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Selijot
Mes de Elul
Según el Rito sefaradí
GUIA GENERAL PARA SER USADA EN EL MES DE ELUL – Benei Abraham y Benei Yehudá
el duodécimo mes la tradición judía), este es uno de los “Ani Ledodí Vedodí Li /
meses en donde nuestro pueblo intensifica sus Yo soy de mi amado y mi
plegarias, estudio de la Torah y ayuda al prójimo amado es mio”
(Tzedakat).
Las cuatros primeras letras
En este mes se intensifica la relación del Pueblo de de este versículo son la
letras hebreas: Alef, Lamed,
Israel con el Creador. Es un tiempo para interiorizar en
Vav, Lamed. Formando asi la
cada una de las acciones y volver a los caminos de la palabra Elul. De aquí
Torah. deducen nuestros Sabios
que este es el mes donde
Elul marca un periodo de cuarenta días llamados: Días de Teshuvá, desde el primero mayor conexión hay entre el
de Elul hasta el día 10 de Tishré (Día de Yom Kipur), Moisés subio al monte de Pueblo y D-os
Sinai para buscar el perdón de D-os debido al problema del becerro de oro y recibir
las segundas tablas ya que las primeras fueron rotas. Desde que Moisés subio hasta
que descendió transcurrieron cuarenta días, y culminado esos cuarenta días Moisés
bajo en un día de Kipur con las segundas tablas y el perdón por parte del Creador.
se dictamina el juicio del Eterno a toda su creación (en el introspección de cada uno de los
día de rosh Hashana – Cabeza de año, o el día de Yom Teruah –
actos realizados en el servicio díario
Día de las trompetas). Luego de anunciarse este dictamen,
al Creador, Bendito es.
es sellado en el día de Yom Kipur – Día de expiación de
pecados. Vayikrá Levítico 23
Es por ello que antes de llegar el día del juicio el Eterno envía el mes de la
misercordía, como lo dice el versículo: “El Eterno este cercano a todos los que le
invocan con verdad” y también esta escrito: “Buscá al Eterno en el momento que
pueda ser hallado”.
Elul es la preparación que sirve de antesala para el día del juicio en donde toda la
creación estará delante del Creador rindiendo cuentas de sus actos. Y donde se
decidirá cual será el sustento, vida, salud y las bendiciones que cada quien gozara
durante un año.
El momento que más fuerza de Teshuva (retorno) podemos conseguir es en este mes de Elul
Es por ello que enseño nuestro Maestro: “Perdonad de todo corazón cada uno a su
hermano sus ofensas. Porque si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco
vuestro Padre en los cielos os perdonará vuestras ofensas”. Asi como en una ocasión
se presentó uno de sus estudíantes y le dijo: “Maestro ¿cuántas veces perdonaré a
mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?”. Y el Maestro respondió: “No
solamente siete, sino hasta setenta veces siete”. Dirá luego el Ríbi: “Si tu hermano
peca contra ti, ve y repréndele a solas, si te oyere habrás ganado a tu hermano. De
aqui se deduce que cuando un hermano peca contra otro, se pierde y perdonarlo
es como encontrarlo de nuevo.
Por tanto, debemos imitar la bondad del Eterno como esta escrito:
“Soportándonos los unos a los otros y perdonándonos unos a otros si alguno tuviere queja contra
otro. De la manera en que verdaderamente HaShem os perdonó, así también hacedlo vosotros”.
Asi como fue dicho por la Torá y afirmado por nuestro Ríbi, debemos perdonar a nuestros
semejantes para que recibamos el perdón del Cielo por el Kadosh Baruj Hu.
Por tanto, debemos constantemente mirar nuestros caminos y nuestros actos, y escudriñar
muy bien si hemos cometido alguna iniquidad y volvernos al camino de la santidad y la
justicia. Esto debe ser una constante en nuestras vidas. De ahí que antes de dormir, oramos
al Eterno y pedimos perdón por toda persona que nos haya ofendido, sea en nuestro honor
o en nuestras pertenencias, sea por debilidad o maldad y suplicamos que nadie sufra por
nuestra causa. Para que de esta manera podamos conseguir el perdón celestial.
“Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Yeshúa HaMashiaj,
porque la ley del espíritu de vida en Mashiaj Yeshúa, me ha librado de la ley del
pecado y de la muerte… para que la justicia de la ley se cumpla en nosotros, que no
andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” (Carta a los creyentes en Italia/ Romanos
8:1) y como fue dicho: “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no violéis la Toráh.
Y los méritos interpuestos por Yeshúa el Mesías hacen que nuestra Teshuvah sea Shelemá
(Arrepentimiento completo)
Leer díariamente hasta Yom Teruah el Salmo 27 – LeDavid HaShem Orí veyish‟í
Este salmo hace referencia al día de Yom Teruah y Yom Kipur, en el momento que dice:
“Adonay es mi luz” – se refiere a Yom Teruah; Y “mi salvacion” – se refiere al día de Yom kipur
En Rosh Jódesh no decimos selijot y en el caso específico de Elul, a partir del segundo día comenzamos
las oraciones de intercesión especiales precisamente para cuidar de la alegría del primer día de Elul.
Recordemos que “selijot” está relacionado con las palabras “perdón y reflexión”.
Debido a la naturaleza de las oraciones que se hacen durante todo el mes de Elul, concientizando
a los hijos de Israel sobre estos hechos e invitándoles a reflexionar y corregir cualquier error
cometido en el transcurso del año. Es un tiempo de “presentar cuentas” de nuestros actos ante el
Boré Olam, en la esperanza de que el Eterno “nos escuchará en el día de nuestra aflicción”.
Por tanto, desde el segundo día del mes de Elul, en todas las Comunidades
Netzaritas se acostumbra levantarse por la madrugada para orar al Eterno como lo
hizo Moshé Rabenu a favor de los hijos de Israel para que nos perdonara el pecado
del “becerro de oro”, logrando con sus ruegos que el Eterno extendiera su
misericordia y no nos exterminara como nación del pacto.
Debemos siempre tener en cuenta que los Iamim Noraim (los días
de alta expectación en el temor de HaShem y los días de redención) son tiempo de
ensayo para lo cual debemos poner todo nuestro empeño y perfeccionar el temor y
amor por nuestro Padre en los cielos, confiados que cuando “revise nuestras
acciones”, nos mire por medio de los méritos de Yeshúa HaMashiaj y no los nuestros
propios. Si ponemos nuestros ojos en los meritos de Yeshúa, descubriremos que estos
días que medían entre Yom Teruá y Yom HaKipurim, lejos de ser días de miedo, se
transforman en días de confianza y seguridad, pues el Eterno toma complacencia
de nosotros al no confiar en nuestra propia justicia, sino en la justicia de Su siervo
justo, Yeshúa HaMashiaj.
Sidur de Selijot, Elul - Benei Abraham ANI AMI INTERNACIONAL Página 9
Debido a esto, nosotros los netzaritas no debemos afligirnos en el mes de Elul como
alguien que no tiene confianza, sino como un pueblo que ha encontrado la
seguridad de su expiación y redención segura en Yeshúa el Mesías.
Consecuentemente, aunque oramos y los que deseen ayunar, tienen libertad para
hacerlo, Elul tiene que ser experimentado como un mes de alegría y alabanza; no
debe ser este un mes para vivir con melancolía, ni con llantos ni lamentaciones
como los que no tienen esperanza. Elul es un mes de vida, de misericordia, de triunfo,
de conquista, de vitalidad espiritual para toda la Casa de Israel que ha descubierto
la verdad de Mashiaj en Yeshúa.
(“Yo soy de mi amado y mi amado es mío”) esto lleva en sí misma esa fuerza maravillosa de Elul.
El mes de elul es el tiempo más propicio para hallar misericordia y bondad delante del Creador. Es un tiempo en donde el
Rey baja de su Trono Celestial para escuchar de cerca las plegarias de su pueblo. Se debe aprovechar al máximo toda la
fuerza espiritual de estos 40 días de acercamiento del Rey del Universo a su pueblo amado.
Antes de dormir o antes de amanecer se recitan las Selijot, oraciones de acercamiento al Creador. Son seis plegarias una
para cada día, en el día de Shabat no se puede clamar ni lamentarse es por ello que no se dicen selijot en el día de shabat
En aras de unión del Kadosh, Baruj hu, con su presencia, con temblor y temor, a fin
de unificar el Nombre Divino con unificación perfecta, en nombre de todo Israel, y
por los méritos interpuestos en la vida y obra, y en el madero por Yeshúa el Mesías.
Nos disponemos ahora a realizar las oraciones de arrepentimiento para estos días de
teshuvá en este mes de Elul, con el propósito de efectuar una rectificación espiritual
y acercarnos al Creador y cumplir su voluntad con amor. Que sea Tu voluntad,
Eterno; D-os nuestro, D-os de nuestros padres, y D-os de nuestro Mesías, que este
momento en el cual Tu bondad se extiende sobre el mundo sea un momento de
misericordia y de benevolencia. Y que podamos alcanzar una Debekut – unión
intima contigo debido a nuestra obediencia como fue alcanzada por nuestro justo
Mashiaj.
Vayomer. Y dijo Yeshúa: “Velad y orad, para que no entréis en tentación. La Ruaj a
la verdad está dispuesta, pero la naturaleza humana es débil” (Matiyahu/Mateo 26:41).
Yehi ratzon. Sea tu voluntad, oh Eteno, D-os nuestro, D-os de nuestros padres, y D-os
de nuestro Mesías Yeshúa, que tengas misericordia de nosotros y nos perdones por
todos nuestros pecados. Límpianos de nuestras iniquidades y perdona y disculpa
todas nuestras rebeliones. Hazlo por los méritos interpuestos en el madero.
TEHILIM / SALMO 27
LeDavid Adonay orí veyish‟í mimí irá, De David, Adonay es mi luz y mi salvación,
Adonay ma‟oz jayay mimí efjad. Bikrob ¿de quien temeré? Adonay es la fortaleza de
mi vida. ¿De quién tendré pavor? Cuando los
„alay mere‟ím leejol et besarí. Tsaray
malvados se acercan a mí para devorar mi
veoyebay li, hema kashelú venafalu. carne, mis opresores y enemigos contra mí,
Im-tajané „alay majané lo-yirá libí, im- ellos tropezarán y caerán. Aun si una división
takum „alay miljamá, bezot aní botéaj. acampa contra mí, mi corazón no temerá; aun
Ajat shaalti meet-Adonay otah si se desata la guerra contra mí, en esto yo
confío. Una cosa yo he solicitado a Adonay,
abakesh, shibtí-bebet Hashem kol-
ésa buscaré: Habitar en la casa de Adonay
yemé jayay, lajazot benó-am-Adonay todos los días de mi vida, a fin de contemplar
ulbaker behejaló. Ki yitspeneni besukó la dulzura de Adonay e indagar en su
beyom ra‟á. Yastireni beséter aholó, Santuario. Pues Él me abrigará en Su Mishkán
betsur yeromemeni. Ve‟atá yarum roshí en el día del mal, me ocultará en lo recóndido
de su tienda, me elevará sobre una roca.
„al oyebay sebibotay veezbejá
Ahora mi cabeza se erguirá sobre mis
beaholó zibjé teru‟á, ashira vaazamerá enemigos en derredor y en su tienda inmolaré
Ladonay. Shemá‟ Adonay kolí ekrá sacrificios acompañados de melodías; cantaré
vejoneni va‟aneni. Lejá amar libí y entonaré melodías a Adonay. Escucha
bakeshú fanay, et-paneja Adonay Adonay cuando clamo con mi voz;
concédeme gracia y respóndeme. De Ti dijo
abakesh. Al-taster paneja mimeni al-tat
mi corazón: Busquen Mi presencia; Tú
beaf „abdeja, „ezratí hayita, al-titesheni presencia Adonay yo buscaré. No ocultes Tu
vel-ta‟azbeni Elohé yish‟í. Ki-Abí ve-Imí presencia de mí; no apartes por la ira a Tu
„azabuni, vAdonay yasfeni. Horeni siervo. Tú has sido mi auxilio; no me deseches ni
Adonay darkeja, unjeni beóraj mishor, me abandones; Eloah de mi salvación. Pues mi
padre y mi madre me han abandonado, pero
lema‟an shoreray. Al-titeneni benéfesh
el Eterno me recogerá. Enseñame, oh Adonay,
tsaray, ki kamu bí „edé-shéker viféaj tu camino, y guíame por el sendero de rectitud
jamás. Lulé heemanti lir-ot betub a causa de mis adversarios. No me dejes a
Adonay beerets jayim. Kavé el Adonay. merced del alma de mis opresores, pues se
Jazak veyaaméts libeja, vekavé el han levantado contra mí testigos falsos y aquel
que respira violencia. ¡Si no fuera porque
Adonay
confié en ver la bondad del Eterno en la tierra
de los vivos! Espera en el Eterno; fortalece y
anima tu corazón, y espera en el Eterno. .
El Shema Israel es la mayor expresión de fe del pueblo judío, en donde se declara la unicidad y soberanía del Creador del
Universo.
Con amor eterno has amado a tu pueblo Israel. Torá y mandamientos, estatutos y
leyes le has dado. Y Tú has tenido misericordia de nosotros, pues antes “Estábamos
sin Mashiaj alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de las promesas,
sin esperanza y sin Eloah en el mundo”. (Efesios 2:12), y por tu gran misericordia nos has
concedido un lugar junto a tu pueblo Israel. Por eso te agradecemos y nuestras
almas se alegran en tu Misericordia, pues antes no teníamos nada y ahora lo
tenemos todo, debido a los méritos de Yeshúa el Melej Hamashiaj, quien abrió una
puerta para que pudiéramos encontrarte y acercarnos a Ti por medio de su alma.
Por ello, nos unimos al Pueblo de Israel para proclamar tu Soberanía con temor y
amor. Bendito eres tu Eterno, rey del universo que amas tu pueblo Israel y a toda tu
creación.
Todos los presentes mirando en dirección a la tierra de Israel y tapando los ojos con su mano derecha, proclaman esta
importante declaración de Fe.
Escucha Israel,
Shemá‟ Israel
El Eterno es nuestro D-os, el Eterno
Adonay Elohenu, Adonay Ejad.
Uno es.
Decir en voz baja
Baruj shem kebod maljutó le‟olam va‟ed Bendito es el Nombre de su Majestad
gloriosa para siempre
Así fue dicho en la Torá por Moisés rabeinu: “Escucha Israel, y cuida de poner por
obra estos mandamientos, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel”
(Deuteronomio 6:3)
Basados principalmente en el libro de los Salmos y arreglados para cada uno de los seis días de la semana, dentro del
período de los cuarenta días de preparación para Yom Teruá y Yom HaKipurim. Lo ideal es confesarlos en presencia de un
minián, más si esto fuera imposible, cada cual debe hacerlo privadamente. Cada selijot concluye con los Trece Atributos de
Misericordia y esto debe inspirarnos para imitar al Creador y procurar entonces reproducir estos atributos en acciones
concretas que se expresen en un estilo de vida de santidad. Sus expresiones se enumeran a continuación:
1) Tolerancia; (2) Paciencia con los demás; (3) Perdonar; (4) Buscar el bien en los demás y para los demás; (5) No guardar
la ira; (6) Realizar actos de bondad; (7) Amar y buscar el bien para alguien que te ha hecho daño y ahora desea rectificar
ese daño (perdonarlo no es suficiente); (8) Recordar las buenas acciones de los demás y olvidar sus malas acciones; (9)
Sentir compasión por los demás, incluso por la gente malvada; (10) Actuar con honestidad; (11) Actuar con bondad e
indulgencia hacia los demás (no insistir en aplicar "la letra de la ley" sobre los demás); (12) Ayudar a los demás a
arrepentirse y no guardarles rencor; (13) Buscar maneras de mostrar misericordia y compasión a los demás, aunque uno no
encuentre en ellos ningún factor atenuante. Al hacerlo así, mostraremos el espíritu y carácter de nuestro Santo Maestro en
un estilo de vida agradable al Eterno
Pero yo, por tu gran bondad, entraré en tu casa, me postraré ante tu Templo
sagrado con toda reverencia. Adonay, guíame con tu justicia, porque tengo
enemigos; alláname tu camino. En su boca no hay sinceridad, su corazón es
perverso; su garganta es un sepulcro abierto, mientras halagan con la lengua. Que
se alegren los que se acogen a ti, con júbilo eterno; protégelos, para que se llenen
de gozo los que aman tu nombre. Porque tú, Señor, bendices al Tzadik/Justo, y como
un escudo lo rodea tu favor.
Oh Adonay, Tú eres mi Eloah, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne
tiene ansia de ti, como la tierra reseca, desea el agua. ¡Cómo te contemplaba en el
Beit Hamikdash viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida, te
alabarán mis labios. Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote.
Shema Hashem. Escucha, oh Eterno, mi clamor; atiende a mi Tefilá (oración). Desde los
confines de la tierra te invoco, cuando mi corazón desmaya. Condúceme a la roca
que es más alta que yo. Porque tú has sido refugio para mí, una torre de fortaleza
frente al enemigo. Que more yo en tu dentro de tu morada para siempre; y me
abrigue en el refugio de tus alas. (Selah)
Porque Tú, oh Adonay, has escuchado mis súplicas; tú me has dado la heredad de
los que temen tu Nombre (Pensar en las cuatro letras del Nombre sagrado del D-os). En Ti
solamente espera en silencio mi alma; de Hashem viene mi salvación. Sólo Él es mi
roca y mi salvación, mi fortaleza, nunca seré sacudido. ¿Hasta cuándo atacaréis a
un hombre, vosotros todos, para derribarlo, como pared inclinada, como cerca que
se tambalea? Solamente consultan para derribarlo de su eminencia; en la falsedad
se deleitan; bendicen con la boca, pero por dentro maldicen. (Selah)
Los hombres de baja condición sólo son vanidad, y los de alto rango son mentira; en
la balanza suben, todos juntos pesan menos que un soplo. No confiéis en la opresión,
ni en el robo pongáis vuestra esperanza; si las riquezas aumentan, no pongáis el
corazón en ellas. Una vez ha hablado Hashem; dos veces he oído esto: Que de
Adonay es el poder; y tuya es, oh Eterno, la misericordia, pues tú pagas al hombre
conforme a sus obras. Escúchame cuando te invoco, Adonay, defensor mío; Tú que
en la necesidad me distes abundancia.
Apartaos de mí, los malvados, porque Hashem ha escuchado mis lamentos; Hashem
ha escuchado mi súplica, el Eterno ha aceptado mi oración. Que la vergüenza
abrume a mis enemigos, que avergonzados huyan al momento. Pues el Eterno me
ha cubierto con Su Ruaj haKodesh y me ha dado refugio debajo de Sus alas. No
temeré, sino tendré un año bendito pues Tú has borrado mis faltas y haz lanzado a lo
profundo del mar mis pecados, Por amor de Tu ungido. Mi alma se regocijará en Ti y
mi corazón estará Confiado, pues la Roca de Israel, es mi refugio y Su Nombre (hacer
una ligera pausa, y pensar en las cuatro letras del Nombre sagrado del D-os) la fortaleza Segura
de mi alma. (Selah)
Al juicio seré llamado y del juicio saldré libre, con vestiduras blancas entonaré Salmos
a mi Eloah, el Rey Bondadoso y Kadosh, pues ha puesto en mis manos piedritas
blancas, resplandecientes como perlas de gran precio, bañadas por el sol de la
justicia y la gracia del que fue menospreciado y no lo estimamos.
Mi kamoja. ¿Quién es Eloah como Tú, que perdonas la iniquidad y dejas pasar los
pecados del resto de Tú heredad? Él no guarda rencor, porque se complace en la
misericordia. Se volverá nuevamente y tendrá compasión de nosotros y nos
absolverá de nuestras iniquidades. Y Tú arrojarás todos los pecados de ellos a las
profundidades del mar. Y a todos los pecados de Tu pueblo, la casa de Israel, los
arrojarás a un lugar donde no serán más recordados ni traídos a colación en modo
alguno.
Es necesario contar con diez varones para la recitación pública de los Trece atributos de misericordia
MIDOT RAJAMIN – ATRIBUTOS DE MISERICORDIA
Los trece atributos de Misericordia (Midot Rajamin), escritos en el libro de Shemot/Éxodo 34:6-7. Fue dicho por primera vez
por Moisés cuando intercedió delante de Hashem para que perdonara al pueblo por el pecado de fabricar el becerro de oro
Se debe tener profunda concentración al recitar los Trece Atributos de Misericordia, teniendo en mente el significado de
cada palabra y atributo del Creador. Ya que por medio de su lectura (si es dicha con Emunah) se puede traer la Geulah al
mundo acompañada del Mashiaj Yeshúa. No se debe hacer ninguna interrupción hablada, señas o gestos con las manos.
Al recitar los trece atributos de misericordia. Hay que hacer una breve pausa entre las palabras “Adonay” y “Adonay”
(Eterno y Eterno) así como inclinarse ligeramente entre ambas palabras y al decir “Vayaabor” (y pasó). En señal de respeto.
A continuación, delante de diez varones, con especial concentración y atención se recita el ‘Kadish le mashiaj’, este es el
orden que el Mashiaj nos recomendó seguir en el momento de orar a Hashem. Mattityahu, Mateo 6:9-13
En los tiempos del Mashiaj había muchas formas diferentes de orar, pero los discípulos querían saber cuál orden seria el
correcto en el momento de orar. Por ello le preguntaron al Maestro como debía ser el orden correcto, a lo que Yeshúa
contesto:
KADISH LEMASHÍAJ
Avinu shebashamayim yitkadash shimja Padre nuestro que estas en los cielos,
tavo mimja maljuteja, yeáseh retzoneja santificado sea tu Nombre. Venga de ti
kaasher bashamayim gam baaretz et el reino, hágase tu voluntad en la
lejem jukenu ten lanu hayom uslaj lanu tierra, como se hace en el cielo. Danos
al jataenu kaasher majalenu gam hoy nuestro pan cotidíano Y
anajnu lejayabenu veal titen lanu lipol perdónanos nuestros pecados como
lidei nisayom ki im tzjaltzenu min hará ki perdonamos a los que han pecado
lejá hamamlaja ve-hageburah ve- contra nosotros. Y no nos dejes caer en
hatiferet leolam vaed amen. la tentación, más líbranos del maligno.
Porque tuyo es el reino, el poder y la
gloria, por siempre, Amen.
Cuando te rodee la asamblea de las naciones, pon tu asiento en lo más alto de ella.
Pues Tú, eres Elokim, el Rey y Juez de los pueblos. Júzgame, Adonay, con
misericordia, por la inocencia de Tu siervo justo, haciendo desaparecer mi maldad,
como un viento que se aleja y estableciendo un buen decreto para mi alma.
Los méritos del que está sentado a Tu diestra, me acompañan todos los días de mi vida
Todah. Gracias, yo daré al Eterno por su justicia, Exaltando con loores el Nombre del
Eloah altísimo. Invocaré Su Nombre y El me escuchará desde su Morada de Kedushá,
pues los méritos de mi Redentor han hablado más alto que mis transgresiones y sus
clamores han hecho callar a los que me acusaban.
Ki. Cuando mi alma enferma y sin esperanza gritaba: “¿Hasta cuándo, Hashem,
seguirás olvidándome? ¿Hasta cuándo me esconderás tu rostro? ¿Hasta cuándo he
de estar preocupado, con el corazón apenado todo el día? ¿Hasta cuándo va a
triunfar mi enemigo?” Escuché un shofar en la montaña, Oí la buena noticia del
redentor que vino A Tzión a favor de los que se arrepienten de sus pecados
intencionales y levanté mis ojos a TI, Y por él, Tú perdonaste la maldad de mi
pecado. Atiende pues, y respóndeme, Adonay, Elohay; da luz a mis ojos para que
no me duerma en la muerte, para que no diga mi enemigo: "le tengo en mi mano",
ni se alegre mi adversario de mi fracaso. Porque yo confío en tu misericordia:
alegra mi corazón con tu auxilio, y cantaré al Eterno por el bien que me ha hecho. Sí,
bendeciré Tu Nombre por tus bondades, levantaré mis manos como ofrenda de
incienso Porque me has socorrido y consolado. (Selah)
Más ahora sé que Tú eres quien me sacó del vientre, me tenías confiado en los
pechos de mi madre; desde el seno pasé a Tus manos, desde el vientre materno Tú
eres mi Eloah. Ya no estás lejos como antes, aunque el peligro aseche y aunque
nadie me socorra, Tú estás conmigo como poderoso gigante, No temeré, sino me
alegraré pues Tu Nombre es mi esperanza y bajo tus alas me ampararé siempre,
hasta que pasen los quebrantos. Aunque me acorralen como novillo, y los fuertes
toros de Basán me amenacen, aunque abran sus fauces contra mí leones
hambrientos y me persigan rugiendo, yo estaré confiado, pues Tu Salvación me has
otorgado y Tu báculo has extendido sobre Mí para reconocerme en Tu Gracia y
concederme segura audiencia en la morada sagrada.
Or. La Luz de Tu Ungido, más de pronto la vi brillar. Las huellas en sus manos y su
herida en su costado me trajeron esperanza, por él curaste mi llaga, pusiste sobre sus
hombros mi culpa y transferiste a mi alma su justicia eterna de Kedushá. Del mal
decreto en el día del juicio me libraste y me vestiste con lino fino, blanco y puro,
como en el día cuando los Kohanim (Sacerdotes) entraban a Tu santuario rodeado De
la Nube de Gloria que coronaban sus jornadas.
Al juicio seré llamado y del juicio saldré libre, con vestiduras blancas entonaré Salmos
a mi Eloah, el Rey Bondadoso y Kadosh, pues ha puesto en mis manos piedritas
blancas, resplandecientes como perlas de gran precio, bañadas por el sol de la
justicia y la gracia del que fue menospreciado y no lo estimamos.
Mi kamoja. ¿Quién es Eloah como Tú, que perdonas la iniquidad y dejas pasar los
pecados del resto de Tú heredad? Él no guarda rencor, porque se complace en la
misericordia. Se volverá nuevamente y tendrá compasión de nosotros y nos
absolverá de nuestras iniquidades. Y Tú arrojarás todos los pecados de ellos a las
profundidades del mar. Y a todos los pecados de Tu pueblo, la casa de Israel, los
arrojarás a un lugar donde no serán más recordados ni traídos a colación en modo
alguno.
Es necesario contar con diez varones para la recitación pública de los Trece atributos de misericordia
MIDOT RAJAMIN – ATRIBUTOS DE MISERICORDIA
Los trece atributos de Misericordia (Midot Rajamin), escritos en el libro de Shemot/Éxodo 34:6-7. Fue dicho por primera vez
por Moisés cuando intercedió delante de Hashem para que perdonara al pueblo por el pecado de fabricar el becerro de oro
Se debe tener profunda concentración al recitar los Trece Atributos de Misericordia, teniendo en mente el significado de
cada palabra y atributo del Creador. Ya que por medio de su lectura (si es dicha con Emunah) se puede traer la Geulah al
mundo acompañada del Mashiaj Yeshúa. No se debe hacer ninguna interrupción hablada, señas o gestos con las manos.
Al recitar los trece atributos de misericordia. Hay que hacer una breve pausa entre las palabras “Adonay” y “Adonay”
(Eterno y Eterno) así como inclinarse ligeramente entre ambas palabras y al decir “Vayaabor” (y pasó). En señal de respeto.
A continuación, delante de diez varones, con especial concentración y atención se recita el ‘Kadish le mashiaj’, este es el
orden que el Mashiaj nos recomendó seguir en el momento de orar a Hashem. Mattityahu, Mateo 6:9-13
En los tiempos del Mashiaj había muchas formas diferentes de orar, pero los discípulos querían saber cuál orden seria el
correcto en el momento de orar. Por ello le preguntaron al Maestro como debía ser el orden correcto, a lo que Yeshúa
contesto:
KADISH LEMASHÍAJ
Avinu shebashamayim yitkadash shimja Padre nuestro que estas en los cielos,
tavo mimja maljuteja, yeáseh retzoneja santificado sea tu Nombre. Venga de ti
kaasher bashamayim gam baaretz et el reino, hágase tu voluntad en la
lejem jukenu ten lanu hayom uslaj lanu tierra, como se hace en el cielo. Danos
al jataenu kaasher majalenu gam hoy nuestro pan cotidíano Y
anajnu lejayabenu veal titen lanu lipol perdónanos nuestros pecados como
lidei nisayom ki im tzjaltzenu min hará ki perdonamos a los que han pecado
lejá hamamlaja ve-hageburah ve- contra nosotros. Y no nos dejes caer en
hatiferet leolam vaed amen. la tentación, más líbranos del maligno.
Porque tuyo es el reino, el poder y la
gloria, por siempre, Amen.
Como por un amigo o por un hermano, andaba triste; cabizbajo y sombrío, como
quien llora a su madre. Pero cuando yo tropecé, se alegraron, se juntaron contra mí
y me golpearon por sorpresa; me lastimaban sin cesar. Despiadadamente se
burlaban de mí, rechinando los dientes de odio. Adonay, ¿cuándo vas a mirarlo?
Defiende mi vida de los leones que rugen, mi único bien, y te daré gracias en la gran
asamblea, te alabaré entre la multitud del pueblo. Que no canten victoria mis
enemigos traidores, que no hagan guiños a mi costa los que me odían sin razón.
Al ken. Por tanto, mi lengua anunciará tu justicia, todos los días te alabará. Levantaré
mi rostro a Ti pues has quitado mi vergüenza y me has rodeado de Tu misericordia,
perdonando todos mis pecados, por amor de Tu Ungido. Yo me dije:
"Cuidaré mis pasos y vigilaré los dichos de mis labios, para que no se me vaya la lengua; pondré una
mordaza a mi boca mientras el impío esté presente"
“Señor, dame a conocer mi fin y cuál es la medida de mis años, para que comprenda lo pobre que
soy"
Atá. Entonces Tú, oh Eterno, dejaste la silla del juicio y te sentaste en el trono de la
misericordia, me rodeaste en tus brazos y tu palabra para mí fue de amor. Me
concediste un palmo de vida, me sellaste para una vida buena y de paz,
aunque mis días son nada ante ti; pues el hombre no dura más que un soplo. Y
pasamos como una sombra, y por un soplo se afana, atesorando neciamente sin
saber para quien.
Atá. “Tú eres mi confianza”, dije; “Líbrame de mis inquietudes, no me hagas la burla
de los necios que me acosan cada día recordándome mis faltas. Acalla la voz de los
espíritus inmundos que fueron creados por las trasgresiones de mi alma, di otra vez la
palabra para que se calmen de la tormenta sus embravecidas aguas”.
“Escucha, Hashem, mi oración, haz caso de mis gritos, no seas sordo a mi llanto; porque yo soy
huésped tuyo, forastero como todos mis padres. Haz calmar tu ira, dame respiro, antes de que pase
y no exista”
“Nuestros oídos lo oyeron, nuestros padres nos lo han contado. La obra que realizaste
en sus días, en los años remotos. Tú mismo con tu mano los sanaste, declarando
inocente al culpable, por el mérito de Tu ungido. Trituraste las acusaciones que sobre
ellos pesaba, Tu misma espada llenó la tierra persiguiendo las faltas que se
levantaban como voces de amenaza. Tu brazo les dio la victoria a mis padres, vieron
la luz de Tu rostro cambiar de tono, ante los argumentos presentados a su favor por
el redentor escogido, el buen intercesor que salió a defenderlos en el día del juicio, y
la ira se volvió gracia y la indignación apaciguada, se transformó en sentencia de
vida para ellos y para todos nosotros que de ellos venimos, reconociendo en este día
la grandeza de Tu gracia, pues los amabas.
Malkenu. Rey Nuestro, así dirán los que vengan después, al conocer Tu Gracia
derramada en el día del ensayo del Juicio Temible, de la Ira del que está sentado en
el Trono de la Justicia estricta, cuando la espada llenaba la tierra y los temblores del
alma en los lugares celestiales se escuchaban. Contaré el secreto de la paz, del
buen decreto, relataré entre los pueblos la alabanza digna de Tu gracia,
cuando rompiste delante de Ti el libro donde estaban escritas mis faltas y las
esparciste como cenizas en las puertas del Sheol para vengarte así de los que me
acusaban.
Elokim. Oh Eterno, mi Rey y mi D-os eres Tú, que das la victoria a Yaakov. Con tu
auxilio embestimos al enemigo, en tu Nombre abatimos al agresor. Pues yo no confío
en mi arco, ni mi espada me da la victoria; Tú nos das la victoria sobre el enemigo y
derrotas a nuestros adversarios. Aquellos que estaban listos para destruirnos en el día
del juicio, para levantar contra nosotros sus testimonios, pues yo temblaba al saber
que eran ciertos, que mis faltas allí estaban para ser juzgadas.
Y si Tu eres quien justifica, ¿quién entonces podrá condenarme? Que callen para
siempre mis adversarios. Enmudezcan las lenguas mentirosas que la duda quieren
otra vez poner en mis labios. No vengo a Ti confesándome culpable, porque ya me
has hecho justicia tuya para siempre por los méritos del amado que está a tu de
diestra.
Despierta, oh Eloah, ¿por qué duermes? Levántate, no dejes que continúe rodando
tu enojo sin esperanza, no sigas escondiendo tu rostro al no encontrar méritos en
nuestras plegarias. Ten compasión de nuestro pueblo y revela ya el secreto de
Tu Ungido, transforma en danzas sus ruegos y en cantos de alabanza sus quejas,
pues su aliento se hunde en el polvo y su vientre está pegado al suelo, cubiertos de
cilicio, ya no sueñan. Levántate HaShem, socórrelos, redímelos también por Tu
misericordia, porque te aman. Revela ya el misterioso secreto, pues el tiempo ha
llegado, levanta su mirada, déjales ver a Tu Ungido en la manifestación suprema de
Tu Gracia.
Al juicio seré llamado y del juicio saldré libre, con vestiduras blancas entonaré Salmos
a mi Eloah, el Rey Bondadoso y Kadosh, pues ha puesto en mis manos piedritas
blancas, resplandecientes como perlas de gran precio, bañadas por el sol de la
justicia y la gracia del que fue menospreciado y no lo estimamos.
Mi kamoja. ¿Quién es Eloah como Tú, que perdonas la iniquidad y dejas pasar los
pecados del resto de Tú heredad? Él no guarda rencor, porque se complace en la
misericordia. Se volverá nuevamente y tendrá compasión de nosotros y nos
absolverá de nuestras iniquidades. Y Tú arrojarás todos los pecados de ellos a las
profundidades del mar. Y a todos los pecados de Tu pueblo, la casa de Israel, los
arrojarás a un lugar donde no serán más recordados ni traídos a colación en modo
alguno.
Es necesario contar con diez varones para la recitación pública de los Trece atributos de misericordia
En los tiempos del Mashiaj había muchas formas diferentes de orar, pero los discípulos querían saber cuál orden seria el
correcto en el momento de orar. Por ello le preguntaron al Maestro como debía ser el orden correcto, a lo que Yeshúa
contesto:
KADISH LEMASHÍAJ
Avinu shebashamayim yitkadash shimja Padre nuestro que estas en los cielos,
tavo mimja maljuteja, yeáseh retzoneja santificado sea tu Nombre. Venga de ti
kaasher bashamayim gam baaretz et el reino, hágase tu voluntad en la
lejem jukenu ten lanu hayom uslaj lanu tierra, como se hace en el cielo. Danos
al jataenu kaasher majalenu gam hoy nuestro pan cotidíano Y
anajnu lejayabenu veal titen lanu lipol perdónanos nuestros pecados como
lidei nisayom ki im tzjaltzenu min hará ki perdonamos a los que han pecado
lejá hamamlaja ve-hageburah ve- contra nosotros. Y no nos dejes caer en
hatiferet leolam vaed amen. la tentación, más líbranos del maligno.
Porque tuyo es el reino, el poder y la
gloria, por siempre, Amen.
Seguidamente se procede a tocar el Shofar. Se debe tener especial concentración al momento de escuchar el Shofar y
dejar que su sonido haga vibrar de teshuvá hasta las fibras más internas del corazón, las entrañas y los riñones.
Elohay. Oh D-os mio, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu
firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu Ruaj Hakodesh. Devuélveme la
alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso. Y Tú perdonaste la maldad
de mi pecado, deshiciste como un polvo sucio las transgresiones que sobre mí
pesaban y me perdonaste mis pecados. Por eso enseñaré a los malvados tus
caminos y los pecadores volverán a ti. Líbrame de la sangre, oh Eterno; Salvador mío,
y cantará mi lengua tu justicia. Hashem, me abrirás los labios, y mi boca proclamará
tu alabanza.
Pues los sacrificios no te satisfacen. Dar tres vueltas sobre mi cabeza a un pollo vivo
no salvará mi alma, ni el aumento de tzedaká calmará tu ira ni sanará mi llaga, pues
graves son mis faltas. ¿Qué sacrificio presentaré delante de Ti? ¿Qué holocausto
podrá borrar las afrentas escondidas en los vaivenes de mi vida y en la historia
terrible de mis desvíos que no son ocultos a Tu mirada? Los sacrificios no te
satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es un espíritu
quebrantado; un corazón contrito y humillado, tú no lo desprecias.
Elohay. D-os mío, Tú conoces mi ignorancia, no se te ocultan mis delitos. Que por mi
causa no queden defraudados los que esperan en ti, Adonay Tzevaot. Que por mi
causa no se avergüencen los que te buscan, D-os de Israel. Por ti he aguantado
afrentas, la vergüenza cubrió mi rostro, cuando un desliz causó la burla de mis
enemigos, cuando se levantaron contra mí los que esperaban una sola falta. Más
me fuiste propicio, perdonando mi alma y limpiando de nuevo la escondida
mancha, por eso no cesará mi lengua de alabarte, entre mis hermanos tomará
el arpa y danzaré, con tal de expresarte la alabanza de mi gratitud.
Aunque por un tiempo sea como un extraño para mis hermanos, Como un extranjero
para los hijos de mi madre; como un sin sentido para mis propios hijos que ha
equivocado el camino, al conocer las profundidades y el alcance de tu perdón
concedido, me devora el alma el celo por Tu Casa, y las afrentas que lanzan sobre
mí, por mi piel resbala, pues Tu has perdonado mi falta y un buen veredicto has
sellado en tu libro, no por mi justicia, sino por Tu inmensa Gracia revelada en Tu
Ungido, el deleite de mi alma, la expiación de mis transgresiones, los méritos seguros
que pude presentar ante el temor y el miedo de Tu augusta mirada.
Tefilatí. Mi oración se dirige a ti, Rey mío, en el día de tu favor; Pues me escuchó tu
gran bondad, y tu fidelidad fue mi ayuda. Arrancaste del fango mi alma, no
dejaste que me hundiera el peso de mis faltas, De los que me aborrecen me
guardaste, y de las aguas sin fondo me rescataste.
Malki. Di-s mío y Rey mío, que escuchas el clamor de los humildes, que estás atento a
la súplica de los abatidos, que das prioridad a los que vienen a ti arrepentidos de sus
pecados para encontrar mérito en los sufrimientos de Tu Ungido. Que te alaben el
cielo y la tierra, para que los hombres todos busquen al Señor, Revivan sus corazones
y entiendan que el Eterno, mi Rey, no desprecia a sus cautivos. Más se deleita en la
silla de la misericordia, por amor de Su Ungido.
Yeshúat. El Eterno salvará a Tzión, reconstruirá las ciudades de Judá, y las habitarán
en posesión. La estirpe de sus siervos la heredará, los que aman su nombre vivirán en
ella. Yo y mi casa bendeciremos Su Nombre, pues ha decretado sobre mi, vida y no
muerte, salud y no enfermedad, prosperidad y no hambruna, protección y no
espada.
“No moriré sino que viviré y contaré a las generaciones por venir de tu inmensa bondad para
conmigo y para con la Casa de Israel”
Al juicio seré llamado y del juicio saldré libre, con vestiduras blancas entonaré Salmos
a mi Eloah, el Rey Bondadoso y Kadosh, pues ha puesto en mis manos piedritas
blancas, resplandecientes como perlas de gran precio, bañadas por el sol de la
justicia y la gracia del que fue menospreciado y no lo estimamos.
Mi kamoja. ¿Quién es Eloah como Tú, que perdonas la iniquidad y dejas pasar los
pecados del resto de Tú heredad? Él no guarda rencor, porque se complace en la
misericordia. Se volverá nuevamente y tendrá compasión de nosotros y nos
absolverá de nuestras iniquidades. Y Tú arrojarás todos los pecados de ellos a las
profundidades del mar. Y a todos los pecados de Tu pueblo, la casa de Israel, los
arrojarás a un lugar donde no serán más recordados ni traídos a colación en modo
alguno.
Es necesario contar con diez varones para la recitación pública de los Trece atributos de misericordia
A continuación, delante de diez varones, con especial concentración y atención se recita el ‘Kadish le mashiaj’, este es el
orden que el Mashiaj nos recomendó seguir en el momento de orar a Hashem. Mattityahu, Mateo 6:9-13
En los tiempos del Mashiaj había muchas formas diferentes de orar, pero los discípulos querían saber cuál orden seria el
correcto en el momento de orar. Por ello le preguntaron al Maestro como debía ser el orden correcto, a lo que Yeshúa
contesto:
KADISH LEMASHÍAJ
Avinu shebashamayim yitkadash shimja Padre nuestro que estas en los cielos,
tavo mimja maljuteja, yeáseh retzoneja santificado sea tu Nombre. Venga de ti
kaasher bashamayim gam baaretz et el reino, hágase tu voluntad en la
lejem jukenu ten lanu hayom uslaj lanu tierra, como se hace en el cielo. Danos
al jataenu kaasher majalenu gam hoy nuestro pan cotidíano Y
anajnu lejayabenu veal titen lanu lipol perdónanos nuestros pecados como
lidei nisayom ki im tzjaltzenu min hará ki perdonamos a los que han pecado
lejá hamamlaja ve-hageburah ve- contra nosotros. Y no nos dejes caer en
hatiferet leolam vaed amen. la tentación, más líbranos del maligno.
Porque tuyo es el reino, el poder y la
gloria, por siempre, Amen.
Se debe tener especial concentración al momento de escuchar el Shofar y dejar que su sonido haga vibrar de teshuvá hasta
las fibras más internas del corazón, las entrañas y los riñones.
Elohay. D-os mío, líbrame de la mano perversa, del puño criminal y violento; porque
Tú, Elohay, fuiste mi esperanza y mi confianza, Adonay, desde mi juventud. En el
vientre materno ya me apoyaba en Ti, en el seno tú me sostenías, siempre he
confiado en ti. Muchos me miraban como a un milagro, porque Tú eres mi fuerte
refugio. Llena estaba mi boca de tu alabanza y de tu gloria, todo el día. Que nunca
puedan decir mis adversarios: "El Eterno lo ha abandonado; perseguidlo, agarradlo,
que nadie lo defiende".
Elohay. D-os mío, contaré tus portentos, narraré tus grandezas. Me instruiste desde mi
juventud, y hasta hoy relato tus maravillas, contaré a las generaciones que vienen de
camino la grandeza de Tu gloria, DescRíbiré a los más pequeños las proezas de Tu
brazo, de tus victorias excelsas, De tus bondades sempiternas. Hablaré de todos los
milagros que has hecho y de Tus hazañas sin límite, para que pongan en Ti su
confianza y les seas propicio.
Elohay. D-os mío, con el arpa te alabaré por tu lealtad; tocaré para ti la cítara,
Kadosh de Israel; te aclamarán mis labios, Señor, mi alma, que tú redimiste; y mi
lengua todo el día recitará tu auxilio, porque quedaron derrotados y afrentados los
que buscaban mi daño.
Bo. Ven, oh Eterno, a visitar tu viña, Pastor de Israel, escucha, Tú que guías a Yosef
como a un rebaño; Tú que te sientas sobre los Kerubim, resplandece ante Efraín,
Benjamín y Manasés; despierta tu poder y ven a salvarnos. Oh Di-s, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve. Adonay, D-os de los ejércitos, ¿hasta cuando
estarás airado mientras tu pueblo te suplica? Les diste a comer llanto, a beber
lágrimas a tragos; nos entregaste a las contiendas de nuestros vecinos, nuestros
enemigos se burlan de nosotros. Adonay Tzebaot, restáuranos, que brille tu rostro y
nos salve.
Mitzraim. Sacaste una vid de Egipto, expulsaste a los paganos, asesinos de niños, y la
trasplantaste; le preparaste el terreno, y echó raíces hasta llenar el país; Su sombra
cubría las montañas, y sus pámpanos, los cedros altísimos; extendió sus sarmientos
hasta el mar, y sus brotes hasta el Gran Río. ¿Por qué has derribado su cerca para
que la saqueen los viandantes, la pisoteen los jabalíes y se la coman las alimañas?
Shubá. Adonay Tzebaot, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña, la
cepa que tu diestra plantó y que tú hiciste vigorosa. La han talado y le han prendido
fuego; con un bramido hazlos perecer. Que tu mano proteja a tu escogido, al
hombre que tú fortaleciste. No nos alejaremos de ti: danos vida, para que
proclamemos tu Nombre. Elohay, Adonay Tzebaot, restáuranos, que brille tu rostro y
nos salve.
Atá. Tú eres mi esperanza, en el día del juicio que se acerca, envía por mi
defensa, levanta un pastor fiel que escuche mi causa y me proteja, pues sin tu
ayuda, mi alma desmaya, desvanece cual la paja sacudida por el viento. ¿Y qué
soy yo? ¿Qué puedo alegar delante de Ti? ¿Cómo iniciaría mi defensa? ¿Con qué
argumentos te convencería para que extendieras sobre Mí un buen decreto?
Atá. Tú conoces todas mis faltas, mis errores no te son ocultos, mi historia entera está
delante de Ti, aun la palabra no ha salido de mi boca cuando ya Tu la sabes.
Indefenso estoy ante el Tribunal de Justicia, mi voz apagada, mi cabeza se quiere
separar de mi cuerpo por la pena que la abruma, si no fuera por una voz que
escucho a la distancia, si no fuera por Tu ungido que me ha devuelto la esperanza, Si
no fuera por aquel a quien Tú mismo enviaste para defender mi causa.
"Eloah anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos y a los que se convierten de corazón"
Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad; mantén mi corazón entero en
el temor de tu Nombre. Te alabaré de todo corazón, Elohay; daré gloria a tu Nombre
por siempre, por tu gran piedad para conmigo, porque me salvaste del abismo
profundo.
Elohay. D-os mío y Rey mío, unos soberbios se levantan contra mí, una banda de
insolentes atenta contra mi vida, sin tenerte en cuenta a ti. Como viene el día del
juicio, contra mí se alegran pues aseguran que seré culpable, que nadie saldrá en mi
defensa, que no hay para mi esperanza. Pero Tú, Adonay, Eloah clemente y
misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad y leal, mírame, ten compasión de mí,
por amor de siervo justo, aquél sobre el cual echaste mis culpas y por cuyas llagas,
curaste mis faltas.
Dame una señal propicia, que la vean mis adversarios y se avergüencen, porque Tú,
Eterno, me ayudas y consuelas. Que cuando los mensajeros celestiales abran el libro
y sea leído delante de Ti, oh Juez del Universo, todas mis acciones del pasado año,
por amor a Tu ungido, borres de allí todas mis iniquidades, no sean encontradas mis
maldades, solamente permanezcan escritas las cosas buenas que me dejaste hacer
por Ti, según Tu gran misericordia. Entonces me postraré delante de Ti, te alabaré por
Tu misericordia extendida sobre mi alma, diré a mi corazón:
Al juicio seré llamado y del juicio saldré libre, con vestiduras blancas entonaré Salmos
a mi Eloah, el Rey Bondadoso y Kadosh, pues ha puesto en mis manos piedritas
blancas, resplandecientes como perlas de gran precio, bañadas por el sol de la
justicia y la gracia del que fue menospreciado y no lo estimamos.
Mi kamoja. ¿Quién es Eloah como Tú, que perdonas la iniquidad y dejas pasar los
pecados del resto de Tú heredad? Él no guarda rencor, porque se complace en la
misericordia. Se volverá nuevamente y tendrá compasión de nosotros y nos
absolverá de nuestras iniquidades. Y Tú arrojarás todos los pecados de ellos a las
profundidades del mar. Y a todos los pecados de Tu pueblo, la casa de Israel, los
arrojarás a un lugar donde no serán más recordados ni traídos a colación en modo
alguno.
Es necesario contar con diez varones para la recitación pública de los Trece atributos de misericordia
A continuación, delante de diez varones, con especial concentración y atención se recita el ‘Kadish le mashiaj’, este es el
orden que el Mashiaj nos recomendó seguir en el momento de orar a Hashem. Mattityahu, Mateo 6:9-13
En los tiempos del Mashiaj había muchas formas diferentes de orar, pero los discípulos querían saber cuál orden seria el
correcto en el momento de orar. Por ello le preguntaron al Maestro como debía ser el orden correcto, a lo que Yeshúa
contesto:
KADISH LEMASHÍAJ
Avinu shebashamayim yitkadash shimja Padre nuestro que estas en los cielos,
tavo mimja maljuteja, yeáseh retzoneja santificado sea tu Nombre. Venga de ti
kaasher bashamayim gam baaretz et el reino, hágase tu voluntad en la
lejem jukenu ten lanu hayom uslaj lanu tierra, como se hace en el cielo. Danos
al jataenu kaasher majalenu gam hoy nuestro pan cotidíano Y
anajnu lejayabenu veal titen lanu lipol perdónanos nuestros pecados como
lidei nisayom ki im tzjaltzenu min hará ki perdonamos a los que han pecado
lejá hamamlaja ve-hageburah ve- contra nosotros. Y no nos dejes caer en
hatiferet leolam vaed amen. la tentación, más líbranos del maligno.
Porque tuyo es el reino, el poder y la
gloria, por siempre, Amen.
Se debe tener especial concentración al momento de escuchar el Shofar y dejar que su sonido haga vibrar de teshuvá hasta
las fibras más internas del corazón, las entrañas y los riñones.
Allí escrita está la historia de mi vida, las cosas buenas y las cosas malas. ¿Cómo será
mi defensa? ¿Con qué argumentos replicaré al Juez cuando me llame a Su
presencia? ¿Cómo podré levantar siquiera mi cabeza cuando sea llamado a rendir
cuentas? Mis piernas tiemblan. De mis entrañas huyen las pocas fuerzas que
quedaban y el aliento se entrecorta en mi garganta. Perdido estoy, yo sé que no he
hecho cosas buenas.
Aná. Por favor, perdóname Eterno, ruega mi alma. Sé propicio a mí, no tengas en
cuenta mis faltas. Desvanece mis trasgresiones como la niebla de la mañana. “De
pie”, dice el principal guarda. Los pasos del Juez se escuchan a la distancia. Todos
tiemblan, desde el más pequeño hasta el hombre anciano cubierto de canas.
Lamakón. Allí entré con mi defensa. Y se leyó mi causa. De pie estaba esperando la
terrible sentencia, cuando anonadado ni una sola palabra contra mí fue lanzada.
¿Cómo puede ser? ¿Cómo pueden decir solamente cosas buenas de mi alma?
Yosheb beséter. Tú que vives al amparo del Altísimo y resides a la sombra del
Todopoderoso, di al Señor: "Mi refugio y mi baluarte, mi Di-s, en quien confío". Él te
librará de la red del cazador y de la peste perniciosa; te cubrirá con sus plumas, y
hallarás un refugio bajo sus alas. No temerás los terrores de la noche, ni la flecha que
vuela de día, ni la peste que acecha en las tinieblas, ni la plaga que devasta a
pleno sol. Aunque caigan mil a tu izquierda y diez mil a tu derecha, tú no serás
alcanzado: su brazo es escudo y coraza. Con sólo dirigir una mirada, verás el castigo
de los malos, porque hiciste del Hashem tu refugio y pusiste como defensa al Altísimo.
No te alcanzará ningún mal, ninguna plaga se acercará a tu carpa, porque él te
encomendó a sus ángeles para que te cuiden en todos tus caminos. Ellos te llevarán
en sus manos para que no tropieces contra ninguna piedra; caminarás sobre leones
y víboras, pisotearás cachorros de león y serpientes. "Él se entregó a mí, por eso, yo lo
libraré; lo protegeré, porque conoce mi Nombre; me invocará, y yo le responderé.
Estaré con él en el peligro, lo defenderé y lo glorificaré; le haré gozar de una larga
vida y le haré ver mi salvación".
Mizmor shir. Por eso es bueno dar gracias al Eterno y cantar, D-os Altísimo, a
tu Nombre; proclamar tu amor de madrugada, y tu fidelidad en las vigilias de la
noche, con el arpa de diez cuerdas y la lira, con música de cítara. Tú me alegras,
Adonay, con tus acciones, cantaré jubiloso por la obra de tus manos. ¡Qué grandes
son tus obras, oh Adonay, qué profundos tus designios! El hombre insensato no
conoce y el necio no entiende estas cosas. Si los impíos crecen como la hierba y
florecen los que hacen el mal, es para ser destruidos eternamente: Tú, en cambio,
eres el Excelso para siempre. Mira, Eterno, cómo perecen tus enemigos y se dispersan
los que hacen el mal. Pero a mí me das la fuerza de un toro salvaje y me unges con
óleo purísimo. Mis ojos han desafiado a mis calumniadores, mis oídos han escuchado
la derrota de los malvados. El Justo florecerá como la palmera, crecerá como
los cedros del Líbano: trasplantado en la Casa del Hashem, florecerá en los atrios de
nuestro Di-s. En la vejez seguirá dando frutos, se mantendrá fresco y frondoso, para
proclamar qué justo es el Eterno, mi Roca, en quien no existe la maldad.
Adonay Malaj. Hashem es Rey; está vestido de poder ¡Reina el Eterno, revestido de
majestad! El Eterno se ha revestido, se ha ceñido de poder. El mundo está
firmemente establecido: ¡no se moverá jamás! Tu trono está firme desde siempre, tú
existes desde la eternidad. Los ríos hacen resonar sus voces, Eterno, los ríos hacen
resonar su fragor. Pero más fuerte que las aguas impetuosas, más fuerte que el oleaje
del mar, es el Señor en las alturas. Tus testimonios, oh Eterno, son dignos de fe,
la santidad embellece tu Casa a lo largo de los tiempos. ¡Entiendan, los más necios
del pueblo! y ustedes, insensatos, ¿cuándo recapacitarán? El que hizo el oído, ¿no
va a escuchar? El que formó los ojos, ¿será incapaz de ver? ¿Dejará de castigar el
que educa a las naciones y da a los hombres el conocimiento? ¡El Eterno conoce los
planes de los hombres y sabe muy bien que son vanos!
Ashré. Feliz el que es educado por ti, oh Hashem, aquel a quien instruyes con
tu ley, para darle un descanso después de la adversidad, mientras se cava una fosa
para el malvado. Porque el Eterno no abandona a su pueblo ni deja desamparada
a su herencia: la justicia volverá a los tribunales y los rectos de corazón la seguirán.
¿Quién se pondrá a mi favor contra los impíos? ¿Quién estará a mi lado contra los
malhechores? Cuando pienso que voy a resbalar, tu misericordia, Eterno, me
sostiene; cuando estoy cargado de preocupaciones, tus consuelos me llenan de
alegría. ¿Podrá aliarse contigo un tribunal inicuo, que comete injusticias en nombre
de la ley? Ellos atentan contra la vida de los justos y condenan a muerte al inocente.
Pero Hashem es mi fortaleza, mi Eloah es la Roca en que me refugio: él les devolverá
su misma iniquidad y los destruirá por su malicia. ¡Hashem, Elohenu, los destruirá!
Al juicio seré llamado y del juicio saldré libre, con vestiduras blancas entonaré Salmos
a mi Eloah, el Rey Bondadoso y Kadosh, pues ha puesto en mis manos piedritas
blancas, resplandecientes como perlas de gran precio, bañadas por el sol de la
justicia y la gracia del que fue menospreciado y no lo estimamos.
Mi kamoja. ¿Quién es Eloah como Tú, que perdonas la iniquidad y dejas pasar los
pecados del resto de Tú heredad? Él no guarda rencor, porque se complace en la
misericordia. Se volverá nuevamente y tendrá compasión de nosotros y nos
absolverá de nuestras iniquidades. Y Tú arrojarás todos los pecados de ellos a las
profundidades del mar. Y a todos los pecados de Tu pueblo, la casa de Israel, los
arrojarás a un lugar donde no serán más recordados ni traídos a colación en modo
alguno.
Es necesario contar con diez varones para la recitación pública de los Trece atributos de misericordia
A continuación, delante de diez varones, con especial concentración y atención se recita el ‘Kadish le mashiaj’, este es el
orden que el Mashiaj nos recomendó seguir en el momento de orar a Hashem. Mattityahu, Mateo 6:9-13
En los tiempos del Mashiaj había muchas formas diferentes de orar, pero los discípulos querían saber cuál orden seria el
correcto en el momento de orar. Por ello le preguntaron al Maestro como debía ser el orden correcto, a lo que Yeshúa
contesto:
KADISH LEMASHÍAJ
Avinu shebashamayim yitkadash shimja Padre nuestro que estas en los cielos,
tavo mimja maljuteja, yeáseh retzoneja santificado sea tu Nombre. Venga de ti
kaasher bashamayim gam baaretz et el reino, hágase tu voluntad en la
lejem jukenu ten lanu hayom uslaj lanu tierra, como se hace en el cielo. Danos
al jataenu kaasher majalenu gam hoy nuestro pan cotidíano Y
anajnu lejayabenu veal titen lanu lipol perdónanos nuestros pecados como
lidei nisayom ki im tzjaltzenu min hará ki perdonamos a los que han pecado
lejá hamamlaja ve-hageburah ve- contra nosotros. Y no nos dejes caer en
hatiferet leolam vaed amen. la tentación, más líbranos del maligno.
Porque tuyo es el reino, el poder y la
gloria, por siempre, Amen.
Se debe tener especial concentración al momento de escuchar el Shofar y dejar que su sonido haga vibrar de teshuvá hasta
las fibras más internas del corazón, las entrañas y los riñones.
Alenu leshabéaj. A nosotros nos corresponde alabar al Amo de todo lo que existe,
atribuir grandeza al Creador de la obra de la creación, pues él no nos dejó en la
oscuridad de la idolatría ni en las sombras de la desesperanza que cubre el mundo.
Tuvo misericordia de nosotros y nos escogió de entre todas las familias de la tierra
para unirnos a Su nación apartada, Su real sacerdocio, Su pueblo adquirido para
anunciar a los hombres que hay un solo Eloah verdadero y un solo Mashíaj, Yeshúa
HaMelej, a fin de que todos teman a Hashem, el único Eloah verdadero. Antes, en los
tiempos de nuestra ignorancia, nos postrábamos ante la vanidad y el vacío y
rezábamos a dioses y espíritus de muertos que no salvan. Vaanajnu (Inclinarse) Pero
ahora, habiendo sido iluminados por los méritos de Yeshúa Hamashiaj, nosotros nos
prosternamos delante del Soberano, el Rey de reyes, hakadosh, baruj hu. Único
Eloah verdadero (enderezarse).
Pues él extiende los cielos y fija los fundamentos de la tierra; la sede de Su gloria está
arriba sobre los cielos de los cielos y Su poderosa Presencia se encuentra en las
alturas más elevadas. Antes no lo conocíamos pero ahora si lo conocemos. Él es
nuestro Eloah, y no hay otro más, y conocerlo a Él íntimamente, es la clave para la
vida eterna, pues así nos ha sido enseñado. Verdad es nuestro Rey, y no hay nada
fuera de Él, tal como esta escrito en la Torah: “Sabe hoy y llévalo a tu corazón que el
Eterno es Eloah, arriba en los cielos y abajo en la tierra, no hay nadie más” Por tanto,
en Ti ponemos nuestra esperanza, oh Eterno, Eloah nuestro, de que pronto veamos Tú
poderoso esplendor, la imagen de Tú sustancia, cuando nos envíes al mensajero de
Tú presencia, a Yeshúa Hamashiaj, Tu justo, para eliminar con la palabra de poder
que sale de su boca toda idolatría y destruir todos los altares de los falsos dioses, a fin
de que sean completa y totalmente exterminados por siempre y para siempre.
En aras de unificación del Kadosh, baruj hu, con la finalidad de bendecir, glorificar y
exaltar su Nombre por sus milagros y prodigios que siempre hace a favor nuestro y
de su pueblo Israel. Con el objetivo de rectificar la raíz espiritual en los ámbitos
superiores del precepto de Rosh Jodesh, para así complacer y cumplir la voluntad
de nuestros Creador. Nos encontramos reunidos en este comienzo de mes de
(mencionar el mes), en este primer día del mes, para consagrar el Nombre del Hashem
por medio de la unión familiar y gracias a los méritos interpuestos por Yeshúa el
Mesías, ya que a través de él podemos tener acceso a la rica herencia espiritual (rosh
jodesh) entregada a nuestro noble pueblo Israel, del cual ahora somos coherederos y
coparticipe de los pactos y promesas, de la Fe y de la Torá, y del Mashiaj.
“Que la dulzura del Eterno esté sobre nosotros. Que Él establezca para nosotros la
obra de nuestras; que afirme la obra de nuestras manos”. (Tehilim 90:17)
La siguiente bendición es dicha al momento de llegar a una ocasión especial, ya sea un estreno de una casa, vestimenta,
una festividad bíblica o un evento de mitvot importante
“Baruj Atá Adonay, Elohenu Melej ha’olam, Shehejeyanu, Vekiyemanu, Vehigui’anu, lazemán hazé”.
Bendito eres Tú, Eterno, Eloah nuestro, soberano Rey del Universo, que nos ha hecho vivir, nos ha preservado
y nos ha hecho llegar (sanos y salvos) a esta temporada”.
En la época que el Beit Hamikdash estaba en pie, en cada Rosh jodesh era ofrecido
para el Eterno una ofrenda de ascensión compuesta por: dos terneros, un carnero y
siete corderos sin defecto. Y tres décimas medidas de sémola revuelta con aceite
para la oblación para cada ternero. Y dos décimas medidas de sémola revuelta con
aceite para la oblación para cada carnero. Y un décimo de sémola revuelta con
aceite para la oblación para cada cordero, cada una junto a sus libaciones.
Convirtiéndolas como ofrendas de ascensión con una fragancia agradable para
Adonay. Estas eran las ofrendas de ascension de cada rosh jodesh en rosh jodesh
para los meses del año. Ofrendas agradables para Adonay.
Hashem entrego los rosh jodesha su pueblo como señal de amor, señal de
renovación espiritual, señal de expiación, señal de observancia, señal de tiempos
proféticos y señal de pacto entre Él y su pueblo.
Yehí jasdejá Adonay „alenu kaasher Que tu bondad, oh Eterno, esté sobre
yijalnu laj nosotros, tal como hemos esperado en
Ti.
Sea tu voluntad, oh Eterno, D-os nuestro, D-os de nuestros padres y D-os de nuestro
adón Yeshúa, que reconstruyas Tu Casa sagrada y bajo la dirección del Melej
haMashiaj, y reúne a los dispersos de las tribus de Israel en tu ciudad, haznos
ascender con alegría a nuestra tierra e implántanos dentro de nuestras fronteras.
Restablece el servicio del Templo, donde junto al Mashiaj cantaremos los salmos de
tu siervo David. Y serán escuchados por toda la creación cuando sean recitados
delante de tu altar. En el ofreceremos las ofrendas de agradecimientos y alabanzas
junto a los Justos de las naciones y junto aquellos que han hecho la conversión
genuina al Eloah de Israel, y que han abrazado y se han acobijado bajo los méritos
de aquél que en obediencia completa dio su vida en el madero y resucito al tercer
día, y ascendió a los cielos para sentarse a la diestra del Padre.
Elohenu. D-os nuestro, D-os de nuestros padres y D-os de nuestro adón Yeshúa, sea Tu
voluntad que ascienda, venga y llegue, que sea vista, sea aceptada, sea
escuchada, sea considerada y sea recordada delante de Ti nuestra memoria y la
memoria de nuestros padres; que sea recordada delante de Ti la Sagrada Casa de
Yerushaláyim, tu ciudad, la memoria del Mashiaj hijo de Tu siervo David y la memoria
de todo Tu pueblo, la casa de Israel; para rescate, para bien, para gracia, para
bondad, para misericordia, para una vida buena y para la paz, en este día primero
del mes a fin de tener misericordia de nosotros y recordar los méritos de nuestros Ribí
Yeshúa delante de Ti.
Zojrenu. Recuérdanos, oh Eterno, D-os nuestro, en este día para bien, consideramos
en él para bendición y sálvanos en él para una vida buena. Y envía a Yeshúa como
Mesías ben David para completar la geulah de la humanidad.
Elohenu. D-os nuestro, D-os de nuestros padres y D-os de nuestro adón Yeshúa,
inaugura para nosotros este mes para bien y para bendición, para regocijo y para
alegría, para salvación y consolación, para sustento y mantenimiento, para vida
buena y para paz, para perdón de pecados y disculpa de iniquidades. Y que este
novilunio sea el fin y el término de todas nuestras tribulaciones; que sea comienzo y
principio de redención para nuestras almas. Pues Tú escogiste a Tu pueblo Israel de
entre las naciones y les prescribiste los decretos de los novilunios. Bendito eres Tú,
Eterno, que consagra a Israel y los novilunios.
Se procede a confesar el Yehi ratsón
Yehí. Sea la voluntad del D-os del Cielo establecer la Casa de nuestra vida y
restaurar Su presencia a ella, prontamente y en nuestros días. Y digan Amén.
Yehí. Sea la voluntad del D-os del Cielo tener misericordia de nuestros remanentes y
detener la plaga, el destructor, la espada, el hambre, el cautiverio y el despojo de
sobre nosotros y de todo su puebo lsrael. Y digan: Amén
Yehí. Sea la voluntad del D-os del Cielo mantener para nosotros a todos los Jajamin
de Israel, tanto a ellos como a sus esposas, sus hijos y discípulos, en cualquier lugar
que residan. Y Digan: Amén
Yehí. Sea la voluntad del D-os del Cielo que desde los cuatro confines de la tierra
escuchemos y se nos anuncien buenas nuevas, nuevas de salvaciones y
consolaciones-. Y digan: Amén.
Mi. Que Aquél que hizo milagros a nuestros ancestros y nos redimió de Mitzrayim, Él
nos redima y restaure a sus descendientes a sus fronteras. Con buen signo, para
nosotros en este rosh jodesh (mencionar el mes). Que el Kadosh, bendito es, lo renueve
para nosotros y para todo su pueblo Israel, en cualquier lugar que estén, para bien y
para bendición, para gozo y alegría, para salvación y consolación, para un buen
sustento y un buen mantenimiento, para buenas nuevas (en invierno: para lluvias en su
momento propicio; en verano: para rocíos de bendición), para curación completa y para
redención cercana. Y digan: Amén
"Bendito seas Tú, Eterno, Soberano del universo y Rey del Mundo, que has consagrado a tu pueblo Israel con
tus preceptos y que por los méritos interpuestos por el Mashiaj Yeshua, nos has acercado, y nos has hecho
participe del precepto de encender la candela del Rosh Jodesh".
Que así sea Tu voluntad. “Que la dulzura del Eterno este sobre nosotros. Que El establezca
para nosotros la obra de nuestras manos; que afirme la obra de nuestras manos” (Salmo
90:17). “Que la expresión de mi boca y la meditación de mi corazón sean aceptables delate
de Ti, oh Eterno, mi Roca y mi Redentor” (Salmo 19:14)
Bendito eres Tú, Eterno, Eloah de Israel y también nuestro, Rey del Universo, que nos
demandas a tener las manos limpias sin ira ni contiendas”
Yeshúa dijo: “Yo soy el pan que imparte vida, el que a mi viene nunca tendrá hambre, y el
que tiene emunah en mi como mashiaj de Israel jamas tendrá sed. Porque yo soy el pan de
Elohim que desciende del cielo y da vida al mundo”.
Baruj ata Adonay, Elohenu Mélej Bendito eres tu Eterno, Eloah nuestro,
ha‟olam, hamotsí léjem min haarets. Soberano del Universo, que extraes el
pan de la tierra.
Se sirve una copa de fruto de la vid y La persona que hace el kidush dice:
Sabrí maranán Con su permiso señores
Los demás responden:
Lejayim ¡A la vida!
Inmedíatamente se procede a realizar la bendición sobre la copa con fruto de la vid y luego se bebe de
ella:
Baruj atá Adonay Elohenu Mélej Bendito eres Tú, Eterno, D-os nuestro,
ha‟olam boré perí haguefen. Amen. Soberano del Universo, creador del
fruto de la vid. Amen. .
Dijo nuestro Ríbi Yeshúa: “Yo soy el Vino, vosotros las ramas de la vid. El que se
mantiene íntimamente unido a mi (como Mashiaj de Israel), este lleva mucho fruto;
porque separados de mi nada podéis hacer”. (Yohanan/Juan 15:5)
Cuando un hombre o una mujer ingieren una cantidad de pan del tamaño de al menos un kesayit (29gramos o
el tamaño de una oliva), se debe rezar la BirKat Hamazón -Bendición por el Sustento- una vez se concluye la
comida.
Esta bendición es un mandato bíblico documentada en el libro de Devarim/Deuteronomio 8:10. Esta berajá se
dice sentado, no se debe distraer cuando la hace y hacerlo con respeto y agradecimiento al Creador. Se
acostumbra entre semana retirar los utensilios de metal sobre la mesa cuando se dice la berajá. Después de
haber comido se acostumbra lavarse los dedos hasta los nudillos. Esta bendición se llama Máyim jaronim -
Aguas Postreras.
Bendito eres Tú, Eterno, Eloah nuestro, Soberano del Universo, el Eloah por cuya
bondad nos alimenta, tanto a nosotros como a todo el mundo, con gracia,
benevolencia, holgura y misericordia. Él proporciona el pan a todas las criaturas
porque Su benevolencia es eterna. Y por Su inmensa bondad nunca nos faltó ni nos
faltará jamás el sustento. Pues Él alimenta y sustenta a todos, Su mesa está
preparada para todos y Él prepara alimento y sustento para todas las criaturas que
creó con Su misericordia y Su inmensa bondad, tal como está escrito en el salmo 145:
“Tu abres Tu mano y satisfaces el deseo de todo ser vivo”. Bendito eres Tú, Eterno,
que sustenta a todos y alimentas a toda tu creación.
Hodu LaAdonai ki tov, Ki le olam jasdó Hodu LaAdonai ki tov, ki le olam jasdó
Una vez concluido esta hermosa canción sefardí, se desean unos a otros: