Las blancas tienen la iniciativa
a cambio de un peón. En la sobre-
dicha partida, las negras hicieron
el desacertado movimiento 16. ...,
C4A? (es mejor 16. ..., A2R); 17.
C X C, A X C?, y Alekhine sacrificó
brillantemente una torre: 18. T6T!,
DXT. Tras lo cual llevó a término
un feliz ataque.
24
9. ... C4D
10. A5C
Este movimiento es más eficaz
que 10. A2D, el cual se produjo en
un encuentro entre Rossetto y Dar-
ga (Amsterdam, 1964); en él, las
negras se hicieron con la iniciativa
en el transcurso de 10. ..., A2C;
11. D2A, P4A; 12. 0-0, T1A; 13.
D3D, PXP. A 14. C X P conviene
oponer 14. ..., C4A.
10. ... A2R
11. AXA DXA
12. 0-0 A2C
13. D2A P4A
En otro encuentro entre Reshevs-
ki y Pillnik (Hollywood, 1945), las
negras demoraron el movimiento
P4A, jugando previamente 13. ...,
T1AD. Y al final de 14. P4TD,
P X P ; 15. DXP, 0-0; 16. C3A, P4A;
17. CXC, AXC; 18. TR1A, P X P ;
19. CXP, AXA; 20. RXA, C1C;
21. D3C las blancas lograron cierta
iniciativa.
14. P X P CXP
A esta posición se llegó en los
encuentros Alatortsev-Ragosin (XVI
Campeonato de la Unión Soviética,
1948) y Sabo-Geller (torneo de pre-
tendientes, 1958). Hay una equi-
valencia de posibilidades para los
dos bandos. La partida de los dos
primeros prosiguió 15. C3A, CXC;
16. D X C, 0-0; la posición está equi-
librada. Y en la de los segundos,
luego de 15. T1A, T1AD; 16. C3A,
las negras tenían que haber hecho
16. ..., C3C para dominar la casilla
4A de las blancas e impedir el mo-
vimiento P4CD, lo que les habría
situado en una posición satisfactoria.
b jugar 8. ..., CD4D. Pero nos pa-
6. ... P4A
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, PXP; 5.
D4T + , CD2D; 6. DXP.)
El bando negro no se detiene en
preparar el movimiento P4CD; con-
traataca inmediatamente por el cen-
tro.
7. C3AR C3C
Así transcurrió una de las par-
tidas del encuentro Alekhine-Euwe
(1937). Igualmente se empleó 7. ...,
P X P . Por ejemplo:
Diagrama núm. 27
8. DXP, A4A; 9. D4TR, A2R;
10. 0-0; la posición de las blancas
es un poco más ágil. A 10. ..., C4D
procede 11. D4C.
8. CXP, C3C; 9. D3D, A5C+;
10. A2D, AXA + ; 11. CXA, 0-0;
12. 0-0, P4R; 13. C5C, DXD; 14.
PXD, T1D; 15. C4A, TXP; 16.
CXPR, T7D; 17. P3C, P3TD; 18.
C3T, T1D, y las probabilidades son
aproximadamente equivalentes.
8. D3D PXP
Varios comentaristas del encuen-
tro Alekhine - Euwe recomendaron
rece que las probabilidades se in-
clinan a favor de las blancas des-
pués de 9. PXP, A X P ; 10. D5C+,
C2D; 11. P4R, D3C; 12. D2R o de
9. ..., D4T+; 10. C2D, DXP; 11.
0-0. Análisis.
9. 0-0!
De esta manera, las blancas elu-
den las simplificaciones. 9. CXP
produce la posición de la variante
7. ..., PXP; 8. CXP, C3C; 9. D3D
(véase el comentario sobre el sép-
timo movimiento de las negras).
9. ... A2R
De todos modos, las negras no
pueden impedir la toma de.su peón
5D (9. ..., A4A; 10. T1D o 10. P4C).
10. C X P 0-0
No conviene 10. ..., P4R por cuan-
to 11. D5C + , CD2D; 12. C5A.
11. C3AD P4R
Las blancas tienen la iniciativa,
y su adversario trata de neutrali-
zarla. La partida de referencia pro-
siguió 12. C5A, A5C (12. ..., DXD?;
13. CXA + ); 13. D2A, AXC (13.
..., D2A; 14. A2D, C3C4D; 15.
TR1A!, C x C ; 16. Ax.C, A x A ;
17. DXA, DXD; 18. C7R + , R1T;
19. T x D daría a las blancas una
ventaja considerable en la fase úl-
tima de la partida, al decir de M.
Botvinnik); 14. PXA, AXC; 15.
DXA, D2A. Según éste, las blancas
habrían menoscabado sensiblemen-
te el flanco del rey adversario con
16. A5C, C4D; 17. A4R, P3C; 18.
D3A.
El citado gran maestro estima que
las negras tenían que haber jugado
14. ..., D2A y no 14. .... AXC.
Verbigracia: 15. A5C, C3A4D; 16.
TD1A, P3A; 17. A2D, A3R, y las
posibilidades son equivalentes para
los dos bandos.
Alekhine recomendó sustituir 11.
..., P4R con 11. ..., D2D, teniendo
en cuenta los posteriores movimien-
tos P4R y T1D, y cuya finalidad es
impedir la maniobra C4D5A tras
el movimiento P4R. Pero el bando
blanco puede variar el plan de jue-
go, y retirar el caballo a 3A luego
de 12. T1D, P4R. Tal posición se
25
analiza en la partida Donner-Martín
(Buenos Aires, 1955).
Considerando la recomendación
de M. Botvinnik, parece que las
negras no tienen por qué temer el
C4D5A. Quizá por ello las blancas
hicieron 12. C3A! en lugar de 12.
C5A, proponiendo a su contendien-
te el cambio de damas en la sobre-
dicha partida.
Diagrama núm. 28
Tras 12 , DXD; 13. PXD, A3D;
14. P3C (también debe considerar-
se 14. C5CD), A2D; 15. P4D, PXP;
16. CXP, las negras encuentran di-
ficultades.
Volvamos sobre la posición que
produce 7. ..., C3C.
Diagrama núm. 29
26
En vez de retirar la dama al es-
caque 3D como hizo Alekhine, su-
gerimos jugar 8. D2A; responder
a 8. ..., PXP con 9. 0-0, y subseguir
T1D, para evitar toda simplifica-
ción.
C D4T + , CD2D; 6. C3AR, P3TD.)
6. ... P3A
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, P X P ; 5.
D4T + , C1C2D; 6. DxP.)
Con este movimiento se prepara
el contragolpe P4R y se domina la
casilla 4D propia.
7. C3AR A3D
No es conveniente hacer 7. ...,
P4R?, pues sucede 8. PXP, CXP;
9. CXC, D4T + ; 10. C3A, DXC;
11. A X P + (encuentro Ilivitski-Aro-
nin, XX Campeonato de la Unión
Soviética, 1952).
8. 0-0 P4R
Las blancas disponen de dos con-
tinuaciones:
9. C3A, 0-0; 10. T1D, D2R; 11.
D3C, PXP (si no, 12. PX.P, C x P ;
13. C4D, con ello se rechaza pronto
el movimiento C4R); 12. CXP, C3C;
13. A5C (es más eficaz que 13. P4R,
A5CR; 14. C5A, Ax.C; 15. P x A ,
tras lo cual las negras dominan su
punto 4D), A4R (No conviene 13.
..., P3TR, por suceder 14. AXC,
P X A ; 15. C4R, A4R; 16. P4A, y
las blancas tienen la superioridad;
14. ..., D x A causa la pérdida de un
peón tras 15. C4R, y 16. C x A ,
DXC; 17. CXP); 14. C4R, P3TR
(se amenazaba con 15. C3AR); 15.
CXC + , AXC; 16. AXA, D x A ;
17. T2D, T1D; 18. T1T1D, A5C;
19. P3TR, A4T; 20. P4TD. Las blan-
cas están mejor situadas.
9. CD2D, 0-0; 10. D2A, PXP;
11. CXP, T1R; 12. C4A, C3C; 13.
CXA, DXC; 14. T1D, D4R; 15.
P3C, D4TR; 16. P3A, A2D; 17. P4R,
y las blancas llevan ventaja en la
evolución de la partida (A. Geller-
Bivschev, 1955).
LAS BLANCAS DIFIEREN LA TOMA DEL PEON 5A
7. C3A
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, Px.P; 5.
Diagrama núm. 30
El último movimiento impide el
P4CD de las negras. Veámoslo: 7.
..., P4CD?; 8. CXP y, si 8. ..., C3C;
9. C X P + , R2R; 10. D4C + . Hay
tres respuestas: 7. ..., T1CD para
apoyar el avance P4CD (variante
a); 7. ..., P4A para romper el
centro adversario (variante b), y
7. ..., A2R o 7. ..., A3D para llevar
adelante el desarrollo de la apertura
(variantes c y d, respectivamente).
a Esta posición se produjo en la
7. ... T1CD
Amenazando con 8. ..., P4CD,
se pretende forzar al adversario a
que tome el peón 4A, y, de esa ma-
nera, desenvolver el flanco de la
dama negra.
8. DXP
Analicemos de paso el original
movimiento 8. A4A que no entraña
peligro si se hace una defensa ri-
gurosa: 8. ..., P4CD; 9. D5T, T3C
(a 9. ..., A3D es oportuno 10. C5R,
pues se amenaza con 11. C6A, y las
blancas aventajarán a su oponente
en la evolución de la apertura tras
10. ..., AX.C; 11. PXA, C4T; 12.
A3R y 13. A7T); 10. C5R, CXC;
11. PXC, C4D; 12. 0-0-0, A5C; 13.
CXC, AXD; 14. CXT P x C !
Es la única respuesta efectiva;
a la lógica 14. ..., AXC sucede 15.
T X D + , RXT; 16. A5C + , R1R;
17. A6A + , A2D (17. ..., R1A; 18.
T1D); 18. T1D!, y las blancas ganan.
15. T X D + , RXT; 16. A5C + .
Diagrama núm. 31
partida Katetov-Richter (1942). Las
probabilidades de éxito son equi-
valentes, no obstante llevar las ne-
gras la ventaja de un peón. El alfil
4T está situado desacertadamente,
y no hay forma de hacer que parti-
cipe en el juego. He aquí una de
las variantes que inmoviliza el flan-
co de la dama negra: 16. ..., R2A;
17. A7R, A2C; 18. AXA, RXA;
19. T1D, R2A; 20. T4D. Análisis.
27
 8. ... P4CD
9. D3D
En un encuentro Petrosian-Panno
(Los Angeles, 1963), las blancas ju-
garon 9. D3C, y el juego se equili-
bró al cabo de 9. .... A2C; 10. 0-0,
P4A; 11. A3R, A2R; 12. PXP,
CXP; 13. D1D, 0-0; 14. DXD,
T1AXD; 15. TR1D, R1A.
9. ... A2C
10. 0-0 P4A
También se practicó el siguiente
plan de juego: 10. ..., A3D; 11.
T1D, 0-0 en apoyo del subsiguiente
movimiento. En una partida Petrov-
Pirts (Lodz, 1938), las negras se de-
senvolvieron bien al final de 12.
C5C, A XA; 13. RXA, P4R; 14.
CD4R, P3T.
11. PXP
Otras continuaciones:
11. P3TD, PXP; 12. DXP, A4A;
13. D4TR, C4D; 14. A5C, P3A; 15.
A2D, CXC; 16. A x C , 0-0; 17.
TD1D, D2R (Keres - Bondarevski,
torneo de 1941).
11. A3R, PXP; 12. AXP,
A4A; 13. T1A1D, 0-0; 14. T1T1A,
D2R.
Las posibilidades son equivalentes
en los dos casos.
11. ... AXP
La partida Petrov-Alekhine (Mar-
get, 1938) revela que no conviene
tomar el peón con el caballo: 11. ...,
CXP; 12. D X D + (12. D2A cede
la iniciativa a las negras, por suce-
der 12. .... P5C), TXD; 13. A4A,
P5C; 14. C1D, C4D; 15. T1A. Aquí
tomó Alekhine el alfil (15. ...,
C x A ; 16. PXC); esto dio a las
blancas cierta superioridad. Y 15.
..., A2R (recomendado por los co-
mentaristas de la partida); 16. C3R
brindó a éstas la iniciativa.
12. A4A
28
Igualmente se jugó 12. A3R, 0-0;
13. T1T1A, T1A; 14. A XA, TXA;
15. C2D, A XA; 16. RXA, D2A,
lo que da a la posición de las ne-
gras cierta preferencia (Flor-Ban-
nik, semifinal del XVIII Campeo-
nato de la U. R. S. S., 1950).
12. ... T1AD
13. TD1D (a 13. A6D procede
13. .... AXA; 14. DXA, D2R), 0-0;
14. C5R, AXA; 15. RXA (Kons-
tantinov-Schneideman, Gorki, 1938).
13. C2D, AXA; 14. RXA, P4R;
15. A5C, P3T (Shansweet-O'Kelly,
Nueva York, 1951).
Una y otra variante ofrecen a
ambos contendientes iguales posi-
bilidades.
Por tanto, la continuación 7. ...,
T1C es perfectamente aplicable.
b 12. ..., 0-0, por lo que las blancas
7. ... P4A
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, PXP; 5.
D4T + , C1C2D; 6. C3AR, P3TD;
7. C3A.)
8. 0-0
En una de las partidas del en-
cuentro Alekhine-Euwe, las negras
respondieron con 8. ..., A2R, y
tuvieron dificultades tras 9. PXP,
AXP; 10. DXP, P4C; 11. D4TR,
A2C; 12, A5C, 0-0; 13. T1T1D (si
13. T1A1D, se puede jugar 13. ..,,
D3C al objeto de que las blancas
pierdan un tiempo en la defensa del
peón 2AR), D2A (a 13. ..., D3C
sigue 14. P4CD); 14. T1A.
(Ver diagrama núm. 32)
Prosiguió 14. ..., D3C; 15. P4CD,
A2R; 16. TR1D, A3A; 17. A3R,
D2C, y, sacrificando temporalmente
una calidad, las blancas sacaron ven-
taja material: 18. TXC, A XT; 19.
C5C, D1C; 20. A XT, DXA; 21.
CXPT.
Diagrama núm. 32
Al año siguiente, en una partida
Fine-Dake (Nueva York, 1938), las
negras también se vieron en un apu-
ro; hicieron 12. ..., P5C en vez de
les aventajaron al término de 13.
C4T, A2R; 14. T1A1D, D4T; 15.
P3C, T1D; 16. C2C, C3C; 17.
T X T + , AXT; 18. C3D. Estas dos
partidas ponen de manifiesto que
8. ..., A2R es insuficiente, pues
9. PXP, AXP hace que las negras
pierdan un tiempo.
Ello suscita la cuestión de si es
mejor proseguir 8. ..., T1CD. Ver-
dad es que la torre puede ser ataca-
da con A4R; mas con ello no da
a las blancas ningún resultado posi-
tivo (a 9. A4A sigue 9. ..., P4C), la
postura de aquélla en 1C es efectiva
por cuanto defenderá el alfil 2C.
8. ... T1CD
9. PXP AXP
10. DXPA P4C
11. D4TR A2C
La torre está mejor en la casilla
1C que en la 1A, lo cual sucedió en
la ya mencionada partida de Alekhi-
ne-Euwe. Después de 12. A5C, 0-0;
13. TD1D, D2A; 14. T1A, las ne-
gras pueden hacer 14. ..., D4T;
verbigracia: 15. P3T, P5C; 16. PXP,
DXP; 17. C4T, DXD; 18. AXD,
A2T; y así se detiene fácilmente la
acción 19. T7A (acción contundente,
si la torre negra se halla en la casilla
1T), mediante 19. ..., T1-1A; 20.
T1-1A, C4D.
c
7. ... A2R
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, P x P - 5.
D4T + , C1C2D; 6. C3AR, P3TD;
7. C3A.)
8. C5R
Al decir de los teóricos, este apa-
rente enérgico movimiento, que
Reshevski empleó contra Fine en el
torneo de la A. V. R. O. de 1938,
no promete nada a las blancas. Pues
las negras lograron ventaja en dicha
partida. Sin embargo, el análisis
muestra que tal valoración es dis-
cutible. Pero antes analicemos la
continuación 8. 0-0.
Diagrama núm. 33
Aquí no es oportuno proseguir
8. ..., P4CD; 9. CXP, C3C, a con-
secuencia de 10. C X P + , R1A; 11.
D6A, T1C; 12. C5R!, y las blancas
deben ganar; por ejemplo: 12. ...,
A2C; 13. DXC, AXA; 14. C X P + ,
29

PXC; 15. DXD + , TXD; 16.
RXA, 15. el final promete a aquéllas
la victoria. A 12. ..., A3D procede
13. A4A; a 13. ..., DXC sigue 14.
C6C+, y a 13. ..., AXC7A sucede
14. CXP. Tras 12. ..., CR2D; 13.
CX PA, RXC; 14. CX PR, las ne-
gras han dado tres peones por una
pieza, pero su posición es deplora-
ble. Pueden oponer una resistencia
más eficaz con 12. ..., CR4D, aun-
que 13. CXC, PXC; 14. A4A da
a las blancas la ventaja de un peón
y una superioridad decisiva en la
posición.
Y así, el movimiento P4CD nece-
sita una preparación, para la cual
es posible 8. ..., T1C, forzando
al oponente a que tome el peón 5A.
Si se compara con la variante a, las
negras pierden un tiempo cuando
efectúan el movimiento P4A y res-
ponden a P x p con A X P, pues el
alfil tiene que hacer dos movimien-
tos para tomar el peón.
8. ..., 0-0; 9. DXP (ahora se ame-
nazaba con 9. ..., P4CD, y a 10.
Cx.P sucedería 10. .... C3C), P4CD;
10. D3D (no conviene 10. D6A, poi
10. ..., T2T, ni 11. A4A, porque 11.
..., C3C y la amenaza de ganar la
dama con 12. ..., A2C), A2C. Las
negras tienen buen juego: a 11.
A4A, 11. A5C y 11. T1D oponen
11. ..., P4A. Veamos unos ejemplos:
11. A4A, P4A; 12. T1A1D (12.
PXP, CXP; 13. DXD, T1AXD;
14. T1T1D?, P5C! ofrece a las ne-
gras la iniciativa), P5C (si 12. ...,
P5A; 13. D2A, P5C; 14. C4T, T1A,
las blancas replican con 15. C5A!,
y a 15. .... C x C ; 16. P x C , A4D
procede 17. C5R!, D4T; 18. P4R);
13. C4T, A5R; 14. D4A, A4D; 15.
D2A, T1A (aquí no es oportuno
P5A, pues 16. C2D); 16. PXP,
CXP; 17. CXC, AXC; 18. D3D,
D3C; 19. P3R, TR1D (Kasparian-
Tolusch, Piarnu, 1947). Las negras
tienen más posibilidades.
11. T1D, P4A; 12. PXP, AXP
brinda diversas probabilidades. Ad-
vertimos que se puede hacer 12.
..., CXP y responder a 13. D2A con
13. ..., D4T.
30
Pero volvamos sobre la partida
Reshevski-Fine.
8. ... T1CD
9. DXP
Muchos autores ponen un signo
de interrogación al movimiento he-
cho por Reshevski (8. C5R), y acon-
sejan a las blancas igualar el juego
sujetándose al análisis de Müller:
9. CXC, DXC; 10. DXP, P4CD;
11. D3D, A2C. Es erróneo 11. ...,
P4A?, pues la torre será objeto de
ataque: 12. PXP, AXP; 13. A4A,
T3C; 14. DXD + , RXD (si no, 15.
A7A); 15. 0-0-0+ , A3D; 16. A3R,
T1C; 17. A5A, y las negras pierden
materialmente.
9. ... P4CD
10. D3C CXC
11. PXC C2D
En los manuales, esta posición se
considera ventajosa para las negras.
Pero la realidad es distinta.
12. A4A P4AD
El agresivo movimiento 12. ...,
P4C compromete la posición de las
negras, pues 13. A3R da a las blan-
cas buen juego.
13. 0-0 D2A
Diagrama núm. 34
La partida prosiguió 14. P4TD,
0-0; 15. PXP, PXP; 16. C4R, A2C,
y Reshevski trató inútilmente 'de
operar por la vertical TD: T7T,
D3C; 18. T1A1T. Al cabo de 18.
..., T1T; 19. TXT, TXT; 20. TXT,
A XT, la situación quedó despejada;
mas la superioridad de peones de
las negras en el flanco de la dama
hizo que éstas se impusieran. Sin
duda, ello fue el motivo de que se
valorase toda la variante en favor
de las negras. Pero el movimiento
17. T7T no es forzado. Lo oportuno
es 17. D3R!, que exige de las negras
una defensa precisa.
Diagrama núm. 35
A 17. ..., C3C? sigue 18. C6A + ,
R1T; 19. D3D, y las blancas ganan.
Si 17. ..., D3C, entonces 18. T1A1D,
T1A1D; 19. A5C o 19. C6D, con
serias amenazas. Por lo visto, el
bando negro ha de hacer 17. ...,
R1T, para evitar el jaque que da el
salto del caballo a 6A. Tras 18.
T1A1D, C3C, «se produce una com-
plicada posición que ofrece posibili-
dades a uno y otro bando», según
Lilienthal.
Sin embargo, nos parece que el
bando blanco tiene más posibilida-
des: merece destacar, por ejemplo,
19. T7T; y así, conviene a las ne-
gras jugar 17. ..., CXP. Pues el
oponente dispone de varias conti-
nuaciones: 18. T7T, 18. T1-1A y
18. CXP. Con todo, las negras tie-
nen recursos defensivos; a más de
esto, se puede ensayar 17. ..., AXC,
sacrificando el valioso alfil, y a
18. AXA oponer 18. ..., T1A1D,
aun cuándo la situación de las blan-
cas es preferible, gracias a su pareja
de alfiles. Análisis.
Además de 14. P4TD efectuado
en el encuentro Reshevski - Fine,
despierta interés el sacrificio de un
peón 14. C4R, propuesto por Li-
lienthal (advertimos que la enérgica
continuación 14. C5D?, P x C ; 15.
P6R no hace efecto, a consecuencia
de 15. ..., C4R; 16. P x P + , R x P ;
17. DxP-+, R3A; y así, termina
el ataque del bando blanco).
Diagrama núm. 36
14. ..., CXP es peligroso poi
cuanto sigue 15. D3A, P3A; 16.
T1T1A. Por ejemplo: 16. ..., P5A;
17. P3C, 0-0 (17. ..., P5C; 18. A x C
da a las blancas un peón de ven-
taja y les mejora la posición); 18.
PXP, P5C; 19. D3C, y éstas ocupan
una posición excelente. A 14. ...,
0-0 puede suceder 15. D3R, D3C
(si 15. ..., CXP, entonces 16. CXP);
16. A5C, lo que da al bando blanco
la iniciativa. Si se juega 14. ..., A2C;
15. T1A1D, las blancas tienen me-
jores perspectivas, debido a que las
negras, al parecer, han de tomar
31
el caballo 4R (¡la postura de este
caballo es muy activa!) y ofrecer al
oponente la ventaja de la pareja
de alfiles.
P o r t o d o ello, la continuación 9.
D X P no puede estimarse desfavo-
rable a las blancas.
d después de 1. P4D, P 4 D ; 2. P 4 A D " ,
7. ... A3D
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P 3 R ;
3. P3CR, P 4 D ; 4. A2C, P x P ; 5.
D4T + , CD2D; 6. C3AR, P3TD;
7. C3A.)
Este movimiento lo justifica úni-
camente un juego carente de ini-
ciativa por parte de las blancas.
Veámoslo: 8. 0-0, 0-0; 9. D X P ,
P4CD; 10. D3D, A2C; la posición
está equilibrada (Petrov-Fine, Zem-
mering, 1937).
Lo correcto es 8. P4R!, tras lo
cual no cabe el sacrificio de una
calidad 8. ..., P 4 C D ; 9. C X P , P X C ;
10. D X T , C3C, porque sigue 11.
D7T, C X P ; 12. 0-0, 0-0; 13. C5R.
No es posible mejorar la situación
aprovechando la circunstancia de
que la dama blanca esté apartada
de sus fuerzas; esto hace que las
blancas mantengan la superioridad
material.
B peón de más, aunque ello no fue
5. ... A2D
(1. P4D, C 3 A R ; 2. P4AD, P 3 R ;
3. P3CR, P 4 D ; 4. A2C, P x P ; 5.
D4T + .)
Las negras quieren situar el alfil
en 3A, para neutralizar el alfil "ca-
talán".
6. D X P A3A
Entre tanto, se puede ensayar el
movimiento 6. ..., C3A, que, aunque
no se ha usado en esta posición,
lo estimamos realizable. La idea de
32
movilizar el caballo, con el propó-
sito de hacer luego C4T y P4A, se
llevó a cabo en otro orden de mo-
vimientos (1. P4D, C3AR; 2. P4AD,
P 3 R ; 3. P3CR, P 4 D ; 4. C3AR,
P X P ; 5. D4T + , A 2 D ; 6. D x P ,
C3A o 1. P4D, P 4 D ; 2. P4AD, P 3 R ;
3 . C3AR, C3AR; 4 . P3CR, P x P ;
5. D4T + , A 2 D ; 6. D x P , C 3 A ;
véase el capítulo "Apertura catalana
variante b). A 7. P4R sigue 7. ...,
P4R, y si 7. C3AD, se responde con
7. ..., C4T y, después, P4A. Para
impedir la maniobra del caballo en
cuestión, se puede jugar 7. A 2 D ;
pero al subsiguiente movimiento las
blancas han de mover uno de sus
caballos, por lo que el C3AD per-
mite el C4TD, y el C3AR no evita
el C5R.
a nato de la Unión Soviética, 1949)
7. C3AR
La otra continuación 7. P3A sirve
para apoyar el movimiento P4R
(véase la variante b), con que se
intenta tomar el centro.
7. A X A + , C X A ; 8. C3AR no
promete nada al bando blanco, y
el negro puede realizar P4R tras
8. ..., A3D; 9. 0-0, 0-0; 10. T1D,
D2R.
1 dieron pasar a la fase final con un
7. ... A4D
Esto ofrece a las blancas mejores
perspectivas; 7. ..., C1C2D parece
más seguro; también se usan 7. ...,
D4D y 7. ..., A2R. Estas tres conti-
nuaciones se analizan en la varian-
te 2.
8. D3D
8. D2A permite a las negras ejer-
cer presión en el punto 4D blanco,
mediante 8. ..., C3A! (8. ..., A5R;
9. D1D produce las variantes que
se analizan a continuación).
Diagrama núm. 37
En el encuentro Moiseiev-Abra-
mov (semifinal del XVII Campeo-
sucedió 9. D4T, A5C + ; 10. A2D,
A X A + ; 11. C 1 C X A , 0-0; 12. 0-0,
P4CD; 13. D X P , C X P ; 14. C X C ,
A X A ; 15. R X A , D X C . Al que no
le agrade debilil r el peón 2AD
puede, sustituir 1. ..., P4CD con
12. ..., P4R; 13. P X P , C X P ; 14.
C X C , A X A ; 15. R X A , D X C , y
las dos posiciones son equivalentes.
Análisis.
9. D1D, A5C + ; 10. C3A, 0-0;
11. 0-0. De esa manera se desarrolló
la partida F 1 o r - F i n e (torneo
A. V. R. O., 1938); las negras deci-
s u f i c i e n t e para ganar: 11. ...,
AXCR; 12. A X A , D X P ; 13.
A X C , D X D ; 14. T X D , P x A ; 15.
C4T!; transcurridos unos movimien-
tos, los dos contendientes acordaron
dejarlo en tablas. Es digno de aten-
ción 11. ..., A X C D y el subsi-
guiente movimiento C4TD, con lo
que se mantiene la presión y se
dominan las casillas blancas.
A consecuencia del debilitamiento
de dichas casillas, no es recomen-
dable 9. P3R, pues las negras pre-
ponderan Iras 9. ..., A5R; 10. D4T,
D4D (11. C1C2D, A5C!).
8. D 4 T + .
Diagrama núm. 38
8. ..., A3A; 9. D1D (si 9. D2A,
se prosigue 9. ..., A5R), P4R!
Momento táctico apropiado para
batir el centro de las blancas. 9. ...,
CD2D es menos ofensivo, pues, en
un encuentro Smislov - Taimanov
(Leningrado, 1951), las blancas aven-
tajaron a su adversario al remate
de 10. 0-0, P3TR; 11. CD2D, A5C;
12. C4A, 0-0; 13. A4A, C3C; 14.
CD5R, A5R; 15. C3D, A3D; 16.
C5A! A 16. ..., A X A procede
17. C X A , C X C ; 18. P X A . Esta va-
riante muestra claramente el poder
ofensivo del alfil «catalán».
10. 0-0 (10. P X P , D x D + ; 11.
R x D , C5C ofrece al bando blanco
buen juego), P X P ; 11. D X P (11.
C x P , A X A ; 12. R x A , D4D-+- fa-
cilita el juego de éste), D X D (eludir
este cambio supone dar a las blan-
cas la preponderancia: 11.
C1C2D; 12. C3A, A 4 A ; 13. D4TR,
0-0; 14. A 4 A ; extracto de la par
tida Führman-Koblenz, semifinal del
XVI Campeonato de la Unión So-
viética, 1947); 12. C X D , A X A ; 13.
R X A , A4A ofrece igualdad de opor
tunidades.
8. ..., D2D; 9. D1D, P4A; 10.
P X P , A X P ; 11. 0-0, A3A; 12. D2A!
u 11. ..., 0-0; 12. C3A, A3A; 13.
C5R, D X D ; 14. T X D , A X A ;
15. R X A . En los dos casos, las
blancas mantienen la iniciativa. Si
33
éstas aceptan el cambio de damas
9. DXD + , C1CXD; 10. C3A (de
lo contrario, el bando negro resuelve
fácilmente los problemas con 10. ...,
P4A), éste logra una posición satis-
factoria tras 10. ..., A3 A; 11. 0-0,
A5C! Análisis.
8. ... P4A
Al otro ataque contra la dama
8. ..., A5R se puede responder con
9. D3R, lo que brinda a las blancas
buenas perspectivas luego de 9. ...,
P4A; 10. PXP, D4T+; 11. C3A,
AXP; 12. D4A. Caso que 9. ...,
C3A, lo mejor para éstas es 10.
0-0! y el subsiguiente movimiento
C3A.
También vale 9. D1D.
Diagrama núm. 39
encuentro, se puede responder con
17. A3R.
La retirada de la dama al escaque
2D, hecha en la partida Smislov-
Konstantinopolski (XVIII Campeo-
nato de la Unión Soviética, 1950),
es desacertada, porque dificulta la
lucha de las blancas por sus casillas
4R y 5D: su caballo, pieza impor-
tante en esta lucha, se ve atado y
es necesario cambiarlo, circunstan-
cia que supone perder un tiempo.
9. D2D.
Diagrama núm. 40
DXC; 11. 0-0, D4TR; 12. C5R, y
Rabar optó por 14. ..., D3C, y su
la ventaja es de las blancas. La par- adversario logró la victoria al final
tida Ravinski - Abramov (Moscú,
de 15. A3R!, 0-0 (a 15. ..., D x P
1949) prosiguió 12. ..., C1C2D; 13. procede 16. CA5C!, y a 15
CXC, CXC; 14. AXP, T1D; 15.
C4R sigue 16. C4-5CD); 16. C5A,
DXPD, DXPR; 16. A5C, P3A; 17. A4A (o 16. ..., D1D; 17. CXA + ,
A6A, y las negras estuvieron some-
DXC; 18. DXP, T1A1C; 19. D7A,
tidas al ataque del adversario. TXP; 20. A4D, y las blancas ganan,
según Alekhine); 17. C4TD, D4T;
10. 0-0 CD2D 18. CXA, CXC; 19. CXP!, R x C ;
20. A4D!
Caso que 10. ..., PXP; 11. CXP,
AXA; 12. RXA, C3A; 13. CXC, Diagrama núm. 41
DXD; 14. PXD, PXC; 15. A3R,
la contienda resulta en beneficio de
las blancas. 11. DXP (en vez de
11. CXP), DXD; 12. CXD, AXA;
13. RXA hace que las blancas man-
tengan la iniciativa.
11. T1D

El movimiento P4R necesita ser

9. ..., P4A; 10. C3A, A3A; 11.
0-0, C1C2D(11. ..., PXP, 1.2. DXP,
D X D; 13. C X D brinda a las blancas
cierta iniciativa; consúltese el co-
mentario sobre el decimoquinto mo-
vimiento de las negras en la variante
principal). 12. D3D, PXP; 13. CXP,
A XA; 14. RXA, A2R; 15. T1D,
0-0; 16. D5CD! La situación del
bando blanco es preferible (Petrov-
Kotov, XII Campeonato de la
U. R. S. S., 1940). A 16. ..., D1A,
además de 17. A5C con que se con-
testó a este movimiento en dicho
34
9. ..., C3A; 10. 0-0, A5C; 11.
C3A, 0-0; 12. P3TD; AXC; 13.
PXA (13. DXA no conviene, por
13 AXC; 14. AXA, C x P ) ,
C4TD. Con el dominio de los esca-
ques blancos del centro y del flanco
de la dama, las negras mantienen la
superioridad en la posición.
La partida Petrov-Alekhine (VIII
Olimpiada, 1939) en que se hizo por
primera vez el movimiento 8. D3D,
las negras continuaron 8. ..., A5C +
y, tras 9. C3A, 0-0; 10. 0-0, les
fue relativamente fácil hacer el
cambio en la casilla 3AD; con todo,
su oponente tuvo cierta ventaja en
la posición.
9. C3A A3A
9. ..., P X P no es tan contundente,
porque puede suceder 10. CXA,
preparado; pues si se juega previa-
mente 11. P4R, las negras tienen
buen juego contestando con 11. ...,
PXP.
11. ... D3C
Con ello se intenta aprovechar el
abandono del punto 1A por la torre,
para ganar un tiempo amenazando
con tomar el peón 2A.
A 11 ..., A2R es oportuno 12.
P4R; de esta manera, se amenaza
con jugar P5D y se fuerza a respon-
der 12. ..., PXP, tras lo cual las
negras han de cambiar el alfil por
el caballo, y su adversario se queda
con la pareja de alfiles.
En una partida Alekhine-Rabar
(Munich, 1942), el bando negro jugó
previamente 11. ..., PXP, con el
fin de cambiar su alfil de casillas
blancas por el «catalán»; CXP,
AXA; 13. RXA, A2R. Pero 14.
D3A! ejerció una desagradable pre-
sión en el flanco de la dama negra.
Aquí, una solución relativamente
mejor era 14. ..., D1A, aunque 15.
C3C y el subsiguiente movimiento
A4A daba a las blancas una eviden-
te preponderancia en la posición.
Las posiciones son más o menos
iguales y pertenecen al encuentro
Gereben-Sabo (Budapest, 1948); en
él, las blancas no consiguieron más
que dar jaque continuo después de
12. P4R, PXP; 13. CXP, A4A; 14.
A3R, C4R!; 15. D2R, CA5C; 16.
CXA, AXA; 17. CXC, A X P + ;
18. R1T, CXC; 19. C4T, D4T; 20.
DXA, DXC; 21. D5AD, P3A; 22.
A3T, R2A (23. A X P + y 24.
D5D + ).
En una partida jugada más tarde
entre Müller y Razek (Viena, 1951),
las blancas hicieron 14. CXA en
cambio de 14. A3R. Prosiguió 14.
..., A X P + ; 15. R1A, PXC; 16.
C4T, D4T; 17. RXA, DXC; 18.
D6D. La posición de aquéllas pare-
ce amenazadora; pero 18 C4A
o 18. ..., C4R ofrece a las negras
contrajuego. Análisis.
35
 2 preparar la toma del centro al re-
7. ... CD2D
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, P x P ; 5.
D4T + , A2D; 6. D x P , A3A; 7.
C3AR.)
Antes de analizar esta jugada,
tenida por una de las mejores posi-
bilidades del bando negro, nos de-
tendremos en las continuaciones
7. ..., D4D y 7. .... A2R.
7. .... D4D.
Diagrama núm. 42
Este movimiento no se menciona
en los tratados de aperturas. Des-
pués de 8. D2A, A5C+ (8 D5R
es menos eficaz, debido a 9. D1D);
9. C3A, C1C2D; 10. 0-0, AXC;
11. PXA, C3C; 12. P4R, D5A, la
posición de las negras es aceptable.
9. A2D parece ofrecer mejores pers-
pectivas que 9. C3A, pues hace que
la postura de la dama negra en el
centro sea inestimable.
En muchas derivaciones de la va-
riante 5. D4T + , A2D; 6.DXP, A3 A
las negras han de cambiar su alfil
de casillas negras (A5C) por el ca-
ballo 3AD si quieren luchar efecti-
vamente por el punto 4R blanco. Y
así, el movimiento 7. ..., A2R re-
sulta impreciso: las blancas pueden
36
mate de 8. C3A, 0-0; 9. 0-0, C1C2D.
Diagrama núm. 43
10. T1R. En el encuentro Taima-
nov-Kotov (XVII Campeonato de la
U. R. S. S., 1949) sucedió 10. ...,
C5R; 11. D3D, CXC; 12. PXC,
P4A; 13. D3R, A4D; 14. C5C, con
mayores posibilidades para las blan-
cas. A 14. P4A, A X P; 15. C2D, con-
tinuación más enérgica que la pre-
cedente, puede suceder 15. ..., A4D;
16. AXA, PXA; 17. D6R+, R1T;
18. DXPD, C3C, lo cual no da a
las blancas ninguna ventaja. Aná-
lisis.
10. D3D. Las blancas preponderan
si consiguen efectuar el movimiento
P4R. Por ejemplo: 10. ..., P3CD;
11. P4R, A2C; 12. T1D, P4A; 13.
P5D, P X P ; 14. P5R, P5A; 15. D2R,
C1R (Jolmov-Chesnauskas, Campeo-
nato de Lituania, 1960). En la par-
tida Sabo-Ragozin (encuentro Buda-
pest-Moscú, 1949) se prosiguió 10.
..., C4D; mas el bando blanco quedó
en mejor postura luego de 11. P4R!,
CXC; 12. PXC, P4A (12. .... C4A;
13. D3R, C x P no conviene, debido
a 14. C5R¡); 13. C1R, y el negro
encontró dificultades tras 13. ...,
R1T; 14. PXP, PXP; 15. T1C, A3D;
16. P4AD! (Ejemplo: 16 AxA;
17. CXA, P3CD; 18. T1R y C4A
o 17. R x A y C3A.)
10. T1D, C3C; 11. D3D produce Diagrama núm. 44
la posición de la partida Smislov-
Averbach (véase el comentario so-
bre el octavo movimiento de las
negras en la variante principal).
Respecto de 10. A5C, consúltese
la partida núm. 3, Ravinski- Smis-
lov, en el capítulo «Unas partidas
ejemplares», al final de este libro.
8. C3A
Ya que las negras atan posterior-
mente este caballo con el movimien-
to A5C y alcanzan una posición
aceptable, conviene atender al plan
en que se demora movilizar el ca-
ballo en cuestión. Verbigracia: 8.
0-0, C3C; 9. D3D, P3TR.
El encuentro Moiseiev-Lipnitski
(XIX Campeonato de la Unión So- ,C3A), A3A; 12. C3C, P5A; 13.
viética, 1951) transcurrió así: 9. ..., C3C2D. Las negras tenían que haber
A5R; 10. D3C, A4D; 11. D3R, T1A; proseguido 13. ..., A2R, y responder
12. C3A, A3A; 13. D3D, A5C; 14. a 14. D2A con 14. ..., T1AD, lo cual
T1R, AXC3AD; 15. PXA, A5R; les hubiese proporcionado contra-
16. D5C + , P3A; 17. D5A, D4D; 18. juego en el flanco de la dama, aun
D3T, P4TD; la situación de uno y cuando las blancas dominasen sobre
otro bando es aproximadamente el centro después de 15. P4R, 0-0;
igual. 16. T1R. Pero decidieron proseguir
Se puede hacer 14. C5CD en vez 13. ..., A5C, y 14. CXP!, CXC; 15.
de 14. T1R, y contestar a 14. ..., D3C, C7D (pero no 15. .... C x P ,
A5R si 14. ..., T1T, entonces 15. porque 16. D x A , C5C; 17. A3T
A4A) con 15. D3C, lo cual ofrece al sitúa a las blancas en una posic'ón
bando blanco buenas perspectivas; de ataque muy peligrosa); 16. A X C,
por lo visto, la mejor respuesta del AXA; 17. CXA, AXA; 18. RXA,
negro es 14. ..., P3TD, pues, luego
DXP; 19. C3A, D3C; 20. D3T, C4D;
de 15. C7T, A5R (de lo contrario, 21. P4R, C5C; 22. C5R dio a las
16. CXA); 16. D3C, T1T; 17. DXA,
blancas mejores posibilidades.
TXC, la posición de las blancas es
poco mejor. Análisis.
8. ... C3C
10. C1C2D, P3T; 11. P3C, A2R;
12. A2C, y el dispositivo de las
Es posible 8. ..., C4D, cuyo sen-
blancas es más ágil (Keres-Lipnitski, tido consiste en cambiar el caballo
XVIII Campeonato de la U. R. S. S., por el 3AD adversario e impedir que
1950).
las blancas mantengan la pareja de
En la partida Pureshav-Porat (XV alfiles, como sucede en la variante
Olimpiada, 1962), tras 8. 0-0, C3C, principal. Sin embargo, la situación
las blancas prosiguieron 9. D2A y de éstas es preferible tras 9. 0-0,
contestaron a 9. ..., A5R con 10. CXC; 10. PXC, C3A; 11. D3D.
D1D.
En el encuentro Smislov-Aver-
bach (XVIII Campeonato de la
(Ver diagrama núm. 44} Unión Soviética, 1950), las negras
concluyeron primero el desenvolvi-
Y discurrió 10. ..., P4A; 11. miento del flanco del rey con 8.
C1C2D (aquí debe atenderse a 11. .... A2R; 9. 0-0, 0-0, y efectuaron
37

la maniobra C2D-3C-4D después de
10. T1D: 10. ..., C3C; 11. D3D.
Diagrama núm. 45
11. .... C3C4D; 12. A2D, CXC;
13. AXC (a 13. PXC puede suceder
13. .... A5R; 14. D3R, D4D, y se
domina sobre los escaques blancos),
A5R; 14. D4A, A4D; 15. D4T, C5R,
con igualdad de oportunidades.
Se puede hacer 12. C5R!, que es
más ofensivo que 12. A2D y fuerza
al adversario a retirar el alfil a 1R,
pues 12. ...,C5CD; 13. CXA, CXD;
14. CXD, CXA; 15. CXPC hace
que el caballo se pierda. Análisis.
9. D3D A5C
10. 0-0
Si se quiere impedir el movimien-
to P3TR y atar el caballo, hay que
hacer inmediatamente 10. A5C, a lo
que puede suceder 10. ..., P3TR;
11. AXC, DXA; 12. 0-0, 0-0; 13.
T1A1D, T1A1D; 14. T1T1A, y la
situación de las blancas es poco
mejor.
En la partida Ilivitski-Führman
(XVI Campeonato de la U. R. S. S.,
1948), el bando blanco mantuvo la
iniciativa tras 14. ..., A1A; 15. P4R,
A1R; 16. C5C, P3A; 17. C7A,
T1T1A; 18. CXA, TXC; 19. D3A.
Convenía más cambiar el alfil por
el caballo que retirarlo a 1A; veá-
38
moslo: 14. ..., AXC; 15. PXA,
A5T; 16. T1R, P4A; 17. C5R, D2R.
Caso que 13. P4R (y no 13.
T1A1D), T1A1D; 14. T1A1D (es
preferible 14. T1A1D) A1R (las ne-
gras preparan el movimiento P4A);
15. P3TD, A1A; 16. D3R, T1T1A,
como sucedió en una partida Junge-
Alekhine celebrada en Munich el
año 1942, aunque con cierta trans-
posición de movimientos, el bando
negro compensa la superioridad es-
pacial del adversario con su sólida
posición. Para contestar a P4A con
P5D, Junge hizo 17. A3T; pero
Alekhine mejoró su posición luego
de 17. ..., T1C; 18. T1A1R, C5T.
La maniobra A5C-A x C promete
poco a las blancas, a pesar de que
sus fuerzas estén bien dispuestas
(T1A1D y T1A1A).
10. ... 0-0
Y aquí pueden las negras impedir
la atadura del caballo con 10. ...,
P3TR.
11. T1D
11. A5C, P3TR produce las va-
riantes analizadas en el comentario
sobre el décimo movimiento de las
blancas. La continuación 11. P3TD,
AXC; 12. PXA, A4D!; 13. A5C,
P3TR equilibra las posibilidades.
11. ... P3TR
Ya se ha dicho que este movi-
miento no es forzado. Pero como
se hizo en la partida Smislov-Keres
(competición del año 1948), quizá
es la causa de que los autores de
manuales lo den por válido. 11. ...,
D2R también es aceptable, porque
a 12. A5C sigue 12. ..., P3TR; 13.
AXC, DXA.
(Ver diagrama núm. 46)
Las posibilidades de ambos ban-
dos son aproximadamente iguales.
Y la partida de referencia transcu-
rrió así: 12. A2D, D2R; 13. P3TD,
Diagrama núm. 46
AXC; 14. DXA (14. A x A , A5R
y 15. ..., T1A1D o 15. .... C3C4D
proporciona a las negras un juego
óptimo), T1A1D (también se puede
jugar 14. ..., C5R; veámoslo: 15.
D4C, D1R! y el movimiento ame-
nazador P4TD o 15. D2A, C x A ;
16. T x C , P4A, y las negras con-
tinuarán dominando sobre la casilla
4R blanca); 15. A1R. Aquí reco-
mienda Keres jugar 15. ..., P4TD
en cambio de 15. ..., T1T1A (tras
este movimiento, las blancas impe-
dían el P4AD, mediante 16. A1A,
A4D; 17. P4CD), y dominar sobre
las casillas débiles de las blancas
con el eventual P5T.
Igualmente se hizo 12. A1A,
AXC; 13. DXC, D4D; 14. D5A,
CR2D; 15. DXD, AXD; 16. C1R,
P4AD; el juego está equilibrado
(Barz-Gligorich, Belgrado, 1954).
b
7. P3AR
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, P x P ; 5.
D4T+, A2D; 6. D x P , A3 A.)
El intento del bando blanco de
hacerse directamente con el centro
puede tener buen éxito si el adver-
sario realiza un juego pasivo; de
ese modo, lo tuvo al final de 7. ...,
C1C2D; 8. P4R, A2R; 9. C2R,
P3TD; 10. C1C3A, 0-0; 11. A3R,
C3C; 12. D3D (partida Baumeister-
Jacob, Munich, 1954). Si se subs-
tituye 8. ..., A2R con 8. ..., C3C
también lo tiene después de 9. D3D,
D2D; 10. C3A, A5C; 11. A2D.
El valor del movimiento 7. ...,
C1C2D depende de si las negras
hallan una continuación más eficaz
para responder a 8. P4R, continua-
ción que puede ser 8. ..., P4R; poi
ejemplo: 9. P5D, C3C; 10. D3A,
A4C; 11. D X P + , A2R les da supe-
rioridad en el desarrollo de la par-
tida, no obstante costarles un peón
7. ... D4D!
Este simple movimiento asegura
a las negras buen juego. ¿Cómo han
de jugar las blancas? Sin duda, 8.
DXD, P X D no les promete nada,
y a 8. D3D sigue 8. ..., P4R.
8. D3A P4R!
¡Aquí también es posible esta
jugada!
9. PXP C5C
Más adelante se verá que este
movimiento es más ofensivo que
9. ...,C3A2D.
10. P4R
A 10. A4A procede 10. ..., C2D,
y a 11. P4R sigue 11. ..., D4C, lo
mismo que en la variante principal.
10. ... D4C
Que fuerza a perder un tiempo
para huir el peligro 11. ..., A5C;
las negras restablecen el equilibrio
material.
11. P3TD
Si al noveno movimiento las ne-
gras hubieran retirado el caballo a
2D, las blancas podrían hacer. 11.
39
A1A. Pero a esta jugada seguiría
ahora 11. ..., D3C, y se amenazaría
con 12. ..., A5C y 12. ..., D7A + .
11. ... CXPR
Hay igualdad de posibilidades.
II
5. C3AR
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, PXP.)
En el apartado A se ha visto
que la maniobra D4T-D x P da tiem-
po a las negras para desenvolver el
flanco de la dama.
Haciendo 5. C3AR, las blancas no
se apresuran en tomar el peón, aun-
que han de estar dispuestas a jugar
el gambito, pues el oponente puede
defenderlo.
Diagrama núm. 47
Las negras tienen una serie de
continuaciones: el inmediato con-
tragolpe en el centro 5. ..., P4A (A);
5. ..., P3TD para defender poste-
riormente al peón con P4CD; tam-
bién pueden hacer inmediatamente
5. ..., P4CD (B); 5. ..., P3AD (C);
5. ..., A5C+ (D); 5. ..., C3A (E);
5. .... C1C2D (F), y 5. ..., A2R (G).
40
Tras 12. A1A, D4A; 13. A3R, DXD;
14. CXD, C1C2D, la posición queda
simplificada. La postura de las piezas
negras es activa, y el centro del
bando blanco no entraña peligro
alguno.
A
5. ... P4A
a
6. 0-0
6. D4T+ se analiza en la va-
riante b.
6. ... C3A
6. ..., C1C2D produce la variante
expuesta en F.
Si sucede 6. ..., PXP; 7. CXP,
las blancas tienen la iniciativa. Por
ejemplo: 7. .... A4A; 8. D4T+,
C1C2D; 9. DXP, 0-0; 10. C3C, A3C;
11. A4A, P4R; 12. A2D, T1R; 13.
C3A, y la situación de ellas es mejor
(Schebeschten-Koch, 1951).
En el encuentro Nikolaievski-Ban-
nik (Campeonato de Kiev, 1955), a
6. ..., P X P sucedió 7. DXP, DXD;
8. CXD, P3TD.
(Ver diagrama núm. 48)
Continuó 9. C2D, A4A; 10. C2A,
P6A; 11. PXP, C1C2D; 12. C3C,
A2R; 13. C5T. La posición de las
blancas es más prometedora.
Si 6. ..., P3TD, puede seguirse
7. PXP, DXD; 8. TXD, A x P ; 9.
C5R, y se ejerce presión en el flanco
de la dama.
Y si 7. D2A, las blancas han de
contar con que se defenderá el peón
negro 5A: 7. ..., P4CD; 8. C5R,
C4D o 8. ..., T2T.
Diagrama núm. 48 Diagrama núm. 49
1
7. C5R
Esta agresiva continuación está
relacionada c o n el sacrificio del
peón. Otra posibilidad es el movi-
miento 7. D4T (véase el apartado 2).
7. ... A2D
7. ..., CXP?; 8. P3R causa pér-
dida material a las negras.
Antes de analizar la continua-
ción 7. ..., A2D nos detendremos
en la 7. ..., C X C; en ella, las negras
pueden intentar mantener el peón
de ventaja.
C3T, P4TR; 14. CXP, P5T; 15.
8. P X C P5T, P X P ; 16. PXP, T1C; 17. T3T,
y el bando blanco aventaja al negro
(Ver diagrama núm. 49) en la posición (Friedstein-Reschko,
8. ..., C2D (a 8. .... C4D convie- semifinal del XXI Campeonato de
ne responder 9. C3T); 9. P4AR, la U. R. S. S„ 1953).
A2R; 10. C3T, 0-0; 11. CXP, D2A; 9. ..., C4D.
12. A3R, C3C; 13. T1A hace que
(Ver diagrama núm. 51)
las blancas preponderen (Friedstein-
Karlsohn, Moscú, 1967). 10. C3A, CXC; 11. PXC, A2R;
8. ..., DXD; 9. TXD. 12. T1C! Ya no se puede hacer 12.
..., T1CD, debido a 13. A 6 A + ,
(Ver diagrama núm. 50) R1A; 14. A7D. En u n a partida
Pirtsjabala-Lipnitski (Tbilisi, 1947),
9. ..., C2D; 10. P4A, T1CD; 11. las negras restituyeron el peón a su
P4TD, P3A; 12. P X P , PXP; 13. oponente con el movimiento 12. ...,
41
 Diagrama núm. 51
0-0!, y la situación de éste fue poco
mejor después de 13. A X p , T1C;
14. A4R, T X T ; 15. A X T .
Parece más enérgico 10. C3T. Y
si 10. ..., A2D, sucede 11. C X P ,
A 4 C ; 12. P3C (es interesante 12.
C3R!), 0-0-0; 13. A3TD; la posición
de las blancas es más ágil (Ravinski-
Zagorianski, Campeonato de Moscú,
1949). En el encuentro Tolusch-Ka-
mischkov (semifinal del XVII Cam-
peonato soviético, 1949), las negras
no restituyeron el peón a su adver-
sario, para lo cual hicieron 10. ...,
P6A en vez de 10. ..., A2D. Tras
11. A X C , P X P (a 11. .... P x A
sigue 12. C5C); 12. A X P 7 C , P X A ;
13. C5C, R2D; 14. C3A, R3A; 15.
C X P , A3R; 16. P4R, P5A, las po-
sibilidades son más o menos iguales.
Pero si las blancas hubieran jugado
12. A6A + !, P X A ; 13. A X P , ha-
brían tenido más probabilidades, a
pesar de que su adversario les aven-
tajase en un peón.
Probablemente, 10. ..., P6A se
pueda aplicar con éxito.
(Ver diagrama núm. 52)
El atraso de las negras en la evo-
lución de la partida se manifiesta
tras 11. P4R! Con el sacrificio del
peón, las blancas tienen una evi-
dente superioridad en la posición:
42
Diagrama núm. 52
11. ..., P X P ; 12, A X P , C2A; 13.
C4A. Este análisis se debe a Ra-
vinski.
En vez de hacer 10. ..., A2D o
10. ..., P6A, el bando negro puede
llevar a término la evolución del
flanco del rey, permitiendo que el
caballo blanco se sitúe en 6D, al
objeto de quebrantar la postura del
peón 5R con el movimiento P3A.
Veámoslo: 10. ..., A2R; 11. C X P ,
0-0; 12. C6D, P3A. Si 13. C X A ,
T 1 T X C ; 14. A X C , P X A ; 15. P X P ,
A X P ; 16. T X P , entonces 16. ...,
P5A!; las negras tienen la iniciativa
por un peón (Lebedev - Sokolski,
1955). A nuestro ver no se debía
haber jugado 12. C6D, sino 12. P3C
que brindaba a las blancas mejores
perspectivas.
Pero quizás convenga más hacer
7. ..., C4D que 7. ..., C X C .
(Ver diagrama núm. 53)
En un enfrentamiento Klaman-
Spasski (1955), la enérgica conti-
nuación 8. C X C , P X C ; 9. C3A (las
negras tienen contrajuego si sucede
9. D4T, D3C; 10. P x P , A X P ; 11.
D x P , A3T), A2C (es mejor 9. ...,
A2R); 10. C4R, P X P ; 11. D X P
dio a las blancas la iniciativa. Des-
pués de 11. ..., D3C; 12. D5R, D2A;
13. D X D , C X D , las negras recha-
Diagrama núm. 53 cabo d e 10. ..., P X P ; 11. D X P + ,
C2D; 12. D X P , A4A.
Aquí propone Ravinski un plan,
con el cual las blancas prueben a
tomar la iniciativa: 12. A5C (y no
12. D X P ) , D1A; 13. D4R.
2
7. D4T
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P 3 R ;
3. P3CR, P 4 D ; 4. A2C, P x P ; 5.
C3AR, P 4 A ; 6. 0-0, C3A.)
7. ... C2D
7. ..., A2D parece más lógico.
Después de 8. D X P , las negras consi-
zaron las amenazas inminentes; guen buen juego con 8. ..., P4CD!
pero 14. C2D, P6A; 15. P X P , C4D; Verbigracia: 9. D3D, P5A; 10. D I D ,
16. T1C permitió al bando blanco T Í A ; 11. T1R, A5C (Ivkov-.Yano-
ejercer presión en el dispositivo ad- schevich, 1951). Por el contrario,
versario. 8. P X P plantea a las negras serios
Al hacer 7. ..., A2D, las negras problemas.
desbaratan la estructura de peones
del flanco de su dama; mas elimi- Diagrama núm. 54
nan el alfil «catalán».
8. C X C AXC
9. A X A + PXA
El propósito de atacar contra el
peón negro 3A con 10. D4T fue
realizado felizmente en la partida
Korchnoi-Ivkov (competición
U. R. S. S.-Yugoslavia, 1964): 10.
, D3C; 11. P X P , A X P ; 12.
D X P 5 A , 0-0; 13. C2D, C4D (es me-
jor 13. ..., T1A1D); 14. P4R, C3A;
15. C3C, A2R; 16. A3R, D4C; 17.
T1T1A, C5C; 18. A5A dio a las
blancas una superioridad notable.
Sucedió 18. ..., A X A ; 19. D X A ,
D5T; 20. P3A!, D X P T ; 21. C5T,
C3A; 22. P3C, D7R; 23. C X P , y la
8. ..., C4T; 9. D2A, A X P . En
sólida posición del caballo blanco
esto, las blancas pueden hacer 10.
en 6A atenazó las fuerzas adversa-
A2D y el subsiguiente movimiento
rias.
A3A o 10. C5R!
Pero ¿y si se deja que las blancas 10. A2D, T1AD; 11. A3A. Las
tomen el peón 3A y se toma a cam- negras no pueden enrocar: 11. ...,
bio el P4D? En tal caso, las negras 0-0?; 12. C5C!, P3CR; 13. D2D y
tendrían una posición aceptable al la amenaza decisiva D4A-4T (Visser-
43
 Van den Linden, Utrecht, 1943).
Puede hacerse 11. ..., C3A en vez
de 11. ..., 0-0, lo que da a las ne-
gras buen juego.
10. C5R!, T1AD; 11. C3AD! (es
mejor que 11. A2D, P4CD; 12.
C x A , CXC; 13. D3A, C3AD; 14.
A x C , TXA; 15. DxPC, D3A, pues
las negras equilibraron el juego;
encuentro Barz - Bogoliubov, Mu-
nich, 1942), P4CD; 12, A5C, D3C;
13. T1T1D, y el dispositivo de ata-
que de las blancas es amenazador.
En una partida Barz-Richter (1948)
se prosiguió 13. .... T1D; 14. D2J>,
P5C; 15. AXC, PXA; 16. C4R,
tras lo cual la posición del bando
negro no es defendible.
Según los comentaristas, a 11. ...,
C3A (en vez de 11. ..., P4CD); 12.
C X P5A, 0-0 sigue el ofensivo mo-
vimiento 13. T1D, y si 13. ..., C5D;
14. D3D, A3A, sucede 15. A3R, con
ventaja para las blancas. Pero con-
tinuemos esta variante haciendo 15.
..., AXA, y, luego de 16. RXA,
D2A; 17. AXC, las negras salen del
apuro .con 17. ..., TR1D. Análi-
sis.
15. A5C es más preciso que 15.
A3R y hace que las blancas prepon-
deren en la posición; no conviene
15. ..., P3TR, debido a 16. AXC,
DXA; 17. C4R, D2R; 18. P4CD!
Este análisis pertenece a Ravinski.
En el encuentro Bilek - Tolusch
(competición Budapest-Leningrado,
1959) no se hizo 9. D2A, sino 9.
D3T.
(Ver diagrama núm. 55)
9. ..., P3CD; 10. C5R.
A 10. P4CD no se contesta con
10. ..., PXP a. p., sino con 10. ...,
C3A, y la amenaza 11. ..., P4TD
resulta bastante desagradable. To-
lusch demostró que 10. C5R no es
peligroso para las negras.
10. ..., AXP; 11. D3AR, T1AD;
12. T1D, D2R ( a m e n a z a b a 13.
T x A ) ; 13. A5C, A5T!
Además de amenazar con 13.
TXA, se hacía con 14. C4C seguido
de un ataque arrollador.
44
Dfagrama núm. 55
La posición puede simplificarse
con 13. ..., A3 A, tras lo cual nc
entraña peligro 14. CXA, CXC;
15. DXC + , TXD; 16. A X T + ,
R1A, p u e s la amenaza 17. ...,
A X p + hace que las negras eviten
los inconvenientes.
14. P3C (si se retirase la torre,
el movimiento 14. ..., P3TR para-
lizaría el ataque), PXP; 15. PXP,
AXP; 16. TXC (tras 16. T7D,
CXT; 17. A x D , C x C ; 18. D4R,
AXA; 19. DX.C, 0-0!, la superiori-
dad de las negras no ofrece duda),
A XT; 17. C6A, D3D; 18. TXP,
A5T! Estas han tomado la iniciativa,
y mantienen la ventaja material.
Si 19. T7R + , R1A; 20. AXC, AXC;
21. A X P + , sigue 21. ..., RXT;
22. D6A + , R1R, y así sucesiva-
mente.
Volvamos sobre la posición pro-
ducida por 8. PXP y, en vez del
movimiento 8. ..., C4T, analicemos
el 8. ..., AXP.
(Ver diagrama núm. 56)
9. DXP, A2R; 10. C3A, T1AD;
11. T1D, y la posición de las blan-
cas es más activa. En una partida
Korchnoi-Antoschin (1955) se pro-
siguió 11. ..., D4T? (lo oportuno
era 11. '..., 0-0); 12, D3C, 0-0; 13.
A3R, TR1D; 14. C4D, ejerciendo
Diagrama núm. 56
presión en el flanco de la dama
negra.
La continuación 7. ..., PXP no
conviene a las negras, porque, tras
8. CXP, DXC; 9. AXC + , A2D;
10. T1D (después de 10. AxA-+-,
D x A ; 11. D x P , la superioridad de
las blancas es poco menos que nula),
AXA; 11. DXA + , P X D ; 12. TXD,
éstas toman el peón 5A y preponde-
ran en la fase última de la partida.
No obstante lo cual, es digno • de
atención el sacrificio de una calidad,
o sea no jugar 9. ..., A2D, sino 9.
..., PXA; 10. D X P + , D2D; 11.
DXT, A4A y 12. ..., 0-0 (Volovich-
Yurkov, 1966).
Las negras no pueden desenvol-
ver desahogadamente la apertura si
hacen 7. ..., A2R, pues sucede 8.
C5R! Verbigracia: 8. ..., 0-0 (o 8.
..., A2D; 9. CXA, D x C ; 10. P x P ,
con ventaja para las blancas); 9.
CXC, PXC; 10. PXP. Ahora no
pueden tomar el peón: a 10. ...,
AXP procede 11. DXP3A con
doble amenaza. En el encuentro
Pomar-Puig (Málaga, 1964), las ne-
gras prosiguieron 10. ..., P4R, y 11.
AXP dio a las blancas la ventaja
de un peón: 11. ..., A2D (11. ...,
A6T?; 12. T1D); 12. AXA, CXA;
13. DXP.
8. PXP AXP
9. DXP 0-0
10. C3A P3TD
Así, transcurrió la partida O'Ke-
lly-Euwe (Nueva York, 1951); en
ella se hizo por primera vez 7. ...,
C2D. Luego de 11. C4R, A2R; 12.
A3R, C3C; 13. D3C, C4D; 14.
T1A1D, D2A, el bando negro des-
barató el propósito de su adversario
de sacar ventaja. Hay igualdad de
oportunidades.
Con motivo de esta p a r t i d a ,
Euwe puso un signo de admiración
a 7. ..., C2D. Pero las blancas no
están obligadas a jugar 11. C4R; 11.
A5C o 11. T1D les brindan mayores
posibilidades.
b
6. D4T+
(1. P4D. C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, P X P ; 5.
C3AR, P4A.)
Esto facilita a las negras situar el
alfil en 3A y tener un juego de-
sahogado.
6. ... A2D
Indudablemente se puede hacer
6. ..., C1C2D; 7. DXP, P3TD.
7. DXP A3A
8. PXP
Si se apoya la presión en el cen-
tro con 8. 0-0 y a 8. ..., C1C2D se
opone 9. C3A, 9. ..., P4CD sitúa a
las negras en una posición excelen-
te. No se puede tomar el peón: 10.
CXP?, C3C; 11. D3D, P5A, y las
blancas pierden el caballo. A 10.
D3D sigue 10. ..., P5A. Con el do-
minio sobre las casillas centrales, el
bando negro puede aprovechar la
ventajosa postura de sus peones en
el flanco de la dama (es posible 10.
.... D3C; 11. P3C, T1D, que da más
agilidad a la posición).
45
 Por ello, debe hacerse 9. PXP y
no 9. C3A. El encuentro Petrosian-
Bondarevski (Campeonato de Ar-
menia, 1947) prosiguió 9. ..., AXP;
10. C3A, 0-0; 11. P4CD, A2R; 12.
P3TD, P4TD; 13. A3R. Aquí, 13.
..., TÍA forzó a retirar la dama
blanca y dio buen juego al bando
negro.
8. ... CD2D
En la partida Keres-Klovan (Piar-
nu, 1960), las negras jugaron 8. ...,
1>4D, tras lo cual su oponente pudo
eliminar el alfil 3A y mantener la
pareja de los suyos: 9. D X D, C X D;
10. C5R, C5C; 11. CXA, C1CXC;
12. C3T, AXP; 13. A2D, 0-0; 14.
0-0. La posición de las blancas es
preferible.
9. 0-0
No es posible sostener el peón
5A, pues a 9. P4CD procede 9. ...,
P4TD; 10. P5C, A4D y 11
AXPA, con ventaja para las negras.
Si 9. A3R, es oportuno 9. ..., C5R
o 9. ..., C4D, y si 10. A4D, entonces
10. ..., D4T + .
9. ... AXP
Con cierta transposición de ju-
gadas, se ha producido la posición
del encuentro Petrosian-Bondarevs-
ki (véase el comentario sobre el oc-
tavo movimiento de las blancas). Las
posibilidades son aproximadamente
iguales.
B prometedoras: 6. C5R (a); 6. 0-0 (b),
5. ... P3TD
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, P X P ; 5.
C3AR.)
(Ver diagrama núm. 57)
Todo parece indicar que las ne-
gras tratan de defender el peón
de gambito. Hubo un tiempo en
46
Diagrama núm. 57
que se consideró que 5. ..., P3TD,
apoyo del subsiguiente movimiento
P4CD, casi impugnaba el gambito
«catalán», nombre que se suele dar
al movimiento 5. C3AR. Pero los
fragmentos de partidas y análisis ex-
puestos en el presente apartado
muestran lo contrario.
Acerca de lo dicho es interesante
defender el peón 5A con 5. ..., P4CD
y a 6. P4TD (si 6. C5R, sucede 6.
..., C4D) responder con 6. ..., P3A,
evitando el movimiento 5. ..., P3TD.
En el encuentro Kroguius-Führman
(espartacada soviética, 1967), las
blancas desplegaron su posición a
cambio del peón sacrificado: 7. 0-0
(7. C5R, C4D; 8. C3AD, P3A; 9.
C4C, P5C; 10. C1C entraña muchas
dificultades), A2C; 8. C5R, D1A;
9. P3C, PAXP; 10. DXP.
Hay tres continuaciones bastante
y 6. P4TD (c).
Caso que 6. D2A, las negras man-
tienen el peón de más: 6. ..., P4CD,
y a 7. C5R sigue 7 T2T.
a peón y mantienen la iniciativa.
6. C5R
Esta jugada se estima prematura,
debido a 6. ..., P4A, y 7. P3R, PXP;
8. PXP, A5C+ no promete nada a
las blancas. Si 7. C3T, PXP (pero
no 7 DXP, pues 8. D x D , P x D ;
9. CT x P es la causa de la amenaza
10. C6C), sucede 8. CTXP. Don-
ner propuso 8. ..., A4A. Luego de
9. A2D, 0-0; 10. A5T, D2R; 11. 0-0,
C3A2D, las negras aventajan a su
oponente en un peón; pero éste lo
compensa con un mejor desenvolvi-
miento del flanco de la dama y una
considerable presión en el de la ad-
versaria.
En 1955, Gaberditz y Müller de-
mostraron que 7. A3R! es la con-
tinuación más ofensiva y que a 7.
..., C4D se debe oponer 8. PXP!
Diagrama núm. 58
8. ..., CXA; 9. D X D + , RXD;
10. PXC, R1R; 11. P6A, PXP; 12.
CXP5A y el peligro 13. C6C; la
situación de las blancas es mejor.
8. ..., D4T+; 9. D2D, D X D + ;
10. AXD, AXP; 11. CXP5A; tam-
bién mejora el estado de aquéllas.
8. ..., AXP; 9. AXA, D4T+;
10. C3A (igualmente debe atenderse
a 10. C2D), CXC; 11. D2D, DXA;
12. DXC; las blancas recuperan el
6. ... A5C +
No probó su eficacia el original
movimiento 6. ..., T2T, hecho en
la partida Neustadt - Scheffer (II
Campeonato de Europj por corres-
pondencia, 1965-1966), y cuyo obje-
to es preparar el despliegue del
flanco de la dama. Pues las blancas
lo neutralizaron y sacaron ventaja:
7. 0-0, P3CD (7 P4CD no es
oportuno, por 8. P4TD, y a 7
P4A procede 8. A3R); 8. C3AD,
A2C; 9. D4T + , C3A2D de otro
modo, el peón 3T estaría indefen-
so); 10. AXA, TXA; 11. C6A! (im-
portante movimiento asediador),
CXC; 12. DXC, T2T; 13. A3R,
A2R; 14. P5D, PXP; 15. CXP, 0-0;
16. A4A, C1C (a consecuencia del
asedio, hay que retirar el caballo
para defender el peón); 17. DXP5A,
P4CD; 18. D4R, P3AD (la torre ac-
túa con demasiado retraso); 19. C3R,
P4AD; 20. T1A1D, D1A; 21. P4TD,
T2C; 22. PXP, PXP; 23. C5A, T1R;
24. T8T, A1A; 25. D3A, T3C; 26.
TXC, TXT; 27. AXT, DXA; 28.
T7D. Y las negras no hallaron una
defensa satisfactoria ante 29. CXP
y 29. C6T+.
Con el movimiento 6. ..., A5C+,
se fuerza al contrincante a que haga
el gambito; pues aquí no se puede
tomar el peón 5A, ni es oportuno
sacrificar otro peón al modo del
gambito eslavo 7. A2D, DXP; 8.
AXA, DXC, porque, contrariamen-
te a la posición de éste (1. P4D,
P4D; 2. P4AD, P3AD; 3. C3AD,
P3R; 4. P4R, P x P R ; 5. C x P ,
A5C+; 6. A2D, Dx.P; 7. AXA,
D x C + ), la casilla 3D de las negras
está defendida sólidamente por el
peón 2A; esto es importante pot
cuanto impide a las blancas ocasio-
nar peligro en la diagonal 1AR-
6TD.
7. C3A
Al permitir que se defienda el
peón 5A, las blancas forman un só-
lido centro de peones.
7. ... C4D
8. A2D P4CD
9. P4TD AXC
47
 A 9. ..., A2C sucedería 10. CXC,
A X A + ; 11. DXA, AXC; 12. P4R,
A2G; 13. P X P , PXP; 14. TXT,
A XT; 15. D5T, con ataque simul-
táneo contra el alfil y el peón 4C.
10. PXA A2C
11. P4R
Diagrama núm. 59
Las blancas aventajan a las ne-
gras en el desenvolvimiento de la
posición; para éstas es relativamen-
te mejor retirar el caballo al esca-
que 3AR, aun cuando sucede el
acometedor movimiento 12. D1C.
En la partida Neustadt-Prokopp
(Torneo Internacional por corres-
pondencia, 1958-1959), el bando ne-
gro prefirió reforzar el flanco de la
dama con 11. ..., C3C; pero ello
dejó indefenso el del rey: 12» D4C,
R1A (12. ..., 0-0?; 13. A6T, D3A?;
14. A5C causa la pérdida de la da-
ma); 13. P4A, C1C2D; 14. 0-0,
P4AD; 15. P5A!, y las blancas gana-
ron con su ataque frontal.
b blancas la iniciativa, que se com-
6. 0-0
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, P X P ; 5.
C3AR, P3TD.)
48
Las blancas prosiguen la apertura,
intentando formar un firme centro
a costa del peón sacrificado.
6. ... P4CD
Otra continuación es 6. ..., C3A
a la que, en el encuentro Bronstein-
Jolmov (XXIV Campeonato de la
U. R. S. S., 1957), sucedió 7. C3A,
A5C; 8. A5C, 0-0; 9. T1A (las blan-
cas se dispusieron a recuperar el
peón, mediante C4R), A2R; 10. P3R,
C4D; 11. A XA, C3AXA (a 11
DXA sigue el ofensivo movimiento
12. C2D); 12. C4R, P4CD; 13. P3C
(esto hace que las negras rompan
el flanco de su dama, cuando la
abertura de la vertical AD redunda
en beneficio de las blancas), P X P
(no conviene 13. ..., P4AR; 14. C5A,
P6A, porque 15. C5C, D3D; 16.
P4R!); 14. DXP, P4TD; 15. C5R,
P5C; 16. C5A. Por un peón lograron
las blancas una iniciativa estimable.
Y las negras perdieron dos tiempos
en mover su alfil (A5C y A1A). Por
tanto, se puede sustituir 7. ..., A5C
con 7. ..., T1CD, movimiento que
se halla en la partida Martín-GIi-
gorich (Buenos Aires, 1955); en ella,
el bando negro conservó la pareja
de alfiles y tuvo un buen juego
después de 8. P4R, A2R; 9. P5D,
C5CD; 10. C5R, PXP; 11. PXP,
A4AR; 12. P3TD (12. CXP5A?,
A6D), C6D; 13. CXP5A, CXA;
14. TXC, 0-0.
7. C5R
Igualmente es posible jugar 7.
P4TD como se hizo en la partida
Bolbochan-Dükstein (1956). Tras 7.
..., A2C; 8. C3A, las negras recha-
zaron el caballo con 8. ..., P5C; 9.
C1C, P4A; pero 10. C1C2D, P X P ;
11. CXPA, A4A; 12. A5C! dio a las
pensó con el peón de menos.
En vez de jugar 8. ..., P5C, se
pueden reforzar los peones del flan-
co de la dama con 8. ..., P3A, aun
cuando las blancas se compensan el
peón de desventaja con 9. P4R y los
movimientos D2R y T1D. A 9
P5C sucede 10. P5R.
7. ... C4D
A 7. ..., T2T se opone 8. P4TD!
8. P4R C3AR
9. P4TD.
Sin duda, las blancas igualan en
opuesto sentido el efecto de la pér-
dida material con la solidez de su
centro. La continuación 9. ..., P3A,
recomendada por Konstantinopolski,
es más eficaz. En un encuentro en-
tre éste y Ravinski (1952) se hizo
9. ..., A2C, y el bando blanco forzó
la vertical TD así: 10. P X p , P X P ;
11. TXT, A XT; 12. C3AD, P3A
(12. ..., P5C causa la enérgica con-
tinuación 13. D4T + , C1C2D; 14.
C5C!); 13. A5C, A2R; 14. D1T!,
A2C (a 14 C1C2D procede 15.
CXC, CXC; 16. A x A , R x A ; 17.
D3T + , R1R; 18. P5R y las amena-
zas 19. C4R, 19. C x P y 19. T1T);
15. D7T, D1A. Aquí ha de conside-
rarse el movimiento 16. C3A, el
peligro de tener que cambiar los
alfiles de casillas negras después de
P5R y la maniobra C3A-4R-6D, al
decir de Konstantinopolski. Tras 16.
..., P3T o 16. ..., P5C, se produciría
una lucha complicada y con posi-
bilidades para uno y otro bando.
c nen una posición estable. Verbigra-
6. P4TD
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, P X P ; 5.
C3AR, P3TD.)
Con el propósito de recuperar el
Peón, las blancas impiden radical-
mente el movimiento P4CD.
6. ... P4A
7. 0-0 C3A
(Ver diagrama núm. 60)
Al contrario de la variante A (1.
P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3.
Diagrama núm. 60
P3CR, P4D; 4. A2C, P x P ; 5. C3AR,
P4A; 6. 0-0, C3A), un peón blanco
está situado 4TD y otro negro en
3TD; ello impide proseguir D4T.
Otra posibilidad es C5R analizada
en dicha variante. Mas ¿pueden las
blancas aprovecharla, cuando ya se
han e f e c t u a d o los movimientos
P4TD y P3TD? Veámoslo:
8. C5R. A diferencia de la va-
riante A, y tras 8. ..., C X P; 9. P3R,
las negras pueden hacer 9. ..., C6C.
Las blancas tienen amenazada la to-
rre y no disponen de tiempo para
contestar a 10. D X D + , R X D con
11. C X P + .
Mas prosiguiendo 11. T3T!, recu-
peran uno de los dos peones y tie-
cia: 11. ..., R2A (11. ..., R1R; 12.
CXP5A, C x A ; 13. T x C hace que
se prolongue la presión de las blan-
cas); 12. CXP2A, T1C; 13. C5R.
Análisis.
Se puede reemplazar 8. ..., C X P
por 8. ..., A2D.
En una partida Golombek-Euwe
(1952), las blancas sacrificaron el
peón 4D de otra manera, es decir,
jugaron 8. C1C2D. El objeto de este
movimiento es aprovechar la supe-
rioridad en la evolución de la aper-
tura y en el poco desarrollado flanco
de la dama adversaria. Sucedió 8.
..., P X P (si 8. ..., C x P , procede
49
 9. C x P , y las blancas tienen un
juego excelente); 9. CXPA, A4A;
10. C3A5R, CXC; 11. CXC, 0-0;
12. D2A, A2T; 13. T1D, C4D; 14.
D4A, D3D; 15. C3A, P4R; 16. C5C.
La posición de las blancas está más
desplegada. Con todo,, el bando ne-
gro puede tratar de mantener el
peón de ventaja, mediante 16. ...,
A3R.
8. P X P es eficaz, aunque no lo
parezca. El y el siguiente cambio
de las damas no reportan beneficio
a las blancas, si no se han hecho
los movimientos P4TD y P3TD, res-
pectivamente. Pero la postura del
peón 3TD ofrece al adversaria la
oportunidad de asaltar la casilla 6CD
con el caballo. Puede suceder 8.
.... AXP; 9. D X D + , RXD; 10.
C1C2D, R2R; 11. CXP, A2D; 12.
CR5R, TR1D; 13. C3D!
No obstante la aparente simplici-
dad de la posición, la iniciativa de
las blancas es bastante peligrosa.
13. CXC, AXC; 14. AXA, P X A
no daría ninguna ventaja a éstas,
pues las negras tendrían un punto
de apoyo en su escaque 4D a cam-
bio del debilitamiento de su peón
3AD.
13. ..., A3D (a 13. ..., A2T sigue
14, P3C y el peligro 15. A3TD y
C6D); 14. CX A, RXC; 15. T1D,
AIR; 16. A3R (si 16. C4C+, se
responde 16. ..., R2R), C4D; 17.
C4A, y las blancas preponderan.
El movimiento 8. P X P no es nue-
vo; hace unos treinta años que fue
promovido en el torneo soviético de
candidatos a maestro, en una de
cuyas partidas (Golobko - Sorokin,
1940) las negras no hicieron 8. ...,
AXP, sino 8. ..., DXD; 9. TXD,
A X P. Sin embargo, las blancas man-
tuvieron la iniciativa jugando 10.
C1C2D y 11. CXPA.
C el movimiento P3AD (en vez de
5. ... P3A
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, P x P ; 5.
C3AR.)
50
El objeto de esta continuación,
recomendada por Keres, es apoyar
el movimiento P4CD para defender
el peón 5A. Pero como muestran las
variantes que analizaremos a con-
tinuación, las blancas impiden que
se lleve a término y se hacen con
la iniciativa.
6. C5R
Es posible 6. 0-0, aun cuando no
se recupere el peón, porque el pode-
roso centro, formado después de 6.
..., P4CD; 7. C5R, A2C; 8. C3AD,
D3C; 9. P4TD, A5C (a 9. ..., C1C2D
sigue 10. P5T, D2A; 11. P6T); 10.
P4R, remedia la pérdida material.
El encuentro Roheisensohn-Simkin
(Alvov, 1952) p r o s i g u i ó 10. ...,
P3TD; 11. A3R, D2A; 12. A4A, D1A
(si 12. ..., A3D, es posible 13.
CXP2A, A X A ; 14. C x T , A3T;
15. P5R, C4D; 16. C4R, y a 12
A2R sigue 13. P5D con fuerte pre-
sión); 13. C4C!, C1C2D; 14. C3R,
0-0; 15. P4C, T1D; 16. P5C, C1R;
17. D5T; las blancas atacaron por
el flanco del rey.
6. ... A5C +
En un encuentro Bondarevski-
Keres (Moscú, 1947), origen de esta
variante, los dos contendientes es-
timaron que las blancas no tenían
más remedio que responder 7. C3A
y que 7. ..., C4D; 8. A2D, P4CD
facilitaba la realización del plan de
las negras.
7. A2D!
Desbarata el plan en cuestión;
pues ahora no conviene tomar el
peón 4D. Contrariamente a la va-
riante 5. ..., P3TD; 6. C5R, A5C + ;
7. A2D, DXP, las negras han hecho
P3TD), que debilita catastróficamen-
te la casilla 3D. En estas circuns-
tancias, 7. ..., DXP?; 8. AXA,
DXC; 9. C3T! apoya el ataque de
las blancas. Y así, 9. ..., DXP2C?;
10. T1C, D4R; 11. C X P o 10. ...,
DXP2T; 11. D6D, 9. ..., P4A; 10.
CXP5A, D2A; 11. D6D y 9. ...,
P4CD; 10. P4A, D2A (10. ..., D4A;
11. D6D): 11. CXPC manifiestan la
vulnerabilidad de la diagonal 1AR-
6TD y de la casilla 3D negras. Por
lo que no se debe tomar el peón de
referencia.
7. ... AXA +
8. DXA C1C2D
9. CXP5A
La posición de las blancas es
mejor.
D
5. ... A5C +
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, P x P ; 5.
C3AR.)
Este jaque tiene por objeto pri-
var al caballo adversario de su es-
caque 2D. A 6. C1C2D puede se-
guirse 6. ..., P3A y, posteriormente,
P4CD apovar el peón 5A. Con 6.
..., P6A; 7. PXP, AXP, las negras
continúan teniendo la ventaja de
un peón; mas habrán de contar
con el sacrificio de una calidad
propuesto por Bronstein: 8. A3TD,
A XT; 9. DXA.
6. A2D A2R
Esta retirada es el objeto del
quinto movimiento de las negras.
Desde luego; puede hacerse el cam-
bio de alfiles: 6. ..., AXA + ; 7.
DXA, pero las blancas recuperan
el peón y mantienen la iniciativa;
Pues la respuesta 7. ..., P4CD no
conviene por suceder 8. D5C, que
amenaza a los peones 2CR y 4CD.
Siendo así, ¿por qué se incita a
situar al alfil en 2D? Para privar al
caballo de la ruta «c a t a 1 a n a « :
C1C2D-CXP. Luego, se verá que el
alfil en 2D estorba a sus propias
Piezas.
7. D2A
7. D4T + , A2D; 8. DXP crea
la posición que se analiza seguida-
mente. Con 7. D4T+ se evita el mo-
vimiento 7. ..., P3TD. Por el con-
trario, 7. D2A no lo evita, pero
permite demorar la toma del peón
5A y responder a 7. ..., A2D con
8. C5R.
Diagrama núm. 61
Sin embargo, después de 8. ...,
C3A!, el cambio 9. CXC, A X C ;
10. AXA + , PXA no ofrece nada a
las blancas, pues a 11. DXP sigue
11. ..., D4D, y las negras recons-
truyen la estructura de sus peones
con el cambio de las damas (12.
D x D , PAXD).
Si sucede 9. DXP, las negras
disponen del siguiente y curioso
sacrificio de un peón: 9. ..., CXC;
10. PXC, C4D! Aceptarlo, 11. AXC,
PXA; 12. DXP, significa despren-
derse del importante alfil «catalán»,
y 12. .... DÍA!; 13. 0-0, A3A ofrece
a aquéllas buenas perspectivas, a
consecuencia de- la vulnerabilidad
de las casillas blancas del flanco del
rey adversario.
7. ... A2D
La otra respuesta es 7. ..., P3TD,
que equilibra las posibilidades tras
8. DXP, P4CD; 9. D2A, A2C; 10.
C3A, C1C2D; 11. 0-0, 0-0; 12.
51
T1A1D, T1A; 13. P4TD, P4A. Tam-
bién debe atenderse a 8. P4TD (en
cambio de 8. D x P ) que da cierta
preferencia a las blancas después de
8. .... C3A; 9. D X P , A3D; 10. C3A,
P3TR; 11. 0-0, 0-0; 12. P4R, P4R;
13. P X P , C X P ; 14. C X C , A X C ;
15. A3R. Advertimos que estas po-
siciones también pueden resultar de
otras variantes, como la cerrada
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P 3 R ; 3.
P3CR, P 4 D ; 4. A2C, A 5 C + ; 5.
A2D, A 2 R ; 6. C3AR, P X P ) y la
llamada defensa india ( 1 . P4D,
C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR,
A 5 C + ; 4. A2D, A2R; 5. A2C,
P 4 D ; 6. C3AR, etcétera).
8. D X P A3A
9. C3A C5R
Asimismo se puede hacer 9. ...,
0-0; 10. T1AD, C1C2D; 11. 0-0,
C3C; 12. D3D, A5C.
A 12. ..., C4C4D sigue 13. C5R,
y si 13. ..., C5CD, sucede 14. C X A ,
C X D ; 15. C X D , C X T ; 16. C X P C ,
y las negras sufren pérdidas materia-
les. O 13. ..., C X C ; 14. C X A ,
C X P + , 15. D X C , P X C ; 16. T x P .
13. A5C crea una posición pare-
cida a la variante reflejada en el
diagrama número 46. A 13. ...,
C3C4D sucede ahora la eficaz res-
puesta 14. P4R! y al cabo de 14. ...,
C X C ; 15. P X C , A X P R ; 16. D x A
(también se puede jugar 16. A x C o
16. D3R), C X D; 17. A X D, C X PAD;
18. T X C , A X T ; 19. A X P , las blan-
cas habrán cambiado una torre y un
peón por dos piezas menores.
10. 0-0
El cambio en la casilla 4R blanca
no dificulta las pretensiones de las
negras.
10. C5R ofrece el inconveniente de
la respuesta 10. ..., C X A , y las ne-
gras permutan una torre y un peón
por dos piezas m e n o r e s : 11. C X A ,
C X D ; 12. C X D , A X C ; 13. A X P ,
C3C.
10. ... CXA
52
A 10. ..., C X C sigue 11. P X C . 7. ..., P4CD; 8. P4R. Si 8. ..., b
P5C, hay que retirar el caballo a
11. C X C AXA 2R, y no conviene tomar el peón 6. D4T
12. R X A . blanco 4R, debido a 10. C2D; si
8_ ..., A2R, las negras han de con- (7. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
La posición de las blancas es poco tar con la ruptura 9. P5D, y si éstas 3. P3CR, P 4 D ; 4. A2C, P x P ; 5.
más desahogada. C3AR, C3A.)
no defienden el peón 5A y permi-
ten que el adversario forme un cen- En esta continuación las negras
tienen que recrudecer la lucha; si
tro de peones, se encontrarán con
E no, su adversario ocupará el centro
obstáculos tras la ruptura de refe-
rencia. Veámoslo: en cuanto se haya resarcido de la
5. ... C3A pérdida material.
7. ..., P3TD; 8. P4R, A2R; 9.
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P 3 R ; P5D, C5CD; 10. C5R, P X P ; 11. 6. ... A5C +
3. P3CR, P 4 D ; 4. A2C, P x ' P ; 5. P X P , 0-0; 12. P3TD, C6D; 13. 7. A2D
C3AR.) CXP5A, C X A ; 14. T X C (Klaman-
Las negras preparan los movi- Rovner, 1952). Caso que 7. C3A o 7. C1C2D,
mientos T1CD y P4CD para defen- 7 A5C; 8. D2A, 0-0; 9. T1D, la respuesta 7. ..., C4D da a las ne-
der el peón 5A. gras cierta ventaja.
D2R; 10. A5C, y las blancas tienen
más posibilidades. En el enfrenta-
miento Bondarevski-Cawith (com- 7. ... C4D
8. A X A C4DXA
a petición U. R. S. S.-EE. UU., 1946),
9. P3TD
las negras trataron de simplificar la
6. 0-0 posición y mantener la superioridad Esto es el comienzo de un juego
material: 10. ..., A X C ; 11. D X A , forzado que complicará extremada-
Y las blancas prosiguen con el
D5C (11. ..., P4C no es satisfactorio, mente la situación.
desarrollo de la apertura sin resta-
blecer el equilibrio material; tratan a consecuencia de 12. C5R!); 12.
de apoderarse inmediatamente del D2A, P4CD. Si las blancas hubieran 9. ... P4CD
centro. proseguido 13. A X C , P X A ; 14. 10. D X P C7A +
La continuación 6. D4T se ana- P3CD, habrían conseguido una po-
liza en la variante b. sición excelente. Pues a 14. ..., A3T Diagrama núm. 63
sigue el eficaz movimiento 15. P5D!,
6. ... T1CD hecho con el propósito de situar la
7. C3A torre en el flanco del r e y ; a 14. ...,
C4T procede 15. C2D!, P X P ; 16.
Diagrama núm. 62 P X P , A2C; 17. A X A , T X A ; 18.
C4R, R2C; 19. C5A, y a 14. ..., A2D
puede suceder 15. P X P , D x p (si
15. .... P x P , entonces 16. T1T1C);
16. D2D, D5C; 17. D6T, D2R; 18.
T1T1A!; comienzo de un ataque
arrollador.
Acaso es preferible 10. ..., P3TR
a 10. ..., A X C , aun cuando las
blancas recuperan pronto el peón y
tienen más posibilidades: 11. A X C ,
DXA; 12. C4R, D4A; 13. C4T,
D4CD; 14. T1T1A, C4T; 15. C3AR.
Si 15. ..., D3T, sucede 16. C4R2D,
Esta posición se produjo en la
P4CD; 17. P3C!, P X P ; 18. P X P .
partida Eisenstadt-Taimanov (Cam-
peonato de Leningrado, 1949); par-
tida que fue la causa de esta intensa
53
variante. Prosiguió 11. R2D (luego,
se verá comprobado el porqué el
rey se sitúa en 2D y no en 1D),
CXT (a las negras no les conviene
dar tres piezas menores por la da-
ma: 11. ..., A2D; 12. R x C ,
C X P A + ; 13. C x C , AXD; 14.
CXA); 12. DXC + , A2D; 13.
DXPA, T1CD; 14. P4CD.
Las negras han de hallar un me-
dio táctico para sacar a su caballo
del campo contrario; medio que
habría podido ser el movimiento
14. ..., A5T+ y el subsiguiente 15.
..., C6C, si las blancas hubieran
hecho 11. R1D en vez de 11. R2D.
14. ... P4AD
Esta jugada tuvo éxito en la par-
tida arriba citada; con ella, se pre-
tende sacar el caballo, mediante
15. ..., PXPC; 16. PXP, T1AD.
No es conveniente 15. PCXP, por-
que 15. ..., C6C + , ni 15. PDXP,
A4C + ; 16. D4D, C6C+, ni 15.
D2T, pues las negras tienen contra-
juego con 15. ..., PXPC; 16. DXC,
D4T o 16. PXp, TXP; 17. DXC.
Las blancas respondieron con 15.
C3A?, y 15. .... PXPD; 16. C4R,
A4C; 17. D2T, P6D permitió a Tai-
manov aprovechar la precaria situa-
ción del rey adversario.
Según él, 15. D3A! era la con-
tinuación oportuna. Pues luego de
15. ..., PXPC; 16. PXP, P4TD; 17.
DXC, PXP; 18. T1AD, 0-0, las
blancas tienen dos piezas menores
por una torre. Y las negras se com-
pensan esto con su peón libre y el
tiempo que las primeras necesitan
para situar a su rey en una posición
segura; sin embargo, éstas tienen
más posibilidades si juegan con pre-
cisión.
F 7. 0-0, P4A; 8. CXP, CXC; 9.
5. ... CD2D
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, P x P ; 5.
C3AR.)
54
Las blancas pueden optar por 6.
D4T que, con su transposición de
movimientos, encamina el juego a
la variante 1. P4D, C3AR; 2. P4AD,
P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C, PXP;
5. D4T + , C1C2D; 6. C3AR, o por
6. D2A que también lo deriva a las
continuaciones ya analizadas tras
6. ..., P3TD; 7. DXPA.
Igualmente pueden h a c e r 6.
CD2D y 6. 0-0.
a casos); 14. PXP, A2R; 15. C5R. La
6. CD2D C3C
Aquí también se puede responder
con 6. ,.., P4A y 6. ..., A2R que
produce la posición de la variante b.
Diagrama núm. 64
7. CXP, CXC; 8. D4T+, A2D;
9. D x C , A3A; 10. 0-0, A2R; 11.
C5R, AX A; 12. RX A, 0-0; 13. A4A,
C4D; 14. C3D, P3AD; 15. TR1D,
D3C, con igualdad de oportunida-
des (Alatortsev-Keres, XVI Campeo-
nato de la Unión Soviética, 1948).
D4T + , A2D; 10. DXC. En esta
variante la postura del peón 4A di-
ficulta en cierto modo el juego de
las negras; por ejemplo, 10. ...,
P4CD; 11. D2A, T1AD; 12. A5C,
PXP; 13. D3D, A2R; 14. CXP, 0-0;
15. TD1A, y las perspectivas de las
blancas son poco buenas (Kudrin-
Steinsapir, Moscú, 1949).
10. ..., D3C; 11. P3C, A4C; 12.
D2A, PXP; 13. A2C, P6D (defen-
derlo es peor: 13. ..., A4A; 14.
T1T1A, T1AD; 15. P4CD, y a 15.
.., P6D sucede 16. P x A , o 13. ...,
T1D; 14. AXP, TXA; 15. C x T ,
DXC; 16. T1A1D, D4AD; 17.
DXD, A x D ; 18. T1T1A, P3CD;
19. P4CD, AXPR; 20. T2D, y las
blancas llevan ventaja en los dos
posición de las blancas es preferible
(Najdorf-Kramer, Amsterdam, 1950).
b
6. 0-0
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, P x P ; 5.
C3AR, C1C2D.)
6. ... A2R
Aquí, 7. D2A, 0-0; 8. DXP, P4A
o 7. ..., P3TD; 8. DXP, P4A es una
transposición de movimientos que
deriva a la variante analizada en el
capítulo «Variante abierta», I, A.
También se p u e d e hacer 7.
C1C2D.
Diagrama núm. 65
7. ..., C3C; 8. D2A (8. C x P ,
C x C ; 9. D4T + , A2D; 10. D x C ,
A3A produce una posición parecida
a la variante a; se puede hacer 8.
P4TD y, si 8. ..., C3A4D, proseguir
9. P5T, P6A; 10. P x C , P x C ; 11.
PXPA, C x P ; 12. AXP, 0-0; 13.
A3 A, C4D; 14. D3C, y las blancas
tienen buen juego, Milev-Popov,
Campeonato de Bulgaria, 1951, o 9.
P4R, P6A; 10. C3C, PXP; 11.
AXP, C3A; 12. D2R que contra-
pesa la falta del peón), 0-0 (a 8. ...,
A2D no sucede 9. C x P , sino 9.
C5R!); 9. CXP, C x c (en el en-
cuentro Lipnitski-Ratner, Campeo-
nato de Ucrania, 1949, se jugó 9. ...,
P3A; 10. T1D, C x C ; 11. D x C ,
D4D; 12. D4T, D4TR; 13. P3TR,
lo cual dio a las blancas mejor juego,
y las negras tuvieron dificultades
tras 13. ..., P3TD; 14. P4CR,
D4CD; 15. D2A, T1D; 16. P4R,
C2D; 17. A4A); 10. DXC (el flanco
de la dama negra no puede desen-
volverse cumplidamente, pues a 10.
..., A2D sucede 11. C5R, al igual
que en el encuentro Botvinnik-
Tsvietkov, Moscú, 1947), T1C (el
objeto de este movimiento es de-
fender el peón 2C y preparar la ma-
niobra A2D-1R); 11. A4A, C4D;
12. A2D, A2D; 13. C5R, AIR; 14.
T1T1A, P3AD; 15. T1AR1D, P3A;
16. C3D, A2A; 17. D2A da a las
blancas una ventaja sensible en la
posición.
7. ..., 0-0; 8. DXP, P4A produce
la variante, ventajosa para las blan-
cas, analizada en la «Variante abier-
ta», I, A.
7. ..., P4A; 8. CXP también re-
dunda en favor de aquéllas.
6. ... P4A
(Ver diagrama núm. 66)
7. C3T, PXP; 8. CXPA. Esta
posición se produjo en los encuen-
tros Sabo-Rossetto (Mar del Plata,
1955) y Tal-Chernikov (campeonato
soviético por equipos, 1966), los
cuales muestran que las negras no
pueden desenvolverse con facilidad.
55
 Diagrama núm. 66
Sabo-Rossetto: 8. ..., D2A; 9.
DXP, A4A; 10. A4A!, AXD; 11.
AXD, A4A; 12. T1A1D, C4D; 13.
A6D; las blancas tienen la prepon-
derancia.
Tal-Chernikov: 8. ..., C3C; 9.
CXC, DXC; 10. CXP, A2D;
11. C3C, T1D; 12. A3R, D3T; 13.
D4D, P3C; 14. A4A, A4C; 15. D3A,
TÍA; 16. A7A, A2R; 17. A6A+,
RÍA; 18. C4D, A5A; 19. A5R, A4D;
20. T1T1A, C5R; 21. A5C, TXD;
22. AXD, TXT; 23. TXT, C4A;
24. A4AD, A XA; 25. TXA, P3A;
26. A8C, P4R; 27. C6A, P3TD; 28.
A7T, A3D; 29. AXP, C2D; 30.
A3R, R2A; 31. T4TD; las negras
jugaron la fase última de la partida
con un peón de menos.
7. D2A, P3TD; 8. P4TD (8. DXP,
P4CD; 9. D2A, A2C produce la va-
riante representada en el diagrama
número 16), PXP; 9. CXP, A4A;
10. DXP; el bando blanco ha re-
cuperado el peón y mantiene la ini-
ciativa : partida Rossolimo-Besgyei
(Nueva Orleans, 1954). Prosiguió 10.
..., D3C? (a 10 P4CD sigue
11. D2A y, luego, 12. C6A, así que
10. ..., 0-0 era mejor); 11. C3C!,
D5C; 12. C3T!, DXD; 13. CXD,
A5C; 14. T1D, y aquél preponderó.
Esta partida caracteriza muchas va-
riantes de la apertura catalana; las
negras simplificaron el juego, aun-
56
que ello no contribuyó a hacer que
disminuyese la presión en el flanco
de su dama ejercida por el adver-
sario.
6. ..., T1CD es un intento de de-
fender el peón 5A que complica la
posición.
Diagrama núm. 67
7. P4TD, P3TD; 8. P5T!, P4A;
9. C1C2D, A2R; 10. CXP, 0-0; 11.
D2A no resuelve el problema de la
evolución del flanco de la dama
negra (Ravinski-Vistanetskis, semi-
final del Campeonato de la Unión
Soviética, 1952).
6. ... P3A
Aquí pueden las blancas respon-
der con 7. P4TD, 7. D2A y 7. C3A,
admitiendo la respuesta P4CD de
las negras.
7. P4TD.
(Ver diagrama núm. 68)
7. ..., P4TD; 8. C3A, A5C; 9.
P4R. La toma de este peón, me-
diante 9. ..., AXC; 10. PXA, CXP,
permite a las blancas ejercer fuerte
presión en la diagonal 3TD-8AR y
en las casillas negras del adversa-
rio debilitadas por el cambio del
alfil: 11. D1R, C3D; 12. A3T, D2A;
Diagrama núm. 68 Diagrama núm. 69
debían haber proseguido 14. ..., 0-0,
13. D3R, C4AR; 14. D2R, C2R; 15. aun cuando 15. T1T1A refuerza la
DXP, con ventaja para aquéllas posición del oponente; pero hicie-
(Schamkovich-Reschko, semifinal del
XXI Campeonato de la U. R. S. S., ron 14. ..., PXP?, y 15. T1T1A,
D2C; 16. CXPA, RXC; 17. C5C +
1953).
En el enfrentamiento Fine-Euwe redundó en favor de aquél.
7. C3A lleva a una lucha en-
(Nueva York, 1951), las negras de-
fendieron el peón con 7. ..., P4CD; conada.
pero 8. PXP, PXP; 9. C3A, D3C; Diagrama núm. 70
10. P3C, A5C; 11. C2T, A2R; 12.
PXP, PXP; 13. C2D, C4D; 14.
CxP dio a las blancas ventaja.
Debe considerarse 7. ..., A5C.
Veámoslo: 8. D2A, 0-0 (si 8
P4CD, procede la eficaz respuesta
9. P3C); 9. DXP, D4T; 10. A4A,
C3C; 11. D3C, C3C4D, y las posi-
bilidades son más o menos equiva-
lentes. Se puede hacer 8. C3A2D! en
lugar de 8. D2A y, luego, C x P .
Análisis.
7. D2A.
(Ver diagrama núm. 69)
7. ..., P4CD; 8. P3C (8. P4R,
A2C; 9. C3A, A2R; 10. P5R, C4D;
11. D4R, CXC; 12. P x C , C3C; 13. 7. ..., P4CD; 8. P4R, P5C; 9.
D4C, P3C complica el juego), A2C; C4T, A2R (a 9. .... C x P procede
9. PXP, p x P ; 10. A3T!, AXA; 10. C5R¡); 10. D2A, A3T; 11. T1D,
11. CXA, P4A; 12. CXP, D2A; 13. 0-0. Se trata de la partida Scham-
C4A5R, A5R; 14. D4T; de esta ma- kovich-Jolmov (semifinal del XXI
nera trascurrió el encuentro Ba- Campeonato de la Unión Soviética,
tuiev - Preobrashenski (Campeonato 1953). Las blancas hubiesen podido
de Leningrado, 1938). Las negras restablecer el equilibrio material con
57
12. C2D; mas optaron por la con-
tinuación 12. P3C, P X P ; 13. P X P ,
lo que posibilitó a las negras man-
tener la ventaja de un peón tras
13. .... A4C; 14. A4A, D1A; 15.
C2D, C3C; 16. T1T1A, T1D.
G A2C.
5. ... A2R
(I. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P 4 D ; 4. A2C, P X P ; 5.
C3AR.)
En este apartado se analizan las
variantes, en que las negras demoran
movilizar el caballo de la dama.
6. 0-0 0-0
Esta posición también se produce
en la variante cerrada (1. P4D,
C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR,
P4D; 4. A2C, A2R; 5. C3AR, 0-0;
6. 0-0) después de 6. ..., P X P . Tal
orden de movimientos se ha efec-
tuado en las competiciones de los
últimos tiempos, y su bondad con-
siste en que las negras eluden las
variantes que facilitan a la dama
adversaria dar jaque desde el esca-
que 4TD blanco.
Por lo que respecta al movimiento
6. ..., C1C2D, consúltese la va-
riante E.
7. D2A
Es poco probable que las blancas
saquen alguna ventaja de 7. C5R,
P4A; 8. P X P , lo cual sucedió en
una partida Filip-Portisch (1964).
Luego de 8. ..., D2A, trataron de
aislar un peón del flanco de la dama
adversaria: 9. P6A, C X P ; 10. C X C ,
P X C ; 11. D4T, C4D; 12. D X P ,
T1C; pero el tiempo que invirtieron
en ello fue aprovechado por las ne-
gras para desplegar conveniente-
mente sus fuerzas, cuya posición es
preferible. Caso que 9. C X P 5 A (en
vez de 9. P6A), A X P ; 10. A3R,
A X A ; 11. CX A, A2D, el juego es-
taría equilibrado.
58
7. C1C2D; en esto pueden las
negras intentar la defensa del peón,
mediante 7. ..., P4CD; 8. P4TD,
P3A u 8. C5R, C4D (si 8. ..., D X P ,
lo mejor es proseguir 9. C 2 D x P ! ,
pues 9. A X T, D X C da a las negras
dos peones por una calidad); 9.
P4R, C3C; 10. P5D, P X P ; 11. P X P ,
Se puede substituir 7. ..., P4CD
con 7. ..., P4A; por ejemplo: 8.
P X P , C3A; 9. D2A, A X P , 10. C X P ,
D2R; 11. P3TD, P4R, y las negras
tienen buen juego (Lilienthal-Stahl-
berg, torneo de pretendientes, 1950).
7. ... P3TD
Al parecer, este movimiento es
más preciso que el 7. ..., P4A, por-
que éste mejora la posición de las
blancas a lo último de 8. D X P ,
P X P ; 9. C X P , P4R!; 10. C3C, C3A;
11. A3R (tomar dos veces en la ca-
silla 3AD negra es peligroso), A3R;
12. D5C! La continuación 8. P X P
también es aplicable por cuanto da
al bando blanco la iniciativa: 8. ...,
D2A (a 8 A X P ; 9. D x P , D2A
sucede el eficaz movimiento 10.
A3R); 9. C 3 T (esta jugada también
puede servir de respuesta a 8. ...,
D4T, que, tras 9. D x P , D x P , pro-
duce la posición del encuentro
Korchnoi-Janov, el cual se analiza
más adelante).
Diagrama núm. 71
9. ..., D X P ; 10. A3R, D4TR; Diagrama num. 72
11. C X P ; las blancas aventajan poco
a su adversario en el desenvolvi-
miento de la apertura (Ragosin-
Ilin-Shenevski, X Campeonato de la
Unión Soviética, 1937). Ragosin lo-
gró efectuar el cambio de los alfiles
de casillas negras y sacar ventaja
de él: 11. . . , C3A; 12. A4A!, C4D;
13. A6D, A XA; 14. C X A , T1D;
15. D5AD.
9. D X P (en lugar de 9. C3T),
D X P ; 10. D X D , A X D (Korchnoi-
Janov, Frunce, 1956). Las negras se
encontraron con las consabidas di-
ficultades después de 11. C5R,
C1C2D; 12. C4A, C4D; 13. T1D,
C2D3A; 14. C3A. Es digno de aten-
ción 12. C3D, y a 12. ..., A2R o 12.
..., A3D replicar con 13. C3A, que
también da buen juego. Análisis. 8. .... C3A; 9. D X P , D4D; 10.
Igualmente encontramos 11. P3TD
DXD, C X D ; 11. A2D, T1D; 12.
(por 11. C5R), C3A; 12. P4CD, C3T, A2D; 13. T1A1A, A1R; 14.
A2R; 13. A2C, A2D; 14. C1C2D,
P5T, T1T1A; 15. C4A; la posición
T1T1A; 15. T1T1A, T1AR1D; 16. de las blancas es poco más abierta
C3C; la posición de las blancas es
y extendida. Según Euwe, no es me-
poco más desahogada (Jodos-Kro- nester tomar en seguida el p e ó n ;
guius, espartacada soviética, 1967).
conviene más hacer 9. T1D y, si
7. ..., P4CD? es deficiente, debido
9. ..., C4T, 10. C1C2D (10. ...,
a 8. P4TD! Y se ve comprobado
P4CD; 11. P X P , P X P ; 12. P3C!).
que no se puede proseguir 8. ...,
En la competición Korchnoi-Tal
P3A; 9. P X P , P X P ; 10. C5C, pues
(1968), las blancas siguieron el ejem-
las blancas ganan.
plo de la partida Barda-Rittner, aun-
7. ..., C1C2D viene a parar en la
que hicieron 10. C1C2D y no 10.
posición de la variante F. D X D ; y así, dejaron el cambio de
damas al criterio de su competidor.
8. D X P Este movimiento plantea serios pro-
blemas a las negras. Tal replicó des-
Si sucede 8. C1C2D, entonces es acertadamente con 10. ..., T1D, y
posible el movimiento 8. ..., P4CD,
Korchnoi tuvo la iniciativa después
ya que a 9. C5R se puede contestar de 11. P3R, D4TR; 12. P4R, A2D;
con 9. ..., T2T.
13. P3C; P4CD; 14. D3A, P X P ;
Como las negras obtienen una po- 15. P X P , A5C; 16. D2A, T1T1A;
sición satisfactoria en la variante 17. C4A. Lo oportuno es replicar
principal, puede ensayarse 8. P4TD. a 10. C1C2D con 10. ..., A2D.
El encuentro Bertok-Deli (1965)
prosiguió 8. ..., C1C2D, y 9. C1C2D,
P4A; 10. P X P , P6A; 11. C3C, C X P ;
El bando blanco impide la evo-
lución del flanco de la dama adver- 12. C X C , A X C ; 13. D X P , D3C;
14. C5R! (a 14. ..., A5D procede
saria; evolución que es posible si
se hace 8. D X P (8. .., P4CD y, lue- 15. C4A) dio a las blancas buen
go, A2C). juego.
La partida por correspondencia
barda-Rittner (1965-1966) prosiguió 8. ... P4CD
59
 Ahora se comprende el porqué
las negras no movilizaron antes el
caballo: la casilla 3A está defen-
dida; por ello, las blancas no pue-
den hacer 9. D6A.
9. D2A
No promete nada 9. D3C, hecho
en la partida Larsen-Portisch (XVII
Olimpiada, 1966). Pues las negras
desplegaron felizmente sus fuerzas
de esta manera: 9. ..., A2C; 10.
T1D, C1C2D; 11. A5C, P4A; 12.
PXP, D2A; 13. C1C2D, A x p . El
erróneo movimiento 14. C1R? ofre-
ció a Portisch un peón de ventaja y
una p o s i c i ó n óptima: 14. ...,
A X P + ; 15. R X A, D4A+; 16. P3R,
C5C + ; 17. R1C, A XA; 18. RXA,
DXA.
9. ... A2C
10. A4A
Otro plan consiste en 10. T1D y
el subsiguiente P4TD o 10. P4TD.
Veámoslo: 10. P4TD, C3A; 11. A4A,
C5C; 12. D1A, P4A; 13. PXPA,
T1A; 14. T1D, TXP; 15. C3A,
C5C4D; 16. A3R, T1A; 17. PXP,
PXP; 18. T7T, CXC; 19. PXC,
A4D, con igualdad de oportunida-
des (Ulman-Driner, XIV Olimpiada,
1960).
También se encuentra el movi-
miento 10. A2D.
Diagrama núm. 73
.60
Al que, en la partida Polugaievs-
ki-Lendel (Budapest, 1964), se res-
pondió cotí 10. ..., C3A, y 11. C3A,
CXP complicó el juego: 12. CXC,
A XA; 13. CX PR, D1A; 14. CXT,
D6T; 15. A5C (ahora, las negras no
pueden efectuar 15 C5C, por no
haberse e f e c t u a d o 15. CxPT),
AXT; 16. TXA, TXC; 17. A x C ,
A XA; 18. C4R, D3R; 19. P3C, A2R;
las dos posiciones son casi iguales.
Merecía haberse tenido en cuenta
10. ..., A5R; 11. D1D, D1A y el sub-
siguiente movimiento P4A. A 12.
C3A se puede responder con 12.
..., A2C. En el encuentro Suetin
Fuchs (competición Belorrusia-Repú-
blica Democrática Alemana, 1965),
las negras continuaron sin acierto
10. ..., C1C2D?, y 11. A5T! dio
inmediatamente la preponderancia
a las blancas.
10. ... A3D
En las competiciones Korchnoi-
Portisch (Erevan, 1965) y Petrosian-
Korchnoi (espartacada s o v i é tica,
1967) se jugó 10. ..., C4D; 11. A2D.
Y al responder con 11. ..., C2D,
las negras admitieron la maniobra
del alfil que hemos comentado en
el encuentro precedente. La compe-
tición Korchnoi - Portisch continuó
12. A5T, D1A; 13. C1C2D, P4AD;
14. T1T1A. Las blancas parecen
aventajar a su competidor en la po-
sición; pero éste consiguió equili-
brarla así: 14. ..., D1C; 15. PXP,
CXP; 16. D1C, T1AD; 17. P4R,
C3A; 18. TD1R, D2T; 19. P3TR,
P3TR; 20. A3A, A1D; 21. A4D,
A3C.
Y en la Petrosian-Korchnoi, las
blancas hicieron 12. C3A y, al final
de 12 P4AD; 13. PXP, CXP;
14. T1T1D, T1A; 15. D1C, C3A;
16. A3R, D2A; 17. P3TD, DlC; 18.
A4D, TR1D, los dos competidores
convinieron en que eran tablas.
10. ..., C3A puede dificultar pos-
teriormente la defensa del peón 2AD
negro.
11. CD2D
11. T1D, CD2D; 13. C3A, D2R
produce una posición con igualdad
de posibilidades.
11. ... CD2D
Con el cambio de alfiles en A4R,
las blancas dominarían sobre los
escaques centrales y ejercerían pre-
sión en la vertical AR.
12. C3C
Asimismo debe atenderse a 12.
P4TD, que hace posible operar por
la vertical TD.
Diagrama núm. 74
VARIANTE CERRADA
4. ... A2R
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C.)
(Ver diagrama núm. 75)
Las negras refuerzan su escaque
4D y llevan adelante el desarrollo
de la apertura. Ya demoran la toma
del peón 4A, ya la rehusan al objeto
de preparar el contragolpe P4A.
A veces, juegan 4. ..., P3A. Ma-
yormente se produce una transpo-
Las blancas impiden el avance
P4A, y, si es caso, pueden amenazar
con C5T. Para resolver los proble-
mas de la apertura, las negras han
de jugar con mucha precisión.
12. ..., D2R (da a las blancas i¿
superioridad); 13. T1T1A, A5R (a
13. ..., T1T1A sigue 14. C5T, A5R;
15. C6A, con ventaja para el bando
blanco en la posición; por ejemplo:
15. ..., A X D ; 16. CXD + , A x C ;
17. T x A , P4A; 18. P x P , T x P ;
19. TXT, CX.T; 20. C5R!); 14.
A XA, PXA; 15. D7A (Smislov-Fi-
lip, XIII Olimpiada, 1958).
12. ..., A5R! Así procedió Gligo-
rich contra Smislov en el torneo
celebrado en Varsovia el año 1947,
y logró situarse satisfactoriamente:
13. D1A, T1A! 14. P4TD, D2R; 15.
PXP, PXP; 16. T7T, AXA; 17.
DXA, D5C; 18. C3C2D, AXC; 19.
AXA, P4A; 20. PXP, DXP5A.
Smislov cometió el error de prose-
guir 21. T1A1T, y la sorprendente
respuesta 21. ..., P4C! ofreció a las
negras un final victorioso (22. D3R,
DXD; 23. PXD, T7A). 21. T6T
iguala el juego.
Si se sustituye 14. P4TD con 14.
C5A, las negras tienen buen juego:
14. ..., CXC; 15. PXC, AXA; 16.
PXA, D4D.
sición de movimientos que reduce
el juego a la variante principal. La
estructura 5. PXP, PRXP tiene
valor independiente. Por ejemplo:
6. C3AR, A2R; 7. 0-0, 0-0.
(Ver diagrama núm. 76)
8. C3A, C1C2D; 9. D2A, A3D;
10. A4A, D2R; 11. T1A1R, T1R;
12. P3TD, AXA; 13. PXA (Kaspa-
rian-Aronin, XV Campeonato de la
Unión Soviética, 1947). Las negras
podían igualar las posibilidades con-
61
 Diagrama núm. 75
Diagrama núm. 76
tinuando 13. ..., C5R; pero conti-
nuaron 13. ..., C1A.
8. P3C, P3CD; 9. A2C, A2C; 10.
C3T, C1C2D; 11. T1A, T1A; 12.
C2A, T1R; 13. C3R, A1A; 14.
A3TR, P3C; 15. C5R, T2A; 16. D3D,
C1C; 17. D2A; las blancas tienen
la iniciativa (Artsukevich-Kondra-
tiev, 1953). Nos parece que 8. ...,
C5R es más conveniente que 8. ...,
P3C, porque permite pasar a la es-
tructura holandesa.
De lo dicho se desprende que el
cambio en el centro no entraña pe-
ligro para las negras, si éstas juegan
con precisión.
62
¿Qué objeto tiene el movimiento
4. ..., P3A? Reforzar el centro para
. oner el alfil en 3D y no en 2R
como se hace en las variantes prin-
cipales; luego, se prepara el avance
P4R. Comúnmente, las blancas pro-
siguen 5. C3AR, sin temer la toma
de su peón 4A (consúltese la varian-
te abierta), o lo defienden con 5.
D2A o 5. C1C2D. Es menos fre-
cuente 5. D3C y 5. C3AR, C1C2D;
6. D3C.
Diagrama núm. 77
6. ..., A3D; 7. C3A, PXP; 8.
D x p , P4R, y las blancas alcanzan
cierta superioridad tras 9. 0-0, 0-0;
10. A5C, D4T (es digno de aten-
ción 10 PXP); 11. AXC, CXA;
12, PXP, AXP; 13. CXA, D x C ;
14. T1T1D.
Lo más frecuente es situar la da-
ma en el punto 3C, mediante el
orden de movimientos de la defensa
eslava. Por ejemplo: 1. P4D, P4D;
2. P4AD, P3AD; 3. C3AR, C3AR;
4. C3A, P3R; 5. D3C. Al defender el
peón 4A con la dama, las blancas
flanquean el alfil del rey, y el juego
toma la estructura catalana (véase
el comienzo del capítulo «Apertura
catalana después de 1. P4D, P4D;
2. P4AD», p. 118).
5. C3AR, C1C2D; 6. D2A.
Diagrama núm. 78
6. ..., A3D (6 A2R es mejor
por cuanto el juego se orienta a la
variante principal); 7. 0-0, 0-0; 8.
C1C2D!
Y las negras se ven forzadas a
jugar 8. ..., P4R, sin haber hecho
previamente P x P , porque las blan-
cas ya pueden tomar el peón 5A
con el caballo. En la partida Panov-
Makagonov (semifinal del XI Cam-
peonato de la U. R. S. S., 1938) se
hizo 8 , P4R, y la parte blanca
tuvo la preponderancia al cabo de
9. PXPD, CXP (caso que 9. ...,
P A x P ; 10. PXP, CXPR; 11. C x C ,
A x C ; 12. C3A, las negras tendrían
un peón aislado); 10. C4A, D2R;
11. P4R, C4D3C; 12. CXA, DXC;
13. T1D, PXP; 14. A4A!, D2R; 15.
TXP, T1R; 16. A6D, D3R; 17.
P4TD.
Si 8. ..., T1R, es conveniente 9.
P3C, y si 9. ..., P4R, lo es 10. PX PD,
PAXP; 11. PXP, CXP; 12. A2C
o 10. ..., CXP; 11. C4A; la posi-
ción de las blancas es mejor en los
dos casos.
En el encuentro Averbach-Stolz
(Estocolmo, 1952) se jugó 8. ...,
D2R; en esto debía haberse tenido
en cuenta la respuesta 9. P4R. Sin
embargo, el plan elegido por Aver-
bach satisface a las blancas: 9. P3C,
T1D (aquí, 9. ..., P4R; 10. P x P D ,
P A x P ; 11. P x P , CXP; 12. A2C o
10. .... P5R?!; 11. C4T, PXP; 12.
C5A, D3R; 13. C x A , DXC; 14.
T1R igualmente redunda en bene-
ficio del lado blanco); 10. A2C, P4R
(no contribuye a desatar las dificul-
tades de las negras); 11. PXPD,
CXP; 12. T1T1D, PXP; 13. CXP.
La continuación 4. ..., C1C2D; 5.
C3AR, P3A o 5. ..., A2R no tiene
valor independiente y lleva a una
transposición de movimientos.
4. ..., A5C + .
Diagrama núm. 79
5. A2D, A2R!; 6. C3AR, PXP
ocasiona la posición analizada en
D del capítulo «Variante abierta».
Si las negras no toman el peón 4A,
se produce la posición de la defensa
india (véase el capítulo «Variante
3. ..., A5C+» I, C).
La partida Baumeister-Pirz (Mu-
nich, 1954) prosiguió 5. C1C2D,
0-0 (a 5. .... P x P ? procede natu-
ralmente 6. D4T + ); 6. D2A (si su-
cede 6. C3A, las negras contestan
con 6 Px.P e intentan retener
el peón), C3A; 7. C1C3A. En este
punto, la parte negra decidió formar
el llamado «muro de piedra»: 7. ...,
C5R; 8. 0-0, P4A, que situó a las
blancas en una postura con buenas
perspectivas (9. P3C, 10. A2C, etc.).
Al decir de Pirz, convenía haber
tenido en cuenta 7. ..., PXP; 8.
63
DXP, A X C + ; 9. AXA, D4D. Las
blancas tienen la superioridad en
la pareja de alfiles; pero las negras
dominan en los escaques centrales.
A nuestro ver la posición de las pri-
meras es preferible.
4. .... C3A; 5. C3AR, A2R; 6.
0-0, 0-0 se analiza en la variante
IV de este capítulo y en otro orden
de movimientos,
En ella se encuentra la continua-
ción 4. ..., P4A, que el bando negro
efectúa cuando quiere hacer la de-
fensa de Tarrasch, y responde a
5. PXPD con 5. ..., PRXP. pero
nos parece que 5. ..., CXP también
es aceptable por cuanto a 6. P4R
puede suceder 6. ..., C5C, y a 7.
P3TD seguir 7. ..., D4T! Análisis.
Si se hace 6. C3AR, resulta la
posición referida en el capítulo
«Apertura catalana después de 1.
P4D, P4D; 2. P4AD».
5. C3AR 0-0
6. 0-0
(Ver diagrama núm. 80)
En el encuentro Korchnoi-Lendel
(XVII Olimpiada, 1966) sucedió 6.
D2A, P4A, y las negras tuvieron un
j u e g o satisfactorio tras 7. 0-0,
PXPD; 8. CXP, C3A.
En la competición con Tal (1968),
Korchnoi hizo 7. PXPA, contra lo
cual el primero replicó 7. ..., D4T + !
¿Cómo deben proseguir las blancas?
I P4R, A2C; 11. A4A, P3TD; 12.
6. ... CD2D
Con este movimiento comienza la
variante principal. Las blancas pue-
den decidirse por una de las si-
guientes estructuras: 7. C3A (A),
permitiendo la toma del peón 4A;
7. D2A y, luego, CD2D y P4R, an-
tes o después de P3C y A2C (B);
7. CD2D con P3C, A2C, TD1A y
P3R (C); 7. P3C (D), y 7. D3C (E).
64
Diagrama núm. 80
8. A2D, DXP inmoviliza el peón
4A, y las negras tendrán asimismo
buen juego si sucede 8. C2D, DXP;
9. 0-0, P4CD o 9. P3TD, P4TD; 10.
P4CD, D2A. Continuó 8. D3A, DXP
(fuerza a jugar P x P , lo que iguala
el juego); 9. PXP, CXP; 10. DXD,
AXD, y la parte negra salvó las
dificultades.
Las negras tienen varias continua-
ciones: 6. ..., CD2D (I); 6. ...,
P3A (II); 6. ..., P3CD (III); 6. ....
C3A y 6, ..., C5R (IV), y 6. ....
P4A (V). Acerca de 6 PXP
véase «Variante abierta», II, G (1.
P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3.
P3CR, P4D; 4. A2C, PXP; 5. C3AR,
A2R; 6. 0-0, 0-0.)
A jalava - Ufimtsev, semifinal del XV
7. C3A
Esta continuación es la más efi-
ciente; por lo que las negras han
de elegir entre 7. ..., PXP, 7. ...,
P3A y 7. ..., P3CD.
Caso que 7. ..., P4A; 8. PXPD,
CXP; 9. CXC, PXC; 10. PXP,
AXP; 11. C4D, C3A, la posición
de las blancas es preferible.
a P4R sigue 9. ..., P4CD. Una partida
7. ... PXP
Posición que despertó la curio-
sidad después de la partida Botvin-
nik-Lasker (Moscú, 1936), y se pro-
dujo por trasposición de movimien-
tos de la apertura de Reti.
8. P4R
También se puede jugar 8. D2A
y 8. P4TD.
8. D2A
Diagrama núm. 81
8. ..., T1C; 9. P4TD, P3CD (9.
••, P3TD es inferior, porque suce-
de 10. P5T, y si 10. ..., P4CD, sigue
11. P X P a. p., PXP; 12. A4A y el
subsiguiente movimiento C5R)- 10.
T1T1D, DÍA; 13. A3T, T1R (Pirts-
Campeonato de la Unión Soviética,
1947). Konstantinopolski señala que
las blancas habrían tenido la supe-
rioridad si hubiesen jugado 14. P5D!
Verbigracia: 14. ..., PXP; 15. C5R,
A3D; 16. CXC, CXC; 17. CXP,
AXC; 18. TXA o 14. ..., C4A; 15.
C4D, y la parte blanca ejerce pre-
sión en el punto' 3R negro.
8. ..., P3A es más eficaz, y a 9.
Tolusch-Goldenov (1947) prosiguió
10. A4A, P5C; 11. C2R, P4TD; 12.
DXP, P4A; 13. T1A1D, D3C; 14.
D2A; las posibilidades son aproxi-
madamente iguales.
8. P4TD.
Diagrama núm. 82
Aquí, 8. ..., P3A; 9. P4R lleva a
la variante principal. No obstante,
debe tenerse en cuenta 9. P5T, que
atenaza el flanco de la dama adver-
saria (Zagorianski-Sherbakov, 1949).
Es realizable 8. ..., P3TD (si el
oponente permite a las negras jugar
9. .... T1C y P4CD); 9. C2D, P4R;
10. CXP, P X P ; 11. DXP, C4A;
12. DXD, TXD; 13. A5C, C6C
(Neu-Van Schellting, 1946).
8. P3A
Que se prefiera 6. ..., C1C2D a
6. ..., P3A se debe a que, tras 7.
C3A, PXP; 8. P4R, las negras pue-
den jugar P4A sin perder ningún
tiempo. Con todo, las autoridades
en esta materia difieren en opinio-
nes sobre el valor de la posición
resultante. Veámoslo: 8. ..., P4A.
(Ver diagrama núm. 83)
9. P5D (a 9. P5R procede 9
C4D), PXP; 10. P5R, C5C; 11.
DXP, C3C; 12. D4R, D6D (12. ...,
65
 Diagrama núm. 83
P3A; 13. T1D, D1R; 14. P4TD, y
las complicaciones favorecen a la
parte blanca, según Botvinnik); 13.
D1R (a 13. D4A se responde con el
eficaz movimiento 13 P3A!).
Botvinnik señala esta variante en
el comentario de su encuentro con
Lasker, y a su ver causa muchas
complicaciones. Más tarde, Yudo-
vich y Fogelevich la continuaron
con el movimiento 13. ..., D3C, tras
lo cual la maniobra A4R-6D ame-
naza seriamente a las blancas; por
lo que éstas habrán de probar si el
sacrificio del peón ha sido conve-
niente.
Con anterioridad al hallazgo del
movimiento en cuestión, Alekhine
propuso el curioso sacrificio 10. ...,
P5D?! (en vez de 10. .... C5C);
11. PXC, CXP, y dijo que la en-
trega de esta pieza «se compensaba
suficientemente con los tres peones
centrales». Pero Botvinnik dio poco
crédito a tal valoración: «Porque
es poco probable que el sacrificio
del caballo se compense con tres
peones luego de 12. C2R».
Si el bando blanco no quiere to-
mar parte en la discusión de los
campeones, puede rehusar el com-
plicado movimiento 10. P5R, y pro-
seguir con 10. PXP, que se hizo
en la partida Kan-Kotov (XI Cam-
peonato de la Unión Soviética, 1939).
66
Diagrama núm. 84
Y se puede continuar 10. ..., C3C;
11. C5R, A3D; 12. P4A, T1R. En
dicha partida, las negras tuvieron
un juego aceptable tras 13. T1R,
A4A. En el encuentro Tarasov-Ve-
resov (torneo soviético de candida-
tos a maestro, 1940), aquéllas hicie-
ron 13. ..., C5C, que parece más
eficaz; luego de 14. CXC, T X T + ;
15. DXT, AXC, es difícil que las
blancas puedan resarcirse del peón
sacrificado.
La partida Ragosin-Rudakovski
(XII Campeonato de la U. R. S. S.,
1940) ofrece un interesante ejemplo
de reforzar el juego de las blancas
sacrificando otro peón. Ragosin jugó
13. P4TD!, no 13. T1R. Y Ruda-
kovski replicó 13. ..., P4TD y, des-
pués de 14. C5C, sacrificó por su
parte una calidad: 14. ..., AXC;
15. PXA, TXP; 16. A4A, TXP. No
obstante la suficiente compensación
material, este sacrificio ofrece duda
por cuanto la estructura de los
peones del flanco de la dama es de-
ficiente.
Por lo visto, las negras no deben
forzar el curso de los acontecimien-
tos; y así, conviene atender a la
continuación 14. ..., A4A, propuesta
por Ravinski.
Al comentar la partida de refe-
rencia, Belavenets y Konstantino-
polski señalaron que las negras tam-
bién están sujetas al dominio de las
blancas, aun cuando hagan 13. ...,
AXC (en lugar de 13. ..., P4TD);
14. PXA, TXP; 15. A4A, T1R, y
14. ..., A5C (sustituyendo a 14
TXP); 15. D1R, C3ARXP (a 15.
..., C3A2D sucede el contundente
movimiento 16. A4A); 16. P5T,
CXC; 17. DXC, C4D; 18. DXP,
A3R; 19. DXP hace posible que
las últimas restablezcan el equilibrio
material y aumenten sus posibilida-
des.
Señalamos asimismo el movimien-
to 8. ..., P3TD al cual, en una par-
tida Gerchikov-Roheisman (1967),
siguió 9. P4TD, T1C; 10. P5T,
P4CD; 11. PXP a. p., PXP; 12.
A4A, T1T; 13. C2D, A2C; 14. CXP,
y el bando blanco tuvo la superio-
ridad.
9. P4TD
Hay que impedir la jugada P4CD.
Si sucede 9. D2R?, P4CD; 10. T1D,
A2C; 11. C1R, T1R, las negras tie-
nen la ventaja (Menchik-Pirz, 1936).
9. ... P3CD
Otra respuesta puede ser 9. ...,
P4TD, que Lasker realizó en su
partida con Botvinnik.
Diagrama núm. 85
El bando negro prepara la manio-
bra C3C para defender el peón 5A.
Tras 10. D'2R, C3C (caso que 10.
..., P3CD; 11. T1D, A3T; 12. C2D
y, luego, C x P , las blancas prepon-
deran); 11. T1D, A5C; 12. C5R,
D2R; 13. A3R, A2D; 14. CXP5A,
Botvinnik dedujo que éstas tenían
una superioridad notable, debido
al sólido centro y a la disposición
de sus piezas. El ulterior curso de
la partida parece confirmarlo: 14.
..., CXC; 15. DXC, P4CD; 16.
D2R!
Al decir de Botvinnik, 15. ...,
P4R (en lugar de 15 P4CD)
tampoco mejoraba la situación de
las negras: 16. PXP (nos parece
estimable 16. P5D), DXP; 17. A4D,
D3R; 18. D3D.
Pero las negras no tienen por qué
jugar 16. ..., DXP; les basta hacer
16. ..., C5C para equilibrar el juego.
Diagrama núm. 86
Generalmente puede decirse que
el intento de Lasker 9. ..., P4TD es
aceptable para las negras.
10. D2R A3T
En el encuentro Bondarevski-Ra-
vinski ( C a m p e o n a t o de Moscú,
1946), la parte negra continuó 10.
..., P4TD. Tras 11. T1D, A3T, las
blancas pudieron hacer 12. P5D! y
67
responder a 12. ..., PRXP o 12.
..., PAXP con 13. C4D.
11. T1D
Diagrama núm. 87
De acuerdo con el análisis de
Botvinnik, 11. P3C; A5C!; 12. A2C
(a 12. C2T sucede 12 PXP!),
P4A; 13. PCXP, P X P ; 14. CXP,
A X C ; 15. A XA, T1A; 16. C5C,
AXC; 17., PTXA, D2A; 18. P5R,
DXPA; 19. DXD, TXD; 20. P x C ,
TXA; 21. PXP, R X P ; 22. T X P
nivela el final.
Sin forzar los acontecimientos y
prosiguiendo la evolución del juego,
las blancas tratan de lograr algo
más.
11 , T1R; 12. P3C, A5C; 13.
A2C, P4A; las blancas abren la ver-
tical D y tienen la preponderancia.
11. .... A5C; 12. P5D!, PRXP;
13. PXP, T1R; 14. D2A, PXP; 15.
CXP, CXC; 16. TXC, y aquéllas
tienen la iniciativa.
Si sucede 12. ..., PAXP (y no
12. ..., PRXP); 13. PXP, T1R;
14. PXP, T X P ; 15. D2A, D2R; 16.
A4A y el peligro 17. C4D, el juego
redunda en provecho de las blancas,
que a 16. ..., AXC; 17. PXA, T7R
responden con 18. D1C y amenazan
de nuevo con 19. C4D. Análisis.
11. ..., D1A; 12. P5D, P4R.
68
Si 12. ..., PRXP; 13. PXP, C4A,
sucede 14. P6D, A1D; 15. C5R, con
evidente superioridad de las blancas;
si 12. ..., C4A, son eficaces las res-
puestas 13. PXPA y 13. C4D, y si
12. ..., CXPR?; 13. DXC, C3A;
14. D1R, PAXP; 15. CXP, CXC;
16. TXC, P X T ; 17. DXA, dos
piezas menores de las blancas ocu-
pan una posición muy activa, y la
situación de las negras es difícil, no
obstante el equilibrio material.
13. A3T, D2A; 14. A5C, T1T1D;
15. PXP, C4A (15. ..., DXP?; 16.
A X C2D); 16. A X C, A X A; 17. C5D,
D3D (17. .... D x P ? ; 18. CxPR,
D3D; 19. C4C); 18. C4C, D2A; 19.
CXA, CXC; 20. DXP, con decisiva
superioridad de las blancas (Nikitin-
Vlasov, torneo por correspondencia,
1948).
b ¿Es así?
7. ... P3A
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, C1C2D; 7. C3A.)
1 rece que, después de 22. T X T + ,
8. P3C
Otra posibilidad de defender el
peón 4A es 8. D3D (variante 2) o
8. D3C (variante 3).
Ofrece interés el agresivo movi-
miento 8. C5R, que se efectuó en
la partida por telégrafo Bardo-Si-
maguin (1948) y que produjo una
posición con igualdad de oportu-
nidades tras 8. ..., CXC; 9. PXC,
C2D; 10. P X P , PRXP; 11. P4A,
P4AR; 12. P X P a. p., A X P ; 13.
P4R, AXC; 14. PXA, P X P ; 15.
AXP, D3C + ; 16. R1T, C3A; 17.
A2C, A3R; 18. D2R, T1A1R; 19.
A3R, D4T; 20. A4D, A4D; 21.
AXA + , D X A + ; 22. D2C, C5R.
El movimiento 8. C2D ha de ve-
rificarse en la práctica.
En el encuentro Letelier-Pedersen
(IX Olimpiada, 1950), las blancas
no defendieron el peón 4A, sino
que jugaron desacertadamente 8.
D2A, y las negras ganaron el peón
y conservaron esta ganancia: 8. ...,
P X P ; 9. T1D, C4D; 10. P3TD,
P4CD; 11. P4R, CXC; 12. PXC,
A3D.
8. ... P3CD
9. A2C
La continuación 9. D2A, A2C;
10. T1D también es valedera, pues
se hizo, con transposición de movi-
mientos, en las dos partidas del tor-
neo de pretendientes (1950) Flor-
Stahlberg y Sabo-Stahlberg. Ambas
quedaron tablas, y en las publica-
ciones sobre teoría ajedrecista se
expresó la opinión de que las negras
lograron fácilmente igualar el juego.
Flor-Stahlberg: 10. ..., T1A; 11.
P4R, CXP; 12. CXC, PXC; 13.
DXP, A3 A; 14. A2C (también es
realizable 14. A4A), D2A; 15. C2D,
TR1D; 16. D2R, P4A; 17. A XA,
DXA; 18. C4R, D1C; 19. CXA + ,
CXC; 20. PXP, P X P ; 21. AXC,
PXA, posición que se valora como
«equivalente». Sin embargo, nos pa-
TXT; 23. T1D, T X T + (si las ne-
gras rehusaran el cambio de torres,
las blancas se apoderarían de la
vertical D); 24. DXT, el final de
damas con superioridad de peones
en el flanco de la dama es favorable
al bando blanco. Por lo que el ne-
gro habrá de luchar con los riesgos
y dificultades para conseguir el em-
pate.
Sabo-Stahlberg: 10. ..., D1A; 11.
A2C, D2A; 12. T1T1A, T1T1A; 13.
MR, PXP; 14. C5CR, TR1D;
15. C5CXP5R, CXC; 16. DXC,
C3A; 17. D2R, D1C; 18. A3TR. «La
situación de las blancas es algún
tanto preferible»; así, se valora la
Posición de éstas, pero verdad es
Que su iniciativa no ofrece duda. La
maniobra de la dama negra parece
desacertada.
Diagrama núm. 88
Aquí pueden las negras flanquear
el alfil adversario: 9. ..., A2C, va-
riante 1); situarlo en el punto 3T,
variante 2), y jugar P4TD, variante
3).
1) 9. ... A2C
10. D2A
Las blancas preparan el avance
P4R. Otro plan más reposado es
10. P3R y los movimientos D2R,
T1T1A y T1AR1D; por ejemplo:
10. ..., T1A; 11. D2R, D2A (se debe
tener presente el inmediato 11. ...,
P4A, porque efectuarlo posterior-
mente resulta difícil); 12. T1T1A
(la continuación 12. C5R no carece
de interés), D1C (aquí, 12. ..., P4A
o f r e c e duda, pues 13. PAXP,
PRXP; 14. C5R y 15. P4A facilita
el ataque, ya 13. ..., C x P procede
14. CXC, AXC; 15. P4R); 13.
T1AR1D, T1AR1D (y aquí conti-
núa siendo poco eficaz 13 P4A,
debido a 14. P A x P , P R x P - 15.
C5R); 14. C5R! De esta manera,
transcurrió la partida Najdorf-Foltis
(Amsterdam, 1950), y las blancas
tuvieron la iniciativa después de
14. ..., PXP?; 15. CXC!, TXC;
16. PXP, T1A1D (si 16. ..., P4A,
sucede 17. P5D!); 17. P4R.
Para las negras era relativamente
mejor 14. ..., CXC; 15. PXC, C2D;
69
16. P4AR, PXP. Pues ahora al ló-
gico movimiento 17. DXP sucede
17. ..., C4A! y el subsiguiente movi-
miento amenazador 18. ..., A3T.
Pero 17. P X P ofrece a las blancas
ciertas perspectivas favorables.
10. ... T1A
El encuentro Taimanov - P o 1 u-
gaievski (XXV Campeonato de la
U. R. S. S., 1958) prosiguió 10. ....
P4A; 11. PAXP, CXP; 12. CXC,
AXC; 13. P4R, A2C; 14. P5D,
PXP; 15. PXP, A3A (si 15. ...,
A x P , s u c e d e 16. T1T1D!); 16.
T1T1D, A XA; 17. DXA, T1R; 18.
T1A1R, D3 A; 19. D X D, C X D, y los
dos contrincantes acordaron que
quedase tablas.
También se solía jugar 10. ...,
D2A, que, tras 11. T1T1D, T1T1A,
produce la posición de la variante
principal. Además de 11. ..., T1T1A,
se puede hacer 11. ..., P4CD, que
Besgyer hizo contra Geller y Bertok
en el torneo de Bled (1961). Si se
reemplaza 11. T1T1D por 11. P4R,
lo cual ocurrió en una partida An-
toschin-Lein (Sochi, 1964), el bando
negro cambia dos veces en la casilla
4R blanca y equilibra el juego:
Diagrama núm. 89
11. ..., PXPR; 12. CXP, CXC
(igualmente es aceptable 12. ..., P4A
70
efectuado en el encuentro Filip-
O'Kelly, La Habana, 1967, si bien
el plan de Lein parece más conve-
niente); 13. DXC, P4A (la posibi-
lidad de este contragolpe trae su
origen de la idea de 10. ..., D2A,
que permite defender el alfil y res-
ponder a 14. P5D con 14. ..., C3A);
14. D2R, A3AR; 15. T1T1D, AXC!;
16. A XA, T1T1D; 17. P5D, PXP;
18. AXP, AXA; 19. DXA.
Pero en la variante que venimos
analizando, si se sustituye dicho
movimiento con 11. P4R, tomar dos
veces en el escaque 4R blanco no
conviene a las n e g r a s : 11. ...,
PXPR; 12. CXP, CXC?; 13. DXC,
pues el alfil 2C no está defendido
y, por lo mismo, no se puede res-
ponder con 13. ..., P4A. Por otra
parte, la continuación P4R es pre-
matura, puesto que las negras equi-
libran el juego si hacen 12. ..., P4A!
en vez de 12. ..., CXC. Para poner
un ejemplo señalamos 13. C X C + ,
AXC; 14. C5C, AXC; 15. AXA,
T2A; 16. A2C, A3A (Botvinnik-
O'Kelly, XV Olimpiada, 1962).
11. ... D2A
En una de las partidas de la
competición para el campeonato del
mundo (1966), Spasski respondió a
Petrosian con 11. ..., P4CD.
Diagrama núm. 90
El objeto de esta diversión flan- obstante lo cual era lo más acepta-
queada es forzar a que se defina la ble para las negras); 15. D2R, A2C;
postura del peón 4A; las blancas 16. CXP, A4A; 17. P4CD! En eso
no sacan ninguna ventaja de tomar no conviene hacer 17. ..., AXP,
el peón 4C o el 4D. Caso que 12. debido a 18. CXP, PXC; 19. D5C,
C5R, las negras pueden operar por y las blancas ganan una pieza con
el centro: 12. ..., PCXP; 13. PXP, notoria ventaja; verbigracia: 19.
P4A.
..., A6A; 20. TXC, A3T; 21. TXD,
Por ello, la reacción de las pri- AXD; 22. TXT, T x T ; 23. T1A.
meras fue evidente: 12. P5A. Tras Por ello, las negras tuvieron que
lo cual el avance P4R blanco no desprenderse de este importante al-
supone ningún peligro para las ne- fil: 17. ..., AXC; 18. TXA, D2R;
gras. Pero aquéllas sacaron ventaja 19. T1A1D, C3A; 20. P5C. Las
de la posición: el alfil negro 2C blancas aventajan notoriamente a su
vio reducida su movilidad. adversario en la posición.
12. ..., P5C (a otra respuesta su- Convenía haber hecho 12. ...,
cedería P4CD como preparación de PAXP en vez de 12. ..., CXP; esto
la ofensiva contra el flanco de la es lógico por cuanto la torre está
dama negra); 13. C4T, A3T (aquí situada en 1A. En circunstancia tal,
se puede levantar el «muro de pie- la continuación 13. PXP, PXC;
dra», o sea hacer 13. ..., C5R); 14. 14. PXC pierde eficacia, pues sigue
C1R, A4C; 15. C3D, P4TD (el cam- 14. ..., T2A!, y la postura del peón
bio del alfil por el caballo hubiese negro 6A es más amenazadora que
facilitado y hecho posible que las la del blanco 7D. Y no se puede
blancas operasen activamente por hacer, por ejemplo, 15. AXP, por-
este flanco); 16. P3TD (a 16. P3A, que 15. ..., C5R.
con el fin de apoyar el avance P4R, Señalamos otro plan consistente
podía suceder 16. ..., D2A, y a 17. en 11. ..., T2A y el subsiguiente mo-
P4R seguir 17. ..., P x P ; 18. P x P , vimiento D1T.
P4R), P X P ; 17. A X P , T1C; 18.
T1T1C (convenía haber prestado 12. P4R
atención en 18. A1A, lo cual per-
mitía situar el alfil en 2D o en 4A Diagrama núm. 91
según conviniese), T1R (las negras
preparan el avance P4R); 19. C3A,
A3T; 20. T1A1D, A1AR; 21. P4R!,
PXP; 22. CXP (a 22. C5R sucedía
22. ..., CXC; 23. PX.C, A6D),
AXC! (de otro modo, procedería
23. C5R); 23. DXA, C4D. La si-
tuación de las blancas es digna de
preferirse; pero las negras pueden
igualar las posibilidades, gracias a
la sólida posición del caballo 4D.
En una partida Korchnoi-Reshevs-
ki (competición, 1968), donde se
produjo esta posición, aunque en
otro orden de movimientos, las ne-
gras continuaron 11. ..., P4A. A
12, PXPD respondió Reshevski con
el impreciso movimiento 12. ...,
CXP. Prosiguió 13. CXC, AXC; 12. ... PXPR
14. P4R, P X P (caso que 14
A2C; 15. P5D, las blancas mejoraban En la partida Ivkov - Chirich
su juego con el peón avanzado, no (Campeonato de Yugoslavia, 1963),
71
las negras no tomaron el peón 4R,
sino que prosiguieron 12. TR1D,
y las blancas tuvieron la preponde-
rancia luego de 13. T1A1R, C1A;
14. D1C, A5C?; 15. P5R, C5R; 16.
C X C , A X T ; 17. C6D, A5C; 18.
P5A! Es conveniente hacer 14. ...,
P4A y no 14. ..., A5C.
A 12. ..., D1C puede seguir 13.
C5CR, P3TR; 14. C3T, y se deja
libre el camino del peón AR (Bulat-
Yanoschevich, Campeonato de Yu-
goslavia, 1960).
Es interesante 12. ..., A3T, por-
que sigue, por ejemplo, 13. C2D,
P X P A (también se puede hacer 13.
..., P4CD); 14. P X P (14. C x P ,
P4C1), P4CD y satisface el juego
de las negras.
13. C X P CxC
Si 13. ..., P4A, puede suceder
14. P5D, P X P ; 15. C X C + , y si
15. ..., C X C (15. ..., A x C produce
la posición de la variante principal),
sigue 16. A5R, D1D; 17. C5C, con
peligrosa iniciativa de las blancas
(véase más abajo la partida Geller-
Chirich en que se produjo esta po-
sición por transposición de movi-
mientos).
14. D X C
Las blancas tienen cierta superio-
ridad espacial, y las negras pueden
contrapesarla si se defienden con
precisión.
14. P4AD
La continuidad 14. ..., C3A; 15.
D2A, P3TR no es tan eficaz, porque
16. T1A1R da a las blancas un jue-
go excelente.
15. P5D A3A
Esto es más preciso que 15. ...,
C3A, lo cual se hizo en la partida
Geller - Chirich (Campeonato de
Europa por equipos, 1961). Tras 16.
D2A, P X P ; 17. A5R!, D I D ; 18.
C5C, P3C; 19. P4TR, C4T; 20. A X P ,
72
A X A ; 21. T X A , D1R; 22. T1R,
D3A (22. .... P 3 A ; 23. A6D); 2 3 .
A2C, TR1R (a 23. ..., A3A sigue
24. C X P T ! , A X A ; 25. C x T , y así
sucesivamente); 24. C X P T ! , las
blancas emprendieron un ataque de-
16. D2A PXP!
En un encuentro Lendel-Sliva (Po-
lianiza-Zdrui, 1966) se hizo 16. ...,
A X A , lo que permitió a las blancas
realizar el contundente movimiento
de espera 17. P X P ! Continuó 17.
..., A5D; 18. P X C , D X P ; 19. CX A.
Las negras no quisieron desprender-
se del peón (19. ..., P x C ; 20. A X A ,
D x A ; 21. T x . P ) , y optaron por la
complicada variante 19. ..., A X A ;
20. C5A, D2C; 2 1 . C6D, D6A; 22.
T3D, D1T; 23. C X T , A X T ; 24.
C7R + , R1T, que se consideró total-
mente satisfactoria. Pues si las blan-
cas toman el alfil, las negras resta-
blecen el equilibrio material a s í :
25. R X A , D 8 T + ; 26. R2R, D5R +
y 27. ..., D X C . Por otra parte, las
blancas no pueden salvar a su rey de
la amenaza adversaria y su torre está
amenazada. Si cubren la diagonal
con el movimiento 25. T5D, sucede
25. ..., A6T y no se puede conti-
nuar 26. T5T, porque se da mate
a su rey.
¡Con todo, se efectuó 25. T5D,
y las negras hubieron de rendirse!
Pues a 25. ..., A 6 T procede 26.
D X P + , R X D ; 27. T5T, mate.
17. P X P AXA
18. D X A TD1D
A 18. ..., D3D sigue la eficaz
respuesta 19. C2D.
(Ver diagrama núm. 92)
Esta posición se consideró adversa
a las negras. Conclusión tal se de-
dujo de la partida Kramer-Fichtel
(XV Olimpiada, 1962), en que las
blancas vencieron tras 19. P6D, D1C
(no conviene 19. ..., D3A?, porque
20. C4T, D1A; 21. C5A); 20. T1A1R,
Diagrama núm. 92
C3A; 2 1 . T7R, C4D; 22. T X A ! ,
D X T ; 2 3 . C4T, T X P ; 24. C5A.
Pero el movimiento vigesimopri-
mero de las negras fue erróneo;
podían haber tomado el p e ó n : 21.
..., T X P ! ; 22. T X T , D X T ; 23.
T X A , D 8 D + ; 24. A1A, D x C ; 25.
T X P . Esta variante analítica se re-
pitió en el encuentro Geller-Neu
XXXIV Campeonato de la Unión
Soviética, 1967), que quedó tablas:
25. .... T1R; 26. D2D, C5R; 27.
D3R, D X D; 28. P x D, P3C; 29. T7C.
2) 9. ... A3T
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P 4 D ; 4. A2C, A 2 R ; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, C1C2D; 7. C3A,
P 3 A ; 8. P3C, P 3 C D ; 9. A2C.)
Contra los preparativos de las
blancas para maniobrar en el cen-
tro, planean las negras hacer con-
trajuego en el flanco de la dama y en
la diagonal 3TD-8AR. Con igual fi-
nalidad, se promovió el movimiento
9. ..., P 4 T D (variante 3), el cual su-
pone perder un tiempo.
10. C2D T1A
11. P4R
En la partida Panno-Ivkov (XII
Olimpiada, 1956) se hizo 11. T1A,
P4CD; 12. T1R, P C X P ; 13. P X P ,
C3C; 14. P5A, C5A; 15. C X C ,
A X C ; 16. D4T, T1C; 17. A3T, D1A;
las posibilidades son más o menos
iguales.
11. P4R ha venido considerándose
como un movimiento lógico. No obs-
tante, debe considerarse seriamente
el 11. P4TD, promovido por Larsen
en su partida con Rossetto (La Ha-
bana, 1967). La parte blanca no ope-
ra por el centro, sino por el flanco
de la dama, y su situación es digna
de preferirse al cabo de 11. ..., D2A;
12. D1C, T1D; 13. T1-1A, D1C;
14. P3R, A5C; 15. A3TD, A X A ;
16. T X A .
11. ... PXPA
Diagrama núm. 93
En el encuentro Najdorf-Golom-
bek (XII Olimpiada, 1956) sucedió
11. ..., P X P R ; 12. C 3 A X P , P4A;
13. P X P , C X P ; 14. C X C + , P X C
(a 14. ..., A x C ; 15. A x A , D x A
procede 16. P4CD, y las negras su-
fren pérdida material); 15. D4C + ,
R1T; 16. T1T1D, D2A. Si en vez de
17. C4R, C X C ; 18. A X C , A2C; 19.
A X P T , D3A; 20. T5D, P x T ; 2 1 .
D5T, R2C, tras lo cual la partida
quedó tablas. Si las blancas hubiesen
hecho 17. D4T! y a 17. ..., P4R pro-
seguido 18. C4R, C X C ; 19. A X C ,
P4A; 20. D5T habrían ganado la
Partida. Análisis.
73
 Referente a la variante que veni-
mos analizando, Keres opina que el
juego de las negras es satisfactorio,
independientemente de cómo jue-
guen las blancas. Veamos sus aná-
lisis:
1.º 12. C X P , A X C ; 13. P X A ,
P4R o 12 , P4CD; 13. C3R, P4A;
14. P5D (14. P5R produce la posi-
ción del tercer análisis), P5C; 15.
C2R, C3C, y la situación de las ne-
gras es plenamente satisfactoria.
2.º 12. P X P , P4R; 13. P5D,
P X P ; 14. P R X P , C4A o 14. ...,
C1R que les ofrece buen juego;
pero no 14. ..., A X P ? ; 15. C X A ,
T X C , porque 16. P6D.
3.º 12. P5R, C1R (12. ..., C4D;
13. P x P , C X C ; 14. A X C , P4CD
posibilita el sacrificio de una cali-
d a d : 15. P 5 A ! , P 5 C ; 16. A x P ,
A x T ; 17. D x A ) ; 13. C X P (a 13.
P X P sucede 13. ..., P4AD, y no se
puede continuar 14. P5D, porque
14. ..., C X P ) , P4CD; 14. C3R,
P4AD. Las negras tienen una buena
posición, pues a 15. P5D sigue 15.
.... C X P .
Pero en el análisis primero las
blancas pueden mejorar su juego
haciendo 14. P5D; en él, la posición
de éstas no carece de buenas pers-
pectivas si, después de 12. ..., P4CD;
13. C3R, P4A; 14. P5D, P5C; 15.
C2R, C3C, se hace el simple movi-
miento 16. T1R. Por otra parte, en
el análisis tercero es digno de te-
nerse en cuenta el movimiento 15.
P5D y, si 15. ..., C X P , el 16. C4R.
Análisis.
3) 9. ... P4TD
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P 3 R ;
3. P3CR, P 4 D ; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, C1C2D; 7. C3A,
P 3 A ; 8. P3C, P 3 C D : 9. A2C.)
Al igual que en la variante 2), las
negras se disponen a jugar A 3 T ;
mas pierden tiempo y se encuentran
en una situación embarazosa.
10. C2D A3T
10. ..., A2C; 11. P4R, P X P R ;
12. C2DXP, C X C ; 13. C X C da
74
a las blancas superioridad espacial.
11. P4R PXPA
Las complicaciones que origina la
continuación 11. ..., P4A; 12.
P R X P , P A X P ; 13. C5C! redundan
en provecho de las blancas. Para
citar un ejemplo, señalaremos 13.
..., A X C ; 14. P X P o 13. ..., P X P ;
14. C X P , TÍA; 15. T1R, y así su-
cesivamente.
12. P5R!
Diagrama núm. 94
Este enérgico movimiento es el
único que da a las blancas la supe-
rioridad. Porque 12. P X P , P4R si-
túa a las negras en una posición
satisfactoria, y 12. C X P , A X C ; 13.
P X A , P4R les proporciona un im-
portante punto de apoyo en el cen-
tro y les asegura contrajuego.
La partida Keres-Beck (Kemeri,
1937) continuó 12. ..., C4D; 13.
P X P , C X C ; 14. A X C , TÍA; 15.
T1R (que dificulta el avance P3A y
permite responder a 15. ..., P4AD
con el ventajoso movimiento 16.
P5D), P4CD (cualquier otra conti-
nuación daría pronto a las blancas
una ventaja decisiva en el centro);
16. P5A, P3A (amenazaba la ma-
niobra C2D-4R-6D, y el juego abier-
to manifestaría en seguida la supe-
rioridad de la posición de las blan-
cas); 17. P X P , A X P ; 18. C4R, P5C;
19. A2C, P4R; 20. C6D, P X P ; 21.
C X T , C X P ; 22. D5T¡ Las blancas
realizan un fuerte ataque. A 22. ...,
C5T o 22. ..., C6D sigue 23. A4R.
Este análisis se debe a Keres.
2 13. D X C , C3A; 14. D2A, C4D.
8. D3D
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P 3 R ;
3. P3CR, P 4 D ; 4. A2C, A 2 R ; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, C1C2D; 7. C3A,
P3A.)
De esa manera, las blancas de-
fienden el peón 4A y, al propio tiem-
po, preparan el avance P4R. El mo-
vimiento 8. D3D lo empleó por
primera vez Botvinnik contra Tayloi
en el torneo de Nottingham (1936),
y Alekhine lo consideró como uno
de los más eficaces. Sin embargo, la
práctica mostró posteriormente que
no entraña peligro para las negras.
8. ... P3CD
9. P X P
Si se hace inmediatamente 9. P4R,
las negras responden con 9. ..., A3T
y se benefician de ello.
En la partida de referencia suce-
dió 9. P3C, A2C (también aquí debe
atenderse a 9. ..., A3T); 10. P4R,
P X P R ; 11. C X P , P4A; 12. C3A,
P X P ; 13. D X P . La desacertada con-
tinuación 13. ..., C1R hizo que las
blancas tuviesen la preponderancia:
14. T1D, A3AR; 15. D3R, D2R; 16.
T1C (este movimiento origina la
amenaza 17. C4R y 18. C x A - + ) ,
C4A; 17. A3TD. «Convenía haber
jugado 13. ..., C4A y no 13. ...,
C1R; veámoslo: 14. T1D, D x D ;
15. C X D , T R I A D , y las negras
tienen suficientes medios defensi-
vos», dice Alekhine.
9. ... PAXP
Caso que 9. ..., P R X P ; 10. P4R!,
P X P ; 11. C X P , A2C; 12. T1D, la
situación del bando blanco sería
poco más desahogada. La partida
Antoschin-Bobotsov (Sochi, 1963)
prosiguió 12. ..., T1R?; 13. C3A,
P4A; 14. A4A (14. P5D también
es valedero), P X P ; 15. C X P ; la
parte blanca preponderó. Y la negra
no debía haber hecho 12. ..., T1R,
sino 12. ..., P4A o 12. ..., C X C ;
10. A4A P3TD
11. P4TD A2C
El encuentro Antoschin - Kreme-
netski (Moscú, 1963) continuó 12.
TRIA, C5R; 13. T2A, T1A; 14.
T1T1AD, P4CR; 15. A2D, P4A; jue-
go tirante y con igualdad de posibi-
lidades.
3
8. D3C
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P 3 R ;
3. P3CR, P 4 D ; 4. A2C, A 2 R ; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, C1C2D; 7. C3A,
P3A.)
La postura de la dama en 3C y
los posteriores movimientos A4A
y PA X P ocasionan una de aquellas
posiciones en que el alfil «catalán»
representa un papel pasivo durante
un tiempo. A pesar de ello, las ne-
gras difícilmente logran contrajuego
en esta variante, y tienen que opo-
ner una defensa precisa para evitar
toda dificultad.
8. ... P3CD
9. P X P
En un encuentro Antoschin-Spas-
ski (Leningrado, 1955), la parte blan-
ca continuó 9. T1D y, después de
9. ..., A3T; 10. P X P , P A X P , trató
de hacerse con la iniciativa, median-
te 11. C5CD, C5R; 12. A4A; pero la
negra logró empatar de un m o d o
original:
75
 Diagrama núm. 95
12. ..., C2D4A!; 13. PXC,
CXP5A; 14. D4C, C6D!
9. ... PAXP
En las competiciones Korchnoi-
Kan (XX Campeonato de la Unión
Soviética, 1952) y Korchnoi-Lówen-
fisch (campeonato por equipos del
Consejo Central de los Sindicatos
de la U. R. S. S., 1953), las negras
hicieron 9. ..., PR X p. Prosiguió 10.
A4A, A2C; 11. T1T1D, T1R (hay
que tener en cuenta la continuación
11. ..., C4T; 12. A1A, D2A y el
subsiguiente movimiento 13. ...,
T1T1D, recomendado por Lowen-
fisch); 12. T1A1R. El plan estraté-
gico de las blancas consiste en im-
pedir el avance P4A, que franquea
el juego, para lo cual han situado
sus torres en 1D y en 1R; preparan
el avance P4R.
(Ver diagrama núm. 96)
Korchnoi-Kan: 12. ..., C1A; 13.
A5C, C3R; 14. A1A, D2A; 15.
C5CR, CXC; 16. AXC. En vez de
16. ..., T1T1D; 17. D2A que hizo
que las blancas preponderasen, de-
bía efectuarse 16. ..., C5R y, si 17.
A4A, 17. ..., A3D.
Korchnoi - Lowenfisch: 12. ...,
P4TD (cuyo obejto es responder a
76
Diagrama núm. 96
13. P4R con 13. ..., A5C);. 13.
P3TD. Al decir de Lowenfisch, en
lugar de 13. ..., A1AR (como suce-
dió en la partida); 14. C5R, CXC;
15. AXC, P4CD; 16. AXC!, DXA;
17. P4R, P5C; 18. P x p , PXP (18.
..., AXP; 19. P x P , T x T + ; 20.
T x T , P x P ; 21. A x P supone per-
der un peón); 19. C4T, PXP; 20.
C5A!, AXC; 21. P X A que da a las
blancas una superioridad importan-
te, tenía que haberse hecho 13. ...,
P4CD y, si sucedía 14. C5R, 14. ...,
P5T; 15. D2A, P5C, con juego com-
plejo e igualdad de posibilidades.
Pero, según Ravinski, las blancas
pueden reemplazar 14. C5R por 14.
P4R!; a 14. ..., PXP responder con
15. C5C, y a 14. ..., C x p hacerlo
con 15. CXC, PXP; 16. C5R! En
ambos casos, las perspectivas del
bando blanco son buenas.
10. A4A P3TD
11. T1T1A P4CD
Las blancas pueden impedir este
movimiento con 11. P4TD.
12. P4TD P5C
13. C1C C1R
14. C1C2D A2C
A esta posición llegó la parti-
da Gligorich-Eliskazes (Estocolmo,
1952). Las posibilidades se contra-
pesaron al cabo de 15. C5R, CXC;
16. PXC, P4TD; 17. C3A, C2A;
18. A3R, D2D; 19. C1R, TRIAD;
20. C3D, C3T. Se puede substituir
18. A3R con 18. C4D.
c Defendiendo el peón 4A, las blan-
7. ... P3CD
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, C1C2D; 7. C3A.)
Las negras no están dispuestas a
perder tiempo en el movimiento
P3A, sino que quieren hacer P4A.
La partida Smislov-Simaguin (Cam-
peonato de Moscú por equipos,
1966) continuó 8. P3C, A2C; 9. A2C,
P4A. Y las blancas tuvieron la pre-
ponderancia al proseguir 10. PAXP
(a 10. P3R responden las negras con
10. ..., T1A y atacan indirectamente
el peón 4A), CXP (contra 10. ...,
P R x P es eficaz 11. C5R); 11. T1A,
T1A; 12. CXC, AXC; 13. D3D,
PXP; 14. AXP, TXT (14. ..., A3AR
es mejor); 15. TXT, C4A; 16. D3A.
La simplificación del juego no alivió
la situación de las negras: 16. ...,
A3AR; 17. AXA, DXA; 18. DXD,
PXD. Pues, luego de 19. P4CD,
las blancas se aseguraron el dominio
de la vertical abierta AD para su to-
rre: 19. .... C5T; 20. P3TD, P4TD;
21. C4D (hay que destruir la sólida
posición del alfil adversario). A X A;
22. RXA, PXP; 23. PXP, T1D;
24. P3R, T2D; 25. R3A. Las negras
impidieron que la torre adversaria
ocupase la segunda horizontal de
ellas; sin embargo, carecen de con-
trajuego, y el final es, sin duda,
favorable a las blancas.
13. ..., A3AR (el avance P4R
blanco no es peligroso) o 13. ...,
A2C equilibra las posiciones. En
todo caso, la continuación 8. P3C no
aspira a mucho y casi no amenaza
a las negras. 8. P X P parece ser más
idóneo.
B
7. D2A
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, C1C2D.)
Esta continuación es la más usual.
cas se disponen a efectuar el avance
P4R, mediante C1C2D o A4A y
C3A2D. Se puede también efectuar,
por medio de P3C y C3A, que he-
mos visto en la variante b, I, A de
este capítulo.
Las negras pueden reforzar el
peón central con 7. ..., P3A, y, tras
P3CD, A2C y T1A, preparar el con-
tragolpe P4A, que franquea el jue-
go; igualmente pueden situar el
alfil de la dama en 3T. En estos
últimos tiempos ha probado su efi-
cacia la variante en que efectúan
P4CD después de P3A. Estas con-
tinuaciones se hallan en la varian-
te a, la cual analizaremos seguida-
mente.
La contienda toma otro carácter
cuando las negras no hacen 7. ...,
P3A, sino 7. ..., P3CD (b) o con-
traatacan de seguida en el centro
con 7. ..., P4A (c).
7. ..., PXP deriva a una de las
ramificaciones de la variante abierta.
a
7. ... P3A
1
8. CD2D
Las blancas tienen otras posibili-
dades: 8. P3C (2); 8. A4A (3), y
8. T1D (4).
8. ... P3CD
En el encuentro Botvinnik-Rabi-
novich (semifinal del XI Campeona-
to de la Unión Soviética, 1938) su-
77
cedió 8. ..., P4CD. De este movi-
miento proviene la idea de Bes-
gyer realizada en sus dos partidas
con Geller y con Bertok, respecti-
vamente, en el torneo de Bled
(1966); la partida Petrosian-Spasski
(competición para el Campeonato
del Mundo, 1966), y la Geller-Larsen
(competición de 1966).
Diagrama núm. 97
Continuó 9. P5A, D2A (aún es
prematuro hacer 9. ..., P 4 R ; 10.
P x P , C5C, porque sucede 11. C3C,
C 2 D X P R ; 12. C x C , C x C ; 13. C4D
y las amenazas 14. P4A, 14. A4A y
14. P 4 R ! ) ; 10. C3C, P4R; 11. C X P ¡ ,
C X C ; 12. A4A, C3A5C (a 12. ...,
C3A2D procede 13. P 4 R ! ) ; 13. P4R
(si 13. A3T, sigue 13. ..., P4C!),
P X P (no conviene hacer 13. ...,
A3R, porque 14. P x P , A X P ; 15.
A X A , P x A ; 16. P x C , y si 16. ...,
C x P , entonces 17. C4D); 14. A X P
(14. D x P , A3R; 15. A x C , C x A ;
16. P x C , A X C ; 17. P x A , A x P ;
18. TD1A redunda igualmente en
beneficio de las blancas), P3A (se
cernía el peligro 15. P X C , C x P ;
16. C4D y 17. TR1R, y a 14
P 4 A ; 15. A2C, A2D seguía 16.
P X C , C x P ; 17. C4D, con superio-
ridad de las blancas); 15. P X C ,
P X P ; 16. A X P + , R1T; 17. A2D,
A3R, y 18. P3A, C3A; 19. A5C dio a
las blancas la preponderancia (a 19.
78
..., A5A sucede 20. A3D, A 3 R ;
2 1 . A5T).
Las dos siguientes continuaciones
satisfacen el juego de las negras:
9. P3C, P C X P ; 10. P X P , A3T;
a 11. D4T sigue 11. ..., D1A y el
subsiguiente 12. ..., C3C.
9. P4R, P C X P ; 10. P5R, C1R; 11.
P3C, P X P ; 12. D X P A , P7C!; 13.
A X P, T1C y, luego, C3C y A3T. Este
análisis se debe a V. Alatortsev.
1) 9. P4R
El movimiento 9. P3C tiene valor
independiente, si las blancas no ha-
cen luego el P 4 R ; ello se puede ver
en la siguiente variante 2) 9. P3C.
Caso que 9. ..., A2C; 10. A2C, T1A;
11. P4R, el juego se reduce a la va-
riante principal.
9. T1D, A2C; 10. P4R.
Diagrama núm. 98
10. ..., T1A (el cambio en el es-
caque 4R blanco se analiza en los
comentarios sobre el movimiento
9. ..., A2C en la variante principal);
11. P3C, P4A; 12. P R X P , P R X P ;
13. A2C, P D X P ; 14. C X P , P4CD;
15. CD5R, P X P ; 16. D2R,. C X C ;
17. D X C , A X C , y los dos conten-
dientes acordaron que quedase ta-
blas (Petershon-Lein, XXXII Cam-
peonato de la Unión Soviética,
1964). O 11. ..., D2A (en vez de
11. ..., P4A); 12. A2C, TR1D; 13.
T1T1A, D1C; 14. D3D. Aquí pue-
den las negras elegir entre la tiran-
te continuación 14. ..., C4A!?; 15.
P X C , P X P R ; 16. D2R, P X C ; 17.
D X P , P X P y la tranquila 14. ...,
P X P R ; 15. C X P , P4A; 16. C X C + ,
A X C , con juego más o menos igua-
litario.
14. D1C se ciñe más al espíritu de
la variante que 14. D3D, aun cuando
las negras mantienen el equilibrio:
14. ..., P4TD (14. ..., D1T? no con-
viene por cuanto 15. P5A!, P X P ;
16. A3TD); 15. C5R, D1T; 16.
P3TD, P X P R ; 17. CXPR, P4A; 18.
C x C + (la compleja continuación
18. C x C 2 D , T x C ; 19. P5D, C x C ;
20. A x C , P3C; 21. T1R, P x P ; 22.
A5A, TA1D; 23. A x T , T x A hace
que las blancas ganen una calidad,
pero el debilitamiento de su diago-
nal 1TR-8TD brinda a las negras
excelentes posibilidades de ataque),
C X C ; 19. A X A , D X A ; hay igual-
dad de oportunidades.
10. ..., D1C; las negras no quie-
ren perder el tiempo en la maniobra
D1D-2A-1C, y se disponen a situar
la torre del rey en el escaque 1AD.
Diagrama núm. 99
11. P5R (caso que 11. P3C, T1AD;
12. A2C, P4A, las negras tienen un
juego con estricta sujeción a lo
justo), C1R; 12. P X P (12. P3C pa-
rece más lógico), P A X P ; 13. C1A,
D1A; 14. D X D , T X D ; 15. C1R,
C2A. La posición de las negras es
preferible en cierto modo (Shanswit-
TrifunoVich, IX Olimpiada, 1950).
El cambio de damas fue inútil; 14.
D1C ofrecía ciertas perspectivas a
las blancas.
9. P X P , P A X P ; 10. D6A, TIC no
promete nada al bando blanco, pues
la dama tiene que retirarse.
9. ... A2C
Un cambio «general» en el es-
caque 4R daría a las blancas supe-
rioridad espacial en el c e n t r o : 9.
..., C X P ; 10. C X C , P X C ; 11. D x P ,
A2C; 12. T1R, T1R (si 12. ..., C3A;
13. D2R, P4A, sucede 14. P5D, y
la situación de la parte blanca es
excelente); 13. D2A. De esa manera
transcurrió la partida Bondarevski-
Lisitsin (XII Campeonato de la
U. R. S. S., 1940).
13. .... P4AD; 14. C5C, A X C ;
15. A X A 2 C , T1C; 16. A X A , D X A ;
17. A6A, TR1D; 18. P4A, D5C;
19. P5D mejora la situación de las
blancas. La partida en cuestión pro-
siguió 13. ..., P3C, y 14. A 4 A ,
P4AD; 15. P5D!, P X P ; 16. P X P ,
A3AR (si 16. ..., A X P , sucede 17.
T1T1D, y las negras perecen en su
atadura); 17. T X T + , D X T ; 18.
T1R puso al bando negro en una
situación llena de inconvenientes.
9. ..., P X P R ; 10. C X P , A2C; 11.
T1D, C X C ; 12. D X C , C3A; 13.
D2R, D2A; 14. A4A, A3D; 15. C5R,
C2D; 16. P5A!; las blancas tienen la
preponderancia. La partida Welt-
mander-Sherdiev (1949) es una ca-
racterística de esta variante; en ella
se prosiguió 16. ..., A X C ; 17. A X A ,
C X A ; 18. P X C , T1T1D; 19. T6D,
P X P ; 20. T1T1D, D3C; 21. A4R,
P3C; 22. P4TR, T X T ; 23. P X T ,
A3T; 24. D2A, T1D; 25. P5T, D4C?;
26. D3A (26. P x P y el subsiguiente
27. A X PC también decidían la con-
tienda), T2D; 27. P6T, P4A; 2 8 .
D6A, D5A; 29. A5D!, y las negras
se rindieron.
En el encuentro Smislov-O'Kelly
79
(La Habana, 1967), el juego se de-
sarrolló también favorablemente a
las blancas; en él se reemplazó 12.
..., C3A por 12. ..., T1R, y siguió
13. A4A, T1AD; 14. T1T1A.
Puede decirse que el cambio en
4R no conviene a las negras mien-
tras no hayan desplegado el flanco
de su dama.
Señalamos otra posibilidad de las
negras: 9. ..., A3T a lo que puede
seguir 10. P3C (si 10. D4T, procede
10. .... A x P ; 11. C x A , P4CD, y
10. T1R, T 1 A ; 11. P5R, C1R; 12.
P X P , P A x P ; 13. D4T, C1C n o
beneficia a las blancas), P4A; 11.
P R X P , P R X P ; 12. T1D, T1A; 13.
A2C, P X P A ; 14. P C X P , P X P ; 15.
C x P y el subsiguiente 16. C5A o
16. C6A; las blancas tienen más
oportunidades (Voronkov - Antos-
chin, semifinal del XXIV Campeo-
nato de la Unión Soviética, 1956).
10. P3C
Las blancas sostienen la presión
en el centro y terminan el desplie-
gue del flanco de su dama.
10. P5R, C1R no entraña peligro
para las negras.
Diagrama núm. 100
11. P X P , P A X P ; 12. T1R, D2A;
13. D X D , C X D ; 14. C1A, y las
posibilidades son más o menos igua-
80
les (Nettorp-Neustadt, competición
por correspondencia entre Suiza y la
Unión Soviética, 1966-1967).
11. P3C, T1A; 12. A2C, C2A; 13.
TD1D, D1R; 14. TR1R, P3TR;
15. D1C, P4AD, y la situación es
aproximadamente igual (Ragosin-
Chistiakov, Campeonato de Moscú,
1947). Puede sustituirse 12. ..., C2A
con 12. ..., P4AD, y proseguir 13.
P X P D , P A X P ; 14. D1D, A X P ; 15.
A X P , D2A; 16. T1A, D2C!; 17.
D2R, C2A; 18. C4A, TR1D; 19.
TR1D, C1R; 20. A2C (Kotlerman-
Gorenstein, 1950). Y el oportuno
movimiento 20. ..., C4A facilitó el
juego de las negras.
Es prematuro intentar hacerse
con la iniciativa, mediante 10. C5R.
Pues en el encuentro Pirtsjalaba-
Makagonov (Campeonato de Geor-
gia, 1941), las negras aventajaron
a su contrincante en la evolución de
la partida al cabo de 10. ..., T1A;
11. P3C, P4A; 12. P R X P , P R X P ;
13. C X C , D X C .
10. ... T1A
Esta continuación es la que más
se usa. Advertimos que ahora la
situación es más favorable que en
el noveno movimiento para efec-
tuar el cambio en la casilla 4R
blanca. Por ejemplo: 10. ..., P X P R ;
11. C X P , P4A; 12» C X C + , A X C
(caso que 12. ..., C x C ; 13. A2C,
P X P ; 14. C x P , A x A ; 15. R x A ,
la posición de las blancas ofrece
mejores perspectivas, no obstante
haberse simplificado; fragmento de
la partida Schaitar - Bondarevski,
competición Praga-Moscú, 1964);
13. C5C, A X C ; 14. A X A 2 C , T1C;
15. A X A , D X A ; 16. A6A, TR1D.
A diferencia de la posición del en-
cuentro Bondarevski - Lisitsin, que
hemos visto en líneas anteriores, la
torre blanca está situada en la ca-
silla 1AR y no en la 1R. La posición
de las blancas es poco más prefe-
rible.
11. A2C P4A
Este avance puede diferirse y Diagrama
reemplazarse por 11. ..., D2A.
Diagrama núm. 101
12. TR1R, TR1D; 13. TD1A,
D1C; 14. D1C, D1T; 15. P3TD (Go-
lombek-Miiller, Venecia, 1950). Las
negras tienen dos continuaciones:
15. .... PXPR; 16. CXP, P4A, y
15. ,.., A1A y, luego P4A.
12. TAR1D, TAR1D; 13. T1T1A,
D1C lleva a la posición de la va-
riante 9. T1D analizada en 1) 9.
P4R.
Tras 11. ..., PXPR; 12. CXP,
CXC; 13. DXC, se produce la po-
sición que hemos visto en el párrafo
siguiente a 9. ..., A2C.
12. PRXP PRXP
13. PDXP
13. D5A es prematuro por cuanto
13. .... PXPA; 14. CXP, A5R; 15.
D4A, P4CD ofrece buen contrajue-
go a las negras. La partida Fiihrman-
Z a g o r o v s k i (Campeonato de la
Unión Soviética por equipos, 1951)
continuó 16. C3R (16. C6D, A x C ;
17. DXA, P5A; 18. P x P , P x P ;
19. T1T1A, C3C mejora la posición
de las negras), P5A!; 17. PXP, PXP;
18. T1T1A, C3C; 19. A3TR (19.
C5R, A x A debilita las casillas blan-
cas), T2A; 20. C5R, C3C4D. Las
negras tienen la superioridad.
núm. 102
¿Con qué tomar el peón? A 13.
..., C X P sigue la eficaz continua-
ción 14. C5C, P3C; 15. D3A!, P3TR;
16. C3T, y las blancas tienen la pre-
pondei.incia (Schamkovich-Moiseiev,
Campeonato de la Unión Soviética
por equipos, 1951).
Es factible 13. ..., A X P ; 14. D5A,
T1R; 15. TD1D. Una partida Neus-
tadt-Bakulin (Moscú, 1956) prosi-
guió 15. .... D2A: 16. T1A, P X P ;
17. C X P , A5R; 18. D3T, A6D; 19.
TAR1D, A7R; 20. T1R, TAD1D;
21. C4D, A5CR; 22, D4T, y las blan-
cas tuvieron la superioridad. Pero
el movimiento 18. ..., A6D fue de-
sacertado; lo oportuno era 18. ...,
D2C, que situaba a las negras en
una posición satisfactoria.
En la partida Lubenski-Stoliarov
(Campeonato de Ucrania, 1954) se
hizo 16. P X P (en vez de 16. T1A),
A X P ; 17. C5C, y las blancas ame-
nazaron seriamente después de 17.
... A X A ; 18. R X A , D3A + ; 19.
R1C, T2R; 20. CD4R. Con todo, las
negras habrían evitado las dificul-
tades, si hubieran hecho 19. ...,
P3TR y no 19. .... T2R.
Como las partidas en que se hizo
13. ..., A X P terminaron desfavora-
blemente para las negras, se opinó
que 13. ..., P D X P era la continua-
ción justa. Opinión fundada en el
encuentro Lilientahl-Simaguin (Cam-
81
peonato de Moscú, 1949), que prosi-
guió 14. CXP, A5R; 15. D2R, CXP;
16. TR1D, D2A; 17. A5R. En eso
hizo Simaguin 17. ..., D2C, y, tras
18. A X C, se vio forzado a tomar el
alfil con el peón. Naturalmente, 18.
..., PXA; 19. C4T dio a las blancas
una ventaja considerable. En los
comentarios sobre esta partida, Si-
maguin dice que 17. ..., D3A (en
lugar de 17. ..., D2C); 18. C4D,
D1T; 19. A3T, TD1D origina una
lucha tirante y con igualdad de opor-
tunidades.
Pero los movimientos decimocta-
vo y decimonoveno de las blancas
no son forzados. Según Ravinski,
18. C6D (en vez de 18. C4D) da la
ventaja a las blancas, y, luego de
18. C4D, D1T, éstas pueden dar el
eficaz golpe táctico 19. C5A!
2) 9. P3C
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, C1C2D; 7. D2A,
P3A; 8. C1C2D, P3CD.)
9. ... A2C
A. Sokolski ha propuesto el si-
guiente plan: 9. ..., A3T y, después,
T1A, o hacer de seguida 9. ..., P4TD
y responder a 10. A2C con 10. ...,
A3TD.
Diagrama núm. 103
82
11. C5R, T1A; 12. P4R, P4A; 13.
PRXP, PRXP; 14. D5A, PXPD;
15. CXC, DXC; 16. DXD, CXD;
17. AXPD, C3A, con igualdad de
oportunidades (Novotielnov-Sokols-
ki, Moscú, 1947).
11. P4R, T1A; 12. TAR1D, D2A;
13. T1T1A, D1C; 14. D1C, TAR1D;
las posibilidades de uno y otro ban-
do son equivalentes (Stahlberg-Ma-
tanovich, Beverwejk, 1958).
11. TR1R, T1A; 12. P4R, P4A;
13. PRXP (13. PXPD, P R x P ; 14.
P5R también es valedero), PRXP
(Taimanov-Sokolski, XVII Campeo-
nato de la Unión Soviética, 1949).
Aquí conviene tener en cuenta la
continuación 14. D5A.
10. A2C T1A
Diagrama núm. 104
Caso que 10. ..., P4A; 11. PXPA!,
CXP; 12. TR1D, T1A (Kopaiey-
Levitas, campeonato del Consejo
Central de los Sindicatos, 1938),
las blancas preponderan tras 13.
C5C!, P3C; 14. D3A!
11. P3R, PXPD; 12. PRXP, T1A;
13. C5R, D2A o 11. .... PXPA; 12.
PCXP, D2A, TR1D y TD1A es me-
nos ventajoso para aquéllas.
En la posición del diagrama pre-
cedente, 11. P4R reduce el juego al
de la variante 1) 9. P4R.
Si sucede 11. TR1D o 11. T1T1A,
las negras disponen de la conocida
maniobra D1D-2A-1C, que, aunque
da cierta superioridad espacial a las
blancas, las sitúa en una posición
sólida.
En el encuentro Averbach-Bijovs-
ki (Campeonato de Moscú, 1964), el
bando negro respondió de seguida
a 11. T1T1A con 11. ..., P4A y a
12. D1C con 12. ..., PXPA; 13.
CXP, T2A. Al cabo de 14. TR1D,
D1A; 15. PXP, AXP; 16. C6D,
AXC; 17. TXA, T X T + ; 18. D x T ,
A4D, el blanco no efectuó el cambio
de las damas, sino el curioso sacri-
ficio de una calidad: 19. C4T, D1C;
20. TXC, CXT; 21. AXA, P x A ;
22. C5A, P3A; 23. D6A, C4R (23.
..., C4A; 24. P4C); 24. D6R + , R1T;
25. D7R, T1C; 26. C6D, P3TR; 27.
AXC, PXA; 28. DXPR, y su po-
sición es digna de preferirse.
2 9. C1C2D
8. P3C
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, C1C2D; 7. D2A,
P3A.)
8. ... P4CD
Diagrama núm. 105
Si sucede 8. ..., P3CD; 9. A2C,
el juego se reduce a las variantes
ya analizadas, y cuya característica
fundamental es la postura de la da-
ma blanca en la casilla 2A.
El orden de movimientos en que
las blancas sitúan la dama en dicha
casilla y el alfil en la 2C, sin definir
todavía la posición del caballo de la
dama, tiene cierto sentido: a 9. ...,
A3T continuar 10. C1C2D, y a 9.
..., A2C proseguir 10. C3A. Así ju-
gó Korchnoi en la competición con
Reshevski (1968); su posición se
ha analizado anteriormente.
Hemos hablado de la diversión
flanqueada P4CD. En el orden de
movimientos referido, 8. ..., P4CD
fue usado por Larsen en su partida
con Geller (competición 1966); an-
teriormente, la usó Zuidema contra
Van Schellting en el torneo de Be-
verwijk (1964).
Merece atenderse a 9. P5A, de
igual modo que en otras partidas
en que las negras hicieron P4CD.
El intento de contrarrestar in-
mediatamente el movimiento 8. ...,
P4CD, por medio de 9. PXPC, PXP;
10. D6A, T1C; 11. A4A, no tiene
éxito: 11. .... T3C; 12. D2A, A2C;
si 13. A7A, entonces 13. ..., D1A
y el subsiguiente movimiento T3A.
9. A4A complica la lucha. Pues,
tras 9. ..., PCXP; 10. PXP, A3T;
11. C1C2D, P4A?¡; 12. C5R!, el
juego redunda, por lo visto, en be-
neficio de las blancas. Van Sjelting
ofrece el interesante análisis: 12.
..., PXPD; 13. C6A, D1R; 14. D4T,
C4A; 15. C X A + , DXC; 16. D3T,
C3A2D; 17. PXP, P4R; 18. C4R,
PXA; 19. P6D, D4R; 20. CXC,
CXC; 21. AXT, TXA (o 21
A X P; 22. TAR1AD, C6D; 23. P7D,
con ventaja para las blancas); 22.
T1T1A.
9. ... PCXP
10. PXP A3T
11. A2C T1C
83
 12. T1T1C D4T
13. A3A A5C
14. TXA
Si las blancas no precipitan los
acontecimientos y prosiguen 14.
T3C, 14. ..., T3C refuerza la posi-
ción de las negras.
14. ... TXT
La partida Geller-Larsen (competi-
ción de 1966) continuó 15. T1A (y
no 15. P3TD, porque 15. ..., D5T),
D5T; 16. A XT, DXA; 17. P3R,
T1A; 18. D3C. D4T; hay igualdad
de posibilidades.
También equilibró el juego 15.
A XT, DXA; 16. T1C, D4T; 17.
A1A, P4A; 18. PXPD, CXP; 19.
C3C, D6A; 20. D1D, PXP; 21. DXP,
DXD; 22. C3CXD (Van Schellting-
Zuidema, Beverwijk, 1964).
3 partida Petrosian-Botvinnik se ma-
8. A4A
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, C1C2D; 7. D2A,
P3A.)
Este movimiento fue acogido fa-
vorablemente después de la com-
petición Petrosian-Botvinnik (1963).
Con anterioridad a ella, se estimó
que las negras podían simplemente
responder con 8. ..., P3CD.
(Ver diagrama núm. 106)
9. C3A2D, A2C; 10. P4R, T1A;
11. C3AD, P4A, y las negras tienen
b u e n contrajuego (Novotielnov-
Averbach, XIX Campeonato de la
U. R. S. S., 1951).
9. T1D y, si 9. ..., A2C, 10. C5R
ofrece a las blancas mejores pers-
pectivas. En la partida Polugaievski-
Averbach (XXXI Campeonato de la
Unión Soviética, 1963), el bando
blanco preponderó a lo último de
10. ..., C4T; 11. C2D, CXA; 12.
PXC, T1A; 13. CD3A, CXC; 14.
84
Diagrama núm. 106
CXC, A3D; 15. D4T, P3TD; 16.
D3C, PXP; 17. CXP5A, P4CD; 18.
CXA, DXC; 19. D3R, TR1D; 20.
T1T1A.
En muchos comentarios sobre la
nifestó el parecer de que 9. PXP,
PAXP; 10. A7A, D1R; 11. C3A
daba a las blancas una ventaja con-
siderable. Acaso ello motivó que
Botvinnik rehusase el movimiento
8. ..., P3CD. Pero verdad es que la
iniciativa de aquéllas tiene carácter
pasajero. Para citar un ejemplo se-
ñalaremos que, tras 11. ..., A3T;
12. D4T, D1A; 13. T1T1A, D2C
(es interesante asimismo 13. ...,
A5A), las negras resuelven satisfac-
toriamente el planteamiento de la
apertura. A 14. C5CD sucede 14.
..., T1T1A. Este análisis se debe a
G. Ravinski.
Por ello, el movimiento 8. ...,
P3CD es factible:
En la partida de referencia hizo
Botvinnik 8. ..., C5R, pasando de
ese modo a la estructura conocida
por el nombre de «muro de piedra».
Prosiguió 9. C3A, P4CR.
En el encuentro Lendel-Pogach,
jugado posteriormente (Campeonato
de Hungría, 1964), sucedió 9. ...,
P4AR; 10. T1T1C, P4TD; 11.
TAR1D, D1R; 12. C1R, P4CR; 13.
Al A, D4T; 14. CXC, PAXC; 15.
P3A, C3A; 16. D2D, P3T; 17. P3C, (Campeonato de Leningrado, 1963)
A3D; posición compleja y con po- se hizo 9. ..., P4TD en vez de 9.
sibilidades para uno y otro bando. ..., A3T. Prosiguió 10. A4A, A3T;
10. A1A, P4AR; 11. P3C, A3A 11. C1C2D, C4T; 12. P4R, CXA;
11. ..., C3D parece más eficaz, pues 13. PXC, C3A; 14. C5R, T1A; 15.
permite situar el caballo en la ca- D3D, PCXP; 16. PCXP, P4A, con
silla 2A); 12. A2C, A2C; 13. T1T1D, equivalencia de posibilidades.
T2A; 14. CXC!, PAXC; 15. C1R, 8. ..., P3CD; 9. P3C, A2C se re-
C1A; 16. P3A, PXP3A; 17. AXP, duce a las posiciones analizadas an-
A2D; 18. C3D; las blancas tienen teriormente. Asimismo es factible 9.
la preponderancia. 12. ..., D2R, para C5R o 9. A4A, A2C; 10. C5R, que
situar luego la dama en el escaque produce la posición de la partida
2C, era una solución relativamente Polugaievski-Averbach inserta en la
más aceptable que 12. ..., A2C. variante 3. En el encuentro Flesch-
Con objeto de levantar el «muro Spasski (Sochi, 1967) se hizo 10.
de piedra», es digno de atención C1C2D, C4T; 11. A3R, P4AR.
8. ..., C4T. Por ejemplo: 9. A2D, Veamos ahora un original plan
P4AR; 10. C5R, C4T3A. Si las blan- que Zagorianski propone para aco-
cas hacen 9. P5A en vez de 9. A2D, meter al flanco de la dama: 9.
sucede 9. ..., CXA; 10. PXC, D2A. P4TD.
La partida Tolusch-Averbach (XVIII
Campeonato, de la U. R. S. S., 1949)
Diagrama núm. 107
continuó 11. D2D, P3CD; 12. P4C,
A3T (si 12 P4TD, sucede 13.
PAXP, DXP; 14. PXP); 13. D3R,
PXP; 14. PCXP, T1T1C; 15. R1T
(a 15. P5A habría podido seguir 15.
..., R1T; 16. PXP, P X P ; 17. DXP,
T1C1R!), P3C; las negras tienen
buenas perspectivas.
4
8. T1D
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, C1C2D; 7. D2A,
P3A.)
«tono en la precedente variante, Las blancas tratan de situar el
en ésta también se puede levantar el peón en la casilla 6T si el adver-
«muro de piedra»: 8. ..., C5R; 9. sario lo permite. Y después del
C1C2D, P4AR o 9. P3C, P4AR; 10. cambio P x P , PAXP (PRxP posi-
A2C, D1R, y así sucesivamente. bilita a las blancas ejercer presión
Igualmente se puede hacer 8. ..., en la vertical AD), su caballo ocu-
P4CD a lo que, en la partida Polu- pará una sólida posición en 5CD.
gaievski-Simkin (campeonato sovié- 9. ..., P4TD no conviene, porque
tico de juveniles, 1950), sucedió 9. 10. PXP, PAXP; 11. C3T.
P3C, A3T; 10. C1C2D, T1A; 11. 9. ..., A2C y 9. ..., A3T son dos
P4R, P4A, y 12. P5R, C1R; 13. continuaciones, al parecer, más ló-
PXPD, PXPD; 14. D3D dio a las gicas.
blancas la ventaja. 9 , A2C; 10. P5T, PXPT (si
En la partida Klaman - Korelov las negras quieren impedir el avance
85
P6T con 10. ..., D1A, sucederá 11.
A4A, y si hacen 10. ..., T1A, pro-
cederá 11. P6T, A1T; 12. D3C, y
las blancas tendrán buenas perspec-
tivas); 11. P5A, C5R (o 11 , que el caballo adversario se sitúe
P4R; 12. A2D, P5T; 13. T x P , P5R,
tras lo cual las blancas preponderan
en el flanco de la dama, mientras
las negras tienen contrajuego real
y efectivo en el del rey); 12. C1C2D,
P4A; 13. C3C, A3T; 14. CXP,
A4CD; 15. P4CD, D1R; 16. C5R,
que da a las blancas más posibili-
dades (Zagorianski - Bonch - Osmo-
lovski, 1949).
9. ..., A3T; 10. P3C, T1A; 11.
P5T, P4CD (a 11. ..., P4A sucede
12. PTx.P, DXP; 13. D2T!, A2C;
14. A3TD! y ata a las negras); 12.
P5A, P5C; 13. A2D (o 13. A4A,
C5R; 14. T1R, con ventaja para el
bando blanco, Zagorianski - Chistia-
kov, 1949), AXPR; 14. T1R, y las
blancas aventajan a su adversario
en la posición. Este análisis pertene-
ce a Zagorianski.
El plan relativo al avance del
peón de la torre puede amenazar
seriamente a las negras; por ello,
éstas han de operar activamente y
sin demora, para cuyo fin las res-
puestas 9. ..., C5R y 10. ..., P4AR
podrían ser factibles.
b 9. ...
7. ... P3CD
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, C1C2D; 7.
D2A.)
Desde luego; las negras pueden
hacer P4A sin entretenerse en el
movimiento 7. ..., P3A, aun cuando
ello debilita la casilla P3A.
8. PXP
Además de esta usual continua-
ción, es factible 8. C5R. Veámoslo:
8. ..., A2C; 9. PXP, CXP (a 9. ...,
PR X P se responde con el eficaz
movimiento 10. C6A); 10. C6A (si
86
las blancas quieren hacerse con la
preponderancia, deben hacer de se-
guida este movimiento, pues al pre-
maturo 10. P3TD, hecho para evitar
en la casilla 5C, contestan las negras
con 10. ...,P4AD),C5C!; 11.CXA +
(tras 11. C x C , AXA; 12. R x A ,
A x C ; 13. D6A, C3A, las negras
equilibran el juego), DXC. En eso
no se puede continuar 12. DXP,
por suceder 12. ..., A X A; 13. RXA,
T1T1A y 14. ..., C7A, y a 12. D4A
sigue 12. ..., A3T. A cualquier otra
retirada de la dama procede el cam-
bio de alfiles y el avance P4AD, lo
que iguala las posibilidades. Aná-
lisis.
8. ... CXP
No conviene 8. ..., PXP, por 9.
C5R!
9. C3A
9. P4R es prematuro, pues suce-
de 9. ..., C5C; 10. D3C, A3T; 11.
T1D, P4AD; 12. PXP, AXP (a 13.
C5R sigue 13. ..., C x C ; 14. T x D ,
TAXT) o 10. ..., P4AD; 11. P3TD,
C3AD; 12. P5D, C4T.
Entendemos que al movimiento
P4R debe preceder el 9. P3TD.
A2C
10. CXC AXC
El 10. ..., PXC? da «muerte» al
alfil de la dama negra.
11. P4R A2C
12. T1D P4AD
Este movimiento importante para
las negras resulta factible, gracias
a la sutileza táctica indicada por
Simaguin.
13. P5D
13. PXP no es conveniente, por-
que 13. ..., D1A!; 14. P6A, AXP;
15. C4D, A2C; 16. DXD, TAXD;
17. CXP, C3A!; 18. C5C, P3TR
hace que las negras restablezcan el
equilibrio material, según Simaguin.
13. ... PXP
14. PXP A3AR
Desde luego, no se puede hacer
14. ..., C3A?, pues 15. P6D, AXP;
16. A4A causa pérdida material a
las negras.
15. P4TR P3TR
Diagrama núm. 108
La posición de las blancas es pre-
ferible, a consecuencia del peón li-
bre y de la disposición de sus fuer-
zas. Puede proseguirse:
16. A4A, T1R; 17. T1T1A, C4R;
18. CXC, AXC; 19. AXA, T x A ;
20. P4CD!; T1A (a 20. .... PXP suce-
de 21. D7A, y a 21. ..., T2R sigue 22.
P6D!, T X D ; 23. P x T ) ; 21. A3T!
(Geller-Medina, Beverwijk, 1965),
y las blancas tuvieron preponderan-
cia, pues el sacrificio de una calidad
no podía contrapesarla: 21. ...,
TXP; 22. AXT, DXA.
Y 16. P4T, T1A; 17. A4A, T1R;
18. A3T, P5A. De esa manera dis-
currió el encuentro de competición
Smislov-Geller (1965). La parte blan-
ca sacrificó un peón: C4D (se ame-
nazaba con 19. .... P6A o 19. ...,
T4A), AXP; 20. C5C, T4A; 21.
A7A.
A 21. A6D puede seguir 21. ...,
C4R, movimiento que se hizo en el
encuentro de referencia; pero es
atendible 21. C6D y las amenazas
22 CXT y 22. C7C. Por ejemplo:
21. ..., T1AR; 22. C7C, AXC; 23.
TXC, D1A; 24. R2T!, D1T; 25.
A6D. Por lo visto, a las negras les
conviene más dar la dama por una
torre, un alfil y un peón: 21. ...,
C4R; 22¿ AXC, TXA; 23. C7C,
AXC; 24. TXD + , AXT.
21. ..., C4R! (inesperada posibi-
lidad táctica que facilita al bando
negro la consecución del empate);
22. AXD, C6A+; 23. R1A, C7T + ,
empate.
En vez de sacrificar el peón (19.
C4D), las blancas pueden sostener
la presión ejercida por ellas con
19. A6D y, si 19. ..., P6A, proseguir
20. P4CD. Tras 20. ..., T5A (el ob-
jeto de este movimiento es hacer
luego C1C), se presenta una lucha
compleja.
c
7. ... P4A
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, C1C2D; 7. D2A.)
Como el caballo está situado en
2D, este contragolpe es menos ven-
tajoso que si se realiza en la va-
riante 6. 0-0, P4A.
8. PXPD CXP
El paso a la posición de la defen-
sa de Tarrasch (8 P x P ) es poco
aceptable, por la postura del caballo
en la casilla 2D. Pues el fiel de las
posibilidades se inclina al lado de
las blancas después de 9. C3A.
9. C3A
9. P3TD y, después, P4R o PxP
y P4CD es factible por entero.
87
 9. ... C5C
Esto dificulta la evolución del
flanco de la dama negra.
9. .... CXC; 10. P x C , P X P ; 11.
P x P , C3C favorece a la parte blan-
ca. Verbigracia: 12. P4R, A2D; 13.
P4TD, T1A; 14. D3C. O bien 10. ...,
D2A; 11. A4A (es atendible 11.
D3D), A3D; 12. A XA, DXA; 13.
TAR1D (Ilivitski - Dubinin, XVI
Campeonato de la U. R. S. S., 1948).
9. ..., P3CD; 10. P X P , C X P ; 11.
CXC, PXC; 12. C4D también favo-
rece a las blancas; por ejemplo:
12, .... A2C; 13. A3R, A3AR; 14.
T1T1A, D2R; 15. TAR1D (Ilivitski-
Makagonov, semifinal del XVII
Campeonato de la Unión Soviética,
1949).
10. D1C PXP
En la partida Keres-Lówenfisch
(XV Campeonato de la U. R. S. S.,
1947) sucedió 10. ..., C3AD; 11.
PXP, CXP; 12. T1D, D4T; 13.
A2D, C2D (se amenazaba con 14.
C5D); 14. C4R, D4AR (a 14. ...,
D3T sigue 15. C4R5C y el subsi-
guiente A3 A); 15. A3 A; la prepon-
derancia de las blancas es evidente.
Si se hace 11. ..., AXP en vez de
11. ..., C XP, procede 12. C5CR1 y se
fuerza a que se responda con 12. ...,
P3CR, lo cual debilita el flanco del
rey negro. La posición de las blan-
cas mejora después de 13. T1D. Ad-
vertimos que 12. ..., P3CR es for-
zado, pues a 12. ..., C3A se opone
la continuación 13. AXC, PXA; 14.
C3A4R, CXC; 15. DXC. Este aná-
lisis se debe a Keres.
11. C X P C3AR
12. T1D.
Las blancas preponderan por cuan-
to el alfil «catalán» ejerce fuerte
presión en el flanco de la dama ad-
versaria.
88
C 8. P3C
7. C1C2D
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, C1C2D.)
Aquí se analizan las variantes en
que las blancas sostienen la presión
en el centro, y continúan el desen-
volvimiento de la apertura, mediante
P3C, A2C y P3R. Si reemplaza el
movimiento P3R por el D2A o por
el P4R, se produce la posición de
la variante B con transposición de
movimientos.
7. ... P3A
Conviene destacar 7. ..., P3CD.
A lo que, en la variante 7. D2A, se
responde con 8. PXP, forzando a las
negras a tomar el peón con el ca-
ballo, ya que 8. ..., PRXP no sirve
por cuanto procede 9. C5R. Pero
como se haya efectuado 7. C1C2D,
P3CD, la continuación 8. P X P ,
PRXP; 9. C5R no perjudica al ban-
do negro.
Si las blancas prosiguen el des-
arrollo de la apertura como en la
variante principal, o sea 8. P3C,
A2C; 9. A2C, las negras efectúan
sin pérdida de tiempo el movimien-
to P4A: 9. . . , P4A; 10. P3R (10.
PXPD, PRXP; 11. T1A, T1A o
10. ..., CXP; 11. P4R, C5C viene
a equilibrar el juego). PXPA; 11.
PCXP, T1A; 12. D4R, D2A; 13.
TAR1D, TAR1D; 14. T1T1A, D1C,
y las posibilidades están más o me-
nos equilibradas (Filip - Smislov,
Campeonato de Europa por equi-
pos, 1957).
Es factible 7. ..., P4A que, segui-
do de 8. PXPD, PRXP, produce la
posición característica de la defensa
de Tarrasch, con la diferencia de
que el caballo de la dama negra se
halla en el escaque 2D y no en el
3AD, lo cual supone una deficiencia
importante en la posición. Se puede
reemplazar 8. ..., P X P por 8. ...,
CXP.
P3CD
9. A2C
a asegura la iniciativa: 12. D2R,
9. ... A2C
9. ..., A3T se analiza en la va-
riante b.
10. T1A T1A
En la partida Keres-Najdorf (tor-
neo de pretendientes, 1950), las ne-
gras continuaron 10. ..., P4TD, cuyo
objeto es efectuar P5T y lograr con-
trajuego en esa vertical. Keres fue
el primero en iniciar operaciones
activas: 11. C5R, CXC; 12. PXC,
C2D; 13. PXP, PAXP; 14. C3A,
pero las negras igualaron el juego
al cabo de 14. ..., T1A; 15. C4D,
TXT; 16. DXT, D1C; 17. P4A,
T1A; 18. D1C, C4A; 19. T1A,
C3T; 20. A3TR, P X T + y 21. ...,
D1AD.
11. P3R
Diagrama núm. 109
En este sistema, la dama tiene
que estar en el escaque 2R, lo cual
puede llegar a ser un serio inconve-
niente para las negras.
11. ..., P4A; en esta posición
aproximadamente simétrica, las blan-
cas tienen más posibilidades, y cier-
ta superioridad espacial, dada por
los movimientos D2R y TR1D, les
PXPD; 13. CXP, C4A; 14. TR1D.
Sin duda, el afrontamiento de la
torre con la dama no es favorable
a las negras (Keres-Kotov, torneo
de pretendientes, 1953).
11. .... PXP; 12. CXP (a 12. P X P
sigue 12 P4A), P4A; 13. D2R,
PXP; 14. CXP, AXA; 15. RXA,
C4A; 16. TR1R, D4D+; 17. P3A,
TR1D; 18. P4R, D2C; 19. C5R;
las blancas dominan los escaques
centrales y tienen la superioridad
(Larsen-Matanovich, Zagrebo, 1965).
Pablo Keres entiende que lo me-
jor para las negras es emplear la tác-
tica de espera, haciendo 11. D2A;
no obstante, las blancas continúan
teniendo la iniciativa: 12. D2R (si
12. C5R, es correcta la respuesta
12. ..., D1C o la 12 TR1D;
si 12. ..., CXC?; 13. PXC, C2D,
entonces 14. P x P da a las blancas
la preponderancia, y si 14. ..., C x P ;
15. AXC, D x A , procede 16. P x P A ,
A3T; 17. C4A), D1C; 13. TR1D,
TR1D; 14. C5R (Najdorf - Foltis,
Amsterdam, 1950).
11. ..., T2A; 12. C5R, P4A; 13.
D2R, D1T; 14. PXPD, PRXP; 15.
CXC, CXC; 16. P X P , P X P ; 17.
P4R, y las blancas dominan la si-
tuación (Keres-Ragosin, XVI Cam-
peonato de la U. R. S. S., 1948).
b
9. ... A3T
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, C1C2D; 7.
C1C2D, P3A; 8. P3C, P3CD; 9.
A2C.)
La evolución del alfil a 3T va di-
rigida contra la estructura de las
blancas en la variante a (P3R y
D2R).
89
 10. T1A T1A
11. T2A
Como la mencionada estructura
no es lógica si el alfil negro está en
la casilla 3T, las blancas dejan libre
el paso de su dama a 1T, de donde
ejercerá presión en la diagonal 1TD-
8TR, del mismo modo que en cier-
tas variantes de la apertura de Reti.
Diagrama núm. 110
11. ..., P4A; 12. D1T, PXPA;
13. CXP, P4C; 14. C4A5R, P5A;
15. T1-1A, C3C; 16. P4T; la posi-
ción de las blancas es mejor (Kotov-
Panov, XVI Campeonato de la
Unión Soviética, 1948).
En el encuentro Gurgenidze-Niki-
tin ( X X V I Campeonato de la
U. R. S. S., 1959), las negras deci-
dieron impedir la abertura de la
citada diagonal; y así, continuaron
11. ..., P4CD. Tras lo cual carece
de sentido la maniobra D1D-1T, por
lo que las blancas variaron su plan:
12. P5A, P5C; 13. T1R. Con estos
movimientos pasivos, éstas prepara-
ron el avance P4R. Y aquéllas te-
nían que haber intentado hacer con-
trajuego, mediante los movimientos
A4C, P4TD y P5T. En el encuentro
sucedió 13. ..., D2A; 14. T2-1A,
TR1R (aquí también convenía pres-
90
tar atención a 14. ..., A4C y a
los sucesivos movimientos P4TD
y P5T); 15. D2A, A4C; 16. P4R;
este movimiento apoya el avance
P5R y es la base de la ofensiva en
el flanco del rey. Las blancas tienen
la iniciativa.
D de este capítulo. La evolución de la
7. P3C
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, C1C2D.)
Este movimiento suele venir a
parar en las variantes que ya hemos
analizado. El original plan 7. ...,
P3A; 8. A3TD, realizado en la par-
tida Keres Spasski (espartacada so-
viética, 1967), tiene valor indepen-
diente.
Al igual que en ciertas variantes
de la defensa holandesa, las blancas
proponen el cambio de los alfiles de
casillas negras y sacan ventaja
de ello: 8. .... AXA; 9. CXA,
P3CD; 10. T1A, D2R; 11. C2A,
A2C; 12. C3R, P4A; 13. PXPD,
CXP; 14. C4A, C4D3A; 15. PXP,
CXP; 16. D6D!, TR1R; 17. TR1D,
A4D; 18. DXD, TXD; 19. CR5R.
El cambio de alfiles es realizable
si se ha efectuado 7. ..., P3A. Caso
que 7. .... P3CD; 8. A3TD, las ne-
gras pueden hacer 8. ..., P4A.
Al decir de Euwe, la mejor res-
puesta a 7. P3C es 7. ..., P4A.
Asimismo existe la posibilidad de
optar por la estructura holandesa
7 , C5R o por el movimiento
7. ..., PXP, que sucedió en una
partida Schatskes-Zaitsev (Moscú,
1967). Después de 8. P X P , P4A, no
se puede hacer 9. P5D, pues sucede
9. ..., C3C; pero es recomenda-
ble 9. P3R, tras lo cual las negras
tienen que resolver el problema de
la evolución del flanco de su
dama.
E defender el peón 4A y limitar las
posibilidades del adversario para ele-
gir la continuación que le conven-
7. D3C
ga más.
En la partida Boleslavski-Besgyer
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5. (X Olimpiada, 1952), la parte blanca
C3AR, 0-0; 6. 0-0, CD2D.) reemplazó 8. C3A por 8. A4A (aho-
7. .... P3A; 8. C3A produce la ra, 8. ..., P3CD; 9. C3A nos llevaría
posición de la variante I, A, b, 3 a la posición que ya conocemos), y
la negra respondió con 8. ..., P3TD;
dama blanca al escaque 3C, efec- aquélla ejerció presión en la vertical
tuada en el séptimo movimiento y AD tras 9. C3A, P4CD; 10. PXPD,
PRXP; 11. T1T1A.
no en el octavo, tiene la ventaja de
II
6. ... P3A Diagrama núm. 111
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0.)
7. C3A P3CD
7. ..., CD2D se reduce a la va-
riante I.
A 7. ..., PXP sucede el eficaz
movimiento 8. C5R.
A
8. C5R
La continuación 8. A4A se exa-
mina en la variante B. A 9. ..., CD2D se opone la con-
tinuación 10. CXP3A, AXC; 11.
(Ver diagrama num. I l l ) PRXP, A2C; 12. P6D!, y las blan-
cas recuperan la pieza y tienen un
peón de ventaja.
a Si se toma el peón 4R blanco,
las blancas ejercen fuerte presión
8. ... A2C en el punto negro 3AD: 9. ...,
PXPR; 10. CXP5R, CXC; 11.
Las continuaciones 8. ..., A3T y AXC o 10. ..., CR2D; 11. D2A.
8. ..., P4TD se analizan en b y c,
respectivamente. 10. CXP5A A3T
8. ..., CR2D? no conviene, pues
sucede 9. PXP, P R x P ; 10. CXPD. Hecho para impedir el avance
P5R. Si 10. ..., P4A, es eficaz
9. P4R PXPA 11. P5R, C4D; 12. C4R y también
91
11. P5D. Y si 10. ..., CD2D, suce-
de 11. P5R y 12. C4R,.lo cual da
la ventaja a las blancas.
11. P3C
Esta posición desfavorable a las
negras se ha producido más de una
vez. Para citar un ejemplo, referi-
remos los encuentros Petrosian-Jasin
(semifinal del XXV Campeonato
de la Unión Soviética, 1957) y
Petrosian - Teschner (competición
U. R. S. S. - República Federal Ale-
mana, 1960).
Jasin decidió ganar un peón: 11.
..., P4CD; 12. C3R!, P5C; 15. C2R,
AXC (a 13. ..., P4A procede la po-
derosa continuación 14. P5R!, C4D;
15. C x C , P x C ; 16. PXP, AXP;
17. A2C, y las blancas tienen la pre-
ponderancia, v a 13. ..., CD2D si-
gue 14. D2A. T1A; 15. T1D, C3C;
16. C4AD, C x C ; 17. P x C , y aqué-
llas también preponderan; Najdorf-
Maderna, Buenos Aires, 1954); 14.
DXA, DXP, pero 15. A2C, D3C;
16. T1T1A igualó en opuesto sentido
el efecto del peón de desventaja.
Es de notar que en una partida
Smislov-Himar (torneo de Groninga,
1964), las blancas no hicieron 16.
T1T1A, sino 16. C4A y tuvieron
posibilidad de atacar al cabo de
16. ..., EMC; 17. A x C , PXA (a
17. ..., A x A sucedía 18. P5R, A2R;
19. T1T1D, con ventaja para ellas);
18. T1T1D, P4TD; 19. TAR1R, P5T;
20. P5R, T2T; 21. T4D.
Teschner continuó 11. ..., C1C2D;
mas 12. T1R, T1A; 13. A4A, C1R;
14. A3T!, A5C; 15. T1AD, P4AD;
16. P5D, PXP; 17. DXP, C2D3A;
18. D5R también redundó sensible-
mente en beneficio de aquéllas.
Por algo se dice que lo nuevo
suele ser lo que ya se ha echado
en olvido. Toda la variante que faci-
lita la ganancia de un peón en la
partida Smislov-Himar y la Petro-
sian-Jasin es adversa a las negras;
circunstancia que Romanovski ya
advirtió en el comentario de su par-
tida con Kmox (Leningrado, 1934),
92
por lo cual no hizo 13. AXC, al
objeto de tomar luego el peón con
la dama, sjno 13. ..., C3A2D.
La partida Petrosian - Teschner
transcurrió más o menos como la
efectuada entre Botvinnik y Maka-
gonov (semifinal del XI Campeonato
de la Unión Soviética, 1938). Ma-
kagonov jugó 12. ..., A5C en vez de
12. ..., T1A. Tras 13. A2D, P4CD;
14. C3R, C3C; 15. P5R, AXC; 16.
AXA, C3A4D; 17. D2D, C2D; 18.
CXC!, PAXC; 19. A4C, el flanco de
la dama negra careció de acción y
movimiento.
b ner equilibrado el juego en el trans-
8. ... A3T
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, P3A; 7. C3A,
P3CD; 8. C5R.)
9. PXP!
A 9. P3C puede seguir 9. ...,
C3A2D, y a 9. D4T proceder 9. ...,
P4CD; 10. PXPC, PXP; 11. CXPC,
D1R; 12. C3A, DXD; 13. CXD,
AXP.
9. ... PAXP
Si 9. ..., PRXP, sucede 10. D4T
y, así, se ejerce presión en el flanco
de la dama negra.
10. A4A CR2D
10. ..., CD2D; 11. C6A y 12.
CX A-+- da a las blancas la ventaja
de la pareja de alfiles.
11. T1A CXC
12. AXC.
El bando blanco aventaja al ne-
gro en la posición (Sabo-Beck, Es-
tocolmo, 1948).
c Diagrama núm. 112
8. ... P4TD
1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, P3A; 7. C3A,
P3CD; 8. C5R.)
Este movimiento fue promovido
felizmente en la partida Klaman-
Nikitin (semifinal del XXV Campeo-
nato de la Unión Soviética, 1957).
Aquí también pueden las blancas
optar por la continuación 9. PXP,
expuesta en la variante b. La partida
continuó 9. D2A, A3T; 10. T1D,
P4CD. Las negras lograron mante-
curso de muchas complicaciones:
11. CXP3A, CXC; 12. PXPC, C5C;
13. D1C, A1A; 14. P3TD, D2D; 15.
P4R, PXP; 16. PXC, AXP; 17.
TXT, DXT; 18. CXP, C4D; 19.
A5C, D1D; 20. AXA, DXA; 21
C5A, AXP.
B TAR1D; 20. D4C. Las blancas pre-
8. A4A
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0, P3A; 7. C3A,
P3CD.)
(Ver diagrama núm. 112)
8. ..., A2C; 9. C2D, C1C2D; 10.
P4R, T1A (10. ..., PXPR; 11.
C2DXP, C x C ; 12. C x C , C3A; 13.
C3A da a las blancas superioridad
espacial y las sitúa en una posición
activa); 11. P5R, C1R; 12. A3R.
Así transcurrió la partida Tolusch-
Averbach (XVI Campeonato de la
Unión Soviética, 1948). Las blancas
tienen más posibilidades, porque
amenazan con organizar un asalto de
peones en el flanco del rey (P4A-
P5A). Por ello, convenía ponerse a
la defensiva, haciendo 12. ..., P3C
y contestando a 13. P4A con 13. ...,
C2CR. El intento de Averbach de
despejar la situación no tuvo un re-
sultado feliz: 12. ..., CXP; 13. PXP,
PRXP; 14. PXC, P5D; 15. AXP,
DXA; 16. D2R, C2A; 17. C3C,
D5CD; 18. TAR1R, C3R; 19. A4R!,
valecen considerablemente en la po-
sición.
8. ..., A3T; 9. AXC, TXA; 10.
Pxp, P R X P (10 PAxP; 11.
D4T); 11. D4T, D1A; 12. C5R, P4C;
13. D2A. La parte blanca prepon-
dera.
8. ..., C1C2D; 9. C2D, A3T (9.
.... A2C produce la posición de la
partida Tolusch-Averbach); 10. D4T,
D1A; 11. PXP! El bando blanco
tiene más posibilidades, pues, con-
tinuando T1T1A, TAR1R y A3TR,
puede preparar el avance P4R.
8. ..., C4T; 9. AXC!, TXA. Las
blancas tienen la iniciativa.
Por lo tanto, la estructura 6. ...,
P3A y 7. ..., P3CD sin que el caballo
de la dama haya evolucionado al
escaque 2D permite el uso de los
sistemas 8. C5R y 8. A4A, lo cual
beneficia a las blancas.
93
 Ill
6. ... P3CD
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0.)
Las negras no pierden el tiempo
en el movimiento P3A; y así, pre-
paran el P4A. Esta idea la hemos
hallado en variantes analizadas an-
teriormente.
7. C5R, A2C; 8. C3A produce, con
transposición de movimientos, una
de las variantes de la defensa india
moderna (1. P4D, C3AR; 2. P4AD,
P3R; 3. C3AR, P3CD; 4. P3CR,
A2C; 5. A2C, A2R; 6. 0-0, 0-0;
7. C3A, P4D; 8. C5R), que la teoría
estima conveniente para las blancas.
Diagrama núm. 113
8 D1A; 9. PXP, PXP; 10.
A5C, D3R (a 10. ..., P3A sucede la
poderosa respuesta 11. P4R); 11.
94
D3C, T1D (Eliskazes-Najdorf, Bue-
nos Aires, 1947). En vez de 12.
C3D, C3A!, lo cual sucedió en dicha
partida e igualó las posibilidades,
se puede hacer 12. T1T1A, amena-
zando con 13. C5C; verbigracia: 12.
..., P3TD; 13. TAR1D y los poste-
riores movimientos C3D y C4A, con
buenas perspectivas para las blancas.
8. ..., P3A; 9. P4R!, PXPA; 10.
CXP5A, A3T; 11. P3C es la posi-
cisión que hemos visto en la partida
Smislov - Himar y Petrosian - Jasin
(II, a).
7. PXP no es tan agresivo como
7. C5R; con todo, ofrece buenas
perspectivas a las blancas. Después
de 7. ..., P X P (a 7. ..., C x P sigue
8. P4R, C3AR; 9. C3A, A2C; 10.
C5R, C1C2D; 11. C4A!, Kroguius-
Simaguin, Sochi, 1967, o 10. ...,
C3A; 11. CXC, A X C ; 12. A4A,
T1A; 13. T1A, Goldberg-Batüiev,
1949, y las blancas tienen mejores
perspectivas en los dos casos); 8.
C3A, A2C, se produce la variante
de la defensa india moderna (1.
P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3.
C3AR, P3CD; 4. P3CR, A2C; 5.
A2C, A2R, 6. 0-0, 0-0; 7. C3A,
P4D; 8. PXP, PXP). Al parecer,
9. A5C es la continuación más pro-
metedora; se realizó en el encuentro
Gereben-Simaguin (competición Bu-
dapest-Moscú, 1949). Luego de 9.
..., C1C2D; 10. T1A, P3A, Sima-
guin aconsejó proseguir 11. C5R,
para apoyar el subsiguiente movi-
miento P4R. Si sucede, por ejemplo,
11. ..., CXC; 12. PXC, C5C, enton-
ces 13. A XA, DXA; 14. P4R, y las
blancas tienen más posibilidades.
IV
6. C3A
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0.)
Aunque poco usada, esta conti-
nuación es aceptable para las negras.
Diagrama núm. 114
Pero antes de proseguir en su aná-
lisis queremos señalar la existencia
de otra que apenas se usa: 6. ...,
C5R. Con ella pretenden las negras
reducir el juego a la defensa holan-
desa. De ese modo, y tras 7. P3C,
P4AR, se produce la posición de una
de las variantes del llamado «muro
de piedra».
En la p a r t i d a Fine - Gorowicz
(Campeonato de los EE. UU., 1938)
se hizo 7. C3A2D, P4AR; 8. CXC,
PDXC (caso que 8 P A x C , las
blancas preparan igualmente el mo-
V
P4A
6.
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5.
C3AR, 0-0; 6. 0-0.)
vimiento de ruptura P3A); 9. C3A,
P4A; 10. P5D, P4R; 11. P3A, PXP;
12. A X P. La posición del b a n d o
blanco es mejor.
7. P X P
7. C5R, CXC; 8. PXC, C2D; 9.
PXP, CXP; 10. PXP, AXP; 11.
D2A, P3AD (Alatortsev-Panov, XVI
Campeonato de la U. R. S. S., 1948)
o l l . A X P , DXD; 12. TXD.T1T1C;
13. A2C, C5A no ofrece nada a las
blancas.
7. P3C parece ofrecer más, pues
éstas logran preponderar si sucede,
por ejemplo, 7. ..., C5R; 8. A2C,
P4A; 9. C5R, CXC; 10. PXC, P3A;
11. C3A.
7. ... PXP
8. A5C
Este movimiento aseguró a las
blancas la iniciativa en la partida
Benko-Taimanov ( B u e n o s Aires,
1960): 8. ...,P3TR;9. AXC, AXA;
10. C3A, C2R; 11. T1A, P3A (11.
..., A3R o 11. ..., A4A es mejor);
12. P4CD!, P3T (a 12. ..., P4CD
conviene responder 13. P4R!, con
objeto de situar el caballo en la ca-
silla 4AD); 13. P4TD, C4A; 14. P5C.
La causa de las dificultades del ban-
do negro es el movimiento 8. ...,
P3TR.
8. C5R!
Y la situación de aquél es satis-
factoria.
El contragolpe P4A sin el previo
movimiento P3A lo encontramos en
la serie de ramificaciones de la va-
riante cerrada. Pero en este orden
de movimientos es más aceptable
para las negras.
95
 7. PXPD
También es hacedero 7. PXPA,
AXP; 8. P3C y, si 8. ..., PXP, 9.
D2A.
7. ... CXP
Diagrama núm. 115
7. ..., PRXP hace que el juego
derive a la posición de la defensa
de Tarrasch.
A
8. P4R
Las continuaciones 8. C3A y 8.
P X P se analizan en la variante B
y C, respectivamente.
8. ... C3C!
Más adelante se verá comprobado
que para las negras es importante
dominar el punto 4AD blanco.
Cualquier otra retirada es peor:
8. ..., C3A mejora la posición de
las blancas tras 9. C3A, P X P ; 10.
CXP, C3A; 11. CXC, PXC; 12.
D2A, A3T; 13. T1D, D4T; 14. A2D
(Ragosin - Eliskazes, Moscú, 1936).
Si se hace 10. ..., P4R en vez de
10. ..., C3A, las negras experimen-
tarán una fuerte presión: 11. C4D5C,
C3A; 12. C5D.
96
8. ..., C2A; 9. C3A, PXP; 10.
CXP, P4R; 11. C5A, C3A; 12. A3R, Estas también prevalecieron tras 8. ... AXP
A3R; 13. C5D, CXC; 14. C6T+, 8. ..., PXP; 9. CXC, DXC; 10. 9. D2A
P X C ; 15. PXC; las blancas tienen CXP, D2D; 11. A3R, P4R; 12. C3C,
la preponderancia (Alekhine-Milder- D4C; 13. P4TD, D5C; 14. A2D, Así discurrió el encuentro Smis-
Berry, Margate, 1938). 03 C; 15. P5T (Smislov-Prins, XIV lov-Donner (La Habana, 1965). Des-
Olimpiada, 1960). pués de 9. ..., A2R; 10. T1D, C2D;
9. C3A 9. C x C PXC 11. C3A, CXC; 12. DXC, la situa-
ción de las blancas fue preferible.
Caso que 9. PXP, DXD; 10. De esta manera, transcurrió la Contrario a lo imperioso de la posi-
T X D, A X P, las blancas difícilmente partida O'Kelly-Portisch (La Haba- ción, el juego de las negras 12. ...,
lograrían la superioridad (Smislov- na, 1964). Esta posición caracteriza P4TD? (12. ..., A3 A hubiese sido
Reshevski, encuentro U. R. S. S.,- la defensa de Tarrasch, pero sin que mejor); 13. A3R, T3T? aceleró la
EE. UU., 1954). el caballo blanco esté en el escaque c a t á s t r o f e : 14. C4D, P5T; 15.
3AD ni el negro en el 3AR. Prosi- T1T1A, D4T?; 16. DXD, TXD; 17.
9. ... PXP guió 10. PXP, AXP; 11. C5C, TXA!, TXT; 18. A X P , y las negras
10. CXP C3A P3TR; 12. D2A, A X P + ; 13. TXA, tuvieron que rendirse, pues a la re-
PXC; 14. D2D, A3R; 15. DXPC, tirada de la torre sigue 19. C6A.
10. ..., A3 A no conviene, porque D3C; hay más o menos igualdad de
11. C4D5C! Y el bando blanco pre- oportunidades. En los manuales de teoría halla-
pondera luego de 11. ..., C3A; 12. mos la siguiente variante: 9. ...,
A3R, C5A; 13. A5A (Fine-Cashden, D2R; 10. P3TD, C3A; 11. P4R, C2A;
12. P4CD, A5D; 13. CXA, CXC;
Nueva York, 1938). C 14. D2C, P4R, con juego igualado
8. P X P (Robichek-Henlinger, 1938). En vez
11. CXC PXC de 11. P4R, es preferible 11. P4CD,
12. D2R P4R (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; A3D (o 11. ..., A3C); 12. A2C,
13. A3R A3R 3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5. A2D; 13. C3A, lo que ofrece mejo-
14. TR1D D2A C3AR, 0-0; 6. 0-0, P4A; 7. P x P D , res perspectivas a las blancas. Aná-
15. TD1A D2C CXP.) lisis.
La situación de las blancas es
poco más preferible.
VARIANTE 3. ..., P4A
B
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR.)
8. C3A
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; Este capítulo hubiese podido lle- D 4 T + ; 7. C1C2D, 0-0, y las negras
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5. var por título «La defensa india
C3AR, 0-0; 6. 0-0, P4A; 7. P x P D , no se hallaron impedidas.
contra la apertura catalana». Pues Max Euwe pone un signo de ad-
CXP.) las negras invitan al contrincante a miración al jaque dado con la dama
desviarse del camino «catalán», para desde la casilla 4TD. El objeto de
8. ... C3AD pasar a la variante de la defensa este jaque es, sin duda, atacar si-
india clásica después de 4. P5D, multáneamente los puntos 2CD y
En la partida Stahlberg - Keres PXP; 5. PXP, P3CD. Las continua- 2AR tras 7. A2D, D3C. Pero pro-
(competición de 1938) sucedió 8. ..., ciones 4. C3AR y 4. P X p son ca- ponemos ensayar el sacrificio de un
CXC; 9. PXC, P X P (es digno de racterísticas de la apertura catalana. peón: 8. 0-0, DXP; 9. C3A.
atención 9. ..., A3A); 10. PXP,
A2D; 11. C5R, C3A; 12. CXA, 4. C3AR 4. ... PXP
DXC; 13. P3R, TR1D; 14. T1C,
TD1A; 15. A2D, P3CD. Y 16. D3C!
brindó a las blancas mejores pers- En una partida Donner - Sabe La apertura puede experimentar
pectivas. (Hasttings, 1954-1955) sucedió 4. una transformación inesperada y
PXP, AXP; 5. C3AR, C3A; 6. A2C, producirse la defensa siciliana luego
97

de 4. ..., A2R; 5. A2C, 0-0; 6. C3A,
P3TD; 7. P4R, PXP; 8. CXP.
4. ..., P4D reduce el juego a la
variante analizada en el capítulo
I
5. ... P4D
Las continuaciones 5. ..., D2A y
5. ..,, C3A se analizan en las va-
riantes II y III, respectivamente.
5. ..., A5C+ es poco frecuente.
Este movimiento contribuyó a que
las negras ganasen la partida Sady-
R e s h e v s k i (Campeonato de los
EE. UU., 1955). Las blancas ofrecie-
ron un peón: 6. A2D, D3C; 7. A2C.
Pero Reshevski no lo aceptó (caso
que 7. .... DX.C; 8. AXA, D x P ;
9. A3T, aquéllas se lo compensan
con una posición excelente) e hizo
7. ..., A4A.
Diagrama núm. 116
El juego se complicó, y las negras
vencieron: 8. A3AD, P4R; 9. C5A,
A X P + ; 10. R1A, P4D; 11. C X P + ,
R1A; 12. C5T, CXC; 13. P3R, C3A;
14. RXA, C5C+; 15. R1R, CXPR.
En el encuentro Taimanov-Brons-
tein (XXVI Campeonato de la Unión
98
«Apertura catalana después de 1.
P4D, P4D; 2. P4AD», I, B.
5. CXP
Soviética, 1959), las negras tomaron
primero el alfil 6. ..., AXA + ; 7.
CXA y después movieron la dama
7. ..., D3C. La posición de las blan-
cas fue poco más ágil tras 8. C2D3C,
D5C + ; 9. D2D, D X D + ; 10. RXD,
C3A; 11. A2C, CXC; 12. CXC,
P3D; 13. T1T1AD, R2R; 14. T1T1D,
A2D; 15. R1R, T1TR1D; 16. T3D,
T1T1C; 17. P5A, P X P ; 18. TXP.
No conviene hacer 5. ..., A4A, ni
responder a 6. C3C con 6. ..., D3C,
lo cual ocurrió en la partida Neus-
tadt-Bobkov (VI campeonato sovié-
tico p o r correspondencia, 1963-
1964). Al aceptar el cambio del alfil
por el caballo, las negras contaron
con las amenazas tácticas que supo-
nían el avance P4R y la diagonal
T1R-6AD. Sin embargo, después de
7. CXA, DXC; 8. C2D, D3A; 9.
P4R!, la ventaja fue de las blancas.
Prosiguió 9. ..., P4TR (a 9. ...,
CXP sigue 10. A2C); 10. A2C, P5T;
11. 0-0, D2A (amenazaba 12. P5R);
12. T1R, PXP; 13. PTXP, P3D;
14. P3C! (el talón de Aquiles de la
posición de las negras es la casilla
3D y la diagonal 1AR-6TD, debili-
tadas por el cambio del alfil de ca-
sillas negras), CD2.D; 15. A3TD,
P4T; 16. C3A, T3TD; 17. C4D, C4A;
18. C5C, D2R; 19. P5R, P X P ; 20.
TXP, y las negras se rindieron.
(Ver diagrama núm. 117)
Las negras amenazan con apo-
derarse del centro. Y el valor de la
posición depende de si las blancas
pueden desmoronarlo u organizar
acciones diversivas en los flancos.
6. A2C P4R
Diagrama núm. 117
Se puede optar por una de las
siguientes retiradas: 7. C3A (A),
7. C2A (B) y 7. C3C (C).
A P4TD; 12. P3C, 0-0; 13. A2C, A4AD;
7. C3A
7. ... P5D
Este movimiento es posible por
cuanto no se puede tomar el peón
4R, pues se da jaque con la dama
desde el escaque 4T.
Si sucede 7. ..., P5R; 8. C4D,
C3A; 9. 0-0, A2R; 10. C3AD, las
blancas tienen más posibilidades.
8. 0-0 C3A
9. P3R
El ataque flanqueado 9. P4CD (a
fin de responder a 9. ..., A x P con
10. CXPR, y si 9. .... A3D, prose-
guir 10. P5C, C2R; 11. P5A) se
detiene con la enérgica respuesta
9. ..., P5R.
En una partida Radulescu-Sabo
(Bucarest, 1953), las negras lograron
una buena posición al cabo de 10.
C5C, AXP; 11. CXPR, CXC; 12.
AXC, A6TR; 13. A2C, AXA; 14.
RXA, 0-0.
9. ... A2R
10. P X P PXP
Las negras tienen una posición
sólida.
Diagrama núm. 118
Ilivitski-Keres (XVI Campeonato
de la U. R. S. S., 1948): 11. P3TD,
14. P4CD; P X P ; 15. PXP, T X T ;
16. A XT, CXP; 17. AXP, P3CD,
con igualdad de oportunidades.
Keres-Führman (XXXIII Campeo-
nato de la U. R. S. S., 1965): 11.
A4A, 0-0; 12. C5R, CXC; 13. AXC,
A4AD; 14. C2D (prepara la ame-
naza 15. C3C, y obliga a las negras
a tomar urgentemente medidas),
C5C!; 15. C3A (a 15. A4A habría
podido suceder 15. ..., P4CR!; 16.
C3C, PXA; 17. C x A , PXP; 18.
PTXP, D3D, y así las negras po-
drían atacar el caballo y amenazar
con 19. ..., D3TR), P6D; 16. P3TR,
CXA; 17. CXC, P7D; 18. C3A,
D3D; 19. CXP, DXP; 20. C4R,
D2A, y empate.
B
7. C2A
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4A; 4. C3AR, P x P ; 5.
CXP, P4D; 6. A2C, P4R.)
Al contrario de la que sucede en
la variante A, esta retirada del ca-
99
bailo no estorba el paso al peón
2AR. Por tanto, las blancas tienen
otra posibilidad de diversión por el
blanco (P4AR).
7. ... P5D
8. 0-0
En el encuentro Bondarevski-Deli
(competición Leningrado-Budapest,
1959), las blancas quebrantaron la
postura del peón 4R con el movi-
miento 8. P4A. Y las negras hicie-
ron 8 , C3A. A Bondarevski le
tentó la oportunidad de ganar un
peón: 9. AXC + , PXA; 10. PXP.
Lo que brindó a Deli posibilidades
de ataque: 10. ..., D4T+; 11. D2D,
DXPR; 12. DXP, D4TR; 13. A4A,
A3R; 14. C2D, A4AD; 15. D3AD,
0-0.
9. 0-0 es preferible a 9. AXC + .
8. ... C3A
9. C2D
En la partida Müring - Degreift
(XII Olimpiada, 1956), las blancas
continuaron 9. P4R, con la intención
de situar el caballo 2A en la casilla
3D y, después, hacer P4A; tras 9.
..., A4AD; 10. C1R, P4TD; 11. C3D,
D3D; 12. P4A, 0-0, intentaron or-
ganizar una ofensiva en el flanco
del rey. Pero a las negras se les
presentó la ocasión de hacerlo en
el de la dama: 13. P5A, C2D; 14.
T2A, P3A; 15. C2D, C5C; 16. A1A,
P5T; 17. P4CR, CXC; 18. AXC,
A5C; 19. T2C, AXC; 20. A XA,
C4A. Las oportunidades son aproxi-
madamente iguales.
9. ... A5CR
10. C3A P4TD
Este movimiento va dirigido con-
tra el P4C. Si 10. ..., AXC, las blan-
cas no contestan con 11. A XA, pues
sucede 11. ..., P5R; 12. A2C, P3TR
y los posteriores movimientos 13.
..., D2D y 14. ..., 0-0-0, sino que
hacen 11. PXA; tras ello, preparan
la ruptura, mediante el avance P4A.
11. A5C.
100
De igual manera transcurrió la
partida Petrosian-Keres (torneo de
pretendientes, 1953); las negras con-
tinuaron 11. ..., A4AD, con lo que
defendieron el peón 5D y dispusie-
ron de la amenaza P5R.
Tras 12. P4R, P3T; 13. AXC,
DXA; 14. C2A1R, Bronstein reco-
mienda el curioso sacrificio de un
peón: 14. ..., P6D, cuyo objeto es
abrir la vertical D y activar el juego
del alfil 4A.
La partida continuó prosaicamente
14. ..., D3R; 15. C3D, A2R, lo que
igualó más o menos las posiciones.
Si el bando negro trata de hacer
P5R para impedir que el adversario
haga el movimiento bloqueador P4R,
Bronstein recomienda jugar 11. ...,
A2R. Por lo que las blancas tendrán
que tomar el caballo con el alfil
antes que suceda P3TR si quieren
poner obstáculo al movimiento P5R,
lo cual sucedió en la partida de re-
ferencia.
C C6R, sucede 14. A5D); 13. R1A,
7. C3C
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4A; 4. C3AR, P X P ; 5.
C x P , P4D; 6. A2C, P4R.)
Lo mismo que en la variante B,
el caballo no estorba el avance P4A.
Por otra parte, la situación de esta
pieza en el escaque 3C hace que
disminuya la solidez del centro de
las negras, pues evita el movimiento
A4AD adversario.
7. ... A5C+
Si sucede 7. ..., PXP; 8. D X D + ,
RXD; 9. C5T, A5C+; 10. A2D,
las blancas recuperarán el peón y
aventajarán a su adversario en el
desarrollo de la apertura.
Y si 7. ..., P5D, pueden ellas tra-
tar de romper inmediatamente la
postura del peón 4R negro, mediante
8. P4A. ¿No será esto lo que mo-
tiva la retirada del caballo al esca-
que 3CD?
Diagrama núm. 119
A 8. ..., A3D procede 9. PXP,
AXP; 10. A4A. El peón 5D se pier-
de, y el asunto se reduce a si las
negras pueden aprovechar las defi-
ciencias del dispositivo de peones
blanco. Veámoslo: 10 ..., A XA;
11. PXA, C5C; 12. DXP, D5TR +
(caso que 12. ..., D x D ; 13. C x D ,
C3AD; 14. D5A, A2D; 15. P3TR,
P3CD; 16. D1C y 17. D2A; el juego
redunda en provecho de las blancas.
Se puede reemplazar 13. ..., C3AD
por 13 , 0-0, y responder a 14.
P3TR con 14. ..., C3TR. Es intere-
sante ensayar 14. ..., C2R (en vez
de hacer 14. ..., A2D) y, si 15. P3TR,
proseguir 15. ..., C4A. A lo que
puede suceder la bella variante 16.
PXC, C6C + ; 17. R1C, C X P + , con
empate por jaque continuo. Aná-
lisis.
P. Trifunovich entendió que las
negras no debían haber hecho 8. ...,
A3D, sino 8. ..., PXP; 9. AXP,
C3A, que, aunque se entregase un
peón, forzaba a las blancas a cam-
biar el importante alfil «catalán».
Tras 10. AXC + , PXA; 11. DXP,
D X D; 12. C X D, A2D; 13. 0-0, 0-0-0,
las negras tienen buen contrajuego
en las verticales centrales.
Ofrece interés el desarrollo de la
partida Sosonko-Ruban (Leningrado,
1967) en que las negras optaron por
8. ..., A5C + . Al cabo de 9. A2D,
C5C; 10. 0-0, A XA; 11. DXA, C6R;
12. T2A, CXP (es atendible 12
CXA y, después, 13. ..., C3A); 13.
D4C, C6R; 14. AXP, A XA; 15.
DXA, C2D, se produjo una situa-
ción con igualdad de oportunidades.
En el encuentro Siladi-Forintosch
(Campeonato de Hungría, 1958), las
blancas no hicieron 8. P4A, sino que
socavaron la posición del peón 5D,
por medio de 8. P3R.
Diagrama núm. 120
Prosiguió 8. ..., P4TD!; 9. PXP,
P5T; 10. C5A, PXP; 11. C3D, A2R;
12. 0-0, 0-0; 13. A5C, C3A; 14. T1R,
A3R; 15. C2D, D4T; las negras no
encuentran dificultades.
8. A2D
(Ver diagrama núm. 121)
Las blancas jugaron desacertada-
mente la apertura en el encuentro
Gerber - Lazariev (Kiev, 1965): 8.
C3C2D, 0-0; 9. 0-0, P5D; 10. D3C,
P4TD; 11. T1D, C3A; 12. P3TD,
A4AD; 13. D2A, A5CR; 14. C4R,
CXC; 15. AXC, P4A; 16. A5D + ,
R1T; la parte negra tiene la prepon-
derancia.
8. ..., PXP fuerza a los cambios;
ello hace que la posición de las blan-
cas sea algo mejor en la fase última
101
 Diagrama núm. 121
de la contienda. La partida Trifuno-
vich - Matulovich (Campeonato de
Yugoslavia, 1961) continuó 9. A XA,
DXD + ; 10. RXD, PXC; 11. PXP,
C3A (este movimiento es necesario
para terminar el desarrollo y para
contestar a 12. AJAD con 12. ...,
A2D); 12. A X C + (desestimando
la superioridad que puede ofrecer
II
5. ... D2A
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4A; 4. C3AR, P x P ; 5.
CXP.)
El ataque contra el peón 4A es
causativo de amenazas tácticas en
la diagonal 3AD-8TR. En algunas
variantes, las blancas han de contar
con que el adversario atacará el
punto 2AR; éste resuelve fácilmen-
te el problema de la apertura en las
variantes que veremos a continua-
ción. Y en ésta tienen aquéllas que
actuar enérgicamente.
102
la pareja de alfiles, las blancas op-
taron por un final con alfiles de
casillas de distinto color, y su plan
consistió en aprovechar la vertical
TD, doblar sus torres, situar el ca-
ballo en 4AD o en 4R y proteger
el peón 3CD con el rey), PXA; 13.
C2D, A3R (si no, 14. C4A); 14. P3A,
C2D (a 14 C4D sigue 15. A5A
y 16. C4A); 15. R2A, P4AD; 16.
A3 A, 0-0 (16. ..., R2R es mejor);
17. C4A, TR1C (tomar el caballo
podría debilitar los peones del flan-
co de la dama negra); 18. T6T! Las
blancas preponderaron; se cierne
sobre las negras el peligro de 19.
T1-1T y 20. T1-3T. De esa manera,
las primeras defenderán el peón
3 CD y amenazarán el 4R negro.
8. ..., AXA + ; 9. DXA, P5D;
10. P4A, C5C; 11. 0-0 reduce el jue-
go a la variante de que hemos habla-
do en el comentario sobre el séptimo
movimiento de las negras. Con todo,
es atendible 11. PXP.
Caso que 9. ..., PXP (en vez de
9. .... P5D), sucedería 10. D X D + ,
RXD; 11. C5T.
A C5C, P4D), y a 10. A3R no sigue
6. C3AD
El bando blanco sacrifica un peón
al objeto de aventajar a su contrin-
cante en el desenvolvimiento del
juego.
Las continuaciones 6. A2C, 6.
D2A, 6. P3C y 6. D4T están agru-
padas en la variante B.
6. ... DXPA
7. P4R D5C
A 7. ..., D2A sigue 8. A4AR y
9. C4D5C.
8. P3TD D3C
9. P5R
Diagrama núm. 122
Con esta posición, varios autores
dan por terminada la variante, y
afirman que las blancas tienen una
superioridad importante en la po-
sición.
Esto sería cierto si las negras
se viesen forzadas a retirar el ca-
ballo. Mas, continuando 9. ..., C3A!,
hacen contrajuego y mantienen el
peón de ventaja. Por lo cual a 10.
C3A procede 10. ..., C5CR; a 10.
CXC, DXC; 11. T1C sucede el
eficaz movimiento 11. ..., C5R (12.
10. ..., DXP? por cuanto 11. C4T,
sino 10. ..., CXP! sin prevenirse de
la retirada del caballo 4D. Si 11.
C4D5C, se responde con 11. ...,
D3A, y si 11. A2C, la respuesta es
11. ..., P4D; tras lo cual, las blancas
no se compensan suficientemente la
pérdida de dos peones con el de-
senvolvimiento de su posición.
¡Y, sin embargo, 6. C3AD es fac-
tible! Después de 6. ..., DXPA; 7.
P4R, D5C; 8. P3TD, D3C, propone-
mos sustituir 9. P5R con 9. A3R.
(Ver diagrama núm. 123)
No se puede tomar el peón 2C
(9. ..., D X P ? ; 10. C4T), al paso
que hay las amenazas 10. C4D5C y
10. P5R.
En vez de hacer 8. P3TD, puede
Diagrama núm. 123
ensayarse 8. A2C seguido de 9.
C4D5C o 9. P5R. Por ejemplo: 8.
..., P3TD; 9. P5R. Análisis.
B
6. A2C
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4A; 4. C3AR, P x P ; 5.
CXP, D2A.)
Esto es otra forma de entregar el
peón, a fin de aventajar al oponente
en el despliegue de la apertura. Pero
antes de tratar sobre ello, ensaya-
remos tres procedimientos para de-
fenderlo: 6. D2A, 6. P3C y 6. D4T.
6. D2A, P4D; 7. C5C, D3A; 8.
A2C, P3TD; 9. C5C3T, C1C2D, con
igualdad de oportunidades.
6. P3C, A5C + ; 7. C2D, A4A; 8.
P3R, C3A (también es hacedero 8.
..., P4D) o 7. A2D, A4A; 8. P3R,
P4D; las negras tienen buen juego
en los dos casos.
6. D4T; este movimiento exige al
bando negro una defensa precisa.
Pues el siguiente análisis muestra
que las amenazas del blanco pueden
ser peligrosas.
6. ..., A4A; 7. C3C (7. C5C, D3A!;
8. TIC, D3C no conviene, porque el
objeto de 5. ..., D2A está bien defi-
nido en esta variante), A2R. Puede
103

continuar 8. C3A, C3A; 9. C5C,
D1C. Si sucede 10. A4A, P3D; 11.
T1D, P4R; 12. A5C, P3TD; 13. C3A,
A2D (los autores de manuales de
aberturas indican esta variante), las
negras preponderan; pero esta va-
loración es cierta sólo en la situa-
ción final: préstese atención al juego
atenazado de ellas que ocasiona el
avance P5A, el cual puede realizarse
en el décimo o undécimo movimien-
to. Veámoslo: 11. P5A (en vez de
11. T1D).
Diagrama núm. 124
Las negras se ven forzadas a res-
ponder con 11. ..., P4R. Luego de
12. PXP, AXP; 13. CXA + , D x C ;
14. T1D, la situación de las blancas
es mejor.
10. P5A (en lugar de 10. A4A)
también mejora la posición de éstas.
Análisis.
(Ver diagrama núm. 125)
Se plantea la cuestión de cómo
pueden las negras igualar el juego
104
Diagrama núm. 125
en la variante 6. D4T. Después de
6. ..., A4A; 7. C3C, A2R; 8. C3A,
basta reemplazar 8. ..., C1A por 8.
..., D3A, forzando al cambio de las
damas.
6. ... A5C +
7. C2D, DXPA; 8. C2A, 0-0; 9.
0-0, D4CD; 10. CXA (a 10. C4D
puede suceder 10. ..., D4TR; 11.
D3C, A4A, y si 12. Ax.P, A x A ;
13. D x A , procede 13. .... AxC!,
con ataque), DXC; 11. C3C, P4D,
y las blancas no pueden compen-
sarse el peón sacrificado.
7. C3AD, DXPA (también es fac-
tible 7. .... P3TD); 8. 0-0, 0-0; 9.
A5C. Aquí, la táctica del gambito
no está justificada, es decir, las ne-
gras pueden tomar un segundo peón:
9. ..., AXC; 10. PXA, D x p , pues
11. AXC, PXA; 12. C5C, D4T; 13.
C6D, C3A no ofrece nada positivo
a las blancas. Merece la pena en-
sayar el movimiento 12. P3R.
III
5. C3A
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4A; 4. C3AR, P x P ;
5. CxP.)
6. C3AD
Igualmente se puede hacer 6. A2C.
Diagrama núm. 126
6. ..., A4A; 7. C2A, P4D; 8.
PXP, CXP; 9. 0-0, 0-0, con aproxi-
mada igualdad de oportunidades.
En una partida Jolmov-Keres (Mos-
cú, 1947), las negras no hicieron
7. ..., P4D, sino 7. ..., 0-0. Tras 8.
C3A, A2R (8. ..., P3CD?; 9. P4CD);
9. 0-0, P3CD; 10. A4A, A2C; 11.
A6D, C4TD; 12. AXA2C, CXA;
13. AXA, DXA; 14. P4R, P3D; 15.
D2R, T1T1A; 16. C3R, las blancas
mejoraron su situación; podían no
haber simplificado la posición, sino
continuar 10. P4R y responder a
10. ..., A2C con 11. A3R, lo cual
les brindaba buenas perspectivas.
6. ..., A5C + ; 7. C3AD, D4T; 8.
C5C, P3TD; 9. C6D+, R2R. A esta
posición llegó la partida Schulman-
Chepukaitis (espartacada leningra-
dense, 1967). Luego de 10. A2D, las
negras entregaron la dama por tres
piezas menores: 10. ..., AXC6D
(10. ..., R x C ; 11. P3TD!); 11.
C5D+, PXC; 12. AXD, CXA; 13.
PXP, T1R; 14. 0-0, R1A; pero D4D
dio a las blancas la preeminencia.
6. ... D3C
Diagrama núm. 127
6. ..., A5C; 7. A2C, 0-0; 8. 0-0,
AXC; 9. PXA, D4T; 10. D3C (Tai-
manov-Sajarov, XXXIII Campeonato
de la Unión Soviética, 1965) tam-
bién da a las blancas la preeminen-
cia.
¿Cómo deben continuar las blan-
cas? 7. C3C parece esr lo más
natural.
Eso hizo Taimanov en su partida
con Geller (XXII Campeonato de
la U. R. S. S., 1955); pero empezó
a encontrar dificultades en la de-
fensa del peón 4A después de 7. ...,
C4R. Por ejemplo:, 8. A3R no sirve,
porque 8. ..., D5C. La partida con-
tinuó así: 8. P4R, A5C; 9. D2R,
P4TD; 10. A3R (10. P4A, C3A; 11.
P5R era digno de atención), D2A;
11. A2D, 0-0; 12. P3TD, AXC; 13.
AXA, P3CD; 14. P4A, C3C; 15.
A2C, A3T; 16. C2D, T1T1A.
La apertura redundó en beneficio
de las negras. ¿Cómo defender el
peón 4AD? A 17. A1A procede 17.
..., P4D, y 17 P3C no conviene por
cuanto 17. ..., P5T. Taimanov jugó
105
17. P4TR, con el propósito de llevar
el peón hasta la casilla 6T. Geller
debía haberlo evitado con 17. ...,
P3TR y, así, mantener la iniciativa;
pero como no lo hizo, se vio atado
en la diagonal 3AD-8TR al remate
de 17. ..., AXP?; 18. CXA, DXC;
19. P5T, DXD + ; 20. RXD, C2R;
21. P6T.
En un encuentro Taimanov-Kor-
chnoi (Tallin, 1967) sucedió 7. C2A,
A4A; 8. P3R, 0-0; 9. A2C, D3T;
10. D2R, T1D; 11. P3TD, P4D; 12.
PXP, D X D + ; 13. CXD, CxP; 14.
P4CD, A2R; 15. A2C, C3C; 16.
P5C, C4T; 17. A3AD, C6C; 18.
T1D, C4A; 19. 0-0, A2D, y las po-
siciones son aproximadamente igua-
les. 12. P4CD (en vez de 12. PXP),
P5D (si 12 A2R, sucede 13.
P5C, D4T; 14. A2D y se pierde);
13. C4R es favorable a las blancas.
Análisis.
En la partida Roelle - Neustadt
(torneo internacional por correspon-
VARIANTE 3. ..., A5C+
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR)
Por su configuración, las varian-
tes de este capítulo se refieren a la
defensa india moderna o por mejor
decir a una de sus ramificaciones:
el sistema de Bogoliubov (1. P4D,
I
4. A2D
(Ver diagrama núm. 128)
¿A quién conviene el cambio de
los alfiles de casillas negras? Ni la
teoría ni la práctica han respondido
claramente a esta pregunta. Por ello,
además de 4. ..., A X A + (A) y 4.
106
dencia, 1958-1959) se hizo 7. P3R.
Después de 7. ..., A5C; 8. A2C,
C4R; 9. D3C, D4A, las negras gana-
ron un peón. Prosiguió 10. 0-0,
DXP; 11. T1D, DXD; 12. PXD.
Aquéllas se retrasaron un poco en
el desarrollo de la apertura; cir-
cunstancia que las blancas no logra-
ron aprovechar: 12. ..., P4D; 13.
P4R, 0-0!; 14. PXP, PXP; 15. A4A
(a 15. ..., C x P sigue 15 CxC;
16. A x C , T1D; 17. A2C, A5C!),
C3C; 16. A5C, AXC; 17. PXA,
C5R. Las negras llevan ventaja.
7. CXC; este cambio tiene que
ver con el sacrificio del peón, si el
bando negro hace 7. ..., DXC. En
la partida Zebalo-Gligorich (Cam-
peonato de Yugoslavia, 1965), aquél
prefirió hacer 7. ..., PXC. Prosiguió
8. A2C, A2R (es factible 8
P4D); 91 0-0, 0-0; 10. P4R, P4R;
11. P3C, P3D; 12. A2C, C2D; 13.
C4T, D1C; 14. D2A, C3C; 15. C3A,
A3R; 16. TR1D, con mejores pers-
pectivas para las blancas.
C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. C3AR,
A5C+), con la evolución del alfil
del rey a 2CR.
Las blancas tienen dos continua-
ciones: 4. A2D (I) y 4. C1C2D (II).
.... D2R (B), hay' la retirada del
alfil 4. ..., A2R (C). El lector se
preguntará si no sería mejor jugar
3. ..., A2R que dar jaque desde la
casilla 5C. Pero el quid de la cues-
tión es que la posición del alfil en
2D tiene sus inconvenientes, lo cual
se ve comprobado en la variante I,
C de este capítulo.
Diagrama núm. 128
Notamos asimismo la presencia
del paradójico movimiento 4. ...,
P4TD, que. en otro orden de mo-
vimientos (1. P4D, C3AR; 2. P4AD,
P3R; 3. C3AR, A 5 C + ; 4. A2D,
P4TD), Bronstein empleó contra Po-
rat en el torneo interzonal celebrado
en Amsterdam el año 1964.
A 10.
4. ... AXA +
¿Con qué tomar el alfil? Se toma
con los movimientos 5. CXA (a) y
5. DXA (b). A nuestro ver es mejor
hacerlo con la dama.
a 10. ...
5. CXA
Las negras tienen dos posibilida-
des: la primera caracteriza la es-
tructura india y consiste en el mo-
vimiento P3D seguido de C3A (o
C1C2D) y P4R, y la segunda deter-
mina las peculiaridades de la va-
riante cerrada y la abierta de la
apertura catalana y se reduce a los
movimientos P4D, C1C2D, etc.. o a
los P4D y P x P .
1
5. ... P3D
Este movimiento y el subsiguien-
te formarán una cuña de peones
que, tras el cambio de los alfiles de
casillas negras, no estorbará la ac-
ción del alfil restante.
Esta regla estratégica la formuló
Philidor: «Los peones deben si-
tuarse en las casillas de color dis-
tinto del que se mueve el alfil
propio».
6. CR3A C3A
También es admisible la evolución
del alfil al flanco: 6. ..., P3CD; 7.
A2C, A2C; 8. 0-0, 0-0; 9. D2A, D2R;
10. P4R, P4A, tras lo cual hay igual-
dad de oportunidades. Si las blan-
cas desean eludir esta variante, pue-
den variar el orden de movimientos
y hacer primero 6. A2C.
7. A2C 0-0
8. 0-0 P4R
9. P5D C2R
P4R
Se puede hacer 10. P3R y, si 10.
..., P3A, 11. PXP, PXP; 12. D2A
y, después, T1T1D, o 11. ..., CXP;
12. D2A, P4D; 13. PXP, CXP; 14.
TR1D; este análisis pertenece a
Romanovski.
Es digno de atención 10. ..., A4A
(en vez de 10. ..., P3A).
C2D
Hay que impedir la amenaza 11.
P5A.
(Ver diagrama núm. 129)
En esta posición se propusieron
las siguientes continuaciones:
11. C1R, P4AR, que sucedió en
¡a partida Alatortsev - Lowenfisch
(X Campeonato de la Unión Sovié-
tica, 1937); las negras lograron una
buena posición al término de 12.
107
 Diagrama núm. 129
C3D, P5A. Si hubiera sucedido 12.
P4A, PXPA; 13. PXP5A, PXP;
14. CXP, C4AR, también la habrían
logrado. 12. P X P y, luego, C4R era
relativamente mejor para las blancas.
11. C4T, P4TD; 12. D2A, C4AD;
13. C3C, CXC; 14. DXC, con posi-
bilidades para uno y otro bando.
11. P4CD, P4TD; 12. P3TD, he-
cho con objeto de preparar el
avance P5A. Como el caballo blanco
aún no ha dejado el punto 3AR, las
negras habrán de tener en cuenta
que a su movimiento P4AR puede
suceder el de las blancas C5C; y
así, han de perder un tiempo en
hacer previamente P3TR.
Por lo visto, operar en el flanco
de la dama es más ventajoso para
las blancas.
2 bigracia: 7. ..., P3CD; 8. C3A, A2C;
5. ... P4D
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, A 5 C + ; 4. A2D, A x A + ;
5. CxA.)
Como se ha dicho, este molimien-
to no satisface del todo las parti-
cularidades estratégicas de la posi-
ción, pues el alfil de la dama negra
está atenazado por sus propios pso-
nes. Si las negras toman el peón, no
108
harán más que aumentar la potencia
ofensiva del alfil adversario cuando
se halle en la casilla 2CR.
6. CR3A 0-0
7. A2C CD2D
Si se pasa a la estructura holan-
desa 7. ..., C5R; 8. 0-0, P4AR; 9.
T1A, P3A; 10. D2A, las blancas lle-
varán ventaja (Sabo-Steiner, Gro-
ninga, 1946). El «muro de piedra»
suele ser poco eficaz cuando se ha
prescindido de los alfiles de casillas
negras.
8. 0-0.
A esta posición llegó, aunque con
cierta transposición de movimientos,
la partida Capablanca - Marshall
(Nueva York, 1927). Continuó 8.
..., D2R; 9. D2A, P3CB; 10. P x P ,
CXP; 11. P4R, C5C; 12. D3A! (no
se puede hacer 12. D x P ? , porque
12 A3T; 13. TR1D, TRIAD;
14. D4AR, A7R), P4AD (12 A3T
no conviene, por suceder 13. P3TD,
A XT; 14. AXA); 13. P3TR, C3T.
Aquí, 14. TR1R! hubiese dado a
las blancas mejor juego, según Ale-
khine.
Es factible 8. ..., P3A; 9. D2A,
P3CD o 8. ..., P3CD, reduciendo
el juego a la estructura de la va-
riante cerrada.
El intento del bando negro de
realizar el avance P4R no probó su
eficacia: 8 ..., T1R; 9. D2A, P4R?;
10. PXPD, CXP; 11. p x p , CXP;
12. CXC, TXC; 13. C4A, T2R; 14.
T1T1D, T2D; 15. A3T, C5C; 16.
D3C, TXT; 17. TXT, D2R; 18.
AXA, T x A ; 19. P3TD, pues no se
puede evitar la pérdida material
(Silber - Klebanov, Campeonato de
la República Socialista Soviética de
Kazakstán, 1966).
b la posición del «gambito de dama
5. DXA
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, A5C+ ; 4. A2D, Ax A + .)
Tomar el alfil con la dama posi- Caso que 6. ..., PXP; 7. A2C, las
bilita la evolución del caballo de blancas recuperan pronto el peón
ésta a una posición más eficaz que y adelantan a las negras en el desa-
la del mismo en la variante a. rrollo de la apertura. Por ejemplo:
Las negras pueden elegir entre 7. ..., P4A; 8. P X P .
5 P3D seguido de P4R (1) y
5. ..., P4D (2). Además, se puede Diagrama núm. 130
hacer 5. ..,, C5R (3).
1
5. ... P3D
6. C3AR
Las blancas han de jugar previa-
mente 6. C3AD si quieren impedir
la estructura holandesa (6. ..., C5R
y 7. .... P4AR).
6. ... C3A
Movimiento que prepara y dis-
pone el avance P4R. Con igual fina-
lidad, se hace 6. ,.., D2R, lo cual
veremos en la variante B.
8. ..., D X D + ; 9. C1CXD. Y si
9. ..., C1C2D, sucede 10. P6AI,
7. A2C 0-0
PXP; 11. C4D.
8. C3A P4R
8. ..., D2A; 9. C3T, DXPA (9.
Se puede continuar 9. P5D como ..., C1C2A; 10. T1AD, C x P ; 11.
en la variante a, 1 y, luego, prepa- T x P no altera la valoración); 10.
rar la ofensiva en el flanco de la T1AD, C5R; 11. D2A, D4T+; 12.
dama. C2D.
Si 9. 0-0, cabe 9. ..., A5C, y si
La parte blanca lleva ventaja en
10. P3R, es posible 10. ..., D2R, ambos casos.
con igualdad de posibilidades.
7. A2C.
Y el juego transcurre de modo
2
semejante a la variante cerrada; ver-
5. ... P4D
9. C5R, C1C2D; 10. 0-0, P3A; 11.
T1T1A, T1T1A; 12. TAR1D, D2R;
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
13. P4R; la situación del bando
3. P3CR, A5C+ ; 4. A2D, Ax A+ ; blanco es poco más preferible.
5. DXA.)
Lo mismo que en la variante a, El paso a la estructura holandesa
7. ..., C5R; 8. D2A, P4AR se ana-
catalán» favorece a las blancas si liza en la siguiente variante (3).
se ha efectuado el cambio de los Tras 7 D2R, se produce la
alfiles de casillas negras. posición de la variante B.
6. C3AR 0-0
109

3 Si éstas prosiguen 7. C3AR, las
5. ... C5R
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, A5C+ ; 4. A2D, Ax A+ ;
5. DXA.)
6. D2A
Diagrama num. 131
6. ... P4D
Como aún no han movido el ca-
ballo del rey, las blancas disponen
de 7. P3A. A lo que puede suceder
7. ..., C3AR; 8. C3A, 0-0; 9. P3R,
P3A; 10. C3T, C1C2D; 11. PXP,
PAXP (es digno de consideración
11. ..., PRXP); 12. A2C, con mejo-
res perspectivas para ellas. Por
ejemplo: si 12. ..., P4R, es oportuno
responder con 13. 0-0.
Y 6. ... P4AR
Ahora no es peligrosa la conti-
nuación directa 7. P3A, C3AR; 8.
P4R, porque sucede 8. ..., PXP;
9. PXP, P4R!
Después de 7. A2C, P4D; 8. C3AR,
el juego evoluciona según el sistema
del «muro de piedra» en la defensa
holandesa. Como se ha dicho, la
falta de los alfiles de casillas negras
redunda en beneficio de las blancas.
110
negras pueden optar por el sistema
de la defensa holandesa 7. ..., P3D;
8. A2C, 0-0; 9. 0-0 D2R, que, fal-
tando los alfiles de referencia, es
mejor que el precedente para las
negras.
B
4. ... D2R
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, A 5 C + ; 4. A2D.)
5. A2C
Las negras tienen las siguientes
respuestas: 5 , AXA+ o 5
P4D (a), 5. ..., 0-0 (b) y 5. ....
C3A (c)
a to de la U. R. S. S., 1948).
5. ... AXA+
Las negras pueden eludir el cam-
bio de los alfiles con 5. ..., P4D,
tras lo cual el juego suele reducirse
por transposición de movimientos a
otras variantes de este apartado. En
este sentido, es interesante la con-
tinuación que ofrece el encuentro
Keres-Goldberg (1947): 6. C3AR,
C1C2D; 7. 0-0, P3A; 8. D2A, A3D;
9. C4T, C1A (a 9. ..., P3TR sigue
10. PXP); 10. C3AD, C3C; 11.
CXC, PTXC; 12. P4R. Las blancas
tienen probabilidades de éxito.
6. DXA
En una partida Stahlberg-Keres
(1938) se hizo 6. CXA, P3D; 7.
C1C3A; P4R; 8. D3C, 0-0; 9. 0-0,
T1R; 10. P3R, C1C2D; 11. T1T1A,
con mejores perspectivas para aqué-
llas.
6. ... P4D
Aquí también parece más lógico
6. ..., P3D. Veámoslo:
Diagrama num. 132
7. C3AR, C3A; 8. C3A, P4R o
7. ..., P4R; 8. C3A, 0-0; 9. 0-0, P3A;
10. P4R, A5C; 11. C4TR, C3T; 12.
P3TR, A3R; 13. P3C; la posición
de las blancas tiene más movilidad
(Ilivitski-Averbach, XVI Campeona-
7. P3R (7. P4R y los posteriores
movimientos C2R y C1C3A también
es realizable), P4R; 8. C2R, 0-0; 9.
C1C3A, P3A; 10. 0-0, C1C2D; 11.
T1T1R, T1R; 12. P4A, PXPA; 13.
CXP, CÍA (V. Borisenko-Zvorikina,
torneo de pretendientes femeninos,
1961). Aquí era digno de considera-
ción 14. P4CD, pues mejora la si-
tuación de las blancas.
7. C3AR 0-0
8. 0-0 C3A
9. T1A!
(Ver diagrama núm. 133)
Si 9. C5R, lo normal es continuar
9. ..., CXC; 10. PXC, C2D. Ahora
entraña peligro para el bando blanco
11. PXC, CXP; 12. PXP, pues
sigue 12. ..., A X P ; 13. AXP,
T1T1C!; 14. A6T, TA1D, y el negro
comienza un fuerte ataque.
En una partida Euwe-Bolbochan
(Mar del Plata, 1947) no se hizo
11. PXP, sino 11. D3A; prosiguió
11. ..., P3AD; 12. C2D (si 12 PXP,
Diagrama núm. 133
PAXP; 13. P4R, procede 13. ...,
P x P ; 14. A x P , D4A e iguala las
posibilidades), P3CD; 13. P X P ,
PAXP. Las posiciones están equi-
libradas.
A 9. C3A sucede 9. ..., PXP, y a
9. D2A sigue 9. ..., P4R.
El poderoso y poco frecuente mo-
vimiento 9. T1A! plantea serios
problemas a las negras, lo cual se ve
comprobado en las siguientes con-
tinuaciones :
9. ..., PXP; 10. TXP, P4R; 11.
CXP (caso que 11. P5D, la parte
blanca habrá de tener en cuenta el
sacrificio de una pieza: 11. ...,
C x P ; 12. DXC, T1D, con ataque
peligroso), CXC; 12. PXC, DXP;
13. C3A, P3A; 14. T1D (Bonda-
revski-Ilivitski, XVI Campeonato de
la Unión Soviética, 1948).
9. ..., T1D; 10. C5R, C X C ; 1 1 .
PXC, C2D; 12. PXP, CXP (12. ...,
PXP; 13. TXP); 13. D3A!, P X P ;
14. DXP, D3A; 15. C3A, A3R; 16.
DXPCD, C5C; 17. A3A, D4R; 18.
D7R (Neustadt-Schevechek, II Cam-
peonato de Europa por correspon-
dencia, 1965-1967).
9. .... C5R; 10. D3R, P4A; 11.
C3A, CXC; 12. T x C , D3A; 13.
T1T1AD, C2R; 14. C5R, P3A; 15.
P4CD.
9. ..., A2D; 10. D4A, D3D; 11.
C1C2D.
111
 Las blancas tienen más posibili-
dades en cada uno de los cuatro
casos.
b y las blancas adelantan a las negras
5. ... 0-0
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, A 5 C + ; 4. A2D, D2R;
5. A2C.)
6. C3AR P4D
6. ..., A X A + produce la posi-
ción de la variante a.
Las negras pueden despejar la
situación mediante 6. ..., C5R; 7.
0-0, CX A; pero 8. C3AXC y, si
8. ..., AXC, 9. DXA y 10. C3A
ofrece buenas perspectivas a las
blancas. También es factible 8.
C1CXC, AXC; 9. DXA (Smislov-
Kasparian, Piarnu, 1947), pues ellas
aventajaron a las negras y comen-
zaron a operar en el flanco de la
dama tras 9. ..., P3D; 10. D3A,
C2D; 11. T1T1A, P4R; 12. P5A.
7. 0-0
Esta jugada tiene que ver con el
sacrificio del peón blanco 4A. Si
no se quiere seguir el gambito, se
puede hacer 7. D2A. A lo que, en
una partida Reshevski - Traceman
(1938), sucedió 7. ..., C5R; 8. 0-0,
CXA; 9. C1CXC, P3AD; 10. P4R,
AXC; 11. CXA, PXPR (11. ...,
P x P D ; 12. CXP, P4AD no con-
viene, por cuanto procede 13. P5D!,
PXP; 14. PXP, C2D; 15. TAR1R,
D3A; 16. P6D); 12. CXP, C2D; 13.
P5A, y el juego fue favorable a las
blancas. Si 13. ..., P4R, sucede la
eficaz continuación 1 4 . P X p,
CXPR; 15. TAR1R, C3C; 16. C6D,
D2A; 17. P4A, que también les
favorece.
7. ... C3A
112
Diagrama núm. 134
La parte blanca tendrá una posi-
ción bastante activa, si la negra se
decide a tomar el peón y mantener
la posesión del mismo. Lo cual acae-
ció en un encuentro Rmox-Becker
(Viena, 1931): 7. ..., PXP; 8. D2A,
A XA; 9. C1CXA, P4CD; 10.
P4TD, P3A; 11. P3C, PXPC;
12. CXP.
8. P3TD, AX A; 9. C1CXA, C5R;
10. D2A, CXC; 11. DXC, A2D,
y la posición de las blancas está
poco más desplegada. En la partida
Vorotnikov - Kuraitsa (competición
Unión Soviética-Yugoslavia, 1964)
no se hizo 9. ..., C5R, sino 9. ...,
T1D. Y el bando blanco activó su
posición al término de 10. PXP,
PXP; 11. P4CD, C5R; 12. C3C,
P3TD (12. ..., C6A; 13. D3D);
13. T1A.
8. A5C, PXP; 9. C5R, P3TR;
10. AXC3AR, DXA; 11. AXC,
PXA; 12. CXP3A, P4TD; 13. C2D,
A2C; 14. C5R, P4A; 15. C2DXP,
PXP; 16. DXP, T1T1A origina una
lucha complicada (Alatortsev-Kas-
parian, XV Campeonato de la Unión
Soviética, 1947). Las negras se com-
pensan la pérdida de un peón con
el poder de la pareja de alfiles.
8. C3A (aunque relacionado con
el sacrificio del peón, este movi-
miento parece más natural), PXP;
9. P3TD.
Diagrama núm. 135
9. ..., AXC; 10. AXA, C4D; 11.
D4T, C3C; 12. D2A no es conve-
niente, porque da a las blancas el
dominio del centro y dificulta el
despliegue de las. negras.
El encuentro Ragosin-Kasparian
(XV Campeonato de la U. R. S. S„
1947) prosiguió 9. ..., A4T; 10. D4T,
T1D; 11. T1T1D (si 11. D x P , es
oportuno 11 P4R, y no se puede
hacer 12. P5D por cuanto procede
12. ..., A X C ; 13. AXA, CxP),
A3C; 12. A3R, C4T.
Las negras tratan de mantener la
ventaja material. Caso que 12. ...,
C4D; 13. DXP, CXA; 14. PXC,
las blancas tienen buen juego, pues
a 14. ..., P4R sigue 15. C5D. Hacer
de seguida 12. ..., P4R no sirve,
porque 13. PXP, CXP; 14. CXC,
A XA; 15. PXA da a las blancas
ia ventaja de una pieza. Este análi-
sis se debe a Ragosin.
13. C5R, A2D; 14. D2A; la parte
blanca se compensa la pérdida de
un peón con la iniciativa.
c
5. .. C3A
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, A5C + ; 4. A2D, D2R;
5. A2C.)
6. C3AR AXA +
6. ..., P4R no conviene, por se-
guir 7. PXP, CXP; 8. CXC,
AXA + ; 9. DXA, DXC; 10. C3A,
en el despliegue de la posición.
En un encuentro Flor-Capablanca
(Margate, 1939), las negras no di-
ficultaron en despejar la situación:
6. ..., C5R; 7. 0-0, CXA; 8. C1CXC,
AXC; 9. DXA, 0-0?; pero las blan-
cas llevaron ventaja tras 10. P5D!,
C1D; 11. P6D!, DXP; 12. DXD,
PXD; 13. TAR1D. El error fue
hacer 9. ..., 0-0 en vez de 9. ..., P3D.
7. C1CXA
En esta posición no es oportuno
hacer 7. DXA, porque sucede 7. ...,
C5R; 8. D2A, D5C + . Tras 9.
C1C2D?, CXC, se pierde un peón;
y, si 9. C3A, CXC; 10. DXC,
D X D + ; 11. PXD, los dos peones
doblados pierden eficacia.
7. ... 0-0
8. 0-0 P3D
9. P4R
Diagrama núm. 136
1
9. P4R
113
 9., ..., P4TD se analiza en la
variante 2.
10. P5D C1C
Las blancas tienen dos planes:
preparar la ofensiva en el flanco de
la dama, por medio de 11. P4CD
y la maniobra C3A-1R-3D, y operar
en el del rey, mediante 11. C1R y
los movimientos C1R-3D y P4A.
Por ejemplo:
11. P4CD A5C!
La idea de cambiar el alfil se
debe a Petrosian. Anteriormente se
solía jugar 11. ..., C1R, cuya fina-
lidad era proseguir P3CR y P4AR;
pero las negras se hallaban común-
mente en una situación embarazosa.
12. 02A AXC!
Esto es más eficaz que 12. ...,
P3A; 13. C4T, con ventaja para las
blancas (Euwe-Flor, torneo de la
A. V. R. O., 1938).
13. CX A, P4TD; 14. P3TD, C3T.
Estamos siguiendo el encuentro Un-
zücker-Petrosian (Estocolmo, 1952),
que continuó 15. T1T1C, PXP; 16.
PXP, P4A; 17. P X P a. p., PXP;
18. P5C, C4A; 19. C2D. Y los dos
oponentes convinieron en que que-
dase tablas. Pero A. Kotov indicó
que las negras podían haber conti-
nuado la lucha así: 19. ..., C3R.
Pues los caballos negros en las casi-
llas 5D y 4AD, respectivamente,
pueden ser muy eficaces, mientras
el alfil blanco está encerrado y el
peón 5C no ofrece serio peligro.
11 C1R, P4TD; 12. C3D, C3T;
13. P4A, C4A; 14. CXC, PXC.
(Ver diagrama núm. 137)
15. D2A, C2D; 16. T1T1R. La
parte blanca está mejor situada
(Moiseiev-Alatortsev, XVII Campeo-
nato de la Unión Soviética, 1949).
Si sucede 15. P5A, la parte negra
responde con 15. ..., C1R y tiene
un juego satisfactorio; verbigracia:
114
Diagrama núm. 137
16. T1A, T3T; 17. P4CR, R1T; 18.
T3AD, T1C; 19. T3CR, P4CR; 20.
R2A, T3-3T (Tolusch-Keres, XVI
Campeonato de la U. R. S. S., 1948).
En vez de hacer 11. ..., P4TD,
se puede optar por una interesante
continuación promovida en el en-
cuentro Bondarevski-Führman (XVI
Campeonato de la Unión Soviética,
1948): 11. . . , P4TR!?; 12. P4TR
(12. P3TR también debe tenerse en
cuenta), A5C; 13. P3A, A2D; 14.
C3D, C3T, con juego complejo e
igualdad de oportunidades.
2 2D priva a las blancas del plan
9. ... P4TD
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, A5C+; 4. A2D, D2R;
5. A2C, C3A; 6. C3AR, A x A + ;
7. C1CxA, 0-0; 8. 0-0, P3D;
9. P4R.)
Este movimiento se hace para im-
pedir el P4CD blanco. Posteriormen-
te, las negras juegan P4R.
10. P5R no ofrece nada positivo
a las blancas, pues 10. ..., PXP;
11. PXP, C2D; 12. D'2R, C4A se-
guido de A2D y TAR1D sitúa a las
negras en buena posición.
En una partida Opochenski-Tri-
funovich (Zlin, o Gottmaldov, 1945),
las blancas intentaron avanzar el
peón TD, haciendo primero 10. P3C.
Prosiguió 10. ..., P4R; 11. P5D,
C1C; 12. C1R, C3T; 13. P3TD, A5C;
14. P3A, A2D; 15. C3D, P3A; 16.
T1R, PXP; 17. PRXP, A4A; 18.
C2A, D2A, con juego complicado
y posibilidades equivalentes.
c
4. ... A2R
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, A5C + ; 4. A2D.)
La maniobra A1A-5C-2R se hace
indistintamente en una y otra va-
riante del «gambito de dama cata-
lán» (1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. A2C, P x P ; 5.
C3AR, A5C+; 6. A2D, A2R y 1.
P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3.
P3CR, P4D; 4. A2C, A 5 C + ;
5. A2D, A2R).
Invitando a las blancas a ganar
un tiempo y a situar el alfil en 2D,
las negras dificultan en cierto modo
la acción conjunta de las fuerzas
de aquéllas, pues la postura del alfil
en dicho escaque no es ni mucho
menos la conveniente.
5. A2C P4D
6. C3AR
En una partida Golombek-Ivkov
(Zagreb, 1965) sucedió 6. C3AD,
0-0; 7. PXP, PXP; 8. C3A, P3A;
9. 0-0, A4AR, y la estructura de
peones adquirió la configuración de
la variante karlsbadiense del gam-
bito de dama. Hay aproximadamente
igualdad de oportunidades.
6. ... 0-0
7. 0-0
(Ver diagrama núm. 138)
La continuación 7. D3C y, si 7. ...,
P3CD, 8. PXP, PXP; 9. C3A, A2C;
10. C5R, con objeto de ejercer pre-
sión en el punto 4D negro, parece
activar la posición de las blancas.
Diagrama núm. 138
Pero las negras terminan impertur-
bablemente el desarrollo de la aper-
tura con 10. .... C1C2D, y se des-
cubre que no conviene tomar el peón
4D, pues, al término de 11. CXP?,
CXC; 12. AXC, A XA; 13. D x A ,
CXC; 14. DXC, A3A o 14. DXD,
C6D + , ellas tienen la preponderan-
cia; su posición es satisfactoria si
sucede 11. C3D, P3A; 12. 0-0, T1A.
Para las blancas, 10. 0-0 posible-
mente es mejor que 10. C5R.
7. ..., C1C2D; 8. D2A, P3A; 9.
P4TD.
La postura del alfil en la casilla
C1C2D, P4R, P3CD y A2C que
caracteriza la variante cerrada, y
9. C3A supone la pérdida del peón
4A.
9. ..., P4TD. De e s t a manera
transcurrió la p a r t i d a Golovko-
Averbach (Moscú, 1950). Con este
movimiento, las negras debilitan el
punto 4C blanco. En ella era tam-
bién factible 9. ..., C5R y el subsi-
guiente P4AR. Prosiguió 10. C3A,
P3CD; 11. PXP, CXP; aquí, el
desacertadb movimiento 12. C2T
dio buen juego a las negras: 12. ...,
A3T; 13. TR1R, P4AD; 14. P4R,
C5C; 15. CXC, PTXC; 16. P5D,
PXP; 17. PXP, A3 A. Lo correcto
era 12. CXC, PAXC; 13. P4CD,
PXP; 14. TR1C, con juego com-
115
piejo e igualdad de posibilidades.
7. ..., P3A; 8. D2A, CD2D cau-
sa la variante precedente. 8. C3A
fuerza al bando blanco a jugar el
gambito, si el negro toma el peón
4A.
II
4. CD2D ...
(1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, A5C + .)
Hasta hace poco, no se dio im-
portancia a este lógico movimiento.
Porque se creyó que no suponía
ningún obstáculo para las negras.
Incluso Max Euwe le pone el signo
de interrogación en el tomo IV de
su «Teoría de las aperturas». Ello
trae su origen del encuentro Don-
ner - Trifunbvich ( B u e n o s Aires,
1955) en que las negras respondie-
ron con 4. ..., P4A y lograron una
ventaja considerable tras 5. P3TD,
AXC + ; 6. D x A , PXP; 7. C3A,
C3A; 8. CXP, CD4T! (no conviene
8. ..., C5R; 9. CxC!, P D x C ; 10.
DXD + , R x D ; 11. A2C, Donner-
Kramer, 1954-1955, ni 9. ..., P C x C ;
10. D4D, porque las blancas prepon-
deran); 9. P3C, P4D.
Caso que 5. C3A, lo cual ocurrió
en una partida celebrada anterior-
mente entre estos dos maestros, las
negras pueden continuar 5. ..., PXP
y tener buen juego si sucede 6.
P3TD, A2R; 7. CXP, C3A; 8. CXC,
PCXC; 9. A2C, P4D.
Con todo, las partidas celebradas
en recientes competiciones muestran
que las blancas tienen una respuesta
más eficaz para 4. ..., P4A.
4. ... P4A
5. PXP!
Respuesta que se halla en los en-
cuentros Korchnoi-Mátanovich com-
petición Leningrado-Belgrado, 1964)
y Smislov - Petrosian (espartacada
moscovita, 1967).
116
De lo expuesto se deduce que el Diagrama núm. 139 holandesa 4. ..., C5R en vez de
alfil en 2D priva a las blancas de la hacer 4. ..., P4A si no les satisface
estructura P3CD y A2CD, la mejor la posición de la defensa de Ta-
en la variante cerrada, y justifica rrasch, acaecida en el encuentro
la maniobra A1A-5C-2R de las ne- Korchnoi-Mátanovich.
gras. Diagrama núm. 140
5. ... AXP
Es digno de atención 5. ..., 0-0,
realizado en el encuentro Korchnoi-
Mátanovich en que se produjo la
posición de la defensa de Tarrasch
luego de 6. A2C, C3A; 7. C3A,
AXP; 8. 0-0, P4D; 9. PXP, PXP;
10. C3C, A3C. materiales: 13. C5C, P3C; 14. P5C.
El encuentro Smislov - Petrosian
6. A2C C3A Prosiguió 12. ..., P3TR; 13. T1D,
D2A; 14. C4R, CXC; 15. DXC,
6. ..., A X P + ; 7. RXA, C5C + ; P4A (15 C x P ? ; 16. D4C); 16.
8. R1R, C6R es erróneo, pues el D3D, TD1D; 17. T1T1A, P3D; 18. Verbigracia: 5. C3A, P4AR; 6.
caballo se pierde al término de 9. D3C, R2T; 19. P5A!, PDXP; 20. A2C, 0-0. Desde luego; se puede
D3C, CXA + ; 10. R2A. DXP, D1A!; 21. D3C (21. DXD, hacer 4. ..., 0-0 al objeto de res-
A X D no ofrecía ninguna ventaja a ponder a 5. P3TD con 5. ..., A2R
7. CR3A P3CD las blancas), T X T + ; 22. DXT, y si se quiere que las blancas ganen
éstas tuvieron mejores perspectivas. un tiempo con su quinto movimien-
7. ..., 0-0 produce la posición del Queda por decir que las negras to y pasar a las posiciones de la
encuentro Korchnoi-Mátanovich. habrán de pensar en la estructura variante cerrada.
8. 0-0 A2C
9. P3TD 0-0
Si sucede 9. ..., P4TD; 10. C3C,
A2R; 11. A4A, las blancas adelan-
tan un poco a su adversario en el
desenvolvimiento de la apertura.
Además, debilita el flanco de la
dama negra.
10. P4CD A2R
11. A2C T1A
12. D1C!
(Ver diagrama núm. 139)
Las blancas tienen la iniciativa,
y las negras han de tener en cuenta
el peligroso movimiento C5C de las
primeras. La lógica continuación 12.
..., P4TD lleva dentro de sí pérdidas
117

LA APERTURA CATALANA DESPUÉS
DE 1. P4D, P4D; 2. P4AD
Al responder a 1. P4D con L ...,
P4D, los aficionados a la apertura
catalana proponen a sus respectivos
contrincantes que hagan el gambito
de dama, es decir, 2. P4AD; luego,
abren la diagonal del alfil de casillas
negras. Por ejemplo: 2. ..., P3R; 3.
C3AR, C3AR; 4. P3CR.
Si las negras hacen 3. ..., P3A, el
movimiento 4. P3CR está relaciona-
do con el problemático sacrificio
del peón 4A. Por ello, las blancas
continúan 4. D2A para defenderlo
y hacer seguidamente P3CR.
Este movimiento de la dama blan-
ca se usa en la defensa eslava 1.
P4D, P4D; 2. P4AD, P3AD; 3.
C3AR, C3AR; 4. D2A y, si 4. ...,
P3R; 5. P3CR, etc., para pasar a la
estructura catalana. Desde luego;
las negras pueden rehusarla hacien-
do, por ejemplo, 4. ..., P3CR.
Se puede pasar de la variante de
la defensa eslava 1. P4D, P4D; 2.
P4AD, P3AD; 3. C3AR, C3AR; 4.
C3A, P3R al sistema elaborado por
I
4. P3CR
(1. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R; 3.
C3AR, C3AR.)
Igual situación se produce en el
orden fundamental de los movi-
mientos de la apertura en cuestión:
1. P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3.
118
Sokolski, mediante 5. D3C, y con-
testar a 5. ..., A2R con 6. P3CR.
Una partida Portisch-Larsen (com-
petición de 1968) prosiguió 6. ...,
0-0; 7. A2C, D3C; 8. 0-0, DXD; 9.
PXD, C3T; 10. A2D, T1D; 11. P5A
(las blancas cesan de ejercer presión
en el centro, y emprenden la ofen-
siva en el flanco de la dama), C2D;
12. C4TD, A3A; 13. A3T (con objeto
de impedir el movimiento P4R),
P3CD; 14. P4CD, A2C; 15. P3CD,
P3TR; 16. TRIA, TD1AD. Aquí
merecía atención 17. C2C con el
subsiguiente movimiento C3D; y así,
se mantenía cierta iniciativa.
A continuación especificamos los
tres casos en que las blancas pasan
del gambito de dama a la apertura
catalana:
I: 1. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R;
3. C3AR, C3AR; 4. P3CR.
II: 1. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R;
3. C3AD, C3AR; 4. P3CR.
III: 1. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR.
P3CR, P4D; 4. C3AR en lugar de
4. A2C. Comúnmente, el juego se
reduce al de las variantes ya ana-
lizadas. Sin embargo, el cuarto mo-
vimiento de las blancas puede in-
cluirse en las ramificaciones inde-
pendientes que veremos seguida-
mente.
A 8. ..., A5C+; esta continuación
se produjo en la partida Botvinnik-
4. ... PXP Widmar (Groninga, 1946). El cambio
de alfiles favorece sólo a las blancas,
Las continuaciones 4. ..., P4A y que prevalecieron al término de 9.
4. ..., A5C+ se analizan en B y C, A2D, A X A + ; 10. C3AXA!, C3A;
respectivamente. 11. P3R, C5CD; 12. R2R, A2D; 13.
A2C, A3A; 14. P3A! Advertimos
5. D4T+ que las negras se encuentran con
menos impedimentos si las blancas
Además de 5. ..., CD2D, son toman el, alfil con el otro caballo:
posibles las respuestas 5. ..., D2D y 10. C4AXA, A2D!; 11. A2C, A3A
5. ..., A2D. o 11. C5R, C3A; 12. CXA, CXC;
13. C3C, P4R, con igualdad de opor-
tunidades. 10. ..., C3A, lo cual hizo
Bogoliubov en su partida con Ale-
a khine (1943), es inferior a 10. ...,
5. D2D A2D. Pues la posición de las blancas
ofreció mejores perspectivas luego
6. DXP D3A
de 11. A2C, A2D; 12. 0-0, 0-0-0;
Las negras buscan el cambio de 13. T1T1A, T1T1R; 14. C4A.
las damas, lo cual es posible sólo 8. ..., A2R; 9. A2C, C1C2D; 10.
en esta variante. No pueden hacerlo 0-0, 0-0; 11. T1D, C3C; 12. C3A5R;
si ha sucedido 1. P4D, C3AR; 2. la situación de las blancas es prefe-
P4AD, P3R; 3. P3CR, P4D; 4. A2C rible (S c h a i t a r-Gromadka, Zlin,
(en vez de 4. C3AR), PXP; 5. 1943).
D4T + . 8. ..., P3CD (recomendado por
Müller); 9. A2C, A2C; 10. 0-0,
7. CD2D! DXD CD2D; 11. A2D (igualmente se
8. CXD puede hacer 11. A4A), A2R; 12.
TR1A, P4A; 13. A4A, 0-0; 14.
Las posiciones se han simplifica- A6D; la posición de las blancas es
do; con todo, las negras no han más activa (Keres-Birbrager, cam-
resuelto los problemas que les plan- peonato soviético por equipos, 1966).
tea la apertura. 8. .... P4A y el subsiguiente P x P
es otra posibilidad para las negras
Diagrama núm. 141 que Botvinnik recomienda en su
comentario sobre la partida cele-
brada con Widmar. Sin embargo,
las blancas continúan teniendo la
iniciativa: 9. A2C, PXP; 10. CXP.
b
5. ... A2D
(1. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R;
3. C3AR, C3AR; 4. P3CR, P x P ;
5. D4T + .)
6. DXP C3A
6 A3A; 7. A2C produce la
119
posición analizada en el capítulo
«Variante abierta», I, B.
Diagrama núm. 142
Las negras se proponen hacer salir
de su posición a la dama adversaria,
por medio de C4TD, y continuar
P4A.
7. A2C C4TD
8. D2A, T1A; 9. C3A, P4A; 10.
0-0, PXP; 11. CXP, D3C; la posi-
ción de las blancas es satisfactoria
(Dunkelblum-Gorowicz, IX Olimpia-
da, 1950).
8. D3D, P4A; 9. 0-0, D3C (por lo
visto, esta continuación es más pre-
cisa que 9. ..., C3A; 10. PXP,
A x P ; 11. P3TD, 0-0; 12. P4CD,
pues las blancas tienen la iniciativa),
con probabilidades más o menos
iguales (Cashden - Gorowicz, Nueva
York, 1948).
B «Variante cerrada», V.
4. ... P4A
(1. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R;
i. C3AR, C3AR; 4. P3CR.)
(Ver diagrama núm. 143)
a la posición de la partida O'Kelly-
5. P x P D
120
Diagrama núm. 143
La continuación 5. A2C se exa-
mina en la variante b.
5. ... CXP
5. ..., PRXP produce la posición
de la defensa de Tarrasch.
6. A2C C3AD
6. ..., PXP; 7. 0-0, A4A; 8. CXP,
0-0; 9. C3C, A3C; 10. A2D, C3AD;
11. C3T da preferencia a la posición
de las blancas. Verbigracia: 11
D2R; 12. C4A, A2A; 13. P4R,
C4D5C; 14. D2R o 11. ..., P3TD;
12. C4A, A2T; 13. C4A5T, CXC;
14. AXC, D2R; 15. T1A, A2D; 16.
P4R (Simonson-Fine, Nueva York,
1938). Aquéllas tienen la iniciativa
en las dos variantes.
6. ..., A2R; 7. 0-0, 0-0 deriva a la
variante analizada en el capítulo
7. 0-0 PXP
Veamos otras continuaciones:
7. ..., A2R; 8. C3A, CXC (si 8.
..., PXP, sucede 9. C x C , E>xC;
10. CXP, y si 8. .... 0-0; 9. CXC,
P x C ; 10. P x P , A x P , se produce
Portisch inserta en el capítulo «Va-
riante cerrada», V, B); 9. PXC, 0-0,
posición que pudo haberse produ-
cido en el encuentro Stahlberg-Ke-
res expuesto en V, B de dicho capí-
tulo.
Diagrama núm. 144
10. P4R, PXP; 11. PXP, P3CD;
12. P5D, C4T; 13. D3D, PXP; 14.
PXP, A3 A; 15. A3T, A XT; 16.
A XT, A7C; 17. A4C, P3C; 18. C4D,
y las blancas preponderan (O'Kelly-
Barden, 1951).
10. T1C, D4T (o 10 PXP-
11. PXP, D4T; 12. D3C, D3T; 13.
P4R!, P3CD; 14. TAR1D, y las blan-
cas tienen mejor juego, Ragosin-
Budo, 1938); 11. D3C, T1D; 12.
A4A, PXP; 13. CXP, CXC; 14.
PXC, TXP; 15. AXP, AXA; 16.
DXA; así transcurrió la partida
Smislov - Tolusch ( M o s c ú , 1961).
Aquí, 16. ..., T1R era relativamente
mejor, a pesar de que 17. A3R, T5-
1D; 18. DXP, DXD; 19. AXD,
T7D; 20. P4TD, TXP; 21. A3R da
la preponderancia a las blancas; mas
la partida prosiguió 16. ..., DID?;
17. A8C!, y las negras se rindieron.
7. ..., C3AR.
(Ver diagrama núm. 145)
8. PXP, DXD; 9. TXD, AXP;
10. C3A; no obstante el cambio de
las damas, el bando negro no pudo
salvar las dificultades. Encuentro
Diagrama núm. 145
Filip-Schaschin (Erevan, 1955); con-
tinuó 10. ..., A2D; 11. C5CR, A2R
(si 11 R2R, procede 12. C5C4R,
CXC; 13. CXC, A3C; 14. P3C, y.
las blancas aventajan considerable-
mente a su contrincante en la po-
sición); 12. C5C4R, CXC; 13. CXC,
0-0-0; 14. A3R, con ventaja para
aquéllas.
8. C5R; comparada con la que se
produce en la v a r i a n t e 1. P4D,
C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR,
P4D; 4. A2C, PXP; 5. C3AR, P4A;
6. 0-0, C3A; 7. C5R (consúltese «Va-
riante abierta», II, A, a, 1), esta
posición es más ventajosa para las
blancas, por faltar en ella el peón
5AD negro. Luego de 8. ..., A2D
(no conviene, por supuesto, 8. ...,
C x P ? ; 9. P3R ni 8. ..., C x C ; 9.
PXC, D X D ; 10. TXD, C2D, por-
que 11. P4A da a las blancas supe-
r i o r i d a d ) ; 9. CXC, AXC; 10.
AXA + , PXA; 11. D4T, D3C (si
11 PXP; 12. DXP + , C2D, pro-
ponemos la enérgica continuación
13. A5C!, DÍA; 14. D4T); 12. PXP,
AXP; 13. C2D, 0-0; 14. C4A, aqué-
llas llevan ventaja (Keres-Clain, com-
petición por telégrafo entre la Unión
Soviética y Gran Bretaña, 1947).
8. CXP A2R
9. C3AD
121

Debe considerarse 9. CXC, PXC;
10. D2A o 10. C2D y el subsiguiente
C4A.
9. ... CXC4D
10. CXC C3A
Si 10. ..., PXC; 11. DXC, se
amenaza contra los peones 4D y
2CR; y si 10. ..., C X P + ; 11. DXC,
PXC, procede 12. D5C + .
11. CxA.
El bando blanco tiene más posi-
bilidades.
b niobra C1C-3A-1C-2D; pero verdad
5. A2C
(1. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R; 3.
C3AR, C3AR; 4. P3CR, P4A.)
5. ... PXPD
Caso que 5. ..., A2R; 6. 0-0, 0-0,
el juego se reduce al de la variante
V del capítulo «Variante cerrada».
6. 0-0
6. CXP, P4R deriva a una de las
ramificaciones de la variante 1. P4D,
C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR,
P4A; 4. C3AR (consúltese el co-
mienzo del capítulo «Variante 3.
..., P4A»).
6. ... A2R
7. CXP 0-0
Tras 7. ..., PXP, se produce por
transposición de movimientos la po-
sición del encuentro Petrosian-Chis-
tiakov (torneo del Consejo Central
de los Sindicatos de la U. R. S. S.,
1964) en que las blancas aprove-
charon de un modo aleccionador el
«camino libre» del alfil catalán:
8. C5C!
122
Diagrama núm. 146
8. ..., D3C; 9. P4TD!, C1C2D;
10. C1C3T, AXC; 11. TXA, 0-0;
12. A3R, D4T; 13. D1A, C4D; 14.
A2D, D3C; 15. P4R, y sobresalen
en la posición.
8. ..., 0-0; 9. DXD, AXD; 10.
C1C3T o b i e n 8. ..., P3TD; 9.
D X D + , RXD; 10. T1D+, C1C2D;
11. C6D también les da ventaja.
Una solución relativamente mejor
para las negras podría ser 8. ...,
C4D y, si 9. P4R, 9. ..., P3TD, aun-
q u e 10. PXC, PXC; 11. PXP,
DXD; 12. P X P + , RXP; 13. TXD
ofrece buenas perspectivas al bando
blanco. Análisis.
8. PxP¡ CXP
9. D3C.
Y el negro no consigue salvar los
obstáculos que le impiden terminar
el despliegue de sus fuerzas. La par-
tida Tolusch-Chejover (Campeonato
de Leningrado, 1954) continuó 9. ...,
C3T; 10. T1D (este movimiento tam-
bién procede a 9. ..., C3A), C4A;
11. D3AR, A4C?; 12. C3T, A XA;
13. T1TXA, D2R; 14. P4R, con-
ventaja para las blancas.
Es más lógico hacer 11. ..., A2D
que 11. ..., A4C r pues las negras
tienen una posición apretada, pero
sólida, luego de 12. P4R, C3A; 13.
C3A. Este análisis se debe a To-
lusch.
C tinuación del gambito 5. C1C2D,
4. ... A5C +
(1. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R; 3.
C3AR, C3AR; 4. P3CR.)
5. A2D produce posiciones carac-
terísticas de la estructura india (1.
P4D, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3.
P3CR, A5C + ), cuando las negras
hacen posteriormente P4D.
La variante que nos ocupa tiene
valor independiente sólo en la con-
II
4. P3CR
(1. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R;
3. C3AD, C3AR.)
Al igual que en otras ramificacio-
nes de la apertura catalana, las ne-
gras pueden optar por la variante
abierta 4. ..., PXP (A) o por man-
tener el centro con 4. ..., A2R (B).
A T1D; 22. P4A, T3T; 25. P5T (Neu-
4. ... PXP
5. D4T +
Si 5. A2C, se puede hacer 5. ...,
P3A y, de ese modo, intentar de-
fender el peón.
5. ... C3A
Ragosin ideó este movimiento,
mediante el cual las negras procuran
aprovechar la posición del caballo
blanco en 3A y la de la dama en
4A, si ésta toma el peón, para hacer
contrajuego en el flanco de la dama.
Otras continuaciones:
5. ..., C1C2D; 6. A2C, P3TD;
7. DXP, P4CD; 8. D3D, T1C, que
produce la posición de la variante
abierta con el caballo blanco en la
casilla 3AD. Al término de 9. P4TD,
P5C; 10. C1C, A2R; 11. C2D, po-
PXP; 6. A2C, que sucede en el en-
cuentro Bronstein-Lutikov (XXVIII
Campeonato de la Unión Soviética,
1961). Tras 6. ..., P6A; 7. PXP,
A X P; 8. T1C, 0-0 (no se puede ha-
cer, por supuesto, 8. ..., A x P ? ,
porque sucede 9. D4T + , C3A; 10.
C x A ) ; 9. P3R, C3A; 10. D2A,
A4T; 11. 0-0, A3C; 12. C4A; las
blancas se compensaron la pérdida
del peón con la superioridad en el
desarrollo de la apertura.
dría parecer que las blancas han
perdido bastante tiempo en la ma-
es que las negras han debilitado el
flanco de su dama con el avance
del peón CD. Lo cual asegura a las
primeras la superioridad; por ejem-
plo: 11. ..., 0-0; 12. C3C, P4A; 13.
A4A, A2C; 14. A XA, TXA; 15.
DXP3T, T3C; 16. D4A, PXP; 17.
C3A, D1T; 18. 0-0, C4D; 19. DXPD,
A3 A; 20. A5R, CXA; 21. CXC,
kirch-Tsvietkov).
5. ..., A2D; 6. DXP, A3 A. Tras
7. C3A, C1C2D, el juego discurre
de acuerdo con el que se analiza
en el correspondiente apartado de
la variante abierta. Es factible 7. ...,
AXC; 8. PXA, lo cual permite di-
rigir el juego contra el peón aislado
4D. Como en esta variante las blan-
cas tienen el caballo en 3AD, a
diferencia de las usuales variantes
de la apertura catalana en que si-
túan el alfil en la casilla 2CR, las
negras no pueden hacer el impor-
tante movimiento 7. ..., D4D.
6. A2C A2D
7. DXP
(Ver diagrama núm. 147)
7. ... C5CD!
123
 Diagrama núm. 147
La parte blanca tiene que defen-
der el escaque 2AD, mientras la
negra efectúa P4A.
8. D3C P4A
9. C3A
No conviene, desde l u e g o , 9.
AXP, porque 9. ..., T1C y 10. ...,
C6D+ impiden la retirada del alfil.
Y 9. PXP, AXP; 10. C3A, 0-0
no dificulta el juego de las negras.
9. ... PXP
En la partida K e r e s - Ragosin
(Zemmering-Baden, 1937), origen de
esta variante, las negras continuaron
desacertadamente 9. ..., A3 A, y 10.
0-0!, PXP; 11. T1D brindó la ini-
ciativa a las blancas. El juego re-
dundará en beneficio de éstas si se
intenta defender el peón: 11. ...,
AXC; 12. A XA, D3C; 14. C4T. A
11. ..., A4A sigue 12. CXP. La
partida continuó 11. ..., D4T; 12.
C X P, A X A, y las negras tuvieron
dificultades en la defensa del flanco
de su dama.
10. CXP P4R!
El bando blanco tendrá la ini-
ciativa si sucede la natural y legí-
tima continuación 10. ..., A4A; 11.
0-0.
124
11. C2A A3R
12. D4T+ A2D
Y las blancas han de aceptar el
empate. Este" análisis se debe a
Pablo Keres.
B un peón). Prosiguió 9. ..., T1CD;
4. ... A2R
(1. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R; 3.
C3AD, C3AR; 4. P3CR.)
Las negras prosiguen con el desen-
volvimiento de la apertura, dejando
para luego la toma del peón 4A
blanco. Más adelante, el juego se
puede encaminar a posiciones de la
variante cerrada.
5. A2C
Caso que 5. C3A, 0-0; 6. A2C, el
juego se reduce a una transposición
de movimientos; pero es factible
5. .... PXP; 6. D4T+ (a 6. P4R
sucede 6. ..., P4A).
Diagrama núm. 148
6. ..., C1C2D; 7. DXP, P3TD
(tras 7. ..., P4A; 8. PXP, AXP, se
tiene la posición de la partida Bot-
vinnik-Lasker, Moscú, 1935, en que
las blancas llevan la ventaja de un
tiempo); 8. A4A. De esta manera,
transcurrió el encuentro Botvinnik-
Romanovski (XI Campeonato de la
Unión Soviética, 1939); en él, las ne-
gras tuvieron ciertas dificultades des-
pués de 8. ..., A3D; 9. A5R! (pues
9 A x A ; 10. PXA, C3C; 11.
D3C angosta la posición, y 9. ...,
P4CD; 10. D6A hace que se pierda
10. P4TD, 0-0 (según Romanovski,
convenía hacer 10. ..., C3C y 11.
..., C3C4D); 11. A2C, C5C; 12.
AXA, PXA; 13. P5D, y las blan-
cas tuvieron mejor juego. Botvinnik
señaló que las negras debían haber
jugado 8. ..., P4A y no 8. ..., A3D;
verbigracia: 9. PXP, AXP; 10. A2C,
P4CD! y el subsiguiente 11. ..., A2C,
con igualdad de oportunidades.
6. ..., A2D; 7. DXP, A3A; 8.
A2C, 0-0; 9. 0-0, C1C2D; 10. D3D,
A5C (Botez-Lein, Campeonato de
Europa por equipos, 1965). Se pro-
dujo la posición de la variante
abierta, con un tiempo de ventaja
para las blancas; pues las negras
efectuaron dos movimientos con el
alfil: A2R y A5C.
5. ... 0-0
6. C3A PXP
Tras 6. ..., C1C2D o 6. ..., P3A,
se produce la posición de la variante
cerrada.
7. D4T
Otras continuaciones:
7. C5R, P4A; 8. PXP (8. P5D,
PXP; 9. CXP, CXC; 10. D x C ,
C3T complica el juego y ofrece po-
sibilidades a los dos contendientes),
D2A; 9. P6A, C X P; 10. C X C, PX C;
11. D4T, C4D; 12. DXP5A, D3C;
13. 0-0, A3T; 14. D4R, TAR1D; 15.
D2A, T1T1C, con excelente desarro-
llo de las fuerzas negras (Christian-
sen-Parma, XVII Olimpiada, 1966).
El desacertado movimiento 9. P6A
situó a las blancas en una posición
embarazosa. Lo oportuno era 9.
C4A.
7. P4R, P4A; 8. P5D, PXP; 9.
P5R, P5D!?; 10. PXC, AXP o bien
8. ..., CXPR!?; 9. CXC, PXP lleva
a complicaciones interesantes. De
todos modos, parece que las blancas
tienen más posibilidades.
7. ... P3TD
8. DXP
Si no, las negras hacen 8. ...,
P4CD, tras lo cual 9. CxP? no es
factible, por cuanto sucede 9. ...,
A2D.
8. ... P4CD
9. D3D A2C
Diagrama núm. 149
Esta posición pertenece al encuen-
tro Stolz-Widmar (Groninga, 1946);
las negras se disponen a terminar el
despliegue del flanco de la dama, y
su situación es totalmente satisfac-
toria. Veámoslo: 10. A5C, C1C2D;
11. 0-0, P4A o 10. 0-0, C1C2D; 11.
T1D, P4A.
125
 Ill
la apertura inglesa y la de Reti. Veá-
3. P3CR C3AR; 2. P4AD, P3R; 3 P3CR, moslo:
P4D; 4. A2C, PX.P; 5. D4T + , 1. P4D, P4D; 2. P4AD, PXP; 3.
(1. P4D, P4D; 2. P4AD, P3R.) A2D; 6. DXP); 6. PXP, A3A; 7.
El bando blanco se propone diri- C3AR, C2D; 8. A3R (a 8. P4CD si- C3AR, C3AR; 4. D4T+, CD2D;
gir inmediatamente el juego por el gue 8. ..., P4TD y, si 9. P5C, 9. ..., 5. DXP, P3R; 6. P3CR.
rumbo de la apertura catalana; ello A4D subseguido de 10. ..., AXP), 1. P4AD, C3AR; 2. C3AR, P3R;
hace posible que el negro equilibre C1C3A; 9. A2C, D2A; 10. 0-0, A4D;
con poco esfuerzo la situación. 11. D4TD, AXP; 12. AXA (a 12.
3. ..., C3AR; 4. A2C origina posi- T1A procede 12. ..., A3 A), DXA;
ciones, analizadas en el orden fun- 13. C3A, A3A, con igualdad de
damental de movimientos. Pero las oportunidades. UNAS PARTIDAS EJEMPLARES
negras pueden diferir el C3AR para
luego e intentar servirse de su dia- 3. ..., P4AD.
Núm. 1
gonal 3AD-8TR para simplificar la
posición. Diagrama núm. 151 Smislov-Kan
XV Campeonato de la U. R. S. S.,
3. ..., PXP; 4. D4T+. 1947.
Diagrama núm. 150 1. P4D C3AR
2. P4AD P3R
3. P3CR P4D
4. A2C PXP
5. D4T + CD2D
6. DXP P3TD
7. D2A P4A
8. C3AR PXP
Cuando se jugó esta partida, la
variante en que se retira la dama
al escaque 2AD daba a las blancas
muchas victorias. La toma del peón
efectuada por Kan complica la po-
sición.
Es instructivo ver cómo logran
4. A2C, PXPA; 5. D4T+, A2D; las blancas imponerse considerable-
6. DXP, A3A; 7. AXA + , CXA; mente en la posición valiéndose del
8. P X P , D4T+; 9. A2D, DXP, y objeto fundamental de la apertura
las posibilidades están igualadas. catalana.
4. ..., D2D; 5.DXP, D3A; en esta 4. PXPD, DXP (es digno de con-
sideración 4 P A x P ) ; 5. C3AR, 9. CXP A4A
variante, a diferencia de la 1. P4D,
C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. P3CR, P X P ; 6. DXP, D X D ; 7. CXD, 10. C3C A2T
P4D; 4. C3AR, PXP; 5. D4T + , P3TD; 8. C3AD, A2D; 9. A2C, 11. 0-0 0-0
D2D; 6. DXP, D3A, las negras ata- C3AD; 10. CXC, AXC; 11. AXA + , 12. A2D D2R
can la torre forzando al cambio de PXA; las posiciones se han simpli-
damas y, luego de 6. D X D + , CXD, ficado, pero las negras tienen que En este punto, la dama se somete
llevan la ventaja de un tiempo. Se considerar la deficiencia del peón al ataque del adversario, lo cual
puede continuar 7. C3AR, A5C + ; 3A (Neustadt - Jachaturov, Moscú, supone pérdida de tiempo. Es pre-
8. A2D, A X A + ; 9. C1CXA, lo 1958). ferible 12. ..., C3C.
cual equilibra las posiciones. En el prólogo se ha dicho que las
4. ..., A2D; 5. DXP, P4AD (la posiciones de la apertura catalana 13. P3TD! T1R
posibilidad de este movimiento dis- traen su origen de otras aperturas, 14. A4C D1D
tingue esta variante de la 1. P4D, como el gambito de dama aceptado, 15. C3A D2A
16. TD1A D4R
17. D1D! D4CR
126
3. P3CR, P4D; 4. A2C, A2R; 5. 0-0,
0-0; 6. P4D.
1. P4AD, P4AD; 2. C3AR, C3AR;
3. P4D, P X P ; 4. CXP, P3R; 5.
P3CR, P4D; 5. A2C.
1. C3AR, C3AR; 2. P4AD, P3R;
3. P3CR, P4D; 4. P4D.
Al intento de atacar con 17. ...,
D4TR seguía 18. P3R; en ello estri-
ba el sentido del movimiento 17.
D1D. El cambio de las damas su-
pone el inminente derrumbamiento
de las negras, por causa de no haber
desplegado el flanco de la dama.
18. C2D! D3T
El propósito de impedir el movi-
miento C2D4R con 18. ..., C4A?
hubiese causado pérdida material:
19. AXC, DXA; 20. C5D; también
la causaba 21. C7A tras la retirada
de la dama. Lo mismo sucedía si
se hubiese hecho 19. ..., AXA; 20.
C3A4R.
19. C2D4R
El resultado de la apertura es la-
mentable para las negras, por no
haber conseguido desplegar el flanco
de la dama.
19. ... C4R
PXC
20. C X C +
Si 20. ..., DXC; 21. C4R, las ne-
gras no mejoran su posición.
Aquí dirige Smislov el juego con-
forme a la deficiente estructura de
peones del flanco del rey adversario.
(Ver diagrama núm. 152)
21. C4R A3C
22. D2D D3C
23. D4A R2C
24. A3AD C5C
127
 Diagrama num. 152 3. P3CR P4D Las piezas negras están distribui- Núm. 3
4. A2C PXP das perfectamente. A 21. P3TR su- Ravinski-Sinislov
5. D4T+ CD2D cede 21. ..., C4R.
6. DXP
XIII Campeonato de la U. R. S. S.,
P3TD
7. D2A P4A
El movimiento de la dama impide 1944
8. C3AR P4CD que las torres blancas penetren en
1. P4D C3AR
la primera horizontal de las negras. 2. P4AD P3R
¿Deben abrir las negras la dia- Por el contrario, Euwe invita a que 3. P3CR P4D
gonal «catalana»? lo hagan en la segunda. 4. A2C PXP
Por el modo con que se ejecutó 5. D4T+ A2D
esta partida, el • octavo movimiento 6. DXP A3A
de ellas está sometido a numerosos 21. T7D?
7. C3AR A2R
análisis y verificaciones prácticas.
Desde luego, su valoración defini- ¡ En efecto; las blancas no prevén El movimiento 7. ..., CD2D se
tiva depende mucho de la variante considera más eficaz. Porque al no
en que las negras sacrifican un el golpe táctico!
peón: 9. C5R, C4D; 10. A X C, P X A; definir todavía la postura del alfil
11. CXC y 12. PXP. Diagrama núm. 153 del rey, las negras pueden esperar
a que el adversario haga C3AD para
situarlo en la casilla 5C; esto les
9. C5R C4D permite evitar que él se haga con
A 24. ..., A2A sucede la eficaz 10. CXC
respuesta 25. TR1D. el centro. Para tal efecto, la variante
7. ..., CD2D; 8. C3A, C3C; 9. D3D,
25. P3TR Sorprendido por la novedad del A5C se especifica en el capítulo
P4R ex campeón del mundo, el maestro
26. D3A P4A «Variante abierta», I, B, a, 2.
belga rehusa tomar el caballo con el El 7. ..., A2R no impide a las
27. C2D C3A alfil y hacer el subsiguiente movi-
28. C4A A2A blancas dominar en los escaques
miento P x P , por temor a debilitar centrales.
29. D3R C2D sus casillas blancas. Al paso que las
30. TR1D T1CD negras despliegan rápidamente el
31. D2D T3R flanco de la dama y resuelven fe- 8. C3A 0-0
32. A5D T1R lizmente el problema fundamental 9. 0-0 CD2D
33. A 2 C T3R de la apertura. 10. A5C
34. A4C C3A
35. C 6 D AXC 10. ... DXC Debía haberse considerado 10.
36. A X A T1T 11. P X P D3D al objeto de preparar el avance
37. D3A C2D P4R.
La ventaja de un peón es pasajera,
37. ..., P5R es más eficaz, aunque por supuesto. 21. ... CXPA! 10. ... P3TR
no habría hecho variar el resultado AXA+ 11. AXC CXA
de la partida. 11. ... 22. AXC
A2C 12. TD1D D3D
12. 0-0 T1A 23. RXA D2T+
38. D7A P5R 13. D3C AXP 24. T7-4D P4R
Las negras se disponen a jugar
39. A4C D4C 14. A2D 0-0 25. C5D T2D TAR1D, A1R y P3A, para detener
40. P4TR D3T 15. T1D
26. D3R PXT la ofensiva de los peones centrales
41. D8D. del adversario.
Esto es el principio de un plan 27. TXP TR1D
Y las negras se rindieron. desacertado. Al querer operar en la 28. C7R + R1A
13. D3D D5C
vertical D, las blancas debilitan el 29. C6A D4A
punto 2AR. Lo oportuno es 15. C3A. 14. D2A D4T
30. TXT DXD+
Núm. 2 15. TXT
15. P4R TR1D
D2R 31. RXD
Dunkelblum-Euwe 16. C3A C3A
16. TR1R
32. C4C P4TD
Amberes, 1950 17. AXA DXA A 16. C5R contestaría Smislov
18. A1R T2A
1. P4D C3AR 19. T3D
Y el bando blanco cesó toda resis- con 16. ..., A1R, y, si 17. C4A,
C5C
P3R 20. T1T1D D1T tencia. proseguiría 17. .... D3T; 18. P3C,
2. P4AD
128 129
P3A, lo que le situaba en una exce- doblar las torres en la vertical AD. 31. ... T6A ..., A3TD, las blancas han de efec-
lente posición defensiva. A 28. Al A sucedía 28. ..., T2-2A, 32. D 1 D A6R tuar 10. CD2D para defender el
y a 28. P3T seguía 2. ..., C X P ; 29. 33. C X P D5D peón 4A. Al parecer, Korchnoi esti-
16. ... A1R T X C , A4A; 30. T1-2R, D2A! mó que dicha variante redunda en
17. P3TD Para las negras habría sido más Las negras se han desprendido beneficio de las negras, por lo que
difícil, si las blancas hubieran to- del peligroso peón, con objeto de ideó ese original procedimiento para
Las blancas preparan una ofensiva mado el peón con la torre, porque atar a su adversario y acelerar el impedirla. Y así, a 9. ..., A3TD
de peones en el flanco de la dama. el sobredicho punto está defendido final de la partida. procede 10. CD2D; esto hace que
Pues a 17. P5D puede suceder 17. al término de 26. T X P , C5C; 27. pierda totalmente su eficacia el ata-
.... P X P ; 18. P X P , A5C y, si 19. T2R, T X T ; 28. D X T , A4A; 29. CXP que contra el peón de referencia.
34. D1R
C4D, 19. ..., A2D; su posición, aun- D2A; tras 29. ..., D x p , las negras
35. CXC DXC+
que parece más activa, no les pro- solamente restablecen el equilibrio 9. ... A2C
36. R2T D5T
mete ninguna ventaja real. Si se material y mantienen una buena po- 10. C3A
37. T2CR T8A!
prosigue, por ejemplo, 20. P3TD, sición.
38. D2R D8T
las negras pueden hacer 20. ..., A6D Este movimiento se ha efectuado
39. DXA TXA
o 20. ..., A X C y 21. .... T1R. 26. P3T P6A oportunamente, pues las negras ya
40. P4C T8R!
27. D3C A4A han definido la posición del alfil de
17. ... P3A Y las blancas se rindieron. la dama. Y su resultado es una de
18. C4TD T1T1A 28. T2A las posiciones fundamentales de la
Esta decisión es oportuna, por
19. P4CD D2A cuanto el rey carece del reparo de variante cerrada. Consúltese «Va-
Diagrama núm. 154
20. D3C P3CD peones que lo protegía. No se puede riante cerrada», I, A, b, 1.
21. T1AD P4A! tomar el peón 2T n e g r o : 41. D X P T ,
D 4 R + y 42. .... T7R + . A 41. D4A 10. T1A
Las negras inician una contraofen- sucede 41. ..., T 8 T + ; 42. R3C, 11. TD1D P4A
siva. D X P + , lo cual decide la partida. 12. P X P D CXP
Y a 41. T2R sigue 41. ..., T 8 T + ;
22. PDxP AXC 42. R3C, D8AR!; 43. T2CR (si no, Causa primitiva de ulteriores di-
23. DXA PXP se da mate en la casilla 3TR blanca), ficultades. Lo acertado era 12. ...,
24. A1A D3C D X P C . Las blancas llevan la des- P A X P ; tras ello, 13. P X P no en-
25. P5C ventaja de dos peones, y su rey está trañaba peligro para las negras. Con
totalmente indefenso. todo, 13. C X P , C X P ; 14. A X C ,
El movimiento 25. PXP no con- A X A ; 15. D2D daba cierta prefe-
viene a las blancas, por cuanto se rencia a las blancas.
ataca contra el punto 2AR con Núm . 4
25. ..., A X P y 26. ..., C5C. 13. C X C AXC
Ravinski se dispone a bloquear el Korchnoi-Reshevski PXP
14. P4R
peón 4A, con el fin de facilitar el Competición, 1968
avance del de la torre y del caballo. Es preferible 14. ..., A2C, si bien
Pero... 1. P4AD C3AR 15. P5D mejora un poco la posición
2. C3AR P3R del bando blanco.
25. ... P5A! 28. ... T7D 3. P4D
P3CR
4. A2C A2R 15. D2R A2C
¡Las negras están interesadas en ¡El punto 2AR continúa siendo 5. 0-0 0-0
el objetivo de las negras 1 No se 16. C X P A4A
el referido p u n t o ! El peón 5A se 6. P4D P3A 17. P4CD¡ AXC
puede tomar de dos maneras. Por si puede hacer 29. C X T , porque su- 7. P3C CD2D
sucedía 26. A X P , C5C; 27. T1AR, cede 29. ..., A X P + ; 30. R2C, A X T , 8. A2C P3CD
y se frustra la tentativa de apresar A 17. .... A X P sucedía 18. C X P ,
Smislov tenía preparada la respuesta 9. D2A
27. ..., T6D! La cual también pro- el alfil: 31. C3A, D6R; 32. T2R, P X C ; 19. D5C!
cedía a 27. T2R (27. ..., T6D!; 28. D X T + ! ; 33. A X D , P7A. El orden de movimientos P3CD,
A x . T , T X T + ; 29. R2C, T6A!) ¿Por A2C y D2A, ejecutado antes de mo- 18. TXA D2R
qué no defender el punto en cues- 29. T X T PXT ver el caballo de la dama, tiene su 19. TA1D C3A
tión con la otra torre? Pues 27. T2A 30. T2R AXP+ s e n t i d o : Korchnoi quiso impedir la 20. P5C! TR1D
impide el golpe táctico 27. ..., T6D. 31. R2C variante en que las negras sitúan el 21. D3D TXT
Para tal contingencia, Smislov tenía alfil en la casilla 3TD la cual es 22. DxT P3TR
previsto 27. ..., T2D al objeto de A 31. T X A sigue 31. ..., C X P . factible si se hace 9. C3A. Tras 9. 23. P3A

130 131
 El alfil 2CR blanco va a situarse 34, T X A RXA ofrece buena posición a las negras. Convenía hacer 26. P3A.
en otra diagonal, y su colega negro 35. T X P T Si 15. C6D, procede 15. ..., T2A;
ve limitada su actividad por el peón 16. C X A , T X C ; 17. A X P D , T2A, 26. ... C5D
5C adversario. El bando blanco lleva dos peones y el alfil de casillas negras continúa 27. D1A
de ventaja. Apremiados por la falta sin tener adonde retirarse.
23. T2A de tiempo, los dos bandos ejecutaron
Diagrama núm. 156
24. D8D+ DXD los siguientes movimientos: 12. P R X P PRXP
25. TXD+ R2T 13. C X P
26. A5R T8A + 35. ... P4C
27. A1A A1A 36. T7T R3C 13. C5C, P3TD; 14. C6D no su-
37, T7CD TXPTD pone peligro para las negras, por
Diagrama núm. 155 38 TXP R3A suceder 14. ..., A X C ; 15. A X A ,
39 P4A PXP T1R.
40. PXP R2A
41. T8C. 13. ... CXC
14. PXC PXP
Y el negro se rindió. 15. D4T C4A!
16. DxPD C3R
Núm. 5 17. D4R
Novotielnov-Averbach A 17. D 3 D sucedía indudablemen-
XIX Campeonato de la Unión te 17. ..., C X A ; 18. P X C . Por otra
Soviética, 1951 parte, Averbach consideró dos po-
sibilidades: aprovechar la deficien-
1. P4D C3AR te estructura de peones del flanco
del rey adversario, mediante 18 A 27. D4C sucedía 27. ..., T5R!
2. P4AD P3R
3. C3AR P4D A 3 D ; 19. P5A, D5T; 20. C3A, (28. D X T , C7R + ).
4. P3CR A2R D5AR, con fuerte presión, o resar-
cirse de la pérdida del peón, por 27. ... D1A
5. A2C 0-0
28. A2C! 6. 0-0 CD2D medio de 18. ..., A X P ; 19. D X A ,
D X D ; 20. A X D , TR1D; 2 1 . TA1R, 27. ..., C 6 A + ; 28. R1T, T X T ;
7. D2A P3A
Este sutil movimiento hace que 8. A4A P3CD A4A o 19. A X A , T4A; 20. A X P + , 29. T X T , D1T aceleraba la victoria.
las negras pierdan en la fase última 9. CR2D T X A ; 21. D X D + , A X D , con u n Averbach renunció a esta variante
de la partida, desde el punto de vis- final mejor para él. porque, al decir de él, no halló una
ta estratégico. La causa de ello es Las blancas quieren efectuar el retirada conveniente para su caballo,
que el aparentemente enérgico mo- avance P4R, con «propiedad y es- 17. ... T4A después de 30. D X P . Mas 30
vimiento 28. ..., T7A no es factible, mero». Pero la cesión del dominio 18. A3R AXP C 4 R + hace que las blancas pierdan
por cuanto 29. P5R!, T X A ; 30. sobre el escaque 4D permite a las 19. D1C el caballo.
P X C , A2C; 3 1 . A 3 D + , P3C; 32. negras hacer contrajuego, por me-
T7D da la victoria a la parte blanca. dio de acciones enérgicas en el cen- Es mejor 19. D4TD. 28. A X C AXA
Así que la torre debe retirarse. tro. Acerca de otras posibilidades 29. T2D D5C
de las blancas en esta variante con- 19. ... AXA
súltese el capítulo «Variante cerra- 20. RXA T4D 30. T1T1D?
28. ... T2A
29. T8A A2C da», I, B, a, 3. 21. T1D A3A
22. R1C T1R Ello posibilita a las negras hacer
30. A3D T2D una pequeña combinación. Lo co-
31. A2A T7D 9. ... A2C 23. P4TD P4TR
10. P4R T1A rrecto era 30. T1AD; aquéllas ha-
Esto simplifica el problema de las 11. C3AD P4A! Las piezas blancas han abandona- brían continuado el ataque con 30.
blancas; en cambio, la defensa pa- do el flanco del rey, y las negras ..., T3R.
siva 3 1 . ..., T2A les obliga a jugar Esta poderosa jugada es posible, emprenden un ataque decisivo.
con precisión. porque a 12. P5R sucede la aparente 3 0 . ... AXP+!
entrega de una pieza 12. ..., P X P D ; ! 24. C4A P5T 31. D X A DXT + .
32. T X P TXA 13. P X C , A X P ; 14. C5C, P4R, que 25. D2A P6T
33. A X C R3C restablece el equilibrio material y 26. D2R? Las blancas cesaron la resistencia.

132 133
 Num. 6 14. C4R D4AR Diagrama núm. 157 Las negras ceden el centro, por-
Keres-Lówenfisch 15. A3A T1D que a 9. ..., CD2D sucede 10.
16. C4D CXC CXP3A!, AXC; 11. PRXP y, si se
XV Campeonato de la U. R. S. S., 17. TXC C3C
1947 retira el alfil, 12. P6D.
18. TXT+ AXT
1. P4AD
19. DID 10. CXP A3T
C3AR
2. C3AR P3R 11. P3C CD2D
La situación se ha despejado, no
3. P3CR P4D obstante lo cual las negras conti-
4. A2C A2R Acerca de la apertura de esta
núan teniendo dificultades. El mo- partida véase el capítulo «Variante
5. P4D 0-0 vimiento 19. C6D bastaba para de- cerrada», II, A, a. La superioridad
6. 0-0 CD2D mostrar la superioridad de las blan- de las blancas no ofrece duda; por
7. D2A P4A cas, pues las primeras perdían un ello, sorprende que esta variante
peón después del cambio de las apareciese en las competiciones de
Este contragolpe es mejor efec- damas. importancia durante muchos años.
tuarlo un movimiento antes, o sea
respondiendo a 6. 0-0 y mantenien- 19. ... A2R A5C
do el caballo de la dama en su 12. T1R
casilla de origen. Lo cual Keres 13. A2D P4CD
A 19. ..., C4D respondería Keres
demuestra al situarse en una posi- con 20. D4T!
ción excelente. con 28. A3C. Y, por si sucediese 28. El bando negro tiene que compli-
..., P4TR, tenía preparado el bello car de algún modo el juego; si no,
20. D4D su posición será deplorable tras el
8. PXPD CXP final 29. TXA!, TXT; 30. D8D+
y 31. AXPA. movimiento P5R blanco.
Aquí es muy eficaz hacer 20. C6D.
Tras 8. ..., PRXP, se produce la
posición de la defensa de Tarrasch 28. D7A T2D 14. C3R C3C
20. ... D3C
con el caballo de la dama negra en 29. D6A A6T 15. P5R AXC
2D. A diferencia de las variantes 21. C5A C4D 30. A6R! 16. AXA CR4D
comunes en que dicho caballo se 17. D2D C2D
Las negras tratan de salvarse con Este movimiento pone de mani-
halla en el punto 3AD, en ésta lle- los alfiles de casillas de distinto 18. CXC! PAXC
van las blancas una serie de venta- color, para lo cual incitan a que se fiesto la falta de protección y de- 19. A4C
jas esenciales. continúe 22. AXC, PXA; 23. DXP, fensa de la primera horizontal de las
AXC y 24. ..., A6T. negras, por lo que éstas se rindieron. Esto es una excelente ilustración
9. C3A C5C del tema sobre la buena y mala
22. T1D P3C disposición de las piezas ligeras. Los
Las continuaciones 9. ..., CXC y Núm. 7 alfiles blancos no tardarán en para-
9. ..., P3CD también dan ventaja Otras continuaciones tampoco sa- Botvinnik-Makagonov lizar el flanco de la dama negra.
a las blancas. Consúltese el capítulo tisfacen; pero ésta hace que las Semifinal del XI Campeonato
«Variante cerrada», I, B, c. blancas ganen un peón. de la Unión Soviética, 1938 19. ... T1R
20. TD1A T1AD
10. D1C C3AD 23. CXP! AXC 1. C3AR C3AR
11. PXP CXP 2. P4AD P3R Caso que 20. ..., A2C; 21. A5T
12. T1D D4T Respuesta forzosa. 3. P4D P4D (21. ..., C3C; 22. T5A), las negras
13. A2D 4. C3A A2R habrían tenido que abandonar la
24. AXC T1D 5. P3CR 0-0 vertical AD.
Se cierne el peligro 14. C5D, y 25. P4R A5CR 6. A2C P3A
las negras tienen que elegir entre 26. T3D R1T 7. 0-0 P3CD 21. A5T D2R
retirar la dama y hacer: 27. D5R 22. Al A! C1C
El haber hecho los movimientos 23. A4C D2C
13. ... C2D (Ver diagrama núm. 157) P3A y P3CD antes del CD2D per- 24. A6D P3T
mite a las blancas tomar la inicia- 25. P3TD T3A
El flanco de la dama sin desen- 27. ... A3 A tiva con la enérgica maniobra:
volver caracteriza lo deficiente de la Ello facilita el asalto de las piezas
posición del bando negro en la aper- Si las negras hubieran hecho 27. 8. C5R¡ A2C blancas. De cualquier modo, las ne-
tura catalana. ..., A3D, Keres hubiese respondido 9. P4R PXPA gras pierden la partida.
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 Diagrama num. 158 nados a reforzar el juego de las Diagrama núm. 159 Otra debilitación forzosa.
negras. A pesar de ello, hoy día, 24. C4A R2A
es difícil afirmar que ellas consigan
igualar las posibilidades. Consúltese 25. P4R1 PXP
el capítulo «Apertura catalana des- Se amenazaba con el movimiento
pués de 1. P4D, P4D; 2. P4AD», 26. P5D.
I. A, a.
26. P X P AXP
9. A2D AXA +
10. C4AXA El caballo no tiene una retirada
eficaz; pero el siguiente movimiento
Transcurridos tres años, Botvinnik hace que se desmorone la posición
jugó otra partida con Widmar y no de las negras.
hizo 10. C4AXA, sino otro movi-
miento más eficaz: 10. C3AXA. 27. P5D! PXP
Bogoliubov tuvo la posibilidad de Se cernían las a m e n a z a s 28.
oponer una defensa efectiva con 10. C3T+ y 28. P6D + .
..., A2D; 11. A2C, A3 A!; mas hizo:
28. C3T+ A3A
10. ... C3A Alekhine impide que las negras se 29. P X P T2D
26. AXC! TXA 11. A2C A2D
27. TXT DXT defiendan de la amenaza en cues- 30. C5C+ R1D
12. 0-0 0-0-0 tión, o sea que retiren el rey, al 31. PXA PXP
28. T1A D3C 13. TD1A TR1R
29. D4C A1A que le sujeta el peón 2C. 32. C4D.
30. D7R! 14. C4A
23. ... P3A Y las negras abandonaron.
El rey negro no está fuera de
Las negras se rindieron. peligro, no obstante la ausencia de
las damas. Alekhine aprovecha la
Núm. 8 vertical AD para preparar la ofen-
Alekhine-Bogoliubov siva.
1943
14. ... T2R
1. P4D P4D 15. TR1D AIR
2. P4AD P3R 16. P3TD C4D
3. C3AR C3AR 17. P4CD C3C
4. P3CR PXP 18. P5C! C1C
5. D4T + D2D 19. CXC + PTXC
6. DXP D3A 20. P4TD P3AR
7. CD2D DXD
8. CXD Para impedir la manioc.
5R-4AD; pero ello ha debilitado
Tal orden de movimientos per- el peón 3R.
mite a las negras ejecutar la manio-
bra D2D-3A y cambiar las damas; 21. A3T! A2D
pero ello no pone término a las di- 22. C2D T1A
ficultades con que se encuentran en
la apertura. (Ver diagrama núm. 159)

8. A5C + 23. A2C!

Bogoliubov simplifica consecuti- Como quiera que sea, el caballo

vamente la posición. Después de blanco se situará en la casilla 4AD;
haberse realizado esta partida y la después, se producirá la amenaza
Botvinnik-Widmar (Groninga, 1946), CxP + .
se dieron muchos consejos encami- Con el sutil movimiento del alfil,

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