Para crear una buena conclusión, dispones de tu estructura de resultados y de la solución,
pero debes reflexionar sobre tu trabajo y pensar en lo que podrías hacer a continuación.
¿Qué habría hecho de otra manera?
Si pudieras repetir el proyecto, ¿lo harías exactamente de la misma manera?
¿Me ha aportado alguna idea o perspectiva nueva?
¿Hay algo más que quieras explorar? ¿Te han proporcionado también los resultados algún conocimiento nuevo e interesante? ¿Te han aportado nuevas perspectivas las opiniones de tus compañeros?
¿Qué pasos voy a dar a continuación?
¿Qué vas a hacer a continuación? Establecer un orden de prioridad de los pasos es una buena forma de asegurarte de darlos.