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Generalidades de los microorganismos

Concepto de microorganismo

Células capaces de existir de forma libre o independiente. Los microorganismos son


aquellos seres vivos más diminutos que únicamente puede ser apreciados a través
de un microscopio. En este extenso grupo podemos incluir a los virus, las bacterias,
levaduras y mohos que pululan por el planeta tierra. Respecto de su estructura
biológica y a diferencia de lo que ocurre con las plantas o los animales, esta es
sumamente elemental ya que son unicelulares, en lo que sí coinciden con los
mencionados es en la individualidad que presentan y ostentan.
Algunos microorganismos pueden ser los responsables del deterioro de algunos
alimentos, incluso ocasionando graves enfermedades a aquellos que los
consumieron y por otro lado hay otros microorganismos que resultan ampliamente
benéficos y que son utilizados en la elaboración de algunos alimentos con los
objetivos de alargar sus vidas o bien de cambiar las propiedades de los mismos, tal
es el caso de la fermentación que tiene lugar a la hora de la fabricación de productos
como el queso, yogurt y cerveza. Aquellos microorganismos patógenos, es decir,
aquellos que provocan serias consecuencias y perjuicios contra la salud, en
oportunidad de estar bajo agua se diferencian en tres categorías: las bacterias y los
virus que pueden hallarse tanto en aguas superficiales como subterráneas y los
protozoos parásitos que únicamente son hallados en las aguas superficiales. Por
supuesto cada uno de estos y a través de ellos, resultan ampliamente propensos a
la instalación de algún tipo de infección en los seres vivos que habiten. Las
bacterias, por ejemplo, son menos persistentes en el daño que los protozoos dado
que su persistencia es menor que la de estos últimos.
Existen algunos microorganismos ayudan a la fermentación y elaboración de
quesos. yogurt y cerveza.

Posición filogenética de los microorganismos y parásitos

Clasificación fenotípica
Las morfologías microscópica y macroscópica de las bacterias fueron las primeras
características utilizadas para identificarlas

Clasificación fenotípica de las bacterias.

Por ejemplo, las bacterias se pueden clasificar según su capacidad de retención de


la tinción de Gram (microorganismos grampositivos y gramnegativos) y por la forma
de cada célula (cocos, bacilos, espirilos).
La tinción de Gram según su coloración

Además, el aspecto macroscópico de las colonias bacterianas (p. ej., las


propiedades hemolíticas en un medio de agar sangre, la pigmentación, el tamaño y
la forma de las colonias y el olor de las colonias) también se emplea en
la identificación de las bacterias. Streptococcus pyogenes es una bacteria
grampositiva que forma largas cadenas de cocos y aparece en forma de pequeñas
colonias hemolíticas de color blanco en las placas de agar sangre. Las
características morfológicas se utilizan para realizar una identificación provisional
del microorganismo y poder seleccionar otros métodos de clasificación con un
mayor poder de discriminación, ya que muchos microorganismos pueden presentar
un aspecto muy similar en el examen macro y microscópico.
Clasificación analítica
Las características analíticas de las bacterias se han utilizado también para
clasificarlas en géneros, especies y subespecies El patrón cromatográfico de los
ácidos micólicos de la pared celular es característico de un gran número de especies
de micobacterias, por lo que durante muchos años se ha utilizado en la identificación
de las especies aisladas con mayor frecuencia. El análisis de los lípidos presentes
en la totalidad de la célula también es un método útil para la descripción de
numerosas especies bacterianas y de levaduras. Otras técnicas empleadas para la
caracterización, fundamentalmente a nivel de subespecie y con fines
epidemiológicos, son el análisis de las proteínas celulares (análisis proteómico
mediante espectroscopia de masas) y las enzimas celulares (electroforesis
enzimática tipo multi loci). Sin embargo, y pese a que estos métodos analíticos son
precisos y reproducibles, requieren un gran trabajo y una instrumentación muy cara.
Por tal motivo, estos análisis se emplean principalmente en los laboratorios de
referencia.

Tipos de microorganismos y parásitos


Tipos de microoganismos y parásitos.

Diferencias entre los diversos microorganismos y parásitos: estructural,


fisiológica, de crecimiento, de reproducción, de infección, de transmisión

Una bacteria es un microorganismo unicelular que presenta un tamaño de entre 0,5


y 5 µm, por lo general y diversas formas incluyendo esferas, barras y hélices, son
procariotas y, por lo tanto, a diferencia de las células eucariotas (de animales,
plantas, etc.), no tienen núcleo ni orgánulos internos. Generalmente poseen una
pared celular compuesta de peptidoglicano. Muchas bacterias disponen de flagelos
o de otros sistemas de desplazamiento y son móviles.
El parásito es aquel ser vivo que se nutre a expensas de otro ser vivo de distinta
especie sin aportar ningún beneficio a este último. Este otro ser vivo, recibe el
nombre de huésped u hospedador, a expensas del cual se nutre el parásito,
pudiendo producir en algunos casos daños o lesiones. La forma de vida de las
bacterias como organismo vivo está claro, ya que tienen una célula, en el caso de
los virus no está tan clara, ya que no tienen células y por ende necesitan de un
huésped para sobrevivir y reproducirse. Otra de las diferencias es que las bacterias,
en algunos casos como los que vimos pueden resultar beneficiosas, en cambio los
virus no lo son (a excepción de algunos estudios que se están realizando de virus
capaces de destruir tumores cerebrales).
También difieren en su tamaño, las bacterias en general son más grandes que los
virus, ellas pueden llegar a medir unos 1000 nm, mientras que los virus miden entre
20 y 300 nm. El modo de reproducción es otra de las características que diferencian
a los virus de las bacterias, mientras que estas tienen en la mayoría de los casos
una reproducción asexual, en el caso de los virus se invade una célula huésped,
haciendo copias del ADN viral / ARN, destruyendo la célula huésped e invadiendo
nuevas células que serán infectadas.
Los virus se invade una célula huésped destruyéndola y causando una infección
para combatirla es necesario utilizar antivirales.

En el caso de las bacterias la infección es localizada, mientras que en el caso de


los virus se produce de forma sistémica. La forma de combatir a virus y bacterias es
diferente, mientras que para combatir una bacteria es necesario tomar o inyectar un
antibiótico, para combatir los virus se utilizan antivirales y también vacunas
preventivas.
Y bueno ya que hemos hablado de sus diferencias, repasemos rápidamente sus
similitudes: convivimos a diario con ellos lo cual no quiere decir que estemos
enfermos y, aunque ambos pueden causar enfermedades, existen bacterias que
son benéficas y hasta necesarias para nuestro organismo.

Agentes patógenos para el hombre

Los agentes infecciosos pueden ser: virus, bacterias, protozoos, hongos y priones.
El agente patógeno o agente infeccioso puede ser unicelular o multicelular. La
célula es la unidad estructural básica que forma a los organismos. De la
organización celular dependerá la complejidad del agente. Los más pequeños son
los virus que son intracelulares obligados que son capaces de provocar
enfermedades al ser humano, que van desde alteraciones leves hasta incluso
provocar la muerte.
Las bacterias tienen una composición más compleja, son más grandes y sus
organismos unicelulares; estructuralmente incluyen: cápsula, pared celular,
membrana citoplasma y material nuclear. La cápsula confiere cierta protección. La
membrana realiza parte de los procesos respiratorios, energético y nutritivo. El ácido
desoxirribonucleico en anillo constituye el genoma bacteriano. Los ribosomas
realizan la síntesis proteica. Los flagelos son estructuras que facilitan el movimiento.
Otros agentes patógenos de importancia médica son los hongos. De los hongos
microscópicos, algunos son combustibles, otros pueden producir importantes
daños.
Los protozoos tienen diferentes tamaños y formas, y se encuentran en la naturaleza
bajo y varias formas. Se reproducen asexual o sexualmente.

Cadena epidemiológica

La cadena epidemiológica es la secuencia de elementos que se articulan en la


transmisión de un agente desde una fuente de infección a un huésped susceptible.
Y la constituyen:
Cadena epidemiológica.

La importancia de la cadena epidemiológica radica en que identificando los posibles


eslabones en cada enfermedad se puede interrumpir la cadena de transmisión y
prevenir el desarrollo y propagación de estas enfermedades.

Agente infeccioso

Los agentes infecciosos son parásitos que invaden el cuerpo de un ser vivo
ocasionando daños en sus tejidos (síntomas). Microorganismo (virus, bacteria,
hongo, rickettsia, protozoario o helminto) capaz de producir una infección o
enfermedad infecciosa.

Hay factores que aumentan su capacidad para causar enfermedad y varían entre
las categorías de los agentes, incluyendo: la especificidad del huésped, la
capacidad de reproducción o sobrevivencia fuera del huésped y su virulencia
(capacidad de causar enfermedad grave o muerte).
La enfermedad varia por la categoría del huésped.

Características del agente


1. Intrínsecas: tamaño, forma, composición química, etc.
2. Comportamiento en el huésped: contagiosidad, patogenicidad, virulencia,
poder invasor, antigenicidad.
3. Comportamiento frente al medio: resistencia, actitud que presenta para su
vehiculización, etc.
Fuente de Infección
La fuente de infección puede ser ocasionada por el reservorio y el ambiente.

Reservorio

Es el organismo (animal, vegetal o humano) donde vive y se multiplica un agente


infeccioso. El agente infeccioso depende del reservorio para su supervivencia y en
él se reproduce hasta que pueda alojarse en un huésped susceptible.

Ambiente: Constituye una fuente, pero no un reservorio porque en él no puede


multiplicarse el agente.

Puerta de salida

Camino que toma el agente para salir de la fuente.

Características de la puerta de salida


Puede ser:

 Aparato respiratorio,
 Aparato digestivo,
 Piel, Placenta,
 Tracto genitourinario,
 etc.
Modo de transmisión

La transmisión de agentes infecciosos ocurre cuando cualquier mecanismo en virtud


del cual un agente infeccioso se propaga de una fuente o reservorio a una persona.

Características de los mecanismos de transmisión


Es el mecanismo por el cual el agente se transmite desde la puerta de salida del
reservorio (o fuente) a la puerta de entrada del huésped.

Clasificación de los Mecanismos de Transmisión:

Las formas de transmisión.

 La transmisión directa consiste esencialmente en transferencia inmediata de


un agente infeccioso desde un huésped o reservorio infectado hasta una
entrada apropiada. Obsérvese que esto puede suponer no solo contacto
directo, tal como el beso y el contacto sexual, sino también rociado por gotitas
(flush), por medio de estornudos y tos, en las membranas mucosas de estas
personas. Tal diseminación de gotitas se clasifica como de transmisión
directa porque ocurre a poca distancia (las gotitas solo se desplazan algunos
metros antes de caer al suelo). La transmisión directa también incluye
exposición de tejidos susceptibles a agentes fungales (micóticos), esporas
de bacterias u otros parásitos situados en el suelo o en la vegetación.
 La transmisión indirecta puede ser por un vehículo, por un vector o por el
aire. La transmisión por vehículo es contacto indirecto a través de objetos
inanimados (fómites), tales como ropa de cama, juguetes, o instrumentos
quirúrgicos, así como alimentos contaminados, agua y líquidos administrados
intravenosamente. El agente puede multiplicarse o desarrollarse dentro del
vehículo o sobre él, antes de ser introducido en el hombre.
En la transmisión por vector, el agente infeccioso es transportado por un artrópodo
hasta un huésped susceptible. El artrópodo puede ser que simplemente transporte
mecánicamente el agente, al ensuciar sus patas o su probóscide, en cuyo caso la
multiplicación del agente del agente en el vector no se produce. El vector puede ser
también verdaderamente biológico si el agente se multiplica en el artrópodo antes
de ser transmitido. En este caso, hay un periodo de incubación en el artrópodo,
conocido como periodo de incubación extrínseco, antes de que el artrópodo se
convierta en infeccioso.

Finalmente, la transmisión indirecta puede ser por el aire. En esta clase de


diseminación intervienen dos tipos de partículas: polvos y núcleos de gotitas.
Polvos: son partículas de distinto tamaño que resultan de la nueva suspensión de
partículas que se han depositado sobre pisos o ropa de la cama, así como partículas
levantadas del suelo por el viento. Los núcleos de gotitas: Son partículas muy
pequeñas que representan el residuo desecado de gotitas. Pueden formarse de
distintas formas. Una es por la evaporación de gotitas que han sido despedidas al
aire por tos o estornudo.

La transmisión indirecta ocurre cuando las partículas están en el aire en la cama o


el piso.

Los núcleos de gotitas se forman también por dispersión en aerosol de materiales


infecciosos. Debido a su pequeño tamaño, estos núcleos de gotitas pueden
permanecer suspendidos en el aire largo tiempo, y pueden ser inhalados e
introducidos en los alveolos pulmonares (una partícula mayor a 5 micras es retenida
en la vía respiratoria alta, una partícula de menos de 3 micras se depositará en los
pulmones).
Puerta de entrada

Vía de acceso al huésped.

Características de la puerta de entrada


Pueden ser:

Las diferentes puertas de entrada.

Huésped

Persona o animal vivo, que en circunstancias normales permiten la subsistencia o


alojamiento de un agente infeccioso, desarrollando la enfermedad transmisible.

Características del huésped


Pueden ser:

 Edad,
 Estado nutricional,
 Condiciones de vida y de trabajo,
 Susceptibilidad / Resistencia / inmunidad
El huésped depende de la persona y su ámbito.

Procedimientos empleados para la eliminación de microorganismos

Esterilización y desinfección

La esterilización es el proceso validado por medio del cual se obtiene un producto


libre de microorganismos viables. El proceso de esterilización debe ser diseñado,
validado y llevado a cabo de modo de asegurar que es capaz de eliminar la carga
microbiana del producto o un desafío más resistente. Se define la esterilidad en
términos probabilísticos, en donde la probabilidad de que una unidad de producto
esté contaminada es aceptablemente remota. Se considera que un producto crítico
es estéril cuando la probabilidad de que un microorganismo esté presente en forma
activa o latente es igual o menor de 1 en 1.000.000 (coeficiente de seguridad de
esterilidad 10-6). Existen varios métodos de esterilización, detallados a
continuación:
Métodos de esterilización.

Métodos químicos
Los métodos químicos de esterilización son aquellos que involucran el empleo de
sustancias letales para los microorganismos, tales como el óxido de etileno y el
peróxido de hidrógeno. El uso de este método es muy limitado para la Industria
Alimentaria pero muy utilizado en otras industrias como la farmacéutica, por
ejemplo.

Métodos físicos
Los métodos físicos son aquellos que no involucran el empleo de sustancias letales
para los microorganismos, sino procedimientos físicos como la radiación ionizante,
el calor o la filtración de soluciones con membranas que impiden el paso de
microorganismos, incluyendo virus. El método más usado en esta categoría es el
calor que mata microorganismos por la desnaturalización de las enzimas; el cambio
resultante en la forma tridimensional de las proteínas las inactiva. La resistencia al
calor varía entre los diferentes microorganismos; esta diferencia puede ser
expresada como el punto térmico de muerte (PTM) el cual se define como la
temperatura más baja a la cual todos los microorganismos en una suspensión
líquida serán eliminados en 10 minutos. Otro factor que debe ser considerado en
una esterilización es el tiempo requerido. Este puede expresarse como el tiempo de
muerte térmica (TMT), el cual es el tiempo mínimo para que toda bacteria en un
cultivo líquido en particular sea exterminada a una temperatura determinada. Ambos
PTM y TMT son guías útiles que indican la severidad del tratamiento requerido para
matar a una población de bacterias dada. El tiempo de reducción decimal (TRD, o
valor D) es el tercer concepto relacionado con la resistencia bacteriana al calor. TRD
es el tiempo, en minutos, en el cual el 90% de una población bacteriana a cierta
temperatura será eliminada.

Métodos térmicos
Los métodos térmicos suelen englobar todos los procedimientos que tienen entre
sus fines la destrucción de los microorganismos por el calor. Los métodos son tanto
la pasteurización como la esterilización, cuya finalidad principal es la destrucción
microbiana, como al escaldado y a la cocción, procesos en los que también se
consigue una cierta reducción de la flora microbiana, pero que sus objetivos
principales son la variación de las propiedades físicas.

Calor húmedo y calor seco.


La desinfección es la eliminación de agentes infecciosos que están fuera del
cuerpo por medio de la exposición directa a agentes químicos o físicos. Los agentes
que matan microbios son denominados microbicidas (cida= “matar”) o más
comúnmente denominados “germicidas”. Si el agente específicamente destruye
bacterias, es llamado bactericida; si mata hongos es denominado fungicida. Como
sea después de exponer el objeto esterilizado al aire o a sus alrededores, éste otra
vez se habrá contaminado con microorganismos.
Factores que influyen en la efectividad de los tratamientos antimicrobianos
 El número de microorganismos: A mayor número de microorganismos que
se tengan al inicio, mayor tiempo para eliminar la población entera.
 Influencias ambientales: La presencia de materia orgánica regularmente
inhibe la acción de antimicrobianos químicos. Microorganismos localizados
en biopelículas, son difíciles de matar por biocidas, porque la actividad de
éste es dependiente de la temperatura de la reacción química; los
desinfectantes funcionan un poco mejor bajo temperaturas altas.
 Tiempo de exposición: Los químicos antimicrobianos suelen requerir un
mayor tiempo de exposición para microorganismos más resistentes o
endosporas, esto con el fin de que sea efectivo.
 Características microbianas: Dependiendo las características del
microorganismo se van a tener que usar diferentes métodos para poder
eliminarlo.
Acción de los agentes antimicrobianos
Alteración de la permeabilidad de la membrana: La membrana plasmática de los
microorganismos, localizada en la pared celular, es el objetivo de muchos agentes
antimicrobianos. Esta membrana regula activamente el paso de nutrientes a la
célula y la eliminación de desechos de la misma. El daño a los lípidos o proteínas
de la membrana plasmática por agentes antimicrobianos causa que el contenido
celular salga al medio y esto interfiere con el crecimiento de la célula.

Daño a las proteínas y ácidos nucleicos: Para que una proteína sea funcional se
necesita que se encuentre en su estructura terciaria por lo menos, ésta se encuentra
constituida por puentes de hidrógeno los cuales son susceptibles a romperse con
calor o ciertos químicos; la rotura de estos puentes nos da como resultado la
desnaturalización de la proteína. Del mismo los enlaces covalentes, aunque son
más resistentes también son objetivos de agentes antimicrobianos.
Los ácidos nucleicos ADN y ARN son los que llevan la información genética de la
célula. El daño a estos por calor, radiación, o químicos es frecuentemente letal para
la célula. La célula no se puede replicar y tampoco puede tener sus funciones
metabólicas normales como la síntesis de enzimas. Las altas temperaturas a las
que funcionan los autoclaves eliminan todo tipo de microbios y bacterias, incluyendo
las esporas.
Acción de los antibióticos, antivirales y antiparasitarios

Los antibióticos son medicamentos potentes que combaten las infecciones


bacterianas. Su uso correcto puede salvar vidas. Actúan matando las bacterias o
impidiendo que se reproduzcan. Después de tomar los antibióticos, las defensas
naturales del cuerpo son suficientes. Se le define como la sustancia producida por
un microorganismo y que utilizada a muy grandes diluciones paraliza o impide el
desarrollo de otras especies microbianas. Con el progreso de la farmacología la
definición de antibiótico se ha visto ampliada, puesto que actualmente muchos de
ellos son de origen sintético. La palabra antibiótico es un término compuesto, que
viene del griego y significa en contra + dado a la vida. Justamente eso es lo que
hacen, ya que destruyen o inhiben organismo vivo que atacan nuestro cuerpo.

Los antibióticos combaten las enfermedades que son causadas por las bacterias.

Conocidos actualmente también con el término antibacteriales, se utilizan para


tratar enfermedades causadas por bacterias y no virus. Pueden actuar de dos
formas: matando a las bacterias o inhibiendo su crecimiento y proliferación. Existen
diferentes tipos de antibióticos, pueden ser naturales o sintéticos, siendo los más
comunes aquellos que vienen de la penicilina, un hongo descubierto por Alexander
Fleming y que abrió un mundo de posibilidades. Otros tipos de antibióticos son
Cefalosporina, que también provienen de un hongo, en este caso el Cephalosporium
acremonium. A diferencia de la penicilina, estos tienen un rango amplio de acción y
son capaces de actuar más tiempo en el cuerpo.
Otras clasificaciones comunes son los Aminoglucósidos, capaz de detener
rápidamente el crecimiento de las bacterias, las Tetraciclinas, muy utilizadas en la
dermatología, los Macrólidos, que se recetan para infecciones respiratorias en gente
con alergia a la penicilina y, finalmente las Fluoroquinolonas, la clasificación más
nueva y que tiene amplios usos. Los antibióticos, se prescriben para infecciones
bacterianas y pueden aplicarse, ya sea de forma oral, inyectable o sobre la piel en
forma de crema. Cuando una bacteria es capaz de saltarse las defensas que ofrece
nuestro sistema inmune, el antibiótico actúa como una especie de veneno
específico, que ataca a la bacteria que está produciendo la infección y a la célula
afectada, sin causar efectos en aquellas que están sanas.
Según sea la infección, el antibiótico funciona de forma diferente: muchas veces
inhibe la forma de actuar de la bacteria, impidiendo que se reproduzca y genere
una pared de protección frente a los ataques del cuerpo. Al no poder reproducirse,
la bacteria termina muriendo. Un antibiótico sólo puede actuar sobre la que está
vivo, por eso no funcionan contra los virus. Estos medicamentos sólo deben tomarse
cuando son recetados, ya que de lo contrario podemos generar una resistencia a
ellos. Debido a su mal uso, han ido apareciendo las llamadas súper bacterias, que
son resistentes a los medicamentos actuales, por lo que su tratamiento se hace muy
complicado.

Los antibióticos deben de ser escritos por un doctor ya que si se toman bajo el uso
indebido nos podemos hacer resistentes a ellos.

Mecanismo de acción
Debido a que los antibióticos tienen efectos sobre una diversidad de bacterias, sus
mecanismos de acción difieren basados en las características vitales de cada
organismo y que, por lo general, son objetivos que no existen en las células de
mamíferos.
Pared celular
Algunos antibióticos ejercen su función en regiones y orgánulos intracelulares, por
lo que son ineficaces en bacterias que contengan una pared celular, a menos que
se logre inhibir la síntesis de esta estructura exterior, presente en muchas bacterias,
pero no en animales. Muchos antibióticos van dirigidos a bloquear la síntesis,
exportación, organización o formación de la pared celular, específicamente los
enlaces cruzados del peptidoglicano, el principal componente de la pared celular,
sin interferir con los componentes intracelulares. Esto permite alterar la composición
intracelular del microorganismo por medio de la presión osmótica. Como la
maquinaria intracelular permanece intacta, ello aumenta la presión interna sobre la
membrana hasta el punto en que ésta cede, el contenido celular se libera al exterior,
y la bacteria muere. También permiten la entrada de otros agentes antimicrobianos
que no pueden atravesar la pared celular. Algunos ejemplos clásicos son:

Ejemplos que permiten la entrada de agentes antimicrobianos.

Membrana celular
Ciertos antibióticos pueden lesionar directa o indirectamente —al inhibir la síntesis
de los constituyentes— la integridad de la membrana celular de las bacterias y de
ciertos hongos. Las polimixinas, por ejemplo, son antibióticos que actúan como
surfactante o detergente que reacciona con los lípidos de la membrana celular de
las bacterias. Ello destruye la integridad de la permeabilidad de la membrana. Los
elementos hidrosolubles y algunos que son tóxicos para el germen, pueden así
entrar sin restricción al interior celular. La gramicidina A forma poros o canales en
las bicapas lipídicas.
Acción sobre ácidos nucleicos (ADN y ARN) y proteínas
Algunos antibióticos actúan bloqueando la síntesis del ADN, ARN, ribosomas,
ácidos nucleicos o las enzimas que participan en la síntesis de las proteínas,
resultando en proteínas defectuosas. La mitomicina es un compuesto con
estructura asimétrica y que se fija a las hélices del ADN e inhibe o bloquea la
expresión de la enzima ADN polimerasa y, por ende, la replicación del ADN y el
ensamblaje de las proteínas. La actinomicina, por su parte, ejerce su mecanismo en
la misma manera que la mitomicina, solo que es una molécula simétrica.
Los antibióticos actúan bloqueando la síntesis del ADN. ARN.

Las sulfonamidas son análogos estructurales de moléculas biológicas y tienen


parecido a las moléculas normalmente usadas por la célula diana. Al hacer uso de
estas moléculas farmacológicas, las vías metabólicas del microorganismo son
bloqueadas, provocando una inhibición en la producción de bases nitrogenadas y,
eventualmente, la muerte celular.
Las quinolonas y fluoroquinolonas actúan sobre enzimas bacterianas del tipo
girasas y topoisomerasas del ADN, responsables de la topología de los
cromosomas, alterando el control celular sobre la replicación bacteriana y
produciendo una alteración en la lectura del mensaje genético.

Acción sobre los ribosomas


Aproximadamente la mitad de los antibióticos actúan por inhibición de los ribosomas
bacterianos, los orgánulos responsables de la síntesis de proteínas y que son
distintos en composición de los ribosomas en mamíferos.

Algunos ejemplos incluyen los Aminoglucósidos (se unen de forma irreversible a la


subunidad 30S del ribosoma), las tetraciclinas (bloquean la unión del ARNt
aminoacil al complejo ARNm-ribosoma), eritromicina (se fijan de manera específica
a la porción 50S de los ribosomas bacterianos) y la doxiciclina.
Los antivirales se usan para el tratamiento de infecciones producidas por virus. Tal
como los antibióticos (específicos para bacterias), existen antivirales específicos
para distintos tipos de virus. No sin excepciones, son relativamente inocuos para el
huésped, por lo que su aplicación es relativamente segura. Deben distinguirse de
los viricidas, que son compuestos químicos que destruyen las partículas virales
presentes en el medio ambiente. Los ciclos de vida virales pueden variar
dependiendo de las especies de virus, pero todos comparten un patrón general:
 Liberación de genes virales y posiblemente enzimas en la célula huésped.
 La replicación de componentes virales utilizando maquinaria huésped-célula.
 El ensamblado de componentes virales en partículas virales completas.
 Liberación de partículas virales para infectar nuevas células huésped.
El mejor momento para atacar a un virus es tan pronto como sea posible ensu ciclo
de vida. En cierto sentido, esto es exactamente lo que hacen las vacunas. Las
vacunas tradicionalmente consisten en una versión muerta o debilitada de un
patógeno, aunque más recientemente las vacunas “de subunidades” han sido
diseñadas y consisten estrictamente en vacunas que tienen como objetivo las
proteínas de los patógenos. Estimulan el sistema inmune sin hacer daños serios al
huésped y así, cuando el patógeno real ataca al sujeto, el sistema inmune responde
rápidamente y los bloquea. Las vacunas tienen un excelente historial de efectividad,
pero son de uso limitado en el trato de pacientes que ya han sido infectados. Por
ello aparecen los antivirales. Un enfoque es interferir con la habilidad del virus para
ingresar a la célula.

El virus debe realizar una secuencia de acciones para lograrlo, comenzando por
unirse a un receptor específico en la superficie de la célula hospedera y terminando
por el de anudamiento de la cápside del virus dentro de la célula y la liberación del
genoma viral. Aquellos virus con manto lipídico necesitan, además, fusionar dicho
manto con la membrana de la célula objetivo, o con una vesícula que los introduzca
a la célula, antes de poder denudarse. Esta etapa de la replicación viral puede
inhibirse de dos maneras:

1. Usando agentes similares a las proteínas asociadas a virus (VAP), que


compiten con ellas por los receptores en las membranas celulares. Pueden
ser anticuerpos antiidiotipo, anticuerpos antirreceptor, o ligandos naturales
para los anticuerpos contra receptor y antirreceptor de las proteínas
asociadas a virus.
2. Usando agentes similares al receptor, que se unen a las proteínas virales.
Pueden ser anticuerpos antiproteínas virales, anticuerpos del receptor
antiidiotípicos, y receptores sintéticos.
Esta estrategia de diseño de antivirales puede resultar muy costosa. El proceso
mediante el cual se generan anticuerpos antiidiotipo aún no se conoce
completamente, y tiene una farmacocinética muy pobre. Una etapa muy temprana
de las infecciones virales es la entrada viral, cuando los virus se sujetan y entran en
la célula huésped. Varias sustancias “entrada-inhibidores” o “entrada-bloqueantes”
se están desarrollando para luchar contra el VIH. El HIV principalmente ataca el
sistema inmune de los glóbulos blancos conocidos como “linfocitos T” e identifica a
estas células objetivo a través de células-T receptoras superficiales designadas
como “CD4” y “CCR5”. Los intentos de interferir el enlace del VIH con el receptor
CD4 han fallado para parar la infección de los linfocitos-T, pero las investigaciones
continúan intentando interferir con el enlace del HIV al receptor CD5 con la
esperanza de que sea más efectivo.
Sin embargo, dos bloqueadores de entrada, la amantadina y la rimantadina, han
sido introducidos para combatir la gripe y los investigadores están trabajando en
sustancias inhibidoras de entrada de los virus para combatir los virus de la hepatitis
B y C. Un bloqueador de entrada es el pleconaril que trabaja contra los rinovirus,
que causan el resfriado común, bloqueando una bolsa en la superficie del virus que
controla el proceso de incubación. Esta bolsa aparece en muchas variedades de
rinovirus y enterovirus, que pueden causar diarrea, meningitis, conjuntivitis y
encefalitis.
Una segunda alternativa es centrarse en los procesos que sintetizan los
componentes del virus antes de invadir la célula. Un camino es desarrollar
“nucleótidos o análogos nucleósidos” que se parecen a los bloques que construyen
el ARN y del ADN, pero interfiere con las enzimas que sintetizan el ARN o el ADN
una vez que el análogo es incorporado. El primer antiviral exitoso, el Aciclovir, es un
análogo a los nucleósidos y es efectivo contra el herpesvirus. La primera sustancia
antiviral en ser aprobada para tratar el VIH, la zidovudina (AZT), es también un
nucleósido análogo. Un mejor conocimiento de la acción de la transcriptasa inversa
ha conducido a mejores análogos a nucleósidos para tratar las infecciones del VIH.
Uno de estos medicamentos, la lamivudina, ha sido aprobado para tratar la hepatitis
B, que utiliza la transcriptasa inversa como parte de su proceso de replicación. Los
investigadores han ido más lejos y han desarrollado inhibidores que no parecen
nucleósidos, pero pueden seguir bloqueando la transcriptasa inversa.

Otros objetivos a ser considerados por los antivirales VIH incluyen la RNasa H, que
es un componente de la transcriptasa inversa que rompe el ADN sintetizado del
ARN viral original y la integrasa, que empalma el ADN sintetizado con el genoma de
la célula huésped. Una vez que un genoma de un virus está operativo en una célula
huésped, genera moléculas ARN mensajero (ARNm) que dirigen la síntesis de
proteínas virales.

El proceso de producción de ARNm es iniciado por las proteínas conocidas como


factor de transcripción. Varios antivirales están siendo diseñados actualmente para
bloquear el solape de factores de transcripción al ADN viral. Un antiparasitario es
un medicamento usado en humanos y animales para el tratamiento de infecciones
causadas por bacterias y parásitos y para el tratamiento de algunas formas de
cáncer.

Características generales de los antiparasitarios:


1. Están formados por muy pocos elementos: carbono, hidrógeno, oxígeno y
nitrógeno. El azufre está presente como parte de una estructura de anillo (nifurtimox,
levamisol). El flúor, el cloro, el yodo y el fósforo aparecen en fármacos
antihelmínticos fenólicos y organofosforados. Los elementos inorgánicos son raros,
pero el arsénico y los antimoniales están presentes en el tratamiento de las
tripanosomiasis y leishmaniasis, respectivamente.
2. Las estructuras químicas anulares son muy comunes. El anillo de benceno está
presente en casi la mitad de todos los antiparasitarios. Muchos otros tienen anillos
nitrogenados (anillos de pirimidina, imidazol, quinolina o piperazina).

Los antiparasitarios son fármacos antiprotozoarios.

3. Como sustitutos en los anillos aparecen con frecuencia los grupos metilo, metoxi,
hidroximetil y amino. Los grupos con nitrógeno son muy comunes (metronidazol),
mientras que los sulfhidrilo no existen entre los fármacos antiparasitarios.

Los parásitos, con mayor complejidad, de protozoos a artrópodos, presentan siete


áreas principales en el metabolismo útiles como dianas de acción: síntesis de
cofactores, síntesis de ácidos nucleicos, síntesis de proteínas, síntesis de la
membrana, función microtubular, metabolismo energético y función neuromuscular
(sólo en los helmintos y artrópodos). De forma general, la mayoría de los fármacos
antiprotozoarios afectan al metabolismo biosintético, mientras que los
antihelmínticos afectan al metabolismo energético o la función neuromuscular.

Mecanismo de acción
 Inhibidores de la síntesis de cofactores. Las sulfonamidas, utilizadas
frente a los esporozoos (sulfadiazina, sulfadoxina, etc.) y las sulfonas
(dapsona) bloquean la biosíntesis del tetrahidrofolato, importante cofactor en
muchas reacciones de transferencia de carbono requeridas en la síntesis del
ADN.

 Inhibidores de la síntesis de ácidos nucleicos. Los fármacos que


interfieren con la síntesis de los ácidos nucleicos, lo hacen insertándose en
la secuencia de pares de bases (amodiaquina, cloroquina, mefloquina,
halofantrina, quinina) alterando su funcionamiento, aunque algunos autores
opinan que el mecanismo de acción de la cloroquina está basado en la
inhibición de la polimerasa.
 Inhibidores de la síntesis de proteínas. Las tetraciclinas probablemente
actúan en los plasmodios de forma similar a las bacterias, es decir, bloquean
la síntesis de proteínas en el momento de la elongación de la cadena,
uniéndose a la unidad S-30 del ribosoma, por lo que se inhibe el acceso del
ARN de transferencia (ARNt) al complejo ribosomal ARN Inhibidores de la
síntesis de proteínas. Las tetraciclinas probablemente actúan en los
plasmodios de forma similar a las bacterias, es decir, bloquean la síntesis de
proteínas en el momento de la elongación de la cadena, uniéndose a la
unidad S-30 del ribosoma, por lo que se inhibe el acceso del ARN de
transferencia (ARNt) al complejo ribosomal ARN mensajero (ARNm).
mensajero (ARNm).
 Inhibidores de la síntesis de la membrana. La anfotericina B es un antibiótico
Macrólidos poliénico que fija el ergosterol de la membrana de Leishmania, en
la que provoca orificios que permiten el paso de iones (sobre todo potasio) y
otras moléculas que llevan a la muerte celular. También hay un proceso
oxidativo que contribuye al daño del parásito.
 Inhibidores de la función microtubular. Los carbamatos benzimidazólicos
(albendazol, mebendazol y triclabendazol) y metabolitos como el albendazol
sulfóxido, Estas moléculas se fijan a los microtúbulos del parásito, bloquean
el ensamblaje de las tubulinas que, una vez polimerizadas, van a formar las
proteínas microtubulares de los helmintos, responsables del normal
funcionamiento celular. De forma particular se ve alterada la incorporación
de glucosa y la secreción de acetilcolinesterasa.
 Inhibidores del metabolismo energético. Los arsenicales trivalentes
(melarsoprol) y antimoniales pentavalentes (estibogluconato sódico,
antimoniato de meglumina) parecen bloquear las quinasas del glucólisis,
sobre todo la piruvatoquinasa del citoplasma, aunque hay autores que
piensan que se trata de una alteración en la reducción del tripanotión. Un
buen número de medicamentos frente a los esporozoarios (primaquina,
parvaquona) bloquean el transporte mitocondrial de electrones interfiriendo
la cadena respiratoria.
 Inhibidores de la función neuromuscular. Muchos antihelmínticos interfieren
con parte del sistema acetilcolina como neurotransmisor, bloqueando el
sistema neuromuscular del gusano.
Los mecanismos bioquímicos de acción selectiva se clasifican en:
 diferente captación o secreción del compuesto entre la célula del hospedador
y el parásito, mecanismo que es especialmente señalado en los protozoos
por lo que hay una buena relación de medicamentos antiprotozoarios que
siguen este modelo (cloroquina, pentamidina);
 activación del fármaco sólo en el parásito (metronidazol, nifurtimox);
 la diana del compuesto sólo está presente en el parásito (suramina);
 la diana bioquímica difiere en el hospedador y en el parásito (albendazol,
eflornitina); y
 la diana bioquímica es más crítica para la viabilidad del parásito que para el
hospedador (antimoniales pentavalentes, melarsoprol).

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